'•"jííi f:W;.’í»f; :i•WHs;.y5y:-.víi; '•:’?•}*v/i;:•-.»*; iillii ;:::Hi::::ü:t:::i iiiiiiiiiili! -;■ vCi' ;:|::;:i:::j;:j:::: li lijli ijpliü ,*á■^-•« .1-3 iSliWi • *<»*•» ffrt DIABETICOS Encontraréis pan ec special recomendado por los médicos eein la panadería LA MODERNA Peletería. 22 - Teíí. 1930 P A A I Casa PERELLO Instrumentos de Música Caite General Mola. 19 — P A LM A POMPAS FUNEBRES La Funeraria G. Mola, 23-29 Teléfono 2017 PALMA DE MALLORCA Arcas para traslado — Coronas de todas ciases — Arreglo de capillas ardientes. Para buenos retratos Rui - lán General Goded. 10 — PALMA MUEBLES, DECORACION TAPICERIA Vdo. de José Llobres Fábrica; Socorro. 48. Despacho; Sindicato, 26 al 32 Telefono núm. 1213 Palma de Mallo*-*'» PROFESORA DE PIANO Clases particulares 7 a domicilio JOSEFA PINA Virgen de Lluch, 22 - 3.° -1.® PALMA PAPELERIA PLAN ELLS Gran surtl4t> en cuaderno», Ubretes y demáa articulo» escotare». 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Se relamía de gusto con lo orgulloso que iba el Puente de Piedra, llamando la atención por los arreos naueenvotrsardeensuZbaerastgiao.za por “¿A'dónde vamos, tío Celedonio?—le preguntó el ¡cura al pasar por delante y ver aquellos preparativos de viaje. —A la ciudad del Pilar, Mosén. ¿Se le ofrece algo a su mercé? — Sí, hombre. Toma dos duros y cómprame la vida de San Antonio ’de Padua. —¿Ese Santico tan milagroso, a quien mi Tasia rezaba de soltera para cazar¬ me, reza de casada para tenerme a la vista y rezará de viuda, para ver si me resucita? —Sí, Celedonio; que no te se olvide el encargo. Y amo y borrico se bizo el tío Celedonio es encaminan comprar la a la vida ciudad. Al y metérsela entrar en el en ella bolsillo inloterpiorirmdeerlocqhua¬e leco. Dió urias cuantas vueltecicas porjla ciudad para hacer los demás encargos. Unos cuantos tragos del Cariñena y emprendió el regreso a su pueblo, cantando unas Oticas muy alegres él y rébuznando de vez en cuando el jumento. Unas cuantas leguas llevaría andando, cuando la bestia levantó de repente las goNlpaarooerfcjeóaoesrdErm..mal Gu¿máplrQsaoaausñnaqéiodbluu,elpeemqaelusbelraeaarsmbaqsadluaea?oirvhísaQaaoqmrburupeíeoearlseudsgrnoeaeofpillcdapuotdeeearr,dlslótitonndínoeaiusrentCieooneldp,ecloospeoscudnhoeoltaosrnbdasiíeornal.aolaapdEyeurlonueslndosaeatrbdopsarr:ódplednes«oeaLlraalaenvhqtbaeueopbeslaístaplsarloemastpboóoaulysdacaaoevdsebeioisdeontarcat»pmoab.osajaarnrluuroloan¬. ciudad, le contestó un poco zumbón y malhumorado: —Hombre, majo, antes que la bolsa, aunque no anda muy llena, prefiero darte o vida. 24 El Heraldo de Cristo Y echó la mano al bolsillo, para darle la del Santo, que era la única que esta¬ ba dispuesto a dar, porque la otra no se la hubiera dejado arrebatar así como así. No debía ser muy valiente el bandido, porque al ver que el tío Celedonio, buscaba algo, que para e| ladrón era de seguro una pistola, que podría competir ventajosamente con su trabuco, echó a correr y nadie le ha visto más por aque¬ llos parajes. Continuó el tío Celedonio su interrumpida marcha y decía contento: «Con ra¬ zón dicen el mosen y mi Tosía que ese santico que se llama Antonio de Padua es es muy milagroso y no se les acaba la cuerda cuando comienzan a rezarle. Mia tú, que si no es por él, me quita ese tío los catorce ríales que m'han sobrdu». «** Amigo lector: el cuento puede no ser verdad, pero la moraleja es puro oro de ley: ese santico que se llama Antonio de Padua es muy milagroso y a sus devo¬ tos no se les acaba la cuerda cuando comienzan a rezarle. León XIII y Pío XI llamábanle el Santo de todo el mundo porque en todas las partesdel globo se cuentan por millares los devotos del Santo Paduano y en todos tos confines de la tierra resuenan incesantemente, como himno de acción de gracias, aquel responsorio ®que son algo así como letanías breves de los milagros de San Antonio de Padua: «Si buscas milagros mira; muerte y error desterrados; miseria y demonio huidos, leprosos y enfermos sanos...» Recuérdenlo todos los devotos del Santo de los Milagros, y de una manera especial en estos primeros meses del año, en que en todas nuestras iglesias, singu¬ larmente en la Basílica de San Francisco de Palma practícense con singular esplen¬ dor los Trece Martes del Santo. ¿Dónde y cuándo tuvo principio esta devoción de tan arraigado abolengo en toda la gran familia franciscana? En Bolonia, en el año 1617. Una señora devota suya, le pedía la gracia de te¬ ner un hijo. Apareciósele en sueños San Antonio diciéndole: «Ve nueve martes se¬ guidos a visitar mi altar en la iglesia de San Francisco, practicando allí tus devo¬ ciones, y serán escuchados tus ruegos». La piadosa señora cumplió fielmente lo ordenado, mas quien pareció que no cumplía su palabra fué el Santo Paduano, ya que en vez de un niño aquella dama dió a luz una masa informe de carne. No decayó de ánimo la afligida devota de San Antonio. Llena de confianza hizo llevar a la iglesia, rogando que la pusie¬ ran breves momentos sobre el altar del Santo, aquella masa de carne, que al con¬ tacto con el altar de Sdn Antonio, se convirtió en un hermoso y robusto niño. Se había obrado el milagro. Desde aquel día se propagó esta devoción, extendiéndose, más torde, los Mar¬ tes de nueve a trece, en memoria del día 13 de junio de 1231, en que murió el glo¬ rioso San Antonio, martillo de la herejía, predicador de la verdad, limosnero de ios tesoros de Dios. En lugar de los Martes puede practicarse durante trece domingos.^ La Iglesia ha enriquecido con Indulgencia Plenaria a cada uno de los Trece Martes o Domingos, a trueaue de que se practiquen sin interrupción, y se cumplan las condiciones ordinarias de confesión y comunión, visita de una iglesia, rogando d Dios por el Papa y al Santo. , APUNTES DE UN PEREGRINO uta a C^ava Áa EL PERFUME DE LA VIRGEN. PRIMERA APARICIÓN. -Sí. —¿Y Jacinta? —También. 12 A cuenca del Valle de IrFa, que tal significa en romance castella¬ no «Cova da Iria»^- es como un vaso de de alabastro de un¬ — ¿Y Francisco? —Sí, pero tendrá que rezar muchos Ro¬ sarios. "¿Queréis ofreceros a Dios para sobrellevar los sufrimientos que tenga a bien enviaros, en reparación por los pe¬ cados con que es ofendido y de súplica güento precioso que exhala un perfume arrobador: el perfu¬ me de los vestidos de la Virgen que allí, sobre una carrasco, se apareció seis veces a los tres zagales, vestida de blanco, más brillante que el so!, esparciendo luz más clara e intensa que un vaso de cris¬ por la conversión de los pecadores? —Sí. -Id, pues. Mucho tendréis que sufrir, pero la gracia de Dios estará con voso¬ tros. Rezad todos los días el santo Rosa¬ rio para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra>. tal lleno de agua límpida, y herido por Era la hora del mediodía del día 13 de los rayos de un sol de mediodía. Dice la Hermana Lucía de los Dolores, la único superviviente de los tres: «Nos paramos llenos de sorpresa. Es¬ tábamos tan cerca de la Virgen que que¬ dábamos dentro de la luz que la envol¬ mayo de 1917, cuando Portugal y el mun¬ do gemían envueltos en una de las gue¬ rras más pavorosas de la historia. SEGUNDA, TERCERA, CUARTA Y QUINTA APARICIÓN. vía, o que ella esparcía en torno, tal vez Í3 Día 13 de junio a la misma hora, la a metro y medio de distancia, poco más Virgen aparecióse a los tres zagales, o menos. recomendándoles nuevamente el rezo del Entonces la Señora nos dijo: -No tengáis miedo, que yo no os ha¬ go mal. - ¿De dónde sois? —Del cielo. -¿Y qué nos queréis? —Vengo para pediros que volváis aquí, seis meses seguidos en el día 13, a esa misma hora. Después diré quien soy y santo Rosario, enseñándolesítambién esta oración que debían rezar después del Gloria Patri, al fin de cada decena:^ «Oh Jesús mío, perdonadnos nuestras culpas, preservadnos del fuego del in¬ fierno y aliviad a las ánimas del Purga¬ torio, especialmente a las más abando¬ nadas». Lucía, además, recibió