EI HeraMo de Crlsio 4 Keuisia mensuar ilusirada Año X 4 Enero 1918 Siutn. i 05 pHNHDeRlH SHfirH eOLHLlH x>:e: Fabricación esmerada de galletas y bizcochos de todas clases. . :E:jssFsox.^Xj>Tx>^j3 ^jsr □EsixrssuéaLXivc^xD.^jS Plaza de Juanot Colom.—Sucursal en la Plaza Santa Eulalia, 15.—Ser¬ vicio a Domicilio de todos sus productos. — Exacta puntualidad en los encargos Mercería “La Patria,, BoEsepía, número 8 IDE 3VIA3L.L.CDR.GA. ESPECIALIDAD EN CAFES TOSTADOS DIARIAMENTE J. José gestará Calle Cordelería, 68 PALMA DE MALLORCA Instalaciones de llunibrado ^ ELÉCTRICO Timbres, Teléfonos y Pararrayos Braulio González ELECTRICISTA, MOTORES, ARCOS Y DINAMOS Palacio,25-PALMA de MALLORCA Gran Cerería BLANQUEO DE TODAS CLASES Cirios esteáricos primera clase a 2 Ptas. kilo ISecar del Real.—PALMA »R MALLORCA Para encargos, pedidos y demás informes dirigirse a DON --—' PABLO COMAS Y PAVERAS f . " Oan Miffuel nYuu. 26.—PALMA i HUGS DE BARTOLOIIE GUBOAn S. en C. 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Función del Niño Perdido.^^^"^^^ ^^ , I , I , I 1. I ., —día 13 a las cuatro. Habrá sermón, canto de la Sibila, adoración del Niño Jesús, durante la cual se cantarán hermosos villancicos y se repartirán los Santos Patronos con los terciarios difuntos. Fiesta en honor del Beato Ramón —— — - *6 durante la misa de once y cuarto empezará la novena que el Seminario y Socios de la causa Pía Luliána dedican al Beato Ramón, Día 24 por la tarde, solemnes completas en honor del Beato y por la mañana del 25 a las diez y mediá, misa solemne con sermón. ^ ^ Para los Terciarios y demás fieles que quieran tomar parte en ellos. Seján dirigidos por los RR. PP. Juan Ginart, C. O. y Sebastián Lliná?, T. O. R. y empezarán día 27 a las seis de la tarde. En los días conse* cativos habrá a las cinco y media misa con explicación de sus ceremonias y plática; a las diez y media lectura espiritual, plática y misa. Por la tarde a las seis rezo de la corona, plática doctrinal y sermón. El día de la conclusión, domingo 4 de Febrero, habrá comunión general a las siete y media, a las cinco de la tarde se impondrá el Hábito de la O. Tercera, y a las seis se hará la conclusión con exposi¬ ción, sermón y Te*Deum, terminando con la bendición Papal. o ^ \_Con las condiciones ordinarias los terciarios pueden * ganar indulgencia plenaria los días siguientes de este mes: Día t. La Circuncisión del Señor.—6, La Epifanía.—14, El Dulce Nombre de Jesús.—15, Beato Bernardo de Corleón.—16, Santos Berardo y compañeros, protomártires de la Orden Franciscana.—30, Santa Jacinta de Mariscotii.—31, Bta. Ludovica de Albertonis. Almacén de cafés, ^ azúca¬ res, ^ cacaos, -xe canelas, harinas, ^ salvados, arro¬ ces y legumbres, -aíí- ^ BARTOLOMÉ BOSCH PÉREZ Ventas al pormayor.—Herrería, 22 y al detall.--Fideos, 9 y 11. PAL·lIEA DB HAL·IiORCA MERCERIA COLON DE — - Mercería, Paquetería, Novedades. Es la mejor surtida en artículos pa¬ ra señora y caballero.—Colón, 62. PALMA DE MALLOI(CA DISPONIBLE ¿—¿—¿—¿—i L i í ¿ ¿ ¿ A ¿ \_ \_ \_ \_ \_J ru^'LTiJXj'uxrxrcT^'crTTTTTjr-u-u'Xj'U'UTJ'TjrTLTTTxrx: El He·'cildo de Cristo Revista mensual ilustrada I O^dicada al fomento y propagación de la Tercera O. de 5. Francisco Pii-n s\\jn n\_o .o-Cí nxi.jn\_n..n\_n.r2-o T~r~7~Y~~T~r~T n-n n-r:!-n.n.n\_n.n\_n. -Ci-n o ri Redacción y Administración: Convento de San Francisco Palma de Mallorca Precios de suscripción: En España ... 2 ptas. al año. En el Extranjero . 3 » » Aflo X. Enero de 1918 Núm. 105 <£- STJTtaiA JE*.X.Q =¿) Saludo. — |A las puertas de 1918I—'Lo Mi- nyonei Jesús d’una capella gentil.--El Betlem. —¡Adelante!—jAny nou! — Flor d’hiyern.— Sección doctrinal. — Crónica Franciscana.— Pan de San Antonio.—Necrología.—Noticias y Variedades—Bibliografía.—Juventud Seráfica.r~^^o nuevo, vida nueva.—Los Reyes — Sea enhorabuena. L entrar en el décimo año de la publicación de^^6l Heraldo de Cristo,, sa¬ ludamos a todos los suscriptóres y lectores, deseando que Dios les conceda toda clase de pros¬ peridades y bendiciones en el presente año, y y y LA HEDACCIÓN 2 . El Heraldo de Cristo i A las paeftas de 1918! Sin sentirlo y con prontitud no sospe¬ chada, el año terminó; y todos nosotros a quienes concedió el Señor la gracia de que continuáramos viviendo, hemos em¬ pezado el año nuevo, cargados con nues¬ tros proyectes y nuestros planes que quizás ya no tendremos tiempo de rea¬ lizar. ¿Qué será de nosotros? ¿Qué secretos destinos encierra el año que hoy empieza? ¿Acaso nues¬ tra fortuna? ¿Nuestro enriquecimiento? ¿Nuestra ruina? ¿La enfermedad? ¿La muerte? ¡Que sé yo! Pueden ocurrir tantas cosas en los doce meses, en las cincuenta y dos semanas, en los trescien¬ tos sesenta y cinco dias de un año! Y sin embargo estas semanas, meses o días pasan tan pronto que no hemos de hacernos la ilusión de que lo que haya de ocurrimos tarde mu¬ cho tiempo en venir. Cierto que arrastrados en la carrera vertiginosa del tiempo, apenas logramos hacernos cargo bien de nuestra situa¬ ción. Parece que nada cambia a nuestro lado. Si miramos la sociedad la encontraremos con los mismos vicios, con iguales defectos, y con idénticas mi¬ serias. Muchos de los que se llaman nuestros amigos continúan siendo los amigos de su conveniencia; los que nos ofrecen sus servicios, son los que quie¬ ren disimular que están dispuestos a abusar de los nuestros; y los que hacen alardes de honra y honor son con fre¬ cuencia, como solían, aquellos a quienes no queda otra honor ni honra que el que tienen en la lengua. Si miramos al murido, todo sigue en el niismq desquiciamiento. Los pueblos rnás civilizados íie,Ja tiejtra cometen açtosYie barbarie que horrorizarían a los mismos salvajes; y el frenesí de las hu¬ manas pasiones causa en un año más víctimas que no causaron en muchos to¬ dos los terremotos y pestes y epidemias juntas. ¡La lucha sangrienta de los pueblos sigue a principios de 1918, como seguía a principios de 1917, de 1916 y de 1915! Parece pues que nada cambia. V sin embargo cambia todo. El niño se muda en joven; el joven en hombre, el hombre en viejo. ¡Cómo cam¬ bian con el tiempo las personas y las cosas! Cuantos desengaños, cuantas de¬ silusiones! Cuantas promesas que habían de ser eternas, quedaron destruidas en solo un año más! Cuantas grandezas que parecían incommovibies quedaron arra¬ sadas; cuantas fortunas que se juzgaban inagotables quedaron completamente destruidas! Los pueblos también evolucionan, sin mejorar gran cosa, y progresan en una cultura cuyo provecho definitivo no eStá todavía bien demostrado. El mundo se agita en las convulsiones de un forcejeo gigantesco; y los colosos que luchan sienten agotarse sus fuerzas; y los que más seguridades fingían tener respectó del resultado final empiezan a confesar con más o menos franqueza la verdad del fracaso. Que nos traerá ePaño 1918? Quiera el cielo que traiga la paz a los hombres tan necesitados de ella; que traiga el triunfo de la verdad y de la justicia, sin el cual no hay paz que pue¬ da ser sincera y estable; que traiga el reinado de Jesucristo en la tierra sin el cual quedan minados en sU misma base los principios fundamentales de la so¬ ciedad. ¡Fiat, Fiat! Fr. Juan DE ÀLVERNÍA. El Herai,do de Cristo J,o mlnyoíiQi ci‘ una eap^^Ha gentil —^ ¡Quina tendre poesía me corpren i m‘ extassía vora r altar primorós on reposa nit i día mon Jesús tot bell i ros! Al entrar dins la capella ja ‘m somriu la cara bella del ninet petit, petit, qui amb dolçor sempre novella m‘ está mirant fit a fit. Amb sos ulls plens de tendresa par qui ‘m torni T escomesa i em