dicxsmbre: 1969 ALMANAÜOE «EERALDO DE CRISTO» Ante las numerosas consultas que hemos recibido sobre el resul¬ tado del sorteo celebrado para distribuir los CINCUENTA magnífi- ¡ eos regalos prometidos a los poseedores de nuestro almanaque 1969, I recordamos que en el número de mayo 1969 de esta misma revista, I' apareció ya la lista de los números premiados. Consúltese, pues, la página 24 de dicho número, y se conocerá el I I resultado del sorteo efectuado exactamente el día establecido. Por otra parte, en el número de mayo del próximo año publica¬ remos igualmente la relación de los números del almanaque 1970 que j hayan sido premiados en el sorteo a efectuar el 18 de marzo. ; Mil gracias a las Fraternidades de la T.O.F. y a las Religiosas Franciscanas Hijas de la Misericordia por la eficaz colaboración que nos han prestado en la difusión de los almanaques del año próximo, colaboración tan considerable que a la hora de redactar estas líneas no podemos servir más calendarios para el expresado año 1970, que deseamos muy venturoso para todos. I 10 noviembre 1969. í V. REVISTA MENSUAL DE LOS P P. FRANCISCANOS DE LA T. O. R • DICIEMBRE 1969 Año LX - Núm. 717 • REDACCIÓN Y ADMÓN: CONVENTO DE SAN FRANCISCO TELÉFONO 212695 PALMA DE MALLORCA • DIRECTOR: I P. MIGUEL COLOM MATEU, T. O. R. ADMINISTRADOR: Fr. JAUME TUGORES MESTRE, T. O. R. • CON LICENCIA ECLESIASTICA • IMPRESIÓN: ARTES GRÁFICAS GIMÉNEZ • PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN: (A partir de enero 1969) ORDINARIA. . . . 65 PTAS BIENHECHOR 100 ... « PROTECTOR 500 ... t • DEPÓSITO LEGAL P. M. 340 -1938 NUESTRA PORTADA LA INMACULADA, de Jusepe de Ribe¬ ra, llamado cel Españólete» (1591-1652\_). •Obra maestra de belleza y de color que pue¬ de ponerse en lugar destacado entre las más no¬ tables creaciones de la pintura española». Con¬ trasta con el tenebrismo característico del gran pintor valenciano, y esto suma atractivos y mé¬ ritos a una obra artística que en tan alto grado los atesora. L »/ lea en ea^te número: Ruptura con la tradición ... 3 Las drogas, azote de la humanidad . 4 No existe una terapéutica específica contra la vejez 6 Plaza con viejos (poesía) ... 7 Piedad para los viejos .... 8 Per l'homenatge a la vellesa (poesia). 9 Nuestras misiones . . . . - 10 Fisonomía de San Francisco . . 11 Capvespre vora la mar (poesía) . . 12 Página literària 14 L'Abella 16 En Quadrado 17 Emmanuel (poesia) 18 «Fraternitat i joia» Misa para la ju¬ ventud .19 Nuestra pequeña historia ... 21 Página del terciario 22 Una opinión ...... 24 Itinerario evangélico .... 25 Escatologia rosa 28 (FRENTE A LA DIPUTACION) -PALMA CRECIMIENTOS ACELERADOS ÍNDICES DE CONSUMO ÍNFIMOS con Honderos, 95 Teléfono 222072 PALMA DE MALLORCA * ♦ RIEGO POR ASPERSION proysctos y presupuestos GRATIS (<(BEEIZEHPI3B) PALMA MANACOR LA PUEBLA « 4c TALLER DE TAPICERÍA l^ícente -l·latnande'^ Especialidad en cortinajes, sillones gran confort, salones y muebles de encargo Arquitecto Reynés, 3 •» 2 Teléfono 211451 PALMA DE MALLORCA — ♦ EDITORIAL RUPTURA COM LA TRADICIÓN / ablo VI tiene la virtud de hablar claro. No improvisa ni fia los conceptos a la memoria. Lee los discursos. Así sale de bien re¬ dondeado su pensamiento. No hacen falta interpretaciones. Huelga todo comentario. Se podrá estar o no estar conforme con su doctrina, pero ésta no necesita de ninguna hermenéutica. Por eso nuestro editorial se limita hoy a reproducir literalmente, parte de uno de sus más recien¬ tes discursos en relación con el epígrafe que hemos puesto. «Hay dos formas, más acentuadas que las demás, en el espíritu de independencia y hasta de rebelión que han penetrado bastante, incluso en el conjunto de la vida eclesial, las cuales nos parece que exigen una mención especial como muy opuestas al espíritu de comunión que la hora nueva de la Iglesia presenta a nuestra conciencia como el soplo vivificador y actual de la palabra de Dios: se trata de la ruptura de la tradición y de la desaparición de la obediencia. (Pero de esta última no vamos a hablar por ahora). La tradición, palabra que nada parece decir ya a los innovadores, aun los más buenos de nuestros días. Desgraciadamente, los jóvenes (y en parte, precisamente porque son jóvenes, los comprendemos) mi¬ ran con prevención todo cuanto precede a la actualidad, a su vida de hoy y a su carrera hacia lo nuevo y hacia el porvenir. Pero no sola¬ mente los jóvenes, también personas maduras hablan de ruptura con el pasado, con las generaciones precedentes, con las formas convencio¬ nales, con la herencia de tiempos viejos. Una fraseología superficial y bastante imprudente ha entrado tam¬ bién a formar parte del común lenguaje eclesial: se habla de edad constantinianci para descalificar toda secular historia de la Iglesia hasta nuestros días, o también, de mentalidad preconciliar para desvalorizar arbitrariamente un patrimonio católico de pensamiento y de costum¬ bres que todavía conserva muchos valores dignos de tenerse en cuenta. Se llega a expresiones y conductas a veces tan negativas que producen confusión y desintégración en la comunidad eclesial hasta el punto de hacer creer que la norma vigente y la costumbre adquirida ya no sir¬ ven.» (De un discurso en la audiencia general de 6-XI-1969). Todo muy transparente. Ni el agua es más clara y cristalina. Uno de los tumores de la Iglesia actual, descubierto, reconocido, diagnos¬ ticado. Pero las enfermedades del espíritu, igual que las del cuerpo, no se curan con solas palabras. 3 LAS DROGAS, a^ote de la humanidad por Gregori Mateu, T. O. R. Kos medios informativos han alar¬ mado la opinión pública con re¬ petidas noticias sobre el masivo consu¬ mo de drogas en nuestra nación. La dro¬ ga ha entrado en el panorama nacional de ima forma que comienza a ser alar¬ mante. No se pueden dar estadísticas válidas, ni se puede hablar con toda cla¬ ridad, ya que todo lo relacionado con las drogas ha permanecido siempre den¬ tro de un cierto misterio. Entre las noticias, bulos, informacio¬ nes sensacionalistas, queremos dar a los lectores de HERALDO DE CRISTO una panorámica real, dejando a rm lado to¬ do snobismo absurdo, buscando única¬ mente la cruda realidad de los hechos. Según el informe de la Organización Mundial de la Salud, existen en España 30.000 adictos a la droga, aparte de los turistas aficionados que pasan acciden¬ talmente por nuestro país. Esta cifra es relativamente pequeña, si se tiene en cuenta que existen dos millones y me¬ dio en Canadá, dos millones en Estados Unidos, dos millones en México y seis millones en Latinoamérica. Europa tie¬ ne porcentajes notablemente inferiores: 400.000 en Alemania Federal, 300.000 en Francia, 100.000 en Italia. El diez por ciento de los estudiantes de segunda enseñanza del continente americano, fu¬ man marihuana. En vista de esta am¬ plia panorámica podemos afirmar que la cifra global del consumo de drogas en España no plantea un problema alar¬ mante; sin embargo el aumento progre¬ sivo del consumo resulta inquietante. normal de un toxicómano es de un cuar¬ to de gramo. La dependencia física no se produce desde el primer instante. Ha¬ ce falta tomar un cuarto de gramo dia¬ rio durante dos semanas. Los barbitúricos son las drogas que producen más frecuentemente toxico¬ manía. Sin embargo, su uso es legal y no causa escándalo. En Inglaterra, el año 1964, era la medicina más frecuen¬ temente recetada, sólo superada por medicamentos para la tos y el catarro. Se producen ocho mil casos de envene¬ namientos por barbitúricos al año y son la segunda forma de suicidio más usa¬ da, después del gas. Objetivamente au¬ mentan la capacidad para cualquier ta¬ rea física o mental y elevan el coeficien¬ te de inteligencia en una proporción de ocho puntos sobre las pruebas psicométricas simples. El único indicio de haber¬ las tomado, es su presencia en la orina. Droga al alcance de todcs Las drogas han sido empleadas fre¬ cuentemente en la medicina como anal¬ gésicos, porque suprimen el dolor. No sólo liberan del dolor físico, sino de la aprehensión psíquica. La heroína es la droga que produce habituación. Ordina¬ riamente, el hecho de inyectarse lleva consigo un placer sensual. Se siente un orgasmo especial en el estómago. A algrmos recluidos se les pregimtó si pre¬ ferían una chica a una droga y respon¬ dieron, sin dudarlo, que una droga. Prueba evidente del tremendo efecto de la droga sobre el individuo. La dosis 4 de manera muy espaciada. De hecho, muchos los emplean para pasar exáme¬ nes, oposiciones, para pasar una noche sin dormir. Hay tres grandes grupos de drogas. Las primeras son los antidepresivos. Entre éstos, están los somníferos, los tranquilizantes y los barbitúricos. Com¬ baten el insomnio, la ansiedad y las de¬ presiones en grado menor. A pesar de algunas medidas teóricas, su venta no está sujeta a restricciones. En el segimdo grupo, podemos incluir los estimu¬ lantes. Son productos a base de cocaína. Combaten las depresiones, la obesidad, etc. Los más generalizados son los anfe taminas, que se encuentran en numero¬ sos preparados farmacéuticos Tampoco su venta está demasiado controlada. Fi¬ nalmente, quedan los alucinógenos. Sue¬ len ser productos extraídos de las plan¬ tas. Su venta está absolutamente prohi¬ bida y su uso es un delito. Producen reacciones de delirio y evasión de la vi¬ da real. Las autoridades norteamericanas esti¬ man que durante 1968 se vendieron 1.200 toneladas de marihuana en la frontera con México. En Tijuana, uno de los puntos más importantes del tráfico mundial de drogas, vendedores ambu¬ lantes proveen con relativa facilidad pa¬ quetes de marihuana a 35 dólares, capa¬ ces para confeccionar dos mil cigarri¬ llos. En el mundo se consumen al año 300 millones de kilos de marihuna, 