H e: R A. I. D o DE CRISTO SEPTIEMBRE 1973 r ^ OTRA VEZ De nuevo, sí, nos dirigimos a nuestros lectores para comunicarles: 1) Mil gracias a aquellos suscriptores que, correspondiendo a nuestra lla¬ mada, nos han hecho llegar los números atrasados que solicitábamos. 2) Todavía nos iría muy bien conseguir algún otro ejemplar del número de abril 1973. Si algún suscriptor que no coleccione nuestra revista puede hacernos el favor, nuestra anticipada y cordial gratitud. 3) Hay una serie de suscriptores —no nos referimos a los que reciben gratuitamente esta revista— que aún adeudan la suscripción del año presente. Incluso alguno tiene pendiente el pago de la del año 1972. Se trata de suscrip¬ tores que viven en lugares en los cuales no tenemos cobradores. Escribimos la precedente nota en lugar destacado para que dichos suscrip¬ tores lean nuevamente la súplica que les dirigimos. ^ J f ^ «La donación de sangre constituye una costumbre, aceptada y considerada normal en todos los países civilizados, en contraposición de la venta, que es síntoma de subdesarrollo, de incultura y de insolidaridad social. Sólo donde la sociedad se inhibe del problema, aparece la figura inevitable del traficante que negocia con esta necesidad vital. Además, la sangre que proviene del cauce mercantil no puede ofrecer, por razones evidentes o inevitables, las debidas garantías. El "vendedor” de sangre, por ejemplo, ocultará haber padecido una hepatitis u otras enfermedades transmisibles. Además, con las personas que "venden” su sangre, no puede resolverse el problema, porque son muy pocas para las necesidades existentes». Anímate a ser donante de sangre. Es una actuación netamente humana y emi¬ nentemente cristiana. Si vives en Mallorca, puedes llamar al teléfono número 23 09 46 (Son Dureta. Palma de Mallorca). J lea c en este número.: SEPTIEMBRE 1973 Afio LXIV - Núm. 762 REDACCIÓN Y ADMÓN: CONVENTO DE SAN FRANCISCO TELÉFONO 212695 PALMA DE MALLORCA DIRECTOR: P. MIGUEL COLOM MATEU, T. O. R. ADMINISTRADOR: Fr. JAUME TUGORES MESTRE, T. O. R CON LICENCIA ECLESIASTICA • IMPRESIÓN: ARTES GRÁFICAS GIMÉNE2 • Precios de suscripción PARA EL AÑO 1973: Ordinaria Bienhechor Protector .... 100 ptas. .... 300 » 1.000 » La vida cristiana es difícii .... 3 Anales de la Provincia Española de la In¬ maculada Concepción de la Tercera Or¬ den Regular de San Francisco . La voz del Papa vO Carta del Obispo de Mallorca... fV ¡Enhorabuena, P Antonio Barceló Moro! . CX3 Fisonomía de San Francisco .... es Ramon Llull O' Conflicto generacional 10 Holanda (apunts de viatge) . , . .12 Pàgina literària 14 Figueres i figues 16 Nueva Curia Provincial 17 Nuestras misiones 18 Nuestra pequeña historia . . . .20 Nuestras Hermanas Franciscanas. . . 21 En el primer centenario del nacimiento de Azorín .23 Valor siempre en alza de la música religio¬ sa del Maestro P, A. Martorell, T. O. R. . 24 Sor Francisca Ana Cirer , . . 25 Arquitectura defensiva de Mallorca . . 27 DEPÓSITO legal P. M. 340 1958 ^ WUKSTRA PORTADA ESCENA CAMPESTRE. — Título muy gastado ya; un poco cursi. Pero expresa una realidad. La realidad que hasta hace poco gustaban de idealizar poetas y pintores. Hoy parece como si poesía y pintura se estuviesen batiendo en retirada; como si a ellas les fuese incómodo nuestro mundo de con¬ fort y de progreso. No vemos levantarse aún los artistas del tractor y de las trilladoras mecánicas. No son poesía las retahilas de términos incomprensibles que las linotipias actualmente nos endosan. Ni pintura los rectángulos de tela embadurnada de color que se exhiben. Aunque tal vez se descubra, en una de sus esquinas inferiores, el falaz brillo, gratuitamente adquirido, de un nombre. 1 MANUFACTURAS RAMIS, S. A. INDUSTRIA DE LA PIEL Gran Vía de Colón, 28 INCA illJBBL·RS - nR€OBAOlOiV - TAPICRRÍA HIJOS DE JOSE LLABRES Sindicato, 26 al 32 - Tel. 221213 - PALMA DE MALLORCA * « TALLER DE TAPICERIA i/ic ante -I-IQtnánde'^ Especialidad en cortinajes, sillones gran confort salones y muebles de encargo Arquitecto Reynés, 3 ♦♦ Teléfono 211451 PALMA DE MALLORCA CDtscoieca JovslUnos, 2 T 4-PelBireg, 32 Taltlono 223933 Sncnisat: Enrique Alzamora, 3 PALMA DE MALLORCA (FRENTE A LA DIPUTACION I-PALMA 2 EDITORIAL LA VIDA CRISTIANA ES DIFICIL Hoy se habla con frecuencia de la sociedad de consumo. La expre¬ sión ha encajado bien en el displicente periodismo de nuestros días. Quien más quien menos posee un concepto de lo que es la sociedad de consumo; definirla en términos precisos sería más difícil, más complejo. Sociedad de consumo: algo así como una sociedad que vive y trabaja casi sólo para poder consumir, para poder usar de las ventajas, comodi¬ dades o bienestar que, en todos los órdenes, ofrece al hombre el enorme desarrollo técnico hodierno, sin ninguna ulterior aspiración, sin ninguna clase de ideal más elevado. El cristiano de los países desarrollados se halla inserto en la socie¬ dad de consumo. Y, naturalmente, le resulta dificultoso tener que sus¬ traerse a los atractivos del materialismo reinante. Por eso van olvidán¬ dose, poco a poco, prácticas, y hasta las mismas nociones antes tan conocidas, de mortificación, sacrificio y penitencia, austeridad y priva¬ ciones, etc. Todo esto quiere ahora envolvérselo en una sola hipotética obra: entrega al servicio del hermano, del prójimo, del hombre, de la comunidad. Nadie, desde luego, pone en duda el gran valor de tal en¬ trega, formulada, ya desde antiguo, en las obras de misericordia, corpo¬ rales y espirituales, tan enaltecidas en los textos evangélicos. Pero, que no se tergiversen las cosas. ¿Quién estuvo más entregado al servicio del hombre que el mismo Jesucristo? Muchos santos hicieron especial característica de su espiritualidad y santidad la ayuda al des¬ valido, el socorro al necesitado, el cuidado de los enfermos y, en general, la práctica de toda obra misericordiosa o benéfica en favor del hombre. Y, no obstante, Jesús y los santos, los canonizados y los no canonizados, se dieron al ejercicio de la penitencia, sufrieron voluntarias privaciones, supieron hurtarse a las corrientes mundanas de su tiempo. Es porque la caridad les era compatible con la austeridad; es porque ésta les ayudaba para aquélla. Desgraciadamente hoy no sucede así. El cristiano, y tal vez hasta el sacerdote y el mismo religioso, se dejan, nos dejamos arrastrar por el espíritu materialista del mundo. Nos hemos metido a andar por el camino más ancho y hacedero. Somos decididos partidarios de la socie¬ dad de consumo. Contra tal estado de cosas clamaba, no ha mucho (audiencia general de 25-7-73), Pablo VI: «Debemos ser católicos en el sentido fuerte de esta cualificación, no por vinculación a un integrismo formal exterior, insensible al lenguaje de nuestra edad, sino por virtud de una tradición coherente y viva que trasfunde su compromiso y su espíritu en la generación de hoy». «Seamos realistas: la vida cristiana, si se la desea vivir auténtica¬ mente ,es difícil. Quien tratase de negar o de suprinúr indebidamente este aspecto difícil, deformaría o tal vez traicionaría la autenticidad de la misma vida cristiana. Hoy día esta tentativa de hacerla fácil, lleva- iContinúa en la pág. siguiente) 3 AMALES DE LA PROVINCIA ESPAÑOLA DE LA INMACULADA CONCEPCION DE LA TERCERA ORDEN REGULAR DE SAN FRANCISCO I (Continuación) 1878.—10 de octubre. En la parroquial iglesia de la Transfiguración, de la villa de Arta, recibe el sacramento de la Con¬ firmación el niño Francisco Fomés Fe- menías, hijo de Agustín y María. Fue pa¬ drino el Rdo. D. Miguel Guiscafré, Pbro. 11 de noviembre. Se halla practicando la Santa Pastoral Visita, en su pueblo natal de Llucmayor, el Obispo de la Dió¬ cesis, limo. Sr. D. Mateo Jaume y Ga- rau. Para aquellos cuya flaca y atravesada vista no penetra más allá de los festivos pámpanos, sin alcanzar a ver las azu¬ caradas uvas; y en el ministerio del Obis¬ po (la Visita Pastoral) no perciben más que los resabios de una inquisitorial ins¬ pección de tipo feudal, practicada entre aplausos y fiesta, con el señuelo de los llamativos hábitos pontificales para más y mejor impresionar a la gente sencilla. séanos permitido estampar aquí lo que al Ayuntamiento de Llucmayor pareció conveniente consignar (en el Libro de Ac¬ tas de la Municipalidad): «en memoria, obsequio y gratitud al Sr. Obispo, por el gesto de amor y estima a sus compa¬ triotas, al pagar de su peculio propio la habilitación de dos habitaciones, para el abrigo de los enfermos pobres del pue¬ blo». En efecto, el R. D. Bartolomé Pons, Pbro. (franciscano exclaustrado), como encargado de la Beneficencia del Muni¬ cipio, declara haber recibido de parte del Sr. Obispo: «Por el valor de dos camas de banco y tablas: 8 Libras. Por el valor de una puerta para cada uno de los cuartos que se arreglaron en el Convento: 4 Libras. (Viene de la pág. anterior) LA VIDA CRISTIANA ES DIFICIL dera, sin esfuerzo, está en pleno desarrollo, tanto sobre la doctrina como sobre la práctica». Lo repetimos: hoy los cristianos, y en cierta medida el mismo sa¬ cerdote y el religioso, ceden ante todo, encontrándose totalmente des¬ entrenados en el ejercicio de remar contra corriente. Hoy no se ve apenas diferencia entre el que tiene y el que no tiene la fe de Cristo. Y en muchas ocasiones la comparación resultaría desfavorable para el que lleva el nombre de cristiano. Hoy todo se cohonesta apoyándose abusivamente en el principio de la libertad de los hijos de Dios. Hoy se sacan consecuencias inauditas del dicho agustiniano: «Ama v haz lo que quieras». Y, en cambio, no se tienen en cuenta para nada las pala¬ bras, condescendientes, de San Pablo: «Todo me es permitido; pero no todo es convenientes (2 Cor., 6, 12). ¿No nos hallaremos hoy también ante un cristianismo de consumo, y hasta ante un estado sacerdotal o religioso de consumo, sin más espiritualidad que la de... pasarlo bien? 4 Por el valor del hierro de dichas puer¬ tas: 1 Libra. Por dos jergones, dos almohadas y cua¬ tro sábanas: 16 Libras, 17 sueldos y 10 dineros. Más: por un cerdo cebado: 132,80 pe¬ setas. (Actas del Ayuntamiento, 1878 y 1880). 16 de noviembre. «En la iglesia parro¬ quial de S. Marcial, pueblo de Marratxí, Nos D. Mateo Jaume Garau, Obispo de Mallorca, hallándome en Santa Pastoral Visita en la expresada parroquia, admi¬ nistré el sacramento de la Confirmación, con arreglo a los ritos que prescribe el Pontifical Romano, a los niños siguien¬ tes: «Arnaldo Rigo Cañellas, hijo de Gui¬ llermo y Bárbara. Actuó de padrino Don Antonio Veri» (Arch, parroquial). 