parli al cor suaument amb la sublim sensillesa de la nit del naixament. N‘es de bellesa encisera i una eterna primavera de flors, reina al seu entorn, omplint son breç, riolera, d‘ olors suaus cada jorn. Du la túnica nevada i una creu al coll penjada que a la llum li resplandeix; té la mà mig desplegada i amorós em beneiex. Fra. j. R., T. O. R. El Betlem Quan entre el gel i la fredor de l’hi¬ vernada arriba xalesta l’agradosa Pas¬ qua de Nadal, plau-me sovint extassiarme devant el cuadre que ofereix a ma consideració lo consolador misteri del naixament de Jesús, així com sab repre¬ sentar-lo la sensillesa del nostre poble mallorquí amb lo que anomena vulgar¬ ment el betlem. Devant aqueixa gentil i corprenidora alegoría, s’urapl ma pensa de suaus i delitoses recordances i mon¬ eor de dolços i tendríssims afectes. Ja en son passats una bona partida d’anys i sembla encara que fa dos dies. ¡Corn vola el temps. Deu meu! Era jo infant menut, menut, i ja m’hi embada¬ lia contemplant aquell formós betlemet que jo mateix havia ajudat a com¬ pondre an els meus germans majorets; aquella cova humil i tota encesa de llum que semblava un trocet de cel desta¬ cant-se sobre el viu i colorid paisatge; aquells estols d’angels i serafíns i que¬ rubins qui hi devallaven per fíníssims nubols de cotó; aquell cel obert on aparexla la testa venerable del Etern Pare, lo Vell barba florida, qui esguardava d’allà dalt amb mirada complascuda í ho beneïa tot amb l’alta benedicció de la seua ma divina; aquell breç cobert de palles i damunt de les palles aquell Mí- nyonet Jesús qui somreia, embolcat amb flocs i randes, entremig de Jusep i Ma¬ ria, del bou i la mula, i de qualque pas¬ tor sensili i falaguer qui era arribat pri¬ mer que els altres i adorava, silenciós i recullií, oferint a la sagrada Familia els seus presents, amb tota la sensillesa camperola dels temps primitius; tot ho veig com si fos avui; més enllà de la co¬ va hi havia camins plens de gent vesti¬ da a l’antiga, pastors guardant els seus remats, dones qui feinetjaven al bell costat d’una cabana, molins qui molien, planures verdetjantes, montanyes coro- 4 El Heraldo de Cristo nades de neu, uua galina blanca qui pas> turava la llocada etxerevida, i un gall vermeil qui espipellava un cirerer de bon pastor. A lluny es veia un troç de mar blava i dues barques pescadores a la vorera; més aprop un angel rós, sospés en Taire, anunciant a la gent de pastoría Talegre nova de la venguda del Messies. Les vetlades devant el betlem no’m cançava de mirar, i al entretant, el rosa¬ ri, passat en familia, brollava de la boca de tots devotament i amb pausa.... A voltes restava jo adormid a un cornaló de bañe i llavors era quant els braços amorosos de ma mare me portaven a ma cambreta on en somnis encara es repre¬ sentava a mos ulls aquella cova encisedora, amb aquell Nin somrient i la seua Mare, aquells pastors, aquells molins.... ¡O belles recordances del temps anyo- rad de m’infantesa qui quan ma vida es torna freda í desolada, teniu Tescalfor exquisida d’un raig de sol primaveral! Més, al deixar de esser infant per en¬ trar de plè dins Tèpoca bullenta de la jovintud, la representació del naixament del Bon-Jesús tengué per mi encants no¬ vells i no sospitats. Desde llavors el betlem no em fou solsament un entrete¬ niment o passatemps de les fredolegues vetlades de Nadal, ni fíns i tot un sím¬ bol o imatge evocadors, com tants d’al¬ tres, del prodigi més gran que han vist els sigles, això es que Deu uostre Se¬ nyor es faci home nasquent dins una pobre manjadora. Quan en ma jovenesa vaig tenir la ditxa singular de cenyir ma cintura amb la corda blanca í suavissima del gran Patriarca d Umbría, llavors vaig poder regoneixer en aquest betlem sensíll i agradós una deixa preciosíssima del meu Pare Sant Francesc. N’era tan devot Sant Francesc del misteri del naixament de Jesús, que per honrarlo i fer-lo honrar tal com per¬ tany soiia sovint representar-lo, ja amb imatges ja també al viu, com es seguí una nit memorable a Greccio. Amb llecencia del Papa volgué nostre Sant celebrar prop d’aquella ciutat la vinguda del Redentor diví an el món. Aixecà un altar a Taire lliure, hi posà devora una menjadora, un bou i un jument, i acompanyat dels seus frares i d’un estol de montanyesos i roters, pas¬ saren la nit entonant salms i càntics, a la llum de cents de falles qui cremaven. El Sant plorava de tendresa i d’alegría. A Tauba feren T Ofici diví amb molta so¬ lemnitat, i Sant Francesc cantà el Sant Evangeli come Diaca. Parlà després a la multitut i cada vegada que anomenava Jesús havia d’aturar-se com si assaborís me! pura i riquíssíma. Testimonis fide¬ dignes asseguraren haver vist com da¬ munt sos braços tenia el Sant un minyonet molt bell, i que Tomplia de carícies i besades com per a despertar-lo. De Sant Francesc tengué, doncs, ori¬ gen la pietosa costum de figurar el nai¬ xament de Jesús per medi de lo que noltros deim el betlem; així ho creuen molts d’autors i, ¿no ès veritat que aqueixa manifestació sensilia i tendríssima d’amor a Jesús Infant es fruit de Tinteliigencia d’un gran poeta i d’un gran mistíc, com ho era nostro’n Pare? Fomentem, facem creixer per tot arreu la devoció an aquest dolç Misteri; que no es perdi mai dins el poble mallorquí el bon gust de representar-lo a la bella usança franciscana; i així, al temps ma¬ teix que vora el Betlem iliuminat veu¬ rem riurer de goig i delicia la deixondida minyonía, els qui avençam carregats d’anys i de penes pels camins pedrego¬ sos d’aquest món podrem treure-hi de la contemplació de la santa cova lliçons de vida eterna í de pau... Fra Gil del Roseret. El Heraldo de Cristo I-A. XDEH.Jk.lsrTE!! Al digno Presidente de la Ju¬ ventud Seráfica, mi querido ami¬ go Don Antonio Jimenez Ved la más alia empresa déla vida y amor: sus nobles Paladines en cortejo brillante, los soldados de Cristo, las huestes del Señor; del Seráfico Padre en juvenil ardor, en el sublime arrojo, su lema es: ¡Adelante! Lanzan aventureros la humilde carabela, que son bríos y arrestos de franciscano amar: la proa siempre avante, y a desplegada vela, al dejar de virtudes la luminosa estela... del puerto de la Iglesia, salen al ancha mar. Rozan acantilado de los Instes pesares, de la bravia costa envuelta en densa bruma: allá se desmenuzan las olas de los mares, forjadas ilusiones, de pródigos azares, deshecho el albo ensueño, como la blanca espuma. Con brisa fuerte en popa, de espíritu valiente: cruza la carabela la gran inmensidad; mas lo perverso acecha, y con temor su gente ve un terrible nublado cernirse por Poniente... y el mar se agita sordo, nuncio de tempestad. El huracán sus furias de vieritos desencadena: son las malas doctrinas, los nefandos errores; y el siniestro relámpago, ilumina la escena: es la tea incendiaria, de rojiza melena y el trueno la ebria turba, de horrísonos-clamores. Y el negro mar, cual noche sombría de pecado, encréspase al conjuro, en montaña gigante: es la impiedad y los vicios, en pacto descocado: mas con todas sus fuerzas, ¡aún no ha zozobrado! ¡carabela de amor! ¡siempre adelante! Se ve en el horizonte tan sólo mar y cielo: ¿do estás soñada tierra, de las serenas calmas? ¿te oculta misteriosa, ese moderno velo: de frivola ironia, de mercantil anhelo, que invade tus dominios, para matar las almas? Una línea indecisa, azulada', ambarina, de la fiel carabela, se destaca a estribor: es rosada y de oro, cual matinal neblina;. es de albores de nácar, de luz diamantina; el Reino de las almas, de perennal verdor. ■ Y el buen Piloto, experto, del puente en su atalaya, ¡¡¡tierra!!! en júbilo grita: vira presto el timón; ya llegan nuestros héroes, a la dorada playa, y allí su santo celo, el corazón le explaya... clavan en la candente arena, su Pendón. Es el Pendón glorioso, celeste, de la Umbría: que en .su humildad y pobreza, su Padre les legó; en su pos hallan lodos, la más triunfante vía... y sus preclaros Hijos conquistaron un día, ese otro Nuevo Mundo, que Cristo rescató. ¡Juventud de Mallorca! a toda yo le invito: a militar en esta heróica Institución: ella es gigante y fuerte cual roca de granito. . Mas quisiera a la Isla dorada, en circuito, ceñirla en sus amores, franciscano Cordón. ¡Prez y loor. Seráfica Juventud mallorquina! son tus titanes obras, poemas del Atlante: que importa el mundo artero, si introduce su espina... tu surge junto a ella, cual rosa alejandrina y con tu voz potente, respóndele; ¡Adelante! Santiago Vilella. Terciario. 