El Heraldo de Cristo 1916, n. 82
El iieraldo de Cristo
Reuista Mensual ílnsírada

Año VIII

Elnero de 1916

Niim. 83

pHNHOeRXH SHjVrH eULHLlH
33:e:
Fabricación esmerada de galletas y bizcochos de todas clases.
:e:SFX30X^XjTX>^X> DESIXT X:3\\rS»^X3VE^33..iSLS
Plaza de Juanot Colom.—Sucursal en la Plaza Santa Eulalia, 15.—Ser¬ vicio a Domicilio de todos sus productos. — Exacta puntualidad en
los encargos.
Mercería “La Patria,,

San Miguely número 17, bis
I»A.IL.]VrA IDE: IWj;A.I\_il\_CDEtGA.

ESPECIALIDAD EN CAFES I Instalaciones de Alumbrado

TOSTADOS DIARIAMENTE

ELÉCTRICO
Timbres, Teléfonos y Pararrayos

J. José gestará Braulio González

Calle Cordelería, 68

ELECTRICISTA
MOTORES, ARCOS Y DINAMOS

PALMA DE MALLORCA Palacio,25-PALMA de MALLORCA

Gran Cerería

BLANQUEO DE TODAS CLASES Cirios esteáricos primera dase a 2 Ptas. kilo

ISIecar del Keal.—PAL·MA 1>E ÜIAIíIíORCA

Para encargos, pedidos y demás informes dirigirse a

DON PABLO COMAS Y PAVERAS

——————————— San Miguel núm. 36.—PAIjMA —

—

ïF Talleres para Cerrajería L’n general propio para ca¬
sas en constiTucción de lo
más modesto y barato has¬ ta los Palacios más elegan¬ tes y sólidos. — Bab'ones, Barandas, i-'.scaleras. Lucer¬ nas, Verj is de jardín.—Ca¬ jas para Caudales y Coci¬ nas de leña, kuc y gas.— Bombas para elevación de aguí por palanca volante o nndnr — líncargándose la
casa da la ii>' n'u'a con sus
trasmisiones ^ ^ ^ ^ ^
TUBERÍAS Y

CERRAJERÍA de BOSCH
Olmos, 148 PALMA
Pi'emiado con las más altas recompensas en enantas Exposiciones lia concurrido

^ Ha sido siempre
axioma de la Casa, mantener y fomentar el crédito de la mis¬
ma, por lo cual, to¬
dos los artículos se fabrican sometiéndo¬
los a inspección téc¬ nica y procurando
ofrecerlos a ¥ ¥ ^ ¥ PRECIOS

ACCESORIOS

LIMITADOS

= JOSE FELIU E HIJQS =

sayales, estameñas, anascotes, merinos y
J^uOnCCÍ ’ifg/os de todas clases.

Especialidad en lienzos y tejidos de estambre, lana hilo y algodón para Hospilales, Asilos, Colegios y Comunidados Religiosas.

ïPXJTsrü

es

±& &^

: : : : : : Despachos : : : : : :
Barcelona.—^Calle del Bruch, 6 y Madrid.—Calle del Carmen, 20

TIENDA DE MUEBLES
= DE —
yinionio y^osc/j
¡áe vende a plazos y al contado Plaza Antonio Maura, 2
(antes Copiflas) PALMA DE MALLORCA

fUd5d

CópeCldl

para Ornamentos Y Hábitos Talares

Plaza Santa Eulalia, esquina Calle S. Francisc
Gran surtido en damascos y telas ricas para Ornamentos de Iglesia con taller para la con¬ fección.— Sección especial de telas para Hábi¬ tos Talares y confección de los mismos.—Ga¬
lones, fiejas y puntillas.—Especialidad en la
restauración de Ornamentos antiguos conser¬ vando su valor artístico y arqueológico.

COLMADO

DA PAJARITA “5^

San Nicolás, 6.—PALMA

Ofrece siempre los mejores artículos, y como mejor garantía para sus

distinguidos compradores, cambia los que por una rara casualidad hubiesen

salido malos.

'

Podemos servir; fiambres, embutidos y jamones cortados a máquina autó¬ mata de . cuchilla plateada.

Cultos en nuestra iglesia de San Francisco en Palma durante el mes de Enero.

Los Trece Martes de S. Antonio de Padua,—Empezando ei día 4,seguirán
practicándosé los martes

consecutivos a las seis de la tarde, con exposición del Smo. y sermón por el Reverendo Sr, D. Mateo
■
Nebot, Pbro.

Cuarto Doming*o,

^ ocho, misa de comunión general para los Terciarios Por la
-tarde a las seis reunión mensual con exposición y plática.

Indulgencias plenarias. .Con las condiciones ordinarias los terciarios pueden ganar
. indulgencia plenària los días siguientes de este mes:

Día I, La Circuncisión del Señor. 2, Dulcísimo Nombre de Jesús.—6, Epifanía — 13, ‘'tos. Berardo y compañeros protomártires de la Orden Franciscana, — i 5, Hto. Bernardo de Corleón.—30, Santa Jacinta de Mariscotti.—31, Bta. Ludovica de Albertonis.

FÀBRICA DE MOSAICOS HIDRÁULICOS Y PIEDRAS ARTIFICIALES
I> ¡E

DEPÓSITO DE CEMENTO PÒRTLAND Y CALES HIDRÁULICAS
Azulejos, Watei* Closets, L·aval>os, y demás artículos sanitarios
Calle Hostales, 36 y 38—PALMA DE MALLORCA

Almacén de cafés, ^ azúca-^ res, oíf- cacaos, ^ canelas, oie harinas, ^ salvados, ^ arro=
ces y legumbres. ^ ^ ^

MERCERIA COLON

DE —

-

BARTOLOMÉ BOSCH PÉREZ ®'
Ventas al pormayor. —Herrería, 22 y al detall.—Fideos, 9 y 11.
PAIiMA 1>E MAIiliORCA

Mercería, Paquetería, Novedades.
Es la mejor surtida en artículos pa¬ ra Señora y caballero.—Colón, 62.
PALMA DE MALLORCA

A L M A-G ES TSr El S

•

T) E

—

HIJOS DE BARTOLOME GUMBAÜ

S. en C.

Jaime 11, 87, 89 y 91

Escnesarch, 16, 18 y 20

Pañería, Lencería, Novedades. —Plata TTleneses y Estatuaria Religiosa.— Grandes talleres de Sastre para Caballeros y Señores Sacerdotes.
Depósito completo dé toda clase de ornamentos para Iglesia y todo lo concerniente al culto divino desde lo más sencillo a lo más superiór.
Precios sin competencia

El t1ei’al<lo de Cristo
Revista mensual ilustrada
Dedicada al fomento y propagación de la Tercera Orden de San Francisco

Redacción y Administración: Convento de San Francisco. —Palma de Mallorca

Precios tie suscripción: £n !Españu, 1 pta, al año. -En el Extranjero, S ptas.

*5)

Año VIII

Enero de 1916 5^

Núm. 82. ” SÏ)

® S XT BVI A.IÏ. I o rV:

Nuestros deseos —Ilusión —La Paz.—El Santí- |
simo Nombre de Jesús y la Orden Franciscana.— j
Luchas del Alma.—La nit de Cap-d‘ any.—Cate- ¡
cismo Franciscano. Pan de S. Antonio.—Crónica i

Franciscana —Noticias y Variedades. - Necrología. Bibliografía. = Juveutud Seráfica. — Futuro perfecto. Sobre monumentos. — Piedad, Señor,—
Crónica.

NUESTROS .DESEOS

He aquí, amados lectores, la expre¬ sión de los votos que formamos al prin¬ cipiar el año nuevo.
Que el Señor esté con vosotros to¬ dos los. días del año, y éste transcurrirá feliz y tianquilamente. Que esté con vosotros para llenaros de bendiciones^ para asistiros en vuestras pruebas y para fortificaros en la hora del combate contra vuestros enemigos.
El que posee a Dios, ha colmado sus deseos, pues que posee el Bien supre¬ mo; su corazón encuentra en el Señor toda satisfacción; descansa en Aquel que únicamente puede darle el reposo y la paz. El que sigue a Dios, no anda en tinieblas; aunque tenga que seguirle en los sufrimientos, su camino le pare¬
cerá sembrado de flores.
Que el Señor esté con vosotros; con vuestras familias para que reine en ellas la concordia, la paz y la felicidad. Que el Señor dispense su poderosa protec¬ ción sobre vuestros padres, hijos, her¬

manos y amigos. Que Él bendiga vues¬ tras empresas y trabajos, pues Él es el
que hace germinar los granos y crecer las plantas, el que da el calor y envía
el rocío. Que Él sostenga vuestras fuer¬
zas y os conserve la salud, y que os acompañe en los días de tristeza y de en¬ fermedad. La cruó que se ileva con Dios, es muchísimo más ligera.
Sed fieles en el cumplimiento de vuestros deberes y Dios estará con vosotros en el gozo y en el dolor, en el trabajo y en el reposo, en el día y en la noche, en la vida y en la muerte.
Estos son nuestros deseos para con
vosotros, amables suscriptores y lecto¬ res; deseos que renovaremos todos los. días al decir en el augusto sacrificio de
la misa: El Señor esté con vosotros. Y
cuando el ministro nos responda: Y con tu espíritu., consideraremos esta res¬ puesta como el deseo recíproco de vo¬
sotros para con
El Heraldo' dE Cristo,

