El Heraldo de Cristo 1941, n. 376
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AÑO XXXIV

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ft. Raiael Ginard Amorós, Ministro Provincial de la

Ordeii Tercera Regular de San Francisco en Mallorca,

a los Visitadores, Ministros y a todos los Hermfinos

Y Hermanas de Nuestra Venerable Orden Tercera

Secular de Penitencia, salud y paz en él Señor:

1

Carísimos Terciarios: al dirigirnos a vosotros por vez priinei'a fluyen e^pon-

faneamenle de nuestros labios las palabras Paz v bien qu(‘. según una piadosa

tradición, resonaron en la ciudad de Asís al nacer San Francisco, porqiu' ellas ex¬

presan a maravilla el mejor augurio que podeínos bacf'ros en,los tiempos tdrbu-

lentos y aciagos,que corremos.

'Muclio se ba escrito sobre la semejanza entre los. Jtialcs de los tiempós mo¬

dernos y .ios de da edad media, y a fe que^ a medida que pasan los años, más y
más se acentúan los rasgos de semejanza.

Odios y rencores, opresiones e injusticias, envidias y ('góismos, desigualda¬

des entre la plebe y la nobleza, sed insaciable de placeres y riípiezas, guerras

civiles inuy frecuentes, ansias de más libertad, corrupción de las costumbres

públicas y privadas, be ahí las notas más salientes de los males de que adole¬

cían los tiempos medioevales; y cuando la sociedat^, casi agonizante por estas

heridas morales y sociales, caminaba hacia el abismó, la Provide^ncia n'iisericor-

diosa del Señor suscita a San Francisco de Asís y ti Santo Domingo íle Guzmán

para que realizen el milagró de salvar el mundo pi e\\aricador,'v lo salvan pre¬

dicando, con la palabra v cón el ejemplo, a sabios e ignorantes, a nobles.y ple¬

beyos, a reyes y vasallos: las enseñanzas de; Gristo \\ de su iglesia en toda su

pureza, en toda su, integridad.

\\

" La triste experiencia de cada día nos dice que las llagas que beríáii de

muerte a la sociedad del siglo XÏ11 lian aparecido en nuestros días v con más

virulencia sobre el cuerpo ya envejecido d.el siglo A.\\ que. cual otro bij» pro-

¿6

Èí Heraldo de Crisío

/
,
I
/

digo, se ha alejado de la compañía y amistad de sm Padre, y está disipando ri¬

quísima herencia de hienes espirituales y morales, engolfándose perdidamente

en las cenagosas aguas del materialismo y del sensualismo.

-

El Padre celestial, cuyo corazón siente las torturas de la añoranza, quiere

atraer de nuevo a la casa paterna a los hijos malos y fugitivos, y para ello permite

que grandes castigos y calamidades sin cuento les azoten f aflijan sin piedad;

pero, a pesar de las guerras y de las hambres, los pródigos no vuelven a la casa

paterna, y - ni siquiera levantan sus ojos al cielo en demanda de perdón y de auxilio porque a muchísimos de ellos—¡desgraciados!—no les preocupa en lo más

mííiimo la existencia de este cielo, la existencia del infierno, la existencia de

Dios, y obrando en consecuencia con esta indiferencia religiosa, que es la grande

herejía de nuestro siglo y la peor de la^s que ha conocido la Iglesia, toman como

ideal de su vida, la vida de aquellos locos libertinos de quienes habla la Sagrada

Escritura, los cuales, después de afirmar que con la muerte, alma y cuerpo, se

acaban, decían: «Venid, jlues, y gocemos dé los bienes presentes: apresurémo¬ nos a disfrutaí de las criaturas, mientras somos jóvenes. Llenémonos de vinos ex- y

ijuisitos, y dé olorosos perfumes, y no dejemos pasar la flor de látedad. Coroné- ■'

monos‘de rosas antes que se marchiten; no haya prado donde no dejemos las ,
huellas de nuestra intemperancia». (*) Por esto ^o es de maravillar que en nues¬

tros días, perdida la fe y la esperanza en la otra vida, los odios sean más enca¬

nados, las desigualdades sociales más abusivas, las guerras más/inhumanas, las

pasiones más desenfrenadas, el libertinaje más desvergonzado, las costumbres

más depravadas.

'

' El Sumo Pontífice, al ver bajo la encina a tantísimos hijos pródigos que guar- '

dan puercos y se mueren de hambre, siente el corazón dolorido, y, con los ojos

arrasados en lágrimas, y con palabras llenas de amor paternal, invita a sus fieles y

hijos a emprender una magna cruzada para recristianizar el mundo y salvar tan¬

tas almas que alegremente sin preocupación alguna van camino del infierno.

Esta cruzada general' de recristianización es necesaria y muy urgenté cn

nuestra amada Patria, que si era mala antes de la guerra civil, mala y aún peor

es después de ella. Cierto es, y con gusto lo consignamos aquí, que en España se trabaja'mucho y hien en esta obra urgentísima' dei moralizar las costumbres,

de cristianizar a fondo las inteligencias y voluntades, dé volver a Cristo a nues¬

tros hermanos que en mala l^^ra de El se separaron. Esta empresa es tan grande
e importante, que j-éclama la ayuda/ y cooperación de todos los buenos españo¬

les; por ello, amadísimos terciarios, os invitamos a tomar parte muy activa en .

esta batalla que se está librando contra el mal, pues está muy puesto en razón*

que en éste movimiento de restauración espiritual de-nuestra Patria ocupen un

lugar de preferencia los hijos y herederos del Serafín de Asís, que con toda

justicia es llamado Restaurador del siglo XIII,\_y el Santo Padre ha constituido

Patrono de la Acción Católica.

Para que esta çooperaeión sea más numerosa y eficaz, es nuestro prepósito

reorganizar y dar vida más pujante a las Hermandades de Terciarios que tanto

abupdan en nueatra Isla, y de cuya ordenada y fervorosa ayuda espera la

Iglesia copiosísimos frutos. Mas esta reorganización exterior de las Hermandades

debe ir acompañada de la reformn de la yida interiqr de cada uno de los Tercia¬

rios; que ésta es la finalidad primordial de la Venerable; Orden Tercera; fomentar

y acrecentar la vida espiritual en, fpdos sus miembros has^á llegar á esculpir en las almas la imagen del mismo Jesús.