orden do la qué quiero. Y volveré aquí por séptima vez. Yo le pregunté todavía: — ¿Iré yo también al cielo? Virgen de aprender a leer: -Deseo que aprendas a leer para que te pueda decir lo que yo espero de ti. En la tercera aparición (13 de julio) la Virgen insistió nuevamente en que reza¬ ran todos los días el santo Rosario, re¬ zándolo con intención de obtener el fin de la guerra, porque sólo la intercesión de la Virgen santa podía lograr a los hombres esta gracia. A los reiterados ruegos de Lucía de conocer el nombre de la Visión y de qwe 26 El Heraldo de Cristo obrara algún milagro para que los hom¬ bres creyeran en su palabra, díjoles la Madre de Dios: -Continuad viniendo todos los meses. En octubre os diré quien soy y qué de¬ seo... Y yo haré entonces un gran mila¬ gro para que todo el mundo de fe a vuestras palabras. La cuarta aparición obróse el 19 de agosto y no el 13 del mismo més. Los niños no pudieron acudir, aquel día a Cova da Iria por la sencilla razón de que estaban encarcelados por orden de! al¬ calde anticlerical de la Villa Nova de Ourem. Por eso la Virgen tampoco acu¬ dió al lugar de las apariciones. Hízolo, empero el día 19, en que los tres niños gozaban ya de libertad. Quejóse la Vir¬ gen de la violencia que se les había.hecho y declaróles que por esta causa el prometido milagro de octubre sería me¬ nos llamativo. Otra vez exhortóles a re¬ zar sin desmayo el santo Rosario: —Rogad, rogad mucho y haced sacri¬ ficios por los pecadores; fijaos que mu¬ chas, muchas almas van al infierno por¬ que no hay quien'se sacrifique y ruegue por ellas. En la quinta aparición (13 de septiem¬ bre) la Virgen suplicó una vez más a los videntes que continuasen rezando el Rosario para obtener el fin de la guerra, y prometióles que en el mes siguiente se aparecería con San José y el Niño Jesús para bendecir el mundo. —^Tenía muchas cosas que pediros; la curación de enfermos, conversión de pe¬ cadores. -Unos, sí; otros, no; es preciso que se enmienden, que pidan perdón de sus pe¬ cados. No ofendan más a Dios .Nuestro Señor que ya está muy ofendido. Y abriendo las manos, las hizo reflejar en el sol, y cuanto más subía, continuaba proyectándose el reflejo de su propia luz. Entonces tuvo lugar el prodigio del sol que ya conoce el lector. «Desaparecida Nuestra Señora, vimos o] lado del sol a San José con el Niño, y a Nuestra ¿Señora vestida de blanco con un manto azul. San José con el Niño pa¬ recían bendecir al mundo, pues hacían con la mano unos gestos en forma de cruz. Poco despues, desvanecida esta vi¬ sión, vi a Nuestro Señor y a Nuestra Se¬ ñora que me pareció de los Dolores. Nuestro Señor parecía bendecir al mundo de la misma forma que San José. Desva¬ necióse la aparición y vi todavía a Nues¬ tra Señora de forma semejante a la del Carmen.» Ved ahí, en síntesis, la historia de las apariciones en la «Cova da Iria». Así lo ha revelado por orden de su Di¬ rector espiritual, Lucía, hoy religiosa Do¬ rotea con el nombre de Hermana María Luisa.de la Dolorosa, que, para nuestro consuelo y esperanza espiritual, vive hoy en un monasterio de España* SEXTA APARICIÓN En la sexta aparición (13. de octubre), a la pregunta de Lucía de: —¿Quien sois vos y que queréis de mí? la Virgen respondió de esta manera: — Quiero decirte que hagan, aquí, una capilla en honor mío, que soy la Virgen del Rosario; que continúen rezándolo to¬ dos los días. La guerra va a acabar y los soldados volverán en breve a sus casas. Insistió Lucía: Fr. Miguel Caldentey, T. O. R. (Continuará) LAS CADENAS DEL AMOR (SANTOS PEDRO BAU¬ TISTA Y COMPAÑEROS MARTIRES DEL JAPÓN) CON más ligazón que las fibras palpitantes con sus tejidos, con más adhesión que la flor a su tallo, con mayores amarras que el alma al cuerpo, está enca¬ denado el corazón del amante al amado, sin que valgan ni la espada ni el halago, nija vejación ni la lisonja, para separara ambos, a quienes el amor ha trocado en uno. No es fácil escudriñar los misterios del mágico poder del amor. Lo que no logra el más elevado contingente de energía material, lo consigue la sutil y potente llama del amor. Faena más simple es desquiciar un monte que desquiciar una voluntad que sostiene el fuego del amor, y más leve trabajo circunscribir límites al océano que a la fuerza propulsiva de la caridad. Pablo de Tarso, víctima voluntaria de ese amor, confesaba ser vano el más titánico forcejeo para evadir sus blandas cadenas, y en lo sumo de la embriaguez y locura por el Amado declara ante todo el orbe, que no hay hambre, ni cuchillo, ni desnudez que puedan arrancarle de los brazos del Amor. Bajo la cúpula radiante de un crepúsculo matutino, van camino de su calvario por las llanuras feraces de Meaco, diecisiete valientes, ínclita prole del Serafín de Umbría. ComO; un sol, ríen sus semblantes divinamente transfigurados por aquella serena alegría de su espíritu que no admite cotejo con la más refinada felicidad terrena. Que de nada sirvieran las conminaciones y trapisondas para socavar la fe intrépida de los más provectos, se comprende; pero que unos tiernos niños de diez a trece abriles, tras mil feroces amenazas, no sucumbieran ante una enmarañada red de zalameros halagos, promesas y agasajos, éso raya en algo más milagroso que el desplazamiento de unq cordillera, tanto más cuanto aquellas frágiles criatu¬ ras se fortalecieron y afianzaron con lo que los otros adolecen y desmejoran. Abalanzándose de tropel los verdugos sobre aquel manso rebaño, afrentán¬ doles con una lluvia de azotes y denuestos, lían sus apaleados cuerpos a sendas cruces, en lo alto de una pintoresca colina que besan las salobres aguas del mar. Aquella concertada sinfonía de almas, presintiendo el triunfo final, rompe en un torrente de cánticos, aun en lo más acerbo del trance martirial. El hierro frío de las lanzas al cruzar la hornaza rusiente de sus pechos, tor¬ nóse una fragua goteando sangre. Por aquellas ventanas sangrientas del cuerpo, se vislumbraban adentro las crepitantes llamas de la caridad de Cristo. El sol se aleja por entre motas de'fino carmín, y el cielo de esmeril de Nangasaqui se recoje, para meditar con filosófica compunción sobre aquel trágico esce¬ nario sembrado de patíbulos. Diluyéndose en la perfumada noche, percíbense unos ecos celestes: «¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La angustia? ¿el riesgo? ¿el acero?...» Fr. A. MARTORELL, T. O. R, TEMAS HISTÓRICO-FRANCISCANOS 2L Ai* }Q.iío* (J&ktictl Aíatíano JQiiíaó (JalíatJ. J^bto* jj^undadot da Laó Kalí^íoò&ú 7tanciácanaá 4jíjaò d& la. Aíióeucotdiaf da Aiallotca f7874-7878J El escritor mismo"D. Gabriel ya nos ha dicho que dió a la estampa la devoción del Mes ^ de Mayo y que es autor de un devocionario intitulado Día cristià: Asimismo, a más del manual de que se sirvieron al principio las Hijas de la Misericordia, escri¬ bió el Tercer estandarte, que es un compendio de las vidas de los Santos terciarios franciscanos. Hagamos particutar mención de la primera obrita que, salida de la imprenta de Esteban Trias, de Palma, en 1846, reza en su portada: Mes de María o Devoció a María Santíssima ab que se li consagra el mes de maig ab so exercici desa oració mental y vocal. Dispost per D. G. M. R. P. En el reverso de la hoja que contiene esta portada figuran dos breves versículos latinos con su traducción: «Está horrorosament desolada tota la terra perque no‘hi ha nigú que reflexión dins el seu cor.» (Jeremías, c. 12, V. 11). Y «Si desitjau ser consolats amb totes ses tribula¬ cions, honrau a María.» (Tomás de Kempis, par. 2, serm. 2.) Con esto ya podemos comprender los motivos que le impulsaron a escribir su devoto ejercicio. Pero de¬ jemos que el mismo fautor los declare más extensamente con las palabras del prólogo: «Entre ses molías devocions ab que acostuman es devots de Maria honrar a sa seua purissima mare, es consagrantii es mes de maig, que es efectivament es mes més