El Heraldo de Cristo 1922, n. 158
El lleraído de Cristo

SP

UNIVERSAL EMBALADORA

COMBINACIÓN DE

¡

TRANSPORTES MARÍTIMOS

^

PARA TODOS LOS PUNT®S DE EUROPA Y AMERICAS

SERVrCTO A nAMrPlT.TG

J. de la Gándara < FIDEOS, 12.—PALMA. ¡
Ci'RRESPONSALES NACIONALES:

Barcelona: Parque, 1
' Valencia: Clavé, 20 Alicante: San Telmo, 3
í Málaga: San Juan de Dios,14
i
i Madrid; Libertad, 37
i 1 Melilla: O’Donnell, 12 i¡. Almeria: Aguilar Martell, 32
aa lob

Cartagena: Honda, 33

Cadiz: Isaac Peral, 2

Sevilla: Habana. 2

Huelva: Carretera Peal, 20

Mabón: Ppa. Abundancia, 55

Cindadela: T. Canet

,

Ibiza: A. Matutes

m

3iiiiiiiriiin

iiiiiiiiiiiE

Orfebrería litúrgica de pureza de estilo-Joyas modernas de platino
-Aderezos de oro y pedreríajoyas clásicas-Sortijas, tumba¬ gas, pulseras, imperdibles, pen¬ dientes, medallas,^ etc.-Servicios
completos'para mesa, tocador, escritorio-Orifice de la Catedral de Mallorca y proveedor
de la R, Casa.-Proyectos y presupuestos gratis.

imli:

COLON, 23.—PALMA i
\_ UlIMIlllU-

Elllllllliill:

i^lllliilllll

ijIlHli Taller especial

—

DE

—

REPARACIONES

MÁQUINAS DE ESCRIBIR, GRAMÓFONOS Y
PLUMAS ESTILOGRÁFICAS

EL 33 ■

Unión, 4 ¡unfo al

Gobierno Civil
\_

i

PALMA

= 111111111111—^

lilllllllll]

.ilHUf«

EL HERALDO DE CRISTO

REVISTA MENSUAL ILUSTRADA

D3dicada al fomento y propagación de la T. O. de S, Francisco
(Con las debidas licencias)

Convento de San Francisco - Palma de Mallorca

AÑO XIV

Palma

Junio de 1922

o-/®
Núm. 158

UN MILAGRO DE S. ANTONIO DE PADUA

84

EL HERALDO DE CRISTO

tanto se ha dignado de amarnos, esmerándose y hechan do hondas raices en la santa y divina cuanto dul-

ce y grata devoción del sacratísimo y amabilísimo Corazón de Jesús,
Fr. Luis.

/iníoni dç f^ádua
PREGARIA PELS INFANTS DE LA PIA UNIO
0 Sonf qui ais brassos Jesús porfau i eus oolta sempre la flor mes pura.
¡es nosfres uides ora endressau
oí ce!, ¡a patria de la ueatura
on ¡Jos estau.
0 Sant qui ais brassos Jesús portau.
Sant deis miracles i ¡a boneso, o Sant Hnfoni, seruau de! fanc
deí fanc del oici nostra infantesa i ais cors feis creixe ¡o ííiri blanc
de la puresa. Sant deis mirades i ¡a bonesaf
Feis-nos somriure IdnfanFdiuí
goig i corona de Jinnocencia. EU ses doIsures ja’ns fa sentí: Hmb Pa deis Hngeis nostra existencia
üo! mantení
Feis-nos somriure bfnfanf diuí.
Fra Jaüme Rossblló.
T. Q. R.

ÉL HERALDO DÉ CRISTO

85

La Peregrinación Franciscana a Monfesión

Todos los años, cuando llega el poético Mayo y brotan las rosas en los jardines, flore¬
cen también los místicos rosales francisca¬

nos y son sus rosas esas espléndidas pere¬ grinaciones que recorren Mallorca en busca de los devotos santuarios de la Virgen Saníisima, que coronan los montes de nuestra cordillera o esmaltan las perspectivas del lla¬

no.

/

La peregrinación de este año escogió el al¬

cázar de Maria, que se levanta en Montesión

de Porreras.

Son las cuatro y media de la madrugada del domingo dia 14; la estación del ferroca¬ rril ofrece animadísimo aspecto, gran núme¬ ro de peregrinos se encuentran ya reunidos allí, y van llegando sin cesar otros y otros,
hasta reunirse unos cuatrocientos.

Por fin, a las cuatro y cuarenta minutos, salió de agujas el tren, al tiempo que el coro de terciarios entonaba su himno regional.
Como es costumbre de todos los años, la

máquina del tren iba elegantemente adornada. Al pasar por las estaciones de tránsito, su¬
bían numerosos romeros que se unen a los de Palma, haciendo que se apretujen más y más los pasajeros del larguísimo tren.

Llegada a Poppepas
A las siete menos cuarto llegó el tren de los peregrinos a Porreras.
En la estación son recibidos por el clero parroquial presidido por el párroco Rdo. don Antonio Soler, Comunidad de PP. Filipenses presidida, por el P. Superior del Oratorio, R. P. Lorenzo Riera; por una representación del Ayuntamiento presidida por el Alcalde, don Antonio Frau; el Juez, don Antonio Bordoy y el Director de la Hermandad de Ter¬
ciarios de Porreras.