30 de noviembre. De concordia y has¬ ta con ayuda pecuniaria del Ecónomo de la parroquia, el Custos del Convento, el celoso D. Gabriel Mir, había habilitado, sobre la sacristía, unos cuartos, por si algunos de los Congregantes más activos y animosos quisieran hacer la prueba y el experimento de vida en común, hasta lle¬ gar a ser verdaderos religiosos. Antonio Ripoll, que en sus mocedades había sen¬ tido la vocación religiosa, vio la suya y, después de animar a Matías Cardeli y a Juan Garau, reunidos los tres predesti¬ nados en la nueva casa del Convento de San Buenaventura, a ciencia y presencia de D. Tomás Mut, Ecónomo de la parro¬ quia, y de D. Gabriel Mir, Custos del Con¬ vento, tratan y resuelven los puntos prin¬ cipales que dichos Congregantes deben guardar para vivir en comunidad; y des¬ pués de manifestar que se han reunido voluntariamente y sin coacción alguna, firman la Escritura o Reglamento acor¬ dado por imanimidad. Era el 30 de no¬ viembre de 1878. Vimos (en HERALDO de julio-agosto) cómo esta fecha desorientó a nuestro Cro¬ nista P. Fornés, moviéndole a deducir de ella que la ENTRADA a la vida común había sido el 8 de diciembre anterior, o sea de 1877. Repetimos con él: «La fun¬ dació degué esser l’any 1877, perquè en nobre. de 1878 ja firmaren un document en el Convent». Pero... ¿es que—nos de¬ cimos nosotros— no es lo más natural y lógico que firmaran el Reglamento a que debían sujetarse, ANTES de empezar el experimento de la vida común? Más: sería durante la recién pasada Vi¬ sita Pastoral (11 de nobre.) a la parro¬ quial de Llucmayor y a la filial del Con¬ vento que el Custos de éste, D. Gabriel Mir, recabaría del celoso y caritativo Obispo llucmayorense, «el consejo y con¬ sentimiento verbal» que, en Instancia al nuevo Obispo Sr. Cervera (4 de mayo de 1887) dice haber obtenido para la expe¬ riencia de vida común y religiosa en los locales de su bienquerida iglesia. 8 de diciembre. Dada y concedida, a punto crudo, como fecha cierta y exacta de la entrada a la vida común, el 8 de diciembre de 1878 (HERALDO julio-agos¬ to), veamos cómo aquella primera noche nuestros Congregantes recibieron de li¬ mosna una sobria y religiosa cena que, próvida y amorosamente, les llevó la ma¬ dre de Juan Garau, doña Margarita Puig. Desde aquel punto, solícita Marta de la recién nacida Comunidad, ella les hará la compra, el pan, la limpieza y el zurcido de- la ropa, etc. De esta primera noche el P. Cerda, en sus «Datos», cuenta la siguiente anécdota que nos confirmó, doña Juana A. Font y Ripoll, sobrina segunda de P. Ripoll, haber oído muchas veces a su abuela. Fue el caso que, terminada la cena, «himno dicto», al Cardeli le tomó un re¬ celo miedoso, que coloreó con la impres¬ cindible necesidad de ir a rematar un asunto urgente. Salióse, dejando descon¬ certados a sus compañeros; advirtiéndo¬ les, empero, que no tuviesen pena, que a la mañana siguiente estarían de nuevo junto a ellos. En poco espacio de tiempo, repuesto de su infantil cobardía y salvando las ta¬ pias del patio de las escuelas de «Els Lluïssons», se restituía al amor, alegría y compaña de sus «hermanos». Antonio Ripoll es nombrado Superior de la reducida Comunidad, con el cargo, además, de Maestro de los niños mayorcitos ;Juan Garau cuidará de los párvulos y de la casa y cocina; y Matías Cardeli ejercerá su oficio de carpintero, organero y organista. Aquí lo de Mestre Bernat «Misser», con su frase «mixti fori»: «Los que Dios quería para el camino de la Cruz ya los tenemos en fila». Nosotros sólo añadiremos: la suerte está echada; la mirada maternal de la PURISIMA y lal protección del Padre San Francisco, cuya Regla de la Tercera Orden los aún nonatos religiosos prometen ob¬ servar, nos aseguran feliz suceso. P. Francisco AMENGUAD, T. O. R. 5 £a oost del Papa ANUNCIO DEL AÑO SANTO 1975 (Conclusión) INSATISFACCION DEL HOMBRE ACTUAL «Y pensamos no equivocarnos descu¬ briendo en el hombre de hoy una pro¬ funda insatisfacción, una infelicidad ex¬ asperada por las falsas recetas de felici¬ dad que lo han intoxicado, un estupor por no saber gozar de los miles de pla¬ ceres que la civilización abundantemente le ofrece. O sea, tiene necesidad de una renovación interior, como el Concilio ha deseado. Pero, a esta renovación perso¬ nal, interior y, además, en ciertos aspec¬ tos, exterior también, tiende precisamen¬ te el Año Santo: esta terapia, fácil y ex¬ traordinaria a la vez, que debiera llevar el bienestar espiritual a todas las con¬ ciencias, y de rechazo, en alguna medida al menos, a la mentalidad social. Esta es la idea general del próximo Año Santo, polarizada en otra idea central particular y dirigida a la práctica: la reconcilia¬ ción. LA «RECONCILIACION» El término «reconciliación» hace alu¬ sión al concepto opuesto de ruptura. ¿Qué ruptura debemos ajustar para al¬ canzar la reconciliación, condición de la deseada renovación jubilar? ¿Qué rup¬ tura? ¿Pero quizá no es suficiente esta palabra programática de reconciliación para darnos cuenta de que nuestra vida está turbada por muchas rupturas, por demasiadas desarmonías, por demasia¬ dos desórdenes, para poder disfrutar d"; los dones de la vida personal y colectiva, según su ideal finalidad? NECESIDAD DE LA RECONCILIACION CON DIOS Y CON LOS HOMBRES Tenemos, en primer lugar, necesidad de restablecer relaciones auténticas vita¬ les y felices con Dios, de ser reconcilia¬ dos, en la humildad y en el amor, con El, a fin de que, de esta primera y cons¬ titucional armonía, todo el mundo de nuestra experiencia exprese una exigen¬ cia y adquiera una virtud de reconcilia¬ ción, en la caridad y en la justicia, con los hombres los que inmediatamente re¬ conocemos el título reformador de her¬ manos. En una palabra: la reconciliación se lleva a cabo en otros planos amplísi¬ mos y altísimos: la misma comunidad eclesial, la sociedad, la política, el ecumenismo, la paz... El Año Santo, si Dios nos permite celebrarlo, nos explicará mu¬ chas cosas al respecto. NUEVA ESTRUCTRA DEL AÑO SANTO Limitémonos ahora a anticipar un as¬ pecto importante sobre la estructura del próximo Año Santo, el cual, según la cos¬ tumbre secular, tiene en Roma su punto focal y lo seguirá teniendo, pero con esta novedad: las condiciones prescritas para adquirir particulares frutos espirituales serían en esta ocasión anticipadas y acor¬ dadas por las Iglesias locales, a fin de que toda la Iglesia, esparcida por la Tie¬ rra, pueda comenzar inmediatamente a gozar de esta ocasión de renovación y de reconciliación, y preparar mejor su momento culminante y final, que se ce¬ lebrará en Roma en el año 1975, el cual conferirá a la peregrinación clásica a las tumbas de los apóstoles, para aquellos que puedan y quieran hacerla, su signi¬ ficado corriente. CONCESION DE GRACIAS ESPECIALES Y este importante y saludable movi¬ miento espiritual y penitencial, que in¬ teresa a toda la Iglesia y que estará acom¬ pañado por la concesión de especiales in¬ dulgencias, dará comienzo el próximo día 10 de junio, fiesta de Pentecostés. En los Años Santos anteriores, la prolonga¬ ción de los mismos tenía lugar tras las celebraciones romanas; ahora, en cambio, las precederá. Todos pueden comprender que, en esta innovación, existe también una intención de honrar con comunión más evidente y eficaz a las Iglesias loca¬ les, miembros vivos de la única y univer¬ sal Iglesia de Dios». 6 CARTA DEL OBISPO DE MALLORCA 3)La publicada el pasado mes de ¡uliO; con motivo del PRIMER CENTENARIO DE MN. RIBAS DE PINA FUNDADOR DE LAS FRANCISCANAS HIJAS DE LA MISERICORDIA Queridos Diocesanos: queños, entre los más débiles, ocupando el último lugar. El próximo día 11 de agosto se cum¬ plirá el primer centenario del falleci¬ tenacidad de su servicio apostó¬ miento de Don Gabriel-Mariano Ribas de lico, como respuesta a las necesidades Pina, presbítero de la Diócesis de Ma¬ concretas del momento y a las esperan¬ llorca y hombre de Dios de gran calidad zas de los hombres de su tiempo, abrién¬ espiritual. dose paso en medio de dificultades am¬ La herencia de su celo apostólico y de su servicio ministerial y también parro¬ bientales, que en modo alguno pudieron frenar su diligencia al servicio del Pue¬ blo de Dios. quial, que concretó de un modo especial dirigiendo a muchos en el seguimiento de Si las Hijas de la Misericordia comen¬ Jesucristo, ha llegado hasta nosotros en zaron su vida comunitaria en Pina el 14 las Religiosas Franciscanas Hijas de la de septiembre de 1856, cuando su funda¬ Misericordia, que él fundó junto con su dor murió el 11 de agosto de 1873, su hermana Doña Josefa María, en el pueblo Congregación era ya en Mallorca un vivo de Pina. testimonio de lo que podían llegar a ha¬ El recuerdo de este sacerdote no debe movernos solamente a agradecer a Dios el bien que nuestra Diócesis y la Iglesia recibieron por su generosa fidelidad. Si¬ no que ha de llevarnos, a vosotros y a mí, a cuantos formamos la Iglesia Ma¬ llorquina de hoy, a reflexionar sobre la calidad y la eficacia de nuestro servicio a esta misma Iglesia. Dejémonos inter¬ pelar por su figura de hombre de Dios, hasta llegar a descubrir cuánto más po¬ demos hacer por la construcción de esta comunidad eclesial que corresponsable¬ mente en torno al Opispo, a todos se nos cer un grupo de mujeres de fe dirigidas por la experiencia de un sacerdote sere¬ no que había captado las urgentes nece¬ sidades del mundo rural y que sin per¬ der el tiempo en quejas y expresiones de desánimo (no fue, ciertamente, uno de aquellos profetas de calamidades que el Papa Juan XXIII calificó de dañinos pa¬ ra la Iglesia en el discurso inaugural del Concilio Vaticano II), fue plantando pe¬ queñas comunidades franciscanas en los pueblos del interior de Mallorca, al ser¬ vicio de la parroquia, de los enfermos y de la infancia y como una presencia de verdadera fraternidad entre todos. Ac¬ ha confiado. tualmente, esta decisión apostólica de Permitidme que os recuerde algunos rasgos de su vida y de su obra que con¬ sidero particularmente iluminadoras de esta hora de renovación postconciliar: Don Gabriel-Mariano nos exige a todos una seria reflexión sobre lo que debe¬ mos y podemos hacer para dar un nuevo impulso apostólico y parroquial al mun¬ do rural mallorquín, aceptando los cam¬ 1) La capacidad de asumir las reali¬ dades del momento desde la interioriza¬ ción de su fe, de la que fue maestro Don Gabriel-Mariano. bios necesarios pero, sobre todo, con ánimo de un servicio cristiano de espe¬ ranza a cuantos todavía lo esperan —y son más de lo que podamos pensar— en nuestros pueblos de Mallorca. 