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Año XXXVin

Palma de Mallorca, Abril 1945

Núm. 426

¡ALLELUIA!... EXURGE A MORTUIS
PALABRAS DE UN COMISARIO DE LA T. O. F.
^^irtud admirable. Resucitar con Cristo. Es el fundamento de la vida francicano. En nuestra Vestición fuimos invitados a resucitar: Exurge a mortuis. Resucitar a la vida cristiana. ¿No veis cuánto paganismo invade hoy la vida
social?
Paganismo en la vida de familia, en las relaciones sociales y en las amistades. Paganismo en la ciudad y en la vida rural, que se inocula de mil maneras en las
almas. ¡Y nadie lo advierte!
Ofúscase la mirada; túrbase el oído, y el sentido interior se falsea al punto de confundir lo sagrado con lo profano, las máximas del Evangelio con las gastadas teorías del gran mundo.
Creemos movernos en la luz, y andamos en tinieblas. Parecemos vivos, y hemos de reconocer que somos muertos, y entre muertos vivimos.
Es el progreso de la muerte. Marchar lentamente hacia la relajación de la vida espiritual, el despertar de la carne en persecución de las satisfacciones, de los placeres, de la holganza; hacia la debilitación de la humana voluntad, que no halla fuerza para resistir las seducciones de la vanidad y de la soberbia, hasta caer de lleno en la frialdad, signo característico de la falta de virtudes vitales, frialdad capaz de desvelar a nuestra conciencia el deplorable estado de agonía y de muerte en que se halla postrada.
¡Exurge a morfuisl Tu esperanzo está en la Tercera Orden que abrazaste.
Vivir su vida. Resucitar cada día con Cristo. Es vuestro deber. Sea también vuestro interés.

fLOREClLLAS
XIX
De cómo el Bienaventurado Raimundo llevó vida ermitaña en la nemo¬ rosa soledad de Miramar
esta vida yen esta bienandanza perseveró el Bienaventurado Raimundo pasto¬ reando el rebaño pequeñuelo de frailes menores de Miramar, hasta que las gentes de aquella comarca cobraron gran devoción al altar de la Santa Trinidad que se ve¬ neraba en la Capilla del Monasterio, y, según la muchedumbre de su devoción, acu¬ dían a aquel lugar hombres y mujeres que estorbaban al Bienaventurado Raimundo en su oración y contemplación. Y no fuera caso que las gentes perdieran la devoción que por la Santa Trinidad sentían, no quiso el Bienaventurado Raimundo decirles que se abstuviesen de ir allí, y, por esto, trasladó su estancia a un monte distante una milla de la iglesia, y en aquel paraje dormía y moraba, y no quería bajar a la iglesia en horas en que hubiese gente, ni tampoco quería que a la celda adonde se había mudado su¬ bieran ni hombre ni mujer. La deleitosa vida que lleva el Bienaventurado Raimundo en su celdilla de Miramar ¿quién la pudiera imaginar? Y la gloria celestial que experimentaba en aquellos inmensos parajes, beodos de mar y de cielo, ¿quién la pudiera dar a entender? A los pies del devoto crucifijo en cuya vista se extasiaba el Bienaventurado Rai¬ mundo, y como recordándole las lágrimas de María la pecadora, manaba una fuentecilla en cuyas aguas el Bienaventurado Raimundo bebía amor, y se embriagaba de amor, según significan estas palabras del Libro del Amigo y del Amado: «Vino el amigo a beber en la fuente en donde quien no ama bebiendo se enamora, y, después de haber bebido, se le doblaron sus languores; y vino el Amado a beber en la misma fuente para redoblar a su Amigo sus amores, en los cuales le doblase sus languores». En’la aurora paseábase el Bienaventurado Raimundo y miraba el sol que salía y, lleno de regocijo, y memorando la pureza sin mancilla de Nuestra Señora Santa María, apellidada en verdad mística aurora de justos y de pecadores, empezaba a cantar diciendo: «Del casto lecho de la Aurora salió mi Amado en este mundo; quien en Ella
ve mancilla en el sol descubre tinieblas».
Y los regalados coloquios que, cual otro mi señor San Francioco, hobía el Bien¬ aventurado Raimundo con las avecillas canoras ¿quién los sabría memorar? YJa dulce¬ dumbre que había en sus amorosos requiebros quién la pudiera percibir? Deda el Bienaventurado Raimundo al avecilla: «Dime, avecilla, que cantas de amor, porqué mi Amado me atormenta con amor puesto que me ha recibido para su servidor? Y respon¬ díale la avecilla; «Si por amor no padecieses trabajos, con qué amarías a tu Amado»? Decía., otrosí, el Bienaventurado Raimundo: «Dime avecilla que cantas, si te pusiste ql resguerdo del Amado, para que te defienda de desamor, y qué multiplique en ti el amor»? Y respondía asimismo la avecilla:^ ¿«Y quién me hace cantar sino sólo el Señor de amor quien tiene desamor a deshonor»?
Y en sintiendo quebrarse abajo, en las peñas du ras, e! inmenso y profundo mur¬ mullo de la mar, murmuraba el Bienaventurado Raimundo; «Amor es una mar alboro-

APUNTES DE UNIPEREGRINO
2>. 7itima él C'ava Áa

DIAS JUBILARES

antorcha de la fe que los guiaba. Todos

12

OS días 12 y 13 de ma¬ yo a octubre son los días jubilares de Fa¬

eran portugueses, y todos iban a la casa
de la Madre común: Nuestra Señora de
Fátima.

tima. En estos dos días

jCUÁNTAS ESCENAS DE PIE¬

13 todos los caminos de
Portugal y de más allá

DAD Y DEVOCIÓN! /Cuántas escenas de piedad y devo¬

del Tajo llevan a Cuen¬

ción! <Vi a muchas mujeres descalzas—,

ca de Iría. Y en todos

escribe uno de mis compañeros — , con

los caminos, miles y miles de peregrinos,

sus hatillos en la cabeza y el niño de pe¬

unos en coches, otros en carretas, otros

cho en los brazos, acercarse al cobertizo

cabalgando mulos y mulas, y los más a de las Apariciones pidiendo a los abne¬

pie. Y en todos los caminos miles de gar¬ gados servitas quo aproximaran a sus

gantas vibrando como una sola garganta:

hijitos a besar la santa imagen de María.

«Salve, nobre Padroiera, Do povo teu protegido
Entre todos escollido
Para povo do Senhor. O gloria da nossa terra
Que tens salvado mil vezes:
Enguanto houver Portugeses,
Tu serás o seu amor...»

