El Heraldo de Cristo 1916, n. 92
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OtÉÍÍOS en nuestra iglesia de San Francisco en Palma durante el mes de Diciembre.

Cuarenta^HoraS y fiesta de la Patísima. í^mpezarán las cuarenta Horas el

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día 8.—La exposición será a las

seis; a las diez Tercia y Misa mayor. Por la tarde a las cuatro actos de coro; y a las seis rezo de la coro¬

na y Trisagio cantado por el pueblo y último sermón de la novena.

Día 9—Todo como el primer día, exceptuando el trisagio y el sermón de la noche.

Día lo.—A las seis, exposición. A las diez Tercia y Misa mayor con sermón por el Rdo. P. S. Mudoy, de los SS. CC. Se cantará la misa «Fons Bonitatis®, armonizada por el Rdo. P. Fr. Mateo Amorós. Des¬

pués de la misa se dará la Bendición Papal. A las cuatro de la tarde actos de coro: a las seis se cantará

k coronilla de las doce estrellas, practicándose después el ejercicio de la Inmaculada, terminándose con

solemne procesión y Te-Deum.

Cuarenta-Horas de Navidad,

celebrarán ios días 25, 26, 27728.—E1 primer día
la exposición será a las cinco de la tarde; en los con¬

secutivos a las siete de la- mañana. A las diez se cantará Tercia y la Misa mayor. Por la tarde a las cuatro

los actos de coro, y a las seis rezo de la corona^ meditación, cantándose villancicos durante los interme¬

dios. estación y reserva.

El día 26 en la Misa mayor predicará el Rdo. P. Fr. Mateo Amorós, T. O. R. El mismo día a las

ocho, se celebrará comunión general para los Terciarios. La reunión será a las seis de la tarde. •

IndulgÉ.encias ^plenarias.

condiciones ordinarias los terciarios pueden ganar
indulgencia plenaria los días siguientes de este mes:

Día 2, Conmemoración de todos los difuntos de la Orden.—8, la Inmaculada Concepción, Patrona

de k Orden Seráfica; indu'gencia phnaria y absolución general.—12, La Invención del Cuerpo de N. P.

S. Francisco. - I4, S. Josafat. - 15, Octava de la Inmaculada,—25, La Natividad de Ntro. Sr. Jesucristo

absolución general.

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María en su Concepción Inmaculada.— Hymne per la Inmaculada Concepció de María. Fanta¬ seando.—Los soldados de María Inmaculada. (Epi¬ sodio histórico). — Peregrinaciones a Cura.—Pan de
San Antonio.—Crónica Franciscana.—Noticias y

Variedades.—Necrología.—Bibliografía.— Aviso —

Juventud Seráfica.—La inmaculada Concep¬

ción.- Ora et labora. — Ruidos miseriosos. —Visita

al limo. Sr. Obispo.—Indice.

”

Las naciones pidiendo a Pío IX la proclartiaçíón Dogmática de la Inmaculada Concepción

220

EL Heraldo de Crísíó

irlii en $ii (¡nncepcióii liinmciiliKln
Como que de lo finito hemos de as¬ cender a lo infinito, éste ha de ser nece¬
sariamente la fuente viva de donde salen
todas las realidades. Y pues plugo a Dios crear ai hombre a imagen suya,
hubo de adornarle de cualidades seme¬
jantes a sus divinales atributos. Pero, ¿cómo adunar lo perfecto con
lo imperfecto; cómo hermanar lo pere¬ cedero con lo imperecedero, lo humano con lo divino? Antes es elevar, antes es
perfeccionar^que divinizar; y así Dios en
su sabiduría omnipotente excogita la Concepción de María, en cuya santifica¬ ción obra el perfeccionamiento de la naturaleza humana para poder recibir la
naturaleza divina.
Desde este momento la naturaleza hu¬
mana, de suyo manchada, ya puede pro¬ ducir lo divino por todo extremo puro y perfecto. Con lo cual el Hijo, consubs¬ tancial de Dios Padre, ya puede unirse
en abrazo eterno con la naturaleza del
hombre, siendo antecedente necesario al efecto la Concepción nítida de la Vir¬
gen Madre; por manera que, a no haber de por medio la pureza original de la Virgen Santísima, el Verbo de Dios no se encarnara, y, en consecuencia, la so¬
brenaturalización del hombre no se efec¬
tuara, porque estaba decretado que la Concepción Purísima llevase en forma¬
ción al Autor del mismo orden sobre¬
natural, plácido designio en el que, tan¬ to en la lógica de nuestros conocimien¬ tos, como en los juicios inaccesibles del entendimiento divino, la vida del Hijo exige la anterior existencia de la Madre.
Por eso no es de extrañar que el na¬ turalismo moderno haga estertores de muerte, contemplando bajo la planta de la Primogénita de la gracia el desquicia¬ miento'de sus ard des, impotentes todos, porque la negación ha de ceder bajo el peso de la afirmación omnímoda.
Y en tanto la Virgen que contiene la factura de lo sobrenatural, cimentada

sobre la afección más interesante, cual es el amor de madre, continúa diciendo al hombre redimido: ¿Quieres el Fruto
de mi amor?
Achatada la deforme cabeza, sus vér¬ tebras horriblemente contraídas, gime impotente, roja de cólera, bajo el lindo pié de una Virgen de Judá, la serpiente
del Paraíso.
Un día se irguió tentadora con fasci¬ naciones irresistibles; ondulaba su her¬ moso cuerpo, enroscado al árbol, y sus movimientos de irreprochable gracia, atrajeron la atención de la mujer.
Eva, estimulada por los apetitos de lo prohibido, escuchó al seductor, cayó y
nos arrastró a todos.
María magulla bajo su talón virginal y aplasta la sierpe que, derrotada y enca¬ denada, hiende el aire con silbos teme¬ rosos; pero no puede morder.
Si el mundo está nuevamente impreg¬ nado de su baba, no es la serpiente el mayor culpable.
F. Torrens Pbro., T.
\\{itnnz
per la Inmaculada Concepció de María
1
De mitjorn a tremuntana
de llevant fins a ponent
alça el crit o rassa humana
aclamant ta Sobirana
Tota Pura i resplendent! Sa gloria tan vasta,—no cap dins l‘espai. Un’ombra de culpa—no Tenfosquí mai.
Les estrelles la coronen,
als peus té la lluna—sa vesta es el sol; son perfum les flors li donen
de Deu es la Mare—dels homes consol.
Canta, canta o rassa httmana! canta, canta dolçament,
aclamant ta Sobirana
de mitjorn a tremuntana
de llevant fins a ponent.

El Heraldo de Cristo

221

II

O María sempre Pura
sempre blanca, com la neu
sensa taca ni Iletjura,
tan excelsa criatura

que US díu Mare el Fill de Deu! Salvau nostra patria—qui per Reina us té Si Espanya us aclama—Mallorca també.
—Beneíu lilla daurada

qui US feia homenatje—pel seu Ramon

Vostra petja Inmaculada

[Lull

abati per sempre—la serp de Torgull.

De Mallorca cristiana

aculliu, María, el cant,

que us aclama Sobirana de mitjorn a tremuntana de ponent fins a llevant.

María A. Salvà

Fantaseando
———/VVWWVW’.^ iiiMP
... Y parecióme ensancharse en torno de mi el horizonte y de pronto me vi circundado por todas partes de una obs¬ curidad inmensa y en el centro de este caos vi escrita con caracteres de fuego una palabra: Nada y señalando a esta nada el brazo omnipotente de Dios.
Ante esta visión, caí, cerrando los ojos, en tierra, más repuesto ya del estu¬ por que me causaba aquel sueño extraño, me levanté y miré segunda vez al centro: y ¡oh prodigio! vi que los dedos de la
mano de Dios sacaban de las tinieblas
como un copo blanquísimao, y una voz más fuerte que el estampido del trueno resonó en la inmensidad y dijo: hágase la luz; y la luz fue hecha.

