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Rosario . .
Visita al SSmo.

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Salve

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Padrenuestro • •

Coronita de oro

Mortificaciones • .

Jaculatorias- ■ •

Coronilla de los do¬

lores de la Virgen • j

Obras de caridad •

(1)

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(1) En estos puntidos en blanco podrán escribir^ las obr^^u oraciopes í que se ofrezcan por el

mismb fin y que no estéft incluidas ep la lístá anterior.

Nota— Una vez llenada la presente hoja, envíese a la Administración de «El Heraldo de Cristo»

Ramón Lull, Palma. .

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Año XXIX

Palma de Mallofca, Agosto 1937 , Núm. 334

CRUZADA ICON O GR A F I C A L ULIANA

Una estampa del Beato Ramón Lull
en cada hogar mallorquín
Día tres del próximo pasado mes sobre la monumental tribuna de
la Casa de la Villa de Palma de Mallorca, cuna del Bienaventurado
Maestro y Mártir de Cristo, Bto. Ramón Lull, reapareció en buenhora, glorioso y sagrado como un estandarte de victoria, el cuadro del gran Polígrafo Mallorquín y Caballero andante del Evangelio. @ Esto sig¬ nificaba que el Magnífico Ayuntamiento de Palma volvía a hacer suya la fiesta que la Iglesia Mallorquina celebra, todos los años, en honor del Bto. Ramón. Efectivamente, poco antes de las diez y media, el Ayuntamiento en corporación, precedido de su banda de tambores, se dirigió a la iglesia de S. Francisco para asistir a la Misa Mayor aue la Corporación Municipal de la Ciudad de Mallorca, restableciendo, con plausible celo, loables y añejas costumbres, dedicaba al Hijo Mayor de nuestra Raza. © Pero no basta a la piedad y gloria de nuestro ínclito Beato que su figura venerable adorne de tanto en tanto la severa fachada de la primera Casa de la Vi la de Mallorca. Nuestro Hermano Mayor, que tan alto puso el nombre de la Isla Dorada, y cuyo vali¬ miento, como el de todo apóstol que da su vida por su Amado, es tan
poderoso ante el Tribunal de Dios, tiene derecho a un culto más fami¬
liar y doméstico, y su bendita imagen debe presidir los lares de todo buen mallorquín. Hasta ahora esta necesidad irnperiosa era difícil de superar porque no todos los mallorquines tenían a la mano una devo¬ ta estampa del Doctor Iluminado. Más, para llenar este vacío,—que casi llamaría de lesa piedad - «EL HERALDO DE CRISTO» ha puesto en circulación para sus miliares de lectores y para los fieles en general, una magnífica estampa, a dos colores {49 X 34 cm.) del Bto. Ramón Lull, que, para que no pueda faltar aún en la choza más modesta del labriego mallorquín, puede adquirirse en nuestra Administración y en las principales librerías católicas al módico precio de 50 céntimos. @ INunca se malgasta el incienso que se consume en honor del Señor y de sus Santos! ® ¡Oué en cada hogar de Mallorca, junto a las efigies de Santa Catalina Thomás y San Alfonso Rodríguez, campee la estampa del Beato Ramón Lull, ante el cual, después de la cuotidiana oración del Santo Rosario, se le rece, de rodillas, un Padrenuestro, Avemaria
y Gloria por la paz y advenimiento del Reino de Cristo en nuestra tan trabajosa como adorada España, madre de héroes y de santos!

EL PALADIN DE LA INMACULADA CONCEPCION
El Doctor Iluminado defiende en la univer¬ sidad de Porís el Misterio de ia Inmacuia-
da Concepción de María, llamado por an¬ tonomasia el Misterio Franciscano. (Cura. Pintura de Torres),
ALBUM LULIANO DE EL HERALDO DE CRISTOi. N." 4.

Excmo. Sr. D. Maleo Zaforíeza Musoles
Auditor del Cuerpo Jurídico Militar, Alcalde de Palma, a cuya plausible iniciativa, secundada con entusiasmo por la Comisión Gestora, se debe el restablecimiento de la anual fiesta cívicoreligiosa que nuestra ciudad dedicaba, antaño, al Bto. Ramón Lull, bajo el patronato y a expensas de nuestro' Excmo. Ayuntamiento.

En la ley antigua, según el mandato del mismo Dios, cada quincuagésimo año debía ser año de Jubileo. Era el año de fiesta, en que no se sembraba ni se segaba,- el año del perdón

para todos,- el año en que se concedía la libertad a lodos los

esclavos. Las palabras júbilo, jubileo, derivan de la palabra

iobel con que los hebreos designaban aquel año. (1). © Entre los

cristianos, signifícase por la palabra Jubileo una indulgencia ple¬

naria, solemne, que lleva anejos muchos privilegios. Tal indulgen¬

cia que se concedía antes cada cien años, por disposición de Cle¬

mente VI, en su Bula «Unigenitus», se otorgó cada cincuenta, y

fue quien primero la designó con el nombre de Jubileo, a imitación del hebreo, por celebrarse como aquel cada cincuenta años. Más tar¬

de Paulo II establecía que el Jubileo tuviese lugar cada veinte y cinco años, práctica que se viene observando hasta nuestros días.

Este es el llamado Jubileo Mayor u ordinario, que suele durar en

Roma un año entero, para extenderse, después, por un cierto nú¬ mero de meses, a todo el mundo. Además de este Jubileo, suelen

los Sumos Pontífices conceder otros jubileos semejantes, en circunstancias ex¬

traordinarias, como lo hizo Pío XI al celebrarse el milenario de nuestra redención.

EL JUBILEO DE

gracia espiritual concedida por Jesucristo a

L TA A rP'^nKPLr·.TlUTiT NK L>mUnL·A A .

