El Heraldo de Cristo 1974, n. 771
Suplicamos a todos aquellos suscriptores que nos pagan sin intervención de nuestros corresponsales, quieran hacernos el favor de remitirnos el importe de la suscripción del año en curso. Hay todavía quien tiene sin pagar la suscripción del año 1973. Por favor, piensen los perjuicios que nos ocasiona tanto retraso.
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>

Sacerdotes, religiosas, seglares:
¿Queréis que un misionero de la T. O. R. celebre misas a vuestra intención? Es una manera muy interesante de ayudarles y de ayudaros.
Podéis enviar las limosnas al Procurador Provincial de nuestras misiones, Fr. Jaume Tugores, T. O. R.
Teléfono: 211212. Convento de San Francisco - Palma de Mallorca.

Limosna para cada misa: según la tarifa de la diócesis de Mallorca.

L

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^

Todos hemos de ayudar a las misiones, según declaración expresa del Concilio Vaticano 11. Al menos con nuestra oración y nuestros sacrificios ofrecidos por la dilatación del Reino de Dios. Y a más de un lector puede su conciencia dictarle la necesidad de ayudar también con alguna limosna. Si quieres que sea a favor de las misiones que regenta la Provincia Española de la T. O. R., envía tu donativo al P. Procurador Provincial de Misiones, Fr. Jaume Tugores, T. O. R. (Convento de San Francisco. Palma de Mallorca). Si avisas al teléfono 2112 12,1 pasará a recoger tu donativo el citado P. Procurador. Muchas gracias.

V

j

REVISTA MENSUAL DE LOS f P. FRANCISCANOS DE LAT. O.R.
•
JUNIO 1974

Año LXV - Núm. 771

REDACCIÓN Y ADMÓNí
CONVENTO DE SAN FRANCISCO
TELÉFONO 2126P5
PALMA DE MALLORCA

• DIRECTOR:
P. MIGUEL COLOM MATEU, T. O. R.

VICE-DIRECTOR Y ADMINISTRADOR:

Fr. JAUME TUGORES MESTRE, T. O. R

I

•

I CON LICENCIA ECLESIASTICA

I

IMPRESIÓN:

ARTES GRÁFICAS GIMÉNEZ

Pracfot de suscripción

Ordinaria •lanhachor Protactor

.... 100 ptas.

....

300

>

1.000 »

•

DEPOSITO LEGAL P. M. 340 -1958

lea en este nümerot

¿Escalada del impudor?

....

3

Anales de la Provincia Española de la In¬

maculada Concepción de la Tercera Or¬

den Regular de San Francisco .

4

Mallorca y sus Pintores

....

6

P. Salvador Cabot expone en la Galería

Juventud Seráfica

8

Fisonomía de San Francisco .

...

9

Corona poética luliana

.

.

. 10

Poble i Folklore.— Conversa amb el Pare

Ginard

12

El Platan

13

Pàgina literària

14

Mn. Josep Tarongí, Poeta Romàntic .
Nuestras misiones

. 16
18

Sor Francisca Ana Cirer, Hermana de la

Caridad. —Francisca Ana se santificó en

su sencilla vida de seglar

.

.

Nuestra pequeña historia

.

Oro viejo.-Los comilones . .

Página del terciarlo

Arquitectura defensiva de Mallorca .

Bibliografía

.20
.22 .23
24 . 25
27

NITBSTRA PORTABA
CLAUSTRO DEL CONVENTO DE SANTA MAGDALENA (PALMA). - Sea cual sea el sentido del famoso verso ovidiano, es cierto que las cosas en ocasiones lagriman, que el
Señor puede hacer gritar las piedras y que a las espirales de las columnas y a las dovelas de los arcos del claustro de Santa Magdalena se les cae la baba de contento al referirnos como hace cuatro siglos amparaban la humildad y pureza de una virgen, nuestra Santa, la valldemosina
Catalina Tomasa.
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PALMA DE MALLOKCA

(FRENTE A U DIPUTACION)-PALWA

2

EDITORIAL
¿ESCALADA DEL IMPUDOR?
Escribimos impudor y ciertamente sería más justo que hablásemos de desvergüenza, pues más de lo segundo que de lo primíero han tenido, por el momento, los hechos a que vamos a referirnos. Estos hechos no son otros que los que han venido o. designarse con el anglicismo «streak¬ ing»: la aparición en público de personas, varones y hembras, sin otro traje que el que llevaban Adán y Eva antes de haberse cosido, con ho¬ jas de higuera, los consabidos delantales. Digamos de pasada que, por lo que nosotros sabemos, las voces inglesas «streak», «streaking», «streaker», no aluden por nada al desnudismo, sino más bien a la de¬ cisión de la voluntad para ejecutar una acción extraña, de tal modo que una traducción más o menos aproximada de «streaking» podría ser la de «arranque», «antojo», «veleidad», etc., y hasta, en sentido un poco más lato, «gamberrada». Pero, así de fácilmente se van creando acep¬ ciones nuevas para palabras ya existentes.
La tendencia general de los periódicos al comentar los casos de «streaking», casos que un par de meses atrás se produjeron con alguna frecuencia, fue de no darles excesiva importancia, de tratarlos jocosa¬ mente o de excusarlos como una muestra más de denuncia o protesta (y hoy, ante tales paliativos, hay que achantarse). Los sociólogos se metieron a estudiar científicamente el fenómeno, expusieron sus teo¬ rías, lanzaron sus opiniones y convencieron... a los que ya estaban con¬ vencidos. Hasta hubo pequeñas encuestas y, cosa curiosa, los consulta¬ dos que dieron respuestas más sinceras, más existenciales, fueron los jóvenes. Estos, casi sin excepción, no tuvieron inconveniente en decla¬ rar que opinaban que el «streaking» es una indecencia, una inmoralidad.
Efectivamente, el hecho de presentarse sin reparo en pelota, hom¬ bres y mujeres, ante sus semejantes, y más aún si éstos son de distinto sexo, es una verdadera indecencia, una innegable inmoralidad, algo in¬ digno de racionales en el admitido estado de civilización en que nos encontramos por estas latitudes. Y nada atenúan la falta cualesquiera motivos de denuncia o protesta que se pretendan aducir, al menos si se tiene aún por válido el principio de que el fin no justifica los medios.
Claro está que la desnudez no es de por sí una deshonestidad y que hasta puede estar justificada en muchísimos casos que todos cono¬ cemos. La deshonestidad le viene extrínsicamente, de su incidencia en el mal moral del prójimo y aun en el mismo respeto que le es debido. Por otra parte, son muchos los actos que, sin ser propiamente desho¬ nestos, no deben realizarse, en un país civilizado, a presencia de las personas que no sean de la más estricta intimidad.
Nosotros ignoramos si aquellos actos, los del «streaking», por aho¬ ra muy aislados, van a tener alguna repercusión en el futuro compor¬ tamiento del hombre y de la mujer. Pensamos que no. No parece posi¬ ble que se llegue a violentar hasta tal punto el sentimiento del pudor, tan vivo en una mujer normal, que se convierta en cosa corriente él desnudismo público integral. No le faltaría más a nuestro mundo que,
(Continúa en la pág. siguiente)
3

ANALES

DE LA

PROVINCIA ESPAÑOLA DE LA INMACULADA CONCEPCION

DE LA

TERCERA

ORDEN

REGULAR DE
I
fContinuación)

SAN

FRANCISCO

1885, 9 de marzo—D. Antonio Ripoll y Salvà y D. Matías Cardeli y Tomás, sub¬ diáconos, alumnos del Seminario Conci¬ liar de San Pedro, en Palma, hallándose
actualmente cursando el último año de
Teología Moral, suplican al limo. Sr. Obispo de la Diócesis, se digne admitir¬ los, en las próximas témporas de Pasión, al sagrado Orden del DIACONADO.
11 de marzo.—Por un oficio del Obispo al Superior de la Casa de la Congrega¬ ción de San Felipe Neri, de Palma, se co¬ munica que «los ordenandos, continua¬ dos al margen, deben comenzar al ano¬ checer de este día, los ejercicios espiri¬ tuales, en esa Casa, permaneciendo cons¬ tantemente recogidos, hasta la mañana del día 20», en la cual fecha el Superior de San Felipe, al pie del citado oficio,
contesta; «Dichos ordenandos han obser¬ vado la más edificante conducta». Firma¬
do: Francisco Molina, Pbro.
Entre los ordenandos hay:
D. Gabriel Llompart y Jaume, Obispo que fue de Tenerife y de Mallorca.
D. Antonio M.“ Alcover y Sureda, que fue Canónigo Magistral, Vicario General y Deán de la Santa Iglesia Catedral de Mallorca; y, además, estrenuo e infatiga¬ ble apóstol de la lengua mallorquina.

D. ANTONIO RIPOLL Y SALVÀ y
D. MATÍAS CARDELL Y TOMÁS.
15 de marzo.—En el Ofertorio de la Misa Mayor de la parroquial de Llucma-
yor se procede a la debida proclama de ios subdiáconos Ripoll y Cardeli, que as¬ piran al Diaconado, con la advertencia de que, por complaciente decreto del Sr. Obispo, se les dispensan otras dos pro¬
clamas.
21 de marzo.—En este día, sábado an¬ terior a la dominica de Pasión, celebran¬ do Ordenes Mayores, en su capilla de Palacio, el Excmo. e limo. Sr. Obispo, Dr. Jaume, confirió el sagrado Orden del
DIACONADO a los susodichos subdiáco¬
nos, «con título patrimonial y con la obli¬ gación de servir a la Iglesia y ayudar a su Párroco respectivo en la cura de al¬
mas».
17 de abril.—El R. D. José Oliver y
Coll, Pbro. y Ecónomo de Llucmayor, co¬ munica al Sr. Obispo de la Diócesis, co¬ mo el día 10 se le había dado posesión y
hecha colación canónica del cánonicato
que S. M. el Rey le había concedido, en
la Catedral de Ibiza.
18 de abril.—En vista de la comunica¬
ción anterior, el Sr. Obispo declara a D. José Oliver «exonerado del cargo de Ecó-

(Viene de la póg onterior

¿ESCALADA DEL IMPUDOR?

sin esto, en el aspecto moral es ya un verdadero «zoo». Pues es cierto
que^ hoy se ven cosas y se cometen acciones de las cuales se avergon¬
zarían nuestros primates del parque zoológico. Y si hablasen nuestro lenguaje, tal vez nos dirían: No, nosotros por esto no pasamos.
Debemos reconocer que los casos de completa desnudez en publico que motivan el presente comentario, fuese por lo que fuese, no han te¬ nido nada de procaz exhibicionismo. Por eso, más que impudor sexual, han constituido una escalada de la desfachatez, de la desvergüenza. Han sido una intolerable gamberrada.

Hemos expresado nuestra particular opinión sobre el «streaking».

4

nomo de la parroquial iglesia de Lluc-
mayor... y en consecuencia, le ordena dis¬
ponga la entrega al Sr. Coadjutor o Vi¬ cario de semana, de la casa rectoral, las llaves de la iglesia, los fondos del culto y demás efectos pertenecientes a la pa¬ rroquia».
Este D. José Oliver y Coll, en recono¬ cimiento a sus méritos, obtendrá en 1889 una plaza de Capellán mayor en San Francisco el Grande, de Madrid. Y más tarde, en 1898 y 1899, respectivamente, será nombrado Arcediano y Deán de la Santa Iglesia Catedral de Mallorca.
1 de mayo.—El Sr. Obispo escribe al R. D. Tomás Mut, Presbítero adscrito a la parroquial iglesia de Llucmayor: «Ha¬ llándome en el caso de proveer el cargo de Ecónomo de esa parroquial iglesia... y deseando como es deber sagrado de mi ministerio que dicho nombramiento recaiga en sujeto digno por su celo, ins¬ trucción, prestancia y experiencia en el ejercicio de la cura de almas; que ade¬ más tenga conocimiento práctico de la situación moral y religiosa de esa nume¬ rosa población, he resuelto después de
haber encomendado mucho a Dios el
acierto de esta elección confiar a V. el
referido cargo de Ecónomo que desem¬ peñó en otra no lejana ocasión muy a sa¬
tisfacción de esta Autoridad diocesana, reservándome aliviar a V. de esta penosa carga si de ella volviese a resentirse la salud de V. Confío que V. aceptará este nombramiento como un llamamiento de
Dios en bien del pueblo que le vio nacer ...» (Minuta en Arch. Dioc., Caja Lluc¬ mayor).
4 de mayo.—El benemérito D. Tomás aceptaría sumiso la voluntad de su Su¬ perior jerárquico cuando éste, con fecha 4 de mayo, comunica al Coadjutor ordi¬ nario de la parroquia de Llucmayor:
«Con esta fecha he tenido a bien nom¬
brar Ecónomo de esa parroquia a D. To¬ mas Mut... Sírvase comunicarlo a esa
Rda. Comunidad...» (Ibidem). El día si¬
guiente, 5 de mayo, tomaba posesión de su cargo, el nuevo Ecónomo.