Plaza de España (Roma)

222

El Heraldo de Cristo

Y sacaron los dedos otro copo y la voz dijo: hágase el firmamento y el fir¬ mamento quedó hecho.
Y otra vez sacaron los dedos otro co¬
po y la voz dijo: Reúnanse las aguas que están debajo del cielo, y aparezca lo
árido. Y así se hizo. Y al elemento árido
dióle el nombre de tierra, y a las aguas
reunidas las llamó mar.
Y la voz horrisona de trueno seguía retumbando por la inmensidad y decía:
háganse lumbreras en el firmamento del cielo, para que alumbren la tierra: y así se hizo y quedaron suspendidos en el cielo el sol, la luna y las estrellas.
Y siguió tronando la voz por el espa¬ cio y dijo: Produzcan las aguas reptiles vivientes y aves que vuelen. Y el mar se pobló de toda especie de peces y el aire de toda clase de aves y la tierra de todo
género de animales. Y la mano de Dios echó a todos su bendición y les dijo: creced y multiplicaos y llenad los mares, la tierra y el aire...
Y en seguida dijo la voz: Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; y obró la mano del Señor y apareció el
hombre como la voz lo había mandado...
Entonces cesó de clamar aquella voz de trueno. Y el brazo de Dios desapare¬ ció de mi vista como desaparece la nube
al contacto de los vientos.
¡Oh! Entonces mis oidos oyeron la sinfnoia melodiosa de miles de Serafines, de miles de Querubines, de miles de Tronos y Potestades, de miles de Virtu¬ des de los cielos; y decían Santo, Santo, Santo es el Señor Dios de los ejérci¬ tos, llenos están los cielos y la tierra de vuestra gloria.
Con la melodia de esta sinfonía mi
alma se arrobó con arrobamiento celes¬
tial...
Entonces volviéndome a mi derecha
vi los cielos con todo su ornato de sol y
de luna y de estrellas; y la tierra con la más exuberante vegetación, engalanada con toda variedad de árboles y de flores y de frutos. Y los mares que parecían
de cristal llenos de variedad inmensa de

peces. Y al hombre esbelto y a la mujer
encantadora, dueños de la tierra y de los
mares, puros e innocentes, como acaba¬
ban de salir de la mano del Señor...
En medio de mi profunda admiración no cesaba de contemplarlos; cuando he ahí que me dijo una voz a mis espaldas: ¿Ves al hombre y a la mujer en el Edén gozando en paz los frutos de su pureza original? Pues no pasarán muchos días sin que por su desobediencia sean echa¬
dos del Paraíso.
¿Ves aquél reptil de escamas de oro y plata que juguetea con ellos? Pues esa serpiente infiltrará el veneno de los vi¬ cios en la sangre del hombre; y el hom¬ bre con su desobediencia al precepto de Dios perderá su inocencia y pureza ori¬ ginal y trasmitirá este pecado a todo el género humano, y el género humano no podrá ya gozar de los beneficios conce¬ didos por Dios a la inocencia, y corrom¬
pido en su origen vagará por el mundo bajo el peso del pecado original y de la
maldición de Dios...
Pero el Señor, siempre rico en mise¬ ricordia apiadándose del hombre preva¬ ricador, enviará desde el cielo un Re¬
dentor para la salvación del hombre. Y este Redentor que será Dios y hombre encarnará en el seno purísimo de una virgen; y esta Virgen, que no tendrá mancha alguna producirá un hombre que dando la vida por el hombre, expiará los pecados del mundo con el precio de su sangre cuyo valor es infinitamente in¬
finito...
Seguía yo en mi admiración y miré y vi que las nubes se rasgaron forman¬ do un óvalo divino. ¿Tras de este óvalo asomaban su rostro miles de Angeles
batiendo sus alas de purpura y oro, y
centelleaban miles de estrellas y vi los cielos abiertos y la gloria de Dios y que
ante el trono de la Beatísima Trinidad y
ante armoniosos coros celestiales, la ma¬ no del Señor formaba una mujer ra¬
diante de hermosura. Sus cabellos de
oro finísimo le caían en rizos por sus
sienes, por sus hombros y por sus espal-

El Heraldo de Cristo

223

das; su vestido vaporoso era de cielo azul; su manto era de sol; y tenia la luna por escabel de sus pies; y una corona de
doce estrellas coronaba su cabeza. Y es¬
ta mujer apareció en un trono que estaba
a la diestra del trono de la Santísima
Trinidad: y Maria que así se llamaba esta mujer, extendiendo las palmas de sus manos hacia la tierra, dirigió una llu¬ via de gracias, sobre ella, que donde
caían lavaba toda mancha...
De pronto vi aparecer ante el trono
de Maria un coro innumerable de Profe¬
tas que postrados en tierra cantaban y la llamaban zarza misteriosa que en medio del fuego se conserva fresca y lozana. Arca de Dios fabricada de madera inco¬
rruptible. Solio de Salomon; Ester bella y hermosa; Vara misteriosa de Jessé. Y grandiosa puerta orientalpor la que solo el Príncipe podria entrar al santuario...
Y otro coro de ancianos y sacerdotes y doctores dirigían al trono de Maria sus
cánticos sublimes llamándola Inmacula¬
da, sin mancha; Virgen purísima) Llena de gracia; Madre de Dios y todos a una voz entonaron Salve, Salve, Salve In¬
maculada,
Y otro coro compuesto de reyes y de naciones y de pueblos, cuyo número no se podía contar, todos a una voz dirigían sus cánticos de alabanzas a Maria y le decían Madre purísima; Madre castísi¬
ma; Madre inmaculada; Madre conce¬
bida sin mancha de pecado original. Ro¬ gad por nosotros
El gozo infinito que animaba mi espí¬ ritu en aquel momento sublime, me des¬ pertó de aquella especie de éxtasis en que la visión divina me embriagaba. Y despierto y arrodillado ante el trono de Maria, que todavía me figuraba estar viendo; y con mis manos y mis ojos le¬ vantados hacia él, exclamé lleno de san¬
ta alegria
¡Bendita y alabada sea la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen Ma¬ ría, concebida sin mancha de pecado

original desde el primer instante de su
ser natural. Amen!...
Fr. Gerardo.
los soliifliios (lo IHiirío InitioculiiÉ
EPISODIO HISTÓRICO
Corría el año 1585, y el Rey Felipe II de España sostenía en Flandes una cruen¬ ta y dispendiosa guerra, más que políti¬ ca, religiosa, en defensa de la fe Cató¬
lica. Mandaba en Flandes las armas espa¬
ñolas Alejandro de Farnesio, duque de Parma y sobrino del Rey, general que en su siglo no tuvo rival, aunque tantos generales en el transcurso de aquel se
contaron.
Y como corriera ya el més de diciem¬ bre y el frío fuese demasiado intenso, acompañado de torrenciales lluvias, Ale¬ jandro distribuyó sus tropas de la mejor
le manera que fué posible para que to¬
masen cuarteles de invierno.
Tocó al general Carlos de Mansfeld, hijo del veterano Conde Pedro Ernesto, al mando de siete tercios extranjeros y cuatro de escogidos españoles. Uno de los últimos fué mandado por el maestre de campo Juan del Aguila, acuartelado en Balduque, y los tres restantes pasa¬
ron a la isla de Bommel, al mando del
mariscal Bobadilla.
El enemigo, que rara vez peleó leal¬ mente, al ver la falsa posición que los españoles ocupaban, por culpa de Mans¬ feld, que dió la mejor colocación a los extranjeros, rompió los diques e inundó los campos, convirtiendo en un formida¬ ble río toda la isla. Comprendió pronto Bobadilla que los españoles corrían in¬ minente peligro, e inmediatamente Ies hizo subir a las colinas y elevaciones del terreno, ocupó las casas del único pue¬
blo que en ía isla existía y situó su arti¬ llería en posición de defensa.