Nuestro Padre S. Francisco y reconocida y pro-
mulgada por la Iglesia, en virtud de la cual, visi¬

tando, en cualquier tiempo del año, el Santuario de la Porciúncula, o cualquiera

otra iglesia de las órdenes de S. Francisco el 2 de Agosto, pueden obtener los

fieles para sí mismos o para las almas del Purgatorio, la remisión entera de las

penas debidas por sus pecados, se llama, también, por la grandeza del beneficio, el Jubileo de la Porciúncula. ® Jesucristo, a instancias de la Virgen Inmacula¬ da, concedió esta gracia a Ntro. Seráfico Padre en favor de los fieles que oraserx en la capillita de La Porciúncula, en una aparición hecha en el mismo lugar, en Octubre de 1221. Aprobada por Honorio III, en sucesivas concesiones de los
Sumos Pontífices Sixto IV, León X, Gregorio XIII, Urbano VII, Paulo V, Gregorio XV y, últimamente. Pió XI, felizmente reinando, ha alcanzado la extensión y popularidad de que goza. • En el año de 1910 en que se celebraba el 7? cen¬
tenario de la fundación de la Orden Franciscana de Frailes Menores, el Papa Pío X, por molu propo de 7 de Junio, concedió benignamente que, por solo aquel año centenario, la indulgencia llamada de la Porciúuncula pudiese extenderse a
otras iglesias y oratorios que no fuesen de la Orden Franciscana, otorgando las
oportunas facultades a los Ordinarios de todo el mundo. Pero como, en el año

Él ríeraído de Cristo

117

siguiente, fuesen muchas las peticiones que llegaban a la Sede Apostólica para que

prorrogase aquella concesión, los Emmos. y Rdmos. PP. Inquisidores Generales, a

quienes correspondía entonces moderar la concesión de las indulgencias, en decre¬

to de 26 de Mayo de aquel mismo año de 1911, prorrogaron, sine die, las concesio¬

nes antes hechas, lo mismo que las facultades otorgadas a los Ordinarios, hasta que

se publicasen las nuevas leyes que regularían la concesión de tan grande privilegio.

LAS LEYES DEL

leyes fueron dadas por la Sagrada Penitenciaría

-n/^ Apostólica, día 10 de Julio de 1924. Según estas,lain-

J U 15 1 ii IL

dulgencia de La Porciúncula podrá ganarse únicamente

en las iglesias y oratorios de alguna orden franciscana o que hayan obtenido

por concesión perpètua dicho privilegio, como lo obtuvieron, por el Breve «Qui

multa» de 7 de diciembre de 1901, para los terciarios, las iglesias o capillas donde

está canónicamente eregida la Tercera Orden. «Las otras iglesias u oratorios, para

ser enriquecidos por la Santa Sede con este privilegio, es preciso que disten tres

kilómetros de las otras iglesias u oratorios que pertenezcan a alguna Orden

Franciscana, o que gocen del mismo privilegio». (2). Los terciarios que se encuen¬

tren más de tres kilómetros lejos de las iglesias que gozan del privilegio, pue¬

den ganar el jubileo visitando la iglesia parroquial, por concesión de la S. C.

en Ind. en fecha de 31 de Enero de 1893. @ «El que desee ganar la indul¬

gencia de la Porciúncula debe confesar sus pecados y, absuelto, si precisa de

ellos, recibir la Sagrada Comunión, visitar la iglesia u oratorio que goce de

este privilegio y rezar, según costumbre, a intención del Sumo Pontífice,

a lo menos seis Padrenuestros, Avemarias y Gloria, en cada visita que prac¬

tique para ganar indulgencia, cuantas veces quiera». (3). @ Este rezo no

puede suplirse por otros equivalentes. (4). ® El tiempo útil para ganar este

Jubileo empieza al mediodía del día l.° de Agosto y termina a las 24 horas del

día 2. (5). © La confesión prescrita puede hacerse desde día 24 de Julio a 7

de Agosto; y la comunión desde el día l.° de Agosto al 7° ambos inclusive, (ó)

UN RECUERDO PARA LAS ALMAS DEL PURGATORIO

¡Lector querido! Si el quincuagésimo año,
en el pueblo de Israel, era con vivas ansias esperado porque, entre otros motivos.

unida a aquel año, veían llegar los pobres esclavos su deseada libertad, el 2 de

Agosto de cada año es, con mayor anhelo, suspirado por una multitud innume¬

rable de almas que esperan conseguir en este día su eterna libertad. © Entre es¬

tas almas ¿estarán las de tus padres, hermanos, amigos? © ¿Estarán entre ellas la

almas generosas de nuestros héroes, vestidas con la púrpura de su sangre derra¬

mada por la redención de nuestra Patria? © Los incrédulos tienen para los héroes

flores que se marchitan y ridículos minutos de silencio. ¡Seamos cristianos! apro¬

vechémonos del tesoro que pone en nuestras manos la Santa Iglesia para ayu¬

dar positivamente a nuestros gloriosos caídos. ¡Qué el 2 de Agosto sea para ellos un

verdadero iobel en que se rompan sus cadenas y alcancen la verdadera libertad.

Fr. DAMIAN NICOLAU,T.O.R.

Etimológicamenle iobel significa carnero, y como aquel año de fiesta y de júbilo se anunciaba al sonido del
cuerno de carnero, vienieron a llamar iobel al mismo año. Sagr. Pen. Ap., 10 de Julio de 1924, n ° V.° Idem, n.° IX.
Sagr, Pen. Ap , 13 de En de 1930. Congr. S. O,, 23 de Junio de 1911. Cf. can. 931, parag. 1.

Algunas vistas de los gloriosos Cru¬ ceros BALEARES Y CANARIAS, los cuales, salvando a España, se cubren de honor y de heroísmo. De arriba a
abajo.-Baleares, Canarias y su torre-

El Heraldo de Cristo

119

CULTURA Y LETRAS

El Misterio de Elche o de la Asunción

I
La Asunción de la
Virgen huele a alba-
haca en flor. Con es¬
tas aromosas plantas que asoman sus ojos pequeñitos por sobre
el ancho brocal del
pozo casero, ebrias de sol Y de agua,
adórnase en la Isla
Dorada el lecho mor¬
tuorio de aquella Rei¬ na virgen y madre de la cual se dice en los Cantares: «Fortalecedme con flores, ali¬ mentadme con manzanas porque desfallez¬ (l) co de amor»,
La Madre de Dios murió de amor. «No
se crea, sin embargo-dice un Doctor de la Iglesia-que esta muerte de amor fuera vio¬ lenta o impetuosa, con desmayos y agonías,
como leemos en las vidas de oíros Santos.
Otra cosa muy distinta pasó con la Santísi¬ ma Virgen,- el amor divino crecía a cada instante en el corazón de nuestra gloriosa Señora, pero con crecimientos dulces, apa¬ cibles Y continuos, sin agitación, sin sacu¬
didas ni violencias. Y la causa era la per¬
fecta disposición del alma de María que no presentaba ningún impedimento ni materia extraña al amor». (2) Alguien ha compara¬ do la muerte de María a una calma dulcísi¬
ma de atardecer; a una ola tranquila que se deshace en un beso al llegar a la playa,- a una nube de incienso que se pierde en el azul cristalino,- a una flor que se cierra,- a un sol que se desmaya en la curva del ho¬ rizonte para derramar sus resplandores en un nuevo emisferio. ¡Oh sopor de deleites inefables! ¡Oh embriaguez de vino delicio¬ so Y divino!
Ved que dice Nicéforo, el piadoso his¬ toriador de las exequias de la bienaventu¬ rada Virgen: (3) «Los ciegos recuperaban la vista, los sordos el oído, los paralíticos se sorprendían al andar y a su contacto sana¬
ban los enfermos. Se celebró el entierro.
Ardían antorchas, quemaron perfumes, de¬ rramaron flores. Angeles precedían y se¬ guían al féretro. Apóstoles y discípulos re¬ citaban himnos maravillosos y llevaban, por sí mismos, el féretro».
II
El Misterio de Elche-Lo Misteri d'Elg-(4)