Vi a otros muchos, mujeres y hombres, que se ceñían unas ropas viejas para ini¬ ciar el descenso penitencial; con asombro los contemplé luego deslizándose lenta¬ mente por la rampa central, arrodillados y llevando en la mano izquierda un cirio encendido, y en la derecha el santo Ro¬

Y los valles repiten los ecos de las mú¬

sario. Continuaban luego este paseo lento

sicas y de las plegarias

y penoso, dando vueltas alrededor de

Durante toda la tarde de hoy, día 12 de

la capillita de las Apariciones, en cumpli¬

julio, no han cesado de llegar peregri¬ miento, sin duda, de algún voto o en

nos, c©n banderas desplegadas, al re¬

demanda de una gracia muy ansiada.

cinto amurallado de Fátima, La diferencia

Entre ellos maravillóme singularmente un

de sexos y de edades, la policromía de

hombre fornido, como de treinta y cinco

trajes y de costumbres, todas iban desa¬ a cuarenta años, que así penitenciaba

pareciendo a la luz grande de la misma gestando a un hijito tierno en los brazos.»

toda de ondas y vientos, sin puerto ni ribera. Perece el Amigo en la mar; en su peligro perecen sus tormentos y nacen sus cumplimientos».
Así vivía y estaba como un ermitaño contemplativo el Bienavenlurado Raimundo, considerando que nunca había tenido tan deleitosa vida ni había logrado nunca tan buena disposición para subir su alma al amor y a la contemplación de Dios. Tan santa vida era aquella que llevaba el Bienaventurado Raimundo que Dios, gracias a ella, bendecía y enderezaba a todos los que tenían devoción en frecuentar aquella iglesia de la Santísima Trinidad a la cual sea loor, honor y gloria in saecula saeculorum. Amén.
Fr. M. CALDENTEY VIDAL, T. O. R.
FUENTES: L. de Blanquerna, ORL. IX, 376; L. de Amic e Amat (L de Blanquerna, ORL. IX), v. 16, 22, 35, 235, 283.

EI Heraldo de Cristo

65

«TENGO COMPASIÓN DE LA
MUCHEDUMBRE...»
Son las diez de la noche' Ahora todos
los peregrinos, que no bajan de seis mil, están sentados sobre la hierba, o postra¬ dos en el duro suelo, en torno a la capillita de las Apariciones. El lugar es de¬ sierto, y es ya tarde, y la muchedumbre sentada sobre la hierba. ¿No es verdad que este cuadro transpira un leve perfume bíblico, comosi estuviéramos a punto de presenciar el milagro de la multiplicación de los panes? Y en el silencio de aquella noche serena, parece resonar |la voz de la bendita Madre de Dios y de los hom¬ bres, que dice a su Hijo: TENGO COM¬ PASIÓN DE LA MUCHEDUMBRE...
Todos los peregrinos han oído esa voz. Todos, los sanos, los enfermos, los felices, los desgraciados, los justos y los pecado¬ res, todos, todos han reconocido la voz de su Madre celestial, la Virgen de Fati¬ ma, Nuestra Señora de Fátima.
Todos los peregrinos rezan el santo Rosario en común, y rezan sosegadamente, devotamente, como si toda la Cuenca de Iría fuese algo así como un ancho coro claustral. No parece sino oirse el inmenso y profundo murmulló del mar o el susurro de espesos bosques poblados de ruise¬
ñores.
RECORDANDO AL TROVADOR DE NUESTRA SEÑORA SANTA
MARIA, EL BTO. RAMÓN LULL...
15 Quizás fuó en una de aquellas antiguas
afluencias de peregrinos que aún ahora perduran, al santuario de Nuestra Señora
de Rocamador o al Monasterio de Nues¬
tra Señora de Monserrat, que el peregrino de todos los caminos, el Beato Ramón

Lull, prorrumpió en estas sentidas palabras cuyo eco percibía yo, en aquella noche de Fátima, noche serena, cuajado de estre¬
llas:
«Vos, oh Reina, debierais ayudar pues fuisteis ayudada; que si, cuando recibis¬ teis la Anunciación del Angel San Ga¬ briel, no hubierais sido tan grandemente ayudada por Dios, ¿cómo hubierais po¬ dido llegar a tanta virtud y bondad que
fueseis digna de ser Madre de Dios...? ¡Óh,
Reina: ayudad, si os place, y si no ayu¬ dáis estaréis ociosa y parecerá que no os acordáis de la grande ayuda que se os hizo, ni parecerá que sois madre de ios pecadores que día y noche os piden ayuda! ¡Oh, Reina: ayudad con bondad contra malicia, y con grandeza contra poquedad, y con virtudes contra vicios, y. si hacéis esto, todo el mundo reducirse ha a buen estado, pero, si no, perecer ha, y quedará el mundo sin Señor y sin Se¬
ñora!»
ESTRELLAS RUTILANTES EN EL
SUELO O LA PROCESIÓN DE
LAS ANTORCHAS
Cuando la tercera parte del Rosario ha concluido, los altavoces dan su orden de mando y hay una movilización de luces y descantes. Empieza la procesión délas antorchas. Las falanges de peregrinos se desenvuelven lentamente, en filas cerra¬ das, por las anchas avenidas del recinto, para ir a estacionarse ante la monumen¬ tal escalinaí-a de la Basílica, cantando,
cantando:
«A trece de maio na Cova de !ria
apar'ceu brilhando a Virgen Maria. Ave, Ave, Ave Maria...
Aquello es como una gran parada mili¬ tar a la que pasará revista la Virgen y, por eso, parece que el cielo ha volcado
en la Cuenca de Iría todo el oro de sus
estrellas, que brillan como condecoraciode gloria.
Fr. M/guel Caldenfey, T. O. R.

(Continuará)

