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AÑO XIX — Perrero de 1927 — Núm. 213
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Revista mensual ilustrada dedicada al fomento y propagación de la Venerable Orden Tercera de San Francisco de Asís, dirigida por los Padres Franciscanos Terciarios Regulares
CON LAS DEBIDAS LICENCIAS
DIRECCIÓN Y ADMINISTRACIÓN
RAMÓN LULL, 3
CONVENTO DE SAN FRANCISCO
PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN
Baleares Península ibérica . . . . . Número atrasado . . . . .
2‘50 » 0‘30 »
.4ño XIX
Palma de Mallorca, Febrero de 1927
Núm. 213
En el quinto aniversario de la elección y coronación de nuestro Santísimo Padre, el Papa Pío XI
N lustro se cumple en este mes de la elevación al sólio pontifi¬ cio y de la gloriosa coronación de Aquiles Raíti, hoy Pío XI,
último eslabón de la inter¬
minable cadena de los Sumos Pontífices
que han regido la Iglesia, sucediéndose en el trono y en el gobierno de la misma.
En recuerdo y conmemoración de tan señalada y regocijada fecha he escrito estas cuartillas, cuyo fin no es otro que el de contribuir de algún modo a las múltiples y variadas fiestas que en tal ocasión se celebrarán como digno y fi¬ lial homenaje al legítimo y reinante su¬ cesor de S. Pedro, y de avivar más y más el amor y adhesión de los tercia¬ rios mallorquines a la sagrada persona del Papa.
* **
La designación del Apóstol S. Pedro y la elección de sus sucesores para la altísima dignidad de jefe supremo de la Iglesia católica es un hecho admirable y extraño a la véz; se remonta al primer siglo de nuestra era cristiana, sus ecos y resonancias óyense a través de los tiempos, hasta los más borrascosos.y de él hemos sido espectadores y testigos
en nuestros días. A solo Pedro ha sido
otorgada la incomparable prerrogativa de un sólido, continuo y nunca interrum¬ pido episcopado y sola la Iglesia Apos¬
tólica de Roma ha subsistido no obstan¬
te las horrendas persecuciones y repú¬ blicas sublevadas que se alzaron y ar¬
maron contra ella.
Es que únicamente al Obispo de Ro¬
ma van dirigidas aquellas palabras: «Tu eres Pedro, y sobre esta piedra edifica¬ ré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella». Cristo constituyó a S. Pedro cabeza visible, colocándole como piedra fundamental del edificio visible de la Iglesia, y todavía se está firme allí donde le pusiera diez y nueve siglos há. Los poderes del infier¬ no se han estrellado, como las olas del
mar alborotado, al ir contra esta roca
firmísima, cuya existencia es indes¬
tructible. El Pontificado es el blanco a
que han dirigido, dirigen y dirigirán sus ataques, pero ninguna violencia y nin¬ gún contratiempo serán potentes a de¬ rrumbar y hacer bastillas la silla de S. Pedro: todos sus enemigos vencidos fueron y vencidos serán siempre. La persecución del infierno constante, in¬ cansable, decidida: la protección de Dios manifiesta, oportuna, decisiva: «No pre¬ valecerán». Siempre le han combatido y
núnca le han arrollado.
* **
Pero si son impotentes las fuerzas to¬ das del infierno, no lo es la muerte, de
que ningún ser humano puede sustraer¬ se. Ella aniquila todas las generaciones; todos cuantos poblamos la tierra, jóve¬ nes y anéjanos, ricos y pobres, nobles y plebeyos, amos y criados, todos esta¬
mos condenados a morir.
Y a la muerte pagan el tributo los Pa¬ pas, si, los Papas mueren y muere Pe¬ dro... pero no muere ni morirá jamás su autoridad soberana, estribando la razón
de esto en aquellas memorandas pala-
18
El Heraldo de Cristo
bras del Salvador: «y, he aquí que Yo estoy con vosotros hasta la consuma¬ ción de los siglos» y en aquel principio
de sana filosofía: toda sociedad necesita
una autoridad. Creada para el bien de la Iglesia, esta autoridad debe durar cuan¬ to dure la Iglesia... El sacerdocio virgen que Cristo virgen fundó no .admite la sucesión por la sangre; luego hay que
admitir la transmisión de la autoridad
por la silla en que Pedro se sentó y ejerció su poder. Así sigue cumpliéndo¬
se la voluntad de Cristo y vem.os per¬
petuada su institución. Muerto S. Pedro entró en el gobierno
de la diócesis de Roma y en el univer¬ sal de la Iglesia Lino, su legítimo suce¬ sor, a Lino sucede Cleto, a Cleto otro... hasta Su Santidad Pió XI que felizmente
reina.
* **
Aún después de cinco años al llegar a este mes recuerdo la profunda impre¬ sión que experimenté al anuncio y soni¬ do de las campanas que tañian a muerto por un Papa difunto: ¡ha muerto el Papa! y siento también la nostalgia de aquellos días en que todo un pueblo católico ex¬ clamaba: ¡tenemos Papa; viva el Pa¬ pa!... La imaginación me representa aquellas calles en que se cruzaba una muchedumbre compuesta de ricos y po¬ bres, de hombres, mujeres y niños y se
transmitian mutuamente la noticia de la
elección del nuevo sucesor de 5. Pedro.
La interminable y grandiosa plaza de
de S. Pedro veíase llena de una multitud
que había acudido allí para saludar al gran Monarca y recibir de él su primera bendición... Es que somos espectadores de un hecho admirable y extraño: aún después de su muerte Pedro sigue sien¬ do en los que continúan su episcopado:
Perseverat Petrus et vivit in succes¬
soribus suis. (1)
¡Oremus pro Pontífíce nostro Pio! ¡Hagamos oración por nuestro Pontífice Pio XI! ¡Orar, orar y no desfallecer! Eso es lo que recomienda el Papa ai di¬ rigirse a sus hijos. Cuando el primer Papa, S. Pedro, fué metido en la cárcel por el cruel Herodes, el pueblo fiel cum¬ plía con religiosa exactitud la consigna que había recibido: oraba. «Pedro esta¬ ba en la cárcel, dice el sagrado texto, en toda la Iglesia, empero, se hacia sin intermisión oración a Dios por él.» Mere¬ cía verdaderamente ser escuchado aquel ejército de suplicantes. Y lo fué. ¡Mil
veces ha sacado Dios vencedores a la
Iglesia y al Pontificado; otra vez íes da¬
rá la victoria!
¡Que el Señor nos lo conserve y le de la vida; le haga bienaventurado aquí en la lierra y no le entregue en poder de sus enemigosl. .
Filo.
ri) S. Leo, serm. II. De anniversario assumptio¬
nis ad Pontificatum.
Arco del portal de la iglesia del Coll d‘ en Rebassa.
El Heraldo de Cristo
19
Su Santidad el Papa Pío XI, terciario franciscano.
