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Año XXIX

Palma de Mallorca, Febrero 1937

Núm. 328

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3‘00 Ptas. año

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4‘00

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Número atrasado

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En el Cerro de los Angeles
-

. Vi/i V 4í,..

El hecho me ha conmovido profundamente: en el Cetro dé los Angeles, al pie del monumento, bestialmente profanado por lás^ hordas de Rusia, ha vuelto a celebrarse el santo sacrificio de.la
Misa. Yo no sé si lograré transmitir a mis lectores la profuiidá ém'óción de las pocas personas que tuvieron la dicha de èncòiiíràrsé’
presentes. No pretendo desde luego, lograrlo con literatura alf^sb.nante. Para dar relieve a los grandes hechos basta, 'y árin sobra cóñ palabras llanas. Dejemos a los mismos hechos la emoción que la li¬
teratura no daría nunca.

Una brevísima historia, primero.

■

'

Para la toma del Cerro de los Angeles — magnífica posició.n, desde el puiiío de vista militar, que en el término de Getafe se eleva — los bravos reqüetés de Navarra sóiicitaron del Mando el honor de llegar los primeros. Se formarorí las olas de asaltó, irtíegradasí

poi Tercio y Regulares. Y en vanguardia se situó un carro blindado cuya íripulacrófi^fá' integraban unos cuantos reqüetés escogidos. La descripción del coinbate pocó intéresá'
ahora. Lo que importa decir es que el combate por la posesión de aquellas sagrááas -reli*’
quias se libró y fué ganado. Y que aún silbaban las balas cuando media docehá de boiiÏErà‘
rojas besaban el suelo y otras tantas bocas se estremecían con el bisiséo do uná 'oración
piadosa. Oración en la que fué hecha la promesa de la santa Misa que ya sé Ka celóbrodol'

El Monumento está destruido
El venerado Monumento que la piedad del buen pueblo español;consagró al Corazóndeífico en el centro geográfico de Iberia está casi completamente destruido. La preivsa,; gráfica de gran circulación dispersó por el mundo el plástico testimonio de la barbarie roja: una docena de milicianos, capitaneados por cierta hidra con rasgos fisonóraico? de mujer, fusilaron la Imagen divina, cuyo sereno rostro se deshizo en pedazos. No muchos días después el Monumento fué volado con una carga de dinamita. Y he aquí lo que del Monumento queda hoy: un montón informe de bloques de piedra.
La figura excelsa del Redentor está destrozada y destrozado está el grupo escultórico que con el lema de «la Humanidad santificante» figuraba a la derecha del Monumento. El otro grupo escultórico, el de «La Humanidad que aspira a santificarse», está casi entero. Hasta aquí ha llevado el marxismo su furia satánica y sacrilega; el grupo de «La Humani¬ dad santificada» lo integraban las figuras de varios Santos.

22

El Heraldo de Cristo

Pero hay un detalle que acaso es posible tomar como providencial: el bloque de gra¬ nito en que estaba la divina promesa del «Reinaré en España», ha quedado intacto. La palabra de Dios, ni aún cuando es esculpida en piedra perecedera, puede ser quebrada.

Un altar español
Sobre uno de aquellos bloques desgajados del Monumento se dispuso el altar. Altar sencillo, puesto bajo la advocación del Corazón de la divina Imagen, que yacía partido en dos pedazos — no será también providencial este desgarramiento en dos pedazos del Corazón deífico, que tantas amarguras está sufriendo en las presentes horas dolorosas?...— Y que piadosas manos reunieron. Las mismas manos piadosas adornaron el lugar con ban¬ deras de España y con flores silvestres. Y, dando guardia de honor a aquel altar improvi¬ sado, fueron izadas una bandera bicolor y otra cruzada por el aspa roja del requeté
navarro.
y comenzó la Misa, que celebraba el Padre Mariano Ayala, de la Compañía de Jesús, ayudado por dos «boinas rojas». Misa sencilla, pero profundamente cordial, porque el Rey de Reyes, derribado de su trono de piedra, volvía a^ ser elevado en el centro de Es¬ paña sobre el trono sin par de corazones españoles. Bajo la ceniciente bóveda de una,ma¬ ñana borrascosa y fría, el cielo por dosel, sin más incienso que el perfume templado de unas flores silvestres y al aire el grito bicolor de la auténtica bandera de España, que se rizaba en un gesto simbólico de acatamiento colectivo.

La promesa infalible
Una treintena de hombres, que han curtido sus rostros al sol de las batallas libradas por España y por Dios, se fueron acercando al divino convite. Dios, hecho pan de vida, descendió hasta ellos y por entero se les dió. Y bajo la ceniciente bóveda de esta mañana borrascosa y fría, cara al Madrid Rojo que dentro de bien cortas fechas volverá a ser la capital de España, la Hostia Santa trazó una cruz en el aire oreado por el grito bicolor de
la auténtica bandera de la Patria.
He aquí lo que ocurrió en el Cerro de los Angeles — el centro geográfico de Iberia — donde lá barbarie marxista se cebó con el furor satánico del más salvaje sacrilegio. Cris¬ to ha vuelto a su trono, — un trono levantado por los corazones españoles en el montón informe de piedras profanadas—para presidir esa resurrección que para España se ha ini¬ ciado. Sobre aquellos bloques desgarrados han quedado intactos un corazón partido en dos mitades y una leyenda que es promesa infalible: «Reinaré en España». Quien hizo es¬ ta promesa y la dejó providencialmente intacta en la piedra en la que fué grabada no puede equivocarse. Y las palabras de la gran promesa han sido puestas nuevamente en pie para tener una realidad próxima.
PEDRO GOMEZ APARICIO
Avila, 13 noviembre, 1936
(De «EL ECO FRANCISCANO» n.° 1030, recientemente llegado a la redacción de «EL HERALDO DE CRISTO»),

