El Heraldo de Cristo 1921, n. 146
Ç.1 nei·a'd®
de

SANTA MARÍA LA MAYOR
Titular de la Parroquia de Inca

82

El Herai.do de Cristo

LA OBEA BE UN HÉEOE

cx(gL^3o)>o

.

ucHo tiempo vivirá en el

¿Por qué asistieron a su agonia, las

pueblo mallorquín el gra¬ to recuerdo dç las solemni¬ dades que tuvieron lugar en Inca, con motivo del
tercer centenario de la muerte del Pa¬
dre Serra, ejemplar franciscano, emi¬

personas más distinguidas de la ciudad, y velaron su cadaver los caballeros y le acompañaron en larga procesión los no¬ bles, las autoridades y el pueblo todo? ¿Por qué le lloraron aquel día los po¬ bres y los ricos, los religiosos, y los se¬

nente sabio y celoso aposto!.

glares, los hombres de letras y la mul¬

Su estátua levantada en la plaza de titud sencilla, los artesanos y las gentes

S. Francisco y junto al convento en donde el aprendió los primeros conoci¬ mientos y dió sus primeras lecciones, será un testimonio perenne de la vene¬ ración en que le tiene su pueblo, y un es¬

distinguidas, el Virrey y el Obispo con
la isla entera?
Es que ni la actividad del P. Serra, ni sus talentos, ni los dones con que le honró el cielo, estuvieron jamás ocio¬

pejo en el cual deberán mirarse siempre sos, como los de tantos perezosos de su

sus compatricios, y un libro abierto an¬ te los ojos de la infancia y de la juven tud en cuyas páginas aprenderán las

tiempo y del nuestro; ni se emplearon en obras fútiles, vanas y baladíescomo se
emplean en elMía tantos talentos, recurso 3

virtudes que necesitan para ser grandes cristianos y grandes patriotas.
Sus hechos y sus méritos son ya co¬ conocidos de todos, después de los va¬

y actividades; ni sirvieron al medro per¬ sonal ni a provechos egoistas, como sir¬
ven los de tantos hombres que procuran encubrir sus miras con las mas bellas

rios trabajos publicados; y sobre todo se excusas y espaciosos pretextos. hallan concienzudamente recopilados en

la preciosa Biografía que acaba de pu¬
blicarse con motivo de las fiestas cen¬
tenarias; pero queremos llamar la aten¬
ción de los lectores de El Heraldo de

El P. Serra era un santo.
Y su poderosa inteligencia cuyos vi¬
vos destellos se habían manifestado en
la escuela y en las lecciones individua

Cristo sobre la gran trascendencia de les y en el libro y en el púlpito, se ha¬ su acción bienhechora y de sus em¬ llaba iluminada con luz celestial y esta¬

presas gigantescas para el bien de nues¬ tra muy querida Mallorca
* **

ba puesta por completo al servicio de la
santidad.
Y su gran corazón en el que germi¬
naba naturalmente todo sentimiento no

El P. Serra nació en Inca el 22 de ble y generoso se hallaba informado y

Septiembre de 1536 y murió en el con¬ movido por la santidad.

vento de S. Francisco, en Palma, el 16

Y la santidad era el gran resorte con

de Septiembre de 1620.—Había vivido que el P. Serra movía los pueblos y una vida de casi 84 años, llena de días atraía las multitudes y cambiaba los co¬

y de trabajos, de actividad y de frutos; y se rendía a la muerte tranquilo y con¬ tento, como el obrero que terminada su
tarea deja en paz sus herramientas y se '

razones y sometía las voluntades; por¬ que nada hay tan poderoso como un gran talento y un gran corazón unidos a la santidad de la vida y de las obras.

dispone a recoger su merced.

El Heraldo de Cristo

83

Autoridades que honraron nuestra Peregrinación

;

f

Excmo Sp. D. Francisco SanMartín Patiño.

limo. Sr. Dr. D. Rigoberto Oo>
menech.

Capitán General

*5»

de las Islas Baleares.

pQi. AMER

Obispó de Mallorca.
Pot. AMER

Excmo. Sr. 0. Pedro Llobera Garáu.
Presidente
de la Excma. Diputación Provincial de Baleares.

84

El Heraldo de Cristo

Amaba a todos y por esto movía a bles efectos religiosos, sino también co¬

ÍGuOS.

mo fuente de grandes bienes en el orden

Corrigió eou santa libertad los defec¬ tos de su tiempo, fustigó la corrupción de las costumbres, reprimió las luchas y

político yen el orden social.
Fr. P. J. C.

disenciones fraticidas, promovió en Jas

familias el recto cumplimiento del deber,
recordó a las Autorirades las severas exi¬

gencias de su cargo, encareció a los sub¬
ditos la uecesidad de la sumisión, habló

61 molt Rnt.

a los poderosos de sus vicios para que los desterrasen y de sus obligaciones para
que las cumpliesen, estrechó la mano del trabajador para saludarle como a herma¬ no, y se compadeció del pobre y del enfermo para aliviarlop.
Monumento de fu caridad llevada

p. fv^ Raf^l Scrra
Observant de Mallorca
(1536- 1620) (1)

hasta el último límite es el asilo para
jóvenes extraviadas, desecho de la socie¬ dad que las corrompe primero para abandonarlas después; y a las cuales el P. Serra supo recojer, enseñándolas el camino de BU reparación y de su santifi¬
cación.
Por esto la acción del P. Serra fue tan
eficaz y tan general: porque nacida de
la caridad no se rendia a dificultades ni

'r rK^^y|oLEMNES son estades Ies fes *
tes centenaries que la ciu-
d’lnca celebró ab patriótic i armónic ho.nenat-
Y * ge al Egregi i Molt Reve{ rent P. Fra Rafel Serra,
Observant de Mallorca, que omplí bravament de fama i de virtut fecun¬
da el sigle XVI.

obstáculos, y regida por el talento y la
prudencia singulares con que le dotó el
cielo, fué siempre tan acertada en los
procedimientos como elevada y noble
en el fiu.
Por esto al morir le lloraron t^dos,
porque todos habían perdido un com eje ro y un padre, una inteligecia que les iluminaba y un corazón que les amaba; por esto las Autoridades de Mallorca al pedir que se solicitase su beatificación, junto a las virtudes del P. Serra, a su don de milagros, de consejoy de profecia, y a sus obras de caridad colocaban como razón particular que debia moverlas a ellas el hien que había hecho al reino de
Mallorca.
Por esto la figura del P. Serra se destacará siempre entre la de los mallor¬
quines eminentes, y su retrato figurará
con razón en la galeria de varones ilustres de Mallorca, y su apostolado se recordará no solo como obra de saluda¬

Va néixer a la vila d'Inca dia 22 de setembre de 1536 i el feren cristiá el
dia 24 deis mateixos. La fe de baptisme diu axi a un qua¬
dern antic de la Curia Esglesiástica de Mallorca: «Diumenge a xxiiij de dit (sebtembre de mdxxxvi) bateig de Rafel Serra a nom rafel, compares
miquel moller xristofol pons, coma¬
res la muller de guillem planes y la
filla de thoni matheu.»
Entre els principals habitadors de Pinsigne Vila d'Inca foren los seus
pares i parents, molts dels quals son
estats consellers de mà major, i fa¬ miliars del Sant Ofici de l'Inquisició.
Aprengué llatinidat i prest en sortí
mestre i estant en el sitgle encara ana¬ va an el Convent de St. Francesc d’In-
(l) Veyau la Biografia documentada El Re
verentP. Fra. Rafel Serra que s’ej escrita ab mo tiu d« aquestes fesles.

El Heraldo de Cristo

«5

\\7. P. Fr. Rafael Serra, O. M.
(Reproducción del cuadro que a raiz de su fallecimiento' se colocó sobre el sepulcro que guarda sus cenizas)

ca, i n’ensenyava ab gran profit i per

devoció.

>

Ab gran esperit de pobresa entrá an el convent de Jesús de fora porta de

Ciutat, a 9 de maig de i558.

Després del noviciat va anara Oli¬
va de la Provincia de Valencia, a Nos¬

tra Sra. del Pi, escola de santedat i de

ciencies, i al cap de cinc anys, armat de rOrde Sagrada comensa a escam¬

par a Valencia, com un St. Vicens Fe¬

rrer, l’Evangeli del Senyor.

