Palma 1.” de Septiembre de 1915

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Cultos en nuestra iglesia de San Francisco en Palma durante el mes de Septiembre.

CU9.t‘Gtlt3.‘=H0i'9.S»

celebrarán los días 15, 16 y I 7) en la iglesia de la Hermandad, dedi-
cadas a la Impresión de las Llagas de N. P. S. ï'rancisco.

La exposición será a las siete. A las diez Tercia y Misa cantada. Por la tarde a las cinco, actos de

coro, y a las siete rezo de la corona, sermón por el Rdo P. Gaspar Morey, C. O. y ejercicio de a las sa¬

gradas Llagas.

El día 17 la Misa mayor se cantará en la iglesia de San Francisco, con sermón por él mismo orador

del Triduo.

Las Cuarenta-lloras se terminarán con solemne procesión por el interior del claustro.

lWoVOtIS 3

P. S» Pr3.nCíSC0, Empezará día 24 a las siete de la tarde, con me-

-

ditación y canto. En los días consecutivos se prac¬

ticará asimismo durante las misas de cinco y media y de once y cuarto.

CU9.rtO DOíTjitlQ^'O,

^ ocho, habrá m'sa de comunión general para los Terciarios.
La reunión será a las siete de la carde con exposición del Santísimo,

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Oftila. - 17, Impresión de las Llagas de N P. .S. Francisco.—18, San José de Cupeitino.— 24, San l’ací-

fico—27, San Elzeario.— 29, San Miguel Arcángel.

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Año VII

l.° Septiembre de 1915

(±ít> Núm. 78

,>■: s XT m: -A. :|R. i o ■

Ctintrastes.—Origen de la fiesta de las Llagas

de N.

S. Francisco —Luchas del Alma.—No

ho volem entendre. VI Centenario I.uliano.—

Peregrinaciones a Cura.—Nueva Capilla.—Pan ele
San Antonio.—Crónica Franciscana. - Noticias y

Variedades —Necrología — Pdhlingrafía JuVGTltud Seráfica.. Salvemos a los jóvenes. - Una
página de las «Florecitas».—La fí engrandece a
les hombres —Sobre monumento.s

contrastes

Leo unos periódicos... Están llenos de
noticias horribles de ataques, contraata¬
ques, bombardeos, incendios, asfixiamientos, hambre, terror, muerte, desola¬
ción... No se llora porque ya no se
puede llorar... El corazón a fuerza de
sensaciones se ha vuelto casi insensible
al amor y al dolor... Solo sabe odiar ñe¬
ramente...
Leo otros periódicos.... Están llenos de noticias aleg-res de fiestas, conferen¬ cias, peregrinaciones... En ellos se refle¬ ja la alegría de un pueblo feliz y tran¬
quilo, que goza los beneficios de ía paz.
Recibo cartas de amigos, de hermanos míos que soportan todas las privaciones de la vida de campaña, que han cambia¬ do la pluma por la espada, el breviario por la mochila, el hábito religioso por
el uniforme militar... Cuantos sufrimien¬
tos, cuanta resignación, cuantos peligros ocultos en aquellas pocas lineas... Des¬ pués lo sabré todo si llego a abrazar otra vez a aquellos hermanos queridos; ahora sólo puedo rogar por ellos... Pobrecitcs! no piden otra cosa... Encomen¬
dadnos a Dios.

Recibo otras cartas de personas
igualmente amadas, de hermanos míos.
Que lenguaje tan diverso! Venid a cele¬
brar con nosotros el centenario de nues¬
tro ilustre compatriota, enviadnos estam¬ pas, medallas, indulgencias No os podemos describir el entusiasmo que reina, las grandes solemnidades que se preparan... Cuando nos veamos os lo di¬ remos todo: por cartas es imposible...

-0-

Hablo con corazones que vienen a

desahogarse en el seno de la intimidad.

Cuantas lágrimas debo enjugar! Lágri¬

mas amargas, de desesperación por la

suerte que espera, que tocó a los peda¬

zos de su propia sustancia... Pero de

esas lágrimas ahora no se puede hablar,

sería un delito Felices serán aquellos

que, pasada la borrasca, podrán contem¬

plar como Noé el arco iris de la paz y
ofrecer al Señor un sacrificio en acción

de gracias por la salvación de los suyos. Hablo desde lejos con otros corazo¬

nes que tienen tantas cosas que comu¬

nicarme

sus nobles expansiones de

amor y felicidad, sus santos propósitos

de llevar uña vida santa, como el peni-

152

El Heraldo de Cristo

tente de Randa, las dulces emociomes que han sentido cantando himnos nue¬ vos, oyendo discursos notabilísimos, sa¬
boreando la mística suavidad de las fies¬
tas del centenario. Oh! Cuando nos
veamos os comunicaremos nuestra ale¬
gría, nuestra felicidad
Estas contrarias impresiones me hacen
reflexionar
Que infelices son aquellas naciones que ven diariamente cernerse sobre su suelo el genio de la muerte y de la des¬ trucción, y bajar con rapidez a tomar su presa, a saciar su furor que crece de día
en día!! Qué será de vosotras, antes tan
poderosas y fuertes, si no ahuyentáis a esas aves de mal agüero? O, para hablar en lenguaje cristiano, qué será de voso¬ tras si no aplacais la justicia de Dios irritado, y no hacéis penitencia en ceni¬ za y cilicio por vuestras iniquidades?...
Cuantas víctimas deberán ser inmola¬
das... Pero no bastan las víctimas nume¬
rosas sin el arrepentimiento, sin la en¬
mienda.
Oh Dios mió! tened piedad de los vivos... Recoged en vuestro seno a los
muertos...
En cambio cuan feliz eres, oh patria mía, en verte libre de tantos males, por¬ que has querido conservarte firme en tus intenciones pacíficas, y no has escu¬
chado las voces de sirena de tus enemi¬
gos! Qué feliz eres resucitando las glorias
de tus hijos ilustres, haciendo revivir santas memorias por largo tiempo olvi¬ dadas, restaurando tus antiguos santua¬
rios!
Qué feliz eres, oh Mallorca, cuando tus moradores, como un solo corazón y una sola alma, van a postrarse reverentes en larga y devota peregrinación ante el sepulcro de su hermano. Mártir de Cris¬ to, y cantan entusiasmados, embriagados, himnos dulcísimos en su alabanza, mien¬ tras muchos pueblos infelices están mu¬ dos de espanto y tienen que andar erran¬

tes por los montes, sin pan y sin hogar. Los otros pueblos están llenos de tris¬
teza y de ruinas Terrífica visión!! Tú con fiestas y cánticos engrandeces
y coronas la colosal figura del B. Ramón Lull, y haces del monte de Randa su digno pedestal
Bienaventurado el pueblo pacífico que conoce la verdadera alegría!!
Fr. a. R.
Oripii (le 1(1 Mi (le k
ll(ips de i. S. 18(111 Frieíseo
Todos los años, el 17 de Septiembre, la Iglesia universal celebra con una fiesta especial el recuerdo de la milagrosa Im¬ presión de las Llagas del Seráfico Padre. Ya antes de ser extendida a toda la Igle¬ sia por el Papa Paulo V, había sido esta
fiesta establecida en la Orden Seráfica
por el capítulo general tenido en Asís el año 1340. El oficio que rezan aún hoy día los frailes Menores es obra de Fray Gerardo Odón, de la provincia de Aqui¬ tania, entonces Ministro General de la
Orden.
Un manuscrito del siglo XV conser¬
vado en la biblioteca de la Universidad
de Breslau narra así la institución de
esta fiesta.
«En tiempos del Señor Papa Benedic¬ to XI, sucedió en una villa vecina de Avignon, donde los frailes tenían un con¬ vento, que un día mientras los religiosos estaban todos en el coro para el oficio divino, pasaron junto al convento dos religiosos de otra orden. Uno de ellos vió pintada sobre el muro, una ima¬ gen de S. Francisco con las sagradas llagas. Y dijo a su compañero: »Estos Menores quieren igualar su santo a Cris¬ to.» Y tomando un cuchillo, añadió: «Voy a borrar las llagas de esta imagen para que no aparezca semejante a Cris¬ to.» Puso en obra lo que había dicho. Y

