El Heraildo de Cristo • ABRIL 1965 CAÑA I 2 Calidades insupe^rabCleRsEMADILLO I Destilerías VALLS i CREMADILLO CAÑA VALLS (Copa de fuego) Cceija estas dos marcas, únicas en calidad • — — - RADIO - PHILIPS - TELEVISION distribuidor exclusioo desde 1928 Blectrodomésiicos en general FACILIDADES DE PAGO r EL HERALDO DE CRISTO ^ REVISTA MENSUAL DE LOS P P. FRANCISCANOS DE LA T. O. R • ABRIL 1965 Año LVI - Núm. 661 REDACCIÓN Y ADMÓN: CONVENTO DE SAN FRANCISCO TELÉFONO 12695 PALMA DE MALLORCA • IMPRESIÓN: ARTES GRÁFICAS GIMÉNEZ • PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN: ORDINARIA. ... 50 PTAS. NUEVA 60 » BIENHECHOR ... 100 « PROTECTOR 200 ... » • DEPÓSITO LEGAL P. M. 340-1958 NUESTRA PORTADA Abril, incipiente primavera, rosa¬ les, constelados de capullos. . Prima¬ vera también en nuestra vida, con sus sonrientes capullos. Después... ' / en / este numero Hacia una vítalización de la T. O. F. 3 El nuevo Obispo de Mallorca 5 Nuestra pequeña historia 6 La escena orientadora del Jueves San¬ to 7 Cuando peregrinar a Santiago era una aventura de la fe . . . 9 Nuestras misiones 11 Passió de Nostre Senyor Jesucrist se¬ gons Ramon Llull . . . 14 . Excursión al Santuario de Nuria . 16 Ecos del Sanatorio-Escuela «Mater Misericordiae» 19 Página del Terciario 21 . . . . Amb vostre august... (poesia) 22 Cuestiones Lulianas 23 Página de humor 27 OIRECTOK-PROPIETARIO: NELSON B. CRAMER LAVADO EN SECO Y HÚMEDO NUESTROS TELÉFONOS: TALLERES Y OFICINAS: Pasaje Ca'n Foixina, 68-70 y 72 -15012 y 22273 TIENDA: Plaza Olivar, 22 -11104 SUCURSAL DEL TERRENO: Calvo Sotelo, 198 - 30221 SUCURSAL EN PALMA; Barón Santa M.' Sepulcro, 20 SERVICIO DE 8 HORAS inis im. í g. fábrica de Pintaras, Esmaltes tf 'barnices CRECIMIENTOS ACELERADOS ÍNDICES DE CONSUMO ÍNFIMOS con Honderos, 95 Teléfono 22072 PALMA DE MALLORCA Delegado de ventas en Mallorca e Ibizas GABRIEL VERGER ALCOBER Padre Bartolomé Pou, 71-4.°-2.® Teléfono 13262 PALMA DE MALLORCA 2 EDITORIAL Hacia una vitalización de la T. O. F. Acaba de publicarse, traducida al castellano, la Carta Circu¬ lar que los Ministros Generales de las cuatro familias francisca¬ nas firmaron en Roma, el 17 de septiembre de 1951, para promo¬ ver una mayor difusión de la T.O.F. (léase Tercera Orden Fran¬ ciscana) en el mundo de nuestros días. El carácter de urgencia y seriedad con que viene redactada la carta nos compromete a un comentario en estas páginas, en atención a los miles de terciarios (17.661, si cabe dar fe a los números) que pueblan nuestras islas. La simple lectura de la carta nos ha dejado el alma llena de inquietud. ¿Qué le pasa a la T.O.F. para que seo. tan decididamen¬ te recomendada desde arriba? En los tiempos de su fundación fue, precisamente, la prisa del pueblo que hizo exclamar a Fray Masco, sorprendido de que todos querían seguir al «Poverello» de Dios: ¿Por .^ué a ti. Fray Francisco, por qué a ti? Hoy la pregunta se invierte y nos deja un tanto perplejos. No dudamos de la im¬ portancia y actualidad de la T.O.F., puestas de relieve por los últi¬ mos papas. Sólo tememos que en su puesta al día se desvirtúe el espíritu que le infundiera el Amante de .Asís. En este sentido hay que interpretar el tono apremiante de la carta que comentamos. La pregunta, entonces, se concreta así: ¿En qué estriba el espíritu franciscano? La facilidad con que se responde es indicio de que no se llega al fondo de la cuestión. A San Francisco le so¬ bran admiradores y le faltan amigos de verdad. Es demasiado fácil hacer del «Poverello» un santo a la buena de Dios, envuelto por el canto de los pajaritos, que acaricia las ñores y da la mano al lobo, un teorizador de una suerte de bondad natural a lo Rousseau. Es cierto que lo esencial en San Francisco se relaciona con la santa simplicidad y transparencia del alma, pero se olvida que todo esto lo había adquirido al precio de una renunciación heroica a todo cuanto ata el alma a las opacidades de la tierra. Se olvida, en una palabra, que el santo alegre de las Florecillas es el mismo que un día en la Alverna vio abrirse sus carnes con flo¬ res de sangre. Es a través de estas cinco heridas de su cuerpo por donde nos es posible tocar el fondo de su alma. Llegó a parecerse tanto a Cristo que el milagro de la Alverna, más que inscribir los estigmas en la carne los revela y los hace aparecer. Su parecido con Cristo fue total. Murió también crucificado. 3 San Francisco se esforzó durante toda su vida en imitar a Cristo y recibió al final la recompensa de las Llagas. No enseñó ninguna verdad nueva. Se limitó a deletrear el Evangelio con la sencillez de un corazón humilde, sin preocuparse de nada más. Y el resultado fue que abrió una era de espiritualidad que perdura hasta nosotros. La T.O.F. no debe conocer otra. Por último, una advertencia. Se olvida también que San Francisco, por encima de todo, es el santo «católico» por anto¬ nomasia. La mayor prueba de su santidad radica en su sumisión total a la Iglesia, obedeciendo al Papa lo mismo que al último sacerdote de aldea. Reformó la Iglesia, precisamente, porque no se propuso reformarla. Recordamos esto porque no quisiéramos ver la T.O.F. convertida en «capilla» dentro del gran movimiento ecu¬ ménico que sacude la Iglesia de nuestros días. Todo militante de la T.O.F. debe comprender que no hay «imitación de Cristo» po¬ sible sin este esfuerzo de sumisión a la jerarquía, que nos move¬ rá a despojarnos de los equívocos semblantes humanos, las más¬ caras que exhibimos frente a los demás, las ilusiones en que nos abrigamos. No sea que, con pretexto de hacer «franciscanismo» (todos los «ismos» son desviaciones), dejemos de hacer «Iglesia». El espíritu franciscano no añade al cristiano más que un redo¬ blado fervor en el afán de servir la causa de Cristo y de la Iglesia. • • •— • DBCORACléN TAPICERÍA iHijos de ALabrés V ^I^TDOIUIIL©3 V0^ ^ Sindicato, 26 al 32 Tel. 21213 PALMA DE MALLORCA Gran Vía José Antonio, sjn PALMA DE MALLORCA • > $ ¿ 4 Boccmo. q "Rdmo, 2>/*. "Rafael cdloarest Rara nueoo OHspo de THaítorca P • l• pasado día 13 de marzo la radio y la televisión comunicaron el nombramiento del Dr. Alvarez Lara para Obispo de Mallorca. La noticia fue recibida con gran júbilo en toda la isla. Se hacían ya largos los días de espiritual orfandad, orfandad pro¬ ducida en septiembre de 1964, por el fallecimiento del líltimo Pastor, Dr. Enciso Viana (q. s. g. h.J. El Dr. Alvarez Lara era en la actualidad Obispo de Guadix. Nacido en Castillo de Locubín (Jaén) el 10 de octubre de 1902 y cursados los estudios eclesiásticos en la Universidad de Comillas, donde se licenció en filosofía, teología y derecho canónico, fue ordenado sacerdote en 1927. Dedicó su vida sacerdotal a la enseñanza y a la cura de almas. El 10 de junio de 1943 fue promovido a Obispo para la sede de Guadix-Baza, cargo que ha venido desempeñando hasta ahora. Como Obispo ha desarrollado una muy meritoria labor en el campo social, desviviéndose para resolver las dificultades, de la gente humilde. Tenemos excelentes referencias sobre la sencillez de carácter del nuevo Obispo de Mallorca. Algo de eso patentizan ya los telegramas que ha transmitido a sus nuevos hijos espirituales, a los que pide oraciones para ser un buen Pastor. «EL HERALDO DE CRISTO» se hace portador del filial saludo de sus redactores al nuevo Prelado a quien auguran un pontificado fecundo y glorioso en esta diócesis de Mallorca. 