Devers els anys de 1669 entraria el^
P. Serra de bell* nou a Mallorca cri¬
dat p’els Superiors. Totd’una ja l’axecaren damunt les
càtedres. I el primer lector públic de

la Provincia de Mallorca, va brillar
com una gran llanterna qui fa molta
de claror i molta de calentor.
E's cronistes se fan llengües de la gran empenta que donà an els estu¬ dis «Acudien de totes parts de Pilla
innumerables deixebles i no sols de
doctrina los nodria sino que d’exem¬
ples i boi>es costums los exornava, de tal manera que donà a llum mes¬ tres doctissims i encara religiosissims. De on la nostra Provincià, floridissi¬ ma eñ disciplines filosòfiques i teo¬ lògiques, confessa humilment que aqueix eruditissim Mestre n’ès el Prín¬ cep i l’autor^»
Ben prest varen haver de ampliar
les aules de St. Francesc i el Gran i

86

El. Heraldo de Cristo

General Consell «les ajuden' ab almoynes atès el gran fruit que fan axí en confessar com en legir cotidianament ars i theologia».
Penetrat de l’esperit de conciliació i piadós de St. Bonaventura i sensa prejudicis d’escola, explica (iSyo) els Comentaris d’aqueix Sant sobre els lli¬
bres àe,\\ mestre de les Sentencies. I tan
creix la fama, que si dos cavallers li volen regalar una llibreria, encisats de4 seu sebre i ab gran esperances p’el porvenir, el G. i G. G. «proposa que en ajuda dels estudis i llibres se do-
nassen al Convent dé St. Fr. per temps
de 4 anys 26 lliurés perque el P. Serra
i a altre lector no les faltassen llibres
per aprofitar». Devers els 1694 explicant Sagrada
Escriptura escrigué una Exposició am¬ ple del llibre del Génesis^ obradeTnolta de empenta i de vasta erudició, digne del bon gust que reinava a Es¬ panya en aquell sigle d‘or de la Exégesis católica.
Quant tornà el P. Serra dels estudis de Valencia feya poc temps que Pantiquissi.m i reyal Convent dels claus¬ trals de Ciutat s‘era passat a PObser*
vancia
Ben prest el nombren Ministre Pro¬ vincial (lóyS) i ell perfecciona a bon hora la Reforma que s'anava impo¬ sant suaument però forta. Procu-
ra orde del Ministre General i renun¬
cià en mans del Bisbe Vich i Manri¬
que (iSyg) tots els censáis de confra¬
ries i obra pia deixada an els seus
convents.
Aquesta renuncia marca un fet cul¬
minant en la vida del monestir. L‘al-
moyna será el pa cada dia demanat. I d'aquí aquella actividat en tots els ordes, aquell dependir del germà proisme, aquell donarse tots a tots, aquell tornar Palmoyna centuplicada en doc¬ trina i pacificació d’esperits.
A la tercera volta que és nombrat Provincial, renuncia ab grans plors i

l’Asamblea conmoguda no li admet
la renuncia. 1 coronat de augusta ve¬ llesa, reb l’honor màxim de Comissari
visitador de tots els convents de Ma¬
llorca, deixant uns Estatuts per la Reli¬ gió, bella herencia de tot el seu go¬ vern prudent, fructuós i magnànim.
Llavò floreixen els claustres d'inte
gndat i sabiduria, i els monastirsde monges clarises escampen la olor de nard virginal i els terciaris son nombrosos i bons i qui per fra qui per germà tot lo mon es franciscà.
Predicà incansablement, tots els diu¬
menges i festes, 5i quaresmes, de les quals 18 hem comprovades qu'n predicà a la Seu, ab aplaudiment del Sr. Bisbe. No hi havia festa que no‘l
cercàs ditxosament. Predicava tan al¬
tament i/ tan abundant de doctrina
que els més doctes acudien ab la multitut del poble a oir lo. Hem sentit St. Pau,—hem sentit un St. Geroni,
—deyen. Fruit perdurable de la seva predi-
dícació, çel i caritat per la salvació de
les ànimes fonc l'establiment de la
Casa Piscina de la Pietat^ a on les do¬ nes pecadores arrepentides- hi poren entrar sense cap medi humà. El Re¬ verent P. Serra procurà ab llimosnes
dotaria ’ i santificaria ab Constitucions
de prudencia.
La força intima del P. Serra era la seua fe informada de caritat, la vida del just. Fonc un varó apostòlic ab to¬ ta la extensió de la paraula. Prudentissim en totes coses, de gran sinceri¬ tat i maduresa de seny, ple de consell i dels dons de PEsperit Sant, estudiós cada día deles Sagrades Lletres, i fer¬
vorós en la Missa, que no cansava
mai a ningú per llarga que la digués. Si n’hagués dites 5 cada dia no hauria atés an els devots que la hi come-
naven.
Oracle pels bisbes i p’els jurats, sen¬ sa cercar-ho, el feren els Inquisidors,

El Heraldo de Cristo

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7 AHaAlV? WiRMOfie SERRA SVA NOM T6TVM
f>ATRtATERI?ACi?tT;¿
;fiEPaiyMmkV:PF-RAPHLLS £RR A- N«;LI£,
N3 i^-Ágyv^gaa moN HQqv'oiQ3^3c3;v03io
Sepulcro donde descansa el V. P. Serra
(Dibujo de don R. Isasi.)

88

El Heraldo de Cristo

Calificador i Consultor del Sant Ofici,
i el seu vot, cercat sempre, era decisiu. An el seu llatí elegant encomenaven
la redacció dels decrets.
Notables eren les conversions que
feya entre els judeus i mahometans. A ell enviaren perque les adoctrinés, els morescs, que, expulsats de Espa nya, afluien a Mallorca per la gran avi¬
nentesa de la mar i la clemencia del
nostro port.
Era tan sabi i discret que era adagi popular: El Fare Serra no s’erra, i molts tenien per cert que tenia revela¬
cions de coses ocultes i tenia do de
profecia. Era tengut en opinió de sant i p’el
carrer li tallaven la roba per relliquia. Quant tenia uns 84 anys, predicà el
dérrer sermó, a Sta. Clara, fent el panegiric de aquesta santa. Com en presentiment de la seua mort, sedespedia ab aquestes paraules: «Adeu oh Clara, adeu oh Clara, i ajuda ab tes pregaris la extrema senectut del teu
devot...».
A 9 de setembre li pegà una febreta — l’angel del Senyor, nunci de la
mort —com deia ell.
A la seua mort, 16 de setembre de 1620, se commogueren tots els esta¬ ments. Parròquies i monestirs toquen a mort. El Capítol de Canonges fa tocar nou vegades com si fos una dignidat capitular.
L’Ilm. Sr. Bisbe vol'predicar a les exequies i diu que «gustará qualsevol
cosa se fassa en honra del dit Pare
Serra».
Les exequies són reyals i magnífi¬ ques L'absolució general i la proces¬ só enorme, la devoció del poble gros sa. Els frares qui aporten el cadàver no poren donar passa que le gent el
vol besar i li tallen bocins de roba per
relliquia santa.

El Reyne de Mallorca li fa funerals (28 set.) per son compte, p'ens de llu¬ minàries i ampaliades negres artib les armes de TUnivcrsidat, i oració fú¬
nebre.
Els ferrers i sastres i altres oficis
(29 set.) í l’ofici de peraires (30 set.)
també n’hi’n celebren suntuosos de
lluminàries i els peraires empaliaren tota la Església ab frisetes i draps ne gres, i hagué sermó tots els dies.
El Reyne li dedicà una làpida es¬ pléndida damunt el sepulcre.
I el do! va esser immens.
Després de la mort començà a' bri¬ llar de miracles, i en breu temps els ex-vots i presentalles no caberen pen¬ jats en la paret del seu sepulcre.
I «puis la fama ha corregut per tots los Reynes i Señoríos axí de Espanya
com de altres parts.. » comensaren
un procés de beatificació (1625) i el G. i G. Consell Tamparé i promet pa¬ gar tots els gastos, «en consideració de tants anys de predicació del dit Venerable Pare, de lectura de Theo¬ logia, tants bons consells com donà a tots y lo Syndicat se li comaté pera la cort de Sa Magestat de que donà tan gran satisfacció ab comú aplauso.. »
El procés se feu i se envià a Roma.
A 1825 se tornà remoure la Causa Pia del V. Pare Fr. Rafel Serra.
Pero are reina el silenci altre ve¬
gada.
Vulla Deu que altre vegada brilli de miracles i de gràcies i que seguesqui infonguent el vertader esperit de S, Francesc, de pobresa, de penitencia
i de caritat.
A. Caimari, Pre. i Terciari

El Heraldo de Cristo

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CANÇÓ OE LA:0IADA FRANCISCANA
A SANTA MARÍA LA MAJOR
DE LA CIUTAD O’INCA

"!
CÀNTIC AL V. P. SERRA
PER L’INAUGURACIÓ DEL MONUMENT

Reina i Mare vertadera
Santa María Major, que sou per qui en vos espera font de gracias i candor,
donau a l'Orde Tercera
raigua de la vostra amor.

