El Heraldo de Cristo 1949, n. 480
Torre de la Catedral de Salamanca/a cuya sombra tuvo lugar la IX” Asamblea Nacional de Mariologia

NÚM. 480

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NOVIEMBRE 1949

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Año XL

Palma de Mallorca, Noviembre 1949

Núm. 480

Los sensacionales mensajes de Heede,,Alemania
Jesús y María por la salvación de la humanidad
LA SANTISIMA VIRGEN
l^eede es un pueblecito de Alemania septentrional, situado no lejos de Id frontera holan¬ desa a orillas del Ems y perteneciente a la diócesis de OSnabruck. Es un pueblecito pe¬ queño, pues^no cuenta más de mil habitantes. En él precisamente, se desarollarqn, de 1937 a 1945, sucesos extraordinarios, ya que Heede fué elegido por la Virgen como centro y
teatro de toda Una serie de maravillosas apariciones. Efectivamente: según se cuenta, la Virgen dignóse aparecer más de cien.veces a cuatro
niñas del pueblo, de doce a catorce años de edad: Ana Schulle, Gteta y María Ganseforth y Susana Bruns. E| tiempo de estas primeras opariciones corre del uno de noviembre de
1937 al tres de noviembre de 1940.
LAS APARICIONES
Es corriente en muchos sitios de Alemania, que el cementerio se halle situado cerca de la iglesia parroquial. Rúes bien,, la primera aparición de la Virgen tuvo lugar en el cemen¬ terio que está junto'a la iglesia. Era la vigilia de la conmemoración de todos los fieles difun¬ tos, y cuatro niñas del pueblo adornaban las tumbas para el día siquiente. De improviso una de ellas descubre sobre un macizo de pequeños cipreses la figura radiante de una Se¬ ñora con un niño en brazos. Asustada correa decírselo q las tres compañeras, quienes no viendo nada en la dirección señalada por la amiga, comenzaron a burlarse de ella y de su credulidad. Se dirigieron, con todo, a! lugar indicado, y una a una fueron cayendo de rodi¬ llas, al ver a la Señora que, rodeada de luz y con el Niño en los bra40S, les sonreía dulce¬ mente, y que, después de haber dicho a cada una unas palabras que las otras no entendían, les invitó a volver a aquel lugar, desapareciendo a continuación.
ASPECTO DE LA APARICION
Tanto en la primera aparición como en las siguientes, la Señora se dejó ver de las niñas, vestida de blanco, con jos pies apoyados sobre una nubeci/la azuláda y suspendida en el aire como a un metro del suelo. Llevaba sobre la cabeza una corona de oro, un blanco velo tendido por la’espalda y por los lados, desde la cabeza de la Virgen hasta la nubeci-

446

El Heraldo de Gris,lo

Ha. La Virge sostenía con la mano izquierda al Niño vestido también de blanco; .los ojos de ambos eran celestés, y el Niño tenía los cabello dorados. Con la diestra sostenía Este un globo de oro rematado en una cruz; la diestra de la Señora se apoyaba también sobre el'
globo. La Virgen parecía de edad de dicinueve años, mientras el Niño no aparentaba nlds^
de uno o dos.
El rostro de la Virgen aparecía amable y hasta sonriente. Cuando las niñas se poníon a rezar o a cantar o se signaban, la visión aparecía más amable y sonriente aún. Así su¬
cedió, por ejemp’o, el día 12 de septiembre del 40, fiesta del Nombre de María, cuando las
niñas quisieron felicitar a la Virgen en su onomástico: «Querida Madre, nos congratulamos contigo en tu fiesta honomástica». Pero en
otras acasior.es, especialmente a partir del año 40, el rostro de la Señora tomaba una ex¬
presión y aire serio, como de persona preocupada.
LOS DESEOS DE LA SEÑORA
La invitación recibida en la primera aparición, de volver nuevamente a aquel lugar, había encendido en el corazón de las cuatro niñas el deseo de conocer la voluntad de lo celestial Señora, quien no tardó en revelar sus deseos. El día 5 de abril de 1938, después de una petición que le dirigiera María Ganseforth, la Virgen le respc^ndió que quería ser invo¬
cada en las Letanías Lauretanas con el título de «Reina de las almas del Purgatorio». El 24 de octubre de 1939 mandó a las cuatro niñas referir a los sacerdotes cuanto les
había manifestado. El 26 de enero de 1940, la Virgen comenzó de improviso a llorar. María Ganseforth, animándose un poco, le dijo: «Madre, ¿qué sucede? Por toda respuesta la Vir¬
gen le dijo: «¡Hijitas, orad!»
Cuando el 29 de septiembre de 1949, Osnabruck se consagraba solemnemente a María, Greta Ganseforth pidió a la Virgen se dignara bendecir a la diócesis, a lo que la Virgen
amablemente condescendía.
Desde marzo de 1938, una de las videntes preguntó a la Señora si podríari llevar’algünos enfermos, pero ella respondió: «Por ahora, no». Solamente en9 de octubre de 1940, dijo expresamente que devolvería la salud a los que acudiesen ,con verdadero espíritu.
Finalmente cada una de las niñas recibió de la Señora un secreto especial, con orden
expresa de no revelarlo más que al Papa.
INTERVIENE LA GESTAPO
Como acontece en circunstancias semejantes. Jos hechos extraordinarios que se conta¬ ban sobre Heede originaron una creciente afluencia de devotos .y curiosos, que dirigíar» sus pasos hacia el pequeño pueblo de |a frontera; aquel continuo peregrinar dé gentes susci¬ tó pronto las sospechas de la célebre Gestapo. Los agentes de la Policía hitleriana prejuzga¬ ron que todo era una impostura, por lo que determinaron obrar con decisión. Como ya he¬ mos anteriormente indicado, los hechos comenzaron el día 1 .°de noviembre de 1937. Apenas
transcurridos trece dips, el 14, ya la Gestapo había puesto manos en el asunto, apoderándose de las cuatro niñas y llevándolas a la casa de salud de Goetingen para someterlas al exa¬ men de peritos y psiquíatras y alienistas. El examen facultativo duró cuatro semanas, y acabó con una soluciót) satisfactoria para las cuatro niñas, declaradas perfectamente, sañas y normales.
Como la Autoridad Eclesiástica estaba dispuesta a recluir por otras ’cuatro semanas a
las videntes en el Hospicio de Santa María de Osnabruck, la Policía las recluyó* en "dicho centro, obligando al obispo a pagar 1.000 marcos por las cuatro semanas que estuvieron
detenidas las videntes en la casa de salud de'Goetingen. Por fin, hacia .fines de enero de 1938, pudieron regresar p'su familia, no sin haber recibido de la Policía orden taxativa de no volver de nuevo al lugar de las apariciones.

El Heraldo de Cristo

447

Pero los prohibiciones'de lo Gestapo resultaron vanas. La Virgen continuó manifestán¬ dose a las niñas, ora en un lugar, ora en otro; unas veces en medio de los campos y otras
en el huerto de casa.

