El Heraldo de Cristo 1918, n. 116
Año X

diciembre 1918

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Año X.

Diciembre de 1918

Núm. 116

SXTMA 3EtIO o-

Satisfaciendo una deuda.—Lo Betlem (poe¬ sía.)—Venite, adoremus.—Fntre flors (poesía) —En una profesión religiosa. — S. Francisco

de Asís y el Walí de Jerusalén. — Noticias y
Variedades.—:Crónica franciscana. — Necrolo¬
gía.— Indice.

.222

El Heraldo de Cristo

SflTlSFACmHDO ÜISIA DEUDA

fin de dar cumplinaiento a la palabra que teníamos empeñada, hablaremos en el presente
artículo sobre la Venerable Or¬
den Tercera de Penitencia establecida
por nuestro Padre S. Francisco, llamado justamente restaurador de la edad media y firmísimo apoyo de la Iglesia que, fi¬ gurada en la gran Basílica Lateranense, en aquellos aciagos días amenazaba des¬
moronarse.
^Si Domingo de Guzmán, esgrimiendo el arma.poderosa.de su preclaro enten¬ dimiento, obtuvo brillantes y continua¬ das victorias sobre ios enemigos de nuestra religión, no menos brillantes y continuados fueron los triunfos que al¬
canzó el Serafín de Asís lanzando al co¬
razón de los hombres las misteriosas
saetas del más ardiente amor y subyu¬ gando todas las voluntades con su pala$bra sencilla, llena de unción, e impreginada de las evangélicas enseñanzas.
La edad media es la época, digámoslo así, de los grandes apasionamientos. En ;este período el hombre conmovíase [fuertemente ante la perspectiva de ele¬ vados ideales, y, lleno de entusiasmo, ¡pugnaba con tesón y constancia para lorgrar su realización; toda noble empresa le. halagaba e interesaba de tal modo jque era motivo suficiente para hacer vi-
:brar las fibras más recónditas de su co¬
razón; cada uno creía ser un gigante, un coloso, un héroe... y sentíase con fuerza •y energía bastantes para llevar a cabo ! hazañas las más gloriosas e igualar en valor, en letras o en virtudes a cuantos le; precedieron en el camino de la vida.
No olvidando este carácter tan pecu¬
liar de los tiempos medio-evales, tiene fácil explicación el tierno y maravilloso suceso que dió origen a la V. O. T.
S Francisco, con su palabra caldeada por el amor de Dios, iba publicando por Italia las excéleñciás y ventajas de los consejos evangélicos de tal manera que

sus oyentes, prendados de tanta belleza, acudían a las puertas del claustro en nú¬ mero tan crecido, que parecía inminente la despoblación de algunas ciudades.
Conmovido nuestro seráfico Padre an¬
te este espectáculo, escribió, por inspi¬ ración del cielo, una facilísima regla que, permitiendo a cada uno vivir en su hogar y atender a sus negocios, le ayu¬ dara poderosamente a escalar la cumbre de la santidad. Esta es la Regla que vo¬ sotros, carísimos terciarios, ante el mi nistro del Señor prometisteis observar.
Tal fué la propagación e influencia de la nueva orden, que no solo satisfizo, sino que superó las esperanzas que, al instituirla, concibiera su Fundador.
El nuevo precepto que nos legara
Cristo terminada la última cena, enseña¬
do de nuevo por el Serafín de Asís, ocasionó en breve tiempo una muy nota¬ ble transformación. Aquellos hombres, guerreros y belicosos en extremo, depu¬ sieron las espadas con que mutuamente se ensangrentaban, y empuñaron la cruz, lecho de muerte del que fué crucificado
por nuestro amor... La reforma de las costumbres, la
unión en las familias,' el. reinado de la
paz y de la justicia, éi-florecimiento de las virtudes, el amor a la piedad, la apa- .
rición de la vida verdaderamente cristia¬
na, la práctica de los consejos evangéli¬ cos, y esa multitud de terciarios, ilustres por su santidad y milagros, evidencian
con luz meridiana la acción altamente
moralizadora de la T. O. sobre la socie¬
dad medioeval.
Tan pronto como el corpulento árbol seráfico recibió bajo sus copudas ramas al Romano Pontífice que desde Roma dirige los destinos de la Iglesia univer¬ sa! y al humilde sacerdote ocupado en el cuidado de las almas que acuden a su diminuta capilla, al poderoso monarca sentado en su trono rea! y a! hambriento

El

Heraldo

de

Cristo

,

223

RentordpéslioasglNlaoyciones
Las

234

El Heraldo de Cristo

pordiosero que recorre las calles de la ciudad, al bizarro militar luchando de¬ nodadamente en el campo de batalla y al sencillo zagal pastoreando sus gana¬ dos en la tranquila loma; tan pronto co¬ mo todos, sabios e ignorantes, ricos y pobres, vistieron el mismo hábito y profesaron la misma regla, ios antiguos y enconados odios que dividían las di¬
ferentes escalas sociales cedieron su lu¬
gar a un amor, sincero y fraternal, como sucediera en los primitivos tiempos cris¬
tianos
Si tan regalados frutos prodigaba el árbol seráfico en el siglo XIÍl, sin duda abundantes y muy sabrosos está destina¬ do a producir también en nuestra so¬
ciedad.
Abrigándo tal esperanza los rornanos pontífices han enriquecido la T. O, con un sin número de indulgencias y no han cesado de estimular a sus hijos para que formen parte de tan glóriosa milicia, afirmando ser medio muy adecuado pa¬ ra la regeneración social el seráfico es¬ píritu y cristalinas aguas que brotan del corazón del Llagado de Asís.....
Y en efecto muchísínios males que
nós afligen desaparecerían con la obser¬ vancia de tan Sencilla Regla, la cual opo¬ ne la modestia al indecoroso vestido, la pobreza de espíritu a ía sed inmoderada de riquezas, la obediencia a las rebe¬ liones contra los legítimos superiores, la castidad al desenfrenado libertinaje, la mortificación al lujo y comodidades, la paz a la guerra, la humildad a lá so¬ berbia, las virtudes al pecado.
H! * *
Seamos amantes y entusiastas propa¬ gadores de una Regla tan santa y fecun¬ da, abrazárnosla cuanto antes si por ig¬ norancia o negligencia todavía no lo hu¬ biéremos efectuado, imitemos las virtu¬ des del Serafín encarnado y singular¬
mente su ardiente caridad a fin de ser
dignos hijos y fieles trasuntos del que se cornplacía en llamar hermanos, a ios
seres todos de la creación.
Fr. Juan ©e Alvernia

LO BETLEM.

Quant tots els arbres s'esfullen i ja s'acosta Nadal; quant tots els camps se remullen ab la pluja hivernal^
n'es llevors quant el recó de ma casa el mes endins, n'està tot ple de verdó de troncs de mates i pins.'
Mes que mai encisadora n'es a n aquell lloc 1’estancia: se veu lo pastó qu adora; . , se sent del pi la fragancia. ' -
Per dins els llares comellúrs
)canta7it s'én vel torrentóx i suren dins llunyedars
les casetes de cartó.. .
Les muntanyes i masies
-n están, cobertes de neu:
i a dins la cova aquells dies
naxia lo matex Deu.
Dins la clasta dé la casa
sois gisca la corrióla: i a la paret rio endomasa,
ni el roser, ni la viola.
Ab la pallisa a derrera '
i lo flaviol, Leí cá, el pastó a ran de Vera
^guarda'Is xots de dins el plá.
Sempre per mí han estats
bells dies los de Nadal, encara que remullats
ab la pluja hivernal,
Y encara eran mes hérmosos
essent npltros niris petits, qu esperàvem, tòi, gajosos, arruxades de córifits,
i cantavem áqíiell dia y contents i alegres férm '

“que les pascues celebrem

j

ab gracia i ab alegría.,,

)

J. M.^ C. M.

D&zemhrt IPdS.

