El Heraldo de Cristo 1945, n. 427
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Año XXXVIII

Palma de Mallorca, Mayo 1945

Núm. 427

FIESTAS DE SAN MARCOS EN SINEU
El altar de Sinium
j^ARA el primero de julio próximo está anunciada la peregrinación franciscana que este año, Dios mediante, será a Skieu. Sineu, villa asentada en el corazón de Ma¬ llorca Y 'ï'iQ ya existió en tiempo de los romanos, arderá en fiestas durante unos diez días pues se quiere conmemorar, con inusitada pompa, el tercer centenario de la elección de San Marcos Evangelista para Patrono de aquel pueblo. La peregrinación sería, como es natural, un número de estos festejos y los terciarios mallorquines han de tomarlo con gran interés para que resulte una imponente y clamorosa adhesión de Mallorca francis¬ cana a los sineuenses y un férvido homenaje a su Santo Patrono.
Además de la romería que ha de ser la contribución de los terciarios a las fiestas centenarias, habrá muchos otros actos, según nuestras noticias. Un solemne pontifical, la inauguración de un monumento a San Marcos, actos literarios y musicales, procesiones Y desfiles, conferencias y sermones, un funeral con oración fúnebre en sufragio de los difuntos del pueblo. Y con esto carrozas y arcos de triunfo, banderas y damascos, follaje Y arrayán, pinos y flores hasta convertir el pueblo en bosque y en jardín. Como se ve el programa a ejecutar será muy atrayente y copioso. Y habrá juegos y no faltarán las carreras pedestres y ecuestres, ni los fuegos artificiales para encender más aún el entu¬ siasmo Y poner, en los intermedios de los números más notables, una nota vivida de movimiento y color.
Todo nos parece muy bien. No obstante hay algo en proyecto que, sobre todo lo demás, ha llamado nuestra atención porque tenemos hambre y sed de originalidad. Será una cosa modesta, casi insignificante, pero muy simpática y llena de sirnbolismo que imprimirá un sello de novedad a estos actos y lamentaríamos de veras que se quedara en simple propósito y no se llegara a la realización. Nos sentimos un poco cansados de hacer siempre lo mismo como si se hubiera agotado la potancia creadora en los organi¬ zadores de fiestas. Gracias a San Marcos ha surgido en Sineu una idea un poco audaz e

Él rieraldo áe Cristo
inesperada, idea que, por ventura, hará sonreir desdeñosamente a los espíritus rutinarios que no saben dar un paso sin andadores, pero, con todo, es muy bella.
Se trata de coloca» un mojón, obelisco o menhir de pequeñas proporciones que sería denominado «el altar de Sinium». «Sinium» es la comarca central, granero de Mallorca, que comprende los términos municipales de Sineu, San Juan y Lloret de Vista Alegre, tres pueblos con los mismos ideales y cuya historia es común.
Las tierras de estos tres municipios, como las heredades de tres familias, coinciden en un punto. Pues bien, se ha buscado este lugar de convergencia y precisamente ahí-se fijará el «altar de Sinium» símbolo en piedra de la'hermandad y unión espiritual de unos pueblos que avanzan unidos y compenetrados.
Este pequeño monumento, toscamente labrado, que unirará como un clavo enorme los campos de las tres villas, tendrá esculpido en el plano superior la palabra «Sinium» (Jn hoyo en el mismo plano, que se cerraría inmediatamente después de bendecido el mojón, contendrá tres puñados de tierra de las distintas heredades, y en los ledos de este obeslico, tal vez, los escudos de cada pueblo, a medio esbozar. Si la columna se compone de tres piedras el simbolismo será completo. Significará la comarca con sus tres muni¬ cipios independientes entre sí peró abrazados y trabados con amor cordial.
Lo que les divide y separa es un torfente y en una de sus riberas estará hincado el «altar de Sinium». Pero una cinta de agua no es, en este caso, una línea divisoria, sino un lazo flexible y centelleante que ata, en un ramillete, los tres pueblos y les fecunda con su jugo vital. El torrente es una vena común que abreva los campos de la Comarca y los deja rayados de una estela de verdor.
No sabemos con que ceremonial será inaugurado este m.ojón simbólico, donde, en su día, se reunirán los representantes de la Comarca. Pero creemos que será un acto sencillo y sobrio, mitad folklórico y mitad litúrgico, como un paso de unas geórgicas cris¬ tianas, para que abrace la vida integrande la Comarca con sus creencias, usos, tradiciones y consejas.
He aquí, brevemente explicado, este proyecto tan original. Y, deipués de todo, no lo es tanto que 1X0 tenga sus antecedentes bíblicos. Estos antecedentes le comunican un inconfundible carácter religioso que lo hacen todavía más amable al corazón cristiano.
Jacob, después de la visión de la escala, tomó la piedra que había tenido por cabe¬ zal, la alzó como memoria y virtió sobre ella abundancia de aceite. Josué, en recuerdo de haber pasado el pueblo de Israel por el Jordán, a pié enjuto, levantó en Gálgala un monumento conmemorativo de doce piedras.
Fr. RAFAEL GINARD BAUÇÀ
TERCIARIO:
tu peregrinación, que tendrá lugar en Sineu día primero de julio, promete ser un acontecimiento extraordinario. Los sineuenses, llenos de entusiasmo, preparan las fiestas centenarias de San Marcos y esperan con ilusión la visita del numerosísimo ejército franciscano de Mallorca. En breve recibirás la letra y música del nuevo himno y el programa detallado de la romería. Como buen soldado has de ocupar tu puesto de honor junto a la bandera de la Hermandad de tu pueblo.

Madrigal
A mi querido sobrinito José Caldentey Mirailles, en el fausto día de su primera
Comunión
El sol cuando besa con su luz la flor revístela de oro,
de luz y calor. ¡Oh beso divino
del sol a la flor, que de la flor hace un pequeño sol!í
Jesús cuando baje
en tu corazón
hará d-e tu pecho hoguera de amor.
Fr. M. CALDENTEY, T. o R.
Inca, 23-5-45