24

El Heraldo de Cristo

SAN LÁZARO (17 de Diciembre)

El ÍÍeraido de CrisI^o

á25

Poco después apareció a la vista de Bobadilla la armada enemiga al mando del conde Holack, general protestante, en noventa y tres barcos de quillas cha¬
tas, a propósito para hacer aquel género de navegación, como que era en aquella guerra muy usual el romper los diques e inundar los campos y navegar por ellos.
La impensada y terrible avenida privó a los españoles del socorro de víveres
que tan necesario les era, y debían reci¬ bir de Balduque; y si el fuerte corazón animaba sus ímpetus, les aterraba la perspectiva del hambre asoladora. Tan
segura tuvo el conde Holack la victoria, que dió aviso a los pueblos comarcanos a fin de que preparasen depósitos para los prisioneros, como si ya estuviesen en su poder.
En efecto, por medios humanes la sal¬ vación de los españoles era imposible. Ni Juan de Aguila, ni Farnesio, ni Mansfeld, podían socorrerlos, porque la ca¬
rencia de barcos era absoluta. En tan
apremiante situación mandó Holak a Bobadilla un parlamentario con propo¬ siciones de rendición. El intrépido espa¬ ñol, empero, contestó bruscamente: “Los soldados españoles saben morir con va¬
lor, pero nunca aprenderán a capitular con herejes.,.
En tanto ef hambre crecía, y este fa¬ tal enemigo, ni da tregua, ni perdona.— .Mañana serán míos y pagarán sus brava¬ tas, dijo Holak con sarcástica risa.—Pe¬ ro en el mismo dia, era el 7 de Diciem¬
bre, vigilia de la Inmaculada Concep¬ ción, comenzó el agua a crecer por con¬ secuencia de las frecuentes lluvias, y Bo¬
badilla mandó elevar los parapetos.
Uno de los soldados, cavando para
sacar tierra en un punto poco distante de la iglesia, sintió que la asada había dado con un cuerpo duro. Examinó lo que era, y descubrió una tabla de tres cuartas por media vara de ancha, y so¬ bre ella, pintada como sí recién hecha estuviese, una hermosa imagen de Nues¬ tra Señora de la Concepción. Llamó a otros compañeros, la voz circula, llega

hasta el jefe, quien manda cesar los tra¬ bajos, reúne los tercios, y lleva en triun¬ fo y procesionalmente al templo el sa¬ grado hallazgo. ‘ No se oye otro grito que el de la vic¬ toria.—¡Nos hemos salvado! claman to¬ dos, ¡la Santísima Patrona de España
está con nosotros, y por nosotros ven¬ cerá!...
Y aquellos hombres ateridos, ya casi famélicos y destituidos de toda esperrnza humana, abandonan todo pensamien¬ to mundano para colocar su esperanza
en el cielo.
Efecto natural pudo ser; pero es lo cierto que durante la noche se levantó un viento intensamente frío que congeló completamente las aguas. Tan acelera¬ damente se fornió el hielo, que Holak, temiendo que su poderosa armada que¬
dase como incrustada en las cristalinas
aguas, huyó a fuerza de remos hasta lle¬ gar al Mosa, y desapareció. Cuando ra¬ yó la aurora se encontraron los españo¬ les libres desús enemigos,y vieron con¬ gelada el agua.
Fué, empero, muy notable que pocas horas después, como si el hielo hubiese
ya cumplido el ministerio que le enco¬ mendara el Supremo Hacedor, un aire más cálido deshizo el hielo. Mansfeld, reunidos algunos barcos y ya próximo a la isla cuanto era posible, forzó la nave¬
gación y llevó a los milagrosamente sal¬ vados ios necesarios socorros. Sin tan
peregrino prodigio, cinco mil españoles hubieran perecido en la isla de Bommel.
En tan memorable ocasión ofrecieron
aquellos bizarros y veteranos tercios
instituir una Hermandad denominada
Cofradía de los soldados de María In¬ maculada, y cumplieron religiosamente, a fuer de agradecidos, su promesa. Cuando regresaron a España, Francisco de Bobadilla fué elegido Hermano ma¬ yor, y entre él y su sargento, Alonso Vázquez, generalizare n la Cofradía y la
hicieron extensiva a todos los tercios.
Desde aquel entonces hasta fínalizar el primer tercio del siglo XIX, reinó la

226

ÉL Heraldo dé Crísto

Basílica de San Juan de Letrán

piadosa costumbre de rezar diariamente
el Rosario los soldados por compañías
en los cuarteles, la que fué abolida por
los que creen que la piedad religfiosa y la civilización se repelen mutuamente. ¡Cómo si existiese ni pudiese existir más civilizadora ley que el Evangelio!
Y es que el funesto indiferentísimo
es el verdadero cáncer de la sociedad moderna.
F. T. Pero. T.
Peregrinaciones a Cura
De Liuchmayor Las religiosas de los Sagrados Cora¬ zones de Liuchmayor con unas cuarenta jóvenes de la sección mayor de las alumnas de su colegio, subieron a Cura
el día 21 de Octubre.
Allí pasaron el día aquellas tiernas vírgenes en alegres entretenimientos y

fervorosas devociones, buscando al mis¬ mo tiempo que el solaz del cuerpo la elevación del espíritu.
De Liorito
También las Hermanas terciarias fran¬
ciscanas de Liorito quisieron presentar ante el trono de la Virgen de Cura las alumnas de su colegio.
Así lo hicieron el día 22 del pasado Octubre; pero ya no fueron solas las alumnas, sino que a estas quisieron acompañar en devota peregrinación los hermanos y hermanas, y los padres de las mismas, formando un grupo de más
de cien personas.
A las nueve llegaron al Santuario e
inmediatamente celebró misa el Padre
Rector del mismo. Después de breve plática se acercaron a recibir el Pan de ios Angeles casi todos los concurrentes, deseosos de ganar las indulgencias con¬ cedidas por el Papa a quienes visiten el
reducido templo de Ntra. Sra. de Cura.

El Heraldo de Cristo

527

El antiguo Penitente de Randa, el
Beato Ramón Lull sabrá comunicar el
resplandor de su ciencia y los ardores de su caridad a los devotos que visiten aquel santo Monte que le albergó en sus cuevas y recibió sus copiosas lágrimas.

Pan de S. Hntonio

Mes de Octubre

Cepillo de la iglesia de S. Francisco en Palma.
Limosnas recogidas . . 211d0 ptas. Por 500 Kgs. de pan . . 184’35 » Repartido en metálico . SO’OO ; »

Total repartido . . . 214’35 ptas.

Déficit. . . ,

2’85 ptas.

f* CRONICA FRANCISCANA®!

■Oo-

-o<>

IISI TEIilOPl
Excursión a la Porciúncula.—Bri¬
llantísima piadosa y a la vez recreativa resultó la excursión verificada el 29 de Octubre pasado por las jóvenes del coro Franciscano de Palma y niñas del cole gio que tan acertadamente dirigen las Religiosas Franciscanas de dicha ciudad.
Después de asistir a misa y conforta¬ das nuestras almas con el pan eucarístico pidiendo al Divino Jesús el buen éxito del viaje nos reunimos todas en el convento de dichas religiosas rebosando nuestro corazón de contento y alegría por haber llegado el día de excursión tan deseado; a la hora convenida parti¬
mos ordenadas atravesando las calles de
Palma en dirección a la estación.
Una vez en la estación subimos a los
coches preparados exprofesc. Llegado que fué el tren a la estación del Arenal nos apeamos y dirigimos al oratorio de la Porciúncula, que tienen los Religiosos
Franciscanos de Palma.
En la Porciúncula visitamos la hermo¬
sa capillita en donde tiene su trono la que es Reina y Señora de los Angeles. Después de saludar a la Inmaculada nos esparcimos por los alrededores del ora¬ torio para reparar las fuerzas que iban agotándose ya, con un suculento al¬
muerzo.

A una señal convenida acudimos al
oratorio pata asistir al santo sacrificio tomando parte activa en, la solemnidad del acto cantando la misa de Angelis; después de cantado el evangelio el Re¬ verendo P. Fr. Juan Rubí nos dirigió con gracia y sencillez una sentida plática, exponiendo a nuestra consideración es¬ tas palabras evangélicas; Va¿e más im día pasado efi los tabernáculos del Señor que mil años en los palacios de los pode ■
rosos
Terminado el santo Sacrificio y des¬ pués de cantados algunos motetes alusi¬ vos al acto, subimos a la ¿zotea del con¬
vento, ' desde donde pudimos admirar
una vez más el hermoro panorama que se ofrecía ante nuestra vista.
Después de e.sto nos dirigimos hacia
los montes de arena en donde nuestro
corízón juvenil pudo dar tienda suelta a la alegría que ardía en su interior.
Cansadas ya de jugar, agotadas algún
tanto nuestras fuerzas y sintiendo un vivo apetito nos dirigimos a los alrede¬ dores del Oratorio para satisfacerlo.
Terminada que fué la comida y des¬ pués de un rato de descanso entramos en la capillita para rezar el santo rosario.
Cosa de las cinco serían cuando fui¬
mos de nuevo’a la capillita para despe¬ dirnos de la Virgen Inmaculada, salu-

22'S

El Heraldo de Cristo

dándola con una salve y algunas coplas para implorar de Ella una bendición es pecial sobre nosotras y sobre nuestras
familias.
Se había hecho tarde y por tanto la hora de re greso había llegado ya y em¬ prendimos el camino dejando a nuestra

espalda el pintoresco y ameno valle que tan gratas impresiones nos había hecho sentir. Una vez en Palma nos dirigimos
a nuestros hogares ansiosas de manifes¬ tar a nuestra familia lo grato que había sido para nosotras aquel día de recreo.