El Heraldo de Cristo

225

VENITE, ADOREMUS

ER dins els sementers que Ruth
espigolava, anit pastura a
lioure un gros ramat.
Sos vigilants que fins fa poc s‘ha-
víen escaufat al entorn d'encesa fo-

riu com en el mes de Maig... i emba¬
dalits s'ho miren... L'un a l'altre no's
parlen... negú gosa dir res... i ouen aquells cants desconeguts i senten els
aucells... i tot les sembla un somni...

gatera, ara s'estan quiets... tranquila i tot les umpl de pó.

ment dormits demunt un jas de fulla

«iYo temeu —les diu l'Angel de Deü

seca a redós de sa pobre cabana.

qu'éls apareix en figura radiant—qiie

La nit es freda i fosca... el serení jo venc a darvos una nova prou grata

que cau gela tota ía sane i espaia ma el cos...; pel cel a des i-ara redóla cuaL
que nuvol ferest.. ; !a boira corre i passa calladament tot fiegant les cu -

per tot el vostre poUe: anit vos és nat el
Messies Salvador, à la ciutat de David,.,
trobareu un infantò bolcàdet i reclinat
dins una menjadora.>'>

cuyes de les muntanyes fins a les de
Moab clapetjades de neu ..

*

.t.

.

,

•

.

j

1 aquells humils pastors, dexant ses

guardes, abrigats cadescú ab sa pallis¬

L‘Auhada divinal qu'els veMs Profe¬
tes mitx destriaren de sopte ha apunta¬
da esplendorosa allá al Orient, difündint per tot lo mon els raigs de sa
llum bella.

sa, am 5on serró pel col 1 i son bastó en

la ma, descalsos, tot trepitjant el glas

i sa'tant marges fan via cap a Betlem.

*

**

■

\_

Mortals que trepitjau la terra segui-

Natura que dormia en pau el só. de
I hivernada, pel sol l'ha presa, pel
sol d'Abril. . i ha tornat somriure...

guem als pastors, anem amb ells a retre homenatge sincer al Redemptor,
al qui tant suspiraren els Sants i Pa¬

Y en la terra ha reflorit l'herbei, i triarques del Testament antic, al qui

s'ha vestit el cel d'un blau puríssim... ab ànsia esperaren els moradors de Les flors sentint un dols alé de pri¬ Sion i les ciutats de Judà; anem a Bet¬

mavera desclouen amoroses llurs cal- lem a veure el Desitjat, VAnhel del Cor

zers d'or, i es baden les violes del
bosc i els clavelis...- l'espay tot vessa,
vessa suaus perfums i celisties, i s'ouen cants i músiques divines, i

humà, VErnmanuel divi. Junts am Ia santa comitiva arribem
a prosternarmos reverents devant la rústega coveta. Anem hi tots!...

l'aura passa pura i fresca, i juga l'ona de la riba; la font murmura melodies,
i l'auceliada, alegre, volant refila suavissimes troves... Anit aquesta vall de
penes i miseries s'es transformada en
occeà d'eterna placidesa. .
Un raig d'aquella llum ardenta ha
anat també a besar la faç d'aquells
pastors i els ha desperts i els ha dei¬ xats sorpresos... se freguen les perpe¬
lles am ses mans baubes... no saben

No venguis tu, emperò, que menyspreuas als humils i els tractes com-e sers despreciables, qu'el fum del teu orgull ofuscará los ulls de ta inteligen¬ cia i no concebràs la divinidat d'aqueix
misteri.
No s'atansi el superb i vanidós sen¬ se abaixar son front devant el qui es¬
sent Rei es nat dins una balma hu¬
mida.
No entreu els sensuals ni els ama¬

lo qu'els passa,., no saben lo que dors de delicies i plaers que Aquell veuen... romanen admirats.,. Ficsen que encen el sol tremola sobre unes

sos ulls en 'a. volta espaiosa, i enlluer¬ fredes payes.

nats los baixen a la terra que les som¬

Veniu-hi voltres, castes esposes i

226

El Heraldo de Cristo

JBl Parlamento, de Tiena

abrassareu YAmatquQ n'es encanta dor i aixerit, qu''es hlanc i ros^ escullit entre mil... que té el capetjusl or i sos ulls
de Manca colometa, qu‘es mes fía iros
que‘l balsem, mes bell quejl'or d'Ofir... mes altarósencara qu‘el xipreq leSion.
Vina cor pur i assaboreix a glopa des la suavidat i puresa que destila eix Lliri blanc...] vina a| saciar la teua
tendre amor.
Veniu els qui plorau, veniu els
oprimits que tastau tota la fel del mon, veniu els indigents, els vensuts en les terribles lluites de l'existencia,
els qui necesiteu adjutori i consola¬ ció, veniu als peus de Jesús Infant i d‘Ell, que s'ha abrassat am la miseria per aconsolar 1‘humanitat, apendreu resignació i sufriment; veniu i voreu qu'Aquell que ab una paraula feu cels y terra slestà tombat dins una menjadora, sense abric per defensarse de la serena, en niitx de la major

pobresa, oblidat de tothom .. Veniu tots els vivents a ran d'aquest
bresol, veniu i, adorant-lo, reparau les sublims ensenyanses qu'es des¬ prenen del acontexement mes gran
que reconta l'Historia.

Mirau-los als pastors!... o quina
ditxal... han adorat tot mansos i hu¬

mils al Infantó i ara sa Mare les com¬

porta qu'el servin i qu'el besin... ¡oh!... i ploren... i el besen... i amórosits 1‘estrenyen sobre el seu pit... Los veis?... i Eil, el Minyonet, agrait les somriu... ¡Quina ventura!... qui¬
na delicia!...

Ara qu'ells ja s'en van, acostemmos nosaltres a la manjadoreta i ado¬ rem lo... Demanen a la Verge que'l posi també en nostros brassos, qu'el mos deixi engronsar, i escaufem son
cosset tremolós am besades ardentes

d'amor.

Lleó d'Iràn.

El Heraldo de Cristo

527

ENTRE FLORS

Parvus Dominus et

amabilis nimis.
(St. Bernat.)

+.

Encara es petit, petit l’Infant de la Gloria,

* *

petit com un lliri blanc,

bell com una rosa

f

dels rosers ab que en Abril

Jerico s festona.

La Verge sembla l roser

*

quan al braç lo porta,

quan lo porta vora’l riu
a esbandir la roba.

+

Per esbandiria millor

+

sobre l’herba’l posa

entre mates d’iris blau
y margaridoyes.

*

L’Infantó somríu,

*

la Mareta plora.