5 UESTRA PEQUEÑA* HISTORIA Hace cincuenta años... I, as veinte páginas de esta revista estaban dedicadas, casi mitad y mitad, a dos temas: Semana Santa y Cen¬ tenario Luliano. El primer artículo, y so¬ bre el primer tema, lo firmaba José Auba, Terciario, Doctor en Teología. Era don José Auba un sacerdote que solía decir misa y oir confesiones en nuestra iglesia de San Francisco de Palma. No¬ table orador sagrado, tenía publicado un sermonario. Las cuatro ilustraciones que llevaba aquel número de «El Heraldo» eran tam¬ bién sobre el tema de la Pasión de Jesu¬ cristo. Se publicaba una Circular del M. R. P. Bartolomé Salvá, Ministro Provincial, acerca del Centenario de Ramón Lull, di¬ rigida a los Terciarios, en la cual, des¬ pués de hacer un poco de historia sobre el acontecimiento, invitaba a aquéllos a celebrar dicho Centenario con la máxi¬ ma solemnidad, sobre todo en el aspecto religioso. Exponía como principales mofvos: el haber sido Ramón Llull hijo de la Tercera Orden; porque los francisca¬ nos fueron siempre defensores de la doc¬ trina del Doctor Iluminado; porque la Orden Franciscana, en todas .sus ramas, tiene en la misa y en el oficio divino la fiesta del Beato; porque son nuestros el lugar donde recibió la ilustración del cie¬ lo para escribir sus libros, y el sepulcro donde descansan sus reliquias; porque el espíritu de Ramón Llull es auténticamen¬ te franciscano. Daba normas el P. Salvá sobre cómo debían las Hermandades or¬ ganizar las fiestas centenarias en sus res¬ pectivos pueblos y las invitaba a una pe¬ regrinación general al Sepulcro del Bea¬ to, para el domingo día 4 de julio de aquel año. El artículo en mallorquín popular de Daniel (P. Cerdá), bajo forma de anima¬ do diálogo, era asimismo una invitación a asistir a la peregrinación que acaba¬ mos de mencionar. “El Heraldo de Cristo”,’ aunque nació hablando castellano, idioma que le ha sido siempre como el oficial, dio fe del lugar de su nacimiento dando también vagidos más o menos frecuentes en ma¬ llorquín. Ya en el primer número puede leerse el Himne del Terciari Franciscà, 6 de M.^ Antonia Salvá, himno que, musicado por el insigne compositor D. José Massot, se ha popularizado en Mallorca y hasta fuera de Mallorca. Pocos números habrá, durante los cincuenta y seis años de existencia que cuenta nuestra revista, que no se vean adornados con algún tra¬ bajo, en prosa o en verso, escrito en nuestra lengua. Por lo tanto podemos también hablar del mallorquinismo o ca¬ talanismo literario de «El Heraldo de Cristo». En el número de abril de 1915, además de figurar el artículo del P. Cer¬ dá al cual nos hemos referido, se copia¬ ba la poeisía La Creu, de Jacinto Verda¬ guer, Terciario. Espiguemos aún un poco más: «CAM- PANET. — Muy gratas noticias nos lle¬ gan de este pueblo. La Hermandad Ter¬ ciaria va en aumento, así enjúmero co¬ mo en animación y buen espíritu. —El día 7 de marzo recibieron el hábito de la Tercera Orden 6 hombres y 54 muje¬ res, y profesaron 20 Hermanos y 170 Her¬ manas. — También ha aumentado la suscripción a «El Heraldo de Cristo», lo cual demuestra el entusiasmo que allí reina por todas las obras franciscanas». Hace cincuenta años la tuberculosis no estaba dominada como lo está ahora, aun¬ que no deje de causar todavía un consi¬ derable número de víctimas. Como nota tristemente curiosa observamos que en la necrología del número de abril de 1915 se da cuenta del fallecimiento de ocho personas, cinco de las cuales son jóvenes, cuatro de ellas menores de treinta años. En las cuatro páginas de la sección «Ju¬ ventud Seráfica» se tocaba casi exclusiva¬ mente el tema del Centenario. Así A. Ji¬ ménez; así J. Tortoil, así A. Moragues. Pero M. V. M. (P. Miguel Vidal Monserrat, entonces Director de la Juventud) escribía sobre un asunto de Semana San¬ ta. * Nuestra historia se va protrayendo más de la cuenta. Para que el título no resul¬ tase un «pequeñísimo» insulto a los lec¬ tores, hemos resuelto dejar lo de «peque¬ ñísima» en «pequeña». Esperamos no te¬ ner que cambiar, dentro de una témporadita, «pequeña» por «latosa. ueM jantü Por el P. Jaime FE CORRÓ, T. O. R. El titulo con que encabezamos nues¬ tro artículo responde, creemos que ple¬ namente, a la noción que de la homilía tiene la Iglesia: debe ser una orientación que se da al santo sacrificio de la misa, y a la jornada toda, a la luz que proyectan los textos propios principalmente, y los ordinarios también, de la misma misa. Tal vez algunos de nuestros lectores preferi¬ rían que habláramos de alguna cuestión histórica relacionada con la Semana San¬ ta. Sin embargo, esperamos que les sere¬ mos más útiles con esta orientación pas¬ toral sobre el primer día del triduo sacro. Es precisamente así que el pueblo cristia¬ no se imbuirá del espíritu de la sagra¬ da liturgia, fuente de vida divina. La ex¬ periencia nos confirma en esta opinión: que es más constructiva la homilía des¬ pués de la lectura de la Palabra de Dios que cuantas conferencias se den sobre la liturgia. Es el Jueves Santo un día muy lleno de recuerdos y emociones. Enumeremos los más señalados: Cena Pascual, lavato¬ rio de los pies, institución de la Santísi¬ ma Eucaristía y del Sacerdocio, discurso de despedida de Jesús y plegaria sacerdo¬ tal. No siendo posible hablar sobre todos estos temas, hemos escogido como objeto de nuestro comentario el lavatorio de los pies. Esta escena es la que nos hace vi¬ vir de un modo particular la sagrada li¬ turgia del Jueves Santo. Como la mayo¬ ría de nuestros lectores verán realizado este acto en la función vespertina de aquel gran día, queremos que descubran su espíritu, que lo asimilen y que les sirva de orientación para la vida de su alma. No vamos a referir la escena que tan gráficamente nos narra el evangelista San Juan y que, como dijimos, viviremos, den¬ tro de su marco, en la función vespertina del día. Colocando esta cerem.onia dentro de la misa, adquiera ésta más unidad y 7 más perfecto enfoque. Más unidad con to¬ dos los hechos acaecidos aquella noche y que de una manera real nos hace vivir la celebración del santo sacrificio, el cual entonces se ofreció por primera vez. Un más perfecto enfoque porque el lavatorio sirve, por la pureza que prefigura, de pre¬ paración a la participación en la mesa eucaristica. No es de extrañar que la Iglesia en el momento de la comunión nos recuerde unas palabras tomadas del Evangelio de este día. Y vamos a la razón pastoral. El Señor Jesús lava los pies a sus discípulos para dar la razón de todos los misterios de su Pasión. El evangelista San Juan, que co¬ mo queda dicho, es el que nos conserva esta escena, abre su narración con unas frases solemnes que nos indican clara¬ mente toda la importancia de la misma; “Habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin”. Son ellas, no cabe duda, el resumen más her¬ moso y completo de los hechos que tu¬ vieron lugar en el Cenáculo la última no¬ che de la vida mortal de Jesús. Estos su¬ cesos no tienen otra explicación: “Jesús amó hasta el fin”. La razón de todo es el amor, que es servicio, que es humillar¬ se a los pies de los demás. Por eso el Señor se abaja a un quehacer tan humil¬ de como lavar los pies a los discípulos. La caridad para con el prójimo no pue¬ de consistir sólo en palabras, tiene que cristalizar en obras. Hemos de amar al prójimo y para demostrar que le amamos hemos de servirle y eso sin esperar la recompensa. La caridad nos obliga a ser¬ vir. No a servir a los ricos que pueden recompensarnos los servicios. Sino a los pobres y a los enfermos, de los que no po¬ demos esperar paga. Entre los diversos cantos que se ejecu¬ tan mientras el obispo, el párroco o el su¬ perior lava los pies a las doce personas designadas, resalta el inspirado himno a la caridad: “Donde hay caridad y amor, allí esta Dios. Nos congregó y unió el amor de Cristo.— Alegrémonos y regoci¬ jémonos en él. — Temamos y amemos a Dios vivo.— Amémonos nosotros con sin¬ cero corazón .— Viniendo, pues, a ser una mi3ma cosa: — Evitemos toda desunión.— Cesen las rencillas malignas. — Y que en medio de nosotros esté Cristo Dios.—; ¡Ojalá podamos ver con los santos. —Vues¬ tro rostro, oh Cristo Dios!.— Este sí que será gozo inmenso y puro.— por los siglos sin fin. Amén”. Es este himno, el canto de los hijos de Dios, de la familia de Dios unida por la caridad. El lavatorio de los pies no ha de ser un simple espectáculo, sino que hay que darle una explicación práctica en la vi¬ da: por el ejemplo del Señor hemos de aprender a amarnos demostrándolo con las obras, aún con las más humildes y costosas. 