HERALDO DE CRISTO
OCTUBRE 1968

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EL
HERALDO DE CRISTO

HERALDO
DE CRISTO

REVISTA MENSUAL DE LOS f* P. FRANCISCANOS DE LA T. O. R.
•
OCTUBRE 1968

Año LIX - Núm. 673
•
REDACCIÓN Y ADMÓN:
CONVENTO DE SAN FRANCISCO
TELÉFONO 212695 PALMA DE MALLORCA
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DIRECTOR: P. MIGUEL COLOM MATEU, T. O. R.

ADMINISTRADOR: Fr. JAUME TUGORES MESTRE, T. O. R.
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CON LICENCIA ECLESIASTICA
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IMPRESIÓN: ARTES GRÁFICAS GIMÉNEZ

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PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN:

No han sufrido variacién alguna desde diciembre 1964. ORDINARIA. . . . 50 PTAS

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DEPÓSITO LEGAL P. M. 340 -1958

NUESTRA PORTADA

COSTITX.—Antiguo pueblecito. Lejanísi¬ ma edad de sus famosos toros de bronce. Más
tarde, acaso la vIlTa de un romano, o romani¬
zado, Costicil. Truncos molinos sin la novedi-
za flor blanca de sus antenas, campanario de donde se escaparon tantos toques de duelo o de alegría, tejados costrosos de viejo sol v de vieja lluvia, chimeneas huérfanos de humo.. ¡Cuántas cosas huidasI

V.

.y

lea en este nümerot

Ha muerto el P. Pío, Capuchino . . 3

Fisonomía de San Francisco

4

La Tercera Orden Regular de S. Fran¬

cisco en Mallorca .

.

.

6

La música, fenómeno social del si¬

glo XX

7

Nuestras misiones

9

Página del terciario

12

Página Literària

14 ....

«Domund, Justicia y Paz 16 ...

Fray Rojo entrevista..., al Sr Ogino . 18

Nuestra pequeña historia 20 ...

Del Santuario de Ntra. Sra de Cura . 21

Aquí, La Porciúncula , . Bibliografía
Chistes.

.23 26
27

FOTOGRAFIA
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2

EDITORIAL
ifia muerta el P. Pía, Capuchino
En la madrugada del pasado día 23 de septiembre, dejó de exis¬ tir en su habitación del convento de Santa María de las Gracias, en S. Giovanni Rotondo, el Padre Pío de Pietralcina, quien contaba 81 años de edad y desde hace algún tiempo sufría de fuertes ataques de bronquitis que se le fueron agravando hasta la noche de su muerte.
El Padre Pío era un religioso franciscano conocido en todo el mundo por haber dedicado su vida al sufrimiento, llevando una exis¬ tencia de asceta, realizando todos sus oficios religiosos, alimentán¬ dose sólo una vez al día, después de aquel 20 de septiembre de 1918 cuando el entonces joven religioso fue encontrado en el coro de la iglesia de Santa María de las Gracias, haciendo oración y con las lla¬ gas de Cristo en sus manos, sus pies y su costado...
Cincuenta años hace de esto, y la señal de las llagas de Cristo, que entonces llenaron de sangre su hábito religioso, no desaparecie¬ ron hasta el día de su muerte, y por ellas manaba sangre todos los años en la época de Semana Santa.
Su fama de santidad y su humildad como religioso, unida a su carácter siempre jovial y su facilidad para leer en los rostros todos los problemas y las vicisitudes que aquejaban a cada uno, atrajeron numerosos peregrinos de todo el mundo hasta su retiro de San Gio¬
vanni Rotondo.
El Padre Pío, había nacido el 25 de mayo de 1887 en el pequeño pueblo de Pietralcina de la provincia de Benevento, hijo de un hu¬ milde matrimonio de analfabetos, y fue bautizado a los pocos días de nacer con el nombre de Francesco, que luego cambió por el de Pío al entrar en religión.
Taciturno desde niño, el joven Francesco prefería los rezos a los juegos. Dedicado a los estudios a pesar de las estrecheces económi¬ cas de su familia, aprobó la Elemental y los primeros años de ense¬ ñanza, para luego ingresar en un convento de Franciscanos Capu¬
chinos.
Desde los primeros tiempos de su vida religiosa, sus transfigura¬ ciones místicas comenzaron a multiplicarse, y muchas veces fue en¬ contrado frente al altar o en cualquier lugar de la iglesia, retirado en oración y ajeno a todo lo que sucedía a su alrededor. El 17 de sep¬ tiembre de 1915, después de algún tiempo dedicado a la oración, pidió fervorosamente sufrir los dolores de la Crucifixión y advirtió de im¬ proviso punzantes dolores en la palma de las manos, en los pies y en el costado. Era éste el estigma invisible de las llagas de Cristo, pre¬ ludio solemne del milagro que se realizaría en 1918, cuando las heri¬ das de la Pasión de Cristo se hicieron visibles en el cuerpo del joven religioso.—(Efe).
3

FISONOMIA DE SAN FRANCISCO
SU MENSAJE
San Francisco es siempre actual, porque es evangélico. Su mensaje no es otro que la Buena Nueva que antes nos predicó Jesucristo. Pero los hombres la olvidamos, y por esto Dios suscita de cuando en cuando un hombre excepcional que la encarne en sí mismo, para que sus hermanos la vuelvan a encontrar. Esta
fue la misión del Pobre de Asís.
Los tiempos en que él vivió eran muy parecidos a los nues¬ tros. La historia se repite. Tiempos de lucha, de desorientación ideológica, de encontradas corrientes de pensamiento. En esa sociedad caótica levanta Francisco su bandera de paz, su ideal de universal fraternidad, su retorno a las fuentes puras del Evange¬ lio. Por eso su voz se resuena todavía y es capaz de causar impac¬ to a los hombres de nuestro tiempo.
Su colosal personalidad no cabe en pocas i íneas, pero se pueden señalar ciertos rasgos de su fisonomía espiritual, a los que hoy somos más sensibles.
AMOR FRATERNO: Francisco fue el gran enamorado de Je¬ sucristo Hombre y Dios, de la Humanidad sagrada de Jesús. Lógi¬ camente, este amor apasionado debía extenderse a los miembros de su Cuerpo Místico. Desde que, desprendido de todas las cosas, pudo decir confiadamente: “Padre nuestro que estás en los cielos”, consideró como hermanos suyos a todas las criaturas de Dios: el hermano sol, el más hermoso de los seres; la hermana agua, que es humilde y casta: el hermano lobo; las hermanas alondras; la hermana muerte, por la que Dios debe ser alabado... Pero con los hombres, miembros de Jesucristo, su ternura universal tiene ras¬ gos suavísimos, de una delicadeza admirable
Las Floréenlas, el librO' de gesta del franciscanismo, nos na¬ rra, en su estilo ingenuo, deliciosas escenas del amor de Francis¬ co. En cierta ocasión, unos ladrones se presentan en el solitario convento. Los frailes les despiden con palabras algo fuertes. Fran¬ cisco, al enterarse, se muestra desolado. Manda a los frailes que vayan en busca de los “hermanos ladrones”, que les pidan perdón, que les ofrezcan pan y vino, y luego les hablen de la salvación de
sus almas.
Cierta noche, un fraile se despierta y empieza a lamentarse, a gritos, de que se muere de hambre. Francisco llama a todos, manda preparar la mesa, y que todos coman, acompañando al hermano que siente necesidad.
Otro fraile anda triste y cabizbajo, porque se cree olvidado de Francisco. Oculta a todos su angustia, pero el amantísimo pa¬ dre la adivina. Le manda llamar y le asegura que entre todos los frailes que hay en la tierra, a él, le ama con especialísimo
amor.
4

El ha fundado una “Hermandad”, pero no todos pueden pertenecer a ella. Todos quieren seguirle, atraídos por su espíritu llameante, pero no pueden abandonar sus hogares ni sus negocios. Francisco funda para ellos las “Hermandades de peniten¬ cia”, que agrupan a hombres y mujeres que, sin dejar el mundo quieren servir a Dios. Reyes y mendigos, nobles y vasallos, se hacen hermanos bajo la bandera de
Francisco.
PAZ: Como consecuencia lógica de ese espíritu de hermandad, el movimiento fran¬ ciscano es una formidable campaña de paz: las facciones y enemistades que ensangren¬ taban la Italia de principios de siglo XIII ceden poco a poco bajo la callada y tenaz acción de ese gran bienhechor de la Huma¬ nidad. Francisco prohibe a sus terciarios llevar armas para dañar al hermano, y los pone bajo la protección de la Iglesia para que sus señores feudales no les puedan obligar a la guerra fratricida. Toda su pro¬ tección y la de sus frailes es un llamamien¬ to apremiante a la paz. Les enseña a usar siempre el saludo evangélico: “PAZ A ES¬ TA CASA”. La reforma social, la nueva so^ciedad que salía de las ruinas del feudalis¬ mo y que hubiera costado tanta sangre, se va forjando en paz, lenta, pero seguramen¬ te. en las llamas de amor que brotan del corazón de Francisco.
En otra página llena de encanto nos cuentan las Florecillas que en cierta oca¬ sión, el Gobernador y el Obispo de Asís estaban enemistados, llegando a tanto las cosas que el Obispo había excomulgado al Gobernador, y éste había prohibido a todos los ciudadanos vender ni comprar nada al Obispo. Al saberlo Francisco compuso una
nueva estrofa de su “Cántico al hermano
Sol”, y mandó a dos de sus frailes que fueran a cantarla ante los dos personajes que estaban discutiendo sus diferencias.
Al acabar los frailes su canción, el Go¬ bernador se adelantó, se postró a los pies del Obispo y le pidió perdón, añadiendo: —Por amor a Dios y de su siervo Francis¬ co, yo también os perdono, y os aseguro' que perdonaría al que hubiese matado a mi propio hijo.— También el Obispo se hu¬ milló y pidió perdón, y se restableció la paz en Asís.