*

Gira al FUI deis seas amors sos ulls de coloma

*

cada volta que s’ajup

a la redentora.
Lo v'u en somni suàu
com dorm y reposa
al pèu d’un arbre d’encens que li fa bona ombra.
De genolls un Serafí sos cabells esflora;
voldria besar son front,
voldria y no gosa,
veyent que en son jaç florit
l’amor lo dexonda,
fentli extendre sos bracets al ayre del Gólgota.
Al péndrela Ella en los seus
de Mare amorosa,
la crèu estampada ha vist en son llit de molça,
com firma que'l Dèu infant
en la terra posa.
L’Infantó somriu, la Mareta plora.
J. Verdaguer.

=-<í:

En una profesión religiosa

BSORTO y embebecido he contem¬
plado no ha mucho el espectácu¬ lo sublime de una profesión religiosa. He aspirado por espacio de una hora la
suave fragancia de algo sobrenatural y mi espíritu ha remontado el vuelo a tra¬ vés de una historia venerable y por cien títulos gloriosa.
La bóveda excelsa de la secular igle¬ sia de San Francisco, que inmóvil y asombrada presenció en otro tiempo el magnífico desfile de innumerables legio¬ nes franciscanas, se ha estremecido de
inesperado júbilo, y por la grandiosa na¬ ve ha soplado un viento como de espe¬ ranza y profecía.
Tiempo atrás la impía revolución pe netró con furia en el sagrado recinto.
Interrumpiéronse desde entonces las voluntarias oblaciones de aquellos séres privilegiados que lo abandonan todo pa ra saguir de eerea a Jesms.

Hoy, empero, después ,de largos años de silencio, hánse vuelto a oir, allá, so¬ bre las gradas del marmóreo altar, las tremendas y al mismo tiempo dulcísi¬ mas palabras de la profesión solemne. Aquel momento ha sido de una belleza arrobadora. Despréndese del órgano una melodía lenta, llena de melancólica dul¬ zura. Por los policromados ventanales de las altas ojivas, penetran raudales de
sutilísima luz. El ambiente todo está sa¬
turado de una piedad y de un recogi¬
miento inefables.
El Prelado regular implora las bendi¬ ciones del cielo sobre los nuevos elegi¬ dos y éstos leen postrados de hinojos la fórmula de su perpetua consagración a
Dios,
¡Oh si me fuera dado transcribir los sentimientos que embargan el alma an¬ te un acto tan tierno y de tan alta sig-
nificaeién!

22S

El Herald o de CrIStó

Pero ¡ah! en aquel momento de deli¬ ciosa placidez vino a acibarar mi reposo la amarga hiel de un doloroso recuerdo.
Entonces vi claramente con los ojos de mi aterrada imaginación el enorme contraste que ofrecía el cuadro poético y consolador que yo estaba presencian¬ do, con el común sentir de muchas gen¬
tes.
Pensé que para los indiferentes, poca o ninguna importancia tenía que reves¬ tir una profesión religiosa; que para los perseguidores de la santa Iglesia, la consagración pública y solemne que ha¬
ce el cristiano de sí .mismo ofreciéndose
al servicio de Dios, constituye un aten¬ tado que debería prohibirse y evitarse a todo trance; que para los amantes y en¬ tusiastas de la falsa libertad, el voto de obediencia es principio de una insopor¬ table esclavitud; que para los que ponen su felicidad en los goces sensuales y en las riquezas, la promesa formal de'vivir en perpetua continencia y el total des¬ prendimiento de los bienes de la tierra
es una inconcebible locura.
Y vi hombres malvados ensarlarse
contra la vida honesta y laboriosa de los humildes seguidores de Jesús.
s-—*-

Y vi turbas de chiquillos y mujerzuelas perseguirles con encarnizada furia por las calles y en los templos mismos.
Y vi seres perversos imputarles los crímenes más infames, y oí contra ellos palabras recias y groseros insultos.
Y vi personas, de las que el mundo llama sensatas y dignas, mirarles con gesto de desprecio, o a lo sumo con sen¬ timientos de mal disimulada compasión.
A semejanza del Divino Maestro los discípulos de la cruz eran conducidos como ovejas al matadero, perseguidos, abofeteados, calumniados...
En aquel momento fijé de nuevo mis ojos llenos de lágrimas en el altar y pa¬ recióme que los Angeles de Dios des¬ cendían del alto cielo, y recogiendo las votivas ofrendas de los recién profesos en sendas copas de oro riquísimo, diri¬ gíanse con vuelo rápido hacia la man¬ sión de la eterna felicidad y a medida que iban avanzando por entre torrentes de claridad y armonía hacia el trono de la Trinidad Augusta, todos los cortesa¬ nos de la bienaventurada patria son¬ reían de placer...
Fr. Gil del R.

S. Francisco de Asís y el idalí de Jerusalén

«RApauranbamesodbiordeíal,a caufalingdidoaelJeSruosl adléisn-
sus abrasadores rayos. Todo reposaba tranquilo en la Ciudad, desde el Wall
muellemente tendido sobre su diván,
hasta el soldado de guardia, hasta el mi¬ serable pordiosero que yace indolente a lo largo de las polvorosas calles entre sueltos adoquines y soñolentos perros.
Dos hombres, saltando por una brecha las murallas de Jerusalén, recientemente desmanteladas por el Sultán de Damas¬
co, y avanzando con lentitud y cautela por las solitarias calles de la.Ciudad, llegaban sin ser notados a la plaza de la

Basílica del Santo Sepulcro. Eran dos
míseros peregrinos, medio monjes y medio mendigos; una capucha cubría sus rapadas cabezas, un ceñidor de cuerda
sostenía a su costado la clásica cucúrbi¬
ta y ajustaba a su talle el destrozado sayal que vestían, y un ramo de palmera deshojado les servía de bordón para sus
cansados pasos.
El más anciano de los dos golpea con resuelta mano la puerta siempre cerrada del Sanio Sepulcro. El indolente cabo de guardia que vigilaba el pórtico, substra¬ yéndose mal humorado a las delicias de ía siesta, pregunta con irritada voz, qué

El Heraldo de Cristo

¿¿9

es lo que pretendían los dos recién lle¬ gados.
— «V'enerar el Santo Sepulcro,» res¬ ponden ellos; y el guarda extendiendo la mano, «Bueno dice, nueve zequíes de oro por cada uno, total 18. ¡Pagad!
—No tenemos nada, responde el más anciano de los dos monjes; por amor de jesús. Hijo de María, déjanos entrar.»
—¡No tienes nada, replicó el guarda, miserable perro, y vienes aquí a des¬ pertarnos! ¡Aguarda...!» y los soldados, saliendo furiosos de su cuchitril, cubren de azotes y de injurias a los dos monjes y los arrastran ante el Walí. Levantán¬ dose de la siesta no de mejor talante que sus dependientes, el Walí se dirige a su tribuna!; y allí una vez escuchada la re¬ lación del cabo de guardia, ordena a los monjes que desembolsen inmediatamen¬ te la cantidad exigida, duplicada ahora
a título de ‘multa.
— «No tenemos ni siquiera un marave¬ dí, dijo el más anciano ds los dos. Haz que tus gjardia.s nos registren, si así te place. Somos dos monjes mendigos, que no recibimos dinero, ni tenemos otra
cosa sino es el pan que Dios nos de¬
para.»
“ ¿Y teneis osadía de presentaros con
pretensiones de entrar en el Santo Se¬ pulcro? repuso e! Walí; además, no cabe duda que, en este mismo día habéis en¬ trado vesotros en Jerusalén sin pagar el
peaje en la puerta de Jaffa. ¡Lo habéis
confesado!... ¡Verdugo, cercenad las ca¬
bezas a estos miserables!
Echando mano a la espada y dibujan¬ do en su rostro una sonrisa feroz, el
verdugo asió al monje por la cabeza, y cuando su acero describiendo en el
aire un círculo iba a caer sobre el des¬
nudo cuello del monje, - «un momen¬ to, oh Etnir, dijo: ¿qué significa para tí un minuto más o menos? Ordena pués
a tu Secretario, que te entregue la carta
que llevo sobre mi peaho, y que por te¬ ner las manos ligadas no te puedo en¬ tregar yo mismo ~ » Sorprendido el Wa¬ ll da la orden indicarla; y el Secretario,
removiendo los vestidos del monye, to¬