CINCUENTA AÑOS DE
APOSTOLADO SACERDOTAL
BODAS DE ORO SACERDOTALES DEL RDO. P, ESTEBAN AMER T. O. R.
EDIO siglo de administrar los méritos de la Redención. ' V I Medio siglo de recoger a diario en la copa áurea de nuestros cálices la sangre divina que borra la iniquidad del mundo. A la luz de tan deslumbrante grandeza se achican to¬ dos los poderes humanos, y se arrastran con microscópico vo¬ lumen por el suelo, todos los intereses visibles y terrenos. Lugar¬ teniente de Cristo, el sacerdote católico, ostenta la representa¬ ción del mismo Dios, con idénticas credenciales que las que Jesús legara a su pequeña grey apostólica: «os elegí, os des¬ tiné...» Elegi vos ut eatis, y ello con más autoridad que a Moisés, y con mayor predilección que a David.
Cincuenta años en cualquier profesión, ofrecen un título de orgullo, pero diez lustros levantando al cielo las manos en el ministerio de la pacificación y reconciliación de la humanidad con su Dios, son timbre de la más sublime honra y concentrado
alborozo.
Con tales sentimientos, subía nuevamente al altar en la Dominica in albis del año en curso, nuestro estimado Padre Esteban Amer, aureolado de sus hermanos en religión, fami¬ liares y amigos, que, en íntima unión con él, libaron al Señor la preciosa sangre del Sumo y divino Sacerdote, rindiéndole el más reconocido testimonio de gratitud y adoración. Con las nubes de incienso que perfuman el altar, suben a los cielos los floridos gorgeos de la compacta y disciplinada Capilla musical del Colegio Seráfico, que desgranó lo más selecto y almibarado de su tesoro artístico. Como un eco profótico, resonó vibrante y cálida la voz del orador sagrado, recordando el precepto del Levítico: «Santificarás el año quincuagésimo, por ser el año del jubileo». (25, 10.) Y se levantan otra vez aquellos brazos año¬ sos, sosteniendo al Dios fuerte, que en el disco blanco del pan
eucarístico sentó sus amorosos reales. Y otra vez brilla como
un iris de reconciliación, la copa purpurina, que se yergue como un escudo amparador. Abre el Sacerdote su corazón
rociado de emociones, para encerrar en él a todos sus bien¬ queridos, que duermen ya el sueño de la paz.
Como torrente interminable y sonoro, resbalaron los besos sobre sus ungidas manos, olorosas todavía con el olor del sacrificio, al son de los majestuosos acentos de acción de gra¬ cias, que al Señor tributan cielos y tierra, coeli et universae potestates, en tan fausta efemèride. Y alargando su diestra, impartió a todos la apostólica bendición, colmada y fecunda coma la bendición de Abraham, bendición del rocío del cielo y
de la grosura de la tierra. De tal cariz son también las bendiciones ubérrimas que, en
lluvia copiosa, auguramos a nuestro venerado Padre, para que se prolonguen sus años y se multipliquen sus méritos, con los cuales pueda cosechar una inmarcesible corona de felicidad
sin término.
P. A. M., T. O. R.

EL SUEÑO DE UN CRUZADO
(BTO. GERARDO DE VILAMAGNA)

[R' imunasnodl eostliavacl,igcaurraandcoanlatosragaSvUillamsosnooncodredsitore, neznatdreas

llamarados abrasadoras de
sobre las eras para la trilla,

y mientras los sudorosos gañanes, a la apacible sombra de una higuera, empinan con delicia el ventrudo botijo que les brinda líquidos besos por el romo pitón, en

un aposento de la casona labriega, bajo las miradas de un largo Crucifijo bizan¬

tino, rompe sus diques maternales un pimpollito rubio de pelines de oro, a quien

teje un festivo estribillo un ruiseñor, en la parra de la amplia corralada.

Gerardito, que cabalga sobre tres años por la vida, reza con su madre, antes
de aplicarse al sueño. El Cristo bizantino le mira. Y él le mira con sus ojitos reto¬ zones. Cuando Morfeo le cierra suavemente los párpados, le sigue mirando el

Crucifijo y ve unas cosas muy hermosas v muy tristes. Un sayón que se adelanta y

le pega al Nazareno en la cara. Y unos barbudos judíos que le tiran chanzas muy pesadas al Reo inocente, que pende de tres clavos en una cruz, Y van llegando

luego unas caravanas de hombres cetrinos, fumando pipas enormes, blandiendo

cimitarras, con una maraña de pelo muy negro por los cascos, y escupen la sangre
y acocean el patíbulo de aquel mansísimo Condenado.
Más crecidito ya, sigue Gerardo triscando en pos de las ovejas desparrama¬
das por el valle, y doquier le sigue mirando aquel Cristo, y le desasosiega aquel
sueño de sus tiernos abriles.

Sonó la hora. Joven apuesto y valiente, parte, al lado de un ejército de cru¬ zados, al rescate de Tierra Santa. Apenas vislumbra las agrias ondulaciones de los

olivares hierosolimitanos, es hecho‘prisionero y arrastra las duras cadenas de un

oprobioso cautiverio' Pero aquella águila bravia, forcejea hasta escapar de las

garras de sus enemigos, y entonces con un disfaz de sayo de basta urdimbre, pe¬

regrina por los santos lugares, salpicando su alma de divinas memorias y profun¬ das lecciones evangélicas.

Se recoge en un eremitorio de Etruria, para rumiar tranquilo, las sublimes

enseñanzas golosamente aprendidas en las tierras de Jesucristo. Pero una tem¬

pestad de afectos le impulsa a más penosos lances en pro de su Dios crucificado.

Rumbo a Jerusalén, es asaltado el bergantín que le transporta, por un pirata, de belfos muy gruesos y ojos chispeantes como un berilo. Estruendo de bombardas. Llamaradas de culebrinas. Gerardo echa mano al arma de su oración confiada, y ve
como se hunden entre los rizos salados sus brutales asaltantes.

La cruz de Cristo. Su sangre. Su cuna. Su lanza. El sueño de sus infantiles años

le obsesiona. Padece prisas incontenibles por la redención de estas joyas. En vien¬

do como en poco menos que nada van a parar sus ajetreos y sinsabores, busca el consuelo del Padre San Francisco quien le ciñe el cordón seráfico y le regala con un abrazo paternal.

Mirando al Calvario, con el rostro arrebolado de fatigas, vuela su alma al

Cristo de sus ensueños, sobre el ópalo enrojecido del crepúsculo...

Fr. A. MARTORELL, T. O. R.

TEMAS HI5TÓRICO-FRANCISCANOS

2L AÍ.

