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Palma de Mallorca, Agosto 1951

Núm. 501

Centenario de Isabel la Católica
pL 22 de Abril de 1451, hace 500 años, nació una flor en Castilla, cuya fragancia se expandió por el mundo, cruzó el ancho mar y fué a perfumar un nuevo Con¬ tinente, llevando allí esencias de civilización y cristianismo que antes no existían. Se llamó Isabel la Católica, «Reina, Madre de América». Sus padres se llamaron Juan II e Isobel de Portugal.
Isabel la Católica, cuando nació, no parecía destinada a reinar en Castilla. La niña que vió la primera luz en Madriga! de las Alias Torres (Avila), podía es¬
perar ser reina mediante matrimonio en alguna corte vecina o extranjera. Pero
las cosas ocurrieron de un modo totalmente imprevisible. Y aquella infanta de
Castilla acabó siendo reina.
Cinco siglos han corrido desde el nacimiento de esta reina, extraordinaria como mujer y como soberana, que además fué la primera reina, con su esposo don Fernando, de la España unida.
La efemèride es de suma importancia y por eso la traemos a nuestras pági¬ nas como saludo inaugural a este Centenario glorioso de los Reyes Católicos. Las campanas de Madrigal de las Altas Torres han repicado con alborozo, lanzando al viento sus armonías de bronce, que se unirán en los espacios a las que vengan de América y a las de toda España.
Para la Orden Franciscana es este centenario un motivo especial de recuerdo: esta gloriosa reina llevaba el cordón franciscano y, por mandato suyo, con el hábito de San Francisco vistiéronla a su muerte en Medina del Campo y con él reposa hoy en Granada.
Los tiempos eran particularmente arduos y duros en Europa. Francia e Ingla¬ terra estaban agotadas por la larga guerra de Cien Años, que entonces concluía para dar paso en Inglaterra a la feroz contienda civil de las Dos Rosas; y en Francia, a las luchas de Luis XI con la nobleza feudal y con el brillante Esta¬ do borgoñón. Italia era floreciente en terribles discordias intestinos. Y el noufragio balcánico producido *por'ios embates turcos, tocoba a su fin. Dos años tenía la castellana Isabel cuando cayó Constantinopla en poder de los otomanos. Estos, que se encontraban ya en las costas de Grecia mirando ya a Italia, ame¬ nazaban con todo su poder a los pueblos del Danubio. Se estaban derrubiando los baluartes que guardaban la Europa Central.
Vivía desunida la Europa de entonces, y estaban sus pueblos además inte¬ riormente revueltos. La desazón generaLtambién alcanzó a los reinos de- España.

152

£1 Heraldo de Cristo

Navarra estaba dividida en bandos irreconciliables. Los estados de la Corona
de Aragón iban hacia la rebelión contra el rey. Castilla, por su lado, era un cri¬ sol de discusiones. Si Ids perturbaciones llenaron el reinado entero de Juan II, el de su sucesor, Enrique IV, hermano mayor de Isabel, fué pura anarquía.
En medio de tales trastornos se fueron abriendo los caminos del troncante
la infanta Isabel. Nadie lo hubiera previsto cuando ésta nació. La infóntita, que
se criaba en Arévalo ¡unto a su madre Isabel de Portugal, segunda mujer de Juan II, tenía dos hermanos varones entre ella y la Corona. Pero ambos desaparecie¬ ron. El menor murió en julio de 1468. El otro, aquel extraño rey Enrique IV, se esfumó entre contradicciones y miserias. Desde el acuerdo de Guisando, en sep¬ tiembre de aquel mismo 1468, para casi toda Castilla era Isabel la heredera. La pobre Beltraneja no podría servir más que para bandera revoltosa. Y al otro año, el 26 de octubre de 1469, aun incurriendo en el enojo real por ser el rey Enrique opuesto al enlace, Isabel se casaba con el heredero aragonés.. La boda de Isabel, hija de Juan 11 de Castilla, con Fernando, hijo de Juan II de Aragón, traía prome¬ sas de un gran paso próximo a la unidad política de España. Pero aun hubo de
esperarse un tanto.
En 1474 moría Enrique. Entonces empezó en Castilla el reinado de Fernando e Isabel. Cinco años más tarde comenzaron a reinar en Aragón, al morir el viejo monarca aragonés que tanto había enredado durante su vida entera en Castilla, Aragón, Italia y Navarra. Una guerra hubieron de sostener ios jóvenes monarcas contra los partidarios de la ^eltraneja; guerra con el rey de Portugal y guerra civil en Castilla. Resuelto victoriosamente el conflicto, les esperaba tarea colosal.
Lo que habían recibido Isabel y Fernando era un país en plena subversión y en trance de perdición completa. El cronista Hernando de1 Pulgar, pintando la situación del país, Ilegaba a decir con sobriedad que pone escalofrío: «No hay más Castilla; sino, más guerra habría...»
Pero Isabel y Fernando iban a levantar aquello. A pesar de su desbarajuste, hundimiento y descomposición, el país tenía raza. Necesitaba, ante todo, una voz que le hiciera elevar los ojos hacia objetivos superiores. Era una especie de po¬ tro de pura sangre ^in domar. Aquel joven matrimonio real servía para tal em¬ presa. Fernando era uno de los mayores talentos políticos prácticos y uno de ios diplomáticos más hábiles de todos los tiempos. Isabel, por su parte, mujer ex¬ traordinaria, dotada de poderosa intuición, áhimo varonil y muy buen juicio, era
todo corazón por añadidura.
«Era el espejo de todas las virtudes, el escudo de los inocentes y el freno de los malvados», escribía Pedro Mártir de Angleria.
Empezaron por domeñar inflexiblemente la anarquía, colocando sin contem¬ placiones a cada cual en su sitio, e imponiendo la justicia a todos. «Aquel tiempo
fué áureo e de justicia; e al que la tenía valíale», dijo Fernández de Oviedo.
Después fué reformado el reino de alto a bajo, en loque Isabel mostró la rara cualidad, tan alabada por Prescott, de ser reformadora sin ser visionaria, esca¬ pando así al defecto de casi todos los reformadores. Luego dieron un quehacer a los españoles, apartándoles de desgarrarse entre sí: el quehacer fué la termina¬ ción de la Reconquista que estaba prácticamente parada desde hacía dos siglos. Y en tiempo no largo, poco más o menos el de una generación, el país desunido y desbaratado entraba rehecho y fuerte por lós caminos de la preponderancia
europea.
Aquello semejaba labor de magos. Isabel la Católica reinó treinta años nodo mas. Era el último Trastornara en el trono castellano. Era la primera en todos los sentidos del vocablo, en el trono de España, porque toda la grandeza posterior fué determinada por la obra de Fernando e Isabel, jalón histórico de consecuenctas seculares. Baste observar, en un esquema reducido al mínimo, que estas dos palabras España, América, son grandes florones de la tarea de Isabel.