Por ellojiqúisiéramos que las Hermandades y las iglesias franciscanas se con-

n Sap., 2J-S

El Heraldo de Crisío

.

'

-21

virtieran en focos potentísimos de amor a la Sagrada Eucaristía, no sólo porque

esta era la devoción predilecta de Sarit Francisco y la que con más ardor reco¬

mendaba a sus hijos, sino también porque en ella 4stán cifradas las máximas

garantías de renovación espiritual. Pues la Sagrada Eucaristía, que es el miste¬

rio de la fe, es sol esplendoroso que puede Hacer brillar la fe en las almas que

la han perdido o están entrance de perderla; la Sagrada Eucaristía, que es pren¬

da de la gloria futura, es él áncora más firme que ampara y sostiene nuestra

esperanza én el premio que después de esta vida nos aguarda; la Sagrada Euca¬

ristía, que es el sacramento del Amor, es el Bien Sumo que puede apagar las

armas infinitas de amoresií^ie sienten nuestros corazones, y puede proporcionar

el aceite dé la caridad para suavizar y cicatrizar fes heridas abiertas cu las al¬

mas de nuestros hermanos.

.

,

Con harta razón se dice que la fe, )la esperanza y la candad son los funda'mehtos insustituibles de toda reforma interior, y con barta pena deciiiios que , estas virtudés son pára muchísimos españoles desconocidas, y para los que las

conoçen son virtudes^ de poca monta, a juzgar por la negligencia'y descuido con due las cultivan. Para intensificar esa vida de fe, de esperanza y caridad,

es prqciso llevar las almas junto al .sagrario, ponerlas en contacto con el Cora¬ zón ámorosísimo de Jesús; con ^este fin hemos empezado en nuestra iglesia de San Francisco desalma iina función eucarística que celebramos todos lós jueves al anochecer, y que titulamos Visita Eucarística Reparadora, porque nin'stro ob¬
jeto es avivar la devoción a la Eucaristía con la práctica de la r isita diaria a

Jesús, y dar al divino Prisionéro el gozo de nuestra diaria reparación. ¡Quiera
D'ios que esta función edcarística, tan simpática a las almas devotas v tan con¬ soladora para Jesús, se vea largamente difundida, y los sagrarios todos tçngan un

grupo muy numeroso de almas enamoradas que diarian)ente llagan la Visila Re¬

paradora al Solitario de nuestros tabernáculosi Para qú§ sea completo nuestro programa de más intensa vida ^ es[)ii itnal, tan
sólo falta recomendaros la devoción a la Virgen írimacidada, que es la Media¬

nera-y Dispensadora de todas las gracias, la devoción a San Francisco, que es\\
nuestro Padre y debe ser nuestro guía en el camino de, la perfección y en las
Mareas de nuestro apostolado, la deVoción al Beato Ramón Lull, gloria y oiaia-
mento preclaro de la Tercera Orden y modelo acabado de la fe, de la, esperanza

y de la caridad, que tanto necesitamos practicar y predicar en niiestios tiem'pos.

'

Estas devociones franciscanas, qué han de yivir primero en el secreto san¬

tuario del alma, reclaman, para su crecimiento y desarrollo constante, actos

çxtei/nos que al par que son testimonio de nuestro entusiasmo, son medios para álcaíizar la propagación de las mismas; por ello deseamos con vivas ansij^is que todas las Hermandades de T-erciarios, además de las fiestas en honor de la íti-

macxdada y San Francisco, celebren anualmente, con la solemnidad posible, una fiesta al Beato Rapion Lull, quien no es amado ni invocado por los malldr-

quines como debiera, porque Mallorca poco sabe de la ciencia y de la santidad de su hijo más' excelso. Para aminorar los sacrificiós y trabajos que llev a’ consigo toda propaganda, y más si es propaganda religiosa, con gusto ofrecemos nuestro
apoyo y cooperación a los Directores de Hermandades, de cuyo celo y entusias¬ mo esperamos confiadamente un fecundo ifefurgimiento de franciscanismo y lu~
lismo en nuestra amada Mallorca.

Como augurio de ^az y Bien, damos a todos loS' Terciarios la seráfica ben¬

dición,

I

^

Dado en nuestro Convento de las Sagradas Llagas, de Palma, día 25 de

Enero de 1941, festividad de la Conversión del Beato Ra^ón Lull.

1

/

-

'

t

Fr. Rafael Gínard Amorós, Mtre. Pral.

íniu evacLOl·icà Lituana^
II. EL SANTÍSIMO NOMBRE DE JESÚS

I. Devoción franciscana
PERO al Niñito de Belén
dióle el Padre un Nombre,
«que es sobré todo nom¬
bre» (1) el Nombre de Je¬
sús,- Yí por eso, en el co¬
razón del Pobrecillo de
Asís, el culto del Nom; bre Santísimo de Jjesús estará siempre muy ligado al culto del Ni¬ ñito dé Belén. Dice su biógrafo Fray Tomás
de Celano:
«Por experiencia saben ‘los frailes que con él [Franciscbl vivieron, cuan cuotidiana Y continua fué su conversación,^ acerca de Jesús, cuan dulce, suave, benigna y plena de amores su confabulación acerca de Él.
De la abundancia del Corazón hablaba la
boca, Y derramábase afuera la fuente de amor iluminado que rebosaba todas sus en¬ trañas. Mucho tenía que ver con Jesús: Je¬ sús en el corazón, Jesús en la boca, Jesús en los oídos, Jesús en los ojos, Jesús en las ma¬ nos, Jesús en todo su cuerpo..¡Cuántas veces sentándose a comer, oyéndole, nombrar, p
pronunciando Jesús, o pensando en Él
se le olvidaba la comida! Cumplíanse en él aquellas palabras: mirando no veía, o Y è ndo no escuchaba. Muchas ve¬ ces, yendo de camino, meditando Y can¬ tando a Jesús, no atendía a proseguir su via¬ je, e invitaba atodas las criaturas a loar a
Jesús. (2)
Y si los amantes del Pobrecillo, como en un exceso de veneración y piedad filial, ha¬ cían ciegamente cuanto su Padre hacía, co¬ mo Juan el Simple, que con fervor de admi. ración imitaba todos los gestos del Santo, sus toses, suspiros, genuflexiones, rñovimientos de ojos y manos, ¿qué singular ca¬ riño Y encendida devoción no pondrían, a ejemplo del Seráfico Patriarca, en el Nombre de Jesús, en el cual está nuestra salvación
t
Y fuera del cual nada se canta más suave,
(r, Phil. 2.9. ' (2) .Celano. Citado por el P. Luis de Sarasola O. F. M. en su libro «San Francisco de Asís», cap. ^6. páí, 93. Madrid 1929.