6 El Heraldo de Cristo ¡Any nou ! —Mado Clara, ¡molts d’anys! —En vida leva, Daniel, i doblats per tu. —Com vos es anat aquestes festes? —A mí, beníssim. —No heu tengut colics, ni agru¬ ra, ni... — Res de aixó: jo teñe trempansa sempre, i més en ses festes. —No hi hagut res que vos desdi¬ gués? —Si fa! —Que cosa? —Sa bossa, fiet: l’he tenguda amb un costipat i un dengue tan fort ^que no sé com se’n ha d’aixecar; sobretot és quedada molt fluixa i no cree que se reforsi fins a s’anyada qui ve. —Mado Clara, aixo es mal de molts: ¡que hem cíe fer, mes que pren- der-ho am paciencia! Bono, ja sabeu que any nou, vida nova. —Tota la meva vida he sentit a dir 10 mateix; pero com veig es camí que dú el món, anyor la vida antiga, i sempre que ve cap d any dic: any nou, vida veia. —Pero, santa dona, vos sou com aquella veia d’es cuento. — ¿Que feia? — Era un matrimoni de dos veis que no s’havien avenguts casi mai en tot el temps de la seva vida. Un dia se dona, no sé com, caigué dins un riu; i s’homo cuant ho sabé se’n anà a cer¬ car-la, partint des punt aont havia caigada, i seguint per amunt, per amunt, Ja ho crec que no la trobava, ni ses derreres. A la fí encontrà un conegut seu, i 11 conta lo que passava, i aquest li di’ gué:—homo, no l’heu de cercà per aquí, que no veis que si es caiguda allá baix, s’aigo la se’n haurà duita per avall, i no per amunt. Si, respongué es véi, axí seria si fos cualsevol altre persona; pero ella... tota la vida va anà cuantre sa corrent, i en mort es segur queno hau rà mudat. Are també vos... sempre anau cuantre sa corrent. — En moltes coses es ben segú: Trop que en temps primer n’hi havia moltes qu’anaven millor, i les anyor. “ Com es are? — Anyor la sensillesa de la gent, en que cada ú parlava amb so cor de¬ munt sa ma; i tenia aquella paraula que era tan vera i formal com una es¬ criptura; anyor aquella vida en que tothom vivia segons el seu estat, i el jornaler no s’empenyava en vestir com l’amo, ni l’amo com es senyor; anyor aquells devertiments en que el jovent se distreia, i passava gust sen¬ se perjui de la salut, i sense ofendre a Deu ni al prohisme; anyor ses festes de l’esglçsia aont no hi faltava ningú, i seseases quedaven tancadesperque tot’hom era a n’es sermó i a sa funció; anyor el trabai mateix, que llevors se pot dí que tot era del camp, i tot’hom feia lo mateix, sembrava, o segava, veremava, o secava figues, o coía oli¬ va, de manera que tot el poble com que fos una mateixa familia... i are tot’hom en fuig; anyor l’alegria i la pau de les festes anyals, fetes en man¬ co cumpliments i mes bona amor que a l’hora d’are; amb una paraula ho anyor tot, perque de lo d’are no m’a¬ grada casi res. —Be; pero no me negareu que no tenguem moltes coses bones. —Jo no les sé veure. — Perque no voleu. Pero escoltau: Amb lo de sa feina, mirau si n’hi ha de diferencia entre lo que are guanya un jornaler, i lo que gonyava en es temps que deis: guanya mesare una dona en vuit dies que llevors un homo en quinse: i tot aixó és fruit de ses indústries, i de que tenim moltes castes de. feina que llevors no hi eren, i els pobres estan millor perque gua- El Heraldo de Cristo 7 nyen més, menjen mes be, i vesteixen molt mes be. Tambe tenim ses comodidats; com¬ paran lo que feien ilevors per aná d’un poble a s'altre, sa pena que cos¬ tava i lo malament qu’anaven, i lo be i aviat que hi ansm noltros áTe. Tenim es telégrafo per sabrer ses noticie.s aviat; tenim s'electricidat per fer llum neta i barato a casi tots els pobles de Mallorca. Tenim un comers de lo milloret, i no mos fa falta res, maldament sa fassa a s’aUre cap de mon. Tenim unes diversions molt mes fi nes i mes artístiques; tenim d aris, bones escoles, i gent ben instruida. Tenim es bon gust en ses cases, en sos carrers, en sos vestits... ¿Que vos he de dir? -Trop que de llevors a are hi ha com de sa nit a n’es dia... — Idò, segueix en sos teus trrtse; perque a mi ningú en treu de lo meu. Am tantes lletres, hi ha mes dolentia qu’antes i no se poren fiar de ningú: am tantes comodidats, hi ha deu vega¬ des mes de malalties i la gent se mor mes jove: am tantes diversions la gent esta molt manco alegre i conten¬ ta; am tant com guanyen els pobres, n’han d’anà molts mes a l'hospital, i no n’hi ha cap que s’enmalaltesca que l’on demà no haja acabats es dobbes: i am tanta cosà com brevetjes, no veig ningú que estiga apler. I no ¿saps perque es?—-Per qué? Perque cuant no millora el cor i la voluntat, debades milloren ses altres coses. —Teniu raó. ~ldò, deixem seguir en ses meves carreres i digués C'm ]o\\ any nou, vi¬ da veia. Daniel. 0^ — — Flor d‘ hivern Vara de Jessé brostà una Rosa. Benhaja’l verge que la Véu desclosa! No esbadella Abril cap flor tan ufana, cap flor tan gentil, ni cap tan galana. S’aroma divina el mon ubriaga. Té’ls pètals com d’or. Rosa alexandrina., Mon cor té una llaga, calma’l seu ardor. H. DB A. nuestros corresponsales y suscritores No podemos menos de darles las más expresivas gracias, porque, a pe¬ sar del aumento de precio que han impuesto las circunstancias, en su in¬ mensa mayoría continúan la suscrip¬ ción, y hasta en algún pueblo ésta ha aumentado. Esta generosidad nos obliga a poner de nuestra parte el ma¬ yor esmero en la confección de la Re¬ vista. No obstante, si alguno de nuestros antiguos suscritores no quisiese con¬ tinuar, y no hubiese avisado todavía, le rogamos que lo haga cuanto antes, lo cual nos evitará gastos superfluos. El Heraldo de Cristo ConYleiie tara la socleSaJ la üriea fercera? S. Francisco de Asís dotado de viví¬ simo ingenio, cuando propaló y esparció por las ciudades y aldeas la semilla de ía T. O. previó los copiosísimos frutos que en aquellos tiempos en que reinaba el más grosero sensualismo, podría re¬ coger, y a este fin puso a la vista del mundo entero, con su fervorosa predi¬ cación, ejemplos vivos*de cristianas vir¬ tudes, enseñó a los hombres un nuevo camino, muy diferent eMel que hasta en¬ tonces hablan seguido, para que, por él caminasen y llegasen a ser verdaderos gigantes en la virtud, trocando los pla¬ ceres y deleites por la penitencia, la avaricia por el desprendimiento y el or güilo por la humildad. ¿Y en nuestros pueblos de hoy día, no se necesita[un parecido resurgimien¬ to? No reina en ellos, el amor desorde¬ nado a los placeres, la sed insaciable de bienes terrenales y el más refinado or¬ gullo? Como, pues, poner coto a tan terribles males? Nada más a propósito que la O. T. Escuchad lo que decía el B. Juan Bautista Vianney “La reapari¬ ción de la O. T. de S. Francisco y su maravillosa propagación en J nuestros pueblos y ciudades, son los medios es¬ cogidos