Chor
Fervent apòstol d’aquesta terra del verger d’Inca vistosa flor^ a Vos s’endreça. Fra Rafel Serra, lo cant que brolla del nostre cor.

De lluny venim, cantant bella lloança, per besar vostra fimbria virginal,
veure vostra rossor i retirança
que té envejat tot l’or primaveral. Donau a vostros fills franca privança
baix del trono real.
II
Del gran Serra venim a fer memòria que ès inmortal pel vostro nodriment. El seu apostolat honra l'història de son poble nadia i son convent. La ciutat d’Inca, com recort de glòria,
li axeca un monument.
III
Feis, Maria, reviure al terciari l’esperit del seràfic Fundador, i l’Orde, celebrant son centenari amb perfum de virtuts de bona olor, predicarà altament al mon sectari
la Fè, la pau, l'amor!
Miqusl Duran, Terciari

Estrofes
Seguidor noble del Sant d’Umbria visquereu vida tota d’amor; per vostra boca se difonia del cor seràfic la viva ardor. Tribut Mallorca ret, commoguda, als vostres mèrits i apostolat. Que sia encara l’Illa volguda torre i defensa de la piedat.
II
O ciutat mare, ciutat florida, d’homes il·lustres feconda llar: de nova gràcia t’has embellida fent-te més digne delfill preciar. A sa memòria tú has alçada s’imatge austera per monumerit, i ara ell, mostrant-te la llei sagrada sobre tu vetla perennalment.
Fra Jaume Rosselló, T. O. R.

/

go

El Heraldo de Cristo

En el mi centenario de la Orden Tercera

Pere$rlnoclún Franciscano a inca
y fiettos centenorlGS del P. Fr. Pofael Serra
MONUMENTO A UN FKANCISCA-
^'0 ILUSTRE. - PREPA¬ RATIVOS.-TRÍDUO SOLEM¬ NÍSIMO. — INCA EXTRAORDINA¬
RIAMENTE ENGALANADA ESPERA CON ENTUSIASMO A LOS PEREGRINOS.-— ACUDEN DOCE MIL PERSONAS DE TODAS LAS CLASES SOCIALES.—ASISTEN LAS AUTORIDADES
PROVINCIALES Y . REPRESENTACIONES DE MÁS DE TREINTA PUEBLOS DE MALLORCA. —UN INMENSO GENTÍO ASISTE AL OFICIO
MAYOR Y ESCUCHA EL SERMÓN DEL SEÑOR OBISPO.— PROCESIÓN IMPORTANTÍSIMA.—SANTA MARÍA LA
MAYOR RECORRE TRIUNFALMENTE LAS CA¬
LLES DE INCA ACOMPAÑADA DE MILLA¬
RES DE PERSONAS.—ENTRE LAS ACLAMACIONES DE LA MULTI¬ TUD SE DESCUBRE LA ES¬ TATUA DEL P. SERRA. —DISCURSOS Y DESPEDIDA.
LOS ACTOS DEL DÍA SIGUIENTE.

Entre las importantes peregrinado*' nes que anualmente celebran las Her¬
mandades Terciarias de Mallorca forrna-
rá época por muchas razones la peregri¬ nación del presente año, celebrada el 22 de Mayo pasado.
Tenía por objeto conmemorar el sep¬
timo centenario de la fundación de la
Tercera Orden, y tomar parte en las honras que Inca ha tributado al ilustre franciscano inquense P. Rafael Serra, y estrechar a los pies de Santa María la Mayor los lazos de santa fraternidad en¬ tre todos ios terciarios mallorquines; y
estas circunstancias unidas a una orga-.
nizadón completa y perfecta, al esplen¬ dor y solemnidad de las funciones cele¬

bradas, al gran número de personas que se congregaron en Inca, a la presencia de las autoridades provinciales, al orna¬ to e iluminaciones’de la ciudad, al con¬ curso prestado por todos los elementos de que Inca dispone, y a las atenciones obsequiosísimas dispensadas por los inquenses a los extraños, han dejado en el ánimo de todos una impresión gratí¬ sima y la sensación de que difícilmen¬ te verán nuestros pueblos y nuestros
terciarios otras fiestas tan interesantes
por su fin y por su realización.
flníecedentes.-eomisiones Organizadoras
Aunque el tercer centenario de la muerte del P. Rafael Serra se cumplió

I

El Heraldo de Cristo

91

el 16 del pasado Septiembre de 1920, se'coDsideró mejor preparar las fiestas para la presente primavera, con lo qne se podría haber terminado el monumen¬ to que se quería dedicar al Venerable y se podrían unir las fiestas a la venida de la peregrinación franciscana; cuyos organizadores, por otra parte, conside¬ raban que en el septimo centenario de la Orden Tercera, no podían los Tercia¬ rios Mallorquines reunirse en sitio más adecuado que Inca y a los piés de San¬ ta María la Mayor.
De la organización general de la pe¬ regrinación Franciscana estuvo encar¬ gado el Discretorio de la Hermandad de
San Francisco de Palma.
Para la preparación de las fiestas del P. Serra en Inca y organización de los distintos actos y trabajos en dicha ciu¬ dad se constituyó una comisión com¬
puesta del^do. D. Francisco Rayó, Gu¬ ra-Párroco, en representación del Clero parroquial; de D. Pedro Cortés, Alcalde, D. Gabriel Armengol, D. Lorenzo Nico¬ lau, D. Miguel Durán en representación del Ayuntamiento; y del Rdo. P. Pedro J. Cerdá, en representación de la Comu¬
nidad de Franciscanos.
Al aproximarse las fiestas y con la idea de que estuvieran mejor atendidos los distintos ramos, se constituyeron co¬ misiones auxiliares. Una para las fun¬ ciones, compuesta de los Rdos. señores
D. Andrés Jaume, D. Antonio Palou y
D. Miguel Lliuás, Vicarios, D. Miguel Fuster, Pbro, y el P. Francisco Fornés, Franci-cano. — Otra para la dirección del ornato exterior cómpuestadel Alcal¬ de con otros elementos del Ayuntamien¬
to y además D. Sebastián Amengual y D. Miguel Mir. — Otra para el servicio de fondas, del Alcalde, D. Gabriel Ar¬
mengol y D. Lorenzo Nicolau.— Y otra para el hospedaje y alojamiento de pe¬ regrinos y colocación de vehículos, constituida por el discretorio de Herma¬ nos, y poderosamente auxiliada por un activo grupo de terciarios y jóvenes, y por el discretorio de Hermanos que tra¬

bajaron todos con el interés y éxito que se pudo ver.
Principio de las fiestas. — Llegada del
5r. Obispo.—Criduo en 5. Francisco
de inca
Desde el domingo, 15 de Mayo, estu¬
vo la ciudad de Inca en continuo movi¬
miento de fiesta.— La banda municipal de Inca, dirigida por D. Onofre Marto¬ rell recorrió la población entera, acom¬ pañando a un grupo de jóvenes y tercia¬ rios que distribuían los programas e invitaciones: las familias dispusieron el adorno de sus fachadas y puede decirse que en la calle y dentro de cada casa se trabajaba constantemente para las so¬ lemnidades que ya empezaban.
El miércoles 18, en el tren de noche
llegó el limo. Sr. Obispo, que había fija¬ do para los restantes días de la semana su Visita Pastoral a Inca, con el propó¬ sito de, permanecer en dicha ciudad has¬
ta terminados los actos del día 22.
En la estación del tren se congregó para recibirle el pueblo en masa presi¬ dido por las Autoridades; y una vez llegado S. lima, a la Iglesia parroquial donde le acompañó la multitud, le diri gió su palabra de padre y pastor; reti rándose luego a descansar después de
darles su bendición.
Los días siguientes fueron dedicados por el Sr. Obispo a la confirmación de niños y visita de templos y Comunida¬ des y demás trabajos propios de la Visi¬ ta Paátoral: multiplicándose para aten¬ der a todo y a todos, y recibiendo
numerosas visitas de los distintos ele¬
mentos de la ciudad.
A las dos de la tarde del jueves 19, un repique general de las campanas de todas las Iglesias de Inca anunció el principio del solemne triduo, que em¬ pezó por la noche del mismo día en la iglesia de S. Francisco
La multitud que concurrió al triduo era tan numerosa que el templo resulta¬ ba incapaz para contenerla. Predicó el primer día el Rdo. D, Pablo Mir, Cura

El Heraldo de Cristo
Canóaig'o Doctornl, predica¬
dor del tercer día del triduo

'

★

SÉ., o, Francifio Sap,
Cura Párroco de Inca, inicia-
dor del monumento ai Padre
Serra; predicó en la noche
del día 23.