el amparo de la Providencia. El mismo, desbordante de alegría, canta canciones amorosas a Jesucristo, en lengua francesa, al estilo de los trovadores provenzales que recorren los caminos de Italia acompañan¬ do con el laud sus cantares de gesta. La alegría es la atmósfera que envuelve la vida de Francisco y de sus primeros frai¬ les, y su predicación, su apostolado es una invitación a la alegría. Pero su gozo no va de fuera a dentro, sino de dentro a fuera. Brota de la plenitud de amor que lleva en su corazón. Francisco es pobre, pobre ab¬ soluto de las cosas temporales. Su tesoro está en el cielo y nadie se lo puede arre¬
batar.
Quizá sea éste el mensaje que más inte¬ rese al hombre de hoy, tan ávido de pla¬ ceres y que los busca en el ruido, en la agitación, en la abundancia de todo lo tem¬ poral. Francisco desborda de alegría, no a pesar, sino a causa de su pobreza; no a pe¬ sar, sino a causa de sus sufrimientos. No tiene nada que pueda serle arrebatado, na¬ da que pueda perder. Las enfermedades y la misma muerte le acercan al objeto de
todas sus ansias. Este es el secreto de su
gozo continuo, de su irrefrenable alegría. ;Si el mundo lo aprendiera!
Si apareciera ante nuestra sociedad, en cada una de nuestras ciudades, un hombre que reprodujera a Cristo, que llevara las llagas de Cristo, no necesariamente en el cuerpo, sino más bien en el corazón; un hombre que encarnara el Evangelio en su más pura esencia, el mundo estaría salva¬ do. Porque la salvación sólo nos puede ve¬ nir de Cristo y todos los hombres, incons¬ cientemente la mayor parte de ellos, pero necesariamente, suspiran por esa reden¬ ción. La necesitan, la buscan, y si no la encuentran es porque los cristianos no acer¬ tamos a mostrársela. El mundo necesita de nuevos Franciscos. Pidámoslos al Señor.
SOR MARIA DE GRACIA,
Concepcionista Franciscana
(Del diario «MENORCA»)

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—^

Haciendo, para un amigo o familiar, una suscripción a

ALEGRIA: Este episodio nos lleva a otra faceta singular de la personalidad de San Francisco: la canción, la alegría. Des¬ de el principio de su conversión, él se con¬ sidera “el juglar de Dios”. Lanza a sus frailes por el mundo como una bandada de pájaros, a cantar las alabanzas divinas bajo

«EL HERALDO DE CRISTO»

HACE UN REGALO QUE DURA TODO UN AÑO

V

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5

LA TERCERA ORDEN REGULAR DE S. FRANCISCO EN MALLORCA

LXXV ANIVERSARIO

Notas estadísticos

ENSEÑANZA.—En tiempos de señalado auge de la enseñanza en nuestros Colegios y cuando casi todos ios Conventos de Mallorca contaban ya con su Colegio de 2." Enseñanza, a más de uno se le fue la lengua en decir si la Provincia se desviaba del blanco que se propusieron nuestros Fundadores, y hasta se apuntó si aquel apostolado escolar, estaría discorde con el espíritu y objeto de la Orden. Fue por aquel entonces que, departiendo sobre tales infundios con uno de los más caracterizados fundadores, hemos nombrado al P. Salvá, cerró sus razones
con estas palabras: «Sepan nuestros hermanos, que nuestra primera cuna fue una escuela».
En efecto, dice el Fundador,, P. Antonio Ripoll, en sus Notas autobiográficas, que apenas reorganizada la REUNION (1), en 1873, «pensàrem i resolguérem posar una escola», que funcio¬ nó, primero en la calle del Borne: «Celler d'En Sard» o «d’En Perdiu», pasando luego a la calle del Monte (Cap-Puig) en 1875; de ahí se trasladó al Convento cuando en ei empezaron vida de comunidad, nuestros Fundadores, en 1877. Quedan todavía no pocos, en Llucmajor, que en su niñez asistieron ALS LLUISSONS, remoquete con que eran conocidos los que frecuentaban aquella sencilla escuela donde se daban clases de virtud. Doctrina y letras.
Instalada canónicamente la Tercera Orden Regular en el Convento (11 junio, 1893) el Provincial de los Franciscanos de Cataluña, que actuaba de Superior Mayor de los Terceros Regulares, pide al Gobierno de S. M. el reconocimiento y aprobación de aquel Instituto: «en cuanto se dedica a la enseñanza», puesto que «los jóvenes que se acogieron a la bandera del Serafín efe Asís, creyeron de suma importancia CONSAGRARSE A LA ENSEÑANZA... POS¬
PUESTOS LOS DEMAS FINES DE LA ORDEN».
Cuando nuestros religiosos hacen su segunda fundación en Artá (julio 1897) también en farte del que fue Convento de Menores, el Ayuntamiento cede a dichos religiosos sus dere¬ chos sobre el edificio «toda vez que se dedican a la enseñanza pública». Más aún, el P. Salvá, en nombre de la Congregación, «se compromete a establecer una escuela primaria elemental... DEDICANDOSE TAMBIEN A LA ENSEÑANZA SUPERIOR, siempre que el número de alumnos sea suficiente para esta clase de enseñanza».
En la Estadística de Comunidades Religiosas de la Diócesis, marzo 1901 leemos: «El objeto a que se dedican (los religiosos Terceros Regulares) es la enseñanza primaria».
Los datos que siguen dicen bien claro que no nos hemos apartado del espíritu y directrices de nuestros Mayores. A los 75 años de nuestra primera fundación regenta la Provincia en:

PALMA DE MALLORCA: «COLEGIO DE S. FRANCISCO» de
Enseñanza Media reconocido Superior LLUCMAJOR: «Colegio de S. Buenaventura» de Enseñanza Media
reconocido Elemental, autorizado Superior INCA: «Colegio Bto. Ramón Llull» de Enseñanza Media reconocido
Superior
MADRID: «Colegio RAIMUNDO LULIO» de Enseñanza Media reconocido Superior
ARTA: «Colegio de S. Antonio», de Primera Enseñanza, legalmenle
reconocido
QUINTANAR DE LA ORDEN íToledo) «Colegio de Ntra. Sra. de los Dolores de Primera Enseñanza legalmente reconocido

N " de Alumnos

1.°

2.°

Total

432

622

1.054

152

149

401

277

451

728

731

680

1.411

64

64

77

77

1.733

1.902

3.635

En Madrid, cuidan también nuestros PP. de la «Residencia Universitaria Bto. Ramón Llull», para unos 85 Residentes.
P. Francisco AMENGUAL, T.O.R.

(1) LA REUNION era un grupo o asociación de sencillos y santos varones, que se reunían las tardes de los domingos para, entre pláticas, rezos, meditaciones y fervorosos colo¬
quios espirituales, animarse a practicar de una manera ejemplar sus ileberes de honrados cris¬ tianos. Fue aquello el germen de nuestra Congregación.

6

LA. MÚSICA,
fenómeno social del siglo JCJC
Por Gregorio Mofeo, T. O. R.

J^, A música, hasta hace relativamente poco, era algo exclusivamente reser¬
vado a los salones de la alta sociedad y a las salas de conciertos. Eran pocos los que
podían disfrutar del preciado deleite de una deliciosa audición musical. El pueblo, no cabe la menor duda, siempre ha canta¬
do al ritmo de los más variados instru¬ mentos y ruidos. Las palmas, cuando me¬
nos, han servido para acompañar las dan¬ zas populares de todas las épocas. Todo ello no eran, en realidad, más que típicas manifestaciones de un folklore popular, sin altas pretensiones.
Ahora nos encontramos ante un floreci¬ miento musical variado, que alcanza a to¬ dos los rincones de la sociedad. Basta ver cómo cualquier adolescente, falto de la más elemental formación musical, va ta¬ rareando con suma facilidad la última can¬ ción de moda.
Música para todos
Quien más quien menos, puede disponer de un simple aparato transistor. Por exi¬ gua que sea cualquier economía, se puede adqurir una radio a precios “tirados”. El transistor acompaña, como amigo insepara¬ ble, a cualquier persona a todos los luga¬ res. Oímos frecuentemente a trabajadores que no pueden realizar su labor si no es acompañados de un fondo musical. A pro¬ pósito de ello, las emisoras han creado programas como “La música alegra el tra¬ bajo”, “Trabajando con música”, o pareci¬
dos.
Para llenar tantísimas horas de transmi¬ sión se necesitan melodías en cantidades enormes. Y lo que antes era una simple afición, se ha convertido ahora en una po¬ derosa y muy rentable industria. Hay pro¬ ductoras internacionales como la Philips, Mercury, RCA, Columbia, etc., con fabu¬ losas tiradas.
Las casas discográficas no se contentan sólo con representar intérpretes de cali¬ dad, sino que organizan fabulosas campa¬ ñas publicitarias a favor de sus artistas ex¬ clusivos. Eso es lógico si se tiene en cuen¬ ta que se han puesto a la venta más de 35.000 discos de larga duración, aparte de
la astronómica cantidad de discos de 45

r.p.m. Para tantos discos surge una verda¬ dera nube de intérpretes, muchos de ellos de una calidad muy dudosa. Siete mil con¬ juntos había registrados en una ciudad europea, el pasado año.
A todo esto cabe añadir el elevado nú¬ mero de tocadiscos que se adquieren ac¬ tualmente. En España se vendieron el pa¬ sado año más de 300.000. Un sencillísimo mecanismo en acción permite que podamos oír con toda facilidad cualquier disco de nuestra particular preferencia. Incluso nos puede acompañar en las fiestas o guateques celebrados en nuestro mismo hogar. Ello hace que el tocadiscos sea algo casi ne¬ cesario a la familia de nuestros días.
Los autores de canciones intentan triun¬
far en los bien organizados festivales que se van sucediendo a lo largo del año en la dilatada geografía universal. Todos recor¬ damos el de Eurovisión (al que desde aho¬ ra van inseparablemente unidos los nom¬ bres de Massiel, Manolo y Ramón y “la, la, la”), San Remo, Mediterráneo, Beni¬ dorm, Mallorca, etc. Ellos hacen posible el
lanzamiento de la melodía a escala nacio¬ nal o mundi il. Solamente en IS’86 ce lan¬ zaron a las ondas unas 40.000 canciones
nuevas.
Hay que destacar, igualmente, los reci¬ tales, de los más calificados intérpretes.
Cobrando cantidades astronómicas e im¬ pulsados por los devotos “fans” de turno,
logran triunfos destacadísimos que reper¬
cuten necesariamente en la venta de dis¬
cos. Un conocido intérprete español cobró 250.000 pesetas por actuar una sola noche en un pueblo de Mallorca, con 15 cancionee de su repertorio.
Características de la
música moderna
La música llamada moderna tiene sus pe¬ culiares características e intenta satisfacer unas apetencias concretas de nuestra so¬ ciedad. En una reciente encuesta sobre quiénes compraban los discos, se dio el si¬
guiente resultado: Gente pudiente 52 por cieno; clase media 28 por ciento; obreros 19 por ciento. Son datos realmente revela¬ dores. Los discos llegan a todos los estra¬ tos de la sociedad, aunque prevalezcan los

7

ricos en su adquisición. El fenómeno mu¬ sical moderno se ha masificado. El precio de un disco de dos grabaciones es asequi¬
ble a cualquiera.
Resulta curioso com.probar la edad de los compradores de discos. El 33 por cien¬ to de 20 años para abajo; 49 por ciento entre los 20 y los 40 años; y el 8 por ciento de los cuarenta para arriba... Resalta po¬ derosamente la juventud en este caso. Ellos son los que monopolizan en su mayor parte toda una serie de gustos y preferen¬ cias de marcado signo juvenil. El colectivo movimiento de las “fans”, con un culto ren¬ dido a las “estrellas” de la canción, está casi totalmente copado por la nueva ola ju¬
venil.
Las canciones pasan de moda. Se cam¬ bian continuamente los gustos y preferen¬ cias. Nadie oye ya las melodiosas canciones de los primeros festivales de la canción. Hay canciones de todos los gustos y de todos los estilos. Uno de los signos de la
canción actual es su transitoriedad. Muchas
canciones brillan fugazmente y se apagan.
La mayoría de canciones están faltas de la más elemental calidad poética. Uno re¬ cuerda jocosamente canciones realmente absurdas como aquella de “Cheli, te quie¬ ro, Cheli, yo te adoro, como la salsa de un pomodoro”. Junto a éstas, aparecen can¬ ciones con mensaje poético y de probada calidad musical. Basta recordar los precio¬ sos versos de Joan Manuel Serrat, la in¬ quietud de Raimon, la sinceridad de Ma¬ nolo Díaz, la pureza interpretativa de Ma¬ ría Ostiz, por recordar algunos. Aparte del tema del amor —que siempre priva en ca¬ si todas las canciones, no con mucho acier¬ to— se trata la esperanza, el trabajo, la guerra, el dolor, etc.