ma de sobre su corazón una hoja de per¬ gamino. La mira, y palidece al obcervar que un cordoncillo de seda roja rodea los pliegues del pergamino, y que de él pende un sello de oro en el que se leía, en caracteres arábigos, el nombre del augustísimo y poderosísimo príncipe, el Sultán de Egipto y del Cairo, el Malek —el—Kamel. El Walí, a su vez, recono¬ ce también el sello, y una palidez de muerte invade su rostro —«Lee, dice a su Secretario con débil y apagada voz; y el Secretario, medio desvanecido, da lectura a aquella carta escrita con tinta carmesí, en la cual el rey de los reyes, él Sultán de los Sultanes, el Señor de ambos Egiptos, declara que toma bajo su más afectiva protección al monje Francisco, su mejor y más querido ami¬ go, que ha llenado de admiración y
asombro a toda su corie con numerosos
y estupendos milagro?; y amenaza con toda su indignación y con una venganza
ejemplar, sea quién fuere, grande o pe¬ queño, ai que se atreviese a injuriar a cualquiera de los dos monjes aún del modo más insignificante.
Este monje era San Francisco de Asís,el amigo de Dios y de la pobreza, el gran taumaturgo, el insigne predicador del Oriente, el Patriarca de la Orden
Seráfica el cual venía con el designio de abrir una casa en jerusalén, y sustituir en el Santo Sepulcro a los caballeros ven¬ cidos, a los hombres de armas derrota¬
dos, monjes vestidos de sayo, siempre prontos a derramar su propia sangre en defensa de la Sagrada Tumba.
— «Perdona, exclama de repente el
Walí, perdona, oh hombre de Dios, y no
desencadenes sobre mí la formidable ira
del potentísi.mo Sultán de Egipto. Acep¬ ta un refresco tu y tu compañero, y pide lo que quieras en compensación de las injurias que has recibido. Toma entretan'o este bolsillo que contiene cien
monedas de oro.»
— «Señor, responde el monje, te he dicho ya que no recibimos ni oro, ni plata. Por lo demás no tienes que temer nada del Sultán de Egipto. Mas ya que te

230

El Heraldo -de Cristó

dig'nas ofrecerme una gracia, escucha:
al atravesar hace un momento el desier¬
to barrio de Sión, he visto cabe la Igle¬ sia del Cenáculft convertida, ¡oh dolor! en un establo, una casucha abandonada
y ruinosa. Dámela para siempre, para mí y para mis religiosos que vendrán después de mí en lo futuro. Haré de ella un pequeño albergue en el cual po¬ dré con mis hermanos orar a Jesús el Hijo de María, junto al lugar donde ce¬ lebró la última Pascua con sus Apósto¬ les. En contra-cambio de un tal favor, yo
mismo te recomendaré a los Sultanes
del Cairo y Damasco, los cuales a peti¬ ción mía, te confiarán, estoy ciertísimo, un gobierno más importante.»—
«¡Concedido... exclama alegremente el Emir; y vuelto al Secretario, «escribe, le dice, el Acta de donación, para que

le ponga mi sello al momento.» Y tú, oh amigo de Dios (a S. Francisco), per¬ manece en paz en Jerúsalén, y toma a tu cuidado el Sepulcro del Hijo de María, que yo lo confío a tu custodia, autori¬ zándote para conservarlo y embelle¬
cerlo.»
Y así fué como, a costa de su vida, el buen S. Francisco, el admirable Santo
que recibió las llagas de Jesucristo, que hablaba con Dios, y predicaba a los pa¬ jaritos, fundó la primera casa franciscana dejerusalén que produjo aquella pléyade de religiosos heroicos, quienes durante 500 años, en medio del silencio de la
Europa indiferente, preservaron el Santo Sepulcro y lo conservaron al amor do¬ liente de los fieles y de los peregrinos.
Francisco Torrens, Pbro. T.

«Creo que hacen más por el mundo los que oran que los que pelean; y que si el mundo va de mal en peor, consiste esto en que son más las ba¬ tallas que las oraciones. Si pudiéramos penetrar en los secretos de Dios y de la historia, tengo para mí que nos habíamos de asombrar al ver los pro¬ digiosos efectos de la oración aun en las cosas humanas. Para que la so¬ ciedad esté en reposo, es necesario cierto equilibrio que sólo Dios conoce, entre las oraciones y las acciones, entre la vida contemplativa y la activa. La clave de los grandes trastornos que padecemos, está quizá en el rompi¬ miento de este equilibrio. Mi convicción en este punto es tan firme, que creo que si hubiera una sola hora de un solo día en que la tierra no enviara al cielo oración ninguna, ese día y esa hora serían el último día y la úl¬
tima hora del Universo.»
(Marqués del Valdeuamas).

El Herai^do de Cristo

231

La Virgen y el Niño (Cuadro de Rafael.)

El Heraldo de Crístq

Rasgo de caridad
Merece consignarse el rasgo ejemplarísimo de caridad y solicitud paternal del limo. Sr. Obispo de,Tortosa, llevado a efecto durante la epidemia de grippe., que tantas víctimas ha hecho en toda
España y el extranjero. Dirigió una cir cular a los señores párrocos de su dió¬ cesis exhortándoles a que atendiesen con el mayor esmero las necesidades de
sus feligreses, particularmente los enfer¬ mos atacados por la epidemia, y que pi¬ diesen al palacio episcopal las cantida¬ des que necesitasen para socorrerlos, de modo que jamás les faltasen los alimen¬
tos y medicinas necesarias, pues el Pre¬ lado estaba dispuesto a' psgarlo fodo^ mientras tuvieí e en palacio una silla que enajenar y vender.

logrando además, no' ser repatriado co¬ rno disponé lá ley.
Tanto en España como en Francia ha sido muy celebrado este triunfo del bondadoso y sabio representante de la colonia española en Párís.
El Culto al Corazón de Jesús
en la Basílica Vaticana
El Cabildo de lá Basíhca de San Pe¬
dro, secundando los deáeos de Benedic¬
to XV, ha acordado colocar en ella un grande y artístico cuadro del S. Cor-„zón de Jesús, que será inaugurado en la pró
xima solemne Canonización de la Beata
Margarita María-Alacoque. El cuadro se¬ rá primero ejecutado en pintura y des¬ pués sustituido por un ejemplar en mo. sáico, comó los que se ven en todos los
altares de la Basílica.