apropósir para ser dedicata aquesta celestial Señora. S’aire apassible que reina; sa hermosura des camps cuberts de flors;sa fragancia que de ellas se despedex, tot aHparexer du es nostro enteniment a contemplar a Maria amable ab tutom, y adornada de sa més hermqsa variedad de virtuts, cuyo suave olor atreu y encanta es matex Deu. Aquesta devoció des mes de Maria, que tengué es seu origen en Italia, y de la qual se valgueren alguns eclesiàstics celosos, com a medi molta propòsit per introduir sa reforma en es poble cristià, la veim ab gran alegria des nostro cor, no sols practicada en moltes igle¬ sias de aquesta capital, sino tambó en algunas vilas de aquesta isla... Per estendre, pues, mes y mes una devoció tan laudable com aquesta, a major gloria de Deu y de sa seua inmaculada More: perque pugan es pobrets oferir aquest mes sas seuas flors a sa qui es sa seua reina, surt aquest mes de María en mallorquí. Y perque sia de mes profit espiritual a ses ànimes, se han cercadas ses meditacions que se han consideradas més d prooósit per moure es cor de s’homo a avorriment des pecat y a practicar sa virtud, que es en lo que consistex sa vertadera devoció. No cere, per tant, nigú en ell sublimidat de ideas y elegancia ab so estil, que a propòsit se ha procurat sa sencillez. Es bons efectes que produí aquest añy pròxim passat un mes de Maria per aquests estil, encare que per falta de temps no ordenat, en la iglesia de sanf Aníonief de sa Porta de aquesta capital, donà motius de esperar que serán copiosos es fruits cuant se ha procu¬ rat arreglarse de modo que venga a formar un exercissi espiritual de un mes, bax de sa protecció de qui es poderosa ab el Señor per obtenirnos totes ses grades. Deu fassa que axí succeyesca, y se haurà lograt es fi de aquest Ilibre». Se ve que la pluma que tales conceptos redactara era menejada por un hom¬ bre reflexivo y comprensivo, que conocía prácticamente el valor de la oración y 3uiaec,iólanmdeentalandVoirlgaend.esHoiljaocióanmadnetísrinmuochadse atlamnasc,aqriuñioesrae aMtraaderrela,ssea eDsifouserzpaofpmaera- que todos la honren, y lespecialmente que los menos favorecidos por la fortuna conozcan y gusten las delicias de su amor. Corazón tierno y compasivo, diríamos que el Rdo. D. Gabriel sentíase movido por el espíritu de Isaías: Evangelizare pau¬ peribus misit me. «Tengo encargo de evangelizar a los pobres». Y por eso, alma de apóstol, a más de sus correrías de predicación frecuente, se sirve de la palabra escrita y en lengua vulgar para mejor conseguir su fin. Ya dijo el monje Casiodoro: Melius ab unoquoque percipitur quod patrio sermone narratur. El Haraldo de Crislo 29 Con aquellas meditaciones, llenas de doctrina y de emoción, sobre el fin del hombre, malicia y castigos del pecado, astucia del demonio, muerte del pecador y del justo, juicios particular y universal, pena y eternidad del infierno, gloria del cielo, misericordia divina, pasión y muerte de Jesucristo, amor de Dios, Sagrada Comunión, etc. etc., y misterios de María Santísima, con un apropiado ejemplo del santoral cristiano para cada uno de ios días del florido mes, el culto y piadosísimo sacerdote supo ponerse en contacto con el corazón del pueblo y conmoverlo hasta sus raíces. Quería que cada uno de los fieles se consagrara a la Reina defcielos y tierra. «jO santíssima verge María, mare de Deu y señora nostra! (dice en una Oración déla p. 269) encare que pobre pecador, postrat an es vostros peus, y a sa presencia de Deu y de tota sa cort celestial, vos present y oferesc es meu cor ab tots es seus afectes: a vos, señora, el consagr, y vuy que sempre sie vostro v des vostro amable Jesús. Aceptau jo benignissima mare! s’oferiment que vos fa aquest indigne fill vostro, cuyo oferiment unex ab el cor de tots els sants, y feys que desde are comens y seguesca sempre a viure únicament per el vostro divino fill, perque vivint inflamat ab so vostro amor sobre la terra, puga despues amarvos per tota*una eternidad en compañia de tots els àngels y sants del cel>. Cerremos el asunto con una nota que obra entre los manuscritos del archivo de las Hijas de la Misericordia Terciarias Franciscanas: «En 1845 se practicó por f)orsimpeureabvloesz claomdepvuoscoiónnueasutgrousPtaaddreel MFeusnddaedoMraMríauyenRmdoa.lloSrrq. uDín. qGuaebrpiealraMausrioandoe Ribas... Comenzó a practicarse en una pequeña iglesia dedicada a San Antonio Abad que había cerca de la antigua puerta del mismo nombre, cuya barriada con¬ sideraba muy necesitada de vida espiritual, y fué tanto el fruto que se reportó y el entusiasmo con que fué recibido el Mes de María de Ribas, que en b1846 ya se practicó en muchos pueblos de la isla». (Continuará) UN CUENTO MORAL PARA CADA MES a mana ÁetecLa Aunque la gente se aturda, 'Diré, sin citar la fecha. Lo qqiue la Mano derecha Le aa ijo un día a la Zurda. Y por si alguno creyó Que no hay derecho con labia. Diré también lo que sabia La Zurda le contestó. Es, pues, el caso que un día. Viéndose ¡a Mano Diestra, En todo lista y Maestra, A la Izquierda respondía. —Veo, exclamó con ahinco. Que nunca vales dos bledos. Pues teniendo cinco dedos, siempre eres torpe en los cinco. Nunca puedo conseguir Verte coser ni bordar: jTú una aguja manejar! Lo mismo que escribir. Eres lerda y no me gruñas. Pues no puedes, aunque quieras. Ni aun manejar las tijeras Para cortarme las uñas. Yo en tanto las corto a ti. Y tú en ello te complaces. Pues todo lo que no haces Carga siempre sobre mí. ¿Dirósme por Belzebú En qué demonios consista El que, siendo yo tan lista. Seas torpe siempre tú? -Mi aptitud, dijo la Izquierda, Siempre a la tuya ha igualado; Pero a ti te ,han educado, Y a mí me han criado lerda. ¿De qué me sirve tener Aptitud para mi oficro. Si no tengo el ejercicio que le hace desenvolver? La Izquierda tuvo razón. Porque, lectores, no es cuento: ¿De qué os servirá el talento. Si os falta la educación? 20, La vanidad en el sacriíicio y^UCHOS saben sacrificarse de veras con tal que su sacrificio sea notorio y resonante. Estos, en lo más hondo de su espíritu, pese a todas las apariencias, se buscan a sí mismos y consideran que todos los medios son aceptables para llegar al fin propuesto. ¿Queréis comprobar que cuando se sa¬ crifican, al por mayor, es por vanidad y casi, únicamente, por vanidad? Pedidles un pequeño servicio, de estos sin brillan¬ tez y que no pueden ser registrados en ios periódicos. De aquellos que no encum¬ bran la personalidad a los ojos de los hombres. Os reciben con una actitud eri¬ zada de gruñidos. Y alegan que carecen de tiempo y mil inconvenientes más. ¡Po- brecillos! Ellos solamente saben superar las dificultades y prodigar sus horas en aquellos menesteres donde la yanidad en¬ cuentra su cebo. 21. Acabar con les enemigos ^I perdonáramos y pidiéramos perdón siempre y de veras, según ordena el Evangelio, como por ensalmo se acaba¬ ría con las enemistades y con los enemi¬ gos. Difícilmente hay hombre alguno que pueda resistir a la dulce violencia del que pide con humildad u otorga genero¬ samente el perdón por las ofensas hechas o recibidas. Es una receta infalible para ahogar el odio y sembrar el amor aún en el pecho de nuestros adversarios. Parece mentira, después de dos mil años decristianismo,que hagamos tan poco uso de un medio tan seguro y tan simple para pacificar a los espíritus y eso que la ley del perdón es uno de los preceptos bᬠsicos del santo Evangelio. Por desgracia, el cristianismo es, para muchos, solamente una teoría o un barniz. Un vestido muy bello para gallardearnos en los días de fiesta. 22. Fe, sin caridad, no es fe ^ONDE no hay caridad, nó hay fe. Porque la fe es una virtud activa, ope¬ rante y que debe llevar frutos. Un man¬ zano que no da manzonas, cuando debe darlas, no es propiamente un manzano, sino un disfraz de manzano, un manzano de comedia. Así la fe, sin obras vivificadas por la caridad, es fe muerta y, la fe muerta, no es fe. Un cadáver no es un hombre, aun¬ que se le parezca. ' La fe, sin obras, no salva porque es una especié de apostasia. En este sentido —creer y no obrar conforme a lo que se cree— muchos cristianos son herejes y apóstatas. 