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Isabel de Hungría. *El Sumo Pontífice, que hace cuatro años celebró en una carta memorable dirigi¬ da a los Obispos de Alemania, el séptimo Centenario de la piadosa muerte de Santa Isabel, duquesa de Turingia, no puede menos de participar de muy buen grado en el fausto acontecimiento que se avecina: el aniversario siete veces secular de su exaltación al honor de los altares por el Samo Pontifice Gregorio IX. Habiendo brillado esta estrella de santidad con notable resplandor, desea viva¬ mente el Santo Padre que algunos de los maravillosos rayos de sus virtudes derramen su abundantísima claridad sobre todos los fieles y de manera especial sobre los Ter¬ ciarios Franciscanos. De la encendida caridad que Isabel tuvo para Dios nutrióse el grande y obse¬ quioso amor con que siempre distinguió a los suyos y a los pobres. Muerto su esposo, sus mismos parientes la espulsaron con sus hijitos, de su propio palacio, viéndose tan insigne princesa en la necesidad de mendigar su sustento. Mas, inconmovible en su fe, no sólo sobrellevó varonilmente tales contrariedades, sino que, alegre, dió gracias a Dios porque la habla hecho digna del honor de sufrir algo por amor suyo. Vestida, pues, humildemente, pobre como era, tenia sus delicias en servir a los pobres, esfor¬ zándose en enriquecerse más de los bienes celestiales cuanto más carecía de los de la tierra. Hermosas enseñanzas provienen de tan excelentes ejemplos para todos los se¬ guidores de la doctrina cristiana y particularmente para los que se hallan inscritos en la nobilísima familia de la Tercera Orden Franciscana. Porque no son las perece¬ deras riquezas, ni los fugaces placeres, ni las corrompidas costumbres las que propor¬ cionan al alma el verdadero contento, sino el noble ejercicio de todas las virtudes y el fiel seguimiento de Cristo Redentor. Dios aparta de los halagos de las cosas tem¬ porales a las almas, cuando quiere afianzarlas firmemente en los caminos de la ce¬ lestial sabiduría. Preséntase, pues, una muy buena ocasión para exhortar, amonestar e instar a todos a que, si quieren de veras consagrarse al servicio de Dios y promover denoda¬ damente su triunfo en cada uno de los hombres y en la sociedad entera, cultiven con esmero la sólida y verdadera piedad, luchen para conseguir la práctica de todas las virtudes, principalmente de la cristiana caridad, que a todas las demás es superior. Imitando estos luminosos ejemplos, procuren también los Terciarios Franciscanos aportar su cooperación a las diversas formas de actividad cristiana, particularmente a la Acción Católica, que tan del agrado es del Sumo Pontífice. Animado el Santo Padre de estos sentimientos, quiere honrar esta celebración con sus más fervientes augurios y esperando de ellas copiosos frutos. A todos los que tomen parte en las mismas, concede su Bendición Apostólica. Entretanto, con todo afecto, le ofrezco mis respetos. CARD. PACELLl. EL MILAGRO DE LAS ROSAS (Gyula Merész) Un día en que, acompañada de una de sus criadas favoritas, descendía a lo largo de un sendero sumamente escarpado que todavía se enseña hoy, llevando en la falda de su vestido pan, carne, huevos y otras cosas, se encontró de pronto, cara a cara, con su marido que volvía de caza por aquel sitio. Admirado el Du¬ que de verla encorvada con el peso de aquel envoltorio, le dijo: “Veamos qué es lo que llevas ahí;” y al mismo tiempo, a pesar de la resistencia de Isabel, descu¬ brió el bulto que’ toda espantada, apretaba contra su pecho; pero no encontró sino una multitud de rosas blancas y encarnadas las mas lindas que jamás hu¬ biera visto; lo cual le dejó tanto más suspenso y sorprendido cuanto no era en¬ tonces la estación de las flores MONTALEMBERT. 192 ACTUALIDAD PIl ''eraldo de Ckisto Séptimo centenario de !a canonización de Sta. Isabel de Hungría Patrona de la V. O. T. El fausto acontecimiento Nuesiros últim os años han sido muy pródigos en conmemoracionen seculares: Jesucristo, S. Francisco de Asís, Sto. Domingo de Guzmán. Bto. Ramón LuU, Junípero Serra, por una parte, y Vir¬ gilio, Chopín, Horacio, Lope de Vega, por otra, parece que han sali¬ do casi simultaneamente en ¡a pantalla del tiempo. Por esta misma puerta de santos y de héroes, que yo llamaría. Puerta de Oriente, el año de 1935. debía pasar también, la Patrona de los Terciarios Franciscanos, Sta. Isabel de Hungría, coronada de una aureola de santidad, siete veces centenaria. <La fama secular—son palabras de Emilio Horn en su Elisabette D‘ongherie’ premiada por la Academia de Francia,—conseguida entre los pue¬ blos y naciones por Sta. Isabel, es debida al admirable connubio entre las más bellas virtudes humanas y las más nobles virtudes cristianas. Espléndida figura de mujer, emu¬ la de S. Martín, bajado de los montes de Pannonia para evangelizar los pueblos Francos, ella, nueve siglos más tarde, llegada de las orillas del Danubio, vino a ser para Alema¬ nia el apóstol de la caridad. Esta virtud suavísima le fué infundida, se puede decir, con la vida, y fué el secreto de su santidad. Hija de reyes no se desdeñó de bajar a los humildes, hecha humilde y pobre. Amó a sus prójimos como a sí misma por amor de Dios; heroína de la caridad encarnó en sí el ideal de la mujer cristiana Ninguna huella de sus piés, ninguna página de grandeza en la historia de la cien¬ cia o en la de! arte. Siguiendo un camino desconocido, antes bien despreciado por los profanos, salió victoriosa, gracias a una acción constante i sólida, difundiendo en medio de los pueblos e! calor de su luz e irradiándolos con su gloria^. Mujer fuerte, e Hija predilecta de! Pobrecillo de Asís, de quien recibió en don su manto, aprendió de él el secreto de la perfecta alegría. En la purísima esfera de! reloj de la vida de Isabel rodaron para ella horas de gozo y de ventura; pero también llegó para la Duquesa, mejor diría, para sus enemigos, su hora, que es la hora de la potestad de las tinieblas. <íHaec est hora vestra et potestas tenebrarum^. Isabel estuvo en el Tabor, pero momentáneamente. En el Calvario, sí, estuvo por espacio de tres largas y mortales horas. La aureola de Santa brilla más en su cabeza cuando de ella se desploma, trágicamente, la corona regia de la que Isabel solo recoje la cruz. La adesión del Papa.