MARZO 1972 r ^^ UNA SUPÜCA A NUESTROS SUSCRIPTORES Nos permitimos suplicar a nuestros suscriptores que NO colec- ! cionen nuestra revista, nos hagan el favor de mirar si nos podrían enviar los siguientes números: Agosto de 1960. Septiembre-octubre 1960. Noviembre 1960. Son tres ejemplares que nos hacen mucha falta para completar una importante colección. A los suscriptores que quieran hacernos el favor solicitado, mil gracias por anticipado. L .. > r ^ A LOS POSEEDORES DEL ALMANAQUE «HERALDO DE CRISTO» 1972 Ante las numerosas consultas que nos vuelven a formular acerca de cómo enterarse de quienes son los favorecidos en el sorteo de los CINCUENTA magníficos regalos destinados a cuantos han adquirido el referido almanaque de nuestra revista, CONTESTAMOS COMO CADA AÑO: Dios mediante, en esta misma página del número de MAYO 1972, publicaremos la lista de ios 50 números premiados. Esperen, por tanto, sólo dos meses, y sabrán todos si han tenido o no suerte. Hasta MAYO, si Dios quiere. I i V j REVISTA MENSUAL DE LOS P P. FRANCISCANOS DE LA T. O, R. • MARZO 1972 Año LXIII - Núm. 744 • REDACCIÓN Y ADMÓN: CONVENTO DE SAN FRANCISCO TELÉFONO 212695 PALMA DE MALLORCA • DIRECTOR: P. MIGUEL COLOM MATEU, T. O. R. ADMINISTRADOR: Fr. JAUME TUGORES MESTRE, T. O. R. • CON LICENCIA ECLESIASTICA • IMPRESIÓN: ARTES GRÁFICAS GIMÉNE2 • PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN: ORDINARIA. . . . 75 PTAS. BIENHECHOR 100 ... € PROTECTOR 500 ... « • DEPÓSITO LEGAL P. M. 340 -19« NUESTRA PORTADA UN FAROL.—Es el amigo farol de nuestras antiguas calles, el clásico, el romántico, el de las amorosas confidencias nocturnas... fPero el de nuestra porcada es un farol con privilegio: vive sin estrecheces, ¡sin molestia de muro fron¬ tero, y puede, de noche, instalar cómodamente sus delgados haces de luz sobre la ancha lejanía obscura. V. / lea en eiste n limero: Confusionismo .3 Anales de la Provincia Española de la In¬ maculada Concepción de la Tercera Or¬ den Regular de San Francisco, . . 4 Una constante histórica 6 Vocación sacerdotal en crisis ... 9 Fisonomía de San Francisco . . . .11 Himno a San José (poesía) , . . .11 Habla Pablo VI 12 ¿Habrá fe en el año 2000 sobre la tierra? Página Literària Joan Ramis d'Ayreflor, poeta preterit . E'l refetor de Santa Clara (poesia) . Moment Eucarístic (poesia) . . . Ametlers florits (poesia) . . Carpintero (poesia) Desde Roma . 13 14 . 16 . 17 .17 .17 17 18 Nuestras misiones ...... 19 El obispo auxiliar de Ibiza, monseñor Teo¬ doro Ubeda Gramage, administrador apostólico de Mallorca . . . ,20 La Madre Teresa, de nuevo premiada. . 21 Las RR. Franciscanas Hijas de la Misericor¬ dia en Bolivia 22 Nuestra pequeña historia . . . .24 Página del terciario 26 San Francisco de Asís no hubiera sido un «clérigo contestatario», dice el Ministro General de los franciscanos . . .27 D'orgull 27 Bibliografía 28 Chistes 28 1 « MUKBL·l·liS - DECORACIÓ]» - TAPICERÍA HIJOS DE JOSE LLABRES Sindicato, 26 al 32 • Tel. 221213 — PALMA DE MALLORCA TALLER DE TAPICERÍA l/ic ente 4le t n¿ nd ej Especialidad en cortinajes, sillones gran confort, salones y nvuebles de encargo Arquitecto Reynés, 3 Teléfono 211451 PALMA DE MALLORCA CDtscoleca JovallaBOS, 2 y 4-Pelaires, 32 Ttlitono 223933 Sncorsal: Enrique Alzamora, 3 PALMA DE MALLORCA 2 (FRENTE A U DIPUTACION ('PALMA EDITORIAL CONFUSIONISMO Es ésta una palabra que se escucha y se escribe hoy con frecuen¬ cia. Y con razón. Pues la confusión ha invadido el arte, la sociología, la filosofía, la teología... Y el embrollo y la confusión han irrum¬ pido también, y de manera alarmante, en el terreno de la religión y de la moral. El lenguaje mismo se ha vuelto obscuro. Palabras tan cono¬ cidas como autoridad, compromiso, pecado, pobreza, violencia, etc., en la jerga actual no tienen el mismo significado que antes. Expresan ideas diferentes. Si antes podía decirse, por ejemplo, «el liberalismo es pecado» o «el socialismo es un sistema politico condenado por la Iglesia», ahora ya no. Entre cristianos se sabía, más o menos, qué es un profeta, «el que posee el don de profecía», y qué es profecía, «don sobrenatural que consiste en conocer por inspiración divina las cosas distantes o futuras». Eso era antes, pues ahora en cualquier homilía de la misa dominical puede oírse hablar del profeta Camilo Torres, del profeta Che Guevara, etc. Y el pueblo sencillo, que no entiende de semánticas, pero que, a lo mejor, tiene alguna ligera noticia de cómo fueron aquellos profetas, de cuáles eran sus profecías, se queda des¬ concertado, en una gran perplejidad. Y si ya en las simples palabras está todo tan turbio, mayor en¬ turbiamiento se halla aún en los conceptos algo más complejos. Si antes se decia en moral, pongamos por caso, que «un acto malo puesto por un fin bueno no deja de ser un acto malo» o, más sencillamente, que «el fin no justifica los medios», ahora ya no es necesario que sea así. Ahora todo se arregla con decir que el medio que era tenido co¬ mo malo no es tal, buscando para ello algún arrimo bíblico, aunque sea con la novísima hermenéutica de... tomar el rábano por las hojas, o acudiendo a cualquier relativismo ético o, recurso infalible éste, al existencialismo. De este modo queda pulverizado todo principio tra¬ dicional. Esta es la babel que se va levantando ahora. A la cual, con terca laboriosidad, se añaden todos los dias nuevas piedras, no, nuevos vo¬ cablos. Entre las últimas creaciones tenemos registrados los de «desclerificación» y «desacerdotalización» (verdadero trabalenguas). Y, co¬ mo se ve, continúa dominando el signo negativo. Frente a plantar o implantar son mucho más frecuentes los desplantes. Tómese este últi¬ mo término en el sentido que se quiera. 3 AMALES DE LA PROVINCIA ESPAÑOLA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA TERCERA ORDEN REGULAR DE SAN FRANCISCO I (Continuación) De muy atrás nos punzaba la espina de cono¬ cer con particularidad, las circunstancias de tiempo y modo cómo fue derramada y maduró la humilde semilla de nuestra Provincia religio¬ sa, hasta convertirse en el frondoso árbol, cuyas ramas alcanzan hoy los dilatados términos de Italia (Roma); Austria (Viena); EE. UU. de Norteamérica (Tejas, New Jersey, New York); Brasil (Poconé); Perú (Huamachuco Tayabamba y Lima); Puerto Rico; México (Capital). Consideramos noble y honrada la labor de es¬ cudriñar aquellas circunstancias e incidencias, cu¬ yo conocimiento puede ser un servicio y tm ejem¬ plo para nuestros hermanos. ¿No dijo alguien que «nada hay tan desdeñable como el desdén hacia la propia historia»? De gana, pues, y la barba al hombro, como suele decirse, nos lanzamos a la investigación en archivos y bibliotecas, revolvien¬ do volúmenes de impresos y manuscritos, en bus¬ ca del material que hoy empezamos a sacar en público, con el solo intento de ofrecerlo a manos más hábUes que las nuestras, para que lo labren y cuadren hasta dar el remate soñado a la His¬ toria de nuestra Provincia Regular, o, siéndonos el cielo favorable, llegar nosotros a pergeñarla. Y como «no hay obra que más tarde que aquella que no se empieza», con ¡Dios y ayuda! rom¬ pemos. AÑO 1844, 8 SEPTIEMBRE. — NATIVIDAD DE NTRA. SEÑORA. — Pocas veces se habrá dicho que se empezaba una obra «ab ovo» con más propiedad que en nuestro caso, pues toma¬ mos principio desde el nacimiento de nuestro FUNDADOR, el R. P. ANTONIO RIPOLL y SALVA. En la villa d Llucmayor, calle del Valle, nú¬ mero 63 (hoy de Calvo Sotelo, 95) viene a la vida y nace a Cristo por el agua del bautismo, el niño ANTONIO RIPOLL y SALVA. llucmayor.—Caso donde nació el P. Antonio Ripoll y Solvó (calle del Valle, n. 63, hoy Calvo Sotelo, 95). (Foto VIDAL). «A los ocho de Setiembre de mil ochocientos cuarenta y cuatro el infrascrito bauticé un niño nacido a las cuatro de la mañana de hoy, hijo legítimo de Bartholomé Ripoll y de Damiana María Salvà, consortes. Abuelos paternos, Bartho¬ lomé y Ana Thomás, consortes, y los maternos, 4 Francisco y Damiana María Durán, consortes. Todos de esta parroquia. Se le puso por nombre ANTONIO. Fueron sus padrinos, Antonio Puigserver y María Salva, a quienes se notificó el paren.esco espiritual y la obligación. En cuya fe lo firmo. — Lorenzo Monserrat, Vicario». Ru¬ bricado. (Achivo Diocesano. — Libro de bautis¬ mos, Parroquia de Llucmayor, años 1843-49, pág. 53, número 200). Antonio será el cuarto de los hijos con que el cielo bendí|o el matrimonio de Bartolomé Ripoll Tomás (vdo. de Onofria Duran (1)) con Damia¬ na María Salvá Durán, efectuado en la parroquia de Llucmayor el 30 de mayo de 1833. Los otros hermanos de Antonio fueron: Fran¬ cisco José (bautizado el 6 de abril de 1834), Miguel (6 de noviembre de 1836), Julián (12 septiembre de 1841) y Ana (15 de abril de 1848). 1846. — En San Martín de Galvarín (Bur¬ gos) nace el que será M. R. P. Jerónimo Agui¬ llo López de Turiso, Comisario y Ministro Pro¬ vincial de los Menores de Cataluña, personaje de cuenta en la restauración de la Tercera Orden Regular de San Francisco en España por su ins¬ tauración en Mallorca. 1847. — Conforme a im título original presen¬ tado en la Curia Episcopal de Mallorca, resulta «que el limo, y Rdmo. Sr. D. Francisco Agnini, Obispo Lunense-Sarzajense-Brugnense, día 8 de Septiembre del año 1847, promovió al sagrado orden de Presbiterado, con facultad de la Silla Apostólica, al R. D. Juan Calafat, de la Diócesis de Mallorca, en España». Este D. Juan Calafat y Morlá, al correr de los tiempos, en 1860, será el Padre espiritual de la REL^NION o Congregación de Jesús, María y José, cuya semilla, traída desde Felanitx a Lluc¬ mayor por Miguel Maimó (BASSACOLL), ha¬ llará en su casa, tierra, luz y calor para criarse y desarrollarse. 