El Heraldo de Cristo 1934, n. 301
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PALMA DE MALLORCA^

EL HERALDO DE CRISTO

Año xxyi

Palma de Mallorca, Octubre 1934

Núm. 301

Dirección y Administración
RAMÓN LULL, 3 CONVENTO DE SAN FRANCISCO

Precios de Suscripción

......

Península Ibérica . .

. 2'50 »

»

Número atrasado . .

. 0'30 »

)Oo(^ Mira, lector,ai Lla¬ gado del Alvernia, según el pincel del P. José Bagafi, O. F. M., que en el con¬ vento franciscano

o de Gaícefi (Toscana)

está desarrollando

un nuevo ciclo de

Oo@

la historia de la vida de S. Francisco.
¡Cómo parece ver
al Solitario del 41vernia que puesto

en oración a la puer¬

ta de su celda, y
@0 0 volviendo la cara al Oriente — como di¬
o cen las Floréenlas—,

Oo ' dice esfas palabras]: «O Señor mío Je-

° sucristol Te ruego

o

que me concedas dos gracias antes de que muera: la prime¬ ra, que durante mi
vida sienta en el
alma y en el cuerpo,
loO^)Ç(tencuantoseaposi¬
ble, los dolores que Tú, mi dulcísimo Se¬ ñor, sufriste en la
hora de tu acerba
Pasión; la segunda, que sienta en mi corazón, en cuanto sea posible, aquel
excesivo amor con
que íú,Hí/o de Dios,
fuiste llevado a pa¬ decer voluntaria¬
mente tan gran Pa¬ sión por nosotros pecadores».

186

El Heraldo de Cristo

CRUZ
San Francisco y la Pasión de Jesucristo
Reza el refrán: De la abundancia del corazón habla la boca. Pues bien;
considerando las palabras que salieron de la boca del Serafín de Asís, pode¬ mos deducir con facilidad cuán penefrado estaba su corazón del pensamiento de la Pasión del Hijo de Dios.
Si en todo fué un perfecto imitador de Jesucristo, en ninguna cosa, em¬ pero, lo fué tanto como en el sentimiento de los dolores del divino Crucifica¬ do. Todos sus escritos rebosan vida de Calvario. En la Amonestación VI, dice: «Todos los frailes miremos como nuestro dechado al buen Pastor que sufrió la pasión de la cruz por salvar a sus ovejas»; y en una de las estrofas del cántico IV, Las quejas de un alma enamorada de Jesús, dice:
«Piensa que por vida darme A pesar de mis miserias Con pena y grandes lacerias
Moriste en cruz».
Junto a la iglesia de Santa María de los Angeles fue encontrado un día llorando con gran llanto / gemido, y preguntándole el porqué respondió: «Lloro la pasión de Cristo, por la cual no debiera avergonzarme de llorar con grandes clamores, por todo el mundo».
Para explayar los dulcísimos afectos de su corazón, compuso el «Oficio de la Pasión» que consta de Maitines, Prima, Tercia, Sexta, Nona, Vísperas y Completas, diferentes según los diferentes tiempos del año litúrgico. En él se hallan interpolados con los versículos de los salmos otros a manera de dulces aspiraciones que le sugerieron sin duda su gran amor al Crucificado.
Escuchemos la sublime Oración que compuso el Santo para pedir a Dios le dejase sentir, en cuanto ello fuese posible, los dolores de su divino Hijo en su propio cuerpo:
«¡Oh altísimo y amantísimo Señor! que por nuestro amor quisiste morir en cruz, qué os podré yo por esto ofrecer, pobre pecador? A vos, mi Señor Jesu¬ cristo, tengo ofrecida la vida que me disteis y para gloria de vuestra santa Fe, quise perderla entre los infieles, mas no fué vuestro santo servicio aceptármela. Señor, oídme solo en esto que os pido: sea yo trasformado en vuestros dolo¬ res y angustias que por mí tomasteis, y enseñadme en esto, clementísimo Se¬ ñor, y reveladme vuestra santa voluntad, para que en vida y en muerte, de vos jamás me aparte. Amén.»
Preguntado un día por otro fraile: qué libro leeré para mi mayor aprove¬ chamiento?, respondió: «Lee el libro de la Cruz». Y él sí, lo leyó toda la vida; con él tenía abundante pábulo para sus largas meditaciones acompañadas de

El Heraldo re Cisto

187

amargas lágrimas y sangrientas disciplinas; a este libro santo consultaba en to¬ das sus dudas, y seguía al pie de la letra sus enseñanzas; conforme, en fin, a este libro divino hizo de su alma una imagen perfecta de Cristo el cual por su parte dió con el pincel del amor, la última mano al «Alter Christus», impri¬ miendo en las carnes del Pobrecillo las sagradas llagas de la Pasión.
Después que le fueron concedidos los gloriosos estigmas, Fr. León le limpiaba las heridas de la sangre que manaban vendándolas con algún lienzo. «Y estos cuidados—dicen las Floreciltas—se los dejaba hacer con más fre¬ cuencia, y aún diariamente, en tiempo de enfermedad; pero en manera algu¬ na los consentía desde el jueves hasta el sábado por la mañana, porque en ese tiempo no quería que por ningún remedio ni medicina humana le fuese mitigado en lo más mínimo el dolor de la pasión de Cristo que en su cuerpo llevaba; porque en este tiempo fué cuando el Salvador, nuestro Señor Jesu¬ cristo, recibió por nosotros tormento, crucifixión y sepultura».
Muchas de las pinturas nos muestran al seráfico Patriarca arrodillado sobre unas rocas con una calavera delante y fija su mirada en un crucifijo; es una manera muy expresiva de representar a S. Francisco. A la verdad; qué cosa tuvo más profundamente grabada en su alma que la sacrosanta Pasión? De dónde venía aquel torrente de lágrimas—y lágrimas de sangre—que inundaba sus ojos después de haber meditado los dolores de Jesús? Y a pesar de todo, «nada hay para mí más dulce—decía él mismo—, que la memoria de la vida y Pasión del Señor, la cual me es frecuente y cotidiana, y, aunque mi vida se alargase hasta el fin del mundo, no necesitaría de otra meditación».
Tanto se había acostumbrado a pensar en la Pasión de Cristo y a padecer con el mismo Cristo, que pudo exclamar muy bien con el Apóstol: «Clavado estoy en la cruz con Cristo; mas no soy yo ya el que vivo, sing que es Cristo el que vive en mí». (Galat. 2-20). Ohj sí; con cuánta verdad podía decir—es¬ pecialmente después que le fueron impresas las sagradas llagas—, que su vi¬ vir era Cristo. (Philip. 1-21). Y aunque el vivir crucificado con Cristo—no sólo en cuanto al alma sino también en cuanto al cuerpo—fuese para él un tormento cruelísimo, era no obstante tan grande la alegría que experimentaba al pensar en la futura y eterna unión con su Amado, que acostumbraba decir; «Tanto es el bien que espero que el penar me es placentero».
Fr. Jorge Coll, t. o. r.