,nada se escucha más grato, nada Se pieñsa
más dulce?
Ahí está el Seráfico Doctor San Buena¬
ventura, cuya boca se hace mieles al hablar del dulcísimo Nómbre deJesús. Allá, el va¬ rón eximio San. Bernardino de Siena, que
haciendo del Santísimo Nombre de Jesús un
blasón cercado de rayos solares, estámpalo en in;finitas tablillas que reparte copiosa¬ mente entre los fieles. Acullá, su amantísimo hermano y amigo, San Juan de Capistrano, el heroico caballero de la cruz y de la civi¬ lización latina frente a. los bárbaros, que an¬ tes de proporcionar a los cruzados la famo¬ sa victoria de Belgrado, manda pintar el monograma radiante de JHS en las armas y en las banderas cristianas, y, tomando un puesto de mando a la derecha del Generalí¬ simo Juan H\\ii^iadés, arenga a sus soldados con estas vibrantes palabras-. «Ora avancéis, ora retrocedási, sea que hiráis o seáis heri¬ dos, invocad el Nómbre de Jesús. Sólo en él está la sal^ud».
Después vienen San Jaime de las Marcas, el Bto. Mateo de Girgenti, el Bto. Bernardi,no de Peltre, el Bto. Bernardino de Bustis, el Bto. Juan de Lipnika, Sán Leonardo de Porto Mauricio, y tantos otros hijos del Pobreci¬ llo de Asís, fuertemente enamorados del Santísifno Nombre de Jesús. W Mas, antes d® iodos ellos, a excepción del Seráfico Doctor San Buenaventura, Hay que señalar a nues¬
tro Beato.
I

2. El Santísimo Nombre de Jesús,

,

devoción luliana

Nadie puede percibir, en todas sus par¬ tes, la admirable armonía de una mágica pieza musical'si no siente la música. Ningu¬ no puede gustar, cumplidamei>te, la deli-

''
,

(

(3) Al que desee más abundante materia sobre el

particular, recoinendámosle el erudito libro del P. C. Ma¬

ri,-tti, O.-F. M. «Í1 Nome di GesSi ed i Fran(*escani». Roma,'

1898. -i demás puede leer con i rovecho: P. Leone, O. F. M.

«L’Aureola Seráfica» vol. 1. pp, 220-231. Quaracch, 1898t

y P. A. Gemelli, O. F. M. «El Franciscanismo» pp. 118-120.

Bareelona, 1940. >

■^

El Heraldo de Crisíe

23

ciosa suavidad y dulzura del Santísimo Nombre de Jesús si, en todo su cuerpo, y en toda su alma, y en en todo su ser, no siente a Jesús y no rebose desús.'

«Decía el Amigo a su Amado: Tú eres to¬ do, y por todo, y en todo, y con todo. Quié-rote todo para que te haya todo, y seas todo de mí. Respondió el Arriado: no puedes ha¬ berme todo sin que tú seas^ todo de mí. Y dijo el Amigo: Háyame todo y yo a ti todo. Respondió el Amado: ¿Qué habrá tu hijo, y tu hermaiíp, y tu padre? Dijo el AmigO: Tal eres tú qué puedes abundar en ser todo de •cada uno que a tí se entrega todo.» (“*)
Y si n^estro\\Beato era todo de Jesús, ¿qu®
maravillé que.saboreara todo el encanto y
embeleso del Nombre dulcísimo de Jesús o
Jesucristo?
'Y dije de propósito Jesús o Jesu¬
cristo, porque el Doctor Iluminado, a
encarecer'y ponderar la excelencia y virtud del Nombre de nuestro 'divino Salvador,
unas veces usa la palabrá Jesús y otra
la palabra Jesucristo. ¿Qué importa? El mismo San Bernardo, el cantor dulcísi-
ino de Jesús, ¿no parece confundir,\\a sa"
hiendas, este nombre con el de Jesucristo?
Probando como al Santísimo Nombre de,
Jesús conviene la cualidad de lucir, dice
el Doctor Meliflo:

«Cuán resplandeciente fúé esta lu?;, y cuánto hir'ió los ojos de aquellos que la mi¬

raban, pues vemos, que, saliendo como un relámpago, de lé boca de Pedro, consolidó

las piernas y los pies de un cojo, y dió 1^
vista a muchos, espiritualmente ciegos. ¿No

es. verdad que echaba llamas de fuego cuan¬

do dijo: En el nombré de Jesucris¬

to Nazare'^np", levántate

a ii,.-

d a ? (5)

Ni está fuera de pjropósito recórdar, aquí, que ya dijo San Isidoro dé Sevilla que así, como Gfisto significa Rey, así Jesús .signifi¬ ca Salvador; no cualquier rey, empero, nos

hace salvos, mas solamente el Rey Sal¬ va d o r , (6) es decir Jesucristo.

3. Loá musical al Nombro
de Jesús
Én el libro de los «Cent Noms de Deu», Cien Nombres de Dios, que el Beato quería que cada hombre dijera, diariamente, y que losllevase escritos consigo, hallamos esta bellísima loa al Santísimo Nombre de Jesús, que, éri su parte final, es digna de un San Bernardo o un San Buenaventura. ¿Qué im¬ porta la aspereza de lás rimas agudas y vi¬ vas si, tras esta amarga corteza, se envuelve
un fruto dulcísimo?

DE JESÚS

«Q Jesús, en Betlem nat!
Tu és home deificat

e és Déu hominificat.

Jesús és home e deïtat

per ço que Déu participat

'

estia ab iot quant ha creat.

Jesús per Espirit Sant concebut!

iu has per la mort en la creu reemut (-r®-

l'humà genre qui estava perdut, [dimit)

Jesús, tu és resuscitat, / e en lo cel te n'és pujat

e jutjaràs tot home nat. Jesús, en ta sensualitat
haurà glòria home salvat
veent ton cors deïfícat.