Obispo condecorado
Con gran solemnidad se ha verificado
en el frente francés una ceremonia tier¬
na, condecorando al heróico Obispo de
Arras.
Las autoridades militares y el público lo aclamaron al serle impuesta la conde¬ coración merecida por su heroismo y su
caridad.
El Obispo de Arras era terciario de N. P. San Francisco y antes de la gue¬ rra, su diócesis era de las más florecien¬
tes en terciarios.
Campaña inicua
Continúa la campaña inícui contra S. Santidad y contra la Iglesia, sosteni¬ da con diabólico empeño por la prensa liberal y masónica.
II Popolo ha proferido tan horribles blasfemias que toda Italia ha tenido que desagraviar al Señor. En todas las Igle¬ sias se han hecho funciones de desagra¬ vio al Señor y las protestas de los cató Heos son generales.
A los católicos es pañoles, a todas las almas buenas y piadosas, les recomen¬ damos muy encarecidamente que rueguen por S. Santidad, por la Iglesia Ca¬ tólica, a los que se acusa ¡quién lo creyeral de haber provocado la guerra. A la indignación que esta vil calumnia debe despertar en todo pecho creyente y bien nacido, debe unirse la protesta y la oración para que el Señor confunda a

esta conjuración del poder de las tinie¬
blas contra el Vicario de Cristo,
La codificación del derecho canónico
El Código del Derecho canóaicó que se publicará antes de fia de año consta¬
rá de cinco libros.
El primero tratará de indicaciones generales.
El segundo, de las personas: clérigos, religiosos y laicos.
El tercero estará dedicado a las cosas,
o sea los medios empleados por la Igle¬ sia para atender a sus fines, divididos en seis partes Sacramentos, lugares y tiem¬ pos sagrados, culto divino, magisterio eclesiástico, beneficios y otras institucio¬ nes eclesiásticas no colegiales y bienes temporales eclesiásticos.
El libro cuarto se dedica a los juicios, está inspirado en las leyes de Enjuicia¬ miento civiles y criminales modernas, y
El quinto y último a los delitos y pe¬ nas, constituyendo el Código penal de la Iglesia.
Como se ve, la codificación canónica,
llevada con gran acierto y prudencia por el cardenal Gasparri, ha de ser un acontecimiento jurídico universal.
Nuevo templo católico en Londres
No hace mucho inauguróse en Lon¬ dres una nueva Iglesia católica situada en un barrio extremo y de población obrera en su inmensa mayoría.

ÈL Heraldo ídè Cristo

229

E! día de la consagiación fué de gran fiesta para todos los vecinos del barrio, sin exceptuar los protestantes. Mucho antes de la llegada de monseñor Bourne, Cardenal Arzobispo de Westminster y Primado de Inglaterra, ya el templo es¬ taba lleno de fieles quedando fuera una numerosa y compacta muchedumbre que presenció la ceremonia exterior de la bendición del templo por el nuevo Pá¬
rroco, asistido de todo el clero parro¬
quial, etc., etc. Dos parejas de policemen guardaban el orden, que no llegó a alte¬
rarse lo más mínimo.
El cardenal Bourne, que ofició de pontifical, dirigió a la terminación de la Misa cantada una sentida plática, cuyo tema fueron las siguientes palabras del Evangelio:
«Y Jesús los vió y tuvo con pasión de ellos por que parecían ovejas sin pas¬ tor»; con lo cual quiso aludir a los pro
testantes allí presentes.
El porvenir del catolicismo en Ale¬
mania.
El pastor protestante Stoecker ha pu¬ blicado este juicio en la «Gaceta Ecle¬ siástica Evangélica»:
cHace algunos años que vemos a la Iglesia católica en Alemania adquirir un desarrollo y una influencia siempre cre¬
ciente. En el momento en que nuestra
Iglesia se ve a punto de sucumbir bajo
la indiferencia de las clases ilustradas y el odio délas clases obre?as, Roma se
ha ganado las simpatías de los prínci¬ pes, de los nobles, de la clase media, de los labradores y de los obreros.
Los católicos alemanes comprendie¬
ron esa lucha brillante contra la Monar¬
quía más poderosa de la tierra, y sin ella han obtenido el triunfo. Por espacio de diez años el Centro ha sido el eje parla mentano del Reichstag, y hoy no se puede combatir al Centro sino satisfa
ciendo las reivindicaciones de los cató¬
licos.
Al mismo tiempo la Iglesia católica ha adquirido una gran influencia en el te¬

rreno sccia’. Llena de actividad en la
liferatura y en la vida de asociación, ha impedido el triunfo del socialismo, y se la considera como a la partidaria de las grandes reformas económicas e inicia¬ doras de la generación social.»
Lo que vale un minuto de tiempo
Un español dice corrientemente; —Dispense usted. Volveré dentro de
un mÍMuto.
Un yanqui contesta.—Los minutos de usted son muy lar¬ gos y voy a perder, esperándole, un tiempo precioso. El español replica: —Pero ¿cree usted que representa
mucho un minuto?
El yanqui vuelve a contestar: —]Y tanto! ¿No sabe usted lo que se hice y sucede en un minutol... ¿No? Pues voy a decírselo.
En un minuto la tierra recorre 13 mi¬
llas en su movimiento de rotación diur¬
no y I 080 en el de traslación. En un minuto un rayo de la luz del
sol recorre ii.i6o,coo millas para llegar
a la tierra.
En un minuto nacen en el mundo cer¬
ca de 80 niños y en el mismo espacio de tiempo mueren casi igual númejo de
bcres humanos.
En un minuto hace un arco sobre la
tierra 999 vibraciones y el estampido de
un cañonazo 2.280,000.
En un minuto un lien expreso de cualquier ferrocarril, que no sea espa¬ ñol, recorre una milla; un tranvía tirado por fuerza ánima!, 2f o metros; un caba¬ llo al trote largo, 836 (-érmino medio), uii hombre de piernas largas andando de prisa, ico.
Pin cada minuto del día y de la no¬ che cobra el Gobierno americano 639
duros y gasta 511.
Los mismos Estados Unidos producen 600 libras de lana por minuto; en igual tiempo son extraídas de las minas, 200 tonelada? de carbón y 61 de antracita,