188

El Heraldo de Cristo

ESTRELLAS FÚLGIDAS DEL CIELO FRANCISCANO

Sanfd A/laría Francisca de las Cinco Llagas

Octubre
6
Sábado Santa María Francisca
de las Cinco Llagas

Su cuna fué Ná-
poles. Sus padres, Galo y Bárbara. Su nombre de pila
María Francisca.
Su nombre de

Bienaventu rada,
Santa María Francisca de las Cinco

Llagas. Ese nombre con que Pío IX la
inscribió en el catálogo de los santos
es la clave de toda su vida. El amor

a las llagas del Savador ardió en el pecho de María Frncisca como en su
propio altar. Ellaa siempre—y muy
particularmente en el tiempo de Cua¬ resma—, tuvo abierto,ante los ojos de su mente el libro aureo del Crucifijo,
y en este libro meditaba, el primer viernes de Marzo, el misterio de la

agonía; el segundo, la flagelación, el tercero, la coronación de espinas; el cuarto, la crucifixión, el quinto el abandono y los sufrimientos de la
muerte del Salvador. Y, Íoh finezas del
divino Esposo! según fuera la materia de su meditación. Cristo le hacía sabo¬
rear los exquisitos tormentos de sus
angustias, de su flagelación, de su coronación de espinas, de su crucifi¬ xión y mortal abandono en el
Calvario.

Después su rostro se ponía lívido como si luchara contra las agonías de la muerte y, durante estos raptos, su cuerpo exhalaba un suave olor icomo el de los antiguos sacrificios bíblicos. Y
Dios, como en los días de Abel y Noé, odoraba aquel olor de suavidad.
Mientras duraban estos raptos oiríase la dulce voz del divino Esposo: «Oh hijas de Jerusalén, conjúreos por
las corzas y ciervos de los campos que
no despertéis, ni interrumpáis el sueño de mi amada esposa, hasta que ella
quiera». Pasada la cuaresma. Dios

señalaba a su sierva Francisca con las
señáis de nuestra Redención: las cinco
llagas.
Santa María Francisca fué del redu¬
cido número de las vírgenes pruden¬
tes. Durante toda la noche obscura y
trabajosa de su vida tuvo adornada de aceite la lámpara de! divino amor, esperando sufridamente en sus enfer¬ medades las silenciosas y regaladas visitas del Esposo. En una de estas
dulces visitas se le dilató de tal manera
el corazón que, no bastando su pecho para contenerle, se rompieron dos
costillas.
El amor de la Santa a Jesucristo tuvo
su suprema manifestación en la Euca¬ ristía que es el sacramento del amor. Dios no sólo se dignó saciar la grande hambre que sentía su Sierva por este sacramento dándole, por ministerio de los ángeles, un pedacito de la hostia del celebrante, sino que hasta se dignó hacerle gustar las embriagadoras dulzuras de la Preciosa Sangre del cáliz. «El Arcángel S. Gabriel—dice el Venerable P. Bianchi—, después de la consagración o antes de la comunión, tomaba el cáliz del altar, lo llevaba a
María Francisca retenida en cama por
la enfermedad y la hacía comulgar.» La ilustre Terciaria con su ojo profé-
tico predijo, cual otro Daniel, la «abo¬ minación de la desolación» del templo del Señor. «No veo—dijo una vez—, más que desgracias en todas partes, desdichas en el presente y todavía mayores en el porvenir».
Por eso pidió al Señor que le librara de ser testigo del gran azote que amenazaba la a cristiandad y el Señor oyó su voz, llevándosela a la bienaven¬ turada patria el año 1791 de la Encarnación y segundo de la espan¬
tosa Revolución Francesa.
Tena de Gulcimell

)OOOooooO<^oo®®®ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooOoooooOOC

La voz del

o°°“o^„oo/ooooooío<¡

wocoooooo-Divino P r i s i o n e r o °°

OOOooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooO*
oooO (^Oooo

«Venite ad me omnes qui laboratis et onerati estis et ego reficiam
vos».
«Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados y yo os ali¬
viaré».
(San Mateo. XI. v. 28).

¡Cómo me place, en los momentos
en que el corazón necesita ensan¬ charse un poco para no quedar opri¬ mido bajo el peso de tristezas y sin¬ sabores, tomar el evangelio, mi ami¬
go inseparable, el revelador del po¬ der y la bondad del corazón de mi
Prisionero, abrirlo y juntarme ensegui¬ da a Jesús y seguirle!...
Acompañar a Jesús es descansar, y es también aprender, y es deshacerse de los lazos miserables que nos tie¬
nen sujetos aquí abajo y volar...

Y

*

*

Abrimos el evangelio. Sorprende¬ mos a Jesús, subiendo, al caer de la
tarde, a la ciudad de Nairn, acompa¬
ñado de sus discípulos y grande mu¬
chedumbre. Metámonos entre estos
discípulos. Algo bueno vamos a aprender.
«Y cuando llegaba a las puertas de la ciudad he aquí que sacaban fuera a un difunto, hijo único de su madre, la cual era viuda, y venía con ella mu¬ cha gente de la ciudad».
«Luego que la vió el Señor, movido de misericordia por ella, le dijo: No
llores.»
«Y se acercó y tocó el féretro. (Los que lo llevaban se pararon). Y dijo: Mancebo, te lo mando, levántate!»
«Y se sentó el que había estado muerto y comenzó a hablar. Y le dió a su madre». (S. Lucas. VIL v. 12-15)

¥

*

*

[Venturosa madre que en la hora

La angelical niña Catalina Nicolau Barcelóí natural de Villafranca de Bonany, el día de
su Primera Comunión
del dolor encontraste a Jesús!
¿Quien, sino El, podía consolarte? Llorabas la muerte, y El es la vida!
Si alguna vez, abrumado por el dolor, resbalas, lector querido, por la pendiente de las lágrimas y descon¬ suelos no te olvides de pasar por de¬ lante del Sagrario. Allí está esperando Jesús por si pasa algún muerto y des¬ consolado para decirle también a él: «No llores!» «Mancebo, te lo mando,
levántate». Tarsicio

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3OO0Ooo^qOO OOOOOf^^^^^OOOOOOOOo^^oOOOOOO Dooooo°° °°®00OOO0O®°Oo0000 00°°° °°®oooo

En la coronació Pontifícia
de la Verge de Sant Salvador

VENIU, REGINA: SEREU CORONADA!

Eixiu, clara Princesa de l'alt castell roquer. Guaitau la plana estesa, o Estel de gentilesa, daurau nostre terrer!

Vostra ciutat, Maria,
us fa present del cor cenyint amb alegria de rica pedreria
la vostra testa en flor.

Deixau la fresca altura,
l'arrecerat cambril,
el tron qui tot fulgura... Veniu, o Verge pura,
o Poncella d'abril!

Feu-la més pol-lent ara
dins el reialme bell;
puix ella en Vós s'ampara
embolcallau-la. Mare, amb vostre dolç mantell.

Mostrau la faç divina serena, radiant, o Sol que ens il-lumina!
i amb sa carícia fina
eixuga el nostre plant.

Si vesseu allunyada aqueixa terra un jorn, corona tan preada serà, Regina amada, penyora de retorn.