600 millones de cigarrillos de marihuana al día. El cálculo de producción ilegal de opio al año asciende a 1.200 toneladas. Efeotos de la droga La droga es elemento que sirve para sumergirse en un estado de ánimo espe¬ cial. La acción de la heroína y de la morfina en el sistema nervioso central es que el toificómano siente que ha co¬ mido hasta hartarse, que ha logrado una plena satisfacción social y que ha eliminado toda ansiedad. Hay tres gran¬ des clases de «hippies». Unos, los «groo¬ vers» que la toman para conocer sen¬ saciones fuertes. Otros, los «mind trip¬ pers», viajeros del espíritu que la toman como medida terapéutica. Los últimos buscan lo que ellos han dado en llamar «conciencia cósmica», una especie de contemplación mística. Creen hallar con ello un sentido trascendente a todas las cosas. Tienen como ídolos a Cristo, a Buda y a San Francisco de Asís. En el campo intelectual la droga au¬ menta, en principio, la imaginación, pe¬ ro disminuye la concentración. No está Descubrimiento de un «nido claro que los músicos hagan mejores composiciones o los escritores mejores textos. Depende de las personas y de las situaciones. Lo que sí es cierto es que la marihuana no produce toxicomanía. Tampoco está relacionada con la sexua¬ lidad ni la delincuencia. Su uso no con¬ duce a ninguna degeneración mental, física o moral. Ni produce un placer in¬ mediato. El L. S. D., empleado en medicina, ha dado resultados estupendos. Sobre un porcentaje de cien alcohólicos ha cura¬ do 52. El poder del L. S. D. es tan activo, que con una botella de litro hay dosis suficiente para hacer emprender «viaje» a toda la población de París. Se la ha calificado como la «bomba atómica de la cabeza». El viaje dura de ocho a diez horas. Los colores se hacen más vivos, los sonidos adquieren significaciones so¬ brenaturales. Se pueden oír aplausos in¬ definidos, o un rayo que atraviesa todo el cuerpo. Desaparece el sentido del tiempo. El pasado verano fueron expulsados de Ibiza y Formentera más de 200 hip¬ pies, como paso eficaz para cortar el consumo de drogas. Pero, sigue hablán¬ dose de que todavía existen unos 2.000 apartamentos sin controlar en las dos islas. Basta ver, en los pasajes aéreos, tipos de pasajeros que van y vienen ca¬ da veinte días a Beirut, Ceuta o Marrue¬ cos. Todos ellos, destacados traficantes de drogas. Con la droga ha entrado en el mundo un nuevo tipo de perversión. La tremen¬ da insatisfacción humana debe encon¬ trar otros medios, que duda cabe, para solventar sus problemas y su infelici¬ dad. Sólo medidas radicales pueden de¬ tener el avance de este vicio que ataca y corroe el nervio de nuestra juventud. 5 NO EXISTE UNA TERAPÉUTICA ESPECÍFICA CONTRA LA VEJEZ En este mes de diciembre, desnudo y frío, el mes de la ancianidad del año, vamos a turbar la quietud de los lectores con esos dos artículos que nosotros jun¬ tamos, aunque aparecieron en fechas distintas y sin ninguna relación entre sí, en el diario madrileño YA. El primero viene a decir, cosa archisabida, que la vejez es un achaque sin remedio y, por eso, el segundo pinta con colores muy verídicos la situación de aquellos que se encuentran en la última decena o últimas unidades de su cuenta atrás para el viaje hacia la tumba. J^^caba de celebrarse en Washington el Octavo Congreso Internacional de Gerontología, al que prácticamente han asistido especialistas del mundo en¬ tero. Se ha examinado, una vez más, la ve¬ jez desde todos los puntos de vista sani¬ tarios: biológico, clínico, social, etc. Co¬ mo era de esperar, se han presentado co¬ municaciones atribuyendo la vejez a alterafciones celulares que determinan trastornos en el código de transmisión genética. Por supuesto, nada concreto. Desde luego, en la vejez existen altera¬ ciones celulares del orden de ima mayor lentitud en el recambio de las células que normalmente sufren deterioros que implican su muerte, habida cuenta la función que realizan. Así, por ejemplo, las células más externas de la piel, du¬ rante toda la vida, se van desprendiendo o descamando, siendo reemplazadas por otras células nuevas procedentes de la capa germinal, la más profimda del cu¬ tis, hecho que es fácil de comprobar ti¬ ñendo con nitrato de plata una pequeña zona cutánea y viendo cómo en el joven de veinte años la mancha desaparece en cinco días y tarda de diez a quince en el anciano. Lo dicho es aplicable a las células que tapizan el tubo digestivo, a las que reponen las células de la san¬ gre, destruidas por la incesante circula¬ ción de las mismas, etc. Ahora bien: ha de entenderse que probablemente tales alteraciones celulares se deben a altera¬ ciones en la nutrición de dichas células: hiponutrición, que se debe a la ya clási¬ ca tesis de la arteriosclerosis. Mecanismo de la arteriosclerosis No se ha de entender la arteriosclero¬ sis tal como se describe en los libros de texto, por supuesto a efectos didácticos, como una enfermedad que consiste en el depósito de sustancias grasas en los vasos capilares, depósitos que natural¬ mente, implican una disminución de las sustancias nutritivas que desde la san¬ gre pasan a las células. En la vejez, esen¬ cialmente, la arteriosclerosis se ha de ligar a las alteraciones que presenta el tejido que existe entre el capilar propia¬ mente dicho y la membrana de la célu¬ la; esto es, a esa zona que se conoce con el nombre de intersticio. Este está inte¬ grado por una sustancia llamada funda¬ mental, de naturaleza coloidal, que embe¬ be agua y otras sustancias, y en cuyo seno se encuentran unas fibras elásticas que hacen el juego a los latidos capila¬ res. Así, cuando el capilar se llena de sangre a consecuencia del latido cardia¬ co, las citadas fibras se distienden, y lue¬ go, dada su elasticidad, cuando el capi¬ lar se vacía en el período que correspon¬ de al corazón sin contraer, se contraen y exprimen el líquido que embebe la sus¬ tancia fundamental en dirección a las células y en dirección a los capilares. Pérdida de elasticidad En la vejez, toda esta zona intersticial, que, como se comprende, está repartida 6 por todo el organismo, está afectada. La sustancia fundamental tiene menos ca¬ pacidad de imbibición; las fibras elásti¬ cas se hacen más cortas y, además, pier¬ den la elasticidad; en suma, el tránsi¬ to de las sustancias de la sangre a las células está seriamente disminuido. Na¬ turalmente, un sinfín de comunicaciones de las presentadas al Congreso tuvieron como base el estudio de estas alteracio¬ nes. De hecho, actualmente y en este campo, la Medicina está dedicada a com¬ batir tales alteraciones, y ello desde tma vertiente, digamos médica, que trata de encontrar sustancias capaces de impedir los depósitos de sustancias grasas en los capilares (que son los que impiden la nutrición de intersticio y células, ge¬ neradoras de lo indicado), y otra ver¬ tiente quirúrgica, que trata de sustituii el órgano enfermo o envejecido. Un problema eminentemente social Como otras contribuciones importantes del Congreso deben citarse: Las mani¬ festaciones del ruso Chevotarev, que ha afirmado que, hoy por hoy, no existe una terapéutica específica contra la ve¬ jez. Y que para prevenir la vejez ,1o más importante es el ejercicio físico modera¬ do, la parva alimentación y los frecuen¬ tes reconocimientos médicos. El trabajo de Obrist, de Estados Unidos, demos¬ trando una mayor frecuencia de los tras¬ tornos del ritmo eléctrico del electroen¬ cefalograma en el anciano, si bien caren¬ tes de toda especificidad y, por tanto, imputables a la arteriosclerosis. El in¬ glés Cornellis ha mantenido taxativa¬ mente que la disminución de la memo¬ ria en el anciano que la tiene disminui¬ da se debe a alteraciones de la sustancia gris de la circimvolución limbica. PLAZA CON VIEJOS Como duros enebros soñolientos racimos de orfandad, negros menhires. por la cal de la plaza nevando sus espaldas, viejos al sol se fuman lentas misericordias. Al cuello uncida la bufanda roja, coronan su cabeza, la débil almervara de las sienes, boinas cenicientas que su color gastaron tanto polvo de trilla, tanta cellisca lóbrega. He aquí el testamento: el agua ya pasada mueve con el recuerdo los molinos del tedio. Es<i espera, la muerte, va otorgando en la tarde migas de pan caídas por amor de los pájaros. Por mis pueblos de adobe, hondos cáñamos [ tensos dejan al sol su vida, la cálida derrota de duras y maduras inocencias de la jarra del vino y de la hornada. Sagrados huesos, piel enaltecida, alzan el brazo al transeúnte, ¡amigos! saludo a lo que pasa y no detiene su curso por la orilla de sus hombros. Ruinas de mi patria, claustro de enredaderas y siglas en la piedra de canteros remotos, un friso con ancianos de ternura, calentando su carne en las mañanas, aguarda tu andadura. Aquí yacen, yacentes almijares, vivas piedras de sacrificio, donde el grano va exprimiendo el sudor de su fermento. ¿Así será mi historia, pasajero fluir de mansedumbre, parva extendida que el sol reseca en roquedales prietos esperando ya ser gavilla eterna? Y ya, secretos mármoles, anónimos trapos de sueño por la plaza umbría, se invocará otra vida, aquella infancia, o el devenir, su duende paseante, anciana y soleada soledad. MIGUEL FERNANDEZ Finalmente, en su discurso de apertu¬ ra, Schock se pronunció que hoy en el mundo el problema de la ancianidad es eminentemente social. Dr. Francisco Martino VITAMINADO CALMA Y ANIMA la tableta que da bienestar CONSULTE A SU MEDICO 7 PIEDAD PARA LDS VIEJDS La civilización, más que la cultura o la moral, nos ha sumergido en im mar de piedades. Estamos dispuestos a com¬ prender y a redimir a los locos, a los criminales, a los ladrones, a los pobres adolescentes que matan a sus padres, a los perros y a los pájaros, a los inverti¬ dos. Somos comprensivos y abiertos ha¬ cia todos los aspectos de la vida. Esta¬ mos dispuestos, debido a una frecuenta¬ ción cinematográfica de la psicologia y de la ética, de lo social y de lo criminal, a disculpar, a amar (desde lejos), a dar dinero incluso para ayudar a los desca¬ rrilados, a los malos, a las serpientes, si esto fuera necesario, con el fin de que haya en el mundo más justicia y equi¬ librio, menos odio y crueldad. Y esto es¬ tá bien. Hemos alcanzado algunas de las cumbres interiores del cristianismo por vías extrañas e inesperadas, pero es sa¬ bido que el viento divino sopla donde quiere. Si el cine nos ha obligado a to¬ mar en consideración a los presos y a los locos y nos ha hecho comprender que no es humano recluir a éstos y aquéllos en sitios de mala muerte, en¬ tonces ¡viva el cine! Las modas y las técnicas que las ayudan a prosperar lle¬ van a veces a insospechadas bondades. Sólo de los viejos no se ocupa nadie, a pesar de la gerontología que los enfo¬ ca como objetos de estudio y como nú¬ meros dignos de una u otra estadística. Pero de los que viven como Dios no quiere en asilos infames, en verdaderas cárceles, mal alumbradas, frías e inhos¬ pitalarias, de estas personas que nunca han pecado contra la sociedad, sino que, al contrario, han cumplido con su deber, han engendrado hijos, han hecho posi¬ ble lo que somos, la ciudad, la nación y el continente en que vivimos, de los vie¬ jos en cuanto individuos y entidades per¬ sonales, no se ocupa nadie, o muy po¬ cos. No están de moda. Todo se hace para los jóvenes, desde la falda y el pan¬ talón hasta la canción y la bebida, des¬ de el libro hasta el coche. Para los vie¬ jos, el infierno último (o primero), el de los asilos, del descuido y del olvido. La vejez debe de empezar con la jubi¬ lación. En aquel momento, estadística¬ mente establecido por ima ley, el hom¬ bre maduro se ve obligado bruscamente a interrumpir su trabajo, a abandonar a sus compañeros y sus costumbres, y a emprender, como im condenado, el ca¬ mino del exilio que la jubilación supo¬ ne. Hoy está aquí, con nosotros, al lado del torno, del escritorio, de la cátedra, y mañana ya no está, porque ha sido ju¬ bilado, retirado de la vida como una muela sin defectos o con muy pocos, sa¬ cada de prisa por un dentista cruel e ignorante. No es justo. No podemos, en una época en que todo es objeto de pro¬ testa, dejar a los viejos al margen de la sociedad, recluirlos, víctimas de la so¬ ciedad legiferada o de sus propias fami¬ lias. Hay en ellos energías, equilibrios, sabidurías que nos pueden ser útiles, y aún inútiles, los viejos cansados, mano¬ seados y agotados por el esfuerzo de to¬ da una vida, no pueden ser arrojados a la isla del Diablo, como los condenados de antaño, sólo porque no pueden pro¬ testar. Cerca de mi casa hay un asilo de vie¬ jos, y he visto otro en una calle céntri¬ ca de Roma, algo inolvidable y desespe¬ rante. Cada vez que paso a lo largo de los muros de ladrillo que separan a los viejos de la ciudad, como si fueran peli¬ grosos, miro aquella casa triste. De no¬ che veo alguna bombilla colgando enci¬ ma de una mesa; una bombilla que des¬ pide una luz endeble, la más barata, y me imagino la existencia del que vive debajo de ella, imagino aquel destino sin remedio, condenado a la más abso¬ luta tristeza, a la soledad, al desamparo, quizá a la penuria. Y me estremezco de dolor impotente y tengo ganas de gritar «¡socorro!» en el nombre de los de adendro; pedir piedad y luz, alegría y justi¬ cia para todos ellos. Dicen que de los jóvenes depende nuestro porvenir. Es verdad, y hay que cuidar de ellos, darles lo más caro para que la sociedad de mañana sea mejor que la de hoy. Es éste el sentido del pro¬ greso. Pero este progreso no hubiera si¬ do posible sin el pasado. El pasado es un valor más firme que el porvenir. Es una realidad sólida y objetiva a la que todos los vivientes pertenecemos en igual medida. Y los autores directos, in¬ dudables de ésta son los viejos, los que se pudren de aburrimiento y soledad en los asilos. 8 PER L'HOMENATGE A LA VELLESA Oh, Vamor que els cors enllaça! Oh, Vamor plena d’encant de guiar la incerta passa d’un vellet o d’un infant! Si els infants són alegria de llum nova resplendent, els vellets són poesia, són claror de sol ponent. ¿Qui veurà amb indiferència un vellet, ara impedit, que amb la seva experiència el guiava essent petit?... No amarguegi la paraula mai pels vells, i cada jorn trobin pa damunt la taula i somriures a Ventorn. Dicen también que vamos a vivir cien años, que antes de terminar el siglo el promedio de la longevidad será de no¬ venta años. Ahora bien, si nos seguimos jubilando a los sesenta y cinco, a mu¬ chos de nosotros nos quedarán seguros de treinta a cuarenta años de vida igua¬ les a una condena. ¿No habría ninguna posibilidad para que uno se jubile poco a poco, año tras año, trabajando cada vez menos? En lugar de sacar a un obre¬ ro de su fábrica o a un empleado de su oficina con la violencia de un puñetazo psíquico y físico, ¿no sería más saluda¬ ble, más útil para todos y más humani¬ tario, acostumbrarlo con la vejez y la inactividad? Hacerlo útil tambifn, darle el sentido de una dignidad que la socie¬ dad moderna quita a los viejos como un vestido y los deja desnudos en medio de la ca,lle... Caritat amb gentilesa porta cèlic guasardó; qui fou bo per la vellesa, no es veurà dins Vabandó. 1935 Maria Antònia SALVA ¿0 es que los temas sexuales nos de¬ jan ver sólo lo que es joven y agradable? Nuestro descuido, en este caso , sería xma forma de lujuria y la pasión por la juventud un vicio más, entre los muchos que corroen las colmenas más o menos humanas de este fin de siglo. - Vintila HORIA P^A.ZVBIEN' A SUS REDACTORES Y COLABORADORES, A SUS SUSCRIPTORES Y ANUNCIANTES, FRAN¬ CISCANAMENTE, FELICES NAVIDADES EN LA PAZ Y BIEN DEL SEÍsTOR. ’ ' IIex>a.ldo de Cristo 9 MISIONES 7tue0O Varraco en í^oLioar Sería a mi parecer más justo hablar del que ha sido hasta ahora Párroco de Bolívar, el P. Sebastián Maimó, actual¬ mente Comisario Provincial del Comisa- riado peruano. Suyo es el artículo que lleva por título el que encabeza estas lí¬ neas. Por lo visto, como buen caminan¬ te, está mirando hacia adelante, sin de¬ tenerse a contemplar el camino recorri¬ do. Lo cierto es que el P. Maimó deja en Bolívar im capital de simpatía, de afecto y de veneración tales, que nos parece muy difícil que puedan ser conquistados por sus sucesores. Sin dejarnos llevar por el deseo de dar a conocer su actividad apostólica —cuyos frutos quedan en el fondo del alma de los bolivianos, y en el libro de cuentas del Señor— Bolívar se enorgu¬ llece hoy de poder enseñar muchas rea¬ lizaciones que señalan tm gran progreso para Bolívar, y perpetuarán el nombre del P. Maimó: la bella iglesia parroquial, con su torre-campanario, la Casa del Pᬠrroco, un Convento para religiosas, un Salón Parroquial y Centro Familiar Cris¬ tiano, etc^ Sin exagerar se puede decir que el P. Maimó debe considerarse como un segtmdo fimdador de Bolívar en su aspecto religioso. Y cumplido, aimque muy pobremente, este deber de gratitud para con el P. Maimó, lean nuestros lectores los bellos párrafos que él mismo nos ha enviado con ocasión del nombramiento del P. Jo¬ sé Gelabert, como su sucesor en Bolívar. «Cuando un sacerdote prolonga excesi¬ vamente el ejercicio parroquial en una zona pastoral donde los fieles actuales no han tenido oportimidad de conocer a otro sacerdote, peligra la herejía popu¬ lar de personificar exageradamente al primer Párroco y, entonces, se aconseja un cambio. Una cosa es que lo recuer¬ den con simpatía, y otra cosa es que lo prefieran con exclusivismo. Se trata, pa¬ ra prevenir tal peligro, de remmciar a toda idea profana de triunfo personal y de centrar nuestra presencia a una la¬ bor íntegramente pastoral. Cada sacer¬ dote tiene cualidades propias y, al mis¬ mo tiempo, carece de otras cualidades que poseen los demás sacerdotes; por eso, es absurdo el atribuirse la unicidad. La conciencia de estas verdades impone la necesidad de una labor equipista, don¬ de cada uno es lo que es y hace lo que hace gracias a los demás. Han sido posibles unas obras en Bolí¬ var, precisamente porque unos religio¬ sos aceptaban en forma abnegada reco¬ rrer cristiandades esparcidas dentro de distinta zona pastoral y, en Huamachuco o Tayabamba, otros religiosos asu¬ mían la gigantesca responsabilidad de levantar casas, colegios, etc. Sería injusto o, por lo menos, innece¬ sario ponderar unilateralmente nuestra obra en Bolívar. Todos hemos tratado de justificar la presencia de la T.O.R. en el Perú, empezando por nrocurar vivien¬ das lo más cómodas posible a los misio¬ neros. Para ello hemos superado, con¬ juntamente, las dificultades que se han presentado y, al mismo tiempo, no du¬ damos que otro equipo hubiera hecho lo mismo. Bien sabe Dios los sacrificios de circunstancias olvidadas; basta que El los sepa y, por otra parte, deseamos que no se repitan. No estamos avergon¬ zados ni orgullosos, pero sí muy conten¬ tos de poder ofrecer alguna comodidad a nuestros hermanos y, a la vez, facili¬ tar la acción apostólica de nuestra Pro¬ vincia Religiosa en este país. «Verdad, Padresito, que toítos los pa- dresitos de Huamachuco son tan buenos como su reverencia», comentábase en Bolívar: como no me convenía la inútil confesión de rehusar tal comparación, les aceptaba el favor de ser considerado tan bueno como mis hermanos religio¬ sos. Es que, en realidad, han tenido la feliz ODortunidad de conocer y tratar a Monseñor Nicolau quien, a decir de ellos, es «una paz de Dios, un santo»; al 10 Detalle del aliar mayor de ia nueva iglesia de Bolívar, que con tonto sacrificio levontó el P. Maimó. Padre