20
El Heraldo de Cristo
Carta de los Prelados Terciarios Franciscanos españoles a sus fieles y a los fieles de la Tercera Orden,
en el Vil Centenario del tránsito
del seráfico Padre San Francisco a la Gloria
(Conclusión)
En el sig'lo XIII, Peregrino y Apóstol, visitó
San Francisco nuestra Patria. Fué la suya no una visita de mera cortesía, sino una visita tan cordial, tan amistosa, tan bienhechora,
que el roce de siete centurias no ha podido borrar sus huellas. Su estancia en Egipto y Palestina y su convivencia con los Cruzados españoles, la manera de batirse y de morir aquellos bravos compatriotas nuestros, hicié-
ronle, al decir de uno de sus más autoriza» dos biógrafos, el Beato Tomás de Celano, admirar el carácter español. Sintió entonces, sin duda, vivas ansias de conocer nuestra
Patria, y aquí vino, y aquí, aquel Santo tutto
seiafico in ardore^ al decir del Dante, dióse en ternuras, en prodigios y en delicadezas al corazón español.
Su carácter hermanábase maravillosamen»
te con el de nuestra Patria, y así, en uno y otro el espíritu caballeresco, el hambre del ideal, el sentirse «Heraldo del Gran Rey», la santa jovialidad que sonríe en flores de sa¬ crificio e inmolación, el afán insaciable del
proselitisme del bien, por bondad propia, sin miras egoístas... selláronse en amoroso abrazo y anudáronse con el cordón francis¬ cano. España entera dióse a San Francisco, y del siglo XIII acá las páginas más bellas de
nuestra Historia van orladas, como en marco
glorioso, de ese mismo humilde cordón. Gra¬ nada, América, Lepante, Argel, la Invenci¬ ble, Palestina, el Mogreb, la Independencia, son apopeyas españolas y a la vez francisca¬
nas. Raimundo Lulio, Isabel la Católica, Co¬ lón, Cisneros, Cervantes, Lope de Vega, Cal¬ derón de la Barca, Quevedo, Pedro de Alcán¬ tara, Pascual Bailón, Sor María de Jesús, Juan de los Angeles, Beatriz Galindo, Balmes Donoso, Aparisi, Verdaguer... y cien y mil más son nombres de gloria en la historia española y lo son también en la franciscana. El franciscanismo consiguió infiltrarse de tal
manera en la vida española, que los Tercia¬ rios madrileños llegaron al número de setenta
mil. El mismo Trono se inclinó ante el hu¬
milde sayal de San Francisco: «En nuestra España todos sus católicos Monarcas han sido siempre devotísimos hijos de nuestro Glorioso Padre y Patriarca San Francisco, como lo publican los dichos y hechos, entre otras católicas Majestades, las de los invic¬ tos Reyes Felipe III, Felipe IV y Carlos II, cuya Soberanía se dignaba siempre que se hablaba o trataba de San Francisco, llamarle
su Padre, preciándose muy mucho de darle el título de Padre suyo, por hijo de su Terce¬ ra Orden, a que' añadieron los Señores Fe¬ lipe III y Enrique III, la heroica y devota ac¬
ción de orlar sus Reales Armas con el cordón
de su Seráfica y Penitente Orden, cuya de¬ voción heredaron de sus gloriosos progeni¬ tores; pues en estos católicísimos Reinos desde el año de 1230, en que reinaba nues>tro Santo Rey San Fernando, hasta el de 1700, no sólo todos sus Reyes y Reinas fueron hijos de San Francisco en su Tercera Orden, sino también todos los Principes, Infantes y Real Familia lo fué-». Este dato
hermosísimo se escribía en 1728.
Más aún. Expresión elocuentísima de esta devoción de nuestros Reyes hacia la Orden de San Francisco, la encontramos en que fueron ellos quienes honraron al General de la Orden con la Grandeza de España; quie¬ nes pusieron bajo su Real Patronato la casa en que nació San Francisco en Asís; quienes consiguieron de la Santa Sede un régimen singular de Gobierno, por el cual la Familia Franciscano-española esta gobernada por un Vicario General, que hace las veces del Ge¬ neral en el territorio de España y sus domi¬ nios. Nuestro mismo Augusto Monarca Don Alfonso XIII (q. D. g.) ha dado señaladas pruebas de singular amor a las Ordenes Franciscanas, y no es la menor entre ellas la de haber aceptado, juntamente con su Au-
El Heraldo de Cristo
21
Sala de sesiones de la Diputación Provincial.
gusta Esposa (q. D. g.), la Presidencia de honor de la Junta Nacional encargada de or« ganizar las fiestas del VII Centenario del
tránsito al cielo de San Francisco. Por todo ello, amados Hijos y queridos
Hermanos en el Seráfico Patriarca, católicos
españoles e hijos de la Venerable Orden Tercera de San Francisco, a vosotros Nos
dirigimos en ansias de que estas fiestas cen« tenarias revistan singular solemnidad y sin« gularísima piedad. La Junta Nacional, a que acabamos de aludir, ha organizado ya su programa, que lleva nuestra aprobación.
Del 2 de agosto de 1926, festividad de la Porciúncula, al 4 de octubre de 1927, han decelebrarse en España solemnísimas fiestas franciscanas. Cooperad, por cuantos medios os indique vuestro celo, a su mayor éxito. Sobre todo, extended, difundid la Venerable Orden Tercera Franciscana por todas partes; abrazadla con amor, inscribios en esa gloriosa Milicia, secundando los deseos del Supre¬ mo Pontífice, y así «la paz y el bien» de este Mensaje franciscano serán un eco fidelísimo
del saludo de San Francisco.
¡Paz y bien que de corazón deseamos siem¬ pre a la Patria española, a nuestros Augus¬ tos Reyes, a nuestro Gobierno y a nuestro Prelado, pero singularmente en este año
santo franciscanol
Fiesta del Seráfico Padre San Francisco, 4 de octubre, año de 1926.
Enrique, Card. Reig y Casanova, Arzobis¬ po de Toledo.— Vicente, Cardenal Casanova Marzel, Arzobispo de Granada.—Federico, Arzobispo de Lepanto, Nuncio Apostólico.— Prudencio, Arzocispo de Valencia. —RemP gio. Arzobispo de Valladolid.—Julián, Arzo¬ bispo de Santiago.— Vicente, Obispo de Car¬ tagena.—Juan, Obispo de Menorca.—Juan, Obispo de Teruel y Admr. Ap.° de Albarra¬ cín.—Juan José, Obispo de Mondoñedo.— Fray Luis, Obispo de Segorbe.—José, Obis¬ po de Barcelona.—Adolfo, Obispo de Cór¬ doba.—Manuel, Obispo de Jaén.— Antonio, Obispo de Zamora.—José, Obispo de León.Angel, Obispo de Guadix-Baza. —Antonio, Obispo de Astorga.—Juan, Obispo de San¬ tander.—Leopoldo, Obispo de Madrid-Alcalá.—Juan, Obispo de Oviedo.^ManuelMaría, Obispo deTuy.^Manuel, Obispo de Málaga.Eustaquio, Obispo de Sigüenza.—Fr. Plácido ^77^6/, Obispo de Lugo.—Emilio, Obispo ti¬ tular de Antedón, Admor. Ap. de Barbastro. Mateo, Obispo de Pamplona. — Gabriel, Obispo de Mallorca. — Marcial, Obispo de Cádiz, A. A. de Ceuta.—Ramón, Obispo de Badajoz.—Florencio, Obispo de Orense.— Narciso, Obispo de Dora, Prior de las cuatro Ordenes Militares.—Silverio, Obispo A. A. de Ciudad-Rodrigo.—Agustín, Obispo de Pa¬ lència.—José, Obispo de Gerona.— Fr. José María, Obispo titular de Gallipoli, Vicario Apostólico de Marruecos.