Però, Verge encisera,
mai no us oblidarà*
La gent felanitxera us ret l'amor primera i en Vós, com temps enrera, posat el cor tendrá.

Fra Jaume Rosselló, t. o. r.

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I
Mon adéu a Assís
Assís, austera majestat, refugi grat de quietud; Assís, perfum de santedat, Assís, sojorn de la virtut;
Assís, la pàtria del Signat amb les cinc plagues, diví escuti Clara d'Assís, o claredatl Agnès d'Assís, mansuetudi
Assís, un temps cau de guerrers; ara manyaga d'olivers, l'arbre suau, símbol de pau!
Assís, ciutat del bell encís!
tast saborós de Paradís!
Assís, Assís, adéu-siau!
Guifré de BELLESGUARD

Mon adéu a La Verna
A l’exquisit poeta Guitre de BELLESGUARD
atectuosament.
Adéu, muntanya excelsa del Senyor!
La Verna! crua i alta soledat! O Fra Francesc, nou Cristi O Fra Lleó, Ovelleta de Déu! O santedat!
Adéu, record august de l'avior,
memorial etern de caritat!
Adéu, o casta i dolça germanor d'observants Fra-menors! O pietat!
Adéu, paratge angèlic i diví, Betlem "Casa de pa" del pelegrí! (1) 0 aigua cristal-lina! 0 gustós pa!
Adéu, muntanya santa d'Israell digna del fresc i fèrtil rou del Cel,
O Tabor i Calvari franciscà!
Fra Miquel CALDENTEY, t. o. r.
(I) A La Verna els pelegrins tenen dispesa gratuita.

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‘^0000000000000=

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En la Escuela de San F r an c i s c

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•irnos, hace ya algu¬ nos años, bajo los

auspicios de un régi¬

men republicano,

que por desgracia g gobierna nuestra sufrida nación

o en republicano a la española, que ° va/e tanto como decir que vivimos I en una república antirreligiosa en
la cual brillan por su ausencia la
caridad, el orden y la autoridad, y
en cambio en ella viven como en

su propia casa el odio, la anar¬

quía, la demagogia. Los nuevos modos y las nuevas
libertades—de que tanto blasonan los nuevos hombres—agitan de
continuo y revuelven profunda¬
mente la vida toda de nuestra Pa¬

tria que, al seguir los antiguos modos y respetar las antiguas li¬ bertades, era remanso de paz,
emporio de civilización, escudo de la fe y señora de tierras y mares.

©©©

los muy ladinos levan¬

tan y dirigen las olas
más embravecidas

contra las autorida¬

des de la Iglesia y g los pastores de almas: pues saben g muy bien que,^ desprestigiada la o autoridad y heridos los pastores,
g podrán con más facilidad adue-

I ñarse del rebaño de los fieles y
o llevarlos a los pastos, si se quiere, g bellos a la vista y suaves al palag dar, pero que bajo esta suavidad o y belleza esconden la fatal ponzo-
g ña que ha de matar sus cuerpos y
g sus almas.

g Ante esta alevosa conducta de

g los enemigos de la Iglesia, es un

§ deber sagrado de cuantos nos

00

O'q^OO®nOOOOQOOOQQQQQQQOonoQftOf>onar>f>r>nr>o-

—

preciamos de ser hijos de tal Ma¬

dre, sostener y fomentar el pres¬

tigio de aquellos hombres ventu¬

rosos que Dios mismo escogió pa¬

ra que fueran norte y guía, sos¬

tén y ayuda de los míseros mor¬

tales que, en frágil barquilla y

en noche oscura, cruzamos el pro¬ O

celoso mar de esta vida.

O O

Francisco, que en todo es siem¬
pre un ejemplar perfectísimo, nos enseña con encendidas palabras y
hechos emocionantes cual debe

ser nuestro respeto, y acatamien¬ to, y amor a la Iglesia y a los Sa¬
cerdotes.

Grande sería mi contento, carí¬

simo lector, si las breves lecciones

que, sobre este punto importantí¬ simo, vamos a aprender de nues¬ tro buen A'laestro, te sirvieran pa¬
ra hacerte respetar y amar más y más a la santa Iglesia, que es tu Madre, y a los Sacerdotes, que
son sus Ministros.

ior todos los medios
posibles nuestro Se¬
ráfico Padre procura
establecer y mante¬ ner amistosas, íntimas relaciones con la Santa Sede, Pre¬
lados y Sacerdotes. A aquella y a estos a:ude, en demanda de luz y auxilio, en los momentos culmi¬ nantes de su vida, y con la gene¬ rosidad y desinterés de los caba¬
lleros ofrece todas sus actividades
y la de sus frailes para la restaura¬ ción de la Iglesia de Dios que
amenazaba derrumbarse.
(Confinuará)
Fr. Juan de Alvernia
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Oq qC 00000000000000000000000000000000=

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En l'Escola del Beat Ra mon

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i beguem per e què la nostra
sia en amar i ser-
Déu; no visquem tal de menjar i beure. Si som sirvents de Déu, per¬ què som ses creatures i perquè
nos ha recreats en l'encarnació del
Fill de Déu, no siguem servents del nostre ventre qui no perdona ni
dóna remei a sos sofsmesos. No
confiem més en lesviandes del cos
que en les virtuts de l'ànima (L de Blanquerna, cap. 29, n.° 4).
@O@
ENYOR, la vostra vería dera justícia ha fet manament just que el
fill sia sotmès a son
pare i a sa mare i que els obeieixi i que els honri en tots els seus dies i que els assisteixi si estan malalts. (L. de Contemplació, Cap. 258, n° 4.
o@©
N aixó. Senyor, que vós
haveu fet manament
que l'home honri son pare i sa mare, s'en¬ tén que els ajudi en en la seva vellesa, i que després
de la seva mort vos pregui per
ells i que per ells tassa almoina: perquè així com l'home ha, en aquest món, rebut l'ésser de son pare i de sa mare, així és cosa raonable que els ajudi a viure en aquest món i, després de la seva mort, vos ador i us prec que els perdoneu els pecats. (Ib. n.° 5).

vostra misericòrdia
piadosa és, Senyor nostre pare espiritual; perquè la vostra mise¬ ricòrdia és aquella que ens perdona les nosfres cul¬ pes mortals, i la vostra misericòr¬ dia feu encarnar la persona del Fill per recrear el llinatge humà; la vostra humilitat és (també) el nostre pare espiritual perquè la
vostra humilitat vos fa humiliar a
escoltar a nosaltres pecadors, i hu¬
militat vos feu encarnar i ésser
pobre i atormenfaf i mort per nos¬ altres pecadors, i humilitat fa ésser el vostro cos gloriós sagrat (l'Euca¬ ristia) entre nosaltres; car si humil no fosseu, no ens seriu tan abun¬ dós ni tant graciós. (Ib. n.° 23).
OSTRA Dona és mare de misericòrdia i filla: ma¬
re és de misericòrdia
car intanfà el Fill qui és misericòrdia, i és filla de misericòrdia car filla és de
de Déu Pare qui l'ha creada. Per tant, com ella sia mare i filla de misericòrdia, ha tanta de la sem¬ blança de la misericòrdia de Déu segons la maternitat i la filiació, que la misericòrdia de Déu no la pot assemblar més a sí mateixa, car no la pot fer major mare ni millor filla com l'ha feta, i per aixó no la pot més vestir ni ornar de
misericòrdia com l'ha vestida i or¬
nada. (L. de Sancta Maria. Cap. 13. n ° 4.)