ITINERARIO DEL MONTE DE RANDA
II
Las razones de las armas
OMPLETEMOS las ideas expuestas en el artículo anterior, sobre el Caballero de Santa María. Para honrar a la dama de sus pensamientos, Romón Llull manejó siempre armas de razones, pero no desdeñaba, ni mucho menos {era hijo de su siglo) las razones de las armas. Es muy significativo, a este propósito, el episodio insertado en el libro de Ave María. (Blanquerna, 64, 1-16.) Un caballero, para honrar a la Virgen, va a tierra de musulmanes. Ignorante en las letras humanas y divinas, no dispone de otras razones que las de las armas para hacer otorgar a los caballeros del rey moro que la Virgen es la mejor y más noble de las mujeres del mundo. Se trabó una fiera batalla. El caballero cristiano, como es natural, salió vencedor y, así, la Virgen quedó enaltecida en la corte del rey moro.'(Cotéjese este episodio con el del Quijote, parte I, cap. IV.) Pero, hasta aquí, hemos considerado a Ramón Llull de una manera fragmentaria. Vea¬ mos, ahora, de dar, como es debido en este itinerario, una,visión de conjunto del protago¬
nista del monte de Randa.
Laudemus viros gloriosos
«Loor a los hombres gloriosos.» Nada más a propósito que estas palabras del Eclesiás¬ tico (44,1) para iniciar un elogio de conjunto del Penitente de Randa, Doctor Iluminado y
Caballero de Santa María.
Ramón Llull es, de todas nuestras glorias, la más insigne. Como el sol que eclipsa las estrellas. En su corazón oceánico, se concentraron, todo el jmpetu y la indomable energía que brotan de nuestro terruño. Verdadero juglar de Dios, compuso a semejanza de los antiguos patriarcas del Eclesiástico, himnos y cantigas, y «unos buenos y otros mejores», dice la Vida Coetánea, escribió libros en número tan crecido, que ya hemos perdido la
cuenta.
Fué un verdadero vidente. Lo acredita, entre otras cosas, el establecimiento de la Con¬ gregación de Propaganda Fide, fundada en 22 junio 1622, presagiada y delineada por el genio de Ramón Llull, con tres siglos de anticipación. '
Es un hombre de grandeza bíblica, el auténtico Salomón de nuestro pueblo. Se le puede aplicar aquello del libro tercero de los Reyes, capítulos 4 y 10: «El Señor, dió a Salomón sabiduría y prudencia sin tasa, y anchura de corazón como las playas del mar. Era el más sabio de los hombres y celebrado entre todas las gentes comarcanas. Salomón pronunció tres mil parábolas y sus cantares fueron cinco mil. Y disputó de los árboles: desde el cedro que se enrisca sobre él Líbano hasta el hisopo que arraiga en las grietas-de las paredes* Y trató de los animales, y de las aves, y de los reptiles y de los peces. Y venían de todos los pueblos a oir la sabiduría de Salomón. Y aun la reina de Sabá, habiendo tenido noticia de la fama de Salomón, quiso probarle con adivinanzas.Y Salomón respondió, al momento a todas sus preguntas,incluso a las más arduas.La reina de Sabá estaba maravillada y como fuera de sí, Y dijo al rey:—Verdadera's son las cosas que habían llegado a mi tierra acerco de tu sabiduría. No daba crédito a los que me lo contaban, mas ahora sé, por experiencia,
que no me han dicho la mitad. Tus obras sobrepujan a tu fama»,
Ramón Llull, al igual de .aquellos preclaros varones a que se refiere el Eclesiástico, se envolvió con el manto precioso de todas las virtudes y, como nunca sosiega una llama, él, tampoco, nunca sosegó, arbitrando medios para dilatar la gloria de su Amado. Por todo esto, el nombre de Ramón Llull, no morirá jamás. Antes se quebrarán lós cimientos de nues¬ tra cordillera y se hundirá el monte de Randa.

154

El Heraldo de Cristo

En bien merecido colmo, después de uno vida tempestuosa, duermen sus venerables despojos en la paz de la magnífica urna que le construyó la piedad de nuestros antiguos jurados. Y refiriéndolas al Maestro, terminaremos este apartado con unas palabras del Eclesiástico cuyo capítulo 44 nos ha servido, hasta aquí, de pauta. «Sea, pues, celebrada por las gentes su memoria y sabiduría, y resuenen sus loores y su nombre en los concursos del pueblo.»
Vida de epopeya

La vida de Ramón Llull es una epopeya, no fantaseada, sino realizada; no escrita en hojas muertas, sino cincelada en carne viva. Dios quiso formarle a su imagen y semejanza más que a los otros mortales e imprimió, en este inquieto Caballero, una huella más vasta

queen los otros hombres de la divinidad.

La figura inmensa del Doctor Iluminado se asoma por todos los horizontes.del siglo XIII e interesa a teólogos, filósofos, poetas y, en general, a los amadores de la ciencia y de las bellas artes. Ramón Llull, resumen del siglo XIII, fué escritor y misionero; solitario y pe¬ regrino; contemplador y hombre de acción; doctor en todas las ciencias y altísimo poeta;

pedagogo y estratega; confesor y mártir de Jesucristo. En la historia de las grandezas hu¬

manas es, en sentido cristiano, uno de los ejemplares más completos de superhombre.

Por su celo y sus incansables viajes apostólicos, Ramón Llull admite comparación con

San Pablo. Son dos convertidos. En la conversión de ambos. Dios puso las premisas y ellos,

con una divina lógica, sacaron hasta las últimas consecuencias. Se le puede parangona-

con San Agustín. El Libro de Contemplación del Penitente de Randa, donde hay tanta auto¬

biografía, por su penetración psicológica, por el fervor de los afectos y su lirismo trepi¬

dante, es

la

única

obra

medieval

digna

de

ponerse

al

lado de .

las

Confesiones . de

San

Agustín. Ramón Llull compite con San Bernardo y San Benaventura en amor a Nuestra Se¬

ñora; con Santo Tomás de Aquino, en sabiduría; y se asemeja a San Francisco por su afec¬

tuosidad a la naturaleza, su preocupación por convertirá los sarracenos y su avidez de

martirio.