¡ALELUYA! PASIÓN Y TRIUNFO
(SAN BENITO DE PALERMO)
/Jk L son regocijado de la esquila pascual, replican a coro las campanas de las
'' torres palermitanas, y los cencerros del bosque verdeante, cantando: ¡Aleluya! Día 4 de Abril de 1589. Con su retintín de plata, festejan el triunfo de un florido retoño de la asoleada tierruca siciliana. Un santo, bruno como un almizclero, atlético y crecido como un cedro del Líbano, que, después de haber arrinconado codiciosamente mucho tesoro para el cielo, abandonaba este pegajoso cuerpo, en una tarde de abril, rociada de perfumes de alelíes y almendros, cuando el sol se
agacha tras los cerros, bruñiendo las colinas.
Al Calvario, sigue el triunto de Resurrección, como a la noche el día, al tem¬
poral la bonanza. Por eso le cantaban ¡Aleluya!, los pajaritos con sus remilgos y las flores con sus fragancias, al rígido penitente, Benito, al despedirse de este suelo,
su alma de nieve.
Fué el sayón de su virginal cuerpo, y en las austeridades y maceraciones, no
conoció tregua.
La reja, al tajar quirúrgicamente la tierra, abriéndole profundos surcos, permite al sembrador derramar sus abundantes semillas, que luego frutarán el ciento por uno.
Cuando el bisturí de la penitencia es aplicado con seso al indómito cuerpo humano, produce efectos tan prodigiosamente medicinales, que, con el rajar de la carne, son expelidos los humores pasionales, y muy luego, por el mismo camino, penetran en el alma las dulzuras de los consuelos celestes, y los aromas de las más subidas virtudes. Como la tierra labrantía, roturada y barbechada, es madre que mantiene muchos hijos con la savia de sus senos, una carne magullada por las asperezas de la penitencia, es un manantial fecundo de santidad y Carismas.
El desnudo pavimento era la cama preferida por Benito. Su comida era el pan de las lágrimas y los suspiros, y tan al extremo fué por esta senda de la mortifica¬ ción, que podemos calificar de perpetua su abstinencia. El entendió que el desen¬ frenado deleite de los mundanos, reclamaba una reparación terminante: y ayuna con el más crudo rigor siete cuaresmas cada año.
A bocanadas, el aire de las malquerencias y hablillas' le hiere los oidos. —Es un demente, un obseso, que estropea su salud, y se devana los sesos, por
idiota que es.
—Dejen, responde faceto,— que la esponja del trabajo, le chupe a mi asno, la
carroña criminal de su veneno.
El buen tempero que adquirió su ánimo en esta escuela, no es para descrito. Toda la gama de las virtudes aureolaba su frente morena como el pan tostado.
Casi siempre suele ser el demonio de la voluptuosidad el que, horiendo cabeza de motín, con todo un cortejo de feísimos deseos,, arremete alevosamente contra las almas más selectas. Naturalmente, el que es avispado y vigilante, sabe escurrir el bulto. No hay que decir que el corazón diáfano del humilde lego franciscano, fué un bloque granítico, donde se estrellaron los embates impuros. Aquella carne curtida por la más abrumadora penitencia, no resistía el más sutil hálito del vicio.
Un muerto no siente. El, era un muerto en su carne lacerada, y no le hacían mella los pinchazos del lanzón enemigo. Morfuus, regnat vivus. Pero muerto, reina ahora rebosante de vida, flotando en flúidas ondas de una música celeste que
repite: ¡Aleluya!
Fr. A. MARTORELL, T. O. R.

¡Válgame Dios con los poetas! ¿Qué
no han dicho contra el vil metal? Tañías
cosas que uno llega a sospechar si ahí se encubre un profundo interés por el tan anatematizado dinero. Porque, de vez en cuando, sucede...
Un vate excelso. Ha cantado arreba-
damente el amor, y ha desdeñado, con sublime lirismo, las cosas materiales. Luego se casa, por interés, con una mu¬ chacha rica Y fea. No tiene gracia, pero traer cola, digo, abundancia de dinero y pingües heredades, y esto, al fin, tam¬ bién es poesía. Poesía comestible y po¬ table de la que se enamoran hasta los más puros idealistas.
Sea como fuese, la razón está de parte del poeta. Sí decía pestes del dinero, era, precisamente, para adquirirlo. Por¬ que nadie va a creer que regalara sus versos,* bien alto los cotizaba. Por consi* guíente, no ha obrado contra sus con¬
vicciones casándose con una muchacha
fea Y rica. Hay que desengañarse. Si el hombre
no vive de sólo pan, menos aún vivirá, únicamente, de versos. Por más poeta que se le suponga.
Con el estómago vacío los versos nunca salen inspirados. Y los versos inspirados solamente llaman la atención a los que han comido y bebido. El altí¬ simo poeta lo sabe y ha procedido en
consecuencia.
La moraleja da este cuento la podría¬
mos resumir así: las emociones líricas
han de cimentarse en un estómago sa¬
tisfecho.

28. Contrastes ima¬
ginarios.

^er vago de profesión y afirmar, sin rubor alguno, que es preciso trabajar.
Vivir exclusivamente para su como¬
didad Y a ella sacrificarlo todo, y elo¬ gia*, con inflamado acento, el espíritu
de sacrificio.
Hartarse de comida y bebida a fin de tener bríos para predicar moderación, ayuno y abstinencia.
Vivir como un trotamundos y ponderar casi sin interrupción las excelencias, paz sabrosa y castas alegrías de un ho¬ gar sosegado.
Imponer continuamente deberes y exi¬ gir siempre derechos. O sea, el derecho en primera persona y el deber en se¬ gunda Y en tercera.
No someterse a Ley alguna y conver¬ tir en leyes los caprichos y convenien¬ cias personales. Mandar a todas horas y no obedecer jamás.
Y ahora, para terminar, una adverten¬
cia. Estos contrastes, como se ve, son
puros juegos de la fantasía y en ningún caso, responden a la realidad. ¿Y quién será el osado que desmentirá esta última
afirmación?
29. La verdad es

amarga.

uy descrédito debe de andar la ver¬ dad puesto que, la mayor parte de las

veces, la reservaron para los enemigos. La experiencia nos enseñó que, con la verdad de por medio, la amistad no es

posible. Por esto, hablamos, en mentira, a los amigos y, a los adversarios, en
verdad. La verdad solamente la halla¬

remos en boca de niños y locos, enemi¬

gos y santos.

BLANQUERNA

BODAS DE ORO SACERDOTALES DEL
''■'■y
¿átakan^mQti 7,0‘,^é
DISTINCIÓN PONTIFICIA Día 8 de abril, primer domingo después dé
Pascua, Dios mediante, el Rdo. P. Esteban Amer Soler, T. O. R. celebrará sus Bodas de Oro Sa* cerdotales, cantando Misa en la Basílica de San Francisco, a cuya religiosa comunidad pertenece. Ocupará la sagrada cátedra el Rdo. P. Miguel Tous Gayá, T. O. R. y el canto corre¬ rá a cargo de la Capilla de la Porciúncula (con
la colaboración de los niños de la de S. Fran¬
cisco de Palma).
Con motivo de la celebración del 50 aniver¬
sario de su ordenación sacerdotal, el Rdo. P» Amer ha recibido una Bendición especial de S. S, Pío XII, con la facultad de dar la Bendi¬ ción papal a todos los asistentes a la ceremonia religiosa.
íAD multos ANNOS!
El Rdo. P. Esteban Amer es natural de Mana,
cor y ha desempeñado los cargos de Definidor Provincial y Superior de Artá, Lluchmayor y Cura, y confesor de La Porciúncula desde los primeros años de su fundación.
I Los piadosos consortes D. Juan
Ferrer y D.® Sebastiana Riera, pa¬
dres de nuestro hermano en reli¬
gión P. Antonio, que día 20 del pasado enero celebraron en fies¬ ta religiosa y familiar sus Bodas
de Oro Matriihoniales.
k

DIA 10 DE MARZO
M L Exmo. Sr. [Don
Sal vad or Moreno
Fernández, Ministro
de Marina en Pa Ima de Mallorca.
El Ministro de Marina saluda a las comisiones de todas las Ar¬
mas Y Cuerpos de la Guarnición, que acudieron a recibirle.

q En el Salón del Trono del Palacio de la Almudaina, el Excmo. Sr.
D. Salvador Moreno Fernández recibe a las comisiones militares
Y civiles

NOTAS

—— GRAFICAS
LLORET DE V. ALEGRE

Niñas de À. C. que practica¬ ron los santos Ejercicios en completo retiro, bajo la direc-
ción del Rdo. Sr. Cura-Eco- ■

nomo.