—«^/ sumo Pontífice, que hace cuatro años celebró en una carta memorable dirigida a los Obispos de Alemania, el séptimo Centenario de la piadosa muerte de Santa Isabel duquesa de Turingia, no puede menos de participar de muy buen grado en el fausto acontecimiento que se avecina: el aniversario siete veces secular de su exaltación al honor de los altares por el Sumo Pontífice Gregorio /X». <íHabiendo brillado esta estrella de santidad con tan notable resplandor, desea vivísimamente e! Santo Padre que algunos de los maravillosos rayos de sus virtudes derramen su abundantísima claridad sobre todos los fieles y de manera especial sobre Jos Terciarios Franciscanos'». «De la encendida caridad que Isabel tuvo para Dios nutrióse el grande, obsequioso amor con que siempre distinguió a los suyos y a los pobres. Muerto su esposo, sus mis- El Heraldo de Cristo 193 17705 parientes la expulsaron con sus hijitos, de su propio palacio, viéndose tan insigne princesa en la necesidad de mendigar su sustento. Mas, inconmovible en su fé, no sólo sobrellevó varonilmente tales contrariedades, sino que, alegre, dió gracias a Dios porque Ja había hecho digna del honor de sufrir algo por amor suyo. Vestida, pues, humilde¬ mente, pobre, como era, tenía sus delicias en servir a los pobres, esforzándose en enri¬ quecerse más de los bienes celestiales cuanto más carecía de los de ¡a tierray>. «Hermosas enseñanzas provienen de tan excelentes ejemplos para todos los segui¬ dores de la doctrina cristiana y particularmente para los que se hallan inscritos en la notabilísima familia de la Tercera Orden Franciscana. Porque no son las perecederas riquezas, ni los fugaces placeres, ni las corrompidas costumbres las que proporcionan al alma el verdadero contento, sino el noble ejercicio de todas las virtudes y el fiel seguimiento de Cristo Redentor. Dios aparta de los halagos de las cosas temporales a las almas, cuando quiere afianzarlas firmemente en los caminos de la celestial sabiduríaT>. «.Preséntase, pues, una muy buena ocasión para exhortar, amonestar e instar a to¬ dos a que, si quieren de veras consagrarse al servicio de Dios y promover denonadamente su triunfo en cada uno de los hombres y en la sociedad entera, cultiven con esmero la sdlida y verdadera piedad luchen por conseguir la práctica de todas las virtudes, principal¬ mente de la cristiana caridad, que a todas las demás es superior». Tercera Orden y Sección CdiíóWca.—«Imitando estos luminosos ejemplos-prosi¬ gue diciendo la carta-,procuren también los Terciarios Franciscanos aportar su coopera¬ ción a las diversas formas de actividad cristiana, particularmente a la Acción Católica, que tan del agrado es del Sumo Pontífice^. No es pués incompatibilidad entre la Tercera Orden y la Acción Católica. Por qué, pues, debe haber mentes mezquinas que ven entre una y otra, no sólo incompatibilidad, sino oposición. El mismo Papa que en la monumental Carta Enúclica <íPite expiatis^^ exhorta a todos los obispos del orbe católico a fomentar con todas sus fuerzas la Tercera Orden Franciscana, ya directamente por ellos mismos, ya por medio del Clero diocesano y ma¬ nifiesta el deseo de •¡■que todos aquellos que no se hallan todavía inscritos en la Seráfica Milicia de la Tercera Orden, lo hagan cuanto antes; y que los niños, que por motivo de la edad no pueden formar parte todavía de esta milicia, se inscriban como Candidatos Cordígeros, a fin de acostumbrarse desde jovencítos a esta santa disciplina^», el mismo Papa, Terciario qne en este año, precisamente, ha cumplido su jubileo de diamante con la gran Familia Franciscana, exhorta, también a los Terciarios Franciscanos a que «procu¬ ren aportar su cooperación a las diversas formas de actividad cristiana, particularmente a la Acción Católica*. No es pues, repetimos incompatible la Tercera Orden con la Acción Católica, o viceversa. Es más: el mismo Pío XI, llamado con razón el Papa de la Tercera Orden y el Papa de la Acción Católica, quiere que entre Tercera Orden y Acción Católica <i.debe ha¬ ber mútua benevolencia y cordial igualdad de misas para la más fácil consecución de la finalidad común». En realidad de verdad Tércera Orden y Acción Católica tienen un mismo fin que es: ^-restaurar todas las cosas en Cristo*. Pero no deben conseguirlo por el mismo camino: a) La Tercera Orden es espíritu de apostolado interior que tiene sus manifesta¬ ciones en el ejercicio de las obras de Misericordia, según e! espíritu de S. Erancisco. b) La Acción Católica es acción de apostolado exterior, en ayuda del Apostolado gerárgico, e! cual tiene necesidad de la preparación y sostenimiento interior Con e! mayor respeto y buena intención transcribimos, aquí, por considerarlas de grandísima actualidad y utilidad, las palabras que, en nombre propio y del Episcopado Suizo, pronunció S E. Mons. Besson, Obispo de Sossanna, hablando de las relaciones 194 El Heraldo df Cristo entre Tercera Orden y Acción Católica, en una reunión de Sacerdotes Terciarios habida en el gran Seminario de Friburgo, día 24 del pasado Julio: <En teoría, esto es cierto, la Acción Católica y la Tercera Orden se distinguen por razón de la autoridad de que dependen: Jerarquía diocesana por una parte, y Regulares franciscanos por otraT>. ‘f-Bn práctica, entre nosotros existe una armonía tan perfecta y cor.iial entre la Jerarquía y los Superiores religiosos, que la susodicha distinción se reduce a una simple teoría tanto que, para mí, no dudo un instante en considerar ¡a Tercera Orden como una parte integrante de la Acción Católica. La cosa es tanto más consoladora en cuanto que casi todas nuestras Congregaciones de la Tercera Orden están confiadas a! cuidado de Jos Párrocos... Yo considero estas relaciones de la! naturaleza que Acción Católica y Tercera Orden, lejos de impedirse múluamente, o de sacrificarse la una a la otra, deben completarse y sostenerse recíprocamente.-* <BI Apostolado de la Acción Católica ganará en espíritu sobrenatural, siendo la Tercera Orden una Orden religiosa, con las gracias (los privilegios) y los méritos pro¬ pios de una verdadera Orden». «No vacilamos, pues, en orientar hacia la Tercera Orden los miembros mas selec¬ tos de nuestras organizaciones parroquiales. Así aseguraremos a la vez la entrada en nuestras congregaciones y una eficaz y abundantísima aportación de espíritu de fervor n nuestras obras». jAdclante Terciarios! Plácenos acabar nuestro artículo con las mismas palabras con que el Pdmo. P. Bello, Genera! de los Menores, termina su hermosa y franciscana Carta-Enúclica publicada con motivo del solemne centenario de Sta. Isabe!, a raiz de haber recibido el augusto documento pontificio: «Adelante, Terciarios, lanzaos en filas conpactas tras el Alférez de Cristo, Franéisco, combatiendo las batallas de Cristo Rey, a la victoria, a!triunfo*. «El mismo Francisco, siendo el fieraldo del Gran Rey, dará la señal del combate. Vosotros en la lucha contra e! enemigo tened siempre delante la visión de vuestra valerosa Patrona Isabel