Crucificado sobre la cruz de sus ideales apostólicos, dejó, por Dios, a su esposa, hijos y riquezas. Sostuvo continuas controversias con los moros, herejes y judíos para encender
en su almas la luz de nuestra fe. Como procurador de infieles, asistió a tres capítulos ge¬ nerales de los hermanos predicadores y a otros tres de los frailes menores. Visitó cinco
veces lo corte pontifical de Roma e instó a Nicolás III, Honorio IV, Nicolás IV, Celestino V y
Bonifacio VIH, para que fundaran colegios de misiones, se redimiéronlos santos lugares del poder de los agarenos y los pueblos se reunierari, por la fe de Cristo, en un solo re¬
baño, bajo la vigilancia de un pastor único. Estuvo presente en el Concilio de Viena (Fran¬ cia). Cruzó el Mediterráneo en múltiples direcciones y visitó los poises de fieles y de infie¬ les, siempre atento a lo mayor gloria de su Amado. Nunca reposó su lengua ni su pluma. Murió en piélago de amor.

He.aquí el sumario de la vida de Ramón Llull, vida de epopeya que no podía faltar en
itinerario del monte de Randa.

P. RAFAEL GINARD BAUÇÀ

OCIOS Y SOLACES

lA SANDALIA DE LA SANÍISIIHA VIRGEN

(TRADICION ANDALUZA)

^Jn pobre zapatero de Sevilla estaba cierto día postrado de hinojos con mucha devoción, ante una antigua imagen de la Santísima Virgen, que se veneraba en la Catedral, y conforme hacía otras veces, exponía sencillamente sus penas y necesidades a la Madre de Dios pidiéndole socorro. Mas parecía que la Virgen no prestaba oído a sus voces, pues en vez de encontrar alivio en sus aflicciones el devoto obrero, por desgracia se le aumentaban cada día. No obstante, él no

desconfiaba; pues, como hombre de fe, acordábase de que en las bodas de Cana

de Galilea María Santísima debió insistir para obtener de su divino Hijo el milogro

de convertir el agua en vino, y que la Cananea fué desoída más de una vez entes

de ser atendida. Por eso repetía sus ruegos con la firme esperanza de que por fin

serían escuchados de la Madre de Dios.

'

Terminados los divinos oficios de aquel día, poco a poco salieron de la iglesia los fieles que habían asistido; mas el atribulado zapatero permaneció en su lugar,

y las súplicas fueron más fervorosas que de costumbre.

«Virgen santa, decía, por caridad no tardes en ayudarme; ya ves cómo llegan al colmo mis amarguras. La esposa se muere por carecer yo de recursos para pro¬ curarle las medicinas; pídenme pan los hijuelos, y no tengo ni un mendrugo que

darles; y por añadidura, ¡el dueño de la casa quiere echarme a la calle por no pa¬

gar el inquilinato! Lps hombres no tienen compasión; mas Tú, que eres la Madre de misericordia, ¿por qué difieres el socorrerme? |Y tan fácil como te es darme un

pequeño socorro! ¿no eres por ventura la Tesorera de los bienes del cielo y de la

tierra? Tus mismos pies están cubiertos de maravillosas riquezas; una sola de tus

sandalias, ¡qué fortuna sería para mí!... La más pequeña perla de que están ador¬ nadas sería más que suficiente para remediar todas mis necesidades».

Las fervorosas súplicas del afligido discípulo de los santos Crispin y Crispinio-

no llegaron al trono de la Virgen Inmaculada y obtuvieron un efecto admirable.

En aquel mismo momento que con tanta ingenuidad y sencillez acoboba de expo-

nersu deseo, parecióle que del pie de la venerada estatua separábase la sandalia

en dirección al lugar donde él estaba arrodillado.

Lo que pasaría entonces en el interior de aquel pobrecillo es más fácil imogi-

narlo que describirlo. Primeramente pensó que aquello sería alucinación prove¬ niente de los últimos rayos del sol que estaba al ocoso y que, al través délos cristales de las ventanas del templo, hacíanle ver una cosa por otra. Mas no tardó

mucho en convencerse de lo contrario, pues vió junto a sí mismo la más rica y ele¬

gante sandalia que jamás hoya calzado pie de reina. No era, por lo tanto, vana

ilusión lo que antes había visto.

Inclinándose tembloroso hacia el precioso objeto, y después de haberlo pal¬

pado y cogido., levantólo con sumo respeto y no le cabe duda alguna que la Vir¬

gen misericordiosa ha querido darle pruebas de su bondad y socorrerle en aque¬
lla tribulación.

Ebrio de gozo, levántase y échase a correr por la iglesia gritando: ¡Milagro!

¡Milagro!

En oquello hora dirigíanse a la iglesia los canónigos con otros sacerdotes y personas, los cuales, visto aquel precioso objeto en manos del zapatero, tuviéronlo

por ladrón y lo capturaron. En vano quiso protestar el preso y asegurarles que

aquello era un prodigio de la Madre de Dios en favor suyo, pues nadie lo creyói y sólo algunos pocos de los allí presenters se conmovieron con las lágrirnas de aquel pobrecillo, y por el vehementísimo dolor que manifestaba de su tan infeliz

estado, agravado ahora con la infamante nota de ladrón. Entre aquellos personos, olgunos conocíanle muy bien y declararon que £u conducto había sido intachable durante toda su vida. Apoyándose en esta declaración, después de haber delibe-

156

El Heraldo de Cristo

rodo largamente sobre el asunto, convinieron todos en que aquel pobre zapatero

había perdido el juicio, toda vez que él mismo se descubrió y manifestó el cuerpo

del delito, por lo que resolvieron exigirle un acto de arrepentimiento, de aquel

hurto sacrilego con promesa de Iq enmienda y dejarle después en libertad.

La sandalia fué colocada de nuevo en el pie de la devotó imagen, y arrodilla¬

do el angustiado zapatero en la grada del altar de la misma, en presencia de un

inmenso gentío, hizo esta súplica; «Virgen Santísima: Tú sabes muy bien si yo he

cometido el hurto de que me acusan, y si soy un ladrón y un sacrilego, yo, que

daría mi sangre y mi vida para procurarte la mínima de tus glorias, ¿podrá jamás

suceder que un insigne beneficio tuyo concedido a tu indigno y devoto siervo

redunde en daño suyo, de modo que a la grande tribulación que padece se le

añada la infamia? |Ohj, no lo permitirás, mi dulcísima Madre y poderosa Señora.