■

^

•i'

LLORET DE
VISTA ALEGRE
Grupo de Stas. que hicieron los ejercicios espirituales en com¬ pleto retiro en el Con¬
vento de RR. Francis* canas. Fuá Su director
el Rdo. P. M. Salom,
T. O. R.

nenrmesan

D.“ Francisca Mon¬
jo Perelló, de Ma¬
ría de la Salud.

D. Antonio Jaume
Balaguer, de Llo¬
ret de Vista Ale-«
gre.

D.® Rosa Nicolau
Oliver, de Porre-
ras.

Sor Dositea Co-
mas. Religiosa
Franciscana.

TEMAS HISTÓRICO-FRANCISCANOS

£L Ai» JQ.clo»

Çabtiel Aíatlano JQ^ibaá (falíaiA

'^unJididot ds laó JQAi^loóaá 7tanciácanaó

-l·líj&ò de la Aiheticotdiaf de Aíallotca (1814-1878)

La iglesia de Pina (Continuación.}

Gastos hasta dicha fecha: 544 libras de la obrería de San Plácido; 182 libras

de ios fondos de la Concordia de la Purísima: 12 libras regalo del Obispo don A.

Pérez de Trias; 43 libras que sobraron de la oferta del día‘de ja bendición (habíanse

recogido 183, invirtiéndose 140 en costear los gastos de la fiesta sin contar la manu¬

tención de los convidados que corrió a cargo de D. Miguel Ribas de Pina); 1.134 li¬

dbrieanstep;ag1.a7d5a0slibproars

el Sr. Vicario
dadas por el

en esta forma; 1.007 en manutención y
Rdo. D. Gabriel Ribas Pbfo. y 4.578

77 en
libras

aguar¬
proce¬

dentes de su hermano Miguel; más 1.257 libras que suponen los trabajos prestados

por el pueblo. Total: 9.500 libras.

Inaugurada la iglesia, a los dos años de continuarse las obras quedaba lista y

en disposición de empezar su decoración. En 1860 se pone mano en arreglar las

capillas; el año siguiente es bendecida la de San José y en 1862 la de San Francisco

y lo del Sto. Cristo, instalándose también la pila bautismal nueva. En 1863 se pintan

las demás capillas y muere el bénemérito vicario Sr, Oliver. En 1865 empieza a

arreglarse la cripta de San Plácido, quedando decorada el año siguiente. En 1867

se pinta el pulpito y se da la última mano a las capillas, y el siguiente comienza la

decoración de la cúpula e inmediatamente la de las bóvedas. Todo queda ultimado

en 1875. Fueron los pintores D. Salvador Torres, que ejecutó principalmente los

cuadros, y D. Vicente Matas, de quien son los frescos de la cúpula v bóvedas y asi¬

mismo algunos cuadros. Los gastos de decoración fueron costeados por el Reve¬

rendo D. Gabriel hasta 1873 (año en que falleció, como se dirá después) y los res¬

tantes por su hermano D. Miguel.

La iglesia de Pina —dice un autor (1), de quien suscintamente hemos tomado los

precedentes datos— no es rica en mármoles; pero en su sencillez brilla la elegancia

y el buen gusto. Quizás, mirada en detalle, muchas figuras no merecerían honrosí¬

sima calificación, pues las hay que tienen poca belleza; mas, el conjunto no puede

hneergmarossea.quFeueredsounltaGaapbrreiecliaRbibleasy

de no mal efecto; y en este sentido
-añade- varón apostólico y digno

es de

una iglesia
todo enco¬

mio, principalísimo protector de la iglesia de toda la aldeo, viendo en él la personificación

Pina, a quien
de la noble

debe estar agradecida
familia Ribas de Pina

siempre generosa con todo este vecindario.

Por estos datos ya se infiere que el noble sacerdote, si bien no fué el únicó

que sostuvo la carga de la edificación de la iglesia, debe considerarse su principal

ejecutor, el alma de tan bella empresa. En el archivo parroquial de Pina existe un

extenso manuscrito, de puño y letra del mismo D. Gabriel Mariano Ribas, en el que

hace "Descripción del modo como debe estar la nueva iglesia de Pina cuando esté

del todo concluida así en la parte de fabricación como de adornos". Empieza por

hablar de la plaza fronteriza al por tal mayor, en [a que habrá de levantarse un

obelisco a la Inmaculada con las palabras del célebre argumento de Dums Scoto:

"Potuit, decuit, ergo fecit". Indica la forma, medidas y adornos del atrio, como las

del frontis con sus torres laterales. Entrando en el interior, hay las pilas de agua

bendita, de mármol blanco, que forman media elíptica y sobre ellas se ve «una

peana de mármol negro, que sostiene una gran cruz de madera negra con lanza y

esponja cruzadas, sostenidas por los tres clavos; en medio del crucero hay la corona

de espinas: en'su lugar correspondiente el rótulo y en el extremo inferior de la cruz

fl) Monografía histórica de la iglesia de Pina, por G. M., trabajo premiado en el
Certamen literario del Seminario Conciliar de Palma de Mallorca.