8 AÑO SANTO COMPOSTELANO Cuando peregrinar a SikNTZikGO era una aoentura de La fe Por GAR-LORE II vr /W ¿-—1 sencillo relato de las primitivas peregrinaciones a Santiago ■—tal como se da, por ejemplo, en la célebre guía de Aymerico Picaiid, escrita en 1140 —, se nos hace poco menos que increíble a los hombres alucinados por el progreso y la técnica de nuestros días. Cuesta tra¬ bajo imaginar aquellos enormes desplaza¬ mientos, aquellas interminables carava¬ nas. Como imagen de una Arcadia que ja¬ más existió, nos parece aquel lento andar de medio millón de personas por el cami¬ no de Compostela, año tras año, en el que se confunden todas las razas y edades y todas las aspiraciones del corazón huma¬ no. Al ritmo de infatigables bordones marchan juntos, hombro con hombro, es¬ pañoles y franceses, ingleses y alemanes, hombres, mujeres y niños, prelados y príncipes, artesanos y labradores. Todos unidos, más fraternales, en una Europa sin fronteras. Es la gran aventura de la fe, la más espectacular liturgia de todos los tiempos. ¿Y por qué se hace la peregrinación? No se lo preguntemos al fervoroso “jacobita”. No sabrá decírnoslo. Es todo su cuerpo que vibra de infinito, que siente la impaciencia de los límites. O porque tiene que hacerse perdonar algún peca¬ do, o porque, sencillamente, quiere con¬ tarle al buen Dios su propia alegría, su gran esperanza. Siempre es la fe que lo lleva y lo sostiene en aquel duro cami¬ nar. La maravillosa historia de las pere¬ grinaciones jacobeas no se comprende sin la fe de aquel pueblo que levantó las ca¬ tedrales y se batió en las cruzadas. Vale la pena revivir en estas páginas, como estímulo y preparación de nuestro IV Itinerario de la Fe a Santiago del próximo verano, el “piadoso viaje” de los primeros peregrinos. Representémonos a uno de esos creyentes lanzados a la gran aventura. Poco importa conocer su nom¬ bre, si es Francisco de Asís o Van Eyck, el Conde de Aquitania o el «fellow» de Eton, si es oriundo de Lombardia, Ale¬ mania o Gran Bretaña. Existe todo un sistema de arterias que no cesa de re¬ mover a los pueblos e individuos. El camino de Santiago empieza en Francia —de ahí el nombre más conoci¬ do de “vía francígena” por la gran par¬ ticipación de los franceses en la ruta jacobea—. Arranca de cuatro puntos cla¬ ves: la ruta de París, que parte de la To¬ rre de Santiago —lugar de concentra¬ ción—•, llevará a nuestro peregrino a Tours, en donde confluye la ruta de Char¬ tres; la ruta de Borgoña, que comienza en Vézelay; la de Auvernia, que empieza en Clermont-Ferrara, la tierra que un día se estremecerá con el júbilo de la primera Cruzada; y la ruta del Mediodía, que pasa por la vieja ciudad de Arles y por Toulouse. Todos estos itinerarios marcados por la tradición se unifican en Puentelareina, y desde allí, engrosados y densos, llegan a Santiago por Estella, Lo¬ groño, Burgos, Astorga y Ponferrada. Nuestro peregrino ha hecho voto al Se¬ ñor de ir a Compostela, y nadie ni nada podrá detenerle. Nuestro hombre es de la estirpe del Zebedeo, impetuoso y valien¬ te. Tiene que partir. Ya sueña con el prodigioso cuerpo del Señor Santiago, ilu¬ minado de carbunclos y resplandores ce¬ lestiales. Acaba de confesarse y ya tiene en sus manos el documento que, al garan¬ tizar que parte en paz con Dios y con la Iglesia, le permitirá, a su regreso, ser “cofrade de Santiago”, título muy respe¬ table. Se ha proveído también de una carta de recomendación de Su señor obispo. Ninguna ley eclesiástica o civil le ha “forzado” a errar por los caminos, “en¬ cadenado o desnudo”, por haber cometi¬ do algún delito de sangre. No, nuestro peregrino es piadoso y quiere simplemen¬ te cumplir su voto hecho por Dios sabe 9 qué cosa. El no es uno de estos “cónche¬ los” o bohemios de buen vivir que quie¬ ren hacer turismo a costa de los santos caminantes. Es hombre de buena ley que sabe a dónde va, seguro de sus pa¬ sos. Pero, por si acaso, ha hecho testa¬ mento. Medida prudente... El clérigo Aymerico le ha dado, entre otros, estos consejos prácticos en la guía: “¡No te cargues demasiado! Al atravesar las landas, desconfía de las arenas en las que uno se hunde, y protégete de esas moscas que llaman tabanos. ¡Guárdate de la co¬ cina con aceite —que es un verdadero veneno—, y también de las fuentes, pues no todas son muy seguras! ¡Economiza tu dinero, pues el viaje puede durar mu¬ cho más tiempo del previsto, y no vaci¬ les en acostarte al raso para conservar tus fondos!”. Llega el día de la partida, que suele ser en los alrededores de Pascua. Por la mañana oye misa con los otros compañe¬ ros de viaje, depositando el bordón en el presbiterio para que el sacerdote se lo devuelva bendecido. Nuestro peregrino es salpicado después con agua bendita y confortado con unas oraciones rituales. A la caída de la tarde, el grupo de pere¬ grinos emprende gozosamente la marcha, animándose unos a otros: “¡Adelante, pe¬ regrino, siempre adelante!”. Van a pie. El caballo o borrico, entonces, es lujo de pocos. Nuestro peregrino es un verdade¬ ro caminante por Dios. No es fácil distinguirle entre la mu¬ chedumbre de penitentes. Todos se ase¬ mejan bajo el hábito tradicional. Nues¬ tro peregrino, como uno de tantos, lleva un gran sombrero de ala levantada que llenará de conchas, símbolo de las virtu¬ des del Apóstol, o de pequeñas imágenes compradas a lo largo del viaje. Viste tú¬ nica y sobre sus hombros baja la escla¬ vina de cuero. Terciada en bandolera lle¬ va una bolsa con los indispensables ali¬ mentos, y colgada a la cintura la escar¬ cela del dinero. Empuña el bordón, ter- • . ^ Jovsllaiios, 2 Y 4-Pelaires, 32 Teléieno 24130 PALMA DE MALLORCA « » 10 minado en un pomo, del que penden una o dos calabazas para el agua o el vino. Ei bordón será a la vez “defensa contra lobos y perros” y el fiel compañero con el que medirá las distancias. Con los peregrinos marchan también juglares y trovadores, y sus voces alter¬ nan con los cánticos mil veces repetidos a coro. Unicamente los penitentes públi¬ cos, reconocibles por su negra cogulla marcada con dos cruces rojas, caminan en silencio, meditando y llorando. ¿Qué profunda exigencia del alma ha puesto en esta situación a estos penitentes? ¿Es el dolor de sus miserias o la alegría de sa¬ berlas perdonadas? La expiación volun¬ taria sólo tiene sentido si se cree en la misericordia, si se sabe escuchar en lo más profundo de cada uno, como la mu¬ jer adúltera en el súbito silencio, las pa¬ labras sobrenaturales del perdón. Nos viene a la memoria la frase de Pascal: “Lo que nos importa saber es que somos miserables, corrompidos, apartados de Dios, pero rescatados por Jesucristo”. Las jornadas se suceden monótonas. Los peregrinos caminan con pasos cada vez más torpes. Pero la caravana sigue avanzando por el camino jalonado por recuerdos de fe o de gesta: catedrales, monumentos, tumbas, cruces y más cru¬ ces. Reponen sus fuerzas en los hospitales y mesones Artistas, guerreros y monjes adecentaron el camino del Señor Santia¬ go. En todos sitios hay santos que vene¬ rar, favores divinos que agradecer. Y así, semana tras semana, un mes y otro mes, hasta que al llegar al Monte del Gozo — el “Mont-Joy” de los franceses—, sobre la ciudad derramada de Santiago, un grito de alegría incontenible se esca¬ pa de los pechos de los penitentes que, tras un momento de oración, apresuran el paso al ritmo de “¡Ultreya!” hasta caer a los pies de las sagradas reliquias. Su sueño se ha realizado, su ansia está satisfecha. Después, nuestro peregrino acaricia con sus pies la tierra bendita, besa con sus ojos las piedras venerandas. La ciu¬ dad le abre sus brazos con la promesa del gran perdón. Da por bien pagados los sinsabores del largo peregrinar. Su cuer¬ po está\_ en carne viva por el roce de la estameña, llagado por las celliscas y por el sol implacable de los páramos. No im¬ porta. Aún se hace azotar la espalda con los golpes penitenciales del sacerdote en servicio. Y después se entrega al gozo y alegría de la ciudad en fiestas. En las amplias arcadas de las naves de la catebóveda, sahumará el ambiente de sándadral podrá encontrar dormitorio hospita¬ lario, mientras el “Botafumeiro” —el más grande incensario de la cristiandad—, lo e incienso. nuestraiS misiones PEQUENECES MISIONALES uando llega a nuestra^iianos una revista misional, instintiva¬ mente buscan nuestros ojos algo sensa¬ cional, espeluznantes historias de tigres y serpientes, o ataques de indios salvajes. Aunque a todo esto están expuestos los misioneros, me decía uno de ellos que no es precisamente esto lo que más les mo¬ lesta. Son las pequeñas cosas, las incomo¬ didades de cada día, las continuas inevi¬ tables molestias de su vida ordinaria, las que ponen a prueba su constancia y su espíritu de sacrificio. pulgas que no les dejaron pegar el ojo en toda la noche. No se olvidarán nunca aquellas noches pasadas en Brasil, con el cuarto lleno de