Album luliano de EL HERALDO DE CRISTO N.° 9

('Escultura de Vila^. Cliché donado galantemente a EL HERALDO DE CRISTO por «La Almudaina»

Al conmemorarse el XXV aniversario de la instalación de nuestros religiosos en Cura, no puede menos de ser evocada la figura del Maestro, ilustrado de lo alto
en la augusta montaña de Randa.

AÑO XXX

AGOSTO 1938

Núm. 346

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Año XXX Palma de Mallorca, Agosto 1938

¡A Curo... el 21 de Agosto!

L día 25 del preseníe Agosto se cumplirán 25 años de la instalación de nuestros religiosos en el Santuario de Nira. Sra. de Cura.
Es una fecha que debe conmemorarse. Es preciso celebrar las BODAS D£ PLATA de esa instalación que, en su extrema sencillez, constituye un hecho de trascendencia hisló' rica para el vetusto Santuario.
Y Icómo fue de sencillo y franciscano el acto inaugural! Dos religiosos legos, Fr. Pedro Salas y Fr. Jorge Riutort, subieron al Santuario para formar con el P. Fornés, que se unió a ellos quince días más tarde, la comunidad futura. Les acompañaron aquel día el superior del convento de Lluchmayor, un estudiante del mismo con¬ vento, Y un buen hombre que se había ofrecido para transportar lo
necesario.
Todos se reunieron ante la imagen de Ntra. Sra. de Cura. Las for¬ malidades, necesarias ante los hombres, estaban hechas con anteriori¬
dad: ellos se limitaron a rezar el Te-Deum en acción de gracias y una Salve a la Santísima Virgen, Señora del Santuario^ y, con estas forma¬ lidades ante Dios, la instalación quedó consumada.
N. P. S. Francisco no habría necesitado más.
En modestísimas habitaciones y con pobrísimo ajuar, quedaron en Cura aquel día, 25 de Agosto de 1913, los religiosos fundadores.
¿Verdad que fué sencilla la instalación?

Pero aquel lugar, antes abandonado y solitario, ya no se vió ja¬
más solitario ni abandonado.

Pero aquellas paredes ruinosas que habían contemplado el es¬

plendor del Colegio Luliano, y el bullicio de la Escuela de Gramática,

empezaron a restaurarse en lo posible y pudieron contemplar concur¬

sos de devotos, peregrinaciones numerosas y el ir y venir de los visi¬ tantes, que fueran a pedir o dar gracias a la Virgen de Cura.
La capilla, antes desierta, resonó nuevamente con los cánticos sa¬

grados y con los himnos de las multitudes, evocando ecos de anti¬

guas solemnidades, extinguidas hacía tiempo y constantemente
añoradas.

Así se transformó completamente el modo de ser- del Santuario;

surgiendo de las ruinas nuevas construcciones, y mudándose su letar¬

go en muestras de actividad y manifestaciones de vida,

^

¿Verdad, pues, que la instalación señala una fecha de importan¬

cia histórica para el Santuario?

Celebrémosla, pues, como se merece.

y, a nuestro juicio, para celebrarla como se merece, hemos de
hacer tres cosas:

325

El Heraldo de Cristo

Primera, no perder de vista la franciscana sencillez del acío a con¬
memorar.
Segunda, dar a los distintos números de la fiesta conmemorativa el realce y solemnidad que permiten los medios actuales del Santua¬ rio, para que dicha fiesta sea como el exponente de su situación en
este 25.® aniversario.
Tercera, dejar bien señalados los jalones que indiquen claramen-* le la orientación y significado de la restauración de Cura, para que sepa todo el mundo hasta que punto debe cooperar a tal obra en el
porvenir.
La sencillez es cosa fácil y muy conforme con la austeridad que debe informar en estos tiempos cualesquiera manifestaciones de los
buenos españoles. Para que haya la debida solemnidad y para que la fiesta resulte
verdaderamente popular, en vez de celebrar los actos principales el mismo día 25, que es día laborable, los celebraremos el domingo 21/ dando así lugar a que las gentes de las poblaciones vecinas y lejanas puedan concurrir a ellos. Para el día 25 haremos solamente una con¬
memoración de carácter íntimo.
El programa del día 21 se detallará en los periódicos,” pero, en lí¬ neas generales, podemos anunciar, desde ahora, que comprenderá: una misa cantada, con los mejores elementos musicales de que dispo¬ nemos, y al final de ella un solemnísimo Te-Deum, conmemorando el que rezaron los fundadores.
Por la tarde, después del canto de una Salve, a voces y coro, ten¬ drá lugar la bendición e inauguración de la «Biblioteca Luliana» y «Museo Luliano», que se instalarán en Cura, en lo que fue espaciosa «Aula de Gramática», y que serán como un recuerdo de este 25° ani¬ versario. A continuación se celebrará un acto de homenaje al Beato Ramón Lull, en el que tomarán parte distinguidos lulisias, y que será amenizado con selectos cantos polifónicos por la Capilla de «La Por-
ciúncula».
Estos actos marcarán una de las características de la restauración
de Cura, Deseamos que este lugar vuelva a ser lo que fue para el Bea¬ to Ramón Lull, y lo que fué para sus admiradores. Para el Beato fuá centro de oración y de estudios; para sus seguidores centro de piedad y de estudios lulianos.
En cuanto al primer extremo tenemos el devoto oratorio, tan lle¬ no de recuerdos; para lo segundo la Biblioteca y el museo que se inau¬ gurarán en la fiesta, y el edificio cuya construcción empezará el pró¬
ximo otoño.
¿No merece todo esto el Beato Ramón Lull?
Esperamos la cooperación de lodos; cooperación en libros lulia¬ nos de cualquier clase; en recuerdos lulianos sean los que fueren y,., en pesetas nacionales que son las únicas que tienen valor.
Por la Virgen de Cura y por el Beato Ramón, adelante.
Fr. PEDRO J. CERDÁ, Ministro Provincial

PAZ Y BIEN
El Director, Administrador y redactores de EL HERALDO DE CRISTO besan con santa efusión las manos a los noveles Ministros del Señor, de la Ter¬ cera Orden Regular de San Francisco en Mallorca, P. Jorge Mut y J^ume, P. Francisco Oual Jordá y P. Miguel Rigo Bonet, augurándoles largos años de próspero y fecundo apostolado en la viña del gran Padre de Familias.