Tú me justificarás, aunque sea a costa de un segundo prodigio; yo lo espero, con¬

fiado en tu misericordia y en tu justicia».

Así oró el zapatero, y María Santísima inmediatamente condecióle la decla¬

ración que él apenes se atrevía a esperar. Esta vez, toda aquella espectadora

multitud pudo ver cómo la milagrosa estatua desprendióse de nuevo de la sandalia,

yendo a caer en las manos del inocente y sencillo obrero que con tanto fervor pe¬

día a la Virgen por mediación de aquella imagen.

Al punto, bajo las bóvedas de aquel augusto templo, resonaron entusiastas

gritos de admiración y alegría y quedaron del todo desvanecidas las sospechas

formadas contra el devoto siervo de la Virgen. Un himno de alabanza y de acción

de gracias entonaron a la Reina de cielos y tierra, y el pueblo, que presenció aquel

glorioso espectáculo, quiso llevar en triunfo al honradísimo zapatero tan prodi¬

giosamente defendido por Ella.

.

El Capítulo acordó valorar el precio de la sandalia y entregarlo al legítimo

poseedor, indicado por María Santísima. Según dijo el favorecido, fué para él una

verdadera fortuna y usó bien de ella. Pagó las deudas que tenía, compró medici¬

nas para su esposa y ésta sanó; dió esmeradd educación a sus hijos, de los cuales

unos abrazaron una profesión honrosa y otros siguieron su propia vocación. No

obstante, el padre no abandonó el oficio, bien que cambió su reducida y mísera

oficina en una bella y espaciosa tienda y nunca cesó de mostrarse reconocido al

incomparable beneficio con que tan prodigiosamente le socorrió la soberana

Reina María Santísima.

MOVIMIENTO DE LA V. O. T. .

En Llubí, día 24 de Mayo, festividad del Corpus Christi,fué solemnemente

bendecido por el Sr. Cura-Ecónomo Rdo. Sr. D. Lorenzo Martorell, el nuevo

pendón que los terciarios dedican a su, Santo Padre San Francisco, y cuya

misión será acompañar los hormanos difuntos a su última morada.

La ceremonia se celebró con mucha solemnidad, siendo padrinos los

terciarios Sr. D. Rafael Vila Ripoll y la Srta. D.° Magdalena Perelló Ferrer.

j La pintura de dicho pendón es obra del insigne artieta D. Vicente Mont-

part, cuya labor es digna de elogio-

I

El Estudio General Lu-
liano de Mallorca, cuya bendición tuvo lugar día 4 del pasado julio por el Excmo. Sr. Obispo de la Diócesis,
de acuerdo con su
propósito Y finalidad fundacional, de inves¬ tigación, fomento y difusión de la cultura, ha decidido inaugu¬
rar los estudios de las
Facultades de Dere¬
cho Y Filosofía Y Le¬
tras. Para ello convo¬
ca un concurso, para
la provisión del Profe¬ sorado de los prime¬
ros cursos de las cita¬
das Facultades.

WB.

El Rdo. P. Francisco Company, Doctor en Filosofia y Licencia¬ do en Teologia, Superior del
Santuario de Nuestra Señora
de Cura (Mallorca), conmemo¬ rará solemnemente la gloriosa efemérides dia 1 del próximo mes de Agosto, en la cima del monte de Randa, en donde las mismas piedras enseñan virtud y mueven a devoción
las malezas...

El Rdo. P. Miguel Fgrrer, ex-Maestro
de Novicios, VicariAy Profesor del
Colegio de La Porciúncula (Mallorca),
celebró sus Bod'as de Plata sacerdota¬
les dia 24 del pasadtíí*1r!res de Junio, a
los pies de Nuestra Señora de los An¬
geles, rodeado del cariño de sus fami¬
liares y hermanos en religión y el jú¬ bilo de toda la pléyade estudiantil...

EN LA PORCIUNCULA

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^N ese negocio del «Cançoner Popular de Mallorca», hemos tenido buena es* trella. Hasta creemos, para hablar en cristiano, que el Angel de la Guarda
de nuestra isla nos ha especialmente protegido. La tarea en qué andamos enzar¬ zados es exclusivahnente patriótica, idealista, enderezado a conservar, en lo.
posible, la Mallorca tradicional cuyo extracto, quintaesencia o alcaloide es el
inmenso cancionero indígena. Al cancionero han afluido las más exquisitos reso¬ nancias del alma plurisecular y multiforme de nuestra tierra. El cancionero, viene a ser, en sentido espiritual, el país mismo de cuyo corazón ha brotado. Y, natu¬ ralmente, el Angel de Mallorca ha de favorecer a los que cooperan con él en la conservación del alma del país!
Dada nuestra insignificancia, sin la disimulada, pero reiterada, ayuda de un
ángel, con toda seguridad, habríamos fracasado. No se explica, sjn el secreto y delicado influjo del Angel de Mallorca, cómo tantas personas han soportado sua¬ vemente nuestros enojosos interrogatorios; cómo hemos dado, sin mayores dificul¬
tades, con sujetos que son archivos vivientes de nue'stra tradición y cómo hemos podido tender, por casi todos ios pueblos de Mallorca, una red de colaborado¬ res que, con entusiasmo y absoluto desinterés, han completado nuestras rebuscas folklóricas. Gracias a estos colaboradores, cuya lista de honor, irá al frente del
Cancionero, ya casi no queda rincón alguno de Mallorca sin explorar y se ha reunídó una enorme cantidad de variantes que harán posible la proyectada edición crítica. Nuestro propósito de apresar todas las mariposas y flores silvestres de las canciones mallorquínas, gracias a nuestros colaboradores, está en vías de
ser una bella realidad.
Este conjunto de cosas, que no pueden atribuirse a los exiguos méritos nues¬ tros, hace pensar que es el Angel de la guarda de Mallorca quien nos ha allana¬ do el camino y nos ha abierto, con su mano poderosa, tantas puertas y tantas
voluntades.

