\_ CANA * CREMADILLO iCm Calidades insuperables Destilerías VALLS CREMADILLO CAÑA VALLS (Copa de fuego) Sasíja estas dos marcas, únicas en calidad üflTBBLES - DECORitCIÓM HIJOS DE JOSE TAPICERÍA Sindicato, 26 al 3? Tel. 21213 P/íftMA DE MALLORCA RECUPERE SU EQUILIBRIO Eliminará sus dolores o molestias proporcionándole bienestar y optimismo • DOLORES DE CABEZA • DOLORES DE MUELAS • JAQUECAS • ENFRIAMIENTOS • DOLORES REUMATICOS MOLESTIAS DE LA MUJER ENFRIAMIENTOS GRIPE FATIGA FISICA E INTELECTUAL EL HERALDO DE CRISTO REVISTA MENSUAL DE LOS P P. FRANCISCANOS DE LA T. O. R JUNIO 1964 Año LV - Núm. 651 • REDACCIÓN Y ADMÓN: CONVENTO DE SAN FRANCISCO TELÉFONO 12695 [ PALMA DE MALLORCA ! DIRECTOR: P. L. GARÍ-JAUME, T. O. R. VICE-DIRECTOR: P. JAIME TUGORES, T. O. R. ILUSTRACIÓN ARTÍSTICA: P. F. BATLE, T. O. R. Y GORO IMPRESIÓN: ARTES GRÁFICAS GIMÉNEZ PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN: ORDINARIA. ... 50 PTAS. BIENHECHOR ... 75 PTAS. PROTECTOR ... 100 PTAS. • DEPÓSITO LEGAL P. M. 340-1958 — NUESTRA PORTADA Carretera de La Calobra (Mallorca) ^ (Foto TRUYOLS) ^ Libertad religiosa: ¿Sí o no? . . . 5 ¿Nuevo método válido para regular los nacimientos 7 Hipótesis genealógicas humanas . 10 IV Certamen literario .... 12 Semana de la juventud .... 14 Cuestiones Lulianas 16 Una Iglesia de la Reconciliación para cuantos fueron enemigos en la última guerra 17 Paralelos 19 «Mater Misericordiae» .... 20 Una asociación única en el mundo: la de los artistas sin manos . . 21 Página del Terciario 23 .... Preguntas y respuestas .... 25 Página de humor 27 DIRECTOR-PROPIETARIO: NELSON B. CRAMER Jt airannena meríeana LAVADO ÉN SECO Y HUMEDO NUESTROS TELÉFONOS: TALLERES Y OFICINAS: Pasaje Ca'n Foixina, 68-70 y 72 -15012 y 22273 TIENDA: Plaza Olivar, 22 -11104 sucursal del TERRENO: Calvo Sotelo, 198 - 30221 SUCURSAL EN PALMA: Barón Santa M.' Sepulcro, 20 SERVICIO DE 8 HORAS 1 CRECIMIENTOS ACELERADOS ÍNDICES DE CONSUMO ÍNFIMOS con Honderos, 95 Teléfono 22072 PALMA DE MALLORCA j ^IMTDOyilL©^ V fl ^ lE Gran Vía José Antonio, s/n PALMA DE MALLORCA 2 MINOXlIi^S Palma, 15 de mayo, 1964 Rdo. P. Director: Aceptando la oportunidad que Vd. brinda a los lectores de asomarse a las páginas de la re¬ vista de su digna dirección, me permito pun¬ tualizar un problema que Vd. cita certeramen¬ te en la magnífica editorial del pasado mayo. Me refiero al problema del respeto a las mi¬ norías. Creo que este problema ha sido muy poco considerado. Y en España hemos sido tes¬ tigos en los últimos años de una intranquilidad latente dentro de las regiones en las que viven las minorías. Eludir el problema y no querer plantearlo serenamente con ánimo de conseguir una convivencia sana y constructiva, estigmati¬ zando toda manifestación en favor de estos gru¬ pos, con el epíteto de extremista o separatsita, significa renunciar en principio a una solución ética del mismo en momentos en que el Papa Juan XXIII, a través de la «Pacem in Terris.^), ha llamado nuestra atención. Un catalán o un vasco se sienten españoles igual que un caste¬ llano de la meseta o un andaluz. Pero, natural¬ mente, quieren que se respeten sus caracterís¬ ticas y no se les «aguante», sino que se consi¬ deren sus valores peculiares como «patrimonio nacional». Esta es la conciencia universal en la que nos resulta difícil tener que entrar. Hace poco leí unas manifestaciones dignas de ser considera¬ das. «Pueblos y naciones —escribía el obispo de Brixen— traen su origen natural de la creación y constituyen unidades que no reciben estruc¬ tura de acuerdos humanos, sino de la voluntad del Creador... También a las comunidades na¬ cionales les son reconocidos derechos que no entran en la competencia humana, y los cuales ninguna legislación terrena los puede abolir o restringir arbitrariamente». En una carta colec¬ tiva del Episcopado de Tanganica leemos: «To¬ do esfuerzo por hacer que desaparezcan como grupo étnico por razones de uniformidad o por prohibir o destruir sus costumbres, dialectos, etc., no solamente serían imprudentes, sino erró¬ neas y condenables a la luz del derecho natu¬ ral». Por esto el Papa Juan no dudó en afirmar que una de las causas del malestar internacio¬ nal reside «en la opresión sistemática de las pe¬ culiaridades culturales y lingüísticas de las mi¬ norías nacionales» (AAS 52 (1960) 32). Es so¬ bradamente conocida la alusión a este problema en la Pacem in Terris. Pero no está fuera de lugar recordar que el Papa no sólo exige de los Poderes públicos el respeto sino la contribución y la ayuda al fomento de las peculiaridades de las minorías. (V. Pacem in Terris, n.° 93, 94). Resumiendo mi pensamiento sobre este tema de la autonomía cultural de las minorías, creo que es muy acertado el punto de vista de la re¬ conocida autoridad en temas sociales, Dr. Mess- ner, profesor de Etica Social en la Universidad de Viena. Según él la autonomía cultural de las minorías abarca fundamentalmente tres gru¬ jios de derechos: 1) Derecho a la equiparación con los otros ciudadanos en todo lo que se re¬ fiere a los derechos constitucionales: protección a la vida, la libertad personal, libertad para el ejercicio de la religión, derecho a la prensa pro¬ pia. 2) Derecho al libre uso de la lengua ma¬ terna en la vida privada, en los actos de vida religiosa, en las reuniones públicas, en la pren¬ sa, en la escuela y en los lugares de formación. 3) Finalmente el derecho a una participación ecua en todos los servicios culturales, religiosos, caritativos, educacionales, etc. que el Estado es¬ tablece para la mayoría. fV. Joh. Messner, Das Naturrecht, Wien 1958, pág. 511). Podría se¬ guir aportando textos y manifestaciones de los más calificados personajes de la política, de la cultura y de la sociología de nuestro tiempo. Pero esto sería trabajo para un artículo y no jmra una carta que ya va siendo demasiado ex¬ tensa. Enhorabuena por su revista, P. Director, y sigan denodadamente en su empeño de servir a la verdad y la justicia. Les saluda atentamente su servidor, M. ESTARELLES Agradecemos a nuestro bien documentado co¬ municante la serie de reflexiones y autorizadas citas que nos proporciona en favor de las mi¬ norías. El derecho de éstas a desenvolverse con libertad está fuera de toda discusión y es fun¬ damental para todo proyecto de convivencia humana. Así lo reconocen y propugnan, ade¬ más de la Pacem in Terris, la Declaración Uni¬ versal de los Derechos del Hombre de las Na¬ ciones Unidas, de 1948, y la Convención Euro¬ pea que ratificó el Tratado de Roma. Por des¬ gracia, en la formación de los estados moder¬ nos no siempre se han tenido en cuenta los valores y derechos de las minorías, con fre¬ cuencia amordazadas, siendo así que represen¬ tan un enriquecimiento del patrimonio nacio¬ nal. Los españoles tenemos mucho que aprender en este sentido, por falta de un pleno conoci¬ miento y de una verdadera perspectiva históri¬ ca sobre ese variado y peculiar conjunto que ha venido a llamarse de «las Españas». La pluralidad dentro de la unidad es una riqueza, un hien, que hay que conservar y fomentar. El vasco y catalán, por ejemplo, son lenguas tan españolas como el castellano, y su pérdida su¬ pondría un duro golpe a nuestra cultura pro¬ pia y europea. Y aquí no valen excusas y pre¬ juicios «separatistas» de sistemas políticos tota¬ litarios. Porque, como decía Pío XII en el Radiomensaje de Navidad de 1941: «No hay FLORECILLAS DE JUAN XXIII tin Vapa (faeno,,» (Continuación) «Me presento humildemente a mí mismo» «Os quiero hablar con la máxima cla¬ ridad de corazón y de palabra. Me ha¬ béis esperado ansiosamente: os han dicho y escrito de mí cosas que sobrepasan mis pobres méritos. Me presento humilde¬ mente a mí mismo. Como todo otro hombre que vive aquí abajo, provengo de una familia y de un punto bien de¬ terminado: con la gracia de una buena salud física, con un poco de sentido pa¬ ra atajar rápida y claramente las cosas y con una disposición al amor de los hombres, que me ata fiel a la ley del Evangelio, respetuoso de mi derecho y del ajeno, que me impide hacer el mal a quien sea y me anima a hacer el bien a todo el mundo. Vengo de la humildad y fui educado en una pobreza feliz y bendita que tiene pocas exigencias, que protege el florecimiento de la virtud más noble y alta y prepara para el ascendente caminar de la vida». (Del discurso pro¬ nunciado el día de su solemne ingreso en Venecia, el 15 de marzo de 1953.) El último puesto «En la vida» —solía decir Juan XXIII — «he procurado buscar siempre el últi¬ mo puesto». El retrato del preso Un preso había pintado el retrato del Papa y quería regalárselo. Cuando Juan (Sigue en pág. 8) 3 PABaiCACléM PROPIA ■ MIJBBliES TAPICBRÍA ■ BECORACIÓM Plaza San Antonio, 25-27 PALMA DE MALLORCA 4 cartas a Indirect or lugar para la opresión de las peculiaridades culturales y lingüísticas de las minorías nacio¬ nales... Cuanto más respeto por parte de la au¬ toridad, tanto más eficazmente podrá exigir el leal cumplimiento de los deberes comunes a los demás ciudadanos». «PA* ESPAÑOtA» Roma, 17-V-64 Apreciado Padre Director: ...Me temo —refiriéndome al editorial del nú¬ mero de mayo «Los cimientos de la' verdadera paz» —que su autor cite la Pacem in Terris movido por celo político y no social. No. hay que olvidar que los comunistas italianos, en las últimas elecciones guberntivas, aprovechándose de la bondad de Papa Giovanni y agarrándose «,a los principios dados por el hombre que tanto amó a los hombres, el inolvidable Papa Juan XXIII»i ganaron más de un millón de votos. 