El Heraldo de Cristo

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94

Kl Heraldo de Cristo

Párroco deS. Miguel de Palma; el segun¬ do día el M. I. Sr. D. Juan Quetglas, Canónigo; y el tercer día e! M. 1. Señor D. Nadal Garau, Canónigo Doctoral: to¬
dos naturales de Inca.
El triduo estuvo dedicado a la Santí¬
sima Trinidad, y en el se estrenaron los himnos compuestos expresamente para estas fiestas cuya letra es de los Se¬ ñores D Andrés Caimari, Pbro., D. Mi¬ guel Durán, Terciario y Fr. Jaime Rosselló, Franciscano; y cuya música es respectivamente del Rdo. D. Bernardo Salas, Pbro; del Rdo. P. Mateo Amorós y del Rdo. P. Sebastián Llinás, Francis¬
canos.
Los templos. - Llegada de la estatua —
Iluminaciones —lYIúsicas preparadas
Así la iglesia parroquial como la de S. Francisco se hallan dispuestas para la gran fiesta.
La primera, cuya mejor gala es sin duda la esbeltez de sus proporciones y la riqueza de sus mármoles, acaba de ser mejorada con una espléndida ilumi¬ nación eléctrica que le dá un aspecto verdaderamente deslumbrador: digno de las solemnidades que en ella han de
celebrarse el día 22.
En la segunda se ha terminado el nuevo piso de las capillas laterales, com¬ pletando la restauración total del mis¬ mo; se ha colocado una instalación eléc¬ trica en las cornisas y lamparón, y se han adornado las paredes, friso y corni¬ sas con telas, inscripciones y banderas, cuyo conjunto es de magnífico efecto.
El viernes 20, a las diez de la mañana
un repique de las campanas de S. Fran¬ cisco anuncian la llegada y colocación de la estatua. Rápidamente el público llena la plaza*; la descarga de la estatua y su colocación sobre el pedestal se ha¬ cen felizmente y la multitud aplaude al verla puesta en su sitio.
El sábado 21, terminada la función
del triduo empiezan Jas ihquinaciones que han de hacerse tres n?.‘ches segui¬ das, terminando en la del 23.—El ador¬

no de las fachadas de Inca es espléndi¬ do y general, y la iluminación brillantí¬
sima lo hace resaltar mucho más.—Ver¬
daderamente la ciudad sabé honrar a su
héroe; y cada uno según sus medios, cor¬ poraciones, sociedades y particulares ri¬ valizan en la magnificencia del homenaje.
Llegan noticias de la animación que reina en los pueblos, y se sabe que se disponen a venir muchos miles de per sonas.— De un modo seguro consta que la banda de Selva vendrá acompañando a la Hermandad de aquel pueblo, y asis¬ tirá a la entrada general délos peregrinos y a la procesión de la tarde; también vendrá otra banda de Campanet; la banda Municipal de la ciudad y la gran banda del Regimiento de Inca, están dispuestas; con estas serán cuatro las que asistan a la procesión.
Hay que hacer constar las circunstan¬ cias excepcionales de la banda del Re^ gimiento. Sus músicos son 54; su ins¬ trumental completamente nuevo y esco¬ gido de las mejores marcas, acaba de ser adquirido recientemente y ha de es¬ trenarse para estas fiestas, y tocar el him¬ no al P. Serra compuesto por el Rdo. don
Bernardo Salas e instrumentado para
gran banda. Solo ,1a actividad y pericia del director, D. José Balaguer y la bue¬ na voluntad y sacrificios de los músicos, alentados por el interés de sus jefes, particularmente del Sr. Coronel, y sobre todo por los deseos-del Exmo. Sr. Capi¬ tán General, pudieron vencer el sinnú¬ mero de dificultades que ha sido preciso vencer para que la música pudiera tocar el día 22. Pero ellos han querido, y lo que ellos quieren se hace.
La gran fiesta del día 22
Tomaremos de la prensa diaria del 23, la relación de los hechos de este día,, añadiendo solo pequeños detalles saca¬
dos de los datos oficiales.
Salida de la peregrinación- — Entusiasta
recibimiento en inca
A las cinco y media de la mañana,, ocupado enteramente el largo convoy,.

El Heraldo de Cristo

Hácia la Iglesia parroquial. — Después de la llegada de los peregrinosde Palma.

El Excmo. Sr. Obispo y demás autoridades al salir de la Parroquia

después de los divinos Oficios.

Fot. amadeo

cuya máquina está artísticamente ador¬ nada con la Cruz, imagen de San Fran¬ cisco y banderas entrelazadas, los pe¬ regrinos de Palma emprenden la marcha hacia Inca, entonando el himno dé la pe¬
regrinación, el de la Orden Tercera y el de Santa María la Mayor, los cuales, in¬ tercalados con el rezo del Santo Rosario,
no cesan en todo el trayecto. El convoy no pára en ninguna estación
y a las siete menos cuarto entra en agu¬

jas en la estación de Inca, donde se ha congregado numeroso público.
Los peregrinos descienden de los co¬ ches, recibiendo la afectuosa bienvenida
del Clero parroquial, representado por los Rdos. don Miguel Llinás, don Anto¬ nio Palou y D. Andres Jaume, del Ayun¬ tamiento, que ha acudido en Corpora¬ ción, presidido por el alcalde, don Pedro Cortés, y por la Comisión organizadora, a cayo Erente figura el activo P. Cerdá

96

Kl Heraldo de Cristo

franciscano. El recibimiento es sobrema¬
nera entusiasta* justándose a los vibran¬ tes himnos de los peregrinos, los aplau sos del público y los acordes de las ban¬
das.
Fuera de la estación, formando larga hilera, de cuatro en fondo, aguardan ya las Hermandades de numerosos pueblos que han llegado anteriormente a la ciu¬ dad. Faltan, nn obstante, los peregrinos de la línea de Santanyi, los cuales llevan
notable retraso acausá de una avería de
la máquina ea la estación de Campos. Se organiza la comitiva, en la cual fi¬
guran los pendones de todas las Herman¬ dades y algunas bandas de música, diri¬ giéndose, sin cesar en los canticos, a la iglesia parroquial, por el trayecto previa
mente señalado.
Es tal el número de banderas,dam8scos, cuadros e inscripciones que se encuen tran al paso de la peregrinación que pue¬ de decirse que no hay casa alguna que no ostente, rico o sencillo, algún emble¬ ma. Además, colocados aquí y allá, se levantan los siguientes arcos: en la calle del general Luque, uno con las inscrip clones, «Els terciaris d’Inca a sos ger¬ mans» y »VII centenari de la V.'O. T., Gloria a N. S. Pare Sant Francesc»; otro, en la P. del Mercado, que dice: «Bienvenidos sean los peregrinos» y «Loor al Padre Serra»; otro, en la Pla¬ za Mayor, ostentando: «El Ayuntamien¬ to a Santa María la Mayor» y «Al hijo ilustre de Inca V. P. Serra»; y otro, frente a la iglesia parroquial, «El Sin¬ dicato Católico Agrícola al V. P. R. Se¬ rra», y «Gloria a la Orden 3 ® en el V'II Centenario», todos ellos muy artísticos y adornados con baqderolas.
Llegada al templo.-La misa de Comunión
Marchando continuamente entre dos
compactas hileras de gente que pre¬ sencia respetuosa el paso de la peregri¬ nación, ésta llega al templo parroquial,
el cual se llena de bote en bote, presen¬
tando un golpe de vista magnífico. Al entrar la peregrinación se enciende la

espléndida iluminación eléctrica recien¬
temente estrenada.

Sube al púlpito el Párroco de Inca, Rdo. señor Rayó, el cual d cordial
bienvenida a la multitud.

Celebra luego el Santo Sacrificio de la Misa el M. I. Sr. don Juan Quetglas, mientras el órgano esparce sus armoní
as y el P.Felipe Neri, Capuchino, hace
los fervorines.

Comulgan solamente los peregrinos de Palma y algunos otros pues los de¬
más lo han hecho en anteriores Misas,

pero, sin embargo, la distribución del

Pan de Angeles, por varios señores sa¬

cerdotes, dura largo rato.

