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L ü '9 Gl iü a ü N Director Propietario 2 J Daime Covas (4) Servicio esmerado y económico EL HERALDO DE CRISTO Revista mensual ilustrada dedicada al fomento y propagación de la Venerable Orden Tercera de San Francisco de Asís, dirigida por los Padres Franciscanos Terciarios Regulares CON LAS DEBIDAS LICENCIAS DIRECCIÓN Y ADMINISTRACIÓN RAMÓN LULL, 3 CONVENTO DE SAN FRANCISCO PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN Baleares Península ibérica Número atrasado 2 pías, al año 2‘50 » » 0‘30 » Año XIX Palma de Mallorca, Junio de 1927 Núm. 217 Carta del Papa Pío XI al Carísimo en Cristo, hijo nuestro, Alfonso XIII, Rey Católico de España. -- Salud y Apostólica bendición. ?L cumplirse el año 25 desde que V. M. Católica empezó a reinar, siguiendo k las muy ilustres huellas de S. M. la Augusta Reina María Cristina, madre V vuestra dilectísima, el pueblo español se regocija con la celebración de un acontecimiento tan fausto. Nadie ignora con cuán brillante resplandor de virtudes y con cuánta pruden¬ cia V. M. ha ennoblecido constantemente la excelsa dignidad que representa. ¿Quién podría conmemorar de un modo digno todas las cosas que V. M. ha llevado a término en beneficio del pueblo español y siempre guiado y adoctrinado por la religión? Mérito principal de V. M. ha sido el haber logrado captarse en la dirección del Reino la adhesión y el afecto de todos, más con el amor que con el poder: excelencia y alabanza que corresponde tan sólo a los mejores Soberanos. Nos, pues, cuya benevolencia hacia V. M., hacia la Real Familia y hacia España es bien conocida, ofrecemos a V. M. nuestras congratulaciones por tan feliz acontecimiento, y queremos aumentar el común júbilo con la alegría de nues¬ tro corazón, tanto más cuanto que al traer a la memoria las obras preclaras de vuestro reinado, comprobamos que siempre ha sido convicción vuestra la de que la prosperidad y la gloria de España en los pasados como en los venideros siglos, están ligadas en el mayor grado al florecimiento de la religión católica. Elevamos nuestras oraciones al cielo para que Dios continúe demostrando su favor y protección a todas las iniciativas y obras de V. M. y para que conserve larguísimos años vuestra persona para la felicidad de vuestra casa y en beneficio de la nación española, nobilísima entre todas. De estos dones celestiales deseamos sea portadora nuestra bendición apos¬ tólica que a Vos, carísimo en Cristo, hijo nuestro, y a toda la real familia, con efusión de ánimo otorgamos. Dado junto a San Pedro el día 10 de mayo de 1927, Sexto de Nuestro Pon¬ tificado,—Pío, Papa XI. 82 El Heraldo de Cristo A S. M. el Rey D. Alfonso Xlll Soberano Señor! Augusto Alfonso! Salve! Hildalgo Monarca, Fiel Cristiano! Que de serlo Te ufanas con empeño. Tuviera yo en mi mano La lira jubilosa, y el beleño Las sienes palpitantes me ciñera. Para escandir un himno en Tu alabanza. Para llevar a Tí la Patria entera. Llevarla, si tal cabe, pues Te adora, y en Tu acendrada Fé, de su pujanza Vé la rosada aurora. La memoria gloriosa se levanta En el bello linaje cristiano; Teresa de Jesús, la hidalga santa De fúlgida y espléndida aureola Que esparce por doquier su clara luz, Ignacio de Loyola, Francisco Javier, Juan de la Cruz, Raimundo Lulio, Juan de Dios; y tantos. Que es cosa nada extraña. Que sea por alguién llamada España La Patria de los santos. Somos hijos de aquellos esforzados De indómita arrogancia. Que lucharon heroicos en Numancia, Sagunto, Zaragoza... Nuestros padres. Son los héroes de inmarcesible gloria: Indíbil y Mandonio y Viriato Que rutilan cual asiros en la historia. Aparecen más tarde El ínclito Daoiz y el gran Velarde. Ah! Como las estrellas Que brillan en el amplio firmamento. También son nuestros héroes, como ellas. En realidad sin cuento; Y vencen en la Navas, en Lepanto, En Flandes, el Salado, y en Alarcos,... Llevando al enemigo La muerte y el quebranto, y surcan las heroicas carabelas Desconocido mar, gloriosamente, Y corren, arrastradas por sus velas. A hacer surgir el Nuevo Continente. De Facundo, Fructuoso,Hermenegildo, De Dámaso, Leandro, Paciano, Pues bien; Oh! Magestad, Mira como a Tus plantas se ha tendido Este León guerrero. Que en sus épicas gestassiempre hasido. Lo mismo que en virtudes, el primero. Es el León intonso y bravio; la Patria, toda, entera, QueTe aclama y Te quiere,Noble Alfonso! Veinticinco años ha. Que tienes este trono, que tuviera Fernando, como Tú bueno y católico. Las obras Tuyas, todas del agrado De Tu nación, quién puédelas contar? Bástame recordar que Te has postrado Ante el Rey Sempiterno; Y, en Su Vicario, a Cristo has ofrendado Tu Pueblo, Tu Familia y Tu Gobierno. Consérvete de España Soberano Por muchos años. Dios Omnipotente! Salve! Excelso Monarca, Fiel Cristiano! Salve! Querido Rey, Noble y Valiente! Fr. Pablo Tous y Coll t. o. r. El Heraldo de Cristo 83 5. M. Católica D, óllfonso XIII motivo da las bodas de plata de su coronación ñ las innúmeras muestras de simpatía con que el pueblo español ha manifestado su acendrado amor hacia su amado soberano se adhiere con patriótico entusiasmo y hace fervientes votos para que siga rigiendo largos y prósperos años a la laboriosa e hidalga Nación Hispana que trabaja y cree. EL HERALDO DE CRI5TO 84 El Heraldo de Cristo Coses de Roma La creu en el Colisseu Pocla mnoébsled’usnortaniy faíntimquae svaatiigsfatcecnióir d’assistir a dos actes tant gloriosos com triomfals que tenien lloc a la ciutat santa de Roma. Àbdós cm feren sentir i fruir emocions agradables, que recor¬ daven el temps passat, per a mai mes tornar, i feien pressentir dies serens i radiants duent tot un enfilall de dolçes esperançcs. La benedicció de la prime¬ ra pedra en cl Colisseu o Anfiteatre de lo que prest será la peanya de la creu redentora fou cl primer dels dos