22
El Heraldo de Cristo
Petit Ilibre de 5ant Francesch i sos germans
VII Historia de les tórtores.
ixo sotsehí un día que Francesch feía el camí real qu’ es topa amb
un jovencell que de bon matí havía sortit a cerca nius per dins el bosch. I n’era
trobat un de tortores
que dins un paner veil posades a vendre Ies s’ emportava.
Quant Francesch
les afinà tant mensue-
tes i gentils, ell que sempre havía estimat
a les tortores en pre¬
dilecció, digué al jo¬
vencell: «I ara no ’m darías,
mon fill, aquests po¬ bres animalons? no
vulgues posarlos en
mans d’hom cruel que
els torçarà el coll que n’ es tan dolç.»
I no ’Is hi dava cl
jovencell, mes es¬ guardant la faç del Sant, plena de tendre¬ sa i dolçor, treguentles del vell paner, les
hi dá totduna. I scr-
vant-lcs Francesch en
ses mans amorosa¬
ment Içs digué: «j Oh mes petites
germanes tanximples, innocentes i pures, ¿com sou així qu’heu
consentit us afollasen cl niu i enfora
d’ ell us emportassen? Mes no temeu.
jo’ us deslliuraré de la morí, i vos ne faré un de niu ahon hi torneu velles, i vos multipliqueu.»
I així, ab traça i manya, les ne feu un de niu dalt 1’ abre que ombretjava la scua cella; i les tórtores s’hi agombola¬
ren, i mes tarí hi fe¬ ren ous i les covaren
i no n’ eren porugues
dels frares, mes tots devant ells menjaven les petites i anaven a picar els grans dins
les scuas mans i les de Francesch. Ni may
que no ’s serien mo¬ gudes d’allà si cl Saní no los hagués donada
la seua santa bene¬ dicció.
El jorn vinent se topà Francesch de bell nou amb cl jo¬ vencell cercador de
nius, i aquest revereníement l’escometé, coníestaní-Ii cl Saní
amb un somrís:
—Un jorn vendrá, mon fill, que serás
frare de 1’ Ordre de
Fra Menors, i serás llevors un noblc^ sir-
vení de Icsucrisí, I així va passar;
puis el jovencell frare
de 1’ Ordre de St. Francesch i encare un
gran Sant esdevingué.
El Heraldo de Cristo
23
Monumento inaugurado en ta plaza de Eusebio Estades a la memoria de D. Jaime I el Conquistador.
24
El Heraldo de Cristo
El Vil centenario de la muerte
de San Francisco, en Artá.
La plácida y muy religiosa vil a de Arta acaba de exteriorizar una vez más y espléndidamente el amor y simpatías que profesa al muy humilde San Fran¬ cisco de Asís. Ha querido asociarse a las so¬ lemnes fiestas que en su honor doquiera se
celebran con ocasión de su tránsito siete ve¬
ces secular, y contribuir de algún modo, a un, más ámplio conocimiento e imitación, en cuanto fuere posible, de la vida y virtudes de nuestro Seráfico Padre.
Ciclo de conferencias
Como digna preparación a las fiestas fué organizada por los PP. Franciscanos de dicha villa y por el Discretorio de Terciarios secu¬ lares una serie de conferencias, que dieron distinguidos oradores de la isla. Las inició, el Rdo. P. Fr. Dionisio de Llorenç, Superior de los PP. Capuchinos de Palma, el cual con palabras llenas de unción y amor seráfico ha¬ bló de la pobreza de nuestro santo Padre. Vino después el laureado y conocido poeta D. José M.® Tous y Maroto hablando con grande y arrebatadora elocuencia del amor que todos los hombres, hasta los protestan¬ tes, profesan al llagado Serafín de Asís. Don Antonio Villalonga, Presidente de la juven¬ tud integrista de Palma, se encargó de la ter¬ cera, presentando la figura real y verdadera de S. Francisco tantas veces desfigurada por los que no le conocen. La cuarta tocó al limo. Sr. D. Francisco Puigserver, Barón de Pinopar ensalzando a S. Francisco como a un gran héroe. Por último el ilustre y aprove¬ chado hijo de Artá D. Daniél Cano, Aboga¬ do, cerrjá la brillante serie haciendo una
magnífica y extensa relación de la vida y hechos de S. Francisco, poeta egrégio de la naturaleza, imágen de Cristo y dechado de
todas las virtudes.
El triduo
Preparados de esta manera y entusiasma¬ dos los buenos artanenses, iban a empezar el solemne triduo y a celebrar la fiesta. Para ta¬ les funciones invitaron y vinieron elocuentes y reputadores oradores sagrados. El Reve¬ rendo Sr. D. Jaime Sastre, predicó los ser¬ mones del triduo que empezó día 20 de Ene¬ ro. Los terciarios e hijos de Artá que tan pa¬
tente y hermosa prueba habian dado de amor
a todo lo que significa cultura y educación
asistiendo a las interesantes conferencias
franciscanas, no podian menos de ir a escu¬ char, en el templo franciscano y de lábios de
un predicador terciario, como su Padre y gran Santo, Francisco, había practicado to¬ das las virtudes; la humildad hasta lavar y besar los piés de sus hijos, la caridad y amor de Dios y del prójimo, dando el dulce nom¬ bre de hermano a todas las criaturas, y asi discurriendo por las demás virtudes. Acudie¬ ron y en gran número, llenando la Iglesia to¬
das las noches.
El día de la fiesta.-Actos de la mañana
El domingo, día 10, tuvo lugar la fiesta principal, como conclusión y corona de las
fiestas centenarias. La concurridísima Misa
de comunión general con plática por el ora¬ dor del triduo fué el preludio de tan fausto y
señalado dia. A la hora de costumbre hubo
solemnísima Misa cantada, celebrando de
Pontifical, según el ceremonial franciscano, el Muy Reverendo P. Fr. Bartolomé Salvá, Mtro. Pral., T. O. R., actuando de asistente el Cura Párroco de Artá, Rdo. Sr. D. Juan
Rubí, y de diácono y subdiácono de la Misa los Rdos. PP. Fr. Rafael Ginard, Srio. Pral., T. O. R. y Fr. Sebastián Lliteras, T. O. R.
De diáconos de honor actuaron el Rdo. Pa¬
dre Fr. Rafael Ginard, T. O. R., Superior del convento de Artá y el Rdo. P. Fr. Francisco Company, T. O. R.
Predicó elocuente sermón el Muy Ilustre Sr. Dr. D. Antonio Sancho, Canónigo Magis¬
tral de la S. I. C. Basílica de Mallorca.
La Scho/a cantorum interpretó con singu¬ lar ajuste y primor la misa de Goicoechea.
El magnífico Ayuntamiento presidido por su digno Alcalde, D. José Sureda, las demás autoridades del pueblo y el Discretorio de
los terciarios seculares asistieron al Pontifi¬
cal ocupando sitios preferentes. En el altar mayor alzábase gentil y mages-
tuosa rodeada de delicadas y exquisitas flo¬ res la simpátiea y atrayente figura de San
Francisco.