El Heraldo de Cristo

153

he aquí que cuando hubo rascado las cinco llagas, empezó a correr de ellas sangre en abundancia. Espantado a vista de aquel prodigio, dijo a su compañero: «Ay! que voy a hacer?» Aquel le res¬ pondió: «Has cometido una grave falta. Mas, créeme, corre a encontrar un con¬ fesor y confiésale tu culpa.» Así lo hizo. Después de haberse confesado, volvió a la imagen^ y la sangre continuaba ma¬ nando. Espantado aquel desgraciado fué
a buscar nuevamente al confesor manifes¬
tándole lo que estaba sucediendo. Aquel le aconsejó entonces que acudiese al Papa, que se lo contase todo, y le pidie¬ se lo que debía hacer. Siguiendo éstos consejos, corrió a presentarse al Sumo Pontífice y se lo reveló todo. Este, des¬ pués de haberle escuchado, le pidió si era verdad cuanto decía, y habiéndolo confirmado el religioso con juramento, dijo el Papa: «Yo quiero también ver este prodigio.» Llegado a aquel con¬ vento, vió la sangre manar en abundan¬ cia de las sagradas llagas. Entonces el Papa, muy conmovido, arrodillóse ante la imagen, y levantadas al cielo las ma¬ nos, dijo: «San Francisco, perdona a este pobre pecador, pues yo prometo insti¬ tuir una fiesta en honor de tus llagas, y
sobre todo hacerla celebrar solemne¬
mente a tus religiosos en toda la orden.» Hecho este voto por el Papa, cesó de correr la sangre. Entonces impuso una penitencia al infeliz pecador.
Así instituyó esta fiesta: «a fin de que
nadie en adelante se atreva a dudar de
las sagradas llagas. Y el que en adelante tenga tal osadía deberá ser mirado como hereje. Reguemos pues a San Francisco que por sus sagrados estigmas pida al Señor por nosotros que nos conduzca después de esta vida a la patria eterna.
Así sea.»
Iiuehas del Alma
I
Las personas cuerdas, que discurren con la cabeza, cuando van a la botica,a

la feria o al mercado, no lo toman todo
a granel ni lo primero que se les pone
delante. Con dos dedos de frente ya no
hay persona en el mundo, que siga un procedimiento tan descabellado ni que cometa despropósitos de tanto calibre.
Toman sólo lo que han menester, lo que les hace más falta, lo que salieron a buscar, lo que motiva y justifica el gasto
de su dinero. Pero las otras cosas allí
las dejan para quien las quiera o guste de ellas. ¿Qué provecho iban a sacar de unas superfluidades que nada les impor¬ tan o que entonces no sirven para el
caso?
Esta cuestión cambia completamente de aspecto, si fijamos nuestros ojos en la conducta moral y religiosa de muchos cristianos de sólo nombre, los cuales vi¬
ven y obran en el mundo, como si no supieran donde tienen la mano derecha. Así es que derrochan los intereses del alma y malversan su rico patrimonio, en
mil tonterías sin sustancia ni utilidad co¬
nocida. Con ésto palpablemente nos dan a entender que cotizan los inapreciables bienes de la gloria futura, muy por de¬ bajo de las minucias de esta miserable tierra, que ciertamente no merecen tan¬ to honor, como aquí se les concede.
¿Ppr qué no aplican a las cosas espiri¬ tuales el mismo criterio con que mi¬ den las materiales? ¿Por qué no dejan aquellos bienes terrenos, que directa ni indirectamente hayan de aprovecharles
para la patria bienaventurada, los mis¬ mos que no toman del mercado, de la
feria ni de la botica, los géneros que
para nada necesitan? Ya que tienen en tanta estima la prudencia de la carne ¿por qué no aprecian también la del es¬ píritu, que le lleva muchas leguas de ventaja, en el camino de la verdadera gloria?
Como un huevo a otro huevo, se ase¬
meja esta tierra a un grande mercado, a
una dilatada feria o a una botica repleta
de drogas variadas. Dentro y fuera de nosotros, allá lejos y acá cerca, en torno nuestro y en todas las partes del globo,

154

El Heraldo de Cristo

EL SUE O DE FR. AHO-ÉLICO

se encuentran potes relucientes y flaman¬
tes mercancías, que encantan y enamo¬
ran a quien apasionadamente las con¬ templa.
A los ojos se ofrecen las cosas bellas y hermosas, a los oídos las sonoras y li¬ sonjeras, las dulces y sabrosas al gusto, las ambrosiacas y perfumadas al olfato, al tacto las suaves y las blandas, por el grande placer que causan a todo cuerpo.
Se brinda, además, a la mente con discursos agradables, a la memoria con gratos recuerdos, a la voluntad con miles de objetos a que adherirse, a las pasio¬
nes humanas con adecuado combustible
en que arder, a los pies con ancho cam¬ po donde moverse, a las manos con ab¬ soluta libertad de acción, a la lengua con soltura omnímoda para decirlo todo, al

cuerpo y al alma con los sabrosos gus¬ tos y placeres temporales a que se hallan
de sí más inclinados.
Delante de esta endiablada feria, los
apetitos naturales se agitan y alborotan, se sublevan e irritan, se levantan a ma¬
yores y piden tumultuariamente todo cuanto les halaga y satisface, todo lo que les mueve y enamora, todo lo que
les ofrecen en condiciones externas
aceptables.
De aquí procede aquella encarnizada lucha entre la carne y el espíritu, entre la naturaleza corrupta y la gracia divina, entre el hombre animal y el hombre es¬ piritual, de que habla magistralmente San Pablo y tenemos nosotros dolorosa
y triste experiencia. Los agentes, directores y empresarios.

El Heraldo de Cristo

155

de esta feria de Satanás, nos llaman con frecuencia a sus ricos pabellones y cor-
tesmente nos invitan a ver sus múltiples mercancías para que las examinemos con nuestros propios ojos, como la astuta serpiente llamó e invitó a Eva para que viera con los suyos y probara por sí mis¬
ma la fruta vedada.
A los que dan este primer paso, los importunan después para que les com¬ pren las doradas chucherías de sus me¬ sas bien provistas o para que se las to¬ men poco menos que regaladas, con tal que se enreden con ellas y sucumban debajo de su pesada carga, que es lo que puntualmente sucedió a nuestros primeros padres. De modo que es un crimen hacerles caso, escuchar sus espe¬ ciosas razones y aceptar sus malditas ofertas. Tanto a ellos, como a sus podri¬ dos géneros, hay que rechazarlos con cristiana energía.
Así pues, aunque estos mercachifles levanten mucho la voz, sigamos siempre nuestro camino adelante, como si estu¬ viéramos sordos de ambos oídos y nada percibiéramos de todo cuanto pregonan.
Si Eva lo hubiera hecho de esta manera
con la pérfida serpiente que la brindó con la manzana de la discordia, no gra¬ vitarían ahora sobre esta pobre Humani¬
dad la enorme multitud de males que
la han puesta tan desgraciada. Mas porque son pocos, relativamente
hablando, los que se amoldan a estas reglas de cristiana prudencia, se ve a tantas personas devotas que retroceden al vómito asqueroso de sus pasadas cul¬ pas y que de nuevo se abrazan con los objetos de sus antiguos pecados. ¡Son tántas y tan lamentables estas recaídas!
Fr. Francisco Lliteras, O. F. M.
No lio Dolem entendre...
—Madó Clara, pareix que com més va, més vela.
—¿Qué vols di tú amb això?

—Que si r any passat s’ anyada va esser dolenta engnany es estada pitjó, i una criatura no sap aont s’ aturarà.
Els grans, qu’ es lo milloret, no son
arribats en total a la mitat de lo que mos
pensàvem; i de lo demés no’ n parlem. Els àubercocs no han valgut res; ses mefles son més sacais que mefles; ses
vinyes sense raims, ni pàmpols; ses oli¬ ves que no bastarán per salar, i ses

figues
euites.

veurem que serán en esser

Per afegitó se guerra dura i dura, i sa feina eurtetja i tot va a un ui de sa cara: vos dic que si la cosa no muda el troba¬ rem ben liare en aquest any qui vé.
—I que no saps per que es això, tú
qui ets tan docte.
—No aneu de bromes!

—Ido vui di si ho has trobat a n’ es

diaris en això.

—Així mateix hi he trobada cosa. ,

—-iPerque jo sense papers ho tenc ben
bó d’ endevinà.

-^Com es are; ¿Perque venen aqueis mals anys?