Jaime Mas, «muy dinámico, muy alhajita»; a Fray Paco Andreu, «bien tra¬ bajador y bien bueno»; y al P. Riutord, «tan amigable y tan buenico». En este clima de simpatía hacia todos los «Padresitos de Huamachuco» y es¬ tando las obras parroquiales bastante avanzadas, por lo menos en el pobre as¬ pecto faraónico de las mismas, el Rev. P. José Gelabert T.O.R. ha aceptado con sincera ilusión hacerse cargo de esta Provincia «Santísimo Salvador» de Bolí¬ var. El nuevo Párroco tal vez tendrá que perdonar a sus feligreses algún que otro recuerdo o alabanza exagerada que posi¬ blemente regalen al Párroco anterior. Me aseguro para el dinámico Padre José que fácilmente consiga amar a los bolivarianos, quienes saben dar mucho más de lo que nosotros podemos ofrecerles. El mismo Monseñor, verdaderamente muy querido en Bolívar, ha repetido que «los feligreses bolivarianos son la mejor gente de nuestra Prelatura»; no me cabe la menor duda, pero me limito a trans¬ cribir las palabras anteriores de nuestro Obispo. Tengo la confianza de que aque¬ llos fieles, arrinconados en el desecho geográfico de Bolívar, aprovecharán las cualidades del nuevo Párroco, cuyo espí¬ ritu apostólico y prontitud para toda clase de trabajo convierten a su persona en un religioso ejemplar. P. SEBASTIAN MAIMO, T.O.R. Comisario Provincial Tisonomicí de San Trancisco LAS ABEJAS ¿Qué diré de aquellas más insignificantes criaturas, las abejas, para las cua¬ les en el rigor del invierno hacía (Francisco) servir miel y vino generoso a fin de que no pereciesen? Consideraba las aptitudes que demostraban las abejas, y sentíase en tanto grado movido a la alabanza de Dios, que más de una vez llegó a emplear un día entero en elogiar sus labores y las de las demíís criaturas. (Celano, Vida primera. Lib. I, c. 29) En un monlecillo el siervo de Dios fabricóse reducida celda, donde por espacio de cuarenta días hizo penitencia con inusitado rigor. Retirado de allí al terminar dicho tiempo, quedó la celda abandonada, sin que nadie la habitara. El vaso de barro en que el Santo acostumbraba beber, quedó también allí. Al ir algunos hom¬ bres a visitar aquel lugar, por reverencia del Santo, hallaron el vaso lleno de abe¬ jas. Dentro de él, con su maravilloso arte, fabricaban su colmena, significando de una manera clara la dulcedumbre de contemplación que allí había gustado el Santo. (Celano. Vida segunda, P. II, c. 19) 11 CAPVESPRE VORA EA MAR * 12 La carn se daura al sol i aquí s’abeura amb forts aromes d’iode i de marisc i d’engolir la mar els ulls tenen lleure. Sota la pau dels pins sols mir i visc i un d’ell mateix i de tothom s’oblida i roda el temps sense cap risc ni gisc. La mar amb sos jocs de llum aquí em convida a repastar-me en blau i netedat i a empeltar amb mudes de goig nou la vida. Mar sempre jove! Sempre en bell esclat, que no saps de l’horror de fer-te vella i de veure el sepulcre esbadellat. L’aigua, agafant-se als penyalars, s’esbrella i enfila pels esculls remors i flocs i amb un ruixim de vidre s’emmantella. Llisa, semblava «un mira’m i no em tocs», mes ara a la ribera s’acabussa, lladra i s’engresca i bull i fa burots. L’arena de les cales arregussa, despolpa, cava i buida cent enfonys, mes, tant de mossegar el dentat li esmussa. La mar voldria replanar-se els bonys i els raspa i llima una hora i una altra hora i en la feina s’irrita i no hi plany gronys. Mirau quins lliris blancs! Brollen enfora barquetes envelades. I és que el pit inflat i bategant, la mar s’enfiora. Ramats d’anyells enjogassats, delit de randes i llençols per la ribera que es fan i se desfan sempre seguit. En rebotir i alçar-se la bromera, amb bombolleig i ritme accelerat a cada roca hi posa una bandera. Floquen per l’arrugada austeritat d’aquesta costa ossuda i aromosa, xiprell, fonoll marí de gust salat; semprevives i romaní i mostosa camamil.la d’esgrogueïts ramells, i pins arruïnats de carn fibrosa. Però l’honor i glòria, els vers joiells d’eixa cala, pel sol i mar brunyida, són dues fonts rajant d’uns esmorrells. La costa en aigua dolça se liquida, nítida i fresca i escampant salut, i aucells i mariners a beure-hi crida. Com és d’anguniós que el roi molsut d’aqueixes fonts en inexhaust miracle a la set de la mar vagi en tribut! Ara m’embadalesc amb l’espectacle de les ones que corren a tocar mare, i cabdellen qualsevol obstacle. Els feréstecs gatzolls del roquissar llesquen l'aigua, la trinxen, la foraden, i l’esmicolen i la fan ballar. Mes hi riuen les ones. Si se’ls baden els molls vestits, se’ls tornen confegir i d’aquest embogit folgar s’agraden. Amb ímpetu i polsim de terbolí se bolquen i rebolquen per la costa i a cada escull li posen faldellí. Els turons cap-pelats, d’esquena rosta, que són plens d’harmonies de color, empurpuráis del sol que va a la posta, guaiten la mar. Immòvils d’estupor, mai no podran, com ella, esclafir en dansa i esser, com ella, esplai i joc sonor. El boirim que els envolta, ¿es enyorança, fumarel.la de somnis, pensaments, desigs inassequibles o recança? Els pins de formes mòrbides, turgents, porten capçana fulgurant, sanguínia, estoigs on s’arrupeixen els vuit vents. La tarda mor amb serenor apol.línia, se desinfla la mar i pren color gris. Amb l’ombra es va oxidant l’aigua fulmínia i el jorn s’acluca exsangüe amb un somrís. P. Rafel Ginard Bauçà * Aquesta poesia va esser premiada en els Jocs Florals que, en honor de la poetessa Maria Antònia Salvà, se celebraren enguany, primer centenari del seu naixement, a Llucmajor, dia 29 de setembre- I» AGINA. I. L’ABELLA Somniant, somniant, ma vida hauré passada volant pel vell pinar i per la flor del bruc; ma tasca ha estat només d’abella enlluernada o closa dins el buc. Romeu de vesta humil, captaire que pidola l’almoina a cada mas que troba en son camí, així he ressef'uit de grat la farigola. la menta, el romaní. I tots per un moment m’han perfumat les ales, i el sol, meravellós encís d’aquell moment, m’ha fet esborradís l’encís de plaers i gales, robant-me tot l’esment. Grat sia a l’aire, al sol que m’han donat coratge ara que del silenci sent que m’arriba el torn i és hora de plegar, finit mon romiatge, el remoreig del jorn. Ma bresca fora temps fóra enutjosa cosa; la nova gent d’avui deleix una altra mel... L’abella —tant se val!— pel card i per la rosa troba cami del cel. 14 EL PRESENT Frec a frec de la teulada del vell casal aclucat, ma finestra hi és badada en vetla, com l’ull daurat d’una gran Hebra ajaçada. En son vidre se belluga de biaix el sol naixent. Veu la roba que s’eixuga, rep la flaire benastruga de reina i pa calent. Veu com plana la milana, veu com fuig l’esquiu mostel; sap la pau que s’encomana de l’esquella llunyedana, del lluir de cada estel. Sap fruir, o bella cosa! de l’aiguat que engrossa el rec. Mai per mai hi troba nosa el colom que s’hi reposa amb el seu buscall al béc. Ai, la musa que em fugia! ai, l’abella que em vol bé! ¿Qué en treuré de passar el dia esguardant la llunyania per quelcom que mai no ve?... I l’abella, una diada, dins l’eixam que roda món va aturar-se, de passada; ma finestra era tancada i jo lluny, qui sap a on... Mes l’antiga persiana on l’aucell de la quintana tants de cops trobà aixopluc, avinent a qui demana, pot ser gàbia, pot ser buc. A l’entorn l’eixam bronia amb confusa bonior... ¿Qué espiava, qué volia, si cap rosa no hi havia?... Demanava una cançó? Només sé que a ma tornada, ma finestra al ser badada, hi trobí —gentil present!— una bresca allà penjada com rdim de la sarment. R À RIA FIBLADA ¿Com diré mai l’encís d’aquella edat quan pels volts dels camins no hi atzavares, plauen les randes i les sedes clares i el cercle es va eixamplant de l’amistat? Era al passeig nocturn de la ciutat; els arços, mig velant les alimares, daven penombra a falagueres cares; mots de bell dir volaven per l’embat. 1 heus aquí que de sobte recorria tot el meu cos l’aguditzat rampell d’un viu dolor al dit, que m’atuia. Una abella enfurida —d’on vindria?— me l’havia fiblat amb son dardell, que em remangué clavat al guant de pell. MEL I LLET Bresca de mel daurada bresca de mel, l’abella era afanyada volant feel captant dolçors i cera de flor en flor i heus-et-aquí, sencera, preuat tresor! D’ovelles escampades l’aplec ja fet, veig caure en les ferrades la blanca llet i em sent tota amorosa del tendre bel, dolça terra abundosa de llet i mel. Maria Antònia SALVA 15 L« B e: X. I. A. Amb aquest número i amb aquest intranscendent comentari tan carn la nostra modesta com¬ memoració literària del primer centenari del naixement de Maria Antònia Salvà i Ripoll, l’exímia poetessa de Llucmajor. No ens passa per alt que deixam just iniciat un tema: el d’»Els animalets de Maria Antònia Salvà, els aucells» (vid. HERALDO, núms. juny i juliol-agost, 1969). Circumstàncies de l’any i dels mesos ens apartaren d’aquella agradable tasca i ens impulsaren a tractar altres aspectes, en certa manera obligats, de la poesia de Maria Antònia. Si l’ocasió esdevengués altra vegada propícia, retornaríem a aquell tall ara abandonat. Malgrat això, essent la poesia de Maria Antònia característicament «animalera» (recordi’s el to afectuós que té el sufix en aquest cas, idèntic en «infanter»), volem que sigui el nom d’un animaló el que posi la cloenda a aquestes notes: l’abella. Se’ns dirà que l’abella és una bestiola massa literaturitzada. Efectivament, és ver; seran ben pocs els literats que una vegada o moltes vegades no hagin embellit la seva prosa o el seu vers amb el joiell d’una abella d’or. Ja l’antiguitat clàssica (Ciceró, Horaei, Virgili) cantà llargament els mèrits i excel·lències dels coneguts himenòpters que «al Rei del cel manteniment donaren» (Virgili-Riber). Maria Antònia Salvà, sempre tan sensible als «meravellosos