y la falange de vuestros ilustres Hermanos, los cuales, combatiendo santa¬ mente, os han precedido en la gloria; son millares los Terciarios y Terciarias que triunfa¬ ron delmundo, vencieron la carne y burlaron las asechanzas y golpes del demonio* «Más aún; ¡cuántos ilustres varones y mujeres en estos últimos tiempos siguieron en la Tercera Orden las huellas de los Mayores! Bastará recordar al Ven. Con tardo Ferrini, León Mame!, Luís Nequi, Julio Salvador, los santos Mártires déla China y Méjico; Aristide Leonor, Pablo Pío Perazzo. Ida Mattel, las Hermanas Camoglio, y sobre todo se distingue como águila el mismo Pontífice Pío X, de santa memoria*. «A fin, pues, de que est¿ séptimo centenario de la canonización de la santa Patrona sea por todas las Congregaciones Terciarias dignamente conmemorado y tales solemnes celebraciones produzcan espiritual fruto en las almas y mayor gloria y honra a Cristo Rey de los siglos, es necesario que la conmemoración de Sta. Isabel sea dirigida a encender el amor e imitación de sus virtudes, no sólo en los Terciarios, sino también en todos los hijos del Seráfico Patriarca y fieles cristianos*. Fil Miguel Caldentey, T. O. R. El Heraldo de Cristo 195 CONMEMORANDO UN CENTENARIO «Per Crucem ad Lucem» — «A la Luz por la Cruz» Era el año 1207. En el castillo de Presburgo el cielo acababa de dejar caer una flor de rara belleza, Isabel de Hungría, hija de Andrés II rey de aquella nación y de su esposa Gertrudis de Merania, descendiente de Cario Magno. Andrés y Gertrudis gobernaban la nación con justicia y rec¬ titud, prodigando copiosas limosnas a los pobres y monasterios y atrayendo hacia sí los corazones de sus súbditos. En la tierna hijita que el'Señor les había enviado veían un no se qué de divi¬ no y celestial; feliz en su nacimiento, presagiábanle todos una vida de prosperidad y paz en medio de súbditos que la amarían y respetarían como a su reina. Pero, a los ojos de Dios, ¿se abría quizás para Isabel un camino diverso a se¬ guir?... Nadie de los que la contemplaban entonces en su cuna de oro podía adivinar¬ lo, mas Dios tenía previstos los pasos de la pequeña princesa, y según los designios divinos, Isabel debía seguir no el camino de la gloria y de la luz temporal, sino el de la Cruz, para así llegar a la Luz verdadera de la eterna felicidad: Per Crucem ad Lucem. Un día se presentó en la corte del rey Andrés una embajada, que de parte del poderoso Hermann, landgrave de Turingia, venía a pedir para su hijo Luís la mano de la niña Isabel. El rey dudó al principio si debía acceder a tal demanda, pero, oído el parecer de sus consejeros y viendo por otra parte la nobleza de los caballeros que formaban la embajada, les entregó su tesoro, e Isabel, colocada en una cuna de oro macizo fué trasladada al castillo de Wartbourg en Turingia. A la llegada de la prometida de Luís, la corte se puso de fiesta, y según refiere un cronista de aquel tiempo, el landgrave Hermann y su esposa Sofía parecía como si habían perdido el juicio, tal era la alegría que sentían al ver el tesoro que el cíelo y el rey de Hungría les enviaban. En realidad de verdad Isabel era un tesoro de belleza, pero sobre todo, de san¬ tidad. En su nueva residencia, al par que crecía en los años, progresaba por el camino de la ciencia y volaba por el de la santidad y perfección; pero el Calvario iba a empe¬ zar allí, también, para Isabel. La corte de Turingia - como la mayor parte de las de aquellos tiempos - se halla¬ ba entregada a los devaneos, danzas y espectáculos mundanos, y aunque conservaba la fe católica que había profesado, la practicaba, no obstante, a su manera, e iba ro¬ deándose de una piedad tan vacía y raquítica, que con todo se avenía menos con la verdadera piedad; por eso Isabel que seguía los caminos de perfección empezó a ser el blanco de todos los cortesanos. Sólo dos corazones amábanla de verdad: el land¬ grave Hermann y su hijo Luís; y mientras el primero de los dos vivió, no se patentizó la aversión h?icia Isabel, pero luego que en 1216 bajó a la tumba la tempestad se de¬ sencadenó sobre la indefensa Isabel que sólo contaba nueve años de edad. Luís, aun¬ que la veneraba, era demasiado joven para hacer enmudecer a los detractores. 196 El Heraldo de Cristo Si socorría a los pobres ia santa, se la tachaba de pródiga y dispersadora de los. fondos públicos; sus mortificaciones eran hipocresías y extravagancias; si al tiempO’ de las danzas la hallaban en la capilla, la reprendían, diciendo que no sabía acomo¬ darse a la vida de la corte y que, por lo tanto, debía encerrársela en un monasterio.. Entretanto Isabel, privada de consuelo humano, corría o los pies del crucifijo y ha¬ ciendo una cruz de todos los oprobios que recibía, la comparaba con la cruz de Jesús, y de esa comparación sacaba no solamente ia fuerza necesaria para sufrirlas sino, también, una dulzura tal que bastaba, muchas veces, para desarmar a sus más pérfidos detractores. Llegada que hubo Isabel a la edad conveniente se unió para siempre, por medio^ del santo matrimonio, al landgrave Luís quien, a pesar de las calumnias que llegaban a sus oídos de la que él llamaba su hermana, quiso tomarla por esposa. En el joven esposo encontró la santa un corazón que supo comprender sus sen¬ timientos; los años que vivieron juntos compartieron siempre sus respectivas penas y tribulaciones. Conversando un día Isabel amigablemente con Luís, notó - y al punto lo comprendió todo - que éste llevaba sobre el pecho una cruz encarnada: era cruza¬ do. Por lo tanto debía separarse de su tierra para ir a pelear contra los enemigos del nombre cristiano. Para Isabel fué aquello una espada que le penetró hasta el alma; pero el amor de Dios estaba sobre todo y el amor de Dios salió vencedor. Acaudillando un numeroso ejército salió un día Luís de Turíngia dejando a su esposa sumida en amarga desolación, y, sin pensarlo, al pié del Calvario que le harían subir los mismos que debían velar por su vida. Luís murió casi a los comienzos de la cruzada, y apenas se supo la noticia en Turingia empezó a cernerse sobre la egregia viuda una horrible tempestad. Preparada por unos desvergonzados caballeros y con¬ sentida casi por todos los cortesanos, debía llevarse a cabo una inicua trama: ¡Isabel debía ser echada del castillo! Con arrogante temeridad entraron los dos caballeros en una sala en donde la infortunada esposa se hallaba con la duquesa Sofía, y echando en cara a Isabel un sin fin de baldones e injurias le mandaron que, sin aguardar un mo¬ mento, abandonase el castillo ella y sus hijos. La santa quedó sin poder decir palabra; Sofía quiso impedir que Isabel marchase, pero aquellos