El Heraldo de Crisío

63

RITMES ARTÀNENCS

Preludi
Presseiví com un broll de cançons que dins mi s'anuncia^ caliíja d'idees amorfes que el ritme del-vers coagula, . precisa, i ordena, i escaira, i brunyeix, com orfebre diví..Mes, p quina tortura, arranca ais vorticosos abismes interns, fetes llum i harmonia concreta, idees boiroses, com Déu que va extreure amb un fiat
mil mons rutilants de la buida tenebra del caos!
Dé l'ànima, i cor, i cervell, roda i cruix l'engranatge dolorosament. El crear és combat i agonía,posar en els mots, ja filtrats, gèrmens vius que els fecundin i els fassin eterns,- esventar ço mediocre; que es fàcil
la pompa banaV, les febleses i el fum defs enigmes.
O mots radiaAts, embotits amb Carn viva de idees!
b mots que regalen de sang entranyable i llumínica,calius palpitànts, glops de foc dels abismes encesos de l'odi i I'anror, que els poetes només pronuncien, semi-inconscients, en la febra i furor creadora! Mes, ai! que no'n trob d'eixos mots escumòsos d'idees... Sols vent moridor i clofolles d'ous buits, mes paraules!

II

Extasi

Migjorn emmelat. Oci dolç. Laxitud saborosa.

Mirar, sols mirar. Viu i sent l'esperit, mes no pensa.

Silenci sonor satinat de llum calda. El jorn s'obri

fins a l'infinit. Abeurat amb el vi subtilíssim

' « .

que raja del sol, el món voga i s'adorm. La llum calda,

llençol i oriflama llisquent amb qué el món s'envolupa.

Tot dorm. Somnis blaus de la terra.- els sembrats que ventreien.

l'orella perceb el cruixit de l'herbei en creixença,

tant fi és el silenci. Ronquéis apagats d'aigua clara. ..V '. ■ ■

E1 vent enganxat a l'arbreda tofuda^ no^lena;
immòbil, la fronda embriaga's del sol dintre l'èxtasi.

El cel és profund. Cap moixell de boirim. D'or llumínic

remull, sempre més s'esbadella l'espai. S'endevina '

la cara de Déu dins la fonda i serena llunyària....

BLÀNQUERNA-

24■ .

EI Heraldo

Cristo .

¿LA VIDA ERMITAÑA EN MALLORCA

Una flor del desierío

'
;

. I- •,

Con este título humildemente poético hago referencia y quiero
empezar a hablar de un santo personaje, el ermitaño Juan de la Con¬ cepción de María, Mir y Vallés, que en el siglo XVII vivió cuaren¬ ta y ocho años en la soledad: seis en el Castillo de Alaró, su pueblo natal, y cuarenta y dos en los bosques de Trinidad de Valldemosa. Entre los varones más penitentes qué^han embalsamado con sus Vir¬ tudes la soledad de nuestras montañas ocupa lugar distinguidísimo
nuestro biografiado, que dejó hondo surco en la historia eremítica, muriendo en fama dé santidad y con la gloria de ser el restaurador
de la vida ermitaña de Mallorca.

«Lingua mea calamus scriboe, velociter scribentis». Escribo a

vuela pluma, cqii deseo de trasladar al papel aquellos conceptos

que, relacionados con el asunto, se agolpan en nri mente y pugnan

por salir para embellecer el marco en dpnde se destaca el héroe.'

Por tanto me^ perdonará el lector ciertos incisos y digresiones,: tal vez no del todo necesarios, sin los cuales igualmente aspiraríamos el suave perfume de
esta oculta flor del silencio y de la soledad.

Nay un sector en la tierra al que de hecho n,o se extiende la actividad del hombre:

el «desierto». David cantaba, entre las magnificencias del poder’ soberano de Dios, la de

su voz poderosamente majestuosa que sacude y agita el desierto, «conmovebit Dominus

desertum Cades» ¿Para que? Contesta S. Jerónimo: «futura deserta vernantia floribus

Christi», para convertirlos en prados amenos y hermosos, ataviados como en florida pri¬

mavera. Alude especialmente el Patriarca de la Exposición de los Libros Santos a los yer¬

mos infecundos del Asia, que habían de engalanarse con las flores de las virtudes de

tantos solitarios que por allí se santificarían. Dijo Isaías que la soledad se alegraría y flo¬

recería como un lirio.

'

No siempre la palabra «desierto» se ha tomado en el sentido riguroso y estricto de
carecer de fuentes, prados, sotos y vegetación,- sino en un sentido ainplio. El Precursor del Mesías se retiró al desierto de Judea. Entre los palestinenses «desierto o midbar» se

entendía toda región que aunque no fuese del todo desierta ni estéril, no estuviese culti¬

vada. A veces, con las lluvias de prirnavera, el suelo se cubría.de uña vegetación rápida

y viva,-verde yerba salpicada de miïltilud de flores silvestres vestía el campo,-algunas

fuentes que por varios sitios brotaban, embellecían en particular algunos trozos,- que aca¬
so serían los que la Escritura llama Speciosa deserti, las hermosuras del desierto, cubier¬ tas tal vez de algunos árboles, cedros y palmeras o por lo menos de arbustos y de yerba¬ les aptos para cobijar, no solo víboras, escorpiones y serpientes, sino aves, palomas tor'naces, cabras silvestres, gacelas y chacales. En las ramas anidaban pájaros y en las grietas formaban sus panales las abejas. De esta suerte era el desierío en donde creció el Bautista.
En el sentido amplio debe, pues, fomarse la acepción cuando los documentos anti¬

guos hablan p. e. del desierío del monte de Randa, de Miramar, del Castillo de Alaró. Sitio encumbrado de nemorosa soledad es este roquero Castillo, que consiste en la roca

misma, y los muros en sus flancos berroqueños, y la plataforma en la meseta anchamente

circunscrita por precipicios: para hacer inexpugnable la obra de la naturaleza bastóle al arte construir sobre la puerta de entrada, al extremo de media legua de subida, un pe¬
queño torreón sobre algunas murallas, y el vdsío recinto quedaba guardado al abrigo de asaltos y sorpresas. En aquella cima, de unas veinte cuarteradas de extensión, en donde crecen la encina, el pino yloda clase de arbustos aromáticos, en aquella cirna, gloriosa