—Jo t’ ho diré. Corn era jove ja sen¬
tia predicà que en aqueix món ses per¬ sones dolentes a vegades prosperen per¬
que Deu les paga amb aquella prosperidat temporal lo poc bo que puguen haver fet; i així la seva justicia castiga
amb més raó a 1’ infern ses dolentíes

que li han fetes. I també a s’ anrevés: a vegades Deu
fa sufrir ses persones bones per ferlos
pagar la pena dels petits defectes, a fi de porerles premià, tot-d’ una que mui-
ren, sa seva bona vida.

Pero això no més es de ca la persona
tota sola. Pero no passa lo mateix amb-
sos pobles, o es reinats: perque al altre món no hi ha pobles, ni reinats, sino no
més benaventurats i comdemnats. I per
això si un poble es bo, tot lo bo li ha de pagar Deu an aqueix mon, perque al altre no li pot pagar: i si es doletnt, tot lo dolent li ha de castigar an aqueix món, perque al altre ja no hi será el tal poble i no’ 1 podrán castigar.

156

El Heraldo de Cristo

—Bé ¿i qué? —Que vol dir ¿i qué? Ala, no’ m fas-
ses es beneit!
—Esplicau de tot sa vostra idea! —No pot esser més clara; pero per¬ qué no’t queixis t’ acabaré sa comparansa. I es que vui di amb això que si una persona te un soscaire, no per això porem di que sía dolenta, perque tal volta es prou bona, i Deu amb aquell soscai¬ re ía prova o li fa fe un poc de peniten¬ cia de coses petites. Pero quant venen aqueixes coses gros¬ ses: com un mal any, una pesta, una fe¬
bra amarilla, una guerra, o coses per
r estil, que son mals que ja cauen de¬ munt tot.un poble o tot un reinat, llevors ja porem dir ben segurs que alió es perque aqueix poble o aqueix reinat son dolents, i Deu amb alió castiga ses
seves dolentíes.
—De manera que vos trobau... —No trop, se cert que si tenim mals anys es perque som dolents. —Jo ’m pensava que de fa un any en aquesta banda la gent s’ era composta
un poc.
—1 en qué s’es composta? Veam!

—No ho sé axuxí; pero me pareixia... —Si; ja hu cree que no hu saps. No veus que a n’ es treatos dolents hi va sa mateixa gent? Trobes que pes carrers parli gaire milió es jovent? No aumen¬ ten de cada dia ses atlotes que‘s perden per poc cap de ses mares i mala volun¬ tad d’ elles? ¿No fan feina es diumen¬ ges? No blasfemen? ¿No sentim parlar
de cases i dones dolentes fins i tot a n’es
pobles aont mai n’ hi havia hagudes? ¿No veus es laco? I ses modes, no les
veus?
—S’ han compostes ses modes! —A redols, s’han compostes. Me fa una malici pensà que de bades los ho digueren i no volgueren fer-ho per Deu i are just per capritxo de sa moda ho
han mudat tot-d’una! Pero encare que¬
den coses que no se poren mirà. De cap a peus hi havia que corretgir: s’ es corretgida se falda; encare queda ferm: escotadures, calsats, corsés !
—Així mateix teniu raó.
—Que vol di si’n tenc I llevors gi¬
rem fuía. ¿Qui resa el rosari cada dia? Qui va a sentir s’ Evangeli es diumen¬ ges? Qui apren sa doctrina cristiana?

Sepulcro]© iglesia de Sta. Clara.—Convento]de San. Damián de Asís

Èl Heraldo de CÍRistó

157

Qui dejuna quant toca? Bon Jesús! La gent d’ are tenen tant de cristians com
es nostro moix! Com no mos ha de cas¬
tigar Deu, i mereix un deu vegades més! Saps si servassen es Ilum dret
—Bono, entesos: teniu raó. M’ en vaig a escriure lo que m’ heu dit i sortirá an
es diari.

—Mira, estimat, ja trobava jo que te¬ nías ganes de ferme xerrá: no m’ has en¬ ganada de res!
Pero per conta meu I’ hi pots posar: perque es ben sa veritat i així com to’ho he dit a tú, ho diría a cualsevol altre; i ho publicaría devant Deu i tot lo mon.
Daniel

VI Centenario Luliano*

A los Terciarios de Palma
Se ha fijado el 24 del próximo Octu¬ bre para la peregrinación de los Tercia¬
rios de Palma al Santuario de Ntra. Se¬
ñora de Cura, sobre el monte de Randa, lugar señaladísimo por estar santificado por celestes apariciones y por las asom¬ brosas penitencias del Beato, además de ofrecer uno de los más expléndidos pai¬ sajes de nuestra hermosa isla.
Anunciaremos oportunamente los ac¬ tos que hayan de celebrarse y las con¬ diciones del viaje. Anímense todos los Terciarios para honrar debidamente un lugar que tantos recuerdos guarda y evoca de nuestro ínclito Mártir.
Penegpinaeiooes
di sepulcro del Beato
En la tarde del domingo día 8 del fi¬ nido mes de Agosto se efectuó la pere¬ grinación de la villa de Binisalem al se¬ pulcro del Beato Ramón Lull. Fué un éxito; formábanla más de 300 personas. Iban en ella, presidiéndola el Párroco, Rdo. señor Esteva, el Clero y los Ter¬ ciarios Agustinos de aquella villa.
Los peregrinos vinieron en tren ex¬ traordinario, que llegó a Palma a las cua¬
* Consignamo.'; aquí los jitincipales hechos del mes pasado y algunos que por involuntaria omisión dejamos de publicar en el mimero anterior.

tro y tres cuartos de la tarde. En la esta¬
ción les recibieron comisiones de PP.
Franciscanos y de la Juventud Seráfica. Todos los peregrinos, que ostentaban
el distintivo del Centenario luliano, se dirigieron, procesionalmente, desde la Estación a la iglesia de San Francisco.
Al llegar a la plaza de este nombre,
les recibieron la Comunidad de PP.
Franciscanos, con la Cruz, rezándose al¬
gunas preces y repitiendo los peregrinos el canto del «Himno a Ramón Lull», le¬ tra de Riber y música de Torrandell, que ya habían ejecutado por el camino desde
la Estación.
Una vez todos en el templo, fueron
colocados alrededor del Presbiterio los
estandartes que llevaban los peregrinos y que eran los de las Congregaciones del Apostolado de la Oración, Congre¬ gación Mariana de jóvenes, Rebañito del Niño Jesús, Hijas de María, Consolación y Correa y Madres cristianas.
Una vez que los peregrinos hubieron
tomado asiento en los bancos al efecto
preparados, subió al púlpito, dirigiendo ía palabra a los visitantes, el Rdo. P. Juan Payeras, de la Misión, hijo de Bini¬
salem.
Este, después de saludar y dar la bienvenida a los entusiastas peregrinos y haberles ponderado la importancia de semejantes manifestaciones en nuestros tiempos, les dijo entre otras cosas: «Vo¬
sotros no habéis venido solos. Venís

158

El Heraldo de Cristo

precedidos de brillante historia luliana, escrita por hijos ilustres de nuestro pro¬ pio pueblo». Nombró al inspirado Juan Bestard, natural de Binisalem, que con¬
sagró su pincel a la producción de dos cuadros representando al Beato Ramón Lull. También mencionó a Miguel Malondra^ Doctor que fué en ambos dere¬ chos en la Universidad Luliana y a Mi¬ guel Terrasa, canónigo de la Catedral de Palma, ambos naturales de Binisalem, y
acérrimo defensor del Beato Ramón Lull
el último. Indicó que tampoco hay que olvidar a su entusiasta compatriota Re¬ verendo don Lorenzo Llabrés, que tanto
contribuyó en dar grap solemnidad en las fiestas lulianas de 1858. Luego les exhortó a imitar su apostolado y a conti¬ nuar la tradición de sus antepasados en amar con efusión al aposto! incansable de Jesucristo.
Terminado el sermón, se rezó la ora¬ ción del Pontifice Pro pace y la estación al Beato mallorquín. Luego los peregri¬ nos desfilaron por delante del sepulcro de Ramón Lull, adorando la reliquia del
gran mallorquín.
A Miramar
El día 11 de Julio, los pueblos de Fornelutx, Deyá y Valldemosa fueron en pere;grinación a Miramar, donde vivió mucho tiempo en contemplación el Bea¬ to Ramón, y donde fundó el primer Co¬ legio de Misioneros para convertir a los
infieles.
Los peregrinos de Fornalutx, dirigidos por su Párroco, salieron de la población a las tres de la madrugada, en número de 120, y al llegar a Deyá se incorpora¬ ron unos 240 peregrinos de este pueblo, llevando rico pendón de las Hijas de María, las que ostentaban la medalla de la Congregación.
Los peregrinos de Valldemosa (unos 450), después de oir misa y haber co¬ mulgado muchos de ellos en la parro¬ quia, salieron a las seis y media cantan¬
do la Letanía lauretana, llevando nueva
bandera con la efigie de San Francisco,