Hacia la iglesia pappoquial
Cambiados los saludos de costumbre, se organiza la comitiva para dirigirse a la igle¬
sia parroquial. Se forma por el siguiente or¬ den: Hermandad de Porreras, Congregación de Hijas de María del mismo pueblo en nú¬ mero de trecientas, la Congregación del Ora¬

torio de Porreras, las Hermandades de ter¬ ciarios de Porreras, las Hermandades de terciarios de San Juan, Algaida, Sa Pobla, Villafranca, Campos, Montuiri, Lluchmayor, Artá, Inca y Palma, (Capuchinos y Francis¬ canos); seguía después el Clero con Cruz al¬ zada, presidiendo la religiosa comitiva el Párroco Rdo. don Antonio Soler y las auto¬ ridades del pueblo.
El paso de la peregrinación por las calles del pueblo resulta uiuy animado: las notas del himno de la peregrinación se confunde con los acordes de la música. En el trayecto se han levantado varios arcos de triunfo, y las casas lucían vistosas colgaduras y ador¬ nos. La comitiva transcurre por entre dos compactas hileras de público.
La iglesia parroquial aparecía adornada e iluminada con profusión. A la entrada de los peregrinos el órgano rompe en animadas notás, q«e dan al momento extraordinaria so¬
lemnidad.
El templo, con ser vastísimo, se llena de
bote en bote.
Cuando los peregrinos se han acomodado empieza la Misa de Comunión.
La celebra el Párroco Rdo. don Antonio
Soler. Durante el Santo Sacrificio predica
los fervorines el Rdo. P. Fr. Gabriel Tous y
se cantan algunos motetes. Comulgan muchos centenares de peregri¬
nos; dan la Comunión seis señores sacerdo¬
tes, y aún así, la distribución del Pan Eucarístico dura largo rato.
Terminada la Misa hay descanso que los peregrinos aprovechan para el desayuno.
Al Sanfuario de Montesión
Parleras las campanas, convocan de nue¬ vo a los romeros en el templo parroquial pa¬ ra emprender desde allí la marcha al bello santuario de María que corona la poética al¬
tura dominadora de un riente panorama.
Precedidos por la banda de música que les acompaña hasta la salida del pueblo reco¬ rren los peregrinos las calles convertidas en magnífico jardín. Luego comienzan la aseen-

66

EL HERALDO DE CRISTO

sión al santuario; el golpe de vista no puede ser más sorprendente: la piadosa caravana trepa y serpea entre la honda hasta ganar la altura. El santuario es devoto y bello: un riente jardinillo sirve de entrada al alcázar de Maria y ante la antigua y venerada imagen de tan buena Madre, se desborda el piadoso entusiasmo en vibrantes himnos y la multi¬ tud desfila por el camarín de la Soberana Señora, besando la santa efigie.
A fin de que todos los peregrinos pudiesen oir los divinos oficios, se habilitó un altar junto á la puerta del oratorio dominando el
claustro.
Fue el celebrante el Rdo. P. Lorenzo Riera
C. O. Superior en Porreras, y actuaron de Diácono y Subdiácono respectivamente los
Reverendos señores Cura Párroco de Santa
Eugenia y el señor Ecónomo de Campos. En el Ofertorio pronunció un bello sermqn
el Rdo. P. Ramón de Olot, secretario de visi¬ ta de los PP. Capuchinos.

Fon la farde
Despues de la comida, reuniéronse de
nuevo los romeros en el Oratorio donde se
celebró la poética devoción del mes de María y terminado este el P. Provincial de los ca¬ puchinos Muy Rdo. P. Federico de Berga, pronunció un elocuente y vibrante sermón.
Al final se dieron vivas a la Virgen Santí¬ sima y a la Orden Tercera Franciscana co¬ menzando acto seguido el desfile.
A la llegada a Porreras dirigiéronse los peregrinos á la iglesia de San Felipe Neri, donde se cantó i^na Salve y el Te-Deum en acción de gracias.
Finalmente el Rdo. P. Superior de la Resi¬ dencia de los PP. Capuchinos de Palma, dió desde el púlpito las gracias a las autorida¬ des y al pueblo todo de Porreras por la en¬ tusiasta acogida dispensada á los peregrinos.
Estos en tren especial salieron de Porreras hacia Palma, á las seis y media, muy satis¬ fechos del resultado de la piadosa jornada.

Entrada al Santuario de Ntra. Sra. de Cura. (Randa-Mallorca).

EL HERALDO DE CRIStO
IN
A mon benvolgut gcrmá en nostro’n Pare St. Fransesch el novell prevere Pvt. P. Fra Bartomeu Oliver, T. O. P. en el jorn de la
seua missa nova.
Deixaume aplegar mans, les vostres mans ungides de fresell amb l^oli sant avui que veis cumplides les ànsies més nobles d'un cor adolescent;
car dins les vostres mans, com troné de l'Altissim, s'hi ès consagrat el Pà i el Vi regaladissim,
angèlic nodriment.
Cantà amb llengua de foch com mai ara voldria...
Oh! tan de bo fluís la meua. poesia
amb ena majestat com riu d'ample corrent que avansa triunfal, amb forsa impetuosa, i que com un mirall de trassa grandiosa^
reflecta el firmament!
Jo us voldria teixir fenlvosne gala ofrena, amic volgut, un ram de flors de tota mena. que us fos per sempre més com un etern recort. . però lo meu verger es sec, de flors no^n cria, i vet-aqui el present migrat, sia com sia,
que amb gran afecte us port.
Aixi com ès atret, per un imàn, el ferre,
i tot còs va cercant lo centre de la terra,
i els rius corre qui corre van sempre cap a mar. . aixi el vostre esperit envers l'altar volava, cap al Calvari sant que vostre cò anyorava
desitjanthi pujar.
El qui nasqué a Bethlém demunt les pobres palles
avui vos ha donat demunt les estovalles
dels accidents, son Cos y Sang, cèlic convit; després que us fé aquest dó, mogut per la requesía vostra, de molt de temps, res més a dar li resta
essent Deu infinit.

