El Heraldo de Cristo 1968, n. 698
CANA * CREMADILLO
2 Calidades insuperables

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CREMADILLO

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(Copa de fuego)

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EL
HERALDO DE CRISTO

JL HERALDO DE CRISTO

REVISTA MENSUAL DE LOS P P. FRANCISCANOS DE LA T. O. R.
•
MAYO 1968

Año ilX - Núm. 698
•
REDACCIÓN Y ADMÓN; CONVENTO DE SAN FRANCISCO
TELÉFONO 212695 PALMA DE MALLORCA
•
DIRECTOR: P. MIGUEL COLOM MATEU, T. O. R.

ADMINISTRADOR: Fr. JaUME TUGORES MESTRE, T. O. R.
•
CON LICENCIA ECLESIASTICA
•
IMPRESIÓN: ARTES GRÁFICAS GIMÉNEZ

•

PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN:

No han sufrido variación alguna desde diciembre 1964. ORDINARIA. . . . 50 PTAS

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DEPÓSITO LEGAL P. M. 340 -1958

NUESTRA PORTADA
cNiños Cantores^ del Colegio de San Francis¬ co (Palma). Día 7 de abril, en el transcurso de bella ceremonia religiosa, celebrada en la Basí¬ lica de San Francisco, recibieron la túnica y la cruz de madera de «Puert Cantores^, de manos del M Rdo. P. Provincial de la T. O. R., Fr. Miguel Pascual Negre.
Día 12 de mayo les será impuesta la insignia
de oro de la Federación Internacional de ‘Pueri
Cantores’, siendo el primer coro de España que recibe tan preciado galardón.
Director: Fr. Antonio Riera Moreno, T O. R. J

lea en este número:

¿Cristianismo sin religión? ... 3

La juventud entre el miedo y la espe¬

ranza .

4

Fisonomía de San Francisco ...

6

De la hermosura corporal de la Virgen. 7

A la Virgen Nuestra Señora .

.

8

Nuestra pequeña historia ... 9

Cançoner popular de Mallorca. El vo¬

lum segon

10

El sonido de la guitarra castellana .

13

Página Literària

14

La guitarra

16

Al compás de nuestro tiempo . . 17

Dansa (poesia)

18

Fray Rojo entrevista... a la caridad . 19

Nuestras misiones

21

Página del terciario

23

Aquí La Porciúncula 24 ....
Fr. Rafael Fe, T. O. R cincuenta años

de vida religiosa Bibliografía

26 ... 27

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2

EDITORIAL
¿CRISTIANISMO SIN RELIGIÓN?
Antes de escribir estas líneas, en la tarde del domingo «in albis», hemos sentido la necesidad de acogernos otra vez a la ternura de la plegaria que nos introducía por la mañana a la liturgia de la misa: «Como niños recién nacidos apeteced la leche espiritual no adulterada»... (I Pe. 2, 2). Esta recomendación nos viene de un apóstol nada sospecho¬ so de fáciles emociones; no fue por casualidad que Aquel que lee en el fondo de las almas le llamó «roca». No obstante, San Pedro, el hombre amigo de las cosas estables, se sentirá un tanto desconcertado —lo con¬ fiesa en otra epístola— ante las sublimes metafísicas de San Pablo (2 Pe. 3, 16). Sus palabras debieran servirnos de advertencia en esta hora confusa en que vivimos.
Froncamente, a nosotros también nos desconciertan un poco las ra¬ dicales posturas de los teólogos de la «secularización» y «desmitologización», o de los que en Norteamérica no dudan en llamarse «teólogos de la muerte de Dios». Creemos en la sinceridad exasperada de Robinson, el discutido autor de Honest to God (Sinceros para con Dios); admira¬ mos, sin más, la honradez estimulante de Bonhoeffer, sellada con su pro¬ pia muerte, al propugnar un cristianismo sin religión para aferrarse des¬ esperadamente, a nada más que a «Cristo solo» y éste «crucificado»; pero, no sabemos qué pensar de esas «teologías sin Dios» de ciertos autores americanos (Harvey Cox en su «Ciudad secular» no llega a tanto).
Para su tesis de un cristianismo sin religión, Bonhoeffer parte de una supuesta mayoría de edad del hombre de nuestros días. El hombre de hoy —afirma el malogrado teólogo muerto en la cárcel— ha demostrado que no necesita a Dios para organizar el mundo. Más aún: el mundo pa¬ rece marchar mejor sin Dios. La religión, pues, ha desaparecido de los horizontes del mundo y se ha arrinconado en las zonas marginales y extremos de la vida del hombre: en el dolor, en el fracaso, en la muerte.
Sólo en estas situaciones-límite le es dado a Dios encontrarse con el
hombre. Pero el Dios hecho hombre en Cristo quiere encontrar al hombre, no en la muerte o en los límites, sino en el centro de la vida. Por eso el cristiano, que debe realizar su fe y su vida en un mundo sin Dios, tiene que abandonar la religión y aferrarse tan sólo a ese Dios crucificado que nos redime en su debilidad e impotencia. La cruz de Cristo es una señal patente de que Dios fue expulsado del mundo, de que Dios «está con nosotros como el Dios que nos abandona».
Si la mayoría de edad nos da derecho a romper y a prescindir de Dios y de toda religión, será mejor quedarnos siempre niños, tal como nos aconseja San Pedro y nos manda el Evangelio: «Si no os hacéis niños no entraréis en el Reino». Por lo demás, no da muchas señales de madu¬ rez ese hombre de hoy, que no acierta a dominar las fuerzas que él mis¬ mo ha creado. Y si por religión hay que entender un cómodo refugiarse en Dios en las situaciones extremas, un disponer de Dios a nuestra mer¬ ced, un caminar hacia El con solas nuestras fuerzas, hacemos nuestra la consigna de Bonhoeffer de «abandonar la religión»; porque esta forma de religión, practicada todavía por muchos oyentes, fue ya proscrita por Cristo. No es más que la falsa religión del hombre que ha querido anali¬ zar su mundo en función de Dios. La verdadera religión es la del Dios hecho hombre, que vino a sacralizar al hombre y a «secularizar» todo lo demás. La religión de Cristo abarca al hombre en su núcleo más íntimo, allí don¬
de el hombre se encuentra con Dios.
3

LA JUVENTUD ENTRE EL MIEDO Y LA ESPERANZA

por Gregorio Mateu, T. O. R.

Se habla a escala mundial de la exis¬
tencia de un foso entre dos generacio¬ nes, cuya frontera se encuentra alrede¬ dor del paralelo de los 35-45 años. Este hecho cobra especial .dimensión en Es¬ paña, pues el paralelo de esta edad de¬ limita claramente a los hombres que hi¬ cieron la guerra y a los que no tienen una experiencia directa de esta lucha fe¬
roz entre hermanos. Si las estadísticas
no mienten, hay en nuestro país hoy 4.400.000 ciudadanos cuya edad oscila entre los veintiún y los veintinueve años La cantidad es de por sí expresiva. Y cuando se habla de jóvenes parece que
se desconoce o minusvalora esta cifra
reveladora.
Rcla«ión «ntre padres e hijos
La juventud es realista, critica y no quiere palabrerías sino diálogo y no desea violencia sino justicia. No pueden aceptar una generación anterior, agore¬ ra, carismàtica, instalada, impermeable a la dinámica, señalando continuamen¬ te el pasado, recordando la violencia. Hay padres que no tienen tiempo para dirigir la palabra a sus adolescentes, más que cuando ésta ha de ser de re¬ prensión. Hemos oído de muchos jóve¬ nes la sentida queja de que sus padres
sólo entienden de «notas» cuando éstas
son suspensos. Y sigue siendo verdad que «más se consigue con ima gota de miel que con un barril de vinagre». Se tiende a suprimir la libertad en mu¬ chos casos para evitar toda clase de abusos, olvidando que Dios sabía que usaríamos mal de nuestro pensamien¬ to... y no nos lo quitó, conocía que emplearíamos mal nuestros pies, y las manos, y los ojos y Dios... no los su¬ primió. Hay cantidad excesiva de ex¬ presiones que deberían desaparecer, co¬ mo realmente peligrosas, de nuestros hogares:
«Os voy a matar a palos...» «Eres un mal hijo...» «Le voy a partir la cara a ése...» «Ojalá se hubiera roto la cabeza: así aprendería...» «Si no me hubiera casado contigo...» «Eres igual que tu padre...»
«Vas a salir a tu madre...»

Todo ello revela una mentalidad ce¬
rrada a cal y canto a todo posible diᬠlogo. El chico vive condicionado por el ambiente familiar que respira cada día. Puede sentir verdadera repulsión ha¬ cia sus educadores, pero no se puede sacudir la influencia que ellos ejercen en su manera de obrar. Un hogar feliz, unos padres en perfecta armonía serán un suave sedante para la mentalidad ex¬ plosiva del adolescente. Por el contrario, un ambiente familiar plagado de incom¬ prensión, viciado en sus raíces será un violento revulsivo para la vida que debe hacer a la esperanza de un mundo in¬ comprensible. Una estadística del Tribu¬ nal de Menores de Barcelona, nos da la
ascendencia familiar de 310 delincuentes
juveniles con este significativo resulta¬
do:
60 son hijos de sifilíticos.
45 de alcohólicos. 52 de tuberculosos.
66 de enfermos siquiátricos.
87 sin antecedentes familiares de este
tipo.
La lección de estos números es bas¬
tante elocuente. Y al contemplar tan¬ tos desmanes en la juventud de nues¬ tros días habría que preguntarse el mo¬ tivo y los condicionamientos de esta conducta que tanto criticamos.
Diálogo de generaciones
El futuro esperanzador e incierto de España depende del capital que se vaya
atesorando en los bancos de nuestra
juventud. Si los chicos de hoy reciben sobre su tierra joven semillas de frater¬ nal convivencia, de impulso al riesgo y a la libertad responsable y creadora, el
resultado final será el de una nación
dinámica y vitalizadora. Si por el con¬ trario, la juventud tropieza con una mu¬ ralla de autoritarismo o de alegre y despreocupado vivir, sus vidas se desli¬ zarán por vías del más profundo es¬ cepticismo.
Vemos con cierto temor la enconada
lucha mental de generaciones. Más alar¬ mante que la tradicional lucha entre patronos y obreros es el desgarrón si-

4

eclógico de los miembros de una fami¬ lia o el enfrentamiento ideológico entre jóvenes y viejos. El espectáculo triste de
esta lucha es francamente desolador.
Muchas personas más allá del paralelo critico utilizan un lenguaje que cada vez resulta más incomprensible para los que
viven al sur de esta demarcación. Tér¬
minos como diálogo, estilo occidental, de¬ mocracia, responsabilidad política, aper¬ tura ideológica, aggiornamento, paz des¬ arrollo, etc., significan cosas aun contra¬ dictorias puestas en boca de unos y otros. Y, como consecuencia, se produce un diálogo entre sordos cuyos resultados son totalmente negativos. Hay, por otra parte, una peligrosa tendencia a la radicalización y al dogmatismo.