Al hermano carísimo y amabilísimo en San Francisco P. Antonio Torro, O. F M., prez de la Cátedra y del Altar, a quien el Angel del Señor sacó ileso de la Capital Montañesa, después de haber visto los ojos del sacerdote de Dios la abominación desoladoia en el lugar santo...
Único ejemplar de nuestro primitivo teatro lírico que se representa hasta nuestros días, es un monumento vivo de arte y de fe, que la piedad mariana y la inspiración folklóri¬ ca de nuestro pueblo levantó, en el siglo XIII, a la gloriosa Asunción de Nuestra Se¬
ñora. Y como es enteramente caníado-sus
melodías se transmiten por tradición de pa¬ dres a hijos-püede considerarse como el amanecer de la divina ópera, aparecida tres
siglos Y medio más tarde en la patria de
Dante.
La Virgen María estaba sola. Los apósto¬ les, incluso San Juan, se hallarían dispersos, predicando el Evangelio a toda criatura y bautizándola en el nombre del Padre, del Hijo Y del Espíritu Santo. Sobre la cabeza de la Madre de Dios habría caído ya la ni¬ vea Y finísima escarcha de setenta y dos
inviernos. María siente ansias de verse libre
de las ataduras de su cuerpo y gozar de la visión beatífica de su amado Hijo en el
cielo:
¡Ay, triste vida mortal! ¡Oh cruel mundo desigual! ¿ Triste de mí, yo qué haré? ¿Mi amado hijo cuando le gozaré?
Un gran deseo me ha venido de ver a mi amado hijo,deseo que no puedo decir, por el cual anhelo morir.
Sobre las finísimas alas de una nube baja un ángel del cielo y le anuncia el próximo fin de sus días, al mismo tiempo que le trae de los jardines de la gloria una palma para que preceda a su cuerpo, cuando
lo lleven a enterrar:
Angel.-Salve Viroen imperial. Madre del Rey celestial. Salud os traigo, obediente, de Vuestro hijo omnipotente. Vuestro hijo que tanto amáis y con gozo deseáis
os espera con amor a ensalsaros en honor.
(1) Cant. II, 5. (2) S. Francisco de Sales. Troité de l'Amour de Dieu, I. VII, c. 13 y 14. Cf P. Uldarrico Ulutia, S. J. Los Nom¬ bres de María, p. 191. Barcelona 1932. (3) Hist. Eccl., II, XI. Cf. Ch. Cordonnier. Vida de la Santísima V.rgen, p. 335. Ediciones Fax. Madrid. (4) Lo Misteri d’Elig. Junta Nacional de la Música y Teatros Líricos. Valencia. 1933.-Para mayor conocimien¬ to de nuestros lectores de la península y de las Américas hispanas, usamos la vieja traducción castellana de D. Claudio Phelipe Perpiñan, si bien Lo Misteri d'Elig fué compuesto en lengua lemosina.

120

El Heraldo de Cristo

Y dice que al tercer día

nombrar el mismo os quería

en el Reyno Celestial

para Reyna Angelical.

Y me mandó que os truxiese

esta palma y os la diesse,

delante os la hagáis llevar

quando os lleven a enteirar,

^

Concluidas estas coplas por el Angel, éste se acerca, besa la palma, se la pone so¬ bre su cabeza, y con toda veneración se la da a Maria, la cual la recibe ejecutando las mismas ceremonias y responde al Angel pi¬ diéndole una merced: la de ver, antes de su
fin, juntos a los apóstoles, para que den a su cuerpo piadoso sepelio:

María. —Angel bello y luminoso, si hallo gracia, y sois gustoso
quiéroos un don demandar, no me lo queráis negar. Angel, si posible sea,
antes que mi fin yo vea los Apóstoles juntar
para mi cuerpo enterrar.

El Principe celestial manifiesta a la Vir¬ gen que su petición ha sido oida:

Angel. —Todos juntos se verán y con brevedad vendrán, porque Dios omnipotente
les traherá de repente.
Y porque. Virgen, tu ruego agrada a Dios manda luego aquí estén sin dilación por Vuestra Consolación.

A este tiempo se entra el Angel en el cie¬ lo y aparece San Juan, el discipulo a quien amaba Jesús y en cuyas manos puso Jesu¬ cristo moribundo el tesoro precioso de su
santa Madre. Salúdala alborozado:

S. Juan.

Salud y honor juntamente sea a vos. Madre excelente. El Señor de tierra y Cielo os dé su alivio y consuelo.

Maria le entrega la palma encargándole que la lleven delante en llevándola a ente¬
rrar:

María. —¡Ay, amigo Juan! A vos confórteos el hijo de Dios:
mi corazón es contento
de tu buen advenimiento.
¡Ay, hijo! Si gusto avéis aquesta palma toméis y hagáis delante llevar
en llevándome a enterrar.

Toma San Juan la palma, bésala y pónla sobre su cabeza y haciendo inclinación de cabeza, llorando dice-.
S. Juan. —¡Ay, triste vida mortal! ¡Oh cruel mundo desigual! Triste de mí, ¿donde iré? ¡lance fuerte! ¿yo qué haré?

Hace acatamiento a Maria y pasa a la
otra parte:
S. Juan.—Oh Virgen, Reyna imperial, madre del Rey Celestial, nos dexáis con glande dolor sin cabeza y Regidor.
Pasa a la otra parte y prosiguiendo su
lloro dice:

S. Juan. - Oh Apóstoles y hermanos, venid, lloremos christianos, que hoy perdemos nuestro bien,
de la fe la luz también.

Hace acatamiento a Maria y pasa a la
otra parte:
S. Juan. - Sin vos. Señora, ¿qué haremos? ¿Con quién nos aconsolaremos? De ojos y de corazón lloremos tal perdición.
Entra luego San Pedro y abraza a la Vir¬ gen y al apóstol amado de Jesús. No mucho después entran seis apóstoles más, uno de los cuales es el Señor San Jaime, vestido de peregrino y de otras insignias. La Madre del Señor los recibe en sus brazos y ellos abra¬ zan también a San Pedro y a San Juan, ala¬ bando el poder de Dios que, por inefable misterio, los ha juntado a todos, menos a Santo Tomás, bajo el manto dulcísimo de la Virgen. Vienen de lejos y en un abrir y ce¬ rrar de ojos:

De las partes de aquí estrañas hemos venido, ¡oh portento! passando villas, montañas,
aun no en tiempo de un momento.

