Año XX —Abril de 1928 —Núm. 227 'FOTOGRAFIA AMER IDE Ernesto Guardia Quint, IS-RAL-MA Es la preferida del públiço distinguido y visitando sus salones, se convencerá V. del buen gusto y perfecto acabado de todos sus trabajos. Lo más selecfo v distinguido de ia sociedad maiiorguina se retrata I en ta antigua y acreditada Fotograiía C I* t de ^ Kmesto Guardia Quint, 19 H Teléfono, 310 Donde estaba instalada antiguamente la Cooperativa Militar PIANOS Y AUTOPIANOS ALQUILER Y VENTA A PLAZOS CASA iWERNER: Unión, 6 — PALMA DE MALLORCA entíoQa 'PaMUBría • Horoo de la Peletería — de - Hlíuel Ferrosnt - Especialidad en los panecillos de aceite, salados, franceses, panes blan¬ cos, de trigfo y de los ricos bizcochos y burregfos. Se Sime todo a domicilio tanto los panecillos de Ib maliana como los de la tarde .'Antonio España'. Plaza Santa Eulalia, 9 2 (esquina calle MOREy) { t PALMA DE MALLORCA (2) EL HERALDO DE CRISTO Revista mensual ilustrada dedicada al fomento y propagación de la Venerable Orden Tercera de San Francisco de Asís, dirigida por los Padres Franciscanos Terciarios Regulares CON LAS DEBIDAS LICENCIAS DIRECCIÓN Y ADMINISTRACIÓN RAMÓ'J LULL, 3 CONVENTO DE SAN FRANCISCO PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN Baleares Península ibérica . . . . . Número atrasado . . . . . 2‘50 . 0‘30 » Año XX Palma de Mallorca, Abril de 1928 Núm. 227 Imágen del Bto. llamón Lull. Segundo premio del sorteo de 8 del presente abril con que ha sido fa¬ vorecido el número 419. (Fot. Boscana) 50 El Heraldo de Cristo Flores de Pasionaria XX Attendite et videte... ¡Imponente espectáculo! ¡Tragedia horrenda I ¡ Un Dios que muere entre los más crueles tormentos y humillantes afrentas, colgado de una cruz I (1)Fr.Mirad,moríales,adondeleconduio su amor ardiente; hasta donde le lleva¬ ron sus ansias y deseos de salvar a la humanidad perdida. y oid como clama aún: «Tengo sed», sed de almas, sed de corazones que se¬ pan corresponder. Ved como entre las agonías de su do¬ lorosa muerte, se agita todavía y late con fuerza su tierno corazón a impulsos del incansable y constante amor para con los desgraciados hijos de Adán. Contempladle, olvidado al parecer de las penas y torturas que sufre, abriendo sus labios trémulos y lívidos para reca¬ bar del Padre celestial el perdón de sus mismos verdugos. «Padre, dice, perdó¬ nalos, que no saben lo que hacen». Mirad como sus ojos, encendjdos de tanto padecer y de tanto amar, elevan al Cielo humildes y pías miradas para aplacar la ira divina, que pesa sobre la humanidad sacrilega y proterva. Pasmaos ante todo un Dios abatido, humillado, obediente hasta la muerte y muerte de cruz, y ofreciendo manso, co¬ mo un corderino, el más grande y tre¬ mendo sacrificio que jamás hayan con¬ templado ojos humanos y divinos. ¡Oh malicia del pecado! ¡Oh gravedad de la humana prevaricación! Sangre de Dios bañado tiene el suelo pecador, y tu pecho no enternece la blanda lluvia del supremo cielo que antiguas rocas ablandar merece!...0) «Todo está consumado», dice el Sal¬ vador pendiente de la cruz. Cual si dije¬ ra: Nada más me queda ya que hacer en bien de los hombres a quienes vine a salvar y redimir. Y a decir verdad ¿que más podía hacer que no lo hiciera? ¿Como podía pagar mejor la deuda que D. de Hojedg. el humano linaje tenía contraída con el Criador? Pues, no contento con haber bajado del Cielo y sufrido todas las in¬ comodidades y privaciones de una vida pobre y los sacrificios de un apostolado costoso y duro, acaba su existencia ahogado en el amargo piélago, de su Pasión y Muerte cruel, legándonos por postrera muestra y prenda de su amor la misma sangre de sus venas. ¡Oh santo, ardiente celo, que cual fue¬ go abrasador, se aviva e intensifica a medida que arrecia el tempestuoso hu¬ racán de las penas y acerbos dolores! ¡Oh amor encendido, más generoso y acendrado que nunca en el momento supremo de la muerte! «Y claramente Jesús con gran voz: «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu, expiró» O dejando suavemente inclinada su cabeza sobre el pecho grave...» «jerusalen, levántate, deja tus vestidos de alegría: cúbrete de ceniza y cilicio que en tu tierra ha muerto el Salvador de Israel», (2) Ríndete, soberbio mortal, baja tu fren¬ te orgullosa ante tan grandioso, solem¬ ne y conmovedor espectáculo, ante Dios muerto por salvarte, ante un Dios muer¬ to, digámoslo así, por hacerte Dios. Aprende lo que desde la sagrada cáte¬ dra de la cruz te enseña el Redentor. Abre los oidos de tu alma, escúchales y oirás como «habla aún despues de muer¬ to» (3) brindándote con la gloria celestial con solo tu querer, pues más que sufi¬ cientemente ha pagado El por tus culpas y pecados. ¿Y será tan duro tu pecho que no se ablande con tanto amor? ¿Y estará tu alma tan fría y helada que no sienta el calor de la sangre que sobre ella ha vertido Jesús? F. DE LA Selva. (1) Luc. XXIII, 46. (2) Jerem. Proph. (3) Hcbr., XI, 4. El Heraldo de Cristo 51 Mella, hilo de Francisco de Hsís Yo^osé^ué és.e de Francisco de Asís para aprisionar en sus redes amorosas todas las grandes inte¬ ligencias de la Historia. Mella, el rey de los oradores contemporᬠneos, el verbo iluminado de la raza, el filóso¬ fo conocedor de todos los sistemas, el teó¬ logo altísimo, el águila caudal que penetró en el alcázar de la ciencia española para abarcarla de una mirada y remontarla, en alas de su genio, hasta las excelsitudes de la fe, el vidente que oía el trepidar del suelo de Europa años antes de que retronara el estampido de los cañones y descifraba los enigmas del futuro para alumbrar los derro¬ teros de la patria, el poeta de egregia estir¬ pe que rehuía la realidad prosaica de la hora presente para soñar nuestras grandezas del pasado, el literato insigne que vestía la ma- gestuosa lengua española con el brillante manto de su imagen oriental, el paladín de¬ nodado que con el torrente impetuoso de su grandiolocuencia arrolló los enemigos de la Iglesia y desconcertó los hijos bastardos de España, Mella fué también hijo de Francisco de Asís. Ante la figura escuálida del Poverello quedóse arrobado este gigante de la oratoria, y a las plantas del Humilde Fran¬ cisco cayó rendido este coloso de la inte¬ ligencia... En primero de Enero de 1914 alistóse Váz¬ quez de Mella a las filas del ejército francis¬ cano. La Tercera Orden de Madrid demostró su regocijo en tan fausto acontecimiento ci¬ ñendo al ilustre tribuno el mismo cordón que usó la reina Isabel la Católica. Terciario por amor y convicción, no des¬ perdició coyuntura para ensalzar a su Serᬠfico Padre y dilatar su espíritu como remedio de los males que deplora la moderna socie¬ dad. Espiga ido por la vasta y lozana pra¬ dera de su producción oratoria, sería muy fácil tejer una corona a los pensadores fran¬ ciscanos con las flores de amor y simpatía que Mella les ofrendó. En gracia a la breve¬ dad, mencionaré únicamente su oración ma¬ gistral pronunciada en S. Francisco el Gran¬ de de Madrid con motivo del primer Congre¬ so Nacional Franciscano. En ella no se sabe si admirar más el genio del orador o el ascua de su corazón que caldea sus palabras con las llamas del amor. Dice que el franciscanismo es un injerto sobrenatural en el alma española, el pórtico del Convento de la Rábida la atalaya desde la que España vislumbra un nuevo mundo, las cuerdas de las carabelas de Colón son una prolongación del cordón franciscano ten¬ dido por la Madre para dar el beso de amor y de paz a las nuevas hijas de sus conquistas allende el Atlántico... Y termina su discurso memorable con este broche de oro, en el cual alienta un voto y una esperanza: <7 cuando después de la noche funeraria que se acerca, venga el gran día; cuando las consecuencias del mal se encarguen de ajusticiar las pre¬ misas del error; cuando después del castigo venga la hora de la misericordia, jahí yo tengo la firme creencia, la esperanza com¬ pleta de que esa democracia y esa fraterni¬ dad divina que predicó S, Francisco llegue a imperar en el mundo; pero será cuando el cordón franciscano, el mejor conductor de la caridad, ciña el planeta como un ecuador, y el Serafín de Asís se servirá de él para levantar la tierra y suspenderla de los brazos de la Cruz para que la humanidad se abrace arrepentida al cuerpo ensangrentado de Cristo, y su diestra se desclave, como en el cuadro de Murillo, y la oprima contra su pecho a fin de que se apacigüe, en la herida que abrió lanza, la sed de los eternos amo¬ res.» Con ser lo que antecede prueba fehaciente de la filiación de Vázquez de Mella, mués¬ trase ésta todavía más clara y luminosa en la vida y muerte del inmortal orador. Diputado en siete legislaturas, solo apa¬ recía en su escaño cuando un deber imperio¬ so de creyente o patriota requería su inter¬ vención. y entonces el Parlamento, que a él le daba náuseas porque lo veía convertido encharca hedionda de podredumbre nacional, recuperaba su pristino fulgor a los acentos de su elocuencia soberana, sede augusta, vehículo rozagante del pensamiento español. Ello fué causa de que le ofrecieran dife¬ rentes ministerios, que él, con voluntad in¬ declinable, siempre rehusó. Confidente íntimo y apoyo el más valioso de D. Carlos de Borbón, ídolo de su partido mimado de la nobleza, cuyos vetustos bla¬ sones a menudo enalteció, admirado del Ejér¬ cito, gloria de la tribuna, honor del perio¬ dismo, prez de las letras, respetado de todos incluso de sus adversarios políticos y doc¬ trinarios, Mella desdeñó en toda ocasión los puestos honrosos y se abstuvo de participar en empresas lucrativas. A semejanza de su Seráfico Padre que no reclamaba para sí más título que el de pregonero del Gran Rey, Vázquez de Mella limitóse a ser elpregoneio de los grandes ideales de nuestra raza, qi e concretaba en aquellos sus tres dogmas na- 52 El Heraldo de Cristo A5I5, Iglesia llamada del 5acro Convento donde se guarda el cuerpo de ¿an Francisco clónales: la soberanía del Estrecho, la fede¬ ración con Portugal y la confederación con los Estados hispano americanos. Si penetramos en el recinto de su vida privada, allí encontramos también al hijo de Francisco de Asís. Nada de lujo y boato en aquel prócer de la inteligencia. Su modestia cautiva un día a D. Antonio Maura, quien al ver la pobre habitación donde el gran tribuno yacía enfermo, exclamó: «Muchos y elocuen¬ tísimos discursos de V. conozco, pero el más admirable de todos es éste. Usted que podría vivir como el mejor, regaladamente, ha pre¬ ferido ser consecuente con sus ideas. Es una lección ejemplar...» «Kill», el hoy famoso perro alemán, era una de las predilecciones de Vázquez de Me¬ lla. De él se servía al mandar por tabaco, para descolgar el sombrero de la percha y entregarlo en manos de sus amigos que le visitaban, de la misma manera que el Após¬ tol de Umbría se hacía acompañar de un corderillo que le despertaba con sus balidos de su corto sueño a la hora de Maitines. ¿7 co¬ mo no evocar Fray León, la ovejuela de Dios, al nombre de «Nicasio», el sirviente fiel, sen¬ cillo, fino y constante de nuestro gran Ter¬ ciario? Su amor a S. Francisco y a la sencillez franciscana culmina en las disposiciones que cuidó de dar para su hora postrera. Con sin¬ gular empeño aleja de su cadáver y de su tumba el mundanal ruido, t©rneroso de ver perturbado con éllo su ósculo de paz a la hermana muerte. Miradle como yace el colo¬ so de la oratoria... No busquéis las consabi¬ das coronas, las insignias, el fausto que tan¬ to aman los modernos, pues los ha proscrito de su presencia. El tosco sayal del Poverello encubrió amoroso su cuerpo inerte...: sobre él ostentase la Bula Pontificia que lo recono¬ ce hijo de la Iglesia, y junto con ésta la Car¬ ta de ingreso en la Venerable Orden Tercera, que lo declara hijo de Francisco de Asís. Son éstos todos los timbres de su nobleza... ¡Ah! las humildes violetas, símbolo perenne del espíritu franciscano, exhalan también su per¬ fume en torno de su sencillo ataúd... * ** ¡Descansa en paz, luchador infatigable de la Iglesia y de la Patria! Tu inteligencia pre¬ clara—así lo espero—ya mira de hito en hito el Sol de la única gloria que sobre la tierra apeticiste, y tu corazón nobilísimo goza de la plenitud del Amor por qué suspiraste... ¡Terciarios! Una oración por el alma de nuestro hermano esclarecido. Fr. Cristóbal Sureda, T, Q. R. Newark (Estados Unidos), 20 marzo 1928. Él Heraldo de Cristo 53 La Tercera Orde Secular Franciscana a Mallorca (Continuació) Siglo XU Voléu una semblança feel de Tin» crement que amb els anys pren¬ gué açí la nostra Tercera Orde? Mirau Ja germana aigua, i la vos dará exac¬ ta. Ella surt de la font i, tot-d'una, just forma un rieró petit, molt petit, que se atura amb cada brí del camp o amb cada flor per a besarlos; després, pero, corrent tot caprit¬ xosa i joguinera per dins la prada, se au¬ menta per estones amb altres afluencies i arriba a ser riu gros, magestuós, que bra- mula i que arrastra. Sens dupte n'és aqueixa de les millors sem¬ blances. Perque hem dit ja i hem vist com entre els mallorquins, abans de que finís el sigle XlVé duia curs prou rument aquella Tercera Orde que un dia havía començada tota humil en el fogar dels grans reis nostres; idoncs llavó, el sigle que segueix, el sigle XV, ben lluny d'ensopir-la, l’afavorí encara. Confraria Era precisament el temps aquell dels Esparters en que els menestrals de per tot ja estaven persuadits dels inconvenients que hi havía en viurer isolats els uns dels altres. Convençuts també els ar¬ tesans esparters de la noble Ciutat nostra, per unificar les seves energies i fer entre ells un llaç corporatiu, pensaren formar una Co/i/raría sots Tinvocació de algún Sant que el ma¬ teix temps les sia propici donant-los adjutori i socós per cumplir exactament «lo degut ser¬ vid de tota creatura an el subirán Senyor.»