Una barra iota d'or, que deu valer de diners! I jo en pagaria més, garrida, de lo teu cor.
Si les ones de la mar
totes a mon cor ferissen, no cree, no, que l'arrendissen
tant com lo vostro mirar.
Com més te mir, més m'agrades, ramell de peres madur!
Més m'estim mirar-te a tu
que quantes Déu n'ha creades.

Oh tnar blava, que ets de trista! En mirar-te ploraré! Tu te'^n dügueres mon bé
de davant sa meva vista.
Si tu, me vesses es cor, així com me veus sa cara!
No es possible que ta mare te vulga més bé que jo.
Encara que jo cant fort, bona amor, vós no em sentiu.
Unes uiades teniu
que m'arriben a la mort.

Estimada, vos poreu
posar la balança al íi.
Retirau-la devés mi
que no us ne penedireu .
Es meu cor s'és migpartit i se n'han fet quatre trossos:
vós teniu es tres més grossos
i jo teñe es més petit.

Boqueta de cirereta, quina boca teniu vós! Vós teniu una boqueta
com un realet de dos.
Una rosa a cada galta, un ui a cada cabei;
vós sou la font del remei
que, per mi, no n'hi ha d'altra.^

162

EI Heraldo de Cristo

Cara de Pasco teniu,
quina cara més alegre!
Com amb vós es sol se pega,
sa resplandor li preniu- ^

Qué és aquesta meravella

que, ara, és sortida a bailar?

Eli faria davallar

*

del cel, qualsevol estrella!

Vós sou la reina d'Hongria,
vós sou perla de la mar; sois vós me poreu donar, damunt la ierra, alegria.

De dotze hores que té el dia,
en vós, onze, pensaré,tres quarts hi afegiré, tant m'agradau, vida mial

Vaig venir tota mustia
de s'enterro d'En Gostí.
No heu sentit mai a dir ^
que, com se mor un fadrí,
sols morir-se una fadrina?

Si m'encontrau qualque dia,
amor, no em coneixereu,
perque he perdut, ja ho sabeu, sa poca carn que tenia.

Sols a tu eí puc deixar veure
es mal que passa per mi: tenir set no porer beure i son i no anar a dormir!

Què fa el sol com vol sortir? Dóna claror an el dia, i vós me dau, vida mia,
penes que no tenen fi!
Sàpigues que vaig plorar
set anys d'enamorament; vaig perdre es coneixemertt i no l'he tornat cobrar.

Es cantar vol alegria i jo no eu tenc, bona amor» adins mon cor tenc tristor
que un carro no la duria.
Tan pobre estic d'alegria
com la cera de color. Tu em fas veure, per amor, estels al fi del migdia.

Estimat, creis-ho, que és ver, que lo que us dic no és mentida:
tenia més bona vida
antes d'enBmorar*mé.

S'etlota que jo festeig
té cara de pedra tosca
i resplandeix com sa fosca: no és es dir que jo braveig.

Tu éts blanca com la pega
i vermeia com un corb, admetent com l'argelaga i alegre tant com un mort!
Si no em vols digues:-Ves-te'n-
i no 'te faré pus nosa.
Així ho fan, care de rosa,
ses dones que tenen seny.
Mu mare, casar, casar, que es partits no venen sempre. Com s'escudella és calenta no la deixeu refredar.
Per riure, vaig dir, un dia,
a s'atiotá: —Casem-mós-
Ella em respongué, amorós: —Estimat meu, facem vial—
S'altre dia, em varen dir, jo, si em volia casar.
Per una oreia em va entrar
i, per s'altra, em va.sortir.
Una fadrina deu dir,
en veure un fadrí granat: -Tan vei, i no t'éts casat?
Qualque trebaí deus tenir!
Cames-rotges de goret són bones per medecina. Fadrí qui es casa amb pobila
el sendemà se'n penet.
Voldria tornar farina
quan ce^-ns o poses llevat, sols per esser remolcat de ses teves mans, Tonina.
Aigordent, tabac i vi, volien es pescadors. També us volien a vós,
careta de xerafí.
Dins un foc abrasador
hi tenc lo meu cor qui em crema, i tu, encara, hi poses llenya, branca i qualque tió.
Voldria que fósseu lladre perque em robàsseu s'amor, qui du tanta vermeior
com una flor de baladre.
Dos qui, amb so mirar, s'entenen, que se parlen d'amorós! Jo veig, per mig d'aquests dos, uiades qui van i vénen.
Voleu que, de vós, m'apart, i jo no puc, vida mia! De dotze hores que té el dia, pens en vós, onze i un quart.
R, G. B.

APUNTES LULIANOS
EL COLEGIO DE MIRAMAR
^D^ÑOS de 1276-1277. Dotado espléndidamente por él munífico rey don Jaime II, y bendecido con largueza por el Papa Juan XXI, ábrese ya a los cuatro vientos el Colegio de lenguas de Miramar, como un nido de águilas apostólicas colgado entre el beso del cielo y de la mar. Ramón Llull no cabe en sí de gozo y canta en el silencio de las selvas vírgenes, ante la risa ingénua de las ondas:
Remembrat han frares menors
lo Salvador, qui volc vestir ab si lo sanf religiós
e han fet Miramar bastir
al rey de Mallorca amorós.
Iran sarraïns convertir
per fer plüer a Déu qui a mort volc venir per nos haver.
Como le agrada ai pastor acariciar q su rebañito de ovejas, así le place al bienaventurado Maestro habitar y ploticar con raqueíla diminuta grey de futuros misioneros, enseñándoles modos y trazas con que poder honrar, en la Santa Tierra de Ultramar, a nuestro Señor Jesucristo. Sencilla como la délos pajarillos era ¡a vida que llevaban en Miramar Ramón Llull y los trece froiles menores. Se levantoban a media noche, y habrían las ventanas de su celda para icon templar el cielo y las estrellas, y comenzaban sus rezos con la mayor devoción posible, a fin de que su alma estuviese toda en Dios y sus ofos en lágrimas y llanto- Así que habían con¬ templado y llorado largamente hasta la hora de Maitines, entraban en la iglesia dedicada a la Santísima Trinidad, y tañían la campona, y empezaban el rezo coral. AI romper el alba, uno de los frailes menores, que era sacerdote, cantaba la misa a la que asistían todos, con gran regocijo de su alma. Terminodo el santo sacrificio del altar, se reunían en el coro, y Ramón departía con ellos sobre las bondades de Dios y de sus obras, y lloraban el uno en el seno del otro por el exceso de devo¬ ción que había en sus conversaciones. Después de estos espirituales coloquios, los frailes bajaban al huerto, y entregábanse a alguna labor de la tierra, y, a su vez, Ramón salía de la iglesia, y recreaba su alma, derramando sus ojos por los montes y los llanos. A la hora señalada, aquellos frailes menores volvían a! monasterio, y estudiaban las lenguas orientales y todas las ciencias y artes propias de! misione¬ ro, y en este estudio permanecían hasta la hora de tercia. Luego rezaban tercia, sexta,nona, y, cercó de rhediodía, acudían a tomar su refección que era de hierbas y legumbres, como la de los gloriosos Padres del yermo San Pablo y San Antonio. Acabada la comida, durante la cual uno leía el Libro de Contemplación, hacían gracias a Dios en la iglesia, y después se retiraban a su celda, y descansaban para que mejor pudieran sostener el trabajo d.e la noche. Cuando habíandormido, lavaban su cara y sus manos, rezaban vísperas y completas, y, finalmente,se apar¬ taban el uno del otro, quien en el terrado, quien en el huerto, quien en la iglesia, y venían en consideración de aquellas cosas que más* les contentaban y que mejor les aparejaban para entrar en oración.
El Colegio de Miramar no era para Ramón Llull más que el primer eslabón de una larga cadena de colegios de misiones que se habían de levantar por todo el mundo. Bien clara aparece esta Idea en la concepción utópica de aquel varón de deseos,que ordenó en la persona del papa Blanquerna: «que de todos los religiosos sabios fuesen señalados algunos para aprender varias ciencias y lenguas; y que por todo el mundo fuesen establecidas casas de estudios, en donde fuesen sufi¬ cientemente proveídos y abastecidos de todo lo necesario para su manutención, ^egún la planta del Monasterio de Miramar que hay en la isla de Mallorca.»
P.M. CALDENTEY,T.O. R.