'^on Çalttlei Matiano Kibai Çallatd

La Tercera Orden. Idea de fundación
La Tercera Orden de Penitencia fundada por el Serafín de Asís^ arraigó en
Mallorca probablernente con los primeros franciscanos que en 1229 acompaña¬ ron al Rey Jaime I cuando la conquista de esta Isla. Consta que el mismo monarca y el Bto. Ramón Lull vistieron la librea del PovereHo. En 1335, de la Tercera Orden brotó aauí un edificante grupo de mujeres que se unieron para hacer vida de co¬
munidad, estableciéndose en la Calatrava, en la casa donde ya tenía sus reuniones
la congregación de hombres devotos llamados Beguins; aquellas religiosas eran conocidas vulgarmente por el nombre de Tercerolas. Según las crónicas, exhuberantes fueron los frutos que en los siglos XVI y XVII produjo la Orden de Peniten¬ cia establecida, no sólo en Palma, sino en Inca, Alcudia, Llorito, Arta, Lluchmayor, Petra, Sineu y Sóller, donde tenían comunidad los frailes observantes. A mitad del siglo XVIll la V. O. T. tenía vida en los pueblos de Manacor, Montuiri, Aloró, María, Santa Margarita, Esporlas, Felanitx, Campos, Binisaiem y Porreras. Los PP. Capuchinos, que por segunda vez habían venido a Mallorca el año 1677, contri¬
buyeron también a su desarrollo. En el mismo siglo XVIll empezaron en Mallorca los Beateris o Cases de beates para las jóvenes que, sintiéndose llamadas al estado
religioso, no tenían dote suficiente para entrar en los conventos de clausura o les faltaban fuerzas para llevar tan austera vida.
Cuando en 1835 se decretó por el Gobierno español la infaustae infamiosa disolución de las Ordenes Religiosas, la Tercera de San Francisco tenía que entrar forzosamente, como entró, en un período de decadencia; pero era tan vivo el rescoldo, que no llegó a extinguirse, contribuyendo a ello los frailes franciscanos y capuchinos exclaustrados. Más tarde, pero con notable anticipación a los Tercia¬ rios Regulares' había de fundarse en nuestra bendita tierra la Congregación de Hijas de la Misericordia, Terciarias Franciscanas, que han sido las primeras regu¬ lares con que ha contado la Balear Mayor, con las cuales unió el Obispo Dr. Don Jacinto M.° Cervera las piadosas mujeres de los Beateris de Manacor, Petra y Valldemosa. No debe olvidarse que, precursora de este Instituto, ya en 1740 habíase fundado en Manacor una Congregación algo semejante, pero de escasa fecun¬ didad. (Cfr. EL HERALDO DE CRISTO, a. 1921, p, 109.) Deélla procedían las casas de Petra y Valldemosa. La gloria de dicha fundación corresponde a nuestro biogra¬
fiado Rdo. Sr. Ribas de Pina.
Cedámosle a él, una vez más, la palabra copiando algunas de sus notas auto¬ biográficas (1). «En 1849 se estableció en la vita de Pollensa (2) la Congregación de mujeres denominadas Hermanas de la Caridad, que años antes, en 1798, había instituido en la de Felanitx, bajo diferente regla que las de S. Vicente de Paul, el benemérito por muchos títulos Sr. Don Antonio Roig, Cura-párroco de aquella villa y después Canónigo de la Sta. Iglesia Catedral de Mallorca. El eco de esta nueva fundación llegó en un momento a esta capital de las Baleares y fué por al-
(1) Anales de la Congregación de las Hijas'de la Misericordia. Año 1849. Manuscrito que se guarda en el archivo de la Casa Madre de Palma, calle Moral, n ° 6.
(2) Fué el día 21 de febrero. El Rdo. D. Cosme Bauzá en su Historia de Felanitx, t, I, trata de la fundación de dichas Hermanas por el Dr. Antonio Roíg, dándonos los siguientes datos: El Obispo don Bernardo Nadal aprobó la fundación de Felanitx, día 29 de septiembre de 1798. Vinieron después estas^etras fundaciones: en Pollensa, a 21 de febrero de 1849: en Lluchmayor, el 7 mayo de 1859; en Porreras, a 2 septiembre de 1860; en Sóller, el 23 agosto de 1862; en Sineu, a 17 septiembre de 1864. (pp. 385-90).

94

EI Heraldo de Cristo

gunos
gloria

días el dulce objelo de Dios y bien de la

de las conversaciones de cuantos se interesan por la
humanidad, puesto que dicha Congregación atiende a

la enseñanza de las niñas y asistencia a los enfermos. En una de tales conversa¬

ciones se hallaba toda su hacienda

peonrcplarvoavdidaenecnialugunaresascheurdmoitlede, sq,uyea,

ya por tener su
por llevar algún

famila casi
tiempo de

predicación principalmente en la parte forense, había podido tocar con sus manos el miserable estado en que se hallan las pequeñas poblaciones por no tener quien

enseñe a los párvulos y atienda a los pobres enfermos. Apenas oyó éste la fausta

noticia de la instalación de las mencionadas Hermanas en Pollensa cuando sintió

asaltado su corazón de afectos diametralmenfe opuestos. Por una parte se alegraba

del gran bien que podían hacer dichas Hermanas y por otra sentía en el alma que

los pueblos más infelices estuviesen privados de este socorro y sin ninguna espe¬ ranza de poderlo jamás conseguir. Un movimiento involuntario, un impulso irresisti¬

ble le hizo abrir su boca para que por ella se desahogase su corazón y exclamó:

«Me alegro mucho de esta nueva fundación, pero siento vivamente que los lugares

más necesitados carezcan de tan importante alivio. Si yo pudiera, lo haría a

favor de las pobies aldeas de la Isla». Esto dijo sin'pensar entonces en realizar tal

cosa, sin saber que en aquellas pocas palabras pronunciadas con entusiasmo estu¬

viese encerrado el pequeño grano de mostaza que debía sembrarse después de

lustro y medio para crecerá manera de frondoso árbol que extendiese sus ramas

por toda la isla de Mallorca».

(Continuará.)

VIRGEN DE MAYO, OYE Mi ORACIÓN

¡Virgen de Mayo en flor, oh Madre mía, toda llena de gtacia y de bondad! ¿Qué pecho no rebosa de alegría,
en este claro día
de tu festividad?
Deja, pues, Rosa mística, que cuánto de bello y noble siente
mi amante corazón,
hoy lo ofrenda a tu gloria en digno canto ¡oh obra cumbre del Dios omnipotente! que yo no hallo más grata ocupación que cantar y ensalzar tu nombre santo.
¡Luciente Estrella! ¡Reina soberana! El cantar que hoy a tu Hermosura rindo, cual cantora ave al sol de la mañana, en nombre de tus Hijas te lo brindo,
cual amoroso fruto,
con la fragancia de lozanas flores; recíbelo, aunque pobre, cual tributo a tus santos y múltiples favores.
La joven, hoy, celebra alborozada
tu festividad. Virgen Milagrosa; tu imagen refulgente, inmaculada,
gentil, blanca y graciosa,
sonríe en el altar de mi Convento...
Dentro nube de incienso vaporosa, ^ melodioso concento
de continuo en el templo vagará: de tus Hijas la voz elevará
hasta los cielos su argentino acento, alabando tu nombre celestial;
tu nombre. Vida mía.