por la divina providencia para nuestra resurrección moral y religiosa; es la obra que debiera establecerse en todas las parroquias como el medio más poderoso para reavivar la fe y encender la llama de la caridad en el corazón de los cristianos.,, SS. Pío X. aun Patriarca de Venecia exhortaba a sus fieles diciendo: “Ingre¬ sad, amados hijos, en la Tercera Orden franciscana, y así, mientras que el mate¬ rialismo sube y se apodera de los cora¬ zones como un bárbaro invasor, la imi¬ tación de Jesucristo nos librará de su tiránica servidumbre; mientras los blas¬ femos provocan al cielo con lenguaje soez, la oración de ios humildes y peni¬ tentes nos le volverá propicio; mientras Incorrupción de las costumbres, final¬ mente, asóla las familias y la sociedad, la pureza de costumbres salvará a la una y a las otras.,. Por lo tanto. Terciarios, siguiendo el consejo de hombres tan eminentes y sa¬ bios, trabajad en pro de la O. T. haced que se propague y que aumente en nú¬ mero; ella está destinada a resucitar la humanidad; ella ha de poner dique a los males, que continuamente invaden los pueblos, y por fin, ella ha de quitar la glacial indiferencia en que el mundo se halla envuelto. Patrón del mes: La Sagrada Familia. Devoción especialísima: Los misterios de la santa Infancia. — Grabad en vues¬ tro corazón las palabras que a vista de tales misterios dirigía N. S. Padre a sus hijos. cHijos míos, comencemos a amar a Dios, porque lo que hemos hecho hasta ahora nada es: comencemos de nuevo.» Fr. Simón, ÈL Heraldo Le Cristo ÈL Heraldo de CRisfó IlsITElRIOTl, De fírtá.—Acto iiterario-musicai.— La Asociación de Obreras de S. José ha celebrado una tarde Iiterario-musicai la que resultó brillánlí ima. En ella to¬ maron parte varias socias y la distingui¬ da pianista D. M“. del Rosario Estelrich, Empezó el acto a las 4 y media de la tarde del 23 del pasado, en el espacio¬ so salón-escuela de P. P. Franciscanos, adornado con sumo gusto por las Stas. de la Asociación. Tomaron asiento en la presidencia el Rdo. Cura-Párroco, el Sr. Alcalde, el juez municipal, el P. Superior del Con¬ vento, el P. Director y las Sras. que componen la Junta Directiva. Empezóse con precioso himno a San José cantado con exquisito gusto por un coro de jóvenes bajo la Dirección del P. Rubí. Luego el P. Director dijo que el acto a que daban principio suponía un heroísmo en las organizadoras, pues¬ to que habían cargado con el peso de los discursos, poesías y melodías, cosa no vista en este pueblo. Por ser la pri¬ mera vez que se presentaban en público, para este acto pidió para todas ellas in¬ dulgencia al numeroso y selecto públi¬ co el que contestó con un caluroso aplauso. Excusó la ausencia de la Seño¬ ra Presidenta y leyó una carta de adhe¬ sión del P. Cerdá, fundador de la obra. Acto seguido D^ Remedios Baamonde leyó con sollura y buena entonación un precioso discurso, filigrana de literatura, que arrancó al público un aplauso gene¬ ral. La Sra. Secretaria, D." María Terrasa leyó una bien detallada memoria y las jó¬ venes Sritas. Catalina Llabrés, Margarita Sancho, Juana A. Llinás, Margarita Sureda y Josefa Sullá recitaron con mucha soltura hermosas poesías, entre ellas una original del aprovechado joven D. Da¬ niel Cano, hijo del dignísimo alcalde de esta villa, titulada “Rosa de Caridad,,. Fueron todas muy aplaudidas. Fué muy celebrado el diálogo “Conver¬ sa Josefina,, recitado con suma gracia y naturalidad por las Stas. D.® Mercedes Cano y D.“ Josefina Palmés, compuesto ex-profeso por la distinguida profesora, D^. Margarita Estelrich. Se le tributó una muy justa y entusiasta ovación obli¬ gándose a la autora a presentarse ante el público y a que se repitiera su com¬ posición. En este diálogo revela la auto¬ ra poseer excelentes dotes para este gé¬ nero de composiciones. La señorita do¬ ña M.^ del Rosario Estelrich tocó con nitide:^ y pulcritud envidiable: Estudio ÉL Heraldo de Cristo ïí de Torrens, Novelette de Schuman y Concierto en re menor de Mozart; fué calurosamente aplaudida. Pronunció elocuente discurso el señor Alcalde, D. Antonio Cano en el que cantó con palabra llena de vida las ex¬ celencias de la caridad y declaró guerra de exterminio al egoísmo y avaricia ene¬ migos destructores de la caridad. Fué interrumpido varias veces por los aplau¬ sos que arrancaba al público con su en¬ tusiasmo y sublimes frases. Cerró el acto el Rdo. Sr. Cura-Párro¬ co alentando a las sodas a proseguir su laudable labor recordándoles que así como la caridad tuvo un origen divino, divino también será el premio del que la practique. Hízose una colecta a beneficio de los pobres de la Asociación ascendiendo a 233’69 ptas. Nuestra más cordial enhorabuena pa¬ ra todos los que han tomado parte en ella y un aplauso para los organizadores. X. Las Salinas. —Día 28 del pasado Oc tubre se celebró en esta Parroquia la fiesta dedicada al seráfico Patriarca de Asís. A las 7 de la mañana hubo la comu¬ nión general la cual fué concurridísima, y durante ella se cantaron cánticos Eu' carísticos. A las 10 cantóse la Misa ma¬ yor con sermón que dijo el Rdo, D. Se¬ bastián Garcías Pbro. y por la tarde el mismo orador dirigió una sentida plati¬ ca a los terc arios y ac o seguido se im¬ puso el santo hábito a 2 hombres y 2 mujeres y fueron admitidas a la profe¬ sión 10 mujeres. Sea todo para gloria de Dios. Inca. - El distiguido fabricante de te¬ jidos D. Vicente Enseñat, que ya desde muchos años celebraba solemnemente én nuestra iglesia de San Francisco una fiesta' a Nira. Sra. de la Eiperanzi, pa¬ trona de los tejedores, este año ha que¬ rido revestirla de solemnidad extraor dinaria. Agradecido al favor de haber reco¬ brado la vista, que se hallaba a punto de perder, efecto de unas cataratas, ha determinado celebrar un triduo de cua¬ renta-horas, y ha hecho pintar y bende¬ cir un artístico cuadro de Sta, Lucía, abogada contra las enfermedades de los ojos. Las cuarenta horas tuvieron lugar los días 16, 17 y 18 de Diciembre con asis¬ tencia de grandísimo concurso de fieles a todos los actos, notándose la presen¬ cia de los trabajadores de la fábrica del Sr, Enseñat, que participando déla ale¬ gría de su amo, querían tomar parte en su agradecimiento al Todopoderoso, da¬ dor de todo bien. El día 16, en que se celebró la fiesta principal, bendijo el cuadro de Sta. Lu¬ cía el M. I. Sr. D. Antonio Deyá, cañó nigo de la S. I. C. unido con la familia Enseñat por vínculos de patria y de an¬ tigua amistad: y fueron padrinos lo.s ñi¬ ños Salvador y Catalina Castañer y En- señat, nietos del mismo D. Vicente, Predicó los sermones del triduo y en las mañ mas de los días ló y 18. el Re¬ verendo D. Juan Enseñat, Ecónomo de Alcudia y sobrino del indicado obrero de Ntra. Sra, de la Esperanza. La parte musical resultó muy bien atendida tanto por la esmerada prepa¬ ración de la capilla del Convento como principalmente por la cooperación del Maestro D. Bernardo Salas, Organista de la S. I. C. que tomó parte en las fun¬ ciones principales. Que Dios Ntro, Señor bendiga a don Vicente Enseñat y a su cristiana familia toda, y recompense sus ejemplos de pie¬ dad haciendo prosperar cada vez más su ya floreciente establecimiento indus¬ trial. Capdepera.