de la Congregación de Jesús, María, Jo¬ sé, siempre les miró con cariño y com¬ placióse de sus progresos.
26 de junio.—En el Seminario de Pal¬
ma se efectúan exámenes de fin de cur¬
so. En los de Teología Moral aprueban: D. Antonio Ripoll y Salvà, y D. Matías Cardeli y Tomas, alumnos externos, de Llucmayor.
En los de Filosofía, segundo curso (Psicología y Lógica; Física y Química), aprueban: D. Bartolomé Salvà y Salvà, interno de Lluchmayor, con las notas de Meritissimus y Meritissimus; y D. Agus¬ tín Puigserver y Jaume, interno de Llorito, con Benemeritus y Benemeritus.
(CONTINUARÁ)
P. Francisco AMENGUAL, T. O. R.
FE DE ERRATA.—Nada menos que de
Norteamérica nos escribe un amable y
perspicaz lector, «rara a vis», señalándo¬ nos una «disonancia» que le parece ha¬
ber observado en ANALES de marzo
próximo pasado, al leer que RIPOLL, una vez recibida la Tonsura, lució gozo¬ so la sotana... en julio de 1882, a sus 39 (treinta y nueve) años, y luego el mis¬ mo, al pedir autorización para formarse el título patrimonial eclesiástico (octu¬ bre de 1883), escribe: «Antonio Ripoll clérigo de 36 (treinta y seis) años . ». ¡Hila delgado el amigo! Veamos de con¬
sonar la «disonancia».
Comenzaremos por confesar el descui¬ do de nuestra pluma cuando, después de mucho borrar y desborrar, salió aquello de 39 (treinta y nueve) años, siendo así que sólo contaba 37 (treinta y siete).
Por lo uue respecta a los 36 que con¬
fiesa el clérigo Ripoll, hay que tomar la cifra con el consabido «poco más o me¬ nos», en este caso «menos» pues el día 8 de septiembre había ya cumplido los 39. flisí pues, en el mencionado número de marzo, póngase 37 donde dice 39: y 39
donde dice 36. O sea aquello de «Donde digo «digo», no digo «digo», sino digo «Diego».

Recordará el lector que D. Tomás Mut tiene relaciones íntimas y profundas con nuestros héroes. Confesor y protector entusiasta de los primeros fundadores

Su observación, amigo, lejos de moles¬ tarnos. nos complace y alienta al saber¬ nos leídos, importándonos poco el por cuántos, mucho el por cuáles.—Fr. F. A.

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Provincial Misiones T. O. R. - Convento de San Francisco. - Teléfono 2112 12.
Palma de Mallorca.

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MALLORCA Y SUS PINTORES

MIGUEL LLABRES

por Gregorio Moteu, T. O. R.

Sabíamos de la fama de Miguel Llabrés y creíamos encontrar un hombre al¬ go engreído y plenamente satisfecho de sí mismo. Por todo ello, nuestra sorpre¬ sa subió de tono al abrirnos la puerta de su estudio, situado en las Avenidas de
Palma, un hombre tremendamente senci¬ llo y muy cordial que se pone en seguida a nuestra disposición.

Miguel es un hombre todavía joven, pe¬ se a la fama que ya tiene en la actuali¬ dad. Su estudio, lleno de luz y de vida, es amplio y su caballete semeja un altar en torno al cual gira todo cuanto hay en la habitación. Observamos en las paredes dos cuadros del pintor,perfectamente en¬ marcados, una colección de fotografías de momentos importantes de la vida del artista y dos obras de los pintores Ra¬ món Nadal y Fornés.
Llabrés es un pintor de gran personali¬ dad. Parece tener un cariño especial a los colores oro, gris y blanco. Observamos
en sus cuadros una técnica meticulosa¬
mente elaborada a base de enormes pin¬ celadas, atrevidas y valientes, llegando a la realización de obras con sabor añeje que deleita de verdad.
Estamos sentados en un amplio sofá, rojo rayado. En una mesita de cristal descansa una botella de vrhisky a medio
vaciar. Nuestra conversación es desorde¬
nada y sin temas previos. Hace media hora que estamos hablando y no se nos ha ocurrido anotar ni una palabra en las hojas en blanco que descansan sobre nuestras rodillas. Resulta prácticamente imposible ordenar de una forma coheren¬ te un diálogo en el que se mezclan los temas, las anécdotas, las preguntas y las respuestas. Le pedimos al pintor que nos dé una pequeña historia de su vida.
—Nací en Manacor el año 1930. Em¬
pecé a pintar a los 15 años y a los 18 me di cuenta perfectamente de que la pin¬
tura era mi auténtica vocación. Por ello me matriculé libre en la Escuela San Jor¬
ge de Bellas Artes de Barcelona, alter¬
nando las clases con incursiones a la Aca¬
demia Mochard. Más tarde fui a Madrid
para tomar contacto con los grandes
Maestros universales del Museo del Pra¬
do. En esta época logré varias medallas

en el Salón de Otoño de Palma. Buscan¬ do nuevas formas marché a París el año 1954, recorriendo toda Francia y embe¬ biéndome de grises plateados que carac¬ terizan mi segunda época pictórica. Me casé el año 58 con Alicia, mujer extraor¬
dinaria y de una sensibilidad superior. De París volví a Castilla y de allá otra
vez a Mallorca.
—¿Cuáles son tus metas en tu carrera
artística?
—Yo soy muy nervioso y no puedo que¬ darme quieto. Pese a que haya consegui¬ do algo no puedo quedarme satisfecho re¬ pitiendo lo mismo. Busco siempre algo más, quiero siempre descubrir algo nue¬ vo, diferente. Constantemente ando en busca de temas nuevos, de calidades su¬ periores. A veces me encanta centrarme en un solo tema y buscarle una varie¬ dad. Hice una exposición con 4 ó 5 te¬ mas, haciendo múltiples variaciones so¬
bre el blanco.
—¿Te consideras un pintor paisajista, continuador de la élite que ha dado Ma¬
llorca?
—No es lo mismo el paisaje que la pin¬ tura. Yo me apoyo en el paisaje que me sugiere unas formas, unos tonos, unos colores. No me interesa plasmar el pai¬ saje tal como es, sino que me sirve de motivo para mi búsqueda. En mi pintura intento ser yo mismo, sin quedarme es¬ tancado. Me aburriría. Me interesa la pin-

6

tura, no el tema. Ni siquiera me siento paisajista. La que realmente busco es dar
calidades a mis cuadros. Evidentemente
tengo que confesar que me encanta la
naturaleza. Cuando estaba en Barcelona
no podía aguantar el quedarme encerrado en el estudio, y tenía que salir fuera y
en contacto con la naturaleza buscar mo¬
tivos de inspiración. Créame que el se¬ creto de mi vida es el trabajo continua¬ do. Si yo observo en mí un mérito, éste es trabajar y haber trabajado mucho.
—'¿Crees que el arte es hoy asequible
a todos?
—^Desgraciadamente, no. Por una parte yo estoy avergonzado de los elevadísimos precios que se pone a los cuadros. En el mundo del arte hay un poco de todo: pu¬ blicidad, promociones, escándalos. En al¬ gún caso, ciertos críticos no juzgan so¬ lamente la pintura, sino la ideología po¬ lítica y otras cosas de la persona del pintor. Por otra parte, no me cabe la m.enor duda de que al final habrá una gran criba y solamente quedará lo bueno,
lo realmente honesto.
(Seguimos hablando de su obra, de los matices, colores preferidos, veladuras téc¬ nicas que emplea el pintor en sus cua¬ dros. Nos deja im momento para volver
con un cuadro monumental. Se trata de
un maravilloso y, a la vez sencillo, pai¬ saje de Gerona. Llabrés ha sabido plas¬ mar la imagen de una ciudad vieja, de piedras grises y negras. Obsevamos unos colores reposados, con la patina del tiem¬ po, en armónico juego, mostrándonos calles silentes, contraluces evocadores que nos llevan a la majestuosa imagen de la
secular Catedral. Es la historia de una
ciudad, cuyas piedras están cargadas de
recuerdos. Una verdadera obra de arte
para la posteridad.

lea a crear cada día. En mis comienzos
se decía de mi que estaba copiando a Ra¬ món Nadal. Y puedo asegurarte que no era así, ni mucho menos. Lo que pasaba era que Nadal era la única fuente donde yo podía beber y yo la aproveché. Para mí ha sido y sigue siendo un maestro de la pintura.
—¿Qué pintores mallorquines merecen
tu atención?
—De Ramón Nadal ya hemos hablado antes como de un maestro indiscutible, continuador de la legión de maestros de la escuela mallorquina. También me gus¬ tan Fornés y Roca Fuster. De los jóve¬ nes que prometen de verdad, encuentro a Miguel Martí Company, Gerard Matas y
Damián Jaume.
—Sinceramente, ¿qué opinión te mere¬
ce Miró?
—La pintura de Miró no me emociona, pero reconozco que ha logrado crear un mundo nuevo y esto siempre es muy im¬ portante. Uno que quiera ser objetivo no puede olvidar la originalidad de Miró.
Miguel Llabrés nos ha parecido un pin¬ tor muy fiel a sí mismo, que vive en cons¬ tante superación y que sabe perfectamen¬ te a dónde va. Nos alegra enormemente encontrar hombres de una categoría hu¬ mana tan elevada, pintores de una cali¬ dad indiscutible y que nos demuestran que la época de los grandes artistas ma»
líorquines no ha acabado.
NUEVA BEATA DE LA TERCERA
ORDEN FRANCISCANA:
MARIA FRANCISCA SCHERVIER

Llabrés ha expuesto en Palma, Madrid, Barcelona, Francia, Inglaterra y Estados Unidos. Obras suyas figuran en coleccio¬ nes particulares de Francia, España, In¬ glaterra, Estados Unidos, México, Argen¬ tina, Suiza, Dinamarca, Alemania e Irak. Su problema actualmente es que no po¬ see obras. Su trabajo es lento, con re¬ pentinas veladuras que se tienen que se¬ car V que no le permiten trabajar con rapidez. Aparte de que no le interesa con¬ vertirse en una máquina de hacer cua¬ dros. Nos parece muy bien.)
—¿Qué opinión te merece la crítica en
arte?
—La buena crítica, la sana y honesta ayuda a trabajar más y mejor. Te espo¬

El domingo día 28 del pasado mes de abril Pablo VI presidió en la Basílica Va¬
ticana la ceremonia de la beatificación de la Sierva de Dios María Francisca Scher-
vier, de la Tercera Orden Franciscana, fundadora de las religiosas de los pobres de San Francisco de Asís.
La santa misa fue celebrada por mon¬
señor Johannes Pohlscheneider, obispo de Aquisgran (Alemania), diócesis a la cual pertenece la nueva beata.
Francisca Schervier nació el 3 de ene¬
ro de 1819 ep Aquisgrán. Murió el 14 de
diciembre de 1876. El lema de su vida fue
cuidar de los pobres, vivir con los po¬ bres, entregarse a los pobres.

7

P. SALVADOR CABOT
expone en la Galería
Juventud Seráfica

El Padre Salvador Cabot ha expuesto
una muy interesante colecci(5n de (31eos y cerámicas en la Galeria de Arte Juven¬
tud Seráfica de Palma. Afirma que pinta porque le libera y le desintoxica de sus preocupaciones.
La muestra que ofrece al público el Padre Cabot tiene un carácter muy des¬ igual ya que en ella figuran tendencias muy dispares que, en algún momento, dan la sensación de que no pertenecen al
mismo autor. Sus cuadros al óleo son
muy variados. Mientras en unos obser¬ vamos la pincelada rebuscada y tirando al impresionismo de los pintores mallor¬ quines, en otros adivinamos el trazo va¬ liente y atrevido que le sitúa en un pla¬
no mucho más actual. Creemos que el
artista debería lanzarse sin miedo a la
búsqueda sincera y valiente de nuevos caminos, en los que indudablemente ha¬
llaría la exacta medida de sus enormes
posibilidades. Salvador Cabot es un hom¬ bre inquieto, artista por los cuatro cos¬ tados, que no ha dado de sí todo lo que realmente puede. Salvo esta variedad temática y de estilo, los cuadros que he¬ mos contemplado en la exposición nos han parecido muy interesantes, algunos geniales, capaces de satisfacer al crítico más exigente.
Si bien en lo que realmente nos ha sor¬ prendido el Padre Cabot ha sido en la
colección de cerámicas. Es de todos co¬
nocida la tremenda dificultad que impli¬ ca el complicado mundo de la cerámica. Se tienen que aimar un espíritu artísti-
4^

co, una habilidad manual y un horno adecuado que dice la última palabra. Las
cerámicas del Padre Cabot están estupen¬ damente realizadas con un genial senti¬ do del color, a veces brillante, otras pᬠlido, tirando a viejo y logrando siempre un efecto de líricos tonos en sus amplias superficies. En las cerámicas predominan los temas franciscanos, en los que el amor a la naturaleza física se revela cla¬
ramente.
Nuestra más cordial enhorabuena al
Padre Cabot del que esperamos todavía muchísimo en el complicado y tantas
veces extraño mundo del arte.
G. M. E.