más suave que la célica armonía, más dulce y delicioso que el panal. Que al tratarse de honrorte. Virgen pura, tierra y cielo estremécense de gozo; y no hay doncella hombre hecho ni mozo que no cante y celebre tu Hermosura.
No es de admirar, que la vista quiera ver tu rostro divino y hechicero, cual viva encarnación de luz, doquiera; como suspira el amador sincero ver siempre a la que adora y venera.
Defiéndenos del mundo. Madre mía,
turbio y revuelto mar de liviandades;
líbranos de sus locas vanidades
que halagüeñas nos tientan, noche y dio,y pues eres el Faro que nos guía
al Puerto de la eterna salvación,
¡Reina de la Paz! oye mi oración: cese ya esta cruel guerra y este duelo
entre tanta nación;
cese ya tanta muerte, tanto llanto, tanto odio, tanta ruina y destrucción; y haz que pronto tengamos el consuelo
y la satisfacción,
—que anhela el Papa tanto de mirarnos los hombres sin recelo,
como hijos del común Padre del Cielo, que a El tienden en fraterna y santa unión
asidos de tu manto,
símbolo de esperanza y protección.
P. JUAN CALDENTEY,T. O. R,
Director de las Hi¡as de María de Lluchmayor

NOTAS GRAFICAS
La angelical niña APOLITA JUAN RAMON,
que a los seis años hizo
su Primera Comunión
en la Iglesia Parroquial
de San Marcial de Ma¬
rratxí, día 11 del pa¬
sado marzo.
Nuestra más cumplida
enhorabuena a sus pa¬
dres D. Andrés y Doña
Francisca.
NECROLÓGICAS

D. Miguel Tous Alzina, de Arfó, padre del Rdo. P. M. Tous Gayó,

D. Antonio Bauza,
de San Juan.

D.° María Magdalena Ferragut Villalonga, de Lio-
seta.

D.° Francisca Serra
Cantallops, de San
Jordi.

de mauo^ meó

mauo,.»

'111:111;!”-

La "Madonnina" de Ferruccio

LA CANCION DE LA
BORDADORA DE LA VIRGEN
Murillo
(Detalle)

Vuestro nombre yo bordar, sí que quisiera, mas, ¡ay! Madre de mi amor, me falta seda; dadme una madeja Vos. de la más bella,
con hilos de oro también
y alguna perla.

Mala bordadora soy, ¡oh Madre tierna! bordadlo Vos, si queréis, en mi bandera, junto al Nombre de Jesús,
a la manera
que frente al sol siempre está
la luna llena.

DIA TERCERO

Glorioso San Pancracio, por vuestra encen¬

dida caridad para con el prójimo, alcanzadme

de Dios Nuestro Señor salud y trabajo para

mí y los de mi familia.

Tres padre naestros

DIA CUARTO

San Pancracio glorioso, por vuestra res¬
plandeciente pureza alcanzadme del Señor que sea yo puro en el cuerpo y en el alma.
Tres padre nuestros

DIA QUINTO

Glorioso San Pancracio, por vuestro amor
a la pobreza, alcanzadme una santa resigna¬ ción en el puesto, por humilde que sea, en que se digne colocarme la Divina Providencia.
Tres padre nuestros

DIA SEXTO

Glorioso San Pancracio, alcanzadme la ca¬
ridad de Dios para que le ame, sirva y goce la paz de una conciencia justa.
Tres padre nuestros

ACTO DE CONTRICIÓN

Dios mío, me arrepiento de todo corazón de mis pecados. No quiero cometerlos en adelante, y propongo evitar todas las ocasiones de pecado. Señor, misericordia y perdón.
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

San Pancracio glorioso, ínclito már¬ tir de Jesucristo, por vuestra encen¬ dida fe y ardiente caridad, alcan¬
zadnos del Buen Jesús la salud cor¬
poral y el sustento necesario para
conservarla por medio de un trabajo.

DIA PRIMERO

Yo adoro con Vos, ¡oh glorioso

San Pancracio! el inefable misterio de

la Trinidad Beatísima; y suplico, por

vuestra intercesión, la virtud santa de

la humijdad.

Ires padre nuestros

DIA SEGUNDO

Glorioso San Pancracio, por vues¬
tra singular obediencia, alcanzadme sea yo obediente a Dios y a mis su¬ periores, y no quede jamás sin vues¬ tro amparo en mis necesidades espi¬ rituales y materiales. Tres padre nuestros

DIA SÉPTIMO

Glorioso San Pancracio, por vuestra gran

paciencia, alcanzadme, la paciencia necesaria

en el trabajo cotidiano.

Tres padre naestros

DIA OCTAVO

Glorioso San Pancracio, por vuestro dolo¬

roso martirio, alcanzadme una perfecta su¬

misión a los preceptos de Dios y de la Santa

Iglesia.

Tres padre nuestrc s

DIA NOVENO

Glorioso San Pancracio, por la gloria ex¬

celsa de que gozáis en el Cielo, alcanzadme

de Dios la salud temporal para valerme de

ella en los trabajos de la vida y conseguir

después la Gloria eterna.

Tres padre nuestros

ORACIÓN

Señor omnipotente, te rogamos que, por in¬ tercesión del glorioso mártir San Pancracio,
nos libres el cuerpo de enfermedades y el alma de malos pensamientos. Amén.

ACCION CATOLICA DE UNAS FRANCISCANAS

'/

cÀTVCt^Ul·Lítle^ Cl·i

Por el P. Matías Horrach, T. O. R.