por muchas gestas bélicas, consagrada por el invicto heroísmo de dos soldados Cabrit y
Basa, que hasta derramar sir sangre supieron mantener la fe jurada a Jaime II contra el usurpador aragonés, en aqueíla cima, dominadora de otras montañas enormes y de llanu¬ ras de variados colores y dibujos ofreciendo un panorama inmensamente estupendo a la vista de cualquier observador, levantó en 1622 el Dr. D. Juan Coll, Rector de Alaró, un Oratorio a la Virgen María bajo la advocación de Ntra. Sra. del Refugio. A la sezón ya se habían abolido las castellanías de los tres fuertes roqueros de Pollensa, Saníueri y Alaró. De éste, el último de los castellanos conocido fué D. Jaime Burgués muerto en ocho de diciembre de 1576. Cuando más, el cargo no era ya sino un título honorífico, y el Caste-

El Heraldo de Cristo

25

llano o alcaide residiría en la capital. El abandono completo de los fuertes roqueros de Pollensa Y Alaró por parte del Estado fué en 1715.
Consta que ya en un principio el Oratorio del Refugio fué puesto bajo la custodia de
un ermitaño, natural de la villa, Jaime Sampol. D. Jerónimo Berard en su Viaje por el inte¬ rior de la Isla describe minuciosamente la pequeña capilla con todos sus detalles arqui¬ tectónicos Y artísticos, la dulce imagen de la madre de Dios tallada en madera, colocada
en apropiado nicho, que gira en el centro del policromado y aurifico retablo de columnitas estriadas, teniendo a ambos lados sendas pinturas al óleo representando a los hé¬ roes Cabrit y Basa, de los cuales era ferviente enamorado el Dr. Juan Coll. La bendición
litúrgica efectuóse el día 6 de noviembre del mentado año 1622 con toda pompa y solem¬
nidad Y grandiosa concurrencia de fieles. Al cabo de poco tiempo, o sea día 2 de diciem¬ bre próximo siguiente,.nacía en una casa cristiana del pueblo un niño, hijo de los consor¬
tes Guillermo Mir y Esperanza Vallés, que bautizado en la parroquia el día 3. por el Rdo. D. Pedro Ordinas Pbro. Vicario, recibía el nombre de Juan. «HicT erií magnus coram Domi¬ no». Sobre la cuna,de aquel tierno infante debió posarse la tierna mirada de la Reina de
Ips cielos que, desde hacía sólo veintiséis días, entronizada en su trono del Castillo, ex¬ tendía desde Su altísimo Refugio la sombra protectora sobre sus biénamados hijos de Alaró. El niño Juan Mir y Vallés fué prevenido con bendiciones de dulzura. Educado en el amor y temor de Dios gracias a los desvelos de sus progenitores, que amaban el bien de su alma mucho más que el de su cuerpo, instruido en las^enseñánzas del catecismo y del santo Evangelio, asiduo en asistir a la Misa y funciones religiosas del templo, empezó a correr en buena hóra con el corazón abierto por el camino de los Mandamientos de Dios. De índole buena, inclinado a la piedad, el joven Juan debió de llamar lá atención del
Rdo., Sr. Rector de la parroquia Dr. D. Juam Coll, quién lo atraería hacia sí', le trataría con
singular cariño, alentándole en el amor de Jesucristo y particularmente de María Santísi-
sima, a la cual su devoción había levantado el Oratorio del Refugio,- quizás en sus fre¬
cuentes idas al Castillo se acompañaría del piadoso Mir y con tales ocasiones trabaría és¬
te amistad con los ermitaños de aquel elevado desierto, naciéndole aquel impulso interior de que habla el Salmista: (¡ascensiones in corde suo disposuit. - Quis daBjt mihi pennas sicut columbae et volabo? Ecce elongavi fugiens et mansi in solitudine». Lo cierto es que a los quince años, cual otro Pablo de Tebas, abandonó la casa paterna para retirarse a la soledad del Castillo, donde fué recibido por un venerable anciano, ermitaño Julián de la Medre de Dios Lladó, natural, como el Dr. Juan Coll, déla villa de Binisalem, y pronio el que iba a ser su guía espiritual, adivinando el tesoro de virtudes que se encerraban en el, corazón del adolescente, dióle el hábito el día 7 de abril de 1640 con licencia del M. I. Sr. D. Lorenzo Carreras, Arcediano y Vicario General de este Obispado. El historiador Furia
sostiene en sus Memorias c;(ue hubo dos ermitas en el Castillo: una dedicada a San Anto¬ nio Abad, de la cual vió ruinas en el extfemo del monte hacia el Mediodía, y otra la de-
diceda a Ntra. Sra. del Refugio. Si la afirmación fuera, verdadera, podríamos conjeturar
que el susodicho ermitaño Jaime Sampol vivía en la soledad del monte antes de 1622. Pe¬
ro, lo probable es que los anacoretas retirados cabe el altar de la Virgen del Castillo, además de la humilde vivienda contigua a la capilla, habitasen también una cueva, que hasta hoy es conocida por la Cova de St. Antoni, junto a la cual se yerguen todavía al¬
gunos restos de lo que fué habitación de, la antigua guarnición militar al mando de los Alcaides. Indudable es que Juan de la Concepción de María, que este es el nombre que recibió al tomar el hábito nueslró Mir, se pasó largas horas en aquella cueva, teatro mudo de.sus ayuno^, suspiros y penitencias. Día 18 de noviembre, del año 1641, el siguiente de
su admisión, moría,su maestro espiritual, quedando Juan solo y desconsolado. Pero, aquel
Dios que cuida siempre de los suyos, determinó en breve que dos ermitaños de Borgoña, que llevaban por obediencia ciertas reliquias a la Isla de Ibiza, se parasen en la de Ma¬ llorca Y se viesen con el joven anacoreta del Castillo de AÍaró. Hablaron efusivamente de las cosas de Dios, Y animáronle a proseguir en su primer propósito como buen soldado de Cristo, dándole por escrito una horma de vida o especies de Regla. No deja dé ser ad¬
mirable que el joven Mir, que entonces solo contaba dieciocho años de edad, tuviese
tanta fortaleza (ie espíritu, tanta valentía de corazón para quedarse en la peña del Castillo sin el arrimo dé su guía espiritual, sin el calor dé otro personaje con quien compartir las horas de soledad, de silencio y tal vez de tedio o tristeza. ¿Como aguantar en aquel de¬ sierto en la flor de la juventud, cuando la vida le sonreía' envuelta en el espejisma de
placeres y delicias? ¿Quién duda que el demonio poníale asechanzas, y con diversi¬ dad de tentaciones hacíale volver los ojos hacin la planicie de abajo, hacia el pueblo y casa de sus padres? Peligro era este muy terrible para una edad inexperta. Però, sabemos que Juan, habiendo puesto la mano en el arado, no se volvió atrás,- sino que continuó firme en su puesto por espacio de cinco años más, para mat:(¿har después a los desiertos
de Valldemosa, según veremos..