pérfidos caballeros la sacaron a viva fuerza de la sala y arrastrándola fuera del castillo, levantaron irás ella el puente del mismo. Allí fuera encontró la desdichada a sus tiernos hijitos, y con el más peque¬ ño de ellos en sus brazos, partió a buscar caridad como un mendigo... Oh!, detengᬠmonos en este triste episodio de su vida, que si bien no fué el último por que pasó, fué empero la cumbre de su Calvario! Ayer princesa, hoy pordiosera; ayer socorrien¬ do a los pobres, hoy buscando un mendrugo de pan; ayer en la grandeza, hoy en el oprobio... «¡Per Crucem ad Luceml.» Hemos visto el camino de la Cruz de Isabel; pero la Luz de su gloria, donde está?... En la aureola de su santidad que se labró ella misma con sus tribulaciones y que aún después de siete siglos ilumina los cielos y la tierra. Fr. Jorge Coll, T. O. R. AVISO DE LA ADMINISTRACIÓN Rogamos a nuestros suscriptorcs que no han abonado aún el importe de su suscrip¬ ción del año actual, tengan la bondad de hacerlo cuanto antes y contribuirán a la buena marcha de nuestra Revista. Advertimos que el pago es por adelantado. EL HERALDO DE CRISTO RAMON LULL, 3 PALMA DE MALLORCA • Carta Abierta A todos los suscriptores de “El Heraldo de Cristo’^ ya todos los amigos de la Prensa Católica Muy Sr. mió y hermano en Cristo: Sabe Vd. muy bien la importancia que tiene'la buena prensa y que los Papas no cesan nunca de encomendar a todos los fieles que la favorezcan y defiendan. ^ Entre los medios más aptos para de¬ fender la Religión, —decia el gran Pontífice León XIII— el más apropiado a la época actual y de más eficacia es la Prensa^. Sabe Vd. muy bien que los enemigos de la Iglesia, en todo el mundo, y en especial en nuestra amada Es¬ paña, han logrado muchos de sus inicuos intentos merced a la mala prensa. ^Un triple mal —son palabras de Pió XI, gloriosamente reinante— (la prensa inmoral, el cine y la violación de los dias festivos) está causando un daño inmenso'en las almas de los fieles y, sobre todo, en los jóvenes^ . Atendiendo a la voz de los Papas, convencidos del estrago que produce la mala prensa y deseosos de atajarlo, venimos publicando los Padres Francisca¬ nos de Mallorca, desde hace 28 años, la popular Revista «El Heraldo de Cristo», dedicada a fomentar la piedad y las sanas lecturas no sólo entre nuestros hermanos, los Terciarios seculares, sino también entre todos los fieles católicos en general. La larga y próspera vida que ha alcanzado «El Heraldo de Cristo», de¬ cano de la Prensa Católica en Mallorca, es prueba del favor que constantemen¬ te nos han manifestado los millares de suscriptores ;; los generosos anuncian¬ tes. Pero hoy, al par que agradecemos este apoyo, nos vemos, precisados a manifestar que no es bastante. El encarecimiento progresivo de ¡a mano de obra y de todos los factores y materias que entran en la composición de nuestra Re¬ vista nos obliga a cambiar el modicisimo precio de suscripción que hasta ahora ha sido de 2pesetas anuales; y que en adelante será de TRES. Pero como este aumento no es aún suficiente para poner a nuestra Revis¬ ta a la altura que merece y necesita, dos cosas más nos son del todo necesarias: Primera: una propaganda muy intensa que llegue a doblar el número de suscriptores actuales. Segunda: la propagación y aumento entre la gente más acomodada y generosa de «SOCIOS PROTECTORES» de «El Heraldo de Cristo» que nos favorezcan con la cuota anual de CINCO PESETAS. Para una y otra cosa le pedimos a Vd. encarecidamente su generosa coo¬ peración, esperando de su celo por el triunfo de la causa de Dios que, a la mayor brevedad posible, remitirá a nuestra Administración (Ramón Lull, 3 Palma) el número —siempre muy apreciado por escaso que sea— de los nue¬ vos suscriptores ó socios protectores que Vd. pueda proporcionarnos. Augurándole feliz éxito en su propaganda le doy con anticipación las más rendidas gracias y me ofrezco de Vd. s. s. EL ADMINISTRADOR Ciudad del Vaticano. —Colegio Etiópico.— Mientras en Abisinia re¬ truenan los cañones, en el Colegio Etiópico, al lado del Papa, un grupo de negros abisinios aprenden el Evangelio de da paz, preparándose pa¬ ra el sacerdocio. NOTAS VARIAS Presidencia de los Jue¬ gos Florales, celebrados en el Teatro Principal de Palma de Mallorca. «PAZ Y BIEN» Nos complacemos en anunciar a nuestros lectores que en los Juegos Florales de Mallorca, celebrados el 20 del próximo pasado octubre, ganó la «Viola d'or i argent» el ex~Director de «El Heraldo de Cristo» y, ahora, eximio colaborador, Rdo. P. Fr. Rafael Ginard Bauça, T. O. R., por sus «Dues Poesies Religioses». Reciba nuestra fraternal y sincera felicitación. 200 El Heraldo de Cristo Crónica Franciscana Muro.—Con gran solemnidad, día 4 de Octubre celebróse en el convento de Franciscanas la fiesta de N. P. S. Fran¬ cisco. A las 7 y media de la mañana hubo misa de comunión general, durante la cual se acercaron a la sagrada me>a las niñas y jóvenes que asisten al colegio de Reli¬ giosas Franciscanas o frecuentan su con¬ vento. A las 9 y media celebróse Misa Mayor con sermón que dijo el Rdo. Sr. D. Ra¬ fael Sastre, Pbro., natural de este pueblo. Por la tarde se representaron los si¬ guientes dramas: “La Corte de Maria”, “Les Bodes d’Argent”, y “Madó Francinaina”, amen de varios juegos infantiles. Tanto en estos actos como en los religio¬ sos el canto corrió a cargo de la Capilla de Cantores cuyo arte en el cantar es de todos conocido y que estrenó escogidos motetes religiosos y cantos polifónicos. — Día 20 después de breve parla¬ mento del director de los Terciarios, Rdo. Sr. D. Gabriel Sastre, en que esplicó que es la Tercera Orden de S. Francisco y las gracias e indulgencias que pueden ganar los que han ingresado en ella. Vis¬ tieron el escapulario y cordón, del Pobre- cilio de Asís 18 piujeres y 10 caballeros y profesaron un caballero y 10 mujeres. Biniamar.—Singular esplendor revis¬ tió, este año, la fiesta que las Religiosas Franciscanas dedican anualmente al serᬠfico Patriarca de A^'ís. Dia 3, vigilia del Santo, al anochecer, después del rezo del Santo Rosario, con exposición de S. D. M. y canto de motetes a cada misterio, el Coro de Cantores cantó Completas so¬ lemnes, al fin de las cuales entonóse el Hirñno Regional de los Terciarios. Dia 4, por la mañana, hubo Misa de Comunión General que celebró el recién ordenado Rdo S. D. Bartolomé Senrine, Vicario de este pueblo, acto que fué muy devoto y concurrido y durante el cual multitud de personas recibieron\_^eí Pan de los Angeles. Por la noche hubo exposición mayor del Santísimo, y rezo del Santo Rosario con canto de motetes, después de lo cual el Rdo. Sr. D. Sebastián García Palou, Ecónomo de S. Jordi, con fácil y expre¬ siva palabra hizo el panegírico de S. Francisco de Asís esplícando, principal¬ mente, el porque la Acción Católica de Roma había elegido con gran acierto por su Patrón al Pobrecillo de Asís.