espectacles de les petites coses», n’escriu de delicioses sobre les abelles. Escoltem-la una mica: M’agradava sentir contar coses de les abelles... Deien que cada una d’elles, en eixir del buc pels petits foratS' del fonell que els feia de portal, s’aturava una estona i amb la poteta de davant es tocava el front; era que, abans d’emprendre la volada en cerca de mel, se senyava, perquè la tasca li anàs bé (ENTRE EL RE¬ CORD I L’ENYORANÇA, Les abelles). Com era d’esperar, l’abella remoreja sovint dins les produccions de nostra poetessa. Hi és un dels noms d’animal més reiterats. Dues dotzenes de vegades almenys. I els versos porten, com sempre, el bell signe de l’observació directa. I, entre moltes altres coses, l’autora ens recordarà que el romaní de nostres garrigues, que tots els mesos treu florida (Floreta modesta, / diu que, amb sol o neu, / floreix quan fa festa f la Mare de Déu), juntament amb el card, són les plantes per on més hi floquen les ahelles:... O flor de garriga, / flor de romaní! / O breu meravella / d’un morat de cel, / d’on xucla l’abella / l’exquisida mel (ESPIGUES EN FLOR, Romaní florit); I estim caus i lloriguer^s, f flors de card i romaní, / amb l’esbart que fan venir / d’abelles i caderneres (IB., Del pla); La flor de card té la mel exquisida, / més que la mel del flairés romaní. / Prou que la cerca l’abella feinera, / remorejant, vellutada i subtil (IB., Flor de card). Tamhé Mistral devia ob¬ servar, per les terres de Provença, on s’hi fa el romaní, que les ahelles sentien Ilepolia per la floreta hlau-cel: Com vol d’abelles eixerides / que roben mel flairosa, als romanins, d’un bes (MIREIA, trad. SALVA). En l’abella Maria Antònia hi sintetitza la seva vida de poetessa i de cristiana. Llegiu les estrofes de la poesia del mateix títol, reproduïda en nostra «Pàgina literària». Quin to més pa¬ tètic i més pregonament humà hi ha posat l’autora! Al costat dels colors moradencs i enyorívols o de velada queixa, «ara que del silenci sent que m’arriha el torn / i és hora de plegar, finit mon romiatge, / el remoreig del jorn... Ma hresca fora temps fóra enutjosa cosa; / la nova gent d’avui deleix una altra mel...» hi ha l’esplendorosa llum del seu íntim goig: «Somniant, sonmiant, ma vida hauré passada / volant pel vell pinar i per la flor del bruc; / ma tasca ha estat només d’ahella enlluernada / o closa dins el huc». Vestida d’humilitat, Maria Antònia va anar captant poesia pels camins austers del pla de Mallorca, vorejats de farigola, de menta o de romaní; i aqueixa hella tasca li llevà la dèria d’altres entreteniments menys sans, menys sants i menys inofensius. Ella, en definitiva, ho creim piadosament, va fer realitat, amb tota la seva càrrega de significació cristiana, allò dels dos darrers versos de la poesia a la qual ara en referim: «L’abella —tant se Val!— pel card i per la rosa / troba camí del cel». Amb treball incessant i amb un enginy admirable les abelles fan la bresca de mel. La mel és una menja exquisida, bona i tot per necessari. Però no tota la mel és igualment dolça i bona. N’hi ha que fins i tot amargueja una mica. Depèn de la mena de flors que hagi pogut trobar l’abella. Maria Antònia Salvà tenia un ull beneït per a cercar les flors millors per a la seva bresca. I la seva poesia satisfà plenament el nostre gust. El nostre paladar no hi desco¬ breix cap piqueut d’agre, cap sabor estranya en aqueixa mel. Té per a nosaltres el tast autèntic. No és aquella mel quintaessenciada, com a sintètica o de laboratori, que ens la lloen tant, però que no té gust de mel; ni tampoc aquella altra que tal vegada sigui mel de bon de veres, però que ens la donen dins vasos de tan dubtosa netedat, tan tocats de mosques, que no fa mengera. Que se’ns perdoni aquest final un xic massa culinari o de rebost mal adesa t. I també si expres¬ sam idees en desacord amb les d’altres. Repetim que la mel literària que produïa l’abella de S’Allapassa és una de les que més ens plauen. ¿Es que no serem lliures per a palesar Ileialment el nostre gust i les nostres simpaties? Fra M. C., T. O. R. 16 EN QUADRADO (Conclusió) Per més que, fill de la seva època, hagi escrit en castellà: per més que, al tombant de la vida, recomanàs als joves d’esser més fidels a la ins¬ piració que al llenguatge, no li poden fer retret que no estimas la llengua nostra, de la qual es serví també alguna vegada. En prosa, hi ha d’haver un opuscle d’ell —que jo vaig fullejar ja fa molts anys—, en què, planyent d’ofuscació els qui havien gloriejat públicament la figura de Joanot Colom, retreu uns curiosos fragments de codolada sobre els desastres d’en temps de les Germanies. En vers té un himne de caient tro¬ badoresc que compongué l’any 1884 per la co¬ ronació de la Mare de Déu de Lluc: Ama els penyals la Verge Sobirana, que són graons pel cel on resideix... Ama els penyals..., etc., unes estrofes d’idèntica motlada a les castellanes que havia posat anys enrere en boca del joglar a Las bodas del Conde Malo. Però res no ens farà veure la seva cordialitat per la llengua com la devoció que sentia per l’obra poètica d’En Costa i Llobera i sobretot per la poesia L’Arpa, símbol, com tots sabem, del nostre renaixement literari (encara que jo crec que no li plaïa precisament pel símbol, sinó pel¬ la bellesa romàntica de la concepció). D’En Cos¬ ta n’era En Quadrado, podem dir, un incondi¬ cional, i l’anomenava «el nostre Miquel», avantposant-lo a tots els altres. Quan es parlava, per exemple, d’En Verdaguer, sense negar importàn¬ cia a l’autor de L’Atlàntida i de Canigó, solia contestar: «Però encara no n’hi ha cap com el nostre Miquel». En Sants Oliver, aleshores ben jove, era un altre dels seus ídols, si no com a poeta, com a crític i publicista. Referint-se a un article d’ell, que, editorial de no sé quin periòdic, anava sen¬ se signar, digué que n’endevinava fàcilment la procedència, perquè per aquí les plomes no vo¬ laven tan amunt. Aquesta tendència a dir coses enginyoses, sub- ratllant-les amb la seva rialleta característica, era una de les seves «flaques», com solen dir. Un vespre d’hivern, en sortir de ca-nostra, on era vengut a acompanyar-nos una estona, digué al qui li posava la capa, al rebedor: «Aquesta capa està a punt de celebrar les seves bodas de oro; és coetània de la Constitució espanyola del 45». I afegí llavors: «i la Constitució ja no abri¬ ga ningú, i la capa encara m’abriga a mi». Enemic irreductible de les curses de braus, era un apassionat del gran teatre. D’òperes, no en deixava cap mentre pogués, i sovint li esdevenia de tal.larejar després a mitja veu (amb una desafinació espaventable) tal o qual ària de tenor; perquè, per més que la música unida a l’espec¬ tacle parlàs fortament al seu esperit, de sentit musical per encertar l’entonació del cant, en mancava absolutament. Fou un nedador impertèrrit, que es prenia, a l’estiu, innombrables banys de mar, allunyant-se de la ribera, als clàssics banys de la Portella, fins que podia veure el rellotge de Sant Francesc, cosa a la qual ben pocs pervenien. Aquesta afició a la mar, en els darrers anys, era la deses¬ peració de la seva esposa, la bona de donya Rosa Morell, mi rosita de mayo, com li deia ell ga- lantment. 17 Així anava comparant el seu temps aquell ho¬ me admirable, entre l’arxiu de la Sala i el tre¬ ball a ca-seva, omplint fulls i més fulls d’aquella lletra petita, atapeïda, escrita amb ploma d’au que li trempava el seu gran amic, mestre Oli¬ ver, honorable menestral que solia fruir la pri¬ mera audició dels articles de «Don Josep» i fins es permetia de jutjar-los, sobretot si eren de controvèrsia. Restaria massa incomplet aquest esbós, si no hagués fet constar l’amistat d’En Quadrado amb mestre Oliver. Era freqüent tro¬ bar-los junts passejant per l’antiga murada, avui desapareguda, i fins i tot era de vegades a casa d’aquest, allà al Pes de la Palla, on el primer componia o retocava els seus escrits abans d’en- viar-los a la premsa. Ell va esser qui, sabent la meva afició a lle¬ gir, em proporcionava llibres. Em feu conèixer les obres de Pereda i Fernán Caballero, i em posà a les mans / Proinessi Sposi de Manzoni. Aleshores, que n’estava de lluny, de pensar que, temps a venir, en seria la traductora! D’aquest llibre deia En Quadrado que un nin hi podia aprendre de llegir i un filòsof hi podia meditar. De les meves primeres i temoregues prova¬ tures poètiques, no record que n’arribàs a veure cap. Qualque veu, però, n’hi degué pervenir a Forella. quan un dia em preguntà: —I si allà, pels camps de Llucmajor, s'hi collís una floreta de poesia, ¿que parlaria en mallorquí, o en castellà? —^En mallorquí...! —vaig respondre jo sense vacil .lacio. Després m’envià a demanar, pels meus, «un botó de mostra», que no crec que arribàs a en¬ viar-li, perquè al cap de poc temps es posà ma¬ lalt i morí. D’anècdotes per l’estil de les apuntades, en podria retreure un sens fi, que no farien més que confirmar la bondat i «joventut eterna de l’alt Patriarca», remarcada per En Joan Alcover en la complanta que li dedicà a la seva mort; i la grandesa del seu cor, de què parlà també En Costa en la mateixa ocasió: Ay, aquel noble corazón valía igual que aquella mente, y menos que al autor se conocía su corazón potente. Día vendrá que el escritor profundo alcance más renombre, mas, ¿quién entonces hará ver al mundo lo que valía el hombre? Deis escriptors i poetes d’alta volada que fo¬ ren realment íntims d’En Quadrado, ja no en resta cap, i sols això pot fer que sigui jo qui, dins la meva insignifieància, hagi volgut mar¬ car-lo sota aquell aspecte als vivents d’ara, per un imperatiu del cor. Maria Antonia Salvà EMACA.M’UEL· Ln tern, un quern d'ametlles pelades, triades, les que jo us portava la nit de Nadal; quan era