«TÚ o cualquiera de tus familiares podéis precisar una transfusión de sangre. Y no sólo en caso de accidentes o en operaciones aparatosas, sino en muchos otros tratamientos es utilizada la sangre por la medicina moderna.
Confiarás entonces en que el Banco de Sangre habrá sido previsor y tendrá suficiente cantidad del grupo que a ti o a los tuyos conviene.
Pero no basta confiar; es preciso estar seguros. Y el único procedimiento para acertar en esta seguridad es la donación periódica. Sólo así habrá siempre sangre disponible. La sangre debe esperar a los enfermos, y no los enfermos a la sangre». Sé donante de sangre. Puedes llamar al Teléfono 28 25 07.

8

fisonomia ¿Le San francisco
“STREAKER“
A LO DIVINO
«Condújole (Pedro Bernardón a su hijo Francisco) después ante el Obispo de la ciudad, para que en su presencia renunciase su herencia! y le devolviera todo lo que tenía.
No lo rehusó Francisco; antes, íntimamente satisfecho, apresuróse con pres¬ to ánimo a poner en práctica lo que se le pedía.
Llevado a la presencia del Prelado, no tolera ya demora, ni se detiene por nada; más aún, no aguarda órdenes ni da explicaciones, sino que quitados y arrojados sus vestidos, los restituye a su padre, sin guardar siquiera para sí los paños menores, y queda delante de todos desnudo por completo.
El Obispo adivina su espíritu y, admirado de tanta generosidad y fortaleza, levántase al instante, estréchale entre sus brazos, y cúbrele con el manto de que
estaba vestido.
Entendió claramente que todo era disposición divina y que los actos del jo¬ ven servidor de Dios que acababa de presenciar encerraban algún misterio. Convirtióse desde aquel momento en su auxiliar, y, favoreciéndole y animándo¬ le, atendióle con solícita caridad.
He aquí que Francisco, desnudo, entra en lucha con el desnudo por* exce¬ lencia, y, despreciadas todas las cosas de la tierra, sólo aspira a la recompensa
divina.
De esta suerte trata de despreciar la propia vida, y rechaza toda solicitud y cuidado por la misma, para poder encontrar con su pobreza la paz en la senda que comenzaba a andar, y para que sólo la muralla del cuerpo le tuviera se¬ parado de la competición divina».
CELANO, Vida primera, Lib. I, c. VI.
...«Y llegado a presencia del Obispo no vaciló un solo instante, ni exhaló ima sola queja, ni esperó que se le intimase la orden, sino que, desnudándose al punto de todos sus vestidos, los entregó gozoso a su padre.
Entonces pudo observarse que el siervo de Dios, a raíz de su carne y de¬ bajo de su rico traje, traía un áspero cilicio que le cubría todo el cuerpo.
Y no paró aquí su admirable desprendimiento: ebrio con la dulce violencia del amor divino, se despojó de los mismos paños interiores, quedando entera¬ mente desnudo en presencia de todos.
Dirigióse después al padre y le dijo con voz entera, pero respetuosa: Hasta ahora os he dado el nombre de padre aquí en la tierra, pero en ade¬ lante podré decir con toda seguridad: «Padre nuestro que estás en los cielos». Porque en El tengo puestos todos mis tesoros y he colocado toda mi esperanza».
SAN BUENAVENTURA, Leyenda de San Francisco, cap. II.
9

CORONA

POETICA
por L. Pérez Martínez

LULIANA

Comensa le obra feta per lo dit Anthoni Ma¬
co t escrivent en laors del Reverent Mestre Ra¬
mon Lull, per la qual no entén esser guanyador:
L'os actes famosos, que dirlos porta De vos tant egregi, e mallorquí nostre Los quals vos obràveu, en joventut vostre Exercint offici, de cavalleria. Pero n’om cur ara, de coses mundanes Mas del gran misteri, de Jesús benigne Clevat en lo sedra, de veurel fos digne Per lo qual dexareu, les obres profanes.
Pro seguint bons actes, dins vos conclogueren Tres obres molt sanctes, metre en effecte Posar vostra vida, per lo gran conspecte E de fer molts libres, los quals es sert fereu. Y es la tercera, monestirs insignes Ha hon totes lengues, se estudiassen Persò que sens forse, dignament sobrassen Als increhents falsos, de la fe indignes.
Ab devota pensa, lo inmens pregareu Al vostre prepbssit, humil reduisseu Per tal quen effecte, aquel dirigisseu Muller e riqueses, apart ho dexareu Del Fransesch insigne, quant vench un sant dia Ln forma e modo, de la vida sua Dita per un Bisbe, ab pensa molt nua Volgués en aquella, posar vostra vida.
f.a pobre selleta, del gran puig de Randa fcnch ahón servireu. Deu ab reverentia Allí us fonch tremesa, infusa scientia Per punt instentaveu, o cosa admiranda. Allí ordenareu, ab gran saviessa Part de vostres libres, pasant vida pobre Segons vostre viure, nos diu e descobre Anant per montanyes, sens haver feressa.
An el sant sepulcre, fereu romiatge Tembé arribareu, a la gran Galicia Obrant bones obres, dexade nequitia Vestit donest habit, fent vida selvatge. L’arabique lengua, volgueren aprendre Quclc infaels pricasen, la nostre fe sancta Tant be la perlaveu, quel moro sespanta Quant per ningún modo, nous pogué reprendre.
Tot lo mon terquareu, dant bona doctrina Y menys presat foreu, ab falsos judicis La fi traballosa, de vostres servicis Era conaguessen, la bondat divina La vostra art sancta, fonch ben aprovada En los grans estudis, diverses vegades y per no trobarsi, algunes errades Persó es stada, tant magnificada.
Foreu moltes voltes en la Cort Romana
Persó quin petrasseu, al que desitjàveu Res no obtingueren, pero no cessàveu Donar a Deu gràties, don tot bé emana.

Aveu fets molts libres, de totes scientias Trectant graivs materias, de subtill antendre E persó molts fragilis, no podent compendre Los obscurs dirs vostres, nos fan reverentias.
En los grans capítols, dequells menors frares Foreu tres vegades, a despesses vostres E tots vos digueren, alsguns jermans nostres Son ya en tal via, per senblants repares.
E vos no curareu, aver companya
En la Barbaria, tot sol arribareu Alia la vangeli, ab esfors pricareu Ident que Mehoma, deya gran falgia.
Mirant queu mentaveu, les rahons tant bones Que vos proposàveu, quantre la morisma Molts dells se giraven, demanant babtisma seguint vostres vias, dexant les erróneas. Los altres qui veen, quant erat sellida Per vos la fe sancta, tant prest vos liguaren Bufets e puntades, pedres vos tiraren Ab cruel martyri, finis vostra vida.
Joanot de Manorcha ditor a la joya, segón en
orde. Cobles sparces
Obtesa licentia, del reverent pare Inquisidor nostre, tant virtuosissim Aprés del collegi, desi ornatissim Hon virtut habita, e fama tant clare a he sia ruda, e del tot ynàbil En dir jom sforse, a cosa tant alta e sin la mia obre, atroberan falta No es maravella, puis so home fràgil
Per veure los jutges, de equitat vera ab tanta justitia, lanimós conforte Puis ab lo thebleg, lenginy se deporte Y del gran patrici, rahó no despera. Entrem en la lissa, sens haver temensa puys ab eguals armes, ferem la batalla La sagrade verge, don tot be devalla Persó yo invoca, me sia deffensa
ORATIO A LA SAGRADA MARE DE DEU
Mare de Deu, ceraphical reyna. Mare de Deu, erudiu mon entendre. Mare de Deu, del verb segrade claustre. Mare de Deu, feu que no fassa erra.
Mare de Deu ab los stincillants radis
Mare de Deu, clarificau me pensa. Mare de Deu sobre los trons alçada, Mare de Deu, dresau lo devot vostre
Cobles en labor del Illuminat y patriota Mes¬ tre Ramon Lull fetes per Joanot Manorcha, mi¬ nim dels qui desigen saguir la proffeció y doc¬ trina de aquell. Tirant a la joya
Jeus Deu e home, o Ramon Lull nostre T ahent deviaveu, dels seus perfects passos

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Per recuperarvós, ab siesos brasas Clavat en lo cedre, a vos se demostré. E per sinch vegades fonch reyterada
La visió tanta e no reunida
Ferço com votareu exposar la vida En tot sacrifici per la fe sagrada
La rutilant Verge, de Deu Mara sancta Posat en la falda son fill vos aporta YCs seus peus besareu, e posaus en lorta Deis doctors egregis, per singular planta. E fonch trasformada, e tant convertida La voluntat vostre, ab la quis inmensa Que james peccareu, de mortal offensa Puis de Christ la forma, hagués intuida
Dexás violarás, muller y riqueses Peculis y rendes, per lo Amat vostre Per so lo diable, tingues del tot postre Puis Deus elergia, a vos ses boneses. Lo gran Puig de Randa, fon lo academi Alton obtingueren, infusa doctrina Lo preceptor vcstre, natura divina Quis fa ser un fénix, posat en ált gremi
Ab divuyt principis, feu es continguda Solutió vera, per tota demanda Trovan la fe nostre, o cosadmiranda Puis per lo entendre, tal fe nos perduda. Al spherich cercle, donau quadratura La qual Aristotil, tingué per innota Anel jacobita, mostrau com remota Es la Mara Verge, de tota fustura
Tingués per dexeble, lo príncep thèolech Portan a les fimbries, lo natural phísich Calle Avicenna, Vos vos ver metaphísich y ferm arichmetich, e seguir strolech Langélich subjecte, qual sols pot apendre De nostres potenties, la intellectiva Dix vostre art sancta, ésser ostensiva Y medi vivissim, a tot ver entendre
Tersó com instàveu, cobrassem la terra Hierusalem sancta, que linfel domina Decretà lo papa, la gran clementina De magistris prima, medi en tal guerra. Vist no perficiau, en la Cort romana Los sants desigs vostres, e devot prepòsit Transfetar volgueren, no tement oppòsit En les cruels places, de gent mauritana
Pent a Tunis juncta, prengués amicicia Ab los mahomètichs, dingeni més agils De lur prava secta, los manaments fràgils Mostrant ésser falsos, e plens desporcicia. Los quals conexien, estar en gran erra E sinch dells vingueren, al sacra babtisma Mirade la causa, lo tumult morisma Menà queus lençassen, bennit de lur terra
Aprés de tants actes, venint a Bugia E junt a la plasa, hon era lo poble Digués ab veu alta, e ab cor inmoble La ley de Mahoma, esser tot falçia. E pres ab empentes, colps e bufetades Posat en lo càrser, per vos dolsa tenda

Menà lo consili, sens haver emenda Frenguesseu suplici, ferit ab pedrades.
Solut de tais vincles, tostemps erudireu aquells quius portaven, ab presa e cuyta Staveu alegre, puys veheu la fruyta Del ort vostre vida a Deu offeriau. Portat a la sepa, com una ovella Persó queus sanyassen, de nova tintura E fonch vostre marcha, del cap la frectura quius fa morir martyr, per gran maravella
JORDI ALBER TERCER EN ORDE
(Jhesus Christus Mariae filius)
Obre en labor del Doctor Illuminat Mestre
Ramon Llull, mallorquí, corresponent al cartell den Antoni Macot scrivent, seguint lo modo del still, compás y terma per ell possat per intro¬
ductio de la obra. Comen sa dos cobles sparces.
Exordi
Ab metres condignes, per fama vulgada Lahors grans per correr, del compatriota Ma lengua tituba, y la pensa tota Debe dir lo modo, ignora torbada. Es donchs necessari, invocar la mussa de Apollo mare, y verge donzella Que obre mos labis, donant ma daquella Del mallorquí nostre, grada infussa
Invocatio
Trasparent aurora, luna vertadera Tramontana ferma, dels nauffregans guia Guiaume la ploma, mostraume la via Obriu vostres coffres, major tresorera De nova matèria, donaume la senda Parque manifeste, los actes insignes De aquest novell martyr, de memorar digne Y als devots sia, devota legenda
Comensa la obra feta per Jordi Michel Alber, notari, dient al premi
Dels passats proavis, de la casantigua Dels actes y armes, la fama florida De vos cantar ynnes, cada hú convida Puis que per los vostres, tenen maior ligua Raig de lum preclara, al mon luminosa Aquest nom claríssim, Ramon li senyala Lo cognom que resta, es Lull qui eguala ab la mort la vida, venint gloriosa
De fill de la Venus, la fletxa rompuda Det tot apagada, la sua gran falla La creu la ballesta, Jesús fonch Vestrella Queus nafrà la pensa, torbada y muda. De. hon innovareu, en vos forces tantes que lo mon vencereu la carn y diable Gonyant diadema, de goig perdurable Obrant nova regla de obres molt sanctes
Continuará
11

Poble i Folklore

CONVERSA AMB EL PARE GINARD

Tractant-se del P. R Ginard Bauçà, amic entranyable i col.lahorador d'aquesta publicació, reproduim la següent entrevista apareguda damunt “Diario de Mallorca pocs dies després d haver celebrat -dia 28 del mes d'abril passat, a Artà- les Bodes d'Or sacerdotals, nostre conegut literat i folklorista.