80

El Heralao de Cristo

que toca la peana, un cuadrito con esta inscripción mallorquina: "Aquesta oigo beneída sia per mí. Senyor, espiritual salut y eterna vida».
Referente al coro dice que «la bóveda que lo sostiene, estará pintada como todas las demás de la iglesia..., dividida en cuatro triángulos con doble vergarón dorado, dejando los nervios, o lo que llamamos aristas, blancos. En un triángulo habrá pintado un obispo delante de una iglesia. Un ángel tendrá una inscripción que diga: "S. Germán de Auxere en el siglo V dedica una iglesia y monasterio a S, Cosme y S. Damián". En otro triángulo aparecerá la pintura de S. Benito que hace construir un monasterio. Un ángel o monje tendrá la siguiente incripción: "El segundo monasterio que fundó San Benito tiene por título S Cosme y S. Damián". En otro triángulo habrá la pintura de un hermoso joven vestido de seglar, pero con corona, que está arrodillado delante de un crucifijo en una iglesia. De la boca del crucificado saldrá esta leyenda: "Francisce repara ecclesiam meam", y un ángel con esta inscripción: "En la iglesia de S. Cosme y S. Damián (que se verá pintada) recibe S. Francisco de Asís la misión de fundar sus órdenes". En otro triángulo habrá una
procesión pintada que sale de una iglesia, llevando los SS. Médicos y esta inscrip¬
ción: "El Papa S. Gregorio el Grande para calmar el azote de la peste hace salir
rogativas de la iglesia de S. Cosme y S. Damián". En la parte de la bóveda que apoya el arco habrá pintado un hombre en cama, a quien aparecen los SS. Médicos llevando en medio a María Santísima, todos rodeados de resplandores. Un ángel tendrá un rótulo, en que María dice a S. Cosme y S Damián: "Mirad, este mismo es el que visita vuestra iglesia, dadle pronto socorro; y al instante queda sano el en¬ fermo". (2.° Concilio Niceno. Ses. 4)». En el arco de la misma bóveda quiere hacer campear varios versículos del Salmo 94, "Venite exultemos Domino", que contiene sentimientos de fe, de humildad, de arrepentimiento, digna preparación para alabar
a Dios.
El baptisterio es artístico con adornos y’pinturas par las paredes. En ellas figuran todo el proceso de la santificación del alma,, fruto de la gracia de Dios Redentor, la enorme pérdida que el acto supone para el demonio, y el significado de las cere¬
monias del Sacramento con varias locuciones latinas.
En el coro no descuida detalle ninguno, desde el órgano hasta el pequeño banco. Hay incripc/ones como estas: "Ante Deum stantes ne sitis corde vagantes"; "Dum mens non orat in vanum lingua laborat". Y en pintura la visión de S. Juan «esto es. Dios con los 24 ancianos del Apocalipsis, y, la parte inferior, María cuando acompañada de ángeles vestidos de Trinitarios canta Maitines con S. Félix de Va¬ lois, que son cosas propias del coro y en que entra también la Virgen Santísima».
Se ocupa de testeros, ventanas y capillas. En parte superior de los muros figu¬ ran pasajes de la vida y martirio de los SS. Médicos, con frases latinas de diferentes Profetas. A lo largo de la blanca bóveda de la nave desarróllase la Letanía lauretana. La Reina de ios cielos aparece rodeada de Patriarcas y Profetas, de los apóstoles, de mártires, de confesores y de vírgenes. Estos Santos, en número no¬ table, van especificados cada uno por su nombre, formando diversos grupos. En la cúpula se representa la asunción y coronación de la Virgen acompañada de coros de ángeles. El proyecto de la cripta, donde se guardón los sagrados restos de S. Plácido mártir, es curioso. Largo sería de contar, si copiáramos el documento íntegramente. Casi da vértigo su lectura. Pero, si de la abundancia del corazón habla la boca, podemos afirmar que el Rdo. D. Gabriel, a más de piadoso sacer¬ dote, era hombre instruido, que había manejado mucho el santoral católico (1) y a
la vez versadísimo en la Biblia.
(1) Otra prueba ds ésto la tenemos en su libro antes mencionado El Tercer Estandarte, o sea breve relación del origen, privilegios y excelencias de la Tercera Orden de S. Francisco de Asís, con una suscinta noticia de la vida de los santos, beatos y venerables que a élla per¬ tenecen. Obrita compuesta por D. Gabriel Mariano Ribas de Pina Pbro, Terciario franciscano —Palma, Imp. de D. Felipe Guasp, 1862.'Escrito en correcto castellano, resulta un libro jugoso y asaz atrayente y se ve que para componerlo hubo de consultar autores, a quienes cita con frecuencia Hay todo un arsenal de materia franciscana. La relación de las vidas de Santos, Beatos y Venerables va dispuesta para todos los días del año.

rfct.NUESTRAS^0 . 'PARROQUIAS ^
DE MADRID
EL GESTO DE UNA NIÑA DE LA ESCUELA NACIONAL DE ENTREVÍAS
Por referirse a una de nuestras Parroquias de Madrid, con mucho gusto publicarnos el siguiente hecho que nos demuestra que los niños de las clases más miserables tienen tan buen corazón como los mejores de las closes más elevadas de la sociedad, si se les da
educación.
En uno de los extremos de Puente de Vallecas, çxiste una barriada aportada del centro que, por estar emplazada entre vías férreas, se denomina Entrevias. En esta barriada de la Parroquia de San Diego, existe una escuela nacional donde se enseña o amar a Dios y a la Patria, ideales que deben guiar a todo buen cristiano y patriota de la España de Franco,
nuestro Caudillo.
Las explicaciones que estas niñas escuchan no caen en el vacío, antes por el contrario, prenden en sus tiernos corazones sentimientos de piedad que causan la mayor admiración.
Como las cosas buenas no pasan nunca de actualidad, voy a narrar un hecho de los dos ocurridos en dicha escuela con motivo de la «Campaña pro Seminario». Año 1944.
La Maestra les explicó lo que esto significaba, y que los niños españoles tomaban también parte en ella, ofreciendo a Dios sus fervorosas oraciones, sus sacrificios y sus pequeñas limosnas. Advirtióles que quedaba abierta la suscripción en la escuela; pero que lo que en¬ tregasen, procediese de privarse ellas de comprar alguna golosina, o porque voluntariamente se lo diesen sus padres; pero de ningún modo llevasen cantidad quitada a sus padres. Todas fueron a sus casas y contaron a sus familias cuanto se les había dicho y, al día siguiente, empezaron a traer cuanto podían, ya que la posición económica de esta barriada es muy pobre. Una niña de 11 años, al ver que las demás entregaban a la Maestra sus céntimos para que lo anotase en la lista, se le acerca y dice:
—Señorita ¿Y yo, qué le voy a traer si no tenemos nada en mi casa? La Maestra la miró, y viendo la carita de la niña que reflejaba la pobreza del hogar, compuesto por los padres, ocho hijos y la abuela materna, sin otros recursos que el corto
jornal del padre, le di/o:
—Tú no me traigas nada, basta con que eleves oraciones fervorosas pidiendo a Dios que multiplique las vocaciones sacerdotales, para que no haya en nuestra Patria ningún pueblo sin Sacerdote que guíe las almas.
La niña contesta algo mimosa, al mismo tiempo que expresaba todo cuanto su corazón
sentía:
—Señorita: eso que V. me dice es muy poco, yo quiero dar más. ¿Y qué vas a dar? —Algo, señorita; yo tengo que idear alguna cosa para traerle .algunas perras y me las apunte en la lista, porque yo también quiero ayudar en la carrera a otro niño que sea tan pobre como yo... Viendo la Maestra el gran deseo que esta niña tenía de contribuir a la suscripción le dijo: —¿Quieres dar algo? No te preocupes, ve a tu lugar y ya veremos lo que ocurre cuando cerremos la suscripción. La niña se marchó a su sitio repitiendo: «Yo tengo que idear qlgo; ¿con qué yo no voy a dar nada para el Seminarlo»?