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RECUERDOS

DE ASIS

Asís.—Catedral de S. Rufino: Pila bautismal del Santo Patriarca.

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^El Llagado del Álverniay^ hijo primogénito de Asís
Asís.—Antiguo claustro monacal

Asís.—Cripta de la doble basílica de S. Francisco: Sepulcro del «Poverello»
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196

El heraldo de Cristo

CORONACIÓ PONTIFICIA DE LA MARE DE DÉU DE SANT SALVADOR

Felanitx i la Verge Coronada

No sé si és entusiasme patriòtic o fruit d'una devoció que m'entrà en l'amor de l'àni¬ ma tot d'una que es va descloure a la Hum la meva intel·ligència la creença fondament arrelada en mon cor de què el títol veneradíssim de Ntra. Dona de Sant Salvador, és, entre tots els que empra l'Esglèsia per invo¬ car a Maria, el més poderós per atreure la confiança dels feels, i conquerir l'amor i la simpatia de tots els cors.
Es cert, emperò, que pels qui hem nascut a Felanitx, aquest nom és una bresca de mel aromatitzada que umpi l'esperit d'inefable
suavitat.
No hi ha dubte que els fills de Felanitx rebérem de Maria una mostra d'especial benevolença quan volgué que l'invocàssim sota el títol tan agradós, tan suggestiu de Verge de Sant Salvador. ¿Quin nom podríem trobar més expressiu i escaient per implorar la pro¬ tecció de riostra Mare volguda?
Sant Salvador! Ja no pot ressonar una pa¬ raula més bella, més alegre i confortadora que aquesta en l'oïda d'un bon telanitxer. Sant Salvador és el primer replà que troben els àngels quan baixen amb les mans plenes da gràcies, per a vessar-les a damunt nostra
ciutat.
La invocació «Verge de Sant Salvador» fa
vibrar els afectes més íntims de l'ànima nos¬
tra; encén en el nostre esperit l'amor de la religió; l'amor de la pàtria petita.
Mare de Déu de Sant Salvador és quasi bé la primera paraula que aprenen de pronun¬ ciar aquí els infants. Dins les lluites, i entre les penes i els soscaires de la vida, aquell benaurat Santuari—«mig ermita mig castelU— flota sempre en nostra imaginació com a lloc de refrigeri, com urna de conhort sospe¬ sa ran del cel, però no tan lluny que no poguem abastar-la per la clemència divina.
La dolcesa dels ulls de la Verge lleva el regust de fel que deixen en nostre esperit la repugnant traïdoría i la vil ingratitud. Ella empara els nostres mariners. Ella alleugera les fatigues dels nostres conradors. Els nos¬

tres malais imploren de la seua mà tan dolça la salut o la resignació; dins els seus braços maternals exhala el darrer sospir el qui tras¬ passa a l'altra vida. I si obriu la tomba d'un
fill de Felanitx, ací o enllà la mar blavosa, i
removeu la freda cendra d'aquell cor, la fre¬ da cendra d'aquell cor cridarà encara: Mare de Déu de Sant Salvador!
Llaor a Déu que ens ha deixat veure la diada més gloriosa i esplendent per aquell Santuari i aquella Imatge sagrada, ço és el jorn de la Coronació Pontifícia. Plagué a la Verge felanitxera visitar la ciutat d'on és Re¬
gina, per rebre de mans del Prelat de l'Es¬ glèsia mallorquina la corona, joiell d'amor d'un poble que adora la seva reialesa, i li cenyeix el front de pedreria, com a símbol de la garlanda de cors amb què sempre l'ha obsequiada. D'una singular escaiença- és l'himne que l'alta poetesa Maria-Antònia Sal¬ và ha compost per cantar-se en les solemni¬
tats de la Coronació.
Assaboriu-ne, si us plau, l'estrofa primera:
«De Felanitx com a Patrona
vos oferim corona d'or; cada joiell de la corona és un batec del nostre cor».

¥

*

*

Oh, com és dolç i plaent saludar-te, muntawya de Sant Salvador, muntanya santa i es¬ cullida, bell monument de pietat, altar de fi¬ nes essències, ara sagrada, des d'on s'en pu¬ ja seguit, seguit, a l'altura la columna d'en¬ cens de nostres pregàries, l'ofrena del nos¬
tres votsj Salve, gloriosa atalaia, castell roquer de
nostra antiga fe, bella miranda per contem¬ plar amb serenitat la nostra història passada, i descobrir, entre fondolades i espessors, l'única via que ha de conduir-nos al nostre
destí.
Salve, casal august de la tradició, defensa i llar de nostra raça torta! Cada una de les teves pedres diu una gesta dels avantpassats; cada un dels pins que ricen els teus

El Heraldo de Cristo

197

vessants és una punta de la corona, sempre odorant i sempre tresca, de que et cenyí l'Omnipotent.
Aqueix puig cent voltes beneït, diríem que
és l'ànima de nostra comarca. Si un dia, per un trastorn geològic s'aplanàs, el nostre pai¬
satge perdria la seua peculiar fesomia. Fela¬ nitx ja no seria Felanitx.
I ara Sant Salvador és Felanitx; és qualque cosa essencial nostra, és lo més típic del nostre terrer; i l'esvelt y grandiós Santuari que amb gegant esforç allà alçaren nostres passades generacions, és una àmfora de recordances, el símbol més alt i exprassiu de nostra pàtria petita, la flor més pura i galana de nostra pietat, el trassumpte feel de nostres mai extingides esperances.
A un felanitxer qui és lluny, i sent enyo¬ rança del seu poble, dels seus pares, dels seus germans, de ca-seva, parlau-li de Sant Salvador, i veureu com les llàgrimes li humi¬ tegen els ulls.
Oh, la capella de Sant Salvador! uin per¬ fum de devoció allà s'hi respira! Salmejar dels ermitans, càntics de l'Escolania, devots
que pugen amb fe a adorar la Santa Imatge, a resar una Salve pels qui han romàs a la vi¬ la, o a la casa de camp, o que són molt en¬ fora, lluifant amb les dificultats de la vida... el somriure de la Mare de Déu que alleugera l'esperit, i aquella mà beneïda i tan dolça qui eixuga el nostre plor, quan, amb el cor destroçat pels contratemps i les penes pujam allà dalt, plorant des d'eixa vall d'amargura!
Oh, l'encís d'aquella Imatge corprenidora, que inclina el cap, suaument, com acullint la plegària, per tal de trameter-la tot d'una al Fill divinal! Els graciosos plecs de sa vesta mostren senyals de moltes besades, —besades d'un poble creient—. Ouan un la veu, instintivament li ve an els llavis l'estrofa