230

ÈL Heraldo de Cristo

en tanto se hacen 12 de hierro y 3 de
acero.
En el propio espacio de tiempo, se
extraen 66 duros de oro se construyen
15 barriles, y acuña el Gobierno ameri¬
cano 121 duros en distintas monedas.
¿Qué más? En un minuto se puede ganar el cielo.
Necrología
Palma.—Falleció el día 20 de Octu
bre la terciaria D.® Margarita Albons después de recibidos los Santos Sacra¬
mentos.
Enviamos a su familia nuestro más
sentido pésame haciendo votos al Señor para que la reciba cuanto antes en su gloria.
—La Terciaria Teresa Rodriguez fa¬
lleció dia 16 de Noviembre a los 33 años de edad habiendo recibido los Santos Sacramentos.
Llubí.—Sor Angela de Belen Vich, natural de Sta, Eugenia, murió en esta víctima de una prólija enfermedad que sufrió con santa resignación el 15 de Octubre de 1916.
Dicha Hermana se distinguió por su carácter pacifico, por su candidez y la tranquilidad con que esperaba la muer¬ te, pues espiró tan tranquila como había
vivido.
Recibió devotamente a Jesús Sacra¬ mentado levantándose sin apenas poder¬ lo hacer, diciendo: «Ahora que puedo quiero comulgar>: gracia que le conce¬ dió Dios pocos momentos antes de es¬ pirar.
Petra.—Dia 27 alas 12 y media poco
más o menos falleció en esta la Hermana
Sor Gabriela M.^ Ripoll, natural de B'a ñalbufar, a la edad de 76 años habiendo permanecido en la Congregación de las hijas de la Misericordia Terciarias de
San Francisco unos 57 años.
Dicha hermana era muy silenciosa, trabajadora y mortificada. Hacia escuela

a los Párvulos (demostrando en ello) una paciencia edificante. Tuvo también el cargo de Superiora que desempeñó con
acierto.
Durante su larga enfermedad ha de¬
mostrado las muchas virtudes de que
estaba adornada para .«ser esposa del
Cordero sin mancilla teniendo la muer¬
te de los justos.
Las Salinas.—Dia 2 de Setpiembre murió en la paz del Señor Apolonia Vi¬ dal Oliver, a la edad de 26 años, des¬ pués de larga y penosa enfermedad su¬ bida con mucha resignación y pacien¬ cia y habiendo recibido los últimos sa¬
cramentos.
—Dia 19 de Octubre pasó a mejor vi¬
da la fervorosa terciaria Antonia Ana
Salvá Piqué, a la edap de 36 años, de muerte repentina pero preparada pues
recibía todos los días la Santísima Eu¬
caristía y oía el Santo Sacrificio de la
misa.
Artá.—Dia i de Noviembre falleció confortada con los Santos Sacramentos,
la ejemplar terciaria D.^ Antonia Garau Pascual, a la edad de 30 años. Reciba su esposo y su afligida madre nuestro
más séntido pesame.
Bibliografía
Lr Car/í/¿Zí/.—Ha visitado nuestra redacción
el nuevo folletín titulado cLa Caridad», órgano de las asociaciones católicas de la Iglesia Vicarial de
Hostalets.
Admitimos gustosos el cambio y le deseamos muchos años de vida para trabajar en la Viña del
Señor.

La Inmaculado Concepcldn
Luego que nuestros primeros padres hubieron caido en el pecado, instigados por la infernal serpiente oyeron que
Dios nuestro Señor cuando hubo pro¬ nunciado su sentencia destinándoles a
morir después de llevar una larga vida de trabajos y penalidades en este valle de lágrimas, les decía que una mujer más bella que el sol, más pura que el ampo de la nieve, más atractiva que el misterioso crepúsculo, más hermosa que la sonrosada aurora, con la luna bajo sus pies y coronada por doce estrellas, aplastaría un día la cabeza de aquella serpiente, causa principal de sus des¬ gracias.
Pasaron los siglos y escampados los hijos de Dios por todo el orbe de la tierra, dieron al olvido las primitivas tradiciones religiosas, y se rebajaron con
la adoración de los ídolos. Los hombres
cambian el conocimiento y culto del verdadero Dios, la historia de la crea¬
ción y de nuestros primeros padres con dioses y héroes que honran con un culto obceno y urden historias que avergüen¬
zan a los mismos adoradores.
Llegó el anhelado momento. La cria¬
tura que era objeto de las esperanzas de tantos siglos es concebida en el seno de Ana, esposa de Joaquin; y con singular privilegio es librada del contagio que corrompe en su origen a toda la especie humana por los merecimientos de Aquel que había de hacerse hombre en sus en¬ trañas. Esta Mujer es la nueva Eva que limpia de toda mancha ha de regenerar el humano linaje.
Los cielos pregonan con potente voz,

ha dicho el Profeta Rey, la gloria in¬ commensurable de Dios; y la tierra, dice la fe en el amor de María, es el Trono
en que se halla sentada su Reina eclip¬ sando con sus mágicos resplandores toda su majestad, todas las demás bellezas creadas. Esas flores que la piedad cris¬ tiana coloca en los altares de María, esas
rosas de variados colores que depone la fe bajo las plantas de María, las toma en
sus manos de misericordia nuestra amo¬
rosa madre, y mostrándolas a tus queri¬
dos hijos, derramando torrentes de dul¬ zura, les dice: yo soy el bálsamo aromᬠtico que embriago la tie··ra, yo soy la flor del campo y el lirio de los valles.
España entera, por una tradición que data desde los primeros siglos del Cris¬ tianismo, ha honrado con culto muy es¬
pecial a la Inmaculada Concepción. Tes¬
tigo es la acendrada religiosidad de nuestros Monarcas en el haberla elegido Patrona de nuestras Españas; por lo cual
la saludan tres veces el día de su festivi¬
dad los cañones de nuestras fortalezas,
acto de fé de la nación entera que pro¬
clama a la Inmaculada por su Patrona a
la faz de todas las naciones. Ella fué la
que en memorables días sostenía el bra¬ zo de nuestros guerreros y dirigía nues¬ tros Consejos. Y en las gloriosas batallas de Covadonga, de las Navas y de Lepanto, y en la conquista del Nuevo Mundo y en Granada y en Pavia y en todas partes donde la Religión y la Pa¬ tria les llamaba a pelear. Ella como Rei¬ na y Madre de los españoles, los anima¬ ba a la lucha y los coronaba con sus vir¬ tudes. No hay hoja de laurel de nuestras
coronas que no pertenezca a nuestra Madre Inmaculada.

/

232

Juventud Seráfica

Jóvenes católicos, y en especial los que militáis en esa pujante Juventud Se¬ ráfica, vosotros que sois la vanguardia del ejército cristiano, que sois la espe¬ ranza de la patria y de la Iglesia: María vencedora os acaudilla; Celebrad con en¬
tusiasmo la fiesta de la Inmaculada. Ella
os dará fortaleza y serenidad en esta época de grandes combates.
Fr. Pons
Opa et labopa
Creo que sin vacilación, le conviene a cualquier hijo de vecino que trate bien o que tenga a buen recaudo, los debe¬ res para con Dios y con la Patria, el re¬ cogerse a meditar serenamente, con los pertrechos necesarios, la magnitud in¬ discutible, el valor sin precedente, y la misión alta y sagrada que chorrea de la labor a practicar en la hora actual, para que al estudiar con muy sentada recti¬ tud, la diversa conexión y solidez de las ideas que hoy se urden, recogiendo se¬ gún gusto, cuantos rumbos se inician en los mares sin linderos de las ciencias, de las letras y de las artes, sea la obra de conjunto, asentada, mantenida y reforza¬ da con tesón, sobre la base incomovible de las normas, y mandatos de la Iglesia Católica, única potencia perpètua, que es árbrito de veraz constitución y colum¬ na en que pueden apoyarse todas las ra¬ mas del progreso, por la razón inrefutable de que siempre sus dictados han flo¬ tado sobre todos los del orbe, con la au¬ sencia de pasiones o egoísmos; la cruel carcoma que consume a los pueblos y naciones del planeta. - Si. Es verdaderamente asombroso, el admirar el glorioso recorrido de la Divi¬ na Institución, de la potencia sin desma¬ yo, que toda limpia e inmaculada, vive -ajena de los odios y rencillas que han sido causa del desastre que asóla a Eu¬
ropa. Es realmente prodigioso el con¬ templarla radiante y amorosa, prodigan¬ do los auxilios de la gracia, a cualquiera