EL HERALDO DE CRÍSTÓ

1 aixi com un empeU Iransforma m olivera^ lo que wn ullas Ire dur i estéril ahans era, d^on ratja olí suau^ sustent, metgia i llum, aixis aquest Pa i Vi, que és menja henchida, ens fá brostá en virtuts, flors d'essenci'esquisida,
urnes dr e tern perfum.
Ja en I'antic testament de daugust sacrifici va esser, simhol sagrat to fá suhcinerici umhque el profeta Elies la /orsa recobra', també Vanyell pascal en fouuna figura i de Melvhisedech aquella ofrena pura,
i el saborós mannà.

Aquell qiíi té amb la llum folgada vestimenta. Aquell qui Vunivers just amb tres dits sustenta, i que al mirar la terra la fa estremir de por, Aquell qui va volant en l'ala gegantina dels vents, i que a son pas la serra el cap inclina,
sJiostetja en vostre cor,
i ès vostre tendre amat', vessant rairra escullida, blanch corn el llir, vemnell fruit de l^arbre de vida, més que lo cedre, noble, més que el Liban, gentil', son cap sembla d^or fi, sos rulls tanys de palmera, obra d^ivori el eos, fresch com la primavera
triat entre deu mil.

Que sia vosire escut la caritat encesa,
i US cenyesca los lloms el cingol de puresa...
Floresca vostre cor com vara d'' A aró,
Velmde salut capsauvos‘, dau liwm'de bou exemple i entre lo poblé i 'Deu defora i dins el temple
si'au Vintercessó.

Quant els pecats i crims al cel cridin venjansa
siau I lavores vos Varch-iris de bonansa...

entre odis y rencors siau I'angel de pau; i com altre Moisés, (quant Deu càstig, el poble

alsant vostres mans pures,, alsant vostre cor noble oh sacerdot, .pregan!

\\

fCA R. OrNÀftT BÀUZÀ, T. O. B.

EL HERALDO DE CRISPÓ

/
$9

SANTUARIO DE Ntra. Sra. DE CURA
Fiesta de la Titular y Bendición de los Frutos

principios del siglo XVI estable¬ cióse la fiesta principal del San¬
tuario, dedicada a la Titular. El
acto mas importante sin duda
que se celebraba en dicho dia era la
solemne bendición de los frutos según el ritual mayoricense.
La tercera Dominica despues de Pas¬ cua era la fecha al efecto designada.
El tiempo y el lugar no podían ser mas indicados. Aquel Santuario situado en la mas alta cima, del aislado monte, desde el cual se descubre casi todo el plano de Mallorca, era muy a propósito para que desde el mismo fuesen ;beridecidos los
floridos campos, en el período en que iban a dar sus frutos al paciente agricultor, que despues de^sembrada la semilla, es¬
peraba con ánsia laicosecha. En aquella época de fe, sabía muy bien el pueblo creyente que la bendición de Dios era lo
que más podia hacer fructificar sus cam¬

pos; y para que descendeira copiosa co¬
mo rocío saludable sobre ellos acudía en
gran muliitud a la fiesta de Ntra. Sra. de
uura que invocaba como intercesora en
aquel acto solemne.
Algaida, en cuyo término municipal y parroquial estaba enclavado el Santuario, tomaba mucha parte en la fiesta, aten¬ diendo a la conducción y mantenimiento del predicador y demás empleados a su paso por la villa, en la cual pernoctaban muchos peregrinos a quienes cuidaban los Jurados de proporcionar hospedajes en las posadas y de colocar las caballerías. A la
madrugada del dia de la fiesta organizᬠbase en la parroquia de Algaida una pro¬ cesión, y toda la multitud encaminábase
devotamente al Santuario en donde se ha-
bian hecho de antemano los ‘prepaiativos convenientes para la función.iParece que al efecto se había construido! un pórtico en el punto mas desahogado y dominante

VISTA PARCIAL DEL SANTUARIO DE CURA. EN PRIMER TÉRMINO APARECE LA NUEVA GRAVüE CISTERNA CÜVA BENDICIÓN SE EFECTUÓ EL 7 DEL PASADO MAYO

90

EL HERALDO DE CRISTO

de la montaña. En él se celebraba la

grandiosa ceremonia sin las molestias del sol y gozando de la extensa perspectiva de los campos sobre los cuales se pedía

que descendiese la fecunda bendición de Dios. Colocábase un altar; en el fondo a

manera de retablo colgábase un tapiz o cortina que tenia pintada la Imagen de la Virgen, y se cubría el techo con una tela a manera de palio o dosel con la pintura de la Cena. Rodeábase de lámparas el al¬ tar y así todo dispuesto, tenia lugar la gran fiesta. Una comisión del Cabildo
Catedral, cuando no la celebraba el Pre¬

lado, oficiaba en aquella característica

fiesta a la cual asistían también los Jura¬

dos del reino, cuya Universidad costeaba

la comida a 4as comisiones eclesiásticas y

civiles y sufragaba los gastos de tan cos¬

tosa peregrinación, \_

cuando

no bastaban

los fondos del Santuario Predicábase un

sermón alusivo al acto, y terminado todo,
regresaba la mayoría de ios concurrentes a Algaida, en cuya parròquia se daba fin
a la fiesta.