'Estoy de acuerdo en que «un sereno examen» de las enseñanzas de la encíclica «nos adverti¬ ría de lo mucho que queda todavía por hacer». Pero, ¿lo bueno, hecho durante estos 25 años, no cuenta? El justo peca siete veces cada día... ¡y es justo! Me da pena ver que en la revista de su digna dirección, «la paz española» sólo haya sido criticada. En espera de que esta carta será publicada en su revista. Se despide, agradecido F. A. B. Perdone el firmante de esta carta si no acce¬ demos a su petición de no publicar siquiera las iniciales de su nombre y apellidos. Es una exi¬ gencia que imponemos a cuantos quieren cola¬ borar en esta sección. Perdone, igualmente, el haber tenido que extractar su carta por falta de espacio, limitándola a una sola cuestión. Prescindiendo de la intención de nuectro editorialista, la Pacem in Terris es, en el más noble sentido de la palabra, una encíclica polí¬ tica sobre costumbres, usos y planes de orden político. Va tan unido lo político a lo social en el texto y en la intención de la encíclica, que no pueden separarse sin destruir los conceptos. No coincidimos, por tanto, con sus puntos de vista. Ignoramos, asimismo, a qué viene su alu¬ sión a los comunistas italianos. Suponemos que Vd. no querrá hacer culpable al «buen Papa Juan» del paso de un millón de italianos a los comunistas. ¿ No se deberá más bien este alar¬ mante paso a que los comunistas reflejan me¬ jor en la práctica algunos puntos vitales de las enseñanzas de Juan XXIII, un tanto descuida¬ das entre nosotros? No lo dude, el creciente triunfo del comunismo se debe a algún fallo de la cristiandad. En cuanto a lo de «paz española», claro que reconocemos todo lo bueno realizado durante estos 25 años de sosiego político. ¡ No faltaba más! Pero, no nos parece de buen gusto el gri¬ tar a los cuatro vientos, como se viene hacien¬ do, esa «paz española» en un mundo sediento de la verdadara paz. GUION LIBERTAD RELIGIOSA: a Todos están de acuerdo en afirmar que el mejor y único camino para la paz es la libertad. Lo que todavía se discute en muchas par¬ tes es la necesidad, utilidad o inconveniencia de la libertad religio¬ sa, que tanto ha dado que hablar últimamente. Se trata de un pro¬ blema ya resuelto por la Pacem in Terris, pero no comprendido ni asimilado por la gran mayoría de los hombres, aun católicos. A veces uno llega a temer que pase con esta encíclica lo que con la Rerum Novarum: fue muy aceptada y alabada desde un principio, pero en la práctica no se le hizo debido caso y el pro¬ greso o evolución que ella pedía por unos caminos se logró por otros no cristianos. Tolerancia y libertad Generalmente seguimos pensando que, al que tiene una reli¬ gión distinta de la nuestra podremos tolerarle, como máximo, que la practique en privado, solito, sin que nadie se entere; que debe¬ mos mirarle con precaución. Eso, sí, al tratarle personalmente hay que hacerle mucho caso porque es «un hermano». Este punto de vista considerado en el plano de la dignidad humana —el de la Encíclica— parece claramente insostenible: Es hacer una distinción como de mayoría o minoría de edad entre re¬ ligiones; o declarar subdesarrollados o atrasados mentales en reli¬ gión a unos hombres que no tienen nuestras mismas creencias. Es privar a unos hombres de ciertos derechos inherentes a toda per¬ sona humana por el solo hecho de no profesar el catolicismo^ Pe¬ ro una religión no quita en modo alguno la dignidad de hombre y nadie puede apoyarse en ella para conceder o negar derechos me¬ ramente humanos o naturales. Lo dice la Pacem in Terris: «No hay que identificar el error con el que yerra». ¿Cuál es la verdadera religión? . A la mayoría no les convence esto. ¿Puede un Estado, sabien¬ do que su religión es la verdadera, dar libertad a las otras y así dar campo abierto al error? Hay que puntualizar que no hay ninguna religión que sea «el error». Todas, unas más otras menos, tienen algo de verdad. Ade¬ más, según este principio —permitir otra religión es fomentar la mentira—, ni la tolerancia podríamos admitir. Deberíamos ence¬ rrarnos en nosotros mismos y armar una «guerra santa» contra los no católicos, contra la mentira. Y ellos por su parte deberían hacer lo misnto. Tanto su obligación como la nuestra sería perseguirnos mútuamente Esta postura es la más apta para destruir todo posi¬ ble acercamiento, diálogo y confianza con los separados. 5 En su conferencia «La libertad reli¬ giosa y la transformación social el Cardenal Bea sale al paso de este pro¬ blema: «¡Ay, si se pidiera al hombre cumplir siempre de manera impecable la ley de Dios! ¿Quién se salvaría ante el juicio de Dios?». ¿Quién se salva¬ ría? ¿Se salvaría nuestro catolicismo) ¿No hemos pensado nunca que nues¬ tra religión =-aunque doctrinalmente verdadera- -■ tiene mucho de mentira? Si en ella brillase la verdad del Evan¬ gelio, ¿no correrían todos a ser cató¬ licos? Es Miguel Quoist que escribió: «Si un sacerdote predicase el Evan¬ gelio, los que ahora van a la iglesia se saldrían y los que no van irían a ella corriendo» No podemos decir así por las buenas que tal religión es falsa, frente a la nuestra. Ultimamente ha tenido más éxito el comunismo que el catolicismo, que nuestro catolicismo. ¿No sería, a lo mejor, que los mismos comunistas son más evangélicos que nosotros? Bajo concepto del catolicismo Los hay que no son partidarios de la libertad religiosa, porque los protes¬ tantes tienen «dólares y buenos me¬ dios de propaganda y muchos de los nuestros se pasarían a ellos». Es verdad, el dinero y la propagan¬ da podrán deslumbrar, pero no impo¬ nerse a la verdad. Los católicos católi¬ cos no se «pasarían a ellos», y si los ca¬ tólicos bautizados y sólo bautizados nos dejasen de una vez, harían un gran bien a la Iglesia, librándola de tanto lastre inútil. El proselitismo entendido según la dignidad humana —exponer la ver¬ dad— serviría para purificarnos, ha¬ cernos católicos auténticos, y de la convivencia entre religiones saldría la 6 luz que indicase cuál es la verdadera. El diálogo entre separados se haría entonces vivo, de tú a tú, no de supe¬ rior a inferior. Sería el mejor camino para la unidad. Por eso es desconfiar de nuestra religión querer preservar¬ la de este contacto. Así que, conceder tal libertad, además de una obra de justicia, es una obra de apostolado. Lo que dice el Papa Pero veamos lo que dice la misma Pacem in Terris; «Entre los derechos del hombre débese enumerar el de po¬ der servir a Dios según la norma de su conciencia en privado y en públi¬ co». Está clarísimo: «según la propia conciencia», no según unas leyes, ni según un país, ni según un gobierno, y «en privado y en público». ¿Es esto otra cosa que la libertad de religio¬ nes, que la libertad de cultos? No hay por qué buscar otras interpretacio¬ nes. Sin prisas No hemos de querer por esto que mañana mismo salga un decreto con¬ cediendo libertad de religiones (posi¬ bilidad de escuelas, propaganda, pe¬ riódicos... confesionales). Los cientos de años ^más de mil— de tradición católica en nuestro país pesan mucho. La gran mayoría no está preparada De ahí que se imponga urgentísima la formación del pueblo en este senti¬ do. De lo contrario, pasará lo de siem¬ pre: «derecho que no me das, derecho que me tomo». Y luego viene la des¬ orientación general. Fuera falsa ilusiones Hay quienes esperan esta libertad como solución a muchos males, otros la ven como causa de ellos. En unas revistas hemos leído artículos defen¬ diéndola denodadamente, en otras, condenas radicales. En la práctica traerá, como todas las cosas, una se¬ rie de ventajas junto a otra de incon¬ venientes. Pero, entonces, nos sentire¬ mos más hijos de Dios al sentirnos más hombres, más responsables y más libres. Y cuando esto suceda, puede que Juan, el Papa travieso que redactó un largo documento hablando de paz a la tierra, exclame con su sonrisa mali¬ ciosa: «Eso de escribir encíclicas no es perder del todo el tiempo». Escribe; L. GARI-JAUME T. O. R. ¿Hueoo método oálido para regular los nacimientos? Poblema vital P arece ser que los países de Centro Euro¬ pa, por sus muchas realizaciones e inicia¬ tivas de tipo social y religioso, están conquis¬ tando un puesto de vanguardia dentro del ca¬ tolicismo de nuestros días. Pudimos darnos cuen¬ ta de ello, escuchando a sus más calificados re¬ presentantes durante la segunda sesión del Va¬ ticano II. A nuestro modo de ver, esto obedece, entre otras causas, a la necesidad en que se encuentran sus dirigentes de afrontar, con áni¬ mo abierto y decidido, la difícil problemática religiosa de esta mitad de nuestro siglo XX. En estas líneas queremos abordar, con la me¬ dida y cautela necesarias, uno de los proble¬ mas que más preocupan a la jerarquía católica de estos países: el llamado «control» de naci¬ mientos. Ultimamente, se ha hablado, escrito y polemizado mucho, en revistas y darios, sobre tan vital problema para la familia católica de nuestro tiempo. Nosotros mismos hemos sido interrogados sobre esta inquietante cuestión y hemos oído los más contrastados pareceres. Se ve que la intensa propaganda de los propugnadores del «Birth Control» ha impresionado más de la cuenta a ciertos grupos de católicos, que desearían cambias de actitud incompatibles con la ética y moral cristianas. Creemos que ha llegado la hora de precisar hasta dónde y en qué sentido se puede andar en ayuda de una razonable regulación de nacimientos. Y lo va¬ mos a hacer, dentro del espacio y límites de nuestra revista, a propósito de un reciente pro¬ cedimiento que ha enfrentado y dividido a mé¬ dicos y moralistas. Medicina y moral En estos últimos años, el Dr. Ferin, profesor en la Facultad de Medicina de la Universidad de Lovaina, ha descubierto, después de muchas y positivas experiencias, un procedimiento quí¬ mico —a base de hormonas progesteronas simi¬ lares a las descubiertas por los médicos norte¬ americanos Pincus y Rock— que impide no sólo la ovulación, sino también la menstruación. Una píldora diaria de progesterón, tomada du¬ rante todo el tiempo que se quiera, imposibi¬ lita a la mujer de quedarse embarazada; al de¬ jar de tomarla, la fecundación es otra vez po¬ sible. A juicio de la mayoría de los ginecólo¬ gos, ese tratamiento, en general, no ejerce in¬ fluencia nociva alguna y es de gran utilidad, sobre todo, durante el período de la lactancia. Antes de enjuiciar su recomendada aplicación, convendrá recordar la doctrina de la Iglesia sobre este punto. La doctrina de la Iglesia católica es clara y constante: en todo tiempo y edad ha prohi¬ bido siempre cualquier medio que, de una manera u otra, tiende directamente a obstacu¬ lizar las leyes naturales de la vida. Sólo es lícito impedir la concepción mediante la conti¬ nencia total o periódica. Cualquier otro medio artificial repugna a la moral católica. (Véase la encíclica «Casti Connubii» de Pío XI, 31 de diciembre de 1930). De esto no debe concluir¬ se que la Iglesia se oponga, por principio, a cualquier clase de regulación racional de nata¬ lidad. No debe confundirse «regulación» con «control» de nacimientos, aunque, a primera vista, los dos términos parezcan significar lo mismo El «control», así como lo entienden los neomaltusianos, implica una violación de las leyes naturales de la vida. Así lo declaraba Pío XII en discurso del 28 de noviembre de 1951: «La Iglesia sabe mirar con simpatía y comprensión las dificultades reales de la vi- «Los familias numerosas, lejos de ser «enfermedod social», son garantía de la salud de un pueblo, físi¬ ca y moral». 