LA CONJURA DEL SILENCIO

Dado el severo control ejercido por las áutoridades nazis en la prensa, especialmente en aquel período de guerra, es fácilmente e)icplicable que los periódicos alemanes no se hi¬ cieran eco de los hechos de Heede. Pero terminado el conflicto, el nombre de Heede salió

de la sombra, y la fama de los sucesos allí acaecidos comenzó a llamar la atención.

El mensaje de la Virgen a las videntes de Heede, se refiere a muchas cosas y sucesos;
con frecuencia se habla en él de los destinos de la Iglesia y el consejo que la Virgen repite

con más frecuencia a sus confidentes es éste: «Orad, orad mucho, especialitiente por la

conversión de los pecadores».

Las apariciones encontraron desde el principio la “oposición de las personas más auto¬

rizadas. Los primeros'en negarles crédito fueron los propios padres de las niñas y los sacer¬

dotes del lugar, que nada dejaron por remover para dar con la verdad de los hechos. Mas

la profunda trasformación espiritual obrada en Iqs cuatro jóvenes, el fino y escrupulosa examen de los hechos, a semejanza de lo que sucedió en Lourdes, llegaroaa mover aún a los más reacios a admitir, o por lo menos a no negar sistemáticamente, el carácter sobre¬
natural de los hechos.

El día 3 de noviembre de 1940, tuvo lugar la última aparición de la Santísima Virgen

©n H66cI©.

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APARICIONES DE NUESTRO SEÑOR

Caüa el Cielo en el fragor de la guerra
Cinco años hacía que en Heede no acontecía nada extraordinario. La movilización ge¬ neral había alcanzado a las cuatro confidentes de la Virgen, ya unas medias, llcmodcs a prestar servicio en caliddd de enfermeras.
Mas apenas hubo enmudecido el cañón, hacia fines de 1945, .comenzaron a circular voces de nuevas y más sensacionales apariciones en Heede, con la diferencia de que el personaje que ahora se aparecía no era la Virgen, sino el mismo Jesucristo. La fama de dichas aporiciones aumentaba de día en día, llegando su noticia a oídos del obispo de Osnabruck, quien, preocupado y deseoso de conocer todos los hechos a fondo, envió a Heede,
con cargo de párroco y vicepárroco a los dos sacerdotes más incrédudulos y más ' sistemá¬
ticamente opuestos a aquellos hechos, con el encargo de examinarlos con el más delicado cuidado y darle cuenta detallada de los mismos.
¿Cuál fué el resultado de esas indago’ciones? He aquí uoos palabras de una carta del actual párroco de Heede: «Poseemos pruebas inequívocas, irrefutables, acerca de la verdad de estas apariciones de Jesucristo. El párroco y el capellán que hicieron la indagación están plenamente convencidos de la verdad de las apariciones, a pesar de su notoria oaosición sistemática a las revelacipnes y de su incredulidad y desconfianza referentes a los hechos».

EL MENSAJE DE JESUCRISTO
Jesucristo se ha dignado descubrir,en Heede su mensaje al mundo. Sus recomendacio¬ nes deberían hacer pensar y reflexionar a todos, pero especialmente a sus enemigos y mo¬ verlos a no dejar pasar inútilmente el tiempo de la misericordia.
No desagradará a los lectores el que traslademos aquí algunos párrafos del celeste mensaje;
«La Humanidad no ha escuchado a mi Santa Madre aparecida en Fátima para exhortar a hacer penitencia. Ahora he venida Yo mismo, en esta última hora, para amonestar al mundo. Los tiempos son graves. Hagan por fin penitencia los hombres de sus pecados. Aléjense de todo corazón del mal y oren, oren mucho para que se aplaque la ira de Dios.

448

£1 Heraldo de Crsíto

Recen con frecuencia el Santo Rosario, esa plegaria que tanto puede ante Dios. Menos diversiones y pasatiempos».

La parte niás importante del Mensaje y de las amonestaciones de Jesús al mundo, es la siguiente:

«Estoy muy próximo. La tierra temblará y se estremecerá. Será terrible. ¡Un ¡uicicio en

pequeño! Pero vosotros no temáis. Yo estoy con vosotros. Os alegraréis y me lo agradece¬ réis. Los que esperan tienen mi ayuda, mi gracia y mi amor. Mas para los que no están

en gracia, será espantoso. Los ángeles de la justicia están ya diseminados por el mundo. Me daré a conocer a los hombres. Toáoslas almas me reconocerán por su Dios. ¡Ya vengo! ¡Estoy a !as puertas! La tierra temb!ará y gemirá.
»Mi amor ideó esta obra antes de !a creación del mundo. Los hombres no escuchan mis

llamadas; cierran sus oídos, resisten a la gracia y rehúsan mi misericordia, mi amor y mis méritos. El mundo es peor que en los tiempos del diluvio. Agoniza en la ciénaga de la culpa. El odio y la codicia. llenan el corazón de los hombres. Todo esto es obra de Satanás. El

mundo yace en densas tinieblas. Esta generación merecería ser aniquilada; pero Yo quiero

mostrarme misericordioso. Las copas de la ira de Dia están ya derramadas sobro las na¬

ciones. Pero el Angel de la paz no tardará en descender sobre la tierra. Quiero curar y

.salvar. Sobre las heridas que ahora sangran, la misericordia vence y triunfa de la justicia.

Pero no duerman mis fieles como los discípulos en el huerto de los olivos, antes llegiten al

tesoro de mis méritos y satisfacciones para sí y para los demás. Se preparan cosas grandio¬

sas. Lo que ocurrirá será terrible como jamás se vió desde el principio del mundo. Vengo

Yo mismo y manifestaré mi voluntad.

»Todos los que han sufrido en estos últimos tiempos son mis mártires y preparan la

nueva mies para la Iglesia, Ellos han tomado parte en mi vida dolorosa. ¡Hija mía. Vengo

pronto, ¡muy pronto! Lo que sucederá dentro de poco superará en gran'manera cuanto hasta aquí ha sucedido. La Madre de Dios y los Angeles intervendrán. El infierno se cree ahora

seguro de su victoria, pero Yo se la arrebataré de la mano. Muchos me blasfeman; por esto

permitiré que lluevan sobre el mundo desventuras, pues de este modo se salvarán muchos.

Bienaventurados aquellos que lo sufren todo en reparación de los que me ofenden.Yo vengo y conmigo vendrá la paz. Con un pequeño número de elegidos edificaré mi Reino. Este Reino vendrá repentinamente, más pronto de lo que sé cree. Haré resplandecer mi luz; luz que para unos será bendición y para otros será tinieblas. La Humanidad reconocerá mi

amor y mi poder, y haré conocer mi justicia y mi rhisericordia,
»Mis queridos hijitos: la hora se aproxima. Rogad incesantemante y no seréis confun¬ didos. Yo reúno a mis elegidos. Convergerán al mismo tiempo de todas partes del mundo

y me glorificarán.

»¡Yo vengo! Bienaventurados los que están preparados. Bienaventurados los que me

escuchan*».