23. Saber callar J^E entiende cuando tenemos razón o nos parece tenerla. Porque callar cuan¬ do la razón no va con nosotros y lo cono¬ cemos no es virtud de muchos quilates. Si se promueven disputas e altercados, conviene callar a todo trance. La verdad no resultará muy perjudicada con nuestro silencio y, en cambio, la caridad saldrá muy gananciosa. Callando nosotros, la pelea morirá en seguida. Sin el acicate de la contradicción, hasta los más pen¬ dencieros se sienten muy remisos en de¬ fender sus posiciones y acaso terminen por abandonarlas', supuesto que no hay enemigo. No interesan las posiciones ni el puro esclarecimiento de la verdad, sino humillar al adversario, el triunfo del amor BLANQUERNA CINE GRAN VIA BAJO IOS AUSPICIOS DE LA y, o. T. FRANCISCANA DE INCA ^FoiJPa^eras)^ r INTERIOR ■ I EL CINE “GRAN VÍA" DE INCA I Arquitecto: D. José de Olezo Aparejador: D. Jaime Roig Maestro de obras: 0. Bernardo Caldeotey Técnico: D. Ramón Gamisans, Ingeniero- S Director de la Casa "Pergam" de Barcelona. Sencillez y elegancia de líneas,- tecnicismo, perfección, iodo confort, son las notas so¬ bresalientes del nuevo Cine "Gran Vía", de Inca, levantado bajo los auspicios de la Hermandad de Terciarios de la misma ciu¬ dad. Mas todo esto sería muy poco si en él no hallaran los padres e hijos de familias católicas un cine recreativo, educador y moral, que es el anhelo de la Iglesia y de todas las Asociaciones Católicas. # Interior del Bar anexo al Cine "Gran Vía" Grupo de ex-alumnas de las Religiosas Fran¬ ciscanas de Inca, que practícaron los ejerci¬ cios espirituales en perfecto retiro, bajo la di¬ rección del Rdo. P. Antonio Pericás, T. O. R. Notas'^ecroió Rdo. Sr. D. Rafael Sitjar Pjcornell, Cura-Arcipreste de Sóller, D. Antonio Nicolau Gayá, de Villafranca de Bonany. D.® Francisca' Ana Ca- tany Salvá, de Dluch- mayor. D.® Antonia Pujol, de Capdellá. D. Miguel de I D.® María Martí Pons, Vda. de D. Miguel Vidal Figuerola, de Binisalem. 4 XVII Capitulo de los predioadores útiles e inútiles, que empezó Fray Gil y acabó el Bienaventnrado Raimundo / /na vez que uno de los frailes menores de Miramar se encontraba enfermo de gravedad,. uno de sus hermanos leíale, para su consuelo y alivio espiritual, los capítulos de la buena doctrina y dichos del Bienaventurado Fray Gil, compañero de mi Señor San Francis coEl pasaje del capítulo que iba leyendo era éste: «Hermano mío: te hago saber que la suma de toda ciencia y sabiduría consiste en temer y amar; y estas dos cosas te bastan, porque no necesita el hombre otra ciencia que la que practica y no más. No te afanes mucho estu¬ diando para utilidad de otros, sino aplícate, afánate en obrar aquellas cosas que son útiles a ti mismo; pues sucede muchas veces deseamos tener mucha ciencia para ayudar a los demás y poca para ayudarnos a nosotros mismos: y yo te digo, que la palabra de Dios no es del que la dice, ni del que la oye, sino del que de veras la practica». Oyendo estas palabras el Bienaventurado Raimundo que estaba muy cerca de allf entró precipitadamente en Id enfermería llorando de puro gozo, y, besando primero al enfer¬ mo y después al enfermero en la frente y en ambas mejillas, prorrumpió en estas palabras.. • —Bien está, hermano mío, bien está éso que lees, que la humildad de las obras confunde siempre y en todo lugar la soberbia de las palabras. No todos los predicadores del evan¬ gelio, mayormente en tierra de infieles, hacen bien predicando, sino solamente aquellos cuyas obras corresponden a las palabras de sus sermones. Y a la manera de Nuestro Señor Jesucristo que confirmaba las verdades que predicabo con parábolas y alegorías, continuó diciendo el Bienaventurado Raimundo; «En una solemne fiesta un religiaso de muchaéfama predicó a un numeroso concurso de gente. Muy celebrado fuó el sermón del fraile predicador y, al volver a su monasterio, acom¬ pañáronle muchos prohombres, de lo que estaba aquel muy pagado a fin de que los frailes de su monasterio reparasen aquella honra y honor que se le hacía. Mientras iban por la calle, el fraile hacíales varias preguntas a fin de inducirles a loarle por su sermón. Muy mu¬ cho loaban al fraile por su sermón, y a fe mía que esto harto le placía árfraile. Antes de llegar a su monasterio enteróse de que dos piadosos consortes llamados Evast y Aloma que esparcían par doquier el olor de Cristo con su buen ejemplo, habían sacado del pecado torpe a una doncella en la cual nunca habían hecho mella alguna ni los avisos, ni los sermones del religioso predicador. Entonces se acordó el fraile de lo mucho que había trabajado en sacar del pecado a aquella doncella que él confesaba y que ni su predicación ni sus avisos na habíon podido tanto como el buen ejemplo de Evast y Aloma. Y mientras que el fraile estaba sumido en este pensamiento, confesóse reo de vanagloria, proponiéndose satisfacer por ella y la evitar en todos sus sermones. Mientras iba pensando así, el lego que le acompañaba preguntó al fraile: -Señor: ¿De cual sermón se saca más fruto, del sermón de palabras o del sermón de buenas obras y buen ejemplo? -Hermano mío-respondióle el fraile-, del sermón de buenas obras y buen ejemplo, que así como importa más virtud y mayor trabajo hacer buenas obras que no enseñarla manera de obrar bien, harto mayor es el fruto que se saca con el buen ejemplo que con decir buenas palabras, y no ha mucho, como has visto, que Evast y Aloma con su buen ejem' TRENOS A LA DOLOROSA DE UN ALMA DOLIENTE Fr. G. Carbonell, T. O. R. Aleph. ¡Basta, Virgen, de amargura! ¡Basta, Virgen, de aflicción! Después de la noche oscura ¿no viene la luz del sol? Beth. Si tristezas mi alma siente sé que Tú sentiste más; Si de amargor yo soy fuente ya sé que Tú eres el mar: Por esto hoy, entre cadenas, prisionero del dolor, para sufrir las mis penas te pido... ¡¡tu corazón!! Gimel. Tú que ves mi triste suerte en este mundo infeliz, haz que acabe, con la muerte, para que empiece a vivir... pío han vuelto al recto sendero a una doncella deshonesta, que yo no había podido conver¬ tid ni con avisos ni con sermones. Y avergonzado del pecado de vanagloria en que había caido a causa de sus sermonéis, aJ momento despidió a los prohombres que le acompañaban, pensando para provecho de su alma que cuando la hormiga se ha de perder, alas le han de nacer. 4 Y con la gracia de Dios y el buen ejemplo de Evast y Aloma hizo buen propósito de qAie en adelante sus obras correspondiesen a las palabras de sus sermones». En alabanza de Cristo. Amén. Fr. M. CALDENTEY VIDAL, T. O. R. FUENTES: L. de Blanquerna ORL IX, 69-70. CRÓNICA DE ROMA Cl paya. Líilfía cíáec^nLíi d Áace tni,í ttlñas te^m^LíiÁoá ett (flauta Santo Padre realizó, en la mañana del día de Navidad, una visita a los niños refu giados en la pontificia Universidad Gregoriana. Doce mil niños acogidos por diversos centros de Roma esperaban este día con impaciencia el aguinaldo del Papa. Un grupo de dos mil doscientos se había congregado en el patio central de la Universidad para oir la misa ante un altar q^ue se levantó al ras de un nacimiento, precisamente propiedad del Sumo Pontífice y que’figuró otros años en sus habitaciones particulares. Terminado el oficio sagrado, un rumor se levantó entre la población civil. Corrió como un rayo la noticia de que venía el Papa. En efecto, con estricta escolta de carácter privado, llegó Pío XII y entró al edificio por una puerta lateral. El Papa pasó entre el mar de cabecitas infantiles que le vitoreaban sin cesar y se acercó al estrado. Los altavoces resultaron impotentes para dejarse oir en aquella tempestad de gritos jubilosos. Imposible dar una orden de mando. El Santo Padre hizo ademán de que quería hablar y entonces las madres, después de unos segundos de confusión y algarabía, consiguieron un increíble silencio de los pequeñuelos. El Sumo Pontífice habló así: «Queridos niños, mis pequeños hermanos: la Navidad que era en otro tiempo una fiesta de alegría en torno al Nacimiento de vuestros templos y vuestros hogares, entre raudales de luz e himnos de alegría hoy, lejos de las casas abandonadas, quizá destruidas, os sirve para mejor comprender como debió de ser el nacimiento de| niño Dios que, en el cielo reina sobre los ángeles, pero que sobre la tierra apareció como el más pobre y más miserable de todos los niños. Vosotros entendéis ahora, vosotros sentís más vivamente lo que tal vez cantábais antes sin daros perfecta cuenta: «Oh, Niño mío divino, yo te veo a ti temblando...