ÈL Heraldo de Cristo

Es el don precioso cfue a los hombres de buena voluntad traen los mensajeros
del cielo ante la cuna del recién nacido
Dios-Hombre.
Aceptan los hombres ese don divino, preludio de la bienaventuranza y felici¬
dad de la vida futura? Cuantas veces lo
rechazan para entregarse, esclavos de sus desvarios, a luchas crueles y suicidas que consumen las energías de su exis¬
tencia!
No hay paz donde no hay orden, y no puede haber orden donde no hay sujeción.
Tendremos
Paz con Dios
cuando humildemente sujetemos nues¬ tros hombros al yugo suave de su ley santa; cuando, reprimidas las acometivi¬ dades de la parte inferior, e ilustrada nuestra mente por los esplendorosos ra¬ yos de la fe, caminemos rectos sin des¬ viarnos de los senderos que nos traza la religión cristiana.
Non est pax impiis, ha dicho Dios, Verdad infalible; no hay paz para fos impíos, para los que pretenden sustraer¬ se al influjo del divino querer para se¬ guir los dictados de su imaginación exal¬ tada o de su corazón degradado.
Si nos indisponemos con Dios, fácil¬ mente perderemos también la
Paz con los hombres.
Como respetará cual debe los dere¬ chos de sus semejantes el que conculca
los derechos del Criador? Como les
guardará las debidas atenciones el que prescinde del cumplimiento de sus más sagradas obligaciones? El que no sabe reprimir los descarríos de sus pasiones para encaminarlas por los caminos tra¬ zados por el Todopoderoso, sabrá ha¬
cerlo cuando a sus ambiciones desmesu¬
radas se opongan tan sólo el limitado y con frecuencia insuficiente poder del
hombre?

Y si no hay paz para los impíos que pretenden levantarse contra el dominio de su Dios Criador, tampoco puede haberla para las naciones que al imperio del Rey de reyes y Señor de los que dominan, pretenden sustituir el imperio de poderes meramente humanus, aunque
sea el dominio de la razón, aunque sea
el dominio de la fuerza.
Si la ley divina no es la fuerza motriz, en vano será que se intente implantar el orden en las nacion·es por muy adelanta¬ das que se hallen en artes y ciencias y por más que el progreso de sus inven¬
tos sea la m ravilla del orbe. Nisi Do¬
minus, custodierit civitatem, frustra vigi¬ lat qui custodit eam. En vano vela el que guarda la ciudad si no es el Señór quien la guardare.
Será atrevido, pues, afirmar que la
Guerra es un azote de Dios,
con que pretende castigar los pecados de los hombres y las prevaricaciones de los pueblos? Cuantas veces el pueblo de Israel se apartaba de Jehová para tri¬
butar sus adoraciones a dioses ajenos, permitió Aquel que los pueblos vecinos le subyugasen y le oprimiesen hasta que, arrepentido de sus extravíos, imploraba la clemencia divina y le era enviado al¬ gún libertador.
Las naciones han pretendido saturar¬
se de un ambiente ilimitado de libertad
e independencia absolutas. Consecuen¬
cia de ello ha sido el incremento pro¬
gresivo de la inmoralidad, del error y de toda suerte de vicios y males.
El Dios del cielo que, si es infinita¬ mente misericordioso, es asimismo infi¬
nitamente justo, ha desenvainado tam¬ bién la espada de su venganza, si bien guiado por los designios de su bondad, a fin de que los pueblos vuelvan al sen¬ dero de la justicia y de la religión.
Cuando los hombres más tranquilos
y al par más orgullosos caminaban, me¬ jor dicho, volaban por las vías del pro¬ greso, ha resonado en sus oidos una palabra fatídica, guerra, que todo lo ha revuelto y trastornado. Pueblos y ciuda-

El Heraldo de Cristo

3

SUEÑO DE JESUS

4

El Heraldo de Cristo

des han sido destruidas y arrasadas; los]
desdichados ciudadanos se ven g-rava-J

dos cada día con más pesados tributos;|
la sangre ha corrido y sigue corriendo a

torrentes... Desdicha y calamidad nunca

vistas!

!

Podrán por agotamiento de fuerzas

verse obligados los beligerantes a sus¬

pender sus hostilidades, pero si persis¬ ten los odios, envidias y ambiciones,

pronto volverán a levantarse unos con¬ tra otros. Para que la paz sea fírme y duradera, preciso será cimentarla sobre

los derechos de la justicia sostenida y
amparada por la religión. Si Dios no es
el Arbitro cuando se diriman esas con¬

tiendas; si las gentes no vuelven al buen

camino; si las naciones no reconocen

como Soberano supremo al Dios Eterno

e Inmutable, pronto volverá a correr la

sangre y el estampido del cañón per¬
turbará nuevamente la paz y la tranquidad de los pueblos.

Quién será capaz humanamente de

poner un valladar a ese torrente destruc¬

tor, de contener los inmensos estragos

que causa la actual discordia en los cam¬

pos de las más fuertes naciones euro¬

peas?

No es lo mismo ser pacifistas que pacificadores
Pacifistas los encontraréis por todas partes. Todos desean, todos quieren la
paz. De pacifistas se gloriarán muchos que dejándose llevar de sus entusiasmos por unos u otros de los luchadores, an¬ helan en su corazón la ruina y destruc¬ ción de sus contrarios. De pacifistas se gloriarán otros que contemplan tan gran desgracia sin dirigir al cielo ni una sú¬ plica para que se acabe. Como pacifis¬ tas pretenden pasar hasta los socialistas y radicales que en sus banderas llevan im¬ presos los deletereos nombres de odio,
venganza, lucha y exterminio! Por paci¬ fistas quieren ser tenidos Jefes de pode¬ rosos Estados que, llevados de la sed de oro, proporcionan a los beligerantes ar¬ mas y municiones para continuar la
lucha!

El que únicamente hasta ahora ha
levantado su voz con sinceridad y amor
paternal para contener tantos males, ha
sido
El Vicario de Cristo,
el sucesor de S. Pedro en el Gobierno
de la Iglesia, el Romano Pontífice. El ha orado y gemido ante el trono del Dios de las bondades, y ha suplicado a todos los fíeles del orbe que juntaran con él sus oraciones para pedir el restableci¬ miento de la paz. El ha trabajado y sigue trabajando sin cansancio para conjurar en cuanto puede los efectos desastrosos de la guerra. AI Vicario de Cristo, como
a único faro salvador dirigen sus mira¬ das los que experimentan las tristes con¬ secuencias de la guerra y cuantos se sienten conmovidos ante los incalcula¬
bles males que trae consigo. Y como no, si él es el representante del Prín¬ cipe de la Paz, de aquel Dios en cuya
cuna no se cantaron otros cánticos que
de glorificación en las alturas y de «paz en la tierra a los hombres de bue¬
na voluntad»?
Ante la cuna del Niño Dios pidamos con insistencia que nos conceda la paz
que no puede dar el mundo ni los pode¬ res humanos. Sujetémonos al yugo ligero
de sus mandamientos, y entreguémosle nuestros corazones, para que alejado el
temor de los enemigos, pasemos tran¬
quilamente los días de nuestra vida.
Fr. Conrado.
El Sitísífiio Noitilire de jesús
j Ir Orden Franeísennii
Una de las más dulces tradiciones de¬
jadas por S. Francisco a su numerosa
posteridad, es sin duda la devoción a la
santa Infancia del Salvador. Quién no
conoce el ardiente amor que profesaba el Seráfico Patriarca al niño de Belén? Quién no conoce la ternura con que es¬ te celeste Niño se mostró al Pobrecillo

El Heraldo de Cristo

de Asís? Mas a este adorable Infante le
ha sido dado por el Padre un Nombre misterioso, un Nombre que, al decir de S. Pablo, está sobre todo nombre y ante el cual tienen que postrarse los cielos, la tierra y los abismos.
Este Nombre santísimo, prenda de es¬
peranza de patriarcas y profetas, pronun¬ ciado por el Angel en Nazaret, es re¬ petido y adorado en la campiña de
Belén. Este Nombre divino es la fuer¬
za y gozo de los apóstoles, el heroís¬ mo de los mártires, la ciencia de los
doctores, la delicia de todos los santos,
la alegría del cielo, el triunfo de la fe
sobre la tierra al par que terror y espan¬
to para el infierno.
El Crucificado de Asís, suscitado pa¬
ra reavivar el fuego dél divino amor en las almas; es el escogido, junto con su seráfica descendencia, para reanimar también, mejor dicho, para cristalizar y
extender el culto al adorable Nombre
de Jesús.
«Los Hermanos que vivieron con él,
escribe Tomás de Celano, saben muy
bien que el Nombre de Jesús era el ob¬ jeto cuotidiano y continuo de sus con¬ ferencias, y conocen cuan dulce y suave
resonaba en su boca este Nombre que
llenaba de benignidad y amor sus dis¬
cursos. Tanta era su unión con Jesús,
que mostraba siempre tener a Jesús en su corazón, a Jesús en sus labios, a Jesús
en sus oídos, a Jesús ante sus ojos, a
Jesús en las manos, a Jesús en toda su persona. Cuantas veces, estando a la mesa, nombrando u oyendo nombrar a Jesús, o aún sólo pensando en El, olvidó el alimento • corporal!... Muchas veces en los viajes le acaeció desviarse del camino, por pensar con Jesús, entonan¬
do cánticos en su loor e invitando a las
criaturas todas a que le celebrasen!»
También S. Buenaventura, que tenía un corazón todo amor, esperimentaba una suavidad inefable al hablar del San¬
to Nombre de Jesús. «Es éste, decía un Nombre delicioso, porque, meditado es alimento, proferido, es dulzura, invoca¬

