El Heraldo de Cristo 1913, n. 58
Cultos en nuestra iglesia de San Francisco de Paima durante e’ ir.es de Diciembre

Cuarenta horas y fiesta de la Purísima»

I

Ii

,11,

Empezarán las Cuarenta horas el
viernes á a 12. La exposición será

a las 7, a las o tercia y Misa mayor. Por la tarde a las 4 actos de coro rezo de la corona y ejercicio de¬

dicado a la Inmaculada.

La fiesta será el domingo día i4. Por la mañana s las ío Tercia y Misa mayor solemne en la que predicará el Rdo. P. Antonio Tomás délos SS. CC. Se cantará por nxitstrA Schola Cantortun la misa

a tres veces oel Maestro Perosi; terminada esta se dará \\2l B.^ndiiiSn Papal. Por la tarde después de los actos de coro se hará el ejerció dedicado a la Inmaculada, se cantará ¡a coronilla de las doce estrellas y se hará la reserva precedida de solemne procesión y Te-Deum.

Novena de Befen•- Empezará el martes día 16 y se hará a las cinco y media durante una
• misa con meditación y a las once y cuarto con exposición del SS.

Cuarenta-horas en honor del Misterio de Belén.— Empezarán día 15

I

.

—

por la tarde. A las

5 exposición, actos de coro y ejercicio dedicado al Misterio de Belén. En los tres f ías consecutivos la

exposición será a las 7, y a las i o tercia y Misa mayor. Por la tarde a las 4, actos de coro, rezo de la eof

roña y ejercicio dedicado al Misterio de Belén con intermedios de hermosos villancicos.

Día 26, segundo de las cuarenta-horas, a la misa muyor habrá sermón.

Cuarto domingo.
* —

cuarenta-horas. Por la mañana a las siete y
media misa de comunión general para los terciarios. Por la tarde a las

seis tendrá lugar la reunión mensual.

Indulg^ encias

n/enarias.

^

-

-

—

condiciones ordinarias pueden ganar los terciarios
indulgencia plenaria los días siguientes de este mes:

Uia b La Inmaculada Concepción, Pairona de toda la Orden Seráfica, indulgencia plenaria y absolu¬

ción general.—12, Invención del Cuerpo de N. P, San Francisco.—14, S. Josafat. — 29, Octava de la In

maculada.—25, La Navidad de N. Sr. Jesu„ .sto, absoluciún general.

SUMARIO. - La Inmaculada.—Documentos Espirituales. Ah! si V. csmulgase ca¬ da día, -El IV centeuario de la muerte del P. Jeremías Lambertenghi. [Qui¬ nes coses!.—Pao de S. Antonio. - Crónica franciscana.—Necrología.—Biblio¬
grafía.—Importantísimo—Indice.

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''

QensuflL
foKiito y prapapcioo 1 la Ordí» Tarcara ía S, Fraacisco de Isis j deiiaa aíras fraociseaaas

Año V

Palma i.° Diciembre de 1913

N ÚM. 5 8

i.a inmaculada
María es sin duda la criatura más per¬
fecta y agraciada que ha salido de las manos de Dios. Muchas hijas de Sión
han acumulado en sí tesoros de gracias bendiciones, es decir, muchas almas
an sido amadas y favorecidas de Dios; pero Tú, oh María, Tú sola has superado a todas, por que has sido particularmen¬ te amada y favorecida por Dios que es tu Padre, tu Hijo y tu Esposo.
En la mente del Padre Creador esta¬
bas Tu, Hija predilecta, llena de gracia y de verdad, porque debías ser en lo posible semejante al Hijo unigénito del mismo Padre, lleno también de gracia y de verdad, que sería en el tiempo tu mismo Hijo.
Debías ser también en lo posible se¬ mejante al Padre que es fuente de toda santidad y hermosura, porque la mayor gloria del padre es que sus hijos sean semejantes a él.
¡Hija predilecta de tal Padre, hecha en todo lo posible a su imagen y semejenza! No, no pudo alcanzarte la maldi¬ ción lanzada contra la raza prevaricadora porque Tú eras demasiado amada para