—Día 13 del pasado Di¬ ciembre en el convento que las religio¬ sas Franciscanas tienen establecido en esta villa tuvo lugar una muy simpática fiesta con motivo de la bendición de una nueva capilla, un artístico sagrario y un hermoso copón. í¿ El Heraldo de CkiSTO En la Misa Mayor ofició el muy Reve¬ rendo Cura Párroco de aquella localidad D. Juan Torrandell, asistiéndole de diᬠcono y subdiácono respectivamente el Rdo. D. Gabriel Muntaner Cura Párroco de Artá y D. Juan Melis. Dirigió la di¬ vina palabra al auditorio el Rdo. Padre Superior del Convento de PP. Francis¬ canos de Artá, P. Juan García. Furron padrino de la nueva capilla jo's nmo.s J’ róniroo Fií quer y Meiis y Catalina Caldentey y Mayol; del sagrario los niños Gabriel Morell y Font dels Oiors y Margarita Sureda y Sancho; y apadrinaron el copón los niños Francis¬ co Garau Abrines y María Vaquer y Moll. En este día quedó reservada la Divina Eucaristía en dicho oratorio. Mil plácemes y enhorabuena a las re¬ ligiosas Franciscanas de Capdepera y sea todo a mayor gloria de Dios. EXIXEPIIOI?, Operarios evangélicos En la memoria que por decreto del Gobierno, los Misioneros Franciscanos déla Araucania envían al Ministro de Culto, aparecen estadísticas tan elocuen¬ tes que creemos deberían ser conocidas por tantos que sin conocerla pretende hablar de la labor social de los Institutos Religiosos. La educación de niños la regentan los Misioneros y la de niñas las Hermanas Terciarias Franciscanas. Bautizados indígenas: 2.607. Confirmados; 1716. Matrimonios: 376. Matriculados en el último curso; 1572. Indígenas internos: 116. Alumnas indígenas internas: 296. Alumnas pensionistas: 113. Y continua la Memoria: El mejor me¬ dio para civilizar al indígena es tenerle desde la niñez; de esta manera es como aprende a practicar los principios de la moral, sociabilidad, religión e higiene, se tiende a que con la enseñanza teórica de las letras, adquieran una enseñanza práctica cuan perfecta sea posible de agricultura, de artes y oficios. El Filósofo y Terciare Jorge Fonsegrive Hace pocos meses voló al cielo el cristiano filósofo Jorge Fonsegrive, ar¬ diente propagandista de la Tercera Or¬ den. Hombre franco y generoso, exce¬ lente amigo y fervoroso terciario, prestó al catolicismo notables servicios. Era amigo personal de León XIII, teniendo el raro honor de ser invitado por el Pa¬ pa a dar una conferencia en el Vati¬ cano. Se le ha acusado de liberal, pero si hay antípodas del liberalismo él fué uno. Sus acusadores no h^n leído ciertamen¬ te aquel escrito que intituló «Quiebra del liberalismo >. Sus adversarios, sin intentarlo han de¬ mostrado su alto valor: sabido es el en¬ carnizamiento con que Renán le comba¬ tió para hacer fracasar su candidatura al Colegio de Francia. Espíritu superior, que no desmerece al lado de Mauricio Blondel ni d’Odé- Lappune, prefirió hacer bien a las almas, a la conquista de honores y disunciones; fué un gran creyente y probablemente uno de los cuatro o cinco grandes fi¬ lósofos cristianos de nuestros tiempos. Proceso de Beatiñcación Su Santidad Benedicto XV ha nom brado Ponente, en la causa de Beatifica¬ ción de la Terciaria franciscana María Josefa Rosselló, fundadora déla Congre¬ gación de Hijas de la Misericordia, al Eramo. Card Rafael Scapinelli. El Insti¬ tuto, pues de Hijas de la Misericordia y la Tercera Orden de Penitencia están de enhorabuena. Distinción bien merecida Ha sido agraciado por S. M. el Rey con la gran Cruz de Isabel la Católica e eminente escritor católico social y Ter ciarlo Franciscano D. Rafael Marín Lá zaro. Los excepcionales méritos de condecorado justifican harto la rea El Heraldo de Cristo H ■ ÉL Heraldo de Cristo merced. El señor Marín, con su bien cortada pluma y elocuentí-ssima palabra, ha prestado valiosísimos servicios al país, actuando magníficamente coxio sociólogo, publicista y jurisconsulto de nota en el Instituto de Reformas Socia¬ les, en periódicos y conferencias, en tribunales de oposición a cátedras y desde la tribuna parlamentaria. Celebramos muy de veras la merced que le ha sido otorgada con tan justa razón al ilustre secretario de la Fede¬ ración de los Centros de Defensa So¬ cial, Ligas Católicas y entidades simi¬ lares, ¡Asi hay que honrar a los bene¬ méritos de la Patrial Pan de S- Antonio Mes de Noviembhk Cepillo de la iglesia de S. Francisco en Palma Limosnas recogidas . . 217’lOpta^ Por 300 bonos de pan . . 150’00 » Repartido en metálico . 50’00 » Total repartido . . . 200’00 ptas Rimanente .... 17T0 > Día 24 del pasado Setiembre, falle¬ ció en el convento de Pina Sor Pascua lina Abrines y Coll, natural de Lloseta a los 69 año.s habiendo pasado 53 en la Congregación de Hijas de la Misericor¬ dia Terciarias de San Francisco. Toda su vida religiosa la pasó dedica¬ da a la enseñanza de las niñas. Se distinguió en la observancia de las reglas del Initituto aun en las cosas más pequeñas y menudas. Tuvo una muerte muy tranquila, des¬ pués de larga y penosa enfermedad y recibidos los sanios Sacramentos. Padeció ihuchísimo en su enfermedad, pero cada respiración era un acto de amor a Dios, pués constantemente tenía en sus labios el nombre de Jesús. fias Salinas—Día 6 de Noviembre murió la terciaria Francisca Ciar Tomás a la edad de 8i años. También pasó a mejor vida día 22 la terciaria María Escalas Bonet a la edad de 34 años habiendo recibido los santos sacramentos; y día 28 del mismo mes de Noviembre murió en el ósculó del Señor la madre de esta terciaria Magda¬ lena Bonet Bonet a la avanzada edad de 80 años confortada con los íantós Sa¬ cramentos, Reciban sus familias nuestro más sen¬ tido pésam?. —Día 7 de Diciembre pasó a mejor vida después de la larga y penosa enfer¬ medad sufrida con mucha paciencia la terciaria Magdalena Bover Bonet a la edad de 41 años confertada con los san¬ tos Sacramentos. Reciban sus hijos huérfanos nuestro más sentido pésame. Palma. •“ Día 27 de Noviembre falle¬ ció la hermana terciaria D.® Margarita Engroñat; día 30 del mismo mes doña Margarita Cardeli Puig: y día 16 de Di¬ ciembre doña Isabel Gamundí. A. E. R. I P. El Heraldo de Cristo Los frutos del cine Un observador escribe a propósito de las fatales consecuencias que causa el cine, que en 500 representaciones cine¬ matográficas que presenció, marcó 200 homicidios, 91 suicidios, 103 adulterios, 88 seducciones, 352 hurtos y 45 estafas. ¡Hermosa escuela,..! Y si pensamos que los jóvenes son los más asiduos al cine, ¡risueña esperanza...! Una estadística internacional de telé* fonos. Una revista profesional americana ha publicado la estadísrica general de te¬ léfonos, con datos recogidos en todas partes. Según ella, existen en todo el mundo 11.271,8 3 aparatós telefónicos. De esta cifra, más de la mitad, o sea 7.595.983 aparatos, pertenecen a los EE. UU. de la América del Norte. En Euro pa, el país que más teléfonos posee es Alemania, pues dispone de 1.068.849 aparatos de los 2.9 6.5539110 hay en toda la Europa. Luego sigue Inglaterra a bastante distancia, con sus 648.832 aparatos, y Francia con solo 232.743, o sea, aproximadamente, los mismos que hoy posee Berlín. La longitud total de todos los con¬ ductos telefónicos existentes en el mun¬ do asciende a 43 millones de kilóme¬ tros, es decir, unas 140 veces más que la distancia entre la tierra y la luna, y mil veces más que la circunferencia de la tierra. Con respecto al capital invertido, to¬ das las instalaciones del mundo repre . sentan la respectiva suma de 6.000 mi¬ llones de marcos Los ingresos brutos de lasinstalaciones telefónicas del mundo entero ascienden a 1.400 millones de marcos. La comunicación telefónica más bara¬ ta la tiene Finlandia (Rusia), con una tasa de 65 marcos por cada aparato; la más cara, Bélgica, donde el aparato cuesta 280 marcos. Frutos de la Confesión El párroco de la iglesia de San Mar-, eos, de Madrid, D. Paulii o Corrales Díaz, ha depositado en la caja de la. Dirección general