DE LA

ORCIÚNCULA

MES DE JUNIO
Bronce glorioso
Día 4.— HoYr al medio día, cuando el estudiante encargado dió el último toque del Ángelus la campana del colegio se ha rajado. Era llegada su hora. Estaba escrito: desde hoy no se oiría ya más el vibrar de aquel retintín que armonizaba el griterío de los niños de casa... ¡Pobre campana con su raja abierta! Justo es ahora después.de sus años y sus servicios dedicarle un re¬ cuerdo. Ella rigió el horario escolar y la
vida de comunidad desde la misma inau¬
guración del edificio. Fué la voz del tra¬
bajo, del estudio, de la oración... Fué la voz de Dios. — Según rezan empolvadas
crónicas/ la celebrada campana pertene¬
ció en la antigüedad al' real convento de
S. Francisco de Palma donde, instalada en las últimas centurias en la torre de su tem¬
plo, daba las horas del reloj hasta que, en noviembre de 1920, fué trasladada al novel
edificio de La Porciúncula. El histórico
bronce, que mil auras besaron y cuyo eco los siglos oyeron, ahora en ronco tañer, parece ya invitar a sus propias exequias.
Importante mejora
Días 11-18. — Por una brigada de una veintena de obreros de la empresa del contratista D. Antonio Ferrer, se ha trans¬ formado en soberbia avenida, en el inte¬ rior de nuestro predio, el camino de llega¬ da a la casa desde la parte de las playas del mar. La magnífica pista asfaltada mide una longitud de 3'28 hectómetros por 8'00 m. de anchura.
Día 13. - S. Antonio, Doctor. Ha oficiado
la misa de esta festividad frnciscana el
prefecto de los niños de la sección menor, R. P. Antonio Terrassa, quien celebra hoy
su onomástico.
Fin del curso escolar
Día 18.-Después»de una misa del Espíritu Santo, en sesión académica de profesores y alumnos, se conmemoró el final del curso 1950-51, haciéndose entrega de diplomas y distinciones honoríficas. Presidieron el
claustro del profesorado el M. R. P. Anto¬ nio Bauzá, Min. Pral , el Rector P. J. Roig y el M. R. P. B. Salvá, Lector de la Orden.
Día 21. - Recientemente llegado de Esta¬ dos Unidos, donde el a^o 1949 fué ordena¬ do sacerdote en Wáshington, ha celebrado

en nuestra capilla su fiesta de misecantano el Rdo. P. Miguel Pascual. Después del so¬ lemne oficio se entonó el Te Deum seguido de besamanos, El P. Pascual, ex-alumno de la Porciúncula, regenta en la actualidad una cátedra de lengua castellana en el cetitro de enseñanza superior St. Francis College del estado de Pensilvània.
Bodas de plata sacerdotales
Día 24.—Con motivo del XXV aniversa¬
rio de su ordenación presbiteral, ha cele¬ brado sus bodas de plata con el sacerdocio el Rdo. P. Miguel'Ferrer, Vicario de esta comunidad. Estuvieron presentes sus fami¬ liares, entre ellos su anciana madre y su hermano fray Jaime Ferrer, T. O R. Le asis¬ tieron de pluvial el R, P J. Caldentey, de¬ diácono el R. P. J. Llabrés y de subdiáco¬ no Fray Pedro Llabrés, sobrino del cele¬
brante. A las muchas felicitaciones recibi¬
das este día por el homenajeado, reitera¬ mos la nuestra íntima y fraternal.
Día 24.- S. Juan Bautista. Ha sido cursa¬
da, en su santo, una felicitación colectiva' acompañada de bella guirnalda de obse¬ quios espirituales, al Rdmo. Superior Ge¬ neral P- Juan E. Boccella. Desde la Curia
Generalicia de Roma hemos recibido ex¬
presiva contestación de agradecimiento. —Han celebrado asimismo, su festividad'
patronal los profesores de casa R. P. Juan Caldentey y R P. Juan Llabrés, director espiritual.
Día 25.-S. Guillermo, abad. Onomástico del R. P. Guillermo Carbonell, profesor del, colegio.
Bienhechores
Acompañada del" M. R. P. Provincial,, estuvo a mediados de junio en La Porci¬
úncula con motivo de su furdación de tres
becas, la distinguida Sra. D. Leonor Serve¬ ra de March. La escolania, en su presencia, cantó completas dominicales y el Superior provincial pronunció sentidas, palabras agradeciendo la generosidad de la do¬
nante.
- Una nueva beca en favor de nuestras
vocaciones ha' sido fundada por D.“ Fran¬
cisca Alonso Salas.
Hasta el próximo mes, si Dios quiere.
Wadínguez.
La Porciúncula, 1-Julio 1951.