Tirasset, escuela^
siete kilómetros de la ciudad de Inca, casi en el cruce de la carretera de Arta con la ' línea férrea de La Puebla, sobre el afombrado de inmensas praderas y bajo el dosel de verdosos almendrales, humilde, sencilla, pero bella y blanca, se levanta la escuela rural de Tirasset. Un pórtico; una sala; unas habitaciones para el señor maestro, y nada más, si no es la cisterna y los paredones bajitos que limitan lo que puede servir de patio a los párvulos que van a clase.
Aquí todo es soledad; todo es silencio. Aquí no se encuentran calles, ni casas, ni vecinos. Tan sólo a las horas de clase, y en especial al entrar y salir los alumnos, más pocos de ordi¬ nario que los hijos de una jurídica familia numerosa, se perciben señales de vida. El maestro no oirá ya otra cosa en todo el día sino el ladrar de algún perro lejano y el silbar de las lo¬ comotoras que le recordarán la existencia de unos focos de mayor animación.
Tirasset, catecismo
Pero la solitaria escuela de Tirasset, no siempre es escuela, ni siempre es solitaria. Todos los domingos, por la tarde, al convertirse en centro cateauístico, parece dejar su aspecto normal para tener las características de una escuela graduada especial.
Allí hay niños rubios y tostados; allí hay muchachas de tez morena y alma blanca; allí
hay jovencitas bien peinadas y mozos bien afeitados, mamás y tías alegres y gozosas, de esas que tienen derecho a reposar, porque se han cansado trabajando, toda la semana, la dura tierra. Y allí están ellas, en invierno y verano, con sol y con lluvia, con fatiga y sin ella, todos los domingos, desde hace doce años, rodeadas de sendos grupos que escuchan, apren¬ den y .'•epiten oraciones para la Primera Comunión y para cuando tengan que casarse.
¿Quienes son ellas? Las catequistas. ¿Quienes son las catequistas? Ellas dicen pertenecer a la congregación de «las anónimas»; pero, al ser llamadas, se oyen los nombres de Santa Bárbara, de Santa Magdalena, de San Juan y de Santa Teresa de Jesús.
Tirasset, capilla
una vez al año, Tirasset no es escuela, ni catecismo. Cuando en los templos de la ciudad se cubren las cruces, y cuando los gamones del campo recuerdan la «Vara Florida» de San José, Tirasset, como saliendo de su capullo, esto es de su soledad y silencio, ostenta las galos de una esbelta capilla. Es el período de santos Ejercicios... En la sala se ven un crucifijo sobre fondo morado, una mesa con dos candelabros, un púlpito improvisado, y ya nada más. Las pizarras y mapas no distraen; las mesitas, encorrecta formación y con vista a la pared, dejan un excelente lugar para sillas y bancos, traidos de lejos, que, por la noche, se llenarán de devotos. Porque, por la noche, las cercanías de Tirasset se animan... Misteriosas linternas, rom¬ piendo la tinieblas, se van acercando, seguidas de voces y risas: son los «amos» de un predio, que vienen a pié. Momentos después, por senderos y caminos, en animada charla, vienen apareciendo los iornaleros de aquí y de más allá, envueltos en sus capotes y mantas; y, uno tras otro, llegan grupos de todas direcciones que, al salir de casa, eran reducidos, pero se vieron aumentar poco a poco con el añadírseles las personas de las casitas payesas que en¬ contraron junto al camino. Al llegar, un saludo franco y amistoso. Antes de entrar, un rato de conversación, con las lamentaciones de los tímidos, los alardes de los presuntuosos, los chistes de los enamo¬ rados y las risas de las aldeanas, ya en el otrio de la escuela, o bien alrededor de una hoguera, que será lástima tener que dejar para acudir al sermón. Resuenan unas palmadas; se transmite rápido el aviso, y, uno tras otro, entrarán los campesinos en la «ccfpilla» donde, en número de más de 230, rezarán el rosarjo, cantarán a todo pulmón y escucharán la palabra de Dios.
Inca, Semana de Pasión de 1945

30. La chica de los
nervios.
Í#A chica de los nervios habla a boibo-
lones Y sus labios chorrean lápiz rojo. Uno espera que sus palabras van a que¬ dar enrojecidas al contacto de sus labios llameantes. Para que el conjunto fuera armónico yo la vestiria de grana y pon¬ dría en sus bucles y en su pecho ascuas de amapolas y claveles para que toda
ella fuera como un incendio.
En torno suyo, unos mozalbetes le es¬ cuchan boquiabiertos y aquella atención es para la verborrea de nuestra heroína lo que el fuelle a una fragua. Su plática se encrespa. La chica, empero, es la in¬ substancialidad hecha carne, y no dice más que sandeces. Su auditorio está, por cierto, a la altura de las circunstancias.
La escena pasa en el tren y le acompa¬ ña su madre, vieja desdentada y cabellos lacios. Considera, en silencio, la mara¬ villa que tiene a su lado y sonríe ancha Y bonachamente y hasta algún dejo de perdonavidas- El caso no es para menos. Prescindiendo de las muchas y buenas cualidades que le faltan, la chica es un tesoro por charlatana, pero más aún por
nerviosa. Ella insiste mucho en esto de
los nervios y lo dice chillando, gozosa, como una de sus mayores glorias y ad¬ quisiciones.
¡Tener muchos nervios, a su disposi¬ ción Y siempre tirantes, como los cuer¬ das de una guitarra! ¡No pegar el ojo durante la noche, cuando se ha de partir al día siguiente,- patear de impaciencia aguardando la¡|^llegada del tren,- cantar muy recio las verdades a todo el mundo; no callar por nada ni por nadie! ¡Con qué placer y regocijo va pregonando estas

Y otras habilidades del mismo jaez! La satisfacción la revienta por cada uno de los poros de su pintarrajeada faz.
Su actitud, aproximadamente, signifi¬ ca: «son pocos los que llegan ahí! Si que¬ réis subir a estas alturas, hay que tener arrojo y despabilarse,- no es empresa para espíritus flacos, medrosos o enco¬ gidos»!
Y con ímpetu de torrente en crecida, sigue barbullando. Explica, ahora, cómo es muy buena muchacha y, por esta razón, no sabe tolerar mofas y escarnios contra el prójimo, Y cuenta un sucedido muy edificante. Un señor zahería a un pobre hombre. Ella pasaba y se extreme" ció de noble indignación, oyendo aque¬ llos insultos. No pudo contenerse y, he¬ cha un basilisco, va y lanza al rostro del señor impertinente un chaparrón de pa¬
labras feas.
Así lo afirma, muy oronda. ¡Pues sí, señor! Ella predica la caridad a gri¬ tos, a salivazos y bastonazos, tan con¬ vencida está que la caridad es algo
serio.
Va a Palma. ¡Y cómo se le llena la boca pronunciando «Palma, feria de Ramos, su hermano soldado» a quien admira muchísimo más por soldado que por hermano! Y queda boba al evocar que todos los lunes, «pero todos los lu¬ nes», hay que fijarse, toma el ferrocarril Y regresa al cuartel. Aquellas palabras «tren, su hermano soldado, todos los lunes» dan al auditorio la impresión de un gran personaje y de un tren de lujo organizado, exclusivamente, para él.
Mientras tanto, la madre calla y sonríe bonachonamente y, en silencio, da gra¬ cias a Dios por haberle concedido aquel tesoro de hija.
BLANQUERNA

Pregunta 238: Dígame qué hay de verdad sobre eso que me han aicho
unos amigos pertenecientes a la V. O. T. de San Francisco, de que el Serafín de Asís baja a veces al Purgatorio y saca de aquel lugar de tormento las almas de
sus devotos.
Respuesta; Con mucho gusto y aquí no haremos sino repetir lo que escribió
un ilustre escritor franciscano.
Muy sabido es en la Iglesia universal, que al seráfico Padre San Francisco de Asís le fueron impresas las cinco Llagas
de nuestro Redentor Jesucristo en el
monte Alverna, Maravilla singular y pro¬ digio estupendo y hasta entonces nunca
visto. Un hombre convertido en Cristo
Crucificado por la mano del mismo Re¬
dentor.
El seráfico doctor Son Buenaventura, afirma que San Francisco de Asís se transformó en Cristo Crucificado por ha¬
ber amado y llorado, por haber vivido y
sentido tan intensanente los misterios de
la Pasión y Muerte del Salvador. No quería saber más que a Cristo y a este Crucificado, como otro San Pablo, ni
quería tener otro libro que el Santo Cru¬ cifijo. En este libro leía, estudiaba y me¬ ditaba de continuo los grandes y ocultos misterios de nuestra Redención; y engol¬
fado un día sobre el monte Alverna en
estas consideraciones, fué arrebatado en éxtasis ante la vista amorosa, y al mismo tiempo penosa,de Cristo Crucificado, que se le apareció en forma de un Serafín, de cuya visión y éxtasis salió sellado con las cinco Llagas y señales vivas del Re¬ dentor, y las contemplamos en las ma¬ nos, pies y costado del seráfico San
Francisco.
€n estos momentos tan solemnes, en esta comunicación íntima y efectiva del
Serafín de Alverna con su amor Cruci¬
ficado, se le concedieron muchas gracias
y privilegios extraordinarios para su Orden en favor de sus hijos y devotos,
de todos los cuales sólo citaremos el
referente a las a|mas del Purgatorio, tomado de la «Crónica Seráfica», del