esmen¬ tats actes; l’altre, d’una solemnitat impo¬ nent i encisadora, va ser la benedicció i trasport de la creu al susdit lloc. El Colisseu o Anfiteatre era cl camp de batalla, on, altre temps, els cristians lluitaren com a gegants guerrers amb els tres inimics de l’ànima, y la victoria els sonriguc, fins el mateix Colisseu, fent cercles damunt les seves testes, pareixia volcrlos teixir una corona triomfal. No hi ha que dir com el poble de Roma prengué part en tan augustes ce¬ rimònies, acudinthi amb nombrosa i gentil assistència. Homes de tota casta i estat, presidits per un delegat del Sr. Ministre d’Instrucció pública, devots i sense sentir una guspira de vergonya, anaren a solemnitzar la posa de la pri¬ mera pedra del nou i futur altar, sentint el noble orgull de posar una palada de fang a lo que havia de ser la basc del bell edifici, i acompanyaren després, com en altre temps les piadoses doncs, la creu desde l’Església de Santa Creu fins al Colisseu, Aqui fou deixada en l’antiga Capelleta de la Pietat, rebent tot aquest temps visites enceses de fe i dolçes besades de Romans i pelegrins, que sentien amb tal visió mes pausats els batecs de sos cors com si aquests tenguessin mes enteniment i visquessin amb més serenitat veent que l’arbre sant de la creu tornava ombrejar aquell lloc sagrat. Pregaven i cantaven. El seu es¬ perit, orejat per tendreses i encisos, es lliurava a les emocions de l’impiració i per la seva pensa voleiaven tota una rastcllera de màrtirs cremats, infants torturats, confessors i santes verges que moriren davant dels emperadors assa¬ ssins confessant llur fe cristiana i en¬ traren a la gloria empurpuráis de vesti¬ ments vermells i tot plens de nafres glo¬ rioses. Dia 2 del pròxim passat mes d’Abril la creu fou treta de l’esmentada Cape¬ lleta, portada i plantada en mig del Colisseu, en el lloc mateix on en temps de l’antigor es feia sentir aquell crit san¬ guinari àe—Christianos ad ieonem—que semblava anorresar la tendra i espone¬ rosa religió cristiana que alçava la seva veu en mig de bramuls de feres i els picaments de mans d’un públic crudcl i despietat abeurat i assedegat encara de sang cristiana. Aquella terra tantes ve¬ gades regada amb dolls de sang ignocent i vessant caritat ha rebut dins les seves entranyes, servintli de peanya, a la creu redentora per a que recordi als mundials visitants que aquest es el lloc on la sang dels màrtirs tornava llevor de cristians. Luquesi El Heraldo de Cristo 85 Nocturnos místicos Nocturno Segundo CHRISTO CONFIXUS SUM CRUCI... AI poeta Blanquerna — antiguo camarada mío—. Rendidamente. I Sigo, errante, mi senda de amargura. Hoy, lo mismo que ayer; Mas, ya, en las penas, hallo la dulzura Que guarda el padecer. Míos son los calvarios de este mundo. Por subirlos nací... Los cardosdeesíe valle hoscoyprofundo Florecen para mí... Es mi hermana, la pobre, y desechada, y ciega Adversidad; Y es mi fiel compañera, la enlutada, y huérfana Soledad; Y es el lloro, expansión dulce, y sustento Grato a mi corazón; y es mi viva aflicción, digno instrumento De noble expiación. De mi Jesús amado He aprendido a sufrir. Mirándolo, clavado En cruz, por mi morir. II Siento gozo, en lo amargo y doloroso; Placer, en la inquietud; Porque su campo es triste y espinoso Me encanta la Virtud. Ensalzo, alabo y canto el sacrificio De morir, por vivir. En mi labor perenne y duro oficio De bregar y sufrir; y andando por la vía ensangrentada De nuestro Redentor, Crisolo mi alma impura y mancillada, Al fuego del dolor... De mi Jesús amado He aprendido a sufrir. Mirándolo, clavado En cruz, por mí morir. III ¿Quien no bendecirá sus hondas penas. Quien no amará su cruz. Viendo las llagas de Jesús, llenas De salvadora luz?... De hoy más, quiero por días, tenebrosas Noches de soledad; y por canciones, notas fragorosas De ronca tempestad; Sollozar, tristemente, con los vientos Que gimen, al volar; Y plañir, con los tétricos acentos De las olas del mar. De mi Jesús amado He aprendido a sufrir. Mirándolo, clavado En cruz, por mi morir. Alonso de la Espína. (*) En el «Nocturno» anterior, publicado en el número de Mayo, deslizáronse algunas erratas de imprenta. que, por no ser muy fáciles de subsanar, quiere el autor que conste que el verso 30 en vez de: Mi estrelia etc... toca decir: Ni estrella etc... Ei verso 91 en iugar de: Ven ahora etc... debe decir: Ven alma, etc... El 98, en vez de: Ten \\ás\\\\maáem\\a\\mae\\c Ten lástima de! alma, etc... y el 104 en lugar de: Enseña a mi tierno corazón etc.... Enseña a mi terreno corazón etc... N. de la R. 86 El Heraldo de Cristo Cuadros y Tapices Panes y pasteles El rico debe ser liberal con el pobre y el pobre debe ser sufrido. Quemastitizioadmoádse dbelalinccioassom. aBrglaanrditoascceusbpreiad la pradera que cual serpiente vérdea enros¬ cábase a una colina erizada de pinos y oli¬ vares bañados a la sazón por la rosada luz del sol poniente. No muy lejos de mi aparecía la aldea atareada con las faenas de la tarde; manadas de pacíficas palomas posábanse con frecuencia sobre los techos de sus casas como otras tantas mariposas que iban a libar en una flor... 7 a lo lejos descubríase un horizonte lejano, un campo dilatado y ameno formado de encrespados picos y profundos valles donde la luz desplegaba toda la varie¬ dad de sus matices. ¡Que bella parece la naturaleza al que con tranquilidad y holgura puede disfrutar de sus encantos! ¡Que bueno y sabio y poderoso es el Cria¬ dor que quiso, supo y pudo hacer cosas tan bellas! * * * No muy lejos de mí una señora, con los pinceles en una mano y la paleta en la otra hacía una pintura del paisaje en una tela blanca sostenida por un caballete de finísimo metal. Era alta, de estatura colosal y fuerza her¬ cúlea a juzgar por la anchura de los hombros y robuztez de sus brazos; más sus mejillas ya habían perdido el sonrosado color de la aurora