del Tesoro público y Ordenación de pagos del Estado, un título de la Deuda perpetua in terior, al 4 por 100, de la serie D, que le había sido e ^tregado por un penitente, bajo secreto de confe¬ sión y en calidad de restitución al Es¬ tado. ¿Para qué sirve la confesión, dire mos por centésima vez, a los seño¬ res sectarios, quizá no muy intere sados en restituir lo ajeno, si fuera caso que de ello se hubieran apode¬ rado? i6 El Heraldo de Cristo Bibliografía Cuestiones de Religión ante la razón del pueblo, por el Dr. D. Federico Santamaría. Precio, I pta. en casa del autor Peñuelas, 20 Ma¬ drid. Comprende la presente obrita veintiocho capí¬ tulos, en que con galanura de frases, clara y aplas¬ tante argumentación se ponen al alcance del pue¬ blo dogmas tan fundamentales, como la existencia de otra vida, divinidad de Jesucristo, de la Iglesia y de la Confesión. Los ocho capítulos destinados a la Confesión son de una lógica contundente y de¬ berían ser leídos por cuantos dudan o niegan la di' vinidad de este santo Sacramento. A la serie de obras de catequesis. Diálogos Ca¬ tequísticos, Catecismo de la Eucaristía, Meditacio¬ nes de la Gracia, Ripalda Pedagógico y Catecismo Mariano, publicadas per el Sr. Santamaría con tanto fruto del pueblo, viene a añadir la presente apología de los dogmas fundamentales de nuestra fe, que merece ser difundida con profusión. El Secreto de Maria, o sea carta sobre la esclavitud de la Santísima Virgen.—Bilbao.—Ad¬ ministración de El Mensajero del C. de jfesús. Muy conocido es el libro de la Verdadera devo¬ ción a la Santísima Virgen^ escrito por el B. Luís M. Grignión de Montfort. El opúsculo cuyo título va al frente de estas líneas es un compendio de di¬ cho libro y tiene la ventaja de resumir en pocas páginas la sustancia del mismo, con grande econo¬ mía de tiempo y de dinero parados oue hayan de enterarse de ella. Las almas piadosas lo leerán con placer yprovecho. Gtabados Catequisiieos, por el Dr. don Federico Santamaría—144 páginas en t6.°, 35 céntimos ejemplar; calle de las Peñuelas, 20, Ma¬ drid. Esta bonita colección consta de ochenta y nueve estampas originales de tamaño de página, exposi¬ tivas de todo el Catecismo, y de cincuenta y cinco páginas de lectura explicativa de la Doctrina Cris¬ tiana contenida en los grabados. De los diez y seis primeros gráficos de la parte preliminar merecen especial mención los de la ne¬ cesidad de ser cristiano, pérdida del fin último, pe¬ cado mortal, necesidad de la gracia actual y el de ^a caridad. De los diez y seis grabados del Credo son muy interesantes los de la firmeza de la fé, contraste de antes y despues de la Creación, Verbo Encarnado, antes y después de la Redención, y Juicio par¬ ticular. De los siete dibujos que explican las oraciones son altamente pedagógicos los del Padrenuestro, presencia de Dios y oración mental. Entre los diez y siete grabados de los Manda¬ mientos, el árbol de los Diez Mandamientos «s muy doctrinal. El Corazón de Jesús presenta en doce rayos las doce promesas y los actos de amor, adoración y desagravio que le son debidos; el de^ sexto Mandamiento está clara y honestisimamente expuesto; el de la murmuración es sugestivo, y el de los errores liberales, festivo. De los diez y ocho de los Sacramentos despiertan singular interés los del exámen de conciencia, atrición, contrición, remordimiento, y matrimonio civil. De entre los quince restantes de ampliación del Catecismo se destacan dos del Fomento de Voca¬ ciones, virtudes teologales, idsm cardidales, conse¬ jos evangélicos y bienaventuranzas. . En esta preciosa colección no se sabe que ad¬ mirar más; si el gusto artístico de los grabados, o la riqueza doctrinal y la claridad expositiva. Nuestra enhorabuena al Sr. Santamaría, autor de tantas obritas ca equísticas, en particular por su laboriosidad, pues en este mismo año de 1917, además de esta obrita, ha publicado Estudio Crí¬ tico en el Centenario de Suárez, Calavcrín y el Curita, Sermones Apologéticos, Colonias Veraniegas de Seminaristas y Cuestiones de Religión ante la razón del pueblo. La Carta de Franquesa del Rfii En Jaume /, per Benet Pons Fàbregues. Palma — Estampa l'Esperança—1917. En un folleto precioso y de una impresión irre¬ prochable ha publicado el Sr. Pons su estudio críti¬ co sobre la Carta de Franquicias dada por D. Jai¬ me el Conquistador, valioso trabajo presentado en el primer congreso de Historia de la Corona de Aragón.—Es un estudio meritísimo que debieran conocer todos los mallorquines, no sólo por conte¬ ner la transcripción fidelísima de la Carta, sino por la clara idea que, en un sintético t rtículo, da de los motivos que determinaron la conqnista. JKño nuevo, vida nueva Marchó ya, arrugado y con su equi¬ paje tan maléfico como roido, el año 17, y al despedirse nos dijo solo, que era para jamás tornar. Con él huyeron también las malandanzas, los sinsabo¬ res y malas cuitas, que en la corte in¬ feliz de tal monarca, sirviéronle como de pajes y ministros opresores. Hoy, ya reina otro, es chiquitín aun, no habla apenas, y como anda con tro¬ piezos, no preocupa a los hombres, que están sumidos en cavilación, ante la fatigosa marcha, que impone la gran guerra, y van retorciéndose en la me¬ moria los desastres, las crisis hondas de los pueblos, y el agobiamiento e in¬ certidumbre habida en los días pasados del año anterior. Cuanto sucederá en él que ya vuela, que programa nos dará, este año que preludia, sólo Dios no lo ignora, y cuantos calendarios se hagan, son com¬ pleta temeridad. ¿Seguirán hilvanándose los días, ba¬ jo el azote terrible que ha tanto tiempo asóla a la humanidad, hasta llegar al aniquilamiento más completo, al des¬ gaste absoluto, al aplastamiento uni¬ versal? ¿Llevará en si, este 1918, algún presagio consolador, para que salga de oriente la nueva aurora de la paz, para ser base segura, de no quebrantarse jamás, la hermandad entre los pueblos? Todo es difícil, imposible de prede¬ cirlo. Sólo puede afirmarse como nota de balance, que hay síntomas de can¬ sancio en la gran lucha, y siguiendo el curso natural de los sucesos, parece entreverse el fallo de la contienda, de¬ jándose sentir el campanico alegre del triunfo. Del resultado de la guerra, depende la marcha de todo el orbe, pues no ca¬ ben dudas, que una nueva era empeza¬ ra tras de la paz, y un nuevo periodo habrá de registrarse en los libros de la Historia, después del fraternal abrazo de los hombres. España, que gracias a Dios, mantié- nese inflexible en no intervenir en tan agena lucha, sentirá la influencia del momento de lá paz, como ha sentido las salpicaduras de la guerra, y visto todo con hondo patriotismo, cabe afirmar que saldrá con brío, fuerza y robustez vivísima, para ser entre todos los pue¬ blos, que han sucumbido a la desgracia y al castigo, el rey de todos ellos, y el más sano elemento de cuantos consti¬ tuyen hoy el viejo harapo de la Europa. Respecto al destino nacional, es in¬ dispensable para labrar su dicha, el ser todos a una, resueltamente optimistas, inmensamente optimistas, y es elemen¬ to, perturbador, quien pretenda sacar heridas, que con voluntad pueden ci¬ catrizarse. Si hoy, en este principio de año, se hecha una mirada a nuestro pueblo, se verá ya un algo de vida e intensidad constante, y no es cosa reprobable el i8 Juventud Seráfica programa de la regeneración, que como fin único se tiende para la salvación de nuestro pueblo. Todo lo contrario. Más a pesar de esto, se me replicará que son horas de peligro de amenaza e in¬ tranquilidad perenne, como si estuvié¬ ramos