,

Descanso. — Llegada de los peregrinos de la línea de Saníanç.—Recibimiento
al Capitán general

Terminada la Misa, los peregrinos se
esparcen por las calles de la ciudad,. las cuales toman animadísimo aspecto.
En el tren de las nueve llegan los pere¬
grinos de la línea de Santanyí, los cuales, cantando y en formación, se dirigen tam¬ bién a la iglesia parroquial oyendo misa y comulgando los que todavía no lo ha¬
bían hecho.
Poco después, acude numeroso públi¬ co a la estación y el elemento oficial pa¬ ra recibijL al Capitán general que acompa¬ ñado del Presidente de la x>)iputación, don Pedro Llobera, del concejal de Pal¬ ma don Pedro Buades, y de su ayudante señpr Muñoz, llega ocupando el coche salón, en el tren de las diez.
Al bajar el señor Sanmartín, que viste uniforme de gran gala, es recibido, con los honores de ordenanza, por una com¬
pañía del Regimiento de Inca, con ban¬ dera y música, al mando del capitán señor Sampol, y le saludan el Clero pa rroquial, el Ayuntamiento, la oficiali¬ dad franca de servicio, la comisión or¬
ganizadora de las fiestas y el Discreto¬
rio de la V. O. T. de San Francisco de
Palma. La banda toca la Marcha Real,
y luego, el señor Sanmartín acompaña¬ do del coronel de la zona, señor Albert,

El Heraldo de Cristo

97

Procesión de la tai'de
(Vista general)

Aspecto que ofrecía la plaza de San Francisco momentos después de haber sido descubierto el Monumento.—El público escuchando a los oradores.
Fot. AMADEO

98

El Heraldo de Cristo

Sr. 0. José M.”^ Tous y Maroto

Sr. D. Pedro Buades, Representante del Alcalde de Palma.

Oradores de ia inauguración dei Monumento

revista la compañía. Luego, en el exte¬ rior de la estación, desfilan las tropas en su presencia.
Ocupa después el Capitán General
el auto del Sr. Conde de Peralada y
acompañado del Sr. Alcalde de Inca se dirigió a la parroquia; seguía otro auto preparado por el Ayuntamiento, el cual conducía las demás personalidades, a continuación seguía una banda, autori dades y camiones de Inca y ntimerosa multitud de peregrinos. Pasa luego el
•Sr. Sanmartín a la aristocrática mansión
de D.'® Catalina Verd, donde (jueda hos¬ pedado.
ba JYIisa Mayor.—Enorme flentío.-Dis¬
curso del Prelado
El resto de la comitiva oficial se diri¬
ge nuevamente al templo parroquial donde ha de celebrarse la Misa Mayor. Es vasta la iglesia, pero muchos pere¬ grinos se ven obligados a quedarse fue¬

ra. El gentío que hay dentro es senci¬ llamente inmenso. Capillas, coro, pasi¬ llos y gradas del presbiterio están ocu¬
pados sin que sea posible dar un paso.
Llega nuestro venerable Prelado, que se halla de Santa Visita en Inca, y to¬ ma asiento, bajo dosel, en el presbite¬ rio, acompañado del Párroco y del M. R. Padre Salvá, Provincial de los
Franciscanos. Entra luego el Capitán general con el elemento oficial V se co¬ loca en sitio adecuado, al lado de la
Epístola; el Ayuntamiento en pleno ocupa su puesto: lo niismo que una nu¬ trida representación del Regimiento de Inca, los jefes de la guardia civil y los juzgados de 1.®^ instancia y municipal. —Tienen sitios de preferencia el Presi¬ dente de la Diputación, el representan-' te del Ayuntamiento de Palma, y don Andrés Caimari quien con D. Jaime Sampol representaba al Seminario.
Celebra la Misa el M. L Sr. D. Nadal
Garau, Doctoral, asistido del M. I. se-

El Heraldo de Cristo

99

Sr. D. Pedro Cortés,
Alcalde de Inca, que con el Ayuntamiento dirigió la parte cívica
de las fiestas centenarias.

Rdo. P. Fr. Pedro J. Cerdá, T. 0. R.

Oradores de la inauguración del Monumento.

ñor don Juan Qnetglas y de los Reve¬ rendos don Antonio Palou y don Jaime Sampol, como diácono, presbítero asis¬ tente y subdiácono respectivamente.
La Capilla (Seráfica interpreta, pul¬
cramente, hérmosa Misa.
En el Ofertorio, predica el Sr. Obispo,
Dr. Domènech.
Magnífica procesión —Sania María la
Mayor recorre en triunfo las
calles de Inca
A las 3 primeras horas de la tarde au¬
menta todavía más la animación. En
tren, automóviles y cochies llegan cons¬ tantemente otros peregrinos, haciendo todo prever que los actos que faltan se¬ rán Sobremanera magníficos. Es difícil ponderar el número de forasteros que in¬ vaden las calles de Inca; son muchos miles, y sumados los habitantes de la población, que están todos en la calle se
hace un total elevadísimo.

Cerca de las tres, alegre repiqueteo congrega a los peregrinos en la vasta plaza de Oriente, donde se ha de orga uizar la procesión para trasladar la vene¬ randa imagen de Santa Maria la Mayor desde el templo parroquial a la iglesia
de San Francisco.
La proceción sale a las tres y media por el siquiente orden; Bandera del San¬ tísimo, banda municipal de Inca, y pen¬ dones de las Congregaciones del Sagra¬ do Corazón, congregantes marianos. Hijas de María y Nuestra Señora de los
Dolores.
Siguen luego, con sus respetivos pendones, las Hermandades de Inca, Al¬ gaida, Artá, Buñola, Campos, Costitx, Campanet, (con una banda) Lloseta, Lluchmayor, Maria, Muro, Petra, Po¬ rreras, San Juan, Ariañy, Sa Pobla, Sineu, Llubí, Selva (con una banda), y las de Palma (Capuchinos, Franciscanos y Juventud Seráfica).

too

El Heraldo de Cristo

Hay también representaciones de Biniali, Binisalem, Biniamar, Calviá, Con¬
sell, Randa, Mancor, Marratxí, Montuiri, Santa María y Salines.
A continuación, las banderas parro¬
quiales, los Dominicanos y un grupo de
caballeros con velas, nutrida represen tación militar, los Hermanos de las Es¬
cuelas Cristianas, el clero parroquial, con Cruz, la imagen de Santa María (a quien da guardia la escuadra de gasta-
doresj bajo palio, cuyas varas sostienen distinguidos caballeros, llevada en an¬
das por varios Sres. sacerdotes con dal¬ mática, el Párroco de capa magna con
sus ministros, el Ayuntamiento, en cor¬ poración, el Sr. Obispo con los canóni¬ gos Sres. Garau y Quetglas que repre¬ sentaban al Cabildo en aquellos actos,
el Discretorio de la H. de San Francisco
de Palóaa, presidido por el P. Salvá y los aristócratas Sres. Conde de Ayamans y don Joaquín Gual de Torrella, y la presidencia oficial compuesta por el alcalde, el coronel del Regimiento de Inca, señor Esteve, el Presidente de la
Diputación, el Sr. Buades, representan¬ te del alcalde de Palma, y ePjuez muni cipal, Sr. Pujadas.
Cierra la marcha una compañía, con música, del Regimiento de Inca, y en pos va numerosísimo grupo de señoras.
El paso del larguísimo cortejo es grandioso y solemnísimo como pocas
veces lo son actos de esta naturaleza:
todo el trayecto está cuajado de gente y todas las casas lucen adornos y bande¬ ras, de modo que la procesión desfila bajo continuado dosel. Recorre las ca¬ lles Mayor, Plaza Mayor, San Bartolo¬ mé, Dureta, Plaza y calle de Santo Do¬ mingo (entrando en la iglesia, que está profusamente iluminada), Angel, Murta y San Francisco. Las bandas dejan oir hermosas composiciones y los piadosos peregrinos hienden el aire con sus him¬
nos entusiastas. Como decimos, la pro¬
cesión resulta magnífica, y fué,sin duda lo más saliente de la jornada.
El Capitán general presencia el paso

de la misma desde el balcón de la casa
donde se hospeda, adorando la sagrada imagen.
Al llegar a'la iglesia de San Francis¬ co, que está esplendorosa, con sinnú¬ mero de banderas blancas y azules, pro¬ fusa iluminación que circunda la corni¬ sa, y el altar mayor hecho un jardin, presidido por la imagen de la Purísima, se deposita, en el presbiterio, la de San¬ ta María la Mayor, ante la cual se can¬ ta solemnemente, la Salve Regina.
Inauguración del Monumento al U. P. Se¬
rra. - Imponente aspecto de la Pl. de
San Francisco
Mucho antes de llegar la procesión a la plaza de San Francisco, donde se ha colocado el monumento, obra del escul¬ tor señor Sacanell, se agolpaba la mul¬ titud que pretendía colocarse en la am¬ plia plaza, cerca de la gran tribuna le¬ vantada para las autoridades. Los es fuerzos de los encargados del orden pú • blico han sido infructuosos, y la multi¬ tud se ha desparramado por todos la dos, mientras los balcones y azoteas de las casas vecinas se llenan de gente que, entusiasmada y paciente, aguantando el sol, ya molesto, espera la procesión, que tarda enormemente por lo nume¬
rosa.
Acompañado del noble señor don Ma¬ riano Morell y de su ayudante señor Muñoz, llega el Excm ). señor Capitán General, que pasa a ocupar seguida¬ mente eu puesto en la tribuna.
Los pendones de las diferentes her¬
mandades se agrupan, se encaraman y circundan el monumento que aparece cubierto con una tela de los colores na¬
cionales, mientras los terciarios se colo can, a fuerza de empujones y un mu¬ cho de caridad franciscana, en el espa¬ cio libre que resta en la plaza. En la multitud apiñada es imposible distin¬ guir a nadie, sino una masa enorme de gente abigarrada, un hormigueo cons¬ tante de cabezas, que se agitan constan-