2) La sencillez franciscana de la que supieron beber él y sus religiosas como A vosotras, mis queridas hermanas, fundamento de un seguimiento integral franciscanas, que estáis, desde Pina, ex¬ de Jesucristo, evitando exterioridades tendidas por diversas regiones españolas, inútiles y compenetrándose con actitudes por Italia, Perú, Bolivia y los Estados que San Francisco de Asís vivió para Unidos de América, quiero pediros una todos los tiempos, para todas las épocas, revisión gozosa del ritmo misionero de en una luminosa armonía, en una encen¬ vuestras comunidades, para ver si el es¬ dida visión del vivir entre los más pe¬ píritu que los hermanos fundadores Ri- 7 bas de Pina inyectaron en los comienzos de la vida de la Congregación, se vive con actitudes nuevas, guardando aquella alegre entrega a todos, sin hacer acep¬ ción de personas, pero comenzando por los más pequeños del Reino de Dios, por aquellos que primero viven las Bienaven¬ turanzas —quizá sin saberlo— en el do¬ lor, la opresión, la incultura, la falta de justicia, la incomprensión, el olvido, la marginación. Y a quienes vuestra presen¬ cia debe devolver la esperanza de com¬ partir con Jesucristo unos mismos sen¬ timientos para la edificación dinámica del Reino, que exige, a quienes desean for¬ mar parte de él, la limpieza de corazón para poder ver y conocer a Dios, revela¬ do en Jesucristo . A vosotros, queridos hermanos sacer¬ dotes del Presbiterio de Mallorca, os rue¬ go veáis en este recuerdo de un hermano nuestro que vivió en otra época, no una evocación puramente histórica; sino el deseo de estar en comunión con quie¬ nes, en la fe y en el ministerio, nos han precedido al servicio del Pueblo de Dios e, iluminados por el Espíritu Santo, no han escatimado ningún esfuerzo por ser dóciles a la Voluntad del Padre en orden a la edificación de la Iglesia, sirviendo afanosamente a los hombres y viviendo, día a día, una verdadera fidelidad a Je¬ sucristo, el Maestro y el Señor, ayuda¬ dos siempre por el ejemplo fiel de Ma¬ ría Inmaculada. Queridos hijos de la Iglesia de Mallor¬ ca: que el recuerdo de Don Gabriel-Ma- riano Ribas de Pina avive en nosotros el afán de buscar con firmeza nuevos mo¬ dos de expresar nuestra fraternidad cris¬ tiana abierta a todos: a las necesidades nuevas de la Iglesia, a los urgentes ser¬ vicios que debemos prestar a tantos her¬ manos nuestros que están a nuestro al¬ rededor y a quienes quizá no hemos des¬ cubierto todavía, con sus cansancios, sus debilidades, su hambre y sed de justicia, su necesidad de ser amados y respeta¬ dos y su deseo, a veces difícilmente ma¬ nifestable aunque exista, de conocer a Je¬ sucristo. Que el esfuerzo callado y evangélica¬ mente eficaz de Don Gabriel-Mariano, nos espolee, nos interpele y nos ayude a con¬ vertimos a un mayor servicio de Jesu¬ cristo y de todos los hermanos. Palma 14 de julio de 1973. Os bendice con gran afecto. TEODORO UBEDA, OBISPO DE MA¬ LLORCA. ¡ENHORABUENA, P. ANTONIO BARCELO MORA! Los días 29 y 30 de Junio y 1.” de Julio de 1973 ha tenido lugar el Consejo Na¬ cional de la TOF, que ha revestido gran importancia porque, entre otros asimtos, se celebró la elección del Asistente Es¬ piritual del Consejo y de la nueva Junta Nacional. Era la primera vez que ambas eleccio¬ nes se hacían de acuerdo con los nuevos Estatutos recientemente aprobados por los Padres Generales de la TOP, en Ro¬ ma. El R. P. Antonio Barceló, TOR, resultó elegido como Asistente del Consejo; pero ante la ambigüedad a que daba lugar la interpretación del artículo de los Estatu¬ tos relativo a dicho cargo de Asistente del Consejo, pues no quedaba claro si se¬ ría al mismo tiempo Asistente de la Jun¬ ta Nacional, se procedió a una segunda votación, en la que resultó unánimemente elegido de nuevo el P. Antonio Barceló. Nuestra opinión es que la TOF de Es¬ paña va a continuar beneficiándose mu¬ cho al seguir teniendo como Asistente del Consejo y de la Junta Nacional al P. Barceló. A los que hemos trabajado cer¬ ca de él por la TOF, nos ha edificado siempre por su entrega total, humilde y efectiva. Con toda sinceridad pensamos que su actuación va a ser providencial para impulsar a la TOF de España en estos tiempos difíciles. Estamos seguros de que el P. Barceló va a continuar con más entusiasmo aún su trabajo en la búsqueda de nuevos caminos de la es¬ piritualidad franciscana adaptados a los tiempos actuales. Damos, por tanto, nuestra enhorabuena al P. Barceló, y deseamos que sepa que los terciarios españoles tenemos puesta totalmente nuestra confianza en él y en su labor abnegada, silenciosa y fecunda. Que el Señor se digne favorecerle co¬ piosamente en la realización de su cargo. CARMEN MORA Vice-Ministra Nacional T.O.F. 8 flaoHOtHÍa tie San TrtxHcisco Jt7GI.A.Il DK X.A. PA.Z: Después que el seráfico Padre compuso aquel himno en honor de la creación, que intituló Cántico del hermano Sol, aconteció que entre el Ohispo y el magis¬ trado, o potestad civil de Asís, se suscitó una cuestión bastante grave, llegando a tal punto de tirantez, que el Obispo pronunció sentencia de excomunión contra el magistrado, y éste, a la vez, publicó un bando prohibiendo a todos los ciuda¬ danos vender o comprar cualquier cosa al Obispo o hacer con él trato alguno. Enterado de esto el bienaventurado Francisco, que a la sazón se hallaba en¬ fermo, se movía a piedad con ellos, sobre todo al ver que nadie se preocupaba de ponerlos en paz. Por lo cual dijo a sus compañeros: Grande vergüenza es para nosotros, pobres siervos de Dios, al ver que el Obis¬ po y el magistrado anden enredados en estas cuestiones, sin que haya una sola persona que trabaje por restablecer entre ellos la paz. Y con tal ocasión al momento añadió estas estrofas al citado himno: Alabado seas. Señor mío, por todos cuantos por tu amor padecen enfermedad y tribulación, y por tu amor perdonan las ofensas. Los que esto hicieren, benditos por Ti serán, en verdad; mucho más si procedieron hermanados con la paz, pues por Ti, Altísimo, coronados serán. ESPEJO DE PERFECCION, cap. X. "Ramón Ríuíí FIGUERES I FIGUES Una vegada s’esdevengué que hi hagué gran qüestió entre el pi, el datiler i la figuera, dient cadascú la noblesa que li havia donada la natura sobre l’altre. ...La figuera deia que perquè tot son fruit era dolqor i era tot bo, valia més que els altres (BLANQUERNA, c. 52). Alguns arbres hi ha qui no tenen flors, així com la figuera, i això es perquè el fruit es fa en les rames; i això és per la gran abundància de calor i humiditat en què es fa la digestió abans que en les altres complexions; en la qual abundàn¬ cia de calor i humiditat estan les figues, i per això són més plaents per a menjar que els altres fruits (ARBRE DE SCIÈNCIA, De les flors de l’Arbre vegetal). Digueren les cireres a les figues que elles venien prim.eres, i digueren les fi¬ gues que ells eren més desitjades que les cireres (ARBRE DE SICIÈNCIA, De i’Arbre exemplifica!). Ramon, ¿per què les figues son més plaents per a menjar que els altres fruits? (ARBRE DE SCIÈNCIA, De les qüestions de les flors de l’Arbre vegetal). QÜESTIÓ.—Intemperança, ¿per què són els homes peresosos en agost? SOLU¬ CIÓ —Respongué i digué que els homes són peresosos en agost perquè estan plens de figues i de most (ÀRBRE DE SCIÈNCIA, De les qüestions d’intemperança i dels vicis amb ella mesclats). 9 CONFLICTO GENERACIONAL por Gregorio Mateu, T. O. R. La juventud es el signo de nuestros tiempos. Y no sólo por su número, sino sobre todo por su sincero deseo de en¬ cuentro con un hombre diferente, un hombre nuevo. En esa búsqueda apa¬ sionada encuentra serias dificultades. A medida que el niño crece física¬ mente, también lo hace en el des¬ cubrimiento de la libertad. Y va cono¬ ciendo un mundo nuevo que se le escapa a su forma normal de comprensión. Le aparece en contradicción con todo cuan¬ to le han enseñado. Lo que ayer era ver¬ dad, hoy es mentira; lo que antes estaba totalmente prohibido, ahora se tolera. Po¬ co a poco va descubriendo que la ley y la justicia no siempre van unidas. Los jóvenes no pueden aceptar en prin¬ cipio las metas supremas que se ha ci¬ frado nuestra sociedad, tales como el prestigio social, el éxito humano, el di¬ nero, etc. Ello provoca una lucha tre¬ menda en su interior al quererse edificar una perfecta jerarquía de valores. Las exigencias morales del joven son pronfundas, y esto le lleva a una crítica total de los valores de nuestras sociedad adulta. FORMACION DE LA PERSONALIDAD El adolescente es capaz de reflexionar y el primer objeto de su reflexión es su propio yo. Su primera crisis radica en su identidad personal. Su cuerpo se está tiansformando notablemente y estas transformaciones implican una difusión del yo, una crisis de identidad del yo, justamente en el plano corpóreo, y que se refleja en el trato con los demás. El joven rechaza los modelos adultos y que antes eran su punto de referen¬ cia, y los busca entre compañeros de su misma edad. Son modelos característicos del grupo de sus compañeros. Desea es¬ tar junto a sus compañeros, acepta los valores que éstos imponen. Si el joven no logra entrar en contacto con los de su edad y vivir en grupo, encontrará gra¬ 45321.—NEexcigsnidavesdificultadesparaintegrarsedespués al mundo de los adultos. La «pandilla» tiene que madurar al muchacho, ayudar¬ le a solucionar dificultades, crearle pro¬ blemas. La familia y la escuela, que son las dos estructuras educativas fundamentales, han mantenido, hacia, los jóvenes, una posición eminentemente de dependencia de tipo autoritario. Por otra parte, las estructuras de nuestra sociedad han fa¬ cilitado muy poco el ambiente propicio para la integración del joven de nuestro mundo y para la maduración de su per¬ sonalidad. Esto ha dado lugar a una sub¬ cultura juvenil que corta amarras con el pasado y se manifiesta en rebeldía. ¿QUE QUIEREN LOS JOVENES? Los especialistas han estudiado la cues¬ tión de las exigencias de la generación joven; de pertenecer a algo. de autonomía y respon¬ sabilidad. de alegría y fe en el fu¬ turo. de confianza y seguridad en sí mismos. de integración social. Creemos que la necesidad de autonomía y dependencia puede resumir todas las demás reivindicaciones juveniles. El jo¬ ven, más que nadie, tiene necesidad de apoyo y sustentación en el otro. Y al mis¬ mo tiempo tiene necesidad de separarse de él para apoyarse en sí mismo. Depen¬ dencia y autonomía deben conjugarse y completarse. Cualquier tipo de preferen- 10 cia en uno o en otro sentido repercute negativamente, creando regresiones o es¬ tancamientos en el proceso formativo. El paternalismo, la excesiva rigidez impiden y dificultan el proceso normal de la li¬ bertad y evitan una maduración autén¬ tica. La razón es clara: no podemos dar a la persona en formación una vida sin riesgos. El extremo opuesto, la carencia afec¬ tiva, la falta de seguridad y apoyo ofrece también serias dificultades, puesto que engendra temor y desconfianza. El jo¬ ven espera una ayuda desinteresada, con¬ fía en unos adultos equilibrados que le ayuden, sin presionarle, a conquistar la ruta de su personalidad. DIALOGO La comprensión, el diálogo, la discu¬ sión y el contraste de pareceres pueden ofrecer un camino viable para la solu¬ ción de la crisis sin tensiones ni perjui¬ cios generacionales. No es fácil para el educador mantener el equilibrio, someti¬ do como está a tensiones de todo tipo. Por otra parte, es necesario que en todo diálogo exista un lenguaje que sea inte¬ ligible para todos. Sin un adecuado len¬ guaje falta la comunicación. El vocabulario del joven es muy rico en cuanto a las disciplinas escolares y muy pobre en la vida de relaciones so¬ ciales. Creemos que no es posible ha¬ cerse entender sino por aquel que es igual a uno. Hay que estudiar y comparar más los comportamientos que las palabras. Esto nos permitirá entrar en el mundo del lenguaje del otro. La