El Heraldo de Cristo

3S6

CULTOS LULIANOS EN PALMA

ía tres de julio. Festividad del Bío. Ramón Lull. Con las autoridades al frente, Palma ratificó su amor y devoción al venerable Maestro, Mi¬ sionero y Mártir de Cristo. Desde la Plaza de Gorí a la vetusta igle¬ sia de San Francisco, tallos de mirto aromático. En gran número da balcones de no pocas calles de Palma, desde la de San Miguel hasta
la del Temple, colgaduras y damascos en muchos de los cuales, principalmente en las calles y plazas vecinas a la iglesia de San Francisco, campeaba la imagen del Beato. En los bajos de la Casa Consistorial, expuesto a la devoción del pueblo so¬ bre el rojo de martirio de los damascos, el magno y bello lienzo del ilustre polígra¬ fo mallorquín, dándole escolta de honor los típicos "gigant" y la "giganta". Y otra nota simpática y digna de toda alabanza: todos los diarios de Palma-todos sin ex¬ cepción-ostentaron en sus columnas la estampa del Beato y varios de ellos publi¬ caron bellos y piadosos artículos de circunstancias. Todas las funciones lulianas,
celebradas en la iglesia de San Francisco, se vieron concurridísimas de fieles-eí
templo gótico, grandioso como una catedral estaba materialmente lleno-, y muchos fueron los devotos que fueron a depositar sus súplicas sobre el alabastro de marfil que encierran los despojos gloriosos del Mártir de Bujía, vestido de luces y adorna¬ do de cándidas y encendidas flores como si el enamorado Amigo hubiera lanzado por las abrasadas rendijas de su sepulcro aquel grito vehemente de la enamorada Esposa de los Cantares: «Fortalecedme con flores ... porque languidezco de amor".
Toda la ciudad de Palma se sintió, este día, más mallorquina y más española y, como tal, honró en gran manera la memoria de su Hijo Ilustre, sabio y santo. |¡Muy bien, palmesanos!! Un pueblo que honra a sus héroes y a sus santos se honra a sí mismo. Pero hay que subrayar que, hogaño, parece que el Beato Ramón Lull ha hecho el milagro de atraer hacia sí y hacia su sepulcro a todos los palmesanos.
Todos los actos religiosos, la Novena, el Triduo de Cuarenta Horas-predica¬ do por el Rdo. P. Fr. Bartolomé Nicolau, T. O. R.-la Misa de Comunión General y la Misa Solemne revistieron singular esplendor. Mencionemos en especial los cul¬ tos de la Misa Mayor, costeados por el Excmo. Ayuntamiento de Palma. Fue el ce¬ lebrante el M. I. Sr. D Juan Roíger, Dean y Vicario General de Mallorca; asistido de diácono por el Rdo. Sr. D. Vicente Frau, Cura-Párroco de La Trinidad, de subdiᬠcono por el Rdo. P. Antonio Cañellas, C. M., y de presbítero asistente por el M. Re¬ verendo P Bartolomé Verger, T. O. R., Custodio Provincial.
En el altar mayor, presidió la solemne función el Excmo. y Rvmo. Sr. Ar¬ zobispo-Obispo de Mallorca, acompañado del M. Rdo. P. Fr. Pedro J. Cerdá, T.O.R. Ministro Provincial de los Franciscanos en Mallorca y del M. Rdo. P. Fr. Pablo de Castellón, Vicario Provincial de los Capuchinos en Cataluña.
Ocupaban sitiales de preferencia el almirante Jefe de las fuerzas del Bloqueo, Sr. Moreno, el Comandante Militar, General Cánovas La Cruz, La Corporación Mu¬ nicipal, presidida por el Excmo. Sr Gobernador de Baleares, Sr. Fons, el Jefe Pro¬ vincial de Falange Española Tradicionalista y de las JONS Sr. Boloqui con su se¬ cretario, Sr. Saiz Gralla.
También en lugar preferente asistieron a los solemnes cultos representacio¬ nes de la Causa Pía Luliana, de todos ios Centros Oficiales, del Clausto del Institu¬ to, de las Escuelas de Artes y Oficios y Normal, del Colegio de Ntra. Sra. de La Sa¬ piencia-igualmente había enviado su representación a todos los actos de la Nove¬ na de la mañana, que era recitada por uno de sus alumnos-y de la Sociedad Arqueológica-Luliana.
Ocupó la sagrada cátedra el Rdo. P. Fr. Andrés de Palma, Capuchino. La Capilla Seráfica de La Porciúncula cantó el Kirye, Sanctus, Benedictus, de Réfice; Gloria, de Ugarte,- Credo y Agnus, de Padró; Ofertorio, «Gloriose Confesor Domini», dé Guerrero; y el Himno da Torrandell. Terminada la Misa Mayor, el númeroso público agolpado a las puertas del Templo, tributó una salva de aplausos a las autoridades que con su asistencia ha¬
bían abrillantado el acto.
A todas las dignísimas Autoridades de Mallorca y de Palma, a todos los dia¬ rios de la Capital, a todas las Entidades y Asociaciones e individuos que, ya direc¬ tamente, ya indirectamente, contribuyeron al realce y brillantez de los cultos, mu¬ chas gracias y que el Beato Ramón se lo pague con creces.

327

El Heraldo de Cristo

EL MONTE-

-DE RANDA
I
Bien podemos afirmar que la Virgen Nuestra Señora es montañe¬ sa puesto que ama los montes con predilección y le place estarse en ellos rodeada de soledad, entre el sibilante rumoreo de los pinos, ala densa sombra de negreantes encinas, entre recatadas flores montara¬ ces, acebnches y lentiscos y el humilde bordado de los asfódelos y las estepas en flor.
El monte de Randa tuvo también el insigne privilegio de ser escogido por la Virgen sin mancilla para morada suya, como entes lo escogiera su invicto paladín y dulcísimo enamorado el Beato Ra¬ món Lull para despojarse del hombre viejo y extirpar la antigua le¬ vadura de sus vicios con un régimen de soledad y penitencia y una larga cura de silen¬ cio, Y, así, este monte, por estar aureolado con el doble prestigio de la Virgen y del Beato Ramón Lull, se enrisca por encima de todos los otros montes de Mallorca. La Virgen tiene aquí no uno, sino dos santuarios: el de Nuestra Señora de Gracia a mano derecha en subiendo, a mediados de la montaña, donde sonríe, serena, bajo un escalofrian¬ te dosel de piedra mohosa que pende amenazador sobre el abismo. Y tiene, además, el de Nuestra Señora de Cura, en la altaplanicie, entre bandadas de volatería, en medio de ruinas sollozantes por las cuales pasa ahora un aliento de vida, algo así como aquel "vaticinare de ossibus" del profeta Ezequiel que tornaba el verdor de los años mozos a un campo de huesos áridos y calcinados. Desde aquí se abarca, de un solo golpe, toda la llanura de Mallorca que se tiende suplicante a los pies de la Virgen, y ella, en retorno, bendice y sa¬ zona sus frutos, colma sus trojes, hinche sus lagares, derrama la abundancia y la paz y un¬ ge los rostros con un suave resplandor de alegría. Con motivo de las fiestas ya próximas que se celebrarán este mes en conmemoración de las bodas de plata de la instalación de la Tercera Orden Regular en Cura, me es muy grato subir de nuevo a este sagrado monte hecho para siempre famoso en la historia por la íntima trabazón que tiene con el Beato Ramón Lull penitente y Doctor Iluminado. Por mi parte, yo no sabría decir la placentera emoción que crispa suavemente mis ner¬ vios cada vez que asiento mis plantas por estos parajes tan cargados de historia, tan be¬ llos en su reposo y serenidad, tan entallados en mi memoria y fundidos con mi sangre. ¡Qué alborozo y, al mismo tiempo, qué hechicera melancolía al trepar una vez más por aquellos vericuetos que se yerguen casi verticales por el dorso de la montaña y contemplar, al fon¬ do de estos cinco lustros que han puesto nieve en la cabeza y desengaños en el alma, mis bulliciosos años juveniles algunos de los cuales tienen por escenario este monte, trono de la Virgen y monumento impeceredero que Dios ha levantado al Beato Ramón Lull! Pero, conforme vais subiendo, la figura del santo penitente se os impone con una te¬ nacidad a cada paso más obsesionante y os va absorbiendo la memoria, el entendimiento y la voluntad. Ya prescindís de paisaje, de horizontes, de recuerdos. Ya todo desaparece, le divisáis extático sobre un roquedal con los cabellos flotando al viento, la faz broncea, da por el sol, enjutas las carnes, las manos abiertas en cruz y les ojos mirando al infi*