Los actos de la tarde
Nuestro católico Gobernador civil, confor¬ me había anunciado, vino a Artá para tomar parte en los últimos festejos que iban a tener lugar en tan memorable día. Le acompaña¬ ban el Delegado gubernativo y otras distin¬ guidas personas de Palma. Fué recibido con grandes aplausos por numeroso público que estaba situado frente a la gradinata del con¬ vento; había el Muy Rdo. P. Provincial de los Terciarios Regulares Franciscanos, el Cura Párroco y el Alcalde de Artá, el Ayun-
El Heraldo de Cristo
25
tamiento en corporación y las personas de más viso del pueblo.
Cambiados los saludos de rúbrica, el Go» bemador estuvo en la iglesia de los Padres Franciscanos, donde habiendo orado breve
rato se dirigió seguido de selecta y numerosa
comitiva a la casa de las «Josefinas» donde
unos bellos versos de Mossén Costa y Llobe¬ ra, que cerraban perfectamente sus últimos párrafos, acabó el P. Queralt su elocuente oración, que fué interrumpida muchas veces por fuertes aplausos.
Después de cantada una hermosa pieza por el coro de Sta. Isabel, se levanta el distingui¬
tuvo lugar un brillante acto literario. Ocupa¬ ba la presidencia el Gobernador Civil, D. Pe¬ dro Llosas, sentándose a su derecha el Al¬
calde, Sr. Sureda; el Muy litre. Sr. Sancho, Magistral; el Dele¬
gado Gubernativo, Sr. Parpal; D. Pe¬ dro Morell; Reve¬
rendo Sr. Sastre;
Reverendo P. Quet-
do poeta D. José Tous y Maroto, que recita dos hermosas poesías, siendo largamente
aplaudido. Le sucede al Sr. Tous en el uso de la pala¬ bra el Muy Ilustre Sr. Sancho, Canó¬
nigo Magistral,
quién después de
saludar con la pa¬ labra «hermanos» a
glas T. O. R., Don
Antonio Sabater y
D. Andrés Ferrer,
los asistentes y re¬
cordar que tal títu¬
lo fraternal daba
Director de «Lle¬
S. Francisco a to¬
vant». A la izquier¬
da se sentaron el
das las cosas, pasa a tratar de los ras¬
M. R. P. Provincial
T. O. R., el Cura
gos característicos del Santo de Asís,
Párroco de Artá, el
Rvdo. P. Queralt, C. M.; D. José M.^ Tous y Maroto, Don Antonio Blanes, Mi¬
nistro de los tercia¬
demostrando que
no hay ningún San¬ to que se le aseme¬ je, que cada una de sus múltiples face¬
tas individualizan
rios, el R. P. Gi-
nard. Superior del
convento de Artá y los Rdos. Padres
más su figura. Pro¬ longados y fuertes aplausos se tributa¬
ron al Sr. Sancho
Rafael Ginard, Se¬
al acabar su diser¬
cretario Provincial
tación.
T. O. R., Antonio
Luego, el Alcal¬
Mojer, T. O. R. y
Gabriel Tous,
T. O. R.
de, D. José Sureda y Blanes, pronunció breve discurso ex¬
El vasto salón de actos se hallaba to¬
talmente ocupado.
presando su com¬
placencia por el
ciclo de conferen¬
Después de can¬
cias que se han da¬
tado el himno ter¬
ciario por nutrido
Exorno. Sr. D. Pedro Llosas Badía,
do en Artá para di¬ vulgar la figura del
y ajustado coro, el P. Ginard, Supe¬
Gobernador Civil de Baleares. (Foto. Amen) Serafín de Asís. Ruega después al
rior del Convento de Artá, dió las gracias a Sr. Gobernador que influya cerca del Gobier¬
todos los que habían coadyuvado al esplen¬ no para que se restituya la propiedad del con¬
dor de las fiestas centenarias y dedicó elo¬ vento a sus antiguos poseedores, acabando
cuentes frases a los oradores que hablan de su discurso con dar las gracias a todos los
dirigir la palabra al público.
que han contribuido a dichas fiestas. Fuertes
El famoso orador P. Queralt, C. M., quién aplausos coronaron el discurso del Sr. Blanes.
en un magnífico y brillante discurso canta
Seguidamente hace uso de la palabra el
las bellezas y virtudes de Mallorca. Habla Gobernador civil, quién, después de saludar
del espíritu franciscano, senda segura para a la concurrencia, dijo que Francisco de
llegar a la felicidad deseada; para luego Asís era el reflejo de la luz que un día brilló a las glorias de la Orden franciscana, citando en el Calvario. Dedica elocuentes párrafos a
los méritos y virtudes de numerosos santos, glosar la humildad y caridad de Francisco de
místicos, poetas, filósofos, pintores, estadis¬ Asís, concluyendo por demostrar que la ca¬
tas, religiosos y religiosas franciscanos. Con ridad y la humildad fueron los hilos del cor-
26
El Heraldo de Cristo
dón con que S. Francisco ciñó el mundo. Fuertes y prolongados aplausos coronaron el
notable discurso del Sr. Gobernador.
La función religiosa de la noche
Breve rato después de terminada la velada literaria se celebró lucidísima función reli¬
giosa en el templo franciscano, a la que asis¬
tieron las autoridades. En el altar mayor ocu¬
paban puestos de preferencia en la parte del Evangelio el Muy Rdo. P. Provincial, el Cura Párroco de Arta y el P. Superior del conven¬ to; en la parte de la epístola el Exmo. Señor Gobernador, el Delegado Gubernativo y el Alcalde de Ártá.
Rezada la corona franciscana, se expuso el Santísimo Sacramento, se practicó hermoso y adecuado ejercicio en honor de S. Francis¬ co cantándose varios padrenuestros y acto seguido pronunció elocuentísimo sermón fi¬ nal el Muy litre. Sr. D. Antonio Sancho.
Organizóse después solemne procesión por el interior del templo: actuaba de Preste el Cura Párroco de Artá, Sr. Rubí a quien asis-
tian como diácono el Rdo. P. Queralt, C. M. y como subdiácono el Rdo. P. Ginard, Secre¬
tario Pral. T. O. R.
Presidian la procesión el Gobernador civil y el Alcalde de Artá; el Delegado gubernativo Sr. Parpal y el Ministro de los terciarios Se¬ ñor Blanes; el Muy Rdo. P. Provincial y el Muy litre. Canónigo Magistral, Sr. Sancho.
Al final se dió la bendición a los fieles con
el Santísimo, terminando así las solemnes fiestas que en Artá se han venido celebrando
con tanta brillantez con motivo del VII cente¬
nario de la muerte de S. Francisco de Asís.
***
Es para notarse la imposición del escapu¬ lario y cordón franciscano a un crecido nú¬ mero de personas devotas y admiradoras del
Santo de Asís.
A las dignísimas autoridades y demás per¬ sonas que contribuyeron al esplendor de las fiestas damos las más expresivas gracias ro¬ gando al Seráfico Patriarca les recompense largamente su valiosa cooperación.
Secció Doctrinal
En que consisteix la reforma que 1’any 1289, feu el Papa Nicolau IV, a la Re¬ gla de la Tercera Orde?
No consistí mes que en donar un repás arreu al coníenguí de la Regle, escrita per Sant Francesch, ajudat del Cardenal Ugolí, donant-li nova forma i subjectaria a les lleis canòniques, sobre tot en la forma jurídica.
—Com li dona nova forma?
Dividint-la en vintcapitols perque amb mes claretat, se ves tot lo que en ella se manava i prohibía.