de los bandos, que por nada, por cues¬ tiones de dominio, por el plato de len¬ tejas, ahogaron en un soplo, al ideal mag¬ no y sublime del afecto fraternal, el man¬ dato singular, de recogerse bajo el man¬ to grandioso de la perfecta caridad.
Por esto, ya que prepotente se man¬
tiene sobre las pueblos que han perdido su vigor y lozanía, cábele al católico sin¬ cero, el dedicarle sus labores y trabajos, el ofrecerle los respetos más apreciados, y hasta llegar si necesario es, a ofrecer¬ le la vida propia, si llegado el momento, fuese preciso para su magnificiencia y
exaltación.
Cumplidos plenamente y sin regatear¬ le ni un canto, ni un afecto, ni una ende¬
cha siquiera para la gloria de la Iglesia, cabe luego el avivar y sacudir el senti¬ miento de la patria, hoy algo maltrecho, mohíno y malparado, por la causa del glacial enfriamiento que aun consume a la nación, desde el diaque eclipsóse nues¬ tra estrella, triste cosa es recordarlo,
allá en pleno mar de las Antillas Hoy olvidando desastres y corriendo
un velo ante recuerdos, que sumirían en tristeza nuestras almas, cabe el reformar nuestra manera de pensar, el cambiar las
expresiones tan pesimistas como corrien¬ tes, el variar la letanía de los tópicos,
que a menudo van cundiendo entre los pueblos, las más de las veces rodeados del embuste y la patraña, dictados que solo siembran odios y plantan indiferen¬ tes en los campos no agostados tan de sobra, como hay quien se recrea divul¬ gándolo a mansalva por doquier.
Urge, dada la hora que ya "ha sonado
de nacional reconstitución, el mantener¬
nos preparados para el final de la heca¬ tombe, y en verdad no es apoyable este derecho que se toman, cuantos andan li¬ bertados, exponiendo en todas partes unas ideas pesimistas que nos llevan a un
desgaste de la fuerza intelectual, fuerza ésta, que tal vez hará gran falta cuando precise el exponer nuestros valores en¬ tre prestigios o derechos que nos qui¬ sieran discutir; presente y a mano han

Juventud Seráfica

233

de tener los que no creen en albores patrióticos ni en posibles sentimientos de grandeza, que los nuestros los de Es¬ paña y por ende cada uno de los ideales regionales que son las partes de su todo, ya traspasan más arriba de las flechas de Westminster, por aquello que sabemos de memoria: que en la tierra de los cie¬
gos, el que es el tuerto es el rey.
De consiguiente, pues, precisa que obedientes y herederos de nuestras glo¬ riosas tradiciones, y gozando de la ma¬ yor fidelidad en nuestros impulsos con los dos principios capitales de la Iglesia Nuestra Madre, principal y primer fin, y de la Patria nuestro suelo, consideremos
atentamente la grandeza que nos espera, la gloria que ya despunta, a fin de que se levanten limpios y magestuosos, como
las columnas de Hércules sosteniendo el
Non-Plus-Ultra, estos dos ideales que
nos pueden llevar de la mano para al¬ canzar la hegemonía, logro este no difí¬ cil en la actual situación, pero imposible de poseer si no se borran todas las hue¬ llas que va haciendo el charloteo mur¬
murante.
Cuando el reinado religioso se consu¬ me, la grandeza de la Patria, ya lo veréis por si sola brotará cual flor lozana en un vergel cuidado y pulcro. Podríamos du¬ darlo si no existiera un precedente, si no llegara hasta nosotros el recuerdo de un siglo de oro. ¿Por ventura no se tiñeron de gloria nuestros lauros, a pesar de la mayor diversidad de razas, lenguas, fue¬ ros y costumbres? ¿Por ventura no supi¬ mos en un siglo todo bronce, surcar to¬ dos los mares ondeando los pendones de la fama en alminares y palacios, y po¬ niendo vallas al contagio que con pasos de gigante nos quería emponzoñar con el nombré de Reforma? ¿Por ventura existe ejemplo de mayor abnegación ni de más alto sacrificio, como el obrado
por el valor de nuestros padres, cuando
sentían un entusiasmo sin fronteras, para
lo grande, por lo bello y por lo noble, a
pesar de que hoy muchos pongan peros a lo dicho, causa ello de que hayamos.

de una manera tan visible, empobrecido
lentamente?
Hora es, pues, de resarcir agotamien¬ tos. Trabajar con la mente fija en Dios para ayudar a nuestras ciencias, sostener a nuestras letras y encumbrar a nuestras artes. Creer a pie juntillas que no hay pelos ni señales, en todo aquello que salió de alguna mano de la Patria, que
sea digno de loanza, sea cálculo, sea li¬ bro, o sea lienzo, que refleje el tradicio¬ nal sentir del alma hispana..
Si cada región meditara atentamente sus destinos, si supiera vislumbrar el va¬ lor de sacrificios, de trabajos y de méri¬ tos, con modestia y sin desplantes, labo¬ rara para poner las ramas todas del saber,
frente a frente a cuanto hoy es importa¬ do por necesaria petición. Cada triunfo que se lograra, serían gradas para real¬ zar nuestra cultura, haría peso en la ba¬ lanza universal, y levantaría nuestro pres¬
tigio ante los pueblos y naciones que no
nos dejan prosperar. Verdad que el momento actual es de
honda crisis, agonizante y de terrible trancisión. También lo es paraque orando
y trabajándonos mantengamos agrupados a la sombra de los templos y ateneos, prontos siempre a saber responder el día que la paz asome la cabeza, prontos a hacer por nuestra parte lo más úlil para que quede muy en alto lo que convenga a las creencias y linderos de la patria, a fin de que la nueva era que se inicie en
esta nueva edad que va a comenzar, sea
sólida en la paz, robusta en religiosidad, y tan firme como inquebrantable, en sa¬ ber desoír los galanteos que tiendan a
carcomer la raíz del noble roble na¬
cional.

234

Juventud Seráfica

{Ruidos mistepiosos

ruidos misteriosos a que aludo, suelen
durar unas dos horas durante las cuales

A los fervientes lectores de El He¬
raldo DE Cristo, van dirigidas las mal trazadas líneas del presente artículo, ya que ellos son testigos en gran parte de lo que pienso exponer; si a pesar mío las deficiencias que pueda contener este

avanza paulatina y maravillosamente la obra emprendida por algunos artífices franciscano-seráficos y suman en el des¬ concierto más atroz a quien ageno a lo
que va a venir no se explica la causa de tan clandestina actividad, y el origen de

escrito, son motivo para no ver claro el objeto que me propongo dilucidar, su indulgencia y buen sentido suplirá los seguros defectos de que adolece todo
lo mío.
Una súplica constante del digno pre¬ sidente de la Juventud Seráfica, no po¬ día quedar por mi parte sin darle el acatamiento debido, no por considerar¬

tanto movimiento
En efecto: extraordinario es el que se
nota en la parte sur oeste del claustro
de San Francisco. Una ola de actividad
expontánea, parece haber invadido los contornos del convento que la contem¬ plan mudos y absortos y son los únicos testigos presenciales de lo que bajo aquellas agrietadas bóvedas tiene lugar.

me apto para realizar sus deseos, sino
porque de no aceptar el ofrecimiento, era fácil que quedara desierta la plaza que ponía a mi disposición, y más te¬ niendo en cuenta que los concursantes que debían llenar la sección de la re¬ vista, tenían todos su respectivo tema a dessarrollar. Acepté pues, por obedien¬ cia y cumplo gustoso su voluntad en lo que pueda y como pueda.

Hasta hoy nadie ha penetrado el mis¬ terio que envuelve a tantas almas ávidas de conocerlo; hasta ahora, ni uno solo
puede asegurar con pruebas, de donde provienen y adonde van los ruidos mis¬ teriosos de que se quejan y con razón los vecinos de la Iglesia de San Francis¬ co. Pero, no quiero que por más tiempo,
una incertidumbre alarmante, consuma
la existencia a tantos seres ansiosos de

Hace ya algunas semanas que los pa¬ cíficos vecinos, pobladores de las cer¬ canías del convento de San Francisco,
andan poco menos que escamados, pues Ies llama poderosamente la atención un inusitado ir y venir de determinados
jóvenes seráficos, los cuales en los mo¬ mentos libres de que disponen, pene¬ tran cautelosamente en el gran claustro
casi en ruinas del antedicho convento.

tocar las consecuencias o venturas del
misterio que nos ocupa. Hallaré lisa y llanamente cumplimentada así la curio¬ sidad de tantos como pueda haber inte¬ resados en la solución y aclaramiento de
la fatídica incógnita.
Sépanlo pues todos grandes y chicos, que no hay tales murmullos misteriosos, sino que a la luz del día y con la frente levantada trabaja la Juventud Seráfica

Aumenta su incertidumbre la circuns¬
tancia de que una vez aquellos improvi¬ sados artistas, instalados en una peque¬
ña iglesia, empiezan sus incógnitas ta¬ reas, armando ruidos extraños, acompa¬
ñados muchas veces de un continuo
martilleo que debido a las condiciones de aquel sagrado recinto, y a la quietud alegre de las horas de oficina, resuenan más vivos los golpes y van a dar ingratos en los propios oídos de quien tal vez no
necesita de tales músicas celestiales. Los

para dar al pueblo por Navidades lo más propio de tales días. El buen senti¬ do de los lectores debe imponerse aho¬
ra por segunda vez para que supla la deficiencia de comprensión que acabo
de consignar pues podría parecer que la citada Juventud obsequiara al pueblo
con turrones o dulces lo más corriente y
abundante por el tiempo que he citado. ¿No adivina lector, tu curiosidad el ob¬ sequio de la Juventud Seráfica?... ¿No imaginas cual puede ser el alma, el hé-

Juventud Seráfica

235

roe de lo que tu crees el mayor miste¬

rio?