7 (Viene de pág. 3) lin Vafta Oueno«•« XXIII pasó por delante de su celda, el detenido le enseñó su trabajo, pero el Papa no comprendió que se tratase de un regalo y pasó adelante. Al día siguiente los diarios refirieron el episodio y des¬ cribieron naturalmente la desilusión del presidiario. Juan XXIII, al leer la cró¬ nica, mandó inmediatamente a un pre¬ lado para que recogiese el cuadro. Le encargó también de presentar al preso sus excusas y de manifestarle su senti¬ miento por el dolor que, aunque del to¬ do involuntario, le babía causado. «¡Ud. está soltero! ¡Igual que yo, igual que yo!» Un embajador de un estado asiático fue recibido en audiencia por Juan XXIII. Este se le aproxima y se aviene a conversar familiarmente con él, como solía bacer frecuentemente. Se informa de su vida, de la mujer, de los niños. Pero el huésped le interrumpe y le dice: «Santidad! Pero, si yo no estoy casado...» «Ah! Vd. está soltero» —exclama el Papa — «igual que yo, propiamente, igual que yo!». El perfecto diplomático «Aquí sólo hay dos soluciones posi¬ bles» —decía el Papa— «para salir un buen diplomático. 0 ser mudo como un topo, o tan locuaz que todas las palabras que se digan acaben por confundirse y pierdan su significado. Pero yo, desde el momento que soy italiano y de que los italianos tienen la palabra fácil, prefiero el segundo método». Se cuenta que, fiel a este principio, Juan XXIII, cuando recibía una visita de la que ya sabía de antemano que le pediría cosas imposibles, no paraba de hablar ni siquiera por un momento. Y discurseaba con tal ímpetu y calor que el huésped no era capaz de formular su deseo y terminaba por marcharse sin haber dicho una palabra. La «Madonna» lo contó todo En una parroquia de una zona obre¬ ra, Juan XXIII comenta el episodio de Jesús perdido en el Templo: «José no habría contado nada. Era un hombre. Pero la Virgen lo contó todo. Las muje¬ res hablan siempre mucho». El prisionero del lujo «Tiene razón «il nostro Giuseppino» cuando dice a su hermano el Papa: «Tú, que en el Vaticano eres un prisionero de lujo que no puede hacer todo aque¬ llo que quisiera...» comentaba en cierta ocasión Juan XXIII. 8 da matrimonial en nuestros días. Por eso, en nuestra última alocución sobre la moral conyugal afirmamos la legitimidad y al mis¬ mo tiempo los límites —en verdad bien am¬ plios— de una regulación de la prole que, contrariamente al llamado «control de los nacimientos», es compatible con la ley de Dios. Se puede también esperar (pero en tal materia la Iglesia deja, naturalmente, el jui¬ cio último a la ciencia médica) que ésta con¬ siga dar a aquel método lícito una base su¬ ficientemente segura, y las más recientes in¬ formaciones parecen confirmar tal esperan¬ za». La alocución a que se refieren estas palabras es la tenida en 29 de octubre del mismo año a las obstetrices de Roma, en la que se dan las indicaciones médicas, eugenésicas, económi¬ cas y sociales, que desaconsejan la nueva con¬ cepción y facultan a los esposos el poder ser¬ virse de la esterilidad temporal prevista por el método de Ogino-Knaus. Este método —repetía el mismo Pontífice en 1958 a un grupo de hematólogos— «no viola el orden natural, como la práctica más arriba descrita (esterilización artificial), puesto que las relaciones conyugales responden a la voluntad del Creador». Y al expresar Pío XII su esperanza de una mayor seguridad en el uso de este método, parece re¬ ferirse al llamado zyklotest, que registra la su¬ bida de temperatura en la mujer a raíz y du¬ rante la ovulación. En contraste con la doctrina católica está el sentir de los protestantes, en general, para quienes los medios anticonceptivos se justifican simplemente por sus fines. Estos medios vienen a ser a la relación sexual —dicen— lo que los anteojos son a la visual. Así se expresa Karl Barth, el más representativo teólogo protestante de nuestros días: «La decisión será justa —se refiere, claro es, a los esposos— si emana no de una mala conciencia, sino de una conciencia libre: sabiendo que la responsabilidad que os incumbe en este momento preciso puede y debe ser resuelta de esa manera y no de otra. Un fenómeno natural Se trata ahora de averiguar si el tratamiento propuesto por el Dr. Eerin viola o no las leyes de la naturaleza. Pero, ¿cuáles son exactamente estas leyes?. He aquí toda la dificultad. A prime¬ ra vista, esa píldora inhibitoria de la función ova¬ ria parece ser un medio más de prevención anti¬ concepcional. Pero lo médicos han comprobado que semejante acción es un fenómeno natural, realizado espontáneamente por el organismo en numerosas circunstancias, no sólo durante el cur¬ so de diversas enfermedades, sino también en una situación completamente normal como es el pe¬ ríodo de la lactancia. De hecho, el ciclo mens¬ trual, interrumpido por el embarazo, no se res¬ tablece inmediatamente después del alumbra¬ miento, sino varios meses más tarde. Por tanto, durante este tiempo, la mujer no tiene ovula¬ ción ni reglas, como si la naturaleza hubiera querido ahorrarle el riesgo y las fatigas de una nueva concepción. Se ha comprobado, además, que ese período de esterilidad que sobreviene al alumbramien¬ to, tiende a reducirse cada vez más en las na¬ ciones civilizadas. Así, mientras en el Congo ex-belga se encuentran numerosas mujeres na¬ tivas que permanecen estériles quince meses después de dar a luz, en nuestra vieja Europa es frecuente el caso de mujeres encontradas encinta a los pocos meses de su primer alum¬ bramiento. Y todos —médicos, sociólogos y mo¬ ralistas— convienen en que embarazos dema¬ siado próximos son un peligro para la salud de la madre y, por consiguiente, para el futuro de la familia. Por otra parte, los métodos de Ogino-Knaus o de la temperatura, que se apo¬ yan en la regularidad de la vida sexual de la mujer, no sirven para nada en este caso. En ayuda de la naturaleza Preguntamos, ahora: ¿Puede la mujer recu¬ rrir al progesterón para procurarse artificial¬ mente esa defensa fisiológica prevista por la naturaleza? El canónigo belga Louis Janssens, respetado profesor de Teología Moral en la Universidad de Lovaina, no tiene ningún repa¬ ro en responder afirmativamente. «En estas circunstancias —dice— el recurso al progeste¬ rón nos parece tener un sentido positivo y be¬ neficioso. Durante los meses que siguen al alumbramiento, su aplicación refuerza un me¬ canismo natural que ha venido a ser acciden¬ talmente insuficiente». Comúnmente, los moralistas sólo admiten la licitud de este tratamiento, cuando se prevé que un nuevo embarazo, demasiado prematuro, puede acarrear serios daños a la salud de la madre. Se trataría aquí de una acción de doble efecto, justificada por razones terapéuticas des¬ de el punto de vista moral. El Papa Pío XII, consultado a este respecto pocos meses antes de morir, respondió de esta manera en un discurso a los participantes en el VII Congreso Interna¬ cional de Hematología, el 12 de septiembre de 1958: «Si la mujer toma este medicamento, no con vistas a impedir la concepción, sino úni¬ camente por indicación médica, como un re¬ medio necesario a causa de una enfermedad del útero o del organismo, provoca una es¬ terilización indirecta que está permitida, se¬ gún el principio general de las acciones de doble efecto». Así, en virtud de este principio, se podría recurrir al progesterón para evitar los trastor¬ nos o molestias de la menstruación en una mu¬ jer que tuviera, por ejemplo, que intervenir en una pública competición deportiva, o se encon¬ trara requerida necesariamente por alguna exi¬ gencia de la vida social. Igualmente, cuando se tratara de regular la menstruación por justas causas. Y para algunos moralistas está en la misma línea de licitud el caso, últimamente dis- (Sigue en pág. 18) Tin Vafta bueno Todo es gracia «Mi persona no cuenta nada: soy un hermano que os habla, un hermano lle¬ gado a Padre por voluntad de Nuestro Señor. Pero todo junto, paternidad y fraternidad, es gracia de Dios. Todo, todo!». (Discurso desde la ventana del Palacio Apostólico a la multitud con¬ gregada en San Pedro, la tarde de la Apertura del Concilio.) Los ángeles custodios Juan XXIII contaba un sabroso y edificante episodio de Pío XI, al que él había estado unido por un estrecho lazo de afecto. El Papa Ratti había contado al sacerdote Roncalli «un bellísimo se¬ creto», para confirmarle cómo la protec¬ ción del angel custodio lleva siempre alegría y es eficacísima para solucionar las dificultades y dulcificar los obstácu¬ los. «Cuando tengo que hablar con algu¬ na persona» —decía Pío XI— «con la que