petit infant de Moscari. Cent terns, cent querns d’ametlles torrades, daurades. les que Vós em dàveu el dia dels Reis: quan era petit infant de Moscari. Fruir a albir, fugir-vos... Vagar, gosar a cada un dels vents d’aquest món tan ample: m’és estat delit quan he sigut gran. Fruir a albir, fugir-vos... Bonesa, tendresa la vostra que sempre, benigna, m’empara, me guarda i defensa de petit i gran. Josep jMorro i Cerdà 18 «FRATERNITAT I JOIA» f fttisa para la ¡uoeniud Un diálogo sin prejuicios con el P. Antonio Martorell, T, O. R. P. ANTONIO MARTORELL, T. O. R. 1 P. Antonio Martorell, T. O. R., ha regalado a la juventud mallor¬ quina su segunda Misa «modernista», titulada «Fraternitat i joia». Su estreno tuvo lugar el pasado domingo en esa maravilla de templo que es La Porciúncula. El acontecimiento tuvo su ade¬ cuado reflejo, crónico, crítico y gráfico en «Diario de Mallorca». Pero se impo¬ nía un nuevo diálogo con el celebrado compositor y maestro franciscano, ca¬ tedrático de Polifonía clásica y moder¬ na en el Colegio Norteamericano de Ro¬ ma, Director de la Capilla Musical de la Iglesia Nacional Americana, Profesor de Canto Coral en la Academia Santa Cecilia y tantos otros cargos en la Ciu¬ dad Eterna. Para poder entablar ese diálogo, el P. Martorell tuvo que interrumpir apretado ensayo que estaba realizando de «Fraternitat i joia», con vistas a su segunda edición, mañana sábado (fiesta de Todos los Santos), en la Basílica de San Francisco. Presto, vivaz y rotundo, el músico franciscano contestó a nues¬ tras preguntas. —¿Qué diferencia hay entre «Pau ais homes» y «Fraternitat i joia»? —La primera es una Misa de factura clásica, con agregación de instrumentos modernos, dirigida a demostrar el digno papel que estos últimos pueden cumplir en la música litúrgica. «Fraternitat i joia», en cambio, es una Misa rítmica, dirigida a la juventud como masa. —¿Qué le ha movido a realizar esa nueva experiencia litúrgico-musical? —Decir una palabra nueva en el cam- po de la pastoral juvenil, sintonizar la liturgia con la sensibilidad de la juven¬ tud, hablar en lenguaje inteligible para unas almas volubles e inquietas. —¿Resulta eficaz la música rítmica pa¬ ra este fin? —Es la manera de recabar su aten¬ ción y captar su entusiasmo. El ardor de la sangre joven se transparenta en esos ritmos convulsivos, vivaces y ju¬ bilosos... —¿No hay un peligro de desborda¬ miento de los jóvenes o de degeneración de la misma acción sagrada? —No se trata de verter en el templo la barabúnda de desperdicios rítmicos que se oyen en cada esquina. La digni¬ dad del lugar y de la acción sagrada prescriben una selección y enfoque de las formas. rítmicas que las hagan acce¬ sibles al altar. La Misa «Fraternitat i joia» es un intento de sensibilizar a la juventud en ese sentido y de presentar rm mensaje positivo. —¿Concepto básico del texto? —La idea de la fraternidad universal y el mandamiento nuevo de Jesús: «Que os améis los unos a los otros». —¿Y de la música? —Un soplo de aire joven, jubiloso y popular, aunque no faltan momentos de verdadera concentración reflexiva. —¿Características del estilo musical? —Una línea constante rítmico-popular, con referencias «beat», «fox», «ne¬ gro-espiritual» en el ritmo o melodía, con acusado sabor folklórico y diatonal en el canto, siempre sencillo y al alcan¬ ce de la masa. —^Esa sencillez, ¿no puede desembo¬ car en la superficialidad? —Intencionada observación. Los espí¬ ritus poco conocedores del complejo mundo de la composición podrán juz¬ gar así, pero la verdad es que, con fre¬ cuencia, lo sencillo y popular alcanza unas cotas artísticas más altas que mu¬ cha música complicada y cerebral. Yo no he pretendido ofrecer una obra de vanguardia ni un festival de música li¬ gera, sino conferir dignidad al elemento rítmico-popular para incidir en el alma de los jóvenes y atraerlos a la Iglesia. —¿Tiene también sus aristas esa mú¬ sica rítmico-popular? —Bela Bartók ya afirmó que compo- 19 ner una melodía de corte popular con gracia y elevación suponía esfuerzo, con¬ centración y técnica. Ante una obra así, perfecta, hay que inclinarse como lo hi¬ ciera cualquier genio del pasado, hasta un Stokhausen de hoy. —¿Elementos de especial considera¬ ción en una composición popular? —El cálculo de los intervalos, la mo¬ dulación, la rítmica, la modalidad, bien conjugados. Si se acierta en ellos, se puede alcanzar la dignidad artística de una gran obra sinfónica. —¿Una referencia de sus más recien¬ tes actividades? —El pasado septiembre, en el Congre¬ so Internacional de Música y Liturgia de Turin, presenté la ponencia «¿Evolu¬ ción, involución o revolución en las for¬ mas litúrgico-musicales?» y presidí la mesa redonda sobre las obras de los grandes compositores de música moder¬ na litúrgica. Tuve un galardón en el Fes¬ tival de Música Vocal de Goritzia y sigo colaborando en distintas revistas musi¬ cales. En Italia acaban de publicarse los Cantos del Propio de la Misa «Pau ais homes», que se han popularizado rápi¬ damente, y la Casa Boileau de Barcelo¬ na ha editado la Misa «Fraternitat i joia», con versión para canto y órgano. —¿Y discos? —Aparte de los últimos «singles» de EPA de Roma, a principios de año, la gran firma R. C. A. acaba de grabar en Madrid la Misa que nos ocupa en un 33 microsurco, que se pondrá a la venta a fines de noviembre. «Jo cree en l’amor, jo cree en la pau...» Con música de hoy, la Misa si¬ gue siendo la Eucaristía de siempre. Así lo cree el P. Martorell. Y así lo cree la juventud... (De «Diario de Mallorca», 31-10-1969) RDO. P. MIGUEL JUAN FONT, T. 0. R. Día 25 de octubre del año en curso fa¬ lleció en Wichita Falls, Texas (U.S.A.), nuestro hermano en religión, el Rdo. P. Miguel Juan Font, T.O.R., a los 44 años de edad. Había nacido en Porreres, Mallorca, el día 1 de agosto de 1925; vistió el hábito de nuestra Orden, en 1943. en nuestro convento de Llucmajor, profesó solem¬ nemente en La Porciúncula en 1947 y fue ordenado sacerdote en Palma de Mallor¬ ca el día 12 de noviembre de 1950. Cur¬ só los estudios sacerdotales en nuestro Seminario de La Porciúncula y en Roma. Después de su ordenación sacerdotal residió, por breve tiempo en nuestro Convento de Arta, donde desempeñó el oficio de ecónomo del Convento, y en 1952 fue destinado a la Parroquia de San Francisco, en Puente Vallecas, Madrid, donde residió hasta 1954. En dicho año fue destinado a Estados Unidos, donde por espacio de 10 años ha trabajado en¬ tre los feligreses de la Parroquia de San Benito, en New York. En el año 1964 pasó a regir la Parro¬ quia de Nuestra Señora de Guadalupe, en Wichita Falls, Texas, en donde, en marzo del siguiente año, emprendió las obras de construcción de la nueva igle¬ sia, la que pudo ser solemnemente ben¬ decida por el Obispo de la Diócesis en junio de 1966; con ello se venían a col¬ mar los sentidos deseos de la numerosa colonia mejicana y los esfuerzos abnega¬ dos de los Padres de nuestra Provincia, que a lo largo de 40 años se han sucedi¬ do en el gobierno de aquella Parroquia. La pujante e intensa vida espiritual de la feligresía de dicha Parroquia, da cuen¬ ta de la labor inteligente y dinámica del llorado P. Miguel, a quien el Señor, re¬ compensa de las almas buenas, ha que¬ rido llamar inesperadamente. Día 29, en Porreres, tuvo lugar un so¬ lemne funeral, concelebrado por el M. Rdo. P. Antonio Bauzá —en funciones de Ministro Provincial— y ocho sacerdotes de la T.O.R. Resultó una auténtica ma¬ nifestación de duelo, y expresión clara del aprecio en que era tenido el P. Mi¬ guel en su villa natal. Mientras sunlicamos a nuestros lecto¬ res una oración por su eterno descanso, testimoniamos nuestra condolencia a to¬ dos sus familiares, especialmente a su hermana franciscana. Sor Margarita, in¬ cansable colaboradora de esta revista. Y de modo muy particular dirigimos nues¬ tro sentido pésame a su anciana madre. 20 NUESTRA PEQUEÑA HISTORIA fHedio siglo atrás.,. Como hemos dicho repetidas veces, en el 1919 se conmemoraba ei primer centenario del nacimiento de don José M.“ Cuadrado. Igual que la mayoría de los intelectuales y literatos del siglo pasado, Cuadrado era un varón sumamente religioso, hasta piadoso. Y había compuesto su «Mes de María» que tanto éxito tuvo, y aún tiene, en nuestras iglesias, bien en su versión original, bien en su acomodación en lengua mallorquina por D. Miguel Costa y Llobera. Bueno, pues; Jo¬ sé Tous y Maroto, en «Cuadrado y su mes de María», hacía el elogio, con lenguaje muy florido, de la obra ascética de nuestro gran polígrafo. Llenaba su trabajo las tres prime¬ ras páginas del número de diciembre de 1919. «Al insigne escriptor y gran patrici Don JCSEPH M.^ CUADRADC en el primer cen¬ tenari del seu naixement» dedicaba un sone¬ to, con sus habituales defectos, el bueno de impresor de la «Imprenta Pizá», A. García Rover. «Fragmento», de un discurso en loor de Cuadrado, iba firmado por Antonio M.’ Peña, Jefe del Archivo Provincial de Hacienda. Constituida nuestra Provincia, en el Con¬ vento de San Francisco de Palma, en custo¬ dia de su bellísimo claustro ojival, por cuya conservación tanto se movió Cuadrado, hasta alcanzar que fuese declarado Monumento Nacional en 4 de febrero de 1881, nuestros religiosos se consideraron obligados a ren¬ dir un homenaje, con motivo del centenario, al insigne bienhechor de aquella obra de arte. Todo esto venía explicado y razonado en «Cuadrado y la Tercera Crde», trabajo en mallorquín, sin firma, tal vez del P. Miguel Vidal, asesorado por Antonio Jiménez. Ctro soneto, «Llaor a Cuadrado». Con su atildamiento también habitual, Fra J. R., T.C.R., cantaba al valiente paladín que tanto tra¬ bajó «pro aris et focis», que «corona de perles teixí per Maria» (su «Mes de María») y que «D’eix claustre bellíssim la joia gala¬ na / d’innoble ruina sabé preservar». Y se celebró el homenaje de la V. C. T. a Cuadrado. El acto tuvo lugar en el saloncito contiguo al claustro. Resultó lucidísimo. En la presidencia los canónigos Sres. D. Buena¬ ventura Barceló, D. Antonio M.