todos a pié, y ostentando la medalla del Beato. A las ocho en punto, hora prefi¬ jada, se encontraron en la carretera jun¬ to al camino que baja al oratorio de la
Santísima Trinidad de Miramar con los
dos primeros pueblos. El Párroco de Valldemosa subió a un peñasco y dió la bienvenida a los peregrinos de Deyá y Fornalutx, manifestando la importancia del acto que iban a celebrar y entonando
el himno «Cercant 1’ amic a 1’ amat» que
cantaron los de Valldemosa alternando
con los de Fornalutx y Deyá, que canta¬ ron el himno compuesto por el señor
Torrandell.
Al llegar al Oratorio, inmediatamente empezó Is misa solemne que celebró el señor Vicario de Fornalutx, cantando los peregrinos la misa de. Angelis, que acompañó don Pedro Más Pbro., Vicario
de Valldemosa.
No habiendo podido asistir, por de¬
función de ucia de sus hermanas, don
Juan Torres, Rector de Miramar, a quien previamente se había encargado el ser¬ món, subió al púlpito el Párroco de Vall¬ demosa, quien presentó al Beato Ramón Lull como un santo de primera magni¬ tud por sus elevadas virtudes y como un sabio eminente p Dr su elevado ingenio, santidad y sabiduría que puso al servicio de Dios trabajando incesantemente toda su vida para conseguir la conversión de
los infieles. Terminó haciendo votos pa¬
ra que se imiten los ejemplos de Lull, especialmente en procurar la propaga¬ ción de la fe y buenas costumbres, unién¬ donos en manifestaciones públicas para contener la impiedad.
Terminada la misa, el Párroco de For¬
nalutx subió al púlpito y dió las gracias a los peregrinos de Valldemosa por la buena acogida que habían dispensado a los de los otros pueblos.
Luego los peregrinos se dirigieron a la Rotonda, o sea la capilla del Beato Ramón Lull, edificada por S. A. R. el Archiduque Luís Salvador de Austria.
Después de haber subido a la Roton¬ da, los peregrinos de Valldemosa se

El Heraldo dé CrísTo

159

ASÍS: SepulcrOj\_de Santa Clara

despidieron de los de Deyá y Fornalutx y regresaron a Valldemosa pasando por ante gran multitud de pueblo que en las plazas y boca-calles estaba esperando a
los peregrinos. En la iglesia parroquial el Párroco
dirigió la palabra a los peregrinos, alen¬
tándoles a tomar parte en estas manifes¬
taciones.
Los de Deyá y Fornalutx estuvieron
en Miramar hasta las cuatro de la tarde
y regresaron luego a sus respectivos
pueblos.
Asistieron los alcaldes, algunos con¬
cejales y secretarios de los tres pueblos y muchas personas de viso de Vallde¬
mosa, Deyá y Fornalutx. Que sea para gloria de Dios y devo¬
ción al Beato Ramón Lull.

A La Real
La realizaron las alumnas obreras de
las Escuelas de S. José el día 13 de Ju¬ nio, el mismo día que los jóvenes obre¬
ros subían al Santuario de Cura.
Después de un Triduo preparatorio que les predicó el Rdo. D. Francisco Sitjar, partieron a las cinco y media de
la mañana de dicho día en número de
113.
A la entrada del pueblo fué recibida la peregrinación por el reverendo don Vicente Frau, catedrático del Seminario, el Cura Párroco Rdo. P. Miralles, de los SS. CC., la Asociación de Hijas de María, con su respectivo estandarte, y el pueblo en masa.
Una vez reunidas en la iglesia, se ce¬ lebró misa de comunión general, con

i.6o

El IÍeraldo de CRistO

cánticos ajustadamente interpretados, y comulgaron todos los adoradores y el

plática por el Padre Miralles, quien dió num eroso público que asistía a la Vigilia. la bienvenida a las peregrinas y les diri¬

gió fervorosa exhortación preparatoria
para la Comunión. A las nueve y media reuniéronse de
nuevo las congregantes, asistiendo al Oficio, siendo el celebrante el Reveren¬
do P. Miralles, dirigiéronles la palabra el Rdo. D. Vicente Frau, quien pronun¬
ció un sermón alusivo al acto.

Día 15 de Agosto celebróse en Sóller
una velada en el local del Fomento Ca¬
tólico, dedicada al Beato Ramón. Leyé¬ ronse hermosos trabajos y dió intere¬ sante conferencia el Rdo. P. Pedro j. Cerdá, Superior del Convento de San
Francisco de Inca.

La iglesia estaba adornada con refina¬

do gusto.

A las cuatro y media de la tarde se celebró una función literario musical,

Peregrinaciones a Cora

representando las alumnas diferentes

piezas teatrales, alternando con varios

De Montuiri

números de música, resultando la fun¬
ción de un conjunto muy agradable. Terminada ésta y hecha la despedida
en el Monasterio, emprendieron el re¬ greso a Palma.
La llegada a Palma coincidió de in¬ tento con la llegada de los alumnos, juntándose todos en la iglesia de San Antonio, en donde fueron recibidos por el Presidente M. I. señor Company, quien desde el pulpito les dirigió la pa¬ labra con frases muy emocionantes, y llevando al final, el ánimo de los asisten¬
tes, al más desbordante entusiasmo.
Terminó dando vivas al Beato Ramón
a las Escuelas obreras y a la Congrega¬
ción Mariana.

El día 11 de Julio la floreciente Her¬ mandad de Montuiri quiso participar de las indulgencias concedidas a los que
devotamente visiten el Santuario en este
año, y en número de 300 subió a él, acompañados de los R.R. Vicarios de aquellas parroquias D. Miguel Ribas y D. Juan Ribas.
A las 7 de la mañana ya estaban a las puertas del Santuario, y recibidos por el R. P. Pedro Juan Cerdá y los Hermanos de aquella Residencia, penetraron en él
cantando himnos al Beato terciario.
Enseguida saludaron a la Virgen can¬ tando una Salve y besando las manos a la histórica imagen.
A las 7 y media y a las 8 tuvieron mi¬

íj: iit

sa rezada y a las 9 la cantada, siendo ce¬

La Adoración Nocturna, establecida lebrante en esta última el R. D. Miguel

en S. Felipe Neri, quiso honrar al Beato Ribas, director de la Tercera Orden en

celebrando solemne Vigilia general en Montuiri. El sermón estuvo a cargo del

la Iglesia de S. Francisco en la noche P. Cerdá.

del 26 al 27 de Junio.

Por la tarde se reunieron en la iglesia

Antes de empezar la Vigilia visitaron con la Juventud Antoniana de Palma que

los Adoradores el Sepulcro del Beato también estaba allí y el P. Atanasio de

rezando las preces para ganar la Indul¬ Palafrugell Ies dirigió muy oportuna plá¬

gencia plenaria.

tica.

Una vez expuesta S. D. M., el M. I. se-

Se despiden de la Virgen y visitan la

ñoi D. Nadal Garau pronunció adecua¬ Cueva. Aquí les predica un sermón el

do y elocuente sermón.

R. P. Francisco Fornés, rezan invocando

Cantóse durante la noche el Ofició la protección del Beato y con el corazón

del Santísimo, y a las tres de la madru¬ lleno de santas impresiones, emprenden

gada celebróse Misa solemne en la que el viaje hacia Randa y hacia sus hogares.