Jesús, per tu principalment
és lo món creat de nient

per ço car te tayn honrament.
Jesús, quf^stàs personat
de home e de deïtat,

hagés de nos gran pietat. Jesús, prenga'us dé nos dolor
car íuit estam quaix en error
e exilats de bona amor.

Jesús, no ens gits a nòixaler (indiferència)
pus que tu haries plàser,
con tuit te poguessen veser.
Jesús, túésboanomnar e a entendre e a remembrar,

(’) e a- s e r V i r e a e n a m o r a r .

Fr. Miguel Calderitey, T. O. R. (Concluirá)^

\\

/

i

(4) «1,. de Amic e Amat»,'v. 6J.

(5) Sermo 15 super Cantica. Obras Co*>jleUs

del Doctor Melifluo San Bernardo, vol..?, p. lO*. Barce-

cna, 1925. '

V

(6) Orit; Uk. 7. c. 2 (7) c. 33.

24

Claustro del Colegio
COLEGIO BTO. R. LULL DE INCA

IÀ 25 del próximo pasado
mes de Enero celebróse en
nuesíró Colegio de segun¬
da enseñanza «Bto. Ramón
Lull», de Inca la fiesta de su Titular el gran Polígrafo Y Terciario mallorquín. Con este motivo publica¬ mos, a continuación, algu¬ nos gráficos de este Cole¬ gio, conocido Y amado no sólo en Mallorca sino, tam¬ bién en la Península, y que en el presente curso de
1940 -1941 cuenta con 124
alumnos matriculados de
la Sección Masculina, y 52 de la Sección Femenina,
con un total de 266 alum¬
nos, Es Director de este
Colegio nuestro hermano en religión Rdo. P. Anto¬ nio Nicolau Burdils, Licen¬
ciado en Historia.

Uno de
los patíos
del Cole¬
gio, más
animado
que un mercado.

(Dibujo sobre la conocida pintura al óleo de D. Pedro Barceló, hecho espontáneamente por el alumno de 5.° curso Juan Ramis Munar).
SIETE CURSOS DE BACHI-
LLERATO ENTORNO DIF LA
FIGURA PROCER DEL GRAN
POLÍGRAFO BTO. R. L ULL
(1940- 1941)
(De izquierda a derecha y de arriba a bajo): Alumnos de primer, segundo, tercero, cuarto, quinio y sexto curso.

Alumnos de
quinto curso
Comedor del Colegio en
la fiesta de su Director.

'*^A.itt0n

\\

ON extraordinaria solemnidad se ha ceítebrado este año en el Co¬

legio del Bío. Ramón Lull, de Inca, la fiesta del Titular.

Como pireparaqión se había practicado un Triduo durante la misa de

los Colegialas, con meditación Y cantos luHanos.

•-

La noche de la>víspera de la fieáta se cantaron Completas por la Ca-

■ pilla seráfica y los coros de canteras de las religiosas Franciscanas y de la Caridad. El acompañamiento del nuevo órgano les dió inusitado es¬

plendor.

.

Terminado este acto religioso hubo en uno de los patios del Colegio

animadísimos juegos de cucañas, ocorupañados del disparo de vistosos y

estrepitosos cohetes. , El día 25, fiesta de la Conversión del Béato, comenzaron los actos

religiosos con una misa de Comunión, con cáilticos apropiados y hermo¬

sa plática por nuestro P. ColL La totalidad de los. Colegiales se acercaron
a la mesa eucarística.

A las diez y med^a, el Muy Rdo. ,P. Rafael Ginard Amorós, Minis¬
tro. Pral., celebró la Misa Mayor, asistido de capa por el P. Miguel

Salom, Prior del Convento, y de diáconó y subdiácono por los PP. Com¬

pany y Rigo, respectivamente.

i

s Con su habitual maestría tejió el panegírico de nuestro 'Mártir ma¬

llorquín, el Rdo. P. Rafael Ginard Baucá.

La Capilla seráfica, reforzada con valiosos elementos de la Porciúncula Y de Artá, interpretó una hermosa selección musical a voces.

La iglesia y la capilla del Beato éstaban profusamente adornadas
e iluminadas.

Ocupaban puestos de preferenciá el Teniente Coronel Sr. Esquivias,

Jefe del Regimiento de Inca,- el Cura Párroco de la ciudad, los Jefes de

la Guardia civil Y de Carabineros Y el Claustro de Profesores del Cole¬

gio, presididos por el nuevo Director, Rdo. P. Antonio hlicolau. Asistieron nutridos grupos de diversos centros de enseñanza de la

localidad, acompañados de sus Prófesores, y otros fieles. No hay que decir que nuestro Colegio en masa figuraba entre los asistentes.

Después del Oficio las autoridades fueron obsequiadas con dulces,

licores Y óigarrillos.

.

En el comedor del Colegio, en cuyo fondo sé destacaba sobre la

bandera española y entre' verdes y palmas un cuadro del Bto. Ramón

Lull, se sentaron para una extraordinaria comida, en hermosa hermandad

franciscana. Padres del Convento y del Colegio, Profesores y alumnos'.
Presidía el P. Provincial.

Un ^iiteresante partido de balonpié en el campo «Es Cós», del Cons¬
tancia, jugado entre una selección del Colegio y otra del Liceo Español,

de Palma, puso repiate a la fiesta. Ganaran los nuestros por 5 a 3. El Director y demás personal del Colegio pueden estar muy satisfe¬

chos por la buena organización y feliz realización de los festejos.

•Un Colegial

(^/ tetaati^a a laÁ

\\ .

'

Áe '^to-CLO.

.

■

n Confirmación

C

^'

^lUDAD^ANOS 4®1 Reino de Cristo por el Bautismo, por la Confirmación somos

armados caballeros y soldados dé su ejército. Por aquél salimos de Egipto atrave¬

sando las aguas del mar Erojo, pór ésta, espada en mano, nos apoderamos de la

tierra de promisión, que mana leche y miel.

La Confirmación es el Sacramento de la Fortalezas ,dándonos el Espíritu San¬
to, imprime en níieStra alma>^el carácter indeleble He soldado de Dios ,y nos
hace perfectos cñstianos.