murciélagos chillando, y volando sobre la cama, y —dispensen— rociándome toda la noche, con el consiguiente mal olor... Leed algunos fragmentos de cartas de nuestros incomparables misioneros. No hay que olvidar que el misionero es un verdadero caballero andante, que se pasa gran parte del año viajando a lomo de bestia, expuesto a las lluvias, al calor sofocante, o al frío de las punas. Ha de dormir donde se puede y como se puede. Ya leyeron seguramente nuestros lecto¬ res varios casos de noches muy diverti¬ das del Prelado de Huamachuco, una en la orilla de un río, por no haberlo podido atravesar a causa de la subida de las aguas, y sin un pedazo de pan para sa¬ ciar el hambre... Y otra en compañía del P. Oliver en una casita, echado en el suelo, en la misma habitación sucia en que dormía toda la familia, y llena de Noches del misionero en Paraguay Escribe el P. Carlos Stradaioli: “Dormir en el suelo y a cielo raso es la cosa más cómoda y normal. Descansar en la hamaca es demasiado incómodo, al me¬ nos para quien no está acostumbrado. Dormir en cama es bastante más incómo¬ do... Te presentan un lecho de madera, con tela hecha de trinchas de piel de va¬ ca, y te advierten con toda sencillez: Ha¬ brá algún chinche... Vas a mirar, ¡pero si está todo lleno! Y si miras el techo de la pobre cabaña... ves circular una espe- n Arañas venenosas de Brasil 0c0SV!!?BmS^ (FRENTE A LA DIPUTACION) -PALMA cié de chinches del tamaño de un grillo, capaces de chuparte cada uno unas gotas de sangre... ¿Se puede dormir tranquilo? Añade a esto los mosquitos, “polvorín”, y otras especies de insectos picantes. Hay una clase de mosquitos gigantes que lla¬ man mosquitos-caballos (ñatiú cabayú), y que pican a través de la camisa, pantalo¬ nes, sábanas, etc. No hay santo que los detenga. Y claro, al regresar a casa, siem¬ pre se presenta uno lleno de manchas y rascaduras...” Presentamos en el grabado un “bellísi¬ mo” ejemplar de las arañas, numerosísi¬ mas, de Mato Groso y otras Misiones de Brasil. Son peligrosísimas. Entre sacos de mercancías brasileñas viajó hasta Roma una de estas arañas, que picó a un obre¬ ro causándole la muerte acompañada de grandes dolores. Un misionero francés me contó en Guajará-Mirim, que más de una vez había hallado escondido en los zapa¬ tos alguno de estos terribles arácnidos. El grabado presenta uno de estos bichos, en su tamaño natural. Lo traje de Brasil. Ratones en Perú y en India En el precedente número dimos la cró¬ nica del viaje de dos Religiosas francis¬ canas a Bolívar, donde por las noches re¬ cibían numerosísimas visitas de las “her¬ manas ratas”, que hasta se subían a la cama. Leamos otra página de un misione¬ ro de India. “Ratas y ratones de campo están volan¬ do a nuestra casa, empujados por la llu¬ via que ha inundado sus habitaciones campestres. Buscando comida y refugio, van corriendo por entre estanterías, latas y botellas de medicinales, haciendo un ruido terrible. ¡Y si se limitaran a comer arroz y sal! Pero nos comen hasta la pas¬ ta dentífrica. Tengo una ratonera que puede albergar cómodamente una rata de seis pulgadas (excluyendo la cola, está claro). Ultimamente las ratas están cre¬ ciendo que es un placer. De hecho el otro día una rata enorme, de cuello grueso ti¬ po toro, se llevó, trampa y todo! Los chi¬ cos fueron detrás de ella y la mataron; longitud, 8 pulgadas; mayor que la tram¬ pa, como veis”. ¿Y la comida? ¡Cierra los ojos y engulle...! También en cuanto al comer, hay que resignarse a tragar lo que se presenta. 12 Es el mismo Padre Carlos que dice: “Cuando se va de viaje y nos dan de comer, es necesario mortificar la gula. El agua es con frecuencia del color de café con leche, y la comida se echaría quien sabe dónde. Pero nos están siempre con la vista encima, y hay que deglutir...” Otras veces el asco natural, causado por repugnantes escenas de miseria y sucie¬ dad, impide al misionero acercarse algo a la boca. El mismo Padre escribe: “Cada día visito a los enfermos. A ve¬ ces, al regresar, me es imposible comer. Sin ningún médico, abandonados como perros, sin parientes, en medio de la ma¬ yor suciedad, ya llenos de gusanos, y con un hedor terrible... No quiero continuar, no sea que también vosotros tengáis que quedar sin poder comer. Y me pregunto: ¿Será posible conseguir mejorar algo?”. P. Bartolomé Nicolau T.O.R. Comisario G. de Misiones Passió de Nostre Senyor Jesucrist segons Ramon Llull ííesucrist Senyor: Vós qui valeu més ü que tot quant és creat, fóreu venut per pocs diners. Us ador, car tan fort us humiliàreu i senyal donàreu que pecador, amb penediment i plor, vostre gran amar pot comprar i d’ell benedicció i gràcia es¬ perar. Senyor Jesucrist: Vós menjàreu amb vos¬ tres deixebles en la cena, on significàreu pau, caritat, amistat, participació í com¬ panyia d’amic i amat; menjar d’amor quan establireu lo general sacrifici, ço és, lo sa¬ grament de l’Altar; quan diguéreu que el pa que donàreu als deixebles era lo cos vostre i el vi que els donàreu era la vostra sang. Senyor: en aquell vostre menjar i beure us ador, llou i beneesc, i en tots los sacrificis per aquell menjar i beure establits; i sia de vostra mercè que, al dia de la mort, lo sant sagrament de l’Altar rebi, per tal que per ell sia mundat de tot mortal pecat. Jesucrist Senyor: Vós, Déu fet home, llavàreu i besàreu los peus als apòstols, a do¬ nar exemple de gran amor, humilitat i pmu; per què us ador, us llou i us reclam, i a Vós faç reverència i honor. Senyor: per vos¬ tre exemple sia informat ésser humil a tot vostre servidor i que Vam per vostra amor. Senyor: Vós fóreu besat falsament, traït i pres, pres qui pren tot quant és en vostra presó. Us ador i així ho faç en tot quant Vós preneu; i. Senyor, puix que preneu i fóreu pres, prengui jo vostra amor, per la qual tot mon amar sia pres i comprès. Jesucrist: la vostra cara santa, qui és centre i repòs dels sants de paradís qui en ella han glòria, fou ensutzada de pudenta escopina per boques pudents i mlntents, fal¬ ses, dels jueus. Per la humilitat d’aquella cara tan resplendent, tan gloriosa, tan bella, us ador, i per sa amor vull ésser tots temps vostre servidor, i volria que la mia cara ne fos sovint en plor. Jesucrist Senyor: Vós fóreu per sant Pere desemparat i negat: negat fóreu per home que Vós molt amàveu, car vicari gene¬ ral l’establireu. 1 car Vós, Senyor, per son penedir i plorar el volguéreu perdonar, ador vostre perdó, i el llou i beneesc i amb es¬ perança n’esper perdó. Vós, Senyor, fóreu despullat ahontadament de vostres vestiments, vestiments qui cobrien cos sant i gloriós i major en poder i virtut que el cel i que tots los cossos que en si conté. Ah, Senyor! D’aquells vesti¬ ments tan alts i tan nobles, ara p>ogués tenir un filet, i que el besàs, i sobre mon cap el posàs, i per la vostra amor lo adoràs, lo lloàs i el beneís! Senyor: per Vós escarnir i turmentar fo¬ ren vostres braços lligats al pilar; bra¬ ços tan forts, que tot lo món han pogut crear: braços que es porien deslligar i el pilar enderrocar i tots los jueus destruir i occiure. Mes Vós, Senyor, ho volguéreu, so¬ frir per nos salvar i el nostre amar al vostre lligar. Per què us vull adorar, lloar' i re¬ clamar i tot mi a les forces dels vostres bra¬ ços humiliar. Vós, Senyor, qui sou jutge general, jutge vertader, us deixàreu jutjar a mort per los jueus trdidors qui falsament us jutjaren. Per què us vull adorar i per justícia lloar, honrar i servir. Senyor: Vós fóreu clueat i per los vils jueus moltes vegades ferit i tocat. La vos¬ tra paciència ador, i a ella deman pacièn¬ cia amb què pusca sofrir escarns i treballs per vostra amor, i a ira fugir. Jesucrist Senyor: amb corretjades nuades volguéreu sostenir que Creador fos açotat i ferit moltes vegades, i tan fortment, que tot lo cuir de vostra esquena i dels costats, del pits i dels braços i de les cames us havien nafrats i en ells fetes fontanes d’on ixen amoretes i vermelles floretes, les quals ador, i per llur amor fels. Senyor, mos ulls de llàgrimes fontanes. Vós, Senyor, fóreu coronat d’espines per escarnir i per pena sofrir; espines punyents 14 qui per lo cap us entraven, sang de vida de vostre cap eixia, sang que ador i qui de fonts d’amor eixia per salvar pecadors. Jesucrist Senyor: a Vós feren portar la creu, on fóreu