Un babaí xalocós banyava el matí de primavera quan ens dirigíem al Convent
dels Franciscans. No sentíem renou, era
dissabte i els nins no tenien escola. Un
frare Ilec ens obri la porta i després de demanar-li pel P. Ginard, ens prega que
passem. Tres campanades sol·liciten la seva presència. L’esperam a la sala de visites i ens entretenim contemplant uns
quadros vells des dels que ens miren di¬
versos pares molt circumspectes i amb aire escèptic.
Una discreta tossina ens adverteix que
ja s’atraca per l’auster corredor. Hi hem anat per felicitar-lo en ocasid de les Bo¬ des d’Or sacerdotals, decidits, però, a parlar amb ell una estona dels temes que
sempre han estat la curolla de la seva
vida.
—Hi hagué una llarga temporada, de devers 20 anys —diu— en que em vaig de¬ dicar intensament a la predicació i, com a complement d’aquesta activitat, vaig dedicar-me a coses folklòriques. Escrigui un llibret, que no sé si coneixeu, que es deia «Croquis Artanencs». Vaig fer bas¬ tants de versos, al mateix temps que es¬ tudiava a fons tot lo relacionat amb la
nostra literatura. Sense oblidar les altres, de fet he- estat un gran lector dels autors castellans, francesos, italians..., però amb preferència, lo nostro. Simultàniament re¬ collia cançons populars.¿Per què? Per un impuls que jo mateix no sé explicar, aple¬ gava fraseologia, refranys, dites, etc. Ho vaig començar de nin: el primer qua¬ dern data de l’any 15, quan jo en tenia 16. Ara mateiex tenc una immensa ouantitat de material sense ordenar referit al llenguatge, i no m’he aturat d’arreplegarne, coses que sent pel carrer, als page¬
sos...
El P. Ginard té 74 anys complits; pe¬ rò un que el senti parlar dirà que és més jove. Ell es queixa de que no, que és vell, que la circulació de la sang no és tan fluïda i que es veu obligat a es¬ paiar les hores de treball.
—No, al principi no em preocupava pel valor del material folklòric que arreple¬ gava. Era una actitud... com ho diria...
biològica. Responia a quelcom que jo
duia dedins. A casa meva. a Sant Joan.
era un niu de folklore. Mon pare mateix em va dir més de mil cançons diferents, ell inclús s’estranyava de saber-ne tantes.

Potser que fos el sentit pintoresc del llen¬ guatge que m’impulsava, la gràcia de les frases que involuntàriament cauen de la boca del pagés.
20.000 cançons, 50.000 variants. El ter¬ cer acte d’una trilogia iniciada amb les Rondalles, engrossada ^ pel Diccionari i acabada amb el Cançoner. El Poema de Mallorca. La més copiosa recopilació rea¬
litzada als Païssos Catalans i una de les
més extenses del món.
—Crec que el cicle està acabat. Hi ha molt, encara, per recolUr; però crec que
el cicle s’ha acabat. De totes maneres,
l’aplec total és impossible, la cera l’han d’agafar quan cau. Sí, el gran volum de les cançons de Mallorca són totes per tot. Es curiós, el poble només té interés en lo que és humà i lo que balla a l’entorn de
l’home. Totes les altres circumstàncies
descriptives no s’aferren a la memòria del poble que ho resumeix com ho re¬ sumien els clàssics. Per exemple, el po¬ ble diu que «l’aigua és verda». Això és admirable!, homèric!, pareix tret d’un poema de N’Homer. Però, com he dit, el cicle s’ha acabat. Les cançons venien a ser un producte de l’època, de la socie¬ tat d’aquell temps. Canviant la societat, ha canviat el seu producte.
Falta un quart i darrer tom que sem¬ bla no ha de estar molt a sortir. Malgrat esser el darrer, no ha exhaurit tot el ma¬ terial recollit pel P. Ginard. Els seus ma¬ nuscrits són més extensos que tot quant ha publicat. I contínuament arreplega noves cançons que ell ordena i classi¬
fica.
—El folklore es com un arbre immens
que té moltes branques, molts de brots i moltes fulles. El Cançoner n’és una d’a questes branques i jo tenc molt més ma¬ terial però, què voleu?, jo ja no, estic per enllestir tasques tan voluminoses. ¿Quins rnaterials?, sobre tots els aspectes: reli¬ gió, profans, costums, medicina popular, coses de cuina, festes, glossadors, senyals del temps, de l’anyada... és un «totum
revolutum» sense ordenar. Jo crec que tenc més de 3.500 fols acaramullats. La
tasca és grossa i les forçes ja són po¬
ques.
El P. Ginard és com un patriarca dins la nostra cultura. Ell ha viscut el temps difícil de la postguerra i ha assistit al
(Continua o pòg. 17)

12

EL PLATAN

El plàtan ja ha fullat! Quina bella remor ja el verd fullatge quan, amb un bleix suau i mesurat, el sona, com un orgue estrany, l’oratge!
El plàtan és el nunci de l’estiu, que ja demana torn per a l’entrada. La primavera mor, però somriu el plàtan, clar de sol i d’aucellada.
La primavera mor de massa llum. Pengen, marcides, les darreres roses; cauen els pètals secs, sense perfum, del vell jardí damunt les velles lloses.
Però al plàtan s’enlaira, decidit, amic del cel, que el tempta per l’altura; de dia mira el sol amb ull ardit, de nit la lluna que, gentil, fulgura.
No fruita el plàtan, mes, quan es fa tard, quin bell esplet de gorrions s’hi colga! I de quina manera tot l’esbart, de bon matí, s’hi estira, hi canta i folga!
Presum el plàtan, fort i poderós. Té l’aigua al peu i el sol a l’esponera; eixampla el seu brancam majestuós, fent ombradiu a mitja carretera.
Però, així com el més vermell caliu tot cremant s’espoltreix en cendra vana,
així també li esdevendrà a l’estiu.
I el bell plàtan perdrà llavors la ufana.
Llavors el plàtan, trist, envellirà al pas dels dies de setembre i octubre; li serà el cel llavors menys net, menys clar; i l’aire menys benigne i menys salubre.
També el plàtan tendrá el seu «mes dels morts». L’obscur novembre li prendrà les fulles que, amb les veles del vent, sens pagar ports, transbordaran al munt de les despulles.
I el plàtan romandrà pur esquelet! Mes ell sap bé que un nou estiu l’cspera. Solament l’home que els anys han desfet no té en la vida una altra primavera!
Maig de 1974.
Fra M. C., T. O. R.
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A LA LLOTJA D E PALMA
Vora les quietes aigües que besen la ribera ton cos gentil aixeques amb Jioble majestat; jo vénc a contemplar-te quan ha la llum darrera, brillant argenteria, tes torres coronat.
En lo mirall clarissim de les tranquiles ones allargues ta figura, tos celestials contorns; a Vesperit les ales de los records li dónes, fugint la fantasia de lo passat als jorns.
Bé apars, rogenca fàbrica, sentada amb robustosa, voltada de casetes de pobrissols barquers; allà els jais de San Pere, d’honrada rustiquesa, i ací records de Malta, dels freires cavallers.
Amb ànima escomoguda, la Llotja mallorquina, m’acost per a guaitar-ne tos gòtics finestrals, les vergens protectores, d'execució divina, les belles filigranes, ergull de tos portals.
M’acost, i fred silenci lo respirar m’atura; me n’entro... i la foscúria congela mon esprit.
Columnes solitàries hi eleven a l’altura
llurs espirals graciosos, ramatge desteixit.
L’airosa columnada, de forma falaguera, sens capitell ni base, captiva amb goig intens; s’encreuen les arcades com rams d’una palmera, i l’ànima disfruta d’un benestar immens.
Però, ¿per què eix silenci de tomba, funerari? ¿Per què taulons indignes, causant profanació? ¿Per què eixos munts de saques, sens cor, abandonar-hi? ¿Es esta la gran Casa de la Contractació?
¿Es esta per ventura la Llotja mallorquina, que Defensors i Cònsuls alçaren amb plaer perque rebés amb pompa la flota llevantina, la pàtria d’En Vallseca, d’En Jaquotot Ferrer,
¿A on són los de Provenga, los de nació pisana que aquí murmullejaven amb turcs i genovards? Oh, varietat riallera!, la gorra catalana, la grega barretina, lo caputxet dels sards!...
Jo sento colps de maça, soroll de carretades, barbull de pescadors, renou de mariners; per eixa plaça sento sonores martellades; amb fort brugit se’n vénen estols de mercaders.
I fer les mies orelles i mou la fantasia esta remor superba de comercial bogiot; serà d’aqueix gran temple la màgica armonia, serà d’un actiu poble lo fèrvid avalot!...
No, no...; que s’il.lusiona ma pensa acalorada; res ver de lo que sento, res és del que m’apar; columnes enfosquides descobre ma mirada com rests torçuts de barca a la bóveda pujar.
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Pertot lo fred silenci lo pensament retgira, lo desencant ofega de Vànima lo vol; un nom en les arcades Vesperit meu ovira, del gran Guillem Sagrera l’esperit meu se dol.
Guillem: l’ombra dels segles ta cara té absconduda; dels hòmens l’ohlidança ta glòria enterbolí: mes, d’ella les petjades mon pensament saluda a Nàpols i Girona, a Perpinyà i aquí.
Aquí, on cada pedra la càntiga gloriosa murmura de los genis amb llengim singular; mes jeu arraconada eixa Llotja portentosa,
com una barca vella a la vora de la mar.
Celísties del capvespre, de mil colors pintades, despleguen sa hermosura per sobre els seus merlets; com altre temps, encara les fresques marinades
amb llurs olors balsàmics animen les parets.
¿No tomarà lo dia de sa potent grandesa? ¿Dels segles la polsada tan sols l’ha de vestir? No vulles, pàtria mia, pagar amb tal vilesa l’honor que els nostres avis te feren conquerir!

LA

BUGADERA

Xupa qui xupa
la roba neta,
planxa qui planxa
la roba estesa.
fon sa greu vida la hugadera. Si ca té d’angúnies. si en té de feines! De bon matí, malinadeta. quan l’auba clara
lo diu trenca.
vora el fogó ja me la veuen
cridant Val.lota
midó per treure. Renta camises.
calçons doblega. llençols eixuga. mulla faldetes.
Ara si dina
com si berena. per lo migdia. per lo capvespre: un plat de sopes tristes l’alleten.
Glòries mundanes
no la rodegen; fora-Mallorca no hi ha per ella;
ni mai somnia
cotxos, riqueses. palaus i teatres. que són la pensa de les grans dames
de la noblesa.

Tan sols demana
de la hujnil Verge que bon sol faga. perquè el diumenge
tornar-ne puga la roba llesta.
Tan sols desitja que l’estiu venga i el jorn benèvol de primavera, perquè les pluges i boires fredes
de la hivernada
li banyen sempre l’amada roba.
la roba neta. Creus i tristances
ne té per vendre; però amb amigues
dintre la seva
bugaderia
mil cançonetes
alegres canten.
i s’escometen
baix de la parra
qui les ombreja.
Oh pobrissola, la bugadera, la de les faldes d’indiana verda,
dels mocadors
color vermella,
dels cabells rossos
per la serena.