Y cantan laudes a la Reyna emperadora
y Señora del Rey de Angeles. San Pedro sa¬
be medir bien la grandeza del milagro de
aquella tan inesperada como precipitada Junta Apostólica y sospecha que algún pro¬ fundo misterio será abierto a sus ojos y a los de sus compañeros de apostolado:

¡Oh, Dios, valedme, que es esto! ¡Para que esta Junta hazeis! algún misterio queréis
que nos sea manifiesto.

Responde Maria al tono de «Ay, triste vi¬ da mortal», que es la copla en que la vieja Nazarena vaciaba, al principio, toda la amar¬
gura de su prolongado destierro en este va¬ lle de lágrimas:

Hijos, ya que aveis venido
y el Señor os ha traído, de mi cuerpo os entreguéis
y en Josaphat lo enterréis

Dice Y muere Maria y los apóstoles le ponen una vela en sus manos. Junto a su
cuerpo inmaculado, la Arca de la Nueva Alianza, se encienden cuatro blandones, y con velas encendidas le hacen guardia, los atribulados apóstoles cantando:

Oh cuerpo santo glorioso de la Virgen santa y pura,
oy serás en sepulcro honroso
Y reynarás en la Altura.

Y del cielo cae un rocio de cánticos ar¬
moniosos que no son más que el eco de aquellas amorosas palabras del Cantar de Cantares: «Levántate, apresúrate, amiga mia, paloma mia, hermosa mia, y vente,- pues pa¬ só ya el invierno, disipáronse y cesaron las lluvias; despuntan las flores en nuestra tierra... Ven y serás coronada. (5)

(Concluirá)

Fr. Miguel Caldentey, T.O.R.

(1) Cant. II, 1012; IV, 8.

Ei Heraldo de Cristo

121

PUNTOS DE CATEQUESIS Y LITURGIA

EL BAUTISMO

II

PARTE LITURGICA

cbd))AADciveioornnsesadLaliturgiaenel

La liturgia, que está integrada por las oraciones (compren¬

bautismo

diendo las bendiciones, consagraciones, etc...) que la Iglesia,

en nombre de Cristo practica, tiene en el sacramento del bautis¬

mo un muy importante papel.

a) Acciones litúr¬

Al infante, sostenido por los bra¬

gicas que prece¬ zos del padrino junto a la puerta de

den al bautismo la iglesia, se acerca el sacerdote, re¬

vestido de los ornamentos sagrados,

Y pregunta: ¿Qué pides de la iglesia de Dios?

Y responden por el niño los padrinos: La Le que da la

vida eterna. Luego el sacerdote le muestra el camino de la vida,

el amor de Dios, y soplando suavernente, y por tres veces, en el

rostro del infante, manda al espíritu inmundo que salga del

cuerpo del pequeño y dé lugar en el mismo al EspírituSanto.

Luego con el signo de la cruz en el pecho y frente del bauti

zando le prepara para ser templo de Dios. Siguen oraciones por

él mismo, y bendiciendo la sal, introduce el sacerdote un granito en la boca del pe¬

queño, diciendo: Toma la sal de la sabidnria.

De nuevo el sacerdote exorcisa al espíritu inmundo y fortifica a la criatura de Dios-

contra los ataques del mismo. Por tercera vez el sacerdote ora sobre el infante y, colo¬

cando la estola sobre aquél, introdúcele en la iglesia de Dios. Junto a la pila del bautis¬

mo, el sacerdote y padrinos recitan el Credo y el L^adre nuestro. Y, por última vez, exor¬

cisa el ministro de Dios al demonio y toca con su dedo mojado las orejas y las narices del

niño para abrirlas a Dios. Se oye luego una triple pregunta del sacerdote: ¿Renuncias a

Satanás, r a sus obras y a sus pompas? Y el padrino responde-. Renuncio.

Con el óleo santo unge el sacerdote al niño en el pecho y entre las espaldas.

Por fin acercándose a la fuente bautismal, pregunta el ministro y responde el padrino

con la palabra «Creo» a los puntos más importantes de la Fe.

litúrgi-

Son pocas, pero solemnes y graves. Sostenido el infante

casque acompa- en los brazos de los padrinos y después de contestar éstos

ñon al bautismo afirmativamente a la pregunta que hace el sacerdote, sobre si

el niño quiere ser bautizado, dice el ministro del Señor: N. Yo

te bautiso en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, derramando tres

veces el agua por cada una de las tres Divinas Personas que se mencionan.

Aparte de las diferencias accidentales que en la administración del bautismo existen

entre las diversas liturgias romana y orientales, es notable la que presentan algunas de

estas últimas; en vez de «Yo te bautiso..., se dice: Este siervo de Cristo es bautisado en

el noUibre... etc., o también: Sea bautisado el siervo de Cristo en el nombre... etc., pa¬

labras que si bien distintas en la letra, iguales en el espíritu y significado.

El bautismo de los adultos presenta asimismo varias diferencias que no tocan nada

esencial.

litúrgi-

Regenerado el infante por medio del agua de salud, el

cas que siguen sacerdote le unge con el óleo santo y le da la paz de Cristo,

al bautismo

Extiende seguidamente la veste cándida de la inocencia sobre

la cabeza del párvulo, y luego pone en sus manos una vela

encendida, para que, cuando venga el Señor, pueda entrar con El a las bodas de la Jeru-

salén celestial. Y despide al nuevo agregado a la iglesia de Cristo, diciendo: VHe en

pas, y el Señor sea contigo. Asi sea.

en la

Tan sólo una pequeña nota. Aparte del bautismo de san-

administración del gre, del de fuego y del que hemos explicado, o de infusión,

bautismo

conviene señalar las otras formas de bautismo que siguen y

que están o estuvieron más o menos en uso.- 1) Bautismo de

submersion, consistente en sumergir completamente la criatura en el agua. 2) de inmer¬

sión, empleado especialmente para los adultos,- se sumerge en el agua una parte del

cuerpo Y la otra se baña con la mano. 3) de aspersión, rociando intensamente al bauti¬

zando,- tuvo siempre poco uso,

Fr. J. COLL, T. O. R.