Triunfo forense de un Sacerdote
El Rvdo. D, Gabrier Pálmer, capellán de su Majestad el Rey de "España^ que
reside en París, fué nombrado, por acuerdo de los vocales del Tribunal o
Audiencia de París, abogado defensor del procesado español Jo: é Gispert Ro¬ selló, condenado a cinco años de pri¬ sión por una faha denuncia.
El día de la vista ante el tribunal de
apelación, el Sr. Palmer, vestido con el ; traje sacerdotal se presentó ante el Ju¬ rado y pronu cíó un elocuentísimo dis¬ curso en defensa dv í U coiiipairiota, ob¬ teniendo Gispert la total absolución y

Un triunfo de los Católicos
en el Ejércitó yanqui
El hecho ha sucedido h ict: pocos me¬
ses en el frente fraricés. El general Pershiag, jefe de la expedición milPar norteamericana que se encuentra en
Francia, r-xibió de muchos soldados la
petición de que se celebraran en públi¬ co, para las tropas, cuítós religio£o.s. Co¬ mo los solicitantes pertenecían a diver¬ sas confesiones religiosas y todas recla¬ maban la preferencia, el general proaio
vió entre los mismos soldados una vota
ción, la cual dio por resultado que el 8o por 100 declararan su voluntad de

P.-L Heraldo dé Crispo

23^

que se corcediese la preferencia a la Santa Misa celebrada por sacerdotes ca¬
tólicos.
El Caiolicismo en China
En un interesante artículo que sobre el porvenir de la Misión china publica jEI siglo de las Misiones leemos consola¬
dores datos acerca de la calidad de los
católicos chinos. De su lectura se saca
la impresión de que nuestros hermanos de aquel vastísimo país, no obstante la carencia en que se hallan de tradiciones cristiaras, pues son casi todos neófitos, o lo fueron sus padres, y no obstante el ambiente gentil en que viven, tan poco propicio para la depuración y el afian zamiento de las costumbres inspiradas por la nueva fe, nada tienen que envi¬
diar a los fieles de muchas naciones de
rancio abolengo católico. La piedad se manifiesta en Cnina, co¬
mo donde quiera que la hay, en la fre¬ cuente recepción de los Sacramentos y
en la afición a los actos del culto divino.
En China se comulga mucho, no sólo
relativamente, atendida la escasez de sa
cerdoíes, sino aún en absoluto. Es gene
ral, en las cristiandades que co reciben
cada mes sino una visita del misionero,
que los fieles se confiesen y oigan Misa y comulguen, todos los días tienen al Padre consigo. En muchos pueb'os el promedio anual de comuniones por ca¬ da cristiano apto es de 20 y hasta de 30.
Es notable la solicitud de les cristianos
chinos por recibir la Extremaunción, Se da con frecuencia el caso de que los pa¬
rientes lleven al enfermo a la residen¬
cia del misionero, aunque haya que re¬ correr largas di.stancias de malos cami¬ nos. Sienten un gran atractivo por las funciones del culto, a cuyo sostenimien¬ to contribuyen cen ejemplar generosi¬ dad. Las más distinguidas señoras cris¬
tianas de Pekin tienen la devoción de
barrer por sí mismas las iglesias. Los chinos son muy aficionados a las
peregrinaciones. Existen ya algunos cé¬ lebres santuarios, erigidos en honor de ía Virgen que'son visitados anualmente

por millares de peregrinos. Ha tomado
en China mucho irxcreniento la L'ga contra el pecado mortal. Los inscritos
en ella ofrecen mensualmente una co¬
munión a fin de obtener para todos la gracia de no caer en pecado grave, o de levantarse enseguida si se tuviere la desgracia de cometerlo. Debemos rogar mucho al Señor que bendiga a aquellos buenos cristianos y a los abnegadas mi sioneros que entre ellos están sembran¬ do y cultivando la simiente de la fe.
Los Franciscanos en Marruecos
Está despertando actualmente singu¬ lar interés la acción franciscana que los hijos del Serafín de Asís siguen desarro¬ llando con ardores de apóstol en el im¬ perio de Marruecos. Ved sucintamen¬ te expuestos algunos detalles.
Los franciscanos españoles tienen a su caigo los lugares sujetos a España, y la parte cuyo protectorado pertenece a
Francia ha sido confiada a los francisca¬
nos franceses. Durante el año de 1917,
éstos fueron los frutos recogidos por unos y otros: bautismos, 2.2^8; confirma¬ ciones, 1.108; confesiones, 58.444; co¬
muniones, 120.506; matrimonios, 446; entierros religiosos, i 448,
E.1 núíi ero total de misioneros francis¬
canos, franceses y españoles, asciende a 85, de los cuales 68 son españoles (39 sacerdotes y 29 legos) y 17 franceses,
todos sacerdotes. Secundan admirable¬
mente la labor apostólica de los Fran¬ ciscanos españoles 23 Hermanas Ter¬
ciarias Franciscanas de la Inmaculada
Concepción Prestan valiosa ayuda a los Padres franceses Í03 Hermanas Francis¬ canas Misioneras de María repartidas en varios puntos del protectorado francés.
Como se ve, esta Mi ión franciscana de Marru-rcos esta allí produciendo opimos
frutos espirituales a pesar de ser tan redu¬ cido el núm-;fo de obreros evangélicos para una tan dilatada región. Rogad a Dios para que se digne multiplicar las
vocacione.s franciscanas a fin de que sean
muchos los que trabajen en el vasto tíampo del Padre de Familias,

234

El Heraldo de Cristo

IISrTEIR,IOIi
HIgaida .—El domingo día 13 se cele¬ bró en nuestra parroquia la solemne fiesta que los terciarios de San Francis¬
co dedican a su excelso Patriarca. Por
la mañana hubo Misa de comunión ge¬
neral, y en la Misa mayor predicó el P. Bonet, Teatino.
La fiesta se vió muy realzada con la visita que el Rdmo. P. Miguel J. Cerda, General de los Teatinos, hijo de este pueblo, se dignó hacer a sus paisanos. El pueblo todo le tributó un cariñoso homenaje, que hubiera sido más esplén¬ dido, a no haberlo impedido la incle¬ mencia del tiempo, pues estuvo casi to¬
do el día lloviendo.
En la estación estuvieron a recibirle, a las nueve, el Rdo. Cura párroco y sa¬
cerdotes de la parroquia, el Alcalde, el Juez municipal y el Jefe de la Guardia
civil, con otras numerosas personas, que
en carruajes se trasladaron después a la Casa Rectoria; donde después de salu¬ dados, el Sr. Párroco don Jaime Marto rell, obsequió a todos los reunidos con
un modesto «lunch».
El Rdmo. P. General entretuvo a to¬
dos con su graciosa e interesante con¬ versación y a la hora del Oficio, se diriis c^on todos a la Igflesia, donde su Re

verendísima cantó la misa solemne,
asistido del Rdo. Sr. Párroco, como ca¬
pellán asistente, de don Rafael García, como diácono, y don Bartolomé Pujol,
como subdiácono.
La concurrencia era numerosa y en todos los semblantes se notaba la satis¬
facción con que asistían a la Misa de uno de los hijos del pueblo, elevado a la alta dignidad de Prepósito General de
los Te atinos.
En la función de la tarde, dirigió su autorizada palabra al pueblo que otra vez se había reunido en la Iglesia, y por espacio de bastante tiempo, que pareció a todos corto, tuvo pendiente de sus la¬ bios a aquella multitud que escuchaba, complacida, los elogios que hizo del Santo Rosario, y las noticias y descrip¬ ciones que les hizo de Roma, del Vati¬ cano y del Papa, cuya acción tanto so cial como religiosa, ponderó encareci¬
damente, excitando al auditorio a vene¬
rar y amar al Papa, Cabeza de toda la
cristiandad.
Visitó últimamente su casa solariega, donde estaban reunidos sus sobrinos, el
Convento de las Monjas Agustinas y al¬ gunas otras familias.
Llegada la hora de despedirse se reu¬
nieron nuevamente a la Rectoría el Cle¬
ro y las Autoridades, y después de un