do es unción, sostén y guía. O alma, añade el Sto. Doctor, sea que escribas, sea que hagas cualquier otra cosa, nada te deleite, nada te agrade si no entra allí el Nombre de Jesús.»
Los que más se esforzaron para exten¬ der y hacer popular el culto de este dul¬ císimo Nombre fueron San Juan de Ca¬ pistrano, San Jaime de la Marca y prin¬ cipalmente S. Bernardino de Sena con razón apellidado el apóstol del Nombre de Jesús.
Afligido S. Bernardino por el estado moral en que se encontraba Italia, buscó
medio de hacer revivir la fe para salvar
a su patria, y para conseguirlo tomó co¬ mo arma y estandarte el Nombre de Je¬ sús. Lo predica por todas partes, lo pin¬ ta y hace pintar en pequeños cuadros que esparce en todos los lugares; espo-
ne a la veneración de los fieles un estan¬
darte con el célebre monograma IHS (1). «O Nombre de Jesús, exclama en sus predicaciones. Nombre que está sobre todo nombre. Nombre triunfal, gozo de los ángeles, alegría de los justos, espan¬ to del infierno, en Tí reposa toda espe¬ ranza de perdón, de gracia y de gloria...
Tú levantas sobre esta misma tierra y elevas hasta las alturas divinas las almas
de los fieles que encuentran en tu virtud la salud y la gloria.
No fueron vanas las esperanzas de San Bernardino el cual, por la virtud del Nombre de Jesús, vió las poblaciones como despertando de profundo sueño deponer las animosidades y los odios y retornar a las prácticas de una vida cris¬
tiana.
Algunos innovadores de aquel tiem¬ po, irritados contra S. Bernardino que
ios combatía con celo ardentísimo, le
acusaron de herejía ante el Pontífice Martín V, y fué llamado a Roma para
dar razón de sus enseñanzas.
Ante el Santo Padre, rodeado de todo
(i) Este monograma fué después escogido por los religiosos de la Compañía de Jesús como sello
de su Instituto,

6

El Heraldo de Cristo

el Colegio cardenalicio, de numerosos prelados, teólogos, y religiosos de todas las Ordenes,San Bernardino, sirviéndose de las Sagradas Escrituras, de los Santos Padres y de la tradición, esclareció la verdadera doctrina de la Iglesia acerca del nombre de Jesús y del culto que se
le debe. Donde estaba el error cuando
se proclamaban las maravillas de un Nombre, que ha vencido al infierno? Donde el peligro para la Iglesia, cuya vida se funda en Jesús? Donde la nove¬
dad de un culto nacido en la asamblea
de los Apóstoles, de un culto enseñado por el mismo Salvador del mundo?
San Juan de Capistrano, que había
también acudido a defender la inocencia
de su maestro, fué triturando con gran abundancia de doctrina y fuerza de dia¬ léctica los argumentos de los adversarios que en número de sesenta y dos habían¬ se presentado para impugnar tan santa
devoción.
Todos quedaron sojuzgados. El Papa y los cardenales comprendieron bien cuales campeones tenía la Iglesia en aquellos dos hombres. El Vicario de Cristo bendijo a San Bernardino y lo animó a proseguir sus apostólicas predi¬ caciones difundiendo por todas partes
la devoción al Nombre dulcísimo de
Jesús. La memoria de aquel hecho fué ense¬
guida consagrada en la Orden Francis¬
cana con la institución de la fiesta del
Triunfo del Santo Nombre de Jesús, y cuando en tiempos de Eugenio IV los enemigos de San Bernardino pretendie¬ ron renovar sus ataques, no tardó aquel Pontífice en imponerles perpetuo si¬
lencio.
Espléndidos prodigios confirmaron aquella saludable devoción. S. Juan de Capistrano,capitaneando el ejército cris¬ tiano delante de Belgrado, con la invo¬ cación del Nombre de Jesús detiene a los invasores musulmanes, y los pone en fuga. Por la virtud de este Nombre San Jaime de la Marca cura los enfermos, saca el demonio del cuerpo de los pose¬

sos y obra inmumerables milagros. El Bto. Bernardino de Feltre, emula a sus
antecesores en el apostolado del Nom¬
bre de Jesús, y recibe en recompensa los privilegios de taumaturgo. Prodigio es¬
tupendo! A las exequias de este hijo
ilustre de San Francisco fueron vistos
asistir cuatro mil niños de maravillosa
hermosura, vestidos de blanco y llevan¬ do en la mano una pequeña bandera en la cual estaba pintada la imagen del Bea¬ to y el Nombre glorioso de Jesús. Aca¬ bada la fúnebre ceremonia, desaparecie¬ ron estos niños con gran estupor de la
multitud allí presente.
Por aquel mismo tiempo el Bto. To¬ más Ilírico, evangeliza las diócesis de Tolosa y Burdeos, predica en las plazás ostentando siempre sobre el púlpito el estandarte del Nombre de Jesús y es tanto el fruto que recoge que llegó a conseguir que se esculpiese aquel Sa¬ grado Nombre sobre todas las puertas de la ciudad y en las fachadas de muchas casas particulares, Lo mismo hizo en Si¬ cilia el Bto. Mateo de Girgenti.
El P. Richard, infatigable misionero Franciscano y confesor de la Bta. Juana de Arco, propagaba también en Francia la misma devoción; y la libertadora de Orleans había hecho imprimir este Nom¬ bre adorable en su estandarte y con el Nombre de Jesús en los labios exhaló su último suspiro.
S. Leonardo de Porto-Mauricio lleva¬
ba también un estandarte en que estaba
escrito con letras de oro el Nombre de
Jesús, y cuando ponderaba su dulzura y su ternura, las lágrimas del auditorio in¬ terrumpían con frecuencia su predica¬ ción. Exhortaba a los fieles a esculpir este nombre en las puertas de sus casas lo cual dió lugar a un estupendo prodi¬ gio en Portoferraio, capital de la isla de Elba. — Quería uno de los" habitantes
grabar el Nombre bendito de Jesús en su puerta, más opúsose a ello un judío que habitaba los bajos de la casa, y aquel buen cristiano grabólo sobre sus ventanas. Pasados pocos días la habita-

El Heraldo de Crisío

'1

'Ut

HACIA EGIPTO

ción del judío se incendió cóñ tal vehémencia que nada se sustrajo a la fuerza devastadora del fueg-o que amenazaba
destruir asimismo las habitaciones supe¬
riores del cristiano. Al llegar empero las llamas al sagrado Nombre, se detu¬ vieron y apagaron enseguida con gran
estupor de toda la población que presen¬ ció aquel prodigio.
San Bernardino de Sena, esperando
ver instituida la fiesta del Smo. Nombre
de Jesús había compuesto el Oficio que fué después completado por su fiel dis¬

cípulo el Bto. Bernardino de Busti. En 1530 Clemente VII permitió a los fran¬ ciscanos celebrar aquella fiesta. En 1721
Inocencio XIII, la extendió a toda la
Iglesia, señalando para ella la dominica segunda después de la Epifanía; Pío X la trasladó a la Dominica después de la
Circuncisión:
En 1863, Pío IX aprobó las letanías del santo Nombre de Jesús que le había propuesto el General de los Frailes Me¬ nores y las enriqueció con una indulgen¬
cia de 300 días.

8

El Heraldo de Cristo

Tales son las relaciones entre la Orden
Franciscana y la devoción dulcísima y liernísima al Nombre adorable de Jesús.
Que resuene continuamente en nues¬
tros labios tan santo Nombre: grabé¬
mosle sobre todo en nuestros corazones.
Cualquier cosa que pidiereis al Padre en mi Nombre, os será concedida, ha dicho Jesús. Acudamos pues a El con
fírme confíanza. Clamemos con San Leo¬
nardo de Porto-Mauricio: Jesús mío, mi¬ sericordia, y con San Jerónimo Emilia¬ no: Dulcísimo Jesús, sedme no juez sino
salvador.
Fr. Silvestre.
Lachas del Alma
III
Llámase mundo o espíritu mundano a aquella moción interna que arrastra al
hombre a los vanos deseos de sobre¬
salir entre los de su clase, ora por las riquezas, ora por los honores, ora por las dignidades, ora por los conocimien¬ tos científícos, ora por el aprecio de las
gentes, ora por muchas otras cualidades sociales, civiles, religiosas y eclesiásti¬ cas, que puedan encumbrar al hombre y engrandecerle sobre la tierra.
El mundo es un advessario más peli¬ groso y cruel de lo que se han creído no pocos cristianos y al cual urge re¬ chazar con todas las energías de nuestra alma, ayudadas con los divinos socorros de la gracia. Aquellos que no tratan de vencerlo y destruirlo prontamente, cuan¬ do quieren hacerlo, casi siempre llegan ya demasiado tarde. Lo regular es que caigan en sus terribles lazos y que mue¬ ran después víctimas de sus grandes tor¬
pezas.
En su loco afán de brillo y de vana ostentación, saca siempre de quicio las cuestiones más formales y a toda hora
mantiene revuelto el río de la vida pre¬
sente, porque asi es mucho mayor la pes¬