Asi se fué celebrando en el monte de

Randa la solemne bendición de los frutos

hasta el año 1615.

En 1914, y después de una interrup¬
ción de casi tres siglos, el malogrado Obispo Dr. Campins reanudó solemne¬ mente tan memorable costumbre, la que desde entonces ha venido practicándose
con explendor creciente y con afluencia de devotos siempre mayor. .
Efectuóla en el presente año el M. I. .señor don ^ntonio Canals, Canónigo Ar¬
cipreste de nuestra Catedral Basílica. Ocupó la sagrada cáted^^á, don Juan
Thomás, pronunciando elocuente sermón sobre la historia de aquel vetusto Santua¬

rio.

El canto, que mereció elogios, estuvo
a cargo de la Scola del Convento de Lluchmayor y fué dirigido por el Rdo P. Fr. Juan Rubí.
Por la tarde el mismo M. I. Sr. Arci¬

preste efecmó la bendición de una nueva
cisterna de 610 m.^de cabida.

El Santuario estuvo todo el dia anima¬

dísimo y la concurrencia a todos los actos
fué muy numerosa.

EL miLMGRO
PE LOS HUMILDES
ver salir del Claustro de San
Francisco a los pobres del Pan de San Antonio, El Chi¬ vo rezongó, imbécil de odio, junto al portal de la taberna de El Gato. —Ved a esa gente vendida con su pan del demonio, ajaaí... eso, eso... pan del demonio! ajaaí... Si tuviera dignidad ya habría acabado con la
limosna esa del pan, que es nuestro
por derecho... de gentes, como se sabe uno... Eh! tú del Gato, daca otra copilla... A la salud de la reden¬ ción del pan!..
—Eres terrible. Chivo, aún con esos pobrecitos a quienes pleiteas el mendrugo que tú no les das.
—Esto es lo que queremos, que
nadie necesite de limosna que envile¬
ce a uno.
—Pues mal año para muchos. - -Qué? si se hubieran organizado a su tiempo.. Bueno, que mueran en su pecado! A ideas nuevas, tiempos
nuevos. Sabemos lo «nuestro» y que¬ remos lo «nuestro»... Lee este ^Obre¬
ro'»... Subiremos los jornales hasta que nos aseguren una vejez regala¬ da... de por vitalicio, como dijo el
otro.
—Y los desgraciados?
—No habrá.
—Suprimidos de réaLorden. —De real orden o por* la realísima de la gana de los soviets que vamos a implantar, si señor, para que te ali¬
vies...
—Y los viciosos y criminales? —iQué te crees tú eso? Gente ino¬
fensiva!
—¿Y los manirrotos? —i Contra! Hay que presumir y postinear... Ahora nos topa a noso¬
tros echar una cana ql aire... —A mí se me antoja que el botijo
pronto se vacía, y que vaca que no

EL HERALDO DE CRISTO

91

corne ubre que no da, y que eso va a acabar presto...
. —iQué? yo acabar? Ríete del Ver¬ ga ese y de sus millones.
Al Chivo no se le acaba la guita! Eh! otra copilla y otro habano a la salud del «millonario» del hijo de mi madre!... Ajaa!... Carne vendida!...
*
¿Qué pasó en la guardilla del Chi¬
vo*}
Una tragedia íntima que sólo saben los Angeles de la Caridad.
La huelga fatal, forzosa, insolente, «farruca»... alentada por el lenguaje incendiario del órgano obrero... pes¬
cador de río revuelto...
Las privaciones se imponen... El hambre acecha... Los jornales enor¬ mes en vez de reserva y levadura, fueron para él pábulo de embruteci¬
miento bravucón...
Su mujer es una mártir anónima... Sus hijos, de las bragas desceñidas, le piden el pan que él no supo proveer
Va a la Casa del pueblo — Quiero pan! —¡Aguanta, por solidaridad! —Quiero mí pan para mis hijos! —TiJ tienes lo tuyo! — Quiero trabajar, por lo menos. —^No puedes, por companerisiiio. —Por esclavitud, mejor dicho... —Anda, no está el Presidente,.. —El presidente!.. y levantó los dos puños en alto, fiero, imbécil, amenazador...
*
El Chivo, minado por sus vicios e intemperancias, que le conquistaron esc mote entre sus compañeros em¬ brutecidos, enfermó... Los suyos le abandonaron, pisoteado en esa lucha de lobos por la existencia...
—«El pan es nuestro por derecho de gentes»—decía, pero él lo desper¬ dició... ¿Quién se lo va a dar?
—Arrea, tienes lo tuyo...—le dicen los «compañeros».