¿pobra infeliça
n’has tu de ser-ne?
Cap baix fins l’aigua, alta l’esquena. ¿ni una esperança. ni una tendresa. dins ton cor d’àngel niu ha de fer-ne? No; que injust fóra
i hom de duresa
lo Déu, bon Pare que hi ha a l’església...
Un galant jove qui de la guerra vé, amb hermós trajo faent l’enveja de les fadrines, pertot la cerca. pertot li parla
mots de dolcesa. Fa vint anys ara
la bugadera. que és temps de somnis, temps que floreixen
les esperances. les amorates.
—Jo t’am —diu el jove, —Jo t’am —diu ella.
I aixi lo dia
d’una gran festa
reco mpensant-ne llur greu carrera. del cel davalla l’Amor i els besa.
Josep TARONGI (1847-1890)
15

MN. JOSEP TARONGl, POETA ROMANTIC
M. Sanchis Guarner ha escrit (ELS POETES ROMANTICS DE MALLORCA, Introducció), amb encert, que el paisatge dels romàntics mallorquins no és «purament imaginatiu, selvàtic, de nits tempestuoses, cementiris i castells enrunats». Els nostres poetes romàntics podran adeRtar-se alguna vegada, això és ver, en cantar d’acord amb la temàtica just ara al·ludida, però sempre bo faran sense alçar massa els peus de damunt la realitat dels seus entorns. El seu ro¬ manticisme no té mai res d’exòtic, sinó que és aferrissadament illenc.
I quan la febre romàntica ja hagi fet crisi, la patriòtica insularitat continuarà essent la característica més ben acusada de la poesia mallorquina. Els nostres poetes canviaran només el to i la forma, però el fons dels seus poemes serà el mateix. Apareixeran tal volta esporàdics intents europeïtzants (M. dels Sants Oliver, Miquel Ferrà, etc.), però no seran més que això, mostres esporàdiques: l’obra total revelarà clarament la mallorquinitat dels seus respectius autors. Costa i Llobera, malgrat les HORACLANES, serà sempre el poeta de Lo pi de Formentor i de Cala gentil, cala poUencina encara que no es digui expressament; Joan Alcover bo serà de La Serra, la serra mallorquina, i de La Balenguera, personatge indiscutiblement mallorquí; Maria-Antònia Salvà no deixa mai d’esser la poetessa de la marina de Llucmajor o, encara més concretament, de L’Allapassa; Mn. Riber, tan ben apeixit de classicisme llatí, no desmenteix mai l’origen de La minyonia d’un infant orat, el seu nadiu Campanet, nom «alegre i festós com el so d’una campaneta», com ell mateix escriu.
Solament fa unes dècades que els joves literats mallorquins, tallant radicalment tota relació amb el passat, s’entossudeixen a voler fer, amb no molt d’èxit, aquesta és la veritat, una poesia nova, no vinculada amb la seva terra, intimista, sociològica, sovint grollerament mestallada de sexualitat o de política, d’una manera a voltes clara, a voltes reticent. Però amb freqüència la novissima poesia, això cal també dir-ho, es presenta tan i tan envitri collada, que ni amb un cervell electrònic seria possible desllatigar-la. Aquest envitricollament, a fi de comptes, no deixa d’esser un gran bé per a la moralitat i el bon gust.
Mn. Josep Tarongí i Cortès, nat a Ciutat l’any 1847, és un poeta romàntic en el sentit que hem senyalat més amunt. Dins la seva poesia —exceptuada una part de la religiosa—, bé d’una manera directa, bé com a segon terme. Mallorca sempre hi és present. Basta llegir el seu llibre de poesies EL TROVADOR MALLORQUIN (Palma de Mallorca 1883) per a quedar-ne imme¬ diatament convençuts. Mn. Tarongí és un poeta de segona fila. Josep M.‘‘ Llompart (LA LITE¬ RATURA MODERNA A LES BALEARS, p. 26) li fa retret d’escassa personalitat literària: «Llegint... un poema d’En Tomàs Forteza, un altre d’En Josep Tarongí, un altre d’En Miquel Victorià Amer, etc., no ens costarà gaire observar que totes les composicions són, per regla ge¬ neral, intercanviables; és a dir que la que signa un, podria molt bé haver-la signada l’altre». Però més endavant (Ib., p. 40) en remarca «la pulcritud i l’efusivitat, no exempta de vibració humana i emocionada». Es també favorable al nostre poeta el breu judici de Sanchis Guarner (obra citada, p. 243): «Sacerdot i publicista d’ideals generosos que defensà ardidament (clara al·lusió a la polèmica sostenguda per Mn. Tarongí en defensa dels portadors de llinatges com el seu), fou també exquisit poeta, autor de versos senzills i delicats on s’estimen la sinceritat i la pulcritud».
En aquests darrers anys el nom de Mn. Josep Tarongí ha recobrat l’actualitat. Més el nom del polemista que el del poeta. Han vist la llum pública una sèrie d’estudis sobre la particularis¬ sima qüestió dels jueus conversos de Mallorca, una vella qüestió sociològica que té, entre nosal¬ tres, una història tan vergonyosa i tan maculada d’injustícies i crueltats. Mn. Tarongí hagué de sostenir, valentment, una acalorada polèmica —amb Mn. Miquel Maura— en defensa dels seus germans de raça. La polèmica la recollí Mn. Tarongí en el seu llibre titulat ALGO SOBRE EL ESTADO RELIGIOSO Y SOCIAL DE LA ISLA DE MALLORCA (Palma de Mallorca 1877), Ilibre que necessàriament han hagut de citar sovint els autors dels estudis recentment apareguts. «No hi ha dubte que aquell savi i virtuós sacerdot (Mn. Tarongí) va sofrir moltíssim per haver defensat valentment la nostra causa». Això escriu, ner exemple, Miquel Fortesa cn el seu docu¬
mentat trebaU ELS DESCENDENTS DELS JUEUS^ CONVERSOS DE MALLORCA (Palma de MaUorca 1970, 2.“ edició), quan fa la nota biogràfica i l’elogi del Canonge Tarongí.
En la «Pàgina literària» hi presentam dues mostres de Ja poesia de Mn. Tarongí. Es més romàntica la primera i més costumista la segona. 4mbdues sóii fortament evocadores i suggeri¬ dores. La lectura d’aquestes dues composicions pot fer semblar una mica exagerades les aprecia¬ cions dels crítics citats més amimt sobre el mèrit literari del nostre poeta. Efectivament, a qual¬ que indret de la primera hi compareix el prosaisme i s’hi amunteguen un poc massa els tòpics. Observan, emperò, la interessant corrua de mots que usa l’autor per a significar la idea de re-
16

nou: «colps de maça», «soroll de carretades», «barbull de pescadors», «renou de mariners», «sonores martellades», «fort brugit», «remor superba», «comercial bogiot», «fèrvid avalot» (es¬ trofes 10 i 11). Ens estendríem massa si haguéssim de senyalar altres virtuts i defectes de la mateixa composició.
La segona composició té més frescor i naturalitat. S’hi descriu la típica bugadera de la
vella Ciutat quan encara mancava quasi un segle per aparèixer les primeres «lavadores» mecà¬
niques.
Fra M. C., T. O. R.

CONVERSA...
reviscolament de la cultura catalana. Es
rata vella; ¿què en pensa d’aquesta pujança actual?
—Puc dir que ho veig amb un moderat optimisme perquè una llengua si no té la base del poble, si no s’ensenya a l’es¬ cola, no vull dir que tengui els dies comptats, però... Sí, podem veure que se publiquen molts de llibres en català, avançam en els estudis, però reculam en el poble, dins el poble hi perdem, pareix que, com més va, més es desentén de la cultura. Avui es parla d’una manera més putrefacta que no ara fa cinquanta o cent anys. És normal, ja ho sé, però en el nostre cas és exagerat. El remei dels lli¬ bres és molt precari, mentre no s’ense¬ nyi la llengua a l’escola, als nins...
La veu del P. Ginard no és gens estri¬ dent. Seria difícil discutir amb ell. El
seu to és suau i les flexions agradables i significatives. Sembla, dins la seva se¬ renitat, un element més d’aquest paisat¬ ge que ell ha qualificat com «les ditades
de Déu».
—Sí, hí ha una Renaixença, per una part, i una «des-renaixença» per l’altra. ¿Qui guanya? Al mateix temps que van sortint gran quantitat d’obres, seguim
mancats d’uns medis de comunicació au¬
tènticament populars en la nostra llen¬ gua. Falta aquest complement, i mentre, el poble es va descatalanitzant. Ara bé, aquest dret elemental, natural i innega¬ ble que tenim d’utilitzar la nostra llen.gua, sense dubte que es va afiançant des de la postguerra ençà, però això no
basta.
L’activitat literària del P. Ginard no
només està centrada en els estudis folk¬
loristes. Els premis obtinguts als Jocs Florals de Barcelona per dues vegades, als de Ciutat de l’any 36, de Manacor de¬ vers l’any 40, a Pollença, Petra, Sant Joan. etc., són proves evidents de la seva capacitat creadora a l’ordre poètic. El Cançoner, fragments seus, han estat nremiats als anvs 49 i 55 per l’Institut d’Es¬ tudis Catalans, i al 58 amb el «Ciutat de
Palma» de folklore.
—Simultàniament amb el Cançoner he
fet altres coses. Sí. poesia també malgrat que la meva producció poètica no sigui

(Ve de pàg. 12J
massa grosa; però ho tenc tot tan desor¬ denat que, en veritat, no sé el que he fet.
També he col.laborat en revistes: «La
Nostra Terra», «Heraldo de Cristo», «Lle¬ vant», «Bellpuig»... Per cert, ¿vosaltres compreneu la desaparició de «Teie-Es-
tel»? Jo no. ¿Publicat?, els «Croquis Arta-
nencs», el tomet a «Les Illes d’Or» amb el títol de «Cançoner Popular de Mallor¬ ca» que és una petita crònica sobre el que m’ha succeït elaborant el «Canço¬ ner». No és una introducció a la recopi¬ lació de cançons. Això necesitava im es¬ tudi científic i vaig estar molt content que el fes En Moll, que en matèria de fi¬ lologia és una firma de solvència inter¬ nacional. Després, com sabeu, anaren sortint, a partir de l’any 66 els toms ded «Cançoner» pròpiament dit. N’han sortit
tres i només manca el darrer.
Com els nostres lectors recordaran, l’Ajuntament d’Artà l’ha nomenat Fill Adoptiu de la Vila. Allà hi ha viscut molts d’anys de la seva vida i, assegura que el paisatge artanenc l’ha fet «un poc poeta». ¿Com li ha caigut el nomena¬
ment?
—Estic molt satisfet. És una cosa amb
la qual l’Ajuntament ha confirmat la me¬ va opinió, jo me sentia artenenc. Me vo¬ lien dedicar un carrer... no, això de cap manera. El que me considerin artanenc és una cosa més simple, més casolana... m’ha afalagat, ho confés. «Ara el conside¬ ram dels nostres», és a dir, no me po¬ sen part damunt dels artanencs, me po¬ sen entre ells i com que jo ja m’hi con¬ siderava i, a més, tenint proves que el poble també me considerava un d’ells, aquest reconeixement oficial no ha po¬ gut menys de afalgar-me molt.
Parlar amb el Pare Ginard és una co¬
sa que mai cansa. El temps ha passat sense que ens adonàssim. A. la sortida
del Convent sentírem la campana grossa
de la Parròquia que tocava mig-dia. Els pagesos sabien que eren les 10 de veres. Uns atrevits raigs de sol començaven a
encalentir les humides teulades de les
cases del poble banyat per un babai xalocós de primavera.
FONERS

17

ftuestras THisiones

HONDA REFLEXION DEL P. BARTOLOME NICOLAU, T. O. R. ENTREVISTA CON EL MISIONERO P. ANTONIO RIUTORD,T.O.R.

La humilde, pero interesante y original revista «MISIONES T.O.R.», editada en Roma por nuestro dinámico Secretario General de Misiones, publica, en el últi¬ mo número, un editorial escrito, como siempre, por el citado Secretario General, P. Bartolomé Nicolau Roig. Se trata de un artículo que obliga a una honda, refle¬ xión en esta hora crucial de la Iglesia Misionera. De buen grado reproducimos al¬
gunos fragmentos textuales de dicho editorial.

«EVANGELIZACION»

CON EL P. A. RIUTORD

«El próximo Sínodo Universal, que se reunirá este año en Roma, ha centrado su programa sobre el tema de la Evangelización.
En el Congreso Misional de nuestra Orden, tenido también en Roma en octu¬ bre del año pasado, tuvimos ocasión de
escuchar de labios tan autorizados como
los de Mons. Torrella, una anticipada ex¬ plicación del tema. La palabra Evangelización comprende no sólo la predica¬ ción del evangelio, sino el dar a cono¬ cer y esforzarse en hacer respetar los derechos humanos, promoviendo al mis¬ mo tiempo el progreso espiritual, cultu¬ ral y material de los pueblos.
El evangelio se dirige al hombre, no al
alma sola.
Ni qué decir tiene que estos conceptos hallaron plena y total aprobación por parte de nuestros congresistas. Ni cons¬ tituiría algo nuevo para nuestros misio¬ neros. Testigos cualificados de las mil ne¬ cesidades en que se hallan las gentes a ellos confiados, no pueden sustraerse al impulso —digamos deber— de buscar remedios y soluciones a los graves pro¬ blemas que la miseria y muchas veces la injusticia han creado. Ignorancia, po¬ breza, hambre, enfermedades, falta de medicinas, mortandad infantil, explota¬ ción injusta proveniente de grandes pro¬ pietarios, etc., producen un doloroso im¬ pacto en el corazón del misionero, que siente como propias las penalidades de
aquella pobre gente...

Lejos. Ni en España ni en el Perú. Ha¬ blamos largo y tendido precisamente acer¬ ca del ingente problema de la evangeli-
zación. Habíamos escuchado distintos ora¬
dores tratando de la misma. Y de la ur¬
gente tarea de ayudar especialmente a las Iglesias del «Tercer Mundo». Y de lo que ya hacen en este sentido religiosas, religiosos, presbíteros y laicos. De lo mu¬ cho que hacen, ciertamente, y de lo mu¬ chísimo que todavía queda por hacer: más oración, más generosidad a distin¬ tos niveles, más dar, sí pero sin olvidar jamás el darse.
El P. Antonio, con el cual habíamos coincidido en Roma para asistir a los dos Congresos internacionales —de carácter
misionero— celebrados durante el mes
de octubre (véase «Heraldo de Cristo», núm. diciembre 1973 y siguientes), y que representaba a nuestro Comisariado del Perú y Brasil, había sido escuchado con suma atención al dar cuenta —muy ob¬ jetivamente— de toda la Prelatura de Huamachuco, de la cual es Vicario Gene¬ ral. Sus intervenciones fueron reiteradas
y —digámoslo con toda justicia— siem¬ pre ovacionadas.
Durante largas conversaciones comen¬
tamos las distintas conferencias escucha¬
das, los amenos diálogos mantenidos pú¬ blicamente por los asambleístas y las dem.ostraciones de amor práctico a las mi¬ siones, entre ellas, nos merecía particu¬
lar atención cuanto se refería a las que
regenta nuestra Provincia Española de
la T.O.R.