COMENTARIO

¿Podremos afirmar que los tiempos están ya en sazón para que el Señbr se manifieste con poder y majestad? Necesitaríamos saber si la hunanidad ha o no llegado al límite ex¬ tremo de sus aberraciones, y si los pueblos están tan irremediablemente perdidos, que ya no exista esperanza alguna de redención con los medios ordidarios de ¿la gracia y de la misecordia. Loque no podemos menos de constatar es que muchísimas personas, aun honestas y buenas, casi han olvidado a Dios y lo han arrinconado en el ángulo más oscuro de su vida; que el naturalismo, negador de la gracia y de la vida sobrenatural, :hace inmenso estrago en las almas, especialmente entre la juventud; que las fuerzas del mal se organizan y están dispuestas a abalanzarse y no tratan de ocultar sus objetivos,- arrojar a Cristo de sociedad y de las leyes, de la familia y de la conciencia individual.
Pero Cristo ha dicho: «Mis delicias son estar con los hijos pe los ^hombres». El Padre^ le ha prometido en herencia todas las gentes. ¿Quéde extraño, pues, que El no quiera mar¬ charse y que esté dispuesto a recurrir a su omnipotencia para hacer triunfar sus derechos. Parece que en Heede ha querido El dar a entender esto precisamente.

Espejo del Térciorio

LOS PAPAS iD£ LA TERCERA ORDEN: PIO IX

p^L

año 1831, dos años después
Conti Mastai-Ferretti recibía

de
el

ordenado
hábito de

sacerdote, Juon María de
penitencia en Roma, en el

Convento de San Buenaventura del Palatino. Profesó en la misma Orden,

siendo Arzobispo de Espoleto, el 25 de septiembre, en la iglesia del Con¬

vento de Monte Lino, en presencia de toda la Comunidad.

Como sacerdote y pastor de almas, más tarde como Sumo Pontífice,

se mostró siempre y en todo momento franciscano en el espíritu y en

la vida. Amaba jentrañablemente la pobreza, y vivía la espiritualidad

franciscana, con sorprendente fidelidad. En cierta ocasión del año 1867,

mientras ofrecía para una obra de caridad la úllima moneda, siempre

sonriendo, dijo: «El pobre Pío IX no tiene más que dar, pero no le duele,

porque no se olvida que es Terciario franciscano.»

Presidiendo el Capítulo General de 1856, en el convento de Aracoeli,

dijo estas palabras:—«No ignoráis, carísimos hijos, con cuánto fervor de

piedad amamos al ínclito fundador de vuestra Seráfica Orden, y con cuán¬

ta benevolencia y cariño especial distinguimos a vuestra religiosa fa¬

milia...» ,

Quiso celebrar el quincuagésimo aniversario de su profesión en la

Tercera Orden. Los Terciarios, a la sazón, hiciéronle un plebiscito entu¬

siástico, osegurándole el amor filial, la veneración y el orgullo al primer

augusto Hermano Terciario.

El recuerdo de ser hijo de San Francisco estuvo siempre vivo en su

memoria. Así lo confiesa el propio Pontífice al Dirctor de los "Annales

Franciscaines"; «Yo soy también Terciario de San Francisco; hice mi pro¬

fesión hace muchos años, pero nunca lo olvido.» En 1873, el propio Papa

consagró la Tercera Orden al Sagrado Corazón, de cuya consagración se

debía obtener «un nuevo espíritu y celo para promover la salvación pro¬

pia y de los demás».

GINO BARTALI, EL "CAMPIONISSIMO" DEL CICLISMO, TERCIARIO FRANCISCANO

' ' r^r'’

El gran «Gino» es un campeón de tan extraordinaria calidad, que en este caso se comprende la denominación italiana: <campionissimo». Pero si todo el mundo sabe la fortaleza física del italiano, quizá loque no conozcan las gentes es su temple moral y, sobre todo, el espíritu con ’que él cumple en la tan terriblemente dura tarea como es una vuelta ciclista. Bartali, antes de comenzar cada manifes-
toción deportiva, ofrece sos sufrimientos como corredor a Dios, no según una su¬ perstición cualquiera, sino como católico plenamente consciente de sus. actos y según el ascetismo de los Terciarios de San Francisco, de que él forma parte.
No es extraño, por consiguiente, que el año pasado, después de ganar Bartolí la Vuelta a Francia, Su Santidad el Papa le ofreciera como ejemplo a los militantes de la Acción Católica, que en enorme muchedumbre—cerca de medio millón de almas —se apiñaban en la plaza de la Basílica de San Pedro.
«Posiblemente sea mi mística-ha dicho el propio |Gino Bartali—buscar a
comprender cada vez mejor el valor cristiano del sufrimiento...» Y no exagera un corredor ciclista que habla de sufrimiento, ya que la característica del ciclista, más que la fortaleza física, más que la reflexión táctica, quizá sea esa enorme capacidad de sufrimiento que es necesaria para aspirar al triunfo.

OCIOS Y SOLACES

HISTORIA QUE SE REPITE...

(DEL NATURAL)

aAAÑANA es domingo, mamó.

'—¿Y qué pedís en esa petición?

'

— Que hay que ira misa como todo fieTcristiano...

—Tú no puedes, hija mía. La iglesia está muy fría y tú muy delicada, y te pue¬

des constipar. Acuérdate de la última vez que fuiste; más de ocho días anduviste

después tose que tose y yo no quiero tales sones en mi casa. Quiero evitar graves

responsabilidades. ¿Me entiendes?

,

—Entiendo mamá; pero también quedarme sin misa... en día de fiesta... ho-

hiendo obligación...

—Mira, no seas fanática... A religiosa no me gana nadie, ni tú ni otras santu¬

rronas que andan siempre por la iglesia y... ya lo ves .. me quedo sin misa con la

mayor tranquilidad.

Hay que tener prudencia. Hay que saber distinguir.

—Qué pesada tengo la cabeza, mamá. De buena gana me acostaría ahora

mismo. No me puedo tener en pie.

—No hagas caso, hija mía; eso se pasa enseguida. Una tacita de té con ron

y te quedarás como un reloj. ¡Animo!

—¿Qué tal está la noche?

— Muy buena*

—¿Llueve?

Un -• poco.

*

— ¿Hace frío?

—Apenas se siente.

— ¡Ay Jesús! ¡Y ahora al teatro!... ¡Con lo propensa que soy a catarros!... y tan

delicada de salud...

— No hay más remedio, hijita. Te esperan Kuki, Lolita, Pili, Charito... y alguna

nfiás a las que dije que no faltarías. El mundo es mundo y hay que alternar con él.

—¿Y si me pongo peor, mamá? —No tengas miedo, tontina. Ya iremos bien abrigadas. Y además, no hay más .

remedio que hacer algún sacrificio. La vida de sociedad lo exige. ¿Por qué nos

tendrían, si no, hija?