(T) Aixó que ara recompt va esser l'any 1472, un divendres d’octubre. En el monastir de St. Francesc aleshores hi era memorable una relíquia del benaurat St. Lluis perque guaría la febre pel simple contacte o tocament d'ella amb l’aigua na¬ tural presa amb devoció per los febricitants. Aquesta cosa i també el motiu de que Sant Lluis, «no obstant que fos fill de Rey, ses hu¬ miliat en prenda la pobretat de monsenyer sent ffrancesch e axí del calzar de la sper- taría costa no esser se dedignat» (2), fan que el prenguen per Patró i que s’establesquen en l’esglesia del susdit Monastir. I aixó sabent, vos par encara irrahonable sostenir que la tal Confraria vengué a ser benefici i cúmul per nostra Tercera Orde? Si se enamoren del fíll de Rey tant sois per haver adoptada la pobratat del gloriós Francesc, era mes natural s’ en emorassen encara del qui n’es Pobríçó per antonomàsia. I si se posen confiats baix Tadvocació i pa¬ tronatge de Sant Lluis just per «no esser se dedignat calzar de la spartería», cóm no vo¬ léu apreciassen infinitament al Sant qui d'espart s'en havía fet un cinyell a guisa de sá- 1, 2) Llibre de suppHeacions de 1454 a 1473. Sens foliar. Arx. Historie. bre per retre Tunivers? Ademés, el vuité deis catorze Capitols de aquella Confraria de¬ mostra l’intervenció que donaven en ses coses més principals i íntimes als Pares Francis¬ cans, quant ordona que «en la elecció dels sobreposats... per esser millor aconsellats, sien escullits dos dels bons frares del horde sobrescrita (T); i aixó ens fa creure que si aquests eren els seus consellers, en mil oca¬ sions recomanarien a tots aquells confrares se vestissen el pobre drap dels terciaris. Ho confirma el cas, encara que posterior, d’En Macià Mut Romaguera nadiu de Lluch- mayor, tralladat a Palma per atzars de la vida. Aquest bon home fonch esparter d’o¬ fici i un dels membres caporals i mes entussiastes d’aquella Confraria. Doncs ell també va ser un devot i fervent terciari. Havía pro¬ fessat a St. Francesc el 19 de setembre de 1683 i en la seva derrera disposició testa¬ mentària de 29 de juny de 1723 vol ser so¬ terrat en l’esglesia franciscana de Palma baix el quadre de Sant Lluis «ab lo habit de N. P. Sant Francec», manant també que per les se¬ ves exéquies sien avisats els germans i ger^ manes de la Tercera Regla Franciscana. (2). Confraria nonolla Onze anys després de la (le Saní Dordi erecció de la dels menes¬ trals d'espart, se establí en el mateix Monastir franciscà una altra Con¬ fraria apellada Confraria novella de Sant Jordi, «a laor e gloria del omnipotent senyor nostro ieshucrist e de la gloriosa Verge Ma¬ ria mare sua e per reverencia e honor del benahuyrat Sant Jordi» (3). Els qui la constituïen eren «els cristians ba- tiats franchs de nació de turchs ressidents en aquesta Ciutat e Regne» (4), bastants ja lla¬ vó en nombre i encara aumentats amb els que importaren presos en els actes d’ armes fets en l’illa deT^odes i en Otrant. (5). A ella hi podien pertànyer homes i dones, puix era ordinació que «en la dita confraria entren e puxen entrar tots aquells e aquelles batiats e batiades de la dita nació de turchs.» (6). Aquesta novella Confraria tampoc se feia gaire enfora dels franciscans. Per fer nome¬ naments o per tractar les seves coses anaven a ajustarse en la casa del Capitol del seu mateix Convent. Tant prop dels frares i, com si diguessem, hostes del monastir mateix, sería gens es¬ trany que's deixassen influençar per ells? 1) Llibre de supplieaclons citat. 2) N’ és font de tot Io dit d’ ell ei seu ^Noticiari de lo esdevingut a Mallorca desde 1680 fíns a 1715* 3, 4) Llibre de supplicacions de 1461 a 1485 fol. 181 i sigrüents. Arx. Hist. 5,6) Llibre de supplicacions de 1461 a 1485, fot. 95 i 183. 54 Èl Heraldo de Cristo Tot a mi'm diu que aquesta Confraria i l'altra suara anomenada dels esparters havien d’esser, atesa la seva íntima relació amb tais religiosos, dos afluents considerables per ferhi creixer dins la Capital la nostra Orde Secular del Pare Sant Francesc. Mes, no per axó creguéu fossen aquests els únics. Propagadors iniadigabloS «Per molt valent framenor pel mon som anomenada; en ells regna la valor del preicar tota vegada.» Així feia cantar desde l'Africa N’Anselm Turmeda nostra Mallorca, figurada en aque¬ lla donzella «la pus jolia» que l'escometé en el palau del «delitós prat» del seu poema Les Cobles. (1). Llavors mancaven sols dos anys pels quin¬ ze cents. La florida de l’Orde Franciscana d'açí es¬ tava a la plena. Tenia aleshores molts mes¬ tres i grans doctors i homes «de saber dolç e pregón». Era r época del meritíssim P. Fra Joan Exemeno, confessor de reis i reines, que delita amb la seva eloquencia amonestant la gent en el bé, i que, segóns lletra coetଠnia (2), distribueix al poble, amb la dol¬ çor de la seva gracia i amb actes magistrals de la seva predicació, lo que ell havia begut en la sagrada font de Crist. I es també llavó quant «mestre P. March, framenor (bell parlar ab gran loquença) la gent gita de error parlant-los ab gran sciença» (3), i quant el P. Antoni Santoliva, doctor famós i venerable franciscà, «pels pobles on ell arriba a preicar lo manament de Deu, a tota la gent lo mal tant com pot esquiva» (4). L'Orde que nodria tais fills podia estar-ne certament ufana. S’en gloriava, ja hem vist, la terra qui’ls va servir de brés. La Tercera Orde, pero, qui’ls tenia per apostols i actius propagandistes seus, tota tremí de goig. I amb just motiu; doncs negú mai sabrá dir el bé i util gran que li esdevin¬ gueren per l’ascendenf d’aquells i el seu pres¬ tigi. EI VencrablG I quant baixa la cátedra de P. Catany Teologia eix home sant de Deu Fra Bartomeu Catany, pujant a la de Veritat per iniciar el seu treball apos- 1) Bernat Metge. Anselm Turmeda. Obres menors p’En Marçal Olivar, Barcelona 1927, pàg. 117. 2) Acta Capitular àe\\a Seu de Mallorca de 11 mars de 1391. 