^^ “Orem pels germans difunts“ No seníiu eixes veus de bronze i ferre que s’escampen, en trist i veloç vol, des d’un límit a l’altre de la terra, i semblen dir a tots: posau-vos dol? No veis la gent que ve del pla i la serra, en pietós i consirós estol, caminant vers cl lloc on s’hi soterra un ser amic per qui ell vesteix de dol? No veis el llum plorós de tants de ciris que fan palpita els nostres cementiris, encesos llantoners de desconhorts? EI cel, ple de tristor, està endolat, i el sol, per no plorar, sols no ha aguaitat... què passa avui? —Comrnemoram els morts! Fra RAFEL GENESTAR, T. O. R. Alumne de Filosofia. • • El Heraldo de Cristo 201 «Creo en la resurrección de la carne» Camino del Campo¬ santo de Roma. A cada lado de la calle que con¬ duce al Cimitcro seven marmolerías que indican la proximidad del lug-ar de descanso de los di¬ funtos. Entro en el Cam¬ posanto, recorro sus ga¬ lerías, observo los monumentos sepulcra¬ les, unos ricos, otros más sencillos, unos reflejando la esperanza del mortal en la glo¬ ria. otro retratando al vivo la amargura que embarga a los que deja el que parte para la eternidad. En medio de profundo silencio recorro aquellas galerías y veo aquella tumba ilu¬ minada, y aquel sepulcro adornado, y aquel retrato del esposo o del hijo incrustado en el mármol del sarcófago que la esposa con¬ templa llorando y la madre besa con amor, esperando reunírsele en el cielo; son esce¬ nas que despedazan el corazón. Dicen que el pueblo italiano venera mucho a sus difuntos, y es verdad; y, a pesar de que este culto sagrado vaya degenerando algo y convirtiéndose sólo en pompa exte¬ rior, no obstante, el sentimiento genuinamente cristiano continua, aún, vivo en el corazón de muchos, que si bien ven en la muerte de alguno de los que querían una pérdida y un vacío imposible de llenar, no obstante, saben hacer triunfar la fe que ani¬ da en su alma y la esperanza que irás de esa vida fugaz, les hace ver una vida mejor, perdurable que llena el alma de consolación. Aún llevo grabado en mi alma, y creo no se me olvidará, el recuerdo de una de esas escenas de ternura y piedad, que pude con¬ templar en el Camposanto de Roma: era una tarde de verano, serena y tranquila; había ya recorrido las diferentes y sombrías calles de aquella Ciutad de los Muertos cuando, al ir a salir, se fijan mis ojos en un grupo, en extremo conmovedor; de rodi¬ llas. sobte la fría losa sepulcral, tres o cuaro jóvenes, juntas sus manos sobre el pe¬ cho y atentas a la oración que salía de sus labios y que, al parecer, era más perfumada que las mismas lozanas flores que adorna¬ ban el sepulcro. Las contemplé un momento ensimismado: sin apenas moverse, tenían su vista clavada sobre el blanco mármol como si quisieran penetrar hasta el interior del sepulcro y fijar sus humedecidos ojos en aquel ser querido que la muerte los arre¬ bató y que no supe adivinar de cierto si era el padre amado, o la madre cariñosa, o el hermano que se sentó con ellas a la mesa. Lo que sí pude colegir fué la fé grande y el amor fuerte, más gue la muerte, de que ha¬ cían público testimonio, y con el cuol pare¬ cían confesar muy alto aquella verdad que en el Símbolo de la Fé se halla expresada: “Creo la resurrección de la carne y la vida eterna.” Fr. J. C. M., t. o. R. IMPORTANTÍSIMO Deseando corresponder, según la medida de nuestras fuerzas, al aprecio que siempre nos han manifestado nuestros suscriptores y anunciantes nos complacemos en hacerles saber que 1° Todas las personas que nos envien CINCO o más Suscripciones nuevas, recibirám como obsequio, un libro de literatura o de piedad a su elección. 2.° Todos nuestros suscriptores, corresponsales y anunciantes recibirán a final de año un precioso y variado «Calendari Franciscà» completamente gratis. 5.* Los docientos primeros suscriptores nuevos de «El Heraldo de Cristo» que ya por sí, ya por medio de los Corresponsales, nos avisen antes del 20 de Diciembre, tendrán derecho al «Calendari Franciscà» con que este año obsequiamos a nuestros antiguos suscriptores. CULTURA I LLETRES Dues poesies religioses Lema: ‘Jesús i Maria”. Aquestes poesies guanyaren la Viola d’or i argent en els Jocs Florals de Ma¬ llorca, celebrats dia 20 d’octubre. N. de la R. 1 SOLILOQUI DE PRIMERA COMUNIÓ Avui és mon Nadal: en el pessebre del cor, per primer cop, 0 Verb fet carn, sou nat; Vós Rei, jo esclau; Vós Llum i jo tenebra. Vós Cel, jo pols; Vós Déu, jo, menys que res, pecat. Mes, ara, tot ho tinc des que puc dir «sou meu» a Qui s’és entranyat en mi, mon Déu! I si per la naixença del primer fill, exulta de pler tot el casal, com Déu mateix, hauria de ser ma joia, immensa, avui que en mi neix Déu, avui mon ver Nadal. O Verb d’àngels nimbat, jo vos ador a dins la cova del meu pit amb tremolors de goig, com un pastor d’aquells qui us adoraren, Nin petit! Visqui cenyit de Vós eternament, i fem una aliança tan estreta com fan la llum i el foc, el cep 1 la sarment; com mare i fill, com D mà esquerra i dreta. Buidau mes venes de violenta sang i ompliu-les de pacifica sang vostra; substituïu amb vostre carn verge d’anyell blanc ma carn i porti jo la vostra imatge al rostre. Creixeu en mi, buidau-me tot de mi; absorbiu tot mon ser, anihilau-me; no vull ja més en mi «mon jo» mesquí: Senyor, Vós suplantan-me! —Aixi, de tot estrany a mi mateix, seré tot per mon Déu que en mi avui neix... II A LA MARE DE DÉU DE SANT SALVADOR D’ARTÀ I Preneu, Senyora, ma rovellosa lira, ma lira discordada i escanyada i amollin els sons cairats i esgarrinxadors de ses cordes agres. Colgau-hi melodies que, en aixecar-se, sien abelles d’or fiblants, sagetes afuades que en la memòria es clavin i fins al moll dels ossos talment que, un cop oïdes, mai puguin oblidar-se. Posau en ses cordes el ritme de la sang vostra i el bategar del cor; la nectària suavitat de la miraculosa llet verge que dels vasos dels pits Jesús vos xuclava; el dring7de la veu; la música en silenci que us traspua del cos harmoniós; l’immaculada profunda dolçor dels ulls vostres que enllumenen i embelleixen la contrada. I, tota Vós feta so, traspassau a ma lira. II Després, tornau-la’m, si us plau. Sereu la Musa de totes mes cançons. Sereu ma Lira. I els cants nó seran meus sinó de qui m’inspira. I així podré dir tota la beutat d’aqueixa terra que en l’ànima tinc mesa; la pompa i reposada magestat de les muntanyes que a l’entorn us dansen enceses de sol i de jorn vestides. I cantaré 'els pastius herbosos, les hortes, i les prades que de mirar-vos tant, vostres faiçons confusament han copiades; les fonts ingènues, eternes i joves, que, embarbollant, saben mig dir amb sa boca plena el vostre nom. Si Vós sou en ma lira, reculliré en mon cant les veus, colors i aromes d’eixa terra, i l’ànima d’Artà —que sou Vós— en mos verses trèmula i tendra s’encarnarà. III Divina Poetessa que en un sublim moment diguereu el «Magnificat» que ve fins a nosaltres, saltant per sobre els segles, com un sonor torrent, donan encís perenne a mon llenguatge i, sota un ajustat i lleu ropatge, feu que hi rebulli excels i ardit el pensament! Feu-me el juglar d’Artà, 0 Missenyora, passant, per uns instants, el vostre alè dins mi: si mai dic coses dignes de ço que m’enamora en pau. llavors, ja me podré morir! P. Rafel Ginard Bauçà, T. O. R. 204 El Heraldo de Cristo 22153..