ca de las almas. Lejos de llamar las co¬ sas por su propio nombre, ahora que moramos sobre la tierra, las disfraza de
múltiples maneras y bautiza con nombres supuestos. Con lo cual consigue sin es¬ fuerzo ninguno, pasarlas de matute, en
las conciencias timoratas inclusive.
Suyas son esas ambiciones latentes y perversas en que arde el pecho de la mayor parte de los hombres. Suyas esas honras postizas que se pagan a peso de
oro en todas las sociedades humanas.
Suyas esas glorias efímeras, que tantos sacrificios cuestan y que se desvanecen al soplo de una murmuración cualquiera. Suyas esas altas dignidades, civiles y eclesiásticas, que algunos buscan con verdadero frenesí y que tanto rebajan a quien vanidosamente las posee. Suyos esos puestos honoríficos que de ordi¬ nario se ocupan de modo tan indebido como indigno. Suyas esas lucrativas ha¬ ciendas que tanto se ambicionan por los mismos que del cielo se olvidan a veces completamente. Suyas esas riquezaá tran¬ sitorias a que con tenacidad se apegan muchos de los cristianos que miran con glacial indiferencia los bienes eternos de la gloria. Suyas son, finalmente, esas co¬ dicias temporales y esas avaricias insa¬ ciables, que tanto quitan la paz del alma y que alejan de los ojos el sueño, cuan¬ do más se necesita de un tranquilo des¬
canso que repare las humanas fuerzas. No es raro que el mundo encubra es¬
tas mercancías de su dorado departa¬
mento con capa de falsa piedad y que
de esta manera las introduzca en el co¬
razón de la gente devota que no sabe des^cubrir a tiempo las múltiples estrata¬ gemas, con que tal enemigo caza a los pobres incautos. Entonces les adoba las más grandes ambiciones terrenas con la presunción descabellada de que darán mucha gloria a Dios y contribuirán efi¬
cazmente a la eterna salvación de los
prójimos que más necesitados se hallan de estos socorros espirituales.
Mezcla el afán desmedido de riquezas
perecederas con el vano y especioso

Él Heraldo dé CríSto

pretexto de remitir cuantiosas limosnas a los pobres, a los hospitales y a las iglesias que más carezcan de recursos en estos calamitosos tiempos. Trata de justificar la desordenada pasión a una vida larga, sumida toda ella en la moli¬ cie, en la opulencia y en el regalo, con las estúpidas quimeras de convertirse en el paño de lágrimas de todos los que
lloran sus desventuras en millares de
leguas a la redonda. Persuade otras ve¬ ces que sus infames deportes son mani¬ festaciones esplendorosas de culto cató¬ lico, obras de caridad exquisita y alta¬ mente recomendable, empresas muy
santas y de celo extraordinario, entusias¬ mos populares precursores de grandes reformas cristianas o piadosas energías latentes, cuyo desarrollo precisa secun¬
dar a todo trance.
Insinuándose el mundo de este modo
tan artero en el corazón de los hombres
incautos, nadie debe extrañar que sean tantas en número las personas devotas que le abren los brazos, admiten sus podridas mercancías, toman sus géneros más averiados y agradecen todavía la
atención de acarrearles tanto bien a las
puertas de sus casas.
Unos a otros se suceden ahora entre
chascos tan lamentables, que ya forman
una interminable cadena en la vida or¬
dinaria de esos cristianos modernos,
que promiscúan lo santo con lo profano, el vicio con la virtud y lo material con lo espiritual. Más que nunca sucede esto cuando no ejercen la debida vigilancia
sobre sí mismos ni sobre ese cúmulo de
cosas diversas, que de continuo les ro¬ dean y que incesantemente les ocupan en algo que muy pocas veces se levanta
de la tierra. Pero con estos descuidos
prueban a la luz del día que no son fieles guardianes del santuario de su propia alma, el cual debiera estar por
entero a sólo Dios nuestro Señor eterna¬
mente consagrado. Entre las personas de este modo ex¬
traviadas, se encuentran las que practi¬ can la virtud según la prudencia de la

carne, los que obran las cosas del espí¬ ritu a espaldas de los propios directores, los que se pagan mucho de sí mismos y de los géneros que llevan grabada la marca de su fábrica, y los que sólo an¬ helan henchir sus pulmones con el aura de los vanos aplausos y alabanzas de los hombres, los cuales, por desgracia, for¬ man ya legión, aún entre los católicos que frecuentan los Sacramentos y llenan materialmente nuestras iglesias.
Fr. Francisco Lliteras,
O. F. M.
Lia nit de Cap d‘any
(Llegenda íranciscana)
La nil era trista i misteriosa. El silenci
d’ aquella nit era romput solsament per la remor de les algos rioleres d’ un to¬ rrent que besava gelós les parets velles del Convent... Aquella nit anava passant, bogant demunt un mar de negrures i de
tristes recordances
Fra Ventura i Frajuan eren dos vellets
frares franciscans exclaustrats. En la seua
jovintut havien format part de 1’ antiga Comunitat d’aquell Convent i després de molts d’anys de desterro i de penes. Deu havia volgut que tornassen esser els guardians i custodis de son benvolgut Convent. Aquella darrera nit de 1’ any, després de molts d’ altres, era la prime¬ ra en que tornaven a viure an el niuet dels seus amors. Recordaven plens de gaubança els temps venturosos de sa jo¬ vintut, aquells temps que Fra Ventura anomenava temps d’ or ,quant semitonaven pels claustres frets i solitaris el salm miserere, i desperts pel só vibrant de la campana s’ aixecaven a resar matines a mitja-nit. 1 fins i tot ganes li vengueren a
Fra Ventura de tornar altra volta a aixe¬
car-se com ho feien quant eren joves; pero... ¡eren tan vellets! i... eren tan tot-
sols!...

íó

El Heraldo de Cristo

La nit seguía fosca i endolada, i llene¬ gava ti iste, com orfanet que plora da¬
munt la tomba freda de sa mare... Toca¬
ren les dotze en el rellotje del campanar,
i encare se sentía la remor del darrer sò,
quant la campana del Convent comença a tocar magestuosa i vibrant.
Se despertà Fra Ventura i botádel Hit com si fos un jove de vint anys. Asustat mirá en redol séu pensant que somiava. Se dirigí tot-d’una cap a l’esglesia. Mes, ¡aquí si que fonc gros el seu esglai al veurer-la tota il·luminada, mogudes ses lloses fredes dels sepulcres i un esque¬ leto vestit de frare passetjar-se per dins
la nau com si fos un centinel·la! Se tapà els ulls Fra Ventura per no veure aquell
fantasma, pero quant les obrí altra volta, llevors si que quedà el seu cos fret d’ esgarrifança, el veure el chor ple d’ esque¬ letos ab sa capulla posada i el breviari ab sa mà. No sabia ahont posar-se fíns
que a la fí s’ amaga i s’ arrufa a un recó del chor per veure ab que acabaven aquelles farestes visions...
A l’instant sentí una veu potent i tre¬ molosa que alsant-se par demunt aquell caramull d’ ossos secs i calaveres, ento¬
nava el Christus natus est nobis i que
responien tots els altres ab veu pausada
i solemne: Venite adoremus... Tanta era
la por de Fra Ventura qui casi no’s temé de que un d’ aquells frares el tragués del seu reconet i el dugués a seure a ’s mitx d’ aquellas calaveres...
¡Fra Ventura! ¡Fra Ventura!—cridava Fra Juan després de despert també pel SÒ de la campana, i al veurer que no responía, s’ encaminà, com ell, cap a la esglesia, sense pensa veure, ni molt me¬ nos, aquelles terribles visions. Una volta
entrat en el temple sant, ses meteixes
impresions, els meteixos sustos i la ma¬ teixa por que poc antes s’ havia apode¬ rat de Fra Ventura, s’ apoderaren d’ ell, i lo mateix que aquell s’ arrufa i amaga
en el reconet del chor, desde ahon, po¬
ruc, escoltava el solemne salmetjar de
aquelles calaveres encapullades. Molt

afligit estava Fra Juan, pensant que seria del seu benvolgut Fra Ventura, quant va veurer que una ma freda el prenia pes
bras i el manava en el costat del seu
company... Se miraren els dos vells ab vista esglaiadora, mes no’s digueren res; sols després d’ una alenada llarga sortí
de dins sos cors un gemec poruc...
Acabaren les matines. En el chor rei-
nava un silenci sepulcral. Tots aquells esqueletos estaven ajonollats manco un que, dret, a ’s mitx del chor i dirigint-se an els dos veUels los d gué d’ aquesta manera: «Notengueu por, germans Fra Ventura i Fra Juan, que està molt lluny de noltros el voler-vos fer cap mal. Heu de sabrer, germans meus, que desde que foren engegats vilment d’ aquesta Santa Casa els vius, sortim, els morts, totes les
nits a cantar ses divines alabances. Si
voleu acompanyar-mos alguna vegada, feis-ho tranquils que així agradareu a
Deu. Quedau en pau, germanets meus,
fins que vengueu ab noltros a les eternes habiíacions de la pau...» Callà aquell esqueleto, fíns que altra volta ab veu més potent encare, cantà Requiescamus in pace i respongueren tots: Amen. Acaba¬ ren a l’instant aquells càntics misterio¬
sos; callaren aquelles veus cavernoses; s abrassaren els esqueletos juntant ses blanques calaveres, com per donar-se una besada de pau; sortiren del chor un
derrera l’altre ab un renou d’ ossos secs
que aborronava; entraren dins ses negres tombes i quant caigueren ses feixugues lloses demunt elles, tornà quedar altre volta a les fosques la nau del temple
franciscà.
En el chor havien quedat Fr. Ventura i Fra Juan plens de temor i espanti duptant si somiaven o si estaven desperts.
1 passava aquella derrera nit de 1’ any, caiguent dins els abismes de l’eternidat. I seguien remugant les aigos rioleres del torrent que besava gelós les parets velles
del Convent...
Fra Ginebró.