Por donde se ve cuan útil, si no necesario, sea este Sacramento a cuantos ‘

vivimos en medio de las continuas seducciones del niundo, cercádos de enemi¬

gos invisibles que infectan aire, y en combate a brazo partido con nuestra

propia carne, que apetece siempre contra al espíritu.

'

-;

Util y necesario para todos los cristianos, lo es de un modo especial para ti, hermano terciario, que en virtud de la misma profesión tienes que ser: «Fiel en la observancia de la Religión Católica, y experimentado en la obediencia ^ la
Iglesia Rpmana;y a la Santa Sede» (Regla & 1).
En tu Goiifirmación fuiste ungido én la frente con el Santo Crisma, para in¬ dicarte que no te^debes avergonzar de' profesar tu fe ante todo el mundo.

En tu Confirmación recibiste una palmadita en la mejilla, ya cómo prueba de afecto para dar la enhorabuena al nuevo caballero del Señor, ya para que, desde luego, aprendieses a arrostrar todos los insultos po'Crristo.

, En tu Confirmación te dieron el saludo de paz, porque en este combate espi¬
ritual que.entonces emprendías; debes llevar la paz^de Cristo en él corazón,
aquella paz que el mundo no puede dar ni quitar, paz que sobrepuja todo senli- . do, fruto precicfsísimo del Espíritu Santo, el cual por este sacramento se nos in¬ funde, de una manera tan especial," que bien podemos llamarlo Sacramento del
Espíritu Santo. ^ Lee los Hechos de los Apóstoles y te convencerás de ello: si por el Bautismo
resucitamos a nueva vida; en la Confirmación el Espíriru Santo vipo a tomar po¬ sesión de nfuestro corazón haciéndolo teiuplo y morada suya.:

T^plo de Dios eres, cristiano lector: .respeta tu cuerpo y no expulses al
Huésped divino que en él habita. Resuenen en este templo, de continuo, cánti- /
eos de alabanza, (^ue tales son las obms hechas en gracia, y elévensej hacia el
altar nubes de inóienso, que son los santos.pensamientos y deseos de perfecció^.

Ese Huésped tuyo, por otra parte, no está ocioso, antes te comunica su misma
fuerza divina de modo que pupdes clamar con él Apóstol: «To^o lo puedó en^
aquél que me conforta.» (Phil. 4, 13), y con Tomás Moro, el ilustré Terciario, Can¬ ciller de Inglaterra, mientras se resiste a firmar un juramento apóstata que otros habían firrnado: «Aunque todos lo hicieran... yo no», y sucumbe por la le. Con es¬ te Huésped te harás superior a todos tüs enemigos, como tu Patrono S. Luíé, quien, prisionero de los sarracenos, se les mostró tan enérgicos que ellos mismos decían, no haber visto nunca un cristiano más arrogante. Sentía él la arrogancia que inspira la conciencia de'la dignidad de cristiano y la seguridad que infunde el Espíritu Santo, cuando mora en un alma.

Terciario franciscailo: Á ejemplo de tu Patrono léyanla tu frente para publi¬

car tu fe; .no puedes tener título más honroso. Y, com.o tu Padre S. Francisco ante

los ladrones, tu conducta'anté todos los hombres sea un reto: «Pregonero soy del

Gran,Rey».¡

'V

Fr. Mateo Ramis^ o. R.

Quesiionario J{eligiòso

\\

Pregunta 6 5: 21. 12, 1940/ - Reve¬ rendo P. Delgado, T. O. R. Un padre de fa¬ milia tiene un Hijo soltero mayor de edad, , el cual, descuidando los mandamientos de
jla Iglesia, deja de oir la Misa los domingos
(y fiestas- de precepto, de confesar y comul-' gar anualmente, etc. Dicho padre tiene la obligación de avisar, e incluso castigar, si preciso fuese, a su hijo, au'nque sea mayor de edad?-Le agradecería mucho me pu¬
siese esto en claro .-Su affmo. en Cristo
que b. s. m.-Un escrupuloso.
Respuesta: Salvo mejor juicio, el tal pa* dre, por piedad, debe avisar a su hijo. En cuanto a recurrir al castigo, jurídicamente hablando, no está obligado a tanto,- pero bien pudiera ponerle la condición de cum¬ plir como buen cristiano a cambio de aque¬ llas atenciones que, a lo mejor, le tiene, sin estar estrictamente obligado a ella. Y hasta es muy de alabar la respuesta que-dió cierto padre a uno de sus hijos, que invocaba con frecuencia su mayor edad: «Quien se siente a mi mesa debe obrar como me plazca».

Pregunta 67: ¿Podría decirme si la Vir¬ gen Santísima tuvo alguna hermana? Porque San Juan hace mención en su Evangelio, (cap 19, V. 25), de María, esposa de Cleofás, llamándola hermana de María. ¿Cómo es eso?-Una Cursillista, Palma.
Respuesta: Bien puede ser que no fuese sino hermana política, o porque Cleofás, con quien estaba casada, era hermano de San José, o porque ella misma era hermana de San José. Desde luego el hecho de 11a-
'marse también María nos hace ver que no
sería hermana de la Virgen, pues es difícil que en una, misma familia haya dos herma¬ nas con igual nombre.
Pregunta 68: Padre'Delgado: Uno de es¬ tos días asistí a la representación del estu¬ pendo film: «Sin'Novedad en el Alcázar» Y, a la mitad, vi administrar la Comunión a . algunos .heridos. Pregunto ahora: ¿Debía ha¬ berme atrodijllado al presenciar esta escena? -Miguel Sastre, Palma.

Pregunta 65: Mi reverendo Padre: Usted'

en la respuesta 39, hablaba de un San Telmo

cnya fiesta, dijo, se celebraba el 14 de Abril.

Luego de otro, cuya fiesta era el 26 de Fe¬

brero. ¿Por qi^ será que
la fiesta de San Telmo

mi
el

dcíaale2nddearJiounpiopn?e-

N. N. Poní d'Inca

!

\\

.