en el borde del abismo, o en el peligro traidor, de ser lanzados como en catapulta a los campos de batalla. A todos cuantos piensen así, puede ofrecerles mi pobre ingenio, un caudal de contrapesos; Abranse los tesoros de nuestra fé sacrosanta, de nuestra firme¬ za en el carácter y del criterio inflexi¬ ble de no luchar más que para defen¬ der el patrio suelo. Todo lo demás son tonterías que no valen ni un colmillo. Hay que señalar también hoy día, la existencia de dos bandos, de dos gru¬ pos de potente fuerza, que quieren en nuestro suelo alcanzar la hegemonia, presentando cada uño sus normas, co mo fuerzas redentoras para la salva¬ ción pueblo. Aludo a la lucha entablada entre los elementos de la vieja política, y los nue¬ vos o emancipados que alzan su voz a base de renovación, y pretendiendo ambos ser el símbolo de la dignidad na¬ cional y la fórmula mejor para llegar con la honradez puesta por arbitrio, al sum-mum de la grandeza y del poder. Mas hay que expresar sinceramente, que examinado el momento con la de¬ tención que requiere, y vista con im¬ parcialidad y sin pasión la honda crisis en que hoy estamos, hay que convenir que precisaba, urgía sobremanera, el restaurar los destartalados principios que sostenían los partidos; aquellos mismos que por su causa desmembróse la noble patria, y nos llevaron al desas¬ tre, como si fuera deshojándose lenta¬ mente, la hermosa flor de nuestro Im¬ perio. No cabe duda, que es digno de acep¬ tación este movimiento renovador, y es digno de loa y de todo encomio este brillante despertar, y creo que pocos se hallaran, que pongan trabas o cor¬ tapisas, al ideal de llegar muy pronto a un nuevo engrandecimiento. ¿Quien será digno hijo de la patria, que no vea con orgullo la nueva senda que se abre para que se formen hom¬ bres que lo sean con toda la extensión de la palabra, hombres de inflexible condición, y que sean capaces de dar un solemne puntapié, a la emponzoña¬ da caterva de politiquillos, y extermi¬ nar de un tirón a esta filochera nacio¬ nal, que hablando en claro y punto por punto, no son más que caciquilios, que ofrecen en una mano la prebenda, mien¬ tras reciben con la otra, el indispensable emolumento? No y mil veces no. Esto ha de aca¬ barse de una vez, y ha de ser precisa¬ mente ahora en que los viejos moldes tan idos y traídos, se han roto ya. Ha de ser ahora, y de aquel tinglado viejo que no fué más que el de la farsa, res¬ tarán si el pueblo quiere, inútiles resi¬ duos como quedan en la orilla de la mar, los podridos restos, que arrastró el fu¬ rioso temporal. Todo está muy bien, y todo cuanto tienda al prestigio y a la moralidad, me¬ rece ser apoyado sin distingos. Pero acontece en el caso político actual, o en el momento que se entra en la rápida evolución, que existe un daño que no es tolerable en ningún modo, para el ideal de nuestra católica religión So¬ bre él, débese hablar claro y con preci¬ sa puntualidad, puesto que urge el sa¬ ber a donde vamos, en materias religio¬ sas, para así señalarse los peligros que correrse pueden, pues vénse ligadas ideas heterogéneas tan distintas, como las de los hijos militantes de la Iglesia, con otros sin credo, sin creencia católi¬ ca y sin doctrina. Esto verdaderamente es un peligro en su principio, es una temeridad y hasta si se quiere una irreflexión, ya que nada bueno, pueden recoger los elementos de las derechas, pues han de, acabar con lucha su labor, y al separarse caerá más de un incauto en las redes de la familia Juventud ¡Seráfica ig agena, cuando no recoja la confusión de las ideas y programas. Por esto es necesario ir con cautela en las alianzas, y compromisos para prestar a la patria el fiel concurso. Por esto examinando los limos. Prelados españoles la situa- cióy que atravesamos, han expresado su parecer y la conducta que deben se¬ guir todos los católicos, por medio de una declaración colectiva, afirmando abiertamente cuáles han de ser los pues¬ tos que han de ocupar los hijos de la luz, para desarrollar su acción en la vida pública nacional. Predíquese pues la forma regional, administrativa o municipal, recuérden¬ se los fueros indestructibles de cada pueblo, acéptese el reinado de cada lengua, mientras también brillen las gloriosas hazañas de c'ada pueblo, más no se prescinda, ni se escóndalo mejor y principal, para los fines de las criatu¬ ras. No se cierren ni se desvíen con la prisa del momento, los cultos oficiales para con Dios, pues se daría el caso triste de mantener un cuerpo semejante a una bestia, de nutrir un ser sin ali¬ mentar le tesoro de su alma. ' Esta cuestión palpita ahora en prin¬ cipio de año y por esto lo hemos plan¬ teado. Hablemos claro sobré el curso de los bienes espirituales, ya que de los temporales se habla y escribe mu¬ cho, para que así se asienten en firme, cuestiones de tanta trascendencia. Año nuevo vida nueva, dice el re¬ frán. Apliquémolo a cada uno de todos nosotros, y con la dirección de Dios en todas las empresas y trabajos, no halla¬ remos ni un puntó débil que surzir, ni un espíritu viejo que remendar. Solo con El, puede alcanzarse la suspirada renovación. Sin El, es caminar hacia el abismo.—J. V. A. II Uos Heyes Mañana es el día de Reyes,—esto es lo que nos decían en tiempo de mi in¬ fancia nuestros padres;—si queréis ver¬ los llegar id a su encuentro y llevadles algún presente. Y partíamos entusiasmados hacia el Oriente a esperar a los Reyes que ve¬ nían con sus hermosos pajes, sus gran¬ des camellos y un gran acompañamiento, para adorar al niño Jesús. —A donde vais muchachos? nos pre¬ guntaban por el camino. —Vamos a salir al encuentro a los Reyes. Y con el corazón lleno de ale¬ gría y los ojos llenos de bellas visiones seguíamos nuestro camino llevando paja para sus caballos conforme nos habían encargado nuestros padres. * ** El día era frío, el viento silbaba fuer¬ temente y la hierba estaba quemada por las continuas heladas. Y con la cabeza alta, riendo y cantando tomamos veloz carrera por un largo camino. Los campanarios de nuestras iglesias quedaban atrás y desaparecían de nues¬ tra vista. El paisaje era inmenso. Mirᬠbamos, lejos, muy lejos, pero no descu¬ bríamos nada. Están allá, decía uno, pronto los en¬ contraremos. Y corríamos con más ligereza que antes para encontrarlos más presto. El sol cubierto por una nube inmensa se escondía lentamente. La alegre charla poco a poco enmudecía. El viento por momentos iba aumentando. Era una de aquellas tardes de Enero tristes y de¬ soladas. Cuando de repente, ¡Albricias! ¡Albri ciasl exclama uno de mis compañeros. Miradlos allá lejos; pero que lejos toda¬ vía están. La alegría de nuestros corazones se reflejaba en nuestras caras y en nuestras exclamaciones. La magnificencia real deslumbraba nuestros ojos. Una inmensidad de luz, espléndida, roja y dorada cubría todo el poniente, cual corona de oro brillantísi¬ ma que ilumina todo el horizonte. • Los Reyes!, los Reyes! exclamaban: mirad allá lejos que hermosa corona. ¿o Juventud Seráfica Triste desencanto! Era el sol que se ponía. Aquella gloria deslumbradora, la últi¬ ma brillantez del sol poniente, se desva¬ necía poco a poco, acabando por per¬ derse entre las nubes; y desengañados nos encontramos en medio del camino. ¿Por donde habrán ido los Reyes?— no lo sabemos. Perdidas las esperanzas de encontrar a los Reyes volvimos a nuestras casas. •t ** —¿Qué ha sido, los habéis visto?