el argumentar es positivamen¬ te difícil y para la que el lenguaje ha de ser acentuado con especial forma de persuasión, entonces recomiendo a mi angel custodio que se las entienda con el ángel custodio de la otra persona: así, una vez establecido el entendimiento en¬ tre los dos espíritus, el coloquio discurre sobre raíles». Una pareja en la plaza de San Pedro Una mañana de primavera, a la pri¬ mera luz. El Papa ha recitado el Ange¬ lus. En la plaza, la sinfonía del agua se entreteje con el sonido de las campanas. Es el instante divino para las almas sen¬ sibles, sobre las que triunfan los rayos de la gracia celeste. El Papa se acerca a la ventana y observa con cara pensativa, sonriente, a un joven hombre y a una joven muchacha que salen juntos de la Basílica, uno al lado del otro. ¿Dos es¬ posos? ¿Dos enamorados? Perdidos en la inmensidad de la plaza, no saben que en aquel preciso instante el ojo del Pa¬ dre más amado y venerado de la tierra se posa sobre ellos. Ni tampoco pueden imaginarse el comentario de su corazón; «He ahí dos almas. Un sentimiento de amor, que es natural y bueno, las atrae: el designio del Señor se ha cumplido o está para cumplirse. Este caminar jun¬ tos va conducido por la mano de la ley de Dios y es como la síntesis de la vida humana: hombres y mujeres van al templo bajo la mirada del Sumo Sacer¬ dote, Vicario de aquel Jesús que es la alegría, la salud, la paz de las familias y de la sociedad.» (Continuará) 9 A Dios por la ciencia HIPOTESIS GENEALOI)G.—ISCegAúnS HUMANAS La aparición del hombre sobre la tierra es un acontecimiento tan excepcional que rebasa todo concepto de pura evolución, no pudiendo las ciencias naturales expli¬ carlo por sí solas de una manera comple¬ ta. Para lograr resolver satisfactoriamente este problema es necesario echar mano de las ciencias del espíritu, con sus múl¬ tiples disciplinas: teología, filosofía, psico¬ logía, historia, prehistoria, etc. etc... Los biólogos materialistas, para no en¬ contrarse con hechos ciertos del espíritu, han procurado dejar a un lado y silenciar la diferencia entre lo puramente material y lo no material: en las relaciones hom¬ bre-animal han querido establecer una diferencia cuantitativa y no cualitativa, sin tener presente la posición totalmente singular que ocupa el hombre en la natu¬ raleza, aunque se le considere sólo bajo el punto de vista biológico. I).—UnPorlo tanto, la inclusión delhombre en la evolución, sólo podrá tener sentido por lo que se refiere a su existencia y forma corporal. Procediendo de esta ma¬ nera, la Iglesia no se opone a que la teo¬ ría de la evolución se someta a la inves¬ tigación y discusión de los técnicos, su¬ puesto que al hacerlo «se valoren con prudencia, circunspección y la debida se¬ riedad, las razones en pro y en contra. (AAS. 42, 1950, 576) Por el P. Rafael Ganesíar, T. O. R. Doctor en Ciencias Biológicas los defensores de esta hipó¬ tesis, el cuerpo humano provendría de los grandes monos —los Póngidos— en sus formas fósiles, claro. Pero mientras los autores americanos, en general, pre¬ fieren como forma tipo al gorila, y los europeos al chimpancé, hay otros que son partidarios de los ancestrales fósiles del orangután y del gibón. Los defensores de esta hipótesis se ba¬ san en lá capacidad craneal bastante ele¬ vada de los Póngidos. Sin embargo,, vamos a citar, a este respecto, una frase del Dr. Crusafont, Catedrático de Paleonto¬ logía de la Universidad de Barcelona: «Disentimos de Dubois y de Lapicque, según los cuales el simple aumento de neuronas fuera suficiente para transfor¬ mar el cerebro de un Póngido en un ce¬ rebro humano». segundo grupo es partidario de los Cercopitécidos o Prosimios, pareci¬ dos al perro, con hocico agudo y alarga¬ do, con la región olfatoria del cerebro muy extendida. Actualmente sólo se en¬ cuentran en Madagascar y regiones tro¬ picales del continente asiático, pero estu¬ vieron muy extendidos en la Era Tercia¬ ria, encontrándose muchos fósiles, en el Eoceno americano y europeo, y sobre to¬ do en Madagascar. I).—QuedaPero¿sepuedehablardelárbolgenea¬ Esta hipótesis tiene menos adeptos que lógico humano, sin peligro de equivocar¬ la anterior, pues resultan evidentemente se? —Por lo menos hasta hoy, no; ya que excesivas las diferencias entre un prosi¬ los científicos que hasta ahora lo han in¬ mio y el hombre. tentado no han llegado a un acuerdo, ni siquiera aproximado, siendo tan diversas y opuestas las hipótesis emitidas, que Remane llega a calificar como «un caos de opiniones en la filogenia humana»... un tercer grupo que re¬ chaza a los Prosimios y a los Póngidos, y deduce la forma humana del Oreopiteco, del Terciario antiguo, representante de A pesar de tanta discrepancia sobre la procedencia de la forma humana a partir de tipos animales ancestrales, vamos a una línea extinguida que se desgajaría del tronco primitivo de los Cercopitecos, según Remane. exponer las principales hipótesis emiti¬ Hürzeler disiente de éste, por las si¬ das reduciéndolas a tres grupos: guientes razones, entre otras: la posición 10 vertical de los incisivos (ortodontia) y el corto esqueleto facial. Lo cual indica que el Oreopiteco no debe incluirse en el grupo de los macacos o cercopitecos. Sin embargo, para más seguridad y abundancia de pruebas de esta hipótesis, faltaba un esqueleto completo, con el cual se pudiera resolver satisfactoriamente el problema. Finalmente el ansiado esqueleto fue hallado entre los estratos de unos yaci¬ mientos de lignito de Toscana (Italia), en agosto de 1958. Pero entonces, los par¬ tidarios de esta hipótesis se llevaron una gran desilusión y sorpresa, pues resultó que el Creopiteco estaba organizado para la braquiación. En la fotografia adjunta, nótense sus largos brazos desproporcio¬ nados... Por eso, este hallazgo «debilita algo la figura ideal que se esbozaba a base de los caracteres de los homínidos», según frase del mismo Hürzeler, en una conferencia pronunciada en la Soborna de París, el 5 de mayo de 1959. Este oreopiteco viviría hace unos trece millones de años, en un bosque pantano¬ so, húmedo y cálido, próximo a la costa, que quedaría sepultado por el plegamiento Alpino entre los vegetales, convertidos ahora en lignito, en medio de cuyos es¬ tratos se ha encontrado dicho esqueleto. ••• Resumiendo: Hasta el presente no se ha emitido ninguna hipótesis genealógica completamente satisfactoria sobre el ori¬ gen del hombre. Y la razón es ésta: No se ha hallado ningún fósil del que se pue¬ da derivar claramente la forma humana. Falta el verdadero eslabón o anillo de unión entre los antropomorfos y el hom¬ bre. Con razón dicen Boule y Vallois que «una comparación de los diversos árboles genealógicos debe inducirnos a aumentar nuestra circunspección, ya que en los di versos esquemas presentados hasta ahora existen divergencias notables y aun subs¬ tanciales»... Oreopithecus bambolii. Esqueleto em¬ potrado entre estratos lignitíferos, en su disposición primitiva. (Fotogr. aprox. 1/5 del tamaño natural.) Siguiendo el consejo del gran Pontífice Pío XII, prosigan enhorabuena las inves¬ tigaciones genealógicas humanas, pero procediendo siempre con la prudencia y madurez de juicio que exige la gran im¬ portancia de estas cuestiones, sin perder nunca de vista, por lo que respecta al al¬ ma, nuestro seguro e infalible origen di¬ vino! 11 CE RTAME N LITE RA R I O DE EL HERALDO DE CRISTO Juicio y fallo F Jí cuarta edición de nuestro anual Certa¬ men literario no se ha visto eoronada por la satisfactoria cosecha de los años anteriores. Menos participación y menos calidad. ¿Causas? No es fácil precisarlas. Quizá la excesiva flora- este año, han sido menos los concursantes y me- tiene su gran parte de culpa. Porque, ya se sahe, las cosas pierden aprecio cuando se prodigan. Quizá, también, porque nosotros nos dormimos sobre los laureles de las ediciones pasadas, no estimulando, ni promoviendo la colaboración de nuestros poetas. Sea como sea, el hecho es que, este año. han sido menos los concursantes y me¬ nos, lo que es peor, la calidad de los trabajos presentados. Al cerrarse el plazo de admisión se habían re¬ cibido los siguientes trabajos concursantes al «Premio San Francisco. Primavera 1964»: 1.—«Nuestro pan el dolor...», lema: También duermen las palmeras. 2—«Rutas de luz», lema: Todo es gracia. 3.—«Ofertorio inocente a la Vir¬ gen María», lema: En tarros de alabastro. 4.— «Uns dies», lema: P. 64. 5.—«Diario de un viejo poeta al borde de Dios». 6.—«Sa primavera», le¬ ma: Sojn per voltros. 7.—«Y perdieron su des¬ tino», lema: Todo quede entre nosotros. 8.—«A San Francisco de Asís», lema: Caridad. 9.—«San Juan de Dios», lema: El divino incansable. 10.— «Viatge pels caminals de la meva existencia», le¬ ma: Pau i bé. 11.—«Carta transida de gozo a un novel sacerdote», lema: Vos esbis sal terrae. 12.— «Ramillete poético», lema: Pluma y paz. 13.— «Canción de cuna», lema: Esperanza. 14.—«Por eso te sigo...», lema: Castilla. 5.—«Un pueblo y un hombre..., lema: «Lumen». 16.—«Con buena voluntar», lema: Gratitud. 17.—«Poema para ser 12 leído cuando se apodera del mundo la sombra oscura de la tarde», lema: Ñocha. Al «Premio Cala Murta de Forinentor» sobre «La poesía castellana de Mn. Costa y Llobera» se presentó un solo trabajo bajo el lema: Sacer¬ dote y poeta. Segundo Accésit a dicho Premio al poema pre¬ sentado hajo ese lema: P. 64. Se declara desierto el «Premio Cala Murta de Formentor», concediendo una mención honorífica al único trabajo presentado. El pasado día 23 de mayo, a las cinco de la tarde, se reunió en el Real Convento de San Francisco de Palma de Mallorca el Jurado cali¬ ficador, compuesto por el Rdo. P. Miguel Colom, T.O.R., Presidente, y los Sres. D. Gabriel Cortés, D. José M Llompart y D Lorenzo Moyá. Actuó de Secretario el Rdo. P. L. Garí Jaume, T.O.R., Director de «El Heraldo de Cristo», quien leyó el juicio mandado por escrito del Rdo. P. Rafael Ginard Bauçà, T.O.R., ausente. Después de una hora de deliberación, el Jurado dio el siguiente veredicto: Al determinar el Jurado no celebrar este año la acostumbrada Fiesta de Adjudicación de Pre¬ mios, se procedió a la apertura de las plicas de los autores galardonados, perteneciendo el Primer Accésit a Fray Adolfo Pérez, T.O.R., y el Segun¬ do Accésit a D. Juan Manresa y Martorell. 