El Heraldo de Cristo

235

rato de animada conversación, subieron
en carruajes para acompañar a su Reve'
rendísima a la estación.
Allí le tributaron el último homenaje de despedida, deseándole un feliz viaje y mejor estancia en Roma, pidiéndole que allí se 'acordara de su pueblo natal y que no tardara en visitarlo nue /a -
mente.
Mil plácem s al Rdmo P. General de los Teatinos y tenga la seguridad de que su visita quedará tiernamente im¬ presa en el corazón de sus compatriotas que le aman y veneran
CorresponsaL
Algaida, 14 de Octubre de 1918.
Sineu. — De grata recordación será siempre, en este pueblo, la hermosa fiesta celebrada el 13 del pasado Octu¬ bre en nue.stra parroquia, con motivo de bendecirse una devota imágen del ínclito mártir millorquín, el Beato Ra¬ món Lull, tallada en madera y salida
de los acreditados talleres del escultor
D. Guillermo Galmés.
La imágen de referencia es una obra
acabada de escultura cristiana. Sostiene
el Beato con su mano derecha la pluma, y con su izquierda ostenta abierto su libro inmortal, «El Blanquerna». La ac¬ titud del Cuerpo y la expresión de su mirada hacia el Cielo, representan per¬ fectamente uno de aquellos momentos de divina inspiración con que írecuen*
teraente le favorecía el Señor. El tallado
de la figura es excelente; y el conjunto, inspira santidad y devoción.
Verdaderamente eb Sr. Galmés, ha
demostrado una vez más, que es un maestro indiscutible en el arte escultó¬
rico religioso. Del noble y piadoso prócer D. Nico ■
lás Dameto y Cotoner es tan valioso do nativo, que hay que unir a otros con' que se sirvió contribuir este año pa ado a la restauración de la Capilla de San
Francisco de Asis, existente en esta pa¬
rroquia, en la cual se ha instalado la nueva efigie del Santo mallorquín.
La mentada capilla de San Francisco,

en tan esplendorosa fiesta, vióse profu¬ samente iluminada y adornada con el más delicado gusto por' las dignísimas
Señoras Celadoras de esta Hermandad
Franciscana; ofreciendo un golpe de vista agradable y deslumbrador.
En la noche anterior, 12 de octubre,
cantáronse en la misma capilla solemnes completas por la Rda. Comunidad de sacerdotes de esta parroquia.
Alas siete de la mañana del día si¬
guiente, el Rvdo. P. Gabriel Tous, reli¬ gioso franciscano del Convento de Inca,
celebró la misa de Comunión General,
en la que buen número de Terciarios
de esta Venerable Orden Tercera, con
orden y compostura edificantes, se acer¬ caron a la Sagrada Mesa, a recibir el Pan de los Angeles, ostentando su Pleraldo sobre el pecho y entonando him¬ nos y motetes apropiados,
A las diez, el Rvdo. y muy honorable señor don Francisco Dameto y Dezcallar, competentemente delegado por nuestro Señor Cura párroco, efectuó la bendición solemne de la nueva imágen del ínclito Beato Mallorquín.
Acto seguido, y cantando el Tedeum del inmortal Tortell, dióse principio al Oficio solemne, siendo el celebrante el
referido Sr. Dameto asistiéndole de diá¬
cono don José Ferrer y de la Cuesta y
de Subdiácono D. Pedro Barceló, Pbro.;
cantándose la hermosa misa a voces de
Vilkens, O, Fr. M. la que resultó muy armoniosa y agradable y la que, fué acompañada en el órgano por nuestro inteligente organista Rdo D. Juan Real.
Después del Evangelio, pasó a ocu¬ par la Cátedra Sagrada el P. Tous, Fran¬
ciscano.
Mil plácemes y gratitud profunda al noble y piadoso Sr. D. Nicolás Dameto, fervoroso devoto y entusiasta admira dor de las glorias del Beato Ramón Lull y de la esclarecida 3.* Orden Francisca¬ na, de la que es dignísimo miembro, quien, con un desprendimiento digno
de toda alabanza, se ha servido costear
de su peculio la bellísima i mágen de

23^

El Heraldo de Cristo

Beato Ramón que acaba de inaugurarse y bendecirse, perpetuando de este mo do entre nosot' o.^ las glorías de la Ve nerable T. Orden Franciscana. Que el ínclito Santo Mallorquín, desde el Cielo,
le alcance toda clase de bendiciones y
gracias divinas, como también a cuantos
han contribuido a la celebración de tan
simpática y solemnísima fiesta.
G. R.
Profesión solemne. — Cumplidos los tres años de profesión simple han sido admitidos a pronunciar los votos solem¬ nes en nuestra Tercera Orden Regular los religiosos Fr. Bartolomé Oliver, Fr. Jaime Rosselló, Fr. Miguel Quetglas y Fr. Gregorio Amengual.
El acto tuvo lugar en nuestra iglesia de S. Francisco de Palma y revistió ex -
traordinaria solemnidad.
Recibió la profesión nuestro amadísi¬
mo Ministro Provincial M. Rdo. Padre
Fr. Bartolomé Salvá.
Nos complacemos en dirigir a los nuevos profesos nuestra fraternal y efu¬
siva felicitación. Pedimos al cielo que
ya que impelidos por la divina gracia han elegido la mejor parte sepan ser
fieles a su vocación e imitadores cons¬
tantes del Seráfico Patriarca de Asís,
copia viviente de Cristo Crucificado, N1I6ÜO5 ordenados.—En las próximo
pasadas Témporas de Sto, Tomás fue ron promovidos a la primera clerical tonsura y a las cuatro Ordenes menores por el Fxmo. Sr. Obispo de Mallorca,
Dr. Doraenech, cuatro de nuestros co¬ ristas residentes en S. Francisco de
Palma, Fr. Bartolomé Oliver, Fr. Jaime Rosselló, Fr. Miguel Quetglas y Fr. Ra¬
fael Ginart.
Sea enhorabuena.