El Heraldo de Cristo

íí

ILTJSIÓlsr
«
Quisiera vivir lejos del mundanal ruido arriba muy arriba, del cielo en el confín y allí embriagarme de aire, de sol y de luz pura y oir el himno Santo, que canta en la espesura el huracán, el trueno, la fuente, el colorín.
Y ver la blanca luna, brotar de un mar de plata roja cual amapola, cual mundo en ignición con magostad de Reina atravesar las nubes cual ostia gigantesca en alas de Querubes cual faro de esperanza que alumbra la creación.
Y en alas de la brisa, la voz de una campana
hasta mí llegaría para hablarme de Dios y entonces de rodillas, al himno de las aves uniría creyente, las notas más suaves
que producir pudiera mi sentimiento y voz. Y de la pobre hermita perdida en la enramada
la puerta carcomida quisiera franquear y respirar íé pura, democracia cristiana sin dejos de cultura, de conveniencia humana que hasta lo inconmovible tiende a mistificar.
De un anciano heremita la cueva bendecida
testigo de su muerte quisiera yo ocupar besar todos los días la tosca cruz de piedra y pedirle constante a la amorosa yedra donde bebió el cariño quien la ha enseñado a amar.
Pedirles a las fuentes qué dice su murmullo pedirles a las aves qué dice su canción pedirles a las flores para quién se perfuman pedirles a los vientos por qué chocan y zumban tal fuera mi deseo, mi sueño, mi ilusión
y de todas las notas que recoger pudiera de todos los colores que supiere reunir de todos los perfumes, de todas las bellezas hacer un solo acorde que cante sus grandezas romper después mi lira y en paz de Dios morir.
Bartolomé Miralles, Terciario.

El Heraldo de Crtstto

LA VIEJA Y EL HIÑO (Cuadro de Murillo existente en el Museo de Munich)

Çat^ei^mo f ranelseano
¿Qué edad se requiere para ingresar en la Orden Tercera?—La Regla dice: «No se admitirá sino a los mayores de
catorce años.>
A nadie se le puede vestir el Hábito de la Orden Tercera, que no tenga ca¬ torce años cumplidos. Si por cualquiera circunstancia se impusiere a alguno que no hubiera cumplido los catorce años,

tal vestición sería nula y de ningún va¬ lor, y tendría que repetirse al llegar a la edad competente para poder disfrutar de los privilegios y gracias de la Terce¬
ra Orden.
Antes se admitía a los menores de
catorce años. Pero, para que no contra¬
jeran sin el debido conocimiento las obligaciones anejas a la Orden Tercera, por disposición de la Santa Sede, se exi¬ ge ahora esta edad relativamente temr prana en que, despierta ya la razón,

El Heraldo de Cristo

pueden -iomprender los jóvenes la im¬ portancia que tiene para ellos el perte¬ necer a una Institución tan gloriosa por
tantos conceptos.
El Cardenal Vicario de Roma, hablan¬ do en nombre de León XIII, decía: «De¬
seamos vivamente que los pastares de almas, los predicadores y confesores se den maña y procuren excitar a los fieles, principalmente a los hombres y sobre todo a los jóvenes, a inscribirse en la
Tercera Orden de San Francisco.»
Siendo el fin primordial de esta pia¬ dosa Institución regenerar la sociedad, debe procu'^ar infundir hábitos virtuosos en los corazones jóvenes antes de que se apodere de ellos el espíritu mundano. Es bueno al varón llevar el yugo desde la adolescencia- Los jóvenes sfe dejan
arrastrar fácilmente hacia lo bueno.
Abranseles pues las puertas de la Or¬ den Tercera, para que así, viendo los buenos ejemplos de los mayores, y si¬ guiendo las huellas de tantos hijos ilus¬ tres de S. Francisco que se santificaron en esta Asociación, vayan fortificándose cada día más en la sólida piedad cris¬
tiana.
¿A quién está prohibido el ingreso en la Orden Tercera?—A las personas de ambos sexos pertenecientes a cualquiera Congregación o Instituto donde se emi¬
tan votos simples, ora sean temporales
ora perpetuos, ya se trate de una Con¬
gregación aprobada por el Ordinario. — «Las mujeres casadas no sean admi¬
tidas sin saberlo y permitirlo su marido, salvo cuando pareciere deber hacerse
otra cosa a juicio del confesor de las mismas» (Regla, Cap. I.)
Una mujer casada que ingresa en la Orden Tercera y observa puntualmente la Regla, será una esposa intachable, hacendosa, laboriosa, afable en el trato
y caritativa con todos. Por qué, pues, no
pueden ser admitidas sin licencia de su marido? Para prevenir y evitar los dis¬ gustos y discusiones que pudierán se¬ guirse de lo contrario. Según el Apóstol
S. Pablo: El marido es cabeza de la mu¬

jer, como Cristo es cabeza de la Iglesia. Y así como la Iglesia está sometida a Cristo, asi deben estarlo las mujeres a
sus maridos. Y si se encontraran con un
esposo incrédulo o protervo, expongan llanamente el caso al confesor, y sigan su parecer, conforme prescribe la Regla, ya que tal consentimiento del marido no
es requisito esencial para la validez del ingreso en la Tercera Orden,
Qué cualidades morales se exigen en
los candidatos a la Tercera Orden?—
Deben ser «de buenas costumbres, paci¬ ficos, y probados, especialmente en 'a santidad de la fe católica, y en la mani¬ fiesta obediencia a la iglesia Romana y la Sede Apostólica.» Tal es el texto de la Regla.
Los Terciarios deben ser espejos en que se miren los demás cristianos para
que así puedan cumplir su misión de re¬ generar la sociedad. Para esto precisa que no se admitan en manera alguna los que con sus escándalos o mala conducta
serían causa de ruina y no de edificación para sus hermanos.
No se requiere ser santo para ingresar en la T. Orden, pero sí que se tenga amor y reverencia a la Iglesia y sus leyes, que sean de arraigadas creencias religio¬ sas y observen habitualmente los manda¬
mientos de Dios.
Con estas disposiciones cualquiera puede ser admitido; lo demás se irá ade¬ lantando poco a poco, pues bien sabido
es que no nacemos santos, sino que de¬ bemos perfeccionarnos cada día me¬ diante el continuo ejercicio de las virtu¬
des cristianas.

Pan de 5. Hníonio

Mes de Dicieímbre

Cepillo de la iglesia de S. Francisco en Palma.

Limosnas recogidas .

227'56 ptas.

PoróOOKgs. de pan .

184’35 »

Repartido en metálico.

30M0 »

Total repartido . .

214’35 ptas.

Remanente. .

13’20 ptas.

H

El Heraldo dé CRísfo

f* íl CRONICA FRANCISCANA
ho

ZISrTEK,IOR.
Campos. -La floreciente Orden Ter¬ cera de dicho pueblo va en aumento de cada año. El año 1914 aumentó notable¬ mente y en el que acaba de trascurrir ha seguido con el mismo fervor de los
años anteriores
Dicha hermandad cuenta hoy con no¬ vecientos veinte profesos y ciento sesen¬
ta y seis novicios.* Total: mil ochenta y
seis terciarios.
Enhorabuena, terciarios de Campos, proseguid y aumentad vuestra noble de¬ voción al Serafín de Asís y estad segu¬ ros que los sacrificios que hagáis por tan buen Padre os serán muy bien re¬ compensados.
EXlTEZlIOZt,
Muerte de un Obispo franciscano
Ha fallecido en Bordighera (Italia) el
Timo. Fidel Abbati, franciscano, a la avanzada edad de 96 años. Era el Obis¬
po más viejo del mundo y uno de le s últimos que asistieron al Concilio del
Vaticano.
Enviado como misionero a las islas
del mar Egeo, trabajó allí con celo ver¬ daderamente apostólico durante diez años, hasta que fué nombrado Obispo de Santorin el 17 de Marzo de 1873. Seis años ocupó esta Sede y luego suce¬ sivamente las de Guerra y Chio. Des¬ pués de ejercer por espacio de 35 años el sagrado ministerio en las Misiones, se
retiró al convento franciscano de Gè¬
nova, consagrando sus prostrerás fuerzas a ayudar eu su ministerio al Arzobispo de aquel lugar.
Sus funerales presididos por el Obis¬ po de Ventimilla, que pronunció la ora¬ ción fúnebre, patentizaron la populari¬ dad extraordinaria de que gozaba el buen Obispo franciscano y la gran es¬