Muchos de los intérpretes están faltos de la más elemental formación musical. Ello repercute notablemente en la calidad interpretativa de las canciones. Pero no se puede negar que muy buenos composi¬ tores y estupendos músicos nos están de¬ jando buenas obras musicales. Nuevos so¬ nidos han invadido el agitado mundo mu¬ sical. Basta recordar el “Liverpool sound” y Los Beatles. En España se encuentran conjuntos de cierta calidad como pueden ser Los Relámpagos, Los Pekeniques, Los Javaloyas, por citar algunos.
★**
La canción seguirá privando en nuestra sociedad. En los últimos años hemos podi¬ do cantar y bailar con esta música alegre, juvenil> comprometida pocas veces, des¬ preocupada casi siempre, muy “beat”, con verdadero placer. El hecho de que aumen¬ ten alocadamente los conjuntos musicales exigirá una mayor calidad interpretativa para poder alcanzar el triunfo. Esta mú¬ sica deberá despertar la sensibilidad hu¬ mana y servir para una mayor promoción
de la actual sociedad. Uno ha visto con
agrado estos últimos años la maravillosa sensibilidad de la “Nova cançó catalana”, que nos ha despertado de un letargo en la
calidad de las canciones.
No todo debe ser dinero en las cancio¬
nes. Debemos cantar al amor, a la vida, al trabajo, a la mujer, etc., olvidando la comercialidad y el éxito pasajero. La canción no es sólo un instrumento de placer, sino un medio de comunicar ideas, sentimien¬ tos, mociones. Un medio de hermanar a todos los hombres, al ritmo de los mil her¬ mosos sones con que Dios ha vestido la creación.

8

MISIONES

«Vadre, éste kaOia tfa matado a siete»
(Guajorá-Mírim, Brasil)

Muy lejosy muy lejos...
«Dejé Guajará-Mirim a principios de agosto. Subí por el río Guaporé durante tres semanas; tres días más de viaje
dentro la selva.
La zona no parecía muy hospitalaria; nos encontramos con unos personajes altos y robustos, armados hasta los dien¬ tes, que no inspiraban mucha confianza.
Por la noche me invitaron a dormir en su cabaña. Serían las 10 de la noche. A
la luz de un candil de petróleo, pude ver sobre una vieja mesa dos pistolas y al¬ gunas cajas de balas calibre 38 milíme¬ tros; varios grandes cuchillos completa¬ ban la decoración, además del que ellos
llevaban a la cintura...
—Aquí podrá descansar. Padre.
—Gracias, respondí, dando una mira¬
da de desconfianza a mi alrededor».

¿Quiénes eran estos hombres?
«Empezamos a hablar... Ellos iban to¬ mando confianza poco a poco, y se die¬ ron a conocer. Eran unos fugitivos de las cárceles de Cuiabá; y para sobrevi-

'

N

La prensa católica - escribió
Juan XXIII — «es uno de los
medios más poderosos de que se puede servir la palabra de Dios para llegar a los hoga¬ res y hacerse comprender y
amar »

EL HERALDO DE CRISTO
es prensa católica.
^

vir se habían puesto al servicio de un patrono que se dedicaba a recoger la goma de cauchú».
Hacia la meta del viaje
«Al día siguiente, im poco antes del alba, continué mi viaje a través de la selva hasta el campamento que me ha¬ bía propuesto como centro de mi traba¬ jo en esta región. Me quedaría allí, en la cordillera de los Parecis, a 1.400 km. de Guajará-Mirim. Nunca me había sen¬ tido tan lejos de todo como en esta oca¬
sión».
«Han matado mi marido»
«El segundo domingo, a la tarde, re: gresando de una breve partida de caza infructuosa, para ver si podría comer algo mejor, una mujer desaliñada, suelta su cabellera, corrió hacia el campamen¬ to: «¡Han matado a mi marido!», me di¬ jo gritando y llorando.
A unos 10 kilómetros, en un pequeño campamento que yo había visitado al¬ gunos días antes, alguien había querido conocer lo que sucede al beber alcohol de caña... Se había discutido duramen¬ te, se habían excitado los ánimos, uno se había echado sobre otro.., que quedó en el suelo inmovilizado por tres balas en la cabeza y dos en el pecho».
Terrible soledad de una
noche en la selva
«Los pocos hombres que por la noche estaban conmigo se fueron al lugar del
crimen. Habían venido a buscarlos para
ver si se pondría un poco de orden. Que¬ rían que yo les acompañara, pues según habían oído decir, los asesinos deberían venir al sitio donde yo estaba.

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10

He de confesar que aquella noche, en la Cordillera, en el silencio de una natu¬ raleza salvaje que me rodeaba, tuve mie¬ do, un miedo terrible, a pesar de tener
a mano mi carabina de 22 mm. Aullidos
lejanos de fieras, la tempestad, el temor de una eventual aparición de los bandi¬ dos, he aquí lo que hacía más terrorífica mi soledad. No podía conciliar el sue¬ ño... Hacia las cuatro de la madrugada se oyeron pasos, voces... De im salto me precipité hacia la puerta, firme y tem¬
blando a la vez. La intimación de cos¬
tumbre. Felizmente, eran mis compañe¬ ros que regresaban.
—El asunto no está claro allá abajo, dijeron; es difícil calmar los ánimos y las pistolas... Han ido a lavar el cadáver
en el río. Los asesinos están sudando
todavía el alcohol.»

El cortejo fúnebre

«Un cortejo —digno de ser filmado— llegó con el cadáver dentro de una ha¬ maca; algunas candelas le acompañaron. Hacía mucho calor, y el viaje era largo, unos diez kilómetros; llegaron avanzada ya la tarde. El hedor del cadáver empe¬ zó a sentirse; era necesario enterrarlo en seguida, pues se hacía insoportable. Pero para complicar las cosas, la viuda, más por efecto del alcohol que por el dolor, se empeñó en querer un ataúd en vez de la hamaca; y no hubo medio de disuadirla. ¡Manos a la obra, pues! Reu¬ ní unas tablas, ramas y palos, y empecé el ataúd. Mi compañero, que había veni¬ do a ayudarme, tuvo que retirarse a vo¬ mitar; yo hice lo mismo. Entonces me acordé que dentro mi mochila de viaje había im frasquito de perfume venido de Francia, y nos salvó la situación...
La misa ante el cadáver se celebró al
precio del asco y la revolución de todos los estómagos... Durante los 800 metros de caminar hasta el lugar de la sepultu¬ ra, la botellita de perfume iba de mano
en mano...».
El entierro
«No olvidaré jamás aquel crepúsculo de octubre... Llegamos al sitio de la se¬ pultura; pero la fosa resultó pequeña, y fue necesario ampliarla. Di la absolución al cadáver, vestido yo de hombre de la selva. La plegaria fue breve; algunas pa¬ labras bien sencillas para que a través
de estos hechos Dios hablara al corazón
de esta pobre gente.
Al momento en que iba a levantar la mano para echar unas gotas de agua bendita sobre aquel miserable montón de tierra, un hombre se separó del gru-

No siempre resulta fácil la navegación por es¬ tos intrincodos afluentes de los grandes ríos de
Brasil.
po y se acercó discretamente a mí; y to¬ mándome por el brazo, como para im¬ pedir que echara el agua bendita, me susurró al oído: «Padre, yo quiero de¬ círselo, éste había matado ya a siete».
Dejé caer el brazo con estupefacción, le miré y le dije: «¿Cómo? ¿Qué dice Vd.?. «Siete, Padre, siete; él ha matado a siete». Entonces continué mi gesto, y mientras más generosamente aún le echaba el agua bendita, le dije: «¡Descan¬ sa en paz!».
Y después...
«Allí estaba la viuda con tres hijos, de 10, de 12 y de 13 años...
A la mañana siguiente, solo en mi ca¬ baña, celebré la misa por un hombre que había sido asesinado después de ha¬ ber él asesinado a siete, por la pobre viuda y sus hijos, que en su infierno verde no saben aún lo que da fuerza, alegría, esperanza...».
Padre JAMMES
Guajará-Mirim, Brasil.

11

PAGINA DEL TERCIARIO
¿BEATIFICAGIÍI DE NA MARGARIDA DE CDSTITX?
S'ha donat el permís necessari per començar el procés diocessà
Seran traslladades a l'església parroquial les despulles
de la Sirventa de Déu.
Altres notícies interessants sobre la seva vida.
II
bans de continuar la delitosa tasca d'oferir als nostres lectors un grapat més de noves del caramull que en pellucàrem de la memòria feel de les senzilles germanes Catalina i Francisca Amengual, quan em contestaven a preguntes referents a la seva germana Margarida, em resulta prou agradable comunicar que prest, si Déu ho vol, es començarà el procés diocessà necessari per fer arribar a Roma la documentació exigida a qualsevol causa de beatificació. Per aquest motiu hem escrit l’interrogant: ¿Beatificació de Na Margarida de Costitx? 'Per altra banda, dia 18 de juny d'aquest any, el Sr. Bisbe de Mallorca firmava l’autorització per què les despulles mortals de la virtuosa Margarida siguin traslladades a l’església de Costitx. Ara, i des del dia 10 de febrer de l’any 1919. es troben al cementeri municipal. Foren soterrades dins un sepulcre nou, després de 10 dies de capella ardent i havent rebut la visita de mils i mils de mallorquins arribats de tots els endrets de la nostra illa. Passem, però, ja altra vegada a les preguntes que vaig fer i a les respostes que em donaren
les susdites Catalina i Francisca.