que en vano procuraban imitar sus pomadas y afeites... Aunque se vista de seda la mona, mona se queda. A la derecha de la tela se representaba con vivísimos y muy naturales colores, una encina corpulenta, cuyas frondosas ramas caían con pesantez sobre unas carrascas: imagen del potente que triunfa y predomina y del debil que sufre y calla. A la izquierda, una casa achacosa y maltrecha que más era para pintarse que no para ser habitada. So¬ bre el fondo, un campo dilatado y azul, bello y ameno. De vez en cuando la artista paraba su tra¬ bajo y extendía largamente su vista por los alrededores; pero luego volvía a su labor, no sin que en sus ojos se pintara cierta inquie¬ tud que acaso fuese reflejo de la que en su pecho había. El Heraldo de Cristo 87 A poco se agitaron las matas, y saltando y dando tiernos ladridos lanzóse a su encuen¬ tro un perro fino y albo como la blanca lana. —Mi son, my love exclamó, gozosa, la dama, en viéndole y, esto diciendo, lanzó al suelo los pinceles y fué a abrazar al lindo animal que no sabiendo como pagarle su amor le lamía la afeitada cara y las manos largas y niveas... —Mi son, my ¡ove, — clamaba cariñosarnente la Señora—mi son, my love. ’ Después cogió la pintora una bolsa de finísimo cuero que sobre el cesped reposaba y abriéndola con afan pueril sacó un paquete envuelto en lujosos y delicados papeles afea¬ dos por manchas oleaginosas... El perro con la vista clavada en el pequeño envoltorio, maneaba sin cesar su cola sedosa... Uno a uno la dama fué quitando aquellos papeles que cubrían el misterioso contenido y a poco quedó al descubierto... un pastel. La señora lo enseñó al perro y rompió a reir estrepitosamente; ladró el animal con todas sus fuerzas caninas... y fué el caso que perro y ama se sentaron muy cómodamente—cada uno a su manera— sobre el mullido cesped y mirándose uno a uno como para recojer en sus pupilas diver¬ sas los sentimientos de su corazón comen¬ zaron a regalarse con aquel rico y sabroso manjar. Mientras, inmóvil, recreaba mi vista con la contemplación de ese espectáculo asaz pro¬ fano, llegaron a mis oidos unos cuchicheos... Volví presuroso el rostro. Dos rapaces frescos y vivarachos, agaza¬ pados en un lentisco habían entablado este corto diálogo. —jPardiezI Y el perro come con ellaflí Y yo estoy en ayunaslíl —¿Y qué come?!II —Pasta de huevos y azúcar con mantecallí Lo ha comprado en la confitería. —Que bueno...o...o!ÍI —Deliciosollí Y los dos miraban de soslayo aquella pasta, ávida, intensa, y fijamentente como miraba la zorra de la fábula el queso que el cuervo en su pico tenia. —Nunca en mi vida probé cosa tan buena! —Recojeremos las migajas... y los dos sonrieron estúpidamente con la esperanza de regalarse con las migas de pastas tan delicadas. Callaron breves momentos; en tanto rela¬ míanse de gusto ilusorio, los golosos labios. —¡Roque! dijo, a poco, uno con voz alte¬ rada. —El perro también las migas se traga...!!! y los dos a una cogieron una piedra y como movidos por un mismo resorte arro¬ járonla con fuerza al pobre animal que co¬ jeando y dando furiosos ladridos fué a refu¬ giarse en el regazo de su ama que no salien¬ do de su estupor gritaba despavorida: —¡Mi son, my love!¡Mi son my loveífí * * * ¡Cuantos perros, lector benévolo, comen a la mesa de sus señores y cuantos rapaces famélicos están a la mira deseando con ansia las migajas que de sus mesas caen! ¡Cuantos ricos y acaudalados señores no sabiendo do acopiar los grandes haces de leña que el podador ha cortado en sus bos¬ ques solazan sus ojos mirando una grande hoguera y cuantos gañanes se mueren de frío en sus cabañas porque no hay leña en los hogares ni les es permitido ir a hacerla en las selvas de los grandes propietarios! ¡Cuantos tienen de sobra los pasteles y las confituras y cuantos lloran con lágrimas de sangre la falta de su pan cotidiano!!! y la caridad? ¡ya pasó! ¿y esas huelgas que tan tristes trastornos acarrean a la industria y a las artes; y esas hogueras siniestras que sin saber quien las encienda reducen a cenizas frondosos bos¬ ques y esos asesinatos perpetrados en las sombras en la persona de acaudalados se¬ ñores? ¿Son por ventura las piedras que los po¬ bres, ciegos de ira, lanzan a los ricos.? Entronizad,—oh señores que nadais en la abundancia—entronizad la caridad y vereis que huyen como por ensalmo esos trastornos que continuamente revuelven la Sociedad humana. Llevad con resignación — oh pobres — esa pesada cruz que vuestros hombros oprime y amanecerán para vosotros días nuevos, llenos de ventura y felicidad, que solo en la resignación está la belleza de la vida. Sotero de Irlos Junio de 1927 88 El Heraldo de Cristo El Heraldo de Cristo 89 Palma aríística y monumcnfar\\ í Detalle del Claustro de San Francisco a través del primoroso objetivo del Sr. Boscana. 90 El Heraldo de Cristo Prosa I I e u g e r a Vora el pou de la plassa I STAVA bastit al bell mitg de la plassa i era tan profond i ubagós que feia feretat el mirar-lo. El seu extrem superior romanía encastat dins una volta malalta i nafrada i solament a Llevant i Ponent hei havia dos finestrals romans arreats abdós amb sengles corrióles tan velles i es“ portallades, que sols havien la llèngua bona per çó que al rodar xisclaven sorollosament... Els avis creien religiosament qu' el pou de la plassa era estat bastit en temps d'els mo¬ ros; tanmateix aquell casquet que duia al cap, semblava un turbé moresc. ¡Ail que aquell casquet caigué, un jorn de tristes remembranses, malmès per T emprenta brutal de rart. L’ art moderna mogué brega a 1' art ve¬ lla... Jo el vaig veurer caurer amb la melan¬ gia i amargor d’el pagés, quant veu esqueixarse, ferit per un llamp, el bell cimal d’ el arbre mes ben amat. Quant de la volta atu- pada p’ els picapedrers, redolaven dins les seus aigües ploroses cualque crostó de marés i referit, éll deixava