que Mossèn Costa dedicà a la Verge del Puig de Pollença:
«Mirau-la... és dolça l'Imatge antiga
Sa cara afable tota somriu,
i essent de pedra par que mos diga: Som vostra Mare, fillets, veniu.>>
Ara que les mans venerables del nostre Prelat l'han embellida amb l'or i les "joies esmaltades que l'avior mos va deixà" procla¬ men-la Regina, sí, Regina de nostra ciutat, de nostra comarca, dels nostres cors; però tam¬ bé Mare, mare amorosa, mare d'una ten¬ dresa sens igual, que ens doni consol i re¬ frigeri en les nostres angúnies, i ens can¬ viï un dia en corona refulgent de glòria, la que ara portam que és de dolor i d'espines.
«Estel de l'auba clara Mare del Salvador
mostrau que sou la nostra Mare mostrau que sou la nostra amor».
Felanitxers: Plens fins a vessar els nostres
cors d'entusiasme i pietat filial, hem celebra¬
da la diada santa de la Coronació; va ésser ella un fresc oasis, dins l'àrida secor d'aquesf
desferro.
Seguirem pelegrinant, el temps que Déu vulga, pels camins aspres d'aquest món; se¬ guirem sospirant per Maria, gement i plorant a dins eixa vall de plor; més, en la nostra ho¬ ra darrera, haurem l'inefable venfura de sen¬
tir en nostra cara febrosa, la seua carícia ma¬
ternal.
"Mare de Déu, siau-nos guia i a cada fill qua vos honrà feis-li sentir, en l'agonia damunt el front la dolça mà".
Fra. J. Rosselló, t. o. r.
Setembre de 1934.

198

El Heraldo de Cristo

PAGINES POPULARS

I tornà perdre...

No heu reparat mai que a ses rondayes sempre li toca perdre a Sant Pere? Se barayi amb so que se barayi, sempre queda devall.
Es que quant anava pel món amb el Bon Jesús, li agradava molt jugà a cartes. S’asseien baix d’una figuera; el Bon Jesús escapsava i començava es joc. Sant Pere a força de males ju¬
gades sempre feia perdre el Bon Je¬
sús.
Però succeí que un dia començaren
un escambrí, i el Bon Jesús duia bo¬
na sort. Anava d’((Oro)). A sa primera mà ja li va tocà s’was» i es 10 d’woro»; i seguit va anà cuyint es rei, es 7, es
3, es 6, i es 5.
Sant Pere no pogué trià gaire... se hagué de contentà amb so 2 i 4 d’ «oro». Però Sant Pere no va perdre es coratge. El Bon Jesús encara no ha¬ via fet una jugada quant Sant Pere ja cuidava d’agafà es «trunfo» i posar-lo
dins ses seves cartes.
Després venia un «as» o un 3 i feia
dos dobbés de lo mateix.
—Però, Pere, tu m’enganes,—li di¬ gué el Bon Jesús.—
—Sí; bons enganys!... iDits, dits i no
flaviolsl...
—Jo t’he vist que m’has pres es 3 de «copa». Mira, Pere; a mi m’agra¬ da que juguis i fasses bromes; però que guanyis a força d’enganys... això no m’agrada.
—Què no heu creis? Vos dic que
no vos engany! —I aquest 3 de copa—digué el Bon
Jesús, agafant-lo d’en mig de ses car¬ tes de Sant Pere ja jugades—, què no l’he guanyat jo? Ja te’n he passades massa de mentides; i aquesta que acabes de dir me no la’t perdón. Per càstic, quant sies porté del cel deixa¬ ràs passà sense passaport als homos d’aquestes tres classes:
1. - A tots es qui no hagen dita mai cap mentida. 2. - A tots es qui hagen resades cada dia tres Ave Maries, i
3. - A tots es qui hagen resat el Ro¬

sari al manco una vegada cada
setmana.

Dit això, aplegaren ses cartes i con¬
tinuaren es seu camí.

★

¥

¥■

Sant Pere fa ja de porlé del cel. Ai¬ xí que s’hi presenten es mortals, ell, uyeres posades- -el pobre ja te ets seus anys—, comença a passà comptes; i segons es judici se’n van a l’infern o a la glòria.
Idò, succeí que un dia se presentà a sa porteria un veyet.
Toca sa campaneta, i Sant Pere
surt.
—Hola! com estam?
—Tenga, Sant Pere... i ja heu veu. Veníem a passà comptes, perquè!..
—I vós qui sou? Ara no record...
—En el món me deien l’Amo’N
Sion Tabaque. —Ah! vós feieu de tabaque. -- No senyo; es nom ja’m ve des
meus antepassats. Vostè no recorda
el Sen Peixut? Era molt amic meu.
Vós sou amic del Sen Peixut? Qui no feia cas de posà sa mà dins sa bossa d’altri?... Idò, digau que deveu èssé una bona peça!... No s’apleguen fins que s’assemblen! En aquest cas... (Sant Pere alçà una sej'a com si di¬ gués: Pel sol íèt de què ets amic del Sen Peixut no crec que puguis teni gaire nets es teus comptes). Res,— acabà diguent—, haureu d’esperà una estona perquè... hem de mirà...
-—I tengui en compte, digué l’Amo’N Sion, que cada dia he resat el
rosari.
—Res; aniré a veure si vos trob a
ses llistes, i si teniu es papés nets pa¬
saren.
I dit això se’n entrà cel endins, dei¬ xant a l’Amo’N Sion dret an es portal
del cel.
Passà mitja hora i Sant Pere no
compareixia; en passà altra mitja, i lo
mateix. Per lo vist Sant Pere devia fu-
yetjar molts de llibres. Quant hei faltava davés un quartet

El Heraldo de Cristo

199

per fe s’hora i mitja en comparegué un altre que també venia a passá comptes.
Se saludaren i començaren a con-
tar-se impresions. —Qué vos pareix, digué l’Arfto’N
Sion. Fa una hora i mitja que esper... i això que he resat el rosari cada día
tota la meva vida!
—¡Heu resat el rosari cada dia i fa una hora y mitja que esperau? Ves que faré jo que només el resava una vegada cada setmana!
—Miran, m’hauríeu de fe un favo,
i és que si passau hauríeu de di qual¬ que cosa per mi an el Bon Jesús.
—No tingueu pó! Si pas seré un de-
fensó vostro.
Tocà a la porteria i sortí Sant Pere an es portelló.
—1 què ceream per aquí? —I ja heu veu, veníem a passà comptes. Jo som aquell qui està a baix del pis del Senyò Juan qui, per
amó del vostro Mestre fa moltes lli-
mosnes als pobres. Adamés, he resat el rosari una vegada cada...
—Ah! sí, sí; ja sé qui sou. Avui ma¬
teix he trobat assentada an els llibres
sa vostra bona vida.
I dit i fet l’agafà pel bras i l’entrà
en el cel.
—I jo Sant Pere,—digué l’Amo’N
Sion!
—Vós, me pareix que haureu d’es¬ perà una estona més, perquè per més
ue cerqui no puc trobà s’escriptura
e sa vostra bona vida.
I se tancà sa porta i es finestró. Unes llàgrimes com es puny corregueren pes ses galtes de l’Amo’N Sion.
Però no heu donà tot per perdut. S’a-
joneyà i començà el rosari. Entretant aquell an a qui havia dei¬
xat passà Sant Pere, contava an el
Bon Jesús el cas de l’Amo’N Sion.
Encara no havien passats deu mi¬
nuts quant el Bon Jesús sortí a sa
porteria i trobà a l’Amo’N Sion pas¬

sant el rosari. Obrí sa porta i sortí a

abraçar-lo. - -No tengueu pò, li digué el Bon Je¬
sús. Estic molt content de vós i de sa

vida que heu duita damunt la terra; tot heu tenc en compte: es bon exem¬
ple que heu donat an es poble amb sa vostra bona conducta; portant-vos com a vertadé pare de família, cum-

plidó de ses vostres obligacions; edu¬ cant religiosament els vostres fiys, i sé també que haveu resat el rosari
cada dia, vós i els damés de ca-vostra.