búsqueda del joven es muy amplia. Las cosas por las que se preocupa son muy amplias, desde la miseria de los abandonados, hasta el trabajo y la re¬ tribución de los obreros; desde el poder de los que están bien provistos hasta la miseria de los indigentes. Si buscamos un verdadero diálogo entre jóvenes y adultos tendremos que rechazar el enfo¬ que tradicional: «interrogando los jóve¬ nes y respondiendo los adultos». El diᬠlogo necesario se fundará hoy, no ya en la noción de dependencia, sino en la de complementariedad. Los adultos tienen algo que recibir de los jóvenes; deben ver a través de sus ojos y sentir mediante sus emociones y reacciones, caminando a su lado y participando en sus descubri¬ mientos. Todo esto supone un esfuerzo, una bús¬ queda y una participación. Será la con¬ fianza y seguridad en sus propias posi¬ bilidades lo que hará al joven dinámico y lo llevará a precisar sus aspiraciones. r ^ Todos hemos de ayudar a las misiones. Al menos con nuestra oración y nuestros sacrificios ofrecidos por la dilatación del Reino de Dios. Pero a más de uno de nuestros lectores puede su conciencia dictarle la necesidad de ayudar también con alguna limosna. Si quieres que sea a favor de las misiones que regenta la Provincia Española de la T. O. R., envía tu donativo al P. Procurador Provincial de las Misiones. - Convento de San Francisco. - Tel. 211212. - Palma de Mallorca. V J ^ ^ No tires ios sellos usados. Con ellos puedes prestar un buen servicio a las misiones. Puedes enviar los sellos usados que tengas a: Procuraduría Provincial Misiones T. O. R. - Convento de San Francisco. - Tel. 211212. - Palma de Mallorca. > n H O L A N D A (Apunts de viatge) 12 Ves a Holanda! Recorre-la de banda a banda —és gratuita la propaganda!— i en romandràs tot encantat. Aniràs per llargues carreteres, amples, planeres, i veuràs per cada costat extensos jmsturatges on la vaca s’hi destaca; la vaca omnipresent hi és en el bell paisatge neerlandès. Ah! i no lli és impunement —s’han de saber totes les coses!— perquè l’olfacte sent, perquè el nas participa d’una feixuga olor, que no és de roses; no, no ho són tot gentils flors de tulipa a Nederland! De tant en tant et porta l’aire onades d’una flaire sufocant. Aquest capritxós gatge volen la bona llet i el bon formatge! Però, continuem nostre esplèndid viatge. Tot camí fent descobriràs qualque molí de vent. Són molins de simplicitat —quasi molins d’eternitat—: només un encreuat de quatre antenes, ara sempre immòbils i serenes, orgulloses del «polder» que han guanyat a la mar, en dur combat... Envant! Si massa ens aturam, d’hora no arribarem a Amsterdam. Deixem, doncs, Rotterdam. amb el seu port immens, un port per on hi passen els vaixells de tot el món. No ens parem a La Haia, la del Palau Reial, la del alt tribunal internacional; i la del roserar que ulls i nas val per mirar i olorar. Deixem també, a ma dreta, la ciutat d’Utrecht, la dels tractats famosos i... mant plet! I ara, a la fi, ja estam a Amsterdam (— «dic del riu Amster»; en «dutch» dic es diu dam), la bella urbs dels jardins i de les flors, honrades i estimades com a vius tresors —un cel condescendent sovint les banya, quan no amb pluja desfeta, amb la cama d’aranya—, la ciutat dels grans parcs i dels aucells que et vénen a la mà, tan confiats són ells; la ciutat dels canals concèntrics i dels mil ponts; de les cases simètriques i d'uns idèntics tons —veges una de les cases d’Holanda particularitat femenina: a les finestres hi ha sempre una blanca cortina brodada i ornada de randa molt fina—. Quin bell encís navegar pels plàcids canals a encesa de llums! Sens trasbals frueix l’esperit, passant per sota els ponts, sentint tal volta els mel.liflus sons d’un rossinyol que canta entre l’espessa fulla d’un gran desmai que en l’aigua la branca remulla... I mentrestant la guia et va explicant això que es veu a un i altre flanc: aquí un noble palau; allà la vella església de Sant Nicolau; i més enllà, a la dreta, la casa d’Anne Frank... També la guia et dirà, en francès, que són diferents els «pignons» de la façana de les cases: en coll de botella, en forma de campana... I no, no ens oblidam de nostra bella eixida a Volendam (—dam, el sufix tan i tan freqüent en els topònims, com ho estàs veient; és que Holanda és l’esforç, brau, decisiu, de posar dics a la mar i al ñu). Volendam! i exclamen tots d’acord: Com un betlem! —com un betlem del nord—. Casetes totes iguals; pertot, als finestrons, l’alba cortina; fumegen els fumarais; cau una fresca brusquina; bufa un airet fi que estremiments de fred ens fa sentir. Volendam és una diminuta vila vora un gran llac on s’hi pesca l’anguila; l’anguila que es torra a vista de la gent i es menja així, rònegament, sens pa ni condiment. Mes el peix, que té forma d’un petit ofidi. no veim que al tast els turistes convidi. Més interessa comprar una peça de bon formatge (qualcú de Son Servera espera fer-ne ja companatge amb les darreres figues flors. En tot s’ha de pensar: en l’ànima i en el cos) o bella porcellana típica del lloc, i si no, un «souvenir» que valgui poc... En versos barroers t’he fet només ^ un simple «sketch» obscur, sense color; de quant l’ull véu, l’urgent impressió. Sagrats pinzells de Hals, de Steen i de Rembrandt: vosaltres, sí, copsàreu la vera Nederland! 26 juliol de 1973. Fra M. C., T.O.R. FIGUERES, FIGUES I FIGUERALEBS* A sa figuera siscel tot lo dia Vhe rodada: cap figa li he trobada per enviar an En Miquel. —Catalina, tu tens figues : les tens a carretades: ¿Me’n vols dar dues grapades i jo i tu serem amigues? En el món no trobareu com figues bordissots blanques, paratjals i comandantes, qui fan posar bona veu. En es pou de Sa Garriga ii'hi tenia una verdal: no li puc coir cap figa, perquè no té cap cimal. En Juan de Sa Font Santa se morí de sessions, perque va menjar figons d’una figuereta blanca. Jo en menjaria de figues, de rotges i d’aubacors: Ses bordissots són millors, si en tenia de cóides! —Mestre Francesc Rosselló, ¿que en voleu de martinenques? —M’agraden ses primerenques, però ses tardanes no. Posaria messions cpie se’n duran En Riera. Molt m’agrada una figuera carregada de figons. Sa figa per esser bona ha de tenir tres senyals: crivellada i secaiona i picada d’animals. * Cançons seleccionades del CANÇONES PO¬ PULAR DE MALLORCA, vol. segón, de Rafel Ginard Bauçà, T.O.R. Sa figuera alacantina és a mitges amb mu mare: sa paratjal, de mon pare; sa rotja de sa padrina. Sa figuera bordissot que tenia en es racó, l’esiojava p’es senyor, i era menjarà foc! Sant Jaume se’n du ses flors; Sant Miquel, ses agostenques; Sant Andreu, ses martinenques, i a Nadal menjam arròs. Saps que d’avui endavant que la hi veuràs bona estona, u sa figa secaiona en es cap d’es brot penjant! Ses figues flors, cucarelles; bones són ses aubacors. Aqueixes menjareu vós si vos casau a Sencelles. Si véns an es figueral, te convid a menjar figues: les te donaré cóides f7 esques, i no et faran mal. Tot lo dia jo cui figues i no n’he menjada cap, perque són alagantines, d'aquestes no me n’agrad. —Una figa bordissotenca ¿qui la desembordissotarà? —Jo la desembordissotaré; ja desembordissotada està. Una figuera he sembrada rotja, per fer dos esplets. Voldria que es buscareis tots lli tenguessen posada. Adiós, figuera rotja jo me’n vaig a s’aubacor. S’espigolera major d’aquesta possessió a sa coa du es rellotge. 14 Amh sos peus plens de veixigues cada dia un figuerol, si un s’hi pega tot sol, li fuig sa talent de figues. Com vaig arribar en es pou d'aquell lloc de Son Baró, vaig dir: —Al·lotes, feis claror dc dins es sequer, si hi sou. Com ve es temps de figues flors, ella se’n va a ses figueres: d’es mantell en fa banderes i ara ja no en té tros. Cui figues, figuerolera, per s’hivern, com farà fred: anirem a fer rotlet a s’ombra d’una figuera. Demà serà Sant Llorenç i anit fan sa revetla, i tothom vetla qui vetla ses figues si van a querns. De mon pare són ses flors, de mu mare ses ’gostenques, tardnnes i primerenques, i per jo dolçor p’es cos. Des que som figueraler ses dones m’empopiolen: com més en don, més en volen de figues per un dobler. El món roda com un torn i rodant se desespera. Me’n pren com una figuera carregada de figons. El pobre figueraler passa la vida penada: quan veu una ennigulada que té tauleta posada, corrents estoja es .sequer! En esser a’s capcurucull de sa figuera aubacor, tant si és figa com figó, en arribar-li, ja el cui. En fer un llamp, ¿que no te senyes, perque Déu te guard de mal? Vaig sembrar un figuerol tot de figueres porquenyes. Es primer acop paratjal que en el món se va secar, ¿sabeu qui el va pellucur? D’Algaida Na Bet Verdal. Figues rotges cucarelles, paratjals i aubacors, bona amor, coireu vós, d’es figuerol de Sencelles. Jo en tenc una martinenca, petita com un garbell. i ne té a cada ramell, dic, de figues més de trenta. jo ja tenc es paner ple de figues alagantines. Per aquí hi ha fadrines que se treuen ses espines abans d’aficar-les-sè. Jo n’estic a’s capdamunt, estimat, de sa figuera, i tu estàs enmig de s’era que fas cara de difunt. M’agraden ses figues seques i d’estiu no en sé secar. Un homo qui compra es pa deu fer ses llesques primetes. Menjaria figues flors enc que fossen cucarelles. Jauria amb ses bergantelles de Sant Juan i no gos. ¿No estàs empegueit? de fer de figueraler? ¿A.ltra feina no sap fer un jove tan presumit? Oh gloriós Sant Marçal, vós qui curau de dolor. D’una part és aubacor i do s’altra paratjal. Sa nostra figueralera n’és caiguda d’un cimal, i diu que no s’ha fet mal perque pensàva amb En Pere. Ses figueres aubacors no n’han tengudes d’inflades, per això vos n’he enviades de rotges, que són millors. Ses figues juriolenques me fan davall an es cos, i se diuen figues flors perque no són agostenques. Tres figues té madó Clenxa, totes tres tenen igual: sa primera és sa verdal, sa segona, paratjal, sa tercera, martinenca. Una figa martinenca, crivellada, fa paper. I jo també que en faré si arrib a esser porrerenca. Una figuera verdal fa sa fruita apreciada. Jo no te vui per cunyada perque ets massa paratjal. ¿Vols que et diga es meu cabal d’aquí endavant que he mester, Un ganxo i un paner per anar an es figueral. FIGUERES I FIGUES Per a descontaminar-se un poc de tanta literatura insulsa —per a no quali£icar-la, amb mes acritud i exactitud, de malsana o pestilent— que avui s’expen (és un avantatge que molta d’ella, sobretot la que es diu poesía, vagi escrita en ims termes estranys, caliginosos o sibil.lítics, perqué així esdevé inintel·ligible i, per consegüent, innocua), és un bon remei retornar periòdicament a les nostres cançons populars. Efectivament, aquestes estan sempre plenes i gojoses de sol i de color, són sanes i saboroses com un plat de figues flors o bordissots, madures i fresques, que, només d’escriure’n el nom, ja ens fan denteta. Diguem-bo una vegada més: les cançons populars són el vistosíssim basar on hi és instal·lat el tresor de la nostra llengua, amb tota