1.a mención honorífica concedida al trabajo optante al «Premio Cala Murta de Formentor» recayó so¬ bre D. Guillermo Cabrer Borrás y D. Pedro Su- ñer Bonet. A proposición de uno de los miembros del Ju¬ rado, se acordó acumular la dotación en metálico Primer Accésit al «Premio San Francisco, Pri- • de los Premios de este año a la del siguiente Cer¬ mavera 1964» al trabajo que lleva por Vos estis sal terrae... lema: tamen literario que se celebrará en la próxima primavera. ireu Direu que som un esperit vulgar, que em fan delir les estantisses coses perqué alg encara els ulls a un cel ciar o els pos damunt els lliris i les roses. Direu que som un pobre d’esperit perqué escolt la musica, tan antiga, que xigales o grins fan, dia i nit, sota el terròs, damunt la branca amiga. Direu: No té un esperit fort perqué no engega, d’un tret, a la mort o a la viva cremor de les graelles, això que ja ningú no usa aquí. Mes, ¿qué voleu que hi faci? Som així! Per mi les coses velles són més belles. P. Miquel Colom, T. O. R. 13 l·lna ^Qmana de la Çuitentud (^ue no lle^ó a cteat amlriente Arriba: El Rdo. D. Mario Olave Paternain, predican¬ do una bella homilia durante la Misa de Comunión cele¬ brada en la gran explanada de Sto. Domingo de la Calzada. Abajo: La multitud de jóvenes (¿dos mil?) que asistieron al Acto de Clausura de la Vil Semana de la Juventud, cele¬ brado en el Paseo Marítimo de Palma de Mallorca 14 el 11 al 16 de mayo tuvo lugar en la Cate¬ dral Basílica de Palma de Ma¬ llorca la VII Semana de la Juventud, predicada por el Rdo. P. Mario Olave Pater- nain. A decir verdad, en su sép¬ tima edición, la «Semana» no conoció el éxito y fervor mul¬ titudinario de los años anterio¬ res. Los escasos millares de jó¬ venes que acudieron en proce¬ sión desde la Catedral al Paseo Marítimo, la noche del 16, pa¬ ra asistir a la Misa celebrada por el Vicario General en la gran explanada de Sto. Domin¬ go de la Calzada, no llegaron a crear el ambiente que cabía esperar de una manifestción juvenil. Quizá, lo más impresionante fue el paternal mensaje, gra¬ bado en cinta magnetofónica y retrasmitido por los altavoces, que el Sr. Obispo de Mallorca dirigió a nuestra juventud, des¬ de la clínica madrileña en donde se halla hospitalizado a causa de una dolorosa y larga enfermedad. En el silencio de aquella noche del 16 de mayo, de cara a la inmensidad del mar, se escuchó con visible emoción la voz pausada del Pa¬ dre lejano, enfermo, aleccio¬ nando a sus hijos: «...Hay quien desde el Cielo nos ama y nos escucha y nos ayuda; pero esta yuda la hemos de pedir, la hemos de solicitar. Por eso, vuestro Obispo, en la noche de hoy, y en todos estos días, ha¬ ce como los buenos padres de fa¬ milia cuando sueltan a sus hijos a andar por el mundo: les da buenos consejos y después pide por ellos». Al comienzo de su «...En la noche de hoy, yo me postro a los pies de la Virgen de la Salud y le pido por mis hijos, jóvenes de Mallorca. Ella conoce vuestras energías, vuestros Ideales, también vuestras, debilidades. A Ella pidí que os obtenga del Señor gracias abundantes para perseverar, para ser fuen tes, para demostrar que la juventud también sirve pa¬ ra ponerse al servicio ue nuestro Señor». (De la alocución del Obispo de Mallorca), mensaje había dicho: «Es la voz de un enfermo muy débil; pero yo os aseguro que representa una voluntad firme y una preocupación constan¬ te por el bien espiritual de vuestras almas...». Es por estas últimas palabras de nuestro Sr. Obispo, hondamente preocupado por nuestra ju¬ ventud, que nosotros quisiéramos que esta anual cita juvenil tuviera más alcance y vibración apostólica. La mayoría de los «semanistas» fueron chicos y chicas de los últimos cursos de Bachi¬ llerato o jóvenes pertenecientes a la Acción Ca¬ tólica y demás asociacioJies piadosas. Pero la «otra» juventud —esa heterogénea masa de jóve¬ nes que se siente hoy arrastrada por la vorágine turística de Mallorca— se quedó al margen. Y habría que pensar en ellos y en ellas, en esos miles de jóvenes que trabajan en los mil y pico de hoteles, cuya vida espiritual peligra grave¬ mente, abocados como están a un ambiente cada vez más naturalista y pagano. Aquella misma noche del 16 de mayo, mien¬ tras el Obispo enfermo aconsejaba a stis hijos, en un hotel de Palma-Nova, un jurado interna¬ cional rodeado de gente «bien» se dispo¬ nía a elegir el traje de barios pata la presenté temporada. A este paso, ya todo es de esperar bajo el cielo de Mallorca. ¡Como si la isla «do¬ rada» necesitara de estos fútiles pretextos para atraer a la marea humana que inunda nuestras playas! El hecho se comenta por si solo. Una prueba más de que los españoles no sabemos obrar conforme a la «áurea regla» del justo medio. 0 moros, o cristianos. En pocos años hemos visto bascular nuestros más sagrados valores. Hoy, ya todo gira en torno al turismo. Y no es aventu¬ rado profetizar que un turismo de esa clase matará el verdadero turismo. De la juventud moderna Se ha dicho de todo: que es rebelde, alocada, inconsciente... El hecho, no obstante, es que la juventud de hoy está de moda. Es la gran novedad de esta hora crucial por la que atraviesa nuestro pobre mundo. Lo malo es cuando los mayores se ponen a imitar, sin una pizca de gracia y con un mucho de grandulería, las cosas que hacen los jóvenes. En¬ tonces, no se les ocurre más que organizar, como refinados traficantes de carne, Concursos dé «Misses» o de trajes de baño. 15 cuestioneis Inlianaisí M o 1. I N o S (Continuación) El maestro es el que construye el molino y, como entiende bien su mecanismo, puede arre¬ glárselas para descomponerlo e impedir que muela; «Así como si el maestro, cuando ha hecho el molí y mientras el molí molría, que dieho maestro lo estorbara, de manera que no molgués» (Contemplació I, págs. 73-74). No encontramos, desde luego, en Llull toda la variada terminología con que vienen desig¬ nadas las diferentes piezas del molino, pero no dejan de aparecer los nombres de las partes principales. El molino tiene dos muelas y el molinero las piea para que el grano se triture mejor y con mayor rapidez: «Vemos que el muliner pica ambas moles para que el trigo se mola mejor y más de prisa» (Contemplació III, pág. 127). A veees el molino está desendreçat y no mue¬ le. El valor del tecnicismo desendreçar quedará aclarado si atendemos al significado que tiene en Menorca el verbo adreçar, como término de molinería: Nivelar la posición de las muelas para que la fricción no sea desigual (10). El texto de Llull dice: «De la misma manera que el mulí desendressat es impedido de molre» (Contemplació VII, pág. 608). Querrá deeii que si las muelas están demasiado separadas, el molino no podrá moler. Para graduar la fricción de las muelas, tienen los molinos la pieza llamada romana, de la cual forma parte la trempa (11). Más que a las piezas llamadas congrenyets o riscla, la palabra cercle del siguiente texto ha de referirse al círculo o redondez de la muela: «La imaginación puede imaginar en un tiem- po todo el cercle de la mola, pero no todo el cercle del firmamento» (Arbre de Scienda II, pág. 425). La roda es la turbina, o sea, la parte del molino que, por medio de los álabes, recibe el impulso del agua y pone la máquina en mo¬ vimiento. Cuando se quiere que la roda no se mueva no hay más que atravesar un palo entre sus rayos (creuers) y atarlo. Para este menester las ruedas de noria suelen tener una pieza fija, llamada cadell, si bien hace notar Moll (12) que las norias de Valencia la tienen suelta, igual que la de que nos habla Llull: «Un hom¬ bre tenía en su huerto una roda que el agua movía siempre que aquel hombre quería; y cuando deseaba que el agua no moviese aque¬ lla roda, le metía un palo y paralizaba la roda, de tal manera que el agua no podía moverla» (L. de Meravelles IV, pág. 23). La roda de los molinos de agua feuele estar en posición vertical. En los molinos de sangre, en ios que la fuerza impulsora la da el animal, está en posición horizontal. Sin que sea ninguna pieza especial del mo¬ lino, diremos que la roda del molino de agua tiene un eje de hierro; y hace observar Llull que con el movimiento dicho eje se calentaría y quemaría la madera de la roda si el agua que cae de los álabes al cárcavo, no lo enfriase: «El fusell del (13) ferre quemaría con su movi¬ miento la roda del molí si el agua no lo enfria¬ se» (Arbre de Scienda III, pág. 71). Casi idén¬ tico al anterior es el siguiente texto: «El fusell del molí quemaría la madera en que se mueve si el agua no enfriase aquél» (Ib., pág. 225). (Concluirá) P. Miguel COLOM, T. O. R. (10) (11) (12) (13) Moll, Vocabulari tècnic..., art. adreçar. Véanse esas dos palabras en el Vocabuhulari tècnic..., de Moll. Moll, Nomenclatura de les sínies..., pág. 93. Obsérvese ese genitivo de materia con del, «fusell del ferre», donde actual¬ mente pondríamos de, sin artículo. Véase otro ejemplo: «Ella trenca lo mirall del vidre» (Arbre de Scienda II, pág. 390). Ahora diríamos simple¬ mente mirall de vidre. SORDOS!! OIR BIEN ES FELICIDAD DISPONEMOS DE 35 MODELOS EN APARATOS AUDITIVOS. CONFIE SU OIDO A UNA CASA ESPECIALIZADA. Pje. Maneu, 38 - Tel. 16034 Palma 16 Una Iglesia de la Reconciliación para cuantos fueron enemigos en la última guerra • Ha sido construida por un monje de Toizé a propuesta de un protestante alemán. # Acudirán al templo gentes de toda religión para olvidar sus viejos rencores. I^esde el año 194u, las miradas de la