crucificat i mort, la qual us feren portar per vostre cos treballar i per Vós escarnir. Aquella vostra vera creu ador, qui és general exemplar de totes les creus qui representen vostra figura amb gran passió i dolor, i a ella faç reverència i ho¬ nor. Senyor: Vós fóreu clavellat amb tres claus molt forts, i en la terra regirat per ço que sobre Vós fos la creu i en ella los claus reblegats per ço que en fósseu més escarnit i turmentat. Per què us ador, en la vostra greu passió sent en mon cor greu dolor, com bé consir la greu passió i les grans hontes que volguéreu sostenir peri nostra salvació. Quan dreçaren la creu, vostre cos gloriós penjà nuu davant tot per ço que fos escar¬ nit, i car pesava, les juntes i los nirvis dels braços se desnuaven i tan fort us tiraven, que les nafres de les mans i dels peus en sang esclataven, i el cos i la creu i el pa¬ viment regaven. La passió que sostenien, ¿qui la poria dir? Mes a la vostra amor, per nostra amor, eren les vostres penes amoretes, roses i violetes; les quals ador, i faç mal si no desig morir per vostra amor. Jesucrist Senyor: Vós fóreu crucificat en¬ tre dos lladres per ésser avilat i escarnit: l’un d’ells us deshonrà en quant en Vós no hagué esperança; l’altre us honrà en quant paradís us demanà. Vós, Senyor, ador qui sou donador de paradís i quí haveu membrança d’aquells qui en Vós han esperan¬ ça. Vós, Senyor, comanàreu vostra mare a sant Joan. L’esguardament que ella us feia, us significava la gran dolor que per vostra passió sofria, i la gran perm que Vós n’ha¬ víeu, ¿qui la poria dir? Aquella tan gran dolor ador, llou i beneesc, car fou dolor so¬ bre tota altra dolor per ço car fou de les més altes i nobles creatures qui es poden haver amor. Senyor: Vós cridàreu al punt de la mort. Lo sant vostre esperit creat, amb Vós Déu Fill ajustat, a Déu Pare per Vós comarmt, eixia del vostre cos qui romangué mort quan ne fou eixit, i l’humanal llinatge qui era mort, viu fou esdevengut. Aquella vostra gloriosa mort qui destruí tan gran mort i donà tan gran vida, ador, i per la sua amor vull amar, sospirar i plorar, i per ella ser¬ vir, treballs i mort sofrir desig. Senyor: Vós fóreu nafrat amb llança, al costat, qui el vostre cor partí, on amors de Déu i d’home estaven. Aigua i sang n’eixí: aigua per l’humanal llinatge mundar; sang, per los sants enamorar: sang i aigua que ador, i a Longuí reteren claredat. La rmfra del costat ador, car és font i portal on ix amor qui gita pecadors de tenebres de foc infernal i els met en claredat, en glòria ce¬ lestial. Senyor: lo vostre cos donà Pilat a Joseph ab Arimathia, qui el devallà de la creu i en un nou monument lo soterrà. Cos donat, qui reté a Déu i donà l’humà llinatge qui era perdut per pecat, beneesc, llou i ador, i a ell me do per servidor, car d’ell fou lo major do qui pot ésser dat i per qui major bé pot ésser restaurat. Jesucrist Senyor: Vós fóreu abeurat de fel i de vinagre per ésser escarnit i turmentat. La set que Vós havíeu ador, i les paraules que diguéreu i totes les penes que sofríreu: penes qui venien d’amor, més nobles que robí, maragda, estopad i safir. * Extret de Libre de Home, terça part (pàgs. 132-138), amb lleugera desarcaïtzació, sobre tot de les formes verbalsi i d’al¬ guns pronoms, i amb regularització de l’or¬ tografia. 15 DE NUESTRA PARROQUIA DE SAN JUAN DE MATA EXCURSIÓN AL SANTUARIO OE NURIA n I / la sombra del Templo parroquial de San Juan de Mata, Barcelona, y bajo la cus¬ todia de los Rdos. Padres de la Tercera Orden Regular, florece el CENTRO FRANCISCANO, hogar de la Juventud Seráfica y de cuantas personas sienten cariño al Pobrecillo de Asís. Sus principales actividades son la formación y educación de los jóvenes mediante actos reRgiosos, culturales y deportivos, habiendo logra¬ do hacerse con su buena cátedra de declama¬ ción, su equipo de balón-cesto (l.'* División) y su nutrido grupo de excursionistas. Hace unos días, ese benemérito Centro Fran¬ ciscano nos llevó al Santuario de Nuestra Se¬ ñora de Nuria, en el Pirineo Catalán, valle apacible, remanso de paz y frondosidad entre montañas. Y ahí van unas notas de lo que vieron mis ojos y sintió mi corazón, que de¬ dico a los Jóvenes Seráficos de Mallorca. Mientras duerme Barcelona Salimos a las cuatro de la mañana en auto¬ car. Al poco tiempo, dejada la urbe, penetra¬ mos en el campo. Los faros del coche taladran la oscuridad e iluminan los troncos de los árboles, pintados de blanco, que forman al borde de la carretera, como centinelas del pai¬ saje. Los cuchillos del frío que penetran por las rendijas del auto, hieren nuestras caras y pronto los cristales se cubren de escarcha. Pero puedo ver perfectamente el panorama, ya que ocupo uno de los primeros asientos, al lado del conductor. Me causa pena la fiebre que hay modernamente de talar los árboles de las ca¬ rreteras y los veo por centenares ya abatidos, quien dice para facilitar más la velocidad de los automóviles, quien para dar más anchura a las autopistas. ¡ Lamentable recurso! No pue¬ do menos de recordar al monje poeta que de ello así escribe: «Nadie llora su muerte»... Y aquella otra frase «Algunos árboles no mue¬ ren nunca, como el olivo, que brota otra vez de sus raíces»: «Vull morir com Volivera, Encerclada de rebroll»... Por la plana de Vich El coche ha recorrido ya muchos kilóme¬ tros. La aurora envía sus luces por el paisaje. Una bandada de pájaros levanta el vuelo. Pueblecitos a diestra y a siniestra... ¡ Ripoll!, pri¬ mera estación, parada y fonda. Senceua alíieeai CREACIONESDEPARÍS ARTICULOS CHRISTIAN DIOR: GUANTES Y MEDIAS, BORDADOS DE TODAS CLASES, LENCERIA FINA, REGALOS DISTINGUIDOS 'sÁ^co-¿ái, Zy-Zp - ^e/é^ono- '/Z'/yS - c¿e 16 Nos conviene a todos un café; y lo toma¬ mos en el Bar Monasterio. Contemplo en el magnífico salón unas grandes fotografías mu¬ rales reproduciendo el famoso Monasterio, con su puerta artística y su Claustro, y un no me¬ nos famoso artilugio: un Martillo Pilón, que fue, en su época, de las Fargas Catalanas, en Campdevànol, movido por una rueda hidráuli¬ ca de paletas. No es hora propicia para visitar la ciudad. Se reanuda la marcha. Apenas Salidos, la carretera sube serpenteando, agarrándose a las laderas de los montes, cual si tuviera miedo a despeñarse. Un indicador nos habla del peli¬ gro de «desprendimiento de rocas»; y un ró¬ tulo nos advierte: «Carretera helada». «Peligro de deslizamiento». Y marchando con precaucio¬ nes llegamos, cuando sale el sol, a... Ribas de Fresser Son las ocho. Hay que dejar el autocar. Rei¬ na un frío intenso. El termómetro nos lo ase¬ gura, marcando el bajo cero. Ribas, a 900 m. de altitud, en la carretera de Puigcerdà, ahnea las casas entre ríos y calzadas. Compuesta de ángulos y reeodos, se quiebra una calle comer¬ cial. Por aquí y por allá verdean los jardines y los huertos. Algún árbol murmura suave¬ mente, mecido por el viento. Vacas en los pas¬ tizales mugen al vernos y levantan sus ojos me¬ lancólicos. Una yegua, con su potranca, come unos blancos terrones de azúcar en mi mano. Lo vemos: por aquí lo más remunerador es la ganadería. El P. Grau, franciscano, que actúa de jefe de grupo, nos da la orden: hay que tomar puestos en el cremallera, y prepararse para una impresionante ascensión. Y obedecemos. Arranca el tren. Subimos pronunciada pen¬ diente que pronto nos coloca sobre una cordi¬ llera cubierta de nieve. Pocos viajes por ferro¬ carril son tan espectaculares como éste; puede decirse que es un combinado de luz y de som- hras, de aspereza y de suavidad, de temor y de gozo intensos. Desde la ventanilla, por en¬ tre pinos, abetos y matorrales, vemos eomo se precipitan hacia los valles arroyos de aguas glaciales, contamos los numerosos bancales que se suceden en las laderas de los montes en forma de gradas. Pasamos por Caralp, con sus techos pizarrosos, y es aquí donde termina toda carretera. Pero el tren va subiendo, subiendo por entre escarpaduras y túneles. De las rocas penden, como colas de caballo o tubos de órganos fan¬ tásticos, los carámbanos del hielo, que al ser atravesados por los rayos del sol despiden irisa¬ ciones multicolores. Y en medio de tantas cosas sorprendentes, cuando se ha logrado la altura de 2.312 m., cruzando el último túnel aparece un lago de aguas transparentes. Junto al mis¬ mo