3, 4) Obra citada d’En Marçal Olivar, pàg, 119. tólic, pensàu no hi estaria també gojosa l’Orde Secular Franciscana devant les bones messes que podia entreveure? El P. Catany recorre totes les encontra- des de la nostra illa fent-la resonar amb les seves crides vibrantes, i predica a la Seu per espai de vint anys els sermons de quaresma. Bon medi aquest perque el sénti tothom i el coneguin! El senten, i la seva doctrina i paraula de apóstol agraden a la gent, qui s’en fa llengos. Admira a tothom la seva gran virtut i bonhomia. I quant veuen que a dins les se¬ ves mans d’ell hi floreixen miracles, llavó l’adoren... Parla, i ho prenen com si fos un oracle... Ell mana, i fins creuen i callen les passions de turbes exaltades... I duptaréu encara s’emportàs l’illa nostra en seguici d’aquell an a qui deia Pate? Teniu-ho per ben cert; els cors mallor¬ quins que encara no estimassen al humil Sant d’Assí^', llavó forçosament s’hi varen retre. ObSGrüantS Tots els vents li foren favo- i Elausirals rabie a l’Orde que’ns ocupa, durant el sigle XV. La controversia i tot que esbrancó els Framenors en Observants i Claustrals, aju¬ da a aumentar-la i fer-la creixer. General¬ ment les tempestes que, per flaquesa dels homens, Madona Pobresa aixecava de tant en tant en el sí de l’Orde Franciscana, sacsaven de debó aquesta Orde, i fins repercu¬ tien en la societat; basta fer memoria d’aque¬ lla vitenca qüestió del principi que formà els dos partits zelosos o esperituals i moderats, de tant trists records el primer pel trastorn que donà als esperits i per les intemperàncies i fanatisme dels seus adeptes. La con¬ troversia, pero, que hem dit del sigle XV, n’es una excepció. Naturalment que dugué llamentables consequencies a la Primera Familia de Francesc; pero, com que apenes tingué trascendencia al seu exterior, la /^amilia Tercera en Hoc de trobar-hi perjui en va cullir un be. En efecte, del dit esbrancament de Framenors surten dues comunitats no¬ velles; la de Nostra Dona deis Angels fun¬ dada a Jesús fora porta l’any 1441, i la de Jesús de Soller establerta uns desset anys dresprés; idoncs, a l’ombra i ampar de cadescun d'aquells dos casals d' Observança regular hi va neixer i s’hi feu pol-lenta una germandat de feels terciaris. Així va ser de fecond i pródig, per aquesta Orde nostra, aquell sigle eternament memo¬ rable en l'historia de Francesc i de la Patria per haver engendrat les tres glories emo¬ cionants, augustes qu’es digueren: Colón, Fra Cisneros, i la Reina Católica. Fra M. Quetglas, T. o. R. (Seguirá.) Él Heraldo de CRisto 55 A Sant Francesc de Assís Oh Sant Francesc, qui sou mon pare ompliume el cor d’ amor i pau, i a mon entorn serà llum clara la tenebror que ara ’m té esclau. Caigut io som dins un abisme de dol i plant i greu tristor, treisme’n, i ungiume amb el sant crisma del goig perfet interior. Vos qui el secret de 1’ alegría a Fra Lleó vareu mostrar, i per tothom qui vos seguía ereu fontana d’ ambrosía qui no parava de rajar. Segon espós de la Pobresa, com vos amb ella em vull uní; vull tira a fons tota riquesa perque ella no m’ hi tir a mi. Feisme llibert de tota cura com mos germans els gais aucells, blanc’com la neu qui al cim fulgura i mansuet com els anyells. De r aigua humil i preciosa otorgaume’n 1’humilitat; sia ma vida profitosa com sa regor ho és pel prat. Sia roent d’ amor divina i encesa com mon germà Sol, qui escalfa cl mon i l’il-lumina i es lleva i colga quant Deu vol. Deixeble obscur de vostra escola cncar no sé cl primer cartell, i és que sovint pel fanc redóla cl cor podrit com un mescli. Mes, si guiau la meua vida, n’ estic segur d’ arribà a port, i que rebré, a la meua eixida, amb un somrís germana Morí. 1 ara entretant feis que floresca mon camí plè de romaguers, oh vos, per quí a 1’ Umbría fresca varen florir com a rosers. Blànquerna Mallorca monumental.—Porto-Pí.-Torre de Peraires. 56 El Heraldo de ÒRistò Pág i n a misional Episodios revolución Chi¬ de la de na.—Entre las pruebas más terri¬ bles a que han ido sujetos los católicos de China en el pasado año, fi¬ gura la del terror comunista. Hasta el 2 de Enero del presente año duraron los atropellos, malos tratamientos y toda clase de injusticias contra ellos. Los Co¬ munistas se han valido de los medios más feroces; ha habido víctimas quema¬ das, anegadas, fusiladas, cortadas y he¬ chas mil trozos. Los misioneros católi¬ cos, allí establecidos, en número de 2500 no han dado un paso atrás ante el inmi¬ nente peligro; la tradición apostólica de no huir las dificultades se ha conserva¬ do en toda su pureza. En todas partes se continuaron los trabajos de los misione¬ ros, en cuanto las condiciones lo permi¬ tían. Este hecho hizo resaltar mucho la actitud de los misioneros católicos, com¬ parada con la de los Protestantes. La «Revista Internacional de las Misiones (protestantes) refiere que de 8000 misio¬ neros de diversas sectas, 5000 fueron re¬ tirados; cerca de 800 fueron concentradós en lugar seguro; otros se refugiaron en la Corea o en el japón y muchos vol¬ vieron a Europa y a los Estados Unidos de America. Una palabra, en cambio, ha bastado para mantener en su puesto a los 2500 misioneros católicos, mientras todos los demás huían y les conjuraban irse con ellos. En este tiempo las misiones francis¬ canas sintieron también los furores de los Comunistas. A mediados del pasado Febrero llegaban de allí las siguientes noticias, escritas y mandadas por un franciscano misionero, y que nssotros transcribimos del diario católico «Osser- vatore Romano»: En la Misión de Sianfü hay 5 misioneros franciscanos, 6 reli¬ giosas franciscanas misioneras de Ma¬ ria, 17 religiosas terciarias franciscanas chinesas con 7 postulantes, escuela para niños y niñas. Ya en los últimos años, como en el resto de la China, el demonio, sirvién¬ dose de los estudiantes, nos había dado vivas ánsias de nuestras obras y preci¬ samente en las fiestas de Navidad. Este año de 1927, el día de Navidad, un grupo de estudiantes penetraron en la Iglesia y empezaron a injuriar y maltratar a los cristianos presentes y arrojar después por tierra ornamentos y objetos sagra¬ dos; crucifijos, sagrario, imágenes, pe¬ sebre, etc. Pudieron finalmente los cató¬ licos echarlos fuera, cerrando y apunta¬ lando las puertas de la Iglesia y de la re¬ sidencia. Reforzado, pero, el número de estos, consiguieron penetrar de nuevo en la Iglesia por las ventanas, destru¬ yéndolo esta vez todo. Los cuatro Pa¬ dres llegaron a ponerse en salvo, huiendo por los techos de las casas y refu¬ giándose en casa de familias buenas y cristianas. Tocó después a las religiosas francis¬ canas de María. Tres o cuatro cientos estudiantes de uno y otro sexo se preci¬ pitaron en su capilla, donde se habían escondido las estudiantes católicas, huiendo de las iras de la turba. La su¬ periora y dos religiosas tuvieron apenas tiempo de poner en salvo el