cristiandad convergen con simpatía y esperanza en Taizé, la pequeña villa francesa de la Borgoña —tan próxima a Cluny— donde la comunidad monástica que fundara el entonces joven estudiante de Lausana, Roger Schütz, vive, día a día, su universalista programa de unidad, de búsqueda de la unión perdida, de reen¬ cuentro entre las Iglesias cristianas ale¬ jadas tras la Reforma. La actuación de esta humilde comunidad, contemplada desde la perspectiva actual del Concilio, arranca palabras favorables del mundo —incluido, naturalmente, el mundo cató¬ lico—, que desea, por encima de todo, la unión y la paz. Taizé es ahora nueva actualidad por razón de otra noble empresa iniciada re¬ cientemente: la construcción de una origi¬ nal iglesia, templo funcional y de revo¬ lucionaria concepción, cuya misión enno¬ blece al hombre que dio los primeros pa¬ sos para que llegara a ser realidad. Se trata de la Iglesia de la Reconcialiación, y se debe a la iniciativa de un cristiano de Alemania, Lothar Kreyssig, antiguo miembro de la resistencia alemana frente a la opresión del nazismo. Dolorido por la tragedia que asoló los campos de Euro¬ pa durante la invasión de Hitler, Kreyssig no ha podido olvidar la borrosa página de nuestra historia. En 1958, siendo presi¬ dente del Sínodo de las Iglesias Evangé¬ licas de Alemania, lanzó un llamamiento que tenía por objeto comenzar una acción general en los países de Europa atacados por el ejército alemán durante la con¬ tienda. La acción nació bajo el signo de la reconciliación y de la expiación. Un conjunto de construcciones simbólicas se levantarían sobre los suelos interiormen¬ te humillados. La Iglesia de la Reconci¬ liación, de Taizé, es ya uno de estos be¬ llos áímbolos de disculpa y perdón. La comunidod de Taizé, elegida para esta empresa Francia fue una de las naciones que más sangraron durante la segunda gue¬ rra mundial. Por ello, su sentido de ayuda hacia cuantos sufrían fue mayor. En ple¬ na contienda, allá por los años 1940 a 1942, la comunidad de Taizé prestó servi cios inolvidables a los refugiados, fran¬ ceses e israelitas, que atravesaban las alambradas. Ahora, en recuerdo de todo aquello, los monjes protestantes de esta pequeña villa han sido elegidos para eri¬ gir la Iglesia de la Reconciliación en el país galo. Su original estructura canta ya al mundo un himno de reparación, de hermandad reconstruida. Iguales proyec¬ tos existen respecto de otras naciones, también sacudidas por la guerra: Grecia, Holanda, Gran Bretaña, Noruega e Israel se cuentan entre ellas. Este templo de la reconciliación ha si¬ do construido según los planos de un monje de Taizé, el Hermano Dionisio, jo¬ ven arquitecto recientemente diplomado en Suiza. Ha sido concebido en estilo funcional y ofrece la curiosa forma de un exágono irregular. La audacia de algunas soluciones, especialmente las relacionadas con el artesonado, confieren a la obra verdadero carácter vanguardista. De cualquier manera, la característica más singualr radica en la creación de un la¬ teral elevado, en forma de corredor, que, sin estar separado del conjunto de la iglesia, permite a los peregrinos no cris¬ tianos que hasta allí acudan recorrer el simbólico edificio sin necesidad de atra¬ vesar la nave o el coro propiamente di¬ chos. IGNIS Distribuidor exclusivoi Ei campeón de ios FRl€fORlFI€0§; Una maraTilla italiana, ahora en Ek»paña General Ricardo Ortega, 11 - Teléfono 26238 PALMADE MALLORCA 17 (Viene de pág. 9) ¿NUEVO METODO VALIDO... cutido, de personas que se hallan en peligro cierto de ser atropelladas carnalmente y que detienen el curso de la menstruación con esta clase de píldoras, para no cargar con un pro¬ bable embarazo impuesto por la violencia. (Así se hizo, recientemente, con ciertas monjas del Congo). En cuanto a la opinión del canónigo Janssens, que autoriza a la mujer el uso del progesterón para recobrar la esterilidad que la naturaleza tiene prevista para la salud de la madre y el cuidado del niño durante el período de la lac¬ tancia, no vemos ninguna razón convincente en contra. En este caso, al parecer, no se infringen, sino más bien se respetan y promueven las le¬ yes naturales de la vida. Por su parte, el teó¬ logo dominico Willem van der Marck infiere que este procedimiento no constituye una este¬ rilización temporal, como Pío XII alegó, sino que meramente pospone la ovulación: es rete¬ nido el óvulo para una futura fecundación. No sabemos hasta qué punto es válida esta expli¬ cación. Se nos antoja un poco aventurada. De todas formas, aquí, no son los moralistas, sino los médicos y biólogos que tienen la última pa¬ labra Natalidad responsable El precepto del Señor: «Creced y multipli¬ caos...» (Gn. 1,28) implica algo más que un aumento cuantitativo de población. El nuevo ser que cada segundo viene, según las estadís¬ ticas, a engrosar las filas de los hombres exige, por derecho natural, un conjunto de condicio¬ nes que le hagan posible no tan sólo vivir, sino tambin progresar, perfeccionarse. «Lo mismo desde el punto de vista familiar que social, es de desear una natalidad abundante y sana, tan abundante como sea posible sin dejar de ser sana», aconseja Leclercg. O sea que, como toda acción humana, el procrear debe someterse a la recta razón. No es preciso traer aquí los cálculos que airean los propugnadores del «Birth Control» para impresionar la opinión pública mundial. Está a la vista el galopante crecimiento de la humanidad en nuestros días. A este paso, den¬ tro de cuarenta años, se va a doblar la pobla¬ ción de nuestro planeta. Hay motivos, pues, para preocuparse seriamente. Y la Iglesia lo está. La llamada «explosión demográfica» puede llegar a ser una fuerza subversiva de consecuencias incalculables, y lo es ya en países subdesarro¬ llados donde, paradójicamente, junto con la es¬ casez de recursos se da el mayor índice de na¬ talidad. ¿Qué hacer? Todo lo que esté de nues¬ tra parte, siguiendo los principios de la justi¬ cia y equidad cristianas, y esperar confiados: «Dios proveerá». Indudablemente, no es la dis¬ cordancia o la inercia de la Providencia, sino el desorden del hombre quien ha motivado el problema de la superpoblación de la tierra. Mientras tanto, urge formar las conciencias, moral y socialmente, sobre este grave proble¬ ma de nuestra hora, e informar a la masa de nuestros fieles sobre los principios válidos que aconsejan una regulación responsable de la natalidad. La Iglesia no exige a los padres que tengan todos los hijos biológicamente posibles. Hay que pensar en su debida educación. A los ojos de la Iglesia, la mujer no es un animal doméstico con la sola misión de traer hijos al mundo. Su deber es —aún reconociendo que los hijos son una bendición de Dios, o como decía el bueno de Juan XXIII: «Dios bendice las ollas grandes» — colaborar a la actividad pro¬ pagadora del género humano con aquellos hijos que pueda educar y formar convenientemente. El problema que nos ocupa ha llegado a ser hoy vital, como decíamos al principio, para la inmensa mayoría de los hogares católicos. Es inútil ignorarlo. A los tres o cuatro hijos, se presenta inexorablemente. Creemos, por tanto, que es mejor afrontar el problema desde el principio con una regulación responsable de los nacimientos. Claro que para ello se requiere un cierto dominio de impulsos, difícil para mu¬ chos, pues sólo la continencia absoluta o pe¬ riódica, según los casos, es el medio admitido por la moral católica. Cuando todavía era obispo auxiliar de Mali¬ nas, el Cardenal Suenens, con ocasión del I Congreso Mundial de la Salud, dirigió a los médicos católicos ese llamamiento: «Hay pro¬ blemas cruciales —yo pienso muy particular¬ mente en los problemas de la moral conyugal— que el sacerdote no puede resolver sin vosotros. No tenemos derecho a pedir a los hombres que observen la ley, sin poner a la vez todo lo que esté de nuestra parte para hacer posible la obe¬ diencia... Con ocasión de este Primer Congre¬ so Mundial, hacemos votos para que los inves¬ tigadores católicos se dediquen, por orden de urgencia, a este problema vital para la salud de nuestros hogares. Que las Facultades de Medicina de nuestras Universidades católicas hagan un esfuerzo para impulsar estas investi¬ gaciones...». El tratamiento del Dr. Ferin po¬ dría considerarse como una positiva aportación en este sentido. Su aplicación, en cambio, ha sido objeto de reciente controversia en algunos medios católicos de Holanda e Inglaterra, a causa de la efectiva confusión que había sem¬ brado en el seno de las familias católicas. Como es posible que en la tercera sesión del Conci¬ lio, que empieza el próximo septiembre, se trate de esta materia, es más prudente aguardar sus decisiones y orientaciones. Pero no crean los que abogan por un cambio de doctrina y por el recurso a los anticonceptivos que el Concilio, dadas las circunstancias actuales, va a intro¬ ducir nuevas leyes. La Iglesia no puede cam¬ biar las leyes inmutables de la vida, por la sen¬ cilla razón de que pertenecen al dominio ex¬ clusivo de Dios. l. GARI JAUME, T. O. R. 18 No se puede monopolizar la verdad. La verdad es única. Y sin dejar de ser una, el hombre camina hacia ella por diferentes senderos. No pue¬ de abarcarla toda con un solo punto de vista. Por eso, en el camino de la verdad, se exige que respetemos en cada individuo su punto de vista con¬ creto y que veamos, por encima del hombre, la tenue luz que se vislum^ bra a través de sus yerros. Porque, en realidad, la verdad es como una gran esfera a la que hay que mirar desde sitios opuestos, si se quiere ver completa. El Sr. Director me ha pedi¬ do varias veces si quiero escri¬ bir unas cuartillas en su revis¬ ta. Yo, la verdad, veo que pa¬ ra el grado de cultura que uno tiene será algo difícil. Ade¬ más, ya saben ustedes los líos y disgustos que le vienen a uno después por tal o cual cosa que ha dicho o parece ha que¬ rido decir. Y para dramas, bastante tengo ya en casa con las mil ochocientas al mes... En realidad, nunca había pensado escribir algo en pú¬ blico por eso de que muchas personas, que se esfuerzan en querer demostrar que «son ellos los que dicen la verdad», le toman uno tirria por no pensar igual que ellos. Y lo que pasa es que no podemos pensar todos de la misma ma¬ nera. Si yo, por ejemplo, qui¬ siera pensar lo mismo que el que no piensa como yo, en¬ tonces tendría que dejar de pensar lo mismo que el que ahora piensa como yo. O sea, que estaríamos en el mismo caso pero al revés. Bueno, no sé si me explico. La cuestión es que siempre estaríamos pensando cosas contrarias en un mismo instante. Y eso no puede ser. Pero, al fin, me decido, al ca¬ bo de un mes, a contestar a su última carta diciendo que... bueno. Porque ya me dirán ustedes si con cuatro crios a cuestas y los impuestos no se ve uno obligado a agarrarse a lo que encuentre. Pero, sobre todo, si ahora quiero escribir lo que pienso, es porque después de haber leído al menos diez veces la Pacem in Terris, encuentro que el Papa tiene razón, mien¬ tras no me demuestren lo con¬ trario, caramba. Esto de la libertad religiosa parece que es un poco compli¬ cado. Porque resulta que nos¬ otros decimos y creemos que nuestra religión es la verdade¬ ra. Y ellos también dicen y creen que la suya es la -verda¬ dera. Es decir, que nosotros tenemos que convertirles a ellos. Y ellos tienen que con¬ vertirnos a nosotros. Sin embargo, en el caso de España, hay quien dice que esto es diferente, porque hay muy pocas personas que no sean católicas. Pero, como re¬ sulta que no han podido ma¬ nifestarse en público ni dar a conocer su doctrina, no sabe¬ mos realmente lo que en efec¬ to son. Y por tanto, así no se pueden hacer cuentas ni pue¬ den salir las cuentas que se hagan. Eso, sí, quizá nos vengan con esto algunos males que hasta ahora no teníamos. Pero, a lo mejor, puede que se nos vayan muchos otros que te¬ níamos sin darnos cuenta. Porque, pienso yo, que ya es un mal y bastante grave, el que haya tantos católicos que no sigan los dictámenes de su conciencia. Y se sirvan del mismo nombre para destrozar con «su verdad» la personali¬ dad de los otros. D. CANDIDO 2^encella ■A aíeat CREACIONES DE PARÍS ARTICULOS CRHISTIAN DIORi GUANTES Y MEDIAS, BORDADOS DE TODAS GLASES, LENCERIA FINA, REGALOS DISTINGUIDOS no- izyps - (^a¿ma r/e 19 MATER MISERICORDI/t Un padre de família visita el Sanatorio-Escuela «Mater Misericordiae» La visita de un padre de familia nos da oca¬ sión para describir el Sanatorio-Escuela «Mater Misericordiae ». Parada de un coche... Suena un timbre. Se abre una puerta. —Buenos días, Hermana, • —Muy buenos días nos dé Dios.¿ En qué pue¬ do servirle? —Gracias, muchas gracias. No sé si me ha¬ bré equivocado. ¿Aquí el Sanatorio-escuela Ma¬ ter Misericordiae»? —Sí señor, pase usted. Esta no es la puerta principal de entrada al Sanatorio, pero comu¬ nica con él. Pase, por favor. —¿Tendría gusto de enseñarme las obras del Sanatorio? Escuché por Radio Popular la rela¬ ción de dichas ohras y me propuse visitarlas. —Con mucho gusto atiendo a su demanda. —Gracias, Hermana. —Este edificio es la antigua casa señorial de los que fueron propietarios de la finca. Hoy la ocupa la Comunidad de «júnioras» y religiosas especializadas para la dirección del Sanatorio. Esto es el jardín de la Comunidad con pinos y palmeras centenarias... propicio para espar¬ cimiento y estudio al aire libre. Ahora, sigamos hacia las obras. Empezamos por el Pabellón de Paralíticas. Estas dependencias de la planta baja pertene¬ cen al Consultorio: sala de espera, despacho médico, sala de exploración, laboratorio, archi¬ vo, almacén, camillas, etc. —Entonces, ¿las hospitalizadas estarán com¬ pletamente separadas del Dispensario? —El buen orden lo reclama. Aquí se reali¬ zará el primer contacto del Centro con la niña. Lina Hermana hará su historial clínico e in¬ mediatamente la pondrá en relación con el médico. En los casos de poliomielitis, junto con la historia clínica será preciso el balance muscular. —¿Qué es eso de balance muscular? —En numerosos procesos del aparato loco¬ motor, pero sobre todo en la Poliomielitis, la invalidez está producida por la afectación de la potencia muscular. Dicho balance, por tanto, consiste en averiguar el estado de contracción de los músculos. Este trabajo, de fácil ejecu¬ ción, reclama incansable paciencia y fino sen¬ tido de observación. De esta manera el^ médico gana tiempo en la prescripción del trata¬ miento. —Me parece ideal tal colaboración. Adivino que el médico la apreciará mucho, puesto que sobre él cargará la mayor responsabilidad. —Claro está. La misión del médico será: valorar las incapacidades físicas, prescribir el tratamiento médico, quirúrgico, fisioterápico; dirigir el tratamiento por los otros miembros del equipo: fisioterapeutas, enfermeras, etc. y vigilar el estado de salud de las inválidas du¬ rante su asistencia. —Me gusta ese trabajo en equipo, pues así cada miembro con sus conocimientos especia¬ les ajusta sus métodos dentro de un tratamien¬ to total. —Ahora subamos hacia los dormitorios. Esta abertura está trazada con la finalidad de que en los días festivos las niñas puedan oir Misa y tomar parte en las funciones religiosas. —Muy bien estudiado. Comprendo que en este corredor y vestíbulo podrán disponerse las camas. —A la izquierda del corredor central está el sector quirúrgico: quirófano y dependencias anexas, salas de esterilización, anestesia, lava¬ bos, yesos rayos X. —Está muy acertado el aislamiento de las restantes dependencias. —Hemos reservado esta parte para las niñas recién operadas y algo más graves. Para ello hay tres habitaciones individuales y este pe¬ queño dormitorio de tres camas. —¡Vaya un mundo que descubro! Y... ¿qué es esto? —Una terraza de cinco metros, que se ex¬ tiende hacia abajo, hasta el gimnasio. (Continuará el próximo mes) Sigue la lista de donativos: Colegio «S. Francisco de Asís» (Sta. Catalina) Doña Margarita Ordinas Doña María Rosselló Alemany Srta. María Felisa Anónimo De María de la Salud Anónimo De un matrimonio Doña Catalina Mulet y esposo Anónimo Colegio «S. Francisco de Asís», (Son Espanyolet) De una señora Sr. Buados (Plaza del Rosario) De Santanyí Cáritas Diocesana Pesetas 10.000 500 1.000 200 300 250 1.000 500 10.000 8.500 1.000 25.000 250 725 100.000 Sto. Domingo, 11 i-—-' 20 Qflojas (^ueíglas PALMA DE MALLORCA lina asociación única en el mundo: LA DE LOS ARTISTAS SIN MANOS C.— xisten en el mundo muchas asocia¬ ciones filantrópicas y asociaciones benéficas que buscan, de una manera u otra, redimir algo las circunstancias ad¬ versas de un puñado de hombres que lla¬ mamos «pobres» o necesitados. Verdad es que se hace caridad, pero hemos de re¬ cordar que la caridad auténtica de nues¬ tros tiempos lleva un sello propio: no se trata de dar, sino de facilitar a los hom¬ bres necesitados los medios para redimir¬ se a sí mismos. En este sentido existe una asociación ejemplar, muy de actualidad en estas fechas, que agrupa en su seno a un pu¬ ñado de artistas mutilados, quienes, por una vocación y una voluntad a toda prue¬ ba, triunfan en el mundo de las artes, pese a sus imposibilidades físicas. Fundador ejemplar Hace algunos años se le ocurrió a Erich Stegmann —^^paralítico de los brazos— la idea de que su desgracia no constituía un serio problema ni un obstáculo para con¬ tinuar pintando. Cogió los pinceles con la boca y consiguió realizar un cuadro del mayor mérito, y pensó en la gran ver¬ dad del viejo proverbio de que «la unión hace la fuerza», y no dudó en crear la Asociación Internacional de Artistas Mu¬ tilados, con sede en Vaduz, capital del principado de Liechtenstein. Hoy día pertenecen a esta asociación de los «Ar¬ tistas que pintan con los pies o con la boca» más de treinta artistas de todo el mundo. Estatutos Esta asociación no enseña a pintar a los inválidos; solamente admite en su seno a los ya consagrados. A su vez, y éste es el valor de la asociación, cada uno de los países afiliados a «Artis-Mutis», siglas abreviadas del organismo Artistas Mutilados, se encarga de editar en forma de postales, «christmas» o estampas, los dibujos de sus socios, cuya actividad edi¬ torial ofrece unos buenos dividendos a los socios. Verdaderos artistas Algunos miembros de esta asociación gozan de una fama y prestigio internacio¬ nales. Los trabajos de Erich Stegmann, el fundador, son sencillos e ingenuos, una especie de brote maravilloso de pureza que colorea estampas navideñas y motivos religiosos. Cefischer, el gran ilustrador alemán, consigue con sus dibujos expre¬ siones de viveza y armonía inigualables. España cuenta con un miembro de este organismo, el onubense Manuel Parreño Rivera, que pinta con los pies y la boca, de cuyos lienzos vigorosos ya se hizo una exposición en los soportales de la Plaza Real, de Barcelona. Comprar sin donativos Gracias a este vínculo artístico que mantienen esos hombres mutilados pue¬ den sentirse necesarios en la vida, impor¬ tantes, famosos, requeridos por clientes, y gozan de una situación económica hol¬ gada, lo que es suficiente para dedicarse de lleno a su vocación de pintores. No hace mucho decía Carlos Schwarz, director de la editorial «ArtisMutis» de Madrid: «El valor artístico de los trabajos de estos hombres escapa a la curiosidad que puede despertar el que pinten con la boca o con los pies. Sus cuadros se venden por lo que valen, no a cambio de un donativo.» Esta asociación, realmente, ha sabido hacer la más con¬ creta caridad: poner los medios para que se ayuden a sí mismos. 