P. Cornejo, y del «Ramillete Espiritual»'
del Cardenal Vives.
«Sabe, hijo mío —le dijo en una apari¬ ción a un religioso de su Orden— que el día feliz que en el monte Alverna, Cristo, mi Señor, me imprimió estas Llagas, me dijo estas palabras: «Francisco, yo te he fiado mis Llagas haciéndote alférez de mi milicia, y quiero que como yo el día de mi muerte bajé al seno del Limbo y saqué en triunfo todas las almas de los antiguos Padres que estaban en aquella prisión por merecimientos de mi Pasión y Muerte; así quiero que tu todos los años, en el día de tu tránsito (4 de octu¬
bre) bajes al Purgatorio y saques de sus penas al descanso de la gloria, las almas de tus hijos de las tres Ordenes y las de tus devotos especiales; porque, como te esmeraste en imitar las penalidades de mi vida, goces también de este privilegio
de mi muerte».
¿Has oído, devoto lector, este gran
privilegio de San Francisco de Asís en el Purgatorio? Procura, pues, ser Tercia¬ rio, hijo o devoto suyo, y participarás de esta singular gracia. Y a fin de que seas verdadero devoto de las cinco Llagas
ue Jesús le imprimió en su cuerpo, no
ejes de practijcar la devoción de los
Cinco Domingos en honor del Serafín de
Asís.

Pregunta 240: No me tenga por malo si le pregunto lo siguiente: ¿Está obliga¬ do a la confesión anual que prescribe el

segundo mandamiento de la Iglesia, el

que, gracias a Dios, no tiene ningún pe¬

cado mortal?—Id. Id. Palma.

Respuesta: La confesión anual es pre¬

ceptiva por derecho eclesiástico, bajo

ena de pecado mortal, a todos los que

abiendo llegado al uso de razón, se

encuentran reos de pecados graves, Pero

ésta obligación general no incumbe a los que tienen sólo pecados veniales,
aunque siempre es muy provechoso eí
confesarse. (P. V. Incio, Cult. Rel. nú¬

meros 323 y 324).

P. DELGADO

celoso Prelado de Madrid-Alcalá tiene ordenado que los primeros domingos de mes se hagan colectas y se predique a favor de los Suburbios de Madrid, y el «SECRETARIADO DIOCESANO DE SUBURBIOS» publica todos los meses «Ideas de Predicación» que sirvan de tema a los predicadores. Uno de ios temas para el mes de Enero de este año, titulado «¿EXAGERAN?», dice: Quizás afirme más de uno, sin conocimiento de causa, que están exagerados los Predi¬ cadores al describir las necesidades que padecen muchas familias en las populosas barriadas que rodean la capital de España.
Digo sin conocimiento de causa, porque muchísimos habitantes del centro no han tenido
ocasión de tomar el aire por aquellas calles nada limpias, o se han horrorizado ante la invi¬
tación a darse un paseo por ellas, temiendo un vil atraco de aquellos infelices desarrapados. Tal vez han pasado en coche por una carretera o calle más cercana a Madrid, pero ¡arnás se les ha ocurrido girar una visita de inspección a los barrios más extremos de la real Villa; a aquellos barrios y Parroquias que podríamos apellidar Suburdios de Suburbios. Si pene¬ traran en aquellas chozas, mal llamadas viviendas, se convencerían de que los predicadores se quedan muy cortos en sus sermones, por ser indescriptible la miseria material y moral de
aquellas pobres familias, que parecen el desecho de la sociedad.
Sin verlo personalmente, resulta harto difícil formarse idea de la realidad, y mas si se trata de quien está acostumbrado a satisfacer sus gustos y caprichos.
Si quieres cerciorarte, lector amigo, de que no hoy exageración en lo que se predica sobre suburbios, te invito a que te presentes a una de aquellas Parroquias, la de S. Diego, por ejemplo, y cualquiera de los Padres te acompañará, te meterá en algunas viviendas, en tantas como quieras, sin peligro de atracos, no temas; pues aquellas gentes no son tan fieras como se las predicó que fueran . No son tan malas como ignorantes los pobrecillos; pues viven resignados en su triste situación.
Hemos podido comprobar que son muchas las familias cuya cama es el duro suelo, vi¬
viendo como animalitos, seres humanos, hermanos nuestros, capaces de amar a Dios^ de
escalar el cielo.
Viviendo como animalitos, hemos dicho, y nos afirmamos en la expresión; pues hemos visto con horror y lástima, descargar el carro de la basura y acercarse apresuradamente a ella unos cerdos y unos chavales. Aquellos en busca de comida, y estos en busca de papeles, trapos y... comida; saciando el hambre conjuntamente chicos y marranos.
Mas, dicen otros equivocados que los tales no merecen compasión, porque son gente soez y vil que, nacida en el arroyo, se revuelca en el cieno de la más abyecta degeneración; hijos de padres bribones, son granujas empedernidos, imposibles de llevar al buen camino
Como si quisieran significar, con lenguaje despectivo, que se trata de una enfermedad
hereditaria incurable, por llevar en su sangre el embrutecimiento.
En el discutible supuesto de que así fuera, serían acreedores por ello mismo a toda conmiseración, nunca al desprecio. Los hijos de los suburbios nacen tan inocentes como los demás. Lo que sucede es que se contaminan con los malos ejemplos que ven, y se dejan arrastrar por el mal porque no conocen el bien. No han recibido la educación a que tienen derecho. Si la recibieran, podrían dar lecciones-a muchos que los desoirán por incultos.
Fíjate, lector, en el siguiente caso: Las Congregaciones Marianas de las Esclavas del S. C. de J. han abierto en S. Diego, una escuela parroquial de párvulos de cinco a siete años. Cinco de estos chavalitos entraron en la iglesia, en un momento en que nadie había en ella. Esperaba, quien esto escribe, chillidos y correrías, y no fué así; pues aquellos futuros hombres, con gran compostura, se dirigieron al altar de Ntra. Sra. del Carmen, se arrodillaron, junta¬ ron sus manecitas ante el pecho, y, en voz baja, pero perceptible, rezaron la Salve. Se que¬ daron callados un momento como orando, y se retiraron muy serios. No sé que dirían a la Virgen; pero me figuro a Jesús y a María sonriendo desde el cielo y escuchando a aquellos
angelitos.
¡Cuánto puede la buena educación!
Fr. FRANCISCO