——-0SNEigumevponeza 456.-—L0ASansiveroCrónicaGeneral Septiembre, 16 — Un decreto de guerra prohibe la navega¬ ción aérea sobre Ibi¬ za y Formentera y sobre Mallorca, ex¬ cepto una zona de¬ terminada que con¬ duce a las bahías de Palma y Alcudia. 17. —Inglaterra concentra gran número de buques de guerra en el Mediterrᬠneo, entre ellos dos cruceros de batalla "‘Hood” y “Renown”, los mejores del mundo. Se teme una guerra anglo-italiana. 19.—Crisis en el gobierno, debida “ofi¬ cialmente” a la actitud de Royo Villanova relativa a los traspasos de servicios a la Generalidad, recientemente concedidos. Italia rechaza las proposiciones del Co¬ mité de las cinco naciones, nombrado para rasolver el conflicto italo - abisinio. el desfile de persona¬ jes por Palacio con motivo de la crisis.— El conflicto italo - abisinio va tomando mal cariz. el desfile. Alba es el encar¬ gado de formar Gobierno. los momentos “críticos.” Chapaprieta. Lerroux pasa a Estado, Gil Robles sigue en Guerra, Martínez de Velasco entra como ministro de Agricultura, Industria y Comercio, y Rahola por pri¬ mera vez, como ministro de Marina y represéntate de Lliga Catalana. Octubre, 1.—Presentación del nuevo Gobierno al Parlamento. Discursos en el debate político. El más interesante es el pronunciado por el Sr. Calvo Sotelo. 2.—Ha empezado la guerra entre Italia y Abisinia. Manda las fuerzas italianas en Eritrea el general De Bono.—El cabe¬ cilla Largo Caballero es puesto en liber- tád atenuada. italianos han bombardeado Adua y Adigrat, apoderándose de la última. tropas italianas han ocupado Wageta y Enguela. de la revolución de As¬ turias y Cataluña.—El Gobierno de Roma anuncia oficialmente que las tropas italia¬ nas han ocupado Adua, después de ven¬ cer la tenaz resistencia de siete mil etíopes 7. —Vuelve a ponerse sobre el tapete la reforma de la ley electoral. Se dice que el ejército italiano se ha apoderado de Aksum, la ciudad más importante de Abisi¬ nia. También se asegura la invasión de 24. —Ante la imposibilidad de formar Eritrea por los etíopes. un Gobierno “netamente” republicano. 9. —El bloque gubernamental obsequia Alba declina el encargo, que es ofrecido en Madrid a Lerroux con espléndido a Chapaprieta. banquete. Gobierno presidido por FLORO JTEHCIARIOS! Día 25 de Noviembre subid al augusto Santuario de Nuestra Señora de Cura, para asistir a la solemne fiesta que los alumnos de Filosofía de La Porciúncula. herederos del celo y devoción que sentían hacia la Doctora de Alejandría los antiguos gramáticos de Cura, con¬ sagran anualmente a la excelsa Patrona de la Filosofía. Programa: Día 24 de Noviembre, vigilia de la Santa, al anochecer, se encenderá la tradicional hoguera en el “Morro d En Molí” y, acto seguido, Completas solemnes en el Oratorio de Nlra. Sra. Día 25, fiesta de la Mártir Alejandrina, a las 7 de-la mañana, misa de comunión general para los alumnos de Filosofía i demás devotos de la Santa.—A las 9, Tercia cantada.—A las 9 Va- bendición de una nueva imagen de Sta. Catalina y, a continuación, Misa solemne con sermón.—A las 11 visita colectiva a la Cueva del gran polígrafo mallorquín B. Ramón Lull.— Por la tarde, a las 2, Velada literario-musical en la histórica Aula de Gramática. El Heraldo de Cristo 205 Rondallates morals Això era un home fadrí que ja havia trabucat dins eis cinquanta cinc i encara no li havia vengruda casera. Kn el poble el coneixien amb el nom de: es jai Saco. El veien surhr poc, ben poc, a defora; i quan surtia, sempre lo mateix: acalader, un jai vei, desenbotonat, un mocador d’endiana pel cap i una pellissa a Tes- quena... Com tots els homes, tenia el seu caire flac: tenia una por als cans que el se menjava. En sentir lladrar un ca, arrufava es coll i, cametes me valguen!... amb un instant era a Taltre cap del poble. Per altra part, els cans ja feia estona que Thevien pres pel seu compte; de manera que, fins i tot, si dormien el mig del carrer, hi havien de dormir ben fort perque no es despertassen, en passar es jai, per lladrar-li una eslona i estirar-li un poc la pellissa... Però no tot sol eren els cans que li feien por: els esperits i fantasmes també el treien fora de lloc... Tots els nins del poble que bé ho sabien, cada dia a posta de sol se plantaven devant ca-seva i li cantaven en tots es tons una glosa que ells mateixos havien composta: “No coneixeu es jai 5aco, s’home més valent del món, que se’n va a jeure dejorn per por de qualque moraco?“ I era així. Es jai, a posta de sol, se tancava a dins ca-seva, posava biulons i barres i barrerons i jalerta an es moracos! No perdràs sa por fins a seixanta anys, li havia dit sa mare. I ja’n tenia cinquanta cinc. Passaren cinc anys més i es Jai tot encoretjat entrava dins es seixanta. I va començar a surtir pel carrer, i si sentia lladrar un ca, al manco ja no se posava a córrer; així mateix procurava dur un mac dins sa buxaca per lo que pogués esser. Passaren dues setmanes i els cans ja no li lladraven, ni els allots del poble anaven a mourer-li completes, a devant ca-seva: s’havien fet càrrec que ja li havia fuita sa por i ja nigú el molestava. Però un dia n’hi succeí una de grossa. Se n’anava cap a Tesglèsia, i quan va passar per davant la rectoria va veure el canet de la criada del Rector, que dormia damunt es portal. Per convèncer-se de què ja li havia fuita totu sa por, li volgué fer un joquet... El canet se despertà i li mou un escàndol. L’home, a-les-hores, no sap que li passa del sust. Se posa les cames damunt e! coll i d’allà s’ha dit... i es canet a darrera nyip i nyep i nyep i nyip,.... i z\\ jai Saco corre qui te corre... Prest el canet el deixà; però el jai que havia perdut el món de vista no s’en va témer i corre qui te corre... com un desesperat. Des d’aquell dia començaren, de bell nou, les completes, els cans lladra qui lladra darrera e\\ jai Saco; i li estiraven la pellissa .. i els atlots deTpoble,. a posta de sol se reunien a davant ca-seva i armaven la bulla d’abans. Petits lectors de “El Heraldo de Cristo“, si qualque vegada heu conse- guit fugir del vici, no vos exposeu a tornar caure fent jocs i bromes a la passió, no fos cosa vos passàs una cosa semblant a lo del/a/ Saco. 20^: El Heraldo de Cristo PAGINA RECREATIVA Enseñanzas «¡Todas visten así!» ¡Oh triste argumen¬ to! ¡todas van así!