122

El Heraldo de Cristo

pagne. © Al día siguiente la fiebre subió y

En el retablo inmortal de los gloriosos defensores del Alcázar toledano hay unçt figura que destaca con fulgores

el corazón cayó verticalmente. © Su madre que le asistía, notó la debilidad del pulso y

heroicos de epopeya y claridades mís¬ el hijo leyó en el rostro de su madre el pe¬

ticas de santoral; su nombre, Antonio Ri¬ vera. © Era Rivera presidente de la Unión
Diocesana de Juventudes Católicas de la
Archidiócesis Primada, fué su vida ange¬ lical, dechado de toda clase de virtudes. ® Tan pronto como la voz impía y blasfema
del moderno Antíoco resonó en la cercana
Babilonia, voló con otros muchos patriotas al Alcázar. © Rivera, naturaleza enfermiza y débil, resistió en primera línea los rigo¬ res del sitio y participó en las acciones más arriesgadas, en la observación constante, en las salidas audaces, en los continuos ti¬ roteos y en la piadosa tarea de transportar heridos y dar sepultura a los muertos. Mi¬ lagros de un espíritu gigante encerrado en en un organismo en ruinas. © Pero donde aparece en toda su grandeza el alma del joven Antonio Rivera es en su muerte. Dios le dió lo que tantas veces le había pedido, una enfermedad larga y dolorosa. © Desde el 18 de Septiembre en que una granada le arrancó un brazo, hasta el noviembre en que entregó su alma al Señor, ¿quién será capaz de medir la inmensidad de su pade¬
cimiento? ® Comenzó su calvario la maña¬

ligro propio. © —«Llama a papá», le dijo. Acudió su padre y le hizo esta pregunta; -«Papá ¿puedo morirme?»-«Hombre.., ¡qué cosas tienes! Cierto que estás grave, pero...» ® Su padre se acuerda entonces de la pala¬ bra que le había dado y cambiando resuel¬ tamente de tono, le dice;-«Sí, hijo mío, puedes morirte. Si con esta inyección que
voy a ponerte ahora no reaccionas, morirás antes de dos horas». ® La madre, que al otro lado de la cabecera oía estas palabras, dice a su marido;-«jVaya un consuelo que le das!» Y el joven, con una sonrisa que no
era de este mundo-«con una sonrisa que
yo nunca he visto», en expresión de su padre-levantando resueltamente el único
brazo, replicó con viveza y entusiasmo;«Sí que me consuela, sí que me alegran es¬ tas palabras, porque voy jal cielo!» © Va a entrar en agonía,- pronto perderá el uso de los sentidos,- toma el Crucifijo, lo levanta con decisión y en el último esfuerzo, excla¬ ma ¡Viva España! ¡Viva Cristo Rey! Fueron sus últimas palabras. Para Cristo fué su vi¬ da entera,- para El había de ser su última

na en que su brazo quedó deshecho por la metralla. ¡Viva Cristo Rey! y ¡Viva España! fueron las últimas exclamaciones que bro¬ taron de sus labios; después las curas en el subterráneo del Alcázar, sin anestesia, a la

energía, su úlima palabra y su último amor. ® Así mueren los jóvenes de Acción Ca¬ tólica. © Por nuestra parte sólo hemos de
añadir el testimonio de la sumisión com¬
pleta a la Jerarquía Eclesiástica y de la

débil luz de una lámpara con los escasísi¬ competencia y celo con que secundaba

mos medios que allí se disponía. ® Cuando las más leves indicaciones de la misma. ©

en el lecho del dolor, en medio de aquellos Puede presentarse al joven Rivera como

horrores, recibía la visita de sus compañe¬ modelo perfecto de hombre de Acción

ros que llegaban de pelear en la brecha, Católica. Fué colaborador eficaz de la obra

dejaba escapar de sus labios este consejo santificadora de la Iglesia bajo las órdenes

que basta a retratar al joven católico; «Ti¬ y direcciones de sus superiores jerárqui¬

rad, pero tirad sin odio». © Tenía dicho a cos. © El joven Rivera, heróico defensor

su padre que como médico le advirtiera la del Alcázar, es también una demostración

promixidad de su muer¬

de esta verdad, que

UN te. © La víspera de morir
experimentó una mejo¬

JOVEN

dentro de todo buen ca¬
tólico hay un excelen¬

ría y, aprovechándose

te patriota. © Dios y

CATOLICO de ella, celebró con sus
familiares ¡la amputa¬

España sabrán premiar al que por ella dió su vi¬

ción de su brazoi toman¬

da tan generosamente. ©

do una copa de cham¬ BOLETIN DEL ARZOBISPADO DE TOLEDO El ruegue por nosotros

i Album de la
k
í
I mujer fuerte*

I

DEDICADO A LAS SO¬

CIAS DEL PATRONATO.

II

ios sólo es sumo e inmenso, hermana mía:

t,

Le ven los ojos como en noche obscura;

t

Pero a la fe y razón del alma pura

1

Su faz eterna es clara como el día.

;i

í

Mananlial de bondad, sabiduría.

2

Poder, misericordia y hermosura,

* bs^Iv

^1

De El mana, cual arroyo, la crialura

i .

Cuya beldad fe arrastra y extasía.

1

5

vW

Justo es, pues, oh mujer, que conociendo La infinita grandeza del Señor,

¿
t

Tus culpas y miseria aborreciendo.

1

Te fundas, toda humilde, en su temor.

t

Sin cesar suspirando y repitiendo:

¡Gran Dios! Sed siempre Vos mi ijnico amor.

1

Fr. JUAN CALDENTEY, T. O. R.