Amigos de las Misiones: Para vosotros, unas palabras que escribe uno de nues¬ tros misioneros, el cual no puede aten¬
der las peticiones de sus feligreses: «Más tarde, con la ayuda de nuestros amigos,
nosotros aumentaremos nuestros esfuer¬
zos». ¡Con la ayuda de nuestros ami¬
gos!...».

Incluso contestó el P. Riutord a unas
preguntas concretas que le formulé para
los lectores de esta revista. Las respues¬
tas resultaron de palpitante actualidad y extraordinario interés. No obstante, di¬ versas circunstancias nos han impedido publicarlas pimtualmente. Hoy, por otra parte, ya sólo podemos ofrecer una sín-

18

tesis de lo tratado con el referido Padre
Riutord.
Insistió en que el trabajo de nuestros misioneros no puede ser, ni es, solamen¬ te el ejercicio del ministerio apostólico en el sentido clásico. Se impone —aña¬ dió— la promoción social, buscando afa¬ nosamente el progreso material de la co¬ munidad cristiana y valorando debida¬ mente sus aspectos humanos. Es cierto que en este sentido han hecho no poco
nuestros hermanos de hábito residentes
en Huamachuco y Poconé; precisa, em¬ pero, admitir que aún falta un largo y difícil camino para recorrer, puntualizó.
Una de las ayudas para la evangelización y para nuevas conquistas humanosociales ha sido la imprenta que tenemos
en Huamachuco. De acuerdo con su Obis¬
po, Mons. Damián Nicolau, la compró y la ha manejado desde el primer momen¬ to el P. Antonio. Metido a impresor du¬ rante las horas en que su presencia no resulta más necesaria en otros quehace¬ res apostólicos, la «Minerva» ha prestado ya valiosos servicios a la mencionada Prelatura (editando propaganda religio¬ sa, folletos para las clases de Religión en las escuelas, circulares, libritos para ins¬ truir a los huamachuquinos sobre los errores que siembran los «Testigos de Jehová», etc., etc.).
Tratamos de la ejemplar generosidad que han demostrado varios amigos de nuestras misiones, generosidad que tanto ayuda a aquella Iglesia local y que tanto
bien hace a los mismos donantes.
Nuestro valiente misionero de Muro (Mallorca) concretó su pensamiento pa¬ ra los lectores de estas páginas suplicán¬ dome la inserción de una frase repetida
en el Congreso del «Stewardship»:

El P. Antonio (o lo derecha) es entrevistado por Fr. J. Tugores (a la izquierda).
«Dar es recibir. Nuestra Iglesia continúa su obra universal por medio de lo que damos. Pode¬ mos dar sin amar; pero no podemos amar sin dar. Es en verdad todo lo que tenemos, y todo lo que tenemos Él nos lo dio. Y cualquiera que crea que el dinero de la Iglesia crece en los árboles, le será muy difícil salir de los bosques».
A buen entendedor...
Fr. Jaume Tugores Mestre
Procurador Provincial Misiones T. O. R.

LLAMADOS A LA CASA DEL PADRE

Manacor.—Día 22 de febrero, a los 47
años, D. Martín Rosselló Martí, de la fir¬
ma comercial «Romar», antiguos anun¬ ciantes de esta revista.
Palma de Mallorca.—La Srta. Antonia González Alomar, terciaria franciscana y durante innumerables años sacrificada Presidenta de Coro en la Fraternidad Franciscana Seglar de la Basílica de San

Francisco.
Día 28 de abril y contando 80 años de edad, D. Juan Rullán Vives, hermano po¬ lítico de nuestro religioso y asiduo cola¬ borador, P. Francisco Amengual Arrom,
T. O. R.
Inca.—D.“ Juana A. Beltrán Beltrán (15
abril) y D.'* María Durán Buades (29 abril), pertenecientes a la T. O. F.

19

SOR FRANCISCA ANA CIRER
HERMANA DE LA CARIDAD

FRANCISCA ANA SE SANTIFICO EN SU SENCILLA VIDA DE SEGLAR

Entre las cosas sorprendentes de nues¬ tra Sor Francinaina que escapan al sim¬
ple devoto desconocedor de su biografía,
está el hecho del poco tiempo que fue religiosa en el sentido propio de la pala¬ bra; consagrada por votos en el retiro de un convento, pues en sentido lato lo fue toda su vida tal como se lo había pro¬
puesto.

Ciertamente, aunque la conozcamos con el nombre de Sor Francisca Ana, Funda¬ dora del convento de Sencelles y la vea¬ mos en su retrato con el hábito primi¬ tivo de las Hermanas de la Caridad, qui¬
so el Señor que, a pesar de haberlo de¬ seado desde su infancia y haber aspira¬ do a ello en su juventud, no llegase a ser religiosa hasta cumplidos los setenta años y sólo poco más de tres antes de
su muerte.
Dios dispuso, en sus altos e impenetra¬ bles designios, que la guadaña de la muer¬ te segara seguidamente la vida de sus tres hermanos y a continuación la de su madre en el corto espacio de siete años, de 1800 a 1807 dejando en la casa de Ca’n Xiroia, además del tremendo e irrepara¬ ble vacío y grave trastorno familiar, tron¬
chadas en flor con las vidas, muchas ilu¬
siones y esperanzas. Francisca Ana vio derribado por tierra el tan acariciado plan de sus anhelos vocacionales. Vién¬ dose precisada a quedarse en casa al ser¬ vicio y cuidado de su padre, que además se había ya opuesto tenazmente a su mar¬ cha al claustro, se propuso, resignada, ser religiosa en su casa, es decir, vivir sólo para Dios y en beneficio del prójimo, lle¬
var una vida de recogimiento y oración, de austeridad y penitencia, de apostola¬ do y caridad, compaginándolo con los de¬ beres de ima buena hija, ocupada en los
trabajos domésticos y en la ayuda asidua a su padre en las tareas del campo. Su vida fue el eco y fiel cumplimiento de esta fervorosa resolución, rebasando los
límites de cuanto normalmente le hubie¬
ran exigido en el estado religioso, pues
en ella se armonizó con la sencillez y na¬
turalidad que la caracterizaban, la vida más llana y activa con los más altos carismas de la vida contemplativa, así co¬

mo la dureza de sus tremendas austeri¬
dades con el encanto de su alegría, do¬ naire y buen humor, que le eran conna¬
turales. Nos lo confirma D. Juan Molinas
con su indiscutible autoridad: «Supo jun¬ tar muy bien la vida contemplativa con la activa, dándose por una parte a la contemplación y por otra al trabajo».
El P. Colombás en su biografía, corro¬
bora nuestra tesis: «En realidad de ver¬
dad llevaba una vida tan semejante a la de las religiosas como una gota de agua se parece a otra gota de agua» (Cap. II, núm. 16); y en otro párrafo del mismo cap.: «Juntaba la activa laboriosidad de Marta con la quieta contemplación de María. Se entregaba al servicio del pró¬ jimo y su alma permanecía atenta a Dios. Bregaba en los combates de la vida as¬ cética y, al propio tiempo, gozaba de la paz inmutable de la vida contemplativa.
En su íntima unión con Dios estaba el
secreto de la fecundidad maravillosa de
su acción en provecho del prójimo».
Merece recalcar que, puesto que sólo fue religiosa con votos, poco más de los tres últimos años de su vida, es del to¬ do interesante hacer notar que esta hu¬ milde campesina mallorquina se santifi¬ có en su sencilla vida de seglar, viviendo como tú, devoto suyo que esto lees, ocu¬ pada en los mismos trabajos monótonos de cada día, teniendo que vencer las mis¬ mas dificultades que tú y sujeta a las mismas vicisitudes, pero con una dife¬ rencia muy notable: el enfoque que dio
a su existencia: orientados su mente y
corazón hacia Dios se rigió por criterios divinos, actuando y valorando las cosas del tiempo en función de eternidad. Anal-

20

fabeta, como la mayoría de sus paisanos y coetáneos, no pudo iluminar ni nutrir su espíritu con los tratados de ascética y mística de los santos, de donde se con¬ cluye que su principal Maestro espiritual fue el mismo Espíritu Santo y que la Sierva de Dios, con su dócil fidelidad a sus luces y mociones divinas, dejó que
obrara en ella la maravillosa obra de ar¬
te de su santificación.
Los artistas realizaron obras maestras
porque a su inspiración genial no se les opuso nada: ni el lienzo ni el mármol pusieron obstáculo alguno a su acción. ¡Qué Artista tan maravilloso es Dios! ¡Qué obras de santidad obraría en no¬ sotros si no le pusiéramos trabas, si no opusiéramos resistencia! Dios sólo nece¬
sita de nosotros que nos pongamos en
nuestro lugar y le dejemos hacer. Y eso precisamente hizo Francisca Ana a lo lar¬ go de toda su vida: seguir dócilmente los impulsos del Señor. La sucesión de
actos de fidelidad iba incrementando y
afinando más y más su constante gene¬ rosidad y, robustecida con el maná coti¬ diano de la Sagrada Eucaristía, voló en progresión constante hasta llegar a ele¬ vaciones místicas y carismas propios de los grandes santos. Nuestro Señor, que no se deja vencer en generosidad, se da a quienes del todo se le entregan.
¡Si supuiéramos imitarla!... También en nosotros el Divino Artista haría insospe¬ chadas maravillas si le dejáramos hacer. Me repito insistiendo: aliora más que nunca hacen falta en la Iglesia almas que, como Francisca Ana, tengan la dis¬ ponibilidad del «SI» frente a la inmensa
iniciativa de Dios.
«Con el ejemplo de Sor Francisca Ana parece como si el Señor quisiera ense¬ ñarnos cuán agradable es a sus ojos la vida del cristiano humilde y trabajador que, elevando a El su corazón santifica los sudores y penalidades de este mundo y se las ofrece como holocausto prepara¬ do por su voluntad soberana. O como si Dios se propusiera convencernos del emi¬ nente grado a que pueden elevarse las virtudes del alma entre las ocupaciones de cada día, si volvemos a El los ojos, haciéndole fin de nuestros actos y aspi¬ raciones, como es por Sí mismo fin úl¬ timo de nuestra existencia» (P. Cerdá, Prólogo a la Vida Popular del P. Fornés).

tos trataban de cerca a la Sierva de Dios, el maravilloso espectáculo que ofrecía una tan notable santidad, según creían convencidos todos los que la conocían, acompañada de tantos prodigios, junto a una tan gran sencillez, naturalidad, hu¬ mildad, gracejo, jovialidad y buen hu¬ mor. Era cosa que, según manifiestan muchos testigos en el Proceso Informa¬ tivo, causaba general admiración. ¡Lec¬ ciones de humildad sublimes, sazonados frutos de auténtica virtud, perfiles en¬ cantadores de los santos!
Mas... perdóneseme un breve inciso. Tendiendo la mirada por el mundo pro¬ cede hacernos una pregunta: a los sa¬ bios y prudentes de este siglo —y se cuentan más de los que son— tan pa¬ gados del progreso, tan prácticos mate¬ rialistas ¿qué atención les merece este tema que nos ocupa? Ninguna. Una com¬ pasiva sonrisa, lamentando nuestra inge¬ nuidad, parece ser la respuesta. ¡Qué ver¬ dad es que, hasta muchos católicos, des¬ cendiendo paulatinamente del terreno es¬ piritual al material, influenciados, quizá, a pesar nuestro, por el proceso de desacralización que sutilmente se infiltra en todos los ambientes, no sabemos sopesar, apreciar en su justo valor, ni aun de le¬ jos podemos comensurar la magnitud de espíritu y de corazón de los santos, sus trascendentes criterios, su gigantesca per¬ sonalidad, su práctica cordura. Al mun¬ do de hoy mucho le costará creer que los más cuerdos y sensatos sean los santos. Y no cabe duda que así es, como a la vez, en la proporción que cabe en esta vida, son también los más felices.
Dejemos, si no podemos impedirlo, que unos ciegos guien a otros ciegos y am¬ bos caigan en el hoyo, no sigamos su trayectoria. Al contrario, atendiendo a la popular filosofía del refrán castellano: «Quién a buen árbol se arrima buena sombra le cobija», acudamos a la imita¬ ción e intercesión de Sor Francisca Ana, excelente protectora ante el trono del Al¬ tísimo, y pidámosle ilumine nuestras mentes, oriente nuestros pasos por los rectos caminos del Señor, caldee nues¬ tros corazones en el amor divino y fra¬ terno en lo que tanto ella se distinguió, y nos dé la generosidad para romper los hilos o trabas que nos impiden volar en seguimiento de la voluntad santificadora de Dios. En fin, que no nos quedemos tan atrás, que sigamos, aunque de lejos, el ejemplo de su santidad.