la seva brillantor i colorit; en les cançons populars s’hi troben àmpliament exposades, ensenyades i demostrades les diverses característiques de la fo¬ nètica, morfologia, sintaxi, lèxic i, fins i tot, de la mètrica del català mallorquí. Dins les cançons populars hi és esmentada la nostra geografia, la nostra història i, més abundantment, el nostre camp, la nostra agricultura amb els diferents cultius i feines corres¬ ponents, els nostres costums, les nostres creences, etc. En resum: són el gran exponent del nostre riquíssim folklore. En aquesta ocasió hem posat els ulls damunt el lema de les figueres i les figues. INo s’obli¬ di que el de setembre és el mes en què la collita de les figues està a la plena. Durant aquest mes una part molt important de l’activitat de la pagesia no muntanyenca era absorbida per les figues. Us acostàssiu només a una casa de camp i tot d’una ja us envestia una certa olor grassa, com a de plenitud. Venia de les figues del sequer, posades al sol, que anaven deshidratant-se i augmentant encara més la seva dolçor. Una dolçor tan intensa i tan agradable com la de la mallorquina no l’hem trobada mai en les figues recol.lectades en qualsevol altre indret de fora Mallorca. Però la figuera, que fins ara havia estat l’arbre més típic, i sovint el més freqüent, del pla mallorquí, està en decadència. Moren moltes figueres de decrepitud o de malaltia; i no se’n planten de noves. Altres són arrabassades violentament per a dedicar el terreny a altres cultius o a l’especulació urbanística. Les figues, que s’han de collir en estat de completa maturitat, són rma fruita de difícil comercialització. Les seques podrien comercialitzar-se si en la seva preparació poguessin uti¬ litzar-se procediments mecànics. L’excés de manipulació humana exigida per manca de dits mitjans mecànics, fa actualment inviable o prohibitiva la producció de figues seques. Per altra banda, l’ús dels «piensos» composts, de cada vegada inés estés, per a l’alimentació i engreixament dels animals, ha suplantat el de les figues, moltes de les quals es perden en les mateixes figue¬ res. I és dóna la paradoxa d’esser ara Mallorca, terra de grans figuerals, importadora de figues seques, de països menys desenrotllats que el nostre, naturalment. Perdoni’s aquesta llarga digressió comercial o mercantívola, impròpia d’aquest lloc i de la nostra ploma. Com no podia esser d’altra manera, a l’entorn de les figueres i de les figues hi anà sorgint una copiosa terminologia, una llarga renglera de mots referents o relacionats amb l’arbre i el seu fruit. Solament a Mallorca ja són nombrosíssimes les varietats de figueres o de figues, cada nna amb el seu nom respectiu, millor dit, amb els seus múltiples noms respectius, ja que una mateixa varietat té sovint denominacions diferents segons la localitat (un mateix nom de¬ signa la varietat de l’arbre i del seu friüt). Les cançons populars seleccionades en la «Pàgina literària» donen fe d’una petita part de l’esmentada terminologia. Són mots que registra el diccionari. No sabem que existesqui una monografia especial sobre les figueres i les figues ni sobre el treball que es relaciona, o es re.^ lacionava, amb ells. Només el simple vocabulari ja faria voluminosa dita monografia. Nosaltres, no podem allargar-nos més en aquest comentari. L’espai no ens bo permet. Fra M. C., T.O.R. 16 MUE:TA CURIA PROVIMCIAL Día 21 del pasado mes de julio, en este Convento de San Francisco de Palma y bajo la presidencia del Rdmo. P. Luis Secondo, Ministro Ge¬ neral de la Tercera Orden Regular de San Francisco, quedó constituida, para el próximo cuatrienio, la Curia Provincial, en la siguiente forma; MINISTRO PROVINCIAL: P. Miguel Tous Gaya. CUSTODIO PROVINCIAL: P. Gabriel Ferrer Llabrés. DEFINIDORES PROVINCIALES: P. Francisco Batle Pons. P. Evelio de Lamo Fernández. P. José Angulo Quilis. P. Corpus Izquierdo Barrero. SECRETARIO PROVINCIAL: P. Jaime Fe Corró. Felicitamos a la nueva Curia, augurándole un fecundo trabajo para bien de nuestra Provincia Franciscana y de la Iglesia. 17 Ttuesiras misiones ^ cEL MISIONERO TIENE QUE ENCARNARSE». «Respetar, en principio, todo lo bueno que tiene aquella gente, aunque sea anticuada, y, poco a poco, promoverla». $ «Los Bolivarianos, muy hospitalarios». Recordarán nuestros lectores que la entrevista sostenida con el P. Sebastián Ramis Torrens, único misionero en toda la provincia de Bolívar Prelatura de Huomochuco, (Perú), quedó cortada en el último número de esta revista. Hoy damos a conocer con sumo gusto la segun¬ da parte de las abundantes noticias que nos dejó el citado hermano de nuestra T. O. R. —¿Cada cuánto tiempo pueden oir misa y recibir los sacramentos los católicos de Bolívar? —La capital recibe con cierta frecuen¬ cia la visita del párroco. Suelo ir cada mes. Incluso alguna vez permanezco unos quince días sin moverme de dicha capital. Los distritos, empero, sólo pueden ser '^tendidos una vez cada tres meses, si bien ocurre en alguna ocasión que no lle¬ gan ni a eso, debido a otras exigencias pastorales. A los anexos y caseríos más cercanos suelo ir tres veces al año; a los El P. Sebastián Ramis con uno de sus tcholitos», foto* grafíados ¡unto al Maroñón. que están más lejos, les puedo atender una o dos veces cada año. Suele ser una más que dos, por falta material de tiem¬ po. —^Aparte de la Comunidad Católica, ¿existen allá otras Comunidades Cristia¬ nas? —Sí. Los Adventistas del séptimo día, lor Reformistas y los Testigos de Jeho- vá. Los Adventistas tienen seis templos pa¬ ra reunirse. Los Reformistas tienen cua¬ tro. Los Testigos de Jehová todavía no tienen salón para reunirse. Ni creo que lleguen a tenerlo por ahora, pues nu s tros bolivarianos no se dejan cautivar fᬠcilmente por otra religión. —¿Por qué no tienen ni un solo con¬ vento en Bolívar las Franciscanas Hijas de la Misericordia? —El P. Sebastián Maimó Enseñat em¬ pezó la construcción de un colegio y de una casa para las citadas Franciscanas, establecidas, como sabes, en las ciudades de Huamachuco y Tayabamba. Mas, su¬ cedió que la enseñanza, a partir del año 1969, empezó a sufrir una gran transfor¬ mación. Nada menos que se trataba de que los Colegios e Internados que estu¬ viesen regidos por Religiosas tenían que ser estatales. Además, según otra resolu¬ ción del Ministerio de Educación, la en¬ señanza tenía que ser mixta. Excuso de¬ cirte que con tal determinación del Es¬ tado pierden su finalidad los colegios re¬ gentados por religiosas, pues dicha fina¬ lidad era asegurar el buen nombre de las alumnas, dando una seguridad a sus pa¬ dres por el comportamiento moral de sus hijas. Por otro lado, al no poder tener inter¬ nado se tendría que plantear seriamente el modo de ayudar a la Fraternidad de Franciscanas de Bolívar —en el caso de que fundasen allá—, pues no hay medios de subsistencia debido a la pobreza y a la falta de recursos económicos de la gente de Bolívar. 18 —^Antes de que la T. Ot R. de España se hiciera cargo de la Prelatura de Huamachuco y, por tanto, de Bolívar, ¿quién se encargaba del bien espiritual de aque¬ llos habitantes? —Dicha Provincia no tenía párroco; ni titular ni estable. Sólo una vez al año —^para el día de la fiesta patronal— era solicitado un sacerdote con el fin de que realizara los actos religiosos y adminis¬ trara los sacramentos. —¿Quiénes han sidio tus predecesores en el cargo desde que cuida de Bobvar la T.O.R.? —Remontémonos al primer año de nuestra llegada a la Prelatura (1961). Mons. Damián Nicolau, que ya llegó allá con los poderes de Administrador Apos¬ tólico, empezó inmediatamente a reco¬ rrer —acompañado de algún otro reli¬ gioso nuestro— las tre provincias de di¬ cha Prelatura. Vistas las distintas nece¬ sidades, se pensó que nuestros hermanos de hábito se establecieran en estas tres ciudades: Huamachuco, Tayabamba y Bolívar. Desde cada una de aquellas tres Fraternidades, nuestros sacerdotes irían cuidando pastoralmente de toda la in¬ mensa prelatura. Pues bien; fue entonces cuando enviaron a Bolívar a los PP. Bar¬ tolomé Vanrell y Sebastián Maimó En¬ senyat, ambos, por cierto, hijos de Petra. El primero iba como Superior y Párro¬ co; el segimdo, como vicario. Mas, a los pocos meses de haber llegado nuestros frailes a Huamachuco, se vio la necesi¬ dad de tener una casa de la Orden en Lima, aprovechando un buen ofrecimien- lo. Dicha fundación sería una valiosa ayu¬ da para los que, entonces y ahora, iría¬ mos trabajando dentro de la Prelatura. Fue entonces cuando el P. Vanrell fue destinado a la capital del Perú, quedán¬ dose encargado de toda la provincia de Bolívar solamente el P. Maimó. Este —puntualízalo, por favor— trabajó mu¬ cho, bien y desinteresadamente por el pro¬ vecho material y espiritual de dicha pro¬ vincia, de tal forma que, con motivo de haber sido construida y acabada la igle¬ sia matriz de Bolívar, los hijos de aque¬ lla ciudad esculpieron, en uno de los mu¬ ios del nuevo templo, estas agradecidas palabras: «El P. Sebastián Maimó, T. O. R., fue el artífice material y espiritual de esta obra imperecedera». Relevó al P. Maimó im primo hermano suyo, el P. Jaime Mas Ensenyat, igual¬ mente paisano del gran apóstol francis¬ cano de California, Fr. Junípero Serra, O. F. M. Y al P. Mas le sucedió el P. José Gelabert, natural de Pina. Uno y otro tra¬ bajaron también incansablemente y me dejaron muchas papeletas resueltas. Se les recuerda a todos con muchísimo ca¬ riño. Lo he comprobado en multitud de¬ ocasiones. —¿Virtudes de los boUvarianos? —Entre otras: son muy hospitalarios. Aun siendo pobrísimos, me invitan con¬ tinuamente para que vaya a comer con ellos. Se apañan como pueden —y a ve¬ ces no sé cómo— para aclarar cuál es el día de la fiesta onomástica o el cum¬ pleaños del Padrecito. Indagaciones que sólo tienen un objetivo: rendir un ho¬ menaje al Padrecito. Incluso cuando me he ausentado antes de alguna de dichas fiestas, o cuando me he retrasado en lle¬ gar el día que me esperaban, siempre han tenido la delicadeza de acordarse de ca¬ da una de las citadas fiestas, de forma que me han dado la sorpresa de antici¬ par o retrasar el agasajo. Siempre se han portado muy bien, tanto con mis ante¬ cesores como conmigo. Además, los pro¬ fesores y las profesoras se reúnen cada mes y entregan una cantidad de soles (la moneda peruana, equivalente, más o me¬ nos, a una peseta) al hombre que cuida del Padrecito. Así solucionan una parte del factor económico de la alimentación, etc. Y tenlo por muy seguro: si no hacen más es porque no pueden. —¿Lo que más te ha costado? —No me ha resultado difícil, no me ha costado mucho, no, el factor soledad; pe¬ ro sí me ha supuesto siempre un tremen¬ do sacrificio el aislamiento de la Fra¬ ternidad a la cual pertenezco: la de Hua¬ machuco. Sin olvidar la de Tayabamba. En los principios de mi estancia en Bo¬ lívar, tuve la suerte de contar alguna vez con los servicios de una emisora —de afi¬ cionado '— que tenía un amigo. Durante unos tres meses llegué a hablar una o dos veces por semana con mis hermanos de Huamachuco. Pero se fundieron las lámparar de la sencilla emisora y... «se acabó el carbón». Ahora, aunque hiciese arreglar dicha emisora, de nada me ser¬ viría, puesto que en los otros centros con los cuales quisiera y debiera comunicar¬ me tienen una emisora de tipo distinto. —¿Alguna alegría grande? —Bueno, yo siempre estoy alegre en y por mi quehacer apostólico en medio de esa gente buena y sencilla. No obstante, te diré que recibo una alegría muy gran¬ de cuando, después de dos o tres meses de ausencia, vuelvo a llegar a Huama¬ chuco, doy un abrazo a mis hermanos, tenemos un cambio de impresiones, me entero de las cosas más importantes que han ocurrido en la Iglesia, en la T. O. R., en nuestra Provincia de España, etc. ¡Y no te digo el alegrón que me supone el encontrarme con un montoncito de car¬ tas de mis familiares y amigos, cartas que (Continúa en la póg. 281 19 NUESTBA pequeña HISTORIA Tfíedio siglo atrás,,, Lo hemos hecho observar en otras oca¬ siones: los números de EL HERALDO DE CRISTO correspondientes a los meses de verano, seguramente debido en parte a la pereza estival y en parte a los inevitables cambios de casa que suelen sufrir los reli¬ giosos en tal temporada del año, han sido, ya desde antiguo, los más flojillos, los me¬ nos nutridos de redacción y colaboración propias. No fue excepción de esta regla el número de septiembre de 1923, como se irá viendo. El primer título: «Página dominical.