—¿Quin va esser e! primer detall que vos va fer pensar en les virtuts o vida extraordinària de la vostra germana?

—Tal volta fós amb motiu d’una operació qui¬ rúrgica que li varen haver de fer quan tenia 14 anys, i amb motiu del Viàtic que li varen dur perquè es va posar a punt de morir després de l’operació.
Na Margarida s’havia enviat una agulla (de les de cap de perla), i el metge va dir que l’havien d’operar. Va esser llavors que em va dir: «Francisca, no vulguis que m’adormin ni que em desvestesquin gens».
Amb l’operació, no es va trobar l’agulla (que va sortir al cap de 14 dies per vies naturals), sinó que al coll es va formar un bony tan maleit que va posar en perill la vida de la nostra ger¬ mana. Va rebre el Viàtic; emperò, quan el poble va sebre que Na Margarida estava tan malament, ens diuen que es varen repetir moltes excla¬ macions com aquestes: «Ai, Na Margarida es mor!» «Mirau quin àngel que es mor!» I l'acom¬ panyament que va rebre aqueix dia Jesús Sagramentat va esser grandiosíssim. No se n’havia vist cap mai.
Un parell de vegades va sentir que ma mare maleïa els metges, perquè no havien encertat en lo de l’operació. Na Margarida sempre deia: «Feis-me el favor, ma mare, de no tornar parlar dels metges. Perdonau-los. Per ventura jo hauria estat l’escàndol del poble, i ara tal volta aqueixa operació serà la meva salvació».
Endemés, ja havíem observat, quan tenia 14 anys, que resava molt i que cada dia feia me¬ ditació, lo qual no era lo que feien llavors les

Casa de Margarita cuando ella vivia.

jovenetes de la seva condició, i encara era petitoneta i ja vérem que resava amb molta de devoció. No distreta o amb rutina.
Essent ja majoreta, s’havia acostumada a con¬ vidar-nos sempre a resar amb ella. Però, qual¬ que vegada —després de resar una partida d'hores— noltros trobàrem que ja n’hi havia prou, i li vàrem dir: «Ai, Margalida, ja basta de resar!» Ella, emperò, sempre responia: «¿1 ara vos cansau de parlar amb el Bon-Jesús?»
Quan Na Margarida tenia més o manco 14 anys, el Sr. Vicari Vidal, amb motiu d'anar a Son Vispó (una possessió on hi solien viure els propietaris), va dir un parell de vegades als senyors: «A Ca Ses Catives hi ha una al.Iota que em té aturdit. No sé què dir-nel Em dema¬ na unes coses que fan pensar tant!»
Vet-aquí, Pare, una partida de cosetes que ens feren pensar que es tractava d’una nina amb virtut i amb moltes gràcies del Cel.
—Perquè he llegit els «goigs» escrits en honor de Na Margarida, goigs que diuen:
«De l'humii Francesc d’Assis l'hàbit sant vàreu vestir, i sa corda vos serví
per pujar al Paradís», i perquè he guaitat a fonts franciscanes, sé que la vostra germana era terciària de Nostre Pare Sant Francesc. ¿Sabeu per què s'hi va fer?
—Perquè era molt devota de St. Francesc. Sempre que l’anomenava deia: «Nostre Pare Sant Francesc» o «El Xerafí d’amor». Cada dia resava la Corona Franciscana, i resava també, \\ ens feia resar, cinc parenostres en memòria de les Llagues de St. Francesc.
De la seva vida, n’estava la mar d’enterada, de manera que sempre tenia coses per a con¬
tar-nos.
L’ocasió bona per fer-se terciària la va tenir el dia primer d’agost de l’any 1909. Vingué a Costitx el Pare Cerdà (P. Pere Joan Cerdà Colom, T. 0. R.), el qual va fer una conferència a Ca les Monges Franciscanes sobre l’espiritua¬ litat franciscana i la Tercera Orde dels seglars. Hi anàrem moltes al.Iotes i alguns homes, i el mateix dia va imposar l’hàbit de la T. O. a una partida de persones.. Una d’elles va esser Na Margarida.

Bono, no hi ha dubte que «Nostre Pare Sant Francesc» era el sant que més tenia ais seus llavis.
Fins que va morir, va dur el cordó i l’escapulari de la T. O. I va voler esser monja francis¬ cana, però varen sortir inconvenients de part del
Dret Canònic.
—Està ben clar, Catalina i Francisca, amb tants de detalls que m’heu donat, que la vostra germana estimava ferm al Pare Sant Francesc, i que va ésser una franciscana seglar que honra la Tercera Orde. Com a franciscà, exulta de goig mon cor. Però, també m’agradaria saber quines altres devocions creis voltres que varen omplir la pietat de la vostra germana. ¿M'ho voleu dir?
—La devoció a l’Eucaristia va ocupar un lloc privilegiat dins el cor de la nostra germana. No és que ens volguem arriscar a posar un ordre —de més a manco— en una qüestió tan íntima com són les relacions particulars d’una ànima amb Déu. Però, si hem de jutjar per les coses que vàrem veure, hem d’assegurar totd’una que la devoció a Jesús Sagramentat va ser la prime¬ ra de totes les que va cultivar Na Margarida.
—¿Em voleu contar breument qualcun dels fets importants que recordeu?
—Vostè, pare, ens demana que ho diguem breument: però és molt mal de fer. Ell sap que n’hi ha de coses per a contar!!
(Continuarà)
Fra Jaume Tugores Mestre, T. O. .R

—¿Creis voltres que esser terciària li va aju¬ dar a practicar més la virtut?
—Creim que sí. Ella ens recordava moltíssim
les virtuts del Sant d’Assís. Sobretot quan par¬ lava de la devoció que havíem de tenir a Jesús Eucaristia i a la Passió del Bon-Jesús, sempre
afegia: «¿No veis l’exemple que ens ha deixat Nostre Pare Sant Francesc? ¿No veis com esti¬ mava a Jesús del Sagrari i a tot lo que li duia
a la memòria la Passió de Jesucrist?»
Molt sovint ens explicava la gràcia de les Llagues de St. Francesc per lo molt que havia estimat i sentit la Passió de Nostre Redentor.

Fachado de la iglesia parroquial de Costitx.

PÀGINA

EI. 25 D'OCTUBRE 1349
Tout est perdu fors bhonneur.

Asseguda dins sa cambra,
sa cambra de més endins, dona Constança, s’esposa d’En Ramon de Sant Martí,
prop d’una taula, amb es colzo posat damunt un coixí, s’aguantava es front, enveja
d’es lliris i d'es gesmins.
Déu del cell, qui l’hagués vista aquell vespre maleit, en què li estaven devora trists com ella es seus dos fills!
A tres anys un no arribava, no arribava s altre a cinc. i per cert que tots dos eren com dos àngels de garrits.
Es més grandet la tenia agafada p'es vestit; esglaiat la se mirava damunt sa falda es petit.
Pobra mare, que no feia jocs i festes als seus nins, perquè plena d’amargura sols pensava en son marit!
Pensava que en aquella hora se trobava en gran perill, i ja a dolces esperances no gosava donà abric
Es seus ulls li espiretjaven, de son cor treia sospirs, i per molt que fes esforços no el tenia gens tranquil.
En Gilabert de Centelles de Ciutat havia eixit,
i en son estol, gent valenta, s’hi comptaven molts de mils.
Sa llum d’es sol apagada, s’anava cl cel enfosquint,
i a sa cambra un esclau moro amb un ciri entrà submís.
—¿No guaitaves a sa torre —En véne. senyora— ¿.Què has vist? —Ran de mar focs que serveixen per donà a Ciutat avís.
14

—¿I res més? —Faies enceses de Llucmajor p’es camí. —¿I dius ver? Mon cor s’esclata, mon cor no em cap dins es pit.
—De pols una nigulada s’hi veia abans, i ferits d’es sol, los ferros de llança hi llambrejaven sovint.
—Ah!, són ells, són ells que tornen, són es nostros inimics; ¿és que vénen victoriosos, 0 se’n vénen fugitius?
I, digues, ¿són lluny encara? —A retronar fins aquí
no es torbarà moltes hores la remor d’es seus clarins.
—Ves. puja, puja a sa torre, i si es compleix mon desig, si mon plant el cel escolta, no seràs ja més catiu
D’eixir l’esclau acabava
quan la dama e.vhala un crit, perquè es veu davant un frare que l’abraça amb frenesí.
De ferro una cervellera, un arnès mig desguarnit. uns esperons sanguinosos cobria es robatge humil.
Espassada sa sorpresa: Ramon! —Esposa que estim... ¿1 el rei? —Amor de ma vida, ¿no estaves pensant en mi?
—¿El rei?... Calles, i a sa boca t’acostes, plorant, es dit!
—En Centelles comandava, no soldats, sinó botxins.
—¿Què vols dir? —Caigut en terra... Pobre Don Jaume! —Feliç, que entre es desterro o s’afronta no ha tengut temps d’escoir.
—Déu etern! ¿I la justícia
consent tan horrible crim?
—¿1 ha de viure sens corona qui en son cap corona ha vist?

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TE RÀRIA

Ingrata, ingrata Mallorca! ¿I I Infant? —Està ferit.
—Tot perdut! —Tot, fora s’honra guanyada aqueix dematí.
—Es traidors tan valerosos!
I es feels... —Més que ells ardits! Si per cada tres d’es nostros
en duia En Centelles vint!
Tres llançades he rebudes... —Ah! —Mon cavall més de sis; cops d’espasa, ¿qui los compta? Sols sé que mesell n’estic.
De la sang que ara em degota n’està aqueix trespol humit, ja el veuràs com vermelleja. ja el veuràs demà matí.