— ños preguntaban nuestros padres. —No; han pasado muy lejos, más allá de la montaña. , —'Siento vivamente el que no los ha¬ yáis encontrado. ¡Qué acompañamiento llevan! Ahora están en la iglesia que adoran al Niño Jesús. Y en seguida ya partíamos hacia la parroquia. Al llegar a la iglesia que es¬ taba llena de bote en bote, el órgano dejaba oir sus más bellas notas en señal de fiesta mayor. Los muchachos por el deseo de ver¬ lo todo de cerca no cejábamos hasta haber llegado a la capilla del Nacimien¬ to y allí descubríamos, con sorpresa, por encima de la cueva, la Estrella resplan¬ deciente y sobre el altar los Reyes Ma¬ gos, que adoraban al Niño Jesús: el Rey Gaspar con su caja de oro; el Rey Mel¬ chor con el incienso, y el Rey Baltasar con su vaso de mirra. Luego amirábamos, muy por menudo, los pajes que sostenían a los Reyes sus blancos y hermosos vestidos, el camello con la cabeza alta sobre el buey y el jumento; la Santísima Virgen y su casto esposo San José, y a su alrededor, sobre pequeños montes, pastores y pastorcillos llevando cestos llenos de huevos y de otras cosas que nosotros no compren¬ díamos. Pero lo que a nosotros nos lla¬ maba más la atención eran los Reyes. . Desde entonces al acercarse la vigi¬ lia de los Reyes Magos no puedo menos de recordar aquellos dulces tiempos de la infancia. Oh! suave melancolía, dulce tristeza de las cosas pasadas durante la infancia! Muchos de aquellos bulliciosos mu¬ chachos han desfilado ya hacia la eterni¬ dad. A los que quedamos no nos mue¬ ven ya los entusiasmos de nuestros años infantiles: No salimos ya al encuentro de los Reyes llevando paja para sus caballos; pero quiera Dios que acompañemos a los Reyes en su adoración al Niño Jesús y que como ellos le ofrezcamos el oro de nuestra caridad, la mirra de nuestra mor¬ tificación y el incienso de nuestra de¬ voción. J. PONS. ■ • —JSliM ^T\\ hApL* .erv /TV Sea enhot^abaena En nuestro número anterior dábamos cuenta de que con la nota de sobresa-^ líente en la tesis que para ello defendió, había obtenido el grado de Doctor en la Facultad de Derecho nuestro estima¬ do compañero D. Jaime Salva Riera, Presidente de la Sección Literaria. El Sr. Salvá acaba de obtener nue¬ vos laureles al mismo tiempo que el premio de su constante aplicación al estudio. Después de brillantes oposiciones ha ingresado en el Cuerpo Administrativo de la Armada, habiendo obtenido por reciente Real Orden del Ministerio de Marina el nombramiento de Alumno de la Sección de Administración de la Es¬ cuela Naval Militar. Felicitárnosle cordialmente, y hace¬ mos extensiva nuestra enhorabuena a su señor padre y demás familia.. No podemos menos, empero, de ma¬ nifestar nuestro sentimiento por la se¬ paración de tan distinguido compañero ya que por su nuevo destino tendrá que incorporarse a la Escuela Naval de S. Fernando (Cádiz) y confiamos que seguirá honrándonos con sus valiosos escritos.. Obras del P. Ambrosio de Valencina La Vida Espiritual. Cartas a Teó/ila.~^ 8 Edición. Un tomo de 457 págs. en¬ cuadernado en tela, pías. 2*50. Obra indispensable a cuantos tratan de perfección, recomendada por todos los Prel idos españoles e inmensamente difundida en toda España y América. La Vida Religiosa. Cartas a Sor Mar^ garita.—6.^ Edición. Un tomo de 440 páginas, encuadernado en tela, 2*50. Libro escrito por el P. Ambrosio pará los religiosos de uno y otro sexo, y que ha sido llamado el Kempis de las reli¬ giosas por les Preladfs españoles. Soliloquios.—Quinta edición ilustra da. Un tomo de 345 págs, encuaderna¬ do en tela 2'ço ptas. Esta obra retrata al P. Valencina, cuyo corízón seráfico derrama las efusiones de su espíritu franciscano por sus cálidas paginas, que no pueden leerse sin emo ción, constituyendo un libro admirable, reputado como de los mejores de su autor. Flores del Claustro Arrullos de Palo- ma.— ^,^ edición ilustrada con 4i fo tograbados. Encuapernado en tela, 2 pesetas. Es un libro por el estilo del anterior con la sola diferencia de que en éste, los soliloquios están puestos en labios de de una religiosa, flor del claustro y palo¬ ma de la soledad. Es una joya en el con¬ cepto místico y ascético. Lirios del Valle.—6^ edición ilustrada. Un tomo de 270 págs. encuade nado en tela, 2. ptas. Novelita de lectura tan interesante, ran llena dé piedad, poesía y sentimien¬ to, que difícilmente se suelta el libro de las manos empezándolo a leer. 61 Director Perfecto y el dirigido San¬ to.—Correspondencia epistolar entre el B. Diego J. de Cádiz y su Director el V. P. Francisco Javier González. Tercera edición. Un tomo de 624 pᬠginas encuadernado en tela, 3 ptas. Libro único en su género, verdadera autobiografía del gran Apóstol del siglo XVIII que tan gran influencia ejerció en los destinos de España, e igualmente Util a los directores de almas que a! his¬ toriador y el erudito. Es una de las más lindas joyas de ía mística española, qué debe leer toda alma deseosa de su per¬ fección. Las Siete Palabras.— Predicadas el Viernes Santo de 1907 ante S. M. el Rey en la Capilla Real dé Palacio. 3 * edición. Un tomo de 128 pág?. encua¬ dernado ï’50. Son una de las galanas muestras, des¬ graciadamente pocas, de la elocuencia de su autor, gloria del pulpito sagrado. Poesías religiosas o flores de mi Ju¬ ventud.—4^ edición corregida. En¬ cuadernado en tela r50. Las poesías religiosas remitan por su delicadeza, sentimentalismo y piedad. Son un precioso regalo para premios. Preparación para el Matrimonio.—2> edición. Un tomo de 316 pags. encua dernado en tela 3 pesetas, en rústica ?. Ultima obra del P. Ambrosio, de éxito sin igual. Deben leerla todos los jóvenes, para prepararse al gran sacramento del Matrimonio. De él han hecho grandísi¬ mos elogios el Episcopado Español y toda la prensa católica en general. Es regalo iodisp msable a las prometidas. Leyendas edificantes o Historietas piadosas. — 5.^ edición i’us rada. Un tomo de 431 págs. encuadernado en tela 2 pesetas. Hermosísima colección de lecturas re¬ creativas, de sana moral y grandísimo interés. Libro indispensable para pre¬ mios. Muriiio y los Capuchinos.-Un tomito de 132 págs. i’25 ptas. en tela. 'Interesantísimo estudio hi.stórico, re p^eto de datos desconocidos de las rela¬ ciones con los Capuchinos del gran pin¬ tor de la Inmaculada, Mi viaje a Oceania.—4.^ edición eprregida. Un tomo en tela, i peseta. Obrita interesadísima, preciosa mues¬ tra de estilo descriptivo y de ameno n i- rrador de su autor. Obras del P. Anjbrosio de Valencina Los Capuchinos en (a guerra cié ia in¬ dependencia. Como Murillo y los Capuchinos., es lan estudio histórico, perfectamente docu¬ mentado, del influjo de los Capuchinos en la épica lucha contra Napoleón. En tela, i ’50 y en rústica i peseta, f^eseña histórica de la Provincia Ca¬ puchina de élndaiucía, y varones ilus tres en ciencia y virtud, que han flore¬ cido en ella desde su fundación hasta el presente—5 tomos, en rústica 4'5o; y con lomera de piel 7 pesetas. Vida del P. Carabantes. —Un tomito de 94 psgs o'50. La vida del P. Carabantes, que en bre¬ ve será beatificado constituye una de las másasombrosas que existeu y derpiertas grandísioao interés. Retórica elemental o leccjones de lite¬ ratura preceptiva. Tercera edición. Un tomo encuadernado con preciosa plan cha, dos pesetas. CARTAS DE CONCIENCIA que el Beato Diego J. de Cádiz, dirigió a su Director espiritual D, Juan José Alcober e Higueras, anotadas por el M. R. P. Die¬ go de Valencina con un prólogo censura del muy Ilustre Sr. Dr. D. Juan F. Muñoz Pabón. Esta obra interesante ha merecido los elogios más cumplidos del público y de la prensa, no siendo menores los de los críticos y renombrados escritores de España. 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