—¡Yo creo en Dios!» Un bonito trabajo apologéti¬ co, pero con una firma totalmente descono¬ cida para nosotros. Nada menos que un Hilario Herranz Establet. Ahora sí, un nombre conocido, A. Ferrer, fundador del semanario artanense, LLEVANT, publicista, folklorista, que durante su ya lar¬ ga vida no ha cejado nunca en su noble in¬ quietud de promover lo regional, lo nuestro. Como se dirá más adelante, la iglesia de nuestro Convento de Artá, por obra y empe¬ ño del P. Pablo Puigserver, había sufrido un total remozamiento. El hecho se conmemo¬ ró con especiales solemnidades. Uno de los actos fue una tarde literario-musical. Se pu¬ blicaba el discurso que en tal ocasión pro¬ nunció D. Andrés Ferrer. El importante dis¬ curso, en mallorquín, rebosaba franciscanismo (en 1921 se había celebrado el séptimo centenario de la fundación de la Tercera Orden; aquellos actos venían a ser aún co¬ mo epílogo de la conmemoración centenaria) y regionalismo de buena ley. Iba a continuación la crónica pormenoriza¬ da de aquellas fiestas artanenses aludidas: Misa de Comunión General, por el P. Barto¬ lomé Salvá, Ministro Provincial, Misa de Pontifical por el P. Arnaldo Rigo, Ministro General, con sermón histórico por el Rdo. D. Cosme Bauzá, Pbro. etc. En el acto litera¬ rio-musical pronunciaron discursos, además de D. A. Ferrer, el P. M. Quetglas y D. A. Jiménez. Fueron cuatro los días de fiesta. De les religiosos de nuestra Orden que se citan como asistentes o actuantes sólo so¬ brevive el P. A. Mójer. Ahora ya venía una serie de trabajos es¬ pigados aquí y allá, de otras publicaciones: «Golpes de espiritismo», de Carlos Luis de Cuenca, el que fue chispeante poeta humo¬ rístico de EL DEBATE; «Un rayo de sol», tra- ducción de parte de un artículo del célebre publicista francés Alfonso Karr; la breve anécdota «Ir por lana»; y la bonita poesía castellana, «La barca cautiva», de Juan Gon¬ zález. Y hemos llegado ya a «Es Figueral», la contarella de Es Vey de Son Alegre, o P. Bartolomé Pons, T. O. R. Después del con¬ sabido diálogo, en el escenario indicado por el título, se concluía con lo que se quería demostrar: la milagrosidad de nuestra Seño¬ ra de Cura, relatándose una supuesta apari¬ ción de la misma. En «Crónica Franciscana», fruta del tiem¬ po: la renovación de cargos en nuestra Pro¬ vincia, con la formación del nuevo Definitorio: P. B. Salvá, Ministro Provincial; P. Miguel Vidal, Custodio; y Definidores, P. M. Quet¬ glas, P. P. Puigserver, P. J. Rosselló y P. E. Amer. Todos fallecidos ya. La Provincia entonces no contaba aún más que con seis casas, las existentes en Mallorca: Llucma¬ jor, Artà, Palma, Inca, Santuario de Nuestra Señora de Cura y La Porciúncula. De los Superiores nombrados en aquella ocasión no viven más que dos: el de Palma, P. R. Ginard Amorós, y el de Cura, P. Sebastián Rubí. El P. P. Puigserver fue reelegido Maestro de Novicios. En el caserío de Son Espanyol (Son Sar¬ dina) se habían establecido las religiosas franciscanas, en una casa hecha construir y donada por el piadoso y rico propietario D. Juan Aguiló. Se informaba de aquel hecho. En Manacor había habido imposición del hábito de terciario a 15 hombres y a 76 mu¬ jeres. Y habían emitido la profesión 11 hom¬ bres y 40 mujeres. En la «Necrología» lo más notable eran unos versos, firmados por X. (seguramente del Sr. Guasp, Pr.) y dedicados a Sor Mòni¬ ca Oliver, Religiosa franciscana, fallecida en Pórtol, el 7 de mayo de 1923. En la «Bibliografía» se recensionaba la edición monumental —calificación no exage¬ rada en este caso— de las Florecillas de San Francisco, con hermosísimas ilustracio¬ nes del eminente pintor D. José Segrelles. Igualmente se incluía la recensión de Vida de la Beata Catalina Thomás, escrita por el Rdo. P. Antonio Thomás, SS. CC. 20 Dos aspectos de la celebración centenaria habida en Pina el 1] del pasado mes de agosto. ftuesiras ç^ermanas franciscanas PRIMER CEMTTENíIlRXO DE MUERTE DEL PA.DRE PUMDikDOR ULAN COMENZADO LAS CELEBRACIONES Han comenzado los actos conmemorativos del primer Centenario de la muerte del Pa¬ dre Fundador de las Hermanas Franciscanas de Mallorca. Dichos actos van desarrollán¬ dose conforme al siguiente cesis, quien predicará la homilía. PALMA, DOMINGO, 16 DE SEPTIEMBRE.— HOMENAJE DE LOS TERCIARIOS FRANCIS¬ CANOS. PROGRAMA PINA, SABADO, 11 DE AGOSTO.—I CEN¬ TENARIO DE LA MUERTE DEL P. FUNDADOR. En la iglesia parroquial: 10’30, concelebra¬ ción de la Eucaristía, presidida por el Dr. D. Francisco Planas, Obispo de Ibiza. Predi¬ cará la homilía el M. I. Sr. D. Lorenzo Tous, Canónigo Lectoral.—16’30, conferencia sobre el tema «Petita història d’un home exemplar i providencial», por el Rdo. P. Gaspar Munar, M. SS. CC.; 19’30, oración del atardecer (Vísperas), presidida por el limo. Sr. D. Guillermo Fiol, Vicario General de la Dió¬ cesis. En la basílica de San Francisco: IS’OO, conceiebración de la Eucaristía, presidida por el M. Rdo. P. Miguel Tous Gayá, Ministro Pro¬ vincial de la T. O. R. La Congregación de Hijas de la Misericor¬ dia (Terciarias Franciscanas) se complace en invitar al Presbiterio diocesano; institutos y Congregaciones religiosas; profesorado, alumnas '' exalumnas de sus Colegios; ami¬ gos y bienhechores, al programa adjunto, y espera verse honrada con su presencia, agra¬ decida anticipadamente, que será testimonio de sincero afecto, comprensión cordial y es¬ tima generosa. PINA, DOMINGO, 12 DE AGOSTO.—HO¬ MENAJE POPULAR A MN. G. RIBAS DE PINA. En la iglesia parroquial: 11’00, celebración de la Eucaristía por el Rdo. P. Gaspar Mu¬ nar, hijo del pueblo. PALMA, VIERNES, 14 DE SEPTIEMBRE.— eXVIl ANIVERSARIO DE LA FUNDACION DE LA CONGREGACION. En la parroquia de Santa Eulalia: 19’30, concelebración de la Eucaristía, presidida por el Dr. D. Teodoro Ubeda, Obispo de la Dió¬ Sobre el primer acto conmemorativo del Centenario, tenido en Pina el sábado, día 11 del pasado mes de agosto, se nos remite la siguiente crónica: «Son las diez de la mañana. Un día de ri¬ guroso estío. Pero el peso del calor no im¬ pide que desde los puntos más diversos de la isla, vayan viniendo coches y más coches al pequeño y silencioso pueblo de Pina, que hoy ve rota su monotonía y silencio habi¬ tuales con música y repique de campanas, invitando a todos, y en especial a las Hijas del insigne Fundador, a elevar a nuestro Pa- 21 dre Dios, una sentida acción de gracias por el excelente don de la fundación que el Se¬ ñor quiso otorgar a nuestra tierra mallor¬ quina, por medio del celoso y sencillo sacer¬ dote, Mn. Gabriel Mariano Ribas de Pina, cuyo primer Centenario de la muerte hoy nos congrega. Con gozo, entusiasmo y fe van llegando las Hnas. Franciscanas. Su primera visita es, desde luego, a la tumba del P. Fundador. Una plegaria callada, profunda, personal, abre la jornada. Recibimos también, gozosas, a nuestras hermanas religiosas de otros Institutos, que quieren unirse a nuestra común acción de gracias. A las 10’30 horas de la mañana el templo parroquial acoge a todos en un ambiente de jubilosa fiesta. Junto a nuestra Madre General, Sor Cata¬ lina Martí Cabot, y Consejo, religiosas de todos los pueblos de Mallorca, Menorca, Península y algunas Hnas. de Italia, más la familia Ribas y las religiosas de otras Con¬ gregaciones, aglutinándonos todas alrededor del altar, para vivir en profundidad el acto central del día, la Eucaristía. Preside la concelebración el Excmo. Sr. Dr. D. Francisco Planas, Obispo de ibiza, en re¬ presentación de nuestro Prelado. Le acom¬ pañan en dicho acto el Rdmo. P. General y el Muy Rdo. P. Provincial de los Francisca¬ nos de la T. O. R., los sacerdotes de la Vi¬ caría Episcopal, Superiores del Seminario y otros clérigos y religiosos que han querido acompañarnos en nuestra plegaria de gra¬ titud. La homilía corre a cargo de D. Lorenzo Tous, Canónigo Lectoral. Nos invita a funda¬ mentar nuestra acción apostólica en la ver¬ dadera unión con Dios por medio de la ora¬ ción. Las comunidades religiosas hoy tienen más razón de ser que nunca. Ellas son gru¬ pos de amigos del Señor, los cuales, con su sencillez de vida, deben interpelar a ese mundo afanado y enloquecido por una in¬ controlada sed de felicidad y bienestar, que cada día nos deja más insatisfechos. La vo¬ cación religiosa seguirá teniendo valor de signo si nuestra actitud de servicio a nues¬ tros hermanos los hombres brota de la fuen¬ te del amor verdadero, Dios, e igual que su Hijo, sabemos dar la vida por el hombre. Para toda franciscana, es modelo de gene¬ rosidad, entrega y sencillez, el Padre que un día forjó nuestra diminuta familia, delinean¬ do la obra de Misericordia hacia el necesi¬ tado que había de constituir nuestro apos¬ tolado específico. Finalizada la celebración eucarística, se visita la tumba del P. Fundador, reciente¬ mente restaurada por la generosidad de la familia Ribas. Luego los asistentes son invitados a co¬ nocer la primera casa de la Congregación, que últimamente ha sido devuelta casi exac¬ tamente a su primitiva estructura, incluso en sus dependencias y utensilios. Si dicha casa parece presentar la apariencia de un museo a los visitantes, no así a las Hnas. Franciscanas para quienes aquella casita en¬ cierra una sublime enseñanza; la auténtica felicidad no la da la abundancia de bienes; «aquellas primeras hermanas eran felices, aun careciendo de muchas cosas». ¿Razón? Porque poseían la principal riqueza: tenían a Dios e intentaban darlo en forma de ser¬ vicio, alegría, sencillez, bondad, amor. Apren¬ damos tan elocuente lección. Por