El Heraldo de Cristo

328

niío. Y vuestro oido interior va recogiendo palabras como estas que no sabéis si os su¬ ben de dentro como una vena que hizo brotar en vuestro interior el amor del santo con¬ templativo o si es que todavía están suspendidas en el ambiente grávido y purísimo de éste Monte Tabor mallorquín donde vibran en silencio.
"¡Oh Amado, todo yo, deseo de tí! Deseo que me requema las entrañas como un hierro candente; deseo voraz como el incendio de un horno de cal; deseo insaciable como el mar, incontenible y agitado como él. Tengo hambre de amor, hambre tan fiera que sola¬ mente puedes saciar tú. Amado, porque eres infinito. Yo quiero, en un abrazo eterno, jun¬ tarme, fundirme contigo, tal como se funden entre sí el agua y el vino, la luz y el calor, la esencia y el existir. Antes, yo me creí enamorado, pero aquello no era amor, que era puro egoísmo: en el fondo, me buscaba a mí y no más. Era aquello carne y podredumbre, fantasmagoría superficial. Quien no te amó no sabe del amor hondo que sacrifica a tus pies la vida como quién te echa una flor. Solamente tú. Amado, sabes inspirar la incan¬ descente y huracanada pasión del amor verdadero que se goza en aniquilarse para que tú te sonrías, complacido. Y si ahora que no puedo adivinarte sino a través de velos, de sombras y de enigmas ya te amo tan sin tasa -y sin medida, hasta el punto de parecerme extraño que mi corazón de carne sea capaz de estos ardores, ¿qué será cuando te vea sin disfraces y pueda lanzarme en tu seno, piélago de amor, de luz, y de belleza? Cuando te contemplo, mi memoria naufraga en tí y me olvido de mi Arte, de mis libros, de mis estu¬ dios, del suplicio de mis ideales. Tú haces que me olvide de todo y, en primer lugar, de mi mismo; pero, a través de tí, todo es tan bello que hasta me amo a mi mismo, tan execra¬ ble como soy a mí corazón. Ignorante, pecador,; abandonado, no sirvo para cosa alguna. Sólo sé amarte. Mas quién ama, sólo amando, lo hace todo, porque el amor es todo." . .

Ya, en esto, hemos ganado la cumbre. Luz, llanura, cielo, mar, horizontes. Un aroma
luliano flota sobre el monte como un incienso sutil. Miráis todas las cosas a través del
amor y todas os parecen bellas, como recién salidas de las manos creadoras. Ensimismados franqueáis el umbral del Santuario. Temblando de emoción, caéis de hinojos ante la Vir¬ gen de Cura, la Virgen del Beato Ramón Lull. Y balbuceáis la Salve como un niño, anuda¬ da la garganta, trabada la lengua y sintiendo en los ojos el empujón de las lágrimas...
Fr. RAFAEL GINARD BAUÇÀ, T.O.R.

Album Luliano de «EL HERALDO DE CRISTO», N.® 10.

Estado actual del Santuario

^OOObOOOOOOOOOOOOOOOOOOOóOOÓOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOÚOOOO^

¡®

NOTÀ DE LA DIRECCIÓN

S2

o

•

1

•

2

o No habiéndonos sido posible, debido a la penuria %

o de papel que padecemos, conmemorar las BODAS g

g DE PLATA de la instalación de nuestros religiosos g

g en Cura con todo el esplendor que quisiéramos, en g

g un número extraordinario de «EL HERALDO DE g

g CRISTO», continuaremos celebrando el fausto acón- g

o tecimiento en sucesivos números de nuestra revista, g

g Cura Y el Bto. Ramón Lull, merecen mucho más. g

o

o

(^ooooooooo©oooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo^^

Cura ha visto días de gran
fervor y exaltación religio¬
sa, Uno de ellos fue en oca¬
sión de la magna Peregrina¬
ción Franciscana celebrada en la cima de la montaña de Randa el año 1928,