Resta añadir, para terminar, que lla¬ maba poderosamente la atención de cuan¬

Sor Inocencia

21

NUESTEA pequeña Tfledio siglo
mSTOKIA

Mes de junio de 1924. El P. Arnaldo Rigo se encontraba en Mallorca, de paso para Es¬ tados Unidos de América. Su fotografía ocu¬ paba toda la primera página de aquel nú¬ mero, con el siguiente pie: «Rdmo. P. Arnaldo Rigo, Ministro General de la T. O. R., que, de paso por Mallorca, se dignó presidir la peregrinación franciscana de Artà, celebran¬ do la misa mayor y dando después a los pe¬ regrinos, la bendición papal, por delegación expresa de S. S. Pío XI».
Fr. G. Tous, T. O. R., metido ya desde tiem¬ pos de estudiante en las ilusiones y fatigas de EL HERALDO, ahora, recién instalado en tierras de América del Norte, continuaba pen¬ sando en «su» revista y enviaba impresiones de su diario, en aquel mes sobre su viaje
«De Creson a Altoona.—La Semana Santa en Altoona».
Ahora el número se volvía monográfico: todo sobre la efectuada Peregrinación fran¬ ciscana a Artà, (día 18 del mes de mayo pa¬ sado) con profusión de grabados, por cierto. Véase la lista de los respectivos pies que los explicaban: «Adorno de uno de los trenes que condujo a los peregrinos» (entonces pa¬
ra tales concentraciones de Terciarios se ha¬
blaba de trenes en plural y se adornaba ar¬ tísticamente el principal, el que salía de Palma); «La procesión de la tarde.—La Vir¬ gen de San Salvador saliendo de su Orato¬ rio»; «Llegada de los peregrinos a Artà. La banda municipal acompañando el canto del Himno oficial» (todos los señores, ensombrerados, bastantes con la «galleta», según era moda hace cincuenta años); «Peregrinos esperando la salida de la procesión de la tarde»; «Los peregrinos dirigiéndose a la Pa¬ rroquia»; «Milagrosa imagen de la Virgen de San Salvador, patrona de la villa de Artà» (hermoso tríptico, en cuyo centro está la Virgen sobre una vista general del pueblo artanense; a la derecha, la figura de San Francisco; y a la izquierda, la de San Anto¬ nio de Padua; todo enmarcado en un artís¬ tico dibujo barroco de A. Jiménez); «La pro¬ cesión de la tarde bajando de San Salvador» (acto que no faltaba nunca en las antiguas peregrinaciones); «El mitin.—El público escu¬ chando a los oradores» (otro acto siempre programado); «Organizándose la romería»;
«Vista de la subida al Santuario momentos
antes de la procesión (conforme se ve, el orden de colocación de los grabados no co¬ rrespondía al de celebración de los actos).

En cuanto a texto, después del ya comen¬ tado, seguía un «Telegrama de adhesión a S. S.», a propuesta del P. Arnaldo Rigo, con la correspondiente contestación del Cardenal Gasparri. Lo de los telegramas al Papa ha sido siempre cosa muy romana y generalicia.
A continuación se insertaba el «Himne a la
Mare de Déu de Sant Salvador por la pere¬ grinació franciscana a la vila d’Artá», letra de Fra Jaume Rosselló, T. O. R. Nos parece recordar que la música era también del mis¬ mo autor. Estos himnos, con nueva letra o con la misma ligeramente modificada, solían incorporarse luego al repertorio de los que se cantaban en nuestras iglesias.
Nos topamos ya ahora con «La gent va acudir a Artà, contarella donde Es Vey de Son Alegre explica, por boca de los perso¬ najes de su animado diálogo, lo que fue la Peregrinación. No faltan las acostumbradas palabras trabucadas y sus puntitos de ino¬ cente gracia.
El último texto no era más que la crónica detallada de la Peregrinación. Iba bajo el tí¬ tulo de «En el Vil Centenario de la Impre¬ sión de las Llagas de N. P. S. Francisco.— La Peregrinación franciscana a Artà». Casi todos los nombres que figuran en la relación, tanto de sacerdotes y religiosos como de se¬ glares, son ya mero recuerdo, de personas fallecidas. Para que se vea cómo eran de generales en aquel tiempo las asambleas de Hermandades de Terciarios, enumeramos la procedencia de las que acudieron a Artà: Manacor, San Lorenzo, San Miguel de Son Carrió y Son Servera (un tren especial); pue¬ blos de tránsito desde Santa María hasta Ma¬
nacor (otro tren especial); el tren especial
salido de Palma estaba abarrotadísimo de pe¬ regrinos. De este modo, además de las Her¬
mandades de los pueblos ya mencionados, en la procesión de la tarde se veían las de Palma (dos Hermandades, la de PP. Francis¬ canos y la de PP. Capuchinos), La Porciúncula (Arenal), San Juan, Campanet, Muro, Llubí, Campos, Petra, Selva, Costitx, Sineu, Sa Pobla, Lloseta, Bunyola, Algaida, Felanitx, Montuiri, Inca y Llucmayor.
En el mitin de la tarde el P. Arnaldo Rigo expuso la idea de ofrecer al Santo Padre un cuadro del Beato Ramón Llull que sería mos¬ trado en la Exposición Misionera del Vaticano
en el viniente Año Santo 1925. La idea fue llevada a feliz efecto, como bien se recuerda.

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ORO VIEJO
LOS COMILONES
Algunos hay que cuando se asientan a la mesa, descubren el apetito de la gula y la destemplanza de su ánimo; y con una desasosegada inquietud de los miembros, menean la cabeza, arremangan los brazos, levantan las manos en alto, y, como si hubiesen ellos solos de tragarse toda la mesa, así verás en ellos unos acometimientos y meneos que, no sin gran fealdad, están descubriendo la agonía y hambre de comei. Y estando asentados en un mesmo lugar, con los ojos y las manos lo andan todo: y así, en un mismo tiempo, piden el vino, parten el pan y revuelven los platos; y como el capitán que quiere combatir una fortaleza, así ellos están como dudando por qué parte acometerán este combate; porque por todas partes querrían entrar.
Todas estas fealdades ha de evitar el que come, en su pro¬
pia persona. En la comida conviene mirar lo que come y la ma¬ nera del comer. Y aunque en todo tiempo sea necesario llegarse a la mesa con toda esta preparación, pero mucho más cuando hay hambre, y aún mucho más cuando la delicadeza y precio de los manjares despierta el apetito de comer; porque en este case son mayores los incentivos de la guia por la buena dispo¬ sición del órgano del gusto y por la excelencia del objeto. Mire, pues, el hombre con atención en este tiempo, no le haga creer la gula que tiene hambre para comer mesa y manteles.
Fray Luis de GRANADA (1504-1588), dominico.

Exi E:sta.d.os X7n.id.os de i^mérica.. - El reloj de las pasiones.

Cada cuarenta y tres minutos se come¬
te un asesinato en los Estados Unidos;
en Nueva York, Los Angeles, Chicago... 23.000 personas derraman sangre cada año, aunque no sea de muerte; 24 millo nes de pistolas, 35 millones de rifles y 32 millones de escopetas sostienen el
más absurdo mercado de la violencia.
Tener una arma en casa es más derecho
que comprar un mueble. Cada minuto del día está siendo lesionada la Ley con un delito degradante. Un secuestro se
realiza de diecisiete en diecisiete minu¬
tos. Cada dos minutos tenemos un asal¬
to con agravante. Repartamos el robo por dos minutos y medio cada uno. Ca¬ da veinte segundos hay un asalto a la propiedad. Cada cuarenta y ocho segun¬
dos el dueño de su coche no lo encuen¬
tra donde lo dejó. Por cada 100.000 habi¬ tantes, 250 deben prepararse para ser víctimas propiciatorias. 632 cabezas en junio de 1972 se libraron de la justicia, gracias a la benevolencia del Tribunal Su¬ premo que anuló la pena de muerte. Ca¬
da veinte minutos se está violando a una
mujer. A tres por hora se les roba su

intimidad. El 42 por 100 de los hombres y el 61 por 100 de las mujeres tienen mie¬
do de salir á la calle. Sólo en Nueva
York hay 300.000 adictos a la heroína,
muchos de ellos con necesidad de dine¬
ro. Las empresas farmacéuticas america¬ nas producen suficientes barbitúricos comiO para que cada ciudadano pueda suici¬
darse dos veces en la vida.
Si tocamos el alegre mundo de la be¬ bida, 100 millones de norteamericanos be¬ ben mucho. Medio país. Ninguna profe¬ sión está libre de la plaga. Se emborra¬ cha el arquitecto, el médico, el político, el artista... El 30 por ciento de los sui¬ cidios son de alcohólicos. Y el 40 por cien¬ to de los homicidios. Incluso la mujer tiene un gran acceso a la bebida. El 25 por 100 de los alcoholizados son del se¬ xo débil, o sea, 25 millones de hembras beben fuertemente. La casada, la soltera,
la madre.
Hay síntomas de descomposición en el cajón de la libertad. Cajón en el cual la Iglesia tiene también su parte.

23

pagina Ael teroia>rio
JORNADA ANUAL DE FRATERNIDAD FRANCISCANA 1974
FECHA: 9 de iunio, domingo.
LUGAR: Valldemossa, con motivo del IV Centenario de la muerte de Santa Catalina Thomás (1574-1974).
HORARIO: A las 10’30, concentración de los jornadistas en la Plaza de la Cartuja. A las 11’15, saludo del P. Asistente Provincial, Rdo. Fr. José Luis López, A continuación. Memoria de las actividades llevadas a cabo por la T, O. F. en el presente curso. Seguidamente, Misa conceiebrada, presidida por el M. Rdo. P. Pro¬ vincial, Fr. Gabriel Ferrer Llabrés, quien predicará la homilía. Terminada la Misa, se visitará la iglesia Parroquial, en la que habrá canto de la Salve a la Virgen Asunta. Después se hará la
visita a la casa natal de la Santa valldemosina.
Finalizados los actos religiosos, las respectivas Hermandades quedarán libres para hacer la comida y seguir el itinerario que tengan previsto.
INSCRIPCIONES: En Palma, Convento de San Francisco.
En otros lugares, P. Director de la T. O. F. o Convento de Reli¬ giosas Franciscanas.
TERCIARIOS: Os esperamos a todos para de nuevo vivir, todos juntos,
unas horas de verdadera fraternidad.
Palma de Mallorca, abril de 1974.
LA JUNTA PROVINCIAL DE LA T. O. F.
24

ARQUITECTURA
DEFENSIVA DE MALLORCA

XXI

TORRE DE CALA FIGUERA.—Hacia la
mitad del Cabo de Cala Figuera, y en si¬ tio algo más elevado que el faro, cerca de él, se eleva la torre de «foc» del
mismo nombre.
Decíamos en el capítulo XVI que en
abril de 1575 se ordenó hacer tres to¬
rres a Poniente, y si bien no sabemos cuáles fueron, es presumible que una fuese la de nietas, otra la de Refeubetx (que veremos próximamente) y la inter¬ media, la que ahora nos ocupa. Su situa¬
ción —dominando la entrada de la ba¬
hía— y la fecha de su construcción lo hacen así presumible.
El 7 de marzo de 1577 el Virrey reu¬ nió al Grande Consejo, entregándoles un escrito en que pide, a instancias del Mo¬ narca, siga la obra de fortificación de Palma, por temor «de la puxant armade que treu aquest any lo turch», añadién¬ doles de palabra ser de todo punto pre¬
ciso el hacer tres torres en la bahía de Palma. Para todo ello había que buscar
urgentemente dinero, y de ello se ocu¬ pan las actas del 9 y 24 de abril (1).
Además, sabemos que el lunes, prime¬ ro de setiembre de 1578, se dice que en un Consejo anterior se «Determina fer certas torres deis Diners que deuia lo señor gregori vilalonga...», pero que se aplicaron a necesidades más urgentes «...De manera que vuy noy ha quantitat assignade p ACAUAR dites torres...». Se resolvió «que quan la terra stara mes
facultosa se acabaran ditas torres...». Es¬
to nos demuestra que si no terminadas, al menos estaban empezadas, pues el di¬ nero era para «acauar» (acabarlas) y, co¬ mo siempre ocurría, se dejó para más adelante (1 bis).
El señor Weyler dice que se dispuso
su edificación en 1579 (2). Esta afirma¬
ción es bastante exacta, ya que si bien, como hemos visto, en realidad la orden de edificación es de 1577, basándose qui¬ zás en la de 1575, el 18 de marzo de 1579 volvemos a saber de ella, ya que el Gran y General Consejo nos comunica que, a petición del litre. Sr. Virrey, don Miguel de Monteada, fue determinado (en su día) «se fessen certes torres en los

TORRE DE CALA FIGUERA (CALVIA),
MODERNAMENTE RESTAURADA
caps del port... de les quals ni ha una acabade y are ab molt gran instantia del Sr. Virrey se fan les altras y ala que es¬ tá acabada anar a fer guarde jent de la present ciutat de las companyias, co¬ sa que és molt pesada» (gravosa) ya que «aquesta torre és fora del terma de la present ciutat». Se decidió, para aliviar a los vecinos de Palma, que se suplicase al Virrey que destinase el salario de dos o más «caualls forçats» para pago de sus guardas, y así «no costarien res a la té¬ rra ni a se Mag» (-estat) (3).
Por su parte Luis Salvador de Hasburgo dice: «edificada en 1580 es una torre redonda, de 8 varas —casi siete metros— de diámetro, con escarpa a partir de su mitad; las habitaciones de los torreros están en su parte alta» (4).
En 1582 estaba en pleno rendimiento, al igual que la de nietas y Refeubetx, pues leemos: «se ha entès que los matexos qui fan les guàrdies a les torres de... (las citadas) ...que ditas torres estan imper¬ fectas per star massa altas, de tal ma¬ nera que los qui stan dintre se han de assomar per aueure si baix hi ha ningú, lo que fer nos pot sens gran perill de llurs personas y vidas». Se decidió que fuesen modificadas (5).