escapar un sanglot llas¬ timós que potser seria un crit de protesta I s'estabel'lava contra el cor d’acer d’els menestrals... El bel d’el anyellet sagnant tam¬ poc fa llàstima als carnicers. Encare no era trenc d’ auba i vora el pou ja hei bramulaven un escamot de besties sedetjéns qui esperaven amb gran impaciencia llur refrigeri. Llevors xisclaven les rovelloses cadenes i dos poals de fust baixaven i puja¬ ven amb gran soroll i talebestaix vessant 1’aigua escumosa dins l’abeurador. Al pou de la plassa també les donselles anaven a cercar aigua amb un poal al cap i una gerra als brasses; i sovint hi havia Eliezers que de¬ manaven de beurer a altres Raquels; i des¬ prés que estaven abeurats les demanaven també 1’ aigua d’ el amor que les apagaria per sempre mes la sed de 1’ aigua d’ el pou. Vora el pou, els diumenges i festes de guardar, els marxants estenien llurs merca¬ deries. Allí es compraven 1’ aviram de casta i el blat moro i les olives pansides, i els murtóns i les pomes de Manacor i les taronges de Sóller i tot çó de que havien necesitat. I quant els de canostra nos enjegaven de la llar i els veins també ens rebutjaven per tal que predegavem les taulades de llurs cases o les mascaravem les portes, llevors sols el pou ens rebia amb afabilitat i com un avi vora els seus nets n’ era company fidel de tots nostres jocs jovenivols, amb un soririure als llavis oía amb delit aquella cançó que tantes voltes eixia per la nostra tendra boca: A sa plassa hei ha un torn qui tot-hom ei fa rodar tin, ton tu te toca anar a amagar. El que feia el gorríonet s’ ajupia demunt la carena d’el abeurador, aclucava els ulls i pe¬ gava tocs amb un maquet tot dient amb veu forta: un... dos... tres... i entretant nosaltres ens amagavem p’ els amagatais mes propers. Quant 1’empeltador (I) era arribat a trenta clamava: ¿Gorríonet, gorríonet quina hora es? 1 una veu llunyana i melangiosa que volia pareixer un aucellet enlairat p’ els espais contestava: —La una. L' empeltador preguntava altra vegada, una mica mes fort: —¿Gorrionet, gorrionet, quina hora es? I la bestiola responia amb veu mes morta: —Les dues. Altre cop 1’ empeltador demanava amb un crit aixordador que semblava un bram de fera: —¿Gorrionet, gorrionet, quina hora es? I 1’ aucellet amb un fil de veu deia: —Les tres... Llevores 1’ empeltador deixava el maquet demunt la mare i moguentse més o menys d’ aquell lloc girava els ulls al seu entorn i en afinarne un deia: —Empaitat n’ ets tul I en afinarne un altre deia: —Empaitat n’ ets tu.! Amb aquest i altres jocs ens divertiem, la mainada, fins qu’ el nostro front s’ era amarat d’una suor encesa... Llevors era quant ens asseiem a la carena d’el abeurador i mirantnos ‘ dins les aigües per tal de contemplar lo nostro front garrit com n’ Alexis: Nec sum adeo informis, nuper me in litore vidi. Quum piacidum ventis staret mare ens recomtavem coses belles: troballes de nius al fons d’ el boscatge... amoretes de cors jovenivols... Oh temps de ma infantesa qui passaren p’el camí enasprat de la vida com una cis¬ tella atapaida de pomes marineres embau- mant tota la carrera amb una flaire més deli¬ tosa que no la que exalaba aquella anfora falerna qui a la vella feu parlar així: O suavis anima, quaie in te dicam bonum Antehac fuisse, tales cum sint reiiquiae? Fra Miquel Caldentey T. O. R. (I) Fas el comte d’aquest joc talment com le oit contar als nins d’ cl poble en que are som. Diuen I‘empeltadora\\ qui fa el gorrionet El joc sol finir cuant tots estan empeltats i el que fou empeltat dcrrer es cl que de nou ha de fer el gornonet. Pero si mcntrcs l’cmpeltador te el maquet demunt la mare cualcú te manya de prcndcrlhí se posa a correr de peu coix i fcmpcltador ha d’ cncalsar-lo fins que 1’ ha agafat. Llevors cl lladre se posa cl maquet demunt la punta d’ el peu i et llança a tota força. 1 fins al lloc on ha arribat cl maqucl r empeltador ha de dur a me-coll cl llanzador de la pedreta. El Heraldo de Cristo 91 Oró^rilca. me3a.svLa;l I A hidalga España que siempre ha idola- trado a su rey acaba de darle otra gran¬ diosa manifestación de amor y lealtad con ocasión de cumplir D. Alfonso y las Bodas DE PLATA DE LA CoRONA. El HeRALDO DE Cristo se asocia a estas muestras de cariño que el León hispano tributa a su rey y señor y hace votos para que Dios dé a nuestro monarca largos años de vida para consuelo de nuestro corazón y honor y prez de la noble Nación hispana. — Acaba de morir en la vetusta ciudad de Segre el reputado poeta catalán Magín Morera y Galicia El alma del cantor de <íEI Campanar de Lleida^, decia el exquisito escritor Roque GuinarL antes de subir a Dios se habrá detenido para abarcar con una miiada suprema aquel fíno paisaje segriano, inspirador de su segundo canto, y que se columbra de la pura torre catedra~ iida detenida en su ascensión en Ja precisa mitad del Infinito... Y lo de Marruecos?... Castigaremos a los rebeldes dijo Primo de Rivera y tal como lo dijo tal se cumple. Los moros rebeldes ante los triunfos de nuestras tropas solo piensan en obtener una paz lo más ventajosa posible. Más ya ha pasado el tiempo del perdón y la misericor¬ dia y cuando los rifeños Vienen a llamar a las puertas de la Paz solo oien aquel grito terrible de Breno capaz de poner pavor a las mismas piedras: jVae victis! Y para mayor tortura ven incendiarse, y no por casualidad, sus aduares y faltarles lo más necesario hasta que vienen y se entregan sin condiciones.