Ha llegado el momento en que entre to¬

dos hagamos una España más coloquial

y menos radicalizada. Una nación cuyos

hombres estemos menos seguros

de

nuestras pequeñas verdades para descu-,

brir estre unos y otros la verdad de to¬

dos: el amor, la comprensión, el diálo¬

go. La juventud española se encuentra

en una situación intermedia entre la ju¬

ventud típicamente europea y la de los

países subdesarrollados, ya que por una

parte registra una, tendencia hacia el

apoliticismo, general en toda la Europa

de la posguerra, y por otra manifiesta

una tesis de ruptura, radicalismo y re¬

novación social. Sigue emocionándose

con las grandes ideas —igualdad social,

paz, desarme nuclear— y está dispuesta

a luchar para encarnarlas en un mundo

que se resiste.

Relación entre hombre y mujer
Una encuesta realizada por la perio¬
dista Daniéle Lord ha dado conclusio¬
nes realniente curiosas. Los colegios y guarderías infantiles son cada vez más visitados por papás. El amor maternal
se está transformando. El dar el bibe¬
rón, el acunar al recién nacido o in¬ cluso el cambiarle los pañales, es algo que ha dejado de ser privativo de las mujeres.
¿Por qué no han de llevar los hom¬ bres abrigos de pieles en invierno?, ha preguntado el modisto francés Pierre Cardin. Hay miles de «teenagers» obse¬ sionados por las levitas románticas, los puños de encajes, el aspecto lánguido y la personalidad de lord Byron. Los grandes de «prét à porter» encargan y
diseñan atuendos casi similares cuando
no idénticos para hombres y mujeres. «Vista usted como él», —susurran los slogans—. «Camisas para los dos». Y sui*gen los conjuntos floreados para ellos y los chalecos y corbatas para

ellas. Ultimamente han tenido mucho
éxito algunas secciones de revistas de moda femenina que han lanzado una
sección titulada: «Robado a los hom¬
bres».
Existe hoy más naturalidad en las re¬ laciones entre chico y chica. Los cam¬ bios en el despertar de la sexualidad se han visto favorecidos por el lugar que ocupa la mujer en la sociedad. Ya no es la menor de edad, vigilada totalmen¬ te por sus padres, condicionada por unas presiones sociales que no la per-

r——

^

EN SEVILLA;

Congreso Eucorístico Nocional (17-23 junio) Congreso Nocional de lo T. 0. F. (20-23 junio)

Asistirá la T. O, F de Baleares. Interesante Itinerario.

Informes: Directores de la T. O. F.

V

/

5

mitían la más insignificante libertad. Cuando la mujer ha logrado una igual¬ dad de derechos frente a la ley, esta igualdad la aproxima al sexo contrario
de una manera más intensa. La eman¬
cipación de la mujer hace que se sien¬ tan menos esclavas del hogar y menos inclinadas a sacrificarse por los hijos. Aman a sus posibles hijos, pero no quieren verse inutilizadas por ellos. Hay cientos de padres que se quejan amar¬ gamente de que sus hijas de veintiún
años les han comunicado su decisión de
vivir solas. Y no quieren que el matri¬
monio sea una inutilización total en sus
vidas. Un 60 por ciento de los maridos
franceses estuvieron conformes en ayu¬
dar a su mujer a poner la mesa y a la¬ var los platos, y un 56 por ciento ac¬ cedían a dar el biberón al bebé, mien¬ tras que im 56 por ciento se comprome¬

tían a cocinar..., pero sólo de vez en
cuando.
Las depresiones nerviosas, antes en¬ fermedad exclusiva de la mujer, cada vez conquistan más pacientes entre los hombres, que se sienten menos com¬ prendidos y descompensados. Ya no hay héroes para las mujeres, sólo hay hom¬ bres. Las mujeres se ganan la vida, ha¬ blan, fuman, opinan y no quieren de¬ pender del hombre. El amor debe se¬ guir siendo el único condicionante de las relaciones entre jóvenes. Por consi¬ guiente toda ingerencia familiar, social o educativa puede ser un atentado a la naturaleza y fines de estas relaciones.
La mutua atracción es señal evidente y
maravillosamente bonita de que el mun¬ do sigue siendo la cuna del amor pues¬ to por Dios.
G. M. E.

FISONOMIA DE SAN FRANCISCO

ANTE LA HERMOSURA DE LAS FLORES

¿Quién se puede figurar la alegría desbordante de su espíritu al contem¬ plar la lozanía de las flores y la varia¬
dísima constitución de su hermosura, así como la percepción de la fragancia de sus aromas?
Divisaba luego al punto su pensamien¬ to la hermosura de aquella otra flor oue, brotada de la raíz de Jesé, en tiem¬ pos de exuberante primavera, resucitó con su gratísima fragancia a millares de
almas muertas.
Cuando daba con multitud de flores, predicábales cual si estuvieran dotadas de inteligencia, y las invitaba a alabar al Señor.
Asimismo convidaba con ternísima y conmovedora sencillez al amor divino y

exhortaba a la gratitud, a los trigos y viñedos, a las piedras y a las selvas, a las llanuras del campo, a las corrientes de los ríos, a la ufanía de los huertos, a la tierra y al fuego, al aire y al viento.
Finalmente, daba el dulce nombre de hermanas a todas las criaturas, de quie¬ nes por modo maravilloso y de todos desconocido, adivinaba los secretos, co¬ mo quien goza ya de la libertad y la gloria de los hijos de Dios.
¡Oh, buen Jesús, alábete ahora en los cielos, admirable en los santos, quien viviendo en la tierra te predicó a todos
los seres infinitamente amable!
Tomás de CELANO, Vida primera, lib. I, c. 29

6

DE LA HERMOSURA CORPORAL DE LA VIRGEN
(Fragmento)
P ero descendiendo más en particular a tratar de la hermosura de
la Virgen, y arrimándome a lo que de ella dice Epifanio Pres¬ bítero, autor griego, que en esta materia fue diligentísimo escudriña¬ dor, y recopilador de lo que escribieron los padres graves antiguos, digo: que fue de estatura más que mediana; su color no moreno (como algunos piensan), sino mezclado de blanco y colorado, cual es el de las rosas alejandrinas: porque éste es el color que suele resultar de la buena complexión y temperamento de humores, cual era el que la Virgen tenía. Y si algún autor grave añrma que tenía color trigueño, pudo ser que la penitencia, mortiñcación y trabajos le mudasen por accidente; pero en realidad de verdad, su natural color era el que tengo dicho.
Tenía el rostro algo más largo que redondo; los cabellos delgados, suaves, lisos, de color algún tanto rubio; la frente no muy ancha, pero lisa, llana y decentemente cuadrada. Las cejas del color del cabello, no muy espesas y graciosamente arqueadas. Los ojos medianamente grandes, claros, serenos; las niñetas negras, pero resplandencientes como estrellas. Su mirar grave, humilde y benigno. Su nariz derecha, igual, algo larga, conforme a la proporción del rostro. Las mejillas ni muy carnosas ni flacas, y decentemente encendidas. La boca pequeña; los labios graciosamente abultados, de color de púrpura, y algo más grueso el inferior que el de arriba. Los dientes derechos, limpios, me¬ nudos, juntos, blancos, iguales. Y venía a rematarse el rostro en una graciosísima barba, no redonda, ni puntiaguda, sino algún tanto llana, y en medio de ella un hoyo pequeño, que la dividía con singularísima gracia.
El cuello algo largo, ni muy flaco, ni grueso; porque este medio guardaba en todas las partes de su persona. Las manos llenas, blancas, lisas, y los dedos redondos y largos. Y Analmente todos los otros miembros de su bellísimo cuerpo tan bien dispuestos y proporciona¬ dos, que con razón pudo decir de ella el Divino Espíritu: Tota pulchra es, amica mea, et macula non est in te. Porque realmente era toda tan perfectamente acabada que era imposible hallar falta en ella.
Fray Diego Murillo
FRAY DIEGO MURILLO, franciscano, prosista y poeta, nació en Zaragoza en 1555 y murió en la misma ciudad en 1616. Cervantes alaba sus versos en el Viaje al Pamasfc» y en el Canto a Calíope. Como prosista es elocuente, sencillo y castizo. Sus obras son numerosas. Entre ellas, Vida y excelencias de la Madre de Dios, de la cual es el fragmen¬ to que publicamos. En algunos libros de este autor franciscano se encuentran indicaciones curiosas e interesantes sobre historia, hagiografía y folklorismo, que no dejan de ser hoy
muy utilizables para completar la historia eclesiástica del antiguo reino de Aragón. Este escritor figura en el Catálogo de Autoridades de la Lengua, publicado por la Academia
Española.
7

Entre piedras de inmortal belleza que dan ornato a la corona de oro con que se baña en luz vuestra cabeza, ¡oh Virgen pura!, en el empíreo coro, para poner entre una y otra pieza, sin que se pierda el sin igual decoro, rosas ofrezco a vuestra real persona, dignas de tal cabeza y tal corona.

Llámaos la Iglesia, ¡oh Reina sacrosanta!. Arco celeste. Espejo sin mancilla: Palma que hasta los cielos se levanta. Trono real, do puso Dios su silla: fuerte Escuadrón, que al enemigo espanta; Ciudad de Dios, hermosa Maravilla; Nave que pasa libre de fortuna. Mar, Tierra, Cielo, Estrella y Luna.

Que no parece mal. Reina excelente, entre el diamante y la esmeralda hermosa, sobre el oro más puro y refulgente el rosicler de la purpúrea rosa, y es de estimar en poco mi presente; pues aun a vos, con ser de Dios Esposa, cuando él os mira y vuestras gracias canta, os da por gloria el nombre de esta planta.

También os llama Lirio blanco, hermoso, Olivo fértil. Plátano extendido, encumbrado Ciprés, Nardo oloroso, Cinamono aromático, escogido; Mirra, Estoraque y Bálsamo precioso, sobeo Incienso, en fuego consumido; fresco Rocío y Nube refulgente, que los rayos del sol templó en su Oriente.

Planta de rosas celestiales, bellas, por mano suya en Jericó plantada, os llama Aquel que, enamorado de ellas, quiso de ellas hacer huerta cerrada: y trasplantando de su pecho a ellas la eterna planta al mundo indigno dada, tan cerrada dejó, al entrar, la puerta, que ni aun al pensamiento quedó abierta.

Mas, aunque sois, ¡oh Virgen!, alabada con tantos nombres de tan gran dulzura, en el de rosa está más bien cifrada la dicha nuestra y vuestra bondad pura; porque en las hojas de que está cercada,
en el verde color nos asegura
que sois la playa y el refugio cierto,
do nuestra esperanza toma puerto.