sansellas —El 6 del pasado Octubre, falleció en Sansellas su pueblo natal, D. Bernardo Amengual Jaume a la avan¬
zada edad de 84 años. Murió como había vivido, en la dulce
y tranquila paz del Señor, después de pedir el mismo y de recibir con ejem¬ plar devoción los Santos Sacramentos.
Reunía excepcionales dotes de bon¬ dad y sencillez con las cuales cautivó a
cuantos tuvieron la suerte de tratarle.
Fué el querido extinto un cristiano práctico, fiel esposo y modelo de pa¬
dres.
Pertenecía a la Sección Adoradora
Noctuina allí establecida, en cuyo seno
perdurará su grata memoria. Reciba por tan irreparable pérdida su
afligida familia y en especial sus hijos,
nuestro hermano en religión Fr. Grego^
rio y Sor Celestina, hija de la Caridad,
el testimonio de nuestra mas sentida
condolencia.
HlQaidfl.—D.^ Juana Mulet y Mulet, esposa de D. Pedro Olivér, fervorosa terciaria y presidenta general del S. Co¬ razón de Jesus, falleció en Algaida el
dia 24 de Ostubre, a la edad de 31 años
a las seis de la tarde, habiendo recibido
todos los sacramentos.
—D.^ Margarita Munar y Llompart
devotísima terciaria, hermana del Vica¬ rio Sr. Munar, falleció víctima de rapi¬ dísima enfermedad, el dia i.° de No¬
viembre a la una de la madrugada ha¬ biendo recibido la Extremaunción y la
bendición apostólica. Tenia 37 años. —D. Bartolomé Pujol Amengual, per¬
tenecía a la junta de terciarios con el cargo de enfermero, recibió todos los sacramentos, y falleció en la mañana del
dia I de Noviembre a la edad de 34
ai»s.

Págs.

Pá^s.

Artículos

A las puertas de 1918

El: Betlem ,

.

,

Any nou

Pan y trabajo

Tres mil duros .

.

¡Somnis... i realitats! . .
Aire es boísa hora.

El Rdo. Sr. D. Guillermo Pujades

El gran obrero .

La voz deLPapa.

.

Per qué...?

,

.

;

Ala.... billets! .

.

.

,

Aíleluya, Alieluya,

Colloqui .

.

.

.

La espiritual Adela . .

Venid y vamos todos .

Abajo los consumos .

.

.

El triunfo de la Sania Cruz.

D. Monserrate Blanes.

El nuevo Obispo preconizado de
Tenerife.

Oración y limosna
Visió,.

De como se quebró una guitarra

en la cabeza de Roque .

El soldat de Napols .

.

.

La Peregrinación Franciscana de

1918

,

.

■ ;

,

La Prensa, la prensa .

,

. 122

3 Desaprensión .

.

.

. 123

3 Del naturál.

.

.

.

. .124

6 Fecha memorable 1893 11 de Ju¬

21

nio 1918

126

23 Libertad, libertad. .

.

. 142

26 María Antonia Salvá .

.

,

144

28 Las reliquias del Bto. Ramón . 145

29 Ei Rdo. D. P J. Llompart, Pbro. , 152

41 A la huelga.

.

.

.

,153

42 Deuda de gratitud .

,

. 161

45 El Rdrao. P. Comisario General

46

en Mallorca .

•

' .164

61 Sempre creixent.

.

. . . 168

64 Bodas de plata de la T. O. R. en

67

Mallorca.

.

.

.

.

170

81 Documento Pontifício.

.

.

173

86 Empuñemos de nuevo la espada. 181

90 ¡Oh un nuevo Prelado! - • 184 92 El limo, y Rdmo. Sr, D. Gabriel

Llompart. .

.

.

.186

101 Amor, patria y fé

,

.

. 190

103 Volvamos a Dio.*?. .

*

.

201

104 El Rdo. P. Fr. Guillermo Rigo,

T. O. R.

.

.

.

,

203

107 Mí pésame.

.

.

.,

109 Lo de s’epidemi.

.

.

Un antídoto contra la peste.

111 Misericordia Dios mió. ,

. 205 . 206 . 207
. 208

Págs.

Págs.

Satisfaciendo una deuda

Venite adoremus.

En una profesión religiosa ,

S- Fancisco y el Walí de Jeru¬

salem

.....

Grabados

Vista General del puerto de Ber-

meo (Vizcaya). Vista panorámica de Bermeo

(Vizcaya). .... Tiana, Barcelona): Convento Co¬

legio de la Inmaculada^ . Sed sencillos como palomas . Entrada de Jesucristo en Jeru-
salém. .....

Mosaico del ábside de la Basilica

de los Santos Cosme y Damián en Roma, donde está estable¬

cido el convento generalicio de la Tercera Orden Regular.
La vuelta al redil.

La Madre del divino Pastor.

¡Resucitó! ..... El angel Tutelar. Santa Isabel, reina de Portugal . limo, y Rdmo. Sr. D. Gabriel
Llompart Obispo preconizado
de Tenerife ....

Institución de la Eucaristía .

Pabellón de la Biblioteca y Sala Capitular del Monasterio de

Guadalupe .

.

.

.

Ntra. Sra. de las Tres Ave-Marías.

Vista general del muelle de Se-

222 225 227 228
9 13 28 33 48
54 66 69 73 83 94
102 106
lio 125

villa.

.

'.

Madre de Cristo rogad por no¬
sotros. .....

Cuadros de la Basilica de S. Lo¬

renzo (Roma).... Rdo. P. Antonio Ripoll y Salvá . Rdmo. P. Arnaldo Rigo y Ca-
ñellas. .....

M. R. P. Bartolomé Salvá y Salvá. Fr. Juan Garau y Puig. Religiosos que vistieron el santo
hábito día 25 de Agosto. limo, y Rdmo. Sr. D. Gabriel
Llompart obispo de Tenerife .
N. P. San Francisco. .

Inauguración del monumento a
San Francisco en la Verna.

Rdo. Padre Fr. Guillermo Rigo,
T. O. R

Sed sencillos como las palomas . Las Naciones y los siglos a los
piés del Redentor .
El Parlamento de Viena

La Virgen y el Niño .

Poesías

Lo minyonet Jesús d’una capella gentil. .....
Adelante .....

Flor d hivern ....

Com vull morir .

,

.

.

En la Festa de la Purificació

A un St. Crist trobat vora Ia mar.

La font d’en Patró

Un ramell .....

El nom de María.

140
147
151 163
165 167 169
172
185 189
192
203 210
223 226 231
3 5 7 25 27 44 63 89 92

Magdalena.

.

.

.

.

E! Mestre .

.

.

.

.

Ramón Lull.

....

An el Beat Ramón Lull en l’ado¬

ració de ses Venerables Relí¬

quies .

.

.

.

.

L’estiu del más ....

An el Reverendísim P. Fra Arnau

Rigo, T. O. R. (Salutació) .

Del vell convent.

...

Chorda rudis, vestis dura

.

Sant Francesc ....

AI Ilm. i Rdm. Sr. Dr. D. Gabriel

Llompart i Jauroe, Bisbe de

Tenerife.

....

Consagració. ....

In Pace (per la mort del Rnt. Pa¬

re Fra Guillem Rigo, T. O. R.

Ecos del purgatorio .

.

.

Lo Betlem .

.

.

.

.

Entre flors.

.

.

.

.

94
105 124
127
128
145
148
170
183
186
190
204 205
223 227

Pan de San Antonio

14, 30, 53, 68, 93,108, 131, 156.

Crónica Franciscana
10, 34, 51, 72, 95, 115, 132,155,175, 195, 212, 234.

Noticias y Variedades
15, 35, 55, 74,114, 130,149,193,211,232.