El obsequio de la Juventud,

envuelve sí, un misterio, el más grande e

impenetrable de todos: el del Nacimien¬

to de Nuestro Señor Jesucristo.

Dejo al buen criterio del lector que

haga los comentarFos que bien le cua¬

dren sobre el particular, pues he dicho

lo suficiente para dejar en vías de solu¬

ción el conflicto surgido entre la curio¬

sidad agena y la Juventud Seráfica. Y

si alguno por su candidez no adivina

todavía la causa de los ruidos extraños,

que aguarde la víspera de Navidad y

quedarán despejadas sus dudas y satis¬

fecha y cumplida la ilusión de la Juven¬

tud Seráfica.

Palma 25 Noviembre 1916.

Seugarom

Visita al limo. 5r. Obispo
Dia 29 del pasado Octubre, una co¬ misión de esta «Juventud» compuesta por el Director, por el Presidente señor

Jiménez y los Sres. Tortell, Pons y Moranta, pasó a saludar a nuestro amadísi¬
mo Prelado, a besar reverentemente su
pastoral anillo y a reiterarle verbalmente
la más sincera e inquebrantable adhesión El limo. Sr. Obispo, afable y bonda¬
doso, interesóse por el estado de la Asociación, por los fines a que dedica sus energías, y obras que realiza; y des¬ pués de exhortarnos paternalmente a que procuremos con todo ahinco no sólo nuestro perfeccionamiento sino asimis¬ mo atraer a la religión a tantos jóvenes que deella viven alejados, concediónos efusiva bendición que hizo extensiva a todos los jóvenes seráficos, a las obras en que trabajan y a todos los que perte¬
necen ala Orden Tercera, a cuya som¬
bra crecemos y con cuya savia nos ali¬
mentamos.
Por demás es decir que agradecemos
de todo corazón la bendición de nuestro
amante y amado Prelado. Alentados por ella proseguiremos nuestro camino tra¬ bajando siempre por el bien de todos y de la juventud en particular.

-A. V I S O
A nuestros suscriptores antiguos
Suplicamos a nuestros suscriptores que se hallan en descubierto con esta Administración, efectúen el importe de la suscripción antes de finalizar el año.
A los Terciarios y nuevos suscriptores
Las suscripciones que se hagan durante el año se contarán siempre desde
el mes de Enero.
El precio de la suscripción por un año es solamente una peseta. Por este ínfimo precio no ha de haber ningún terciario que no esté
supscrito a El Heraldo de Cristo, pues con esto hará una buena obra y estará al corriente de todo el movimiento franciscano y en particular de lo
concerniente a la Orden Tercera.

Págs.

Artículos

Nuestros deseos

...

1

La Paz .

.

...

.

2

El Santísimo Nombre de Jesús y

la O. Franciscana ...

4

Luchas del alma.

.

8, 26, 46, 64

La nit de Cap d’any (Llegenda

franciscana) ....

9

Catecismo franciscano

.

12,29,

50, 71,87

El Catecismo, religión de armo¬

nía.

.....

21

En el Vergel Seráfico (Vidas de

Santos).

.

.

. 23, 44,84

El Ermitaño Pacomio.

27, 47, 65, 86

El Obispo electo de Mallorca . 41

Penitencia.....

43

¡Misterio! .....

61

El P. Conrado de la O. de San

Agustín y el B. Ramón Lull . 69

Rosa mística .

.

.

.

8'

Nuevas indulgencias al Santuario

de Cura.

.

.

.

.

83

Lacapu'la deles cucullades (Lle¬

genda Franciscana ... 81

Un héroe desconocido

.

.

101

El Rdo. P. Antonio Ripoll y Sal¬

vó, T. O. R. .

.

.

. 105

Ramón Lull, apóstol y mártir . 110
Fiestas en honor del Bto. Ramón

Lull

.

.

.

.

.

Ill

Estatuts y junta de la Confrería

del Beato Ramon Lull .

.

114

El M. 1. Sr. D. Mateo Rotger . 115

Por la Prensa Católica

.

.

117

San Buenaventura .

.

.

118

La carcajada de Dios. . . 121 Beneitures de la gent sabuda . 124 Carta de S. S. el Papa Benedic¬

to XV, al R. P. Serafín Cimi¬

no, M. G. O. M. .

.

. 139

A propósito de la Carta del Papa 140

Págs.

Sobre la frecuencia de la Sagra¬

da Comunión.

.

.

.

San Luís, Obispo ...

.

Miseries i miseries .

.

.

141
142
144

Homenaje a Ramón Lull . . 146

Junta de la Cofradía del Beato

Ramón .....

149

Las pasiones .

.

.

. 159

El abrazo de los dos caudillos . 160

La Madre Francisca .

.

.

164

L’ amargura i la dolçor d’ un

somni

.....

166

La Srita.

Francisca Morell de

Oleza .

.

.

.

.168

Un anuncio de paz .

.

De la guerra...?

.

.

Hasta setenta veces siete .

. 179

. 181

.

182

Els hornos del día .

.

.

183

A nuestro Prelado .

.

.

199

A los pies de nuestro Pastor .

Bendito sea el que viene en el

nombre del Señor .

.

.

200
202

La fiesta de los difuntos .

.

203

¡Requiescant in pace!

.

. 204

Los enamorados de la muerte . 206

María en su Concepción Inmacu¬

lada

.

.

.

.'

.

220

Fantaseando

.

.

.

.

221

Los soldados de María Inmacula¬

da (Episodio histórico) . Peregrinaciones a Cura .

. 223 . 226

Poesías

Ilusión

....

A Cristo crucificado ...

Voló

Causa nostrae laetitiae ...

Mallorca y Ramón Lull. .

.

A reveure!

.

A la memoria de mon benvolgut

amic Mn. Toni Mir, Terciari .

In memoriam

....

Hymne .....

11 62 71 82
86'
108
163
168
180

1163,3,1¡Santabeurada!

.

.

. 204

Hymne per la Inmaculada Con¬

cepció, de María . . . 220

Pan de S. Antonio
51, 72, 91, 126,187, 210 y 227
Crónica Franciscana
14, 31, 52, 74, 91, 126, 150,170,137, 210 y 227

^Noticias y Variedades
15, 34, 53, 94, 131,152,
172, 190, 213 y 228

Necrología

55, 76, 132, 174, 193, 214 y 230

Bibliografía 16, 56, 95, 174, 193 y 230

Grabados

Sueño de Jesús ....

3

Hacia Egipto ....

7

La vieja y el niño (Cuadro de

Muriilo existen.e en Munich) .

12

Bendición de la mesa.

.

.

25

Idilio divino

....

28

Santa Filomena, virgen y mártir .

30

limo. Sr. D. Rigoherto Dome-

nech y Valls ....

42

La Sagrada Familia ...

49

La Comunión de ios Apóstoles .

63

Bendito el que viene en el nom¬

bre del Señor!

...

67

La oración del huerto.

.

.

70

El descendimiento .

.

.

73

Flor de Mayo ....

83

Santa María de Antequera .

.

87

Paladines de la Inmaculada.

.

90

El Rdo. P. Antonio Ripoll y Sal-

vá, T. O. R. .

.

.

. 102

S. Juan Bautista.

.

.

. 109

pHghí.

Tomad y comed; este es mi

cuerpo .....
M. I. Sr. D. Mateo Rotger y Capllonch. Canónigo Terciario .
Torre de Porto-Pí - Mallorca .