—¡Cuánto toses, hija mía! Ya has estornudado tres veces. —Un pequeño resfriado,"mamá. —No digas un pequeño, sino un grande. ¡Si tendré oidos! Te empeñas con esas mañanas tan frías en ir a la Comunión general... ¡Si Dios no quiere eso!... —Pero mámá, algún sacrifició hay que hacer también por Dios. . —Cuando se puede, hija, cuando se puede, pero no a tientas y a locas como tú. No sabes lo que me haces sufrir con esas exageraciones.
—Pero una vez al mes.
— Ni eso. Sois unas exageradas y Dios os castigará, y ese resfriado que tie¬ nes es un castigo, sí, es un castigo.

—La señorita tiene una fiebre altísima.
—Por Dios, doctor...
—Por Dios, no; quizá por usted-
—¿Por mí?
—Quizá. ¿No llevó usted al baile a su hija el jueves pasado? -Sí, pero fué con toda suerte de precauciones. -Sería con todo lo que usted quiera, pero no saben ustedes los

peligros que

Al habla con el'P.'Juan Server, T. O. R.,
Superior de Quintanar de la Orden

^^U* CtaHñOarSdedlea

nuestros lectores
Orden (Toledo),

han oído hablar
pero muy pocos

de nuestro convento
saben la historia de

de
su

Quin-
funda--

ción. ¿Quién mejor para narrárnosla, que el Rdo. P. Juan Server, que fué uno de

los fundadores y el primer Prior del referido convento?

—¿Sería tan amable Vd., P. Juan> que nos dijera algo de nuestro convento de
Ouintanar de la Orden?
—Nuestra fundación de Quintanar se verificó, como -quien dice, en varias etapas. Día 8 de noviembre de 1942, un servidor y fray Pedro Salas, compañero de fundación, fuimos por primera vez a la ciudad manchega, para hacernos cargo del convento ofrecido y aceptado por nuestros superióres mayores.Ciertamente no había para lisonjearse; el antiguo convento de Menores estaba en estado lameñtable de óbandono. ¿Qué hacer? Reunimos lo que quedaba de las Hermandades y Asociaciones que habían florecido a la sombra del antiguo solar franciscono, y les expusimos nuestras más perentorias necesidades.. A la verdad, no faltaron olmos generosas que se comprometieron a adecentar la casa, reponer en las ventanas los cristales rotos y arreglarnos cuatro camas. El 10 de diciembre del mismo año fui solico—por haber muerto en Madrid mi compañero, el lloradp fray Pedro Salas (e. p. d.)—a la ciudad de Quintanar y tomé posesión de aquella
casa.
— ¿Cómo se las arreglaba Vd. solo, P. Juan? — Las buenas Hermanas de los Ancianos Desamparados me dieron—o, mejor dicho, me cedieron —una habitación y, por espacio de dos meses, fui allí, todas las noches, a dormir, y, cómo que las Hermanitas eran buenas, me daban antes de cenar. Por las mañanas una buena vecina me mandaba el desayuno y
yo me prepqrdba la comida, como mejor podía, ya que en el convento aun no había cocina ni despensa... Los demás religiosos vinieron en febrero siguiente: el P. Francisco Company y fray Sebastián Bennásar. Gracias-a Dios, ya teníamos en el convento cuatro camas con sus correspondientes sábanas y almohadas, una «flamante» cocina recién puesta, unas pocas ollas y platos y media docena de sillas, que hacíamos correr según pedía la necesidad.
—¿Cuál fué la primera solicitud de los Padres?

eso encierra; especialmente esas transiciones bruscas de temperatura, y el aire he¬ lado de la noche.
-Y usted, ¿qué quiere que haga? ¿Quiere que haga de mi hija una monja? ^Quiere que la haga el hazme reir del mundo?
-Haga usted lo que quiera de ella, señora; yo no hago otra cosa sino señalar •a usted el origen de la enfermedad de su hija.
Y la señorita murió de allí a unos días de «pulmonía doble» por el resfriado que cogió al salir del baile.
Más quieren hacer muchas madres a sus hijas mártires del baile, dal cine, del Teatro, de las vanidades del mundo, que de sus deberes religiosos.
A la hora del cobro, cobrarán lo merecido. ¡¡Y me temo que no sea él cielo!!

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452

El Heraldo de Cristo

— Naturalmente que nuestras primeras miradas se volvieron primeramente o* la iglesia del convento, una bonita iglesia si bien no muy capaz, dedicada a la Virgen de los Dolores. Nos entregamos por completo al servicio del altar, reor¬ ganizamos las antiguas Hermandades y pusimos los cimientos del actual coro de cantoras que es uno de los ornamentos principales de nuestras fiestas litúrgicas. La primera Novena que celebramos en honor de la Virgen de ios Dolores fué
un acontecimiento popufar. Siguió la Semana Santa, cuyas funciones procuramos qve revistieran la mayor solemnidad.. Precisamente el lunes santo de aquel año, vi¬
no, como llovido del cielo, el experto músico P. Sebastián Ginard Ferragut, a quien cedimos inmediatamente la batuta y que elevó nuestro coro de cantoras a ui>.
grado muy alto.
—¿El movimiénto de la iglesia? —És muy notable. La gente es muy solícita en acudir a nuestras funciones religiosas y en recibir los santos sacramentos de la confesión y comunión. Mensualménte repartimos unas 3.000 a 4.000 comuniones. Dentro y fuera de nuestro Iglesia nos dedicamos también a la predicación y cotequesis, y aun, de vez er> cuando, por enfermedad o ausencia de sus respectivos párrocos, tenemos que hacer de Curas en los pueblos de la vecindad.
—Y también se dedican a la enseñanza...
—Naturalmente. Además de lo que podríamos llamar Seminario Seráfico me¬ nor, que, ya ha dado sus frutos ópimos-algunos ¿hicos visten el hábito y otros se preparan para ves.tirlo-, tenemos también abierta en Quintanar una escuela de primera enseñanza, que merece el aprecio y confianza de la ciudad. /Ah! me olvidaba decirle que todavía regentamos la cátedra de Religión en el Instituto de
Enseñanza Media de Quintanar de la Orden.
—¿Les quiere la ciudad? —¿Si nos quiere la ciudad? Como la más bondadosa de las madres. Nosotros vivimos y dormimos tranquilamente en su regazo y ella nos alimenta y nos da todo lo necesorip. Los Padres son muy apreciados porque en - ellos brilla el espí¬ ritu de sacrificio y de piedad y el amor al trabajo.
-¿Algunas fiestas populares? -Dos, principalmente: la de San Antonio de Padua y la de San Isidro Labra¬ dor, ambas con novena predicada y ribetes de la más inusitada solemnidad. Ca¬ da año, el día de San Isidro, salimos en devota romería hacia una ermita no muy lejos de la ciudad, y, acabados los oficios divinos, la gente se desparrama por los alrededores, comiendo, bebiendo y divirtiéndose alegremente ante buen parol de tajadas y una o más garrafas de vino que quiero sea cristiano, por miedo a las borracheras. Llegamos, por la tarde al convento, tan contentos, cantando al Santo unos Gozos que nos hizo el P. Ginard Bauçà, con música del llorado P. Riutort.-La Cofradía de San Isidro, recientemente establecida en nuestra iglesia,,
cuenta con numerosos asociados.
■
P.M.ÍC., T.O.R.