— Tengué exit aquesta reforma?
Tant que tots els Terciaris d’ un í al¬
tre setxe, homos i dones, sense excep¬
ció alguna, la posaren en práctica, com obligats per le seva propia conciencia.
Calendari d‘ El Heraldo de Crisío“
Mes de Febrer
Aquest mes, consegrat a la Purifica¬ ció de María Santísima, té 28 dies; d’ aquets sois 4 son festes colendes amb obligació d’ oir misa i no fer feine, que sons els diumenges 6, 13, 20 i 27; el dia 2 festa de la Mare de Deu del Candelé, encare que suprimida, per moltes parts s’ observa com si fos dia de precepte.
Indulgencies del mes de Febrer.
Els Terciaris en les condicions acos¬
tumades guanyen Indulgencia plenaria,
els dies: 1, Beat Andreu dels Comtes de la 1.^ Orde; 2, Purificación de María; 3, Beata Viridiana de la 111 Orde; 4, S. Jusep de Lleonisa, de la I.® Orde; 5, Sant
Pere Bautista i Companys Màrtirs de la I,® i de la 111,® Orde; 19, Sant Conrat de Plasència, de la Ill.® Orde; 21, Santa Àn¬ gela de Mericis, de la III.® Orde; 23, Sta. Margalida de Cortone, de la III.®
Orde.
Poren guanyar les Indulgencias de les Estacions de Roma els 3 diumenges, 13,
20 i 27.
Indulgencies del mes de Mars.
Els dies 5, 6, 9, 19, 22, 24, 25 i 30, In¬ dulgencies de les Estacions de Roma, desde el dia 2 tot el mes, per eser dies de Corema,
El divendres dia 25 se comensa la de¬
voció dels set divendres dedicats als
Dolors de Maria.
Festes que durant el mes de Febrer, es celebren en los pobles de: Mallorca, dia 5, a Sancelles dedicada a Santa
Agueda; dia 24, a Alcudia, per Saní Ma¬ cià. Menorca, dia 12, a Alayor, dedicada
a Santa Eulalia.
Fr. B. P. t. o . R .
El Heraldo de Cristo
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El Rdo. P. Fr. Miguel Llómpart Ramis, T. 0. R.
Día 17 del próximo pasado Enero, en el Convenio de S. Francisco de Palma,
durmióse plácidamente en el Señor,
confortado con los santos sacramentos
y la bendición Apostólica, el joven y ejemplar religioso terciario regular, cuyo
nombre encabeza estas líneas.
El finado, niño aún, ingresó en nues¬ tra Orden y los rápidos progresos que hizo en la ciencia y en la piedad le me¬
recieron el afecto de
sus maestros y supe¬ riores.
Una vez recibida la
ordenación sacerdotal
se dedicó por completo a trabajar en beneficio de su muy amada Pro¬ vincia que moral ycien-
tificamentelehabía edu¬
cado, no perdonando
medio ni sacrificio para llevar a feliz término
las obras todas que le
encomendó la obedien¬
cia y le impuso la ca¬
ridad.
Nuestra Revista con
la muerte del P. Llom-
part ha perdido uno de los religiosos que con más cariño la han mirado y que con mayor entusiasmo la han propagado; pues durante el breve es¬ pacio de tiempo que el extinto fué Direc¬
tor de ElHeraldo de Cristo este vió sus
páginas embellecidas con escritos, lle¬ nos de unción y piedad, que de su bien cortada y fecunda pluma salían, y alcan¬ zó una larga difusión en todos los pue¬
blos de Mallorca.
Los jóvenes aspirantes al santo hábito y al sacerdocio fueron objeto predilecto de sus cuidados y amores. Tenía suma complacencia en platicar familiarmente con ellos, y su ejemplo y su palabra les servían de poderoso estímulo para abra¬ zar con fervor el estado religioso y se¬ guir caminando por la escabrosa senda de la virtud y perfección.
Sus excelentes cualidades morales e
intelectuales le conquistaron la confian¬ za de sus Superiores quienes primero le
nombraron profesor de importantes asignaturas de la carrera eclesiástica y más adelante le confiaron el gobierno
de la Comunidad de la villa de Artá. De¬
sempeñó este delicado cargo a Satisfac¬ ción de todos con un celo y prudencia dignos de alabanza.
Su carácter franco y entusiasta, su conversación amena y familiar, feu sen¬ cillez y caridad, le granjearon bien
pronto las voluntades y simpatías de cuantos
con él trataban. Los
habitantes de Artá, y de un modo especial los pobres y enfermos, guardarán en su me¬
moria un recuerdo pe¬ renne del joven fran¬
ciscano que haciéndo¬ se todo para todos, en¬ jugaba sus lágrimas,
les socorría en sus ne¬
cesidades y participaba de sus tristezas y ale¬ grías.
Una vida tan laborio¬
sa y agitada minaba poco a poco su exis¬ tencia, por lo cual los Superiores le enviaron al Colegio de La Porciúncula para lograr el restableci¬ miento de su quebrantada salud. En su nueva residencia, situada junto al mar y rodeada por un bosque, el P. Llómpart, libre de preocupaciones y responsabilidades, experimentó una no¬ table mejoría: pero las esperanzas que
habíamos concebido de súbito se des¬
vanecieron ante la aparición de nuevos e inesperados dolores y de una paráli¬ sis aguda y ascendente. Esta grave do¬ lencia le obligó a guardar cama, y fué
una cosa verdaderamente edificante la
paciencia y resignación con que el fina¬ do soportó las molestias ocasionadas por la cruel enfermedad que privó de to¬
do movimiento a los miembros de su
cuerpo. Recibió el santísimo Viático con mues¬
tras de extraordiuario júbilo y fervor, y a medida que se acercaba la última hora
28
El Heraldo de Cristo
más vivos eran sus deseos de padecer con Cristo, y por Cristo y a este fin pidió varias veces que le leyeran la dolorosa pasión de nuestro Salvador y la tan co¬ nocida y recomendada preparación para la muerte, y haciendo un supremo es¬
fuerzo besaba fervorosamente el Cruci-
fiio que en sus manos sostenía y con voz trémula y entrecortada repetía her¬ mosísimas y devotísimas jaculatorias.
El ejemplar franciscano, tan piadosa
y santamente preparado, aguardaba la
muerte con la sonrisa en los labios,
pues aquella era para él no ya una tirana que sin piedad viniera a segar en flor su preciosa vida de 27 abriles, sino una
dulce amiga, una cara hermana que la
caridad le haría de libertar a su alma de
la esclavitud de este cuerpo deleznable para que más pronta y fácilmente entrar pudiera en la mansión de los bienaven¬
turados.
Acompañamos en el dolor a sus pa¬ dres y demás familia, y quiera Dios de¬ rramar sobre ellos y sobre nosotros el bálsamo de la resignación y conformi¬
dad cristianas.
A los terciarios y lectores de El He¬ raldo DE Cristo, les suplicamos una oración para el difunto que santa gloria haya.
Madó Vidauba, coneixeu En Manél? preguntà NaCalfret, que amb madó Palluca i Na Crespellet anaven a fora vila.
—Qui es aquest Manél?