D. Míguél Tous Àlzina
Artà.— Día 10 de marzo, confortado con los santos sacramentos y la bendición Apos¬ tólica durmióse plácidamente en el ósculo del
Señor el terciario de N. P. San Francisco Don
Miguel Tous Alzina, a la edad de 72 años. Padre ejemplar de una familia cristiana,
educó a todos sus hijos en el santo temor de Dios, y con generoso desprendimiento entre¬ gó a nuestra Orden uno de ellos: el Rdo. Pa¬ dre Miguel Tous Gayá. *
Dotado de corazón sencillo y generoso y
de carácter alegre y jovial, supo granjearse las simpatías de cuantos le conocieron y tra¬
taron.
Fiel cumplidor de sus deberes, decía a sus hijos que en vez de legarles bienes y riquezas prefería dejarles fama de hombres honrados y buenos cristianos.
La muerte fué el eco de toda su vida. La
muerte del justo, preciosa a los ojos del Se¬ ñor y dulce a los que la presenciaron vino a cerrar sus párpados y a abrirle las puertas de
la eternidad. Tuvo el consuelo inefable de
morir rodeado de su muy amada familia y de entregar su espíritu al Señor en manos de su queridísimo hijo Miguel.
La conducción del cadáver a su última mo¬
rada y la celebración de los funerales fueron una impresionante monifestación de luto, testimonio fiel y elocuente del aprecio y esti¬ ma en que era tenido por todos, así ricos como pobres.
A su afligida esposa D.° María Gayá, a sus hijos, especialmente al Rdo. P. Miguel Tous Gayá, T. O. R. como también a su sobrino Rdo. P. Gabriel Tous Sancho, y demás familia nuestro más sentido pésame.
*Lloseta.— Día 16 de febrero entregó su alma ol Creador la virtuosa terciaria de
N. P. 5. Francisco D.° María Magdalena Ferragut Villalonga, de 68 años de edad. Mujer ejemplar dedicó toda su vida al cuidado y educación religiosa de sus hijas. Las dos úni¬ cas que le quedaban entregó gustosamente al Señor para que fuesen esposas vírgenes
del Cordero Inmaculado. Damos nuestro más
sentido pésame a sus dos hijas Sor María Teresa de Jesús y Sor Antonia de la Mila¬ grosa, religiosas franciscanas.

San! Jordi—El 23 del pasado marzo pasó a m.ejor vida la antigua suscriptora Francisca Serra Cantallops (aj Madona de Can Paladí, después de larga enfermedad sufrida con santa resignación ,y paciencia. Pertenecía a la Congregación de Madres Cristianas, dis¬ tinguiéndose por sus buenas costumbres y religiosidad. Nuéstro pésame a su familia.
Marratxí.—Día 30 de diciembre del pasado
año durmióse dulcemente en el Señor la Reli¬
giosa Franciscana Sor María Agueda Oliver Reinés, que durante toda su vida fué dechado de caridad para con sus hermanas enVeligión y para todos los enfermos y niñas que le encomendó la obediencia. Nuestro pósame a la Comunidad de religiosas franciscanas y a la hermana y sobrinos de la difunta.
Villafranca de Bonany.—Día 17 de mar¬
zo cerró sus ojos a la luz de esta vida ^ara
abrirlos a los de la eternidad la devotísima terciaria de N. P. S. Francisco D.° Antonia
Barceló Gayá. Madre de numerosa prole,
distinguióse por la cristiana educación quü|l
dió a sus hijos, entregando tres de ellos al Señor para que cantaran las divinas alaban¬
zas en el claustro: nos referimos al Rdo.
P. Melchor Thomás, de nuestro Orden, ya difunto, y a Sor Juana María de Sta. Bár¬ bara de la Congregación de Hermanas de la Caridad y a otra religiosa del mismo Insti¬ tuto que nos precedió ya también en el
ósculo del Señor.
Nuestro pésame a sus hijas y demás fa¬
milia.
—Día 23 de diciembre del pasado año mu¬ rió cristianamente nuestro antiguo suscriptor y terciario de N. P. S. Francisco D. Gabriel Garí Bou, a la edad de 73 años. Nuestro pé¬
same a su familia.
San Juan. — Día 29 de enero acabó su
vida mortal nuestro suscriptor y ejemplar cristiano D. Antonio Bauzá, de 78 oños de edad. Su muerte fue muy sentida en toda la villa en la que el difunto se había granjeado, en vida, no pocas simpatías. Nuestro pésame
a su familia.
DESCANSEN EN PAZ. AMÉN

Dando a conocer En el colegio de los al Bto. Ramón Lull PP. Teaíinos (oalle
General Barceló) y en
el local de la Cruzada del Amor Divino,
por la larde del jueves, 15 de febrero, el Rdo. D. Bartolomé Guasp Gelabert, Pbro.
pronunció interesante parlamento bajo el
tema «Hacia el conocimiento del gran po¬
lígrafo mallorquín». Asistían al acto buen número de cruzados, presididos por su Di¬ rector P. Rullán, C. R. Y todos los estudian¬ tes filósofos de dicho colegio.
Al final de su parlamento, que llenó el espacio de una hora, el Sr. Guasp fué cari¬ ñosamente aplaudido.

Homenaje postumo a Día 25 de febrero,
D. Monserrate Blanes la Hermandad de

Juan, en Artá

Terciarios de San

Francisco de Artá

rindió un solemne homenaje póstumo al

insigne Terciario de San Francisco y gran protecítií del convento de San Antonio, de

aquella villa, D. Monserrate Blanes Juan.
El homenaje tuvo dos partes: una religiosa y la otra cultural. La religiosa consistió en

udenla'^^eisnaemdeérciotomuDn.ióMn oennsseurrfarateg,io

del
a la

alma
que

asistieron gran número de terciarios, po¬

niendo asi de manifiesto la alta estima que

hacen del nombre de D. Monserrate y de

su noble familia. Antes de empezar la misa,

el celebrante Rdo. P. José Roig, Superior

del convento, bendijo una artística y bella

imagen del Serafín de Asís, precioso orna¬

mento de la Sala de la Hermandad. Actua¬

ron de padrinos el joven Francisco Tous Llinás Y la Srta. Antonia M.® Esteve Espi¬

nosa.