1848. — Había trece años que la grey mallor¬ quina padecía orfandad de Pastor ordinario, cuan¬ do, por fin, el 17 de abril de 1848, Domingo de Ramos, recibía con vítores y aplausos al que ve¬ nía a regirla y gobernarla en nombre del Señor: (1) Onofria Durán murió del parto de su pri¬ mogénito Bartolomé, el 15 de marzo de 1833. 1849.—limo, y Rdmo. Sr. D. Rafael Manso, consagrado Obispo de Mallorca el 5 de marzo del mismo año. «El buen Pastor conoce a sus ovejas y ellas le conocen a él». Por eso, a un año ape¬ nas de su llegada a la Diócesis, el Obispo Manso ha recorrido ya, en Santa Visita Pastoral, la ma¬ yor parte de sus parroquias, sin embargo de ha¬ cer los viajes ya en la tartana alquilada al Hos¬ picio de Palma, ya en el «borrico» de San Fran¬ cisco (2). En abril de 1849 está de Visita en la villa de Llucmayor, CONFIRMANDO en la fe de Cristo, el día 26, al niño ANTONIO RIPOLL y SALVA, y el 27, a su hermana Ana, siendo padrinos, respectivamente, el R. D. Damián Ma¬ taró, Pbro., Beneficiado de la Parroquia, y doña Apolonia Oliver. No podemos huir de estampar aquí las preven¬ ciones que el Obispo hace a los Párrocos en la Circular-Aviso de la Visita. «Si en mejores tiem¬ pos y circunstancias —dice— no permitiría que, a título de obsequio a mi dignidad, cuanto me¬ nos a mi persona, se hicieran gastos superfluos o excesivos para mi hospedaje, cumpliendo lo que sobre el particular me recomiendan los Sa¬ grados Cánones y se adapta a mis naturales sen¬ timientos, lejos de consentir semejantes obse¬ quios, me desagradará altamente, y por ningún pretexto aceptaré el que se me dispensen, prohi¬ biendo desde ahora que con ocasión de la Visita se hagan convites, etc.». Parecidos apercibimientos hará en 1877 el Obispo Jaume, señalando a los Párrocos como ti¬ po a que ajustarse, que le den «el mismo trato personal que suelen dar al predicador de la Cua¬ resma o a otro sacerdote que vaya al pueblo para desempeñar el santo ministerio». Tomen nota los «contestatarios», pregoneros de los pámpanos y agraz observados en estructuras y Jerarquías eclesiásticas preconciliares (que no negamos hubiera), olvidados de las uvas, que también se daban, y de moscatel bien subido, por cierto. Ahora y siempre, conforme al «pequeño evangelio»: «De todo hay en la viña, uvas, pám¬ panos y agraz» .Al que no distingue las tres... le mienten los ojos. CONTINUARA P. Francisco AMENGUAD, T. O. R. (2) Furió, Episcopologio de la Santa Iglesia de Mallorca, 1852. 5 X7Ni\\. CONSTi^lNTTE HISTORICik El instinto de sociabilidad del hombre y un sentimiento innato de solidaridad le llevan a unirse con sus semejantes, dando origen a lo que llamamos nacio¬ nes o pueblos. Estos organismos para subsistir con la conveniente robustez, necesitan apoyarse en un vínculo de uni¬ dad que no puede reducirse a una sim¬ ple delimitación geográfica, ni siquiera a la expresión lingüística, no siempre úni¬ ca ni exclusiva, sino que ha de basarse en la defensa de ideales comunes. Por tanto, para la convivencia pacífi¬ ca de los hombres que constituyen una comunidad nacional es precisa la existen¬ cia de una comunión de ideales. El Es¬ tado es una sociedad fundada en la par¬ ticipación de sus miembros en una em¬ presa común, y ésta es la forma histórica habitual de constituirse una comunidad humana. Cuando el vínculo comunitario se relaja por faltar el aglutinante social, el Estado se debilita y sólo por la fuerza material puede ser mantenida la cohe¬ sión necesaria. La coincidencia de inte¬ reses es por sí sola artificial y quebra¬ diza, y nunca puede ser sucedáneo ade¬ cuado de los lazos espirituales. Estas con¬ sideraciones explican la agitación inter¬ na de muchas sociedades, en las que per¬ siste una alternativa entre períodos de lucha enconada y de tolerancia escéptica, como de quien depone las armas por cansancio. públicamente el culto cristiano, dando fin a tres siglos de duras y sangrientas persecuciones. En el primer concilio ecu¬ ménico reunido en Nicea (325) brilla Osio con su poderosa personalidad y es el al¬ ma del concilio y sostén de la fe con su autoridad y saber teológico. Español era también Prudencio, el primer poeta cris¬ tiano que canta con estro lírico a los héroes que dieron su vida por Cristo. El espíritu universalista elevado por Pru¬ dencio a las sublimidades de la poesía fue poco después interpretado por Pau¬ lo Orosio en el campo de la historia, y con su obra de influencia universal da la medida de la cultura de su época. El signo de la unidad parece presidir los destinos de España desde que, dejan¬ do de ser provincia del Imperio, se con- ♦ * Entrando en el examen de la unidad de destino de la nacionalidad hispánica, descubrimos el nacimiento de un ideal universalista que es como vislumbre de ima misión providencial que alcanzó ple¬ na conciencia en las generaciones pos¬ teriores. Figura representativa y egregia de la Iglesia española en el siglo IV fue Osio, maestro y consejero de Constan¬ tino, a quien inspiró la idea de autorizar 6 CONSTRUGCIÜNES MUT, S. A. Contratistas do obras Santiago Rusiñol, 4 Tel. 211342 PALMA DE MALLORCA vierte en nación independiente. La uni¬ dad religiosa proclamada por Recaredo en el concilio III de Toledo, al mismo tiempo que reforzaba la cohesión del reino visigodo, había de ser el soporte de la unidad política. La forja de la na¬ cionalidad, obra de aquella asamblea, to¬ mó un sello eminentemente católico, y sólo entonces se logró la unidad de leyes y la fusión de razas, naciendo de ahí el ideal colectivo que logró unir indisolu¬ blemente el bien común de este pueblo con la defensa de su fe. En este ambiente florece el genio uni¬ versalista de San Isidoro, que con su sa¬ ber enciclopédico logró salvar la cultura antigua de las ruinas del Imperio de Oc¬ cidente. La conversión de los pueblos bárbaros establecidos en las antiguas provincias romanas, planteó el problema del tránsito de la cultura antigua al nue¬ vo orden de cosas saturado del espíritu cristiano. La cultura renovada debía res¬ ponder al nuevo orden establecido, pero al mismo tiempo había que salvar todo lo aprovechable del saber greco-romano. Ésta es la obra enciclopédica de San Isi¬ doro, que ejerció un influjo extraordina¬ rio en la vida intelectual de la JEdad Me¬ dia. Pero San Isidoro no es una figura aislada, sino el más alto representante del movimiento intelectual desarrollado en España entre los siglos IV y VIII. La Reconquista recibe el vigoroso im¬ pulso de un ideal providencialista que se manifiesta en la protección que se atri¬ buye al Apóstol Santiago, cuyo sepulcro es lugar de peregrinación de toda Euro¬ pa en los siglos medios. En todos los nú¬ cleos de resistencia que se forman con¬ tra la invasión musulmana, se impone el sentido religioso y surgen simultánea¬ mente las leyendas patrióticas que atri¬ buyen las victorias cristianas a interven¬ ción sobrenatural. Así, la aparición jacobea en Clavijo, el patronato de San Millán en Castilla, la cruz de Sobrarbe en Aragón, San Jorge en Cataluña. Los Reyes Católicos comprendieron co¬ mo nadie que la unificación de España, que era su grande obra política, resulta¬ ría imposible sin cortar en su raíz el germen de la discordia, y a este pensa¬ miento político de unidad, no sólo geo¬ gráfica sino también espiritual, responde su meditada decisión de la expulsión de los judids, tan censurada después por los historiadores de esta raza y los que les siguen ciegamente, y del establecimiento del tribunal de la Inquisición, dándose cuenta, con clara visión del porvenir, de que de este modo libraban a España de las guerras de religión que azotaron a Europa durante los dos siglos siguientes. La colonización de América ostentó un sello profundamente religioso. El espíri¬ tu que anima las leyes de Indias y se mantiene en toda la obra de gobierno de los reyes de España, secundados por sus virreyes, se cifra en la propagación de la fe cristiana y en la protección de los indios para incorporarlos a la civiliza¬ ción. Este espíritu está explícitamente declarado en el testamento de Isabel la Católica, y puede compendiarse en estos dos principios: convertir a los indios a la fe católica y procurar que sean bien y justamente tratados. Así se ganó un continente para la civilización cristiana, sin que las inevitables impurezas de la realidad puedan desvirtuar los principios solemnemente proclamados. La idea imperial de Carlos V culmina en el deber universalista que se impuso, de conservar la armonía entre los prín¬ cipes cristianos para combatir a los in¬ fieles y asistir a la Iglesia a fin de lograr la concordia religiosa, reduciendo a los herejes a la unidad por medio del conci¬ lio ecuménico. Este sentimiento de cru¬ zada, heredado de los Reyes Católicos, inspiró la conducta del Emperador, has¬ ta el punto de que Menéndez Pidal ase¬ gura que fue el político que más sincera y firmemente creyó en la unidad euro¬ pea; pero también fue el primero y úni¬ co emperador europeo-americano. La eu¬ ropeización de América, dice el mismo Menéndez Pidal, es el paso más gigante que ha dado la humanidad en su fusión vital desde los tiempos prehistóricos 7 hasta nuestros días. Estas ideas univer¬ salistas son de raíz hondamente hispáni¬ ca. Cualquiera que fuese su éxito o su fracaso, Carlos V quiso hispanizar a Eu¬ ropa, así