—Vitada el fill del sen Rebotim i madó
Sedasét, contesté madó Palluca. —Aquell bergantell, qu’es vengut de viatja,
afegeix. Na Calfret. —No 1’ he de coneixer, contesté madó Vi-
dauba, aquell que de nin puse ha navegat
per mar.
—Aixó mateix, diu Na Crespellet, comensé per al-lot, a n’ el bot des patró Pau, i es arri¬ bat a contra mestre del bergantí - goleta Audás, en so pilot Pepsiona, es temps que '1 capita Mendingo tengué ses febres malteses.
—Vitada, Crespellet, contesté madó Pelluca, pareix que dús ses fites netes; que hi pretens res? perque segons diven no s'entornaré que no haja feta sa creu.
—A mí, bon refieta, no me mescleu amb
aquest fandango, sabeu qae s'enfilarélí —Si te fil, s’enfilaré, pero segóns diven tant
n’ ha duit a una butxaca com a s’altre, pareix que ha sortit, un... rés, no vuy mermulé, esclamé madó Vidauba, deixam-hó anar, ja se n' avendrén davers ca mestre Regos.
— Ja diven que vé d’ una d’ elles, i per mi beuró frese, perque sabeu que son de vives
aquelles al-lotes i segóns sa jermana de llet del Senyor, li dirén, «Manél, a un altre forn pasten i en donen dós, aquí, no hi ha rés per vos», acabó na Calfrét.
Que es de vér, lo que diu el refré mallor¬ quí, «cuant els cans lladren, cualque cosa hi ha, i escoltant, sa conversa d’ aquestes dones pareix que havien sentit tocar campanes i no sabien que, li pegaven de pens i per cert no
li fein gens tort, com se va veure en sa topa¬
da que hi hagué dins ca mestre Regos. Era un dia horabaixet; dins se botiga, si
trobava el mestre, enrahonant amb s’escolá, mestre Guiem, i cuant se daren conta, ten-
gueren alié dins, madó Sedasét, acompan¬ yant, a nel seií fill Manél, que, puro ensés, agafa una cadira, si aixanca, en sos brasos damunt el respal-le i pregunta:
—Caracoles, quin deis dós es T amo de la casa? perque m' han dit, que tenien unes
euantes hicas i... caracoles a veure, si tru-
cém, amb cualquier, perque aixó, caracoles tapar la vista a la veya, i na más, perque per mí es ná, jo estic de tot alterat, i desganat del mon, d’edat de vuit anys, no es així, ma máre? he navegat, tractant amb tota clase de gente, he vist mucho, i aprendió, caracoles, mes que sacristé del pueblo, aixó de ma¬ trimoni com disen aquí, es pa los llanuts que no son sortits del poble, i no saben més que
El Heraldo de Cristo
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les cuatre beneitures amb que los han embaucat, no hay com estruirse i sortir a nel gran mundo i s’apren de viure, jo he visitat les grans poblacions d' Englaterra, Bones Aires, Porto>-Rico, América, Filispinis, sa cos¬ ta del Moro, i que he de dir? per tot el mon i la bolla, he visitat els ports, i les capitals i no se sent parlar de religió com aquí, que desde que som arribat, no sent parlar d’altre cosa i voldria que me diguesen, aixó de reli¬ gió perque serveix?
—Menél, dispensa, que per més que no jo no sia r amo de la casa, te diga, com a sacristá del poble a na qui has aludit, i que per mi es un carree molt honrrós, que el teu mo¬ do de pensar i obrar, indica, no instrucció, sino ignorancia, i presentarte aquí així com ho has fet, falta d’ educació i qui compatesc es la teva pobre mare. Hay, voldries trobar qui te digués que ensenya sa religió? aquí, cualsevol nin, t'ho ensenyarà.
—Menél, afegeix, mestre Regos, tu vas calsat per aigo. has equivocat es portal, no vull dirte que mos has pres per escanvi, per¬ que no saps, encare que hajas corregut tant, -quina terra trepitjes; pobre madó Sadeset, quina desgracia que teniu! i tant com dius que has aprés no saps que ensenya ni perque serveix sa religió? Desgraciat! Manél, Manél!
—Jo vos diré, caracoles, jo ni ho sé, ni m’importa, perque aixi mateix, vaig envant, trob el menjàr bó, estic de bones carns i may manco deiem els pescadors.
—Tarrolé, diu s'escolà ahon t'en vens amb aquesta doctrina; a ca nostra ni ha un que troba se cert, el menjé mes bó que tu, perque tant ni donin, está mes gras que tu i per cert, tampoc, res l'importa, perqué ser¬ veix sa religió.
—Aquest, caracoles, es des meus. —Es des teus? tarrolé, que no saps qui es?
Ala torpetas. Es el porc que engreixàu per
matar.
—Fillet meu, calla, no te posis amb b'aquestes coses, diu madó Sadaset, creume, o sino, no te casarás, ningú te voldrà, quina desgracia!
—Caracoles, no me voldrán? meCórl a mi no me confonen, ni me callo per un sacrista.
Oye.^'^vos qúe sou l'amo de la casa, carab¬ eóles, teniu, hicas? que feim? que trucàm?
—Ala, vés, que jo no tenc cap filla tirado¬ ra, ni de demés, ni venal a cap preu.
—Escolte, afegeix s'escolà, m'has feta tanta llàstime, que te convit, per treurerte es gat des sac, ferte veure la teua curtesa, ensen-
yant-te lo que mos ensenya la religió, perque camviant de pensar i obrar, no dugués sa
deshonra a tote la teva familia, matis de cor-
cor a la teua veya mare i pugues al menys acabar bé, que 's s' única cosa que tots hem de procurár, acabar bé en Deu; Madó Sade¬ set, a veurer si entre tots, duim eij Manél a gavelles; Vos que sou sa mare, parlau.
—Jo ho voldria, bon Jesuset, Sant Antoniet gloriós. Sane Preciosa, tocau-li el cor, jfiet meul
—Bueno, dispensan del enfado, caracoles,
fins un altie; aur. —Adeu, li contesten, i s’ escolé li repeteix,
mos hem de tornar veure. Lectors i lectores d'Ec Heraldo de Cristo,
no escolteu, els falsos profetes com en Manél, segiu les veyes ensenyanses deis vostros avant-pasats, en cuant a sa religió, i aferrauvos fort a nel Credo, catolic, apostolic, romá, encomenant a Deu a tots els desgraciats que
per error, ignorancia, o malicia, de Eli s' ha separat; Senyor! que obrin els ulls i se con-
vertesquin, es lo que demenam.
Es Vey de So-N' Alegre.
30
El Heraldo de Cristo
Crónica Fra n cis c a na
Pina
Toma de hábito.—Día 11 del pasado Octubre tuvo lugar en la Casa Novicia¬ do de las Religiosas Franciscanas la imposición del hábito a siete postulantes.
Las nuevas religiosas tomaron los nombres de Sor Coloma del Espíritu Santo Coll; Sor M.® Inmaculada Togores; Sor Juana de Je'^ús Oliver; Sor M.® de las Vírgenes Balaguer; Sor Catalina de los Ángeles Campins; Sor Isabel de la Visitación Nadal y Sor Juana de la MilagrosaJEnrich.
Verificó la ceremonia el Rdo. D. Pe¬
dro Gelabert.