Per aixó és que vos tenc preparada

una gran corona en el cel. Amb aixó Sant Pere, que havia sen¬
tit xerrà sortí per sebre qui hei havia. —Vol di es vé que fa tant de temps
que espera aquest homo, Pere?—di¬
gué el Bon Jesús— Bon Mestre! Jo no puc trobà en
cap armari sa fe de sa seva bona vida
i adamés anava amb un amic seu

qui no era cap bon homo, i vós ja sa¬ beu que no s’apleguen fins que s’as¬
semblen!

—Pere! Jo sé bastant bé sa bona

vida d’aquest homo, per lo tant... I, adamés, què no’t vaig donà per càstic
que havies de deixà passà a tots es que haguessin resat el rosari al man¬ co una vegada cada setmana?
—Res; res; idò que entri... que m’és
a mi!

—I clà que entrarà. I te servesqui de lliçó. Tots es qui en vida, cada dia
o at manco una vegada cada setmana,

hagen resat el rosari, no vuy que es¬
perin gens a sa porta; que entrin totd’una sense cap impediment; i no im¬
porta que passis ànsia pels seus pe¬ cats perquè jo antes de mori ja els ho hauré perdonat, degut a que han re¬ sat tantes vegades el rosari.
Sant Pere acalà es cap i deixà passà
a l’Amo’N Sion.

Pobret!... Una vegada més li va tocà

perdre!

D. Quel

200

El Heraldo de Cristo

D. Miguel Puig Puigserver

Día 8 del pasado Septiembre, con¬
fortado con los santos sacramentos y
la Bendición iVpostólica, durmióse en el Señor, en Lluchmayor, su ciudad
natal, nuestro particular amigo, D. Miguel Puig Puigserver, Terciario de S. Francisco y Presidente de la Aso¬
ciación Católica de P. P. de Familia
de Lluchmayor.
Este singular hombre de acción, este honrado ciudadano, que merece
y merecerá bien de Lluchmayor, ha muerto cuando para ver coronados sus esfuerzos con el éxito más lisonje¬ ro no faltábale más que presenciar la
bendición de la hermosa escuela ca¬
tólica, obra de la benemérita A. C. de
P. P. de F., y de la cual D. Miguel
Puig había sido propulsor infatigable. Sin duda Dios ha querido premiar
sus muchos e imponderables trabajos y sacrificios, no con laureles de gloria mundana, que nada es ni vale nada,
porque los días del honbre son bre¬ ves y se marchitan como la flor y pa¬
san como la sombra; sino con la pre¬
ciosísima y brillante corona de la glo¬ ria celestial que ha de durar para siempre; pues, dicho sea de paso, D. Miguel Puig ha muerto con la resig¬ nación del justo, con el amor del sier¬ vo bueno y fiel, como sólo saben mo¬
rir los caballeros cristianos: sacrifi¬
cando de grado la vida al omnipoten¬

te e infinitoSeñorde quien todosla he¬ mos recibido, en el preciso momento en que la existencia se le mostraba más halagüeña, y más sentida había de ser su falta por parientes y amigos.
¡Qué hombre y qué amigo el que
perdemos!... D. Miguel--cuyo renom¬ bre, si posible es que amortiguado quede, al presente, por no estar sino
en germen la semilla que en pos de sí ha dejado, crecerá pi.r cierto cuan¬ do ésta íructifique, hasta alcanzar en
el corazón de todos los buenos lluch-
ma}orenses la consideración que tan merecida se tiene de gran bienhechor de nuestra ciudad—, poseía y descu¬ bría una asombrosa fortaleza espiri¬ tual; la cual aplicada en este postrer año de su vida, al apostolado de la Acción Católica influyó en el ánimo de muchos lluchmayorenses hasta el extremo de haber podido ver conver¬ tido, tan pronto, en una bellísima realidad su magno proyecto de levan¬ tar en Lluchmayor un gran colegio cató ico. No poseía D. Miguel una gran cultura; pero estaba lo suíicien teniente instruido para salir airoso de todo aquello que acometía; porque el amor a Dios que es fuente de conoci¬
miento le infundía la sabiduría de vi¬
vir bien que pocos consiguen; y sin proceder de noble alcurnia tenía la aristocracia del espíritu, que vale mucho más que la de la sangre, y
que se mide en uno más que por su grado de ciencia, por el de su religio¬
sidad y limpieza y por el de su cari¬
dad, austeridad y abnegación.
Desde estas columnas enviamos
nuestro más sentido pésame a la es¬ posa, hijos y parientes de D. Miguel
como también a la Junta Directiva
de la A. C. de P.P. de F. de Lluchma¬
yor y rogamos a nuestros lectores ele¬
ven una plegaria a Dios por el eterno
descanso del finado.

El Heraldo de Cristo

201

De todo un poco

Justicia divina.—Para los que no temen a Dios y persiguen a su Iglesia, vayan estos datos históricos del fln trágico de los Césares paganos que persiguie¬ ron a la Iglesia.
Nerón tuvo que salir fugitivo de Roma y estando a punto de caer en manos de sus perseguidores se hundió un puñal en la garganta.
Tigilino, su favorito, que le aconsejó
muchos crímenes, murió devorado
por sus compañeros de presidio. Domiciano, que decretó la segunda
persecución, fué asesinado por su liberto Esteban y el Senado le privó de sepultura.
Trajano, fué muy desgraciado en la guerra y murió, según se cree, enve¬
nenado.
Adriano, pereció víctima de su glo¬
tonería.
Cómodo, fué estrangulado por un
atleta.
Septimio Severo murió asísinado por su propio hijo.
Heliogábalo, perseguido por los re¬
beldes, se refugió en una letrina y allí
fué asesinado.
Alejandro Severo, cuando sólo con¬
taba 27 años, corrió la misma suerte.
(Continual á)
¡Se ha declarado la guerra!—¿Qué no
lo creen ustedes? Pues, sí señores, y
ya se ha dado una gran batalla, aérea por mas señas, en la que ha habido gran número de muertos y heridos;
rrEstambul, 13. Se ha librado, en la Anatolia occidental, una encarnizada
guerra entre dos contingentes enemi¬ gos de buitres y cigüeñas, que ha
terminado con la total victoria de los
primeros. El numero de combatientes era de 250 cigüeñas, y cerca de 60
buitres. Las vencidas han tenido que
emigrar a regiones distantes, mientras que los vencedores se están dando un opíparo banquete. Hay gran número de huérfanas de guerra.United Press.»
¡Y en Ginebra sin enterarse!
Beneficencia—Como saben ustedes, en
el lago Ness, en Escocia, apareció