{Contirmard) .

RUPÉRTQ DEL VALLE

26

El Heraldo de Cristo

DEL DIETARI D'UN SOLDAT

•

LA MEDALLA SALVADORA \_

■p

-

-NoT m'has de requisar, eii?,-. que hi ha una sobrassada i dues
llengonisses! -Per .qui me prens tu, ára?
-No eV prenc per ningú; pero aquell bolia que vaig dur la setmana passada me desaparesqué i encaira és Thora que m'ha de com¬
parèixer... -No t'assustis homO; a mi tampoc me trobaven aquest dia i va
, resultar que estava re/^c/d...
-Ah! Vols dir cireus que el meu bolic estará, també, de relació?
Déu vulgui que puga tornar bo i sal... -En venir li dones tres mesos d'a^restp a la prevenció^ i apren¬
drà ano fugir-le ' -Sí| ja les arrestarás tu a ses vint-i-cinc pesétes que hi havia
dedins! Lo mateix me succeí a sa retirada de Son Garrió. Vint-i-cinc

pessetes també hi vaig perdre.

-Idò t'hauran d'estar agraïts els marxistes!... ^

-

“I una medalla que ma mare me donà abans d'anar

-Degueren aprecjar més ses pessetes que no sa medalla!

-Idò jo m'estimava més sa medalla que no ses pessetes, i te diré per què. Me'n recor¬

daré tota sa vida!

~

-I no m'ho havies contat sabent que jo eri fas colecció de totes aquestes coses? Hala!

Ja pots començar en Avoler . ^

■

.

■

-Idò, abaiis d'anar al frente, era^uruatlot!... tu'm coneixies,- m'agradaven sès bromes,de Déu, de Cristo i de sa Religió, si'no itie'n reia no hi mancava gaire,- en so meu modo

de parlar era com els demés, i rio em feia escrúpol de riure'm de ses bones i cristianes

,costums que des de petit havia vist, sempre, a dins ca-ncstra.

Venguérem del frente i la meva manera d'ésser i de pensar va camviar de bona ma¬

nera: bromista sí, com abans,- però no m'has sentit dir més flastòmies; vaig a missa cada

diumenge,- i complesc molt millor que abans tots els meus devers de cristià. I tot pes fet

que te vaig a contar:

'

-Jo ja t'havia noiat.es canvi, però no sabia es qué...

-Idò era es dra abans de sa retirada de Son Garrió. Sès bales xiulaven més que mai

per damunt es nostre cap. Bé,- tu ho sabs millor*^que jo que allò era un infern. Ajegut da¬

rrera parapeto no sabia que'm passava!... creia tornarme loco de pòr,- tanta era sa me¬

tralla que queia damunt noltros. "Allà un, dos, tres..."-cridà un centihel-la que vetlava es

camp ihimic. Noltros mos aixecam i els vérem, encara, qui corrien..-^ férem una descàrre¬

ga i el tres^ marxistes caigueren per nb aixecarse mai més, a no ésser a sa vàll de Josafat.

Però a mi'm tocà es rebre. Quan passava per darrera una bretxa per anar a posar-me a

jn'es meu lloc, una bala em pegà damuí es pit. Un cop fort i vaig caure en terra! Vengue-'
reii dos soldats més i me miraren: i an es meu pit, feta dos troços, hi havia la medalla que

ma mare m'havia donada abans de partir. I jo no tenia la rúés -petita ferida. Aquella me¬

dalla m'havia salvat!..

-Des de llavors soïn un homo

nou; hi veig més clar què abans. I si abans d'anar al frente creia en Déu, ara crec ademés que aquest Deuré un esment especial i amo¬
rós dels homos i els estima així com una mare estima els seus fills.
-Entens, ara, per què no ha¬ gués baratat aquella medalla ni amb vint-i-cinc pesetes?
•

Lista de Socios Protectores de «EL HERALDO
• DE CRISTO» que han abonado; la sus¬ cripción correspondiente al año 1937

D.^ Louse KervizíG Yda. de Morey. - Vatidemosa

D. Guiilermo Bennassar • Campos

B. Miguel Ramis

Petra

D. Antonio Buadss

Campanot

0. Juan Alberti

Palma

D. José CloquelP

Palma

D/ Catalina Pujol

Palma

Un entusiasta de la Buena Prensa • Cala'Ratjada

22-1-37.

Mesas

Una de las Galerías iniarióres del antiquísimo monatleiio de San Cegat de Vallés. (Cataluña)

-

1

•

D-

■

Detalle de los célebres y variadísimos capiteles

del mencionado monasterio, qué gracias a los

monjes no pereció en manos de los bárbaros en

^

los pasados siglos.