Y viendo vos que de este dulce nombre se agrada tanto el sempiterno Padre, que quiere que le tenga por renombre la que es Esposa y de su Hijo Madre: y quiere. Virgen que conozca el hombre que no hay blasón, no hay título que, os cuadre como el llamaros Rosa sin espina, a cuyo olor el mismo Dios se inclina.
8

En el color de púrpura encendida,
vuestra encendida caridad se muestra;
en el olor, la fama esclarecida, que admira al mundo, de la gloria vuestra; y en la corona que, como esculpida, se descubre en el medio, nos da muestra de que sois Reina digna de loores, como la rosa es reina de las flores.
Fray Diego MURILLO (1555-1616),
Franciscano

NUESTBA pequeña
HISTOKIA

I.“«Venid y vamos todos», primer verso de la
archipopular canción mariana del mes de mayo, con música que cantábamos hace cincuenta años, y ya era vieja, y que aún se canta en la actualidad. Viene a cuento porque el hermoso artículo introductorio de EL HERALDO, en el mes de mayo de 1918, llevaba aquel epígrafe, y
era de Fr. Juan de Alvernia.
Publicábase el programa de la Peregrinación Franciscana que, según ya dijimos, organizaban aquel año los PP. Capuchinos, y había de tener por meta la ciudad de Manacor y su Santuario de la Virgen del Rosario. A pesar de los cuatro años de guerra europea, con lamentos y tumul¬ tos por la escasez de víveres, los precios de entonces, contemplados desde su altura de aho¬ ra, estaban aún a ras de suelo. Véanse los que regían en aquella peregrinación. Billete del tren, ida y vuelta, de Palma a Manacor; 3’95 ptas. Desayunos: 1.“ clase, tortilla, pan, vino y postre, 0'90 ptas.; 2.^ clase, chocolate o café con leche, con ensaimada, 0'40 ptas. Comidas:
clase, sopa, estofado, plato de verdura, pollo asado y postres, 3’10: 2.“ clase, sopa, estofado, cordero asado y postres, 2’10 ptas. Pero en aquel tiempo... ni se viajaba ni se comía porque
todo estaba muy caro.
Francisco Torrens, Pbro. Terciario, copiaba —lo dice él— un interesante diálogo entre dos no¬ vios, sobre la confesión. Su título era «¡Abajo
los consumos!».
«Un ramell» de versos, alados y mariposean¬ tes, con sus pequeños defectos, era la aporta¬
ción de Lleó d’Iran. «VulI escollir una rosa, / mig desclosa, / pro no sé de quina branca...»
Con su estilo contundente, algo declamatorio, Fr. Ramón de Cura, proclamaba, en su artículo, «El triunfo de la Santa Cruz».

Otra poesía venía a J. R., T. O. R., la cual estéticas de nuestro «El nom de Maria».

continuación, ésta de Fra daba fe de las cualidades poeta menor. Titulábase

fiiedio siglo atrás»,.
Xavier Ugarte, hecha por Pere de A. Mulet, buen Terciario inquense.
En «Crónica franciscana» no más dos noticias. En Cura, la bendición de los frutos, efectuada por el M. I. Sr. D. Gabriel Llompart, inquense. Obispo electo de Tenerife. Predicó el P. Cerdá. Se cantó la Misa Fons bonitatis, armonizada por el P. Mateo Amorós, T. O. R. La fiesta tuvo
lugar el domingo, día 21 de abril.
La otra noticia se refiere a Inca: una velada literario-musical de vulgarización franciscana, en el local del Círculo de Obreros Católicos, la entrañable «Sa Católica» para los inquenses, ya desaparecida. Se estrenó en aquella ocasión «El meu xabec», obra de D. Bernardo Salas, sobre letra de D. Pedro de A. Penya, pieza que fue durante bastantes años el plato fuerte del re¬ pertorio musical de la Capilla del Constado.
Para los que le conocieron, recordamos el fallecimiento, el 3 de abril, de D. Jorge Vaquer, Terciario, buen sacerdote que celebraba la misa todos los días en nuestra iglesia de Palma. To¬ davía se usan sus ornamentos.
Como hemos dicho en otras ocasiones, hace cincuenta años empezaba a florecer en Mallorca un saludable regionalismo, cuya expansión se vio anulada o entorpecida por los vaivenes polí¬ ticos. Era aquello un amor ilimitado a todo lo nuestro. Por eso A. Jiménez, que sentía y sien¬ te aquellas nobles inquietudes, se lanzaba de vez en cuando a escribir en mallorquín, con una ortografía tal vez no del todo académica. Su trabajo en «Juventud Seráfica», de aquel mes de mayo, iba bajo el epígrafe de «La gràcia del maig». Colaboraba también en dicha sección. A. Moneada Canaves de Mossa, que era preci¬ samente el Presidente de la Sección Literaria de la Juventud. «Primavera» era el tema que escogía. Se publicaba la última parte del ensa¬ yo sobre «San José y la Orden Franciscana».

Insertábase la necrología del prócer artanense, D. Monserrat Blanes Massanet, Terciario, persona muy vinculada a nuestra Comunidad de aquella villa; fundación. Hermandad de Tercia¬ rios, Adoración nocturna. Caja Rural, etc. Su fallecimiento había ocurrido el 11 de abril.
Aún otra poesía, «Magdalena», versión de

9

P. RAFEL 6INARD BADÇA, T. 0 R

CANCONER POPULAR DE MALLORCA
EL VOLUM SEGON
II

El contengut
En la primera part d’aquesta recensió ja es va dir quin era el contengut d’aquest volum segon: els vuit grans capítols en què s’agrupen, per matèries, els prop de cinc milers de cançons que el formen. Volem solament afegir que aques¬ tes cançons, les publicades i les que encara han de sortir, oferiran un camp molt ample a la investigació i a l'assaig monogràfic. Efectivament, ultra l’innegable valor lingüístic i literari que moltes d’elles posseeixen, les cançons poden tenir que veure, prou sovint, amb l’etnografia, amb la història, la geografia, les tècniques de les diferents arts i oficis, etc. En aquest volum segon el mot Tenja hi compareix en dues can¬ çons, en la 380 (Humorístiques) i en la 580, Tenja-Aixat, (Satíriques). El lexicòleg recollirà dit mot com un topònim molt interessant, que no figura dins el DCVB; i’etimologista hi des¬ cobrirà un nom aràbic i l’indentificarà, probable¬ ment, amb el de la ciutat del nord d’Africa, Tanja (Tánger); el geògraf voldrà, almenys, lo¬ calitzar la possessió, la muntanya, la font, etc., que aquell nom designa; a l’historiador el nom

li recordarà l’estada dels àrabs a Mallorca amb totes les seves circunstàncies; i a l’etnògraf,
li suggerirà la possible mescla de sang dels antics indígenes, dels invasors africans i dels conqueridors catalans del Rei En Jaume, que pot haver donat per resultat el caràcter peculiar dels mallorquins (1). Jo no conec el procedi¬ ment que s’empra, o s’emprava, en l’elaboració de les panses; però la cançó 581 (Satíriques) fa pensar si en dit procediment hi entrava el lleixiu. Podríem retreure exemples i més exem¬ ples com aquests. Es dirà, i amb raó, que «d’una palla en feim un paller»; opinam, emperò, que pallers de més interés i consistència que el nostre, se’n poden fer molts amb les cançons.
(1) El topònim Tnnja figura en el Mapa General de Mallorca, de Mascaró Pasarlas, dins ei terme de St. Llo¬ renç des Cardassar, juntament amb els de Muntanyeta de Tenja i Es Sestador de Tenja. Porta també dit nom el Corpus de Toponímia. L'autor es pregunta si l'eti¬ mologia podria esser l'ar. tànjara = marmita, cosa poc probable perqué ei mallorquí té certa predilecció pel sufixe àton -ara (o -era) i hauria conservada la
terminació.

10

Qualitat literària
Com en el volum primer, hi ha de tot, però més bo que xerec, més art que barroeria. Trobam, per exemple, el fi ditirambe dins les cançons 385 i 1117 (Camperoles): Ses olives que coïu, / quan toquen ses vostres mans, / garrida, les convertiu / en perles i diamants.— Segadora, segadora, / no em mireu tan aviat, /
si no, no afinaré es blat, / que sou enlluer¬
nadora. Una enginyosa anàfora o repetició hi ha dins la c. 391 (Arts i oficis): Criada la vui,
criada, / i criada la festeig; / criada la malaveig / perque criada m’agrada. Un intencionat
i apassionat equívoc dins la c. 1237 (Campero¬ les) : Demà me’n vaig a vermar; / ¿vols que t’envii una uiada? (classe de raïm) / Si no en trob cap de cepada, / d’es meus uis la’t puc donar. I una verinosa fisconada dins la c. 784
(Satírique): Ton pare i ta mare són / dues persones agudes, / però tu, si no li mudes, /
ets d'es més ases del món.
Com ja ho constatàvem en la recensió del volum primer, les cançons més ben acabades, les que clouen millor són, segons el nostre parer, les de quatre mots o versos.

de la c. 1082: Quin blat hi ha per aquí / Ell no
ei poren segar clones!... Segons la nostra opinió, aquí és sobrera la repetició dins la mateixa subdivisió Segada. Bastava haver consignats els dos versos en les Variants. Però la repetició estaria justificada dins una altra subdivisió,
com Molins de vent.
Ei cas és més discutible, i nosaltres ens inclinam més bé cap a la repetició, quan una mateixa idea general va matisada per idees particulars dins cada cançó. En tenim d'això un exemple en la c. 155 (Animals, Bestiar equí.
Ases i someres): ¿Això és sa teva somera, / que tu bravejaves tant? / Per passar un quart davant, / n’ha de tornar dos enrera, és sensi¬
blement igual a la c. 181; L’amo, sa vostra so¬
mera, / que vós bravejàveu tant, / per fer-se sis dits envant, / torna sis passes enrera, les
dues ben emparentades amb la c. 257 (Mules i muls): Sa mula de can Ribera, / aquella que té es cap blanc, / per passar tres pams en¬ vant / en va quatre per enrera. Està clar que també aquí la segona cançó hagués pogut trobar el seu lloc adequat en les Variants.