* (Alude aquí el Santo Padre a uno de los villancicos más bellos y populares de los italianos). «Yo se bien lo que vosotros sufrís—os dice hoy la voz, divina en el fondo de vuestros corazones—; es lo que yo mismo {sufrí cuando nací en'un portal de Belén y mi humildísimaMadre me posaba en un pesebre». En el portal que tenéis a la vista, queridos niños mis pe¬ queños hermanos, mucho mejor que el de Belén, reposa en madera una imagen de Jesús; pero el mismo Niño Jesús está en el altar y está presente el mismo Niño Jesús en la Hostia; aquel Jesús que dijo: «Dejad a los niños que vengan Mi». Y ese Jesús del pesebre, ese Jesús del altar, ese Jesús de la cruz, ese Jesús del cielo viene también, de cierto modo visible, en la persona de su Vicario que le representa en la tierra. Por eso, en nombre Suyo, hemos venido en esta mañana de Navidad a veros, portadores de los dones de Jesús. Jesús ha querido ser vuestro para ser vuestro modelo, para que le améis y para que os afanéis en imitarle, en llegar a ser como El, buenos, puros y sencillos. Orando con El, ofreciendo con El vuestros sufrimientos, trabajaréis también con El por el bien y por la restauración de este atormentado y desdichado mundo, para que vuelva a Jesús de quien se había apartado con el pecado, la impureza y la irreligiosidad; para que vuelva a encontrar alivio, aliento, descanso, caridad y paz. En nombre de Jesús, os damos de co¬ razón a vosotros y a vuestras familias, tan dolorosamente probadas, a todos los niños del mundo que sufren como vosotros, tal vez más aún que vosotros, y a todas las personas ca¬ ritativas que se ocupan da vosotros, nuestra paternal bendición apostólica». A continuación fueron distribuidos los regalos del Papa. A cada pequeño se le entregó una bolsa que contenía víveres, golosinas, ropa y juguetes, una estampa y un autógrafo del Sumo Pontífice. La alegría entre la multitud infantil fué inenarrable. Después el *Santo Padre departió con los pequeñuelos. A uno le preguntó: —¿Cuántos hermanos tienes? —Pues muchos—respondió el niño con los ojos fijos enjel Santó Padre. —¿Pero cuántos? —Diez. —No, Santidad-intervino la madre, sonriente-son sólo cinco. A otro niño le hizo el Santo Padre esta otra pregunta: —¿Eres obediente? El niño miró a los ojos del Papa y luego a su madre y respondió un «sí» muy bajito. Mientras tanto, todos los niños se dedicaban a curiosear en la bolsa de su aguinaldo, entre voces do júbilo desarrollándose escenas conmovedoras. Al salir el Papa do la Universidad Pontificia iba materialmente rodeado por la diminuta escolta - muchoide los niños, descalzos—que le vitoreaban sin cesar. Pregunta 229; Rdo. Padre: Desearía saber si, rezando el Oficio Parvo de la Virgen en castellano, puedo ganar las indulgencias concedidas al lexto latino; y, en caso afirmativo, qué indulgencias son éstas.—M. F. G. Palma. Respuesta: Las oraciones peculiares enriquecidas con indulgencias pueden rezarse en cualquier lengua, con tal que conste de la fidelidad de la versión por declaración de la Sagrada Penitenciaria o de algún Ordinario del lugar donde sea usada la lengua a la cual se traduce. (Código de Derecho Canónico, can.' 34, § 2). Exceptúase, empero, el Oficio Parvo de la Virgen, cuyas indulgencias se ga¬ nan aún rezándose en lengua vulgar, si se trata del rezo privado; mas si el rezo es público, cual lo tienen por regla algunos religiosos, es preciso rezarlo en latín. (S. C. de Indulg. Id sep. 1888; ag; 1903). Las indulgencias son: 7 años, cada día, y plenaria, una vez ol mes, como de costumbre, rezándole todos los días. (S. P., 18 mar. 1932). ’ ' Pregunta 330: Rdo. Padre: Suponga¬ mos que uñó tiene tres o cuatro perso¬ nas de su familia difuntas, y gue algunas de ellas gozan ya de la vida eterna, mientras las demás están todavía en el Purgatorio. ¿Sirven a los bienaventura¬ dos los sufragios que se dirijen a todas dichas almas, o los reciben las que están en el Purgatorio? Y si están todas en el cielo, ¿quién recibe los sufragios que les dirigimos. — Miguel, Simonet. C'as Concos. Respuesta: Siendo creíble, según San¬ to Tomás, (Suplemento, Q. 72, art. 14) que, por divina disposición, si sobra algo de los sufragios especiales a aquellos para quienes se hacen, o no lo necesitan, se dispensa ese sobrante a otros para quienes no se hacen, parece que en el caso primero que Vd, dice, deben reci¬ birlo preferentemente las'almas de aque¬ llos parientes que están en el Purgatorio. En el segundo caso, si están todos en el cielo, la misericordia divina hará que aprovechen a otras almas más necesita¬ das y más olvidadas, o que lo tenganmás (merecido. (Sto. Tomás, Supl. g. 71). Pregunta 231: Leyendo la «Prepara¬ ción para la muerte» de San Alfonso Mario de Ligorio, encontré en la consi¬ deración 30 estas textuales palabras: «Enseñen los doctores que, ordinaria¬ mente hablando, no está exenta de pe¬ cado moírtal el que pasa sin orar un mes o a lo más dos. ¿Cómo se explica esto, siendo así que nunca hemos visto el mandamiento en el decálogo? — Una Hija de Maña, Ariany. Respuesta: Se expresan así los doc¬ tores porque la oración es necesaria cor» necesidad de medio ordinario para obtener las gracias necesarias, y con necesidad de precepto que obliga a orar muchas veces en la vida. Además, aunque en el decᬠlogo no haya un mandamiento expreso de la oración, implícitamente está conte¬ nido este precepto en el primer manda¬ miento; «Adorarás al Señor tu Dios y a Él sólo servirás». (Mat. 4, 10). Pregunta 232: ¿Cómo pudo Jesús decir que estaría tres días y tres noches en el corazón de la tierra, al compararse con|Jonás, si realmente sólo estuvo dos noches en el sepulcro?—N. M. Inca. Respuesta: Aquí nos encontramos con lo que se llama una sinécdoque, tropo que se comete nombrando la parte por el todo o viceversa. La frase «tres días y tres noches» que hallamos en el Nuevo Testamento no significa exacta¬ mente 72 horas; sino tres días, que pu¬ dieran ser enteros, o un día y parte de dos. De semejante manera la expresión «tres días y tres noches» no suponía tres, puestas de sol y tres auroras, sino que era corriente entre los judíos decir «día y noche» para significar un día.Xomo puede Vd. ver se entendieron maravillo¬ samente, Jesús y los príncipes de los sa¬ cerdotes y los fariseos al hablar de Jonás, y al decir los últimos a Pilotos; «Este hombre dijo que después de tres días resucitaría. Manda, pues, guardar el sepulcro hasta el tercer oía».