Votos temporales.— A 10 del mismo mes emitieron los votos temporales en manos del Reverendo Padre Jaime Alies, SS. CC., las novicias Sor Antonia del Carmen Fons, Sor Ca¬ talina de Sta. Teresa Negre; Sor Cata¬ lina del Pilar Ferragut, Sor Coloma de Sta. Clara Soler; Sor Antonia de la
Sagrada Familia Allés; Sor Bárbara de San José Riera; Sor Francisca Concep¬ ción Riutort; Sor Francisca de Lour¬ des Fontirroig; Sor M.^ Auxiliadora, Allés y Sor Esperanza del Rosario, Bo-
nafé.
Nuestra felicitación y afectuosa enho¬ rabuena a las recién novicias y recién profesas. Que Dios y nuestro seráfico Padre les ayuden a perseverar en su nuevo estado, en los santos propósitos y fervorosas promesas.
Lluchmayor
Ejercicios espirituales.—Después de celebrar en el próximo pasado Octubre
solemnísimas fiestas en honor de San
Francisco, los Terciarios de esta ciudad
interpretando los deseos del actual Pon¬ tífice, han querido también honrar el presente Centenario practicando con ejemplar devoción ocho días de Ejerci¬ cios Espirituales.
Fueron éstos dirigidos por el Reve¬ rendo P. Fr. Atanasio de Palafrugell, capuchino, corriendo las pláticas doc¬ trinales a cargo del Rdo. P. Fr. Jaime Ross€lló, Superior del Convento.
Todos los actos viéronse sumamente
concurridos especialmente la Comunión del día de clausura en la que pronunció sentida plática el expresaejo P. Atanasio.
Por la tarde de aquel mismo día considerable número de fieles ingresaron
en la Orden Tercera.
Petra
Durante el próximo pasado Diciembre
en esta villa se celebraron solemnes
funciones religiosas para conmemorar el séptimo centenario de la muerte del
Seráfico de Asís.
Como preparación a la fiesta hubo una tanda de ejercicios espirituales en el
Convento de S. Bernardino de Sena,
morada en otro tiempo de los hijos de
S. Francisco. Fué el Director el Reve¬
rendo P. Bartolomé Pons, T. O. R., y fué tal la concurrencia que la iglesia re¬ sultó insuficiente para contener la mu¬ chedumbre de gente que venía a escu¬
char la divina palabra que con sencillez y entusiasmo predicaba el celoso fran¬
ciscano.
Día 12 hubo misa de comunión gene¬
ral, acercándose a recibir el Pan de los
Angeles innumerables terciarios y devo¬
tos de nuestro Padre S. Francisco.
Celebró el Oficio Mayor el Rdo. Se¬ ñor D. Gabriel Font, Custos del Con¬
vento, y cantó las glorias del santo Pa¬
triarca el mencionado orador.
El Rdo. P. Pons, como fruto inmedia¬ to de estas fiestas, impuso el santo hᬠbito a un número considerable de fieles
y admitió a la profesión a otros muchos que laudablemente hablan terminado el
año de Noviciado.
Este día, verdaderamente franciscano,
terminó con adecuada plática y bendi¬ ción con el Santísimo. La iglesia lucía sus mejores galas y estaba profusamente
iluminada.
Plácemes mil a los fervorosos tercia¬
rios de Petra, y de un modo especial a
su entusiasta ¡director, el Rdo. Sr. Don
Juan Coll, Cura Párroco, al R. Sr. Custos del Convento y a la primera Autori¬ dad civil por haber cooperado con sus desvelos y asistencia al esplendor y bri¬
llantez de las fiestas centenarias que acabamos de reseñar.
El Heraldo de Cristo
31
NECROLOGIA
Santa Catalina.— El día 12 del pasado .loviembre en el Convento de Religiosas
Franciscanas del Arrabal de Santa Catalina
durmióse plácidamente en el Señor, recibidos los Stos. Sacramentos y cargada de días y de méritos la Rda. Sor Elzearia Crespí Mulet a los 90 años de edad y 69 de profesión reli¬ giosa.
En su juventud convivió con los PP. funda¬ dores de la Congregación de los cuales supo asimilarse el espíritu de oración y tiernísimo amor a la Virgen Santísima que tanto la dis¬ tinguieron en vida.
Lluchmayor. — Día 18 del pasado Enero entregó su alma a Dios la fervorosa terciaria D.“ Joaquina Gamundí.
Cruel y dolorosa afección de corazón tron¬
chó su vida de 45
años, dejando a su esposo y a los cin¬ co hijos, que el
Señor le conce¬
diera, en triste llanto y amarga¬ dos de un profun¬ do dolor.
Fué modelo de
esposas y madres.
Cuidó con esmero
y solicitud de sus hijos a los que procuraba educar muy religiosamen¬ te, inculcando en
sus corazones la
semilla de la buena educación que siempre les diera y haciéndoles practicar los virtudes cris¬
tianas.
Era asidua en frecuentar los santos Sacra¬
mentos, excitando a todos por su devoción y recogimiento. Muy devota de nuestro seráfico Padre era émula en imitar sus virtudes y darle
a conocer.
Acompañamos a su afligido esposo, hijos y
demás familia en el triste sentimiento.
Palma.—Día 13 de Enero, confortado con
los Santos Sacramentos y la Bendición Apos¬ tólica, muí ió en la paz del Señor, D. Jaime Puigserver Salvá.
Había sido desde el principio suscriptor y
lector constante de nuestra amada Revista.
Estaba dotado de un carácter bondadosisi-
mo y afable y la sonrisa aquella, perpetua en
sus labios, atraía dulcemente a todos y hacia que le amaran cuantos le trataban.
Le conocimos, y ya entonces era nuestro
amigo, de Jefe de la Estación del Ferrocarril de Inca la que embelleció con una hermosa Gruta de Lourdes que era todo su encanto y la admiración de cuantos pasaban por aquella mportantisima Estación.
S. Cristóbal (Menorca).—A la avanzada edad de 64 años entregó su alma a Dios el antiguo y fervoroso terciario D. Miguel Go mila Coll. Era fiel cumplidor de la regla, que habia profesado, y muy asiduo en la asisten¬ cia a las reuniones y funciones religiosas que
hacen los terciaiios.
Ciertamente que Dios y nuestro seráfico Padre ya le habrán premiado.
Felanitx.—El día 10 del próximo pasado
enero falleció a los 54 años de edad después
de recibir los santos Sacramentos doña Mar¬
garita Burdils Escalas.
La finada era
natural de Fela¬
nitx, de familia
eminentem ente
cristiana.
Su m u e r t e ,
después de mo¬
lesta enferme¬
dad soportada
con ejemplar re¬
signación, fué la del justo dur¬
miéndose en la
paz del Señor
una vez termina¬
das las oraciones
de la recomen¬
dación del alma.
A.toda su familia especialmente a su hijo
nuestro hermano de hábito el Rdo. P. Fr. An¬
tonio Nicolau, enviamos el mas sentido pésa¬ me poj' tan irreparable pérdida.
Llorito.—Día II del pasado Enero falleció
en el convento de Religiosas Franciscanas de dicha villa Sor Benita Ferragut y Munar, a los 74 años de edad y 56 de profesión religiosa.
Era la finada de carácter bondadoso y jo¬ vial. Durante su vida religiosa se ocupó en la enseñanza de niñas, infiltrando en los tiernos
corazones el santo temor de Dios.