TRE ADMIRADOR DE CURA

Dod mum fraflto

DQe Millo de los ejerntos

españoles

Is
lares,
Cura,
^

siendo Comandante Mi

y» después
bellezas, firmó

de
en

haber po el album

del

El Heraldo de Cristo

332

= DmptQóión (Iq un ifetetano
S&peUán de La -(itntada.
En recientes tratados sobre la ingente labor que la Escuadra Nacional viene realizan¬ do, desde hace dos años, se hace constar que la indisciplina e inmoralidad reinantes en los barcos de Guerra, durante los últimos años que precedieron al Movimiento Nacio¬ nal, motivaron la lamentable deserción de aquellos, con los consiguientes hechos de van¬ dalismo que todos conocemos y anatematizamos.
Bien persuadidos de esta triste verdad debían estarlo, también, los pocos, pero deci¬ didos, Jefes que, desde el primer día del Movimiento, concibieron la genial aventura de convertir en Flota Nacional la chafarra que los Gobiernos de la República habían puesto a disposición del primer postor, porque todos sus cuidados y desvelos se dirigieron a formar, antes que nada, dotaciones selectas, imbuidos del espíritu que las Ordenanzas de
Carlos III conservan tan puro.
A los que nos ha cabido la dicha de convivir con esos Jefes, desde aquel día memo¬ rable en que nuestras unidades de guerra abandonaban los diques del Arsenal del Ferrol, para lanzarse rumbo al Cantábrico, hemos podido observar, con asombro y orgullo a la vez, esa labor ascética, como la llamó Fernán, dirigida toda ella a restaurar en la nueva ar¬ mada la disciplina y la moralidad.
Los buques de Guerra, fueron, desde entonces, además de eso. Universidades glorio¬ sas, donde esos, heróicos Jefes que habían jurado dar a España la mejor marina del mun¬ do, reúnen todas las tardes, en torno suyo, a sus voluntarios marinos en los sollados, ele¬ vados desde entonces a la categoría de aulas, y, allí, en conferencias bien meditadas y mejor dichas,- se exponía la doctrina sana contenida en las ya citadas Ordenanzas. ¡Cuán¬ tas veces, oyéndolas, recordábamos el sermón de la Montaña!
A los pocos días de iniciarse este sistema de educación, tenía España barcos con
honra.
Pero nótese que la palabra del Profesor iba siempre acompañada del ejemplo. No era sólo en el aula donde este quería verse rodeado de sus marineros. A la hora de distribuir el rancho era muy frecuente ver a esos Jefes, sentados en medio de ellos, sirviéndose de la misma gaveta de sus subordinados, y terciando con gracia y sencillez en sus juveniles conversaciones. Igual proceder observaban durante sus juegos sobre cubierta y en cuantas ocasiones se ofrecía de confraternizar con clases y marinería.
¿Que tenía de extraño, ante el proceder de los de arriba, el que más de sesenta fogo¬ neros sacados pistola en mano del Plus Ulfra, donde se encontraban sometidos a sumario, fueran poco a poco, entrando por el pórtico de la gloria, que corazones generosos y pa¬ triotas les franqueaban con su palabra y ejemplo?
Día llegará en que, terminada la ruda campaña, escritores de nota harán resaltar en sus publicaciones, la heróica gesta de nuestra Marina Nacional, en el Cantábrico y en el Mediterráneo, pero, al cantarla, no podrán omitir este detalle importantísimo de la discipli¬ na y moralidad, pilares en que se apoya aquella.
Cuando días pasados, el Caudillo habló por primera vez a las dotaciones en Vinaroz, los Marinos ascetas encontraron, seguramente, en sus palabras, la mejor recompensa a su callada labor, ya que, como el joven de que nos habla el Evangelio, pudieron repetir: Todo eso lo hemos cumplido desde que se nos encomendó el mando de los barcos.
P. JUAN LESTÓN

A/ota5
Çtàjjicaò
En ia Fiesta del Catecismo de San Francisco
Instantánea del precioso melodrama «La Gruta de Lourdes», representado en el salón de la J. S. de Palma por las niñas, verdaderas artistas, María Munar, Paqui¬ ta Pont, Antonia Ballés, Magdalena Salom, Josefa Fuster, María Valls, Catalina Torres, María-Luisa Font, Esperanza Más, Catalina Palou y Antonia de Rozas. Otras pequeñas artistas representaron con gran primor «La Ronda de los pajari¬ tos», «La Flor más querida», «La Princesa de las rosas», mereciendo calurosos aplausos del público que llenaba completamente la espaciosa sala.
(De izquierda a de¬ recha)
La graciosa niña Margarita Salvé Vi¬ dal que recibió, por primera vez, a Jesús Sacramentado, día 5 de Junio, en el ora¬ torio de las Religio¬ sas Franciscanas de Sant Francesc (Aranjassa)
La angelical niña
Catalina Tomás Ji¬ ménez Salvé en el día de su Primera
Comunión, recibida
de manos del M. Rdo. P. Pedro J. Cer-
dé, Mtro. Provincial, en la Capilla de San
Antonio de Padua
de nuestra iglesia de
San Francisco de Palma.

DIRECTORIO DEL TERCIARIO

TESOROS ESPIRITUALES- AGOSTO

" DIAS Ï

FESTIVIDADES

E INDULGENCIAS

2 Ntra. Señora de les Angeles.

I.P.

4' Santo Domingo de Guzmán, Fundador.

I.P.

7 Btos. Agatángelo y Casiano, Mártires de la

1.® Orden.

I. P.

■ • P. significa; Indul¬

gencia Plenaria.

'

.■:9 S. Juan M.® Vianney, Confesor de la 3.® Or¬

den.

I. P.

A. G. significa; Abso¬
lución General.

>12 La Seráfica Madre Sta. Clara de Asís, Funda¬

dora de la 2.® Orden.

1. P. A.G.

15 La Asunción de Ntra. Señora.

I. P. A.G.

16 S. Joaquín, Padre de la Virgen María.

I. P.

17 S. Roque, Confesor de la 3.® Orden,

1. P.

'19 S. Luis, Obispo de Tolosa, de la 1.® Orden

I. P.

Sepbre. (Resumen) Indulgencia Plenaria; Días 4, 8, 15, 17, 18, 24, 25, 26.

22 Las siete Alegrías de la Virgen.

I.P. A.G.

25 S. Luís, Rey de Francia, Patrono de la 3.® Or¬

den, o durante la Octava.

I. P. A.G.

Absolución General:

26 Bto. Bernardo de Ofida, Confesor de la 1.®

Días 8 Y 17.

Orden.

I. P.

NOVENA al Bfo. Ramón Lull.
i 15 CÉNTIMOS!
Pedidla en las Libre¬
rías Católicas y en la
administración de
"El Heraldo de Cristo"
PALMA

Los santos son nuestros intercesores ante el
trono del Altísimo. Tú eres español; tú eres mallorquín: ¿quién, pues, mejor que el bien¬ aventurado Mártir Ramón Lull, gloria de Espa¬ ña y lumbrera del cielo de Mallorca, puede abogar por tu causa, cerca de la majestad de
Dios? Invócale en todas tus necesidades. ©
«EL HERALDO DE CRISTO», deseando fomen¬ tar el culto y devoción al Bto. Ramón Lull, Ter¬ ciario de S. Francisco, ha dado a la luz pública una Novena en su honor, que, por su brevedad, llaneza y modicísimo precio, está al alcance de todos los fieles, hasta los más humildes © Cuando anheles una gracia del Señor, empieza una novena al Bto. Ramón Lull, a ser posible en las venerables gradas de su sepulcro glo¬ rioso, y no serás defraudado. © Terciario mallorquín; propaga la devoción al gran polí¬ grafo e ínclito Misionero y Mártir de Jesucristo, y merecerás bien de la Religión, de la Patria y de la Cultura © Bto. Ramón Lull, ruega por
nosotros.

335

El Heraldo de Cristo

NECROLOGIA

Caimari.— Día
10 del pasado mayo, durmió¬ se en la paz del
Señor nuestro
antiguosuscrip-
tor D. Juan Se¬
guí, a la edad
de 92 años. Du¬
rante toda su
vida y en espe¬ cial en sus pos¬
treros años, fué
modelo de pa¬
ciencia y sacri¬ ficio, tolerando
con resignación los muchos sufrimientos y achaques con que Dios se dignó visitarle.
Educó cristianamente a sus hijos e hizo de su casa un modelo de hogares cristianos. Reciba su familia nuestro más sentido pésame.
Muro. — Día
4 del pasado mes de junio,
durmióse en
la paz del Se¬ ñor, después de larga do¬ lencia, sufrida
con cristiana
resi g nación,
el fervoroso
cristiano y
suscriptor de
El Heraldo
DE Cristo, D. Miguel Florit Ordinas, a la edad de 57 años, f ué el finado muy devoto de N. P. S. Francisco y todo un patriota. Reciba su familia, nuestro pésame.
Buñola. — Día
30 del pasado abril, fiesta de
Santa Catalina
de Siena, en¬ tregó su alma a Dios, después
de muy penosa enfermedad to¬
lerada con gran
resignad ó n cristiana, la Ter¬
ciaria de N.P.S. Francisco D.^
María Bujosa
Font. La finada
era muy devota de la práctica del Vía-Crucis, y
del Santísimo Sacramento.
Nuestro más sentido pésame a su familia.