Copón con hostias consagradas , escondiéndolo dentro del bolsillo y dándose enseguida a la fuga; en la calle todas las puertas de las casas les fueron cerradas; no en¬ contraron ninguna casa que las acogie¬ ra. La multitud, entre tanto, las alcanzó, dando gritos, levantando bastones y dando de vez en cuando algún bastona¬ zo. Entre los estudiantes había algunos no tan brutales, que paraban los golpes, mientras oíros querían matar las religio¬ sas, las cuales deseosas de estar al lado de sus compañeras, no encontrando por fuera refugio alguno, se encaminaron de nuevo y precipitadamente a la clausura, que había sido convertida ya en alma¬ cén de toda suerte de objetos. En la ca¬ pilla no había nada íntegro ni en su lu¬ gar: todo había sido destruido. La superiora recibió en el camino, un bastonazo en la cabeza, y hubiera sido mortal, a no mediar un estudiante, más humano que loS demás, el cual paró en parte el golpe Las otras religiosas no aparecían; solamente algunas de núes- El Heraldo de Cristo 57 Mon desitj Rima Per ¡a Primera Comunió de V angeiical À. Ramón i Mora. Ventura prou enyorada jorn d’ inefable delií! Com a divina rosada Jesús devalla a mon pií. Es la primera vegada que’m dona al suau convií — maina del cel regalada ! — el pa deis forts, exquisit. Massa exigeix tal finesa que al Deu d’inmensa bonesa consagri ma vida en flor. Rebeu, Senyor, ma existencia i cl dolç perfum d’ignoccncia guardará sempre mon cor. Fra Jaume Rosselló, T. 0. R. 4- A mi amigo Fr. José Pocovi, T. O. R.—Afectuosamente.- ¡Mandas que escriba—yo alguna cosa! ¿Qué he de escribir?... Mi alborotada—vida azarosa Hasta me priva—de discurrir. Cual leve arista—que lleva el viento sobre las alas—de su braveza, yo a merced ruedo—de la fiereza de mi desdicha—y mi tormento. Es mi vivir, siempre bregar, querer y amar lo que puede fallir, traicionar o morir... En vano pido al Cielo dulce consuelo, medicina a mi mal: mi corazón sigue aferrado al suelo caduco y material. —jOh dura condición la del pobre mortal!...— , Alonso de la Espina. Lluchmayor, marzo de 1928. tras estudiantes comparecieron ensan¬ grentadas. El odio satánico se había desahogado contra lo que hay de más sagrado, sin exceptuara nada ni a nadie. Después del saqueo llegó una compa¬ ñía de soldados, los cuales auyentaron a los estudiantes y condujeron las tres relgiosas a lugar seguro. Además del espíritu satánico, que ani¬ maba a estos estudiantes, había un fin perseguido por ellos en tan injustos atropellos: obligar a los misioneros a huir, como lo han hecho los protestan¬ tes, los cuales, quitado uno, partieron todos. Así, ellos hubieran ocupado nues¬ tras escuelas,frecuentadas por estudian¬ tes de las más nobles familias, lo que naturalmente les excita a la envidia. Todavía los ánimos de estos estudian¬ tes no están calmados; hacen muchas manifestaciones, en las cuales declaran t sus propósitos de exterminar la religión católica. Hasta aquí la relación del Padre mi¬ sionero. —Para terminar, comunicamos a los lectores que Santa Teresa del Niño je¬ sús ha sido declarada por el Papa, Pío XI, patrona, por título especial, de lodos los misioneros, hombres y mujeres, de todas las misiones existentes. Santa Teresa del Niño Jesús conviér¬ tese así en patrona principal, como San Francisco Javier, con todos los privile¬ gios y derechos que tal título lleva con¬ sigo. Fr. a. 58 El Heraldo de Cristó La Venerable Orde Tereera Heu visí mai com de natura neix r auba rosada i pura un demaíí gai i frese?... Dones, així 1’ Orde Tercera florí bella i encisera del bon cor de Saní Francesc. Desclosa, de rou remulla s’ hi enmiralla en cada fulla del cel seráfica Hum amb la qual eixa florfína a tot lo mon il-lumina i embauma de perfum. O flor de virtuts masella, amb ton aroma i llum bella umpls també de sants el cel!... Será eterna ta florida. Saní Francesc al dar-te vida omplí ton calzer de mel. Dins ton cor hospitalari troba lo bon terciari pau, caritat i amo; desde que fores creada dins la mar del mon airada ets la nau de salvació. La santa Orde Franciscana a tots los cors agermana fent del mon un gran convent i de cada llar un temple oní la fé i el bon exemple cada dia hi van creixent. Francisca Puigserver, terciaria. Palma, abril de\_1928. En marcha.—Acuarela de Ján Willumsen. ÈL Heraldo de Cristo 5Ò El Benaventurat P. Severí Gírault del Terç Ordre Regular de St. Francesch (1728-1792) (Acabament) N aquest moment ressona un crit: «Aturauvos! no es així que cal fer- ho!» Era Maillard qui volia procedir metodicament, així com ho havia fet a r Àbbaye. Fou passada orde a tots els sobrevivents de tornar enirar dins la es¬ glésia. Maillard aparellà una taula dins el corredor qui feya comunicar cl chor ab la escala del jardí, prengué en ses mans la llista dels presoners i començà el cridamcnt sinistre. Els capellans qui estaven pregant dins la església eren cridats de dos en dos i arrocegals per dins el corredor fins a devant la taula; quiscún oia la sentencia i era empès cap a la escala del jardí. Als graons d’abaix una guarda d’ assassins esperava que passas: anava a qui pega¬ va cl primer colp. Els sabres, les bayonetes i les piques se enclotaven dins cl cos fins i tant que hi romangués gota de sanch i quant el derrer alé de vida ja era desaparegut, els bulxins reclamaven una novella víctima, cridant al ensemps: «Visca la Nació». I els cossos encara calents eren acaramullats sota un teix qui encara es veu. En manco de dues hores, mes de cent vint capellans foren en tal guisa immolats. Dels assassins uns se ’n anaren a fer altres mortandats i altres passaren la nit dins la església beguent i jugant: tres espases penjades al mur han deixada llur emprenta sinistra d'on se escorren llarchs regalims de sanch. * ** Lo sendemà els cossos foren uns po¬ sats dins dues carretes i portats al ccmentir de Vaugirard, altres foren tirats dins una fossa de devora. L’any 1867 foren exhumats i les ossamentes foren piadosament replegades dins la cripta de la església. Aon son les relíquies del Benaventurat Severí? Es impossible de saberho ab certesa. Mes, vora el safa¬ reig, al punt meteix on fou ell ferit, una colona fa recordança de la primera víc¬ tima de les mortaldats de setembre. Els Carmelites de la Avinguda de Sa¬ xe, a Paris, reberen un breviari, relíquia d’un màrtir dels Carmes. Està lligat en cuyr negre, i té el tall daurat. Porta la trassa profonda d’ una laceració, un cornaló a la part de dalt del costat del títol és desaparegut tot sencer, llevat pel fe¬ rre d’ una pica o tal volta per la topada d’ una bala. Està tacat de sanch i de fanch a moltes planes. Una tradició escrita del any 1850 