El Heraldo de Cristo

10 í

Tribuna de las Autoridades.—Después de descubrir el monumento
Pot. AMADEO

temente de aquí })ara allá, para dejar paso al Rdmo. señor Obispo, que viene acompañado de los Canónigos Muy Ilustres señores Garau y Quetglas, del Alcalde señor Cortés y de todo el Ayun¬ tamiento en pleno, pasando a llenar la
tribuna.
La multitud aplaude entusiasmada;
suena, por la banda del Regimiento, el himno del P. Serra, que entonan milla¬ res de peregrinos. El calor es sofocante, la luz deslumbradora y los murmullos y los aplausos atronantes.
El Rdo. P. Cerdá, franciscano, hace uso de la palabra y dice que el monu¬ mento que se ha erigido al Venerable P.
Rafael Serra es el fi uto de* los anhelos y
sacrificios de todo el pueblo de Inca, no siendo la iniciativa de un particular, por¬

que lo es de todos, los iuquenses. Mani¬ fiesta que los premitivos proyectos eran más modestos, pero la Junta de los ter¬ ciarios, de acuerdo con el Rdo. S. Párro
co, creyódebíaliacerseelmonumento que se ha erigido. Explica despues a gran¬ des rasgos la vida del Venerable P. Se¬ rra, demostrando qne engrandeció a su patria y ahora en justa recompensa su patria le engrandece y glorifica.
Después el limo, señor Obispo se di¬ rige a descubrir el Monumento, entre grandes aplausos, que se repiten nueva¬ mente al quedar descubierta la imagen
del Venerable P. Serra.
A coctinuación, hace uso de la pala¬
bra el Alcalde de Inca, don Pedro Cortés
y dirige un saludo a las autoridades ci¬ vil, eclesiástica y militar que deáde Pal-

t02

El Heraldo de Cristo

ma han pasado a Inca para enaltecer el
acto.
Deberes de ciudadanía y de justcia— dice—le han obligado no sólo a tomar
parte activa en los actos centenarios, si¬ no también a excitar a todas las fuerzas
vivas de Inca a que se sumaran a las fiestas, a fin de que resultaran dignas de la memoria del excelso praticio, P. Serra.
Saluda a los peregrinos de los demás pueblos de Mallorca, diciendo que dese¬ aban que Inca apareciera a los ojos de todos progresiva y religiosa y no tan só¬ lo como aparece a vueltas, materialista
y comercial. Continúa diciendo que si algún día se
han sentido orgullosos de ser inquenses es ese día de grandes fiestas en honra de su compatricio.
Dice que Inca tiene una historia bri-
'
liante, pero la perla más preciada de su corona está formada por la serie de hombres ilustres en virtudes y ciencias, y uno de los principales es el V. P. Se¬
rra, que supo seguir siempre los nobles ideales de la rfeligión y de la Patria.
Acaba diciendo que no basta esculpir en artística piedra el nombre y la figura del P. Serra, sino que es necesario se¬ guir sus huellas. Apliquémonos — dice —al comercio, a la industria, a las artes
y ciencias, pero sin descuidar la ley mo¬ ral; porque sin duda la grandeza verda¬ dera de un pueblo se mide principal¬ mente por el grado de su cultura moral
y cívica.
Entona después vivas a Santa María ía Mayor, al P. Serra y a la ciudad de Inca, que son clamorosamente contesta dos por el público.
El señor Cortés es muy aplaudido. Luego hace uso de la palabra don Jaime Puig. Empieza diciendo que el acto que
se celebra es realmente alentador y
constituye un acto de federación fran¬
ciscana. Ensalza a la Orden Tercera y
dice que aun solo observando verdade¬ ramente las obligaciones que impone el
vestir el cordón seráfico se salvaría el
mundo.

Sigue diciendo que el acto constituye magnifica demostración de patriotismo porque el P. Serra fué un eminente pa¬
triota.
Añade que hay verdaderas glorias humanas que honran a la patria; pero sobre todas ellas hay el patriotismo.de la virtud, que no se limita a hacer pro¬ gresar las ciencias y las artes, sino que salva y santifica las almas de los indivi¬ duos, que es la única manera de salvar a los pueblos y naciones; y este patrio¬
tismo excelso fué el del P. Serra.
Dice que la Religión no debe ser so¬ lamente un acto privado, sino público, y en frente de tantos cristianos que se avergüenzan de confesar públicamente a Cristo, hemos venido a proclamar nuestra fe inquebrantable y nuestra re¬ ligiosidad, siguiendo el espíritu mallor¬ quín que está impregnando de cristia¬
nismo.
Indica que la Orden Franciscana es orden de penitencia, y hoy dia, en que la sociedad-está invadida por una ola de molicie y sensualismo, viene a procla¬
mar la necesidad de la mortific ación y de la austeridad cristian'a.
Acaba diciendo que esta manifesta¬ ción de fé religiosa no lo es solamente
en lo relativo a los reunidos como indi¬
viduos, sino también como pueblo y co¬ lectividad, en frente de las ideas tan en
boga que proclaman la independencia de los pueblos de la Religión, sin la cual éstos no pueden pasar, como lo demos¬ tró la guerra europea y lo han reconoci¬ do ilustres gobernantes extranjeros.
El elocuente discurso de nuestro que¬
rido compañero de redacción señor Puig fué aplaudido con gran entusiasmo, re¬ petidamente, por la multitud, que lo es¬
cuchó con vivo interés.
D. José M,*^ Tous y Maroto, nuestro querido compañero en la prensa, habla a continuación del señor Puig, y dice:'
Inca, la ciudad religiosa, surgiendo del centro de la isla azul y rodeada de sus montes, que son una corona que di¬ viniza la grande Cruz de Santa Magda-

El Heraldo de Cristo

103

lena, quiere renovar de nuevo su leyen¬ da de oro, y para esto se ha juntado aquí humilde, entusiasta y fervorosa, para ^descubrir el monumento a su hijo más eximio el P. Serra, y por ende a la Orden Tercera, al hábito deleolor de
nuestras tórtolas.
Quiere perpetuar en piedra la memo¬ ria del P. Serra, como haciendo acata¬ miento al templo donde tantas veces hubo de resonar su palabra fervorosa, y siempre mirando al cielo azul, mien¬
tras con sus ■ virtudes santísimas tendía
una escala de luz por la cual subió su
alma blanca.
Todas sus casas, las humildes y las poderosas, ostentando las mejores colga¬ duras, tienen rodeada de flores una ima¬
gen de Santa María la Mayor, y él paso de la venerada imagen, entre los cánti¬ cos y los himnos, ha sido como una marcha triunfal entre espejos de rosas.
Rodeada de ángeles blancos, invisi¬ bles a los ojos mortales, y de fervorosos terciarios en ejército triunfante, ha ve¬ nido Santa María la Mayor, y ha presta¬ do a su hijo, el Venerable P. Serra, todo el homenaje de su amor maternal. ¿Qué elogio podrá hacerse de quién tal home naje consigue?
Esa fuente que brote eternamente,
eternamente confundida con los himnos
que hoy cantamos, extienda y perpetúe la memoria del P. Serra y el amor a la
Orden de San Francisco en esta tierra
bella, hermana de la de Umbría y como
aquélla también tierra de María. La cristiana, poética y elocuente ora¬
ción del Sr. Tous y Marotó, aplaudida
constantemente, es premiada con gran¬ des aplausos al terminar.
Delegado por el Alcalde de Palma se levanta a hablar el concejal y querido amigo nuestro D. Pedro Buades.
En nombre de Palma saluda a los
ciudadanos de Inca^ a todos los hijos de
Mallorca,—dice—a todos sus hermanos en San Francisco e hijos de una misma madre, la más anaorosa, la más amante,
María Santísima.