''

^

Respuesta: Ante todo le diré que, aéí co¬

mo al hablar de San Galo puse una lista de

> Santos que llevaban este nombra,- así al tra¬

tarse de San Telmo 9 Antelmp, además de los historiados, puedo darle noticia de un

tercero: S. Erasmo, de cuya voz se hizo

Sant-Ermo, y más tarde, San Tolmo. Según

no pocos escri ores, dióse el nombre de San

Telmo a San Erasmo, Ooispo de Antioquia,

que sufrió el martirio a principios del siglo

IV en Formia (Italia), donde fué sepultado y

cuyos restos fueron trasladados, más tarde, a

Gaeta. Entre los prodigios obrados en vida

por San Erasmo, cuéntase que pasó el mar

milagrosamente desde Asia a Italia.. Este

hecho, Y la circnnstancia de tener su sepul¬

cro en una ciudad marítima, .rnovió a los

navegantes cristianos a invocarle en las

tempestades y otros peligros del mar y a dar
incluso su nombre a las fosforescencias que

aparecen durante las tempestades en los pa¬

los de las embarcaciones., (Para más de¬

talles ver Los Gremios de Mallorca de nuestro

particular amigo B, Quetglas Qayá, Pbro.

(pag. 150).

\\

Respuesta: ¡No tanto!:.. ¡Ni tan poco[... Hay quien al encontrarse por la calle con el Santo Viático, no da señal alguna de reve¬ rencia,- ni se arrodilla, ni hasta se detiene)
Y eso está muy mal hecho, como está mal
hecho el no hincar ambas rodillas durante
la Elevación en el templo, y al entrar o sa¬ lir de la iglesia donde estuviere expuesto el Santísimo. Pero no háy por qué hacer las de¬
mostraciones de adoracióñ cuando sólo se,
encuentra con alguna representación o sím¬ bolo eucarístico, pues de lo real a lo figura¬ do hay enorpe diferencia,- y en la Hostia Santa está Dios, mientras que en las pintu¬ ras, fotografías o en la pantalla splo hay una imagen del mismo.

Pregunta 69^. Perdone Vd.,. Rdo. Padre,Pero se me ocqrre preguntar: ¿Es válida la Misa oída íntegra en'el cine sonoro de rtuestros días? Un amigo de Miguel, Palma.

Respuesta: La Misa oída em el cine, y perdóneseme la comparación, aprovechará a su espíritu más o menos ío que a su estó¬
mago pudiera apróvecharMa vista de una
mesa bien dispuesta o'una cena bien servida.

¿Se conformaría Vd. con solo vivir délo

que viera comer en "el cine, aunque oyera

perfectamente el tintineo de las copas y el

ruido de los cubiertos?

■,

P. Delgado

^‘

t

í

ctienif matul p/ita caÁa
Ü

Jialtta

c^aLva¿iat

¡Tris... iras...! ¡Tris... Iras...!

IjTn mendigo viejeciío/ de luengas barbas, de mil andrajos, caminaba p®r

blanca y enpolvada carretera. Llevaba a cuestas un tronóo grueso y pesado.

¡Tris... tras.r.! ¡Tris... tras...! -

La voz coral de la cigarra recitaba salmos. El sol de yerano se deshacía en

fuego y en calor. A esas horas, ¿dó va el viejo de luengas barbas, de mil andra¬

jos? Aquella mañana, habíase llegado al bosque, en busca'de leña, y\\a la tarde

fatigado, jadeante, volvía a su pueblecito con el pesado madero al hombro.

Pero, el calor solar es horno qué tosta las carnes y el viejecito... ¡no puede más!

Descarga el tronco de sus espaldas y toma asiento a la vera del camino... AcierJta a pasar un joven que viene de la vecina ciudad de Atenas y lleva

el mismo caminiío dé la aldea del anciano.

-¿Quiéresme ayudar?,-le pregunta éste, enseñándole eí tronco que tenia

echadé a sus pies.

¡

-¡Para las cargas los mulos!-replicó el joven con desdéji. Y siguió de largo...

Caminaba gallardo y presumido, echando ai-aire una copleja de amor, pasando

la mano a cada momento sobre su pelo peinade hacia atrás. A) cabo de llevar

media hora de camino, viérais a nuestro joven correr desbocado, encogido de

temor, descolorido de miedo... ¡Una bandada de osos salvajes salían de un bos¬

que y corrían hacia-él, rugiendo furiosamente y afilando sus' garras! ¿Qué hizo,el

pobrete? Corría por allí un río y arrojóse al agua para librarse de los dientes de

las fieras. La'corriente lo arastró; pero nuestro joven no sabía nadar y áhogósé.

El ancianito de luengas barbas, de mil andrajos, permanecía aun sentado

a.Uí, a la vera del camino, con el tronco echado a sus pie^.

Pasó otro joven, de mirada dulce, de porte sereno.

-¿Quiéresme ayudar?

-¡De mil amores!tresponde el buen chico:-«Haz bien y no mires a quien»-

me decía siempre mi abuelita.

•

,

Gozosó se levantó el viejecito y los dos continuaron la marcha, llevando

ambos a dos a cuestas la carga dél tronco.

¡Tris... tras...! ¡Tris... tras...!

Media hora despüés,' llegaban al bosque de los osos. No tardaron éstos en

aparecer, abriendo-desmesuradamente sus bocachas negras y embistiendo agre¬

sivamente contra los dos transeuntes. ¿Qué hacer? En un santiarr^én, ancianp,
tronco'y joven echáronse d^ golpe al río para librarse de las fieras.,Arrastróos
la corriente. No sabían, tampoco, nadar,- pero, asidos fuertemente al madero, flo¬

taron largo tiempo sobre las aguas hasta que'ganaron la orilla. Así lograron con¬

servar sus vidas gracias al tronco salvador.

/

\\■

A todos, con optimismo,

haz el bien, caro lector,

que a veces el bienhechor

‘/

hácese el bien a sí. misino.

/

>

Pepe

(Especial para «El Heraldo de Cristo»)

NECROLOGIA

Porreras. - En que ponía para que el- canto resultase

el predio Es Tast, muy lucido, costeaba generosamente la
día 3 de.Diciem- cera del altar de la celestial Reina de

bre de 1941, pa¬ las íloreg.'

só a mejor vida,

Nuestro pésame a su familia.

confortado, con.

los santos sacra¬
mentos y la Ben¬ dición Apostóli¬
ca el fervoroso
Terciario de N.
P. San Francisco
y suscriptor nues¬
tro, D. Sebástián Grimalt Manresa, pa¬
dre de once hijos, educados todos en el
santo temor de Dios, eriti·'e los cuales
una va tocada con el purísimo velo de las Hijas de la Caridad, en el Hospital Provincial de Reus. Parece que la Vir¬ gen quiso premiarle su tradicional cos¬ tumbre de presidir el R'osario en fami¬ lia pues^ ya perdida él habla a causa de su última, enfermeda.d, podía aún expresarse normalmenté cuando razaba este devoto ejercicio mariáno.