hace tiempo un monstruo, es decir, no apareció sino que se dijo que había apracido. Y como que se hizo de él mucha propaganda, muchos turistas se trasladaron al lago: ganancias de
los hoteles; se movilizaron muchos
hombres para buscarlo.- ganancias de los parados; se dispararon muchas fotografías: ganancias de las fábricas de placas, etc. etc. de manera que el monstruo, resultó ser un gran benéfi¬ co. Solo faltaba que fuera verdad. Si hubiera un monstruo en cada lago, río, torrente o estanque... tendríamos el problema del paro resuelto.
Una gran ciudad sobre troncos.—Se lla¬ ma Amsterdam, capital de Holanda. Para edificar una casa en esta pobla¬
ción es necesario hincar troncos de
pino de 10 a 15 metros de longitud basta llegar a la base firme, de mane¬ ra que si se quitara el terreno panta¬ noso que rellena el espacio entre las casas y la base, toda la ciudad queda¬
ría en el aire.
Máximas.—Hace un siglo fueron halla¬ das, durante las excavaciones efectua¬ das en las ruinas de Persépolis, las siguientes máximas, escritas en carac¬ teres arábicos, que brindamos al
lector:
No digas todo lo que sabes. No hagas todo lo que puedes.
No creas todo lo que oyes.
No gastes todo lo que tienes. Porque:
El que hace todo lo que puede. El que cree todo lo que oye. El que juzga todo lo que ve. El que gasta todo lo que tiene.
Muchas veces:
Dice lo que no conviene. Hace lo que no debe. Juzga lo que no ve, Y gasta lo que no puede.
Gotas.—El mejor día para cumpleaños de las mujeres vanidosas es el 29 de Febrero... porque sólo viene muy de
tarde en tarde.
Alezéfilo

202

El Heraldo de Cristo

Crónica General

España. — En los últimos días del mes de agosto sigue preocupando el
eterno tema de la Crisis latente del
Gobierno. ¡Cuántas cosas, además del Gobierno, pasan gran crisis, ho}^ en España!
—De fines de Agosto es también la nueva reforma que el ministro de Ins¬
trucción ha hecho del Bachillerato el
cual durará ahora 7 años. Pero, como
cada ministro hace su reíbrma res¬
pectiva, ya podemos calcular el tiem¬ po que estará ésta en vigor; cuanto
dure el actual ministro.
En los días 2 y 3 de Septiembre hay en Vasconia gran efervescencia nacionalista, o mejor, separatista. Na cionalistas, socialistas e izquierdistas
catalanes, formando coro, se reúnen
en Zuniárraga y Guérnica para hacer música separatista, dando vivas a Vasconia libre y mueras a España,
hasta enronquece!'...
El día 5 se declaran en huelga los taxistas de Madrid, porque no les de¬ jan sonar la bocina durante las no¬
ches.
El día 6 el gobernador de Vizcaya impone una multa de 10.000 pesetas al periódico nacionalista «Euzcadm y otras de 5.000 a varios Ayunta¬
mientos.
El día 8 más de 10.000 miembros
del Instituto Catalán de S. Isidro y de
otros Centros de Cataluña van a Ma¬
drid, para celebrar una Asamblea. Como es para protestar contra la Ley de Cultivos aprobada y aplicada por
el Gobierno catalán, los asambleístas
sufren toda clase de vejámenes en Ca¬ taluña, durante el viaje y en Madrid donde se declara ilegalmente la huel¬ ga general con coacciones de toda clase, agresiones y tiroteos de los que que resultan varios muertos y he¬
ridos. Así entiende el socialismo la
libertad y la fraternidad. El día 9 se celebra en Covadonga
una asamblea de Acción Popular. An¬ tes ha habido también huelgas v toda
clase de esfuerzos por parte de las iz¬
quierdas, para impedirla.

—Mientras un centenar de carlistas
barceloneses se solazaban tranquila¬ mente en una excursión campestre son detenidos y llevados con grande aparato a las cárceles de Barcelona, sujetándoles a toda clase de atrope¬
llos. Al frente de la caravana es lle¬
vado un sacerdote que también ha
sido soezmente maltratado.
El día 14 penetra la policía en la Casa del Pueblo de Madrid y la en¬
cuentra convertida en un verdadero
arsenal o parque de municiones. Halla gran cantidad de bombas, pistolas, ametralladoras, cartuchos, líquidos infiamables y toda clase de materias necesarias para preparar artefactos de
destrucción.
El día 15 ingresa en la cárcel de Ma¬ drid el rico banquero Sr. Echevarrieta por creérsele complicado en el importante y escandaloso alijo de ar¬ mas descubierto poco antes en As¬
turias.
El día 19 se descubre un nuevo de¬
pósito de armas en Madrid, cerca de la Ciudad Universitaria. La policía
detiene, con este motivo, a un estu¬
diante de la F. U. E. y por los docu¬ mentos hallados en su poder se ha conocido el alcance que los socialis¬ tas querían dar a su complot. Asesinar
a todos los ministros del Gobierno, incendiar los edificios de la Dirección
de Seguridad, Gobernación y Comu¬ nicaciones, fusilar a todos los indivi¬ duos que hallaran uniformados y aca¬ bar proclamando el Estado Proletario.
—Ingresan en la Cárcel Modelo casi
todos los directivos de la Casa del
Pueblo, de Madrid.
El día 23 aparece en la «Gaceta» el esperado decreto de declaración del
«estado de alarma» en todo el territo-
nacional.
Extranjero. — Anotamos tan sólo el ingreso de Rusia en la S. de Naciones; la salida del Delegado del Papa, Car¬ denal Pacelli, para presidir el C. Eucarístico de Buenos Aires; y el horro¬ roso tifón del Japón, que ha causado 870 muertos y más de 2.000 heridos.
FLORENCIO