como se propuso europeizar a las llamadas Indias Occidentales al his¬ panizarlas. Felipe II fue un decidido paladín del catolicismo. En las provincias flamencas que le permanecieron fieles perdura to¬ davía el catolicismo. Al ceder estos es¬ tados a su hija la Infanta Isabel Clara y a su esposo el Archiduque Alberto, im¬ puso la condición de prohibir la here¬ jía en todo el territorio de su soberanía. Su intervención en los asuntos de Fran¬ cia y de Inglaterra tuvo el mismo sen¬ tido de proscribir la herejía, única meta de toda su política. La moderna bebida que da a la leche el más delicioso sabor con. leclxe es único! h De esta excursión somera y rápida por las páginas de la historia de España se desprende una enseñanza; la cohesión in¬ terna permitió alcanzar el sentido univer¬ salista que parece informar su destino histórico. Para deducir las leyes genera¬ les que rigen el desenvolvimiento histó¬ rico de un pueblo es preciso buscar los factores permanentes que han contribui¬ do a crear la conciencia nacional, y en el caso presente es forzoso deducir el des¬ tino histórico de los pueblos hispánicos de su fidelidad a la fe católica. La cohe¬ sión interna es el fundamento del senti¬ do universalista que caracteriza ese des¬ tino histórico, el cual se traduce en la defensa y propagación del cristianismo. La existencia de un ideal común capacita a un pueblo para realizar una misión his¬ tórica, pero sólo la unidad interna le ha¬ ce apto para formar una conciencia na¬ cional que le infunda el espíritu de las grandes empresas universales. La pérdi¬ da de esa unidad en aras de un indivi¬ dualismo absoluto o de un pluralismo claudicante, puede llevar el germen de una estéril desintegración. Jaime Salva VOCACION SACERDOTAL EN CRISIS por Gregorio Mateu, T. O. R. Las noticias que cada día vuelan a las redacciones de los periódicos para ser servidas cómodamente a los lectores ha¬ cen posible una amplia y detallada in¬ formación que sitúa al hombre en una marcada situación conflictiva. Son tan¬ tas y a veces tan contradictorias las no¬ ticias publicadas que el hombre apenas puede asimilar. Ultimamente, la figura, siempre atrac¬ tiva y contradictoria, del sacerdote se ha hecho noticia. Desde el informe tenden¬ cioso que encuadra la figura sacerdotal dentro de los moldes añejos y rancios de la edad media hasta la noticia explosiva que sitúa al sacerdote en el peligroso campo de la política, se dan numerosas deformaciones, siempre dolorosas. Queda la imagen real del hombre consagrado a Dios con una larga serie de problemas que le hacen sentirse perplejo y despla¬ zado de un mundo cambiante que res¬ pira aires de enorme evolución. Son muchas las horas que hemos dedi¬ cado a la meditación del problema sacer¬ dotal en nuestros días. El fruto de nues¬ tra meditación podría quedar en el baúl de nuestras inquietudes y problemas. Pe¬ ro, no. Nos debemos a un público a quien preocupa la imagen de aquel que hasta hoy ha sido el guardián de confidencias muy íntimas, apoyo de penas profundas, administrador de realidades sagradas. Quede bien claro el aprecio inquebran¬ table a una vocación que Dios nos ha concedido generosamente y que acepta¬ mos libremente y sin coacción alguna, sin que ello nos impida observar la proble¬ mática sacerdotal en sus más hondas mo¬ tivaciones. UNOS HECHOS Es realmente alarmante la disminución actual del clero. El número de los que reciben la ordenación sacerdotal en nues¬ tros días corresponde a la mitad de hace diez años. Y el número de los que ingre¬ san en los noviciados ha disminuido en un tercio o un quinto de los de hace años. Si sigue el ritmo actual, el número de sacerdotes en todo el mundo irá redu¬ ciendo en un millar por año. Hay en el mundo un clero de más edad. La mayoría de los 25.000 dispen¬ sados en los últimos cinco años tienen una edad comprendida entre los 35 y 40 años, lo que hace que sean los de mayor edad los que se queden, sin que sea alto el porcentaje de las nuevas vocaciones. ¿Dónde vamos a parar? No lo sabemos a ciencia cierta. Lo seguro es que de con¬ tinuar este proceso alarmantemente des¬ cendente, se cumplirán los temores del Cardenal Garrone, quien expresó ante la asamblea sinodal su enorme preocupa¬ ción al decir que «existe la posibilidad de que se extinga totalmente el sacer¬ docio». Es urgente y necesario cambiar de men¬ talidad para adaptar a las nuevas pers¬ pectivas que se configuran en un mundo nuevo, la imagen del sacerdote. Se debe buscar cuáles son las nuevas ideas, los actuales senderos por los que marcha nuestra sociedad Es cierto que no pode¬ mos dejar arrastrarnos por el torrente impetuoso de las novedades, pero tam¬ poco aceptar una situación que nos está llevando a una muerte lenta. ¿QUE SIGNIFICA SER SACERDOTE HOY? Vemos la respuesta francamente difí¬ cil. La conexión entre el sacerdocio de ayer y las exigencias actuales es franca¬ mente casi nula. Ser sacerdote significa¬ ba en otros tiempos unas cosas bien con¬ cretas y determinadas. Hoy, en cambio, exige un mayor autenticidad, unas for¬ mas nuevas todavía no definidas, un ries¬ go continuado. Muchas tareas que reali- 9 za el clérigo le sitúan en un plano de marcada inseguridad. Metido en un mun¬ do de especializaciones, hace de conse¬ jero sin saber psicología, se dedica a la enseñanza sin ser especialista, predica sin técnicas oratorias... En muchos cam¬ pos se siente impreparado. En el ámbito clerical se exige a los sacerdotes una entrega total, mientras en la sociedad se tiende a una mayor deli¬ mitación del deber laboral. Mientras un profesional de la medicina, valga el caso, solo ejerce durante 7 horas al día, el sa¬ cerdote lo es 24 horas cada día. Si es un hecho el éxodo de mucho, de los consa¬ grados y su situación conflictiva al verse inmersos en una sociedad para la que no han sido preparados, no es menor la si¬ tuación de crisis de muchos de aquellos que todavía quedan ejerciendo el minis¬ terio. Existen numerosos problemas y que ca¬ da día van aumentando a un ritmo tre¬ pidante. El sacerdote no es un mero fun¬ cionario que busque compensaciones o pequeños caminos de salvación psicoló¬ gica, que no siempre son senda de salva¬ ción religiosa. Datos concretos demues¬ tran que muchos sacerdotes viven céli¬ bes por motivos considerablemente infe¬ riores a los propuestos por la Iglesia. Hay algunos hechos significativos que pueden hacernos pensar: se ha consitatado que el porcentaje de accidentes automovilísticos de sacerdotes y religio¬ sos es de los más elevados del mundo en igualdad de condiciones. No hay porque ocultar que últimamente ha aumentado considerablemente el número de alcoho¬ lizados entre los clérigos. El sacerdote ha perdido el prestigio evi¬ dente de que gozaba dentro de unas estruc¬ turas de una sociedad agraria. Muchos, por otra parte, descubren cuando ya es tarde, que su alección no fue suficiente¬ mente madura ni responsable. No es so¬ lamente el problema del celibato el que preocupa mayormente a los sacerdotes, contra la opinión de la mayoría. Ultima¬ mente no llegan al 25 por ciento el nú¬ mero de los sacerdotes salidos que se casan. VOCACION, HOY «En los destinos de Dios cada hombre ha sido llamado a desarrollarse, porque toda vida es vocación» (Populorum Pro¬ gressio). Lo que significa que la vida es una misión, un servicio, una llamada a una vocación concreta. Por el hecho de ser hombres, estamos llamados a vivir, con el imperativo de crecer, a abrirnos a los demás. Cada per¬ sona debe vivir su vocación de una ma¬ nera concreta, personal y expresarla de una forma original, dando lugar a múlti¬ ples versiones de una misma realidad. Unidad no es lo mismo que uniformidad. Debemos respetar, hoy más que nunca, la pluralidad de carismas que se dan en cada hombre. La realidad ontològica de la vocación que tiene toda persona humana, debe te¬ ner en cuenta los condicionamientos am¬ bientales, educacionales, hereditarios y el tiempo que nos ha tocado vivir. La persona debe actuar libremente, sin coac¬ ciones físicas, morales o psicológicas. Una vocación desarrollada fuera de un ambiente de marcada libertad no puede ser auténtica. Para afrontar la aventura sacerdotal se precisa una notable madu¬ rez mental, desarrollada en personas de espíritu decidido y equilibrado. Difícilmente puede aceptar el candida¬ to sacerdotal las formas y modos tradi¬ cionales, en muchos casos inadecuados y faltos de una necesaria libertad. Gusta hoy la imagen de un sacerdote actuali¬ zado, de espíritu abierto, sin excesivas ataduras jurídicas, desprendido, muy hombre, pecador, con inmensa capacidad de comprensión, menos seguro en sus jui¬ cios, más dialogal. Cuando los jóvenes vean unas estructuras en las que sea po¬ sible desarrollar una vocación auténtica, irá naciendo la imagen del sacerdote del futuro. ♦ «■ S A. IiT JOSE «Aunque tenga muchos santos por abo¬ gados, séalo particular (de) San José, que alcanza mucho de Dios». Teresa de Jesús, AVI SOS A SUS MONJAS. ♦ « 10 Tisonomia de San Trancísco ELHERMANOASNO ... No eran menos enérgicas sus (de San Francisco) invectivas contra la ociosidad, y afirmaba ser una inmunda sentina de donde proceden los malos pensamientos: por lo cual enseñaba con su ejem¬ plo que la carne rebelde y perezosa debe dom.arse con duras disci¬ plinas y no interrumpido trabajo. De aquí que daba a su cuerpo el nombre de HERMANO ASNO, como que está destinado a llevar grandes cargas, sufrir recios golpes y a ser sustentado con vil y escaso alimento. Por eso cuando veía algún