Les repeticions
N’hi ha també dins aquest volum segon. El motiu —el rigorós orde alfabètic i la feblesa de la memòria humana— l'explica En Moll dins la Introducció. Però, ¿són sempre un defecte les repeticions? Ho serien si dins una darrera sub¬ divisió es trobassin dues o més cançons com¬ pletament iguals o solament distintes per un o més mots intrascendents, fossin o no fossin inicials. El primer cas no es pot donar perquè 'l’orde alfabètic ho evita. El segon ocorre, de fet, qualque vegada. La c. 861 (Camperoles,
Feines, Segada): Blat hi haurà per aquí / que
no el podran segar dones: / ses arestes seran
bones / per velerons de molí, es diferencia
només per alguns mots dels dos primers versos

el dlímento de la juventud
n

Està no solament justificada sinó que és con¬ així: «i diran: Quin tai més mort». Ens sembla

venient la repetició quan una cançó es conside¬ també evident que aquesta i no la primera és

rada des de punts de vista distints. Així la la forma autèntica. Altres vegades la forma co¬

c. 453 (Animals, Ocells, Perdius) es troba repe¬ rrecta pot estar en les Variants. El quart vers

tida en la c. 152 (Arts i oficis. Caçadors) per¬ de la c. 435 (Caniperoles), que diu «que es

qué en la primera s’atén al mot perdiu i en la pèndol del món se fa trossos», també amb una

segona, al mot caçador. Aquestes repeticions no sil.'laba d'excés, té la variant «que es pern del

poden esser molestes als lectors que en él món se fa trossos», vers perfecte tant pel ritme

Cançoner hi cerquen qualque cosa més que sa¬ com pel sentit.

tisfer una curiositat. Hem volgut muntar la «Pà¬

gina literària» d’aquest número de la nostra

Un subjecte mancat de sentit musical pot

revista solament amb cançons on hi surten els també haver feta malbé la rima d’un vers, afi-

mots guiterra o guiterró. El treball hagués estat cant un sinònim en lloc del mot originari. Es

més fàcil si en la corresponent subdivisió del quasi segur que el segon vers de la c. 315

volum segon del Cançoner, presa com a base, s’hi haguessin trobat totes les cançons que

(Animals); El dimoni són ses puces, / un ani¬ mal tan petit... devia dir «un animal tan menut»

porten dits mots.

per a rimar amb el quart vers: «i jo, que som

Diguem també, com a descàrrec tant de’l

gran, no puc!».

col.lector com de j’editor, que en aquest cas és

Finalment hi ha casos on les alteracions estan

preferible pecar per excés, amb repeticions, que per defecte, amb omissions.

en mots que no afecten ni el ritme ni la rima, sinó el sentit. No deixa d’esser, per exemple,

una petita barbaritat que la c. 453 (Camperoles)

¿Cançons rectificables?
Només el títol ja sonarà com a blasfèmia per als folkloristes. Però, ens explicarem. Sabem per experiència que els subjectes consultats, sigui perquè els falli un poc la memòria, sigui perquè tenen més presumpció que sentit del ritme o de la rima, donen les cançons amb qualque vers trastocat. Si a la cançó 410 Camperoles), amb versos de vuit síl.labes, li canviam l’orde dels mots del segon vers, dient en lloc de «a ca meva tot enlluerna», «tot a ca meva enlluerna», probabilíssimament li haurem retornat la forma que li va donar l’autor popular.
Qualque vegada una cançó amb un vers defec¬ tuós per manca de ritme, ve rectificada en una repetició, oportuna en aquest cas. La cançó 298

digui: «Jo llaurava amb dos muls sulls» en comptes de «bous sulls». El significat de «sull» ve expressat en el quart vers de la c. 142 (Casa i vestit): «un bou sull qui no té banyes?». La c. 352 (Arts i oficis) diu així: Vós viviu ï veureu coses / i admirat ne quedareu. / Ven¬
turós és el qui creu / i pot rescabalar amb
gloses. ¿No haurà d’esser el darrer mot del tercer vers «deu» i no «creu»? En casos com els que acabam de retreure, ¿seria un imperdo¬ nable crim insinuar o proposar l’esmena? Quan la solució no és evident, la cançó ha de deixarse talment com ha estat trobada. Perquè, bella és la Venus de Milo sense braços, ben digna és de conservar-se i d’esser admirada la Pietà de Rondanini just mig feta. I que s’ens perdoni l’extremositat de les comparacions.

Camperoles) té en el quart vers, «no diguen: —Vaja un tai més mort!», una siL·laba sobrera,

(Acabarà)

mentre que la c. 821 ens dóna dit vers corregit

P. Miquel Colom, T. O .R.

12

EL SONIDO DE LA GUITARRA CASTELLANA

G^&ita.rra. del mesón...
Guitarra del mesón que hoy suenas jota,
mañana petenera,
según quien llega y tañe las empolvadas cuerdas.
Guitarra del mesón de los caminos, no fuiste nunca, ni serás poeta.
Tú eres alm.a que dice su armonía solitaria a las almas pasajeras...
Y siempre que te escucha el caminante,
sueña escuchar un aire de su tierra.
Antonio MACHADO

Ca.]:ite hondo
Yo meditaba absorto, devanando los hilos del hastío y la tristeza, cuando llegó a mi oído, por la ventana de mi estancia, abierta
a una caliente noche de verano,
el plañir de una copla soñolienta, quebrada por los trémolos sombríos de las músicas magas de mi tierra.
...Y era el Amor, como una roja llama... —Nerviosa mano en la vibrante cuerda ponía un largo suspirar de oro que se trocaba en surtidor de estrellas—.
...Y era la Muerte, al hombro la cuchilla, el paso largo, torva y esquelética,
—tal cuando yo era niño la soñaba—,
Y en la guitarra, resonante y trémula, la brusca mano, al golpear, fingía el reposar de un ataúd en tierra.
Y era un plañido solitario el soplo que el polvo barre y la ceniza aventa.
Antonio MACHADO

La. guitarra del gaucho

Yo no puedo olvidar de qué divino rincón del mundo nos llegó tu pura voz de amor, ni tu voz de sangre y vino cuando eres negra caja de amargura.

Pero aquí te salieron al camino

otras cosas más anchas. La llanura

te embebió de tristeza. El remolino

de polvo y el redoble de la dura

>

sinfonía de potros que disparan te enseñaron rasgueos. Hoy el viento se queja en tu cantar. Dice un salvaje

rencor, tal vez. Es como si brillaran
dagas de orgullo gaucho en tu lamento. Filos que, al fin, degüellan tu cordaje.

Enrique LARRETA

Pablo Picasso.
«El viejo guitarrista»
La guitarra
Empieza el llanto de la guitarra. Se rompen las copas de la madrugada. Empieza el llanto de la guitarra.
Es inútil callarla.
Es im.posible
callarla. Llora monótona como llora el agua, como llora el viento sobre la nevada.
Es imposible
callarla.
Llora por las cosas lejanas.
Arena del Sur caliente
que pide camelias blancas. Llora, flecha sin blanco,
la tarde sin mañana, y el primer pájaro muerto
sobre la rama.
'Oh, guitarra!
Corazón malherido
por cinco espadas.
Federico GARCIA LORCA
13

P A G IN A

A mb guiterra i guiterró vaig anar a ca Na Florida i la vaig trobar dormida a mb so cap dins es fogó.
Amb so meu guiterronet vaig encativar sa dona: sentiii·lo quin modo sona; alegra tot son indret.
A sa casa sempre ve
un sonador de guiterra; jo me’n ric si no té terra: si no tenc pa, ballaré.
A sa guiterra li veig d’es mànec fins a sa flor, però no li veig es cor a s’al.lota que festeig.
Cansat estic d’estar dret
i d’aguantar sa guiterra; si no ein treis un tibulet, jo m’hauré d’asseure en terra.
Com sent aquesta guiterra que em dóna la bona nit, i estic damunt es llit, d’enamorada que estic,
no toc amb sos peus en terra.
Dones, es meu guiterró té sa flor sobredaurada; tan fadrina com casada,
tothom balla en sentir-ló.
En Juanet de sa dida passa per aqui davant amb sa guiterra sonant, que va a ca Na Margalida.
14

G T7 I T E R R E S

X

GXXITERRONS*

En sa mà teñe sa guiterra i amb s’altra la faç sonar. Com veig que me n'he d’anar, al.lotetes, a sa guerra!
En tenc una caixa plena: guiterres i guiterrons i un paper ple de cançons per cantar-te. Magdalena (1).
Un sonador de guiterra
ha de tenir bons sentits i sebre remenar es dits de sa mà dreta i esquerra.
Tenc sa guiterra esquerdada i es guiterró ben esmús; guiterra, no sonis pus, que és morta s’enamorada.
Adiós, Catalineta, careta de Bon Jesús!
Ja no et devertiràs pus amb sa meva guiterreta.
Quan sent aquesta guiterra
de la teva mà sonar,
sepultada davall terra,
m’aixecaria a ballar.
Es tutups de sa guiterra són que m’agraden a mi.
Sa meva al·lota deu dir
en passar p’es meu camí: —Mal el se begués sa terra!
En veure’t ja tenc riaies; crec que tenc molta raó. Més m’agrada es guiterró que no es mestre i ses burbaies.

Garrideta, jo aniré a dur oigo sense gerra, però, si plou, banyaré ses cordes de sa guiterra.
Na Bet de Sa Torre és bona
per manar i no fer res:
es sol alt i es llum encès
i sa guiterra que sona.
Que bo fa aquesta guiterra! que bo fa aquest guiterró! que bo fa es ballador qui fa tremolar sa terra!
Sa guiterra solament té trebai d’esser poc bona, i es sonador qui la sona
és sa mitat més dolent.
Sa meva guiterra diu
«vida mia» a cada passa. Si mos donen carabassa,
ja la cuinarem d’estiu.
Sa meva guiterra sona; madona, ¿que la sentiu? Una fia que teniu, la calçau i la vestiu
i ha d’esser sa meva dona.
Sa meva guiterra treu més que una possessió: en tocar-li un bordó, se posa a fer més remor que no ets orgues de la Seu.
Si jo sabia sonar sa guiterra així com vós, posaria mes amors
damunt es call. de sa mà.

Un sonador de guiterra a onsevuia cau bé; ja és diferent un roter, qui sempre ha de seure en terra.
Mon amo me té enflocada amb cordons, amb flocs i joies, i, perque canti més bé, m'estira es nirvis, primer, i llavò em fa pessigoies (2).
Sa guiterra per tu sona; ’xeca’t i la sentiràs; ja sé que no en faràs cas perque no estàs massa bona.
Si estasses enamorada
d’es qui toca es guiterró, a sa primera cançó que he cantada en es cantó ja t’hauries aixecada.
Tota sa nit vaig de vega sonant aquest guiterró. Oh carrer, que eres d’alegre quan jo hi tenia s’amor!
* Del Cançoner popular de Mallorca, vol. II (i en part del vol. I).
(1) Essent aqueixa una «pàgina literària», i no pròpiament folklòrica, ens permeten esmenar, en aquesta cançó, un error evident —^per a nosal¬ tres—, canviant Margalida per Magdalena.
(2) Es una endevinalla. Solució: la guiterra.
15

L A C^IJITARRA

E s possible que no siguin moltes les persones, de les que reciten o can¬ ten el salteri, en llatí o en qualsevol de les llengües vernacles, que, quan són a allò de «us cantaré amb la cítara..., oh Sant d’Israel» (Salm 71, v. 22), es facin comptes de que vénen a dir «us cantaré amb la guitarra...». No obstant és així. Ho és, almenys, si atenem a Tetimologia del mot guitarra, que és cithara preci¬ sament. I qualque cosa deu conservar Tactual guitarra, malgrat el pas dels se¬ gles —i malgrat que sigui elèctrica—, de la cithara de Tantigor. Si més no, les
cordes.
Fonamentats damunt aquest precedent històric i autoritzats pel mateix, no ens
hauria d’escandalitzar excessivament o
girar molt el ventrell si qualque preve¬ re vanguardista o progressista, en els nostres dies postconciliars, te Tocurrència d’interpolar entre una part i altra d’una acció litúrgica o paralitúrgica, un motet acompanyat d’un instrument du¬ rant tant de segles injustament desacre¬ ditat dins els medis eclesials. Que cons¬ ti que aquell prevere no haurà fet més que anar a cercar una mica llimy, això sí, una vella usança de donar glòria a
Déu. (1).
(1) A Inca hi ha Tantiga costum de cantar el rosari amh acompanyament de guiterres i violins, la nit de sant Sebas¬ tià, al carrer del mateix nom, davant la capelleta mural del sant màrtir.