— El pasado mes visitaron varios puntos de nuestra península S. M. el rey Gustavo V de Suecia y el príncipe de Gales. Sirvan estas visitas para estrechar más y más los vínculos da amistan que hay entre España y sus países. Coolige ha lanzado la magna idea de celebrar una conferencia del desarme mun^ dial. Ha invitado a las potencias europeas para que asistan a esa grandiosa reunión y ellas no se dan por apercibidos. Que? — ha exclamado airado Coolige—s/no asistis a mi Conferencia construiré la flota mayor que ha visto el mundo. ¿Que os parece? Y i claro! Si vis pacem ad bellum. En tiempo de paz hay que prepararse para la guerra. Oremos lectores benévolos del Heraldo DE Cristo, oremos por la Iglesia católica de Méjico. Lo pide y manda la Iglesia Romana madre común de todos los fieles y lo piden también con lágrimas en los ojos los hijos de la Nueva España. Las miradas angustiosas de los perseguidos católicos mejicanos hace ya tiempo que se vuelven a Espeña en de¬ manda de auxilio y consuelo; ¡claro!, nada como el sufrimiento sirve tanto para unir los las corazones y voluntades de los miembros de una misma familia, y Méjico pertenece a la gran familia hispano-americana. Las gra¬ vísimas tribulaciones por las que atraviesan nuestros hermanos, lejos de amainarse han ido creciendo de día en día. La segtaria maldad de unos profesores y de unos cuan¬ tos alumnos del Instituto del Gobierno pi¬ dieron se les entregará la iglesia de Morelia, verdadera joia arquitectónica, para tener sus clases en aquel sagrado recinto, y el Gobier¬ no demasiado complaciente para los suyos les regaló lo que no era de él. Y ahora escu¬ chad, pero escuchad con las orejas cerradas... Concedida la petición, los alumnos de peores instintos azuzados por sus sectarios profe - sores hacharon al vuelo las campanas no para llamar a los cristianos, que aquellos bien sabian de que se tractaba, sino para que se congregara allí la gente de peor ralea i fuera testigo de sus profanaciones. Luego que el templo estuvo atestado de los partidarios de Calles, los que hadan de jefes bajaron las imágenes y cometieron actos indignos de gente civilizada; y para colmo de sacrilegios y de la sangrienta burla de las cosas sagradas, sé vistieron algunos con la ropa de las imágenes, en tanto que otros acudian a la sacristía y se ataviaban con los ornamentos sacerdotales, haciendo un sacar- mo horrendo de los ritos santos de la religión que ellos mismos o al menos sus padres profesaron. Cuando todas estas burlas sacrilegas esta¬ ban consumadas los alumnos impulsados por el vino y las malas enseñanzas intentaron profanar las ceremonias. Alguien dijo que faltaba el objeto a que debian dedicar sus cultos satánicos y entre vivas y gritos colo¬ caron una bandera nacional en el altar mayor, y sobre el sagrario que fué cubierto con el lienzo tricolor, colocaron el retrato del pre¬ sidente Calles, ante el que se inclinaron como los indios aztecas ante el dios Huitziloptztli. Esto aun es lo más leve. Aguzad—oh lectores del Heraldo de Cristo— aguzad el oido y os diré una cosa en secreto porque mi lengua se niega a decirlo en voz alta.... Es que los amigos de Calles dan inyeccio¬ nes de tifus a los sacerdotes encarcelados para que estiren la pata y se acabe de una vez eso de tanto sacerdote. ¡Qué barbaridad! ¡Qué horror! 92 El Heraldo de Cristo üQuin rolletü Eea un diumenge del mes Maig, Na Clara, na Margalida i na Catalineta, sortint del mes de María, anaven a fer una volta pel camp, ia s’entrada d'e! poble se toparen amb madó Santeta que cuant les vé, amb una gran riaia, exclamà: —Rebota, quin ramellí suara amb na Franca vos hem murmuradas, que no vos han siulat ses oreyes? —Mirau, madó Santeta, com som Clara, m’agrada parlar clar, i si he de dir lo que pens, vos erraren el nom, perque vos poreu esser tan santa com vulgueu, pero, aqueixa llengo vostra... vos ha de dur un mal resuF tat, perque es cremadora. —Rebota, que sou de curioses: que vos pensau? amb na Franca hem tornat recisar aquell vestit de pagesa antiga, que vos po¬ saren pel carnaval que tothom estava emba¬ dalit mirant-vos, perque erau una monada, rebota, a jo no m’agrada rentar se cara a ningú, pero aquella roba emb aquell cupinyat tan ben ruadetií... —Que? que volen dir, que duiem massa rues? ido, si vos voleu treure es gat des sac, vos diré, quejo, darrera enduia trenta dues. i mos poreu mirar bé, perque totes duim sa cara neta, diu na Catalineta. —Bota, rebota de curiosa, per esser sa mes jova vols esser molt destroida i ja tens que fer, a mi no’m sefalquerés: bon rebota, jo som de tot, m'agrada tot, vaig per tot i que diga la quente; qu’es d’iglesia? fi s que s’escolà tanca; qu’es un cine? fins que paguen el darrer llum; que son balls? n’on deix cap; aixó que no sé ballar, pero m’agrada i foris. —Madó Santeta, no veis que obrant aixi, duis una mala vida i donau molt mal eXemple? —Bota, de beneitotes, jo som aixi. —I amb aquest só l’enterrau, faltant a sa caridat i escandalisant i sabeu que s’evan¬ geli diu... —Bota, res he de menester sebre, jo me’n vaig en ses meves i si no vos agrada preniu prim. —No tengueu ansia ja vos aglapiràn i... —De lo que me puguen dir, de tot m’hen fas un núu a sa coua i el me puc fer perque no la m’he taiada. Adiós. Parti tota remolesta i cuant va ésser de- vant ca’n Rebutím, va sentir a mestre Gafet que deia: ses sangs en aquesta primavera van molt remogudes i girant-se va veure que no heu deia per ella sino pe’n Fritons que asegut amb en Ganga tenien una acalorada disputa. —Que no heu sabéu que tot aixó son pam¬ plinas i vuits i nous i cartes que no lliguen, deia en Fritons. —Si tu ets un ignorant, responia en Ganga. —Seré tant ignorant com vulguen pero no me faréu creure que aquell bossi de neula, redó, sia Deu; es una neula i rés més que una neula. —Fritons, tu lo que has de fer, es mirar, callar i llevonses acompanyar el dia del Corpus a sa poseso i en bon dematí anar a combregar. —Aixo, mai en el mon heu faré; jo a sa figura de la Mare de Deu o a nel Sant Cristo, o a cualsevol sant, bé, el veig, encara que no sia mes que un retrato, o una imatge, com El Heraldo de Cristo 93 deim, pero aixo del Santíssim? cá, que aquella neula sia Deu? jo, no heu veig; ni figura, ni retrato, ni imatge, no veig rés més que neula i neula