Venturós si a les galeres viu encara jo hi arrib, i un poc de terra sagrada pot esser mon darrer llit.—
Dona Constança, esmortida, no sent ja lo que li diu, i els nins don Ramon abraça, plorant també com un nin.
Es front gelat de sa esposa besa ja pel darrer pic. i sortint d’aquella cambra de sang deixa un regalim.
Tomàs AGUILÓ (1812-1884)

Compareix a nostra “Pàgina literària” un altre vell poeta mallorquí: Tomàs Aguiló i Forteza. Tomàs Aguiló fou el qui més matinejà en el transplantament de la Renaixença literària catalana a Mallorca. Es també nou a aqueixa “Pàgina” el gènere literari: un romanç històric, de factura romàntica —perdoni’s la tautolo¬ gia— i floralesc.
Tal vegada algun dels suposats lectors d’aqueixa “Pàgina” i de la nota o petit comentari que sol acompanyar-la, s’estranyi un poc de que, normalment, no hi facem passar més que autors mallorquins!, entre aquests, els que ja són morts. Tot té la seva explicació o els seus motius.
El primer d’aquests motius és que som mallorquins fins al moll dels ossos. Mallorquins i mallorquinitzants empedreïts, que estimam enormement les nostres coses. No és que dubtem gens de la unitat del nostre català amb el de la Catalunya estricta, amb el de l’antic regne de València i dels enclavements de fora de la Península Hispànica. Tot això ho sabem massa bé des de primera hora. Es, més bé, la regió que ens reclama els seus drets i ens fa present que som baleàrics abani que catalans, mallorquins abans que menorquins o eivissencs. No creim que això sigui un pecat molt greu. Fins i tot és possible que, mirant-ho bé, resulti lesser
una virtut.
La raó per a preferir autors ja traspassats és perquè a aquests el temps ja els ha donat perspectiva. I qualque valor perenne deuen posseir, aquells autors, quan s’els reedita. Que no se’ns prengui, per això, com a amics de l’immovilisme lite¬ rari; però tampoc no volem esser jugueta de la moda fugissera.
Un altre motiu particular: la nostra revista va destinada a un lector mitjà de cultura mitjana, o de partdavall d’aquesta, i és cosa ben coneguda que dit lector sap pair millor el llenguatge d’aquells autors, malgrat el seu allunyament en el temps, que no el dels actuals, que escriuen amb menys sabor regional. Sigui dit això sense cap ombra de retret envers dels que, amb objectiu més llarg i ample, empren el llenguatge literari comú, com ho feim sovint nosaltres mateixos. Creim nosaltres, emperò, exercir un petit apostolat cercant menjars apropiats al paladar del poble, literàriament sempre infantívol.
La poesia reproduïda, no de les millors de l’autor, va inserida exclusivament per aqueix motiu: la referència a un fet luctuós, importantíssim dins la nostra història, ocorregut durant un llunyà mes d’octubre. En fou la víctima, en “Es camp de sa bataia” de Llucmajor, el que havia d’esser el nostre rei. En Jaume III. Noti’s l’ús que fa Ifautor de l’article mallorquí, o baleàric, es, sa, etc., que la llengua literària rebutja, no perquè sigui il·legítim o vulgar, sinó degut, probablement, a la preponderància, en l’espai i en el temps, del seu germà el, la, etc.
Fra M, C., T. O. R.
15

<<DOMUND, JUSTICIA Y PAZ”
El DOMUND en cifras
^omund 68 quiere obtener en Bspaña ciento oeinticinco miUones de ptas, para el tercer mundo.
El año pasado la recaudación rebasó los 116 millones La diócesis de San Sebastian, primer lugar de la recaudación
proporcional: 10,95 pesetas por católico.

los últimos años el DOMUND está
adquiriendo un nuevo y apasionante contenido dentro de la inquietud misionera de la Iglesia. Hasta nuestros días la mayo¬
ría de los católicos veían en la actividad misionera una acción encaminada casi ex¬ clusivamente a objetos espirituales y so¬ brenaturales: el bautismo de los no cris¬ tianos, la erección de templos de culto, la predicación directa del Evangelio, la ge¬ nerosa dedicación a los que sufren: niños, enfermos, leprosos, etc., etc.
Pero ya desde el Concilio Vaticano II la Misión se muestra a las “viejas cristianda¬ des” como la movilización de la Iglesia en¬ tera para llevar no sólo a los individuos sino también a los pueblos los medios que colaboren a un desarrollo integral de los mismos. Ha sido, sobre todo, la encíclica “Populorum Progressio” la que ha desta¬ cado y exaltado esta dimensión profunda¬ mente social de la obra misionera. Ella está empeñada en la lucha contra el ham¬ bre, la promoción de la cultura, la acción sanitaria y benéfica, al mismo tiempo que el anuncio específico del Evangelio como Palabra de Salvación para todos los hom¬
bres.

“Populorum Progressio”, el gran día cató¬
lico al servicio del Tercer Mundo; porque la geografía de la Iglesia misionera coin¬ cide casi exactamente con la geografía de los pueblos en vías de desarrollo. Este año la Jornada de las Misiones reafirma una vez más el esencial contenido al mis¬ mo tiempo social y sobrenatural de la mi¬ sión. El Día de las Misiones se llamará “DOMUND, JUSTICIA Y PAZ”. ¿Cómo res¬ ponden las diócesis españolas a este lla¬ mamiento de la “Populorum Progressio” a través del DOMUND?
DOMUND 67: 116 millones de ptas.
El DOMUND del año pasado rebasó am¬ pliamente y por primera vez la frontera de los cien millones de recaudación. El año

CORIZA (reilríado nasal). ESTADOS

DE AGOTAMIENTO, DOLOR

DE CABEZA

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^ « A

tabletas

Por eso el DOMUND se reafirma cada vez más como la gran jornada anual de la

LABORATORIO Colón, U-PALMA DE
ESE3E3

16

1966 el DOMUND llegó a la cifra de pese¬ tas 98.967,654 y el DOMUND 67 saltó a 116.250.505 pesetas. Parece ser que en este notable aumento influyó eficazmente el im¬ pacto de la “Populorum Progressio”. En la encíclica Pablo VI había lanzado un “grito de angustia” y había pedido a todos los hombres, pero principalmente a los ca¬ tólicos, “una acción concreta en favor del desarrollo integral del hombre y del des¬
arrollo solidario de la humanidad”.

Solamente una minoría del pueblo cató¬ lico puede prestar de hecho una respuesta personal al llamamiento de la “Populorum Progressio”: es la entrega generosa de los sacerdotes, religiosos, las religiosas y los seglares, que, en múltiples formas, se con¬ sagran con espíritu cristiano a un ser¬ vicio directo en los países del Tercer Mundo: en Asia, en Africa, en Ibe¬ roamérica. Pero la inmensa mayoría de la Iglesia sólo tiene un cauce ade¬ cuado para realizar esta acción concreta: su colaboración por medio de la plegaria, el sufrimiento y la ofrenda material a la actividad misionera de la Iglesia. Y dentro de esta fórmula de colaboración hay un procedimiento que tiene una supremacía
indiscutible: es el DOMUND.

Los fieles individuales y las comunida¬ des eclesiales cada vez lo intuyen con ma-

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yor precisión, y a ello se debe, sin duda alguna, el creciente y masivo desarrollo de la Jornada Misionera, que este año se pro¬ pone, en el orden económico, un ambicioso
objetivo: llegar a los 125 millones de pese¬
tas.
Treinta y tres diócesis
millenarias del DOMUND
Siguiendo una línea ejemplarmente tra¬ dicional, la archidiócesis de Madrid-Alcalá sigue ocupando con mucho el primer pues¬
to de la recaudación absoluta en favor del
DOMUND. El año pasado obtuvo 19.021.857 pesetas; le siguió Barcelona con 9.000.150, Valencia con 6.300.905 pesetas; San Sebas¬ tián con 5.982.931 pesetas; Bilbao con 4.818.200; Sevilla con 4.586.575 y Oviedo con 3.857.447 pesetas.
En total son 33 las diócesis españolas, millonarias del DOMUND, porque su co¬ lecta del año pasado superó el millón de pesetas. En el orden proporcional, que es el más expresivo de la generosidad de los fieles, en el DOMUND 67, ocupó el primer lugar la diócesis de San Sebastián con 10,95 pesetas por católico, seguida de Pamplona (8,75), Vitoria (8,48), Gerona (6,90), Me¬ norca (6,57), Tudela (6,21), Madrid (6,01) y Mallorca (6,01). Dentro del conjunto de todos los países que prestan su colabora¬ ción al DOMUND, la cooperación española ■es notable, sobre todo si se tiene en cuen¬
ta la valoración de nuestra moneda. El año
pasado la contribución de España ocupó el cuarto lugar en la recaudación absoluta por países, detrás de Estados Unidos, Alemania
e Italia.

•

•

17

fratf rojt> eniret^ista,,,.

AL SEÑOR OGINO

Miren ustedes que se lo supliqué veces a nuestro Director: por favor, no me man¬
de eso... Envíe a otro... A un buen cano¬
nista... O a uno de los que hayan sido bue¬ nos y obedientes y han terminado sus es¬ tudios en Roma... ¡O vaya usted mismo a entrevistar al señor Ogino; pero no me me¬ ta en más líos! ¡Estoy harto de hacer en¬ trevistas! No hubo nada que hacer. Debe ser porque el señor Ogino fue japonés y yo soy el único fraile de nuestra Provincia que tiene cara de oriental. Por algo un bis¬ abuelo mío era también japonés y se llamó
Yoshida Samakato...
Y ya que estamos entre orientales, ¡me¬ nuda “china me ha caído”! Porque, hasta ahora, me ha tocado entrevistar a vivos o a seres abstractos. Pero a muertos, nunca.
No tuve más remedio que hacer las ma¬ letas —ya me extrañaba a mí que pudiese pasarme más de nueve meses sin hacer las maletas—, y me dirigí al Reino de la His¬
toria...
—Que entle el plimelo... —Buenos días, señor Ogino. —Buenos días. Dígame lápidamente loi que quiele, que ya ve cuantos están espe lando. Voy a tenel que exigil a Loma una subvención extla pol holas extlaoldinalias de tlabajo. —¿Tan recargado está? —Desde la “Humanae Vitae” no palo ni un momento. Apalte de esto, tengo que ayudal a las cigüeñas. Ellas llevan los ni¬ ños nacidos cuyos padles han esclitO' calta a Palis; pelo los que vienen pol mi culpa los tengo que lleval yo en pelsona, polque se leunielon en asamblea y acoldalon que tales no les colespondían a ellas. A pesal de que no me sean nada simpáticos, he de confesal que estoy tlabajando como un
chino.
—Bueno; al grano, señor Ogino. ¿Qué opina usted de la “Humanae Vitae”?
—Ante todo, una aclalación. Que conste que, mientlas viví en la Tiela, jamás plactiqué la leligión Católica. A pesal de esc he de leconocel que el Papa tiene lazón.
—¿Por qué? —Polque, actualmente, incluso pala mí que jamás fui católico, el uso lible de la píldola es inmolal.
—Demuéstrelo.
—Plimelo: polque me consta que a mu¬ chas mujeles les causa muchos males físi¬