tima en que se le tenía. Sacerdotes, Re¬ ligiosos, pueblo, aristocracia, todos se apresuraron a pagar al virtuoso hijo de San Francisco la que creyeron obligada deuda de amor y gratitud.
¡Descanse en paz el egregio Prelado
franciscanol
Una manifestación sacerdotal-fran-
ciscana en Milán
El día 5 del pasado Octubre se cele¬ bró en Milán (Italia) una espléndida ma¬
nifestación sacerdotal franciscana. Tuvo
en ella representación muy nutrida todo
el Clero de la vasta Archidiócesis mila
nesa. En esta magna Asamblea se estu¬ dió con la debida madurez la importan¬
cia de la Tercera Orden de Penitencia
en la vida parroquial y la necesidad apre¬ miante de que el Clero, especialmente el adscrito al servicio de parroquias, acen¬ túe cada día más y más ios trabajos pro¬ pios de su ministerio en favor de la
Tercera Orden Franciscana. Esta gran
Asamblea seráfica fué precedida y san¬ tificada por «una hora de , adoración» delante de Jesús sacramentado y hon¬ rada con la presenciado S. E. el Carde nal Ferrari y con un telegrama del
Emmo. Cardenal Secretario de Estado
de Su Santidad Benedicto XV.
Al admirar y aplaudir las óptimas ini¬
ciativas de los fervorosos Terciarios de
la Archidiócesis de Milán, respecto de llamar a todo el Clero a la cooperación de la propaganda de la Tercera Orden,
hacemos fervientes votos para que, no
sólo allí, sino en todas partes, se trabaje con celo y constancia y por todos los medios posibles en interesar al Clero en la propaganda de la Tercera Orden de Penitencia informándolo para ello en el verdadero espíritu franciscano. ¿No han manifestado una y otra vez los Pontífi¬ ces de santa memoria León XIII, Pío

El Heraldo de Cristo

4È
15

X y Benedicto XV, en documentos pre¬ ciosos y públicos, sus más ardorosos anhelos de que la Venerable Tercera
Orden de San Fr5ncisco se difunda y
se propague sobre todo en las parro¬ quias?
Los Franciscanos de San Fermín
Con solemnidad y concurso verdade¬
ramente extraordinario celebró la Re¬
verenda Comunidad de PP. PTancisca-
nos de Madrid, en unión de la Venera¬ ble Orden Tercera, la Novena y Fiesta del Seráfico Patriarca de Asís. Todas
las tardes del Novenario la amplia igle¬ sia de San Fermín, artísticamente ilumi¬ nada y decorada, veíase llena de fervo¬
rosos Terciarios franciscanos.
El día del Santo celebró la Misa de
Comunión genera', pronunciando en ella un patético fervorín, el Excmo. Se¬ ñor Obispo dimisionario de Cebú (Fili¬ pinas), Arzobispo titular de Bostra,

Fjanciscano. Fué una Comunión nutri-
dísi ma.
En la Misa mayor ofició el Rmo. Pa¬
dre Vicario General de los Francisca¬
nos, asistiendo de medio Pontifical el citado Sr. Arzobispo,
Brillantísima coronación del Novena¬
rio fué la magna procesión. Intermina¬
bles filas de Terciarios desfilaron por
las calles del Cisne, Zurbano y Alma¬ gro, cantando el bellísimo Plimno ofi¬
cial de la Tercera Orden con acompa¬ ñamiento de dos bandas de múnca,
Hay que añadir que en los días de la Novena y Fiesta del Santo predicaron elocuentes sermones los piadosos Ter¬
ciarios Sres. Suárez Faura, Nieto Pedre¬
gal, Morlans, Del Valle, Borreguero, Mon, de Santiago Climent, Ruau y Excmo. Sr. Anaya.
La enhorabuena a todos por el entu¬ siasmo desplegado en honor del Será¬
fico Padre San Franeisco,

c)
Conversión del príncipe Boris
El príncipe Boris, hijo del rey Fer¬ nando de Bulgaria, se ha convertido al
Catolicismo.
«La Liberté», de Friburgo, da por realizada la conversión de dicho prínci¬ pe y su retorno a la Iglesia Católica, de la cual se había separado por indicacio¬ nes de su padre el rey Fe nando.
El príncipe Boris, primogénito del rey Fernando, y nacido de las primeras nupcias de su padre con una princesa
Borbón Parma, fué bautizado en la Reli¬
gión Católica. Más tarde, para ingresar en la iglesia cismática, fué rebautizado en ésta por el clero ortodoxo. No hay duda que esta defección fué una verda¬ dera apostasia, no disculpable por las razones políticas que alegaba su padre, siendo por lo tanto éste responsable,

El príncipe Boris ha vivido durante veinte ó ños en la iglesia ortodoxa, y re¬ conociendo que su segundo bautismo tuvo por finalidad complacer a Rusia; viéndose ahora desligado de los com¬ promisos que tenía con Rusia, tocado de la gracia de Dios hase resuelto a volver al seno de la Iglesia Católica, reintegrán¬
dose a los ritos orientales en comunión
con Roma.
Como se vé, por fin, ha seguido este príncipe los consejos e indicaciones que Su Santidad el Papa León XIII le hizo en algunas ocasiones a raíz de su apos¬
tasia».
A propósito de un aniversario ♦
Poco hace que la ciudad de Washing¬
ton ha conmemorado con solemnes y
hermosas fiestas el vigésimoquinto ani-

i6

El Heraldo de Cristo

versario de la fundación de su Univeráidad Católica.
En la actualidad, después de haber transcurrido 24 años cuenta con 1.378 estudiantes, y más de 70 profesores, constituyendo esto un alto ejemplo para los católicos del universo orbe, que ofre¬
ce muchas enseñinzas.
Su gran desarrollo en tan breve lapso de tiempo, pone bien a las claras la ge¬
nerosidad de los católicos de Norteamé¬
rica, y el entusiasmo que sus directores y fundadores muestran por obra tan be¬ neficiosa para los individuos y para la
sociedad.
Necrología
Buñola.—Día 2 de Diciembre falleció
repentinamente en la Estación del fe¬ rrocarril, de Inca, Don Antonio Cerdá, padre del Prior del Convento de aquella ciudad, Rdo. P. Pedro J. Cerdá.
Si bien la muerte le sorprendió cuan¬ do menos al parecer humano era de esperar, su conducta acendradamente cristiana, piadosa y ejemplar, es -motivo más que suficiente para esperar que a estás horas estará disfrutando el premio de -los justos.
En Buñola, su pueblo natal, la familia recibió consoladoras pruebas de afecto del pueblo en masa que se asoció a su dolor por pérdida tan sensible. El difun¬ to era persona conocidísima y respeta¬ bilísima en Buñola, y actualmente era concejal de su Ayuntamiento. También
en Inca fueron innumerables los que con tan triste motivo manifestaron al Padre
Cerdá la expresión de su sentimiento y le prestaron su decidido concurso todo el tiempo que permaneció allí el cadáver de su padre, hasta que fué trasladado a
Buñola. -
.4 Mientras acompañamos en su dolor a la familia, suplicamos encarecidamente a todos nna oración por el eterno des¬
canso del finado.
Sineu.—Ha fallecido D.® Elisa Vilaire

Turull que desde hace muchos años per¬
tenecía a la Orden Tercer?.
Bibliografía
El l^ipalda al aicance de los niños.— Catecismo pedagógico, por el Dr. D. Fede¬
rico Santamaría Peña, autor de los Diálogos Cate¬ quísticos,— Segunda edición, 112 páginas, diez céntimos ejemplar.—Por docenas, rebajas en casa del autor, Peñuelas, 20'-Madrid.
Agotada en poco tiempo la primera edición, de 10.000 ejemplares, ba salido a luz la segunda, nu¬ merosísima y esmeradamente presentada.
Este Catecismo ha sido ya adoptado de texto en multitud de escuelas nacionales, parroquiales y pri¬
vadas, catequesis, asilos, etc. Algunas Órdenes Re¬
ligiosas dedicadas a la enseñanza lo han adoptado para todos sus colegios.
Estos hechos, y los grandes elogios tributados a este Catecismo por insignes Prelados y eminentes pedagogos, y sobre todo, el método cíclico y la caridad meridiana que palpitan en todas sus pági¬ nas, son garantía de que pronto quedará agotada
esta última edición.
El íÇempis del tormento de Vocacio¬ nes Eclesiásticas, por el Dr. D. Federico
Santamaría.—A diez céntimos ejemplar y 25 ejem¬ plares una peseta.—Peñuelas, 20, Madrid.
Este opúsculo de propaganda ha de dar gran impulso al Fomento de Vocaciones en toda Es¬
paña. En once diálogos de Jesucristo con el lector, sa¬
turados de fuego sagrado, el autor ha vaciado un caudal preciosísimo de enseñanzas acerca de esta obra trascendental para la Iglesia.
En estos diálogos interesantísimos de Jesucristo con el alma, a la luz de la fe y de la razón, apare¬ ce la magnitud de esta obra salvadora.
El nombre de Kempis nos ahorra de hablar de su método, estilo, unción y orientación.
La Consagración del hogar ai Sagra¬
do Corazón.—16 páginas, 50 ejemplares i pe¬
seta.
Se tratan en este opúsculo tres interesantísimos capítulos; naturaleza de la obra, origen de la mis¬ ma en España y organización. Sigue el Ceremo¬
nial.
' Pueden pedirse ejemplares a la tesorera del Se¬ cretariado, Sra. dé Blas, Pez l, Madrid.