l’atribueix al Benaventurat Severí Gi- raull; mes d’això cal feme un poch de reserva car es un breviari de la diòcessi de París i els Terciaris en tenien un de particular. Mes pot ésser que el P. Se¬ verí 1’ hagués manllevat a un companyó de captivitat. * ** Entre les relíquies del Benaventurat Severí se troben molls de manuscrits dels quals n’ hi ha quí porten son segell. Vejaune la descripció: dins cl camp una flor de lis rodejada d’ una corona d’es¬ pines; al cap qui es de guies, tres llàgri¬ mes d’argent. Es just el meteix (exceptat cl cap qui es de sable que empra actual¬ ment ei Terç Ordre Regular de França; particularitat preciosa qui mostra la conlinuitat de sa Congregació. Que ell desde lo alt del cel vulla vel¬ lar demunt ella i afavorir sa prosperitat. Si la sanch dels feels màrtirs es semen- sa de cristians, la d’ un prevere, la d’ un religiós no podrà esser una sement de vocacions? Aquesta es f esperança que manifes¬ tava cl Sant Pare, el dia primer d’ octu¬ bre del any 1926, responguent a les grଠcies del Postulador de la causa: «L’ Es¬ glésia de França, deya ell, s’ umpl de jo¬ ya de veure elevats demunt els altars tants de gloriosos confessors de la fé catòlica. Son altres tants poderosos in¬ tercessors devant Deu, les pregàries dels quals faràn grcllar nombroses vocacions esglesiasliques i religioses per la salut i la regeneració espiritual del pais.» Que els nostres lectors unesquen llurs plegàries per aydar a la realisació d’ aquest desitx. 1 que cl Benaventurat Se¬ verí Girault se recordi al cel de son car Terç Ordre Regular. jQue bcneycsca sos missioners, sos fills i sos benfactors! (Traduit del cBullclin mcnsucl de la mission de MattoGrosso». 60 ÉL Heraldo de CRistó A Cura toq u e n EVANT la casa de mestra Nascarpat, si troba sa mestresa Esmocada, en Gaufo*net i na Capxul-la, que empaten la xerrada amb el senyor Dionis, mestre d'escola re¬ tirat. —Aquets dies, varen di, que era per Ciu¬ tat, senyor Dionis, i que conten?—pregunta mestre Nascarpat. —Càspitaf jo tenia alguns quefers i ja que es nebot havia d'anar-hi, vaitx aprofità s’ocasió, i... res de particular, els Pa/zne- sans son ciutadans com sempre. —Fonada, don Dionis, preguntà sa mes¬ tressa Esmocada, que no se parla encara, de sa pelegrínació? —Reboteta, contestà na Capxul-la, vaitx sentir que deien, que havien dit qu'es fran¬ ciscans volien anar a Cura; ara si es ver, jo no heu sé. —Pot esser, que sa peregrinació, enguany sia a Cura, càspitaí casi es segú, tota vega¬ da queja estará llesta sa carretera nova. —A Cura? fonada, a Cura? o no cura, ahon es aixó, senyó Dionis, ja fa temps que estic molt enderré de sebre coses de Cura, diu n'Esmocada, sa mestressa. —Cura? càspitaí contesta el senyó Dionis, Cura, es una montanya que está entre Al¬ gaida, Montuiri i Lluchmajó. —Ecualocuà! digué en Gaufonet, jo me recort que cuant feia es servici, els enjinyés no sé que feien per aquella montanya. —Ques molt alta? preguntà na Capxul-la. —Càspitaí si mal no recort, está uns cinc cents cincuenta metros poc-sà poc-llà, de¬ munt el nivell de la mà. —Fonada i que vol di aixó? —Beneitota, contestà mestre Nascarpat, que te cincens metros d'alt, que deven esser uns dos mil i pico de pams, no es així senyó Dionis? ■—Així es, càspitaí basta dir que d' allá dalt. se poren veurer, una corentena de po¬ bles? — Reboteta, diu na Capxul-la, que farà liare, senyó Dionís? Que deis? càspitaí se veu Palma en los seus suburbis. — 1 que son e\\s suburbis? —Càspitaí \\o que dirien llogarets. Ecualocuà, diu en Gaufonet, el Terreno, Santa Catalina, el MoHnà i tots els que en- revolten ciutat, nò es així, senyó Dionis? —Així es, càspitaí su baix veven, Algaida, Pina, Montuiri... —Fonada, també deven veure, Sancelles, Biniali, Santa Maria, Marratxí, el Pont d’In¬ ca, diu sa mestressa Esmocada. —Ja heu crec, contestà mestre Nascarpat, i es segú que també se colombra Consey, Bi- nisalem i Lloseta. —Ecualocuà, afegeix en Gaufonet, i Seuva en sos llogarets Biniamar, Caimari i Moscari que diven que veven. —Reboteta, i que no se veu Inca? i Bújer, i Campanet, i Llubí, diu na Capxul-la. —Càspitaí si se veven, i be. —Senyó Dionis, i Sineu i Costitx? —També, càspitaí i també poren contar. Sa Pobla, Alcudi, Muro, Santa Margalida, Maria, Ariany, Petra, Villafranca, Sant Juan i Porreres. —Fonada, si que deu esser una cosa maravellosa, esclamà sa mestressa Esmocada; i Manacor i Felanitx que també se veu? —Jahu crec, contestà mestre Nascarpat; i Campos i ses Salines i Santanyí es deuen veurer benissim; no es vé senyor Dionís? —Càspitaí Cabrera i tot, que pareix que amb un tir de passetja matarien una Hebra, dins aquells andurrials. —Reboteta, digau que veuen tot Mallorca i fora Mallorca, si se veu Cabrera. —Lo que no deven veure Bunyola, ni Vall¬ demossa, senyor Dionís, diu mestre Nascar¬ pat, que están dins aquelles muntanyes. —Càspitaí si se veven, per dins un come- llà; i ben redebé. —Pero, senyor Dionís, aixó que no es sa montanya de Randa, ó es lo mateix? —Càspitaí jo vos diré: sa montanya de Randa, te devés mitjant lloc, s’Ermita de Sant Honorat i baix, a la volta de Lluchma¬ jó la Mare de Deu de Gracia, i alt de tot hi ha Cura. —Com es aixó de Cura, senyor Dionís preguntà sa mestressa Esmocada. —Com ha de ser? càspitaí {eia una corentena d’anys, quel Rey en Jaume havia con¬ quistat Mallorca i un fill d’uns dels cavallers que l’acompanyaven, anomenat Ramon Lull, se retirá al cap demunt de la montanya de Randa, el Bonjesús li aparegué i ell allá dalt, va fer coiístruir una ermita, dins la capella, hei va posar una Marededeveta, comensaren anar a visitarla i com se obraven de un mo¬ do prodigiós, moltes curacions ja espirituals, ja materials, li donaren el titol de la Mare de Cura, i aqueix nom el varem apropiar a sa montanya anomenant-la, uns, sa montanya de Randa i altres sa montanya de Cura. —Ecualocua, diu en Gaufonet, ja, ja, aixó está be, i així es. —Càspitaí si está be, an aquella ermita de Cura la convertiren amb una escola i passats El Heraldo de Cristo 61 TTÍallorca pintoresca, Costa de Deyá. (Cuadro de Bernhard Guttmann) molts d'anys, una senyora, va fer una deixa que bastás per mantenir-hi 13 estodiants en dos mestres i un capellé. —Be; ja tengueren per viure; que dura molt de temps, senyor Dionis aquesta escola? Pregunté mestre Nascarpat. —Cuant varen haver adobat i arreglat s'e¬ difici, cáspita, el Rey va cedí a Cura el te¬ rreno d’aquella montanya. —Fonada, diu sa mestresa Esmocada, vat- aquí, el nom de sa montanya de Cura. — Cáspita, ell passats molts d’anys, co- mensaren a disputé, si es terreno era de Cu¬ ra o de Randa, i que vos pensau? se va fallé que aquell