El Señor quiso probarla enviándole una
penosa enfermedad que sufrió con santa resignación. Confortada con los Santos Sacra¬ mentos murió en la paz .del Señor.
Al ig-ual que Ntro. Padre S. Francisco sen¬ tía una afición Seráfica a las plantas y flores que cultivaba con esmero y vivía entre ellas como si fueran sus propias hermanas.
Sus frecuentes visitas al claustro de San
Francisco y sus pláticas fhmiliareá con nues¬ tros Hermanos nos recuerdan a D. Jaime como el tipo de caballero cristiano, del hombre ín¬
tegro chapado a la antigua que al desaparecer dejan un vacío que dificilnaente se alcanza a
llenar.
A toda su familia, especialmente a su hijo,
nuestro amigo D. Miguel, Jefe de movimiento de la Compañía de los Ferrocarriles de Ma¬ llorca, enviamos la expresión demuestro sen¬
timiento.
Pie Jesu dona eis requiem.
32
El Heraldo de Cristo
ZBiToliog'ra^fia,
La Dama del Castillo Negro por C. N. Wi^· Iliamson tiaducción de Felipe Villaverde. ^Colección Princesa^ Eugenio Subirana, Editor, Puertaferrisa, 14. Barcelona.
Acabamos de leer esta preciosa novela de «Colección Princesa». En ella el lector amigo
de aventuras escucha de la misma boca de
mis Rutland la simpática Eva, que desde su mocedad, hasta los veinte años fué colegiala y como c ecía a una amiga suya deseaba tener alguna aventura, escucha como he dicho, las que le sucedieron con la estancia de solo algunos meses en el castillo negro.
Aquí la valerosa Eva tiene que luchar contra la perfidia, la maldad y la muerte, per¬ sonificadas en la persona de su madastra Lady Mary que quería unirla con su hijo Valentín Graeme, pero al fin la maldad y la muerte son vencidas gracias a los desvelos de Elena Murray que con el supuesto nombre
de Nichols era la sirvienta de Eva, siendo su
propia madre y a la valerosidad de sir Donald
Howard dueño del corazón de Eva, la cual
halla en él la felicidad amada.
Los IDEALES DE SaN FrANCISCO DE AsiS por el P. Hilarino de Lucerna, Capuchino. Tra~ ducido de la segunda edición alemana por el Policarpo de Iráizoz, de Ja misma Or-den. Dos volúmenes de XXl~300 y 2QQ páginas de texto. Librería Franciscana. Riera de San Miguel, 7, bis Barcelona.
El principal elogio de esta obra queda hecho con decir que la primera edició i ale¬ mana que vió la luz pública a mediados de T923. quedó agotada en menos de seis meses, viéndose el autor obligado a publicar su segunda edición, mientras iban aparecien¬ do rápidamente, las versiones, francesa, in¬ glesa, italiana, portuguesa, polaca, bohemia y la española, que hoy tenemos el honor de
anunciar a nuestros lectores.
Sin exageració a alguna, puede asegurarse que la obra del P. Hilarino de Lucerna (P. Felder) es de las mejores, tal vez la pri¬ mera que ha salido en los tiempos modernos para dar a conocer la silueta verdadera, la auténtica figura del Seráfico Patriarca.
Nadie mejor que el mismo autor para dar¬ nos a conocer el alcance y finalidad de su
estudio:
«Hemos trabajado con ahinco—dice en el prólogo de la primera edición alemana—por comprender lo ca-acterístico en la persona y en la obra del Poverello, lo específicamente
franciscano, lo peculiar en el franciscanismo
o en sus ideales... Debíamos sobre todo evi¬
tar el escollo de atribuir ideas personales.
subjetivas nuestras a San Francisco, como ha
sucedido con mucha frecuencia desde hace
cincuenta años. Todos nuestros esfuerzos han
tendido más bien a investigar cuidadosamen¬ te los testimonios contenidos en las fuentes, a
penetrar silenciosamente, con respeto y amor en los ideales de San Francisco y a colocarlos en el ambiente de su tiempo...
«No nos interesa a nosotros lo que tiene de común (San Francisco) con otros héroes y santos de la historia, y con otros fundadores y órdenes religiosas, sino aquello, por que se distingue de todos los demás y que cons¬ tituye su especialidad, es decir, su personali¬ dad, su alma, su espíritu, su ideal».
Cuan maravillosamente ha sabido el autor
desarrollar su plan, lo pregonan con elocuen¬ cia los elogios que han sido tributados en to¬ das partes a su libro y la multitud de edicio¬ nes que en tan breve espacio de tiempo han aparecido en diversas naciones.
Martirio y Pasión por Mary Floran, traduc"
ción de Luis de G. humbert. El Ideal por
Champol, versión española de L. Almerich.
^Biblioteca Moderna de Novelas Selectas*
J. Prats Anguera, Editor, Bertrán 86 S. G.
Barcelona.
Acabamos de leer esta preciosa novela que nos ha dejado el espípitu altamente confor¬ tado. En ella el autor, noble de sangre y aristócrata del espíritu, hace una sincera confesión de cuan superior es el ideal cris¬
tiano sobre todas las confesiones de los filó¬
sofos, en la persona de Gerardo de Weiman joven simpático que sacrifica su felicidad debido a su carácter noble y educación cris¬ tiana que no le permiten ver sufrir a los dedemás y realizado esto de una manera tan poética, bella y cristiana que con razón
merece esta novela el título de selecta.
—La que lleva por título Martirio y Pasión
de ambiente aristocrático combate el exage¬
rado y obsurdo orgullo, ahogándose por un aristocratismo más puro, el del espíritu, el de los nobles y elevados sentimientos.
Para conseguirlo, Mary Floran desarrolla una delicada y preciosa historia de amor tan interesante como tierna, llena de vida palpi¬ tante. Adelaida, una preciosa y encantadora muchacha, hija de la Marquesa de Sports, que a causa de grandísimas contrariedades familiares llegó a caer en una de esas c-risis del espíritu tan complejas como misteriosas, pero gracias al joven Doctor Enrique Dréveil que sanándole el cuerpo se enseñoreó
de su corazón, encontró su felicidad.
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Digaume; caminer ¿que es aquest pí? que han dexaí caure al mitx del bon ce ni?
Donau parí an el baile. Eis lienyaícs layarlo be porien que caigués
dins la veinada ierra. ,
—Es que aquest pí es del marqués de la Mamerra! —¡Al si el pí es del marqués de la Mamerra!
I maldemení que sia de Saní Pera. ¿Perque no el lleven prest? ¿Perque aquí espera el senyor que se see? Fais que el senduga un carro, que aquí estorba perque puga
passarne cap persona.
—Es que el vol per fer bigues de íafona... —¡A! ¡si es que el vol per fer bigues de tafona!
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Si al manco li tayas totes les rames 1 li cscapsás un poc les demés carnes, el perjuy que causás fora mes poc, puis sempre quedaría un poc de lloc
peí pás de carro encare. —Es que diven que es mal layarles are... —|A! ¡si diven que es mal layarles are!
Pero; primé es el püblic que ningú y are paíex íoí hom per amor d’ ü; y no es just que el pecat del Ilenyaíer, de aquí que arrib la lluna de janer,
el pag qui res no n' és. —Es que axí li convé al senyor Marqués, —¡A! si axí li convé al senyor Marqués, feí contes caminer que no he dit res.
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