Él Presidente Carmona y el Generalísimo Franco presencian¬ do el desfile militar, el día de la llegada de S. E. a Lisboa.

EN EL VI CENTENARIO
DE LA MUERTE DE JAIME III
1349 -1- 1949

Com fou, de trist, aquell dia
noble rei Jaume Tercer,
quan ta sang envermellia el terreny lluchmajorer!

Perdre-ho lot, ceptre, corona i la vida.,. Oh desconortl nostra terra bé s'adona
de què fou ton jaç de mort.

Sos hrancams ploraven fulles aquell jorn amb plor amic, i acullia tes despulles, piados, son temple antic.

Amb volença qui no talla,
d‘un tal Mort sentint-se hereu,
el vell ‘*Camp de la Batalla*' Lluchmajor signa amb la Creu.

Sis centuries d'alta estima,

d'un record tornat honor,

la Creu d'avui ho sublima

,

que és el símbol redemptor.

Jaume terç, d'ànima noble,
sempre august en la dissort, regna encar damunt ton poble per l'amor qui venç la mort.

MARIA-ANTONIA SALVA

■Urir-'TI-iiiimmií II»iniíKrifiMiw«tilllii Jiii·iilimin'- '■ ^^ n. míwmííéíj»—«
B

25 del próximo pasa-

N ¿Si' do Oles de octubre, Ma-

g

Horca revivió una pági¬

na tristísima de su historia. La

distancia larguísima de los seis¬

cientos años pasados desde que

! ocurrió en uno de nuestros cam¬ pos, 'ei Gamp de la Batalla'* (Lluchmayor), la trágica muerte i del último rey de nuestra rica y

I bella isla, no fueron obstáculo
para que el corazón y la mente

vivieran y sintieran, mudos de

emoción y llenos de estupor,

aquella infausta y sangrienta jor'
I nada en que, al decir de lavené-
rable y venerada poetisa María

Antonia Salvá, “las ramas llora¬

ban hojas".

jí

Lluchmayor y Palma, y, con

estas ciudades, Mallorca entera,

celebraron la infausta efemérides

con la erección y bendición de

una cruz monumental en el mis¬

\\

mo “Camp de la Batalla" (23 de

octubre), en que Mallorca dejó

para siempre de ser cabeza dé

reino e isla libre y soberana, y uí^

solemne funeral (día 25), oficiado

en la Santa Iglesia Catedral Ba¬

sílica, con una sentida oración

fúnebre pronunciada por nuestro i asiduo y amado colaborador i Rdo P. R. GinardBauça,T.O R,

En el próximo número y siguien¬

tes daremos a conocer en be¬

llos y sucintos artículos salidos

de la pluma del mismo Rdo, P,

Rafael Ginard Bauçà las facetas

principales del infausto último

I rey de Mallorca Don Jaime III,

I víctima y juguete de la astucia,

1I

fariseísmo y disimulo de su cu-
ñado Don Pedro IV de Aragón

i y Cataluña, que ha pasado a la
I historia con el nombre afrentoso
í de “el ceremonioso" y el

“cruel".

t

El Cardenal Teflescliíni en naeslpas pa-
rro([iiías de Puente Vallecas (Madrid)
IA|8 del|pasado mes de junio, el Cardenal Tedeschi' ni, a la sazón en Madrid, acompañado del Patriarca de las Indias v Obispo de Madrid'Alcálá y el ObiS' po Auxiliar Dr. Morcillo, invitado por el Dr, Eijo Gatay, tuvo la gentileza de visitar nuestras parroquias de Pte. Va¬ llecas. Si bien esta visita era de riguroso incógnito, los pre¬ claros personajes no pudieron sustraerse a las espontáneas manifestaciones de aprecio de una parte notable de las res¬ pectivas feligresias, singularmente niños y niñas.
El Cardenal Tedeschini e ilustres acompañantes visita¬
ron con atención las iglesias y dependencias de las susodi¬ chas parroquias, admirando efusivamente la labor de nues¬ tros religiosos. En San Diego fueron obsequiados con un
breve concierto de la Rondalla del mismo nombre.

MU

TÓLICO

i

Vida privada de Su Saixti- Al amanecer
dad Pío XII: Por la mañana
con tramos
en la Plaza de San Pedro, puesto que el Santo Padre madruga mucho. De pronto, en la penumbra de la mañana, allá en lo alto del Palacio Apostólico del Vaticano, en el ángulo de la fachada que da sobre el petril de la columnata de Bernini, ha brillado una luz. Allí está el Papa. Son aproximadamente las seis y media de la mañana, Pío XII, después de cinco horas de sueño, algunas veces por penitencia en el duro suelo de su alcoba, se levanta to¬
dos los días a la misma hora, o sea las seis. Pero ya el Sumo Pontífice ha salido de
su alcoba y se dispone a subir al. altar. Pío XII celebra misa a las siete y media, en su capilla privada. Es un oratorio reco¬ gido de sencillas proporciones. Solo le Ño asiste un camarero. hay ihás testigos. En aquella soledad ungida de oraciones, el Pontífice supremo intercede por el mundo. Media hora larga dura la misa. Pío XII se recoge en acción de gracias, a la que sigue un frugal desayuno. La casa del Padre co¬
mún va a abrir sus puertas.
Padre de iodos De nueve de la mañana
a una y media de la tar¬ de, Pío Xll recibe y escucha a sus hijos del mundo entero, Un feligrés decía a su Párroco: «Padre, es más fácil hablar con el
Papa que con usted > El sacerdote' asintió con una sonrisa... Pío XII despacha las au¬ diencias en su biblioteca particular. Es la que dispüso Pío XI para uso de los Papas. Es una biblioteca donde trabaja el Pontífice. Hay armarios cerrados en donde están las mejores obras de Teología, Filosofía y De¬ recho. Entre otras obras está . el Dic¬
cionario Espasa. Píç XII habla siete len¬
guas: el italiano, et latín, el griego, el
francés, el inglés, el alemán y el español... Además es un asiduo mecanógrafo. Junto a su mesa tiene una máquina de escribir <silenciosa>, que utiliza constañtemente. Cuando no, hace uso de una estilográfica de gran sencillez, aunque cuando era se¬ cretario de Estado la utilizaba con aplica¬ ciones de plata. Como alguien le hiciera notar la diferencia, repuso que entonces se veía en la precisión de ofrecérsela al Papa y ahora... Empiezan las audiencias. Pasa primero la Secretaría de Estado. Si¬
guen luego los de tablilla. Jefes de Estado,

Cardenales, Obispos, Embajadores, Supe¬ riores de Ordenes Religiosas, ilustres per¬ sonajes de todas las razas y colores. Luego las audiencias generales. El Papa siente predilección por los soldados y por los
recién casados. A todos escucha con la
amabilidad del verdadero Padre de la hu¬
manidad doliente.