ÉL Heraldo de Cristo

i6i

ASÍS; Interior de la Basílica de Santa Clara

De Palma
En este mismo día, 11 de Julio, la «Juventud Antoniana», que dirigen en Palma los RR. PP. Capuchinos, y el co¬ legio de D. Mateo Palmer, con su digno Director, rindieron tributo de venera¬
ción al Beato Ramón visitando el San¬
tuario de Cura, en compañía del Padre Superior de los Capuchinos y de algu¬
nos frailes de su Residencia.
Llegaron a Cura en número de 79, en el momento en que el P. Cerdá predica¬ ba a los de Montuiri y a las once el re¬
verendo P. Atanasio celebraba la misa
asistido de los fervorosos jóvenes anto-
nianos.
Después de alegre comida hecha en coipún, en la cual se leyeron hermosos discursos y poseías, se reunieron en la iglesia con los de Montuiri y el P. Ata¬

nasio les dio a todos juntos la bendición con el Santísimo después del sermón. Despedidos de la Virgen visitaron la Cueva y los santuarios del Monte.
De Santa Eugenia
El día 22 de Septiembre tuvo lugar la peregrinación de Santa Eugenia.
A las cinco y media de la mañana llegaron a Randa los peregrinos en nú¬ mero de 150, acompañados de su celoso
Párroco D. Mateo Coll.
En aquella iglesia parroquial cantan con mucho ajuste hermosa misa de Co¬ munión que celebra el Rdo. Sr. Coll. Entonan hermosos cánticos propios de la peregrinación y después del desayuno visitan los santuarios de Gracia, S. Ho¬ norato y últimamente el de Cura, objeto del viaje.

102

El Heraldo de Cristo

Aquí cantan los himnos del Beato y saludan a la Virgen, y el Rdo. Sr. Párro¬ co, revestido de pluvial, expone el San¬ tísimo mientras canta el pueblo.
El P. Francisco Fornés da la bienve¬
nida a los peregrinos desde el pulpito y después del sermón empieza el Rosario que reza el pueblo con manifiesta devo¬
ción.
Acabado el Rosario el señor Párroco
hizo la reserva dando la 1 tendición mien¬
tras todos cantan himnos y salmos. Por la tarde después de devoto ejer¬
cicio de despedida, dió la bendición con el santísimo el P. Fornés y se diri¬ gieron al pueblo después de visitar la
Cueva del Beato.
NUEVA CAPILLA
Día 25 de Agosto, festividad de San Luís Rey de Francia, Patrón de la Orden
Tercera, fué bendecida una nueva capi¬
lla que dedicada a Ntra. Señora de los Angeles, han levantado los P. P. Tercia¬ rios Regulares en Son Sunyer.
Efectuó la ceremonia el limo. Señor
D. Antonio M.^ Alcover, Vicario Capi¬ tular S. V., asistido del M. I. Sr. D. Ma¬ teo Rotger, Canónigo, del Reverendo D. Pedro J. Llompart y del Rdo. Padre
Francisco Fornés.
Fueron padrinos de la Capilla Don Gabriel Morell y Vert y D.® Ana Sureda
Veri. Asistían al acto buen número de
distinguidas familias de Palma, de Lluchmayor y muchos moradores de aquellos
contornos.

Acabadas las sagradas cemonias de la bendición de la Capilla, según la fórmu¬ la del Ritual Romano, se bendijo la ima¬ gen de Ntra. Señora que fué apadrinada per el niño Joaquín Gual y la señorita Trinidad Noguera.
El limo. Sr. Vicario Capitular pronun¬ ció breve plática explicando el significa¬ do de las ceremonias que emplea la Igle¬ sia en la bendición de los templos; exponiendo el desarrollo de la Orden Tercera Regular en Mallorca y felicitan¬ do a los Padres de la misma por la cons¬ trucción de la nueva Capilla.
Después entonó el Te-Deum, cantán¬ dose el del maestro Massot, a cuatro vo¬
ces; y por último cantóse una Salve a la
Virgen.
Que la Reina de los Angeles, bajo cuyos auspicios nació y creció la Orden Franciscana, mire con especial predilec¬ ción a este nuevo pequeño Templo a Ella dedicado, y haga pronto pueda ser un hecho el anhelo de implantar a su sombra una casa de estudios para los
aspirantes a nuestra Orden.

Pan de 5. flnionio

Mes de Agosto

Cepillo de la iglesia de S. Francisco en Palma.

Limosnas recogidas . Por 500 Kgs. de pan . Repartido en metálico.

232'60 ptas.
184’35 »
30’Q0 »

Total repartido . .

214’35 ptas.

Remanente ...

18’25 ptas.

f» *1 CRONICA FRANCISCANA

ÓO-

—

-oO

*

IlSITERIOï^

tián Llinás y Casellas, natural de Artá.

Inca.—Día 6 del pasado Junio cele-

El acto revistió gran solemnidad, can-

bró su primera misa en el convento de tándose la notable Missa Brevis del

San Francisco de esta ciudad nuestro Maestro Palestrina, que fué interpretada

hermano de hábito el Rdo. P. Fr. Sebas- por un escogido coro formado con ele-

El Heraldo de Cristo

163

mentos de Palma e Inca; y acompañada con órgano y armonium por los distin¬ guidísimos profesores inqiienses Reve¬ rendo D, Bernardo Salas, Pbro. y D. An¬
tonio Torrandell.
En el ofertorio predicó un bello ser
móa sobre las excelencias del sacerdocio
el Rdo. P. Francisco Fornés, Francis¬
cano.
Sirvieron al nuevo sacerdote como Presbíteros asistentes los MM. RR. Pa¬
drea Fr. Bartolomé Salva, Ministro Pro¬
vincial de la Tercera Orden Regular en Mallorca y Fr. Cirilo Ramis, Asistente General de los Religiosos Carmelitas; y como Diácono y Subdiácono respectiva¬ mente los Rdos. Sres. D. Miguel Llinás, Ecónomo de Inca, y D. Simón Reus, Pbro. y constante protector de nuestra
Orden.
Asistió en pleno la Rda. Comunidad de sacerdotes de la Parroquia, y una co¬ misión del Magnífico Ayuntamiento pre¬ sidida por el Sr. Alcalde D. Pedro Bable.
Ocupó puestos de preferencia la fami¬ lia del misa cantano y llenó por comple¬ to la iglesia una numerosísima multitud.
Durante todo el día 6 y siguientes re¬ cibió çl P Llinás las felicitaciones de la
ciudad entera, que desfiló por la casa que desde aquel día ocupa la Comuni¬ dad de PP. Franciscanos y que ya fué antiguamente el convento de Religiosos
Observantes. A las numerosas felicitaciones recibi¬
das por el P. Llinás añadimos la nuestra
más cordial y entusiasta.
iQue sea para gloria de Dios.
Artá, —Día 18 de Julio recibieron el Hábito de la Orden Tercera Regular de manos del M. R. P. Provincial los jóve¬
nes novicios Fr. Sebastián Rubí, Fr. Cris¬
tóbal Sureda, Fr. Antonio Rigo y Fray Miguel Munar. Sea enhorabuena y que
N. P. S. Francisco les conceda la perse¬
verancia.

EXlTEIlIOn
Su Santidad Benedicto XV y la Ter¬
cera Orden
Su Santidad Benedicto XV, al enviar su bendición a la Revista Franciscana
de Burdeos, dijo por medio del Carde¬ nal Gasparri, «que la Tercera O.den de San Francisco de Asís es un poderoso auxiliar para inspirar en las muchedum¬ bres el e.-pírilu del Seráfico Patriarca y para mantener y acrecentar en las al¬
mas, así como en el seno de las familias y de la sociedad, la práctica de la vida y de las virtudes cristianas». ¡Ojalá los ca¬ tólicos, convenciéndose por fin de la
importancia de la Tercera Orden de Pe¬ nitencia para lograr la reforma de la so¬
ciedad, se alisten sin demora en las ban¬ deras del Serafín de Asisl Este fué el ar¬
diente deseo de León XIII, de Pío X y lo es actualmente también del Sumo
Pontífice Benedicto XV.
Hermosa propagari da franciscana de
un soldado teutón
La Revista Terciaria alemana Send-
bote des hl. Franziskus inserta una car¬
ta de un soldado alemán, prisionero en
Francia. El soldado en cuestión es fer¬
voroso Terciario franciscano, y emplea
los forzados ocios de su cautiverio en
propagar la Orden Tercera, Como feliz resultado de sus ansias y anhe’oj francis¬
canos, ha fundado una verdadeia Her¬
mandad, pues pasan de 80 los nuevos Terciarios que ha reclutado ei t e sus compañeros de infortunio. Todoí ellos han formado una especie de club reli¬ gioso-literario, cuyo fin principal es pro¬ pagar las sanas doctrinas religiosas y sociales, pronunciando sencillas y entu¬
siastas conferencias. Estos edificantes
rasgos de amor al Serafín de Asís no necesitan comentarios. ¿Veis, Terciarios queridos, cuánto bien podéis hacer pro¬ pagando con noble desinterés la idea
franciscana entre vuestros semejantes? Hacedlo, pues, así y os atraeréis una es¬
pecial bendición del Seráfico Padre.