Son Garrió.—
En la nochedel
jueves al Vier¬
nes Santo pró¬ ximo pasado, cayó gloriosa¬
mente en los
campos de ba¬ talla el joven sargento habi¬
litado D. Mateo
Durán Ferrer de
24 años de
edad. Hijo de padres muy ca¬ tólicos y fervo¬ rosos, aprendió de ellos a amar y defender la religión, base del orden y de la paz social. Incorporado al glorioso ejército español, su fe y patriotismo le indujeron a ofrecerse como voluntario para ir at frente de batalla, en donde
encontró la muerte de los héroes.
Reciban sus afligidos padres y hermanas nues¬
tra condolencia.

Manacor.— Día 17 del pasado febrero, bajo al
sepulcro la fervorosa Terciaria de N. P. S. Fran¬
cisco y suscriptora de El HERALDO DE CRISTO, D.^ Antonia Forteza Picó, a la edad de 34 años.
Se distinguía por su acendrada piedad, pues,
a pesar de estar muy ocupada, todos los días oía la santa misa y, casi diariamente, comulga¬ ba. Cumplió muy bien el cargo de Presidenta de Terciarios, por espacio de muchos años. Enviamos nuestro pésame a su desconsolada
familia.

Petra. —Día 4 del pasado mes de marzo, dur¬ mióse dulcemente en el Señor, a los 75 años
de edad, D. Bernardo Vidal Magraner. Padre
de numerosa

familia, legó a
sus hijos como la más precia¬
da herencia

sólida y cristia¬
na educación.

Terciario de N.

P. San Francis¬

co, profesaba
muy tierna de¬
voción al Po-

brecillo de Asís

y sentía singu¬
lar afecto por
los Religiosos
Francicanos de

Mallorca y por

todo lo que sabía a franciscano. ¡Dios le haya

recibido a su eterna glorial

,

Nuestro pésame a sus hijos, ausentes y pre¬

sentes, y demás familia, en particular a los

Rdos. P.P. Fr. Juan y Fr. Miguel Caldentey Vidal,

T.O.R., sobrinos del difunto.

El Heraldo de Crisío

336

CRONICA FRANCISCANA

La fiesta del Después de solemnísi-

Bto. Ramón Lull ï’f'® Novena, día 3 del

en Randa.

celebró¬

se, con gran brillan¬

tez Y mayor solemni¬ dad que en años anteriores, la fiesta del Bío.
Ramón Lull.

En la Comunión general tomaron parte
casi todos los fieles de Randa y numeroso
fué, también, el gentío que asistió a la Misa
Solemne, Fué el celebrante el Rdo. P’ So¬

cías G. M., Superior de La Misión de Palma, asistido por el Rdo. Sr. D. Sebastián Guasp, Cara - Ecónomo de Randa y por el Rdo. Fr. Antonio Ferrer, T, O. R., de la residencia de Cura, como diácono y subdiácono, res¬
pectivamente. Tejió bellísimo panegírico del Mártir de Bujía y Terciario de S. Fran¬
cisco, el Rdo. P Casoar Munar, S. S. C. G.
La escolania de los PP. Franciscanos de

Lluchmayor interpretó, muy ajustadamente, la Misa del maestro Ribera, a tres voces.
Por la tarde, después de solemnes Vis-

peras y conclusión de la Novena, se efec¬ tuó la tradicional procesión por las calles
de Randa, cuyas casas aparecieron adorna¬ das con damascos, mirto y verde follaje, os¬

tentando, en lugar preferente, todas ellas la Imagen del Beato.

Seguidamente tuvo lugar en la plaza de la iglesia, magníficamente adornada, el anunciado acto de propaganda luliana. Pre¬ sidían el acto juntamente con el Muy Rdo.
P. Provincial de los Franciscanos las autori¬

dades civiles Y militares de Algaida y dis¬ tintas personas eclesiásticas. Después , de breves palabras de salutación del Sr. Ecó¬ nomo de Randa, y lectura de una preciosísi¬
ma carta de adhesión al acto del Rdo. Sr.

Cura-Ecónomo de Sant Jordi, dirigió la pa¬
labra al público, que llenaba totalmente la plaza, el Rdo. P. Gaspar Munar. Hizo un gracioso recorrido histórico del pueblo de
Randa en sus relaciones con el Bto. Ramón

Lull. Deleitó grandemente al auditorio y acabó su parlamento alabando el hermoso
hecho de tener todos los fieles de Randa la

imagen del Beato en casa, exhortando enca¬
recidamente a los randinos a que se enco¬
mienden Y recen al Mártir de Bujía, en
todas sus necesidades.

Habló, a continuación el lulista Rdo. P. Andrés de Palma, Capuchino. Realzó la gran
figura del Bto. Ramón en el orden jurídico e invitó a todos los fieles a que contribuyan
con sus oraciones y demás actos religiosos
a la pronta glorificación del Bienaventurado Maestro y Mártir de Cristo.
Cerró el acto el M. Rdo. P. Fr. Pedro J.

Cerdá, Provincial de los Franciscanos. Re¬
cogió algunas ideas de los anteriores ora¬ dores, haciendo hincapié en ellas, siempre

Y en vista a la consecución de la canoniza¬
ción del Beato. Ofreció todo su apoyo y
ayuda y el de sus subordinados al Rdo. P. Andrés de Palma, en la labor de investiga¬ ción luliana, principalmente en lo concer¬
niente al martirio del ilustre Misionero y manifestó sus anhelos vehementes de que
se llevara a cabo la tan suspirada edición crítica de las obras del gran Polígrafo ma¬
llorquín. Todos los oradores fueron muy aplau¬
didos. La escolania del convento de San
Buenaventura de Lluchmayor, juntamente con el pueblo, amenizó el acto con cánticos
lulianos.
Contribuyeron a dar mayor realce a la fiesta las numerosas representaciones que subieran al risueño pueblecito de Randa, desde Algaida, Lluchmayor y Palma.

Fiesfa del Cafe- El domingo día 10 del

cismo de San

®

®

próximo pasado ines
julio, en el salon
de la Juventud Seráfi¬

ca, efectuóse la repar¬
tición de premios a los niños y niñas que han frecuentado, durante el II año triunfal,

el catecismo, en nuestra iglesia de San Francisco de Palma, los domingos y días
festivos.