Su mujer vierte bálsamo cristiano
en aquel corazón que chorrea hiel... Sus hijos le traen los domingos
sendas manzanas que han ganado en el catecismo del. Seminario...—Oh
padre mío! y dicen nuestros «maes¬ tros» que algunos seminaristas se la quitan de su boca para nosotros, tan¬ to nos aman!... Eh! que estampa más bonita! que me lo como a besos a ese Jesusito!...—
El padre.... ya acaba por mirar la estampa de su monín...
Subió también el Cura a su guar¬
dilla desvencijada e infecta y ya le recibió, y a sus palabras y a su li¬ mosna, asomó una lágrima en los párpados del exincendiario... ‘
y pasó varias veces Doña María... y dejó un bono del pan de San Anto¬ nio .. Esc pan que la Caridad regala a los justos y a los injustos, a los di¬ ligentes y a los pródigos, a los des¬ graciados y a los viciosos... que sa¬ ben rehabilitarse y ennoblecerse.
¿Que pasó en el interior del Chivo? Algo así corno el derrumbamiento de un ídolo, algo así con el desgaje de fibras íntimas, algo así como.el paso de un aluvión que barre la carroña putrefacta y deja un sedimento de fe¬
cundidad...
Un sol espléndido... El Claustro de oro viejo de San Francisco, vibrando de misticismo. El
jardín jubiloso, de florescencia exu¬
berante. Palomas revoloteando desde
las esbeltas palmeras a las gráciles arcadas, desde la techumbre pinto¬ resca al brocal, de insignias episco¬ pales, de la cisterna, abierta a toda
gente.
Por las viejas galerías unos frailes trajinan las paneras de los pobres. Reconoceríais en ellos a Fray León, ia ovejueia de Dios, el de la perfecta alegría, a Fray Maseo, el de la per¬ fecta pobreza, a Fray Pacífico, a aquellos antiguos que repartían la

92

BL HERALDO DE CRISTO

sopa de los conventos, que los go¬ biernos progresistas robaron a los pobres.
Dos señoras, las de turno, modes¬ tas, sin el empaque oficial, presiden la mesa abastecida de panes apila¬ dos, y desde fuera llega el rumoreo ledo de trescientos pobres.
¿Quiénes son los donantes de ese pan bendito?
No los busquéis en las listas de pe¬ riódicos, ni en las Kenneses altruis¬ tas, ni en los bailes de caridad. Sus
nombres están escritos en el Libro
de la Vida.
No es pan de frivolidad insultante. Es, en lenguaje de San Pablo, gracia divina, que reflorece, perfume de sua¬ vidad, hostia acepta y agradable a
Dios...
Entran los pobres sin rubor, como quien se acerca a la mesa de su pa¬
dre. Ni se da con insolencia ni se re¬
cibe con humillación.
Entre la multitud se escurre el Chi¬
vo en persona.
—Tiernecito, Señora María, que no puedo mascar.
- -Tome, V. mi juana, un terrón de
azúcar...
—-Ahí gracias, que se lo pague el buen Dios de los pobres.-—Y la viejecita besa el pan.
—Tomad, cieguecito... así... Eh, tú, lazarillo, que no se te pierda.
—Gracias, mi Señora...—y el cie¬ guecito, de ojos rasgados inmensa¬ mente, besa también el pan.
—Cómo sigue tu hija, comadre
Antonia?
—Se va apagando la pobre como una vela,—y con el delantal se estru¬ ja un lagrimón escaldante en la me¬ jilla.
Oh Dios, y qué cuadro! Pobres, actores de todas las trage¬
dias domésticas, con sus caras ape¬ nadas, curtidas, deformes,... mendi¬
gos de todas las encrucijadas y de

todas las iglesias... viejas con sus mantones deshilachados y pringosos que llevan de la mano sarmeníósa a sus nietecitos desmedrados, que ya comen el pan con amargor de lloro y de ceniza... doncellas arrebujadas que ocultan el heroísmo de una po¬ breza noble.., los que viven en cuchitriies y guardillas, oprobio de quien lo consiente y lo explota..., hombres desgraciados, hombres pródigos, hombres resignados...
¿Quién obra el milagro de esa re¬ signación, el milagro de Jos humil¬
des. . ?
Estos aprenden del Cura, del frai¬ le, del Angel de la Caridad, a sabo¬ rear la bienaventuranza de los pobres de espíritu, cuyo es el reino de los cielos, y aprenden a ir a Misa, con¬ sumación de toda justicia, y aprenden que en la Eucaristía hallarán el Pan que sacia para siempre...
Ante los hombres positivistas, an¬ te los adoradores del becerro de oro,
ante el homo homini lupus esos pobrecitos no tienen valor. Su resigna¬ ción, que es una victoria sobre sí mismos, es despreciada... Sus lágri¬ mas, que son un riego de paz en los pueblos, son insultadas por la mueca carnavalesca de los que rien con ri¬
sas de cartón...
Ah! Esos en la Grecia antigua se¬ rían los hilólas; en la Roma pagana serían la abyección del servilismo, arma tajante en manos de Espartaco;
en las naciones metalizadas son el
fermento de todas las revoluciones; en los pueblos cristianos son los
hermanitos de Cristo. . las niñas de
los ojos de Dios... Ah! no queráis tocar a mis ungidos!—
*
El Chivo recogió su pan... Iba a envolverlo con un periódico que al descuido halló en casa, y cuando no¬ tó que era un malhadado «Obrero» lo rasgó súbitamente...—Ah! cana¬ lla! me lo robaría aún...—y besando

EL HERALDO DE CRISTO

95

el pan, una lágrima surcó aquel ros¬ tro estigmatizado por la imbecilidad de sus desvarios pasados...
Oh Dios! Si es pan que ne«esitan, henchidles de pan.
Si es paz que echan de menos, dadles vuestra paz!
El cruzado blanco.

sis reals, cóm és possible es surar, aixi com s‘han posat ses coses?; per aixo, benhaja els motins que donen soleción a los asuntos, perque hi
prenen-part tots es gremis, i un esplica una cosa i s‘altra en poposa un-altre; i llevó que tots els qui par¬ len, son homos que saben ahon te¬
nen sa man dreta i es peu esquerra;
no son aturats, son lletrms, son lis¬ tos i homos de pipellà.