104

El Heraldo de Cristo

Traducción inglesa de la «Mística
Ciudad de Dios>
El Rdo. P. Jorge F. Blatter, teligioso franciscano, ha vertido al inglés la mo¬
numental obra «Mística Ciudad de Dios x
de la incomparable monja franciscana Sor María de Jesús de Agreda. La obra de la célebre Concepcionista española
ha sido traducido al italiano, francés,
portugués, alemán, latín, griego y pola¬ co; pero, según el docto franciscano P. Blatter, no existía de ella traducción in¬
glesa. Esta laguna la ha cubierto el cita¬ do P. Blatter con su traducción, que le
ha costado diez años de labor asidua.
Los franciscanos y la guerra
Según datos recientemente obtenidos» no oficiales, pero sí bastante autoriza¬ dos, es muy crecido el número de reli¬ giosos franciscanos que, de una manera u o*^ra, prestan servicios militares en la actual contienda europea. Véanse las ci¬ fras: Capellanes militares, 206; agrega dos a Sanidad militar, 699; soldados, 1.049; muertos, 68; heridos, 182; sacertes al cuidado de los prófugos belgas y polacos, 26. Número total de religiosos
franciscanos al servicio de la guerra en
las diversas naciones beligerantes, 2.230. Hay que advertir que estos datos son to¬ davía harto incompletos, pues a causa de los múltiples obstáculos que dificultan
la redacción de una estadística oficial y

completa, los datos aportados por con¬
ductos más o menos autorizados sólo
arrojan una suma muy deficiente. ¡Qué
el Seráfico Padre desde la Gloria dé
alientos y esforzado ánimo a esos queri¬ dos hijos suyos que por modo tan terri¬ ble hanse visto precisados en los actua¬
les momentos a cambiar la vida sosega¬
da del claustro por la azarosa de la la
guerra!
La T. O. en un campo de concentra¬
ción.
León Niemak, militar francés prisione¬ ro, da cuenta en una correspondencia que publica «Revue Franciscaine», pág 185-46, de los progre.sos que hace la T. O. en el campo mihtar de concentración de Wainberg bei Zossen (Alemania).
El número de soldados prisioneros afiliados a la T. O., es ya muy numero¬ so. En 8 de Diciembre, en la función terciaria allí celebrada, hubo una profe¬ sión y treinta vesticiones de habito.
Los militares terciarios cuentan con
su Círculo, en donde suelen rezar juntos el Rosario y los Padre-nuestros de Ofi¬
cio
También hay establecida la Asocia¬
ción de San Pascual, destinada a que
sus miembros hagan juntos la Comunión
los viernes de cada semana, hasta el día
en que recobren su libertad.

Sacrilego castigado
Le Bachir^ periódico de Beirut, redac tado en árabe, publicaba hace algún tiempo el siguiente hecho, ocurrido en
una aldea del Líbano.
«Un domingo, a media noche, trató un jóven, qne se había quedado escondi¬ do en la iglesia, de robar los vasos sa¬ grados; más al tratar de abrir el Sagra¬

rio, sintió una fuerza invisible que le re‘ chazaba yendo a caer a los pies del al* tar, mientras las campanas empezaban a repicar, atrayendo así a los fieles, quienes al encontrar la puerta cerrada, tuvieron que forzarla, y al entrar vieron al sacri¬ lego ladrón revolcándose en el suelo y profiriendo gritos incoherentes, podien¬ do sólo contestar por señas a las pregun-

El Heraldo de Cristo

165

tas que se le hicieron, pues se había que¬ dado mudo y ciego».
Este hecho extraordinario produjo hondísima impresión en todos los habitante=^ que no pudieron menos de ver
en todo ello la mano de Dios, que a ve¬
ces, aun en este mundo, castiga a los sa¬ crilegos.
Contra la pornografía
La Juventud Católica Italiana, en una reunión magna que ha celebrado, ha acordado combatir por todos los medios la plaga de libros, postales, espectáculos, cines y revistas contrarias a la moral, pues son germen de todos los vicios y atraen el azote de Dios siempre y más
en estos momentos de guerra.
Aplaudimos muy sinceramente el no¬ bilísimo acuerdo de la Juventud Católi¬ ca Italiana y anhelamos ardientemente que a ello dirijan sus energías todas las Juventudes Católicas y demás Asocia¬ ciones religiosas de España. Que tam¬ bién aquí urge atajar por todos los me¬ dios la pornografía que con sus miasmas deletéreos está cegando eficaz y horro¬
rosamente las mismas fuente) de la vida.
No parece sino que la acmal sociedad sólo aspira a alcanzar los días del nefan¬ do paganismo.
Cruzada de la prensa
A los católicos de acción, a los Cen¬ tros de Propaganda y a las asociaciones
locales de Buena Prensa conviene cono¬
cer los múltiples servicios que para la acción propagandista ofrece el Centro
«Ora et Labora».
En el presente verano, y siguiendo la
tradición de años anteriores, se ha cons¬ tituido en dicho Centro una Comisión
permanente que tiene, entre otros mu¬ chos los siguientes fines: H Enviar gratuitamente instrucciones e impresos para hacer propaganda a todo sacerdote, seminarista, o seglar que los pida.
Facilitar Reglamentos, material’y mo¬ delos para la [fundación, reorganización

o funcionamiento de Centros de la Aso¬
ciación Nacional de la Buena Prensa,
Diocesanos o locales, de sacerdotes, se¬
minaristas, congregaciones, etc., así co mo todo lo referente a la Liga de Ora¬ ciones, Cofradía de Legio7iarios, Tesoro de la Buena Prensa y Agencia Católica de Información ^Prensa Asociadas.
Proporcionar, a precio de coste gene¬ ralmente, todo género de material de propaganda de la Buena Prensa, en pro¬ digiosa variedad de hojas, folletos, H' bros, publicaciones periódicas, etc.
Hemos recibido varios anuncios de
este material de propaganda y lo reco¬
mendamos encarecidamente a nuestros
lectores. La correspondencia debe diri¬ girse al Sr. Director de « Ora et Labora^ Seminario de Sevilla, teniendo presente que para obtener las primeras instruc¬ ciones de propaganda, que se reciben gratuitamente, basta enviar a la direc¬ ción antedicha una tarjeta de visita con las señas completas del domicilio y esta sola palabra: Propagandista.
Vlll Certamen Periodístico
Hemos recibido el Programa del VIH
Certame7i Periodístico <iOra et Laborasi.
Comprende cuarenta temas variadísi¬ mos, divididos en les siguientes Seccio¬ nes: Especial, Periodística, Catequística, Literaria, Científica, Social y Práctica,
El plazo de presentación de los traba¬ jos termina el último día de Septiembre.
Los seminaristas que deseen tomar parte en este Certamen obtendrán un ejemplar del programa, pidiéndolo al
Director de «Ora et Labora», Seminario de Sevilla.
Sacerdotes belgas condecorados
Según leemos en la prensa, no ha mucho que dos Capellanes militares del ejército belga, Marne y Bourde, han sido
condecorados con la Cruz de Guerra,
por haber dado generosamente y con omnímoda espontaneidad su sangre pa¬ ra la trasfusión a dos heridos. ¡Sólo el Evangelio de Jesús puede inspirar actos
de tanta heroicidad!

i66

El Heraldo de Cristo

Necrología
Palma.—Día 23 del mes pasaJo fa lleció víctima de larga enfermedad que
venía sufriendo con inalterable resigna¬ ción, la piadosa y fervorosa Terciaria doña Mónica Egúsquiza Echevarria, es¬ posa del conocido electricista D, Brau¬ lio González, a cuya familia enviamos la sincera expresión de nuestro senti¬ miento, al mismo tiempo que suplicamos a nuestros lectores una oración por el
alma d : la finada.
Pelanig.—Día 14 en S’Hoita expiró
plácidamente en el Señor, la religiosa franciscana Sor Rosa Rigo, a los 80 años de edad. Por más de 24 años fué Supe¬ riora de aquella casa, de cuyo cargo obligaron a librarla hace tres años los penosos achaques que sufría. Descanse
en paz.
Campos. —Día 13 de Mayo murió a la edad de 83 años la ejemplar terciaria doña Antonia Oliver, después de pedir
ella misma con mucho insistencia los úl¬
timos sacramentos.
Santanyí.—El 27 de julio, después de
penosa enfermedad, sufrida con santa resignación, falleció en Las Salinas, de este término, el maestro jubilado Don Jaime Burguera Burguera, ejemplar ca¬ tólico y fervoroso hijo de la Orden Ter¬ cera de cuyo discretorio era actual¬
mente ministro.
La numerosa asistencia de todas las
clases sociales a su funeral, fué una ver¬
dadera prueba de las simpatías de que gozaba el finado.
Reciba su atribulada familia, en espe¬
cial su esposa D.^ Margarita Roselló, la expresión de nuestro más sentido pé¬
same.
Se suplica a todos los terciarios y lec¬
tores de esta revista, tengan presente en
sus oraciones el alma de este hermano
nuestro fallecido.