Breve vida del Bto. Pío X, £1 día 3 de

terciario franciscaso

junio fué
elevado a la

gloria de los altares el Papa Pío X. Nació este Santo Papa en Riese (Vene¬
cia), el día 2 de junio de 1835. Su padre» Antonio Sarto, era cartero y su madre' Margarita Sansón, era costurera. En , el bautismo le pusieron (por nombre) José
Melchor.

Principió el pequeñín por estudiar las primeras letras con vocación ya manifiesta
hacía el sacerdocio. A veces desde Riese

a Castelfranco iba descalzo, por no estro¬
pearse las zapatillas. Más tarde pasó al Seminario de Padua, para disfrutar de una
beca concedida por el Cardenal Mónico^
Patriarca de Venecia.

El día 19 de septiembre de 1858, fué or¬ denado de sacerdote por el Obispo de Treviso, el cual le nombró de pronto coad¬ jutor de Tómbolo. Aquí el joven sacerdote José Sarto, empieza |a ensayar sus excep¬ cionales dotes de sacerdote y apóstol. Al cabo de nueve años es designado párroco de Solzano, en cuyo cargo se distinguió por su continua predicación, atención a los apestados, socorro a los necesitados. Era, en fin, un santo párroco.
Oíros nueve años pasó don Beppi en el desempeño de este cargo. Luego se dirigió a Treviso para ocupar oíros importantes cargos; chantre de la Catedral, director espiritual del Seminario y más tarde. Se¬ cretario del Obispado.
También tuvo que pasar nueve años aquí en Treviso, D. José Sarto, entregado total¬ mente al servicio de Dios, de la Diócesis y
de las almas. Las noticias de estos extraor¬

dinarios méritos del sacerdote Sarío, lle¬

garon a oídos del Sumo Pontífice, el cual le nombró Obispo de Mantua.
Sabido es el amor que este sacerdote sintió por San Francisco y por lodo lo

franciscano. No en vano él se preciaba de ser terciario franciscano, y, siendo más tarde Papa, dirá a los terciarios de Floren¬ cia: «Hijos míos: ser terciarios, equivale a ser cristianos perfectos; porque la Tercera Orden es el Evangelio en toda su perfec¬
ción».
Con gusto queremos recordar aquí, el caso pintoresco que le sucedió a Pío X en la Basílica de Padua, cuando era sólo Obis¬ po electo de Mantua.
«Algunas semanas antes de su consagra¬ ción, quiso Monseñor Sarto visitar en pe» regrinación el Sepulcro de San Antonio Padua. Una vez en la ciudad/se encamina a la iglesia de los franciscanos y ruega que se le permita decir misa en la tumba del Santo. El sacristán le exige las licencias de celebrar.Responde Monseñor Sarío que no las llevaba. Entonces aquél le somete al siguiente iníerrogatorio:-¿De qué Dió¬ cesis es US usted?—De Treviso.-¿Qué hace usted enTreviso?-Nada.-¿Cómo nada?¿No es usted párroco, coadjutor, capellán?... -No, señor.-Me pasmo que en una diócesis como la de Treviso, en la que hay falta de sacerdotes, esté usted sin colocación,- y eso
que parece usted muy activo.—Pues ésa es, por ahora, le verdad.-¿Quiere usted que le recomiende al Obispo? Le conozco mucho; viene aquí con frecuencia. He sa¬ bido que acaban de nombrar a su Vicario General, Obispo de Mantua.—Mucho se lo agradecería a usted».—El Hermano le consiente celebrar la Misa y le ayuda él mismo; y en verdad que le sorprendió la manera devota con que aquel sacerdote
ofrecía el santo sacrificio. Al concluir le
rogó el lego que inscribiera, al estilo co¬ rriente, su nombre en el Registro de las Misas. El Peregrino escribe; «José Sarto, Obispo de Mantua*.— ¡San Antonio ben¬ dito! -exclama el pobre sacristán aturdido. —¿Por qué, señor, no me lo habéis dicho?

166

El Heraldo de Cristo

—Y cayendo de rodillas le besa las ma¬
nos.-Monseñor Sarto se ríe de su apuro,
le felicita por le bien que cumplía su ofi¬ cio, y añade: «Alzaos que a un sacerdote
no se le habla de rodillas».
No es para dicho lo que este gran hom¬ bre trabajó al frente de su diócesis de Mantua. El Papa León XIII seguía los pasos de este hombre de Dios. De Mantua, don¬ de estuvo nueve años, pasó por designa¬ ción pontificia a ocupar la sede patriarcal de Venecia, siendo, además, nombrado Cardenal de la Iglesia.
El Cardenal Sarto, Patriarca de Venecia, siempre ha sido un hombre de un carácter alegre y humorístico como pocos. De su corazón brotaba a borbotones la gracia, la hilaridad y la simpatía.
Cuando el santo Cardenal se hallaba en
Roma para asistir al cónclave, en el cual él había de ser elegido Papa, una señora condesa que conocía las virtudes del bien¬ aventurado varón, le dijo: «Hago votos porque el Espíritu Santo se pose sobre la
cabeza de V, Eminencia». El Cardenal con¬
testó festivo: «Tenéis una baja opinión del Espíritu Santo».
Y el Cardenal fué elegido Papa. ¡Párroco y Obispo de todo el ro.undo! Y fué un gran Papa. Santo, activo, emprendedor. Fué el Papa de la Eucaristía, del Catecismo, de
la Música Sacra. El debelador contra el
Modernismo y contra la mayor parte de los
errores actuales.
La Orden Franciscana estuvo de fiesta el
día 3 de junio. S. S. Pío X, Papa y fervoro¬ so terciario franciscano, fué elevado a la
cima radiante de los altares.
La China roja fusila a Dios Tomamos el siguien te
relato de una carta del R. P. Ernesto Bec-
kinger, Misionero del Verbo Divino en Tsaochowiú (China), publicada em el Bole¬ tín de Noticias de la Congración del Ver¬
bo Divino.
«Estábamos a mediados de julio. Aun no
había llovido. Los sembrados se volvían
amarillos. El Río Amarillo traía cada vez
menos agua. La gente, preocupada, ya ha¬ blaba de «cosecha perdida». «Hambre». Rogaban al Señor del Cielo y le quema¬
ban nubes de incienso.