82

£1 Heraldo de Cristo

Transcurridos dos o tres días, durante los cuales, la niña estuvo muy pensativa, se le acerca nuevamente a la Maestra y le dice:
—Señorita ¿cuándo cierra V. la suscripción? porque me he pensado lo que voy hacer. —¿Y qué te hos pensado?
—Pues mire V. señorita: vender mi barra de pan.
—¡Por Dios! no hagas eso, le dice la Maestra; no te prives de tan preciado alimento. Dios no te pide sacrificio tan grande...
A lo que la niña contestó:
—Sí, sí, yo hago eso. —Ya te dije el otro día que no te preocupes— replica la Maestra. Así quedó la cosa hasta que el día fijado para cerrar la suscripción, la niña se presenta muy contenta en la Escuela en ocasión en que la Maestra estaba anotando a cada una de las niñas la cantidad que entregaban y ios sacrificios que habían hecho y, cuando terminó con las que rodeaban su mesa, le dice la niña:
—Señorita, no guarde V. la lista que falto yo... Mire V. lo que traigo. La Maestra mira la mano de la niña y ve asombrada que contenía r25 ptas. — ¿Pero por fin? -le dice- ¿has realizado tu propósito? — Sí, señorita; mire V. esta mañana me he levantado más pronto que ningún día, y he cogido las cartillas y me he ido por el pan y, mire V. señorita, hoy son las barras más gran¬ des.... má¿ hermosas.... y, cuando he ido a mi casa he cogido la más grande de todas, y me he ido corriendo al Puente a venderla. Mire V., me querían dar sólo una peseta; pero yo le he dicho a la mujer: ¿No ve lo hermosa que es? Me dé 1'25 ptas. Y aquí le traigo todo, señorita. La Maestra que conoce las necesidades de aquellas familias y sabe que quizá, en casa de la niña, se carece de otro alimento le dice: —Siento mucho te veas hoy privada del pan. Llévate eso y cómprate cualquier otra cosa que pueda sustituirlo, que Dios ve el buen deseo que tienes y el sacrificio tan... No la dejó terminar la niña, diciendo: —Nose preocupe, señorita: apunte, apunte V. mi nombre y el de mi hermana, ya que quiero que ella dé algo tanbién. La Maestra viendo lo decisión firme e inquebrantable de la niña que daba ejemplo tan admirable de caridod, cogió la lista diciéndole: - Dios premie tu sacrificio! Dime cuanto pongo a cada una.
Y la niña contestó:
—Un real a mi hermana y una peseta a mí.
¿No es ejemplar y digno de ser conocido el sacrificio realizado por esta niña? Pero no terminó aquí; enterados sus padres de lo que había hecho, lo vieron gustosos, y determinaron darle cada uno de la familia algo de pan, y la niña lo rechazó diciendo: «Si como yo ahora él pan que Vdes. me dan, ¿dónde está mi sacrificio»?
El ramillete espiritual que la Escuela de esa humilde barriada ofreció por la Campaña pro Seminario fuó abundantísimo y hermoso. En cuanto al resultado de la Colecta no desme¬ reció del conseguido en otras Escuelas donden asisten niños de más medios económicos.

C. O.

FEBRERO 1945
Día 2 -Primer Viernes de mes. Purifi¬ cación de Ntra. Sra. Bendición de velas y Misa Mayor.
Día 12-Emiten sus Votos Solemnes ante
el M. Rdo. P. Provincial los religiosos Coris¬ tas Fr. Antonio Terrosa y Fr. Francisco Dolç.
Día 13—Martes de Carnaval. Hora San¬
ta predicada por el Rdo. P. A. Martorell.
Día 19—Miércoles de Ceniza.
Día 19—¿¡¿¡¿I Instalación de una ;Facultad de Odontología ?!!?!?
Escúchame lector porque es verdad lo que digo. No lo tomes a risa, entes descúbrete y tente en pie porque las líneas que siguen re¬
visten cierto carácter de Comunicado oficial:
(Es copia del libro de Crónicas de casa):
«A las ll'15{hora Greenvich) déla maña¬ na del 19 Febrero 1945, en el cortijo de La Porciúncula denominado «es Molí>, llevóse a cabo cierta operación de cirugía dental. Al buenazo de nuestro perro, con el fin de evitar posibles acontecimientos desagrada¬ bles le fueron desmochadas las cuatro piezas dentarias más salientes. El trabajo fué ejecu¬ tado por la mano delicada del Doctor F. F. Coll de Ferrerías (Menorca), asistido por el Licenciado F. J. Castellà, de la villa de Montuiri (Mallorca).
Estaban presentes el señor P. B. B., amén de algunos gañanes,*quienes tenían apresado al pobre animal que se | resistía violenta-,
mentei.
En correcta sintaxis podemos expresarnos diciendo aue: al buena del perro le fueron
despuntados sus cuatro caninos y que él,
sólo consintió a regaña dientes. Segura¬ mente que el animal exclamaría para sus adentros: ¡Qué vida más perra!
Y, ya que de perros estamos hablando,
cabe insertar aquí el que nos han traído estos días de casa de nuestro postulante Antonio Bennássar de s’Aranjassa, -una perrito muy, fiel, simpática y leal.
-Pero, para qne nuestra Crónica no se con¬ convierta en un Tratado de Perrología, po¬ nemos a esto punto final.
Día 24-Ultimo sábado de mes. Día de Bienhechores.
Día 26—Oficio de Difuntos y Misa de Ró quiem por nuestros bienhechores y allegados conforme prescribe la santa Regla.

Día 28-Día de asueto en Cala Regana. La pintoresca costa mallorquina del Sur con su vivo colorido, sus rocas gigantescas y el
azul encantado de sus aguas, esto es para
nosotros Cala Ragana, aunque geográficaniente este nombre no se admita. Aire, luz, cielo, mar: esto para nosotros significa Cala Regana.
A los 8, después da Misa y Comunión, se toma el desayuno y... parte la Caravana. Esta vez la movilización ha sido general. Van a vanguardia los pequeños de la Sec¬ ción Menor. Siguen Sección Mayor, Grupo de Postulantes, Coristas de Filosofía y Teo¬ logía. Casi todos los Padres se han asociado al holgorio. A las 10'25 se llaga a Cala Re¬ gana. Allí se pasa el día bulliciosamente. ¡Se deja el mar sin pecado! A la debida hora se convoca la multitud para la comida típica sobre las desnudas piedras y bajo el azul del cielo. Así: «al natural». Aquello evoca franciscanamente recuerdos del Capítulo de
las Esteras...
Un prófugo.—Se trata del mulo que había tirado del carruaje en que por la mañana se habían traído las provisiones. El cuadrúpedo, que durante el día pastaba pacíficamente, en rnomentos en que no ‘estaría controlado, se dió a la fuga. A la hora de la partida, se ignoraba todavía su paradero. Se improvisó enseguida un Cuerpo de Policía y al cabo de poco más de una hora el miserable prófugo fué de nuevo incorporado y uncido a su yu¬ go para continuar su ordinaria vida de pe¬ nalidades y fsacrificios.
A eso de fas 20 regresa la tribu nómada. Después de cumplidos nuestros últimos re¬ zos, rendidos nuestros cuerpos por saludable cansancio, vámonos a dormir en santa paz...
En pro de nuestras vocaciones
La Hermandad de Terciarios Franciscanos
de Inca, acordó en una de sus últimas reu¬ niones, costear a plazos mensuales la debida cantidad para el sostenimiento de una beca de un colegial seráfico.
Un «Dios se lo pague» al Director de la Hermandad Rdo. P. Salom, T. O. R., a su Mi¬ nistro señor D. M. Mir y a los demás Tercia¬ rios inquenses. Su generosidad sirva de ejem¬ plo a las demás Hermandades de la Isla.
«Dígnate Señor a los que por el honor de tu Nombre nos benefician, otorgarles la Vida
Eterna. Así sea.»
La Pía.—1 de Marzo, ló45.
WADDINGUITO