— ¿Acaso vale nada esa razón? —¡No desagrades a Cristo!—¡Si todas le la deshonran! desagradan! —¡No deshonres a la Iglesia!—¡Si todas —¡No provoques la lujuria!—¡Si todas la provocan! ¡No andes como una mujer descarada!— ¡Si todas andan como ellas! —¡No desoigas la voz de los prelados!— ¡Si todas la desoyen! — ¡Pues anda y condénate!—¡Si todas se condenan! * * * ¡Lo que valen los órganos humanos! Según las sumas pagadas en ios acciden¬ tes del trabajo: En el Estado de Nueva York, el desgraciado a quién un caballo llevó la nariz de un mordisco, recibió como indem¬ nización del patrón 2.500 dólares; un ojo vale 7.OOÍ0 dólares; una mano, 4.494; un brazo, 5.547; un pié, 5.776, una pierna, 5.104, y un dedo pulgar, 1.105. Estas evaluaciones son distintas, según los Estados. Así un pulgar, vale sólo 225 dólares en Wyoming y 600 en Oregón. Una mano, 1.000 dólares en Wyo¬ ming, 1.600 en Washington y 1.900 en Ore¬ gón. La sordera de un oído, pagada en 500 dólares en Wáshington, vale 1.500 en Oklama. * ♦ * Respuesta de Donoso Cortés —¿No tiene usted amor propio?—le es¬ cribió cierta vez a Donoso Cortés el Conde Racriaski, embajador de Rusia en Madrid.— Sería usted el único que no lo tuviera. —¡Ay," sí! Tengo amor propio —respon¬ dió el gran pensador,— pero es lo mismo que si no lo tuviera; porque me esfuerzopor dominarlo con el auxilio de la fe. Eli cristiano tiene amor propio, lo mismo que el que no lo es, con la diferencia de que eb uno lo tiene bajo los pies, y el otro en la cabeza. * * * —¿Sabes la Historia?, decía un eruditoa la violeta a un barquero, con quien atra¬ vesaba un brazo de mar. —No, señor. —Entonces has perdido la cuarta parte de tu vida. ¿Conoces las matemáticas? —No, señor. —Entonces has perdido la mitad de tu vi¬ da. ¿Conoces la astronomía, la botánica y la arqueología? —No, señor. —Pues has perdido las tres cuartas partes de tu vida. En esto una ráfaga de viento dió vuelta a a barca; el barquero viendo al presumido literato luchar apurado con las olas, le pre¬ guntó: —¿Sabe usted nadar? —No, señor. —Pues ha perdido usted la vida entera. FOLKLORE MALLORQUÍ Cançons populars ■ Vols-me dir tu, filosoc anit si ha de fer vent? perque a un furmiguer que tenc | aniria a pegar foc. j *♦ i Pega-li foc si et convé que aquest vent no és de fiança ; que en sa nit es vent s’amansa i i l’homo carat també. ** Una dona gran és farga ' per cuir i pellucar perque com s’ha d’acalar ha mester una hora llarga. El Heraldo de Cristo 207 Necrología Manacor.—Día 28 del pasado Agosto fa¬ lleció el Hermano Terciario de S. Francisco D. Jerónimo Sales Caldentey, de 84 años de 'Cdad. Fué toda su vida un modelo de bon¬ dad y sencillez, admirado de todos por su gran fe y piedad. Hasta su postrera enfer¬ medad se le veía, todos los días, acudir ma¬ drugador a la iglesia para oir todas las .misas que podía. Tuvo siempre gran afición a los libros de piedad y hacía esfuerzos inauditos para retener en la memoria los sermones que oía para después, repetirlos a sus amigos y vecinos, cor. los que rezaba -diariamente el Sabeirio de Ntra. Señora. Acompañamos en su justo dolor a toda «u familia, en particular a su hija, Sor Es¬ peranza Religiosa Franciscana. —Confortado con los auxilios de la re¬ ligión, el 15 del pasado septiembre murió ■en la paz del Señor la fervorosa Terciaria y antigua suscriptora de nuestra revista D.** Margarita Ballester. Sufrió con admira¬ ble paciencia y resignación la dolorosa en¬ fermedad que le llevó al sepulcro Enviamos nuestro más sentido pésame a su familia. Inca.—Día 4 del pasado septiembre entre¬ gó su alma al Criador la fervorosa Hermana Terciaria de S. Francisco D.® María Sales Gener, de 53 años de edad después de sufrir con resignación verdaderamente fran¬ ciscana una larga y muy cruel enfermedad que, Dor espacio de un año la tuvo postrada en el techo del dolor. Seguramente le infun¬ día tal foríale/.a cristiana Jesús-Hostia que la paciente reeibía muy a menudo y con grciU piedad. Nuestro pésame a su famiila, particular¬ mente a su hermana Juana-Ana. Presidenta de la Hermandad de Inca. —Día 16 del pasado agosto durmióse plᬠcidamente en el Señor la Hermana Terciaria D.^'Cataliria Llompart Martínez, después de haber lecibidv) con admirable devoción los últimos sacra Tientos. Reeiba su familia el testimonio de nuestro pésame. Alquería Bl-anca.—Día 9 del próximo pa¬ sado mes falleció D.^ Mirada Rigo Sbert, Ter¬ ciaria de S. Francisco, de 69 años de edad. Modelo de madres cristianas supo dar a sus hijos una sólida y religiosa educación que es el mejor legado. Muy devota de la Santísima Virgen h-íteía rezar diariamente, en fdiii lia, el 'santo Rosario, pia y bella de voción que. desgraciadamente, desaparece de los hogares cristianos. Nuestra condolencia a su esposo, hijos y demás familia. Artá.—-El 23 del pasado septiembre cerró -sus ojos a Id luz de este mundo, después de recibir los últimos sacramentos, D.® Antonia ■Pastor Ginard, a la edad de 88 años. Mujer muy piadosa, hacía mucho tiempo que ves¬ tía el escapulario y cordón de N. P. S. Fran¬ cisco, a quien profesaba particular devoción. Enviamos nue.-tro pésame a su familia, en especial a nuestro hermano en Religión al R. P. Fr. Sebastián Ginard, nieto de la difunta. Vilafranca.—Día 25 de Septiembre durmióse plácida¬ mente en el Señor, a la temprana edad de 23 años, la piadosa joven D.® Magdale¬ na Barceló Barce¬ ló, corresponsal de «El Heraldo de Cristo». Sufrió con invic¬ ta paciencia la penosa y larga enfermedad que la llevó al sepulcro, edificando a todos por .'■u resignación y conformidad con los divinos designios. Qué el Divino Jesús haya acogido en su seno el alma de tan virtuosa Hija de María y Terciaria Franciscana, que dió siempre ejemplo de las más luminosas virtudes, bendiciendo en todo tiempo al Se¬ ñor, y no cesando, aunque postrada en el lecho, de practicar sus ejercicios de piedad. Damos n les'ra condolencia a sus padres y hermanos, y suplicamos a nuestros lecto¬ res una orac.ón para el eierno descanso de tan ejemplar aifunta quién por tantos años repartió nuestra Revista. Palma.—Día 14 de Octubre pasó a mejor vida D.