* Nos place hacer constar, para satisfacción del autor, que la primera poesía de este álbum rimado, publicada en «EL HERALDO DE CRiSTO», fué acogida en las columnas de la importante revista de ilustración católica «EL PLATA SERAFICO», de Buenos Aires, en su número de Mayo del presente año de 1937.
í. c ^ 4-Tí r: jícic; oct-s-c «;<•-c.. -,-1-

Do N Y Á inno¬ cència, ara ma¬ teix acaben de
tocar es segón per sa Missa de
les deu!

m DIÀLEGS m
DONYA

no voí anar a Míssà.
Aquí cauen de jonellons
les dues senyores en sen¬
tir la campaneta d'alçar Déu. Durant l'Elevació, se senten uns copéis al

BNNOCENCIA -Tan prest? Ai, Maria!
Aquests escolans no dei¬

pit, que per la seva po¬ ca devoció i gràcia, po¬

xen dormir gens a la

drien ésser donats a Tes-

gent! Saps si vetlassen tant com noltros...! quena d'un tambó i al manco hi hauria mú¬

-Fassi via que arribarà misses dites!

sica. No bé acabada TElavació, s'aixeca i

-Prepare'm s'aclaridor de marfil, es poíeí s'asseu Texemplar cristiana, amb tant mala

de polvos de l'Havana, sa botelleta de es¬ sort, que fa una coca d'un capell que un

sència de...

senyor de darrera havia posat damunt la

-Bon Jesuset, feis que no arribi tard! -El cotxo que ja està preparat? -Sí, senyora. Però fassi via que no serà a temps a missa. -Ai, Bon Jesuset! Això ós vertirse massa

seva cadira, pensant que no s'asseuria tant
aviat.
-Perdoni Vostè!
-No és res!-respon Tofès que interiorment fa imprecacions contra la senyoreta, men¬

a l'atropellada. Maria,- m'estan bé aqueixes faldes i aqueix capell...? -Divinament, però fassi via per amor de
Déu.
-Aquests capellans que diuen la missa de prest! N'haurien de dir una a les tres des

tre que aqueixa i Na Coloma se tapen la boca amb el mocador perque no's sentin
les seves rialles.
-No creuries. Coloma, lo molt que m'agra¬ den aqueixes faldes acampanadas! -També a mí. Aqueix blau tan viu, amb

capvespre! Bono, adiós Maria.

aqueixa faixa de vermell, ressalta molt.

-Bon dia tengui! I la senyoreta arriba quan ja toquen el
Sanctus.
-¡Gràcies a Déu,- amb un poc mes fas curt. .! Entra atropellada a l'ésglésia, enlluernada per un sol de mig dia d'estiu,- toma en terra un capell, pega una sempenta a una dona i trepitja en un ull de poll a un senyor, i un «Dispensi Vostè» de la senyoreta i un ben forçós: «No hi ha de qué» del atropellat, posa fi a tots aquest accidents.

Aquests botonets de nàcre també hi diuen
molt...!
I així continuaren conversant tot el temps de la misa.
A la fi el sacerdot dóna la benedició al po¬
ble, després del «Ite missa est.» -Colometa, adiós. No puc esperar TEvangeli, perque he d'anar encara a comprar me unes faixes de seda per anar als toros, de-
cap-vespre. -Adiós! Ja donaràs memòries als de ca-

vostra.

-Oh coloma! Com estàs? Jo no t'havía
vista.
-Com que fa aquest sol no és d'estranyar!
-Què estan bons a ca-vostra?

-Moltes gràcies! Adiós! I sens esperar més, surt de TEsglèsia, creient-se i pensant-se haver complit amb Tobligació dominical d'assistir devota-

-Oh, sí! Gràcies! I a ca-teva? -També. Només mun pare que pareix que s'ha fet un comunistot i mu mare que cada
dia li fa llenya a damunt s'esquena perque

ment al Sant Sacrifici de la Missa. ¿Quin és el cristià, que per poca ciència que ten¬
ga, no critiqui la conducta indecorosa i irreverent de Donya Innocència?

Fra. J. LLABRES, T.O.R.

«VENGA A NOS EL TU REINO»
Cruzada de oraciones y sacrificios por la salvación de España. (Ofrecido durante el mes de Junio).

Misas oídas

. . 842 Coronas franciscanas ....

108

Comuniones

. 686 Mortificaciones

. 2.671

Comuniones espirituales .

.

. 3 249 Oficio divino

67

Rosarios

.

.

911 Oficio parvo

38

Visitas al Santísimo

. . 2.517 Trisagio .

.

237

Avemarias

.

. 17.020 Obras de caridad

165

Salves

.

. 5.389 Letanía de todos los santos

167

Víacrucis

. . 342 Letanía del Sagrado Corazón .

79

Padrenuestros

.

. 8.571 Credos

24

Jaculatorias

.

. 32.518 Actos de contrición

....

23

Goronitas de oro . ‘

•

.

.

795 Coronilla de los Dolores de María .

152

POR LA PAZ DE ESPAÑA
• A CURA •
La Guaría peregrinación expiaíoriomariana de los Terciarios, por la paz de España. POr una feliz coincidencia íué mariana y eucarísíica al mismo íiempó. La Venerable Orden Tercera de Lluchmayor se unió a la Adoración Nocíurna de aquella misma ciudad-
ios miembros de la cual lodos son ter¬
ciarios-para celebrar a un tiempo la peregrinación expiaíorio-mariana y la Vigilia de las espigas por la paz de Es¬ paña, en el monte de Randa, tan pobre de vegetación como fértil en floridos
recuerdos lulianos. @ Día 19 de Junio.
A las diez de la noche, cuando los cie¬
los tachonados de estrellas cantan la
gloria de Dios, los piadosos romeros traspasaban el severo umbral del San¬ tuario, coronado por una monumental
estatua del Bto. Ramón Lull y eran re¬
cibidos fraternalmente por el Rdo. P. Superior y Comunidad de Cura. Una visita colectiva a la Virgen, fervorosa, llena de deseos y esperanzas, y des¬ pués, previa la exposición de S. D. M. la apertura de la Vigilia de las espigas, con sermón por el Rdo. P. Antonio Pe¬
riods. @ Mientras los numerosos grupos
de adoradores turnan para hacer su vela al Santísimo, nutrido grupo de mu¬ jeres, con algunas religiosas, que llenan ía iglesia permanecen constantes en vigilia y en oración por la paz de Es¬ paña. © Al amanecer del día, Dominica V.® de Pentecostés, oficio solemne que celebra el Rdo. P. Antonio Mójer, T. O. R., asistido de diácono y subdiáco¬ no, respectivamente, por el Rdo. P. Francisco Company, T. O. R., y Fr. An¬ tonio Ferrer, T.O.R. Después de la Misa Mayor, la procesión eucarísíica, llena de luces, de cánticos y de aromas de incienso, hacia el sitio severo y majes¬ tuoso, denominado «Es Cocó del Corp». Y" cuando el sol se despierta en un le¬ cho de grana, y los pájaros entonan cán¬ ticos nuevos, ante la multitud de rome¬ ros arrodillados, y ante la faz de la Isla Dorada, puesta también de hinojos, el Ministro del Señor, revestido de capa magna da la Bendición con el Santísi¬ mo, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. @ jViva España! ¡Viva María! ¡Viva Cristo Rey!