ocioso y vagabundo, de esos que pre¬ tenden comer y vivir a expensas del sudor de los otros, lo llamaba con el denigrante apodo de FRAY MOSCA, por cuanto ese tal, inca¬ paz de hacer nada bueno y usando mal de los beneficios recibidos, llega a convertirse en objeto de abominación para todos. Por esto en cierta ocasión se expresaba de este modo: Quiero que mis religiosos trabajen y se ocupen en alguna obra honesta, no sea que, entregados a la ociosidad, lleguen a caer de palabra o pen¬ samiento en algo que sea ilícito o pecaminoso. San Buenaventura, LEYENDA DE SAN FRANCISCO, Cap. V. HIMNO A. SikN JOSE ¡Salve, oh padre del Hijo increado! ¡salve, esposo feliz de María! fue tu vara su apoyo algún día y hoy es cetro de gloria y poder. Tú de pie junto al célico trono de do mana a raudales la gracia, sobre el suelo, benigno Patrono, la derramas en lluvia feraz. Como el pan con tu Dios repartías, hoy su gloria contigo reparte: cual solía en su llanto invocarte, a tu voz hoy sonríe su faz. Dios en ti nos mostró de qué gracia, de qué brillo es capaz la criatura: tú mostraste cuán bella, cuán pura subir puede a su Dios que la honró. Tú, en quien ama el Señor nuestra raza, ora tú por los tristes humanos, como el otro José sus hermanos, generoso, ante el rey presentó. Sin pedir a la tierra un asilo, sin pedir maravillas al cielo, el Jordán recorriste y el Nilo, pobre, humilde, constante en tu fe. Mas Dios era el que en brazos llevabas; era Dios: tu tesoro, tu estrella; si al mortal le deslumbra tu huella, tú, mortal, nuestro guía tú sé. Dios se acuerda del tierno vagido que al nacer dio en tus brazos, infante; Dios se acuerda del dulce gemido con que tu alma en sus brazos voló. Haz también que en el lecho de muerte nos visite Jesús soberano, y los ojos nos cierre tu mano que en tutela al nacer nos tomó. Si en la tierra Jesús y María a tu voz inclinaban la frente, ahora el cielo la espera obediente y tus siervos arcángeles son. ¿Y qué mucho seamos tus siervos, tus esclavos, los hijos del llanto, y que suba hasta allá nuestro canto cual desciende a nosotros tu don? José María QUADRADO 11 K^iaOla Vablo VI LA GENTE ESTA HOY DESPROVISTA DE UNA FILOSOFIA VALIDA HOY SE RESPIRA DESCONFIANZA ...Nada es verdad, nos dicen (los jóve¬ nes), nada resiste a la prueba crítica de nuestro pensamiento de gente nueva, y libre de las convenciones tradicionales del ambiente; todo es ficticio, todo ca¬ rece de verdad intrínseca; hoy se vive de hábitos mentales heredados, que ya no tienen la suficiente razón de ser; se que¬ rría lanzar todo por los aires; se expe¬ rimenta el vértigo de la revolución, de la anarquía, la fascinación de la nega¬ ción, de la nada. Se respira la descon¬ fianza, si bien empíricamente se vive de intensidad, en el estudio, en el traba¬ jo, en la experiencia del mundo exterior, y en la búsqueda interior de una pleni¬ tud, de una certidumbre, aun provisio¬ nal y pragmática, que en realidad no se consigue si no es creando otras pseudo- verdades. LA RELIGION, ULTIMO BALUARTE ¿La vida, pues, está vacía? ¿No vale pa¬ ra nada en realidad? También la religión, también la fe, ¿cómo se sostienen? En este punto la difícil cuestión se convier¬ te en decisiva: quien es arrastrado por este escepticismo desbordante advierte que éste es el último baluarte, y que el problema religioso es fundamental en la búsqueda de un concepto orgánico y glo¬ bal de la vida, especialmente si por re¬ ligión se entiende la religión cristiana, la religión católica, que justamente se cua¬ lifica por su afirmación de ser la verda¬ dera, aquella a la que corresponde obje¬ tivamente la Realidad, subjetivamente la Salvación. No; es imposible, nos confía o nos gri¬ ta nuestro querido interlocutor; yo, afir¬ ma, no tengo fe. Como quiera que se pronuncie esta conclusión, se sabe que hoy circula bajo esta genérica y gravísima etiqueta: cri¬ sis de fe. CRISIS DE FE Crisis de la fe. Si queremos investigar las causas de semejante crisis nos debe¬ remos sumergir en el océano inmenso de la psicología contemporánea; dejemos que lo hagan los psicólogos, los maes¬ tros de espíritu, los filósofos; a Nos nos basta ahora observar que la capacidad especulativa (según las reglas del pensa¬ miento, que solamente en el proceso científico cuantitativo son respetadas ri¬ gurosamente) de la gente de nuestra épo¬ ca es rudimentaria y pobre; ésta, en efec¬ to, ante los grandes problemas de la ver¬ dad y de la realidad, se encuentra des¬ provista de nomenclatura exacta, de ló¬ gica constructiva y de principios racio¬ nales consistentes, es decir, de una filosofía válida, si bien elemental y no refleja, de aquel «sentido común» autén¬ tico y enraizado en la profundidad de la sabiduría humana perenne. La desinte¬ gración de la racionalidad, mediante las recientes experiencias unilaterales del pensamiento filosófico (positivismo, sub¬ jetivismo, idealismo, existencialismo, estructuralismo...) predispone a la duda negativa, a la crítica demoledora, a las certidumbres aparentes y parciales, etc.; por lo que la inteligencia moderna, ante las novedades culturales y las transfor¬ maciones sociales, se encuentra incapa¬ citada para formular análisis detallados y síntesis completas, se fía de las opi¬ niones corrientes, cree en los maestros de moda, se habitúa a la superficialidad tendenciosa de la prensa de información o de recreo, prefiere juzgar con los sen¬ tidos, hoy ricamente servidos por los magníficos medios audiovisuales; y al fin experimenta aquella inseguridad in¬ terior, por la que todo se convierte en problema y para lo cual no parece quedar otra solución que el riesgo de pensar y de vivir como gusta y como agrada... (De la alocución en la audiencia gene¬ ral de 5-1-1972). 12 ¿HABRA FE EN EL ANO 2000 SOBRE LA TIERRA? Por Javier María ECHENIQUE ¿A qué tiempo concreto hace referen¬ cia la pregunta desconcertante de Jesús: «Cuando venga el Hijo del Hombre, ¿en¬ contrará fe sobre la Tierra?». El texto puede también tener un planteamiento inverso: «Cuando no se halle fe sobre la Tierra, ¿vendrá el Hijo del Hombre?». Desde mi ventana veo a unos niños que juegan en la plaza. Tienen, al parecer, de cinco a siete años. Estoy seguro de que esos niños son oficial y sociológicamen¬ te cristianos. Quiero decir, bautizados. El año 2000, estos niños tendrán treinta y cinco años, aproximadamente. Me pre¬ gunto: al concluir el siglo, ¿tendrán fe? Esta reflexión puede parecer inspirada por un pesimismo desolador, por algo que podríamos calificar como un maso¬ quismo espiritual. Hoy se está hablando ya de la «sinistrosis», esa obsesión de la generación presente, centrada unilateral¬ mente en el aspecto siniestro, negativo o tenebroso del mundo actual. Algunos so¬ ciólogos afirman que este sentimiento co¬ lectivo y creciente puede compararse por su amplitud y fuerza a la obsesión sexual. En el terreno religioso se produce una situación paradójica y desconcertante; por una parte, los creyentes y las Igle¬ sias, con razón o sin ella, están gravemen¬ te afectadas de «sinistrosis», de pesimis- mo, de desaliento; por otra parte, un nuevo y peligrosisimo triunfalismo se al¬ za en el horizonte del mundo cristiano: una trompeteria anacrónica anuncia al¬ borozada el comienzo de un tiempo cris¬ tiano de eficacia excepcional, el inicio de una etapa histórica transcendental y sor¬ prendente. ¿No será más honesto y sensato ad¬ mitir que la Iglesia y las Iglesias, pre¬ cisamente para renovarse, deberán, du¬ rante largo tiempo, «retirarse al desier¬ to» o ingresar en un nuevo huerto de Getsemani? ¿Por qué a un triunfalismo constantiniano ha de suceder un triun¬ falismo posconciliar? Si los fieles y las comunidades cristianas han de recobrar de verdad el espíritu de la pobreza, del amor y de la fe desnuda, quizá su tiem¬ po nuevo deberá estar marcado por el temblor, el temor, la tristeza y la «ani¬ quilación», esa «kenosis» de que habla San Pablo: «Tened entre vosotros los mismos sentimientos que tuvo Cristo, el cual, siendo de condición divina..., se des¬ pojó a sí mismo tomando condición de siervo» (Fil. II, 5-7). Por otra parte, esta situación actual tampoco es nueva en la Historia del cris¬ tianismo. Muchas veces ha sonado para los cristiunos y para sus instituciones «la hora del poder de las tinieblas». Nadie puede ni debe escandalizarse porque des¬ de aqui al año 2000 y más allá del segun¬ do milenio la Iglesia entera, maltrecha y crucificada, grite «con voz fuerte y con lágrimas»: «¡Dios mió. Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?». Eso es precisamente aceptar la po¬ breza, la humillación, para que resplan¬ dezca, a la larga, la luz y el Señorío de Dios. Puede, por tanto, que el año 2000 haya muy poca fe sobre la Tierra y, al mismo tiempo, haya mucha fe. 13 1 damunt el torrentó lli vincla sa esvelta arcada la volta d'un pontarró que sembla el portal major d'una esgleieta enclotada. VENTADA DE MARÇ Escabellant els núvols, la ventada, pel florit comellar, la ventada de març,avalolada, acaba de passar. I ara les flors de neu, a munts caigudes dels trèmols ametlers, enfarinen les xeixes ajagudes a dins els sementers. Bella flor que demà t'hauràs marcida, dins tu el nou ametló ja hi sentia de Vhàlit de la vida la dolça tebior; dins ta blanca corol·la ja no es cova el bon fruit del demà, però et mors bellament, com una jove que es mor sens infantar. Més que un malvat, me sembla un foll poeta el vent de març ombriu, qui no vol que la flor sia desfeta pel fruit que ja hi té el niu. I per 'xo l'arrabassa de la branca, gelós i ubriagat, gaudint quan agonitza, tota blanca, damunt el verd sembrat. LA FESTA DE SANT JOSEP .4 dins la Corema austera una gran vara ha florit; un perfum de primavera per tot arreu s'ha sentit. Sant Josep porta la vara que exhala tan bona olor. I porta quelcom que encara embauma més: el Minyó. El roser blanc esbadella ses flors vora el caminal; peró no hi ha flor més bella que la vara divinal, ni la flor que tix la blanca randa de l'ametlerar, estesa de branca a branca sobre el blat que creix ufà. L,a fadrina matinera ve de la Comunió. La fadrina vol i espera, fa temps, una bella amor. I sant Josep ho endevina... Dau-li, doncs, un bon marit. Jove que roman fadrina és vara que no ha florit. BINIALI Mig vila, mig llogaret, Biniali és lloc antic. Vorera d'un camí dret trobaríeu el poblet si hi anàveu qualque pic. Damunt les humils teulades del poble, ran del camí, aixequen, agermanades, llurs puntes agosarades una església i un molí. Per davall la carretera, tot just el poble fregant, s'enfonsa una torrentera, per on, l'anyada plovera, l'aigua ve cantussejant. 14 RECORD DE GINEBRA Petit menjador d'hotel ginebrí! De Babel la torre semblava la taula, a on tots els hostes hi feien sentir l'accent de la seva nadiva paraula. Un davant de l'altre, vós amb la fredor del nord i jo amb l'hàlit portat del migdia; així nos assèiem, vós tota blancor, jo colrat del sol de la terra mia. Per entre les flors del vas, desmaiades, s'encontraven sempre les nostres mirades... i així un idil·li subtilment florí. Jo al sol, vós al fred, ben prompte tornàrem i sota les flors l'idïl.li enterràrem... ¿Recordau, a voltes, l'hotel ginebrí? EL CHOR ABANDONAT Chor d’oblidat temple de frares, que tens un trist reculliment, encar te serves com quedares quan vaien cloure el veil convent. El faristol encara aguanta el Llibre d’Hores ben obert, i s’engrogueix la fulla santa com una fulla en un desert. Un negre Crist, ple de polsina, esguarda, trist, el cadirat; damunt el cap, la teranyina un blanc dosser li ha filat. Els setials, encongits, senten el fred pregon de llur buidor: sembla que resen i es llamenten en un salm mut, desolador. Un alt retaule de Maria, damunt el mur, perd les colors; un frare artista el pintaria a dins la pau dels corredors. La claraboia està entelada com el crestall de l’ull morent; la flor de vidre mustiada té un tremolós defalliment. Quan tomba el sol, la ponentina llum fa brillar tots els daurats, i el chor s’anega en la polsina dels raigs aurífics, irisats. Però ve l’ombra i, enfosquit, el chor s’adorm ple d’enyorança, servant del res de mitjanit una llunyana recordança. TARDORAL Avui el sol ja no pica: és passada la calor! A la nit ja fa una mica de tardorenca fredor. En el ball de la vermada la gent jove salta i riu. Es la darrera ballada de les festes de l’estiu. Es arribada a bona hora, amb la pluja, la saó. Mentre cruix l’arada enfora, s’ou el cant del llaurador: Jo llaurava amb en Vermell i amb en Banya-enrevoltada i feia millor llaurada que l’amo amb el seu parell. El ca tresca la cacera cercant la jove perdiu, i l’alt garrover espera el tord, parat el xibiu. Dins la bota congrenyada cau, bullent, el vi novell que el jorn de la trascolada va del cup al celler vell. De les fruites estiuenques ja no en cullen cap paner. Les magranes purpurenques s’obren dalt el magraner. Amb l’aigada que és caiguda el pastor ve ple de fang; a dins sa bossa peluda hi duu el primer esclata-sang. Ja s’allarguen les vetlades..., fer comencen a pensar en les bones escalfades de l’hivern, ran de la llar. I ve dels Morts la diada. Des de la «possessió», de la campana endolada s’ou la gran vibració, qui, morenta i dolorida, bé hi diu amb la lleu tristor que cobren l’any i la vida a l’entrar dins llur tardor. El temps, però, no s’acaba, dins l’any que mor altre en creix, i la vida que mancaba és vida que no reneix. La bona edat estiuenca sols una vegada es viu... Tardor humana, grisenca, com fas enyorar l’estiul Joan RAMIS D’AYREFLOR (1881-1956) 15 JOAN RAMIS D'AYREFLOR POETA PRETERIT Un poeta preterit! Això ens sembla a nosaltres En Joan Ramis d’Aireflor. Les seves CLARIANES (a. 1917), un llibre de tan bella poesia, tan lluminosa, tan encalentida de sol mallorquí, no han me¬ rescut fins ara l’honor de la reedició. A ningú, fins aquí, li ha vengut el bon pensament de fer el recull de tota l’obra poètica del nostre literat. Altres amb no tants de mèrits, així pensam nosaltres, han rebut un tracte més cortès i amable dels editors. Perquè per a nosaltres Joan Ramis d’Ayreflor, hi insistim, és un bon poeta, un poeta indiscutible, amb personalitat pròpia. No és un de tants vulgars imita¬ dors. Crea la seva poesia, amb la seva particular temàtica i amb el seu propi bagatge d’imatges i colors. La semblança o coincidència de la poe¬ sia de Ramis d’Ayreflor amb la dels al¬ tres poetes del seu temps és només d’i¬ deals. Els nobles ideals de l’«Escola ma¬ llorquina» (denominació còmoda, que ens costarà tant d’abandonar), ideals que, a final de comptes, vénen a reduirse a un tot sol: l’amor sense defallença a les coses nostres. Diríem que aquesta i no altra és la característica més ben definidora dels literats mallorquins, no solament dels de r«Escola» pròpiament dita, sinó de tots els altres, a partir de la Renaixença. Com és sabut, a un cert punt de la línia corba iniciada en aquell fet, de la Renaixença, apareixen dos alts cims que tenen per nom Costa i Llobera i Joan Alcover, respectivament. I aquests dos excelsos poetes esdevenen les fites des d’on es fa començar l’anomenada «Escola mallorquina». Aquests dos eximis poetes, fora de sè¬ rie, atreuen, com és natural, l’admiració i la veneració dels mallorquins que són o aspiren a esser lletraferits. Però tal ve¬ gada no sigui de tot exacte afirmar que aquella admiració anàs acompanyada del sentiment d’haver-se ja atesa, amb l’obra d’aquells dos excepcionals autors, tota la perfecció possible en la poesia mallor¬ quina. De fet els poetes poc posteriors, encara coetanis, ja maldaren per la su¬ peració; i, certament, alguns d’ells, Ma¬ ria-Antònia Salvà, Ll. Riber, M. Ferrà, l’aconseguiren almenys en qualque as¬ pecte. La llengua es troba més a ella ma¬ teixa, es fa més nostra en aquests tres darrers poetes. I tal vegada no sigui aquest, el de la llengua, l’unic punt en què els dos famosos mestres foren supe¬ rats pels tres eminents deixebles. Creim, per tant, nosaltres que no exis¬ tí mai la contemplació narcissista dels literats mallorquins identificats amb l’obra, tenguda per perfecta, de Costa i Alcover. Ens sembla més bé que el sen¬ timent dominant durant molt de temps entre la nostra gent de lletres fou el de «casa mia per pobre que sia», pobresa, emperò, que ells volgueren redimir amb la seva pròpia obra il.lusionada i fins i tot amb aportacions procedents de casa externa: els nostres millors poetes eren, a la vegada, creadors i magnífics traduc¬ tors de poesia, com ja féu observar Jo¬ sep M.“* Llompart. Joan Ramis d’Ayreflor fou també un fervorós enamorat de les coses nostres (ho acredità, a més, amb altra obra no poètica): la nostra història, els nostres costums, les nostres festes i ¿com no? el nostre paisatge. I Joan Ramis reeixí plenament en l’intent de traslladar aquell pertret tan entranyable als seus poemes. Tots són bons i ens hem trobat ben in¬ decisos a Thora de seleccionar-ne alguns per a exhibir-los en la «Pàgina literària». En aquesta revista, de signe franciscà, és cosa obligada fer referència al franciscanisme de Joan Ramis. D’esperit franciscà ho és tota la seva poesia: per la seva simplicitat i austeritat i per l’a¬ mor a les criatures humils. Són expressa¬ ment franciscans dos dels seus millors poemes: Sor Angelina i Com vull morir (inserits en aquesta revista, en les pri¬ meres dècades de la seva publicació). En té algun altre, com El refetor de Santa Clara... (no figure en CLARIANES). I sembla inspirat en el cor de l’església de Sant Francesc (Palma) el que duu per títol El chor abandonat, que ve en la «Pàgina literària». Fra M. C., T.O.R. 16 EL REPETOR DE SANTA CLARA (en el convent de sant Damià d'Assis) Recollit i auster, d’una rustiquesa que té el primitiu perfum franciscà, romans com et veia la santa abadesa, antic refetor de sant Damià. La gòtica volta, la llàntia sospesa, el mateix bancal que el temps corsecà, la mateixa taula, taula de pobresa, a on santa Clara hi partia el pa. Vora el finestró, el lloc a on seia. Voltada de filles, la Mare hi somreia fins que se moria entre planys i plors. Omplir aquest buit ningú gosaria, però un bell record hi haurà cada dia: al cap de la taula, un pomell de flors. Joan RAMIS D’AYREFLOR AMETLERS FLORITS Un ametler a migjorn i un ametler a tramuntana; un que floreix ben dejorn i un qui té la flor tardana. L’un, tot just guaita el gener, ja és una blanca boirina. A dins el cor del febrer l’altre encara s’enfarina. Així allarga son encant la florida fugissera qui subtilment va voltant la rural casa encisera qui té un ametler davant i ne té un altre darrere. Joan RAMIS D’AYREFLOR CARPINTERO MOMENT eucarístic Misteri de fe, estupend. —¿On trobar digne retaule — Oh Crist, en el Sagrament no us veig, però us sent present —fugiu lluny, boires de faula— tras el blanc vel de forment. Sou aquí. Pa en sacra taula, per virtut de ma paraula que, encar que indigna, s’embaula amb el vostre ordenament: «Feis això en memòria meva». Puis sou Z’Agnus Dei que lleva les lletjures d’aquest món, guardau-me el sentit pregon