Porreras.-Día 25 de diciembre de 1944
durmióse en el Señor la fervorosa y ejemplarísima íerciaria, D.“ Rosa Nicolau Oli¬ ver, a la edad de 52 años.
Su serenidad, hasta el último momento, es la mejor confirmación de que su muerte
fue el eco de la vida. Había vivido santa¬
mente, Y murió con la muerte de los justos. Dejó su paso por este mundo sembrado de virtudes y de bondades. Siempre alegre, con la alegría de los buenas, ganábase la simpatía y el afecto de cuantos la trataban.
Su piedad era sincera y edificante. Hasta en los días de su enfermedad, acudía a la
casa de Dios para asisíiral Santo Sacrificio, Y unirse a Jesús con la sagrada comunióri. El templo franciscano de Inca y nuestros hermanos en Religión saben mucho de su vida fervorosa y de su amor a nuestta Or¬ den. En el corazón de su anciana madre, de sus hermanos y sobrinos, y de de todos sus
amigos y conocidos, ha dejado iin vacío que sólo logra llenar en parte la esperanza segura de que Dios, renumerador de los buenos, la habrá ya galardonado con los goces celestiales. A todos sus parientes, en espacial a sus sobrinos Fr. Miguel Nicolau, T. O. K.. religioso corista de la Porciúncula, Y José Miró, alumno de nuestro Colegio de Inca, como también a D.° Concepción Mo¬
ray, con quien había vivido la finada lar¬
gos años, enviamos nuestro más sentido pésame, y pedimos a todos los lectores una oración por el eterno descanso de esta fer¬
viente terciaria.

- —Después de larga enfermedad sufrida con cristiana resignación, día 14 del pasado febrero entregó su alma a Dios, confortada con los auxilios de la religión la fervorosa Terciaria de N. P. S. Francisco, D.“ Fran¬
cisca Serra Servera. Su muerte fué sentida.
Nuestro pésame a su anciano esposo y, a su hija Ser Margarita Luisa, Religiosa Fran¬
ciscana.
María de la Salud.—Día 4 del pasado enero falleció en esta villa, “después de recibir los auxilios espirituales nuestra suscriptora D.® Francisca Monjo Perelló, a la edad de 33 años. Era muy caritativa con los pobres y muy amiga la paz de su hogar. Nuestro pésame a su familia.
Lloret de Vísta Alegre.—A los 66 años de edad y 48 de vida religiosa durmióse dulcemente en el Señor la Religiosa Fran¬
ciscana Sor Dositea Comas. La obediencia
le había confiado el oficio de enfermera
que practicó siempre con mucha paciencia Y amor maternal. Era muy devota de Jesús Crucificado, practicando diariamente el Via-crucis. Nuestro pésame a la Comunidad de Religiosas Franciscanas de esta villa y a
la familia de la difunta.
—Día 22 de diciembre del pasado año murió cristianamente nuestro suscriptor D. Antonio Jaume Balaguer, de 79 años de edad, modelo de padres de familia, muy devoto de la Virgen del Rosario y del Po-
brecillo de Asís. Pertenecí-a a las Cofradías
del Santísimo Sacramento y del Sagrado Corazón. Nuestro pósame a su familia.

RINCÓN DEL TERCIARIO

REGLA DE LA ORDEN TERCERA
Capítulo II. Norma de vida.
XI. Los que cómodamente puedan, asistan todos ios días a la Misa. Concurran también todos a la reunión mensual que designe el
Perfecto.
XII. Contribuyan al fondo común con alguna limosna, según sus facultades, para atender a los Hermanos necesitados y sobre todo a los enfermos, y procuren atender al decoro del culto divino.

Centenario de San Este año se celebra

Pedro Bautista

el cuarto centenario

del nacimiento de

San Pedro Bautista, promártir franciscano

del Japón. Este ilustre hijo de San Fran¬
cisco fue el primer embajador de España en el Japón, logrando evitar una guerra

entre japoneses y filipinos, pertenecientes entonces a la corona de Felipe II. Fué mar¬
tirizado, clavándole en una cruz y lanceado
en el costado.

Dei cine al claustro: En «Ecuador Fran-

Fray Francisco Gua- císcanos (1944), es-

dalupe Mojica

cribe Fray Benja¬

mín Genio Sanz:

¿Quién no se acuerda todavía del cantor

y astro de la pantalla, Mojica, cuando hace algo más de un año se extendió como un

reguero de pólvora, la noticia de que había ingresado en un convento franciscano en
tierras del Perú? Hoy día, cuando las noti¬ cias que ños trasmite el cable es menester

pasarlas y repasarlas por el tamiz de la cre¬ dulidad, hemos de confesar que la noticia en mención resultó verdadera, plenamente
verdadera.

El cantor mexicano Mojica, abandonando
gallardamente su tierra azteca y todos los triunfos fáciles adquiridos en la corte del

celuloide, en la meca de la pantalla, hastia¬ do de las glorias mundanales, que si llegan a satisfacer por un momento la vanidad, nunca colman el corazón, llegó de incógni¬ to, hace algo más de un año, a las playas del Perú. ¿Qué anhelo bullía dentro de su
ser? ¿Continuar adelante en su carrera de
triunfos y alabanzas?
Algo más elevado y noble animaba al astro a abandonar su país de origen. Su pe¬
regrinación concluyó en Lima y en la ciu¬ dad de Pizarro; su refugio fueron los muros del convento minorita y seráfico de San
Francisco el Grande.