Mayor solemnidad revistió el acto cultu¬
ral en el que se procramó Terciario Ilustre de la Hermandad de Arta a D. Monserrate
Blanes. Celebróse a las 9 de la noche en el

amplio Salón de la Juventud Seráfica, com¬
pletamente atestado de gente, pertenecien¬
te a todas las clases sociales. Pronunció

parlamento alusivo al acto el poeta y can¬
tor de las bellezas de Artá Rdo. P. Rafael
Ginard Baucá, T. O. R.

Hubo intervenciones musicales por el gran guitarrista D. Bartolomé Calatayud y el aplaudido violinista D. Juan Ginard, recital de poesías y canciones rítmicas por Señoritas y niñas de la villa, mereciendo

especial mención la parte que tuvo en el acto la Capilla de Santa Isabel.
El acto estaba presidido por las Autori¬ dades de Artá, el M. Rdo. P. Rafael Ginard
Amorós, Maestro Provincial y distinguides
personalidades, entre les cuales D. Rafael Blanes Tolosa, Director Gerente de los Fe-
rracarriles de Mallorca.

En honor de Fr. Plácenos reseñar, aun-

Junípero

que sea brevevemen-

te, la II .velada His¬

tórico - literaria - musical que, en honor
del evangelista del Mar Pacífico, y patro¬
cinada por el Magnífico Ayuntamiento de Petra, tuvo lugar en aquella villa el 8 de ab,il, y^en la que hablaron D. Juan Vich, Cura-Ecónomo de Pórtol, el Rdo. P. Rafael Ginard Bauzá, T. O. R., el joven D. Miguel Llinás, Presidente de la Acción Católica,
D. Miguel Ramis Moragues, alma de esta velada, y, finalmente, el M. P. Rafael Ginard Amorós, Ptovincial de los Franciscanos.
Merece especial mención el parlamento del infatigable D. Miguel Ramis, quien des¬ pués de dar lectura a unas cartas recibidas de^Califomia, y ciertos impresos y folletos publicados por la Comisión Diocesana Ca¬ liforniana *de la'Causa del P. Junípero, con
palabras llenas de emoción explicó lo que hace California para su Apóstol y lo que
hace su Apóstol para sus devotos, relatan¬ do ocho de sus últimos milagros efectuados todos ellos en el año 1944, exhortando a los
petrenses a vivir en la esperanza de que un día no lejano tendrán la dicha de poder¬
le ver elevado al honor deÜos altares.

Al final, el Sr. Ramis pidió un aplauso para el difunto Rdo- Sr. Torrens, Apóstol del P. Serra, para Petra y para el Venernble Fr. Junípero, aplauso que fué contestado con gran entusiasmo por la multitud que llenaba incluso todos las huecos y pasillos del Teatro Principal.
El coro de las Hijas de María con ele¬ mentos de la A. C., interpretó escogidas
piezas musicales, y un grupo foklórico bailó diferentes danzas regionales.
Además de las Autoridades locales y del
ya citado M. Rdo. P. Provincial de las Fran¬
ciscanos, estuvo presente al acto el M. Rdo. P. Bartolomé Salvá, Definidor General de la Tercera Orden Regular de San Fran¬
cisco.

OGRAFIA

Concepción triunfal del mundo.-Por Monseñor Oltókar Prohászka, Obispo de Székesfehérvar (Hungría) Traducción del M, I. Dr. D. Antonio Sancho, Canónigo Magistral
de Palma de Mallorca. Un tomo en cuarto
mayor de 386 páginas, cubierta en tricromía, 25 pesetas. Editor: Julio Guerrero (Ediciones Stvdivm de Cultura) Bailón, 19. Madrid. Dis¬ tribuidor: Editora Internacional, Buen Pastor, 7.
Apartado 115. en Sebastión. Una obra verdaderameete oportunísima.
Ciertas corrientes filosóficas contrarias al
cristianismo, o por lo menos poco respetuo¬ sas con su espíritu y doctrina, han lanzado con voz de pregón su "concepción del mun¬ do". Quisieron oponerla a nuestra religión, o hacer de ella un sustitutivo, el único digno
del hombre culto.
Muchos incautos quedaron deslumbrados, tomando el oropel por oro puro. Otros, aún de los nuestros, buscaron inspiración y orien tación en libros que presentan entre brumas filosóficas la "Weltanschauung", según el término alemán, y alardean de dar solución a los problemas del hombre moderno res pecto de la vida, del universo y del hombre mismo en este mundo.
La verdadera "concepción del mundo" nos la trajo Jesucristo. Y Monseñor Prohászka, con su acostumbrada genialidad y sus luces peculiarísimas, sin sentar tesis, sin recurrir a doctas elucubraciones, que siempre son abs¬ trusas para el gran público, muestra esa "concepción triunfal del mundo", en que puede descansar también el hombre culto del siglo XX. Era necesario que un católico de
iés a cabeza, un hombre de gran cultura, ablara de la "concepción del mundo" y di¬ jera sobre ella toda la verdad. El libro de Monseñor Prohászka sorprende, deleita, convence y conquista. El autor se ha asimilado todo lo bueno de la cultura moder¬
na. Con serenidad y holgura se orienta entre las diversas corrientes intelectuales; las juzga; aprovecha lo bueno que hay en ellas y re¬ chaza con firmeza lo que tienen de insoste¬ nible. Sienta el pié en nuestra época, y así saca de ella lo que tiene valor perenne, lo que puede cimentar una "concepción del mundo..." triunfal, aue para triunfar de todas las dificultades ha de recurrir al único Maes¬
tro: Jesucristo.
No sabemos qué se ha de admirar más en esta obra: su concepción genial, su densidad de pensamiento, su fuerza convincente o esa fosforescencia de ideas, tan propia de Mon¬

señor Prohászka. Es una obra que electriza al lector, le instiga a pensar y meditar. El autor nos sorprende continuamente con esas ocurrencias del pensador profundo, con esos chispazos que señalan la talla de un hombre
y consagran a un autor. Mas también en esta obra Monseñor Pro¬
hászka quiere ser, ante todo, apóstol. De ahí que escriba en un estilo asequible a todos. A todos: al cristiano fervoroso, al cristiano a medias—según el término de Sardá y Salvany —y también al... no cristiano. A todos los obliga a un serio examen; todos se sienten impulsados a enfrentarse con el gran pro¬ blema del hombre que quiere colocarse de
un modo consciente en este mundo.
Meditaciones para todos los dias del año, - Según la doctrina y el espíritu de San Alfonso María de Ligorio. Por L. Bronchain,
C. SS. R. Traducidas de la 14“ edición fran
cesa por María de Muguiro y Pierrard, Mar¬
quesa viuda de los Alamos de Guqdalete. Un volumen dejló X 11 cms. de 1898 páginas.
Encuadernado en tela; Ptas. ,48. - Editorial "El Perpetuo Socorró" Manuel Stivela, 14, Madrid, 1945.
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