Bibliografía
I^itual de las religiosas.—Complemen¬
to de La religiosa en coro^ compuesto por el reve¬ rendo P. Fr. Antonio de la C. Jardí, O. F. M.
Con la publicación de esta obra ha satisfecho el P. Jardí una manifiesta necesidad en que se en-^ contraban todas las\_religiosas en general, a causa de las reformas introducidas por el Sumo Pontífice de feliz memoria Pío X, en el Ritual Romano, y muy especialmente por las variaciones en la legis¬ lación sabre confesores de Religiosas, administra¬ ción de Sacramentos a las mismas, etc.
Todas y cada una de las religiosas debieran te¬ nerlo a la mano en las funciones litúrgicas de sus Institutos para desvanecer las muchas dudas que continuamente se presentan.
Para dar mejor a conocer la importancia de esta obra, basta decir que toca todos los puntos que puedan interesar a las religiosas de votos simples y de votos solemnes. Consta de cuatro partes:
La primera comprende !a vestición y profesión simple y solemne de las Monjas, especialmente franciscanas, como Clarisas, Concepcionistas, Isa¬ beles etc., etc.; vestición y profesión temporal y perpetua en los Institutos de votos simples; reno¬ vación de la profesión y bodas de oro para todas, Monjas y Hermanas. I.a segunda abarca la admi¬ nistración de Sacramentos y Sacramentales a las Monjas y Hermanas, su entierro y Oficio de Difun¬ tos con notas aclaratorias muy importantes para los Confesores y Capellanes. La tercera trata de la Visita canónica en los Monasterios y en las casas de los Institutos; de las elecciones de Abadesa, Oficialas y Superiora General; modo de recibir a
los Prelados etc. En la cuarta se tocan varias cos¬
tumbres y funciones que se practican en los Mo¬ nasterios y en los Institutos.
Forma un hermoso volumen de l8 1/2 por 13
centímetros, de XVI —360 pág. Fia sido esmerada"
mente impreso en la Tipografia Franciscana d® Vich y se vende al módico precio de 3 pesetas’ elegantemente encuadernado en tela; y a 3*50 en
media pasta.
De venta en la Administración de cRevista
Franciscana». (Barcelona) ViCH.

A. E. R. I. P.

SAüVEmOS A liOS JÓVEflES

Es muy consolador el movimiento que
se nota por todas partes y en especial en Palma, a favor de las Congreg-aciones Católicas para jóvenes.
Entre estas se alza vig·orosa y pujante
nuestra Juventud Seráfica, y sus nobles ideales llenos de entusiasmo y simpatia llegfan sin duda a lo más íntimo del co¬ razón de nuestros amigos.
Tenemos el convenciminto de que
nuestra Juventud está llamada a hacer inmenso bien a medida que vaya desen¬ trañando sus estatutos y llevándolos a la
práctica. Es innegable que los jóvenes, así es¬
tudiantes como obreros, viven en un am¬ biente nocivo para sus creencias y mu¬ cho más para sus prácticas religiosas.
Apenas se entra en la escuela o en el taller tiene el jóven que luchar con el vicio que intenta corromper su corazón
y con los errores que continuamente le repiten incrédulos pr/)fesores y perver¬
sos compañeros. ¿Cómo salvarle de un
naufragio casi seguro? Es indispensable una gran obra de
preservación; es preciso ofrecerles me¬ dios y ayuda para sostener tan terribles luchas. Este es el fín que ha hecho sur¬
gir los centros juveniles, y en particular nuestra Asociación; para que la juven¬ tud se ejercite en el estudio de la reli¬ gión; haciendo circular por sus manos libros y periódicos de cultura religiosa, y para que, dando de mano al respeto humano, sepa defender con brío sus
convicciones católicas.

Ya sé que además de esa sólida edu¬ cación religiosa debemos ofrecer a los jóvenes, medios de proporcionarse ho¬ nesto solaz, a fín de apartarles de tantos
centros en que con venenoso cebo se Ies lleva a la perdición.
Yo quisiera que así como en otro tiem¬
po iban los pobres a buscar la sopa a la puerta de los conventos, así vinieran to¬ dos Ies jóvenes a buscar en nuestra Ju¬ ventud un refugio contra tantos escollos que hacen peligrar la salvación de su al¬ ma, y al mismo tiempo honestos y salu¬ dables recreos, con descanso de sus fa¬
milias.
A estas me dirijo principalmente, por¬ que hay todavía muchos padres, que de¬ jan a sus hijos frecuentar toda clase de centros, cuando pudieran mandarlos a
engrosar las filas de las asociaciones ju¬ veniles católicas, como la nuestra, que
crece bajo la protección del gran Padre
S. Francisco y bajo la custodia de sus hijos los Padres Franciscanos.
Quiero terminar con un ruego a las
personas caritativas, especialmente a
nuestros hermanos Terciarios de toda
clase y condición. Para cumplir bien
nuestra misión necesitamos vuestra coo¬
peración y vuestro óbolo. Nuestros re¬ cursos no Ilogan a donde nuestra volun¬ tad. Espero no han de faltar los vuestros para el bien de la juventud, esperanza del porvenir.
F. P.

26

Juventud Seráfica

Una página de las “Florecitas,,

El Seráfico Padre S. Francisco, des¬
pués que hubo recibido del Conde Or¬ lando el monte Alvernia, decidió estable¬
cer allí su morada con tres de sus fieles
compañeros: Fr. Maseo de Marignano,
Fr. Angel de Rieti y Fr. León a quien
llamaba el Santo Patriarca ovejita de Dios, y a quien amaba tiernamente por su grandísima sencillez y pureza.
La noche anterior a la subida al mon¬
te, S. Francisco con los tres religiosos
pernoctó en una vieja y abandonada igle¬
sia. Mientras sus tres compañeros repo¬ saban, el Seráfico Padre púsose en ora¬ ción, luchando toda la noche con una
turba de feroces demonios que se le
aparecieron para molestarle y distraerle de la oración. Mas, para que vale todo el poder del infierno, si está con noso¬ tros el poder de Dios? A pesar de todas las amenazas y de todos los maltratos del demonio que lo arrastraba ora a una
parle, ora a otra, Francisco continuó tran¬
quilo su oración. A la mañana, cuando fué ora de subir
al monte, notaron los tres compañeros la
gran debilidad del santo Padre por las luchas sostenidas durante la noche, y considerando que no podía emprender el viaje a pié, le buscaron una cabalga¬
dura.
Un pobre villano, a quien se la pidie¬ ron por caridad, sabido que se trataba de Fray Francisco del cual tan grandes cosas se decían, muy de buen grado se la cedió; con suma devoción y reveren¬ cia le hizo montar sobre ella, y fué su¬ biendo con ellos el áspero monte.
Por el camino preguntó aquel rústico a S. Francisco: Dime, eres tú Fray Fran¬ cisco de Asís?—-Respondióle el Santo
que sí.—Procura, pues, continuó aquel hombre, ser tan bueno como tienes fama
de serlo, porque muchos tienen gran fe
en tí, y por eso te encargo que no de¬ fraudes las esperanzas de tus devotos.
Oyendo esto S. Francisco no se des¬