Homenaje sincero y entusiasta, de verdadero cariño, dedica la noble ciudad
de Inca, a uno de sus hijos más esclare¬ cidos porque toda su obra flota y está llena de virtud, de paz y de patriotismo. Porque el verdadero amor a la patria crece y se vivifica cn ía Religión.
La virtud ejemplar del Padre Serra, que busca únicamente el bienestar de la
patria, es la fuente del verdadero y sano patriotismo.
El discurso, muy cristiano y muy elo¬ cuente, del señor Buades. es repetida mente aplaudido.
A continuación dirige la palabra a los peregrinos el Exemo. limo. Sr. Obispo el cual, al avanzar en la tribuna, es aco¬
gido con cariñosa ovación. Empieza di¬ ciendo que ha sido un verdadero acierto de la Junta organizadora la erección del monumento al P. Serra y la peregrinad«ón, siendo ambos frutos del culto y amor a la Virgen María.
Dice que el P. Serra no fué tan sólo hombre egregio en virtudes, sino que sin tió un grande amor a la Patria. El patrio¬
tismo — dice — no es tan ,sóIo ios ele¬
mentos que constituyen nuestra vida humana sino también el criterio, las
ideas, la lengua y el alma, y se puede decir que el P. Serra encarnó el alma
de su Patria.
Su grandeza es grade y por ello es
merecedora de un monumento que per¬
petúe sus grandezas. En tiempos de vulgares medianías —
dice — no es difícil sobresalir pero en
pleno siglo XVI, época de grandes sabi¬ os y santos, ya es mucho más dificil y no obstante el P. Serra supo descollar en las ciencias y en las artes, distinguiéndo¬ se especialmente como escriturario, in fund endo por todas partes el espíritu católico que implantó Cisneros.
Felicita nuevamente a la Comisión y
dice que lo principal no es la materiali¬ dad del monumento sino lo que realmen¬ te significa, y tomando pié de la figura del P. Serra, dice que su dedo en alto nos indica que no debemos tener núes-

El Heraldo de Cristo

104

tros anhelos en las cosas pasajeras de la tierra sino que debemos tenerlos en el
Cielo.
Felicita a la ciuda i de loca por haber
honrado al P. Serra con tales fiestas y
dice que el Monumento será recuerdo imperecedero que les enseñe las '¡nrtudes de tal ejemplar, además de ser el testi¬
monio de su fé.
Al finalizar el Exemo Sr. Obispo, se dan vivas al P. Serra y á Santa Maria la Mayor que soq contestados clamoro¬ samente por el numerosísimo público.
58 disueloe la peregrinación.--EI regreso
Las autoridades y demás elemento oficial bajan de la tribuna, y asi como pueden se abren paso por entre la api¬
ñada muchedumbre. Ksta se disuelve y
los peregrinos de Palma y los de la lí¬ nea de Santany se dirigen a la estaciún. El largo convoy está preparado, y una vez colocacos todos emprende la marcha a las 6 y cinco entre entusiastas aplausos de la multitud que los acompaña, aplau¬ sos que son cóntestados con igual entusiasmo por los peregrinos.
Despedida de las autoridades
El limo. Sr. Obispo que aquella mis¬ ma tarde se dirigía a Selva, fué despe¬ dido en la plaza de S. Francisco por to¬ das las autoridades de Inca, Comunidad de Padres Franciscanos, Comisión orga¬ nizadora de las fiestas y numerosa mul¬
titud.
El Capitán general, después de revis¬ tar las tropas que asistieron a la proce¬ sión, se dirigió a la estación del tren, acompañado de las demás autoridades de Palman allí fueron despedidos por el Ayuntamiento, Juzgado, Ejército y cle¬ ro, Provincial de los Franciscanos y Co¬ misión organizadora de las fiestas. Mar charon en e.l tren ordinario de las seis y
treintidos. Al arrancar el tren resonaron
entusiastas aplausos.
Los que asintieron
Según los datos oficiales recogidos asistieron terciarios de los pueblos si¬

guientes, que publicamos por orden al¬
fabético:

Algaida Ariany
Artá Biniali Biniamar Bini:alem Buñola Calviá
Campanet Campos
Costitx Lloseta
Llubí
Lluchmayor
Maneor

Marratxí Muro Palma Petra Porreras Randa Salines Sansellas
Santanyi
San Juan Santa María La Puebla Selva Sineu

María

Vil atranca

De la mayor parte de estas poblacio¬ nes acudieron por centenares, de otras asistieron importantes grupos y de al¬ gunas que tenían mayores dificultades para la asistencia no faltaron represen¬
taciones mas reducidas. El total de los
terciarios asistentes asciende según los datos, a unes seis mil; y como de casi todas partes se nos dice que los que, por su cuenta y como particulares, acudie¬
ron a Inca fueron más numerosos que
los organizados, resulta que no es aven¬
turado calcular en doce mil los forasteros
que aquel día se reunieron en aquella
ciudad.

La jornada franciscana de ayerfué co¬ mo habíamos augurado, un acontecimien¬ to religioso-patriótico de magnitudes ex¬
traordinarias. Actos como estos alientan
y- reconfortan, porque hacen esperar que ideales tan elevados como los que simboliza la Religión y la Patria no mo¬
rirán nunca en nuestra bendita tierra
mallorquina. Sea enhorabuena a los pia¬ dosos Terciarios que supieron juntarlos en esplendorosa solemnidad, y a la jun¬ ta organizadora, que vió colmados sus
deseos.
*^
Durante el acto, en la plaza de San Francisco, se leyó un telegrama del al-

105

El Heraldo de Cristo

Monumento del P. Serra

Sr. D. Miguel Sacanell,
Escultor

8r. 0. Antonio Giménez, Autor del proyecto

El Heraldo de Cristo

io6

calde de Artá, Sr. Femenías, en el cu^al
éste anuncia que en 1923 se levantará un monumento al P. Llinás hijo ilustre de aquella villa, e invita a los terciarios a concurrir a la inauguración del -mis¬ mo. He ahí el texto de dicho telegrama:
«-Discretori Tercera Orde—Pelegrina-
ció Franciscana - Inca. —Nom Artá que
represent salut terciaris pelegrins reunits Inca tenguent en projecte inaugurar monument P. Llinàs any 23 convit Discretori celebrar any citat acostumada pelegrinqció nostra vila — Femenías,
Bat-le.»
El Discretorio de la Hermandad deSan
Francisco de Palma, organizador de la Peregrinación, contesta al Sr. Femenías agradeciendo sinceramente su invita¬ ción; aplaude la hermosa iniciativa de erigir un monumento al insigne P. An¬ tonio Llinás, gloria inmortal de la orden Franciscana, y acepta la idea de visitar en peregrinación para el año 1923 a la ilustre y hospita aria villa de Artá.
El monumento
En el centro de la plaza situada fren¬ te a la Iglesia de N. S. P. San Francisco, se levanta el monumento que la ciudad de Inca ha dedicado a su hijo ilustre el Rdo. P. Fr. Rafael Serra, No podría al¬ zarse en un punto más adecuado al es¬ píritu seráfico, ni en lugar de mayor en¬ caje con el carácter del Venerable a que
está dedicado.
Forma el basamento o planta gen *ral un ámplio círculo dividido en cuadran¬ tes por medio de unos rodapiés de pie¬ dra de Santanyí que se enlazan mutua¬ mente por doble curva en la parte su¬ perior y finalizan por la inferior con unas bolas de gran carácter en el estilo del conjunto. Si de los cuadrantes late¬ rales emergen las curvas escaleras de caliza para ascender hasta el plano del primer cuerpo, en el anterior y posterior’ preséntanse dos bloques de caliza tam¬ bién rústicamente labrados de planta y alzado curvilíneo que parecen ser los puntos de arranque del zócalo del pe¬

destal, y asoman sus sinuosidades por tras los macisos con plantas fiori das co¬ locados en primer término. ' De sobre el plano del citado primer cuerpo emana el zócalo de piedra y labra igual que los bloques inferiores, con plan¬ ta ya cuadrada, un leve talud acusado y rematado con simple molduración. Si¬ gue el fuste con sus caras de diverso
aspecto dos a dos; pues en la anterior y posterior se ofrece solo un despiezo de mu}^ acertada irregularidad, y en los dos frentes laterales está el plato o la taza de una fuente de piedra de líneas tan correctas como graciosas y recibe el agua que brota de las fauces de una
cabeza de león de sabor helénico.
Unas placas también de piedra de lí¬
neas curvas.sirven de fondo a las fuen
tes antedichas. En el frente principal aparece en letras de bronce y de carac ter romano, la breve y sustanciosa ins¬ cripción: Al B. P. Bafel Serra, O. M. In¬
ca sa Patria MDGXX—MCMXX y
de cada uno de los cuatro ángulos penden
unos festones de triunfante laurel.
Sobre este fuste se apoya la corni-a con su marcado perfil clásico en molda ras y huevecillos, la cua’ queda inte¬ rrumpida en cada centro por cuatro es¬ cudos, uno en cada cara, labrados en
piedra, fuerte como el valor de las ar mas que ostentan. En ellos campean los blasones de Inca, Mallorca, de la Orden Tercera y del P. Serra, los que se apo¬
yan sobre unos relieves de carácter baroco y que forman parte del despiezo general.
Sobre todo lo dicho asoma la piedra de coronación, la cual al par que'es se¬ guimiento de la discreta curva o éntasis que ofrece todo el fuste, es también la peana de la figura del P. Serra: imagen noble, clásica y* bella, como la época en que vivió el Venerable. Llena de expresión y de vida, muestra al gran franciscano como penetrado de su profunda religiosi¬ dad y hondo convencimiento; cuál si estu¬ viera aun dirigiendo la palabra a las mui titudes que leseguiau por las calles y pia-