Presidieron el acto el M. Rdo. P. Pe¬

dro J. Cerdá, Ministro Provincial, el P.

Director y las Catequistas, señoritas Antonia Y Francisca Cerdá, Paquita Font, Juana Ar¬ nau, Antonia Oliver, y Coloma Ripoll.
Después de sentido discurso del M. R. P. Provincial, se procedió a la repartición de
premios, quedando todos los niños muy con¬ tentos Y satisfechos y animados para reanu¬ dar por septiembre las clases de Catecismo.
Por la tarde, en el mismo salón de la J. S.,
se celebró una velada, obsequio a los biene-
chores del Catecismo y a los padres de los

Nuevos £1 10 del pasado mes
sacerdotes de julio, en la iglesia
de La Real, recibieron
el presbiterado de manos del Exmo. y Rvmo. Obispo de Vich, P. Juan Perelló M. M. S. S.
C. C. nuestros hermanos en S. Francisco P.
Jorge Mut y Jaume, de Lloseta, P. Francisco Gual. Jordá, de María de la Salud, y P. Mi¬ guel Rigo Bonet, de Manacor.
Los tres nuevos levitas celebraron su
primera Misa Selemne en la Capilla del Colegio de la Porciúncula los días 17, 18 y 23, respectivamente, del mismo mes, entre el gozo de sus familiares y hermanos en re¬
ligión. Para ellos y sus familias, nuestra más cor¬
dial felicitación.

VELADAS ESCOLARES

Medallas y Cruces de la Guerra
(Cuadros históricos de la Cruzada Española)

IV
La muerte del Héroe
PERSONAJES
JOAQUIN Y
FRANCISCO, enfermeros.
ISIDRO y
PEPIN, padre y hermaniío respectiva-
menle de
CARLOS, herido de guerra.
Una salita del hospital con una ventana y dos puertas laterales. Al
fondo, un crucifijo y la imagen del Caudillo, y, a la ventana, el asta que sostiene la bandera española. Sillo¬ nes y un sofá.
ESCENA PRIMERA
JOAQUIN y FRANCISCO
JOAQUIN
-Créeme, Francisco: este hospital es una escuela de dolor y de heroísmo.
FRANCISCO
-Y de santidad.
JOAQUIN
-Cada día vemos escenas a cual más su*
blimes. ¿Sabes que le dijo un capitán heri¬ do a un Sr. Obispo que visitó, ayer, a los enfermos? Estas mismísimas palabras: -Yo le pedía al Corazón de Jesús que me hicie¬ ra sufrir para la salvación de España, y, una mañana, sentía tan claramente que mi Jesús iba a recoger mis anhelos que le dije al P. Capellán: -Padre; hoy me toca.. Aquella tarde, después de un día de dura lucha, una bala roja me atravesaba el pecho... No me mató; pero me ha dejado unos dolores en todo el cuerpo y una inmobilidad, aquí, en la cama... ¡Ya cinco meses!, ¡que duelen
más...! Me vienen impaciencias para po¬
nerme bueno, para volverme al frente, pero,

como aquí sufro más... - Ahí, en esta camareplicó el Señor Obispo-, España y usted ganan y triunfan más... (1) Y, al salir del hospital, me dice el bondadoso Prelado;Eso sí que es táctica militar a lo divino. Un Cid sobre su Babieca, al frente de sus mes¬ nadas, entrando a sangre y fuego en las fi¬ las enemigas, es un gran Campeador, según la táctica terrena. Aquel Capitán sobre su cama de hospital, ofreciendo, contento, sus cinco meses de dolores y de ansias refrena¬ das de luchar por la redención de su Patria, aparece a mis ojos más Campeador aún, se¬ gún la táctica divina.
FRANCISCO
-jY a fe mía que las madres españolas no andan en zaga! Recuerda el gesto subli¬ me de aquella madre navarra que, junta¬ mente con un hijo suyo de quince años, ve morir a otro hijo de sus entrañas, un requeté, herido mortalmente en el mismo comba¬ te en que ya había caído su padre. ¿Qué hace ella? Cuando ve que el hijo amoroso ha exhalado el último suspiro, coge una ca¬ rabina que había en un rincón de la estan¬ cia, arranca la boina roja que el requetó di¬ funto apretaba, con manos crispadas, contra su corazón, y después, volviéndose al chico de quince años, el único sostén que le que¬ daba, loca su cabeza con la boina sagrada, pone en sus manos el fusil, y, sin derramar ni una lágrima, le dice aquella mujer fuerte: -Ahora te toca a tí, hijito mío; sé digno dé tu padre y de tu hermano, y valiente y he¬
roico como un navarro.
JOAQUIN
-¡Las mujeres de Navarra! Tienen sangre de espartanas y son la levadura de la mu¬ jer española. (Pausa).
FRANCISCO
-Escucha, Joaquín; ¿cómo está Carlos, el muchacho cuyas virtudes y valor me pon¬ deraste tanto, ayer? No sé por qué me in¬
teresa mucho su estado de salud. Le he co¬ brado mucho cariño.
JOAQUIN
-Está perdido. Lo han desahuciado los médicos, y, más pronto o más tarde, según tengo entendido, cerrará los ojos a la luz de esta vida. Sin embargo conserva en per¬ fecta lucidez sus facultades mentales, y reza,

El Heraldo de Cristo

238

Y canta, y charla, lo mismo que si estuviera en las trincheras. ¡Pobrecito! ¡Tan bueno y
tan simpátioc y, sobre todo, tan valiente! Bajará al sepulcro, víctima de su heroísmo. Sábete, pues, que el enemigo había coloca¬ do una bandera roja a quince metros de nuestras posiciones. Lo ve Cárlos y, casi a hurtadillas, arrastrándose por el suelo, con peligro de caer a cada paso bajo el plomo enemigo, se apodera de aquel trapo que era un baldón para nuestros soldados y, pega¬ do a la tierra, sigilosamente, deshace otra vez el camino andado, con tan mala fortuna
que una bala, demasiado precipitada, de los nuestros le hiere en una pierna,- se compli¬ ca la herida, y ahí le tienes, tumbado en un catre, fundiéndose en místicos coloquios con Nuestro Señor y la Virgen del Pilar, aguardando - mejor dicho anhelando la visita del eterno Juez, que sabrá premiarle sus virtudes de cristiano y sus proezas de soldado. ¡Parece un Santo! Figúrate que,
después que el Padre le hubo narrado el
martirio de los Franciscanos de Fuente-
Ovejuna, lleno de santo entusiasmo, y ar¬ diendo en celo por la Religión, prorrumpió en vivas atronadores a Cristo-Rey y a Espa¬ ña y. . ¡nada!, una alarma más que regular
entre los enfermos.

y le sacaron un ojo, y seguía todavía; ¡Viva Cristo Rey! Le sacaron el otro ojo, y, a ca¬ da nueva perrería, gritaba, siempre con más fe y valor; ¡Viva Cristo Rey! Le dieron un tiro en una pierna, y siempre repetía el fraile lo mismo; ¡Viva Cristo Rey! Diéronle otio tiro en la otra pierna y, no pudiendo ya más, se desmayó. Hicieron aquellos energúmenos por reanimarle, y, cuando lo consiguieron, le cortaron la lengua.
FRANCISCO
-¡Diablos!
JOAQUIN
-Y el fraile, en la agonía, casi ya sin co¬ nocimiento, entreabría la boca, dando a entender aún el grito de: ¡Viva Cristo Reyl Finalmente lo remataron a culetazos, y, con unas parihuelas, lo llevaron al cementerio,
en donde lo ente reron al lado de sus com¬
pañeros de martirio, a'gunos de los cuales fueron sacrificados en la cárcel de Azuaga y los demás en la misma puerta del cemen¬ terio. (2)
FRANCISCO

FRANCISCO
-¿Los mártires da Fuente-Ovejuna? JOAQUIN
-Pues, ¿no sabes tú su glorioso maríi-
lio?