® Juana María Vidal, después de su¬ frir con ejemplar resignación larga y penosa dolencia Terciaria fervorosa y devotísima del Seráfico Padre, desempeñó por cerca de treinta años el cargo de Celadora con un interés y constancia dignas de admiración e imitación. Son Garrió— El 2 del presente Octubre, falleció después de recibir los santos Sacra¬ mentos y la Bendición Apostólica la Religio¬ sa Franciscana Sor M.® del Amparo Prats, a los 69 años y 49 de vida religiosa. Fué siempre amante de la santa observan¬ cia, distinguiéndose por su devoción a la Santísima Virgen y al Via-crucis. Sufrió con santa resignación, la penosa enfermedad con que el Señor le visitó aca¬ bando con su existencia. Sóller.—Día 20 de Octubre expiró en el ósculo del Señor D. José Forteza Fuster, a la edad de 52 años, habiendo recibido la ben¬ dición Apostólica. Por su trato familiar y franco se granjeó el aprecio de todos. Nuestro pésame a su familia que por más de 20 años ha cuidado de la repartición de “El Heraldo de Cristo” en dicha ciudad. A. E. R. 1. P. A. 208 El Heraldo de Cristo Bibliografía Sigamos la Santa Misa. de religioso dramatismo y grávida de frutos de re¬ Por el Dr. Pío Parsch. Tra¬ generación espiritual. ducción de la segunda edición La tradu 'ción es digna del original, así como la alemana por el Dr. D. Anto¬ presentación editorial, verdaderamente artística y nio Sancho, Canónigo Magis¬ de gusto litúrgico. tral de Mallorca.—Un volu¬ Mente y Corazón. Reflexiones para los jóve¬ men de 11 X 16 >/2 cm., de 158 nes. Por ]ost Zxfvohato, Pbro. Versión de la se¬ págs., con ilustraciones. En gunda edición italiana por Cipriano Montserrat, rústica, Pías. 1. (Por correo, Pbro.—Un volumen de 10 '/2 x 15 cm., de 344 págs., certificado. Pías. 0‘20 más.) con orla encarnada. En rústica Ptas. [3‘50; en tela,. Luis Gili, editor, Córcega, 415, Barcelona. Ptas. 5. (Por correo, certificado, Ptas. 0‘30 más.)— Es muy consolador ver los esfuerzos de autores Luis Gili, editor. Córcega. 415, Barcelona. y editores en poner al alcance de los fieles obritas Hemos de acoger con santo alborozo esta obrita> •que les acerquen más y más a Dios y a su Iglesia, pues viene a colmar una laguna entre nosotros mediante una’participación activa en la santa Misa. ¿Cuántas veces hemos buscado inútilmente un ma¬ Hoy hemosjde llamar la [atención sobre el librito nual de meditaciones apropiado a la especiál condi¬ Sigamos la santa Misa, fruto del celo del Dr. ción de nuestros jóvenes? Pues !aquí lo tenemos. Parsch, apóstol del movimiento litúrgico en Austria. Es un ‘libro que irradia simpatía, hasta en su Es incalculable el bien que esta obra hará en tantos presentación material. El autor ha redactado unos ■fieles para quienes la santa Misa es un tesoro es¬ puntos breves y jugosos, empleando un lenguaje- condido. Con método hábil y en lenguaje sencillo y persuasivo que atrae y subyuga, y guía al lector lleno de unción, el autor nos ayuda a desenterrar con mano segura por las sendas de la vida espiritual. este tesoro, y lo que es más, a apropiárnosle, y lo Todas las personas devotas podrán aprovecharse hace de mano maestra. del contenido de estos precioso‘5 temas de medita¬ Ejercitemos, pues, el apo.stolado de la caridad ción, pero particularmente los jóvenes que militan con nuestros hermanos propagando este precioso en las filas déla Acción Católica, a quienes de un librito: a ello nos invita su editor, que al ínfimo pre¬ cio de una peseta nos da un tomo de 158 páginas, modo especialísimo ha tenido presentes el autor al redactarlos. ilustrado con varios grabados, dignamente pre¬ sentado. Frangite panem... Breve comentario literalhistórico-dogmático-ascético sobre la santa Misa y sus ceremonias. PoríMons. Vicente Maesano, Profesor de Teología Dogmática y director espiri¬ tual del Seminario Pontificio Pío XI, de Asís. Ver¬ sión de la segunda edición italiana por Cipriano Quince minutos pide el autor al joven lector to¬ das las mañanas para los dos puntos de meditación, y si no dispone de ellos podrá contentarse con cin¬ co minutos para cada punto. La primera edición italiana de diez mil ejempla¬ res se agotó rápidamente. El éxito de la edición española es fácil de predecir, pues escasean mucho- entre nosotros esta clase de libros. Montserrat, Pbro.—Un volumen de 11 x 16 1/2 cm., Instrucciones Pontificias sobre Acción Cató¬ de 242 pá s. En rústica, Ptas. 3; en tela, Ptas. 4‘50. lica por el O’". D. Nicolás Sa'^gese, P'’ro. <Por correo, certificado. Ptas. 0‘30 más.)— Luis Es un breve, pero erudito y enjundioso comen¬ Gili, editor, Córcega, 415, Barcelona. Frangite panem... Es otro de los bellos libritos tario a las intnicciones pontificias contenidas en la carta que S. S. Pió XI, el papa de la Acción Ca¬ tólica, envió al Exemo. Sr. Cardenal Patriarca de con que nos obsequia la casa editorial Luis Gili, Lisboa, sobre Acción Católica, en Portugal, docu¬ de Barcelona, que se ha propuesto contribuir con su esfuerzo al Movimiento litúrgico en los países de habla española. El lector hallará en sus páginas mento que el autor juzgó importantísimo y de suma utilidad no solo en Portugal, sino también, en Es¬ paña, y, especialmente en Mallorca, donde con la bendicición de Dios, tanto incremento alcanza la una historia documentada del santo sacrificio de la «Acción Católica». El asunto está muy bien tratado Misa y una razonada explicación del alto sentido que encierran todas y cada una de sus ceremonias y será de grandísima utilidad para los afiliados y directivos de la Acción Católica que tan del agrado es del Sumo Pontífice. desde los puntos de vista dogmático y ascético. - Más de 300 ejemplares de la obra fueron des¬ Para mayor comodidad del lector van insertos en doble columna el texto latino del Misal y su traduc¬ ción castellana. Con esto se conseguirá que los fie¬ pachados al mes de ver la publicación. Ni faltan eminentes personalidades del Episcopado Español que la han recomendado. Por todo ello felicitamos al autor y no dudamos les asistan a tan grande Sacrificio conscientes de Jos sublimes misterios que se realizan sobre el Al¬ tar y sean capaces de asociarse con una unión lo en recomendarla a nuestros lectores.—Prec/o.- 3‘0(L Ptas. Casas de venta: En Palma: Librerías Guasp, Vanrell, Barlock, La Esperanza. En Inca: Librería de Miguel Durán. En Felanitx: Editorial Ramón más íntima posible a la acción del sacerdote, densa Lull. ACADEMIA CORTE Y CONFECCIÓN | Especialidad en velas LITURJICAS Cereria. “SAN VICENTE FERRER“ “LE euan [m[ pamsi^r’ Sisiema Meiro = Talla TORMO, ESPl Y COMPAÑIA (muy práctico) Se cortan patrones y vestidos Profesoras Hnas. Pujadas AÜULLF.NT. 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