FUTURO PERFECTO

Algo así como anormal y ajeno en
absoluto a la realidad de las cosas, me
sucede a mí, paciente lector, cuando emboscado y perdidp en la contempla¬
ción detenida de la marcha triunfal em¬
prendida por la Juventud Seráfica, quie¬ ro saber el por qué de tanta gloria; algo que si bien allá, en las interioridades del alma mía, semeja nada más que la con¬ secuencia lógica del bien obrar, sin em¬ bargo mi espíritu vacila por un momen¬
to, transporta su éxtasis seráfico a\\ re¬ cuerdo del pasado vivir, y quedo per¬ plejo ante la sola consideración de una realidad la más alhagadora,obra sin duda
y fruto palpable de la misericordia infi¬ nita y de la bendición constante del Se¬ rafín de Asís hacia los jóvenes poblado¬ res de aquel jardín plantado por Dios bajo la cúpula del Cielo.
El entusiasmo que en mí se desborda
por la Juventud Seráfica transforma por completo todo mi ser, pues parece na¬ tural que como parte integrante qué soy
de la misma, disimulara sus éxitos, sabo¬
reando interiormente sus grandezas con el júbilo propio de una alma satisfecha, cuyas aspiraciones consumadas son la más evidente prueba de lo que en tiem¬ po pasado no era sino una ilusión, un horizonte incierto de lo qUe en la actua¬
lidad le sucede.
Pero no es posible, no puedo acos¬
tumbrarme a la idea de callar la verdad
y, modestia aparte, hacer pública osten¬ tación de lo que la Juventud Seráfica es y será contando, como cuenta, con el
auxilio de lo alto.

¿Quién engendró en mi alma este ape¬ tito exagerado por la Juventud? ¿Quién subrayó con cifra imborrable las ansias e iniciativas constantes de la Seráfica, trocando la esperanza de un día en efec¬ tividad máxima de lo que en buen hora soñó?... La caridad del prójimo; el buen sentir de aquellos que conociendo lo mucho que vale, aportan gustosos hasta sus propias fuerzas para coronar debida¬
mente los esfuerzos de los que compo¬
nen aquella franciscana agrupación, cuya
pequenez, contrasta venturosamente con
la grandeza milagrosa de sus mejores ideales cumplidos. El espíritu de la Ju¬ ventud Seráfica impregnada por do quier de la savia augusta del Príncipe de la paz cimenta y solidifica más fuerte sus cimientos, basados en la caridad y
asentados por la mano omnipotente en el tabernáculo del amor a sus semejan¬ tes. Para los bienhechores de la Juven¬ tud, quisiera juntar todo el ardor, el más grande y noble que en el corazón de los seráficos, incesante palpita. Ojalá me
fuera dado mostrar a los lectores de esta
Revista Franciscana, con caracteres aje¬ nos a la más insignificante duda, la apo¬
logía acabada y digna de quien fué para la Juventud, admirador y pródigo en fa¬ vores para ella, pero temo manchar con mi pluma incoherente la bondad de un hermano, el cariño acrisolado de los
mejores hijos de San Francisco, cuyo santo desprendimiento es sólo compara¬ ble al orgullo de un padre, ansioso de ver sus hijos lindos y felices. Quisiera que mis palabras tuvieran la frescura de

18

Juventud Seráfica

color y la pujanza sabia que se merecen estos seres, hermanos gemelos con la
generosidad más justa y noble Pero no sé hacer esta pintuía. Una
cosa sí sé hacer: dar las gracias a todos los que directa o indirectamente han se¬
cundado las iniciativas de la Juventud
Seráfica; depositar gozozo el testimonio de gratitud eterna para aquellas perso¬
nas cuya cultura, bondad y desprendi¬ miento, nos hacen guardar de ellas el recuerdo más cariñoso y agradecido. Acaso el mejor de todos, porque el
agradecimiento es cosa del corazón. Para vosotras, almas generosas, sean
las endechas de justa gratitud que bro¬

tan del pecho seráfico; para vosotras que auguráis un futuro perfecto a la Juventud Seráfica, un mañana glorioso, si, que si bien es verdad que no todo lo posee¬ mos como anhelamos, tiempos mejores vendrán, pues convengamos en que si nos cercan la maledicencia y la mala in¬ tención, es porque la gloria comienza a
rondarnos.
El tiempo confirmará los proféticos augurios de nuestros favorecedores, pues gracias a ellos son ya hechos ciertos lo que en un principio eran sólo consuelos de esperanzas, consuelos de nobles de¬ seos de vitalidad que parecía aletargada.
Antonio Moragues Morell.

SOBRE MONUMENTOS

V
Es cosa clara y evidente, que todas las partes constitutivas de un monumento, deben estar en perfecta armonía y ami¬ gable consorcio, con la persona al cual se eleva. Decir y practicar lo contrario, es
obrar en forma tan absurda como incon¬
secuente, pues se contribuye a que su plasmación, esté sujeta a un plan sin
orden ni concierto.
Aplicando tan indispensable como ar¬ mónica regla, en el monumento que se proyecta erigir al Doctor iluminado, el Beato Ramón Lull, ¿se observará el bri¬ llo de su unidad más completa, sin un
algo que mancille su explendor, espe¬ cialmente en lo que afecta a la religiosi¬ dad que deben respirar los elementos todos, ya que a un Mártir de Cristo se
dedica?
Dejando aparte su estructura—que en ella no queremos penetrar, por no exis¬
tir nada escrito sobre gustos—y pene¬
trando sólo, en la parte referente a los
simbolismos encarnados en sus estatuas
y relieves, hay que confesar resueltamente y sin temor de ser contradecido, que tuvo su creador, muy poco aprecio y estima¬

ción a la Doctrina Inmaculada, que tan
magistralmente defendió el gran polí¬ grafo, por todo el mundo entonces co¬
nocido.
Dos relieves y una estatua, forman el ornato de su pedestal, estatua y relie¬
ves, que según se afirmó, represetan res¬ pectivamente, a la Patria, la Vida activa
y la Vida contemplativa. Tales imágenes cinceladas,—ya en el boceto se vislum¬ bra que por mano esperta—tendrán un simbolismo vital, tan bien estudiado y sentido como se pretenda; más según la
manera ortodoxa de pensar,—cosa que
debe practicar toda inteligencia cuerda, puesta al servicio de Dios—cabe mani¬ festar que son obras todas, dignas de fi¬ gurar en el basamento de un tributo escultónico que quiera levantarse para exaltar a algún genio del sensualismo, y nunca jamás, para rodear el pedestal de un Héroe, que precisamente fué grande, porque quiso con su férrea voluntad, aplastar al tercer enemigo del espíritu.
Paréceme escuchar de labios peritos en tal materia, paJabras de refutación a mis asertos, y sacar a colación ejemplos múltiples, de monumentos que podría-

Juventud Seráfica

19

mos calificarlos de libertinos, y que para escarnio de nuestra fé y baldón de nues¬ tras creencias, se exhiben en calles y
plazas de nuestra España Católica y tam¬ bién en otras capitales de la vieja Euro¬ pa. Si esto es cierto y lamentable, no es menos lamentable el que se intente arri¬ bar a nuestras playas, el grado corruptor de exposición, amparado con el escudo del progreso de las artes bellas, y defen¬ dido por la estravagancia de la moderna cultura. Gracias a Dios, no tiene aun
nuestra Palma todo carcomido su tronco
en lo que ha descoco se refiere.
Corríjase en buen hora tan laico de¬
fecto, como también el qué sin inscrip¬ ción alguna sepa expresar a quien se dedica el homenaje; no fuera cosa de
que un mismo monumento pudiera ser confundido y hasta utilizado para exal¬ tar al apóstol de la reforma, por ejem¬ plo, cosa posible, cuando se halla huér¬ fano de carácter propi::.
Pareçe difícil hoy dia, el pesar fiel¬
mente las aleaciones que se consuman,
del arte religioso con el pagano dán¬ dose frecuentemente multiples casos de
mixtificación, ¿Será que en los célebres de los artistas modernos, están en danza
perpetua, imágenes heterogéneas, y bri¬ lla por su ausencia, el criterio recto y
firmisimo, de saberlas colocar en su
lugar, según la ocasión que se presenta?. No es un monumento público, como
otro tributo cualquiera que consultarse
pueda, según la prudencia de cada cual. No es asunto que pueda exhibirse en ho¬
ras determinadas, para los que deseen conocerlo. Es obra que ha de estar en
guardia perpetua, ante los ojos de todos los transeuntes, y ha de ser objeto de las miradas de todos los ciudadanos, no tan
sólo de hoy dia, sino hasta de los que

han de formar las futuras generaciones. Por esto, al proyectarse obras de tal na¬ turaleza, hay que andar con mucho tiento, y mayor cordura, pues de no hacerlo asi, se educa á las personas con el criterio
libertino, y hace qué despues con el bar¬ niz de la costumbre, ya no se repare en los deslices que se vieron desde la in¬ fancia, y ande asi la sociedad toda, por el torcido sendero, que sin peligrosas figuras, ni con visiones sensuales, siem¬
pre hay que rectificar. En demasía anda la maldad, cuando con la carrera del
bien se la compara.
Construyase el monumento, sólo para proclamar la escelsitud del homenajeado
y asi, al asentarse sus bloques uno por
uno, se oirán las alabanzas de todos los
admiradores del Beato y se juntarán sin darse tregua todas las manos, para aplau¬ dir al autor del proyecto que se erija. Así se admirará de veras la obra; se
yerguirá saturada por los soplos de la fe fecunda, y huérfana de los ribetes de paganismo que hoy presenta.
Basta ya. Demos tregua á la pluma; esperando que la Corporación Munici-, pal, impondrá su creyente parecer en
este proyecto, caso de llevarse á efecto. No pue le esperarse nada.en contrario, de tal entidad, ya que siempre tuvo en estima singular la pública veneración del Mártir Mallorquin, hoy mayormente, cuando sus elementos mas valiosos,
mantienen muy en alto sus sentimientos por la Religión y la Patria.
No hacerlo así, es prestar culto al vo¬
luptuoso arte, que hoy pretende inmiz-
cuirse en todos los ramos de la vida, y
hacer lo posible para que el prestigio y la religiosidad salgan malparados en la
contienda.
J-

20

Juventud Seráfica.