UNA DE LAS PLACIDAS Y TRAN-
OTTTTAQ PATTCC nr T A ATOrOPA

PRESAGIO DE XA TEMPESTAD,

El Heraldo de Cristo

31

Galeria Teatral de «EL HERALDO DE CRISTO» ^ N.° 2

EL FUSTERET DE LA PARROQUIA

(Imprompi\\i cómic mallorquí en un acle i en vers)

. »

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'■.•y

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s.

“

V’

(T... la natura sol crear de vegades personatges es-
tranys! Uns sempre guaitant als seus ulls i que com dements se'n riuen de qualsevol xeremier; i altres tan avi-
nagrats que mai mostren les dents per somriure encara quel'acudit fassi gràcia al mateix Néstor» (SHAKESP^iiARE. «El Mercader de Venècia» )

PERSONATGES

MESTRE SION, un menestral de poblet, mig fuster i mig pintor i escultor,jd'uns
- seixanta anys.
SABATER, veinát de Mestre Sion. Du el
davantal.
POROUERET, amb una pellissa a l'esquena, i varques als peus i un garrot a la mà.
Té uns dotze anys.
ACTE

Veinats i minyons del poble, el número de tots els quals pot ésser més o manco
gros.

L'escena passa al cor de l'estiu en una

vila de Mallorca, i dura mitjà horeta.

*

■

.

'

UNIÇ

Un carrer de la pagesia. Aprop, el portal de la botiga de Mestre Sion, amb un piló i x alguns ormetjos de fuster i pintor a defora.
ESCENA I
'
Cant del POROUERET

Porq.
'

(Davant la botiga,de Mestre Sion);
«Val més unes varques primes '
que un pobre.pissatge té que ses eines d'ün fuster; aixes, destrals i bairines».
(S'hi acosta):

«Bon menestral se va alçar
a dins es terme de Petra .
quan tèngué s'arada feta es mul no hi pogué tirar».
(Fa banyes;)

«Mestre Damià Burell és un mestre de mala aixa:
pensant-se fer una caixa li va sçrtir un cubell».

(Palluca tests pel carrer, i quan en té els da¬ vanters de la camisa plens, -els aboca amb , força dins ta fusteria i fuig de quatjes)

ESCENA II

MESTRE SION sol

(Sortint enfadat al portal, amb la pipa a la

boca:)

«Fonna!

si

t

agaf,

,
rateta!

^

^

sabràs qui és Mentre Sion! Un no pot en pau romandre ni dins ca-seva, tan sols. Sempre m'en pensen qualque una de salada aquests atlots: un dia me prenen s'eina, ' s'altre em canten es mussol,ara me fan tots la bona, més tard m'escainpen es pots de pintüres... Fonna! Fonna!
Haurem d'armar un garrot
com aquells d'espolsar'metles...
Fonna! Fonna! Ja estam bons! ,
(Agafa l'aixa amb unà mà i un pinzell amb i'altra i se posa a cantar;)
Cant del MENESTRAL
Som menestral d'ornbres mortes,
mig fuster i mig pintor, sé pintar carros i portes i fer mànec de xapó.
Tant pint sants com el dimoni. Sant Miquel i Llucifer. Però, Jesús, Sant Antoni!
el dimoni em surt més bé.
Amb unes horribles banyes i un bigots d'un parn de llargs,
i uns nasos com a muntan.yes, i unes ceies com uns arcs...
I una coua d'una braça i una llengua infernal...

32

El Heraldo de Cristo

^
)■ -

Ido, encara, no agrad massa... i al veure-ho la geni diu: MAL.
(Amolla l'aixa i el pinzell i parla:)
Mes ja ho diu sa cançoneía que m'ensenyaren d'atloí:
«Mal qui fa, mal qui no fa, mal qui diu, mal qui r\\o diu, mal qui plora, mal qui riu i així mal per íoí hi ha».

I és la gent més distingida la que se dona mes to en retreure'm es defectes,
i no trobant res bé en lloc.
Mes ja ho diu sa canconeta
que m'ensenyaren d%tlot: «D'un récipe de doctor,
d'un protocol de notari, i purga d'apotecari alliberau-nos, Senyor».

Ara, a posar s'aigo-cuita i a clavar aquelles posts;
i en llevar-nos de la sesta,
quan tot será see i fort,'
umplirem una pipada
i trabaiarem de bo.
(Comença foc ran del portal i encalentipix I'aigua-cuita cantussejant:)

A la ciutat de Nàpols

X' ;

«A la ciutat de Nàpols hi ha una presó, la vida inia!
hi ha una presó, la vida amor!

Hi ha vint-i-nou presos
qui canten la cançó, la vida mia! qui canten la cançó, la vida amor!

La dama está en finestra
qui escolta la cançó, la vida mia! qui escolta la cançó, la vida amor!

Los presos s'en temeren, ja no cantaren no, la vida mia! ja no cantaren no, la vida amor!

-Per qué nO'Cantau, presos,
per qué no cantan no? la vida mia! per qué no cantan no? la vida amor!

-Qué hem decantar, senyora, si estam en gran presó! la vida mía! si estam en gran presó! la vida amor!

Seiíse menjar ni beure , ' si no és un roegó, la vida mia! si no és un roegó, la vida amor!
(S'asseu al piló, posa aigua cuita a alguns bastiments que ha neletjats amb una granereta, i els clava amb tatxes, movent un talabasíaix horrible, mentre contihua cant rssejant:)
-Mon pare, lo meu pare, jo vos deman un do, la vida mia! jo vos deman un do, la vida amor!

No vos deman València
ni tampoc Aragó, la vida mia! ni tampoc Aragó, la vida amor!

Ni tampoc Barcelona, ciutat de gran valor, la vida mia! ciutat de gran valor, la vida amor!

ESCENA III

SABATER i MESTgESION

Sabat. (Sortint a fora, fet un ñero, un poc llüny de ( MestteSion): -El! Mestre! Qué acabaríem?

Què és aixó tánt de renou?

Mest.