• BIBLIOGRAFIA •
ss
La nueva orienta¬
ción social espa¬
ñola ante el ejem¬ plo de Italia y Ale¬ mania, por D. Juan Muleí. - Mallorca, 1937. Imprenta de M.
Alcover. (S Preciso
ha sido redimir con las
armas a España y li¬ brarla, así, del yugo comunista y de las ataduras judaico-masónicas. Pero cuando las espadas se envainen y callen los fatigados cañones, veremos todos la multitud y complejidad de problemas que requieren solución urgente para la estructu¬ ración de la Nueva España. © Ya ahora los perciben y piensan en sus soluciones aque¬ llos patriotas capacitados, que, como el Sr. Mulet, se preocupan de las cuestiones so cíales, tan dignas de ser estudiadas y aten¬ didas. © El librito de 46 páginas, que acaba de publicar, es buena prueba de ello. Está escrito, como dice el autor, para «conseguir una iniciación de nuestro público en el co¬ nocimiento de los sistemas que hoy tienen vida y se desarrollan pujantes en pueblos hacia los cuales, y por igual, España siente hondos sentimientos de cariño y gratitud: Italia y Alemania». © Y estos sistemas, que, adoptados a nuestra España, han de ser nuestros futuros sistemas, se exponen luego con sencillez en sus líneas substanciales,- hacien¬ do notar las diferencias entre ellos,- y subra¬ yando las modificaciones que la experien¬ cia de los años y de los hechos aconsejó in¬ troducir para hacerlos más provechosos. © Muy laudable y muy sanamente patriótica nos parece la insistencia del Sr. Mulet en advertir a sus lectores que no se trata de que en España copiemos servilmente los sis¬ temas expuestos,- sino de que el ejemplo de estos grandes pueblos amigos nos oriente y estimule para organizar a España, según la mente del Generalísimo, en los más sólidos
principios de auforidsd, no de carácter militar, sino español... y de modo que las instituciones que respondan a la tradición nacional sean respetadas. Y compartimos en absoluto con el Sr. Mulet la confianza en el pueblo español, capaz de las más grandes virtudes militares y familia¬ res, Y por ende sociales. © Pocas lecturas
tan útiles ahora como la de este librito,- y
pocas discusiones tan provechosas como las relativas a los asuntos que en él se tratan y se exponen ® ¡Nuestra felicitación al autor!

COPONS DEL
SAGRAMENT
A les meves nebodeles, Maria Caldentey Miralles i Antònia Amen gual Caldentey en el dia esplen¬
dorós de la seva Primera Comunió.

D'on veniu, d'on, minyones, mans ¡untes i cap cli, vestides d'angelones, més blanques que el jaçmí?
Sou copons de puresa guarnits de dos rubins:
innocència i bellesa. Calzes de serofins!
I en ells - rou en- poncelles duis l'Hóstia de l'amor,
sou custòdies novelles
del Cos viu del Senyor.

Novéis que us fan corona els àngels al voltant? Jo en sent qualque un qui entona el versicle; «Sant, Sont...»
Direu a vosta mare
que diu l'oncle menor que us posi sobre una ara
dins la cambra més clara
i hi encengui un llantió...
Fra Miquel CaLDENTEY
T. O. R.

EL PRISIONERO
•
Refiérese de un general francés que, pasando una vez por la ciudad de Aosla, encontró, encerrado en el
oscuro calabozo de un casti¬
llo, un miserable. Compade¬
cido de él le pregunta:
¿Cuál es vuestro nombre? -Mi nombre, responde el miserable, es ienible, ge. eral! Me llamo el leproso. -¿Cómo pasáis el tiempo? -Mi vida la paso aquí siempre solo, siempre llo¬
rando.
-¿Salís alguna vez de esta
oscuridad?
-Rarísimas veces,- pero en¬
tonces una campana anun¬
cia mi presencia y todos hu¬ yen de mí:
-¿Viene alguien a visita-
taros?
-De vez en cuando, al aso¬ marme al ventanillo, veo pasar unos chiquitos que, mirándome de lejos, me sa¬
ludan diciéndome: Buenos
días, leproso! ¡Es mi único
consuelo!
0
En la iglesia, en el peque¬ ño calabozo del Sagrario, hay, también, un pobre aban¬ donado. ¿Su nombre? En el
cielo le llaman todos Jesús.
En la tierra El mismo se ve
obligado a llamarse el lepro¬ so, tan grande es el abando¬ no en que lo tienen muchí¬
simos cristianos.
¡Niño querido! Leo en tus ojos la compasión que sien¬ tes en tu corazón para tu Je¬ sús del Sagrario. ¡Tener que estar horas y más horas so-
lito como si nadie se hubie¬
ra enterado de que está allá! ¡Pobre Jesús!
¿Quieres consolarle? Elige un ratito, cada día, para ha¬ cerle compañía. Empieza hoy mismo. ¡Cómo va a ale¬ grarse Jesús al verte!
Tarsicio.

47835..»°°CONCURSODEACERTIJOS

l.° Distribuir las

1i

nueve < iíras en

los nueve cua-

dritos de mane¬

ra que, en cada línea, sumen, horizontal y verticalmente, 15.

2.° Escribir 100, no emplean¬ do más cifras que el 9.

3. ¿Qué cosa es siempre Ne¬ cesaria para abrir una puerta?

4. Para el invierno me gus¬ tan los Gu.

P. Oliver.

5.° Me gusta más el verano que el vivir a
0

General, Comandante, Capitán.
P. Bestal'd.
6.°

1 627 12345 742
5

Consonante. Astro. Glorioso General. Verbo. Consonante.

FranciM'o Siljar.

¿En qué se parecen los aviones y los carpinteros?
Ctiarada.
Mi prima tiene un buen vino que conoce toda España, úe tu corazón con piro sale Y dulce muy fino segunda. Todo no engaña, es tu luz Y tu camino, ¿l o adivinas? Es tu amigo
Otra charada
9.° Me encuentro al fin de la vida
pero soy tan desgraciada que ni en el mundo cabida ni en el cielo tengo entrada.

Soluciones al número onterior:

1.° Heraldo. Adorar. Llora. Loro.
Oda. Ehl 0.
2.0 Las aves, pues tienen dos patas y... pico
Una 1. Jesús es la luz de nuestra alma.
En un exágono regular, que ten¬ ga por lado el del triángulo 1.°, se trazan los radios y tres apo¬ temas ¡y... está hecho!
\_
Adivinaron los acerti¡0S:
Juan Vives 5, A. Quetglas, Pablo Oliver, Pedro Bestard, Francisco Sit¬ iar Nicolás Martí4, Pedro Caldentey Catalina Cerdá, Pedro González, Mi¬ guel Pascual Y Pedro Garau, 3.
Por lo tanto, J. Vives se lleva el premio de este mes.