-¡Santos Mártires de Fuente-Ovejuna, rogad por nosotros! (Acenics de una campanilie, cada vez más cercanos).
JOAQUIN
-¡Alabado sea el Santísimo Sacramento!

FRANCISCO

FRANCISCO

-No me habían hablado de ello.

-¿Un viático?

JOAQUIN

JOAQUIN

-Bien vale la pena de decírtelo; A todos los frailes franciscanos de Fuente-Ovejuna
les dieron palizas enormes, para que grita¬ sen: ¡Viva el comunismo libertario!, grito que no fué dado. Como viesen que, entre todos ellos, se destacaba, por su valor y su fe en el ideal, el Guardián-P Félix Echeva¬ rría-, sobre éste recayeron las mayores monstruosidades de los rojos.
FRANCISCO
-jCanalias!
JOAQUIN
-Le cortaron una oreja, y le dijeron que, si giitaba; ¡Viva el comunismo libertario!,
no le maltratarían más. A esto contestó el
fraile con un grito de: ¡Viva Cristo Rey! Des¬ pués de pinchazos en todo el cuerpo, le cor¬ taron la otra oreja, y seguía el fraile gritan¬ do ¡Viva Cristo Rey! Le pegaron otra paliza

-No sé. Sí que te diré que, siendo hoy primer viernes de mes, algunos heridos de guerra, entre ellos Carlos, habían manifes¬ tado deseos muy vehementes de recibir la Sagrada Hostia.
FRANCISCO
-¿Están enterados Ibs padres de Carlos
del curso de su enfermedad?
JOAQUIN
-Es huérfano de madre el pobrecito. Mas ama con delirio a su padre y a su hermanito Pepín, los dos únicos seres que le quedan en este mundo.
FRANCISCO
-¿Y se alistó como voluntario en el ejército?

239

El Heraldo de Cristo

JOAQUIN
-¡A los diecisiete años, no cumplidos! Una sola cosa le perturba la paz de su alma, arrancándole dolorosos quejidos, y es el re¬ cuerdo de los suyos - ¡Padre mío!, ¡Pepín,
hermanito mío! - exclama Se les cursó un
telegrama, notificándoles el estado de gra¬ vedad de su Garlitos y los anhelos que sen¬ tía de verles; y es muy probable que muy pronto lleguen al hospital, para verle vivo o muerto... (Algunos cempanillazos más fuertes). ¡Pasa el Santísimo! Acompañémosle... (-Am¬ bos se levantan y desaparecen, reverentes. Oyese, luego, el canto del Himno nacional de los Con¬ gresos Eucarislicos, formando dulce concierto, que va perdiéndose lenfamenfe...):
«Cantemos al Amor de los Amores,
cantemos al Señor.
Dios está aquí. Venid adoradores, adoremos
a Cristo Redentor...»

preciso resignarse! Garlitos va a morir esta vez. La maldita gangrena... la debilidad del corazón... la fiebre muy subida... todo un
cúmulo de enfermedades malas se han ce¬
bado en su carne de héroe y mártir de la Patria... Recemos por él...: Padre nuestro que
estás en los cielos...
ESCENA TERCERA
Dichos y CARLOS
(Rumores de pasos graves, y ayes lastimeros. (Entra Carlos, rendido en un sillón rodado, que mueven pausadamente dos enfermeros. Su pa¬ dre y Pepín se abalanzan sobre él y le abrazan llorando).
ISIDRO
-¡Garlitos, hijo de mi alma!

ESCENA SEGUNDA

PEPIN

ISIDRO, padre de Carlos y PEPIN.
ISIDRO
(Suspirando;) -¡Hijo mío, hijo de mi cora¬ zón! ¿qué voy a hacer sin ti? Primero mi adorada esposa y, ahora, mi hijo Garlos. ¡Dios mío! Ten compasión de un padre in¬ feliz que va a perder al hijo de sus amores.
PEPIN
(Impaciente)-. -Padre mío; ¿veremos a Gar¬
litos?
ISIDRO
-Sí, hijo mío... pero, ten paciencia...
ahora lo llevarán... Nos ha dicho el enfer¬
mero que aguardáramos, aquí, y lo vería¬ mos, por última vez... vamos, por última vez, no, porque, por ventura... si Dios quie¬ re... podrá reponerse de su herida... y qui¬ zás... ¡hágalo Dios! se pondrá bien de salud y volveremos a gozar de su cara morena, sus ojos azules, su frente buena... Pero... ¿sa¬ bes?... tiene la pierna hecha un ovillo...
PEPIN
-¡Bah! Al hijo del tío Telmo le cortaron, en el hospital, ambas piernas, y todavía an¬ da tan tranquilo, por esos mundos de Dios, caminando sobre dos troncos largos, como
dos zancos.

-¡Garlitos, hermanito mío!
CARLOS
(Con voz entrecortada por la emoción): -¡Pa¬ dre mío! ¡Hermanito mío! ¡Bendito sea el Se¬ ñor que ha colmado todos mis deseos! Po¬ cos días me quedan de vida, en este valle de lágrimas... pero... os he visto, os he abra¬
zado... moriré contento. Dios me llama a la
celestial Jerusalén, en donde veré a mi ado¬ rada madre y, dándole un apretado abrazo, le diré: -Papá y Pepín, siguen bien, y te mandan mil besos... Vi a España en peligro de perder su fe, su tradición y sus glorias seculares y corrí a defenderla... Con mi san¬ gre generosa rescaté algunos palmos del suelo patrio... Confesé públicamente la fe que me enseñaste y ofrecí toda mi sangre para el restablecimiento del reinado social de Cristo-Rey en España... Soy tu hijo, dig¬ no de ti .. (Pausa). ¡Llevadme la bandera es¬ pañola! ¡La bandera del Sagrado Corazón de Jesús! (Uno de los enfermeros va a recogerla y la
extiende sobre las rodillas del enfermo. Lloran el
padre y el hermano de Carlos y los dos enferme¬ ros guardan religioso silencio.) ¡Bandera roja y gualda! ¡Sangre divina, trigo sagrado! ¡Co¬ lores de la Eucaristía, que, juntamente con la Inmaculada, forman los amores de Espa¬ ña! Sobre este estandarte glorioso y sagra¬ do como un altar, deposito. Señor, mi ple¬ garia:
(Concluirá).