terreno de sa montanya, fos una comuna per la gent de Randa, quedant per Cura una cosa poca, un tancadet i s’edifici acabant-se ses escoles, quedé talment un munt de ruines. —Mirau, diu mestre Nascarpat sempre, hi ha de haver aquestes miseris, en el mon. —Fa, continué el senyor Dionis, una quin cena d’anys, que s’encarregaren de Cura, els Pares Franciscans, a poc poc, heu van res¬ taurant i ara en s’ajuda del govern han fet una carretera nova, alegre ferm, per pujari, camions, automovils, galeres, carruatjes, carros, carretons fins an el portal de Cura, cáspita! —Essent així. sa pelegrinació, seré alié. —Cáspita!s\\ no muden, dins el juny, tots els Terciaris i no terciaris de Mallorca, a Cura anirén en peregrinació per sa carretera nova. Lectors i lectores de El Heraldo de Cristo que sentiu repicar? ala idó, comensauvos a preparar, que a Cura toquen, per anar-hi sa peregrinació un diumenge de juny, per sa carretera nova, i no vos queixeu que no vos convidi en temps, vostro amic Es Vey de So'N-Alpore 62 El Heraldo de Cristo Secció Doctrinal Quines son Ies condicions essencials d' una J.® Orde? Son: forma i estat de vida, que proce- desca de vida religiosa i aprovació de r esglesia. Que vol di forma i estat de vida? Se diu forma de vida perque el Tercia¬ ri, com a tal, está sostmès a un conjunt de prescripcions que li donen un carác¬ ter determinat i peculiar,quees distint se¬ gons r esperit de la Regla i Orde d’ on procedeix, com per exemple el Terciari de Sant Francesc, ha de tenir 1’ esperit franciscà, cl de Sant Domingo, esperit dominicà i així tots els demés. L’ estat de vida, es la situació durade¬ ra i permanent, amb que la voluntat del Terciari queda lligada, no en vot, sino en promesa, mediant la professió. Perque se diu que ha de sortir la 3. ^ Orde de vida religiosa? —Perque essent 3.® ja presuposa que existeix una 1 amb la cual se uneix amb lo Mas de filiació, i segons la doctrina de 1’ esglesia solsament les Religions de vots solemnes poren fundar Terceres Ordes. Es indispensable /’ apro vació de /’ es¬ glesia? —Si, perque la 3.^ Orde dependeix de la Àutoridat del Papa i sols ell pot, per dret ordinari, donar-li ex-stencia canó¬ nica. Quina Utilidat té la 3.^ Orde com a tai? Essent instituida pels cristians que viven al mitx del mon, es utilissima per porer dur la vida perfecta recomenada en cl Sant Evangeli per Cristo jesús, quant digué: Siau perfets com perfet es vostron Parc celestial; paraules que no solament van dirigides a les ànimes re¬ ligioses, sinó a tots els cristians qualse¬ vol sia son estament i professió. S/ la 3.^ Orde es la norma de la vida perfecta, com s esperà que Sant Fran¬ cesc la fundàs en el sigle XIII? Perque en els primers sigles de 1’es¬ glésia que foren 1’ edat d’ or del cristia¬ nisme els cristians, guiats per les cnsenyanses dels Apòstols i animats amb los admirables exemples de tants de màrtirs, enfervorits, caminaven i ade- lantaven cap a la perfecció, cumplintles màximes del Sant Evangeli. Aquell primitiu fervor, poc a poc va anar debilitant-se, de tal modo, que els cristians quedaren dividits; uns desitjo¬ sos de la perfecció evangèlica, se reti¬ raven an els monesteris, aon no arri¬ bava r aire malsà del mon, ni cl renou dels poblats els destorbava, per mes bé arribar a la montanya santa de la per¬ fecció; els altres que eren els mes, forsats a viure en mitx del mon, s’ entregaven a una vida que encara que fos cris¬ tiana, no arribava a la perfecció’ evan¬ gèlica. per falta de disciplina, d’instruc¬ ció, i de guia, pcrdcnt-sc així, entre la majoria dels cristians, fins i tot la noció de la vida de perfecció evangèlica. En tot aqueix temps no ‘s va veure cap senyal de ressurgiment? Al contrari, arribant a 1’ edat mitja a causa dels cismes i heregies, va anar agravant-se la situació, apagant-sc casi del tot la llum de la fé, sens apenes tro¬ bar-se cl mes petit rastre de la perfecció evangèlica. No sortí cap ànima heroica que al menos intentés atacar aqueix mal? Si; n’ hi hagué, que heu varen intentar, treballant amb desinterés i valor per pos- sar una murada an aquest desborda¬ ment, però cl treball d’aplanar i posar la primera pedra, que havia de servir per reconstruir 1’ edifici de la perfecció evan¬ gèlica, estava reservat per Deu an cl Seràfic Patriarca, an el gran Parc Sant Francesc, instituint la 3.® Orde de Peni¬ tencia. Fr. B. P. t. o. r. El Heraldo de Cristo 63 Crónica Franciscana Manacor.—Día 27 del pasado Febre¬ ro tuvo lugar en el convento de las HH. Franciscanas, la bendición de una nueva sala destinada a escuela de pár¬ vulos. La efectuó el Rdo. Vicario D. Pedro Perelló. Fueron padrinos los niños, Miguel Marcó y Rosselló y Francisco Riera Canals de Conias. Los niños y niñas, que asisten al colegio de dichas HH. cantaron animados motetes alusi¬ vos al acto, concluido el cual, repartió¬ se a los concurrentes un espléndido refresco, que costearon los padrinos. Sea todo para gloria de Dios y provecho de la niñez educada por las HH. Fran¬ ciscanas. Importante Efectuado día 8 del presente abril el el sorteo entre los propagadores y sus¬ criptores nuevos de esta revista resul¬ taron premiados los siguientes números: i.°, 361 - 2.°, 419 y 3.°, 44 cuyos poseedores podrán recoger sus correspondientes objetos hasta día 50 del corriente abril. NECROLOGIA Palma de Mallorca.—A la bella edad de 20 años y a los 27 días del pasado febrero ha tronchado la cruel Parca la existencia del bondadoso joven Antonio Colom Mateu. Con la jovialidad de su carácter sincero y afable y la bondad de su corazón modelado en el seno de un hogar cristiano y virtuoso, supo granjearse la estima y benevolencia de cuantos le conocieron y trataron. Al justo sentimiento de sus atribulados pa¬ dres y hermanos especialmente Fr. Miguel Co¬ lom Mateo T. O. R. colaborador decidido de esta Revista, unimos la expi*esión de nuestro más sentido pésame. —Día 31 del pasado marzo entregó plácida¬ mente su alma al Señor la Hermana religiosa de Ntra. Sra. déla Providencia Sor María del Corazón de Jesús Oliver y Bauzá. Plugo al Señor llamarla a Sí cuando contaba 51 años de edad y 27 de vida religiosa y con aplauso unánime desempeñaba el cargo de Superiora General de la Congregación de HH. de Ntra. Sra. de la Providencia. Acompañamos en su justo dolor a la bene¬ mérita Congregación. Perrerías.—El 19 de Marzo, fiesta de San José, falleció la hermana Magdalena Pallicer Allés a la edad de 66 años Fué Terciaria más de curenta años. Sufrió larga enfermedad, con cristiana resignación a la voluntad de Dios. —El 21 del mismo mes murió la hermana Maria Goñalons Capelles a los 84 años de edad. Fué muy edificante siempre, cumplidora de sus deberes, caritativa y amante de los pobres, en especial limosnera con las Reli¬ giosas. Hacía más de 50 años que ceñía el cordón franciscano. Petra.