és, i rés més. —I si heu veies que faries? que heu creu» ries? que aniries a sa poseso? —Si, i duria sa bandera i tot, devant, devant. —Ido, escoltem; jo no te puc donar cap es~ plicació fonda, perque no som estudiat tolo'^ gía, pero en lo que he sentit predicar te diré: —Esperau“Vos un poc i beurém un café; madona; duis tres cafés. Sa madona tragué els cafés sense sucre; cada u pren el seu i dins un platet dugué sa madona el sucre, que se cuidaren de posar-lo dins sa tassa; mestre Gafet fent el distret, preguntà. —Fritons que no hi poses sucre? —Ja li he posat, respongué. —Que’l veus? —No; pero se cert que hi es. —Ca! si no el veus no hi es. —No, jo no el veig, pero... —No hi ha perons que hi valguin; aqui no hi ha sucre, aixo es un café i res mes que un café, si hi hagués sucre, tu, i jo, i aquest el veuriem, i tu, i jo i aquest no veim mes que un café, i tan si vols com si no vols, aqui no hi ha sucre, hei ha lo que veim i res mes, de modo que... —Recoranta remiscles, que me fereu tornar boig?, aqui hi ha sucre. —Àixó es un café, i no hi ha sucre, perque no'l veim, i domés hei ha lo que veim, se¬ gons la teva doctrina; i tu dius que Deu no está en el Santíssim Sagrament, perque no veus mes que neula, ido fiet, tant hei ha d'aquí allá com d'allà aquí; si tu perque no heu veus no creus alió, noltros tampoc creim aixó, i tira per allá hon vulgues. —Fritons, quin rolleti —Quin rollet?, si, i bo de tot, perque m'ha tret es gat des sac; ara heu veig i crec que IL a s'hostia consagrada hei está Deu tant alt i poderós com está en el cel, i el día del Corpus vos acompanyaré a compregar i a sa poseso. Lectors i lectores de Fl Heraldo de Cristo aprofitau-vos del rollet d'en Fritons, adorau beneiu i alabau a nel Santíssim Sagrament del Altar, que sia beneit i alabat, de tota criatura ara i sempre i en tot lloc. Amen. Fl vey de So - N' Alegre 94 El Heraldo de Cristo Crónica Franciscana Artá.— La Asociación de Obreras de S. José, tan floreciente y que da tan opimos frutos en este pueblo, ha cele¬ brado con solemnidad y esplendor su fiesta anual dedicada a su Patrón y Pro¬ tector S. José. Día 6 del pasado Mayo empezó el triduo de cuarenta horas dedicado a la Sagrada Familia. El predicador fué el Rdo. P. Fr, Samuel de Algaida, Capu¬ chino. La capilla seráfica del convento y el coro de Sta. Isabel cantó muy ajus¬ tadamente en todas las funciones. El Domingo, dia 8, por la tarde en el local que posee dicha Asociación tuvo lugar el acto literario que se celebra todos los años. Después de haberse cantado con finura y maestría por el mencionado coro el himno a S. José, el Director de la Asociación, Rdo. Padre Fr. Rafael Ginard, T. O. R., leyó una detallada y bien escrita Memoria del año 1926-1927, obra de la benemérita i activa Secretaria, D.^ Margarita Estelrich, dando al final cuenta de los gastos e ingresos de la Asociación a favor de los pobres. D.^ Coloma Blanes Sureda leyó otra Memoria, compuesta por ella misma con gran soltura y elegancia, ex¬ poniendo los trabajos llevados a cabo por la recientemente creada sección de la Asociación, Taller o Ropero de San José. Ambas Memorias fueron muy aplaudidas por la forma en que fueron escritas y por el buen olor de caridad que despedían. Fueron recitadas con muchc> donaire y gentileza algunas poesías por Seño¬ ritas miembras de la Asociación y del coro de Sta. Isabel: «Casa pagesa» y «Polis venturers» de la ínclita poetisa D.® María A.® Salva por D.^ Antonia Esteva Sancho y por la niña María Es¬ teva respectivamente; «Demunt l’altura» é «Idilio Franciscano» del esclarecido y difunto poeta D. Miguel Costa Llobera, Pbro., porD.^ Margarita Blanes Aymar y por Doña Carmen Blanes Sureda a la vez. El mencionado coro de cantoras ame¬ nizó el acto, cantando el Himno a S. José «Santo, Santo», la Sardana «Cantem cansons» y los tres Padre Nuestros de costumbre en sufragio de las difuntas. Asociadas y protectores. El predicador del triduo, P. Samuel de Algaida, dió la acostumbrada confe¬ rencia, presentando a S. Francisco ge¬ neroso y caritativo para con todos, siendo la Asociación de Josefinas de Artá un retoño que ha brotado del árbol franciscano de cuyá frondosidad y ro¬ bustez participa. Se alegra con las Jose¬ finas del bien material y moral que procuran a los hermanos menores, los pobres, y les desea la alabanza del Padre común de todos, que está en los cielos. Habla por último el Sr. Alcalde de Artá, D. Antonio Cano; con palabra cálida y entusiasta demuestra su satis¬ facción al ver que la Asociación siempre tranquila y siempre floreciente sigue su camino de asistir y ayudar al desvalido y al necesitado, mereciendo por esto los más altos elogios y más sincera enhorobuena, que de todo corazón le da. El acto terminó con la repartición de varias prendas de vestir para los pobres y con sortear algunos objetos de valor a beneficio de estos La Asociación toda está de enhora¬ buena. Nosotros se la damos y muy cumplida por tan brillantes y hermosos actos. Solamente Dios le podrá pagar tanta caridad y taní^o heroísmo. Roma.