Necrología

14^ 36,76,96,116,

136, 176,196, 114, 115,236.

Bibliografía

16, 76.

JUVEHTUP SERÁplCA

Año nuevo, vida nueva.

17

Los Reyes .....

19

Sea enhorabuena

20

Fray Francisco Giménez de Cis-

neros.

.

.

.

.

37

Quousque tandem....?

38

La santa cuaresma.

40

Las elecciones y el porvenir de

España .....

57

Li mujer y la pasión del Re-

dentor .

.

.

.

.

58

S. José y la Orden Franciscana . . 59

Impressió cuaresmal .

77

La Virgen de Lepanto.

78

S. José y la Orden Franciscana . 80

La gracia del Maig

97

La primavera. ....

99

S. José y la Orden Franciscana . 100

Libertad .....

117

Como las perlas.

.

.

118
.

La Mariposa. .

.

119

Nuestros deberes.

120

La caridad bien entendida .

137

A la última (cuento) .

.

138
.

En honor del Bto. Ramón Lull . 140

El dia de la fes’a de carré .

157

Págá.

Págs.

Lo que siempre florece.

158 De l’art—Sant Francesc. ,

197

El monumento al Corazón de

Visitando el Pilar.

199

Jesús .

.

.

.

. 160 Una buena acción recompensada. 199

El crítico ..... 177 ¿Por qué arado?

200

El ángel de la pila

179 De l’art—Sant Francesc

217

Jerónimo .

.

.

,

. 179 La Marsellesa .... 219

FIN

Tip. Católica de S. Pizá - Jardin de la Reina, 19

Obras del P. Ambropio de Valencina

La \\?¡da Espiritual. Cartas a Teófila.—
8,^ Edición. Un tomo de 457 págs, en¬
cuadernado en tela, ptas. 2’5o. Obra indispensable a cuantos tratan de perfección, recomeidada por todos lof Prelados españoles e inmensamente difurdida en teda España y América. La Vida Religiosa. Cartas a Sor Mar¬ garita.—6“ Edición. Un tomo de 44O
páginas, encuadernado en tela, 2‘^o. Libro escrito por el P. Ambrosio para los religiosos de uno y ctro sexo, y que ha sido llamado el Kempis de las reli¬ giosas por los Prelados españoles.
Soliloquios.—Quinta edición ilustra da. Un tomo de 345 págs, encuader¬
nado en tela 2*50 ptas Esta obra retrata al P. Valencina, cuyo
corízón seráfico derrama las efusiones
de su espíritu franciscano por sus cálidas páginas, que no pueden leerse sin emo¬ ción, constituyendo un libro admirable,
reputado como de los mejores de su
autor.
Flores del Oausirojy Arrullos de falo ma.—5.® edición ilustrada con 41 fo¬
tograbados. Encuadernado en tela, 2
pesetas.
Es un libro por el estilo del anterior con la sola diferencia de queen éste, los soliloquios están puestos en labio.s de una religiosa, flor del claustro y palo ma de la soledad. Es una joya en el con cepto místico y ascético.
Lirios del valle.—6.^ edición ilustrada.
Un tomo de 270 págs. encuadernado
en tela, 2 ptas. Novelita de lectura tan interesante,
tan llena de piedad, poesía y sentimien to, que difícilmente se suelta el libro de las manos empezándolo a leer.
6i Director Perfecto y el dirigido San¬
to.—Correspondencia epistolar entre el B. Diego J. de Cádiz y su Director el V. P. Francisco Javier González Tercera edición. Un tomo de 624 pá¬
ginas encuadernado en tela, 3 ptas. Libro único en su género, verdadera autobiografía del gran Apóstol del siglo XVíII que tan gran influencia ejerció en

los destinos de Españi, e igualmente útil a los directores de almas que al his¬ toriador y el erudito. Es una de las más lindas joyas de la mística española, que
debe leer toda alma deseosa de su per¬ fección.
Las Siete Palabras.— Predicadas el
Viernes Santo de 1907 ante S. M. el Rey en la Capilla Real de Palacio. 3.^ edición. Un tomo de 128 pág . encua¬ dernado i’^o. Son una de las galanas muestras, des¬ graciadamente poca?, de la elocuencia de 5u autor, g'oria del púlpito sagrado.
Poesías religiosas o flores de mi Ju¬
ventud.—4.® edición corregida. En¬ cuadernado en tela i’5o.
Las poesías religiosas resaltan por su delicadeza, sentimentalismo y piedad. Son un precioso regalo para premio?.
Preparación para el Matrimonio.—2.^
edición. Un tomo de 316 págs. encua¬ dernado et tela 3 pesetas, en rústica 2. Ultima obra delP, Ambrosio, de éxito
sin igual. Deben leerla todos los jóvenes, para prepararse al gran sacramento del Matrimonio. De él han hecho grandísi mos elogios al Episcopado Españul y toda la prensa católica en general Es regalo indispensable a las prometida?.
Leyendas edificantes o Historietas piadosas.—5.^ edición ilustrada. Un
tomo de 431 págs. encuadernado en tela 2 pesetas.
Hermosísima colección de lecturas re¬
creativas, de sana moral y grandísimo interés. Libro indispensable para pre¬
mios.
Muriilo y los Capuchinos.—Un to? ito
de 132 págs. 1*25 ptas, en tela, i Interesantísimo estudio histórico, re¬
pleto de dató 3 desconocidos de las rela¬ ciones con los Capuchinos del gran pin¬
tor de la Inmaculada
Mi viaje a Oceania.—4.^ edición corre¬
gida Un tomo én t'. la, i peseta. Obrita interesadísima, preciosa mués
tra de estilo descriptivo y de ameno na
rrador de su autor.

Obras del P. Ambrosio de Valeneiim

Los Capuchinos en la guerra de la In¬ dependencia.
Como Murillo y los Capuchinos^ es un estudio histórico, perfectamente docu¬ mentado, del influjo de los Capuchinos en la épica lucha contra Napoleón.
En tela, i’soy en,lúsíica i peseta..
Reseña histórica de la Provincia Ca¬
puchina de Andalucía, 7 varones ilus tres €71 ciencia y virtud^ que han flore
cido en ella desde su fundación haata el
presente-5 tomos, en rústica 4’5o; y con lomera de piel 7 pesetas. Vida del P. Carabantes.—Un tomito
de.94 págs 0*50, La vida del P.’Carabantes, que en bre¬ ve será beatificado consiituye una de las más asombrosas que existen y despiertan grandísimo interés.

f^etórica elemental o kcciones de ine ratura preceptiva. Tercera edición. Un tomo encuadernado con preciosa plan¬
cha, dos pesetas.
CARTAS DE CONCIENCIA que el Beato Diego J. de Cádiz dirigió a su Director espiritual D. Juan José Alcover, e Higueras, anotadas por el M. R. P. Die go de Valencia con un prólogo censura del muy Ilustre Sr. Dr. D. Juan F, Muñoz
Pabón
Esta obra interesante ha merecido los
elogios .más cumplidos del público y de la prensa, no siendo menores ios-dedos críticos y renombrados escritores de
España.
Consta dicha obra de 583 páginas,
encuadernada en tela, 2 pesetas.

Al hacer los pedidos al Administrador, mándese además del importe de los libros, para el gasto-de franqueo y certifieado.
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