I si fos cosa faedora, ja voldríem nosaltres poder comparar, en l’assumpte de gatzara i batibull, la musica del més modern i renouer cor «ye-ye» dins una
església nostra, amb la que Tautor del salm 150 volia que es fes dins el san¬ tuari del Senyor, lloant-lo al clamor de la trompeta, de la cítara (o guitarra) i del salteri, dels timbals (els tempes de R. Llull) i la dansa, de les cordes i les
flautes i dels sonorosos címbals crepi¬
tants!
La forma guitarra (quitara) fou intro¬ duïda a Espanya pels àrabs; d’Espanya passà després a les altres parts d’Europa i a tot el món,. Els àrabs havien pres i’instrument musical, ensems amb el nom, dels grecs, a TOrient. De Grècia havien també adoptat el mateix nom els
romans. Per això es dóna el cas
que el castellà té tres representants d’im mateix mot originari: el que ja hem dit, guitarra, vengut amb els àrabs invasors, i cedra i citóla, formes
rebudes directament del llatí. Per a les
diferències que hi havia entre els tres instruments designats per una mateixa paraula primitiva, vejau Menéndez Pidal (Poesia juglaresca y juglares, p. 58 i no¬ ta 1). Joan Ruiz, el famós Arcipreste de Hita, ens assabenta que hi havia la «gui¬ tarra morisca» i la «guitarra ladina» (latina): Ally sale gritando la guitarra morisca, / de las vozes aguda, de los puntos arisca, / el corpudo alaút, que tyen’ punto a la trisca, / la gitarra la¬ dina con éstos se aprisca (2).

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16

El nom guitarra, o guiterra (3), no és antic dins el mallorquí, o almenys no
hi està documentat. Ramon Llull no el
porta, ni porta cap altra forma proce¬ dent de cithara, malgrat els prov. cedra i citóla, com en castellà, i cidra. Els texts antics que registra el DCVB, d’autors catalans o valencians, semblen referir-se a la guitarra llatina o cítara pròpiament dita. Un de dits texts per¬ tany a una versió de les Metamorphosis d’Ovidi («Per cantar en pau ab la tua guitharra»); un altre a la traducció de Fiammetta, de Bocaccio («Acordador de la guitarra del Parnasso») i un tercer a la de la Divina Comèdia («E com gui¬ tarra e arpa en temp re tesa»), on el mot guitarra correspon a l’it. giga= espècie de violí («E come giga e arpa, in tempra
(2) Libro de Buen Amor, estrofa 1228. (3) Guiterra i no guitarra, perquè a Mallorca, i dins el català en general. Ta i l’e tòniques, seguides de rr, es tornen
sovint e oberta.

tesa / di molte corde...»).
Opinam, per tant, que la guitarra, la guitarra morisca, la guiterra de les nos¬ tres cançons populars, ens vengué, jxmtament amb el copeo, el bolero, la jota,
(4)Rafelel parado, etc., de les regions peninsu¬
lars de parla castellana, acompanyada de flocs i castanyetes. «Ja se sap que gairebé totes les danses anomenades «típiques» de Mallorca són d’importació no gaire antiga (potser de dos o tres se¬ gles»), com escriu En Moll (4).
La guitarra havia arribat a convertir¬ se, a Mallorca, en instrument quasi ex¬ clusivament tavemari, rapinyat dins el tuf espès d’aiguardent i de tabac de po¬ ta. Ara, amb el turisme i amb la mo¬ derna cançó lleugera, ha tomat a digni¬
ficar-se una mica.
Fra M. C., T. O. R.
Ginard Bauçà, T. O R., Cançoner popular de Mallorca, vol. II, Introducció, p. VI.

AL COMPAS DE NUESTRO TIEMPO
EL DESARROLLO, UNA PREOCUPACION CONTINUA
j^í OS preocupan especialmente los países que deben afrontar de forma inmediata las trágicas dificultades del hambre, acelerar de forma urgente el desarrollo económico correspondiente con una demografía en continuo crecimiento, reformar rápidamente sus estruc¬ turas sociales y promover al mismo tiempo, en muchos casos, la alfa¬ betización y la cultura necesarias para todo progreso social. Estos son los inmensos objetivos a que tienen que hacer frente la mayor parte de los países del catolicismo, para preparar una promoción verdade¬ ramente humana. En esta obra grandiosa, nos gustaría ver asociados, en un espíritu de equidad y de colaboración desinteresada, a todos los países de la tierra. Lo repetimos con energía: hoy el verdadero prestigio de un país, su verdadera grandeza está a nivel de esta lucha pacífica contra las condiciones inhumanas, «la miseria inmerecida» {Populorum progressio, 9, 67), de tantos hermanos nuestros. Y donde la prosperidad material parece poner ahora a los ciudadanos al abrigo de las necesidades elementales, surgen otros problemas: un acceso equitativo al bienestar para cada clase social, la renovación incesante de las industrias, la aparición de estructuras comerciales más extensas que transforman las condiciones de trabajo. Más aún; hay que mante¬ ner y fortificar el alma misma de la civilización contra la disolución peligrosa en el exceso del bienestar material: los hombres necesitan cada vez más ver claro el sentido de su propia vida y la marcha de la
humanidad.
PABLO VI
(De un discurso a unos nuevos embajadores, el 8-II-1968)
17

La moderna bebida que da
a la leche
el más delicioso sabor
con. lecKe es único!
18

Ehri de llum, a Vhora del capvespre,
sent el meu ésser constel.lat de roses —la voluntat nestà tota olorosa—
i el pensament, dins son bell vel de pètals, vol exhibir-se en una alegre dansa.
Es una dansa íntima. Hi saltironen
joves idees, àgils, vincladisses, lleugerament vestides de paraules perquè en ressalti més la gençor augusta dins Vabraçada càlida del ritme. Un foc estrany encén la sang represa del pensament, que volta i se delecta amb agitat deler, palpant la música, els sons passionals, la carn flairosa del verb obsequiés, exacte, dòcil a l’orde, a la cadència i al caprici de qui el convida al ball de les idees.
L’art i la claredat es donen cita
dins el bell lloc; arreu papalloneja la gràcia; el galanteig té dites dolces per a l’orella; se remou el gaudi, com un licor espirituós, dins l’ànima, que eructa plenitud en forma rítmica. Mes, decau el gai joc; i la fatiga posa uns esclops de plom als peus; s’esfullen les roses i l’aroma s’emancipa. La llum fa contubemi amb la tenebra; la voluntat, eixuta ja d’eufòria, no dissimula el penjament de braços ni els llargs badalls de son; la dansa acaba, l el pensament, desfet son vel de pètals, s’ajeu grollerament, s’adorm i ronca..
P. Miquel Colom, T.O.R.

fratf roja enireoisia,,,
A 1.A CA.XÍIDA.D
Dedicado a las religiosas franciscanas de Lloret por practicar esta virtud con la alegría de los limpios de corazón.

r s consolador encontrar a la Cari¬
dad en cualquier parte y de cual¬ quier forma. La Caridad es la virtud que mejor sabe disfrazarse. La he visto en¬ carnada en una viejecita limosnera, en un obrero luchando por la justicia so¬ cial, en una religiosa que enseña, limpia o cura, en un mendigo que entrega sus limosnas a otro más pobre que él, en una sonrisa, en ima lágrima, en un be¬ so, en un abrazo, en una carta, en ima melodía, en una flor...
A pesar de todo, a pesar del egoísmo reinante, la Caridad existe. Se la palpa, se la ve, se la vive...
—Efectivamente, estoy contenta. Más de lo que muchos se piensan.
—¿Causas?
—Sólo una: nuestro mundo es más sincero que nunca. Se ofende a Dios tan¬
to como siempre, pero al descubierto. Y tú lo sabes bien; sólo pueden curar¬ se las llagas que se enseñan y que se ven. Hasta ahora, mi labor ha sido de¬ masiado gris. Se me confundía con el altruismo, con la vanidad, con la osten¬ tación, con la mogigatería...
—La verdad es que no lo entiendo...
—¿Por qué?
—Con esas cenas «benéficas», con tan¬ to baile «benéfico», con tanta campaña «benéfica», con tanta operación «benéfi¬
ca»...
—¡Pero eso ya no engaña a nadie, amigo mío! Ahí está el busilis, ahí. Has¬ ta hace algunos años, la gente sencilla tomaba eso como una prueba del desin¬ terés y de la prodigalidad de los ricos y

poderosos. Pero hoy ya nadie se traga
el anzuelo.
—¿Estás segura?
—Bueno, siempre habrá alguien que vea con miopía. Pero lo que está claro es que la mayoría desprecia los gestos grandilocuentes y los ademanes triimfalistas y archidesprendidos y prefiere el ejemplo cotidiano y silencioso.
—Pero aún hay muchos que se sirven de tí para hacerse su propaganda.
—Cierto. Pero, en general, son des¬ cubiertos inmediatamente y tus herma¬ nos los hombres no se llaman a enga¬
ño.
—Sinceramente, Caridad, estoy asom¬ brado. Creí que te iba a encontrar des¬
ilusionada. Incluso me he enterado de
que dos amigos míos se han enemista¬ do por ti, ante el escándalo y la decep¬
ción de muchas almas...
—Bueno, bueno, no particularicemos. A ti, como a tantos otros de tu tiempo, te basta un hecho concreto para des¬ pués generalizar. Y ahí está la causa de vuestra angustia. Te lo repito: los mis¬ mos nroblemas que existían antes, exis¬ ten ahora; pero hoy se ven y antes no. Y eso es positivo, fabulosamente posi¬ tivo. Antes la gente podía vivir tran¬ quila porque ni sabía ni quería saber nada de nada. Ahora, hoy, eso es im¬ posible. Se ven las lacras, se huele la podredumbre, se palpa la carroña. Pero también se respira el ejemplo de las al¬ mas grandes que saben hacer frente a esos problemas. Un Paulo VI, un U Thant, un Cardenal Leger son hoy fi¬ guras que están a la vista y al alcance
de la imitación de todos.