— Algunos de nuestros herma¬ nos religiosos que cursan sus estudios en Roma han recibido la Tonsura y las cuatro Ordenes menores; la Tonsura el 17 de Diciembre del pasado año; el Ostiariado y Lectorado día 16 de Enero y el Exorcistado y Acolitado día 20 de Febrero del presente año. Estos son: Fr. Antonio Pericás, de Buñola, Fr. Ma¬ fias Horrach, de Consell, Fr. Lorenzo Salvá, de Lluchmayor, Fr. Rafael Nadal, de Artá, Fr. Damián Nicolau, de Vila¬ franca de Bonany y Fr. Guillermo Bua- des, de Buñola. A todos les felicitamos y deseamos lleguen al término de sus deseos. El Heraldo de Cristo 95 El Vil Centenario del Tránsito de San Francisco en Mercadal (Menorca) La vil a de Mercadal que parece reposar y sonreír a la sombra de la veneranda montaña do asienta sus reales plantas la encantadora Virgen del Toro, acaba de tributar con entusiasmo verdaderamente indescriptible bellísimo homenaje de vene¬ ración y de amor al aclamado Serafín de Umbría en la fecha siete veces secular de su entrada en el Cielo. Las buenas Religiosas Terciarias reclama¬ ban piadosamente en el Aniversario de su instalación en Mercadal la visita del divino Huésped, quien no debía ya separarse de la compañía de tan amadas Hijas, sino morar día y noche en el nuevo Oratorio y altar pre¬ cioso que ellas habían ido adornando con toda la ternura de su corazón amante y exquisito. Para que revistiera singular solemnidad este acto, la Rdma. M. General propuso que él fuera remate y coronamiento de las ex¬ traordinarias fiestas con que la villa, fiel a las exhortaciones del Pontífice, se aprestaba a conmemorar el Centenario de la muerte del Seráfico fundador. Además, como perenne recuerdo del Año Jubilar, quedaría canónicamente establecida en la Parroquia de San Martín de la Villa de Mercadal, la Venerable Orden Tercera de Penitencia. Secundando los deseos de Su Santidad dis¬ pusiéronse las almas a recibir los copiosos frutos del Centenario mediante unos Ejerci¬ cios Espirituales y Novena al Llagado Pa¬ triarca, cuyos sermones corrieron a cargo del joven religioso franciscano Rdo. P. Fray Jaime Rosselló, T. O. R. Sin temor a exage¬ raciones podemos afirmar que acudió todos los días a oir la divina palabra, no solo el pueblo que habita en el casco de la pobla¬ ción, sino buena parte de los moradores de los predios. A los actos que tuvieron lugar en la Parro¬ quia para los fieles en general, en los que aprendió y entonó el pueblo hermosos him¬ nos a San Francisco y a la Virgen, hay que añadir las conferencias especiales dadas por el expresado Padre a caballeros, señoras y señoritas, en la capilla del Convento Hospital a cargo de las Religiosas Franciscanas. La fecha del 8 de Mayo quedará eterna¬ mente grabada en el corazón de los hijos de Mercadal. Con asistencia de pueblo jamás igualada celébrase la Misa de Comunión durante la cual el Coro Seráfico interpreta preciosos motetes. A la Misa Mayor que canta el Rdo. D. Se¬ bastián Fuxá, Vicario, asiste en corporación el Excmo. Ayuntamiento presidido por el Alcalde D. Juan Pons, el Juez Municipal y demás Autoridades. Ocupa la Sagrada Cᬠtedra el Rdo. P. Rosselló, y el mencionado Coro dice con singular delicadeza la Misa en honor de Gemma del Mtro. Romeu. A las cuatro de la tarde instálase canónica¬ mente en la Parroquia la Orden Tercera Se¬ cular y reciben el Hábito de Penitencia las Autoridades y numerosos fieles. Inicíase a las cinco la grandiosa procesión para trasladar el Santísimo desde la iglesia parroquial al Oratorio de las Hermanas Ter¬ ciarias. Formábanla nutrida representación de co¬ legialas del Convento de Terciarias de Terre¬ rías con sus dignas Profesoras, seguian los niños y niñas de Mercadal largas hileras de hombres, el Patronato Católico con su visto¬ so estandarte y la Banda de Ferrarías con su inteligente Director el Sr. Florit. Actuaba de Preste llevando el Copón bajo palio el Rdo. D. Pedro Rosselló Ecónomo de Mercadal, a quien asistían los Rdos. Señores Ecónomo y Vicario de la Parroquia de San Bartolomé de Ferrarías. Daban Guardia de Honor al Sacramento individuos de la Guardia Civil, seguian de¬ trás el Excmo. Ayuntamiento y Autoridades, la Sección de Exploradores, y crecidísimo número de señoras. Cubría las calles bien oliente alfombra de mirto y flores, apareciendo las ventanas y balcones engalanados con ricas colgaduras. Penetró el Santísimo en el Convento ador¬ nado con profusión y gusto, y una vez colo¬ cado sobre el altar del Oratorio tuvo efecto la bendición del retablo, figuras y demás objetos. Fueron Padrinos: De la Virgen, don Juanito Moll Mercadal, y D.^ María Moll Mercadal. De San José, don Bartolomé Flo¬ rit Sales, y doña Catalina Sintes Palliser. De San Francisco, don Juan Pons, Alcalde, y doña María Servera Pascual. Del Sagrario, doña Josefa Rossinyol, viuda de Squella, y su nieto don Gabriel de Squella. Del Copón, don Lorenzo Pons Mercadal, y doña Dolores Luque Pascual. Del Retablo, don Lorenzo Galmés Camps y doña Eulalia Palliser Villalor.ga. Cantado el Te-Deum, desde improvisada tribuna y en el espacioso patio del Convento, pronuncia el sermón de despedida el Padre Rosselló. Por indicación suya tributa el pueblo fer¬ viente aplausos a Jesús Sacramentado, a la Virgen y al Serafín de Asís. Dedica el ora¬ dor sentidísimo recuerdo al malogrado ciu¬ dadano don Juan M. Sintés, quien con celo 96 El Heraldo de Cristo y tesón admirable, laboró por la construcción y embellecimiento de aquel magno edificio franciscano. Dada la Bendición Papal y rezado un padre-nuestro por los difuntos ter¬ mina el P. Rosselló con la expresiva palabra Ja reveure! La multitud contesta entonces llena de entusiasmo a los vivas que da el señor Pᬠrroco al Papa, a San Francisco y a la Orden Tercera. Como digno remate de tan bella y conmo¬ vedora fiesta, dos simpáticas y aplicadas alumnas del Colegio recitaron admirable¬ mente sendas poesías a la Rdma. M. Supe¬ riora General y a San Francisco de Asís, siendo aplaudidísimas. Nos complacemos en reproducir aquí el final de la hermosa crónica que de la fiesta que acabamos de reseñar inserta El Iris, periódico menorquín, en su número de 12 de Mayo. «Solo me resta felicitar desde estas colum¬ nas a la Rdma. M. General y manifestarle la complacencia que sentimos de tenerla entre nosotros. Una felicitación pero cariñosa, entusiasta, salida de lo más hondo de nuestro pecho al Rdo. P. Rosselló, todo celo, todo entusiasmo, alma y propulsor principal de la esplendidez y solemnidad de estas fiestas centenarias que hemos presenciado. Jamás olvidará este pue¬ blo, que ya os ama y admira, vuestro paso por estos solares de nuestro cariño, y al ale¬ jaros de esta roqueta menorquina, decid a los hijos