El Heraldo de Cristo

203

Crónica Franciscana

Palma.—Día 11 del pasado mes, en el correo de Barcelona llegó la excursión
de miembros de la «Federació de
Joves Cristians de Catalunya)) que vinieron a Mallorca para rendir un homenaje al Beato Ramón Lull con
motivo del Vil Centenario de su
nacimiento
El número de excursionistas fué de
80, figurando entre ellos 16 sacerdotes. Presidió el grupo el celoso Consiliario General de los «fejocistas)), Rdo. señor-
don Alberto Bonet.
Les recibieron en el muelle, entre
otras personas, el Secretario del Orga¬
nismo de Hombres de A. C., D. Anto¬
nio Villalonga, quien, además, llevaba la representación del señor Ramis de Ay reflor. Presidente de la Junta Diocesana, y el concejal de nuestro Ayuntamiento don Baltasar Forleza.
A las once celebraron una fiesta en
honor del Beato Ramón Lull en la
iglesia de San Francisco. Hubo misa mayor solemne, siendo el celebrante
el M. I. Sr. don Narciso Tibau, Canó¬
nigo de Ibiza, asistido de diácono y subdiácono por los Rdos. señores don Andrés Posa, rector de Sesrovires
(Cataluña), don Juan Nicolau Con¬ siliario del grupo 77 «Santa Maria del Mar)), respectivamente.
Se cantó la misa «Fons Bonitatis)).
Al terminar la fiesta, los «fejocis¬
tas)) visitaron el Claustro de San Fran¬
cisco. Seguidamente se dirigieron al
Palacio Episcopal para cumplimentar
a nuestro amaaísimo Prelado. El Dr.
Miralles visiblemente complacido por la visita de los simpáticos muchachos, les recibió en el salón de Obispos. Se los presentó el Dr. Bonet, y S. E. 1. tuvo palabras de felicitación y afecto para todos, animándoles a seguir trabajando bajo el patrocinio de la Virgen de Montserrat y ofreciéndoles todas las facilidades que fueran nece¬
sarias durante su estancia en Mallorca
Consiliarios y jóvenes desfilaron ante
el bondadoso Prelado besándole el
anillo,
Los «fejocistas)) bajaron luego a la

Secretaría de Cámara donde saluda¬
ron al Sr. Canciller-Secretario, D.
Andrés Caimari, quien les acogió también con gran amabilidad y
afecto.
Después los «fejocistas)) se desparra¬ maron alegremente por la ciudad y diferentes puntos de la isla.
Cura.— Desde que para tal efecto se
habilitaron un crecido número de
celdas— dotadas todas ellas de luz
eléctrica—, se han practicado en este
histórico Santuario diversos turnos de
ejercicios espirituales, siendo dignos
de notarse, en estos dos últimos meses
de Agosto y Septiembre, el de los pro¬ fesores seglares y estudiantes univer¬ sitarios del Colegio del Beato Ramón Lull, de Inca, y el de una sección de jóvenes «Seráficos)) de Lluchmayor.
Los primeros hicieron los santos ejercicios los días 5, 6, 7, 8, y 9 de Agosto, V fué su Director el P. Pedro
N. Isla.
Los «Seráficos)) practicaron los devo¬ tos ejercicios desde el día 6 hasta el 10 de Septiembre siendo el Director de ios ejercicios espirituales el Rdo. Sr. D. José Font y Arbós Pbro., Notario Eclesiástico, y Vice-Director el R. P. Fr. Cristóbal Esteve T. O. R., Director de la J. S. de Lluchmayor.
Oh! cómo era consolador ver a
profesores y estudiantes universitarios hacer el Vía-Crucis por el tan silen¬ cioso como pintoresco paseo del Buen Pastor! Oh! qué cosa más devota ver a jóvenes en flor cantar el Rosario de la Aurora por la explanada del monte,
entre el canto de las avecillas!
Satín (Texas).—El Coro de Hijas de nuestra Misión de Satín, que formaba parte de la Asociación de Waco, se constituyó el (Ua 22 del pasado Julio en Asociación independiente, dado el incremento que va tomando.
A la junta que celebraron después de la misa para nombrar la Directiva, asistió una representación de las .Hijas
de María de Waco.

204

El Heraldo de Cristo

Necrología

Campanet.—El 24 del pasado agosto murió cristianamente D.® Fran¬ cisca Gual Amengual.
La finada era Terciaria de S. Francis¬
co y por sus buenas cualidades era
amada de cuantos la conocían.
Descanse en paz y reciba su familia el testimonio de nuestro pésame. Sanfanyí.—En el pasado agosto falle¬ cieron los siguientes Terciarios y suscriptores de nuestra revista:
Día 17 D.® Catalina Vidal Burguera
a la edad de 62 años; D. Bernardino
Ballesler a los 84; y dia 28 D.® Antonia Ana Ferragut a los 88 habiendo
recibido todos los santos sacramentos.
Una oración por el eterno descanso
de los dichos difuntos.

dicha parroquia ha perdido un fervo¬ roso y activo coadjutor.
Suplicamos una oración en sufragio
de su alma.
—Día 22 del pasado Agosto, a los
67 años de edad talleció la hermana
Terciaria de S. Francisco D.® Juana
Ana Serra y Carrió, suscriptpra de
«El Heraldo de Cristo»
Mujer de arraigadas convicciones religiosas, no sólo asistía diariamente a la Santa Misa y recibía el Pan de los Angeles sino que no pasaba ningún día sin visitar por la tarde el Santísimo Sacramento y rezar el Rosario de la Virgen de la cual era muy devota.
Nuestro pésame a su familia, en particular a Sor Vicenta de Jesús, Religiosa Franciscana.
Palma.—Día 5 del pasado Septiem¬
bre murió cristianamente, a la tempra¬
na edad de 19 años, D.IJaime Calden-

Muro.^—El 26 del pasado Julio
falleció el fervoroso Terciario de S.

Francisco D. Andrés Martorell y Pere¬ lló, de 74 años de edad.
El finado era muy piadoso: oía la Santa Misa y comulgaba diariamente y tenía especial devoción a la benditas almas del Purgatorio. El Clero de

tey Rigo, Terciario de S. Francisco y
socio de la Juventud Seráfica.
Su muerte, tan precipitada como inesperada ha sido llorada por muchos pues el finado por la bondad de su corazón y relevantes virtudes de su
alma contaba numerosas amistades.
A. E. R. 1. P. A.
Enviamos nuestra condolencia a su
madre, hermanos y demás familia, principalmente al R. P. Fr. Antonio Rigo y a Fr. Miguel Rigo Bonet, hermanos nuestros en religión y tío y primo respectivamente del difunto.

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RODONAL
S.S. Pio X
reuma y gota
que
Bscogidó por d e^jpcffc
hombre de ciencia Pral Br. Marchidfava de Roma como d disolvente más perfecto del ácido úrico para ¿1 Iratamlenio
de S. S. Pío X.el URODO^AL»
específico por excelencia de to>
das las afecciones de carácter
artrítico: Rtumatismo aguéo y crónico, gota, ciéiicA, mal ée piedra, dolor de ríñones, neuralgias, arteríoesclerosis
con sus .accidentes fhtales.
apoplejia, angina de pecho, embolias, ha sida adoptado en
el Palacio Pontificio y sus pro* pieiarios nombradas;
Proveedores del Vatícárts

SACRI PALAZZJ APOSTOtm

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Frasco (ripie cabida paM .uaa Cora. Economía de Ptas. 4'SS sobre il fifttié
de tres frascas,

Envió groHiiio de la obra “Por qué la sangre cargada de ácido úrico OS tin petiero" por el Dr. Faívre, enviando este cupón bajo sobre al
Depósito General del URODONAL
APARTADO 718 - BARCELONA

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Patíaóitín.,

,J>rovincie^

30 !