¡Sensación universal! El aplaudiere astro de Cinelandia, fué a esconder las glorias de

sus triunfos bajo el hábito marrón del gran artista, del amante de la naturaleza, del
gran Santo, Francisco de Asís, en los claus¬
tros históricos del convento limeño, que

santificara con su presencia el santo de

América, Francisco Solano. Su morada ha

sido, durante un año, los claustros cubier¬

tos de azulejos sevillanos y adornados con
artísticas telas de la vida del Seráfico de
Umbría; ha recorrido sus jardines silenciosos cubiertos de flores, y ha sentido en sus oídos músicos, el rumor y murmullo armoniosos de las fuentes nemorosas y de cantar cris¬ talino que adornan el convento franciscano
limeño.
Mojica ha concluido el noviciado, el año de prueba. El 9 de marzo, martes de carna¬ val, el artista de antaño, en sencilla cere¬ monia religiosa como es costumbre al sim¬ bólico ritual de la Iglesia, ha emitido la profesión de Votos Simples. Desde ese mo¬ mento Fr. Mojica es verdadero Fraile Fran¬
ciscano.
Hemos contemplado su rostro jovial, ale¬ gre, con esa alegría que iluminaba la frente beatífica de nuestro Seráfico Padre, como se lee en las Florecillas y es característica de todo verdadero franciscano. Fr. Mojica está
verdaderamente contento en su nuevo esta¬
do religioso. ¿Qué le importan a él en la actualidad los
triunfos resonantes de los que fueron sus camaradas y compañeros de celuloide? Ni oír siquiera de ellos. ¿Para qué? Firmeen su
vocación como esos troveros del Medioe
vo, convertidos de las grandezas cortesa¬ nas en Caballeros de Madonna Pobreza,
como aquel Fr. Pacífico de las Crónicas Franciscanas, «Rey de los Versos» en la semipagana corte de Palermo, allá en el pri¬ mer tercio del siglo XIII, traído a mejor vida por la predicación de San Francisco.
Fray Mojica abandona en esos días los tu¬
telares muros franciscanos de Lima para
partir a Cuzco a comenzar los estudios teo¬ lógicos que le hagan «Pregonero del gran Rey». De la opulenta capital de los Virreyes marcha a la capital del imperio incaico. Ayer entre los soberbios monumentos co¬ loniales, hoy durante los años de estudios, contemplará Machu Picchu, Sacsahuamau, el Templo de las Vírgenes del Bol, grande¬ zas pretéritas, pero siempre grandezas.
Damos nuestra más calurosa enhorabuena
al hermano en hábito, Fr. Mojica. Qué algún
día le veamos elevar la sacrosanta Hostia
ante el Tabernáculo del Amor, Mientras
tanto, nos felicitamos de tener un nuevo
hermano en el Seráfico Padre Francisco de
Asís.

Mes del Carmen. Devotos ejercicios para cada día del mes de iulio, consagrado a la Reina del Carmelo, por el P. Simón M.° Besalduch, O. Carm. - Un volumen de 9 1/2 por 16 cm., de 206 pógs. Encuadernado en tela, Ptas. 8..(Por correo. Pías. 0’40 más; por correo, contra reembolso, Ptas. l’OSj.—Lu/s Gilí, li¬ brero-editor, Córcega, 415, Barcelona.
Los devotos de la Virgen del Carmen salu¬ darán con júbilo la aparición de este nuevo libro de piedad. Con él queda aumentada y enriquecida la biblioteca der'Apostolado del Escapulario del Carmen".
En un orecioso "Mes de María", bajo la advocación del Carmen, para el mes de julio; aunque lo mismo sirve para los demás meses
del año.
Por sus páginas, jla pluma ágil del autor
hace desfilar las heroínas más célebres de la
Antigua Ley, brindando con ello pábulo espi¬ ritual a las almas piadosas y temas sugestivos a los predicadores. No falta el "ejemplo" adecuado de cada día ni la "flor espiritual", escogida con buen tino y delicadeza entre mil, con su ingenioso simbolismo místico, aplicado a la flor natural.
Ramillete de la Virgen del Carmen. Por el P. Simón M.° Besalduch, O. Carm. 5.° ed., en letra muy gruesa. - 5.° edición. Un vol. de 9 1/2 por 16 cm., de 316 págs. Encuader¬ nado en tela, Ptas. 9. (Por correo, Ptas. 0’40 más; por correo, contra reembolso, Ptas. VOS). Luis Gili, librero-&ditor, Córcega, 415, Bar¬
celona.
Librito indispensable para todos los devo¬ tos de la Virgen del Carmen, que forman legión. Los que lo tengan, si son verdadera¬ mente almas apóstoles de esa advocación no se contenten con poseer ese Ramillete sino dénio a conocer a cuantosfrezan y aman a la Virgen del Carmen y visten su Escapulario.
Devocionario manual de la Virgen del Carmen, escrito para los Terciarios, Co¬ frades y Devotos Carmelitas. Por el P. Simón M.° Besalduch, Carmelita Calzado. 3.” ed., notablemente corregida y aumentada. 3.° edi¬ ción.—Un vol. de 9 por 14 cm., de 820 pógs. En tela, Ptas. 14. (Por correo, Ptas. 0'50 más; por correo, contra reembolso, Ptas. 1'15).— Luis Gili, librero editor, Córcega, 415, Bar¬
celona.

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nes, entre otras, son: a) El Ordinario y la Misa del Carmen, en latín y castellono, con lo que en parte se suple el Misalito, sobre todo para los devotos de la Virgen del Car¬ men:—b) El Reglamento de la Confradía, ín¬ tegro;—c) La Regla de la Tercera Orden, con su comentario y notas canónica';—d) Una bueno colección de cánticos carmelitanos, eucarísticos y de Misiones.
Sermones. Por el R. P. Ramón Sarabia, Redentorista.—Tomo 3.° Cuaresma.-430 pá¬
ginas de 28’5 por 12 cms. Precio: 12 pesetas, en rústica: 16 pesetas, en tela y plancha do¬ rada. Editorial El Perpetuo Socorro. Manuel Silvela, 14. Teléfono 30151. Madrid.
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sima colección de Sermones del infatigable y popolarísimo misionero redentorista.
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De sus cualidades nada diremos, pues son las características que resplandecen en todas las obras del veterano predicador, y que le han conquistado el aprecio y estimación uni¬
versal.
De este tomo puede repetirse lo qüe del anterior decía «Misión», de Madrid:
«Es un arsenal en el que el predicador po¬ drá proveerse de importantes datos, concep¬ tos e imágenes para poder exponer con fruto la doctrina del Evangelio... Claridad, sencillez y elegancia -y amenidad... Es algo original, único; una verdadera mina de ejemplos, pa¬ rábolas, anécdotas, cuentos y comparaciones, bien aplicados, y bien explotadas las consecencias. Doctrina selecta y abundante, ex¬ puesta con forma amena, que creemos útil no sólo para los predicadores, sino para todos los fieles, que pueden leer estos ser¬ mones con gusto y provecho».

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