° Alcover y el P. B. Salvá. D. A. M." Alcover pronunció un documentado discurso sobre la gran labor de Cuadrado en defensa de los principios reli¬ giosos de la Iglesia. Fueron leídos por sus respectivos autores los trabajos a que nos hemos referido anteriormente. Este humilde ropavejero de tales noticias estuvo presente en aquel acto, tomando parte en el canto de El meu xabec, magistral pieza polifónica del Maestro Bernardo Salas, sobre unos versos de Pedro de A. Penya, que interpretaba el coristado de Inca. El discurso del Canónigo Barceló, que había asistido a Cuadrado en el trance de su muerte, versó sobre los ejemplarísimos últimos momentos del famo¬ so polígrafo. La Hermandad de Sineu a la sazón estaba muy floreciente. En octubre anterior habían bendecido una nueva estatua de nuestro Pa¬ dre. Había hecho la ceremonia el Rdmo. P. Arnaldo Rigo, T. C. R., de paso en Mallorca al regresar desde América a Roma. Francisco Torrens, Pbro. T., en «A los Terciarios de Si¬ neu», hacía un merecido elogio de la Her¬ mandad de aquella villa. «Noticias y variedades»... Dos noticias y una sola interesante: «Un estigmatizado». Era el P. Pío, franciscano capuchino que, como se sabe, murió el 23 de septiembre del año pasado, a los 81 años de edad, marcado con las llagas de Cristo, co¬ nocidísimo en el mundo entero. Hace cin¬ cuenta años empezaba ya a sonar su nom¬ bre. Recibía centenares de cartas todos los días. Llegaban diariamente a S. Giovanni Rotondo unas tres mil personas. Las conver¬ siones eran numerosas. En la «Necrología», un caso notable: dos jóvenes hermanos, Ildefonso Salvá Riera, de 15 años, y Juan, de 20, fallecidos en el mes de noviembre. Les sobrevive hoy otro her¬ mano, D. Jaime, entonces Alférez de la Ar¬ mada y que había sido por varios años Pre¬ sidente de la Sección Literaria de la Juven¬ tud Seráfica. Actualmente es Coronel de In¬ tendencia de la Armada, miembro de la Jun¬ ta Provincial de la T. O. F. y colaborador de esta revista. Las dos últimas páginas estaban dedicadas al índice del año. 21 páigina del teroia.rio JORNADA TRIMESTRAL DE FRATERNIDAD ■Sf La celebraron 250 franciscanos seglares de Mallorca el último domingo de octubre. í.'í Los actos religiosos tuvieron como marco espléndido el Oratorio y alrededores de Cala Murta (Formentor). 250 laicos franciscanos correspondiendo a la invitación de la Junta Provincial de la T. O. F. para vivir una nueva jornada de fraternidad, resulta un hecho indiscutible¬ mente grato. Y quizá debamos añadir: en estos tiempos, es antídoto admirable para el ponzoñoso pesimismo que cunde en algunas filas de nuestras asociaciones religiosas. Han transcurrido ya, por cierto, varios años desde que la expresada Junta Provin¬ cial nos convocó para el primer retiro espiritual. Cada tres meses ha repetido la invi¬ tación, que ha sido siempre correspondida por algunas Fraternidades. Las hay que jamás han dejado de enviar alguna representación. Y debemos decirlo sin falsas mo¬ destias: nunca hemos sido pocos los asistentes, sino que hemos celebrado jornadas trimestrales de fraternidad con 300, 400 y más de 500 terciarios. Es cierto que hay quien acude llevado especialmente del interés por la excursión recreativa, pero no es menos verdad que todos participan en los actos religiosos que se celebran siempre en dichas jornadas. Los responsables de la T. O. F. de Baleares también desean que resulten días de sana expansión; con todo, no se cansan de repe¬ tirnos que sobre todo han de ser encuentros para acrecentar la convivencia fraternal, para la oración comunitaria, para el examen personal sobre nuestra misión en la hora actual, para el testimonio de la alegría franciscana, para la alabanza a Dios, para repe¬ tir, con nuestro Padre San Francisco, el Cántico de las criaturas, etc. etc. La información gráfica que acompaña estas líneas habla elocuentemente de algu¬ nos aspectos de la brillante concentración celebrada en Cala Murta el pasado día 26 de octubre. El grabado de abajo nos presenta una parte del grupo de terciarios, apiñados bajo el busto de Mn. Costa y Llobera, sacerdote de la T. O. y genio de aquellos parajes. Obsérvese el maravilloso muro de «El Fumat». E! foto-montaje de la derecha queda explicado así: 1) Terciarias de las Fraternida¬ des de Inca y Lloseta posan para nuestra revista; 2) la Vice-Secretaria Provincial, Srta. Concepción Nicolau y de Montaner, nos dirige muy eniudiosa meditación: 3) Fr. Jaume Tugores, Comisario Provin¬ cial, pronuncia la homilía y nos deja importantes y actualísimas consignas. Otros datos para el archivo pue¬ den ser éstos: Fuimos a Cala Murta porque es¬ te año se celebran las Bodas de Plata de la restauración del culto en el Oratorio ya referido, donde se venera la imagen de Ntra. Sra. de Formentor, y para rendir hu¬ milde homenaje de fraternidad al ilustre terciario D. Miguel Costa. Nos atendió en todo momento, haciendo gala de una extraordina¬ ria amabilidad traducida en aten¬ ciones y delicadezas, el propieta¬ rio de tan encantador lugar, D. Ig¬ nacio Rotger Villalonga. Para él nuestro público y muy sincero agradecimiento. A las 11’30, habían llegado re¬ presentaciones de las Hermanda¬ des de Artá, Campos, Inca, Llose¬ ta, Llucmajor, Manacor y Palma. Después, resumiendo muy mu¬ cho, la jornada fue así: Meditación, misa comunitaria y canto bajo los pinos, cabe el jo¬ yel de la mencionada capillita de Cala Murta; besamanos a la Vir¬ gen románica de Santa María de Formentor; comida en la bella «clasta de les cases»; «bulla de germanor», durante la cual hubo recitación de agudos chistes, re¬ presentaciones humoristas, poe¬ sías del gran cantor de Formen¬ tor, alusivas al lugar en que nos encontrábamos, y de la seglar franciscana María A. Salvá, etc.; ida al Faro, en la majestuosa pun¬ ta del promontorio; y allí, danzas, intentos de sardana, alegría, fra¬ ternidad franciscana... Así lo vio y así lo atestigua «Uno de tantos». 23 thomy/ MAYONESA Tan buena como la mejor hecha en basa ahora en dos sabores! AL NATURAL etiqueta verde CONDIMENTADA etiqueta amarilla 'S UN PRODUCTO 1 AOLINS DE REY - BARCELONA 24 Ulna opinión QUISIERA SABER ¿Qué pensar de los templos monumentales, de los que ahora algunos tanto critican, como de ‘derroche*, •triunfalismo*? Que son el ingenio del hombre, pues¬ to al servicio de Dios, y que, asi como el universo de las estrellas nos da una idea magnifica del Creador del mun¬ do, así las obras cumbres de la arquitec¬ tura dan idea del Señor que habita en tan soberbio palacio. Todo es poco para honrar al Dios eterno y perfectísimo, to¬ do amor con sus hijos los hombres. Todos los pueblos llevan innato el de¬ seo de obsequiar a Dios construyéndole templos espléndidos. El ingenio de la India ha levantado bellísimos templos hinduístas; los mahometanos han cons¬ truido grandiosas mezquitas, como la de Córdoba; los budistas y sintoístas nos han dejado filigranas de piedra en la pe¬ ninsula de Indochina y en el Japón, y los católicos han dado espíritu a la piedra en las magnificas catedrales góticas de Colonia, Reims y Burgos... Todo este ar¬ te le parece poco al hombre que quiere honrar la Majestad de Dios. La mayor nación del mundo, Estados Unidos, quiso honrar a la Inmaculada Concepción con un templo nacional mo¬ numental, pues la Inmaculada fue decla¬ rada Patrona de la nación en 1846; la primera piedra de este grandioso san¬ tuario se puso en 1923, y el templo se dedicó en 1959. Este santuario nacional, situado en la avenida Michigan en Was¬ hington, es el orgullo de los católicos, por ser la iglesia más grande de los Es¬ tados Unidos, y la séptima entre los grandes edificios religiosos del mundo, con capacidad para 6.000 personas. No se diga que son inútiles los gastos empleados en construir estas joyas de arquitectura y ornamentación, pues fa¬ vorecen el arte y dan trabajo y pan a miles de familias, además de que pro¬ mueven admirablemente la religión y la piedad. Cientos de miles de personas han visitado este santuario mañano en los últimos tiempos. Si se tratara de una iglesia-garaje, ¿quién saldría de su casa para visitarla? ¿Concebirían alguna idea grande del Dios que habita en una especie de cueva pre¬ histórica, pues a tal extremo llega el de¬ seo de repristinación? El que ama a Cris¬ to derramará sobre su cabeza un exqui¬ sito perfume, y esta fragancia de devo¬ ción, esparcida por toda la casa, se tra¬ ducirá después en servicio del pobre. To¬ do lo mejor para la obra mejor, que es el culto de Dios». (De EL SEMBRADOR, en Almana¬ que Misal 1970) ITINERARIO EVANGELICO (Continuación a la del mes de octubre) 4 LA RUTA POR EXCELENCIA DEL AMOR En la €<Carta a todos los fieles, Francisco describe la ruta de Nueva Alianza que Jesús nos abre y en la cual nos introduce la Eucaristía. ¡Cuán benditos y dichosos son los que aman al Señor y obran según El dice en el Evangelio: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, y a tu prójimo como a ti mismo (Mt., 22, 37 y 39). , (Carta a los fieles, 18) «AMARAS AL SEÑOR TU DIOS» Para Jesús, como para nosotros, amar es cumplir la voluntad del Padre, Amemos todos de corazón y con toda el alma y toda la mente y forta¬ leza y con todo nuestro entendimiento y con todas las fuerzas, con todo empeño y afecto, con todas las entrañas y con todos los deseos y volunta¬ des a Nuestro Señor Dios, que nos dio y da todo el cuerpo, toda el alma y toda la vida. El nos crió y redimió, y por sola su misericordia nos salvará; El nos colmó