encontramos la estación terminal; a la lle¬ gada de cada tren suenan, a través de los al¬ tavoces, las notas de una sardana. El Santuario de Nuria Agradable sorpresa. Todo el paisaje está ne¬ vado, pero no se sienten los rigores del frío. Sabmos de la estación del ferrocarril por un puente de madera cubierto de tejadillo, estilo tirolés, que conduce a la hospedería y a la iglesia. Y henos aquí, a media mañana, pos¬ trados ante la imagen de Ntra. Sra. de Nuria, bella talla del siglo XI. Saludo a la Virgen; le hago ofrenda del manojo de rosas de que era portador y seguidamente empieza la Santa Mi¬ sa, que oímos con devoción, después de la cual cumplimos como buenos romeros, acercándo¬ nos al grupo de la olla, la cruz y la campana. Como recuerdos de la caridad y piedad que ejerciera San Gil siglos atrás, con los pastores y labradores de aquellas soledades, aparecen colocadas bajo el presbítero y en la parte del Evangelio, una olla de cobre, una campana de bronce y una cruz de hierro. Dice la tradición que quien mete la cabeza en la olla y toea a un tiempo la campana, si pide con devoción tres gracias a la Virgen, suele alcanzarlas... Yo no pedí más que una: que cuando llegue mi vejez (que, aunque llegada, no la siento) man¬ tenga mis facultades mentales con toda su vi¬ talidad. Todos los achaques físicos tienen para mí poca importancia. Pedí también por mis queridos hermanos y demás familia. Antes de tomar la refección visitamos la iglesia románica de San Gil, que se ha restau¬ rado, conservando en su interior la diminuta ermita del Santo, que nos recuerda la pequeña Porciúncula bajo las grandes bóvedas de Santa María de los Angeles, de Asís. 17 'UluJi.l Pi^BRlCAClÓM PROPIA - MVBR1.R8 TAPICRRtA - OKCORAOIÓIV Plaza San Antonio, 25-27 PALMA DE MALLORCA Vista panorámica Magnífico es el panorama que desde la plaza de la hospedería se divisa. Como fondo, el gigante Puigmal, que se pro¬ longa por la inmensa sierra del Cadí, Costa Bona, Les Alberes, que en el Rosellón llaman el Canigó, llegando suS estribaciones hasta la bahía de Rosas. A la derecha una cordillera blanquí¬ sima, cuyas nieves al derretirse, dan lugar, por Ribas, a tres ríos montañeros: el Rigat, corretón desde San Cristóbal de Tossas, el Sagadell, que nace en la Collada Verde, y el «Fresser», que viene de más arriba de Nuria, marchando los tres por la hondonada del valle hasta Ripoll, donde vierten su caudal en el Ter, bajo los puen¬ tes de la villa. Estoy contemplando unos momentos los árbo¬ les cercanos, de aire navideño, por entre cuyas ramas, filtrándose el sol, pinta abstractos de luz sobre la nieve. Voy recorriendo después algunas de las muchas fuentes: Font Alba, Font Negra, la del Dr. Tarrés y la de San Gil, «agua de nieve del Puigmal, aromada por la resina del bosque». Aquí, grabada en la roca, léese la siguiente inscripción: «La cançó de l’aigua i la seva trasparencia pura, us ayudi a lloar al Creador». -M- MOTOCICLETA M. V. CAMPEONA DEL MUNDO ^ akora EL NUEVO MODELO 235 cc. 4 TIEMPOS Distribuidor exclusivo en Baleares; üsn BCRHiioii hph Honderos, 45 - Tel. provisional 15466 PALMA DE MALLORCA 18 Regreso Declina la tarde. El sol envía los últimos rayos desde un cielo sin nubes. Hay que aban¬ donar este mundo de poesía, para penetrar de nuevo en el mundo de la prosa diaria. El tren inicia su marcha. Desciende lenta¬ mente por la pendiente; cruza el viaducto so¬ bre un barranco en el que crecen altísimos abetos. Seguimos bajando. Queralp. Casitas de recreo y de ganaderos. Vacas aquí y allá... Y, después de tres cuartos de hora, la villa de Fresser con el transbordo del tren al autocar que nos ha de llevar a Barcelona. Son las 7’30. En el verde oscuro de la no¬ che se adivinan bastas masías y largas hileras de árboles que dividen los predios y delatan el curso de los ríos. Breve parada en Vích. Y luego nos sumamos a una larga caravana auto¬ movilística que, entre el guiñar continuo de sus faros delanteros y rojos pilotos, hace lo po¬ sible para llegar a Barcelona. Ahora entendemos lo del Poeta: «Dolça Catalunya, patria del meu cor... quan de tu s’allunya, d’enyorança es mor». José CARRASCO, T. F. ECOS DEL SANATORIO ESCUELA MATER MISERICORDIAE Las niñas en plena labor, bajo la atenta mirada de la Asis¬ tenta Social. Dos estupendos obsequios La marcha del Sanatorio es cada día más e.speranzadora. De una forma acelerada van cubriéndose todas las etapas de esta nueva obra. Hoy debemos reseñar con alboroada alegría algunos hechos significa¬ tivos. Mallorca entera va comprendiendo la importancia de esta obra social que redunda en bien de todos. Ahora, el Sanatorio ya cuenta con un precioso Televisor “IBERIA”, regalado gentilmente por Don Francisco Escane¬ llas Sabater, propietario de los pretigio- S03 establecimientos “ESCANELLAS RADIO-TELEVISION”. El generoso do¬ rante ha intalado el modernísimo recep¬ tor en el amplio gimnasio del pabellón para niñas paralíticas. Con ello, todas las enfermas podrán disfrutar, desde sus camitas, de los programas de su agrado. El acto de entrega revistió un singular explendor. Todas las colegialas, ataviadas con típicos atuendos, agradecieron con sentidos y calurosos aplausos ese gesto realmente caritativo que tanto honra al Sr. Escanellas y a la estupenda marca que él regenta. Atendiendo a una peticón formulada por el diario vespertino “Ultima Hora”, el conocido deportista y prestigioso indus¬ trial, Don Juan ALBONS se ha dignado regalar al Sanatorio una presiosa lavado¬ ra “BALAY”, de la que él es representan¬ te en Mallorca. Cabe destacar la bondad del Sr. ALBONS quien, con palabras efectuosas, se ha brindado incondicionalmen¬ te a ayudar al Sanatorio-Escuela. Con es¬ te señalado obsequio hará más fácil la pesada labor de esos ángeles de paz, que son las buenas Hermanas Franciscanas. Obsequios como los de los Sres. Escanellas y Albons, harán posible el milagro, de la marcha de esta obra estupenda. Pulsando la marcha del Sanatorio En realidad todo aquel que contempla la callada labor de las buenas monjitas franciscanas, se da cuenta de que todo cuanto se haga para ellas es poco, compa¬ rándolo con su total entrega al servicio de las pequeñas enfermas. Cada día pode¬ mos ver como más de sesenta niñas son CORIZA {reifrindo nasal). ESTADOS DE AGOTAMIENTO, DOLOR DE CABEZA Y DE PRECIO Plat. I LABORATORIO "MIRÓ' ' Colón, IB-PALMA DE MALLORCA 19 delicada solicitud. Todos cuantos vivimos de cerca la marcha del Sanatorio, obser¬ vamos como intentan pasar desapercibi¬ das, resistiéndose salir en letra impresa, como sí lo que están haciendo no revis¬ tiera importancia alguna, ^ Uno de estos pasados días, algunas ni¬ ñas nos mostraban con gran alegría unas bonitas cestítas de mimbre, hechas por ellas mismas, bajo la dirección de una asistenta social. Pudimos, además, admi¬ rar esterítas multicolores, delicados som¬ breros y otras cuidadas labores que rea¬ lizan con cierta perfección. El aprendiza¬ je de estas labores servirá para labrar un porvenir más despejado y esperanzador para tantas niñas necesitadas. Poco a po¬ co irán instalándose talleres adecuados y otras cosas necesarias para la perfecta formación de las pequeñas. Pero para realizar todo esto, falta todavía mucho dinero. Las necesidades que reporta una obra tan colosal son realmente fabulosas. Los aparatos quirúrgicos de urgencia, la perfecta instalación de las salas de opera¬ ciones, la alimentación y el cuidado dia¬ rios de las niñas, requieren dinero, mu¬ cho dinero, para hacer posible el sueño de la^ total conclusión de toda la obra. Muchísimas niñas esperan el turno para poder ingresar. Sólo de nosotros dependa que todas estas niñas, esparcidas por to¬ do el Archipiélago Balear, puedan ser atendidas debidamente. Contratista de Obras Santiago Rusiñol, 4 Tel. 11342 PALMA DE MALLORCA Podríamos contar muchas cosas del Sa¬ natorio. Pero recomendamos a todos los mallor(|uínes^ que lo visíten detenidamen¬ te. Alia serán atendidas cuidadosamente y podrán darse cuenta de la gran impor¬ tancia que tiene esta obra social, sin pre¬ cedentes en nuestra isla. Todos cuantos visitan el centro quedan francamente im¬ presionados por la grandiosidad y el acierto de realización de este SanatorioEscuela, que viene a llenar un enorme va¬ ció en nuestras islas. P. GREGORIO 10 pÀgfinai del terciario Congreso Internacional de la T. 0> F. en Santiago de Compostela Lema: «Una Tercera Orden Franciscana Posconciliar» Por acuerdo de las altas Jerarquías de la T. O. F., y obtenido el beneplácito de los Su¬ periores Mayores de las cuatro Familias Fran¬ ciscanas, va a celebrarse, durante los días 5, 6, 7 y 8 del próximo agosto, el Congreso a que se refieren los titulares de este artículo. Ya se ha preparado un interesante progra¬ ma. Queda sujeto, naturalmente, a las varia¬ ciones que puedan convenir más adelante; pero ya podemos asegurar a nuestros terciarios y demás lectores que se han buscado unos te¬ mas de estudio encaminados a destacar en la T. O. F. su «carácter seglar», dentro de la vida de consagración y de testimonio evangélico en el mundo, como afirma el editorial del «Bole¬ tín Nacional de la T. O. F. en España» (Cfr. número trimestre l.