-

^

^
Arlá.'-A la edad de 17. años, con¬

fortada con los Santos Sacramentos fa¬

lleció, día 4 de

enero, D.“Mag¬
dalen a Ginard

Espinosa. Fer¬ vorosa y anti¬ gua Terciaria
de Ntro. P. S.,
F r a n c i s c o,, mientras su sa¬

lud se lo per?'
mitió/ no d^ó
de asistir a to¬

das las funcio¬

nes de capcter franciscano que se celebraban en nues¬
tro convento.

Nuestro pésame a su familia.

- Con sólo la diferencia de 20 días

Sáníanyí. El 20 d¿ No¬
viembre df'l pa¬
sado año, a la edad de 4Ò años
entregó su alma

de la muerte de, su esposa lena Ginard Es¬
pinosa que ,aca- S '
hamos de recot- !'
dar, bajó al sep u 1 c r o, a la
edad de 81 años

D.® Magda¬

;;

^

'

a Dios, confor- D. A n t o n i o

tado'con los au¬ Cursach Moyá. xilios espiritua¬ Gristiano fervo¬

les, el T)onda-
doso Terciario
D. P e d r o J.

roso, no dejaba
pasar ocasión
de manifestar

RoigVidaT.

s u s cteencias

Por su carácter afable y bondadoso religiosas, so-/

v

era querido de cu,antos tuveiron la di¬
cha de tratarle.
- Siendo Organista de la Parroquia y, además, Depositario del Ayuntamiento,

bretodo durante su última enfermedad, sometiéndose vesignado y alegre a la divina voluntad. Parece que Dios no ba querido que las almas de éstos dos

supo combinar perfectamente sus obli¬ fervorosos cristianos tan unidas duran¬

gaciones de fiel ciudadano con. las de
ejemplar cristiano. Fue déyotísimo de la Virgen y en el

te su vida, estuvieran, ni aunque fuera por poco tiempo, separadas, y juntas
han subido al cielo a recibir- la ebrona

V

mes de- Mayo, además del entusiasind- de los justos.

4

£1 Heraldo de Cristo

Palma. -
•(Moliiiar). - El
25 de Diciem¬
bre de 1,940,
Natividad del
Señor, entre¬
gó sil alma a
Dios a la edad
de 82 añ,os. D." Juana Aña Pellicer Roca, habiendo reci¬ bido los san¬
tos sacramen¬
tos. Alüjer de cristianas costumbres pasó sus últimos
años rezando casi sin cesar el santo ro¬
sario por el eterno di'scanso de sus dos hijos .Tose y .Miguel y su nii'ta Francis¬ ca, que en Ja ílor de la vida durmieron el sueño de la paz. Nuestro pésame a su lamilia en especial a su esposo D. Gab riel Simódieus y ,a su hija Margarita suscriptora de yEl Heraldo de Cristo».
Campos del Puerlo. - Día 16 de Dicicmhre del pasado ano, des])ucs de
brev(‘, eulermedad v hahieudo recibido
los Santos Sacramentos, pasñ a mejor vida la piadosa ' señora D." Rárbara
Obrador Sahl. Durante toda su vida íuc
uua niujei’ ('jemplar que supo hérmauar los deberes de esposa v madre con los de la perfecta ci-istiana, educando a su^ hijos en el santo temor de Dios..

Su misa y Comunión diaria, el sante

Rosario, el Via-Crucis v la Hora Santa

de los jueves constituía para .ella una

obligación ejue no podía dejar de cum¬

plir.

'

I^ertenecía a todas las asociaciones

parroquiales y, de un modo especial se
honraba en ser Terciaria de Ñ. P S .

Francisco, desempeñando fielmente du¬ rante muchos años, el cargo de Maestra
de novicias. Descanse en paz nuestra
llorada y amada hermana en N. P. S. Francisco y consuele Dios a sus fami¬
liares,., de un modo especial ¿(sus acon¬
gojados hijos D. Antonio, Rdo. D. Bar¬ tolomé Pbro. V D.** /Masgarita y a su es¬
poso D. Juan Behnásar, entusiastas v fervorosos Terciarios a quienes acom¬
pañamos en sil justo dolor.

Pollensa.-El 2'? de octubre durmió¬

se dulcemente en el Señor D." Alaría

Pizá, ATla. de Soler de la Plana, sus¬

criptora de nuestra revista. AJujer muy
piadosa, estaba agrupaba a las Confe¬
rencias de-San Vicente, era Presidenta

de las Marías de los Sagrarios^ y del

Consejo directivo de las Madres Gids-

tianas

’/

Era muy devota del Sagrado Corazón
en cuyo honor costealia, todos los anos, unas -tO Horas, en la iglesia de San Jor-
íic de las l inas, de la Caridad.

Njyostro pésaim' a su familia.

Descansen en paz. Amén.

J/ofa de ¡a J^dmtnistración

Estando agolado el núme'ro de «El Heraldo de Cristo»,
correspondiente al mes de diciembre de 1940, rogamos

encarecidamente a nuestros corresponsales que nos reco¬

jan, pagándolos, de entre los suscriptores, cuantos núme-

rós de este mes les sean posibles.

^

I ■

CRÓNICA FRANCISCANA

Movimiento luliano: JtCn la Vigilia de-la su inlluenciaj^explicó toda- la obra orientalista
En. La Porcit^ncula. pióxirna pasada Epi¬ del Bto. desarrollada ante la triple excisión

fanía el lidio. P. M oriental, griega nestoriauá y monoftsita,' con¬

Caldeiitey, T. O R. dió a nuestros colegiales de cluyendo que, a juicio de Lull, había que atri'‘La Porciiíncuí'a una conferencia literario-luliana 'buir al Cisma que todo el mundo conocido no'

navideña, dividida en dos partes: en la primera, confesase la Divinidad de .Icsucristo, ni viviera

déspués de^ subrayar la ya vieja costumbre en en el seno de su Iglesia. • , .