y nos colma de beneñcios a nosotros, miserables y desdicha¬ dos, podridos y hediondos, ingratos y malos. . Nada, pues, deseemos, nada queramos, nada nos agrade y deleite sino nuestro Criador y Redentor y Salvador, verdadero y solo Dios, que es cum¬ plido bien, todo bien, total bien, verdadero y excelso bien, porque sólo El es bueno (Le., 18, 19), piadoso y manso, suave y dulce; El solo es santo, justo y verdadero y recto; El solo es benigno, inocente y limpio; de El, por El y en El, se halla todo el perdón, toda la gracia, toda la gloria de todos los penitentes y de todos los justos y bienaventurados que gozan en el cielo. (I Regla, 23, 23-30) El sujetó su voluntad a la del Padre, diciendo: Padre, hágase tu volun¬ tad; no como yo quiero, sino como Tú quieras (Mt., 26, 39 y 42). (Carta a los fieles, 10) en una obediencia filial Inclinad los oídos de vuestro corazón y obedeced a la voz del Hijo de Dios. Conservad con todo vuestro corazón sus mandamientos y cumplid sus sabios consejos con entera voluntad. Proclamad que El es bueno y ensalzadle en vuestras obras (Tob., 13, 6); ya que con este fin os envió al mundo, para que de palabra y obra, deis testimonio de su doctrina y hagáis saber a todos que El solo es omnipotente (Tob., 13, 4). Perseverad en dis¬ ciplina y santa obediencia y cumplid lo que firmemente y con buen pro¬ pósito le prometisteis. El Señor Dios se ofrece a vosotros como a hijos (Hebr., 12, 7). (Carta al Capitulo, 5-11) 25 que nos pone en manos del Padre No conservéis nada de vosotros para vosotros mismos, a fin de que os reciba enteramente el que se ofrece todo a vosotros. (Carta al Capítulo, 29) en una docilidad activa a las inspiraciones del Señor Cualquier medio que mejor te parezca para agradar al Señor Dios y seguir sus huellas y pobreza, ponlo en práctica con la bendición de Dios y mi obediencia. (Carta a fr. León) se manifiesta en el trabajo Los hermanos, a los cuales el Señor dio gracia de trabajar, trabajen fiel y devotamente, de manera que desechada la ociosidad, que es enemiga del alma, no apaguen el espíritu de la santa oración y devoción al cual todas las otras cosas temporales deben servir. (II Regla, 5) Los hermanos que saben trabajar, trabajen y ocúpense en el mismo arte y oficio que saben, si no fuere contra la salud, y si con honestidad pueden trabajar. Pues dice el Profeta: Porque comerás de los trabajos de tus manos, bienaventurado eres y siempre te irá bien (Salmo 127,2). Y el Apóstol: El que no quiere trabajar, no coma (Tes. 3, 10). Y: Que cada uno permanezca en el arte u oficio a que fue llamado (I Cor., 7, 24). (I Regla, 7, 4-6) en las pruebas Ruego al hermano enfermo que por todas las cosas dé gracias al Cria¬ dor, y cual el Señor lo quiere, tal desee él ser, sano o enfermo. (I Regla, 10, 3-4) El Padre quiso que el Hijo bendito y glorioso, que nos entregó y nació por nosotros, por su propia sangre se ofreciese en sacrificio y holocausto en el ara de la cruz, no por El, por quien fueron hechas todas las cosas (Jo., 1, 3), sino por nuestros pecados, dándonos ejemplo para que sigamos sus huellas (1 Pet., 2, 21). (Carta a los fieles, 11-12) El amor nos lleva a la Cruz Sólo podemos gloriarnos en nuestras enfermedades (2 Cor., 12, 5) y llevando cada día la cruz santa de Nuestro Señor Jesucristo. (Aviso, 5-8) Se expresa en la plegaria Amemos, pues, a Dios y adorémosle con corazón sencillo y espíritu puro, que eso busca El por encima de todo cuanto dice: Los verdaderos adora¬ dores adorarán al Padre en espíritu y en verdad (Jo., 4, 23). (Carta a los fieles, 19) 26 Enderecémosle alabanzas y oraciones de día y de noche diciendo: Padre nuestro, que estás en los cielos, etc., porque nos conviene orar siempre y no desfallecer (Le., 18, 1). (Carta a los fieles, 21) en la alabanza Todos los hermanos, clérigos o laicos, recen el Oficio divino, alabanzas y oraciones como deben. (I Regla, 3, 3) Altísimo, omnipotente, buen Señor, tuyos son los loores, la gloria, el honor y toda bendición. fCánt. del tino. Sol) Omnipotente, santísimo, altísimo y sumo Dios, todo bien y sumo bien, total bien y que solo eres bueno, a Ti tributamos toda alabanza, toda gracia, toda gloria, todo honor, toda bendición, y todos los bienes te los atribuya¬ mos siempre. (Laudes, 23-24) Loado seas, mi Señor, con todas tus criaturas. ( Cántico ) Todas las cosas son don de Dios. Se las debemos devolver, en la acción de gracias. Demos todos los bienes al Señor Dios altísimo y sumo, y reconozcamos que todos son de El, y por todos le damos gracias, ya que de El todos los bienes proceden. Y el mismo altísimo, sumo y solo verdadero Dios, tenga y le sean dados y El mismo reciba todos los honores y reverencias, toda alabanza y bendición, y todas las gracias y toda la gloria, cuyo es todo lo bueno, y el cual solo es bueno. Y cuando vemos u oímos hacer o decir mal, o blasfemar el nombre de Dios, nosotros glorifiquemos y hagamos bien, y loemos al Señor que es bendito en los siglos de los siglos. Amén. (I Regla, 17, 17-20) (Continuará) ♦ f lllJlIBliBS - BBCOBAC1ÒW - TAIPICBRÍA (Hijos de ^osé AtaOrés Sindicato, 26 al 32 - Tel. 221213 - PALMA DE MALLORCA ♦ 27 ESCATOLOGIA ROSA I os tiempos han cambiado (¡vaya descubrimiento!). Mejor dicho, las cosas y nosotros. Pues el día, por ahora, continúa teniendo veinticuatro horas y la hora, sesenta minutos. Tal como lo aprendimos, hace unas cuantas décadas, poco después del a, b, c. Pero no; no nos referimos propiamen¬ te al tiempo, sino a lo del epígrafe, a lo que significaba, hasta no hace mucho, el término escatologia, la palabreja esa, an¬ tes exclusiva de algún sabihondazo y ahora tan vulgarona y callejeante. Pues hablar de los novísimos, muerte, purga¬ torio, infierno y gloria, ya no se lleva. Son conceptos superados, suprimidos. No están «in». Bueno; la muerte aún no se ha supri¬ mido. Pero es cuestión de tiempo. Tiene los días contados. Por de pronto ya se la ha despojado de todo lo que la afea¬ ba. Más exacto, se la ha vestido, pues, como recordarán, solía ir desnuda. Des¬ nuda y muy demacrada. Era toda hue¬ sos. Ahora no se quiere ver ya su repug¬ nante figura. No estaría a la altura de nuestro tiempo. Por lo tanto, nada de guadañas ni de relojes de arena, instru¬ mentos sustituidos, con ventaja, por otros más modernos y menos sugestivos. Nada de desnudeces, reservadas para las vivas y los vivos. Y con más razón aún, nada de lutos, ese color tan antipático, tan en «off», y tan poco apropiado para minifaldas y camisas floreadas. El purgatorio y el infierno son anti¬ guallas que hasta ahora habían estado en peligrosa connivencia con la moral. Pero precisamente ésta, la moral, es la que más ha cambiado. Era necesario. Los teólogos moralistas, abusivamente, habían confeccionado interminables lis¬ tas de pecados mortales y veniales. Y no había derecho. Ahora ha habido un salu¬ dable desmoche y ambas listas, la de los mortales y la de los veniales, han que¬ dado reducidas a su justo límite. Por eso se ha puesto en cuestión la existencia del purgatorio. Por innecesa¬ rio. Y en cuanto al infierno... Negar su existencia... En todo caso, infierno sólo para los cuatro pecados más gordos. Desde luego, un rotundo no a su anti¬ guo concepto, incompatible con la bon¬ dad de Dios que —^perdónese la familia¬ ridad— es actualmente un padrazo. Y del cielo ya no se habla. Suponemos que será por lo del «triunfalismo». Así que si no fuese por las manifesta¬ ciones que arman camorra por lo del Vietnam y por los curitas que «contes¬ tan» a causa de las estructuras eclesia- les y civiles, perfectamente desmitizados y desacralizados, viviríamos en el mejor de los mundos. PARTIERON HACIA LA CASA DEL PADRE S’Horta (Felanitx).—^Día 3 de setiem¬ bre y a los 87 años de edad, doña Anto¬ nia Roig Bennàssar, activa propagandis¬ ta de nuestra revista. Valldemossa.—Día 14 del mismo mes, doña Francisca Fiol Calafat, hermana de D. Pedro, Párroco y r de la T. O. F. de Deyá. Miguel Esteban (Toledo).—Día 1 de octubre, don Benedicto Tébar Tébar, pa¬ dre de nuestro hermano de hábito, Rdo. P. Joaquín Tébar, Profesor en el Semina¬ rio franciscano de La Porciúncula. Muro.—Día 1 de noviembre, don Lo¬ renzo Cloquell Vallespir, terciario fran¬ ciscano y hermano del Rdo. P. Esteban, Prior de nuestro Convento de Inca. Inca.—Doña Ana Salas Mulet (1 no¬ viembre); doña María Servera Coll (5 noviembre), de la T. O. F. Piadosísimo Jesús, concédeles el des¬ canso eterno. 28 IPDEINI Distribuidor: o. JAIME ESTA^ MARQUÉS Miftral, 30-36 PALMA DE MALLORCA * * MUEBLES ROMAR EXPOSICIÓN: TALLER Y ALMACÉN CON EXPOSICIÓN: — Conquistador, 24 -Tol. 503 Paz, 97,101 y 103 • Tol. 466 MANACOR (Mallorca) — «fc* OAPEliS «NTADOS Y PINTURAS ÓLEOS Y ACUARELAS PARA ARTISTAS MARCOS Y MOLDURAS GRANDES ALMACENES ^^asa Pomar Flores S. Miguel, 187 Teléfono 221483 j PALMA DE MALLORCA . 9 Pañoria - Loncoria ■ Topitofíu - Modistorío - Sas¬ trería • Ponería -Oamiserio Géneros de punto I Novedades • B o r d a d o s - Perfumería I Artículos de Viaje i I f. C«rt, S «112 y 6«n*ral (Mltd, i y I. Ttli. 224200-224201 ! PALMA DE MALLORCA EL CALZADO DE MAYOR DURACION CALCADOS ^O^DLA Venta exclusiva en: Velázquez, 35 PALMA Oe MALLORCA DIRIGENTE SEGLAR FRANCISCANO: ¿To has suscrito ya a FRATERNIDAD»? Es la revista nacional escrita para ti. Precio: 90 ptas. ♦ DIRECCION: Apartado de correos: 5084 LEA y PROPAGUE EL HERALDO DE CRISTO f RADIO - PHILIPS - TELEVISION l^séribaidor Molusi0o desde 1928 Clecirodomésticos en general FACmDADES DE PAGO i \\ RECUPERE SU EQUILIBRIO Elimmará sus dolores o molestias proporcionándole bienestar y optimismo • DOLORES DÉ CAftÉ2A • DOLORES DE MUELAS • JAQUECAS H ENFRIAMIENTOS « MOLESTIAS DELA MUJER • ENFRIAMIENTOS • FATIOA FISICA E INTELECTUAL «I. e. eiMENEZ - LULIO. 12 ' PALMA