° de este año). T. O. F. en la Sagrada Liturgia, ponderando lo que puede serle peculiar y característico, tanto en la asistencia al Sacrificio Eucarístico como en el Oficio Divino y en su asamblea men¬ sual». «Lo apostólico, con las diversas modalidades y exigencias actuales —seguimos copiando lite¬ ralmente del citado editorial—, ocupará tam¬ bién la atención del Congreso, esforzándose por aclarar y concretar el papel actual de la T. 0. F. en este campo». Con la base sólida, pues, del espíritu que reflejan las precedentes líneas, se ha elaborado el programa a seguir. Ofrecemos, si bien es¬ quemáticamente, el temario escogido para las diversas sesiones de estudio: «El Concilio Vaticano II ha puesto oficial¬ mente de relieve el lugar de los seglares en la Iglesia del Señor y les ha trazado un progiama cuajado de aspiraciones y de exigencias que reclaman una atención especial de los cuadros dirgientes de esas asociaciones». «De acuerdo con las decisiones conciliares, centraremos la naturaleza comunitaria de la Día 1°: «LA T. 0. F., ORDEN SEGLAR» (Bautismo, profesión, testimonio, consagración del mundor incondicionalidad). Día 2.“: «LA LITURGIA DE LA T. 0. F.» (Oficio divino, ceremonial, funciónj reglamen¬ taria, Paraliturgias V Día .9.“; «LA ACCION DE LA T. O. F.» rrftpfgtanltihl onir AUDITIVOS INVISIBLES DE TODAS A/IARBAS PASAJE MAniEU , 38 • /’a//ws ·teil.16034*22951 21 (Acción y apostolado, apostolado individual del terciario, apostolado de la T. 0. F., coordina ción). Día 4°: «DIA DE EXALTACION PUBLI¬ CA DE LA T. 0. F. Y DE HOMENAJE DE ESTA AL APOSTOL SANTIAGO» (Misa so¬ lemne en la Catedral,, oferta al Santo Apóstol, intervención de los representantes extranjeros, proclamación de las Conclusiones del Congreso, etc., etc.). del Congreso, el Discretorio Nacional acordó que todas las Hermandades de la T.O.F. hagan una colecta extraordinaria y que se remita a Madrid lo recaudado. El giro postal impóngase así: Discretorio Nacional de la T.O.F. - Calle San Bernabé, 13. - Madrid (5). El órgano oficial de nuestra Tercéra Orden en España, después de anunciar el proyecto y los motivos de este Congreso Internacional, de¬ cía textualmente: Es de advertir que el discretorio Nacional Interobedencial designará cuatro PP. Comisa¬ rios y otros tantos seglares para que sean los moderadores de cada uno de los días del Con¬ greso. Tendrán lugar dos reuniones particulares: una, de los PP. Comisarios y Directores; otra, de los mismos con los miembros de los Discre- torios que asistan al Congreso. «No dudamos que los PP. Comisarios, los Directores y los diveross Discretorios aceptarán con cariño y entusiasmo estas iniciativas y las secundarán activamente en el campo que les co¬ rresponda». Idéntica confianza abriga el P. Comisario que suscribe; especialmente en lo que se refiere a los Rdos. Directores y venerables Discretorios de nuestras Hermandades de Baleares. Con el fin de sufragar los cuantiosos gastos Fr. Jaime Tugoi-es Mestre, T.O.R. AMB VOSTRE AUGUST... Amh vostre august eixamplement de braços —amor caçant amor. vesc sangonós, a contrallum dels esqueixats domassos del trist ponent, envermellit com Vós— fa temps que nFesperan; però els meus passos, insolentment rebels, esquivadors de vostre reclamar i de vostres llaços, m han duit a caure dins uns ginys pitjors. I som ara la mala salvatgina que vol escapolir-se de la mort! Pacientíssim Crist: desenclavan per una estona vostra mà divina; preneu-me amb ella i subjectau-me fort a vostra creu, amb vostre mateix clau! P. Miquel Colom, T. 0. R. 22 Pasemos ahora a ver los nombres de monedas que se encuentran en los escritos catalanes de Llull. Para seguir un orden, adoptaremos el al¬ fabético que es el más apropiado al carácter de nuestros trabajos que, ya se ha dicho antes, son principalmente lexicográficos. Para el va¬ lor de las monedas nos servimos casi siempre de las noticias del DCVB. BESANT: podía ser de oro o de plata; el de oro valía unas diez pesetas y el de plata, una cuarta parte. El nombre le viene de Bisancio (Constantinopla), cuyos emperadores empezaron a batir esa moneda. «¿Per que 1 orne pobre ha major mèrit si fa almoyna de un diner, que 1 orne ric qui fa almoyna de un besant?» (Ar¬ bre de Sciencia III, pág. 20). «.I. mercader ha¬ via mil besants, e hac desig que.n pogués haver altres. M.» (L. de Meravelles I, pág. 39). «Consira 1 orne avar que més li valia menjar les .1. cebes que pendre los .C. açots ni prestar los .M. besants». (Arbre de Sciencia II, pág. 445). DINER (DENER): el nombre es el latín denarium y en cuanto al valor se ha de consi¬ derar que tiene el de los romanos cuando Llull se refiere al precio en que fue vendido Jesús: «A significança dels trenta diners per preu dels quals fo venut e comprat nostre Senyor Jesu Christ fill de nostra Dona» (Sancta Maria, pág. 4). El diner que se empleaba en tiempos de Llull podia ser de oro, de plata y de cobre. El de cobre valia, más o menos, un céntimo de pe¬ seta. «Més de grat avets al home pobre con do¬ na un diner per amor de vos, que no avets al Rey, si per amor de vos dona mil diners» (Con¬ templació I, pág. 258). «Als juglars, Sènyer, veem que son donats... diners d aur o d argent e d altres rics dons» (Contemplació III, pág. 102). «Son doncs los elements simples en los elements composts... en axí com en lo diner en qui romanen 1 argent e 1 coure» (Arbre de Sciencia I, pág. 33). «Del diner del aur poria hom fer tantes pesses que venríen eguals cascuna ab los diners del coure» (Contemplació VI, pág. 156). Nótese que la palabra pesses del pre¬ cedente texto podría haber figurado en la pri¬ mera parte de este trabajo, donde se habla de la terminología general de la numismática lu- liana. AC o N e: D A. s II El diner podía falsificarse empleándose meta¬ les más viles que los que aquél aparentaba, co¬ mo el lautó por el oro, el plom por la plata. Lo demuestra el siguiente texto, ya citado anterior¬ mente: «.I. hom atroba .II. diners: la .1. era de lautó e 1 altre era d argent. Aquell hom se cuydà que lo diner d argent fos de plom, e que lo diner de lautó fos de aur; e amà més lo diner de lautó que ceyll del argent» (L. de Mera¬ velles IV, pág. 68). Tenemos recogidas las siguientes variantes de diner: dener, diñé, dinés (con pérdida de la r): «Lo clau es major bé a cell qui 1 compra que el diner e 1 dener a cell qui 1 clau ven» (Proverbis, pág. 287). «No aucíes ab deners los pobres» (Ib., pág. 237). «No vulles aquell rey lausar — que per cZiné’s leix ajustar» (Ib., paág. (380). «Molt m asaut de conseyllador — qui conseyl mays per amor, — que per dinés ni per honor» (Rims I, pág. 120). Nos encontramos también con el colectivo dinerada, gemelo del provenzal denairada (mer¬ cancía), que significa porción de mercancía del valor de un diner: «Nos veem que Is ten¬ ders venen en lurs obradors diverses coses, e veem que fan pugesades... e dinerades» (Con¬ templació III, pág. 127). DOBLA: aunque podía ser también moneda de plata, Llull cita la de oro. Se desconoce el valor exacto de la misma. Seguramente varia¬ ría según las regiones y el tiempo. «Denant lo rey mes aquell hom. I"*, de aquelles bústies en la caulera hon fonia moltes dobles que el rey li havia donades, per tal que les multiplicas. L’aur qui era en la bústie pessave. M. dobles, e el rey n’avia meses .II.M. en la caldera; e a la fi pesà la missa del aur .III.M. dobles» (L. de Meravelles II, pág. 82). En Doctrina Pueril (pág. 155, nota) figura también la palabra dobles como variante de sous. En el sistema mo¬ netario mallorquín y catalán habla toda una familia de nombres relacionados con doble y dobla: dobleta, doblenc, dobler, etc. El último se ha alterado en dobbé (en Palma se pronun¬ cia la o abierta en esa palabra), forma que to¬ davía se usa. (CONTINUARA) P. Miguel COLOM, T. O. R. IGNIS Oi9tribuidt>r excJusivoi El campeón de los FRI00Riri€0§l fina maravilla italiana, ahora en EJspaña ULJT General Ricardo Ortega^ 11 Teléfono 26238 PALMA DE MALLORCA 23 GRANDES ALMACENES .0 0 Pañería - Lencería-Tapicería-Modistería • Sas¬ trería - Pañería - Camisería - Géneros de putvto S. Uj|. Novedades B d da o r -Artículos de oVsiaj-e Perfumería P. Cert, 5 al 12 y Gtneral Godad, 6 y 8. 