del celibat —vida infon que lins als estels s’eleva—; que el mantengui viu, sens treva, sens minva de valentia, — cor i ment, atents, hi són — mentre us mengi. Eucaristia! ¡Divina realitat! Cercant en Vós llum i guia amb el front ben acalat i, a terra genolls, postrat, jo us ador. Veritat única, com si besés vostra túnica. X. X. I Fue un carpintero, el hijo de María: treinta años al olor de la madera, treinta años de impregnar su vida entera de la madera de la serrería. Treinta años de aguardar a que su Día fructificase con la primavera; treinta años de llegarle desde fuera troncos y campo a la carpintería. Treinta años de cepillo y escofina, de ensortijar virutas con cromas y ungirse de serrín y de resina, y al treinta y uno se salió al camino y se perdió a lo lejos por las lomas, definitivamente campesino. II Los campos matutinos y mollares y las siestas en sombra en las higueras, y los recuestos, y las sementeras, y los viñedos, y los olivares. Todo lo anduvo con sus caminares, colinas, y majuelos, y laderas. Siempre un paisaje: trigos y chumberas y un poco de humo, abajo ,en los hogares. El resbalaba, dulce, sus miradas y hablaba con los suyos de su ausencia con ternura y tristeza anticipadas. Y comía con ellos, y bebía, pensando ya en dejarles su presencia en el vino y el pan que compartía. Manuel ALONSO ALCALDE 17 ^esde íloma EL MTRO. ANTONIO MARTORELL, T. 0. R., DIRIGE UN CURSO DE ACTUALIZACION MUSICAL-LITUR¬ GICA PARA COMUNIDADES RELIGIOSAS FEMENINAS La Comisión Litúrgica Diocesana —Sec¬ ción Música Sacra—, laudablemente abier¬ ta a las exigencias hodiernas de un cul¬ to religioso vivo y renovado, y particular¬ mente sensible a los deseos del Vatica¬ no II que quiere una participación cada vez más activa y consciente en la litúr¬ gia, organizó, durante el período inicial del año litúrgico, un Curso de actuali¬ zación musical-litúrgica de siete leccio¬ nes, para Institutos religiosos femeninos, con objeto de renovar, poner al día y enriquecer su repertorio musical y ha¬ cer así más sentida su vida litúrgica, en beneficio de sus mismas comunida¬ des y de las otras comunidades eclesiales entre las cuales generosamente cola¬ boran. Para el Curso, que se desarrolló en la sede del Seminario Mayor (plaza de San Juan de Letrán, 4), todos los sábados de tres y media a cinco de la tarde, se pre¬ paró un texto con cantos para Adviento, Inmaculada Concepción, Navidad y tiem¬ po de Navidad, con un sólido contenido de material musical, rico en espontanei¬ dad, viveza y autenticidad. La seriedad técnica, la forma práctica, dentro de la línea popular, son las notas más desta¬ cadas de las composiciones del autor del texto, Mtro. Antonio Martorell, director del Curso, quien supo despertar el más vivo interés entre las alumnas. La co¬ lección de cantos (que en pocas sema¬ nas alcanzó una gran difusión) está con¬ cebida con un discreto criterio de «pluralismo», con melodías preferente¬ mente de carácter coral popular, fáciles de aprender y de óptimo efecto hasta con la asamblea sola, al unísono. Dicho Curso de actualización vino a ser una válida respuesta a la solicitud pas¬ toral por una conveniente renovación musical - litúrgica, vivamente sentida tan¬ to en las comunidades religiosas como parroquiales, habiendo contribuido, ade¬ más, a una mejor comprensión de la realidad litúrgica. De hecho, toda la ac¬ ción didáctica del Mtro. Martorell estu¬ vo encaminada a valorar la liturgia no como institución, rito, libro, sino como acontecimiento, acción, historia; más interesado en redescubrir lo sagrado de las personas que de las cosas; más atento en vivir la «fe» que en quedar¬ se vegetando en la «religión». Lo cual no significa rebajar la liturgia ni re¬ ducirla a mero espectáculo, sino esfor¬ zarse por hablar un lenguaje directo, capaz de resonancias profundas en el hombre; nada de ruidoso «esnobismo» u otras ridiculeces, sino frescor de melo¬ día que invita a todos a cantar. En el camino hacia una mayor riqueza y ca¬ lidad de expresión el hoy tiene un va¬ lor único e irrepetible. Y fue así que estuvo dirigido y orientado el Curso, y así vimos que se desarrollaban las lec¬ ciones, con unánime aprobación del público que asistía, el cual tenía ade¬ más vía libre para un diálogo construc¬ tivo. PAOLO GILLET 18 MISIONES LOS INDIOS PARACAÑAS (BRASIL) En la Transamazonia donde Blas di¬ rige un puesto de la FUNAI, organismo de protección de los Indios, los ataques de los Paracañas son frecuentes (tres ata¬ ques en los últimos quince días). Cuando uno menos lo espera se presentan con sus arcos preparados. Como los guerrilleros urbanos, también ellos son muy rápidos y breves en sus incursiones, cinco o diez minutos al mᬠximo. OBJETIVO DE LOS ATAQUES El objetivo es siempre el mismo. En lugar de dinero, que para ellos, por for¬ tuna o por desgracia, no tiene ningún va¬ lor, roban todos los vestidos, los objetos de uso personal y, sobre todo, los víve¬ res. Y luego, obedeciendo a una magia extraña, obligan a los blancos, despoja¬ dos y después de raparles la cabeza, a bailar según un modo bárbaro, entre gri¬ tos y ruido ensordecedores. Son actualmente un millar, y no son considerados entre los indios más temi¬ bles del país. Están en contacto con la civilización desde el año 1938, y Blas pre¬ tende convencerles, a fuerza de regalos y presentes, como por ejemplo hachas y cuchillos, de la necesidad de un cami¬ no y de los beneficios que les traerá. No obstante, se mantiene cierta distancia en¬ tre los obreros blancos y los Indios. ñas atacó a los obreros de la empresa MEMPEZ JUNIOR, encargada de un trozo de carretera, y lo robaron todo, in¬ cluso los instrumentos de topografía, por los que manifestaron una viva curio¬ sidad. Todos estos episodios podrían dar lu¬ gar a hechos más graves. Los obreros, armados de revólveres y carabinas, de que se sirven para cazar y defenderse de los leopardos y de las serpientes, se sien¬ ten tentados de reaccionar. Pero podría provocarse un desastre mortal. El jefe UNA FECHORIA Hace dos meses, un grupo de Paraca¬ Dos Indios «Parocoñas» de un grupo avanzado sobre el río Anapu, Joel Santana, promete defenderse. «Nosotros, dice, respetamos los derechos de los Indios, pero también lucharemos al menos para defendernos». TRABAJO DIFICIL El avituallamiento de las empresas se hace por vía aérea, y en días determina¬ dos. Después de un ataque de los Indios, Joel tuvo que hacer a pie un viaje de 70 kilómetros, para no morir de ham¬ bre. Por este motivo la construcción de la carretera va despacio. En cuanto a los Indios que, hasta el presente, han quedado al margen de la civilización, se comprende que quieran defender su selva. EL P. SUDRE VISITA A LOS INDIOS Andéré, el jefe, da la señal de partida. Unos treinta guerreros indios, ágiles y rápidos, nos preceden. Dionisio, Francisco y yo, tres blancos, les seguimos. Estos Indios nos conducen a una de sus «malocas» donde ningiin blanco ha entrado aún. Caminamos así bastantes horas en silencio; siguiendo sus sendas tortuosas, escalando alturas, atravesando corrientes. Tuvimos que pa¬ sar a través de una de esas corrientes cuyas aguas eran fangosas. Andéré da una orden seca a los guerreros. Estos se paran bruscamente. Es cerca de medio¬ día; el calor es sofocante. ¿EN UNA EMBOSCADA? Entre tanto, unos cincuenta Indios, ar¬ mados de arcos, de flechas y clavas, nos rodean. ¿Nos hemos metido en una em¬ boscada? Otra orden del jefe; cuatro in¬ dios se alejan. De nuevo reina un silen¬ cio pesado: cinco, diez minutos; nuestros rostros palidecen... Los cuatro Indios regresan cargados de grandes hojas de palmera. Los depositan a nuestros pies. El jefe nos invita con se¬ ñas a ponernos sobre estas palmas. En¬ tonces tres Indios se acercan con calaba¬ zas llenas de agua clara; y nos lavan los pies. A la entrada de su poblado, estos In¬ dios, llamados «salvajes», para acogernos bien, han querido tener con nosotros este gesto de hospitalidad. P. ROGER SUDRE r ^ EL OBISPO AUXILIAR DE IBIZA, MONSEÑOR TEODORO UBEDA GRAMAGE, ADMINISTRADOR APOSTÓLICO DE MALLORCA Al cerrar nuestra edición leemos en la prensa el siguiente comunicado: «El Santo Padre, atendiendo a la reiterada petición de mon¬ señor Rafael Alvarez Lara, de ser exonerado del gobierno de la diócesis de Mallorca por razones de salud, ha tenido a bien nom¬ brar administrador apostólico, sede plena, a monseñor Teodoro Ubeda Gramage, obispo auxiliar de Ibiza». Por otra información se sabe que el administrador apostó¬ lico tomará posesión de su cargo el próximo día 5 de marzo. ^ ) 20 LA MADRE TERESA, DE NUEVO PREMIADA La Madre Teresa, espigada y menuda, la gran misionera de la India que, como fue divulgado en esta revista (HERALDO DE CRISTO, marzo 1971), recibió ya en el pasado año, el primer «PREMIO DE LA PAZ», que habia fundado el Papa Juan XXIII, ha merecido también el pre¬ mio nacional Kennedy 1971, que se con¬ cede en Estados Unidos. Sobre su tipico sari ostenta ya. Madre Teresa, varias condecoraciones de gobiernos e institu¬ ciones. El acta de concesión del Kenne¬ dy 1971 alude a sus trabajos entre los pobres e indigentes: «Desde las fuentes profundas de su fe dicidió ofrecer cura¬ ción a las legiones de desposeídos cuyo único hogar eran las calles de Calcuta». Esta mujer andariega, fundadora de la Congregación de las Misioneras de la Ca¬ ridad, ha establecido a sus Hermanas en tJO· la India, Tanzania, Venezuela, Italia... Y actualmente se ha querido instalar en Belfast. Allí donde hay hombres que su¬ fren, allí está —al menos con el deseo— la Madre Teresa. 