El Hfraldo de Cristo

107

zas para oir su palabra de fuego; con la diestra en alto, señalando a la patria eterna dç los cielos; con su frente vene¬ rable, espejo de su poderosa inteligen¬ cia y los ojos fijos como puestos en el ideal de las eternas verdades; y con la mano izquierda sosteniendo bajo el brazo un libro en folio, de ráncio pergamino,
como si acabara de celebrar consulta an
tes de su peroración de sabio y de aposto’.
Su traza toda no tan solo se equi ibra con el conjunto de armonía que respira el monumento, sino que técnicamente,
con ia simplicidad de los ropajes es ya
un triunfo escultórico; y este aumenta más y más su sabio enlace con la plásti ca del día que va siendo la consecuente de la áurea del gran siglo XVI.
Decir más seria extendernos demasia¬
do y abusar déla modestia desús autores, el conocido y atildado D. Antonio Gimé¬ nez que concibió el bello proyecto y el acreditado escultor D. Miguel Sacanell que lo ha realizado con singular maestría.
La ejecución de la parte de albañilería y la colocación de todo el monumento y adorno de la plaza corrió a cargo del
maestro albañil D. Francisco Ferrer de In¬
ca y el labrado y trabajos en piedra cali¬ za fueron ejecutados por D. Pedro Igna¬ cio Gelabert de Campanet. Ambos me recen ser felicitados por su esmeradísima
labor.

üida del P. Serpa

Con motivo de estas fiestas el Reve

rendo D. Andrés Caimari, Pbro. ha pu¬ blicado una biografía del Venerable ti¬

tulada: El JRt. P. Era Pajel Serra, Oh

servant de Mallorca.

.

■

Este libro es el complemento del ho¬

menaje al P. Serra y da la razón y ex¬

plicación de todo lo demás que se ha hecho en su obsequio. Escrito en mallor

quín y en el estilo propio del Sr. Cai¬ mari expone no solo lo que hizo el Pa¬ dre Serra, sino sus relaciones con el mo¬

do de ser y hechos principales de su

época. Los datos están tomados con to¬
do miramiento de las fuentes auténticas

y son conformes a las exigencias déla crítica mas escrupulosa.
Creemos que la obra debe ser leí¬ da por cuantos gustan conocer nues¬ tras glorias, y que dejará satisfechos a
los amantes de la literatura franciscana.
Sobre todo pensamos que los buenos inquenses apreciarán en lo que va’e el bien editado libro y que no fa tará en ninguna casa ni en las manos de nin gun niño: ya que los hechos y ejeinp'os del P. Serra, son un gran factor de edu
cación moral
—El animoso terciario y distinguido poeta D. Miguel Durán quiso eontrib’ ir, recogiendo en esmerado folleto, como
«Homenaje a Santa María la Mayor»,
algunas inspiradas composiciones de di
versos autore·í relativas a la venerada
Patrona de la cristiana ciudad de Inca.
hñ noclie del domingo
Las Hermandades de la línea de Ma¬
de nacor y algunos pueblos circunveci¬
nos de Inca no marcharon a sus respec¬
tivos pueblos hasta bien entrada la no¬ che, pudiendoyer la esplendorosa ilumi¬ nación de la ciudad, mientras varias
bandas de música tocaban en diferentes
puntos. La de Campanet dió ^na sere¬ nata al Ayuntamiento y la de Inca al Pá¬
rroco.
Helos del lunes
Como la procesión del domingo se di¬ solvió en San Francisco, la imagen de Santa María la Mayor quedó depositada en aquella iglesia.
Los franciscanos, gozosos de custo¬ diarla, se desvelaron para honrarla, cele¬ brando una gran fiesta el luqes. Muy de
mañana numerosos fieles acudieron a
oir misa en San Francisco por estar allí su patrona en trono de luces y flores.
A las diez, después del canto de Ter¬ cia se celebró una misa solemne, cantán¬ dose una partitura de Perosi.
Fué celebrante el Rdo. Superior de Franciscanos, P. Llinás, actuando de Ministros el Padre Fornés y el sacerdote

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El Heraldo de Cristo

de Santa Margarita Sr. Grimalt. Predi¬ có sobre Santa María la Mayor el Padre Pedro J. Cerdá, franciscano. ■ Acto seguido, la comunidad cantó un solemne Te Deum y se hizo besamanos
mientras se cantaba el himno de la vene
rabie imagen compuesto para estas fies¬ tas. Resultó un acto de piedad tiernísimo
Al anochecer, en San Francisco se ce¬ lebró la devoción del Mes de María, con mucha solemnidad. El templo estaba lle¬
no de fieles. Predicó el Cura Párroco de
loca, Rdo. don Francisco Rayó. Para restituir la Santa imagen a la Parroquia se organizó una procesión con el si guíente orden:
Abría el paso un número de Guardia civil montada y seguiaU: los pendones y banderas parroquiales y de las Congre¬ gaciones acompañaflos por dos larguísi¬
mas hileras de hombres de todas las cía
ses sociales; los dominicanos, la Comu¬ nidad de Franciscanos, el Ciero pairoquial, y la Santa imagen bájo palio y llevada en andas por doce constas fran¬
ciscanos revestidos de dalmática. Actua
ba de Preste el Cura Párroco y de Mi nistros el Capellán Castrense y el Supe¬
rior de Franciscanos.
Kormáion la presidencia el P. Provin
cial con el Rector de Alcudia Sr. Ense-
ñat, una comisión del Discretorio de la
Tercera Orden, el Ayuntamiento, el Al¬ calde, el Jdez de i® instancia, una repre sentacióu del regimienio y el juez muni¬ cipal. Seguía la banda de música mnni cipal y dos interminables hileras de mu¬ jeres.
La grandiosa procesión se dirigió a la parroquia por el mismo trayecto que había seguida el día anterior
Cuando la procesión llegó a la parro¬ quia, que también estaba expléndidamente iluminada, se cantó el Te-Deum y el himno a Santa María la Mayor, hacién¬ dose el besamanos por todo el pueblo.
Para terminar
Hemos de decir de nuestra parte que celebramos el feliz éxito y grandiosa so¬

lemnidad de las fiestas, ya por consti¬ tuir una magnífica explosión de fe y entusiasmo religioso, ya por haberse ve¬ rificado con motivo del septimo cente¬ nario de la Tercera Orden, en obsequio de San Francisco y en homenaje ren¬ dido a la gloriosa Patrona de todas
las órdenes franciscanas la Santísima
Virgen.
No podemos menos de manifestar aquí nuestro mas profundo agradeci¬
miento a todas las Hermandades y pue-
b'os que han acudido,a nuestra cita, y han contribuido con sus representació nes y pendones al esplendor de 'a fies¬ ta; a la prensa que nos ha ayudado para la mejor organización, y sobre todo a las dignísimas Autoridades Provinciales, que haciendo verdaderos sacrificios se han digiiacfo presidir as principa'es funciones, y realzar con su presencia aquel'as so'emnidades.
Para los autores y ejecutores del monumeuto ya descrito nuestra mas cordial
nhorabueua por el triunfo a'canzado.
Y para ia ciudad de Inca, con los ora dores de¡ triduo, todos inquenses distin guidos; con su c'ero que ha trabajado activamente para preparar las fuucio nes; con su Ayuntamiento que quiso to mar como cosa suya la fiesta, del P. Se rra; con su Regimiento que encarnó aquellos días el ahna de la ciudad; con SUS demás autoridades y eleíxientos que rivalizaron en sus esfuerzos f)arae buen i éxito, con su pob ación toda que como un solo hombre se puso unánimemente en el más bello de os movimientos; con sus comisiones, organizado! a general y auxiliares, que supieron preparar y di¬ rigir'aqueáos actos con acierto aplaudi do por Mallorca entera, hemos de tener no solo nuestro agradecimiento mas sin¬ cero, sino también nuestra felicitación mas cumplida y aún nuestra mas pro¬
funda admiración.
Tip. de S. Pizá—Palma.

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