ISIDRO

(Besándole en la frente)-. -No, Pepín: ¡es (Especial para «EL HERALDO DE CRISTO»).

agina

í

AMADLA...
o
¿Por qué debéis amar a la Virgen? Oid. Un día estaba rezando ante una imagen de María, San Alonso Rodríguez, Ya era viejeciío, y se pasaba largas horas a los pies de la Madre de Dios. A veces, se ponía a llorar, como un niño,a veces sonreía, como un ángel. ¿Tenía una pena? A la Virgen con su pena. ¿Tenía una alegría? A contar a la Vir¬ gen su alegría. ¿Le tentaban los demonios? A la Virgen, a pedirle ayuda.
En aquel día, le estaba diciendo a María, que la quería mucho, muchísimo, con toda su alma, con todo su corazón. Y le parecía al santo viejo que la Virgen le sonreía bonda¬ dosamente. Al fin, oyó o le pareció oir en lo más hondo de su alma, una voz que le decía:
-Alfonso ¿cuánto me amas? Y el bueno del viejo le contestó: ^ -Mira. Madre mía del cielo, te amo tanto, tanto, que es imposible que tú me puedas amar tonto como yo te amo. Esto oyendo la Virgen, levanta la mano amorosa, y le da un golpecito en la cara y le dice*. -Calla, calla, Alfonso... ¿qué estás diciendo? Yo te amo a ti inmensamente más de lo que tú me puedas amar
a mí.

¿Lo'Ihabéis oído? Amadla, pues, de corazón. Nunca os olvidéis de ella. Invocadla, honradla mucho, rezadle mu¬ cho, y nunca, nunca, la ofendáis.

Mi golosina
Dulces son los caramelos dulce es también el turrón;
pero es aún mucho más dulce el Sagrado Corazón.
Isabel Llompart
Selva

Concurso de 1938

(Continuación)

41.

Metátesis.

# o - X pariente

• 0 -|- X - en las casas
(Sustituye los signos por letras.)
42. ¿Cuál es el animal cuyas tres cuartas partes son oro?

Problema.

D□□
□A□
□a□

A es una plaza iluminada con ocho farolas, cada una
de cuatro luces,- de modo que
son 32 luces y resultan doce en cada lado. Hay que cam¬
biar estas farolas por otras
ocho que se pondrán en el mismo sitio, y han de ser ta¬ les que resulten 12 luces más,
pero sin aumentar el número de luces que hay en cada lado. ¿Como lo haremos?

38.

Anagrama

(Habiendo salido con algunas equivocaciones en el número pasa¬ do, lo insertamos otra vez).

0 O X ? X enredo.

? X o 0 X n. de mujer.

? X 0 X o extinguir.
Sustituye los signos por letras.

Soluciones al mes de Mayo
30. El Diario.
51. Mancor. (Man-a-cor).
32. En que usan Medias y
no calcetines.
33. El Sagrario, porque allí
encontramos cuanto ne¬
cesitamos para nuestra
vida espiritual.
34. No hagas a otro lo que no quieres que te hagan
a ti.
35. Félix, Trinidad, Efren, Luis, Pentecostés, Mar¬ garita, Corpus, Pedro y Pablo, Basilio, Antonio, Salustiano, Corazón, La¬
dislao.
NOTA.-Este último acertijo sa¬ lió con una equivocación en la se¬ gunda A.
Números obtenidos
Juan Bonaíé - 5. Francisca Fuster - 5. Francisco Siljar - S. Estanislao - 5. Pelayo - 5. Pedro Bastard — 5. Antonio Caldentey - 4. Isabel Llompart - 3 .

341

El Heraldo de Cristo

Nuestra Correspondencia
Juan Bonafé, Biniamar.-iQuá malicioso eres, Juaniío! No era, no, para lavarte la cara. ¡Y qué genio que tienes! De manera que tendría yo que venir, cada mes, a repartirte las hojitas. Al fin y al cabo me gustaría, pues así tendría
ecasión de verte y conocer¬
te. ¡Lo deseo tanto!
Calalina Caldeniey, Ariany.-
No has acertado un nombre
del acertijo 35. Eso quiere decir que lo haces muy bien, pues estaba equivocado. ¿Dijiste a Antonio lo que te encargué? Dale un tirón de orejas de mi parte.

drá emprender otra opera¬ ción de envergadura para hacer nuevas conquistas. Por esto procura que tus her¬ mosas poesías sean cortitas.
Saludos a tus hermanitos.
Pelayo, Buñola.-¿Otra his¬
torieta? Veremos. Tenemos
una cortita pero muy intere¬
sante. Su título es: Juana y
sus amigos los garitos. Se rumorea que el Pelotón va muy pronto a embarcar para
el frente.
Antonio Vila, Palma.-Bueno. Haremos tu gusto. El mes que viene verás de una vez
'
cuanto sabe hacer el glorio¬ so pelotón del Capitán Bom¬
bón.

Francisca Fuster, Aríá. - El Capitán Bombón está ya muy
cansado y creo que no po¬

Isabel LlomparI, Selva -De¬ seo saber que cosas hacéis las niñas de Selva por el

niño Jesús del Sagrario. Si comulgáis con frecuencia, si le visitáis cada día, etc. etc. ¿Me lo dirás, al escribirme? Saluda a tu hermanito Jorge.
Pedro Ramón, Lloseta.-¿Có¬
mo has de ver a Franco si
miras el dibujo con los ojos
cerrados?
Miguel Pascual, Buñola.-Me sabe muy mal haberme ol¬ vidado de poner tus solucio¬ nes en el número pasado. ¡No te enfades tanto por eso!
Lo tendré en cuenta para el resultado final.
Pedro Garau, Inca -Me ale¬ gro al saber el entusiasmo con que recoges cada mes las hojitas de la cruzada. ¡Por Dios y por España!
Tarsicio.

EL CAPITAN BOMBON CON SU PELOTON

¡Rompan filas!

Cruzada de oraciones y sacrificios por la salvación de España

Misas Comuniones
Comuniones espirituales.
Rosarios Visitas al Santísimo . . Avemarias Salves Viacrucis

. 2.914 . 1.240 . 28.325 . 1.023 . 21.034 . 60.305 . 34.411 . 2.140

Padrenuestros. . . . . . 25.320

Coronitas de oro. . . . . 23.117

Mortificaciones . . . . . 40.234

Jaculatorias . . . . . . 32.043

Coronas varias . . . . .

964

Florecillas varias. . . . . 1.453

Obras de caridad . . . . 2.334

Letanías

Reguemos al Sagrado Corazón de Jesús por España.

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