21 LAS RR. FRANCISCANAS HIJAS DE LA MISERICORDIA EN BOLIVIA. ^ LA ESCUELA-NORMAL DE VILLA SERRANO. UNAS DECLARACIONES DE SOR BARBARA GENOVARD MESTRE. Afirmar que nuestra revista está muy vinculada a la benemérita Congregación de Franciscanas Hijas de la Misericordia es decir una gran verdad, pero quedándonos cortos. Porque la ímproba labor de corresponsalía y difusión de esta misma revista la llevan —en muchísimos pueblos de Baleares y Castilla— desinteresadamente las citadas Religiosas. Especialmente ellas, si bien no son las únicas. Este y muchos otros hechos que no es del caso enumerar, nos ha obligado a sentir como algo «nuestro» toda actividad apostólica de las citadas hermanas. Nuestros lectores recordarán cómo en más de una ocasión nos hemos hecho eco —en la sencillez de estas páginas— de las efemérides de cierta proyección apos¬ tólica vividas por la susodicha Congregación. Por ejemplo, registramos con agrado las primeras partidas de sus religiosas hacia las misiones del Perú y Bolivia. Y dimos cuenta detallada de la construcción y marcha general del Centro «Mater Misericordiae» en sus primeros años de vida, cuando más necesitaba el conocimiento y la ayuda de nuestros lectores. Y tiempo hubo, incluso, en que estas páginas registraban siempre el movimiento de vesticiones y profesiones celebradas en el Noviciado de Pina. Como ahora acostumbra¬ mos suplicar una oración a nuestros amigos cuando publicamos la noticia de cuantas RR. Franciscanas parten hacia la Casa del Padre. No obstante, «HERALDO DE CRISTO» nunca habló de las actividades misioneras que llevan a cabo nuestras estimadas hermanas franciscanas de Mallorca por tierras de Bolivia, Perú y Colombia. Es por ello que sentíamos una deuda con ellas. Y esperábamos una ocasión propicia para contar a nuestros suscriptores al menos alguna de dichas acti¬ vidades. Con motivo de haber venido a nuestra isla Sor Bárbara Genovard Mestre, natural de Ariany y Superiora en la Escuela-Normal de VILLA SERRANO (Bolivia), intentamos una entrevista con ella a fin de que nos diese algunas noticias de interés para los amigos da las misiones. Sor Bárbara, con elegante diplomacia, con mucha maña, eludió la res¬ puesta a no pocas de nuestras preguntas. Demostró un gran respeto y no menos cariño hacia todos aquellos cristianos bolivianos, pero, aprovechando la circunstancia de nuestro próximo parentesco, usó de la confianza que necesitaba para rechazar ciertos temas y para contestar tan sólo en el sentido que pueden apreciar seguidamente nuestros lectores: —Normal rural es aquella que, situada en el eampo, prepara los altimnos durante cuatro años para que, más adelante, ejerzan su profesión de maestros entre la gente campesina, entre¬ gándose a la promoción de los adultos, pero de un modo especial a los niños y jóvenes. —Según las estadísticas, un 75% son todavía analfabetos en toda aquella región. De ahí la importancia de las Escuelas-Normales Rurales, ya que la mayor parte de población reside en el campo. —El alumnado de dichas Normales Rurales procede de familias pobres. La mayoría, ade¬ más, carece de medios para ctibrir los gastos de pensión, material escolar, etc. —^Una de las Normales Rurales que tiene todo el alumnado en esas precarias condiciones es la de VILLA SERRANO. Cuenta con una matrícula de 150 alumnos. —Las considerables distancias de donde proceden aquellos jóvenes y chicas (la Normal es 22 mixta), les obliga a quedarse internos en la misma Normal durante todo el curso escolar. —El internado de chicas y la administración de toda la Normal es llevada, desde 1969, por nosotras, las Hermanas Franciscanas Hijas de la Misericordia. Y te aseguro que nos entrega¬ mos de buen grado a la promoción humana y religiosa de aquella estupenda gente campesina. —La población de VILLA SERRANO tiene 14.000 habitantes, pero sólo unos 3.000 viven en el pueblo propiamente dicho. Los demás, se hallan diseminados por los valles y montañas. —^Efectivamente, son muchas las desventajas de orden humano, cultural y religioso para los 11.000 habitantes que viven en el campo. Basta decirte que solamente disponen de siete escuelitas (si es que se les pueda dar el nombre de «escuelita))). Además, distan tanto unas de las otras o, mejor dicho, se encuentran tan lejos de los niños o niñas que han de aprovecharse de ellas, que para la mayoría de los escolares supone el tremendo sacrificio de hacer un recorri¬ do de una hora, hora y media, etc. Y esto, dos veces por día. —Sí. Mucho, muchísimo bien podría hacer la generosidad de los lectores de la revista «HERALDO DE CRISTO» a esos hermanos nuestros. Resulta que tienen los mismos derechos que nosotros, pero carecen de lo más elemental incluso para su promoción humana. —Lo diría precisamente con palabras del mismo Cristo: «Una vez salió un sembrador a sembrar. Y al sembrar, unas semillas cayeron... entre abrojos; otras, en buena tierra y dieron fruto... El que tenga oídos, que oiga» (S. Mateo, 13, 3-9). ¡Pues sí que ha sabido agarrarse bien Sor Bárbara para que la entrevista acabase bien! Ami¬ gos lectores, lo dicho: «El que tenga oídos, que oiga». Fr. J.r.M.. T.O.R. Perpeotiva de la Escuela - Normal de villa serrano (Bolivia) NUBSTEA pequeña HISTOKIA fKedio siglo atrás,,, Si el número de febrero de 1922, por el fallecimiento de Benedicto XV se había pre¬ sentado ante el público de luto riguroso, ahora el de marzo sale con color de fiesta por la elección del nuevo Papa, Pío XI. Y para mayor exteriorización de júbilo, el nú¬ mero aparece con el añadido de una primera hoja especial, en papel «couché», impresa en alegre tinta rojiza, en cuyo anverso está «El nuevo Papa, S. S. Pío XI», dentro de una hermosa orla (la «Nueva Balear» poseía un excelente material tipográfico). En la otra cara venían «Notas biográficas del nuevo Pontífice, Pío XI». Recordémoslas: el nombre, Aquiles Ratti; lugar de nacimiento, Desio (Lombardia, Italia); fecha, 30 de mayo de 1857. Sus padres eran fabricantes de hila¬ dos, y Aquiles el penúltimo de sus siete hijos. Había sido creado Cardenal por Bene¬ dicto XV en 1919. Luego empezaba el número propiamente dicho. Y lo hacía con otro retrato de Pío XI, ahora ya con el indumento papal. El bre¬ ve texto decía: «EL HERALDO DE CRISTO a la Santidad del Sumo Pontífice, Pío XI, ante quien se postra reverente acatando en su persona al sucesor del Príncipe de los Após¬ toles y al Vicario infalible de Jesucristo». A continuación, en un artículo sin firma, titulado «Papam habemus», se daban más amplias noticias sobre la persona del nuevo Papa; su labor ministerial, social, cultural y diplomática. tar estudiando entonces en Roma, había po¬ dido respirar el aire de expectación pro¬ pio de los días de elección de un nuevo Jefe supremo de la Iglesia. Fr. Ginard Amo¬ rós describía con vivos colores aquellos cuatro días de gente expectante en la plaza de San Pedro, deseosa de ver levantarse la blanca humareda por la histórica chimenea de la Capilla Sixtina. Y eso a pesar de la fuerte lluvia que caía aquel 10 de febrero de 1922. Otra página con más detalles sobre «Elec¬ ción y coronación de Su Santidad», con los siguientes subtítulos: «La elección del Papa»; «La bendición al mundo»; «El blasón de Pío XI» (con su divisa Raptim transit); «Corona¬ ción de S. Santidad» (el domingo, día 12 de febrero); y «Homenaje del Rey de España» (mensaje presentado al Papa por el Cardenal Soldevila). Soto Espíneo (Fr. C. Sureda) publicaba un extenso trabajo sobre «Benedicto XV. - Gran¬ deza religiosa de su pontificado», destacan¬ do, en particular, la ingente labor realizada por el desaparecido Benedicto XV en pro de la paz (casi todo su pontificado se desarro¬ lló durante la primera gran guerra europea). De nuevo una serie de bonitos grabados sobre temas mallorquines ilustraban aquel número. Procedían de los fondos de la im¬ prenta. En la página siguiente podía verse un gra¬ bado con «Pío XI en el momento de bende¬ cir al mundo desde el balcón exterior del Vaticano». Y empezaba otro artículo, «Augu¬ rio de paz y de amor», éste con la firma de Fr. R. Ginard Amorós, T. O. R., quien, por es- Marzo tiene su principal hito festivo en San José. Esta revista, siempre sensible al calendario litúrgico, insertaba un artículo del Menor mallorquín, Fr. Francisco Lliteras, con el epígrafe «id a José». Se refería todo a una «Congregación de Jóvenes Josefinos», 24 La prensa católica - escribió Juan XXIII — «es uno de los medios más poderosos de que se puede servir la palabra do Dios para llegar o los hoga¬ res y hacerse comprender y amar » HERALDO DE CRISTO es prensa católica. cuyo fundador, para salir de los apuros eco¬ nómicos de dicha Congregación, «fue a José» y, como Santa Teresa, se vio suficien¬ temente atendido. En el trabajo de Antonio Truyols, Pbro., se proseguía el catálogo de Superiores de la fundación de Sor Rosa Parera. Y Es Vey de Son Alegre, en «Quina lliçó tan profitosa!», como todos los meses, daba, en animado diálogo mallorquín, su enseñan¬ za moral para el pueblo sencillo, en esta ocasión sobre prácticas cuaresmales. Véase como resultaba de fácil la «metanoia» por aquel entonces: «—Quina lliçó tan profitosa! —diu en Beltran. —¿Què te pareix, Nito? El sen Tiá t’ha donada una purga pitjor que d’oli de recino. —Es ver —diu En Nito—; jo me creia esser un sabi, un Cicero, i, a lo vist, anava calçat per aigo. Vós, sen Tiá, vos ne desfeis com un homo. Jo no havia encara parat mai esment en aquestes coses. Crec que lo mülor será, d’aquí en envant, girar es bous; fer qualque passada per l’esglèsia, a sentir es coremer, cumplir sa llei de Déu i... dar-me una rabetjada en es confessio¬ nari». En «Crónica franciscana» se daba cuenta de la celebración en Inca de la «Reunión anual» de aquella Hermandad, el domingo día 15 de enero. El movimiento durante 1921 arrojaba las siguientes cifras: Hermanos in¬ gresados, 5; Hermanas, 59; total, 64. Herma¬ nos fallecidos, 3; Hermanas, 18; total, 21. Componían la Hermandad de Inca en enero de 1922: 236 Hermanos y 1.134 Hermanas, con un total de 1.370 terciarios. Sabemos que el número actual de terciarios de aque¬ lla Hermandad es hoy algo inferior, con ten¬ dencia a disminuir. Y de nuestro Convento de Artá venía la noticia de la profesión religiosa del Rdo. P. Bartolomé Pons Bosch -vocación tardía-, ce¬ remonia que había tenido lugar a mediados de enero. Como se sabe, el P. Pons era el colaborador de esta revista que firmaba con el seudónimo de Es Vey de Son Alegre. El número se cerraba con las secciones de «Necrología», terciarios y religiosas fran¬ ciscanas fallecidas, y «Bibliografía». PARTIERON HACIA LA CASA DEL PADRE PALMA DE MALLORCA. - Día 12 de diciembre 1971, D.