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En Miquel Gaya, el poeta de «Ruta deis cims», un deis pocs que continuen fidels, «amb tossuderia», com escriu En Llompart, als cànons tradicionals de r«Escola mallorquina», Vescola «de la forma pulcra i elegant, justa i estilada, plena de gràcia i de claror» (paraules de Joan Arús, citades per Gayà), s’ha ocu¬ pat darrerament, amb dedicació amorosa, de treure a llum, en dues obres, part dels epistolaris de les figures més represen¬ tatives de dita «Escola»; Costa i Llobera i Joan Alcover. Aquí feim la recensió de la segona d'aquelles obres, la referent a Joan Al¬ cover. L’hem llegida amb delectació i, en quant a les cartes, estam plenament d’acord amb Octavi Saltor quan escriu (en el Pròleg): «No dubtem que el no¬ table conjunt de lletres inèdites que en¬ clou (el recull) aclarirà nombrosos punts de la biografia alcoveriana, tot contri¬ buint a la coneixença de la personalitat, no solamente literària, sinó adhuc polí¬ tica, religiosa, amical, estètica, social, fa¬ miliar, en definitiva humana, del poeta de les «Cançons de la Serra». I les acurades anotacions de Miquel Gayà, «precisant —com diu ell—... fins allà on hem pogut, les al.lusions a per¬ sones, a llibres, a composicions i a fets diversos», fan més entenedores les car¬ tes i els donen un interés encara major, sobretot pels que han viscut, almenys en part, el temps i els esdeveniments co¬ mentats. Al marge d’aquesta nota bibliogràfica, però amb ocasió d’ella, ens hem pre¬ guntat més d’una vegada, durant el curs de la lectura de l’obra, què pensaria aquell gran mestre com fou Joan Alco¬ ver, tan pulcre, tan contingut, tan trans¬ parent, davant el llibertinatge dèsenfreit, la intemperància carnavalesca, el «gamberrisme» que d’ençà que ell és mort, n’han fetes tantes de les seves, i encara en fan, dins la literatura i les altres branques de l’art! Ell que, quan tot just s’iniciava el moviment que havia d’arri¬ bar a uns punts tan extremosos, ja es¬ crivia (Carta XLVII, a Joan Arús): «Venturosament, V. es dels que tenen quelcom a dir abans de cantar. No s’acontenta amb la pura cerebralitat, que no es poesia, ni amb la vana brillantor, buida d’esperit... que tampoc ho es». I NUESTROS DIFUNTOS Fr. Miguel Rebassa Catany, T. O. R., religioso lego de votos solemnes, se durmió en el Señor piadosamente el 17 de marzo en el Convento de Quintanar de la Orden, To¬ ledo. Natural de Llucmajor, vistió el Santo Hᬠbito a los 22 años de edad. Al ingresar en nuestra Provincia, entonces todavía Congre¬ gación, ésta contaba tan sólo diez miembros, de ell os 5 sacerdotes. En sus largos años de vida religiosa, desempeñó variados oficios, entre ellos el de sacristán, cocinero, carpin¬ tero y estuvo dedicado a la enseñanza pri¬ maria. En sus últimos años, a pesar de su avanzada edad, prestaba óptimos servicios en las funciones sagradas. Fue siempre de carácter alegre, afable y bondadoso; Gozó siempre de gran popularidad y estima. Al ocurrir su muerte contaba 83 años de edad. Descanse en paz. SINEU.—Falleció la Srta. Antonia Barceló Esteva, durante muchos años Ministra de la T. O. F. de esa villa. INCA.—Entregoron su alma a Dios las siguientes terciarias: Dña. Esi>eranza Llabrés Mulet, dfa15de enero; Dña. Margarita Llinás Torrens, el 21 del mismo mes; Srta. Maria Beltrán Ribas, de 18 años, el mismo día. Y el día 27, después de una larga vida (estaba o pun¬ to de cumplir los 90 años) y después de una también larga vida de terciaria (70 años), exhaló plácida¬ mente su espíritu Dña. Rafaela Font Molinas, presiden¬ ta de Coro. BINIARAIX.—A la edad de 71 años, cerró los ojos a la luz de este mundo D.Antonio Mayol Magraner, an¬ tiguo suscriptor de nuestra revista La muerte le sobrevi¬ no dio 12 de febrero del año en curso. LLUBI.—Día 13 de enero fue llamado por el Señor a la vida eterna, Dña. Magdalena Pons Siquier, suscriptora de nuestra revista. Nuestro pésame a ios familiares de la difunta, especialmente a su hijo el Hno. Jaime Na¬ dal, de la Orden de S. Juan de Dios, y a Sor María del Amor Hermoso, Religiosa Franciscana, hermana de la extinta. SANTANYÍ.—El 17 de enero entregaba su alma al Creador Sor Genoveva Pujades, Franciscana Hija de la Misericordia. Contaba 93 años de edad y 67 de vida religiosa. CIUDADELA.—Cuando contaba 89 años de edad y después 63 años de profesión religiosa como Francisca¬ na Hija de la Misericordia, rendía tributo a la muerte, día 11 febrero. Sor Petronila Thomás. PALMA.—En el convento de las R.R. Terciarias Fran¬ ciscanas Hijas de la Misericordia,de la C/. Antillón, 80, durmióse en el Señor, día 9 de marzo. Sor Isabel de San Antonio Sezra, Tenía 61 años de edad y llevaba 37 años de profesa en la congregación. encara aquelles altres paraules que cita En Gayà (pàg. 128): «De França s’ha estès fora de França el contagi d’una pseudo-poesia limfàtica, exsangüe, flatulenta, pobra de substància, de forma i d’harmonia, que persegueix la novetat recercant motius inclassificables que no interessen a ningú». 25 BANCA MARCH, S. A. Capital: 300.000.(X)0 de pesetas totalmente desembolsado Reservas: 404.000.000 de pesetas • Domicilio Social: PALMA DE MALLORCA SAN MIGUEL, 17 - TELÉF. 24805 (5 líneas) Agencias Urbanas: PUERTA SAN ANTONIO y PLAZA PIO XII Sucursales: FELANITX, INCA, LLUCHMAYOR, MANACOR, LA PUEBLA Y TARRASA (BARCELONA) # Realiza toda clase de Operaciones de BANCA - BOLSA - CAMBIO CÁMARA ACORAZADA CON COMPARTIMIENTOS DE ALQUILER Aprobado por el Banco de España con el n.° 5.042 26 TIENDA Y DESPACHO: Costa y Llobera, 3 - Tel. 13544 TALLER: Nicolás de Pax, 79 y 81 PALMA DE MALLORCA Modestia Jorge. — Te felicito, porque has ha¬ llado tan pronto colocación. Seguramente conocías al patrón. Pepe. — Sí, un poco porque yo le co¬ nocía, y muchísimo porque él no me co¬ nocía. Nuevo rico Un nuevo rico ha conseguido un cria¬ do de buena casa, ante el cual no quiere pasar por imbécil. —¿Desea que prepare un “tub” para el señor? —Como le parezca, responde evasiva¬ mente el nuevo rico, que no ha oído ja¬ más hablar de “tub”. —¿Lo desea caliente? —Sí, bien caliente. Y recobrando su aplomo, añade: Y con mucho azúcar sobre todo. (“tub” = baño). . En U. S. A. Mr. Smith ve llegar a su esposa al vo¬ lante de un magníñco coche. Inmediata¬ mente exige explicaciones. —Mira, querido, he utilizado el teléfo¬ no en Automóviles Hudson y como, na¬ turalmente, no podía salir sin comprar algo, he cogido esto. Histórico Hace tiempo que han dado las 9. Un director de Ministerio y un empleado subalterno se cruzan en el ascensor que les lleva al despacho. Ostensiblemente el director consulta su reloj. Entonces el empleado observa: —Son las 9’30, señor director. Llega¬ mos ligeramente retrasados. Despistado En una clase nocturna trabajadores. para jóvenes El maestro: —Hoy vamos a hacer una redacción sobre la profesión que más os gusta. El alumno dirigiéndose a un compañe¬ ro: —lA mí la que más me gusta es la del Corpus. El m.aestro: —No seas tonto —dice interviniendo—, no he dicho procesión, sino profesión... oficio. El alumno: —¡Ah, el oficio! —replica triunfante— pues, el de Pascua. 27 ■ CASA FRAl T MUEBLES, J CARPINTERIA PERSIANAS E M R O L. L A B Ii K S R. Esclaramunda,9an7 Tels. 17129 y 17619 PALMA DE MALLORCA CASA CABOT Electricidad - Saneamiento - Calefacción RADIO—DISCOS -AMPLIFICACIÓN PAPELES PINTADOS Y PINTURAS ÓLEOS Y ACUARELAS PARA ARTISTAS MARCOS Y MOLDURAS Casa Pomar Flores Plaza Reina, 9 - Tels. 21418 ■ 13483 PALMA DE MALLORCA S. 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