OZONICA DE ÜA “JUVENTUD,,

;

^f

Nuestra rifa

nizadora ha demostrado poseer dones

Sigueil con actividad los trabajós de especiales para tal objeto'.

la rifa que en los números anteriores he¬

Muchísimas son las personas qué lo

mos venido anunciando, y con cuyo han visitado, casi podemos decir y no

producto tenemos que confeccionar una pecaremos de exagerados que todo Pal¬

hermosa bandera que sea digna de los ma ha pasado a visitar el Belén de la

hijos del gran Serafín de Asís.

Juventud Seráfica^ pues muchos días ha

Para ello hemos recibido de distintas resultado insuficiente el local para con¬

personas beneméritas protectoras de tener a la numerosa concurrencia que

nuestra juventud más de 30 objetos, to¬ desfilaba por la citada iglesia.

dos diferentes, para entrar en sorteo.

Muchas felicitaciones merecen los or¬

Entre ellos los hay muchos valiosísimos ganizadores, D. Pedro Cerdá, Vice-Pre-

tanto por su gusto artístico como por el sidente de la Juventud, a cuyo cargo ha

valor material del objeto remitido.

estado todo el movimiento y a D. Anto¬

Hemos empezado el despacho de nio Jiménez y D. Antonio Moragues,

billetes para el mencionado sorteo. To¬ Presidente de la Junta y Presidente de

dos los jóvenes asociados que militamos . la Sección de Estadística respectivamen¬

en las filas de esta Juventud Seráfica y te, a cuya dirección ha estado la parte

demás personas que quieran favorecer¬ artística.

nos para ayudar al despacho de billetes
pueden dirigirse, para pedidos, al Secre¬ tario de la Juventud.
La Junta Directiva se complace en
dar desde estas columnas de El Heral¬

Las conferencias dominicales
Durante el mes de Diciembre han con¬ tinuado las conferencias dominicales. El
Vice-Director Rdo. P. Miguel Vidal, ha

do DE Cristo las gracias más expresivas á todos los donantes y demás personas que de algún modo contribuyan al me¬ jor éxito de nuestro sorteo.
Ei Belén de ia “Juventud Seráfica,,

ido desarrollando importantes temas so¬
bre la Orden Tercera de San Francisco
de Asís. Ha explicado su origen y ex¬ celencia; el cariño con que la han mirado los Papas, los inmensos frutos de santi¬ dad que ha producido, y los privilegios

Con satisfacción inmensa tenemos el y gracias singularísimas con que la Igle¬ honor de hacer público á los lectores de sia la ha favorecido.

El Heraldo de Cristo que, cumplien¬
do el acertado acuerdo tomado en una

Próxima tarde íiterario-mnsical

de sus últimas sesiones celebradas el úl¬
timo año, la Juventud Seráfica deseosa
de dar fomento a la costumbre de cons¬

La Sección Literaria, que tantos éxitos ha obtenido cada vez que se ha presen¬ tado al público, ha empezado los traba¬

truir belenes que debe su origen a nues¬ jos de organización para celebrar una
tro Seráfico P. San Francisco de Asís ha solemne tarde literario-musical en la

construido un artístico Nacimiento mo-, primera decena del próximo mes de Fe¬

vible.

brero.

Está instalado en la iglesia de la Her¬
mandad. Se inauguró el día 25 del pa a-
do mes de Diciembre. La comisión orga¬

Dado el entusiasmo que reina, prome¬
te ser un acto lucidísimo. ,

Tip. Católica de S. Pizá.—Jardín de la Reina, 19

%

Talleres los más importantes de España.
IMÁGENES DE MADERA
Via-crucis—Niños—Cunas—
Altares—Pulpitos—Confesona¬ rios-Trabajos en mármol, bronce y piedra.

Concesionario

de toda la producción y ven¬ ta al por mayor de las
IMÁGENES DE
« —i—i SIMIL-MADERA
(marca RiusjLas más económicas y las mejores hasta hoy cono¬
cidas.
Pueden bendecirse e indulgen¬ ciarse. No se distinguen de las de madera por sus finas y expre¬ sivas caras y decoración esme¬
rada.
EXSPaiCIONES A TODAS PARTES
Se envían catálogos y presupuestos

Bordados en oro y seda

FABBICACION ÍE OKNAMBNTOS SAGRADOS
Orfebrería y Platería

Casullas—Dalniáiicas dartes —Palios, etc. etc.

— Capas

—

Banderaiss

— -

EEstáan-

Ty
»

Cálices—Custodias—Copones—Candeleros—Lá mpa
ras—Sacras, etc. etc.

Albas— Puntas — Cingulos — Misales — Breviarios— x Medallas—Rosarios—Devocionarios—Estampas—Li-

Diurnos etc. e-tc.

^ bros—Estatuitas, etc. etc.

PREMIOS PARA CATEKISTICAS

TRAJES TALARES Y SOMBREROS
para señores Sacerdotes a pi-ecio de fábrica
ESTAMEÑAS FRANELAS PAÑOS TAMIS ** SARJAS
en todas clases y colores para Kelig;iosas y Religiosos

,

Establecimiento recomendado por varios Señores Obispos.

Único en España montado en esta forma y que cuente con grandes existencias desde lo más

económico a lo más superior.

EL ARTE CATÓLICO
Obispo, 2.—BARCELONA
I

Muelas Harineras
■ = de pedernal
Cpedra foguera)
Estas muelas de pedra foguera^ hoy tan en uso para moler trigo como para moler cemento, por sus grandes ventajas sobre las catalanas, se construyen, con piedras de superior calidad y trabajo esmeradísimo, en la fábrica que, de dicho género, posee en Manacor, calle de Arta mini. 3, el maestro constructor y propietario Antonio Po-
COVÍ y Sastre, a quien podéis dirigiros para toda clase de informes.
Visitad dicha casa, y os convenceréis, pues aunque sea conocida ya del público mallorquín y extranjero, por contar con más de 30 años de existencia, hoy dispone de un material abundante y selecto como jamás había tenido y bastante número de operarios para poder servir á la mayor brevedad posible cualquier pedido.

Híitígua panadería

fiorno de la peletería

DE

Especialidad en los panecillos de aceite, salados, franceses, panes blancos, de trigo y de los ricos bizcochos y borregos.
Se sirve todo a domicilio t^anto los panecillos de la mañana como
los de la tarde.

VINOS

DEL

—

Exento. Señor Marqués de Viuot
Se venden Calle de la Campana n." 5.—PALMA DE MALLORCA

rr

iUElí

"
illi

pLi

m
Li lA PÍL1&

de Nuestra Señora del Carmen

GRANVIA 1 —BARCELONA
PREMIADO EN VARIAS EXPOSICIONES V CONCURSOS
Especialidad en Dmdgenes g Crucifijos fallados en madera g iodo lo relacionado con el culto católico,
Jmagenes en pasta. Cartón, JAadera^fibra indulgenciables Se remiten fotograíias y precios de las Imágenes que se deseen adquirir
Verdadera economia en precios
□E3X.I»03FtT-A.OI<33Xr Á. TOXÏ-A.S
FERRETERÍA CASTELLET .
BANCH DE S’OLI.—PALMA
DE
CAJAS PARA CAUDALES BuÁSCTJL A.S, B,0 35s^-A.lsr^S, JB-AU A.ISTZ A.S
Y COCINAS ECONÓMICAS PARA COK Y LEÑA
PUERTAS DE ACERO ONDULADAS

x>:e:

JOSÉ BORRAS

LO N J ET A, 8

Ricas ensaimadas.—Verdadero pan para sopa yltodo lo relativo a este ramo. -Puntualidad en los encargos. —Se sirve a domicilio.

■

No equivocarse, Lonjeta, 8—PALMA

Qreria i Qúkm

-

DE —

BARTOLOMÉ MIRALLES
UNION, 37-^LMA

SOMBRERERIA
. —■ de —
BERNARDO AMER
Confección de sombreros de toda
clase.—Suma elegancia y éfconomiasin igual.—Casa especial para som¬
breros de sacerdote. Santo domingo, 21.—PALMA

Cerapura para el cuito E» A

UÍ3L

Cirios esteáricos

iS

IES Z-< 3VC já. jS

ANTONIO JULIÁ MESQU1DA
Esjeciallíal ea easainiaías jara taristas

y toja clase Je eiicarios ea el raaio

yMetall Ventas al por mayor

•VA-UXiOPlI, SO.-ï»A.LTVE-A.

SE RECOMIENDAN

Sastrería ® Camisería ® Noveda¬
des para Señora y Caballero Gé¬ neros de punto ® Telas blancas ®
Pañería a Sedería ® Pañolería ®
Corbatería ® Confecciones ^ Todo o que se requiere para equipos de
novios ® íñ ® ít) ® S) ® ® íé ® (?)