A mediodía A la una y medía en punto. Pío XII pasa a su comedor,
sencillo como todas sus habitaciones par¬
ticulares. La alegría de la estancia son unos canarios que le regalan en las audiencias. La comida de Pío XII es un ejemplo de frugalidad: sopa, carne con acompañamien¬ to de legumbres y frutas. Siguiendo el consejo de San Pablo a Timoteo, bebe un
poco de vino; pero ni usa tabaco ni toma café. A la usanza antigua de los Papas, come solo, sin más entretenimiento que el
juego de los canarios, tan domesticados
que se posan en las manos de Su Santidad.
Pío XII se distrae en darles de comer mi-
guitas de pan. Dq sobremesa, trabaja, lee, oye música, y selecciona en ésta la de Wagner. Pío XII siente el arte con gran delectación y toca el violín con gran maes¬ tría. A las tres en punto se retira y, como buen romano, duerme una hora larga de
.siesta „

La jornada vespertina Un auto aguarda al Papa a las cua¬
tro en punto. Es la hora del único recreo que se permite. Sigámosle. El coche se di¬ rige a los jardines del Vaticano. Con sol o con lluvia, en invierno o en verano. Pío
XII hace siempre a esta hora su paseo. Desciende al pie de la gruta de la Virgen de Lourdes y empieza su rosario, que con¬
tinúa después en su paseo por los jardines. De esta forma pasa una hora de distrac¬
ción, hasta las cinco y diez minutos; hora en que, de regreso. Pío XII se entrega al estudio y a la meditación de los gravísi¬
mos asuntos de la humanidad.

Se’da por seguro que en Según se dice

1950 sé declarárá él dog- en los círculos ma de la Asunción de de la Ciudad

María

del Vaticano,

en el próximo

año 1950, Año Santo en Roma, solemnidad

a la que acudirán millones de católicos de

todo el orbe, aparte de la celebración del

458

El Heraldo de Cristo

año jubilar, la Iglesia católica hará públi¬
cas dos fundamentales y transcentales decisiones; la primera, el dogma de la Asunción de la Virgen a los cielos,- la se¬
gunda, sin aspecto dogmático, la declara¬ ción del hallazgo del sepulcro de San pedro, que, según sé cree, ha sido hallado
con todas las muestras de verosimilitud por los miembros de la Academia Pontificia
de Arqueología.
De todas maneras, la declaración del
dogma de la Asunción no viene a traer
nada rvuevo a la doctrina católica, si no es
su carácter dogmático. Porque desde los primeros tiempos del catolicismo, todos los católicos, han creído firmemente que la Virgen María había sido trasladada al cielo. Todos los autores católicos, los ar¬
tistas, los pensadores, los teólogos han descrito, una y ™íl veces, la Asunción de la Virgen al cielo. Pero a esta creencia universal faltaba el carácter dogmático, y la Santa Sede, a deseo del pueblo fiel, ini¬ ció hace unos ¿años las primeras consultas acerca de la necesidad y conveniencia de la proclamación del dogma de la Asun¬
ción. Primeramente fueron consultados to¬
dos los obispos del mundo. Sus respuestas no pudieron ser más unánimes en prodel dogma. Después, los pueblos--España entre ellos—í, ífiS corporaciones eclesiásticas, las civiles—como las universidades españolas, etc.—, se dirigieron al Papa pidiendo la proclamación dogmática de la Asunción. Desde • tiempo inmemorable, además, la Iglesia católica celebra como una de sus fiestas mayores el 15 de agosto esta creen¬
cia universal del catolicismo.

El Arzobispo de praga. El Arzobispo de

protesta

Praga,monseñor

Beran, ha diri-

rigido al Gobierno checoeslovaco una enér¬

gica carta de protesta por la privación que

le ha impuesto de toda libertad personal y de todos sus derechos como Arzobispo. El

Prelado señala, entre otras cosas, al pare¬

cer, que no se le permite recibir visitas,

que funcionarios gubernamentales se han incautado de las oficinas del Arzobispado

y que toda su correspondencia es interve¬

nida. El Arzobispo anuncia también la in¬

cautación del tesoro de la archidiócesis y

formula la pregunta de si la Iglesia sigue

reconocida por el Estado de Chécoeslova-

■quia. «S’ no lo está-concluye —, ¿en vir¬

tud de qué ley se priva a la Iglesia católi¬

ca romanada su legal independencia en

asuntos internos?

•

Los Santos Lugares. El mundo cristiano sigue con ansiedad
los acontecimientos desarrollados en Pa¬
lestina, preocupándose singularmente de los referentes a los Santos Lugares qúe re¬
recuerdan los misterios de nuestra reden¬
ción.
Las impresiones actuales no puedén ser itíás pesimistas. Los judíos llevan todas las de ganar en el orden político, en el econó¬ mico y en el militar; representando el triun¬ fo del sionismo el más que probáble arrasa¬ miento de todos aquellos monumentos de
la fe cristiana.
El Excmo. Sr. Obispo de Teruel, perfecto conocedor de esos lugares y estos proble¬ mas, ha escrito recientemente: «Humana¬ mente hablando (de triunfar los sionistas), los Santúarios serían, no solamente profa¬
nados, sino destruidos. La raza que un día, apostatando de la
elevada misión que Dios le había confiado, despreció, persiguió, asesinó al Mesías, al Hijo de Dios hecho hombre... la raza que, después dé 20 siglos, permanece obstinada en su tremendo crimen, ¿creéis que respe¬ tará "esos lugares que nosotros llamamos Santos, siendo para los judíos de esa raza sólo los lugares donde nació, vivió y mu¬ rió el seudo-Mesías, el revolucionario, el blasfemo Jesús de Nazaret? ¿Creéis que, si los judíos de hace veinte siglos pidieron a gritos la muerte de cruz para Jesucristo y le crucificaron entre mofas y escarnios, sus descendiente de hoy, que han heredado de aquellos el satánico odio a Jesucristo, res¬ petarán esos lugares que predican al ^un¬ do su enorme pecado...? Lo repito; Huma¬ namente hablando, la suerte de los Santos
Lugares, dentro de un. Estado judío, está fatalmente decidida: serán profanados, se¬
rán destruidos».