Los periódicos rojos se burlaban: f«De¬ jaos del Señor del Cielo, es un mito, nunca os ayudará, porque no existe. Ayudaos a
vosotros mismos. En las entrañas de la tie¬
rra hay abundancia de agua. Abrid pozos, sacadla, regad vuestros sembrados, ya ve¬ réis que bien va eso».
Las autoridades de Fu-Yang van más le¬ jos. Convocan una gran asamblea. En un vasto prado levantan el simulacro de un gigante. Hablan al pueblo: «Ahí veis a
vuestro «Señor del Cielo». Veréis como
para nada sirve. Ha llegado la hora de entablarle juicio». .
Luego, dirigiéndos al simulacro, le in¬ terrogan; ¿Porqué no haces llover? ¿Por qué no oyes a los que te invocan? ¿Qué haces con tu agua? Tirano, embustero, es trujador de pueblos. Ya te conocemos por fin. Ya no te queremos ni a ti ni a tu agua.
Guárdatela. Ya no nos hace falta.’ Los ru¬
sos nos mandarán máquinas de lluvia,- ya que bien hacemos llover. Y para que todo el pueblo se convenza de que no eres más que un espantapájaros, te vamos a fusilar».
Y dirigiéndose al pelotón de soldados que está a su lado, le gritan: «Atención... Apunten... Fuego». Reventó una salva de tiros. La cabeza del gigante voló hecha
trizas. ♦
La gente se dispersa. Unos ríen y blas¬ feman, otros temen. Pasada media hora,
sube desde el río una nube negra, negra,
que nada bueno promete. Poco dura y ya empieza a tronar Y a relarnpagear sinies¬ tramente. Ya caen las primeras piedras. La tormenta arrecía. Las piedras cada vez más densas y más grandes, hasta alcanzar el tamaño de una cabeza de hombre y el peso de seis kilos.
Los sembrados se aplastaron, los árboles se destrozaron, los tejados en pedazos, las casas destruidas, muchos hombres y ani¬
males muertos.
Los periódicos silenciaron el hecho. Yo
mismo no lo habría creído si no fuese que
muchas personas de la ciudad, interroga¬ das repetida y separadamente, me lo hu¬ bieran asegurado.
El Sañor del Cielo es más que un espan¬
tapájaros Y no se deja fusilar impunemen¬
te.»

i
OGRAFIA

Biblia y Predicación. Por el R. F- Juan Prado, JRedentorisia. Manuel Silvela, 14.
Madrid.
Con la serie de opúsculos iniciada bajo este título, se propone al conocido autor
de «Praelectiones biblicae» al À.T., ofrecer a los noveles predicadores el material bí¬ blico que podrán utilizar directamente en sus instrucciones a ios fieles. Aspira, ade¬ más, a poner en manos de los mismos se¬ glares él texto de la Biblia en forma que pueda ser fácilmente entendido por todos, aunque sobre base rigurosamente cientí¬ fica. Tiene, finalmente, en vista facilitar a los Seminaristas, a los Directivos de la Acción Católica y a los Instructores del Frente de Juventudes y a cuantos intervie¬ nen en el apostolado mediante conferen¬ cias, círculos de estudios y actos de pro¬ paganda, monografías bíblicas selectas, de uso cómodo y presentación agradable, que puedan servir para la lectura en público o en pri^rado de la Biblia, en conformidad
con la reciente Instrucción de la Comisión
Bíblica Pontificia sobre la enseñanza de la
Sagrada Escritura en Seminarios y Cole¬ gies. La colección «Biblia y Predicación», en la que se hermanan la historia, la exégesis y la teología bíblicas, tiene la noble ambición de poner en contacto, mediante los predicadores de la divina palabra y de cuantos participan en el apostolado, la Biblia y el Pueblo.

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Buñola.—El 3 de julio bajó al sepulcro la Religiosa Franciscana Sor María del Calva¬ rio Rosselló Manresa, natural de Felanitx. Contaba 82 añqs de edad y 55 de profesión religiosa. Pasó su larga vida dedicada a la enseñanza, haciéndolo con tal competencia y cariño que sus alumnas amábanla como a madre y, una vez ya mujercitas, venían des¬ de lejos a visitarla y mostrarle con ello su gratitud- Muy.amante del Pobrecillo de Asís,
imitóle hasta en el amor a los animalitos.
Nuestro pésame a las Religiosas Francisca¬ nas y a los familiares de la difunta.
Manacor.-^Falleció el 30 de mayo, en
esta ciudad, la Hija de la Caridad Sor Dositea Garau, natural de Lluchmayor, después de una larga vida religiosa que no dudamos Dios habrá recompensado en el cielo.
A. E. R.l. P. A.
Palma,—Día de '5 junio sobió al cielo ej
encantador niño Luís Angel Fuster Rado, a los 36 meses y 10 días de su nacimiento. Su muerte deja a sus padres sumidos en un mar de desconsuelo. ¿Por qué? Un ángel más en el cielo que intercederá por ellos ante el trono del Altísimo. El entierro constituyó una sentida manifestación del aprecio de que

gozan sus padres D’ Antonio Fuster Rosselló y D,° María Rado Servera. A ellos y demás familia, en especial a su tía Sor Ana de la Soledad, Religiosa Franciscano, nuestro más sentido pésame,
Palma. —Día 15 de junio descansó en el Señor, a los 90 años de edad, el devoto ter¬ ciario Rdo. Sr. D. Lorenzo Llompart Salvá, Pbro , Beneficiado de la Santo Iglesia Cate¬ dral Basílica, natural de Lluchmayor. Su devoción acendrada la a Sagrada Eucaris¬ tía, visitando diariamente y pese a sus años las Cuarenta Horas en las iglesias de la ciudad donde éstas se celebraran, su amor filial a la Santísima Virgen que hacía que se le viera rezar constantemente por las ca¬ lles el Santo Rosario, su asiduidad constan¬ te y ejemplar en el Coro da la Catedral, su carácter servicial que no permitía ser rele¬ vado en las largas y cansables funciones litúrgicas, su desprendimiento y espíritu de caridad que ejercía silenciosamente... hacían que todos sus hermanos de sacerdocio le apreciaran y estimaran como verdadero modelo de sacerdotes. Nuesto pésame a su
familia.
DESCANSEN EN PAZ. AMEN.

Sor Dositea Garau, de Lluchmayor,
Hija de la Caridad

Rdo. Sr. D. Lorenzo Llompart, Pbro.

Sor María del Calva-

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