Vista del puerto de Sóller .

.

Mal pas des Grau .

.

.

Puente Romano.

.

.

.

Castillo del Rey.

.

.

.

Paseo del Muelle

.

.

.

Son Curt (Alaró)

.

.

.

Seminario Pontificio de Comillas

Vista general de Cádiz . . San Francisco predicando a las

aves

.....

Na Foradada (Miramar) .

.

AI Arcángel San Rafael . .

limo, y Rdmo. Sr. Dr. D. Rigo-

berto Domenech y Valls, Obis¬

po de Mallorca .

.

.

Voló al cielo

....

S. Andrés Avelino .

.

.

Las naciones, pidiendo a Pío IX

la proclamación Dogmática de

la Inmaculada Concepción .

Plaza de España (Roma) .

.

San Lázaro.

.

.

.

.

Basílica de S. Juan de Letrán .

112
116
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122 125
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201
205 209
219 221
224
226

-=3(^;)C=-

.«rxgjc:—

JUVEHTUP SERÁFICA

Futuro perfecto ....

17

Sobre monumentos ...

18

Crónica de la «Juventud ^ ...

20

La hora presente

...

37

Donde vamos a parar?

!

.

38

Señor, piedad! .

.

.

.

39

Apellidografía Seráfica . . 39

El nuevo Obispo de Mallorca .

57

El pendón de la Juventud Seráfi¬

ca (Poesía) .

.

.

.

57

Las instituciones de enseñanza .

58

Acto literario musical

.

.

68

Excursión .

.

.

.

.

60

Tríptico .....

77

Camino del Calvario ...

79

Ecce Rex vester

...

80

In memoriam ....

Desilusión.

....

Cantemos y oremos .
A la Verge (Oració) .
Sursum corda ....

Aplec de datos historie referents

an es culto del Beat Ramón .

Acto literario musical en honor

del Beato Ramón Lull .

A Ramón Lull. (Poesía)

Medalló. (Poesía)

Crónica de la «Juventud» . La ignorancia de los católicos . ¡Vaya calor!

PágS.
97 98 100 100 133
134
136 138 133 158 175 176

Desatino y garrotazo .

.

.

Excursión a la Porciúncula.

.

De Arte .....

Lobregueces del genio . .

«Juventud Seráfica» en Miramar.

Vocación Religiosa .

.

.

Salutación.....

Alegria triste ....

Acto literario musical

.

.

La Inmaculada Concepción. .
Ora et labora ....

Ruidos misteriosos .

.

.

Visita al limo. Sr. Obispo .

.

Págs.
176
177 195
196 197 398
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216
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235

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Tip. Católica de S. Fizá.—Jardín de la Reina, 19

Obras del P. Ambrosio de Valencina

La Vida Espiritual. Cartas a Teófila. -
8.® Edición. Un tomo de 457 págs. en¬ cuadernado en tela, ptas. 2*50. Obra indispensable a cuantos tratan de perfección, recomendada por todos los Prelados españoles e inmensamente difundida en toda España y América.
La Vida Religiosa. Cartas a Sor Mar¬
garita.—Edición. Un tomo de 440 páginas, encuadernado en tela, 2*50, Libro escrito por el P. Ambrosio pará los religiosos de uno y otro sexo, y que ha sido llamado el Kempis de las reli¬ giosas por los Prelados españoles. Soliloquios.—Quin a edición ilustra da Un tomo de 345 págs. encuaderna¬
do en tela 2^50 ptas. Esta obra retrata al P. Valencina, cuyo corazón seráfico derrama las efusiones
de su espíritu franciscano por sus cálidas páginas, que no pueden leerse sin emo xión, constituyendo un libro admirable, reputado como de los mejores de su
Butor.
Flores del Claustro y Arrullos de Palo¬
ma.—edición ilustrada con ai fo¬
tograbados. Encuapernado en tela, 2
pesetas. Es un libro por el estilo del anterior
con la sola diferencia de que en éste, los soliloquios están puestos en labios de de una religiosa, flor del claustro y palo¬ ma de la soledad. Es una joya en el con¬ cepto místico y ascético.
Lirios del Valle.—6.® edición ilustrada.
Un tomo de 270 págs. encuadernado
en tela, 2. ptas. Novelita de lectura tan interesante,
tan llena de piedad, poesía y sentimien¬ to, que dificilmente se suelta el libro de las manos empezándolo a leer.
61 Director Perfecto y el dirigido San¬
to.—Correspondencia epistolar entre el B. Diego J. de Cádiz y su Director el-V. P. Francisco Javier González. Tercera edición. Un tomo de 624 pá¬
ginas encuadernado en tela, 3 ptas. Libro único en su género, verdadera autobiografía del gran Apóstol del siglo XVIII que tan gran influencia ejerció en

los destinos de España, e igualmente Util a los directores de almas que al his¬ toriador y el erudito. Es una de ias más lindas joyas de la mística española, que
debe leer toda alma deseosa de su per¬ fección.
Las Siete Palabras.— Predicadas el
Viernes Santo de 1907 ante S. M. el Rey en la Capilla Real de Palacio. 3.® edición. Un tomo de 128 págs. encua¬ dernado i’5o. Son una de las galanas muestras, des¬ graciadamente pocas, de la elocuencia de su autor, gloria del pulpito sagrado.
Poesías religiosas o flores de mi Ju¬ ventud.—4^ edición corregida. En¬
cuadernado en tela i‘5o. Las poesías religiosas resaltan por su delicadeza, sentimentalismo y piedad. Son un precioso regalo para premios.
Preparación para el Matrimonio.—2.»
edición. nU tomo de 316 págs. encua¬ dernado en tela 3 pesetas, en rústica 2. Ultima obra del P. Ambrosio, de éxito
sin igual. Deben leerla todos los jóvenes, para prepararse al gran sacramento del Matrimonio. De él han hecho grandísi¬ mos elogios el Episcopado Español y toda la prensa católica en general. Es regalo indispensable a las prometidas.
Leyendas edificantes o Historietas piadosas.—5.^ edición ilustrada. Un
tomo de 431 págs. encuadernado en tela 2 pesetas.
Hermosísima colección de lecturas re¬
creativas, de sana moral y grandísimo interés. Libro indispensable para pre¬
mios.
Muriilo y los Capuchinos.—Un tomito
de 132 págs. i’25 ptas. en tela. Interesantísimo estudio histórico, re¬
pleto de datos desconocidos de las rela¬ ciones con los Capuchinos del gran pin¬
tor de la Inmaculada,
Mi viaje a Oceania.—4.^ edición corre¬ gida. Un tomo en tela, i peseta.
Obrita interesadísima, preciosa mues¬ tra de estilo descriptivo y de ameno na¬
rrador de su autor.

Obras del P. Ambrosio de Valencina

Los Capuchinos en ia guerra de ia In¬ dependencia.
Como k!urillo y los Capuchinos^ es un estudio histórico,, perfectamente docu¬ mentado, del influjo de los Capuchinos en la épica lucha contra Napoleón.
En tela, i'50 y en rústica i peseta,
í^eseña histórica de la Provincia Ca¬ puchina de éindaiucía, y varones üus tres en ciencia y virtud^ que han flore
cido en ella desde su fundación hasta el
presente—5 tomos, en- rústica q’so; y con lomera de piel 7 pesetas. Vida del P. Carabaníes.^Un tomito
de 94 págs o‘50, La vida del P. Carabante.s, que en bre¬ ve será beatificado constituye una de las másasombrosas que existeu y derpiertas. grandísimo interés.

Retórica elemental o lecciones de lite¬
ratura preceptiva. Tercera edición. Un tomo encuadernado con preciosa plan
cha, dos pesetas.
CARTAS DE CONCIENCIA que el Bea^o Diego J. de Cádiz, dirigió a su Director e.spiritual D. Juan José Alcober e Higueras, anotadas por el M. R. P. Die¬ go de Valencina con un pró’ogo censura del muy Ilustre Sr. Dr, D. Juan F. Muñoz
Pabón.
Esta obra interesante ha merecido los
elogios más cumplidos del público y de la prensa, no siendo menores los de los críticos y renombrados escritores de España.
Consta dicha obra de 583 páginas, encuadernada en tela, 2 pesetas.

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