25

En la visita de 1579 dice Verger que no encontró guarda algimo, teniéndolos que esperar por espacio de una hora y me¬ dia, hasta que llegó Montserrat Jofre: di¬ jo que su compañero había ido a bus¬ car provisiones. Benito juzgó impruden¬ te y de mucha culpa, y no le faltaba razón, haber abandonado la torre en ve¬ rano, cuando los piratas frecuentaban más las costas. Se llamaba el otro to¬
rrero Gabriel Bosch. Había dos arcabu¬
ces y un mosquete, 20 balas, 2 «canes» de mecha, 2 libras de pólvora y dos «fes¬ ters» (tederos) para hacer los fuegos de aviso. Necesitaban 6 libras de pólvora, una de mecha, plomo para fundir las ba¬ las, y moldes (6).
El 26 de julio de 1642 aparecieron, en el Cabo, 17 galeras de Francia. Se toma¬ ron graves precauciones en la Capital, Cap d’En Noray, Porrassa, San Carlos y
Bellver (7).
En 7 de septiembre de 1687 se paga¬
ron a Guillermo Cladera 10 libras por
haber ido a revisar los desperfectos de varias torres, entre las cuales estaba la de Cala Figuera (8).
En 1700 eran los guardas Josep Juaneda y Joan Vich. Contaban con una espin¬ garda, un arcabuz de munición, un bo¬ tavante, libra y media de pólvora, 25 ba¬ las para la espingarda, 18 para el ar¬ cabuz y un mazo de cuerda mecha (9).
El documento, propiedad de Rafael Fe¬ rrer M., dice: «ay dos sentinelas, q son Joseph Juaneda, y Joan Vich, tienen de salario cada mes 9 L 6 ss 4 dn y el año
111 L 6 ss».
El 6 de abril de 1701 se les entregó 8 libras de pólvora, una docena de balas de espingarda, 4 de arcabuz y un mazo
de mecha.
El 19 de mayo de 1706 se entregó a Jua¬ neda otra cantidad de provisiones de gue¬
rra.
El 28 de febrero de 1711 las recibió
Vich, y el 16 de enero de 1714, otra vez
Juaneda (9).
Como complemento de lo que dije en el cap. XV, añadiré que en 1752, por te¬ mor a la peste, desde el Molinar al Cap Blanc y desde Santa Catalina hasta Cal¬ vià pusieron barracas, una a cada cien pasos y en cada una de ellas, dos hom¬ bres de guarda, para evitar desembarcos. Eran rondados por un caballero o ciuda¬ dano. Tenían fusiles oxidados y nadie sa¬ bía manejarlos. La mayor parte dé las guardas dormían cuando llegaba la ron¬ da, estando algunos beodos. No se les pagaba nada y debían sustentarse ellos
mismos.

En 1753, cerca de Cala Figuera, una fragata de moros capturó a un jabeque cargado de hierro y miel. Salieron a dar¬ le caza el Capitán don Antonio Barceló, al mando del «Lleó», y el patrón Benet de la Sanch con su jabeque (10).
En la relación de 1769 se dice que la torre tenía dos torreros, y se indica que estaba en terrenos de Sa Porrassa del
Marqués de Bellpuig (11).
En 1788 se llevó a cabo una operación «monstruo», que finalizó el 6 de abril con la entrega de cuatro cañones inútiles de a 6, de bronce, 57 balas, una porción de hierro viejo, 72 espingardas y una canti¬ dad de armas menudas, con peso de 100 quintales, a los «Jais de Sant Tem» para que los descargaran del jabeque San Jo¬ sé, al mando del patrón Guiscafré, el cual durante 167 días había bregado pa¬ ra artillar y poner en estado de defensa 24 torres y castillos de la costa Norte de Mallorca, desde Formentor a Cala Figue¬
ra (12).
En la relación del Brigadier Reynaldo, en 1793, se lee que está la torre en bas¬ tante mal estado, que su cisterna se fil¬ tra y que tiene dos tragantes empotrados en el parapeto. Había en ella 2 fusiles antiguos, de ordenanza, que precisaban ser limpiados y repasar las llaves, 2 ba¬ yonetas antiguas con sus vainas, 2 espin¬ gardas, 30 balas de mosquete, 20, de fusil, 4 libras de pólvora mala, 2 sables con guarnición de hierro y vainas.
En el referido documento de 20 de mar¬
zo de 1877 se dice que diez años antes, en 25 de junio de 1867, por R. O. de 15 de febrero, la finca usufructuada por el Ramo de la Guerra, denominada «Torre y casita de Cala Figuera», fue devuelta al Estado. Estaba valorada en 2.325,— ptas. La torre fue subastada el 16 de fe¬
brero de 1876. Estaba en mal estado. Te¬ nía 19 metros de circunferencia en su ba¬
se, y 10 metros de altura. Fue tasada en 100 pesetas.
En 21 de enero de 1882 se dice: «Sa
ciutat de Palma podra essè plassa forta, però al entretant sa costa de Mallorca esta del tot, del tot abandonada» (10).
En «La Almudaina» n.” 1706 (8 de agos¬ to de 1892) se dice que se estaba tratan¬ do de establecer un fuerte en aquel pun¬ to.
La torre es citada por Mut en su Mapa de 1683 y en el que pagó el Cardenal Despuig.
Josep S. SALADO
(Continúa en la póg. 28)

26

bibliografía

B. Guasp, Pbro. — ALARÓ Y SU
CASTILLO.
La fecunda, pluma de nuestro buen ami¬ go y distinguido colaborador, el poeta Mn. Bartomeu Guasp Gelabert, acaba de sorprendernos otra vez, y gratamente, con la publicación de un nuevo libro so¬ bre dos temas que el citado presbítero ha tratado ya diversamente en otras oca¬ siones: Alarói y su Castillo.
Mn. Guasp, que ha demostrado su pe¬ ricia en el campo de las letras y en el de la investigación histórica sobre temas muy variados de Mallorca, se muestra in¬ cansable removiendo archivos y aportan¬
do datos cuando se trata de la villa que le vio nacer: Alaró. O cuando ha de in¬
formar sobre el antiguo, célebre y muy querido «Castell d’Alaró».
El libro que comentamos —un tomo de 130 páginas de 15’5 x 22 cms.—, reco¬ ge, aparte de interesantes aspectos sobre la Mallorca antigua, características muy curiosas acerca de la Parroquia, la Villa y el Castillo de Alaró. Se trata cierta¬ mente de una meritoria obra que habrán de agradecer de manera especial los alaronenses, no pocos mallorquines y mu¬ chos estudiosos. Se lee con avidez y fá¬
cilmente.
Felicitamos cordialmente al autor y re¬
comendamos con gusto este libro que
sucintamente hemos dado a conocer.
Fr. J. T. M.

als quatre ja abans existents— són de molt mèrit, cadascun d’ells dintre les se¬ ves fites i els seus propòsits». És a dir que no tenen tots quatre, o tots cinc, una igual extensió, ni deixen d’oferir, dins im mateix fi general, característi¬ ques particulars. I una de les particula¬ ritats del nou MANUAL és la d’explicar, en bastants de casos, els matisos que di¬ ferencien uns sinònims dels altres, amb
inclusió de frases demostratives. És el
mateix prologuista qui remarca també aquest especial avantatge del més recent
diccionari català de sinònims. Per això
en la portada del llibre l’epígraf s’allar¬ ga amb la precisió d’«amb antònims i
EXEMPLES».
Aquest MANUAL va «adreçat d’una ma¬ nera fonamental —^però no exclusiva— al públic estudiantil», es declara en el Pròleg. La seva «manualitat» és un tret que en fa aconsellable l’adquisició.
Una tal classe de diccionaris presten un excel·lent servei a l’escriptor. A més de presentar-li el sinònim que potser es resisteix a la memòria, sovint aquest al¬ tre mot descobreix també la possibilitat de donar a la frase un gir en el qual abans no s’havia parat esment. Només aquest poder suggeridor dels sinònims, o antònims, ja justifica tenir sempre avi¬ nent un manual com el que recensionam.
L’anterior recensió bibliogràfica ens dóna ocasió de fer, per als lectors menys familiaritzats amb la terminologia lin¬ güística, uns breus aclariments.

"VOX". - DICCIONARI MANUAL
DE SINÒNIMS. - Editorial "BIBLO-
GRAF", S. A. - Barcelona 1973.
Dins uns pocs anys, des del 1970, han aparegut quatre diferents tractats sobre la mateixa matèria: els sinònims, o els sinònims i antònims, de la llengua catala¬ na. Mes, heus aquí que, últimament, arri¬ ba una cinquena aportació: TEditorial «BIBLOGRAF» acaba d’incorporar a la seva important col·lecció «Vox», un nou DICCIONARI MANUAL DE SINÒNIMS. ¿Serà, en conseqüència, inútil aquest al¬ tre vocabulari de paraules sinònimes?
Creim que no.
«Tots aquests diccionaris —puntualitza Salvador Espriu en el Pròleg, referint-se

Recordem, en primer lloc, que dos o més mots són sinònims quan tenen el mateix significat. Per exemple, a Mallor¬ ca són sinònims: esclafada, prima, raïssa (coca gruixada, sense condiment a da¬ munt); pujar i muntar, o baixar i dava¬ llar, etc. No sempre els sinònims poden usar-se indistintament: estol, guarda ( = ramat) i esbart, són mots sinònims en quant tots tres signifiquen multitud d’individus; però, entre els mallorquins, esbart s’aplica principalment a les aus, guarda al bestiar i estol amb preferència a les persones. La metàfora pot neutra¬ litzar la distinció acabada de senyalar.
«Antònims» són els mots que expres¬ sen idees oposades: eixut és l’antònim
de banyat, i davallar ho és de pujar; i
viceversa.
Fra M. C.

27

ATLAS DIDÀCTIC UNIVERSAL «SPES». - Editorial «BIBLOGRAP», - Barcelona 1974.
ATLAS DE CATALUNYA, GEO¬ GRÀFIC, ECONÒMIC, HISTÒ¬ RIC. - Editorial «DIAFORA», S.A. Barcelona, 1974.

La utilitat, millor diríem necessitat, dels atlas per a Tensenyament de la geo¬ grafia és, des de fa temps, reconeguda per tothom. I no solament als escolars per a l'aprenentatge, sinó per a les per¬
sones de tota edat és utilíssim tenir sem¬
pre a mà un instrument tan manejable per a la informació geogràfica com és
un atlas.
A més de l'avantatge general que acaham d'esmentar, els dos atlas que ens ocupen tenen el de la seva novetat i ac¬ tualització i, sobretot, aquest altre, importantíssim, d'estar redactats en català, essent els primers que s'editen en el nos¬ tre idioma. D'aquesta manera, no sola¬ ment presenten les referències geogràfi¬ ques, sinó que també ofereixen la forma correcta de cadascun dels topònims, i
de tota la nomenclatura relacionada amb
la matèria. No podem deixar de recoma¬ nar unes obres tan beneficioses per a la
nostra cultura.
Fra M. C.

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(1) A. H. M., A. G. C., XL, fols. 110112, 118V-119 y 126V-127V.
(1 bis) A. G. C., XL, fol. 310-310V.
(2) Historia Militar de Mallorca, p.
243.
(3) A. H. M., A. G. C., XLI, fol. 24v y 27.
(4) Die Balearen, La Costa, p. 20.
(5) A. H. M., A. G. C., XLII, fol 61-61v (21-IX-1582).
(6) B. S. A. L., XXX, p. 532.

(7) Cronicón Mayoricense, p. 399-1.
(8) Véase el cap. XIX.
(9) Corpus de Toponimia de Mallor¬ ca, José Mascaró Pasarius. Artículo «To¬ rres y Atalayas», por Juan Muntaner Bujosa.
(10) L'Ignorància», números 315, 318 y 137.
(11) «Diario de Mallorca», 7 enero de 1965, Mn. Rafael Caldentey.
(12) «Honderos», n.° 16 (sept.-oct
1967).
(CONTINUARÁ)

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