CRÓNICA FRANCISCANA

Nombramientos de la Con- En nuestro
gregación Provincial pagado hú¬
mero enterá¬
ramos a nuestros lectores de la manera
como quedó constituida la nueva Curia Provincial, Plácenos, ahora, dar relación de los nuevós cargos de la Congregación Provincial: Comisario de América, Rdo- P.
Antonio Frontera,- Ecónomo Provincial^
Rdo. P. Antonio Barceló; Maestro de Clé¬ rigos (Mallorca), Rdo. P. Bartolomé Nico¬ lau; Maestro de Clérigos (Roma), Rdo.,P. Antonio Martorell,- Maestro de novicios* Rdo. P. Damián Nicolau,- Prior del conven¬ to de Palma de Mallorca, M. Rdo. P. Pedro J. Cerdá; Prior del convento de Lluchma-
yor, Rdo. P. Miguel Tous Gayá,- Prior del convento de Artá, M. Rdo- P. Bartolomé Verger; Prior del convento de Inca, Rdo. P. Miguel Colom; Prior del Colegio de La Pprciúncula, Rdo. P. José Roig,- Prior del Santua'l·io de Ntra. Sra. de Cura, Rdo. P. Francisco Company; Prior de la Parroquia de San Francisco de Puente de Vallecas
,
(Madiid), Rdo. P.‘Gabriel Tous,- Prior de la Parroquia de San Francisco de ' Puente Vallecas (Madrid), Rdo. P- Antonio Pericás; Director de la Residencia Univer¬
sitaria del Bto- Ramón Llull de Madrid
Rdo. P. Rafael Genestar,- Prior del conven¬
to de Quintanar de la Orden, Rdo. P. Juan
Server; Prior de la Parroquia de Valdepe'j
ñas (Ciudad Real), Rdo. P. Matías HorrachC Superior del Colegio de la Inmaciulada, de Roma, Rdo. P. Antonio Martorell,- Prior de convento de Viena (Austria), Rdo. P. Fran
cisco Sauer.
Además fueron elegidos: Examinador Provincial, Rdo- P. Damián Nicoláu; Censores da libros, M. Rios .PP
Bartolomé Salvá y Pedro Juan Cerdá; Co-^ misario nacional de la V. O. T, secular^
M. Rdo. P. Pedro Juan Cerdá; Comisarios regionales: en Mallorca, Rdo. P. Francisco Company,- en la península, Rdo. P. Matías Horrach; Director nacional de las JuVentu" des Seráficas,^R. P. Bartolomé Nicolau; Di' rector de tEl Heraldo de Cristo», Rdo. P.
Miguel Caldentey.

Erección de la V. O. T. en Debidamente

Villanueva de Alcardete
(Cuenca)

facultado por
el Sr. Obispo
de la dióce¬

sis; día 18 del pasado septiembre, el Rdo. P. Juan Server, Superior de nuestro con¬ vento de Quintanar de la Orden (Toledo),

procedió a la erección canónica de la V. O. T. de San ^Francisco en Villanueva de

Alcardete (Cuenca). No era nueva, puede decirse, la V. O. T. en dicho pueblo- En
distintas ocasiones nuestros Padres de

Quintanar de la Orden habían impuesto el santo escapulario y cordón franciscano a numerosos devotos y devotas del Pobrecilio de|Asís, cuyos nombres habían que¬ dado registrados en el libro de la Herman¬
dad de Quintanar.

La V. O. T. ha quedado eregida canóni¬ camente en la capilla de las Religiosas
Franciscanas, con lá debida conformidad
del Rdo. Sr. Cura-Párroco, D. Isidro, buen

amigo nuestro y ferviente enamorado del
Serafín de Asíg.

No ha muchos años, el mismo P. Ser-

ver, T. O. R. eregía canónicamente la

V. O. T. en Villamayor de Santiago (Cuen¬

ca) y en el Toboso, lugar de la Mancha, Hermandades las dos muy florecientes por

su número y piedad.

La fiesta de San Francisco Como en
en Quintanar de la Orden otros años,
lució espe¬
cial solemnidad, siendo trasladada, para mayor comodidad de los fieles, al domingo 9 de octubre- Precedió solemne novena,
con misa de comunión por la mañana, y,
por la tarde, con exposición mayor de
S. D. M., estación cantada, rosario, ejerci¬ cio de la novena, reserva del Santísimo y adoración de la reliquia del Santo.
El domingo día 9, a más de la misa de comunión, hubo solemne misa mayor en la que predicó el Rdo. P. Juan Server,
Prior. Por la tarde salió de la iglesia de
los Dolores la procesión religiosa, que re¬ corrió el barrio de Tobesillo, cuyas calles staban convenientemente adornadas e

460

El Heraldo de Cristo

iluminadas. A causa de una estrepitosa y deslumbrante tormenta, faltó una [nota de vida Y de color: me refiero a las simpáti¬ cas hogueras que no pocos devotos del
Serafín de Umbría encendían a las puer¬ tas de sus casas.
Todas la3 funciones religiosas se vieron muy concurridas, ayudando al notable esplendor de todas ellas el Coro de Seño¬ ritas de la Virgen de los Dolores*

Fiesta de las Llagas en Hermosa y sim-

Alayor (Menorca)

pática resultó la fiesta que las

Religiosas Franciscanas y la Hermandad de Terciarios de Alayor dedicaron al Se¬ rafín de Asís en la fiesta de las Llagas. Precedió un solemne triduo de preparación

con exposición de S. D. M., rezo del santo

Rosario, ejercicio de la adoración délas

Llagas y sermón por el Rdo. Sr. D. Nicolás Garrias, Pbro., digno Cura-Ecónomo de

aquella ciudad y terciario franciscano.

Día 17 de septiembre, festividad de las

Llagas, a las ocho y media hubo misa de comunión general, que celebró el Rdo. Sr. D. Juan Villalonga, Pbro., terciario fran¬

ciscano, con canto de motetes por el Coro de Jóvenes de A. C. A las once, solemní¬ sima misa mayor que ofició el mencionado Rdo. Sr. Cura Ecónomo, con sermón a cargo del Rdo. Sr. D. José Anglada, Profesor del

Seminario, interpretando una escogida misa el Coro de la Parroquia. Por la tarde,
final del triduo con vestición de nuevos

terciarios y 'profesión de 32, entre los cua¬ les figuraba el Rdo. Sr. D. Juan Pons, Pbro,,
cerrándose los cultos con el canto del

Tedéum.

En todos los actos la asistencia del pue¬ blo fué numerosísima^ Nuestra enhorabue¬
na a las Religiosas Franciscanas, a la Her¬ mandad de Terciarios y a todos los devo¬
tos del Pobrecillo de Asís.

Juventud Franciscana de Día 9 de oc-

Palma: Nueva Junta Di* tubre, esta

rectiva

Juventud •

reanudó sus

actividades, iniciándolas con misa domini¬ cal reglamentaria. Esta se vió extraordina¬ riamente concurrida, pues asistieron a ella la mayoría de los socios activos.

Después de un desayuno de compañerisrismo, en el cual reinó el más sano buen

humor, se celebró Junta General para ele¬ gir los nuevos cargos directivos.
Rezadas por el P. Director, Rdo. P. An¬ tonio Barceló, las preces, el Secretario Sr. Garcés, procedió a la lectura del acta anterior (y memoria de las actividades desarrolladas por las diferentes secciones durante el curso pasado. Sobresalen entre

ellas, la asamblea que se celebró en la villa de Petra, la excursión que se hizo a LluchCala de San Vicente y la que con a^stencia de más de quinientas personas se hizo
a la isla de Cabrera.

El Tesorero S. Cortés leyó a continuación el estado de cuentas, siendo aprobado.
Habiéndose procedido a la votación, la . nueva Junta Directiva quedó constituida

por los siguientes señores: Presidente: D. Angel Cortés Cortés.
Vice-Presidente: D. Juan Forteza.

Secretario: D. Simón Garcés.

Vice-Secretario: D. Francisco Sastre.

‘‘ Tesorero-Contador: D. José Terrasa.