cos y síquicos. Y, si no, que hablen con sincelidad los tocólogos y neulólogos. Y jamás podlé admitil que el homble pueda sacial un placel, o incluso una necesidad, a costa de la salud de la mujel. ¿Pol qué no se fablican pastillitas pala estelelizal a los hombles? Pues polque son menos tontos que las mujeles y dilían que nones. Y que cons¬ te que tan fácil es fablical pastillas pala mujeles como pala hombles.
—Segundo ...
—Polque estas pastillas anticonceptivas están pelviltiendo el amol. La Natulaleza es muy sabia y ha colocadoi en el homble y en la mujel una selie de factoles que les ayuden a dominal sus instintos antes del matlimonio: en la mujel, lapéldídade la vilginidad, el miedo al embalazo o a las en-
felmedades venéleas.
—Efectivamente: la juventud actual, do¬ minada por el sexo, se está haciendo inca¬
paz de comprender que el amor es otra co¬ sa muy diferente a una serie de sensació^
nes.
—Ahí, ahí está el mal. La juventud se
está acostumblando a vivil de sensaciones.
Pelo tenga usted en cuenta que las sensa¬
ciones sexuales se van debilitando si se
lepiten muy a menudo. Sin embalgo, como los jóvenes se han acostumblado a ellas,
necesitan encontlal-las como sea. Y las bus-
calán en el amol 69, en la homosexualidad, en las dlogas..., ¿qué selá entonces de esa juventud?
—Ya estamos recogiendo los tristes fru¬ tos, señor Ogino. Si seguimos así, seguro o,ue seremos pasto de sus no muy queridos vecinos, los chinos. Pero, sin embargo, en algunos casos...
—Lecuelde, amigo mío, que los casos palticulales nunca pueden tenel fuelza de ley genelal. Si hay casos palticulales y glaves, cada cual tiene su conciencia pala sabel lo que hay que hacel.
—Sin embargo, ¿no cree usted que es in¬ humano el que dos personas que se quie¬ ren puedan amarse con naturalidad en un determinado momento por miedo a conce¬ bir un hijO' a quien después no podrán ali¬ mentar y educar debidamente?
— ¡Alto ahí, amigo! Cuando dos seles hu¬ manos se quielen de veldad, tanto pueden demostlalse ese amol con el acto matlimonial como pol la castidad. Pol otlo lado, la Iglesia Católica no ha plohibidO' el acto conyugal como explosión de amol. El Pa-

18

pa ha dicho únicamente NO a los métodos anticonceptivos altificiales, cuando no hay una causa glave que los haga necesalios.
—pesar de sus argumentos, la gente sigue pensando que la “Humanae Vitae” es inhumana y no toca la realidad misma de los problemas matrimoniales.
— ¡No es cielto, calacoles! Ocule, plecisamente, todo lo contlalio. La Iglesia Ca¬ tólica es más humana que nadie. ¿Una plueba? Piense usted en el ploblema de la
claneotomía.
—Pero de eso hace ya mucho tiempo, señor Ogino. Efectivamente: hace varios años, algunos médicos defendían que, cuan¬ do en un parto peligraba la vida de la ma¬ dre, era preferible matar al hijo, como in¬ justo agresor, para salvar la vida de ella.
—Y la Iglesia dijo también que NO. Co¬ mo ahola. Y la gente la llamó inhumana. ¿Y qué es lo que dijo la Iglesia?
—Que las dos partes tenían derecho a la vida. Lo que había que hacer era inves¬ tigar a fin de encontrar los métodos para que los partos fuesen más fáciles...
—Y glacias a las investigaciones de la medicina, se ha llegado a eso. Hoy ya no •es necesalia la claneotomía, glacias a los espectaculales avances de la cilugía.
—Entonces, ¿usted cree que siguiendo profundizando en su método se llegará a conocer perfectamente los días agenésicos de la mujer, haciendo' inútil el uso de los anticonceptivos?
—Natulalmente que sí. Lo que hace falta es estudial, en vez de quedalse con las so¬ luciones fáciles. Y, dígame otla cosa, ¿no tiene lazón el Papa cuando habla de los métodos anticonceptivos en los países
subdesalollados?
—Indudablemente. Menos programas pa¬
ra enseñar al pueblo la regulación de la natalidad, y más ayuda para darles cultura. Cuesta trabajo creer que la fundación Ford se haya gastado 20 millones de dólares en un año para popularizar los métodos anti¬ conceptivos en Hispanoamérica. Indudable¬ mente, los Estados Unidos quieren evitar la explosión demográfica en el Sur de su
Continente.
— ¡Cíalo que sí! Polque, de esta manela, podlán seguil siendo podelosos con un mí¬
nimo esfuelzo.
—Cuidado, señor Ogino, que se le está viendo el plumero. Ahora mismo está re¬ cordando usted Hiroshima, Nagasaki y la humillante paz entre el pueblo americano y el suyo. De todas formas, creo que tiene usted razón. Ahora, a ver qué es lo que opinan nuestros lectores. Muchas gracias, y buenos días...
—Buenos días. ¡El siguiente, pol favol!
Como todos los que están aguardando vengan a preguntar tanto como yo...

La moderna bebida que da
a la leche
el más delicioso sabor
con leche es 'úinico! 19

NUESTEA pequeña HISTORIA

Ifledio siglo atrás».

Mes de octubre de 1918. «Empuñemos de nue¬ vo la espada». Así, con este bélico título, co¬ menzaba aquel número. Suscribía Fr. Juan dte Alvemía. La espada simbólica era el santo rosario, la poderosa arma con que Domingo de Guzmán combatió, en el siglo XIII, la herejía albigense. Espada actualmente muy enmohecida. A nuevos tiempos, nuevas armas.
«San Francesc» eran unos versos de Tous y
Maroto, poeta en ocasiones elegante, pero que no ha dejado este'la. «I el germà llop de fines
dents / qui fa tremir les encontrades, / com els anyells obedients / seguint del Sant va les
petjades».
Fr. P. J. C., que residia en Inca, dedicada una página al nuevo Obispo inquense que acababa de ser consagrado. Nos referimos al Excmo. y Rdmo. br. Dr. D. Gabriel Llompart. El P. Cerdà venia a cantar la grandeza de la dignidad episcopal. Seguia un grabado del nuevo Obispo de Tene¬ rife, mostrando ya los atributos de tal dignidad.
El P. Rafael Ginard Bauçà, estudiante de Filoso¬ fía aún, ocupaba un puesto por primera vez entre los jóvenes colaboradores de esta revista. Lo hacía furtivamente, bajo el luliano seudónimo de «Blanquerna». Eran unos versos que ya delata¬ ban una pluma y un espí.'itu selectos. Le daba ocasión el nombramiento del Sr. Llompart para el Obispado de Tenerife. Es posible que al P. Ginard no le guste ahora aquel fruto primerizo de su numen. Sin motivo. A pesar de los cin¬
cuenta años nosotros encontramos aún en él mu¬
cho frescor, buen sabor y belleza. Ya desde un principio el P. Ginard viene trabajando sus es¬ critos con la delicadeza y la paciencia de un or¬ febre. Vuelve y revuelve las palabras y las ideas hasta dar con las que se traben y se junten sin

rendijas, como en una hermosa taracea. Por eso ha llegado a la alta depuración estilística que hoy posee. Se lo decimos al P. Ginard sincera¬ mente, con objeto de ayudarle a salir del ha¬ bitual pesimismo que siente respecto de sus
obras.
Cojamos de nuevo el hilo. Después de la poe¬ sía del P. Ginard iba una larga crónica sobre la ceremonia de la consagración del Obispo Sr. Llompart, el 15 de septiembre, en la Catedral de
Palma. Y en la misma se reseñaba también el acto literario-musical que le dedicó, el 23 del mismo mes, su ciudad natal. La Comunidad de
nuestro Convento de Inca y aquella Herman¬ dad de Terciarios, a la cual pertenecía el Sr. Llompart, fueron los principales promotores y realizadores de la lucidísima función.
Otra poesía sobre la «Consagració» del Obispo Llompart. Esta de A. García Rover. Pululaban por aquel entonces poetas, pertenecientes, diriamos ahora en términos fútboiísticos, a la tercera di¬ visión, no muy favorecidos de las musas...
Francisco Torrens, Pbro. T., glosaba las pala¬ bras «Amor, Patria y Fe», aplicadas al gran mi¬ sionero franciscano de Petra, Fr. Jenípero Serra, en su obra de conversión y civilización de los indios de California.
Numerosos eran los sueltos de «Noticias y va¬
riedades», todos de interés católico o francis¬
cano.
En «Crónica franciscana» sólo la reseña de la fiesta de nuestro P. S. Francisco en el Convento de RR. Franciscanas de Manacor. Predicó el co¬ nocido P. Lorenzo Riera, del Oratorio de Po¬
rreras.
En ¡a sección «Juventud Seráfica», A. J. V. iniciaba un ensayo sobre el arte y la historia de nuestro convento e iglesia de San Francisco de Palma, con su reconocida competencia. Es un trabajo útil hoy todavía, aunque haya aparecido después la obra más completa «iglesia y Claus¬ tro de San Francisco», de nuestro P. Lorenzo Garí. Se podían leer también en la misma sec¬ ción: «Visitando el Pilar», breve relato sobre una visita a aquel templo de Zaragoza, firmado po V. M.; «Una buena acción recompensada», de Lamennais, versión de F. P.; y «¿Por qué arado?», de Pierre L’Ermite, sobre apostolado literario sa¬ cerdotal.

20

^el Santuario de fttra, Sra. de Cura

FRAY JUAN ESTELA GINARD, T. O. R.
GINCUENTA AÑOS DE VIDA RELIDIDSA Y DE PERMANENCIA EN AÇDEL SANTUARIO

jpL 17 de septiembre pasado, fiesta de las Llagas de nuestro Padre San Francisco, se cumpHo el 50° aniversario de la primera profesión de F. Juan Estela Ginard, T.O.R., emitida en Artá. Su primero y único destino fue el Santuario de Nues¬ tra Señora de Cura, a donde llegó Fr. Juan
el 2 de octubre de 1918. La conmemoración
de ambas efemérides se adelantó al 30 de
julio, pues el P. Provincial tenía vivos de¬ seos de honrar con su presencia dicha fies¬ ta y no podía hacerlo en su debido día por tener que realizar un viaje a América.
Las Bodas de Oro de la consagración a Dios por la profesión y de servicio a la Virgen de Cura como paje mayor revistie¬ ron la máxima solemnidad. No quedó nin¬ guna persona en el Santuario, religiosos y veraneantes, que no contribuyese a dicha solemnidad, poniéndose de relieve las gran¬ des simpatías de que goza Fr. Juan por su carácter optimista y por su abnegada soli¬
citud.
En los actos que tuvieron lugar el día 30 de julio, Fr. Juan se vio rodeado de nues¬ tras altas jerarquías religiosas, el Muy

Rdo. P. Provincial con su Consejo, que en
nombre de teda nuestra seráfica Provin¬
cia tributaron a nuestro buen religioso un hermoso homenaje de amor y agradeci¬
miento.
A las doce y media tuvo lugar una so¬
lemnísima concelebración. El P. José An¬
gulo, T.O.R., hizo la homilía sobre el evan¬ gelio que proclama la invitación de Jesús al joven: presentó a Fr. Juan generoso con el Señor, correspondiendo en todos los de¬ talles a la gracia de la vocación.
La comida, muy fraternal, fue presidida por nuestro querido hermano, acompañán¬ dole los invitados, religiosos, familiares y amigos de Fr. Juan.
Por la noche, un acto recreativo musical, organizado por los novicios, puso un bro¬ che de oro a la inolvidable jornada.
Deseamos a Fr. Juan que pueda conti¬ nuar por muchos años sirviendo al Señor y a la Virgen de Cura, a los que ha consa¬ grado los cincuenta que acaba de conme¬
morar.
P. Jaime Fe Corró, T.O.R.