'

España y, singularmente en Mallorca, de repre\\sentar el' Misterio' de Belén, Jeyó algunos frag¬ mentos de un juguete poético de Navidad, origi¬ nal. En la segunda parte puso al Beato Ramón Lull como uno de los probables' precursores de la dramatización' del Misterio de Belén, de\\nues-\\
tros idílicos «Pastorets».

Expusto ampliamente la misión unificadora que,, según el Doctoj; Iluminado, compite a la Sede Rómana, y explicó los fundamentos teológióos que él mismo señalaba. ,
Estudió el sobrenaturalismo ([líe la Iglesia, a' juicio de Lull, debe imprimir a su obra crientalista ante, el Cisma, y, al sac.yr las conclusiones

de su trabajo, alirmó que,|SÍ llatiffol jtudo con¬

En el Colegio Aquellos votos hechos por de La Sapiencia nosotros, en años pasados,
y en estas mismas colum-r lias, de cpié'no se truncaran nunca las con¬
ferencias lulianas iniciadas en buenhora en. este

cluir que'" uno de los mériios relevantes de San
Agustín filé descubrir la presencia y la acción de 'Dios en la Iglesia, así, también, jmede afirmarse
que uno de los méritos del Beato fué hacer vivir la presencia íde la Igleria en el inundo y del Papa

benemérito y" vetustísimo Çolegio de Ntra.jSeño-' ra de La Sapiencia, de Palma, no han sido frus irados, gracias a Dios. El Colegio de La Sapien¬
cia os uno de los centros lulianós vivos en Ma¬

en la Iglesia. El Dr. Garcías fué largamente aplaudido. Presidió el acto el CapitánAienertil de Baleíf-
res, Excrno. Sr. 1). Alfredo Kindelan, admirador

llorca. Dos Son las conferencias lulianas dadas del Beato, semándose a sus lados los MM. litres,

en el pasado mes de enero en dicho Colegio una de las quales vamos « conmemorar brevemente,
dejando Hi segymda para çl próximo número.

Sr, D. Miguel Alcover. A i.-^itador de'"'la Casa. 'Sr. Ortega de la Loreng, ('anóuigo Arcediano,
eliÇoronel de E. M. Sr. Roque Palacios, los Ayit ‘ dantes de S. E., CoKpnel Sr. de |Lacy y Coman¬

dante Sr.. Dezcallar, el e,'(tudioso alemán P. Er-

Conferencia del Rdo. Día 25 del pasado hardo Platzeck (dir pa.so cu Mallorca) O. F. M.

Sr., Dr. Qarcías Palou ; Enero, día en que la y el Sr. Rector del Colegio.

^

Iglesia Mallorquina -

celçlira la,Conversión del Beato, el ya conocido

y joven lulista Rdo. Sr. Dr. D.'HSebastian Gar¬

cías,'ICura-Ecónomo de Campos, y colegial ba-

bitdal del Colegio de La Sapiencia, dió en dicho

centro una conferencia sobre el tema: «Funda¬

mentos •teblógico-dogmáticos de la obra orienta¬

lista realizada por *el Bto. Ramón Lull».' Como

la ingente obra de San Agustín -dijo el confe-

ferenciante-c inspiró a P. Batiffol. un profundo

estudio 'sobre sus fundamentos leológicds, lo

requiere también la vastísima obra orientalistaV

del Beato, de originales líneas misionológicas y

apologéticas.

■

Probó que en el Cisma Oriental, más cjue los
errores dogmáiicos influyeron las ambiciones

políticas de Focio y el ambiente de odio a la

política latina realizada en el Oriente. Y, a la

La fiesta de la Con-v Des|uics de brillante

versión del Beato. NAvena a la que asis¬
tieron los niños y íiiñas de varias escuela^ ohciales y [irivadas, con

sus resqiectivos [irofesoixís y profesoras, celebróse día 25 del pa.sa(jo enero la lic.sta que, como eñ

años pasados, dedican a la Conversión del Beato
el Seminario Conciliar, el Instituto «Ramón Lull»

y la Causa Pía luliana,- en mteítra iglesia de San. F’rancisco. Celebré la Misa Mayor e^j M. 1. Sr.

Ortega de la Lorena, Arcediano, asistiendo en calidad de Diácono y Subdiácono, resijiectiva*-

mente los Rdos. Srés. Payeras,' y .laimie. Cate¬

dráticos del Seminario Conciliar; y d'e Presbítero Asistente el Rdo. Sr. .Aiimrós, Catedrático del

Instituto Ramón Lull.

‘y

luz de este hecho,^explicó por qué son deficipntes^

Se cantó par la Capilla del Seminario alter¬

en Ecleriología los tratados^teológicos del "Bto. nando con el 'puéblo^la misa de Angelis. Asistie

Lull qiie se refieVen a aquella excisión, y aclaró ron ocupando sitios de preferencia nuíridas re.
esta deiiciencia estudiando someramente el am¬ presentacionés'de a Causa PíaiLuliana,/Arqueo '

biente teolpgico y las tendencias especulativas lógica Luliana, los Claustros de CtRedráticos y

de la época'. Expuso la tesis del Beato, sobre la Profesores del Instituto Ramón Lull, del Semina-'

Iglesia, como criterio de verdad en la fe y so'bre
la necesidad de pertenecer a ella como" medio
para\_consçguir la salvación, dando relieve a las
líneas originales del ^utor y concluyendo que los

rio Conciliar, Escuela de Comercio, Escuelas
Normales de Maestros y Maestras, con todos lo* alumnos de dichos centros docentes, a los cuales
sumáronse, adçmqs, los alumnos de otros Cole¬

escritos v la obra científico-apostMica de Ramón
Lull bastan pjira caracterizar el cVisiianismo de la'Edad Media latina. Estudió eí concepto teolo-
«>-ói{ic«-luliano de la Unidad ‘de la Ig^esia, y^ bajo

gios oficiales .y .particulares de la ciudad, con su*
resj^ectivos maestros, y numerósos fiql.esf estando el vasto templo co” pletámente repleto. Predicij el Rdo. Sr. Batió, prdfesor del Seminario,

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