^IN niTIN nOLT OTCinL

^ j^ECUATRE miscles quin mitin -esclamava mestre Pofanc,
assegut a sa taverna de ca’n Tem amb en Malcarat, en Lluent i
uns cuants mes que giopetjant un íassoaet de seca^ comentaven es
mitin que per primera vegada havien fet a la vista de tothom, uns cuants hostes desenfeinats—jell ha estat granat!
—Pero granat de tot—respon en Lluent—; ell se’n necessita de barra
per dir que els burguesas xupen sa sang des pobres, que els patronos s’enriqueixen amb sa suó des trabaiadors i qu‘els industrials disfruten en sitia per fám a s’obré que no se vol deixa explotà.
—Que voleu que vos diga, que a tant de metinefjà, diu en Malcarat, no li veig sa punta.
—Qué dius? respon mestre Pofanc —qué seria del mon si no fos pels mitins? ja les tendries a ses vuit ho¬
res de feina!!...
—1 sa puja de jornals, afegeig en Lluent, si no fos estat pels motins, saps que cobrariam? ido, com l’any tururany; no n‘hauricm sortit des sis realets; i un homo com jo i com tu, i
com molts, que qui mes qui manco te que mantenir sa dona i tres o cuatre Infants, sense contar es sogres, amb

jo me he passat per sa mollera, arreglar
ses coses d’allà baix...
—Qué voleu que vos diga, que jo no estic per aquets matins, perque si he de dir lo que sent, no hi veix mes que cuatre o cinc, o nou o deu pácaros que predicant lo que no creven, criticant els burguesos, no serquen ells mes que fer vida de burgués i aixo d‘esgargameliarse cridant viva sa llibertat i sa fraternidad, no es mes que una farsa.
—Recuatre miscles de Malcarat, tú que mos sortiràs un esquirol?
—Dexau estar, de esquirols; tro-
bau yoltros ben fet, que un homo que
es tot un homo, s‘ha de sucia tant si vol com si no vol i que no tenga re¬ ga nyols per fé feina ahon vuíga, ni amb qui vulga, ni es temps que vul¬ ga? aixo es llibertat i germendat? au,
au, sabeu que és aixo? posar fam,

94

EL HERALDO DE CRISTO

pesie i guerra, i per molí que mati-
netjeu, no fereu res, perque íot son
maniobres d‘uns cuants vius que per
forrarse, se fan es roílo de sa coua, i
mos rifen a íoís.
—Té rahó en Malcarat, respongué mestre Ventura, que asseguí a un al¬ tre taula, havia seguit tota sa conver¬ sa i posantse dret, diu: s’altre diassa, me’n contaren un de mitin molí especial.
—Recuaíre miscles de malcarat, íú que mos sortiràs un esquirol?
—Qué va esser? preguntaren íoís
a la una, coníaumos que va esser, mestre Ventura.
—Un dia demaíi, San Pere, s’aixe¬ cà de bona lluna, goiíaní pes finestró de sa porteria, va veure que ses co¬ ses d‘aquest mon anaven tan redamalamení que puja en es trono del Bonjesús i li diu: Senyor no sé que esta passant pel mon, es necesari posarhi remei perque aixo de rics i po¬ bres de cada dia piíjora.
El Bonjesús li contesta que vés d’arreglarhó i que poria contar i dis¬ pondré de tots els del cel que necessi¬ tés. San Pere amb tants bons oferi¬ ments, surí, crida un Angel írompeté i li féu fer un pregó convidant a tota

k cort celestial per assistí a un mitin per donar solució en es problema so¬
cial de! mon.
—Recuaíre miscles, mai com aques¬
ta. San Pere cap de bandolina per
fer un mitin? i el feren?
—Si el feren? Totd’una que s’An-
gel hagué fet es pregó comensaren a comparèixer, aposíols, màrtirs, confessós, patriarques, profetes, i com aqui baix mai falta el bello sexo com solen dir, també se presentaren santes de tota classe, verges, viudes,
i veies i joves, íot per veure que se¬
ria aquell mitin.
—Degueren sercar una sala ben gran,—diu en Lluent—per tanta de
familia.
—Allá tot es gran,—continua en Malcarat—; Saní Pere; s’asseu a sa presidencia, en Saní Mateu come ho¬ mo entés en aqueís negocis, Sant Pau come lletruí, ploma en má^ Saní Miquel amb ses balanses netes, i
nombrades comisions de íoís es gre¬
mis, Saní jusep, pels fusíés, Sant Aloi pels ferrés, Sant Crespi pels sabatés; Sant Pere pren sa paraula...
—A recuaíre miscles! aixo es bó,
pero bó de tot—esclama mestre Pofanc—digau, mestre Ventura, digau.
—Ido Saní Pere, comensa s’arenga
diguení: jo me he passat per sa mo¬ llera, arreglar ses coses d’allé baix, que no poren anar ni amb rodes, íot son queixes i no en puja cap que no
se llementi fort ferm des mal estar, es
pobres, no poren menjar, i.... —jo proveria, diu Sant Pau, fer
pels pobres, lo que se feu pel poble disrael, que los plogués maná.
—Ca, ca, contesta. Saní Crespí, res agonyarém, perque s’aixicaràn uns cuanís acaparadós i ja som a ses
mateixes.
—Recuaíre miscles, que ben tirada, diu mestre Pofanc, bon defensor, te¬
nen es sabatés...
En Malcarat continua.contant:
—Sant Pau pren sa paraula i diu,