PROFESION RELIGIOSA DE LOS NOVICIOS

Día 18 de agosto del corriente año, emi¬ tieron sus primeros votos religiosos los novicios: Fr. José Tejeo Villarino, Fr. Luis Gallego Sevilla, Fr. Roberto Guerrero Bo¬ za, Fr. Andrés Barceló Nicolau, Fr. Eduar¬ do Román Brovia, Fr. David Eguizábal Ruiz de la Torre, Fr. Jorge Vallespir Soler, Fr. Andrés Negre Pascual y Fr. Andrés García Loza. El acto tuvo lugar en la Casa-
Noviciado de Cura.
La misa fue celebrada por el Muy Reve¬ rendo P. Antonio Bauzá Gayá, quien diri¬

gió oportuna homilía a los que iban a pro¬ fesar y a los demás asistentes. A continua¬ ción y según un ceremonial acomodado al espíritu del Concilio Vaticano II, el mismo P. Bauzá, como Vicario' Provincial y en nombre de nuestra Madre la Iglesia, reci¬ bió la profesión de los novicios.
Fueron muchos los invitados, familiares y amigos, que siguieron con gran piedad la emotiva ceremonia. Una vez terminada
ésta, fueron delicadamente obsequiados por
la Comunidad del Santuario.

OTRA CONMEMORACION

Recordábamos en una de las secciones
del número pasado que un acto muy prin¬ cipal de la celebración de las Bodas de
Plata de la fundación de la T.O.R. en Ma¬
llorca, hace ahora cincuenta años, fue la

vestición, en nuestro primer Convento de Llucmajor, de veintidós postulantes, once clérigos y once legos. Fue esto el domingo, día 25 de agosto de 1918, fiesta de San Luis, Rey de Francia, Terciario y Patrón de nues-

21

tra Orden. Bien, pues; los “restos” de aque¬ lla vestición fuera de serie quisieron con¬ memorar, de manera muy sencilla, el quin¬ cuagésimo aniversario de la importantísi¬ ma fecha. Para ello se trasladaron a Cura, también el domingo, día 25 de agosto, con exacta coincidencia de calendario, los Pa¬ dres Colom, Caldentey, Nicolau, Amengual, Company y Ferrer, y los legos Fr. B. To¬ rres y Fr. L. Tomás. Faltaron sólo el P. Do-
menge, que reside en México, el P. Bauzá, que estaba de viaje, y Fr. J. Llabrés, a causa de su precaria salud. Allí, en el al¬

tar de la Virgen, concelebraron los Padres, y el P. Company, el más experto en predi¬ cación, pronunció una breve homilía de
circunstancias.
Después se sentaron todos a la mesa de la Comunidad del Santuario, en frater¬ no ágape.
Por la tarde se trasladaron a Llucmajor para visitar el convento y la iglesia y po¬
der rezar ante el altar donde hace medio siglo recibieron con santa ilusión el hábito franciscano.

NUESTROS DIFUNTOS

El Rdo. P. Vicente Hernando Delgado, T. 0. R.

Día 20 del pasado mes de agosto en¬ tregó su alma a Dios, a los 37 años de edad, nuestro hermano en religión, Rdo. P .Vicente Hernando Delgado.
El P. Vicente, que residía actualmente en Madrid, su ciudad natal, en nuestro Colegio «Raimundo Lulio», había ido a practicar los ejercicios espirituales en
nuestro Seminario de nuestra Señora de
Vico (Arnedo, Logroño). Allí le visitó inesperadamente la hermana Muerte.
Mientras concelebraba misa sufrió un
desvanecimiento, cayendo y producién¬ dose heridas tan graves en la cabeza, que falleció al día siguiente. Descanse
en paz.
Nuestro religioso fallecido había toma¬
do el hábito de nuestra Orden en 1945. Cantó la primera misa en 1953. Era Li¬
cenciado en Filosofía y en Sagrada Teo¬ logía por la Universidad Gregoriana de Roma. Trabajó durante irnos nueve años

como Profesor y Administrador, en nues¬ tro Colegio de Inca. Era de carácter afable, granjeándose fácilmente las sim¬ patías de cuantos le trataban.
A sus familiares, particularmente a su apenada madre, y a la Comunidad del Colegio «Raimundo Lulio», de Madrid,
nuestra más sincera condolencia.
PETRA.-Día 9 de agosto, D.® Margari¬ ta Gibert Galmés, a los 73 años de edad. Nuestra condolencia a sus familiares, espe¬ cialmente a su hija Sor Pedrona del Sagra¬ rio, Franciscana Hija de la Misericordia.
PALMA. — Día 5 de septiembre, D. Se¬ bastián Monserrat, padre del Rdo. P. Jaime Monserrat, residente en Poconé,
Brasil.
LLUCMAJOR.-D ° Josefa Pastor To¬
más (7 set.) franciscana seglar.

22

después de nueve meses de labor, de apretar mucho los codos sobre la me¬ sa, de sinsabores y alegrías, llegan los exᬠmenes finales, cargados de emoción y de in¬ quietud. Es la hora de la cosecha. Cuando sólo recoge quien ha sembrado. Cuando sólo podrá descansar quien antes se cansó. Estos momentos, casi siempre angustio¬ sos, alcanzaron su punto fuerte a mediados de junio. Y,como suele suceder, unos estu¬ vieron ebrios de alegría y otros hubieron de pedir una nueva oportunidad para de¬
mostrar sus buenas cualidades.
El colofón de esta vieja historia, que se repite cada año, fue un brillantísimo fin de curso en los campos de deporte.
La asistencia de los familiares fue masi¬
va. Ayudando así, con su presencia y con su misma participatión activa, a la brillan¬
tez del acto.
El 23, domingo, a las 11 de la mañana, tuvo lugar un histórico partido de balom¬ pié, entre una selección formada por Pa¬ dres profesores, de una parte, y por padres de los chicos, de otra. Estimulaba al triun¬ fo un magnífico trofeo “Padre Rector”, que alcanzaron los “padres de familia” al ganarnos por 5 a 3. Animó el acto con su simpatía, el P. Juanquin Tébar (Xim), di¬
virtiéndose los familiares de lo lindo.
A la hora del almuerzo, familias desper digadas por todo el bosque.
Por la tarde, a las 4, Festival artísticomusical-deportivo. Estuvo precedido de una presentación por el Secretario del Semina¬

rio, P. A. Martorell. Inmediatamente, un partido de baloncesto entre el “Porciúncula” y una selección de entre todos nues¬ tros muchachos. Ganó el equipo titular.
Fabulosa demostración gimnástica a car¬ go de los tres primeros cursos, bajo la muy
acertada batuta del señor don Victoriano Plaza.
Actuó también con el habitual ajuste y notable calidad la Rondalla que dirige el
P. Xim.
Para finalizar, las paternales palabras del M. Rdo. P. Provincial, Fr. Miguel Pas¬
cual.
Después de cada actuación no se aho¬ rraron los aplausos.
Unos wan y otros vienen
Valga la frase para dar a entender que, mientras los que aquí hemos pasado el cur¬ so, buscamos otro lugar para pasar unos días de vacaciones, bien en casa con los familiares, bien en campamentos o traba¬ jando, otros nos visitaron para estar en nuestra compañía, tomar de lleno el sol, chapotear en nuestra piscina o en el mar.
Parece que el Seminario Menor quiso se¬ guir nuestro ejemplo O' viceversa. Las va¬ caciones se han enfocado de muy diferen¬ te manera que los otros años. Durante este
verano los muchachos han venido cada
quince días. Pasaban aquí tres días. Lo su¬ ficiente para rendir cuentas de los traba¬ jes que se les señalaban y entrar de nuevo

23

en contacto con sus compañeros y profe¬
sores.
Y volviendo al principio, diremos que entre los que nos alegraron con su visita, cabe destacar: al P. Provincial, para la Vi¬ sita Canónica; al P. Alberto Mobilia, Pro¬ vincial de la Provincia siciliana; al P. An¬ tonio Llabrés, Comisario Provincial en Es¬ tados Unidos; a los Definidores de nuestra Provincia, P. Bauzá, P. Roig, P. Angulo y P. Cabot; al P. Rolando, Rector del Semi¬ nario de Loreto (EE. UU.); al P. Buena¬ ventura, que trabaja en Puerto Rico; P. Ortiz, P. Batle, dos profesores del Se¬ minario de Ciudad Real, etc. Sin olvidar la grata visita de algunos hermanos legos: Fr. Bonet, Fr. Jaime Morell...
Día 7 de septiembre, sábado, fuimos tes¬ tigos de una singular visita que nos honró grandemente: los niños de la “Operación Plus Ultra”, niños que, seleccionados en toda Europa, han sido· premiados por al¬ gún acto heroico.

ría. Por la mañana, solemne Misa concele¬ brada... y todO' lo demás que se acostum¬ bra en tales festividades.
Ya en agosto, el día de San Joaquín, ti¬ rándosela, alargamos la oreja del P. Xim. Y él, como siempre, aceptó la broma.
El 20, S. Bernardo. Los festejados fue¬ ron los PP. Cloquell, Nebot y Nicolau. Los
familiares de los mismos fueron invitados
por esta Comunidad a compartir con nos¬ otros la alegría y el almuerzo.
Al escribir estas líneas pensamos ya en S. Miguel y felicitamos a los PP. Ferrer y Fornés. Por muchos años.
|Qué clientes.»!
Hemos sido ciertamente muy buenos clientes de no sé cuántos Cursillos de dis¬ tintas especialidades, celebrados este ve¬ rano en la Península.