—P. Del¬ gado. CRUZADA DE LA GRAN PROMESA DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS EN LA PARROQUIA DE S. DIEGO ‘^^^lENE prometido ración que en el Sagrado Corazón que otras partes. Y como ios REINARÁ devotos en de España con más vene¬ aquel Corazón divino desean ^ue venga cuanto antesa nosotros y a nuestra Patria su reinado de paz, arnor y justicia, se escogió como fiesta propia de la Cruzada la misma fiesta de Cristo Rey, último domingo de Octubre. Confeccionado el Reglamento y aprobada la Cruzada poco antes del citado domingo, se anunció desde el pulpito la aprobación' obtenida y, la celebra¬ ción, por primera vez de la fiesta propia, con procesión por la tarde. No era de esperar mucha concurrencia y ésta sin embargo fué bien nutrida. La favorable acogida que desde luego dispensaron a la nueva Asociación nuestros feligreses y el crecido número de los que dieron su nombre para Cruza¬ dos, nos hicieron meditar, con gran consuelo, que el exceso de la misericordia de Jesús no se había agotado, y que está pronto a establecer su salvador Reinado en estas extremas barriadas, por tanto tiempo desatendidas. La piadosa persona que nos sugirió la feliz idea de la Cruzada pos regaló ge¬ nerosamente unq devota y muy bonita estatua del Sagrado Corazón que coloca¬ mos en unas improvisadas andas, y el día 29, último domingo del mes de Octubre, tuvo lugar la primera fiesta organizada por la Cruzada, Iq cual terminó con una solemnísima Procesión, presidida por nuestro buen amigo y hermano en S. Fran- Francisco, el Excmo. y Rdmo. Dr. D. Fr. León Viliuendas, Obispo de Teruel, reves¬ tido con los ornamentos pontificales, mitra y báculo, oficiando de presbítero asis¬ tente e! capellán castrense Rdo. D. Manuel Iniesta Barrot, entusiasta de la Cruzada, en la fundación de la cual tomó parte muy activa, y de Diácono y Subdiácono res¬ pectivamente, los RR. PP. Rafael Ginard Bauzá, de nuestro convento de Palma, y Antonio Muntaner, de la vecina Parroquia de S. Francisco, también de Puente de Vallecas. Asistió el Excmo. Sr. D. Alfonso Vázquez, alcalde de Vallecas, presidien do la Comisión Municipal, y numeroso público, con más de doscientas personas que vestían con devoción y exteriormente la insignia de la Cruzada. Es muy de notar esta circunstancia de vestir exteriormente el Escapulario, en aquellos días precisamente en que esperaban los de Vallecas el retorno de los rojos fugitivos de España, los cuales, desde Francia, habían pasado nuestra fron¬ tera, y, como se temía una nueva persecución, no faltaron padres que se opusie¬ ran a que sus hijos figuraran en las listas de la Cruzada, ni quisieron que lucieran la insignia, para que no se ios molestaran o mataran. Tanto fué'ei miedo de algu¬ nos, que hubo familias enteras que abandonaron el domicilio que en el barrio tenían, con el fin de que fuera ignorado su paradero. Todo no obstante, la sagrada imagen del Corazón de Jesús, bendecida poco antes por el celoso Prelado de Teruel, y aclamada por una gran multitud de fieles, recorrió triunfalmente e! trayecto convenido, venerada en estos mismos lugares donde en tiempos no lejanos gobernaba la horda de los Sin-Dios. Este primer acto externo de la Cruzada resultó francamente conmovedor. DE EA PORCIUNCULA DICIEMBRE 1944 Día 1.-Primer Viernes de mes. Día 2. - MISA DE REQUIEM, r-Aniversario generalísimo por nuestros difuntos. Confor¬ me prescriben en el art. 289 las Constitucio¬ nes de la Tercera Orden, se ha cantado hoy Misa Solemne de Requien en sufragio de todos los miembros difuntos de la Orden como también de los parientes, amigos y bienhechores. Qía 7. —Vigilia de la Inmaculada. Por la tarde, vacat. Día 8.—FESTIVIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARIA. - Sermón por el Rdo. P. G. Carbonell. A las 19 exposición de S. D. M. Trisagio Mariano. - Bajo la batuta del Mtro. P. A. Martorell se ha interpretado delicadamente a Réfice, a Perosi y a clásicos autores musicales. Por la noche, los estudiantes de los Cur¬ sos superiores de Humanidades han subido a las tablas el drama «EL PUBLICANO» de la galería teatral salesiana. Felicitamos al P, Ballester por su dirección, por su activi¬ dad y por su buen humor. Día 15.—Recogidos en santo RETIRO ESPI¬ RITUAL hemos santificado la mañana de este día. Día 16.-EMPIEZA LA NOVENA DE BELEN. — Plácenos, cortando en breve paréntesis el hilo de estas referencias cronológicas, diri¬ gir por lo graciosa y simpática, una pregun¬ ta al lector: ¿CÓMO SE CONSTRUYE UN PESEBRE? Uno cualquiera de nuestros Benjamines de a Porciúncula sabría responder sin titubeos. Su celoso P. Director en los veinte minutitos diarios de meditación por la mañana, duran¬ te esa Novena de Preparación a I a Venida de Jesús, les ha instruido en ello y paternal¬ mente le ha,ayudado a componer su «Na¬ cimiento», su «Portal de Belén». El tipo ideal de pesebre no se construye dentro el cajoncito del pupitre ni en el rincón o ángulo de un salón; sino que: l.-Se desempolva y se asea el íntimo ce¬ náculo, la recogida morada del corazón... Se quitan las telarañas de la PEREZA; se sacude la TIBIEZA del espíritu. Il.-Se cubre todo con esas verdosas hierbe- citas que llamamos musgo; con esas plantas criptogramas pequeñas y ocultas, que crecen abundantemente en lugares som¬ bríos y escondidos a la luz. Tienen la pro¬ piedad de suspender su vida cuando carecen de agua y vuelven a reanimarse y a crecer si reciben la necesaria hume dad. Son símbolo de la HUMILDAD ali¬ mentada por la GRACIA santificante. /II. —Se van colocando las cosillas... La nieve esparcida sobre las sierras y collados nos recuerda con su blancura LA PUREZA y el Candor... Los pastorcillos son nuestros buenos Superiores: .Ellos cuidan de nosotros, rerebañito delicado y tierno... En la cueva hay que poner a S. JOSE. Y, sobre todo, que no falte la Virgenl... Así se construye un pesebre. Días 18, 19 y 20.-Como todos los años se han verificado estos días las consabidas «Pruebas trimestrales» en que los diferentes Cursos de Latín, Griego, Filosofía y Teología han sido sometidos a examen en varias cuestiones explicadas en lo que va de Curso en el presente año escolar. Día 2l.-Empiezan las Vacaciones de Na¬ vidad. Día 22.—Día de los BiENHECHORES.-Se ha celebrado hoy en vez del Ultimo Sábado, ya que con motivo de I as próximas festivi¬ dades alguno que otro coíegial estará au¬ sente a final de mes. Día 23.-Marchan los niños a sus casas con motivo de las fiestas navideñas. Día 24.-Un nutrido grupo de elementos de nuestra Schola Cantorum con el Mtro. P. A. Martorel marcha a Palma para solemnizor el canto de Maitines en nuestra Basílica de S.Francisco. Día 25.—NATIVIDAD DE NUESTRO SEÑOR JESUSCRITO. Día 31.-Por la noche exposición de S. D. M. y Te Deum como encierro del año. «jQué simpática procesión con el Sagrado Corazón por esas semi-calles y campos! - Que Dios bendiga sus trabajos en esas misiones suburbiales de Madrid». Así nos escribía más tarde, desde Teruel, aquel bondadoso señor Obispo. Simpática resultó en efecto y piadosamente concurrida la fiesta de Cristo Rey; pero... ¿serán numerosas las confesiones y Comuniones del próximo viernes, primer Viernes de Mes? Pregunta era esta que de veras nos intrigaba y no podíamos con¬ testar. El resultado nos demostró que efectivamente el dedo de Dios está en la eu¬ carística Cruzada de la Gran Promesa del Sagrado Corazón de Jesús. Fr. FRANCISCO. Ei M. I. Sr. D. Amonio Canals, Canónigo Ar* cipreste d e Mailoca. Lleno de días y d!e méritos, en la fiesta de la In> maculada Con¬ cepción de María de la que era ferviente enamorado, durmióse dulcemente en el Señor, el M. I. Sr. D. Antonio Canals, Ca¬ nónigo - Arcipreste de Mallorca. Con la muerte de este ilustre miembro del Clero mallorquín nuestra Seráfica Provincia de Mallorca pierde a uno de sus más buenos amigos y protectores y la Hermandad de Terciarios de S. Francisco uno de sus alum¬ nos más ejemplares y devotos. ¡Dios le ha¬ ya concedido su santa gloria! Amen. El M. I. Sr. D. Antonio Canals nació en Sóller el año 1851. Fué ordenado de pres¬ bítero el año 1876 y tomó el grado de Li¬ cenciado en Teología en 1879 en la Uni¬ versidad Pontificia de la Habana. Fué des¬ pués nombrado Párroco de Consolación del Sur, en Pinar del Río, y desde allí re¬ gresó a Mallorca en 1886; siendo nombrado Gustos de la iglesia del Socorro, y entran¬ do en el mismo año como Director espiri¬ tual en el Seminario de esta ciudad, donde dos años más tarde desempeñó las Cáte¬ dras de Matemáticas, Astronomía y Sagra¬ da Liturgia. En 26 de diciembre del año 1921 fué nombrado Canónigo Arcipreste de la San¬ ta Iglesia Catedral, cargo que actualmente desempeñaba. El 16 de agosto de 1926 y con motivo de sus bodas de oro sacerdotales, la ciudad de Sóller le rindió sentido y emocionante tributo de fhonor, con asistencia de su so¬ brido e 1 jExcmo. y Rdmo. P. Colom, Obis¬ po de Huesca. El Rdo.S.D. Rafael Sitjar Figura destacada Picornell, Cura - Arci- d e 1 Clero ma- preste de Sóller. llorquín, modelo de sacerdotes y pastores de almas, falleció en Sóller, su parroquia, el día 2 de diciembre de 1944 este antiguo amigo de las personas y obras franciscanas. Nacido en Manacor en 10 de noviembre de 1863, vivió 81 años de vida llena da actividad y de ¡trabajo en bien de las al¬ mas. Ordenado de sacerdote en junio de^ 1887, fué designado para regentar la Vica¬ ría «ín capite» de Ses Salines en julio de 1888, cuando aun no había cumplido los 25 años; y 27 meses después se le confió la de Sant Llorens des Cardessar, que regentó durante diez años casi exactos desde 8 de¬ noviembre de 1890 a 17 de noviembre de I9OO. De la Vicaría de Sant Llorens, pasó al Curato d e Santanyí, que desempeñó hasta que en l.