EL HERALDO DE CRISTO

95

per evitar sa plaga funesta deis aca¬ paradors, lo millor sería, ferhó, com en sos Israelites, que havien de arre¬ plegar es maná cada dia, perque un die per s’altre sa perdía.
—Res aclaririen—contesta Sant
Aloi, del gremi des mefalurgics i fe¬ rrés—qué no conexeu aquella gent? en dos per tres ja vos haurán inven¬
tat maquines per posarlo en conserva.
—Recorante carretades de... mos¬
ques vironeres—esclama entusstós-
mat tirant sa gorra al’aire com si se
trobás a dins es mitin, en Lluent,— si que hi cava fondo aquest; es vé que sa maquinari, tot ho rebenta.
—En Malcarat, reprèn; que Sant Francesc aixecantse digué: lo que falta allá baix és caridat; ja tenen bons predicados que no fan mes que repetir sa caridat es s'unic remei, pe¬ ro, tothom fa es sort, no los escolten.
—Sant Mateu, aqui pren sa parau¬ la: es vé que lo que falta es caridat i ja que no la volen jo los ho faria cumplir per forsa, posantlos una contribució; no son molts els qui demanen, grଠcies, favors, miracles, curacions? ido cada un que pag una contribució.
—Contribució esclamen mestre Po-
fanc i els demés—fuera, aquest no es des nostros; encare mes contribu¬
cions?
En Malcarat los fá callar i conti¬

I

I n-l.

nua: Apenas Sant Mateu acabava de proposar sa contribució, cuant entra un frare francisca, jovenet, guapo, duguent un enfilai de memorials, solicituts, comandes, supliques i peti¬ cions, aquest era Sant Antoni de Pa¬ dua, li diven de lo que se tracta i ell íotd‘una esclama: ¡o, qué bé m'anirá pels meus pobrets! si, posau sa con¬ tribució i que sia tot benefici pels po¬
brets. Una veu de conforme va sor¬
tir de sa boca dé tots els assistents i
Sant Pere, content com un Pasco, resumí tot lo tractat, diguent: tots els qui a demunt la terra, vulguen algu¬ na gracia, poren ecudí a Sant Antoni de Padua i per conseguir-la, han de satisfer una contribució que queda a gust des consumidó, grossa o petita, a benefici dels pobres, i se li donará es nom, de 1limosna des pa des po~
bres.
—A recuatre miscles! aixo va esser
un mitin! está ben redretet, tot a be¬ nefici de sa pobrea—diu mestre Po-
fanc.
—Aixo, esclama, en Malcarat, es
sa vertadera, llibertat i germandat. Qué trobau lectors i lectores de
«El Heraldo de Cristo» vos agrada sa mostra? ido preniu Hum i aprofi-
tau-vos.

Es VEY DE SON AlEGRE.

II I

I

CRÓNICA FRANCISCANA

Misa Nueva
El 25 del último- mayo, festividad de la Ascensión del Señor, celebró en nuestro convento de S. Francisco de
Palma su Primera Misa el Rdo. P. Fr. Bartolomé Oliver Oliver.
El altar mayor aparecía artística¬ mente adornado con profusión de flo*resjíplantas y luces.

Ayudaron en la sagrada ceremonia al misacantano, como presbíteros
asistentes los Rdós. PP. Fr. Bartolo¬
mé Salvá, Provincial y Fr. Miguel Vidal, Superior del Convento de Pal¬
ma.
Como diácono y subdiácono de la
Misa actuaron los RR. PP. Fr. Pe¬
dro J. Cerdá, (}el Convento de Inca,