No veis que ’és l'hora de sesta i yós feis por a sa son...
(Roman iñirant Mestré Sion qui segueix im¬ pertorbable:)
-Ma filia Margalida,

quin do voleu que us do? la vida

[piia!

quin do voleu que us do? la vida

[amor!

-Mon parq,, lo meu pare, les claus dé la presó, lá vida mia! les claus de la presó, la vida amor!

Sabat.

(Rabiosament):

^

-Sí, sí, SÍ, tantes m'en digues!

Igual que predica a un mort!
(Desapareix girant-se moltes vegadas darrera)

ESCENA IV

;■ Mest.

MESTRE SION sol
(Pica que picarás isense perdre el bon humor)
-Ma filia Margalida, això no ho faré no, la vida mia! això no ho faré no, la vida amor!

-Deis presos que allá canten digau qué en fareu vós? la vida
[mia!
digau qué en fareu vós? la vida
[amor!

-Demà será dissabte, los penjaran a tots, la vida mia! los penjaran a tots, la vida amor!

-Mon pare, lo meu pare, ho mateu l'amador, la vida mia!
no mateu l'amador, la vida amor!

ESCENA V

SABATER i MESTRE SION

Sabat.

(Surt al portal treguent foc pels ulls i dóna dues passes vers la botiga de Mestre Sion cridant de mala maneta:)
-Ei! Mestre! Es cervell me bota,-
això ja ho té consol...
, (Roman mirant Mestre Sion qui no es dóna, encara, per entès i segueix posant aigua-cuila i, sobretot, picant rabiosament, tot cantus¬
sejant:)

É1 Heraldo de Cristo

3S

Mesí.

-Ai filla Margalida, quin és íon amador? la vida mia! quin és ton amador? la vida amor!
-El de la roba blava, que té el cabell tan ros, la vida
[mia!
que té el cabell tan ros, la vida
[amor!

-Ma filla Margalida, serà el primer de tots, la vida mia! serà el primer de tots, la vida
[amor!

-Ai, pare lo meu pare! a mi penjau-me i tot, la vida mia! a mi penjau'me i tot, la vida amor!

Sabaí.

(Ameneçaní' Meslre Sion des del portal de ca-seua, amb una forma «n la mà:)
-Vel-la Hissa, quina música! n'hi ha ben prou per tornar boig.
Ell la me pagareu cara...,
Vel-la Hissa, jo som jo!
No en fareu avui de sesta...,
Vel-la Hissa! això és gros!
(Desapareix girant-se moltes vegades a Mes¬ tre Sion qui treballa incansable i canta com un canari:),

Mest.

ESCENA VI
MESTRE SION sol
Posau a cada forca
'un ramellet de flors, la vida mia! un ramellet dp flors, la vida amor!

Perquè la gent que passi ne senti bona olor, la vida mia! ne senti bona olor, la vida amor!

I diga un Pare-nostro per l'ànima de tots, la vida mia! per l'ànima de tots, la vida amor!

Amb una Ave-Maria

per mi i per l'amadòr', la vida mia!

per mi i per l'amador, la vida

"

[amor!

(Aturant-se de fer feina:)
Fonna! Fonna! aquesta Còmera
totes ses coses les vol

a punt de pastora mia.
Fonna! Fonna! això és bo:

ses capélles ben pintades,
es sants deixats com a nous...

prest s'esglèsia de la vila semblarà una copa d'or...
Fa mig any que ja hi fas feina, nit i dia; fora son!

Mes també sa bossa meva

s'inflarà com un granot. (Sa palpa tes butxaques satisfet:)
Fa goig de repassar es compte, just pensant en tants de sous:
(Sé treu un paperpt de la butxaca i llegeix amb gran fruició:

Compte
més ben

del
dit

Senyor Rector... (Dubtant) de... Donya Comerá...

Què es diu senyora o senyo?

Per posà ^una coua nova
an es,^gallel de Betlem, mudà ets uis an es Reis Magos
i fe un gep an es camells: una lliura i sis doblers.
Per posà unes cabaçades a s'aset de Sant Josep, i allargar-li un poc sa coua
deixat-lo com un ramell:
sis sous manco tres doblers.
Per pegà üna retocada a sa volteta del cel, netejar un poc sa lluna i afegir-hi dos estels:
deu lliures manco un dobler. Per restaurar dues ànimes
del Purgatori i també
revivar ses flamarades

que pareixien de neu: nou lliures manco un dobler.
Per posar a sa criada
de Caifàs un bigot Heu, pintar-li morros i galtes i posar-li un nou muixell:
dotze sous i tres doblers.
Per subjectar el mal lladre
que escapava de la creu, fer plorar dues Maries i posà es sol a nivell:
dotze sous i tres doblers.
Més: per correígir ses dues Taules des Vell Testament

que esta van mal ideades
i hi mancava un manament:
sis sous i quatre doblers.
(Alça els ulls del paper:) I ara ve sa feina meva,
lo que fas^nilloret jo:
(Torna a mirar el paper:)
Per reíòrcer més ses banyes i sa coua a Llucifer, posar-li foc dins sa boca i estirar-li un Hengot lleig:
(Amb enfasi:) Tres lliures manco un dobler. (Sense llegir) Per això es vol mà d'artista
i... d'artistes n'hi ha' ben pocs.

(Amaga- el paper dins el nus del mocador
que es posa, ben embolicat, dins la butxaca dels calçons, i diu tot feinejant.)

Fonna! Fonna! Senyor Comerá, jo ompliré sa.bossa d'or! Lo qui és quan cobri aquest compte
serà ric Mestre Sion...
Per celebrar bé sa festa
farcirem un endiot, rostirem mitja porcella o farem perdius amb col.
Ja podeu predicar Còmera
(Continuarà)

34

El Heraldo de Cristo

NOTAS VARIAS

Fiesta Luí lana

; Día 25 del pasado La

odisea

A una bienhecho-

en Si Francisco
^

mes, fiesta de la con" versión del Doctor
Mártir de Cristo Bto.

de las mon-
'¡as de Orop^esa

persona de Ponte-
unas cartas de las

Ramón Lull se celebró,

monjitas de Oropesa

en la iglesi^ de San (Toledo) en las cuales cuentan con candidez
Francisco, la anuncia- franciscana el calvario de su cautiverio en¬

da fiesta escolar lulia- tre los rojos, Y la penuria más franciscana

na, que desde 1916 ve¬
nía celebrando
anualmente el Semi-
nario^e Mallorca junto con la Causa Pía Luliana y a la que en el presente año se
ha unido también el
Instituto nacional de

todavía en que las dejaron. Es la odisea

cien veces repetida por la que habrán pa¬ sado tantas comunidades de religiosas.