«Congratulations.»»
El verano es pródigo en onomásticos. Constantemente recordábamos el segundo premio del Festival de Eurovisión: “Con¬ gratulations and celebrations...”
Primero fueron el P. Juan Llabrés, Fr. J. Delgado, Fr. J. Carbonell y Fr. J. Bortíoy. Y un mes después llegó Santiago. Na¬ da menos que el P. Superior era el home¬ najeado. Imaginaos la fiesta que se arma¬

Pocos han sido los Filósofos o Teólogos que hayan desaprovechado estas estupen¬ das ocasiones para ampliar conocimientos culturales, espirituales y geográficos.
Los Padres no han querido quedar atrás y marcharon el P. Riera, P. Taberner y los
Padres Prefectos del Seminario Menor.
Estos, a un cursillo de Psicología y Peda¬ gogía tenido en Madrid. Después de varios veranos consecutivos de participar en él, serán Diplomados.

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24

Para siempre
Sí, para siempre es ya sacerdote Fr. Ma¬ teo García. El 10 de agosto fue ordenado en Ibiza, por manos del señor Obispo de aquella Diócesis, Excmo. y Rdmo. señor
Dr. don Francisco Planas.
Asistieron al acto todos sus familiares, residentes en la isla blanca. También le acompañó Fr. Antonio, Mulet, único con¬ discipulo del neosacerdote. Tanto la Or¬ denación como la Primera Misa, por expre¬ sa voluntad del ordenado, se desarrollaron con gran sencillez.
El P. Mateo, unos días más tarde, cele¬
bró su Primera Misa ante esta Comunidad. Ha sido destinado al Santuario de Vico
(Arnedo, Logroño), para dedicarse a la enseñanza en aquel Seminario Menor. De¬
seamos al nuevo ministro del Señor abun¬
dantes éxitos apostólicos.

mado la consagración de tan original Casa
de Dios.
Cambios
para el nuevo curso. Relevo de personal.
Fr. Juan Carbonell, cocinero mayor hasta ahora, será sustituido por el nuevo pro¬ feso Fr. Andrés García. Fr. Juan va desti¬ nado a la Residencia para estudiantes, de
Madrid.
Llegó también la hora de despedida para este cronista. Un nuevo campo de trabajo le ha sido asignado: la parroquia de San Buenaventura, calle López Gras, 44, Madrid 18, donde va a ejercer su ministerio sacer¬ dotal como coadjutor. Allí tenéis vuestra casa. Os agradeceré sacrificios y oraciones para que mi trabajo sea fecundo.
Tal vez algún día os mande noticias des¬ de la capital de España.

Nadie es profeta en su tierra
Estaba prevista para el 2 de agosto la inauguración de la nueva iglesia, y así os lo había anunciado en la última crónica. Pero una vez más se ha cumplido el dicho de que “nadie es profeta en su tierra”. Fa¬ llaron los cálculos, como sucede a menudC'
con esto de obras. Sólo unos detalles fal¬
taban, pero imprescindibles, y la fiesta tu¬ vo que aplazarse.
Ahora se barajan dos fechas probables: el 4 o el 6 de octubre. Posiblemente, cuan¬ do leáis esas líneas, sea un hecho consu¬

¡Ah! Se me olvidaba. Cubrirá mi vacante en La Porciúncula, el P. José María Vidal, que este verano ha acabado su Licenciatu¬ ra en Teología.
Y nada más. Un adiós muy sentido de vuestro amigo,
P. Francisca Escanelles
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bibliografía

J. Fischl
MANUAL DE HISTORIA DE LA FILOSOFIA
Versión castellana de Daniel Ruiz Bueno.
14,4 X 22,2 cm. 580 páginas. Rústica, 325 ptas. U.S.$ 4,64 Tela, 375 ptas. U.S.$ 5,35
Editorial Herder, Barcelona,, 1968.
El «Manual» que acaba de publicarse, posee el mérito de su concisión, pero sin simplificaciones. Por un lado, es parco en referencias anecdóticas o marginales.
Es fundamentalmente doctrinal. Pero por
otra, está escrito con mirada amplia co¬ mo historia de los movimientos ideoló¬ gicos y conceptuales. Tropezamos en el «Manual» con nombres de investigado¬ res que a primera vista podrían parecer ajenos al quehacer filosófico; y, sin em¬ bargo, están totalmente imbuidos y orientados por el pensamiento de una época, y gracias a él han llegado a sus descubrimientos científicos. Algunos de
estos nombres son tan ilustres como los de Freud, Haeckel, Klages, Jimg o Planck. El haberlos incluido constituye, sm duda, un acierto positivo del autor.

Claude Jean-Nesmy
PRACTICA DE LA MISA
Versión castellana de A. Esteban
Lator Ros.
14 X 19 cm. 324 páginas. Rústica, 225 ptas. U.S.$ 3,21.
Sobrecubierta de A. Tierz.
Editorial Herder, Barcelona, 1968.
Biblia, liturgia, tradición y humanis¬ mo han de nutrir la vida espiritual de los cristianos. Por eso, la obra que pre¬ sentamos, al proponer a nuestra conside¬ ración el valor teológico o directamente espiritual de los ritos y ceremonias de la misa, nos ofrece un instrumento de cultura cristiana auténtica y profunda.
Jean-Nesmy no nos traza un minucioso código de ritos y prácticas; al igual que en sus dos obras anteriormente publica¬ das por la propia Editorial Herder, «Práctica de la confesión» y «Práctica de la liturgia», quiere el autor subrayar que no se trata de hacer una exposición teó¬ rica del sacramento en sí mismo, sino de reflexionar sobre una práctica que nos es familiar, y que precisamente por serlo, se ve acechada, día tras día, por los peligros del formulismo y la rutina.

J. Hofinger - Th. C. Stone
CATEQUESIS PASTORAL
Versión castellana de J. Vallverdú Aixalá.
14 X 20 cm. 296 páginas. Rústica, 165 ptas. U.S.$ 2,37. Biblioteca Catequística
Sobrecubierta de A. Tierz
Editorial Herder, Barcelona 1968.
La importancia que actualmente atri¬ buye la catequética a la Biblia y a la liturgia, responde al convencimiento de que la fe personal y comunitaria consti¬ tuye la meta a que debe aspirar una educación religiosa auténtica. Precisa¬ mente este sentido dinámico de la fe,
descubierto de nuevo en estos últimos
años, es el que ha inspirado las obras más fecundas producidas en el campo de la teología, la liturgia y la catequética.
En Catequesis Pastoral un grupo de distinguidos especialistas examina algu¬ nos de los principios más ricos en posi¬ bilidades, dentro del marco de Dios y el
hombre.

G. Martelet
LAS IDEAS FUNDAMENTALES
DEL CONCILIO VATICANO II
Versión castellana de J. A. Pombo
14,4 X 22,2 cm. 272 páginas. Rústica 175 ptas. U.S.$ 2,50
Sobrecubierta de A. Tierz.
Editorial Herder, Barcelona, 1968.
Cuatro constituciones, nueve decretos, tres declaraciones, tal es el balance
cuantitativo del Concilio Vaticano II.
Es obvio recordar que el concilio nada hubiera conseguido sin el Espíritu, que estuvo presente, inspiró, sostuvo, asistió a la labor y a la asamblea de los padres. Ahora bien, si la letra jamás debe dis¬ pensarnos del espíritu, el espíritu tam¬ poco debe ser separado verdaderamente de la letra. Paralelamente, no es posible
reducir el Vaticano II a sus escritos so¬
los. El autor de este libro, llamado a Ro¬ ma desde la primera sesión, pensó al final del concilio que una visión de con¬ junto de toda la obra conciliar podría ser útil. Según Martelet, las ideas fun¬
damentales del concilio son tres: retor¬
no^ a las fuentes de nuestra fe, oposi¬
ción paradójica de contrarios y renova¬ ción espiritual de los signos.

26

Paul-Eugène Charbonneau
NOVIAZGO Y FELICIDAD
Versión castellana de Julio Gómez de la Serna.
12,2 X 19,8 cm. 262 páginas. Rústica, 150 ptas. U.S.$ 2,14.
Sobrecubierta de Will Faber.
Editorial Herder, Barcelona, 1968.
No es éste un libro que cultive senti¬ mentalismo ni la literatura fácil, resol¬ viendo con unos consejos más o menos certeros todo el complejo mundo del no¬ viazgo y del matrimonio.
Extracto del INDICE: El noviazgo, se¬
ñal de madurez - Estructura característi¬
ca del mundo interior masculino. Egoís¬ mo masculino y autoritarismo femeni¬ no - Rasgos característicos de la psico¬ logía femenina - El choque de dos perso¬ nalidades. Necesidad de la pureza en el amor - Anatomía y fisiología - Los hijos.
Todo un libro que merece ser leído.
L. Cerfaux
ITINERARIO ESPIRITUAL DE SAN PABLO
Versión castellana de A. Esteban Lator.
12,2 X 19,8 cm. 276 páginas. Rústica, 150 ptas. U.S.$ 2,14. Sobrecubierta de A. Tierz.
Editorial Herder, Barcelona, 1968.
Pablo de Tarso es una figura de talla gigantesca, permanentemente estudiada. En el presente libro, se unen lo atracti¬ vo del tema con el prestigio de su au¬ tor, conocido exégeta e historiador, cola¬
borador de la famosa «Biblia de Jerusalén».
«En nuestro título de Itinerario Espi¬ ritual —dice Cerfaux— tomamos la pala¬ bra «espiritual» en su sentido más am¬ plio, que abarca toda la actividad huma¬ na, comprendida la teología, la acción y el pensamiento vivificados por xma unión profunda con Dios. «Itinerario», porque con este trabajo realizamos en alguna manera nuestro sueño de acompañar a Pablo por las vías romanas o por las ru¬ tas marítimas que conducían de Oriente a la capital del Imperio de Augusto...».
La obra que recomendamos es una perfecta visión de conjunto de lo que ha sido y representa el Concilio Vaticano II, cuya utilidad se manifiesta para sa¬ cerdotes, círculos de estudio, seminarios, y en general para el cristiano atento a los grandes acontecimiento de nuestra época.

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Una atribulada automovilista explica al agente de circulación las causas del acci¬
dente:
— Y entonces .. yo saqué la mano para indicar claramente que había cambiado de
idea...
— Acabo de leer un artículo sobre lo
perniciosos que son los cigarrillos.. y estoy
decidido...
— ¿Vas a dejar de fumar...? -jNo! jVoy a dejar de leer..,!
En la Legión, un soldado dice a otro; — Me enrolé a la Legión, para tratar de olvidar a una chica que se llamaba Amelia... o Emilia o algo parecido..

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