Tesorero-Recaudador: D. Antonio Puig-
dellivol.

Bibliotecario: D. Bartolomé Gual.

Sección Litúrgica: D. Francisco Balaguer Sección Deportiva: D. Angel Sbert. Sección Benéfica: D. Miguel Ginard. Sección de Propaganda: D. Bernardino
Calafell.

Al mismo tiampo que felicitamos a los nuevos Directivos, deseamos que todos sus trabajos 'sean fructíferos en bien de

nuestra querida Juventud Seráfica.

lOGRAFIA

Camino, Verdad y Vida,—Explicación
literal del Catecismo de la Doctrina Cris¬
tiana de S.S. el Papa Pío X. Por elP. Deside¬ rio Costa Rista, de la Pía Sociedad de S.Pa¬ blo. Versión de la 3.® ed. italiana por el Dr. Antonio Sancho, Canónigo Magistral. Tomo I: «El Credo».-Un vol. de 13 1/2 por 19 cm., de XlII-526 págs. En rústica, pesetas 40; encuadernado, ptas. 47. Por correo, 0'75 ptas. más; por correo, contra reembolso, ptas. 1,50.-Luis Gili, editor, Córcega, 415,
Barcelona.
En esta nueva obra de Catecismo se sigue fielmente el de S. S. el Papa Pío X,- se ex¬ plica punto por punto y con detención el -texto; la doctrina teológica es abundan¬ te y clara; la ilustran lecturas y ejemplos muy eficaces para grabar ideas y conmo¬ ver el ániiño. Oportunas consecuencias prácticas y oraciones adecuadas dan un¬
ción a las lecciones.
«Camino, verdad y vida» consta de tres tomos. En el I se explica el Credo, en el 11 la moral cristiana y en el 11 se estudian
los medios de la Gracia.
Aun después de haberse publicado tan valiosas obras de Catecismo, ésta ofrece
materia nueva y tiene cualidades que le dan especial relieve: «preparar la unifica¬ ción de la enseñanza catequística siguien¬ do literalmente el texto pontificio, explicar con mayor amplitud que la acostumbrada y con grdn claridad la doctrina en el mismo condensada, dar amenidad a la explicación y grabarla en la memoria con textos esco¬ gidos».
El primer tomo revela ya la importancia de toda la obra, realzada por la adaptación al público español e hispanoamericano del prbpio traductor. Al orden general que imponen el mismo Credo y el Catecismo de Pío X se añade el peculiar de los por¬ menores que integran la explicación de los diversos puntos. Claridad en la exposición y una tipografía acertada, que coadyuvan a la claridad de las ideas, fijándolas orde¬ nadas en la memoria. Explicación literal y explicación teológica del texto- Lecturas

cortadas a medida,- brocado de oro que difícilmente podrá, encontrarse tan tico y
abundante en otras literaturas como en la
española, y que el Dr. Sancho ha escogido con singúlar esmero. Más unos ejemplos en que ha dado preferencia a lo documen¬ tal, con muy buen criterio.
Obra sumamente útil para los sacerdotes así como para lodo el que tenga que ex¬ plicar el Catecismo y cuantos quieran tener una sólida formación religiosa. La Acción
Católica hallará en ella su más valioso
auxiliar.
El tomo II está en prensa, y la adaptación del III se va preparando. Todos tendrán las mismas características que el tomo I.
Libro del Rosario. Manual doctrinal y
práctico por el P. Marceliano Llamara, O.P., doctor y profesor de Teología, de la Junta Directiva de la Sociedad Mariológica Es¬ pañola.—Un vol. de 10 x 15'5 cms , de unas 650 pág. ilustrado. En rústica, ptas. 26; en¬ cuadernado, ptas 47. Editorial Peda. Isabel
la Católica, 25. Valencia.
La piedad rosariana española carecía de un libro que la informase competentemente sobre el valor del Rosario y le facilítase su práctica en todas sus manifestaciones.
Ese libro que España no tenía lo «ha es¬ crito el P. Llamera y lo ofrece al púbblico
esta Editorial.
Comprende el «Libro del Rosario» una primera parte titulada «Doctrina del Rosa¬ rio», que en 52 lecciones dialogadas, bre¬ ves, sencillas y sustanciosas proporcionan a todos, más o menos cultos, cuanto preci¬ san saber sobre el Rosario. La segunda parte, o «Práctica del Rosario», contiene el Devocionario rosariano más completo y depurado conocido hasta hoy. Dedica es¬ pecial interés y propone los más diversos métodos para facilitar la meditación y apropiación de los misterios redentores contenidos en la gran pilegaria mariana.
El «Libro del Rosario» es indispensable
tanto a los sacerdotes como a los fíeles.

Sant Jordi (Palma).—El 6 de septiembre cerró sus ojos a la luz de este mundo, reci¬
bidos los santos sacramentos, nuestra sus-
criptora D.° Catalina Oliver Salvó, a la edad de 78 años. Durante su larga vida dió altos ejemplos de madre de familia y de esposa cariñosa. Nuestro pésame a su familia.
Palma.—Día 8 de septiembre, después de larga y penosa enfesmedad, sufrida con santa resignación cristiana, ronipió las ata¬ duras del cuerpo para volar a la vida del alma la terciaria D.° María Carbonell Arbós,
de 34 años de edad. Durante muchos años
fué Presidenta de Coro de la Hermandad de'
Son Sunyeret (Palma), cumpliendo muy ce¬ losamente «u cargo, siempre alegre, siempire cariñosa con todos, siempre solícita por el bien de los demás, ocultando sus propios sufrimientos para ser el consuelo y la dul¬ zura del hogar. A sus afligidos padres, her¬ mana, hermanos, en especial al Rdo. Herma¬ no Salvador, del Colegio de La Salle, nues¬ tro más sentido pésame.
—También cerró sus ojos a la luz de este mundo, querido y llorado de todos, nuestro suscriptor, D. Pedro Mayol Arbona, natural

de Montuiri. Nuestro pésame a su apenado esposa D.“ Catalina Oliver.
Pina (Algaida).—Día’ 14 de septiembre pasó a mejor vida el fervoroso terciario de N. P. San Francisco, D. Bartolomé Mut Aloy, de 87 años de edad, recibidos los santos sacramentos. Afable, esclavo de sus deberes cristianos y sociales, devotísimo del Sagrado Corazón de Jesús y del Santo Rosario. Nues¬ tro pésame a su apenada esposa e hijos.
La Puebla.—Día 16 de septiernbre dur-, mióse en la paz del Señor la Religiosa Fran-ciscona Sor María de la Soledad, a los 78 años de edad y 58 de profesión religiosa. La mayor parte de su vida religiosa la pasó dedicada a la enseñanza de. niñas, que la
amaban como a su madre. Devotisima.de la
Pasión del Señor y amante de María, cifraba en ella sus esperanzas, principalmente, en la hora de su muerte que fué preciosa a los ojos de Dios y de los hombres. Nuestro pé¬ same a la Comunidad de Religiosas Fran¬
ciscanas.
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