último se visita una interesante expo¬ sición de escritos y documentos relaciona¬ dos con la vida y obra de Mn. Gabriel Ma¬ riano Ribas de Pina. Con interés y entusias¬ mo, el Rdo. P. Gaspar Munar, SS. CC., de¬ dicó el tiempo requerido para la preparación de dicha exposición. El P. Munar ha sido siempre, y es, gran admirador de nuestro Fundador y alumno agradecido de sus que¬ ridas «Monges». A todos los visitantes y hermanas se ofre¬ ció un sencillo refresco, en ambiente de ver¬ dadera fraternidad. Por la tarde, en intimidad familiar, el P. Munar nos presenta y explica la biografía de Mn. Gabriel Mariano Ribas de Pina, que él mismo acaba de escribir. Otra vez nos congrega la oración del atar¬ decer. La preside el Sr. Vicario General, D. Guillermo Fiol, quien nos alienta a pro¬ seguir, en actitud renovadora, la obra em¬ prendida, hace ya 117 años, por los herma¬ nos Ribas de Pina. Pina, cuna de la Congregación y lugar don¬ de dio comienzo nuestra consagración per¬ sonal, hoy es de nuevo para todas nosotras como un reclamo. Si el mundo sufre, en diversas formas, la «miseria», la misión de la Hija de la Mise¬ ricordia no ha terminado; la debe proseguir con ánimo valeroso y alegre. Urge también conseguir en la juventud de hoy, un «stop» en su vida a veces frívola y vacía, para que capte que la felicidad mayor es, sin duda alguna, ser transmisores de bondad, de bien, de paz, de amor.» Sor Francisca Perelló Religiosa Franciscana 22 EN EL PRIMER CENTENARIO DEL NACIMIENTO DE AZORIN Día 8 del pasado mes de junio se cumplieron los cien años del nacimiento (en Monóvar, Alicante) del insigne escritor José Martínez Ruíz, que inmortalizó el seudónimo de «AZORIN». Azorín es un estilista fuera de serie. La claridad, la tersura, la difícil sencillez son las virtudes más relevantes del eminente escritor. Escríbase en el idioma que se escriba, el estilo literario de Azorín es muy digno de ser tenido en cuenta. «En pocos alcanzó la prosa castellana la perfección que alcanzó en él», ha escrito alguien. Y «maestro del lenguaje», le llamó Pío Baraja. Como modesto homenaje, insertamos un breve artículo periodístico, obra de la pri¬ vilegiada pluma del escritor hace pocos años desaparecido. Muir de la abstracción Por AZORIN Muchas veces oirá el político que le proponen que se haga en su patria tal o cual cosa que se hace en un país ex¬ traño. Son muchos los que claman por que en su país se dé una ley o se implan¬ te una institución como las que rigen y se han implantado en otros pueblos; mu¬ chos son los que creen que el bienestar de una nación se puede lograr por medio de tales trasplantaciones. El político habrá de reflexionar despa¬ cio sobre esto. Es posible que alguna ley o alguna institución de países extraños convenga al nuestro; es posible también que no convenga. Todos los países no son lo mismo; no es la misma historia; no es la misma su tradición; no son las mismas sus condiciones físicas; no son los mismos, en fin, sus hombres. De¬ be proceder, por tanto, con mucha cau¬ tela el político; él habrá de conocer lo que pasa en los países extranjeros; este conocimiento le servirá de auxilio en sus gestiones. Pero el político no debe acoger sin es¬ tudio, sin una detenida reflexión previa, las leyes, trazas e instituciones de otros países. Esto le puede llevar a gobernar con abstracciones; gobernar con abs¬ tracciones consiste en dar leyes sa- bias, justas, discretas, sí, pero leyes que no se acoplan ni tienen perfecta concor¬ dancia con la realidad para que han si¬ do hechas; es decir, que con toda su sa¬ biduría, justicia y discreción, estas leyes sólo lo serán tales en el papel, o, lo que es lo mismo, no serán eficaces. La labor del político ha de consistir en estudiar bien el país en que vive y go¬ bierna; él ha de conocer cómo viven y piensan sus compatriotas; conocerá la historia de su patria, las tradiciones, las costumbres, las diferencias que existen de unas regiones a otras,; conocerá tam¬ bién el grado de cultura de su país, sus condiciones físicas, lo que produce y lo que puede producir; estudiará el estado de las industrias y las modalidades y ca¬ racterísticas del arte. Luego, el político, con arreglo a tales datos, a tales estu¬ dios, hará las leyes y dispondrá su go¬ bierno. Es posible que los mismos que clamaban por las leyes e instituciones de otros países encuentren que las leyes e instituciones que ha creado el político no sean las que ellos querían; pero él habrá gobernado y legislado de acuerdo con la realidad de su país y el genio de su pue¬ blo, y sus leyes e instituciones serán eficaces. 23 Valor siempre en alza de la música religiosa del Maestro P. A. MARTORELL, T. O. R. De cada día va cotizándose más alto la inspirada producción musical del P. A. Martorell. Su nombre es, desde ya hace tiempo, intemacionalmente conocido. Es¬ ta revista se hace eco, con alguna fre¬ cuencia, de las actividades musicales del estimado Maestro: nuevas publicaciones, congresos,^ conferencias, cursillos, etc. Tu¬ vo mucha resonancia y es recordado con agradecimiento el cursillo que dirigió el año pasado en la iglesia de San Jeróni¬ mo de Palma de Mallorca. Las más recientes noticias sobre activi¬ dad y actuación musical del Maestro Mar¬ torell nos llegan ahora a través del dia¬ rio del Vaticano «L’Osservatore» (30-IV- 73 y ll-VI-73). Efectivamente, en una gran manifestación religiosa y civil con¬ tra la violencia, tenida, el segundo do¬ mingo de Pascua, en la Basílica de San Juan de Letrán (Roma) y presidida por el Emmo. Cardenal Vicario, con muchí¬ simas otras altas dignidades eclesiásticas y civiles y con asistencia de una muche¬ dumbre de fieles realmente excepcional, toda la parte musical del rito, consisten¬ te en una liturgia de la palabra, había sido compuesta expresamente por el Maestro Martorell, dirigiéndola personal¬ mente él mismo. El título del último can¬ to interpretado era éste: «Egli ha fatto cielo e terra». Recuérdese que el P. Anto¬ nio Martorell, T. O. R., es el director de la Sección diocesana por la música sa¬ grada del Vicariato. La Música del Maestro Martorell volvió a ser escuchada en la misma Basílica de San Juan de Letrán, el día de Pentecos¬ tés, al celebrarse la solemne ceremonia de la apertura del año de la renovación jubilar, que comenzó con la interpreta¬ ción del canto «Lo spirito di Dio riempie la terra». Una vez más, nuestra sincera congra¬ tulación al querido hermano reli¬ gioso por su brillante carrera, siempre ascendente, tanto en el campo de la pro¬ ducción musical, en particular, como en el de la musicología, en general. 24 Sor Francisca Ana Cirer, contemplada en la última y más breve etapa de su exis¬ tencia terrena, consagrada a Dios por los votos religiosos, fundadora y superiora de la comunidad de Hermanas de la Cari¬ dad instalada en su propia casa... Impo¬ sible comprender en un solo artículo cuanto debiéramos decir sobre este te¬ ma: sus aspiraciones al estado religioso desde jovencita; el sacrificio de verse privada de poder seguir por entonces el ideal de su vocación; su tardía determi¬ nación y lo inverosímil de su fundación 8 la avanzada edad de setenta años, y, finalmente, las causas determinantes que la impulsaron a realizar con ilusión di¬ cha fundación. Materia abundante y de interés pero más propia para una bio¬ grafía que para el comentario de un bre¬ ve artículo. Por tanto nos limitaremos a contemplar el maravilloso panorama de su vida espiritual en esta última etapa de su existencia mortal, que, aunque la más breve, fue sin duda alguna, en lo espiritual, la más densa, profunda, místi¬ ca, unitiva, en constante progresión ha¬ cia el glorioso «consummatum est» de su fecunda carrera. Difícil también intuir, a través de las rendijas de sus manifestaciones externas, la anchura y profundidad de su amor en su doble vertiente: hacia Dios y hacia el prójimo; la riqueza espiritual de su alma anegada en Dios, su íntima unión con El; la perfección lograda en sus virtudes, practicadas a lo largo de toda su vida en el avance continuo hacia las más altas cimas de la perfección cristiana. Si «ya desde su infancia —según dice su mejor biógrafo y testigo, el Rector Mo¬ linas— emprendió el camino de la per¬ fección» y durante su larga etapa de se¬ glar vivió en constante y progresiva prác¬ tica de todas sus virtudes, ¿cómo no se¬ ría de perfecta su vida tras la consagra¬ ción de su persona a Dios por los votos religiosos, al saberse más obligada, como profesional de la santidad? Sor Rosa Llabrés declara haber oído de cir a las religiosas antiguas que «la Sierva de Dios había sido siempre como un espejo en el que todas se podían mirar en todo lo que se refiere a observancia en la vida cristiana y religiosa». Y Sor María Ramis: «Del modo como Sor Mag¬ dalena me hablaba de la virtud de la Sierva de Dios, yo entendía que la prac¬ ticaba de una manera extraordinaria y su¬ blime». Con razón dice el P. B. Colombás en la nueva biografía crítica e histórica: «De ahí que le costara muy poco amoldarse a la vida religiosa de Hermana de la Ca¬ ridad. Al cabo de tantos años gastados en su fiel ejercicio, excedía en todas las virtudes que las Constituciones proponen a las religiosas sus Hermanas... Y tam¬ bién: «La continuidad es una caracte¬ rística esencial en la existencia de la Ma¬ dre Superiora, en la que no se observa ningún cambio brusco por pequeño que sea, sino sólo desarrollo armónico y ho¬ mogéneo, despliegue progresivo de sus cualidades y crecimiento continuo de su vida interior». (P. Colombás, M. B.). Para ella la vida religiosa no fue más que la coronación de una perfección in¬ tensa, constante y largamente vivida; la lograda madurez de un exquisito fruto llegado a su perfecta sazón; la posesión gozosa, depurada por el sacrificio, de los 25 r^ Obsequie a sus familiares y amigos con una suscripción anual a 4;Heraldo de cristo» Es una manera cordial de repetir 12 veces «ME ACUERDO DE TI» V J frutos del Espíritu Santo en Premio a su fidelidad constante al Divino Huésped, a la altura de las almas ya maduras, ecuᬠnimes, en perfecto equilibrio, lograda en la ascesis sublime de las bienaventuran¬ zas, quintaesencia del Cristianismo y sín¬ tesis de las vivencias de Cristo. ¡Qué bien se le puede aplicar la frase del salmista: «La gloria y belleza de la hija del Rey está en su interior» (Ps. 44). Con la fundación religiosa al final de sus días, magnífico colofón de su vida. Sor Francisca Ana logró su triple objetivo: a) dedicar su casa y sus bienes a la fundación de una comunidad de Herma¬ nas de la Caridad en favor de su amado pueblo. b) Cristalizar en forma concreta y per¬ manente, y perpetuar a través de sus hi¬ jas, el estilo de vida, la caridad y demás virtudes que ella había practicado siem¬ pre. c)al final y principalmente, consagrar su propia persona uniéndose a Jesús in¬ disolublemente por los votos religiosos con los cuales confirmó y avaloró la vida de entrega a Dios y a los prójimos, reali¬ zada a lo largo de su vida y que así sublimaba hasta la consumación de su donación total al Divino Esposo. Cumplidas sus ilusiones, no le resta ni apetece más que una sola cosa: acabar el NIDITO, el palomarcito hubiera dicho la Santa Doctora Teresa, para sus palo¬ mas, el convento que aún estaba por aca¬ bar al hacer la fundación. Terminado éste y organizada felizmente la marcha de la vida religiosa, no deseando nada más de la tierra, pudo entonar su «nunc dimittis» que Dios aceptó complacido, y, llena de méritos y madura para el cielo, plácida¬ mente entregó su alma a Dios en la ma¬ ñana del 27 de febrero de 1855, a los tres años, dos meses y 22 días de su profe¬ sión religiosa. Así nos lo cuenta el que por entonces regía su alma: «Por fin un fuerte ataque de aplopejía cortó el hilo de una vida consagrada exclusivamente al servicio de Dios y al alivio del prójimo, mereciendo por lo mismo ser llorada de éste y... recibida su alma por Aquél en la patria de los vivientes» (Rector Moli¬ nas). Pero ¿murió Sor Francisca Ana? No. Sigue viviendo en su obra, en sus Hijas herederas de su espíritu y sigue viviendo en el alma dq sus devotos que a ella acu¬ den en demanda de su poderosa inter¬ cesión ante el Señor, legándonos a todos, como su mejor herencia, el maravilloso ejemplo de su vida. Sor I. de Jesús “h L·LrAMADOS A LA CA»«A DEL PADRE Es Carritxó (Felanitx).