19

—...como el ejemplo del humilde maestro, o de los esposos generosos...
—Efectivamente. Sí, fray Rojo: espero un Mundo Mejor, muchísimo Mejor que el que hemos tenido. hasta ahora.
—Pero esta afirmación parece más propia de la Esperanza que de ti...
—^No estoy de acuerdo. Recuerda que yo —la Caridad—, englobo a las tres virtudes teologales. Amo porque creo y espero. Espero porque amo y creo. Creo porque amo y espero con ilusión. Esto que te acabo de decir ahora, es dema¬ siado profundo para que lo comprendas a la primera. Pero medítalo y me da¬
rás la razón.
Hago un gesto de extrañeza, de des¬ ilusión, de incredulidad. En estos mo¬ mentos mi silencio es total. La Caridad lo advierte, pero me respeta. No; por más vueltas que le doy, sus declaracio¬ nes no encajan con la idea que yo ten¬ go de nuestro mundo. Pienso en la «Po¬ pulorum progressio», condena del egoís¬ mo que se desborda. Pienso en Viet
Nam. Pienso en las luchas raciales. Pienso en los millones de hombres es¬
clavizados por las dictaduras o por los grupos de presión. Pienso...
—No me crees, ¿verdad? Piensas que no soy sincera contigo. Y es que os per¬ déis ante lo primero que tenéis a vues¬ tra vista. El sensacionalisme de los pe¬ riódicos os ha hecho creer que no exis¬ ten más que huelguistas, manifestantes, pedradas, tiros, huelgas, subversiones, golpes de estado, hambre, pasión y cri¬ men. Y no pensáis en la Edad Media, donde a un hombre se le mataba por un quítame de allá esa paja. Ni en el siglo pasado, donde matar a un hombre en duelo era cuestión de honor. Ni en la guerra de los Treinta Años, ni en las luchas feudales, ni en los envenenamien¬ tos de todo tipo. Y, sin embargo, todo eso era más canallesco, porque se dis¬ frazaba bajo frases tan bonitas y tan «cristianas» (¿?) como «defensa del ho¬ nor», «defensa de la fe», «defensa del papado»...

Continúo sin poder contestar...
—Tú sabes que todo esto es verdad, pero no lo quieres admitir porque eso significaría cambiar tu cuadriculada mentalidad y te obligaría a mirar y a vivir de otra manera. No te permitiría estar angustiado, no te permitiría des¬ potricar contra éstos o contra aqué¬
llos...
-¿...? —¿Cuándo se ha estudiado con tanta profundidad la realidad física y espiri¬ tual del amor como ahora? ¿Cuándo os
habíais atrevido a definir a la familia
como «comunidad conyugal de vida y amor? ¿Cuándo habíais pensado que el amor matrimonial es una participación del mismísimo amor de Dios? ¿Cuándo hubieseis pensado en descubrir que los esposos participan a través de su amor del sacerdocio creador de Dios, como vosotros participáis de su sacerdocio sa¬
cramental?
-¿...? —^Y eso que estamos sólo en los co¬ mienzos. ¿Y cuándo se comiencen a vi¬ vir estos principios? ¿Y cuándo estas
ideas comiencen a dar frutos de vida y
espiritualidad? ¿Y cuándo el pueblo vea y se conmueva ante estos ejemplos?
-¿...? —^Sí, fray Rojo, es mejor que te ca¬ lles. Es mejor que medites y que te con¬ venzas de una vez para siempre de que
ios hombres tienen un corazón más lim¬
pio de lo que parece y unos horizontes maravillosos que tú y tus hermanos en el sacerdocio tenéis que ensanchar y predicar. Es mejor que te calles para que el silencio te ayude a cambiar tu mentalidad derrotista y falta de Fe y de Esperanza. Yo también voy a callarme, porque creo que ya tienes ideas sufi¬ cientes para meditar y hacerlas carne en tu carne y en la carne de tus herma¬ nos sacerdotes y seglares...
Anonadado, sólo puedo despedirme de la Caridad con una lágrima y un ligero temblor de labios. Ahora, mientras tras¬ cribo esta entrevista, sólo puedo termi¬
nar con un:
—¡Gracias, Caridad! Gracias...

20

NUESTRAS MISIONES

Mons. Nicolau rodeado de un grupo de sus misioneros, entre los cuales los recien llegados de Mallorca. Pora estos es la fiesta y
la alegría.

^iaje

estreno íte un nueoo misionero
Nuestra Prelatura de Perú, cuenta con cuatro nuevos misionero, que han empezado con entusiasmo su vida apostólica en la alta sierra andina. Y des¬ de allí nos han enviado sus primeras cartas, que agradecemos de veras. Y has¬ ta nos ha confiado alguno de ellos las notas de su diario de viaje. La revista MISIONES, T. 0. R. archivará tan bellas cesas. Y para los lectores del HERALDO DE CRISTO, van las siguientes líneas.

I. ALGO DEL VIAJE

(Adiós!...
«21 nov. 1967. Abracé a mis padres ancianitosi... Soy su hijo único... Y deján¬ doles en casa, Dios sabe cómo, subí al coche para Palma.
Celebré la misa en las Capuchinas. Fue la despedida de la Hermana espiri¬ tual, Sor María de Lluc, y de la Comu¬
nidad.
La sirena del barco... Nos despedimos del P. Provincial, de los amigos... subí al barco, y... ¡adiós! Partimos. «Proce¬ damus in pace» en el nombre de Cristo.
Amen.
«26 nov. 1967. Llovía. Eran las seis de
la tarde y a bordo del «ROSSINI» em¬ prendimos el viaje al Perú, desde el puerto de Barcelona.
XIX Aniversario de la Ordenación
«28 nov. 1967. A bordo... en aguas del Atlántico... rumbo a Perú... así, entre el azul del mar y el del cielo, para más recogimiento, celebré mi XIX aniversa¬
rio de la Ordenación Sacerdotal. «Omni¬
potente y misericordioso Dios,... hazme digno ministro del altar... borra. Señor, las manchas de mis pecados y concede que... me haga digno de terminar el ministerio de mi sacerdocio... a fin de
que merezca servir dignamente a tu Ma¬ jestad» (De las oraciones «pro seipso sacerdote» que se pueden rezar en este
día).
7 nov. 1967. Jueves; después de con¬ celebrar con el P. José Gelabert, subi-

mos a cubierta y... vimos el Nuevo Mundo. Gaviotas, pelicanos... Desembar¬
camos en «La (Guaira» por la mañana
para emprender el viaje por la tarde. ¡Cuántos mulatos y negritos!... Dios mío, y debajo de esta piel hay un alma. Por ellos moriste en la cruz... Señor, ¿te conocen ya? ¿Te aman?...
La fiesta de la Inmaculada
8 die. 1967. La Inmaculada. Llegamos a la isla de Curaçao. A bordo, misa ves¬ pertina concelebrada, y por ser la fiesta de la Patrona de España, de la Orden franciscana y de nuestra Provincia, la
cantamos.
Asistieron bastantes españoles, los dos hermanos dominicos, las cuatro Madres dominicas de clausura, y dos hermanos capuchinos. En el altar no faltaron las azucenas. El mar se unió a la fiesta;
bandadas de tiburones o tintoreras nos
divirtieron con sus saltos y brincos so¬
bre las olas.
Ante el sepulcro de S. Pedro Claver
9 die. 1967. Al visitar Cartagena (Co¬ lombia) pude arrodillarme ante el sepulcho de San Pedro Claver, gran misio¬ nero entre aquellos negros. Le pedí me comunicara parte de su gran espíritu misionero. Le dije que no sólo había estado en Mallorca, como él, sino que era mallorquín y que había visitado el sepulcro de su director espiritual, San Alonso Rodríguez.
11 die. 1967. Paso del Canal de Pana-

21

má. ¡Maravilloso! ¡Cuánto puede el hom¬
bre! Cincuenta mil vidas costó hacer es¬
te canal. Dales, Señor, el descanso eter¬
no!
¡En Perúl
16 die. 1967. Llegamos a Callao. Esta¬ mos en Perú. Desembarcaron religiosas franciscanas, dominicas. Nos esperaban el P. Comisario, P. Mas y P. Muntaner. Visitamos nuestra parroquia de Lima. Saludamos a los sacerdotes mallorquines y a las religiosas trinitarias.
20 die. 1967. Por la carretera paname¬
ricana, rumbo al norte, atravesamos los arenales, a lo largo de la costa, hasta lle¬ gar a Trujillo. Nos hospedamos en el Seminario interdiocesano que dirigen sa¬ cerdotes mallorquines; saludamos a las Hermanas de la Caridad de Mallorca
que trabajan en Trujillo.
¡HuamachucoZ.. «Coca amb verdura»
21 die. 1967. A las 11 de la noche lle¬
gamos a Huamachuco, después de UN MES EXACTO de la partida de Mallor¬ ca. ¡Vaya impresión, más de la gente que del paisaje! Ya hemos subido a más de cuatro mil metros de altura, para bajar a los tres mil doscientos donde encontramos la ciudad episcopal de
Huamachuco. Fuimos recibidos por
Mons. Damián Nicolau, que nos obsequió con ima cena mallorquina: «COCA AMB
VERDURA».
¡Señor, aquí me tienes dispuesto!
El estrenoE una boda se cambia en
primera comunión
—^Padresito, venimos para que case a nuestros hijos.
Así diciendo se presentan dos cholos ya de edad. Como yo era novato, sin experiencia y solo en la parroquia, les hice pasar al despacho parroquial. Cogí una hoja de expediente matrimonial... y la primera palabra que leí fue «contra¬ yentes».
—Bono, Tiá... me dije para mis aden¬ tros, ¿y... dónde están los contrayentes? Se lo pediremos a los futuros suegros.
—¿Dónde están los hijos que se han
de casar?
—Padresito: aquisita. —Pues que se presenten. —Horita, horita, Padresito, ya. Y... «espera que t’espera»... Al cabo de media hora se presentan dos cholos y con ellos un cholo bien trajeado, con zapatos, americana y som¬ brero negro de paño. Y después de diez segimdos una cholita con su pollera de color, su sombrero de pajita grande, con un pañolón negro para llevar el fardo en la espalda; iba descalza y esta¬ ba sobresaltada...
Empecé a escribir.