21 MOTOCICLETA M. V. CAinPEONA DEL m U N D 0 i! ahora,,. El NUEVO MODELO 235 cc. 4 TIEMPOS Distribuidor exclusivo en Boleares: CASA BERNARDO CAPO Honderos, 45 Tel. provisional 15466 PALMA DE MALLORCA CORIZA (reifriado nasal). ESTADOS DE AGOTAMIENTO, DOLOR DE CABEZA Y DE MUELAS ^ jijljL ^ ^ tabletas PRECIO Pías. LABORATORIO Cclán, IB-PALMA DE PAPELES PINTADOS Y PINTURAS ÓLEOS Y ACUARELAS PARA ARTISTAS MARCOS Y MOLDURAS Casa Pomar Flores (FRENTE A LA DIPUTACION )*PALMA S. Míguet 187 Teléfono 21483 PALMA DE MALLORCA ELDHOG BRU PINGÜINO GFranrcao,Jl5>0 < u z ^9^—.=1 1 w ^ MARCAS EN íl *''' % LAVADORAS DE MAXIMA CALIDAD SI] f y RENDIMIENTO 1 ij [i^/ CASA SASTRE GRANDES FACILIDADES DE PAGO P. España, 98 - PALMA 28LPMUEaAB-yLoAr, f&Pági na del ^^^eerrccita arriio ¡¡Día 7 Junio 1964!! PEREGRINACION DE LOS TERCIARIOS FRANCISCANOS DE BALEARES AL SANTUARIO DE LLUC, SOLLER, DEYA Y VALLDEMOSSA A las 9'30: A las 9'45: A las 11: A las 12: A las 13; A las 15^30: Concentración de los peregrinos en la plaza del Santuario de Lluc. Misa dialogada. La celebrará, y pronunciará la homilía, el limo, Sr. D. Francisco Payeras Mulct, Vicario General del Obispado y Terciario Franciscano. Se distribuirá la Sagrada Comunión. Reunión de Directores y dirigentes de las Hermandades, bajo la presidencia del Rdo. P. Jaime Tugores Mestre, T. O. R., Comisario de la T. O. F. en Baleares. Acto de afirmación apostólico-franciscana. — Entrega del nombra- miento de Director de Hermandad a distintos Rdos. Sacerdotes. Seguidamente, intervendrán: D. Guillermo Colom Ferrà, Doctor en Filosofía y Letras y Terciario Franciscano, con el siguiente te¬ ma: «L’alegria franciscana de Tapostolat»; D. Francisco Caja, Notario, Presidente de la Junta Diocesana de A. C., con esta ponencia: «La A. C. y la T. O. F.»; M, R. P. Bernardino Rotllán, O. F. M., Comisario Provincial de los Terciarios de Cataluña, con la consigna: «¡Terciaris, envant!» M. R. P. Antonio Bauzá Gayá, Ministro Provincial de la T. O. R. en España, el cual cerrará el acto con la autoridad de sus palabras. Tiempo libre. Canto de la Salve a la Virgen de Lluc. Seguidamente, partida hacia Sóller, Deyà y Valldemosa. En esta villa se visitará la casa natal de Santa Catalina Tomás y la Cartuja. TERCIARIOS: Se ha organizado esta peregrinación para: 1? Rendir visita de filial devoción a la Reina y Patrona de Mallorca, la Virde Lluc; 2? Rezar todos juntos por el éxito espiritual del Concilio; 3? Proseguir nuestra oración por la salud y pronto retorno del Sr. Obispo de Mallorca; 4? Fomentar las relaciones fraternales entre todos los Terciarios. INSCRIPCIONES En Palma, Convento de San Francisco y Convento de PP. Capuchinos. En los otros lugares, Rdo. Director de la Hermandad de Terciarios. ¡¡LLEVEN TODOS LA BANDERA DE LA HERMANDAD!! 23 NUESTROS DIFUNTOS LLUBI.-Falleció cristianamente, día 12 febrero 1964, el anti¬ guo suscriptor de nuestra revistó, D. Miguel Ramis Torrens. Pedimos una oración por el eterno descanso de su alma. INCA. — Día 29 de abril entregó su alma a Dios el tercia¬ rio D. Juan Rayeras Ferrer. Que el Señor le conceda el des¬ canso eterno PALMA. La Terciaria D.° Petra Morey Maroto, después de llevar muy franciscanamente durante muchos años la cruz de distintas dolencias corporales, recibió la visita de la hermana muerte el 9 de mayo del año en curso. Nuestro pésame a su hermana, Srta. Catalina. SELVA.-Durmióse plácidamente en el Señor D.° Magdalena Coll Llabrés, viuda de Vallori, el día 8 de abril de 1964, a la edad de 59 años. Vara nuestras misiones D. Antonio Mariano Pallicer, de Inca, entrega 125 ptas. para bautizos de paganos. Desde el Monasterio de Santa Isabel (Jerónimas) de Palma de Mallorca, también nos envían 50 ptas. para que nuestros misio¬ neros de Huamachuco bauticen una María Eustaquia y una Isabel. Muchas gracias. D. Bartolomé Coll, de Lloseta, entrega 500 ptas. para nues¬ tras Misiones. RADIO - PHILIPS - TELEVISION distribuidor ecccíusioo desde f928 San iHlQuetjOQ^ ^íelr257JÍÓ Stectrodomésticos en general FACILIDADES DE PAGO 24 preguntas respuestas Parroquia Modelo El párroco de mi pueblo ha formado una comunidad parroquial de trescientas familias, siguiendo la línea de la Pacem in Terris y la del Concilio Vaticano II, y en un artículo publicado dice: «Dejemos la calle para la mayoría. Dejemos los des¬ pliegues multitudinarios, interioricemos nuestra Fe», ¿Es justo que el clero deje la mayoría no practicante fuera de la co¬ munidad parroquial? ¿No dijo Cristo «id y predicad a todas las gentes», «no son los sanos que necesitan médico, sino los enfermos»? P. L. C. H. Me parece, señora, que se ha equivo¬ cado usted al interpretar este artículo. Evidentemente, sería injusto —aunque nada dijera el Evangelio— dejar desaten¬ dida la mayoría. Ahora bien, de las dos frases que cita usted no se puede deducir esta conclusión. «Dejemos la calle para la mayoría» puede significar muchas CO' sas. Hace falta leer el contexto para entender el sentido exacto. En cuanto a la segunda —«dejemos los despliegues multitudinarios, interiorice¬ mos nuestra Fe»— está muy claro y tie¬ ne toda la razón quien lo haya escrito. Ya basta de catolicismo de procesiones, novenas y ejercicios piadosos que no sir¬ ven para nada ¡Cuántos hay que no de¬ jan de asistir a ellos y al final de su vida son tan malos o peores que cuando em¬ pezaron! El catolicismo es una religión de testimonio vivo, humano. No es ir a misa lo que nos hace buenos católicos, ni ayunar, ni rezar muchos padrenuestros, sino el vivir y obrar como tales, como Cristo. Y para conseguir que esta noción de auténtico cristianismo se infiltre en una sociedad como la nuestra hay que empe¬ zar por una minoría que, en este caso, por lo que dice, parecen ser estas tres¬ cientas familias. Más adelante, cuando estas familias estén ya preparadas, se lanzarán con el ejemplo de su vida a la búsqueda de la gran mayoría. Es cues¬ tión de táctica solamente. Por eso la implantación de estos siste¬ mas preconizados por la Pacem in Terris y el concilio Vaticano II no es otra cosa que «predicar a todas las gentes» y «cu¬ rar los enfermos». Papas y colegios Rdo. P. Marcelino: ¿Qué opina usted de estos padres y madres que confían toda la educación de sus hijos a un cole¬ gio, al que responsabilizan después de la buena o mala educación de sus chicos? M. L. F. La educación de los hijos depende so¬ bre todo de los padres. Son los que más influencia tienen sobre ellos. El colegio no es más que una ayuda a esta misión. Y la experiencia enseña que nuestros co¬ legios sólo educan la inteligencia de sus alumnos, dejando muchas lagunas.de las que deben ocuparse los padres. Lo que no pueden hacer es responsabi¬ lizar al colegio de la mala educación de sus hijos. La educación depende de tres factores: los padres, el colegio y los mis¬ mos niños. La oposición entre los dos primeros puede ser —de hecho lo es muchas veces— la causa de una educación torcida y de ella tienen la culpa los pa¬ dres. A veces, siendo perfecta la armo¬ nía, el chico no responde. Entonces puede achacarse a la falta de métodos o al mis¬ mo niño que se empeña en no reaccionar. El mal está en el analfabetismo peda¬ gógico de muchos padres y educadores. Deberían tomarse más en serio la educa¬ ción de sus hijos formándose debidamen¬ te para ello. Si los padres saben educar, sus hijos salen educados y si no... ya se sabe. Fray Marcelino GRANDES ALMACENES m s.». Pañería - Lencería-Tapicería - Modistería • Sas¬ trería - Pañería - Camisería - Géneros de punto Novedades -Bordados - Perfumería Artículos de Viaje P. Cori, 5 al 12 y General Goded, 6 y 8. Tels. 24200 - 24201 ' i ;■ ^ .PALMA DE MALLORCA ¿ Ha pensado en las ventajas que un BORGWARD le puede proporcionar a su negocio? y la mano de obra española fabricados por: BORGWARD ISO ESPAMOLA S.A DISTRIBUIDOR EXCLUSIVO EN BALEARES IMLTGXJ'K'L· NAJyA’L· COMikS Avda. Alejandro Rosselló, 53 PALMA DE MALLORCA J^att ocina pintura/ TIENDA Y DESPACHO: Costa y Llobera, 3 - Tel. 13544 TALLER; Nicolás de Pax, 79 y 81 PALMA DE MALLORCA V ) Humor inglés Un forastero entra en una iglesia du¬ rante el sermón y se sienta en el último banco. Al cabo de un rato, comienza a inquietarse e inclinándose a un anciano venerable que está a su lado le susurra: —¿Desde cuándo está predicando? —Hace treinta o cuarenta años, según creo, responde el viejo. —Entonces, me quedo. Debe faltar poco para acabar. Otro de ingleses La comedia es larga y aburrida. Un es¬ pectador advierte que su vecino repite constantemente una frase en voz baja. Picado de curiosidad se dirige a él: —Perdón, pero me gustaría saber qué es lo que dice usted en voz baja. —Pues, muy sencillo: ¡Cómo envidio a mis piernas! —¿Envidiar a sus piernas? ¿Por qué? —Porque las tengo completamente dor¬ midas. Oración del niño La mamá de Pepito está enferma y él ha rezado mucho por ella. Al día si¬ guiente le pregunta: —Mamá, ¿te has curado ya? —Sólo a medias, hijito. Entonces Pepito se pone de rodillas y, juntando sus manitas, dice: —Jesusito, cúrala la otra mitad. Sueño infantil —Mamá, esta noche he soñado que me metían en el agua. —¿Y qué, cariño? —Que me podrías dispensar de bañar¬ me esta mañana. 27 i CASA FRAU MUEBLES CARPINTERIA PEIRSIAMAS E M R O li L· A B L· IS S R. Esclaramunda, 9 al 17 Tels. 17129 y 17619 PALMA DE MALLORCA CASA CABOT MUEBLES ROMAR Electricidad - Saneamiento - Caiefacción RADIO-DiSCOS -AMPLIFlCACiÓN* Plaza Reina, 9 - Tels. 21418 - 13483 PALMA DE MALLORCA EXPOSICIÓN; Conquistador, 24-Tel. 503 TALLER Y ALMACÉN CON EXPOSICIÓN; Paz, 97,101 y 103 - Tel 468 MANACOR (Mallorca) • • » m EL CALZADO DE MAYOR DURACION Ci^lL^AOOS OOIRDILA Venta exclusiva en; \\/elázquez, 35 PALMA DE MALLORCA Centenario Terry aíre acondíciDiiailo I/[RDAÚEIIAS INSTALACIONES CON EQUIPO CENTRAL PARA REFRIGERACION. VENTILACION V CALEFACCION. DtSTI^fBUClON POI^ CONDUCTOR BAJO NORMAS dft la "AMERICAN SOCISTV OF HBATINS AND AIR conditioimiin« bnjqinevrs" semc/0 r£CA//¿fo e /¡i/smMc/o/v£Ss CASA BUA DES RNTONIO BURDES FERRER. S.R. A\\¿A.ROSSELLO,82 • PIO Xil y AV JAIME ill Oral. Ricardo Ortega, 11 Teléfono 26238 - PALMA DE MALLORCA A. 8. aiMÉNEZ - LULIO, 12 - PALMA