—Día 24 de ju¬ nio y cuando contaba 69 años de edad, nuestro suscriptor D. Jaume Rosselló Ni¬ colau, padre de Sor María Rosselló Maimó. Franciscana Hija de la Misericordia. Llubí.—Día 26 de jimio y a los 68 años de edad, D. Francisco Grau Perelló, her¬ mano político de Sor Margarita Marto¬ rell, Franciscana Hija de la Misericor¬ dia. Inca.—Día 3 de julio, doña Juana Pu¬ jadas Mateu; día 16 de julio, doña Mag¬ dalena Pe Jaume, madre de la Srta. Cata¬ lina Serra Fe, Presidenta de Coro, y her¬ mana política de la Srta. Catalina Serra Ferrer, también Presidenta de Coro; día 22 de julio, D. Ramón Reus Mayol; y día 31 del mismo mes, doña Francisca Ana Coli Llobera. Todos eran miembros de la Fraternidad de Terciarios de San Francisco de aquella ciudad. ¡Concédeles, Señor, el descanso eterno, y que la Luz Perpetua les ilumine! 26 ARQUITECTURA DEFENSIVA DE MALLORCA XIII A pesar de que existieron atalayas des¬ de tiempos muy remotos, en simples chozas, cuevas o en «talaiots» (como, por ejemplo, en Santa Ponga cuando vino D. Jaime I), y aun en el caso de que hu¬ biesen sido conservadas las existentes en el momento de la Conquista, con todo su número era reducido, al parecer, y es¬ taban emplazadas en lugares poco ele¬ vados. Después de la Conquista la costa estu¬ vo vigilada desde atalayas o torres; muy pocas de ellas recibieron el nombre de castillos. Estas edificaciones eran man¬ sión de los «guaites» o vigías, siempre al acecho de las embarcaciones sospecho¬ sas. Recibían su soldada de las villas o de la Universidad, y en los últimos tiem¬ pos, sólo de ésta. El número de torreros oscilaba entre dos y cuatro, siendo muy raras las atalayas con un solo hombre. En sus comienzos no fue fácil enrolar gente para el nuevo servicio, pues los antiguos «guaites» eran frecuente presa de los moros. Por otra parte, el Virrey exigía que todos los adscritos a una ata¬ laya hiciesen juntos la guardia noche y día, y no, como era costumbre, sólo uno de día y juntos de noche. Además, no siempre cobraban con puntualidad, te¬ niendo a veces que apelar al mismo Vi¬ rrey para poder hacerlo. Por fin se lo¬ gró completar el servicio, nombrándose, a, fines del XVI, dos celadores o inquisi¬ dores para inspeccionar periódicamente. Hacia 1530 se hizo patente la necesi¬ dad de fortificar las atalayas a fin de que los «guaites» pudiesen defenderse. Se propusieron varios planes, tomándose el acuerdo de edificar numerosas torres a todo lo largo de la costa; pero hasta 1580 no se convirtió esto en realidad. Las primeras torres edificadas no dieron un resultado óptimo, pues eran pocas en número y por lo general estaban empla¬ zadas en lugares demasiado altos. Por lo tanto, en 1580 fueron construidas nue¬ vas torres a expensas de la Universidad y de los pueblos, y otras con ayuda de corporaciones y particulares. Sin duda la construcción fue muy rápida, pues en 1584 únicamente faltaban diez torres de las comprendidas en el primitivo pro¬ yecto. Más tarde, en 1590, don Juan Bta. Bi- Juan Bta. Binimelis, Pbro. (1538-1616) nimelis ideó un sistema de señales basa¬ do en el empleo de hogueras y columnas de humo, mediante el cual los torreros se comunicaban entre sí, al anochecer, de modo que era posible conocer en todos los puntos de la costa el número de las naves avistadas, su dirección, proceden¬ cia y posibles intenciones. Este sistema de señales subsistió, en lo esencial, hasta bien entrado el siglo XIX. De los dos, o más, torreros de cada ata¬ laya, como es natural, uno era el jefe o alcaide; pero en realidad todos carecían de verdadera calificación jerárquica. De aquí resultaba que, aun cuando manda¬ sen a los hombres destinados en las to¬ rres, fuera de ellas no se sabía a qi:5é categoría pertenecían, ya que en rigor carecían de representación militar ante las demás clases del ejércicio. Y si a ve¬ ces se conferían estos cargos a militares retirados, con frecuencia se otorgaban también a quienes desconocían la carre¬ ra de las armas. Afortunadamente, no co¬ nociéndose en aquellos tiempos el actual rigorismo de mando y subordinación, no se originaban los coriflictos que de otro modo hubieran surgido. A partir de 1697 la construcción y re¬ paración de las torres corrió a cargo del Patrimonio Real. Los torreros, mientras duró el peligro, tuvieron una misión muy importante. Des¬ pués, en el XIX, los moros dejaron de molestar, y dice el comandante de arti¬ llería que en 1842 pasó revista a las to¬ rres, que sólo servían «para armar dispu¬ tas entre ellos, gravar a la nación y de¬ dicarse al contrabando». Durante el reinado de Isabel II, por R. D. de 13) de julio de 1852, se reorganizó el servicio, formando con todos los torreros un cuerpo propio, con la obligación de 27 colaborar a la mejor defensa de la isla, vigilando el litoral con el fin de impedir todo desembarco no autorizado, ayudar a la represión del contrabando, a la salva¬ guardia de la sanidad pública y, final¬ mente, comunicando a las autoíidades toda novedad observada, valiéndose para ello del antiguo sistema de hogueras y ahumadas. Como consecuencia, el Cuer¬ po de Torreros adquirió un carácter mi¬ litar que antes no tenía, pasando a de¬ pender del Capitán General, nombrado Inspector nato, mientras que los Gober¬ nadores militares de Menorca e Ibiza re¬ cibían el título de Subinspectores. Cons¬ tituyeron el Cuerpo un Comandante, que hasta 1860 fue el Teniente Coronel de Ca¬ ballería don Juan Antonio Fuster, un Guar¬ dafuegos, con rango de Sargento primero, ocho Sargentos segundos como Celado¬ res, y 178 torreros. En 1867 fue disuelto el Cuerpo y abandonadas las torres, pa¬ sando a Hacienda que, paulatinamente, las subastó casi todas. Por lo regular sus compradores fueron los propietarios de las fincas en que radicaban. Generalmente estas torres son de plan¬ ta circular, construidas con sillares de «mares», de un solo cuerpo, con plata¬ forma superior y una pequeña cisterna interior. Se entra en ellas por una puer- tecilla abierta a considerable altura, me¬ diante una escalerilla de cuerda con tra- vesaños de madera, que era retirada cuando se había subido. Como es natu¬ ral, hoy día ya no queda ningunna de esas escalerillas, habiéndose acoplado, exteriormente, escaleras de mampostería, de madera o hierro, o bien se tiene que subir escalando la pared. Por lo regular las torres disponían de uno o dos caño¬ nes y de algunas armas de fuego y arro¬ jadizas; además, sobre el portal tienen un matacán, y otras, toda una corona de ellos. Cumplieron las torres un importante papel en la salvaguardia de Mallorca, avanzada de España en el Mediterráneo, y, sobre todo, frente a Turquía y otror países mediterráneos, tanto moros como cristianos, tanto si los atacantes eran pi¬ ratas como corsarios o tropas regulares. Además de las torres, baterías de costa, fortificaciones y castillos costeros, había, como reminiscencia de tiempos pasados y por resultar más económico que la construcción de una torre, numerosas «guardes secretes» en barracas, chozas y cuevas. Un cantar popular, surgido en aquellos azarosos e inseguros tiempos, dice: «Moros a la costa, moros a Cabrera, de treballs bona ambosta i poc pa a sa panera». (Continuará) Josep S. SALADO (Viene de la pág 19) han tenido que esperar mi regreso a Huamachuco para llegar a mis manos! —¿Qué solicitarías a nuestros lectores? —Pues, mira: tres cosas muy diferen¬ tes. Dos son de orden temporal, aun guar¬ dando relación con el bien espiritual de las almas que he de atender; la tercera es de carácter estrictamente espiritual. Como cuando estudiábamos Teología, citaré la más importante en último tér¬ mino. Anota: a) Me hace falta una emisora para po¬ der comunicarme con mis hermanos re¬ ligiosos de la Prelatura. Dicha emisora supone imas 26.000 pesetas. b) Preciso igualmente de una muía pa¬ ra visitar los muchos pueblos y caseríos de Bolívar. Sería una extraordinaria ven¬ taja bajo el punto de vista pastoral. No olvides, según te he dicho (ver la última respuesta de la primera parte de esta en¬ trevista) los inconvenientes que tiene allá alquilar una muía. Si puedo comprarla, necesitaré unas 10.000 pesetas (1). c) Suplico con toda el alma que los lectores que se sientan amigos de nues¬ tras misiones nos tengan muy presentes NUESTRAS MISIONES ante el Señor y la Santísima Virgen. To¬ dos los religiosos que trabajamos en la tan mencionada Prelatura de Huamachuco necesitamos las oraciones de nuestros amigos. Por encima de la oración —muy por encima de nuestros buenos deseos— se palpa más de un fruto de la labor que, en pro de las almas, realizamos los cris¬ tianos unidos de las diversas partes del mundo. No olvides el recalcar este as¬ pecto. No lo he olvidado. Sebastián: sigue ani¬ mosamente en la brecha, y cuenta con las oraciones de muchísimos amigos. Es¬ pecialmente de las Monjas de clausura que visitaste con motivo de tu estancia en España. En medio de tu soledad, vas muy bien acompañado. ¡¡Adelante!! Fr. Jaume Tugores Mestre,. T. O. R. (1) Para entregar éstos o cualquier otro donativo para el P. Sebastián o los otros misioneros, dirigirse a: P. Procu¬ rador Provincial de Misiones T. O. R.— Convento de San Francisco.—Palma de Mallorca (España). 28 GRANDES ALMACENES Contratistas de obras Pañería - Lencería- Tapicería - Modisteria - Sas¬ trería - Pañería - Camisería - Géneros de punto Novedodes -Bordodos - Perfumería Artículos de Viaje P.Csrt, 5 gl 12 y GeneralGoded. G y 8. Teli. 224200-224201 PALMA DE MALLORCA « 4t 41* PAPELES PINTADOS Y PINTURAS ÓLEOS Y ACUARELAS PARA ARTISTAS MARCOS Y MOLDURAS Casa Pomar Flores Santiago Rusiñol, 4 Tel. 211342 PALMA DE MALLORCA S. 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