—Día 28 del pasado enero, y a los 68 años de edad, confortada con los Santos Sa¬ cramentos y re¬ cibida la bendi¬ ción apostólica, murió D." Mag¬ dalena Roca, después de larga enfermedad y sufrida con ver¬ dadera resigna¬ ción cristiana. Era terciaria ferviente, abscrinta a otras congregaciones piadosas y en to- d a s ellas dió siempre pruebas de su devoción acendrada. Al par que pedimos a Dios el descanso eterno del alma de la finada testimoniamos a su esposo D. Pedro J. Vidal, nuestro más pro¬ fundo pésame. —A la edad florida de 23 años, falleció la virtuosa joven D.^ Margarita Baile Fe menías. Uniendo a su religiosidad, la sen¬ cillez de su carácter bondadoso supo gran¬ jearse la estima de cuantos tuvieron el gus¬ to de conocerla y tratarla. Terciaria de nuestro Padre S. Francisco, cumplió siempre fielmente los deberes que impone la Regla. 64 El Heraldo de Cristo Bibliog^rafia Catáloqo ilustrado de la Exposición Fran¬ ciscana celebrada en Madrid por la Socie¬ dad Española de Amigos del Arte y Junta ta del Vil Centenalio de la Muerte de San Francisco de Asis. «Biblioteca Francisca¬ na» José Vilamala, Barcelona. El Catálogo de la Exposición, fruto de grandes trabajos, y contribución adecuada a la celebración del VII centenario de la muerte de San Francisco reviste un interés notabilísimo. Los que visitaron la Exposición, para recordarle, y guardar fielmente los re¬ cuerdos; los que no la visitaron, para hacer¬ se cargo de las bellezas que la misma ate¬ sora. Las fotografías que ilustran el Catálogo, numerosísimas i extraordinariamente fieles al original, incluso en sus naturales quebran¬ tos, por la incuria de los tiempos produci¬ dos, dan una idea acabadísima de lo que fuese el objeto artístico expuesto. Interesantes trabajos de D. Joaquín Ezquerra, del Bayo, del P. Juan R. de Legísi¬ ma, de Fray Manuel Bandin, de Fr. Paulino María de Cervatos, del Marqués de Montesa, de D. Pedro del Castillo - Olivares, y del Conde de Cedillo, preceden al Catálogo y lista de señores expositores. El libro, en cuanto a su presentación, en¬ cuadernado elegantemente, es excelente y no solo los devotos de San Francisco sino todos los admiradores de las Artes Bellas, lo adquirirán sin duda alguna para conser¬ var un grato recuerdo de lo que fué la Ex¬ posición Franciscana. 156 páginas de texto y 75 ilustraciones. Tamaño 33 por 25 centímetros. Precio: 30 pesetas. Los Santuarios Franciscanos, tomo /, El AL verna en el Casentino, por el P. Vittorino Facehinetli, O. F. M Versión española por el P. Juan R. de Legísima, O. F. M. «Bi¬ blioteca Franciscana» José Vilamala. Bar¬ celona. Ha sido un acierto el publicar en la «Biblio¬ teca Franciscana» el libro que el P. Facchinetti dedicó a la descripción histórica-literaria, del santuario, del Alverna. El escenario escogido en este primer tomo, es seguramente el más santificado por la presencia del Alter Christus, el cual llegó en él, en la imitación sublime de su Maestro y Modelo, hasta el detalle cruento de la estigmatización. La pluma del P. Fascchinetti, ágil y bri¬ llante, ha sabido trasladar a las páginas de su libro esta emoción. La muy docta del P. Legísima, la ha vertido al idioma caste¬ llano. Consta la obra de abundantes dibujos ori¬ ginales y veinticinco ilustraciones en trico¬ rnia del eminente dibujante italiano Luis Zayo. Elegante presentación, tamaño 22 y medio por 17 y medio centímetros. En prensa el 11 tomo que se titulará: Asís en la Umbría. En preparación el III tomo: En el Valle Reatina. La casa de los ruiseñores; \\>ovM. Delly, Ver¬ sión de Luis Q. Manegat. Las nueve hijas del Coronel, por Gouraud D’ Ablaucourt y M. du Tartre, traducida del francés por M.® Gloria. «Colección Princesa» Eugenio Subirana, Barcelona. En la primera su autora, de sentimientos nobles como en todas sus creaciones, nos hace ver como el corazón recto y puro de la encantadora Liliana que huérfana a los pocos años tuvo que crecer bajo la tutela de unos parientes suyos, vence la antipatía que en¬ cuentra en estos hasta el punto, aunque in¬ consciente de ello, de prender en red de amor a su joven tutor el simpático Hugo, convirtiendo en verdadero nido de amor aquella casa llamada con toda propiedad como el lector verá «La casa de los ruiseño¬ res». La segunda es la historia algo interesante de una familia altamente cristiana que por su crecido número de hijas, los honrados espo¬ sos Kervalón se ven algo preocupados por el porvenir de ellas; pero vemos como la Pro¬ videncia, en cuyas manos lo dejaba todo el animoso coronel, en poco tiempo provee de incomparable esposo a cinco; y la segunda que voló al cielo a gozar de la Eterna Luz haciendo gustoso el sacrificio de su vida en el cuidado de los enfermos del Africa. El Taumaturgo Catalán Beato Salvador de Hoita por el Rdo. P. Fr. Juan Foguet, O. F. M. Editorial Seráfica Vich, T927. La creciente devoción que por doquiera cunde al glorioso Taumaturgo catalán Beato Salvador de Horta, exigía una vida reducida y escrito en castellano para que pudiera lle¬ gar a manos del pueblo. 7 esa exigencia ha sido satisfecha plena y felizmente por el P. Foguet y la Editorial Seráfica publicando la obrita, en la que ha hecho alarde de su gusto artístico. La vida admirable de este siervo de Dios, con todas sus grandezas y heroicidades, con todos sus portentosos milagros y con sus ejemplares virtudes, aparece engarzada en el ameno lenguaje del autor, que ha sabido darle cierta gracia y encanto. 1 Ip. Nueva Balear 6ran fábrica de velas de ttrü a vapor de todos tamaños y clases siendo fabricación especial para el culto Divino, resul¬ tando nuestras clases LITURGICAS por su buena elaboración, de un resultado excelente, tanto en la duración como en el buen arder, sin derrames de ninguna clase y respondiendo a lo prescrito en la sagrada Congregación de Ritos en 14 de Diciembre de 1904 VlCEj^TE GÜEÍ^OIiñ fllbalda (VflLENCIñ)-(Representante en Palnxa, JflinE flLORbfl nULET, Hostales, 9-l.« liieoí» Estomacal de lilueh TofilCO DIGESTIVO Depósito Central: Seriñá, 2 y Capuchinas, 9 - Palma de Mallorca De venta en los buenos Colmados y Confiterías Elaboración especial de la destilería de I<A ROSA BIvANCA Dt^OGOEHÍA Aparatos, productos, material fotogrdtico de JOSE VILA COLL Plaza sta. Eulalia, 2 • Palma Drosfas, colores, pinturas, esmaltes, barnices, brochas, pinceles, jabones, leg'ías, desinfectantes.—Telas, tubos y colores al óleo, acuarela y pastel. 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