deñó de ser avisado por un villano ni
dijo dentro de sí mismo: que grosero o indiscreto es este hombre que me avisa, como dirían muchos orgullosos, sino que al instante echóse a tierra y arrodillándo¬ se ante él le besó los piés, y le dió hu¬ mildes gracias por haberse dignado avi¬
sarle caritativamente.
Cuan provechosas enseñanzas se des¬ prenden, para todos, de esta hermosa página de la vida de nuestro crucificado
Patriarca!
También de nosotros, jóvenes alista¬ dos en su milicia, tiene la gente derecho a esperar grandes cosas. Tenemos bri¬ llantes y sublimes ejemplos que imitar de los héroes que nos han precedido;
tenemos asimismo una sencilla norma de
vida cristiana en la Regla de la Orden Tercera. El reglamento de nuestra Ju¬
ventud nos ofrece ancho campo para
trabajar, no sólo por nuestra perfección, sino además por el bien de la Iglesia y de nuestros prójimos.
Procuremos pues no defraudar las es¬ peranzas en nosotros con razón fundadas.
La preciada librea de Francisco que honra nuestro pecho, debe honrar tam¬
bién nuestras acciones todas.
Seamos ejemplares en nuestra conduc¬ ta, a fin de que nadie pueda reprochar¬ nos la falta de cumplimiento de ninguna de nuestras obligaciones ni en el orden
moral ni en el social, ni hasta en nues¬
tros quehaceres materiales; al contrario, esforcémonos para reducir a los extra¬ viados al recto sendero y a la práctica de nuestra santa religión.
El pertenecer a la Juventud Seráfica, el ser hijos de Francisco de Asís, ha de ser prenda de virtud y de buen ejemplo.
Atended, amados jóvenes los avisos y consejos que, guiado tan solamente por la caridad que debe ser condición esen¬ cial de nuestro carácter, os da el último
de vuestros compañeros,
Fernando.

Juventud Seráfica

27

-LA t£

A iOp

La vida es un sueño, escribió Calde¬
rón de la Barca, y sueñan verdadera¬ mente los que, enredados por las pasio¬
nes y sentados en la noche tenebrosa del error e ilusoria del placer admiran palacios que jamás existieron y aman
cosas y personas cuya belleza nunca de¬ jará de ser posible.
No así los que iluminados por la fé;
dieron éstos a todas las cosas el valor que
tenían, no fijando el término de sus aspi¬ raciones en lo que es medio para llegar a la feliz consecución del único y verda¬
dero fin.
Los santos, a semejanza de los crista¬ les, iluminados por Cristo, que es luz inextinguible, lucen perpetuamente.
No cabe duda que así se cumple con nuestro Bto. Ramón Lull que a través de seis siglos ilumina todavía con luz tan meridiana y refulgente.
Tudos los actos celebrados durante

este glorioso centenario, en todos los cuales han campeado por manera admi¬ rable lo sublime y lo grandioso, demues¬ tran palpariamente que la luz de este coloso llegó a nosotros resplandecien¬ te y vigorosa.
Ello es consecuencia de aquel cam¬ bio que experimentó cuando atraído por la hermosura que pasa y fenece, con¬ templa en la cruz a la luz eterna que amorosamente le invitaba a seguirle. '
Iluminó con su ciencia y santidad ex¬ traordinaria e ilumina y calienta después de seis siglos a todos sus compatricios y
terciarios de S. Francisco entre cuyos
hijos se cuenta. ¡Reposa, héroe, entre nosotros y seña¬
la a tus hermanos la ruta y el camino que conduce al palacio donde no se sueña y a la vida que siempre dura!
Leugim.

SOBRE MONUMENTOS

I
Merece un detenido estudio el carác¬
ter del pueblo mallorquín, con respecto a la manera pasiva como concibe la erección de monumentos, que sirvan para exaltar y dignificar públicamente a los varones preclaros entre nosotros naci¬ dos. La experiencia viene demostrando,
que apenas se saca a colación algún pro¬ yecto, cuando como por encanto, queda rodeado de tales dificultades su ejecu¬ ción que parece no hay tregua para que sea viable, cuando no se conjura, para malograr todas las ideas y concepciones.
No es el cronista de los que quieran usar el bisturí de la crítica para hacer la
disección a todo cuanto en ramo tan es-
tenso pueda decirse, ni mucho menos le mueve el deseo de romper lanzas en po¬

lémicas y discusiones, que al fin y a la postre, a nada -han de conducir. Sola¬
mente le anima el deseo de terciar en
tan manoseado asunto, para exponer su
modesta opinión dando cumplimiento al deber de ciudadanía que le corresponde, al mismo tiempo que prestar calor y vi¬ da al alto concepto que de la patria tiene formado, ya que a su sombra fué
arrullado por sus mayores.
Es tan común el tropezar en Palma con
quien lamente el estado atrofiado de esta
rama artística, como es cosa corriente el
que todo el peso del argumento haya de gravitar sobre la poca iniciativa, el men¬ guado esfuerzo y hasta sobre el notorio raquitismo con que parece usarse la pa¬
labra «monumento» como si fuera apro¬
pósito para escatimar a los genios el tri-

28

Juventud Seráfica

buto que públicamente se merecen— cosa la más contraria a la razón—ya que ellos, ante la faz de todos llenaron de
gloria sus blasones. Apenas se deja el patrio suelo, cuando
por calles y plazas se admiran tributos y
homenajes a varones, no ya de todo el orbe conocidos, sino de-sólo fama regio¬ nal, hasta el extremo de poder decirse que ya se llegó al abuso del monumento,
pues no son pocas las veces que parece
que primero se alzó un pedestal, para después buscar su personaje. De esta manera de obrar a la nuestra, media un
abismo.
Fuera disculpa tal apatía, si se hubiera
de buscar el concurso de un candil para
hallar en las brillantes páginas de nues¬ tra historia, varones de destilada virtud,
personajes de belicosa fama, o seres de inteligencia clarísima, esparcedores del
rocío civilizador. Sólo así, careciendo de
ellos, fuera lógica nuestra manera de pensar. Mas ¿por ventura estamos en tal caso? ¿No hay en cada hornacina de
nuestros pretéritos siglos, no uno, sino múltiples personajes dignos todos del afecto patriótico que les profesamos, y cubiertos los más por los laureles de la augusta fama?
De consiguiente ¿no es vergonzoso, para una ciudad como la nuestra, que los atesora de fama planetaria, de gloria imperecedera, de mérito indiscutible, el no tener dedicada ni una piedra en pú¬ blico sitio, que al menos sirva de aliento
a esta juventud moderna que camina an¬ siosa por las calzadas de la vida, en bus¬ ca de ideales en do posar sus anhelos y esperanzas?
Triste es el tener que confesarlo, mas

nosotros, los isleños somos así. No> sé si
hay que culpar de ello a la calma apaci¬ ble en que siempre rebosan nuestros pe¬ chos, o del poco afecto que profesamos
a nuestros hermanos ilustres. Creo que
algo de ambas cosas hay; mas lo cierto y positivo es que nadie da la más peque¬ ña muestra de vitalidad para conseguir
la erección de monumentos, aunque to¬ dos sabemos lamentarlo. Nos damos por
satisfechos con tal que nos dejen tran¬ quilos y sosegados y sin molestia ninguna pasar los años de nuestra vida semi-adormecidos o aletargados. Nuestros entu¬ siasmos caminan paralelos con los arran¬ ques de los fuegos de artificio. Desbor¬ damientos vivos y multicolores en forma rápida. Después, ya se sabe lo que de ellos queda: el esqueleto de su estructu¬ ra y densa humareda que por momentos se disipa.
Nosotros, a pesar de todo somos opti¬ mistas, y de ello nos congratulamos. Lo que creeemos falta en nuestra ciudad de Palma, es el brazo potente que mueva la palanca, el ser que se vea con robustez propia, para sostener sobre su espalda el peso, no de su contribución pecunia¬ ria, que esto es lo de menos, sino el tra¬ bajo constante, la labor de abeja, la gota de agua que orada la peña para formar el tejido de la organización perfecta, de la dirección sensata y en especial de la educación del ambiente público no ave¬
zado a tales demostraciones de cultura.
Por ahí se debería empezar la obra; por este hilo, parécenos que podría sacarse
el ovillo consecuente.
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