® María Simó Oliver, suscriptora de esta revista. INCA.—Día 10 de enero, la suscriptora D.® María Rizó; D. Bernardino Seguí Rayeras, T. O. F. (25 enero); D.® Jua¬ na A. Ramis Tortellà, T. O. F. (8 febrero). 25 pagina, <iel teroia,rio DE INTERES PARA TODOS LOS FRANCISCANOS SEGLARES DE BALEARES I.—JORNADA TRIMESTRAL DE FRATERNIDAD.—Se celebrará, D. m., el día 5 de marzo, según las instrucciones que ya se han dado por circular a todos los Directores de la T.O.F. Los actos religiosos tendrán lugar en la riente villa de Santa Eugenia. El almuerzo, la «bulla de germanor» y la convivencia fraternal, en el pintoresco lugar de Orient. I.—CONGRESO REGIONAL DE LA T.O.F. EN VALENCIA.—Accediendo a una invitación del Sr. Arzobispo de Valencia, la T.O.F. de toda aquella Provin¬ cia, más la de Murcia, Cataluña y Baleares, se reunirá en Congreso durante los días 25, 26 y 27 del próximo mayo. Como ya saben muchos de nuestros lectores, desde el 22 al 28 del mismo mes tendrá lugar el CONGRESO EUCARISTICO NACIONAL en la Ciudad del Turia. El Congreso para los franciscanos seglares de las Regiones citadas constará propiamente de dos partes: la primera, consistente en una serie de reuniones de estudio y oración (durante los tres mencionados días) para compenetrarnos de los temas señalados por la Comisión episcopal, su aplicación a nuestra vida franciscana y las conclusiones que habremos de tomar para una más profunda renovación; la segunda, el último día del Congreso Eucarístico Nacional, supon¬ drá una participación masiva en los actos de dicho Congreso por parte de las muchas Fraternidades que habrán enviado su representación a Valencia para asistir a la clausura del referido Congreso Eucarístico y para la celebración, en un amplio local, de una gran asamblea franciscana. Día 16 de enero tuvo lugar, en el Convento de los RR. Franciscanos de Va¬ lencia, la primera reunión de los representantes de las distintas Comisarías que van a organizar el expresado Congreso Regional. En representación de los ter¬ ciarios dependientes de la T.O.R. asistieron los PP. Jaume Tugores y Francisco Batle, Asistente y Vice-Asistente Provinciales, respectivamente, de la T.0.F. A los franciscanos seglares de Baleares les ha sido asignada esta ponencia: «LA EUCARISTIA, FUERZA PARA LA EVANGELIZACION». Cuantos terciarios —o terciarias— estén interesados en la asistencia al ya re¬ ferido Congreso, avisen al P. Director o al P. Asistente Provincial antes del 15 de marzo. VI..——EJNOCARUN D ANUALDEFRATERNIDAD.—Losactosreligiososydecoiv vivencia fraterna se celebrarán en el Santuario de Ntra. Sra. de Cura. Como todos los años, será el PRIMER DOMINGO DE JUNIO. En el número de mayo pu¬ TROblicaremos el programa detallado. A LOURDES.—A petición de muchos terciarios, se tiene proyec¬ tado rendir visita de filial devoción a Ntra. Sra. de Lourdes. Será, D. m,, a últi¬ mos de junio de este año, y se aprovechará para visitar también Andorra, S. Se¬ bastián, Zaragoza (Virgen del Pilar), Montserrat, etc. Un viaje de 6 días. INTERNACIONAL DE LA T.O.F. EN ASIS.—En el mes de julio se reunirá en Asís una Comisión internacional para la redacción definitiva de la nueva Regla de la T.O.F. En representación de los terciarios dependientes de la T.O.R. asistirá uno de los dirigentes Provinciales de la T.O.F. de Baleares. 76 SAN FRANCISCO DE ASIS NO HUBIERA SIDO UN «CLERIGO CONTESTATARIO», DICE EL MINISTRO GENERAL DE LOS FRANCISCANOS «Francisco de Asís fue un hombre que vio los defectos de la Iglesia, pero no se le ocurrió denunciar, «contestar». Quiso resolver los pro¬ blemas según el Evangelio. Trabajó más con el ejemplo que con la palabra. Nadie puede en¬ contrar en él, en su predicación, una actitud de denuncia. Y esto es lo que nos falta hoy». Estas afirmaciones han sido hechas por el padre Costantino Koser, Ministro General de los franciscanos, en una entrevista concedida en España a un periódico de Murcia. Se le pre¬ guntaba si san Francisco de Asís hubiera sido hoy un «clérigo contestatario». La denuncia no tiene nada de franciscano, afirmó. Nuestro ca¬ mino es otro. La contestación aumenta los odios y crea situaciones sicológicas que hacen impo¬ sible la solución. De «L'Osserva.tore B.oxna<no» 1 D < O R G X7 L X. Orgull no vol tenir pau. j Orgullós vol estar alt, i està baix. ! Home orgullós, ja que ets de no-res, ¿per qué estás orgullós de no-res? Home orgullós mai no té pau. Home orgullós, quan ment, pensa que diu ver. Orgullós no dejuna. Home orgullós no es coneix a ell mateix ni els altres. Ningún home no té tan poca por de Déu com home orgullós. Home orgullós voldria esser Déu, si esser-ho podia. A home orgullós no t'excusis ni li demanis perdó. Veïnatge d'home orgullós és presó. Per home orgullós no pensis esser honrat. Amb home orgullós no pots estar alegre. Orgull qui ho és amb hipocresia, és més gran. Si amb home orgullós ets humil, tendrás amb ell pau i ell amb tu, guerra. Home orgullós, amb home humil el coneixeràs. Orgullós té els ulls al cel i lo cor en terra. PROVERBIS de Raimon Llull v. bibliografía Baltasar Coll Tomàs. - FOLKLORE DE LLUCMAJOR: rondalles, feines, costums, festes. - Il.lustracion§ de F. Salvà de S’Allapassa. - Llucma¬ jor, 1971. Sortosament les ciutats i els pobles de Mallorca van prenent consciència del va¬ lor de les seves coses. Aquesta manifes¬ tació d’un sa regionalisme o localisme és digna de tota lloança. Això eren abans només enrolles de qualque brusquer. Pe¬ rò ara sembla que l’amor conscient a la nostra terra, al nostre lloc vagi eixam¬ plant una mica més el seu cercle. I ens reconforta l’esperit veure que, en mig del gran terrabastall del temps que co¬ rrem, encara queda gent que no vol dei¬ xar el passat darrera una espessa muralla d’incomprensió, de despreocupació i desagraïment, sinó que sap apreciar allò que tengué vigència i fou estimat, o avo¬ rrit, en èpoques anteriors: és tot això que avui és designat amb l’expressió an¬ glesa de folklore. I perquè no se’ns mur¬ muri de retrògrads, diguem que l’amor a les nostres coses velles no deu signifi¬ car necessàriament (ja ho hem insinuat abans) el desig de que aquelles coses tornin a estar en curs. Moltes d’elles, da¬ vant el progrés de la mecànica, de la so¬ ciologia i de la cultura en general, han caducat definitivament, irreversiblement. Però això no ha de suposar el nostre menyspreu o el nostre desconeixement. Uno de escoceses Ahora se trata de Mac Pherson^ que da una reu¬ nión en su casa. Poco antes de la hora de llegada de los invita¬ dos se da una vuelta por las habitaciones y retira del perchero los paraguas y bastones que hay en él, guardándolos bajo llave. La señora de Mac Pherson se echa a reir: —No pensarás que nuestros invitados son ca¬ paces de robar los paraguas. —No; pero pueden sercapacesde reconocerlos- Gastos superfluos El matrimonio discute: —Eres muy gastadora —le dice el marido a la mujer—; no haces más que emplear dinero en co¬ sas inútiles y costosas —¡Bah! Tú también compras a veces cosas cos¬ tosas e inútiles, —¿Yo? Te desafío a que me cites una. —Pues bien; hace cinco años que compraste el extintor de incendios para el hotelito y no se ha usado ni una sola vez. Un mitjà excellent perquè no es perdi el record d’aquelles coses que ja no han de tornar és estojar-les dins un museu o arxivar-les dins el reliquiari d’un llibre. Això darrer ha fet, molt encertadament, Baltasar Coll respecte de les coses velles de la seva ciutat de Llucmajor: rondalles, gloses i poesies, feines del camp, cos¬ tums, festes, fires, etc. L’autor ha apro¬ fitat tot allò que ja havia estat publicat o simplement escrit (amb greu perill de perdre’s això darrer) sobre la materia; ha investigat i ha anotat diligentment i ha escrit pel seu propi compte, posant a mà dels lectors tot aquell ric i bell tre¬ sor. I d’això sí que n’estam segurs: co¬ rrent els anys, algun dia s’asserenarà l’esperit de molts d’aquests mateixos que ara viuen adelerats solament pel present o el futur; llavores tornaran la mirada enrere i en llibres com el de Baltasar Coll hi trobaran l’enyorat sossec i delec¬ tació; perquè l’amor a les nostres coses ens és connatural. 28 Distribuidor: D. JAIME ESTAPÉ MARQUÉS I Mistral, 30-36 PALMA DE MALLORCA MUEBLES ROMAR EXPOSICION. 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