De iiDestra torfespondentia
Lluchmayor, día 4 de Julio de 1937. Apreciado Padre.- Nosotras niñas,
como no podemos ir a luchar en el
campo de batalla, luchamos con las
oraciones.
En «El Heraldo de Cristo» del mes
pasado, vimos que salían unas hojitas que decían lo que podíamos ha¬
cer por la Salvación de España y
nosotras también queremos tomar
parte.
Le agradeceríamos nos mandara
hojitas y nosotras le mandaremos las
cosas que hemos hecho durante el mes. Nosotras foimamos parte del Patronato y de la Congregación del Niño Jesús de Praga y con nuestras
amiguitas que también forman parte de la Congregación del Niño Jesús le pediremos que pronto nos dé la
paz.
Le aseguramos que aunque tenga¬
mos poca edad haremos todos los sacrificios que podamos por España.
Su affma. q. b. s. m.
Jerónima Fullana.
jMuy bien, queridas niñas de Lluchmayorl ¿Qué sois pequeñitas? ¡Tanto mejor! Ya sabéis que el Niño Jesús tenía y tiene siempre sus com placencias con los peqseñuelos. Y son precisamente las oraciones de los paqueñuelos las que le llegan más al corazón ¡Animo pues! A orar, para que España sea pronto toda en¬ tera de Jesús nuestro Rey.
De una cartita de Pedro González.
«...y tengo un buzón muy bonito. Tenía una caja de cartón de cuando papá me compró los zapatos nuevos
Mi hermanita la adornó con una
banderita española muy bonita y una estampa del Sagrado Corazón de Jesús. Hicimos un agujero para poner las hojitas en nuestro buzón. Le envío este dibujito para la pagi¬
na infantil.»
¡Bravo, Petrínl Es tan feliz tu idea del buzón (y tan económica) que otros niños han puesto ya en prácti¬
ca tu invento.
Y ahora he de decir dos palabras a una niña apóstol, Catalinita Nico¬ lau Barceló. ¿Has leído la cartita de Petrín? Así sabrás como arreglarte para recoger las hojitas. ¿Verdad que Petrín es un buen inventor?
Y a vosotros Pedro Bestard, J. Llabrés, Francisco Sitjar, Pablo Oliver, Pedro González: un millón de gra¬ cias por vuestros dibujitos, chara¬
das etc. etc.

128

El Heraldo de Cristo

NECROLOGIA

La Hermandad de ter¬
ciarios de Artá acaba de
sufrir una sensible pérdi¬ da: día 22 del pasado ju¬
nio la fervorosa terciaria
D.® Margarita Sureda Ga¬ rrió dormíase plácida¬
mente en el ósculo del Se¬
ñor, a la avanzada edad
de 87 años.
Era la finada una de
aquellas mujeres católi¬ cas, chapadas a la anti¬ gua, que consagraban todas sus fuerzas al servicio de Dios, Y/ por amor a Dios, al cuidado de su familia y a la ayuda del pró¬ jimo. Su larga vida está formada por una serie no interrumpida de méritos y de vir¬ tudes que el Señor se cuidó de aumentar y aquilatar visitando a la difunta con muchos trabajos y tribulaciones: trabajos y tribula¬ ciones que supo ella sobrellevar con ejem¬ plar resignación y aún con alegría francis¬ cana, besando la mano que se las enviaba. La piedad y la caridad fueron sus dos notas características: buena prueba de ello
son la asiduidad en la asistencia a las fun¬
ciones piadosas, las plegarias que casi de continuo florecían en sus labios, las limos¬ nas que prodigaba su mano derecha sin que se diera cuenta su izquierda, y los trabajos caseros y frt-cuentes soledades que con gusto soportaba paia que una de sus hijas pudiera consagrarse en cuerpo y alma al bien de la iglesia y de los pobres.
La muerte de la extinta fué santa, como
santa había sido su vida. Bajó al sepulcro
confortada con los santos sacramentos y os¬ tentando sobre sus vestidos el cordón y
escapulario de S. Francisco, cuya regla fiel¬ mente observó, y cuyos hijos claustrales recibieron múltiples pruebas de su bondad Y generosidad.
Al enviar a toda su familia y muy espe¬
cialmente a su hija María la expresión de nuestro más sentido pésame, regamos a
Dios conceda a la madre difunta la eterna
bienaventuranza y a sus desconsolados hi¬ jos el lenitivo de la cristiana resignación.
Llucmoyor.-El día 11 del pasado junio, a los 82 años de edad, falleció el fervoroso Terciario D. Francisco Romaguera Puigserver, habiendo recibido los Santos Sacra¬ mentos Y la Bendición Apostólica.
En justo homenaje póstumo diremos que el finado era de ios de la primera línea de la piedad cristiana. La mejor prueba la te¬ nemos en que su señor Cura-Párroco, por dos veces desde el púlpito, lo propuso a sus feligreses como modelo que copiar. Alistado a todas las Asociaciones piadosas

Y dispuesto siempre a todo lo bueno, eran
varias las horas
que pasaba ca¬
da día en el
templo, cum¬ pliendo sus de¬ vociones, r e zando, especial¬
mente en estos
últimos t i e m-
pos, con un fer¬ vor Y una pie¬
dad verdadera¬ mente edifican¬
tes.
Confiamos
que el Señor le habrá premiado
tantas buenas obras. A su esposa y a sus
dos hijas les diremos con S. Agustín: «No os dejéis abatir por la pena. Mirad más bien la vida que ahora empieza y no la que ha
concluido».
Lo Puebla. Día 7 del pasa¬ do abril falleció
en Id paz del
Señor la e ncanladora niña
Magdalena Forteza Crespí,una
de nuestras en¬ tusiastas peque¬
ñas suscriptoras
de «El Heraldo
de Cristo», pues
contaba s o 1 amente 9 años de edad. De carác¬ ter bondadoso
Y afable, siempre con la dulce sonrisa en sus labios, frecuentaba los sacramentos de la confesión y de la comunión y las esplicaciones del catecismo, como también los cultos de la iglesia, aprendiendo juntamen¬ te con las letras la piedad y la devoción
cristianas.
A sus atribulados padres, nuestro más sentido pésame.
Descansen en paz. Amén.

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