° de junio de 1913 fué nom¬ brado Párroco y Arcipreste de Sóller. A pesar de los años trancurridos, se con¬ serva vivo el recuerdo de su paso por Sesí Salines y por Sant Llorens, sobre todo en¬ este último pueblo, donde su permanencia fué más larga, y se estrecharon más sus relaciones con nuestra Orden. En Santanyí, donde estuvo casi treceaños, fué muy intensa su acción propia¬ mente parroquial y su efuerzo para pro¬ mover la piedad; y organizó una Herman¬ dad de Terciarios de San Francisco, tait-. animosa y decidida que en las peregrina¬ ciones franciscanas de 1909 y 1911 fué el grupo de Santanyí uno de los más nume¬ rosos, a pesar de la gran distancia que. hay desde Santanyí a Lluch; y no fué me¬ nos numeroso el de 1913 en la peregrina¬ ción a Petisa, realizada con motivo del ho¬ menaje al P. Junípero Serra. En Sóller, a donde llegó en plena madu¬ rez de edad y después de larga experien¬ cia parroquial, pudo realizar, y realizó efectivamente una magnífica obra de conjuirto, cuyos frutos perdurarán en dicha culta ciudad. Preocupado por el bien de las alma's de sus feligreses, proitiovió el aumento de la piedad, y a las asociaciones piadosas ya existentes añadió otras nue¬ vas, escogiendo las que mejor respondían' a las necesidades de los tiempos. La Ado¬ ración Nocturna, selección de amigos de la Eucaristía; los Caballeros de Ntra. Sra.. ,de la Victoria, de característica piedad local; los Padres de Familia, exigidos por las dificultades sociales de la hora; las Marías de los Sagrarios, grupo de almas de oración viva e insistente; y por fin, la: Acción Católica, con su organización y sus actividades, y sus círculos de estudios. El Heraldo da Cristo 17 Mirando el mayor provecho de los fieles, buscó cooperadores en las Congregacio¬ nes Religiosas de ambos sexos; y se esta¬ blecieron las Religiosas de la Caridad eo S'Horta y en Biniaraix y en la ciudad las Hermanas Carmelitas; y se establecieron en su parroquia los FP. Misioneros de los Sagrados Corazones y los PP. del Oratorio de San Felipe Neri. No descuidó tampoco el alivio y reme¬ dio de lias necesidades temporales de sus feligreses humildes y pobres; y si mirando a sus almas estableció Catecismos en buen número para hacer llegar a todos los pun¬ tos de su parroquia el conocimiento de Dios, mirando a sus necesidades corpora¬ les organizó las Conferencias de S. Vicente de Paul, en sus secciones de Hombres y de Mujeres; organizó los Roperos para la confección gratuita de jprendas para los pobres; y fundó la Casa-Cuna. Lluchmayor. - Confortada con los san¬ tos sacramentos y la bendición Apostó¬ lica y rodeada de todos los suyos, en¬ tregó su alma al Criador el 19 de sep¬ tiembre de 1944, D.“ Francisca Ana Catany Salvá, a la edad de 58 años. Sufrió con crisfiana resignación su última enfer¬ medad Y su muerte dejó edificados a cuan¬ tos la rodeaban. Era de la Congregación de Madres Cristianas y del Día Feliz y suscriptora asidua de nuestra Revista. Nues¬ tro pésame a su familia. Perrerías (Mesiorca).-Día 9 de octubre del pasado año durmióse dulcemente en la paz del Señor, confortada con los auxi¬ lios de la Religión, la hermana terciaria de N. P. S. Fracisco D.® Margarita Coll Bosch, de 75 años de edad. A su tiernísima devo¬ ción al Prisionero del Sagrario-asistía lo¬ dos los días a la santa misa y comulgaba en ella-, hay que añadir una amorosa ca¬ ridad para-con los pobres. A sus desconso¬ lados hijos Y nietos la expresión de nuestro dolor. -Con sólo la diferencia de 20 días de la muerte de su esposa bajó al sepulcro, a los 81 años de edad, nuestro amigo y suscriptor D. Antonio Goll Marqués, hombre de cristianas costumbres, y cristianísimo padre de familia. A su familia, la expresión de nuesta condolencia. Capdellá.-Día 20 de septiembre de 1944 bajó al sepulcro, después de recibir los santos sacramentos, D.® Aníoivia Pujol, de 70 años de edad, modelo de madres cris¬ tianas Y muy devota del Santísimo Sacra¬ mento que recibía con frecuencia en el sacrificio de la misa. Su muerte ha sido :muy sentida. Nuestro pésame a su familia. . Villafranca de Bonany. — Día 27 de noviembre del pasado añó dejó esta vida mortal nuestro suscripíor D. Antonio Ni¬ colau Gayá. .La cortesía para con los ex¬ traños y la afabilidad para con los de casa, unidos a una conducta verdaderamente cristiana fueron las notas sobresalientes de su vida de 72 años. Nuestro pésame a su desconsolada esposa e hijos. Artá.—Dia22 de octubre de 1944 dur¬ mióse en la paz del Señor.en la villa de Artá la fervorosa terciaria de S. Francisco, D.® María Antonia Sancho de la Jordana. Cruel enfermedad la llevó al sepulcro a los 65 años de edad, después de una vida santa, entregada completamenre al apostolado y caridad. Su casa íué refugio de los pobres y .«us manos estuvieron siempre abiertas para prodigar generosas limosnas. Desde su juventud perteneció cómo miembro destacado a la Asociación de Obreras de San José, de la que fué Vice Presidenta y luego, con el aplauso de todas las asociadas. Presidenta por espacio de 20 años, sorprendiéndole la muerte en este cargo. Al morir dejó generosa limosna a los po¬ bres, quienes la recibieron en el mismo local de las «Josefinas», donde se reunie¬ ron todas las obreras de la Asociación, en un acto necrológico dedicado a la que por tantos años había sido su Presidenta. Nuestro pésame a su distinguida y noble familia, especialmente al Rdo. don José Sancho, Vicario, hermano de la difunta. Petra.—El día 3 del pasado noviembre, a los 69 años de edad, falleció el bonda¬ doso señor D. Miguel Roca y Rigo; rodea¬ do de todos sus familiares, confortado con los auxilios espirituales y la Bendición Apostólica. Hijo de padres piadosos reci¬ bió una esmerada educación cristiana y a ella ajustó todos los actos de su vida. Ya de joven recibió la investidura de terciario de San Francisco y fue uno de nuestros primeros suscriptores Ejemplar padre de família vivió consa¬ grado al cuidado de sus hijos procurando educarlos en el santo temor de Dios. Reciban sus afligidos hijos y demás fa¬ milia la expresión de nuestra condolencia. Binisalem.-Al toque de Angelus vesvespertino del día 5 de noviembre del pa¬ sado año, entregó su alma al Creador nues¬ tra suscriptora doña Méría Martí Pons, viuda de D. Miguel Vidal Figuerola. Dia¬ riamente asistía al santo sacrificio de la misa y se acercaba a recibirel pan de los ángeles. Estaba inscrita á todas las asocia¬ ciones piadosas de la Parroquia. % El M. litre. Dr. Caimari en Dia 23 de no- canas que tan celosamente dirige el Rdo. Se¬ La PorciúnQula*. Gonferen- viembre dei ñor D. Juan Grúa Tugores, Vicario. Los-ser¬ cía litúrgica. Audición de pasado año, mones y la dirección espiritual de estos la Capilla del Colegio visitó nuestro ejercicios estuvo a cargo del M. Rdo. P. I SeminaríoSe- Rafael Ginard Arhorós, Mtro. Provincial de róflco de La Porciúncula el M. litre. Sr.