—¿Don?... —Benito, respondió el novio. —¿Y Doña?... —Candelaria, respondió el padre de la
novia.
Anoté la fecha; y seguí rellenando el expediente: el novio de treinta años, na¬ tural de..., de estado soltero, y así si¬ guiendo, hasta terminar. El novio, des¬ pués de jurar decir la verdad, firmó.
Al llamar a la novia, bajó la cabeza, noté que vacilaba. Comprendí que había gato encerrado, algo de misterio, pues
se miraban los unos a los otros de ma¬
nera extraña.
(—«¡Homo de Déu! si s’ha de fer per separat!», pensé yo).
Hice salir a todos del despacho y pre¬ gunté separadamente tanto al novio co¬ mo a la novia, y así pude averiguar que la madre de la novia era la que quería componer el matrimonio entre Benito y Candelaria, cuando esa no sentía cariño hacia Benito. Y el padre de ella le había hecho prometer que se casaría con él. Así estaba planeado. Pero resultó de otra manera. Yo la animé a que no diera aquel paso supuesto que no apreciaba a
Benito.
—Padresito, quiero confesarme, dijo
la novia.
—Sí, horita. —¿Cuánto me saca? (¿Cuánto me cos¬ tará?).
—¿Para qué?
—Para confesarme.
—Los Padresitos no cobran nada, no
sacan plata para confesar.
Hubo un momento de pausa.
—Bueno, ¿te quieres casar o no? —Padresito, no le tengo cariño. Como pude, miré de dar una explica¬ ción al novio: que la novia no tenía na¬ da en contra de él ni de su conducta,
solamente que no le quería. La novia in¬ sistía en que quería confesarse. Se en¬ teró el novio, quien también quiso con¬ fesar, y los dos hicieron confesar tam¬ bién a sus padres; y lo hicieron libre¬ mente, pues les avisé que se tenía que
hacer voluntariamente.
En la iglesia les instruí acerca de la confesión, pues ninguno jamás se había confesado. Luego hablé a los cuatro, a manera de catecismo breve, de la sagra¬ da comunión, v así di la Primera Comu¬ nión a TRES NIÑOS DE SESENTA. DE CINCUENTA Y CINCO, y DE TRENTA AÑOS, respectivamente, y a una niña de
VEINTICUATRO.
La boda no se hizo, pero los que se tenían por novios y los que ya se con¬ taban como consuegros... sí, llegaron a
hacer su PRIMERA COMUNION.
P. SEBASTIAN ROSSELLO T. O. R., Misionero en Perú

22

pAgiíia. del teroia»rio

¡DÍA 2 DE JUNIO 1968!

EN LLUCMAJOR, JORNADA ANUAL DE FRATERNIDAD FRANCISCANA

CONCENTRACIÓN DE LA T. O. F. DE BALEARES

Presidirán el Excmo. y Rdmo. Sr. Obispo de Mallorca, T. F., y
el M. Rdo. P. Provincial de la T. O. R.

PROGRAMA

A las 10: Concentración delante de la
iglesia de San Buenaventura de la ciu¬ dad de Lilucmajor.
La Junta Provincial de los francisca¬
nos seglares de Baleares y los otros pe¬ regrinos recibirán al Sr. Obispo de Ma¬ llorca y al P. Provincial de la T. O. R.
Saludo del M. Rdo. P. Bartolomé Ver¬
ger, Prior del Convento de la T. O. R. en Llucmajor.
A las 10’15: Misa concelebrada por el Excmo. y Rdmo. Sr. Dr. D. Rafael Al¬ varez Lara, terciario franciscano y Obis¬ po de nuestra Diócesis; por el M. Rdo. P. Miguel Pascual Negre, Ministro Pro¬ vincial de la T. O. R. en España y Amé¬ rica; por el Rdo. P. Comisario de la T. O. F. de Baleares, Fr. Jaume Tugores Mestre, T. O. R., y Directores de distin¬ tas Fraternidades de Mallorca y Menor¬
ca.
Al final de la Misa, BENDICION PA¬
PAL.
A las 12: En el Teatro Principal, ama¬ blemente cedido por su propietario, gran
acto de afirmación evangéiivo-francisca-
na, durante el cual habrá las siguientes
intervenciones:
Rdo. P. Antonio Fiol, T. O. R. Director de los seglares franciscanos de Llucma¬ jor, presentando el nuevo Discretorio lo¬ cal;
Hna. Isabel Ferretjans Sastre, Secre¬ taria Provincial, para leer la memoria anual de las principales actividades de la T. O. F. de Baleares;

Hno. Nicolás Dameto Squella, Minis¬
tro Provincial de la misma Orden Ter¬
cera, el cual glosará algunos aspectos de trascendencia en la Fraternidad Seglar Franciscana;
Muy Rdo. P. Ministro Provincial de los Franciscanos de la T. O. R., y Excmo. Sr. Obispo de Mallorca, para dejar las consignas que estimen convenientes.
A las 13: Salida de Llucmajor.
Observaciones:
l.“ — Ha sido escogida la ciudad de Llucmajor como lugar para la concen¬ tración anual de los seglares francisca¬ nos de Baleares, porque hace 75 años
nacía en dicha ciudad la Tercera Orden
Regular de San Francisco. Y nacía con esta bella característica: unos seglares de la T. O. se convertían en religiosos de
la misma Orden.
3.“ — Sólo a título de orientación se
comunica que el viaje de la tarde puede ser así: Santuario de Cura, Campos, Co¬ lònia de St. Jordi, Santanyí, Cala de Santanyí, Cala Figuera, Pontàs, Cala d’Or, etc.
3.^ — «Los terciarios, cuando van por el mundo, contemplen con gozo y acción de gracias las huellas de Dios en todas las criaturas» (Art. 54 de las Constitucio¬ nes de la T. O. F.).
Palma de Mallorca, 10 abril 1968
El Discretorio Provincial.

N'XTESTROS DIFUNTOS
Día ?ó de enero 1968, nuestro antiguo suscriptor D. Nadal Comas Fiel, a los 65 años de edad. PALMA DE MALLORCA —La tercioria franciscana D.° Dolores Ramis de Ayreflor, día 12 de enero. LLOSETA —A los Al años, D Juan Beltrán Bestard, suscriptor, dio 1 * de marzo. LLUCMAJOR.—Cuando contaba a9 oños, D.° Coloma Font Catany de Vidal |23 de marzo), hermano polí¬ tica de nuestra corresponsal Srta. Antonio Vidol. INCA.—0.° Catalina Llompart Morante (22 nriarzo); D.° Margarita Llobera Etcanelles (28 marzo) y D." Apolonia García Jover (30 marzo), terciarias fronciscanas. SELVA.—D. Felipe Reynés Sampol (23 marzo), o los 51 años. ■ Piadosísimo Jesús, concédeles el descanso eterno.
23

Y pasaron otra vez los dos meses. Pero no descargados de buenas noticias y de interesante historia escrita día a día en las páginas de La
Porciúncula.
San Isidro Labrador
Después de deshojar la margarita y barajar nombres, se escogió el de S. Isidro Labrador, como titular de la nueva parroquia erigida canó¬ nicamente en S'Aranjassa, el 18 del pasado
febrero.
Nos ocupa este hecho porque dicha parro¬ quia ha sido confiada al Seminario Seráfico. De momento, el oficio y beneficio han recaído so¬ bre el P. Sebastián Taberner, Dfdor. Pral., pro¬ fesor de Moral y ViceMaestro de Clérigos.
Tres años hacía que prácticamente el trabajo pastoral corría a nuestra cuenta. La magnífica labor realizada durante dos años por el P. Jaime Genovard y proseguida últimamente por el P. Ta¬ berner, con su Vicario Fr. Juan Delgado, ha cul¬ minado en la esperada realidad. Los esfuerzos han sido premiados, pues el millar de almas que forman la nueva familia parroquial han que¬ rido mostrar su gratitud regalando a la parro¬ quia un «Seat-600» para que se puedan efectuar más fácilmente los servicios pastorales.
He aquí un buen campo de acción y de expe¬ riencias para los que ya pisan los últimos pel¬ daños de la escalera del sacerdocio y que, antes de entrar en combate, quieren conocer el trabajo parroquial, poniéndose en contacto con las almas en aquello que ya Jes está permitido.
Al sencillo y emocionante acto de entrada aéistierón, entre las personalidades religiosas, el M. litre. Sr. Vicario General, en representación del Sr. Obispo; el M. Rdo. P. Provincial, el

P. Superior de esta Comunidad y algunos otros Padres para concelebrar con el P. Taberner.
¡Aprovechados...!
Podrían llamarnos, pero ¡qué caramba!, ¿para qué se hizo el salón de actos sino para em¬ plearlo? Leed y veréis.
Fue el pasado febrero que se nos proyectó un sin par documental americano para la ense¬ ñanza de socorrismo y práctica de la respiración artificial en casos de fallo del corazón o de asfixia.
Con adicionales comentarios de D. Fernando de España, Secretario de la Federación Balear de Salvamento y Socorrismo, la función resultó redonda. Otro día tendría repetición para el Seminario Mayor.
Unos cursillos de cinco días para una mejor formación cinematográfica, desarrolló D. Vicente Matas. Escogidos films de corto y de largo me¬ traje, de diferentes géneros y de casi todos los tiempos de la historia del cine. Con la práctica visual no faltó la teoría que nos diera a cono¬ cer algo sobre la técnica de los planos, de la filmación..., incitando, con agudo interrogatorio a los asistentes, a no ser pasivos espectadores, sino a activar todas las potencias y sentidos para «saber ver» y apreciar lo bueno que el cine ofrece.
El P. Miguel Ramón, misionero en Tayabamba (Perú), nos pasó las diapositivas que durante sus cuatro años de misionero pudo realizar. Re¬ sultó una velada muy entretenida. Todo tenía su comentario y su anécdota. De verdad que el
«Padresito» cautivó a todos los asistentes.

24

En pocos meses son ya tres los misioneros que nos han dado a conocer su labor apostóli¬ ca, las costumbres, la cultura y los paisajes de donde trabajan. Recordamos a los PP. Maimó y
Monserrat.
«Dijous Jarder» El jueves lardero nos desveló el recuerdo de
una fecha histórica para este Seminario. Como entonces, coincidieron día y festividad.

familiar velada musical, mereciendo, los artis¬ tas, grandes aplausos.
Luego a correr como liebres por el monte y a visitar todos sus parajes.
A las 5, despedida a la Virgen y rodando, rodando, por un torrente de piedras, en un
santiamén alcanzamos los autocares que nos esperan amodorrados en Randa. Y a las 7 de la tarde acaba nuestro feliz viaje.

Nos referimos a la colocación de la primera piedra de lo que actualmente llamamos La Porciúncula. Quedan atrás ya cuarenta y seis años. Pero aún permanece, en la esquina de la sacristía de la que con respeto llamamos «casa vieja», el testimonio de aquel singular momen¬ to: la piedra angular. Es piedra, pero fue semi¬ lla de un árbol frondoso y de abundantes frutos. Si a quienes la dejaron ahí sembrada con ilu¬ sión y cariño, pudiéramos interrogarles si eran tantas las esperanzas depositadas en ella como las realidades alcanzadas, sin duda responde¬ rían, aunque lo vieran sus ojos, que todo aque¬ llo es un sueño.