de vuestra patria que habéis encon¬ trado aquí verdaderos hermanos, y que aquí también se ama con delirio a vuestro Padre San Francisco. Nuestra enhorabuena a la Superiora y Hermanas de esta Residencia que satisfechas y orgullosas pueden estar del grandioso resultado y prestación unánime de todo el pueblo al homenaje que han dedicado a su Seráfico Patriarca en el séptimo cente¬ nario de su gloriosa muerte. Sólo falta que el gran Serafín de Asís haga descender sobre este florido vergel franciscano, los dulces hechizos de la gracia para que fructifique y persevere la semilla esparcida en la bella tierra de nuestros amores». NECROLOGIA Palma. — Después de brevísima enfer¬ medad, falleció, habiendo recibido los úl¬ timos Sacramentos, el noble señor D. José Francisco de Villalonga y Zaforteza Togores y Togores, Marqués de Casa Desbrull, Maes- trante de Valencia. La noticia de su muci'te ha causado doloro¬ sa impresión en esta capital, especialmente entre nuestra alta sociedad. El difunto procer era una de las figuras de más relieve de la más rancia nobleza mallor¬ quina. Perfecto caballero de arraigados senti¬ mientos cristianos, gozaba de gran considera¬ ción en todas las esferas sociales. Por su alta posición era prestigioso elemento de la vida de nuestra isla. Actualmente desempeñaba la presidencia de la Junta provincial de la Aso¬ ciación de Ganaderos del Reino. También era presidente del Banco de Pollensa. Reciba su afligida esposa, la distinguida da¬ ma doña María de los Dolores Cotoner y Veri; sus hijos D. Nicolás, D. José Francisco, don Jaime, D. Antonio y D. Pedro; sus hijos polí¬ ticos el capitán de Artilleria D. Pascual Zafor¬ teza, el de Intendencia D. José Vidal Fluxá y el de Infanteria D. Mariano Lambea y el abo¬ gado 5'^ Conservador de la Real Armería don José M.° Conrado; sus hermanas la señora Marquesa viuda de la Torre y D.** María An¬ tonia y D.® Catalina de Vilalonga; sus herma¬ nos políticos D. Joaquín Gual de Torrella, don José Zaforteza, los Sres. Marqueses de la Ge¬ ma y Ariany y D. Nicolás Cotoner, y demás familia la expresión de nuestro sentidísimo pésame. —El día II del pasado Mayo, durmióse- en el sueño de la muerte, confortada con los postreros auxilios de nuestra sacro¬ santa religión. Sor Mercedes Mir Puig, reli¬ giosa Terciaria Agustina de la comunidad del Ensanche, a la edad de cincuenta y cuatro años y diez y seis de profesión religiosa. La finada desde largo tiempo se dedicaba a la enseñanza y tenia sus delicias entre los pequeñuelos, a los que amaba con corazón de madre; en sus quehaceres brillaba en sumo grado la constancia y laboriosidad. Al acompañamiento del cadáver a su última morada, se evidenciaron una vez más las mu¬ chas relaciones con que están ligadas las Terciarias Agustinas del Ensanche y Capital. Reciba la Rda. Comunidad, lo mismo que su familia, nuestro más sentido pésame por tan irreparable pérdida. Rogamos encarecidamente a nuestros lec¬ tores, una ferviente oración por el alma de la finada que. Dios haya en su santa Gloria. Santanyí.—- Día 26 de Abril mm-ió confor¬ tada con los santos sacramentos D.® Antonia Vidal Rigo a la edad de 90 años. Desde muy joven pertenecía a la Tercera Orden, distin¬ guiéndose por el cumplimiento de la regla y por el amor a Jesús sacramentado a quién re¬ cibía todos los días. Que Dios le haya dado la recompensa de los justos. 7/po-//í. Nueva Baleai El fill de la taverna En Juan de Biniavall de petit'havia esíat alió que diven un al-Iot d’es carrer; sense mare, ningú l’es- r animaló apenes aragat va pendre el troty en Juan no va esser homo de aturaria, li tira un altre ruxada de sofres que escarrufaven y la somereta com mes anava mes corria, fins que acaba per tirarlo sense sentit dins sa cuneta. comeíia en no esser per insultarlo. Quant ja era mes gran semblava que ca-scva era la taverna, y tot¬ hom el conexía p elfíll de la taver¬ na; mes jugadó que ses cartes; els dilluns estava gat com una sopa. De lletgir axí matex en sabia un poc pcró quant agafava un didri no llet- gía mes que la crónica negre que com mes heu era milió per ell; per comprar una revista, havia de esser rotja com ses flamades y verda com sa ferratge. Aquexes lectures, 1’ anar de tant en tant an es cine, els balls, y les varietés publicacions pornogràfi¬ ques, havien format el seu carácter y sentiments, y com si tot axó no bastàs quant obria sa boca li sor¬ tien un enfilai de flestomíes. S’ esdevengué un dia que la sort r avia fav«rit que passà per Sineu, era dimecres, y no sabia que havia de fer dels dobbés, comprà una somereta algerina, la mar de curra, jove, falaguera La monta y de dellà s’ ha dit, cap an el seu poble, que per cert era enforet, y la fosca ya li venia ademunt; tot d’una que s’ en donà conta li pega un perey de singlades y li digué un parey de flastomies que, feyen pell de gallina. Sa somera com se senti descarragada se posà a pasturar tota tranquila els sementers de veinat de sa carretera, mentres el seu amo, mitx mort mitx viu, ajegut dins sa cuneta ge¬ megava a les totes. Quant ja claretjava, a poc a poc, se pogué axecar, paró domes va porer caminà un troset; aqui caig, allá me axec, tenguc qüe rendirse y (5) s’ assegué davora un abre de sa vorera de sa carretera y en miíx d’ays y gemecs refletxioná la seva mala vida y proposá esmenarse. Axi ho fa el Bon-Jesus a vegades se val deis irracionals per locar el cor an els dolents. Relogería de Miguel Miró ESPECIALIDAD EN COMPOSTURAS VENTA DE RELOJES DE TODAS CLASES Siete Esquinas, 9 entre Farmacia San José y la Agencia Mulct LONGINES el mejor reloj Siempre gran surtido en "medias y calcetines La casa que vende mejor y más barato. San Miguel, 50 y 52 I iDiioua Joyeiia Orfebrería litúrgica de pureza de estilo Joyas modernas de platino, Aderezos de oro y pedrería, Joyas clásicas. 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