«El 21 de julio -
orden de salir. No

seé^^rniobsednió

recibimos la
tiempo ni pa¬

ra vestirnos de seglares. Todo lo que pudi¬

mos sacar de las celdas fué abierto y regis¬

trado. Nos instalamos en casas particulares.

Los rojos convirtieron el convento en cuar-

esta ciudad puesto re¬ tel. Puede V. comprer\\der lo que harían; la cientemente bajo la plujna so resiste a narrar tanta barbarie,

advocación del sabio y Beato mallorquín. pues solo Lucifer y sus secuaces pudieron

La noche anterior - la del domingo - hu¬ inventar tales horrores. Tpdo lo hemos per¬

bo en el propio templo solemnes Comple¬ dido, todo lo han destrozado. Ropas de Igle¬

tas, que cantó la Comunidad del Seminario. sia teníamos un tesoro,- solo unos temos sa¬

La función consistió en una solemne bemos que dij'eron tenían de valor 20.000

Misa mayor, que celebró el M. I. Sr. D. Mi¬ guel Alcover, Maestrescuela, a quien asis¬
tían: de diácono, el M. I. Sr. D. Juan Quet-
glas. Canónigo; de subdiáconó, el Rdo. D.

duros; imágenes teníamos algunas de Mon¬ tañés, Y todas han corrido la misma suerte,con decir que nada ha escapado de sus ma¬ nos, está dicho todo.

Cándido Fernández, Profesor auxiliar del

El 25 de julio, mataron un sacerdote joven

Instituto, y de Pbro. asistente, el Rdo. IX que murió al grito de (Viva Cristo Rey!; el

Juan Nicolau, Profesor del Seminario.

5 de agosto, nos quitaron nuestro capital,

Asistió a los oficios divinos, que fueron
revestidos de gran solemnidad y esplendor, ocupando asiento en el Presbiterio, el Exo¬ rno. y Rdmo. Sr. Arzobispo-Obispo de Ma¬ llorca, Dr. Miralles, quien tenía a su dere¬ cha al Exorno, y Rdmo. Sr, D. Bartolomé
Pascual, Obispo titular de Lappa y Rector

las dotes de las religiosas. Este mismo día,
mataron a nuestro Capellán y no le refiero el martirio que le dieron, porque se resiste la pluma; también mataron del mismo modo al señor cura Párroco, y así han seguido matando almas sacerdotales y jóvenes dere¬ chistas, sin numero.

del Seminario de Mallorca, y a su izquier¬

Eu fin, no acabaría. Este pueblo parecía

da al Rdo. P. Verger, Ministro Provincial el infierno. El 26 de agosto vinieron con or¬

de los PP. Franciscanos; como también esta¬ den del Comité para llevarnos detenidas,

ba el Capellán de honor del Excmo. Dr. haciéndonos quitar los hábitos que llevába¬

Miralles, Rdo. Sr. Payroló.

mos debajo de las ropas seglares, nos lleva¬

También asistieron, ocupando lugar de
preferencia al lado del Evangelio, el Gober¬ nador civil Sr. Torres, y el alcalde de Pal¬ ma, Sr. Zaforteza, y a continuación de am¬ bas autoridades, el Claustro de Catedráticos^

ron a un local que amenazaba ruina, con el fin que al derrumbarse nos matara,- allí es¬ tuvimos sufriendo lo indecible, pero sobre todo, porque comprendimos lo que con no¬
sotras pensaban hacer.

y Profesores del Instituto, Escuela Normal" ^ La noche del 28 al 29 es sólo para pensar¬

de Maestros, Escuela profesional de Comer-' lo, no para contarlo, encerradas solas con

cío, y de los demás centros docentes y los ellos ¡que agonies de muerte, que bien se

miembros de la Causa Pía Luliana.

meditaba entonces en la noche que nuestro

Igualmente asistieron, sentándose en la parte de la Epístola, el Claustro de Profeso¬

Amado pasó en el calabozo con aquellos
soldados inhumanos!...

res del Seminario, y también una comisión

Tanto quisieron hacer, que en pensar y

de Maestros nacionales, presidida por los preparar, amaneció y volvió a empezar el

Inspectores de primera enseñanza D. Juan bombardeo que hace dos días había em¬

Capó Y D. Pedro Ctespí. '

pezado. Fué muy duro, sobre todo una bom-

El Heraldo de Cristo

35

ba mató tantos milicianos, que todos ater¬ rados huyeron, dejando las armas y municiones. Uno de los presos que estaban en la iglesia subió a la torre y puso bande¬ ra blanca, rompieron la puerta, salieron y derechos, a librarnos a nosotras.
Aquella noche, los del Tercio entraron, y con ellos renació la esperanza, vino la cal¬ ma, se locaron las campanas de la Parro¬ quia, que por haberla convertida en cárcel, se libró del saqueo, y aquel día tuvimos Misa y recibimos en nuestros corazones a nuestro Amado por el que tantas amargu¬ ras habíamos pasado.
¿Y que era de nuestro convento? Cuando
nos permitieron entrar, hubiéramos preferi¬ do que esos bárbaros le prendieran fuego antes que cometer las profanaciones de
que le hicieron objeto. Aquello partía el alma. Todo montones
de cuadros rotos, libros, ropas, imágenes, cristales, música, todo, con decir todo se
termina; nos han dejado sin nada, estamos sin mantas y hábito, el que sacamos puesto. Como estaban los milicianos allí, se conoce
que las bombas los iban buscando, pues son cuatro las que han caído, destrozando todas las celdas y otras dependencias, de modo que aunque se quiera no se puede habitar.
Ahora hasta de libros de rezo carecemos,
pero confiamos mucho en Dios, No, El no nos abandonará y moverá los corazones
para que nos manden lo que puedan, ropas, libros, comestibles o dinero, todo, todo nos vendrá muy bien para formar nuestro nido.