Honrar a».
Su santo Patrón. No es del Decálago este mandamiento, pero, como si lo fuera, cada año lo cumplimos a rajatabla. Se trata del Patrón
de los estudiantes.
En la víspera, familiar cena de «frit mallorquí» y cordero a la brasa. Muy mal lo pasaron los
dos cebaditos corderos de cuatro meses que con sus retozos alegraban estos alrededores.
El día 7, nuestro P. Provincial presidió la magna concelebración de los sacerdotes, secu¬ lares y regulares, que ejercen la enseñanza en
nuestro Seminario.

Vale la pena recordar la curiosa y caprichosa fecha: 22-11-22. Como el principio de un camino muy largo, el día de la siembra de muchas ilu¬
siones.
No a la historia del pasado sino a la actual pertenece la romería al Santuario de Cura que organizamos aprovechando las vacaciones esco¬ lares de este día.
Las 9 de la mañana aproximadamente. Cuatro lujosos autocares nos llevan al pie de la mon¬ taña de Cura. Nos apeamos y, un rato a pie y otro andando, a buscar las cimas con ímpetu y alegría juveniles.
De paso visitamos el Santuario de Gracia y el de S. Honorato. Después, a ver quién alcanza el primero la meta: Cura. Si todos los caminos llevan a Roma, también allí se aprovechan ata¬ jos y no atajos.

En el aspecto profano fue un día pasado por agua. Pero ello no fue obstáculo para que nos visitaran los estudiantes filósofos y teólogos de los SS. CC. y Teatinos. Invitados por los nues¬ tros a presenciar una velada teatral, no temie¬ ron al mal tiempo, poniéndole buena cara.
Así pues, como se les había prometido, a las
cuatro de la tarde se levantó el telón con el drama de Alfonso Sastre, «Escuadra hacia la muerte». Y para que no todo fuese angustia existencialista, se estrenó el sainete «En Tiá
s’en va a sa guerra», original de Fr. Martínez y Fr. Tugores. Hubo prolongados aplausos para las dos obras y los noveles artistas.
Cerró el acto el nuevo conjunto conventual, «Els brusquers», con instrumental totalmente electrónico. Prometedor debut. El público les hi¬ zo agotar el repertorio.

A las doce en punto, concélebración por to¬ dos los Padres de La Porciúncula que han que¬ rido compartir con los chicos el día de excursión.
Inmediatamente, comida bajo las viejas enci¬ nas de la explanada.
En el comedor del Santario los Novicios y la Tuna de La Porciúncula nos alegraron con una

«Contamos contigo>
Conscientes del valor del deporte para un buen equilibrio síquico y físico, altamente necesario al sacerdote, practican, nuestros muchachos, con singular entusiasmo toda clase de compe¬ ticiones, destacando notablemente en algunas de
ellas.

25

La prensa mallorquina y hasta la pequeña pan¬ talla de la TV., dio cuenta de la «sensacional victoria» conseguida por La Porciúncula en el campeonato provincial de los Juegos Escolares, en los 3.500 metros, a campo a través. Los héroes fueron Colom, Ferré y Llambías.
También consiguieron la victoria por equipos, los infantiles. Y ambos dieron la campanada. Todos creían que serían los últimos y he aquí que fueron los mejores por su excelente forma y preparación física. Un caluroso aplauso para nuestros bravos muchachos, aplauso que exten¬ demos al P. Tébar, alma de la vida deportiva de nuestro Seminario, y al eficiente profesor de Educación Física, Sr. Victorino.
¿Y el baloncesto? Casi ya cantan victoria los infantiles. Salvo imponderables, creemos que en nuestra próxima cita podremos anunciarles que
son campeones.
Breves noticias
Según costumbre introducida este año, hubo reunión general de padres de familia y una especial para los de alumnos de primer curso.

con el fin de solucionar problemas que sólo a
ellos les incumbían.
No faltó la velada recreativa, poniendo en escena la zarzuela titulada «La estatua de Pablo Anchoa». Muchas carcajadas y aplausos.
— El cuarto curso del Colegio de San Francisco (Palma) practicó los Ejercicios Espirituales, en tres tandas, en el retiro de nuestro Seminario.
— Las obras que hemos mencionado varias ve¬ ces en crónicas anteriores, quedaron como huér¬ fanas, el 21 del pasado mes de febrero, al ser bárbaramente asesinado el ¡lustre arquitecto D. José Ferragut, padre artístico dél capricho arquitectónico de La Porciúncula, casi plenamen¬ te consumado. Dios haya acogido en la gloria al
infortunado D. José.
— Fr. Mateo García y Fr. Antonio Mulet, ambos componentes de «Los 4 de Asís», el 31 de mar¬
zo recibieron el diaconado. Les felicitamos por
haber subido este nuevo peldaño tan cercano ya al sacerdocio.
P. FRANCISCO

FR. RAFAEL FE, T. O. R.
Cincuenta años de oida religiosa

jSencillo, a la par que emocionante, el acto celebrado en el Semi¬ nario Seráfico el 4 de abril.

Un humilde hermano lego conmemoraba el cincuenta aniversario de

sus primeros votos religiosos. Sobrado motivo para mostrar alegría y

gratitud al Señor por el singular beneficio que muchos no alcanzan.

Este fue el sentido que tuvo la celebración del cincuenta aniversario

de la primera profesión de nuestro querido hermano lego. Para él pasa¬

ron los años, pero guarda intacta su fidelidad a Dios que tm día lo lla¬

mó y lo escogió para que fuese su amigo.

Durante los cincuenta años se ha ido acrisolando la virtud de nues¬

tro humilde religioso. No en grandes empresas ciertamente, sino en los

pequeños trabajos de cada día: ya pidiendo limosna para el Santuario

de Cura; ya abriendo la puerta a quienes llegaban al Convento; ya ace¬

pillando, aserrando o ajustando maderas.

Ahora, retirado ya de sus actividades, sólo gusta de rezar, de entre¬

garse al silencio para entrar en contacto más íntimo con Aquel a quien

sigue siendo fiel.

Por la mañana del 4 de abril hubo, pues, concelebración, con senti¬

da plática por el P. Antonio Riera, Maestro de Clérigos.

Asistieron al acto cuatro familiares, los únicos que le quedan en el

mundo a nuestro religioso. Y, naturalmente, se sumó todo el Seminario.

Después del almuerzo, la Tuna y «Los 4 de Asís» le ofrecieron ca¬

riñosamente lo mejor de su repertorio.

Deseamos a Fr. Fe que pueda seguir, durante muchos años, sirviendo

y dando gracias a Dios nuestro Señor.

P. ESCANELLES

26

bibliof

Alfonso Monleón, O. P. ORACION Y VIDA. Prólogo de Fr. Emilio Sauras, O. P. 12,2 x 19,8 cm. 300 págs. Rtca.: 140 ptas. Sobrecubier¬ ta de W. Faber. Editorial Herder,
Barcelona.
Ciertamente el tema de la oración es
inagotable. Nos lo demuestra una vez
más el contenido del libro que comen¬
tamos. El conocido dominico, Fr. Al¬ fonso Monleón, puede sentir la satis¬ facción de haber prestado un buen ser¬ vicio a quienes desean conocer bien la oración para vivirla y progresar en ella. Y podrán sentirse especialmente ayuda¬ dos los equipos de matrimonios. Ten¬ drán un estímulo para avanzar en la oración, y, lógicamente, decidirse a ac¬ tuar en la forma que a todo seglar se le pide en esta hora posconciliar, J T.
E. J. de Smedt. LAS RELACIONES ENTRE PADRES E HIJOS. Ver¬ sión castellana de José Luis Sán¬
chez. 11,5 X 17,8 cm. 95 págs. So¬
brecubierta de A. Tierz. Editorial Herder, Barcelona, 1967.
El obispo de Brujas es el autor de esta obra, realmente constructiva y ®rientadora. Es fruto de un diálogo sin¬ cero, real, mantenido por el Prelado eon los jóvenes de hoy, los cuales pa¬ rece que, con mucha franqueza y no me¬ nos espontaneidad, han comunicado a Monseñor de Smedt los problemas pe¬ culiares de nuestra actual juventud.
Fruto de dicho diálogo y de la expe¬ riencia del autor por su trato con los padres de familia, ha podido escribir capítulos tan interesantes como éstos: Deberes de los padres con sus hijos. Los hijos frente a sus padres. La auto¬ ridad. El diálogo. Prudencia.
Buen libro, pues, para padres y edu¬
cadores. - J. T.
F. H. Drinkwater. DIOS Y LOS NI¬
NOS. Vademécum del catequista. Versión y adaptación castellana de A. Martí Llovet. 11,5 x 17,8 cm. 175 págs. Sobrecubierta de A. Tierz. Editorial Herder, Barcelona,
1967.
Es un experto catequista el autor de esta obra, a través de la cual nos ofrece

un buen vademécum para la instrucción o formación religiosa del niño; instruc¬ ción a la vez doctrinal y práctica, puesto que el autor nunca disgrega estos dos aspectos de la enseñanza.
Sobre todo quienes tienen la difícil
misión de educar a los niños en las ver¬
dades de nuestra Religión, encontrarán no poca utilidad en el libro que hoy
recomendamos. - J. T.
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K. Rahner. MARIA, MADRE DEL SEÑOR. Vol. 77 Pequeña Bibliote¬
ca Herder. Versión castellana de J. Carlos R. Herranz. 11 x 18 cm.
146 págst Rtca.: 50 ptas. Sobre¬
cubierta de A. Tierz. Editorial Her¬
der, Barcelona, 1967.
Con verdadera complacencia hacemos la recensión de este importante libro, enjundioso estudio del famoso teólogo K. Rahner, S. J., sobre puntos dogmáti¬ cos —'más que bíblicos— que hacen re¬ ferencia a María, Madre del Señor.
Los sermones predicados (a. 1953) por
el P. Rahner en la Universidad de Inns¬
bruck, constituyen la materia de esta obra, en la cual resaltan estos capítulos: Breve esquema de dogmática mariana. María en la Teología. La idea fundamen¬ tal de la mariología. La inmaculada Con¬ cepción. María, Madre de Dios. María, Virgen. La impecabilidad de María. La
Asunción. La mediación. - J. T.
La Encíclica de Paulo VI «POPU¬ LORUM PROGRESSIO». Introduc¬
ción y comentarios a cargo de profesores del I.L.A.D.E. Vol. 84 de «Pequeña Editorial Herder». Rtca.: 50 ptas. Editorial Herder, Barce¬ lona, 1967.
Un selecto grupo de profesores del Instituto Latinoamericano de Doctrina y Estudios Sociales, fundado en 1966 por el Cardenal Arzobispo de Santiago, es el que ha cuidado de hacer oportunos co¬ mentarios al texto de la encíclica «PO¬ PULORUM PROGRESSIO», que tanta sensación causó al publicarla S. S. Paulo
VI.
El texto será leído con provecho por cuantos sientan o quieran sentir preocu¬ pación por los problemas sociales y eco¬
nómicos de la humanidad. - J. T.

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