96

EL HERALDO DE CRISTO

y Fr. Pablo Puigserver, Maestro de
Novicios del Convento de Arta.
Ocupó la sagrada Cátedra el Rdo.
P. Fr. Gabriel Tous.
Durante la ceremonia que se vió concurridísima de fieles, la Schola
cantó la Misa Seráfica a tres voces
solas del Rdo. P. Fr. Mateo Aniorós
T. O. R.
Terminada la Misa, a la que asis¬ tieron toda la comunidad y familia del nuevo sacerdote, se cantó solem¬ ne Tedeum, durante el cual se efectuó el besamanos que duró larguísimo
rato.
De todo corazón nos asociamos a
la inmensa dicha del novel sacerdote, a quien deseamos toda suerte de carismas en el desempeño de su sagra¬
do ministerio
Ordenes Sagrados
Por la mañana del 21 del pasado mayo el Rdmo. P. Fr. Mateo Colom, agustino, Obispo titular de Andrapa, confirió órdenes sagrados, en nues¬ tra iglesia de San Francisco.
La ceremonia se efectuó con toda
solemnidad, apareciendo el templo
hermosamente adornado e iluminado.
El concurso de fieles fue numero¬
sísimo.
Asistieron a Su Señoría Reveren¬
dísima; como Presbítero asistente, el M. I. Sr. D. Antonio Canals, canóni¬ go Arcipreste; como diáconos de ho¬ nor, nuestro M. Rdo. P. Provincial Fr. Bartolomé Salvá, y el M. Rdo. P. Juan Llabrés, Provincial de los Clérigos Regulares Teatinos; y como
diáconos de la Misa el Rdo. P. Ber¬
nardo Martorell, Prepósito déla Con¬ gregación del Oratorio, y el Rdo. P. Juan Ordinas, Teatino. Como maestro de Ceremonias, actuó el de la Cate¬ dral, Rdo. don Luis Palmer; y como ministros de altar nuestros religiosos P. Fr. Miguel Ouetglas, Fr. Miguel Llompart, Fr. Antonio Frontera y Fr.
Cristóbal Esteva.
La Schola Cantorum de San Fran¬

cisco tuvo a su cargo la parte musi¬
cal.
He aquí los nombres de los orde¬
nandos:
Presbiterado.— Rdo. P. Gaspar Munar Oliver, de los Sagrados Co¬ razones; Rdo. P. Juan Mulet y Mulet, del Oratorio; y Rdo. P. Fr. Bartolo¬ mé Oliver y Oliver, Terciario Regu¬
lar.
Subdiaconado.—Rdo. D. Bernar¬
do Trobat Ferretjans; Rdo. H. Juan Fullana Taberner, C. R.; Rdo. Fr. Miguel Munar y Munar, T. O. R.; Rdo. Fr. Antonio Rigo Mestre, T. R.í Rdo. Fr. Sebastián Rubí Garau,
T. O. R.
Ostiariado y Lectorado.—Rdo. D. Bartolomé Quetglas Gayá; Rdo. H. Nicolás Femenia Oller, C. R.; Rdo. H. Antonio Tauler Antich, C. R.; Rdo. H. Julián Adrover Llaneras, C. R.;
Rdo. H. Bartolomé Bennasar Juan, C. R.; Rdo. H. Antonio Coll Cañellas, C. R.; Rdo. H. Antonio Barceló Puig C. R.
Séales enhorabuena.

NECROLOGin

flptá

'

A los 80 años y después de larga dolencia falleció en Aríá la fervorosa terciaria D.® Ro¬
sa Alzina Esteva, el dia 29 de marzo.
Fue cariñosa esposa, modelo de madres y cristiana práctica.
Recibió fervorosamente todos los santos
Sacramentos con que los fieles se despiden de esta vida temporal para vivir por los mé¬ ritos de Jesucristo la eterna y verdadera vida.

El dia 2 de abril dejó también de existir en la expresada villa la hermana D.^ juana Ana
FlaqueP cuando solo frisaba en los^40 años.
Dios las tenga en su seno.

Tip. Llinás. S, Francisco 23.-Inca

-DEL-
Excmo. Señor Marqués de VIvot Se venden Calle de la Campana, 5. -PALMA (Mallorca).

sombrerería

Bema-rd-o

'M 'Ja Confección de sombreros de toda clase. Suma gC

|| ^ elegancia y economía sin igual - Casa especial

^ para sombreros de sacerdotes

gç

^ Sanio Domingo, 21.—Palma 8

..fe'JK^Íi

•§ PANADERIA §

i■

' BH

i

I ANTONIO JULIA MESPÜA

§^
^

Especialidad en ensaimadas para
turistas y toda clase de encargos en
el ramo.

^ Í P

I

VELLORI, 20 -- PALMA

i

IVURVO ALMAOEilV
%
Beato R^món Lull

Vulgo C^AN VENTURA

|

^

i>e .M. riVMríS FIOL,

gg

I

VENDO Barato

|

^ ^

telas

para

luto,’ especial

de

la

CASAÍC l€

M

—

f€

>5 JAIME II, 22 Y 2^- CESTOS DEL 19 AL 25 g

^

I^alnia cl<e Mallorca

^

n»<^qipqip 'T· OTO ^ wq2r®IP^?I9«^ ^ c^02potp«w ^OTpqipS'5^

Merceria “LA PATRIA”

DE

—\_

*1 FRANCISCA PINA

Bolsería, Número8
IPalma. d.e ls/dIa-11 orea.

ol írport Qò
unhide ioà medioí)

hoy recomendado para la reconstitución física; el aire, el sol y la actividad cons¬ tituyen un buen tónico, pero cuando el enervamiento, la inapetencia, los des¬ arreglos del organismo y la neurastenia no ceden, hay que ayudar a la naturaleza con un tónico que le haga recobrar las fuerzas y la plenitud de la vida. Entre los varios conocidos, el que se considera más eficaz y de éxito inmediato son los
» HIPOFOSFITOS «
SALUD

único aprobado por la Real Academia

i

de Medicina en sus 52 años de exis-

|

tencia

Todo frasco legífimo osfenta con tinta roja las palabras Hípofosfítos Salud, en su etiqueta, exterior, pues es de advertir que con frecuen¬
cia se ofrecen imitaciones.

aMaBirfJwBiMwiB&irJSigasai