(De «El Eco Franciscano», n.° 1031, llega¬ do, poco ha, a nuestra Redación).

El esfreno de "El

Día 10 del pasado

Mestre d'escola" en Palma de Mallorca

enero, ante una in¬
gente y distinguida multitud que llenaba
completamente todo
el ancho salón de la

Juventud Seráfica de Palma, efectuóse en

dicho lugar el público estreno de «El Mes¬ tre d'escola», sainete mallorquín en tres ac¬ tos y en verso, original del Rdo. P. Fr. Mi¬ guel Caldentey, T. O. R., con música del Rdo. P. Fr. Antonio Riera, T, O. R,, primera producción de la bilingüe (en mallorquín y castellano) GALERIA TEATRAL DE «EL HERALDO • DE CRISTO», recientemente fundada y que ve la luz pública en la bene¬ mérita y veterana revista cuyo nombre
lleva.
Durante la represetancióh de la obra el público prodigó largos y entusiastas aplau¬ sos a los actores como también, al final, a los autores, literario y musical, cuya pre¬
sencia demandó incesantemente.
El acto que fué celebrado exclusivamen¬
te a beneficio de las Cocinas Económicas
fué organizado por la Juventud Seráfica de
Palma.
De «El Mestre d'escola» se hizo un tiraje aparte, que, juntamente con un extracto de la música, también dado a la estampa, pue¬ de adquirirse al precio de 1'50 en la Redac¬ ción de «EL HERALDO DE CRISTO», (Ra¬ món Lull, 3).

El estreno de

La notable sección

otra obra teatral literaria de la Juven-

en San lorenzo

Seráfica de Arlé,

\_

,

que tantos aplausos

Desea rdesar recogió en dicha vi¬

lla por la representa¬

ción del nuevo drama «Viva España», ac¬

cediendo a las reiteradas súplicas de

algunas personas de S. Lorenzo, vino a dar

en este pueblo dos representaciones de es¬

te drama, cuyo autor es el Rdo. P, Fr. Ga¬ briel Tous, T. O. R.

El acto tuvo lugar en el teatro, ante un público numerosísimo que no escatimó

aplausos, y con asistencia de las autorida¬ des civiles, militares y eclesiásticas.
Lo recaudado en esta función se destinó

al Movimiento Nacional y al Ropero de S.
Lorenzo.

A NUESTROS LECTORES
No disponiendo por ahora de papel blanco y en espera de recibirlo, para no truncar las relaciones con nues¬ tros amados lectores hemos tenido que apelar al papel gris que ce¬ losamente guardábamos para las cubiertas de nuestra revista, y que es mucho más caro que el corriente. Esperamos que nues¬
tros lectores nos agradecerán este nuevo sacrificio.
EL ADMINISTRADOR

36

El Heraldo de Cristo

NECROLOGIA

Muro.-Día 27 de

noviembre de 1936,

entregó dulcemente

su espíritu al Señor D. Gabriel Cloquell Fe¬

rriol, después de reci¬
bir los santos sacra¬

mentos. Su muerte fué

dadoso^ se^había
de cuantos le

muy sentida, pues por su trato afable y bongranjeado la estimación

habían tratado.

Enviamos la
éxpresión de nuestro pésame a sus hijos D. Andrés, del Co¬ mercio, Don Jo¬ sé, oficial de Hacienda, y D® María, Maes¬
tra Nacional.

virtud, celadora incansable del Corazón de Jesús y muy devota de la Virgen del Car¬
men.
Reciba su familia el testimonio de nues¬
tro pésame.
Sant Jordi.-A los 26 años de edad, dió su vida por la Religión y por la Patria, el día 2 de septiembre de 1936 el joven Jaime Jau¬
me Thomás.
Aunque era natural de Lluchmayor, des¬ de sus primeros años vivió en Sant Jordi donde era muy estimado por su carácter sencillo y sumamente bondadoso. Dicho aprecio se puso de relieve en el acto del
entierro efectuado en el cementerio de Sant
Jordi y en los solemnes funerales celebra¬ dos en la iglesia parroquial.
Reciban sus buenos padres D. Miguel y D.® Bárbara y sus tres hermanos Juan, Mi¬ guel y Antonio la expresión de nuestra
condolencia.

Porreras.-Día 12 de diciembre del pasado
año de 1936 mu¬
rió en la paz del Señor la fervo¬
rosa terciaria
D.® Magdalena Bonet Bonet, de
60 años de edad La bondad de su corazón y su carácter senci¬
llo y afable se granjeó la esti¬
ra a c i ó n de cuantos la tra¬
taron por lo que su muerte fué muy sentida. Acompañamos a su familia" en su justo
dolor. -
Santanyí.-Día 24 del mes diciembre del pasado año falleció cristianamente, a la
edad de 73 años la Hermana Terciaria D.®
Micaela Obrador Vidal, modelo de^sólida

Lloseta.-Día 22 del pasado diciembre, durmióse plácidamente en el Señor el Ter¬
ciario D. Jorge Mut Ramón,
habiendo reci¬ bido los santos Sacramentos. La enfermedad
que le llevó al sepulcro le había aquejado
durante diez años sin ha¬
cerle perder el
buen humor ni
la resignación cristiana que le hizo amable y respeta¬ do tanto de sus familiares como de los ex¬
traños.
Nuestra más sentida condolencia a su fa¬
milia y muy particularmente a su hijo Fr. Jorge Mut, hermano nuestro de hábito.
R. I. P.A.

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