^ Dr. los Franciscanos. Las pláticas tuvieron lugar D. Andrés Caimari, Canónigo, Canciller- en el Convento de Religiosas Franciscanas y Secretario del Obispado y Ministro de la V. la Comunión General del día 13 fué algo O. T. de Id Basílica de San Francisco. Acom¬ apoteósico. ' pañóle el M. Rdo. P. Rafael Ginard Amorós, Ministro Provincial. El Superior y profesores Preparando un home- Día 31 de diciem- y alumnos del Colegio recibiéronle con todo naje a un ilustre b re del pasado cariño y con los honores dignos de su rango.. Terciario de Artá año, en el nuevo Después de haber visitado la Capilla y las local de Acción principales dependencias del Colegio, el Dr. Franciscana, dieronse dos conferencias pre¬ Caimari pasó al Salón de actos en, donde dió paratorias al homenaje qqe va a trifiutarse una conferencia sebre la Sagrada Liturgia. , al ilustre Terciario, ya difunto, de aquella ' Corrió parejas con la erudición y conocida villa D. Andres Espinosa, conocido popular¬ competencia del orador la sencillez y ame¬ mente por Mestre Ándreu. La primera versó nidad con aue supo hablar, pues no fueron solamente los filósofos y teólogos quienes sobre el "Carácter austero y espíritu seráfico y poetico de Mestre Andreu y estuvo dedi¬ gozaron de oirle sino todos los colegiales cada a las hermanas terciarias. El tema de la hasta los más'pequeños. Antes de acabar presentó a los oyentes su precioso libro «Himnario Litúrgico», que qui¬ segunda, exclusiva para los hermanos tercia¬ rios fue; Mestre Andreu, hombre penitente y de acción católica franciscana". Dió las dos siéramos ver en manos de ^j-pdos los fieles. La obra-decía él-viene a contribuir de algu¬ na manera al cumplimiento y realización de los deseos más vehementes de nuestra Madre la Iglesia, la cual, no ha mucho, por boca de su insigne Príncipe el Cardenal Gomá, gemia de este modó: «Es cosa lamentable el desco¬ nocimiento de la Sagrada Himnodia;elpueblo tendría en una buena traducción de ios prin¬ conferencias el Director de la V. O. T. Rdo. P. Antonio Mójer, T. O. R. La concurrencia fue extraordinaria, princi¬ palmente cí la segunda conferencia. En esta, y a propussta del Hermano Ministro D. Bar¬ tolomé Alzina, se hizo una colecta entre los asistentes para sufragar los gastos del home¬ naje. La recaudación fúe muy satisfactoria.^ cipales himnos la popularización poética del dogma, la Moral y la Historia; el clérigo ha¬ llaría en su interpretación una mayor com¬ prensión de la doctrina, del misterio de la fiesta. Los predicadores hallarán en el Him¬ nario una fuente de elocuencia más pura y fuerte». Los Maitines de Navidad Con todo en la Basílica de S. Francisco es p lendor c.‘e I e b r á - ronse en nuestra Basílica de S. Francisco los Maitines dé Navidad y Misa de Gallo que, desde hace algunos años, han adquirido justo El Dr. Caimari fué muy aplaudido. A continuación la Capillo Seráfica del Cclegio interpretó en obsequio del ilustre hués¬ ped algunas melodías greg"brianas antiquí¬ simas y de exquisito sabor musical; el «O sa¬ lutaris» a ¡4 V. h. de Perosi y varias composi¬ ciones a V. m. del Mtro. P. Antonio Martorell, Director de la Cppilla. renombre en toda la isla. Astuó de Preste y celebró la Misa Mayor con todo el esplendor del Ceremonial Seráfico el M. Rdb. P. Rafael Ginard Amorós, Ministro Provincial. El coro, comouesto de la Rda. Comunidad de S,. Fran¬ cisco y de todos los coristas , de La Porciún¬ cula actuó en el Altar Mayor. Cantó la Anun¬ ciación el niño Antonio Puigdellivol y la Sibi¬ la el niño Juan Albons, de la Capilla de la Ejercicios^ espiritua- Practicáronlos en Basílica. les ¿n St. Jordi crecido número y Antes de dar el reloj las once de la noche, con gran entusias¬ el vasto templo ya estaba totalmente atestado mo las exalumnas de las Religiosas Francis¬ de fieles. OGRAFIA Jesucristo en la sociedad. Por el P. Raúl Plus, S. J. Tiaducción del francés por D. Cipriano Monserrat, Pbro. Un votumen de 13 x 20 cm. de 220 páginas. En rústica, Ptas. 9.-Eugenio Subirana, S. A„ Editorial Pontificia. Puertaferrisa, 14. Bar¬ celona. 1945. Volumen XV de la Colección «Amor, Matrimonio, Familia» Campea en las páginas de este libro estimulante y alentador una ley que, por por lo elemental, ningún cristiano puede desconocer ni dejar de practicar: la ley de la caridad. Ella es cifra de cuartto se dice ^n esta obra 'destinada a los es¬ posos cristianos para que les sirva de lectura espiritual o meditación cotidiana en su hogar. Los capítulos son cortos, pero contie¬ nen mucha enjundia y están salpicados de anécdotas y ejemplos que les dan una gran amenidad. Parece que el autor ha tenido constantemente ante sus ojos el precepto de enseñar deleitando y a él se ha ajustado desde la primera página. Esta obra es úna férvida lla|;nada a la concordia, a la mútua comprensión, a la paz social, mediante la íntegra aplica¬ ción del espíritu del Santo Evangelio que los no creyentes y'también muchos cris¬ tianos no admiten prácticamente en su total y profunda significación. El Evangelio es una medicina para^ poner remedio a nuestros males^ pero* ha de tomarse y aceptarse con todas sus consecuencias, según el espíritu de Jesucristo. El Evangelio falseado es co¬ mo una medicina adulterada que no tie ne eficacia curativa. Y esto persigue el autor que se implante en la sociedod, el auténtico Evangelio que es la ley del amor, de la generosidad, del perdón. Catecismo de la vida religiosa. Por el Abate Fabre. Obra corregida y adaptada ò las reglas del nuevo Código de .Derecho Canónico. Versión del fran¬ cés por el R. P. Andrés Goy, Redentorista. Un vol. de 298 pág. de 15 x 10 cms. n rústica: Ptas. 5. Editorial El Perpetuo ocorro. Manuel Silvela, 14. Madrid. No faltan, entre los librcfS sin cpento que se han escrito acerca del estado re¬ ligioso, obras similares a la que hoy pre¬ sentamos al' público, por lo cual pareceríp inútil y superfluo añadir una más a tantas otras. Pero si bien se examina este librito, se verá que viene realmente a llenar un hueco. De otras obras semejantes, unas se fijan casi exclusivamente en el aspecto que diríamos canónico de la vida reli giosa, limitándose a exponer sus leyes calcadas sobre el Derecho eclesiástico. Otras, en cambio, dan más importancia a la parte ascética y Se contentan con hacer largas exposiciones ascético-místicas sobre las virtudes propias del estatado religioso. El «Catecismo:», de Fabre, no descuida nada, y por sus páginas, en pregun^s y respuestas claras y sencillas, en estilo familiar, va pasando toda kj vida religiosa» desde sus fundamentos, que son los mismos de la vida cristiana y sobrenatural (Preliminares), hasta el gobierno délas Comunidades, general, local y subalterno (Parte 2.°), pasando por las distintas etapas que constituyen ía admisión, formación y obligaciones de las religiosas (Parte l.°). En esta primera parte, la más extensa y completa, porque es también la más práctica, trata del Postulantado y del Noviciado, de la Profesión, de los Vo¬ tos, en general y en particular, y de las demás obligaciones y ejercicios propios de la vida religiosa. Terminé la obra con un apéndice utilísirtio y sobremanera práctico, de siete exámenes partiçulares, sobre votos, el recogfmiento, los ejerci¬ cios piodosos y la caridad fraterna, muy qpropiados para los días de retiro. No dudamos de que este librito ha de ser recibido con alegría por el público a que va destinado y que ha de ser muy provechoso para esa porción escogida de vírgenes del Señor que a El se han consagrado en la vida religiosa. Juan Esiela Arogón, 60-Palma de Mallorca-Te!. 2320 Especialidad en Mosaicos imitación mármoles y maderas NUEVO SISTEMA DE TEJA Y TEJA BOVEDILLA PATENTADOS Encargue »u» impresos a la imprenta Politécnica de A. 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