ser maldecida; eras demasiado amada
para ser despojada de todas tus gracias y privilegios; eras demasiado amada para que de Hija pasases a ser enemiga.
Por consiguiente, no alcanzándote la maldición, no te alcanzó tampoco la cul¬ pa; por singular privilegio fuiste de ella preservada.
El Hijo eterno te escogía para que fueses su Madre en el tiempo... No se escoge una cosa inmunda... Mucho me¬ nos una persona inmunda... Mucho me¬ nos para madre por su propio hijo... y por tal Hijo! Por este Hijo en quien es¬
tán encerrados todos los tesoros de la
sabiduría del Padre, porque es la misma
Sabiduría increada.
Si estos tesoros no te enriquecían a Tí, no nos hubieran enriquecido tampoco a nosotros que por tu medio recibimos
la vida y la gracia. Pero Tú eres particu¬
larmente llena de gracia... La Sabiduría edificó para sí una casa
y la embelleció con toda clase de ador¬ nos; esta casa eres Tú, oh María, morada
del Verbo eterno adornada con toda
clase de gracias y virtudes. Esta casa no podía jamás ser morada de la infernal serpiente...
El amor era el encargado de labrar tu

2o6

El Heraldo de Cristo

ser preciosísimo, no como se labra una piedra preciosa, no como se corrig-e y transforma con paciente labor a una per¬ sona amada, sino como un Rey amantísimo y riquísimo dotaría y... formaría, si le fuere posible, antes de nacer, a la que
debía ser su dulcísima esposa.
Lo que es imposible en la tierra es
una hermosa realidad en el cielo. El Es¬
píritu Santo que es Amor ha embellecido y divinizado admirablemente a su cara Esposa, y no ha permitido que en ella
hubiese la más mínima mancha. Toda
eres hermosa, amiga mia, y en Tí no hay mancha alguna.
El Amor infinito no debía hallar jamás obstáculo a la perfecta comunicación con su Amada, debía remover todos los obstáculos que pudieran oponerse a esta inefable unión, y descender a Ella e ilu¬ minarla y abrasarla y consumirla en sus
ardores.
*
**
Este ha sido el sentir del pueblo cris¬ tiano respecto de María. Todos los siglos
la han adorado como la vió el Profeta de
Patmos, vestida del sol de Justicia, Cristo Jesús, y habrían creído inferirle una gran¬ de injuria, admitiendo en ella la mancha del pecado original. Pero ninguna heregía se levantó contra esta piadosa creen¬ cia, y así no fué particularmente defen¬ dida ni difusamente expuesta por los Padres y Doctores de la Iglesia. Tal heregía no habría podido prosperar, no habría tenido secuaces. Solo algunas escuelas de la Edad media, o mejor di¬ cho algunos doctores escolásticos se
mostraron decididamente adversarios.
Otras escuelas y otros doctores se
aprestaron a defender la piadosa creen¬
cia y reportaron señalada y gloriosísima
victoria. La escuela franciscana se dis¬
tinguió entre todas y se enorgullece con motivo de haber sido la primera en el combate, y en la victoria.
El año 1297 abría su escuela en la
Universidad de París un franciscano, in¬
glés de nación, el Beato Juan Duns Es¬ coto llegando a tener hasta treinta mil

discípulos a los cuales enseñaba expre¬ samente que María fué concebida sin pecado original. Los adversarios de la piadosa creencia no se resignaron al si¬ lencio, y la disputa acalorada llegó a ser general. El Papa hizo reunir en París los más célebres teólogos de aquel tiempo para que en pública asamblea discutie¬ sen esta doctrina, y envió tambián sus delegados para presidirla. El General de
los Franciscanos con data del 18 de No¬
viembre de 1304 mandó a Escoto que asistiese a la misma. En ella dió una
prueba tan grande de su ingenio, sus ra¬ zones fueron tan contundentes, su eru¬ dición tan sólida y vasta, su elocuencia tan persuasiva, su tesis tan clara que to¬
dos los adversarios se declararon venci¬
dos. La Sorbona celebró aquel mismo año la fiesta de la Inmaculada Concep¬ ción en la iglesia de los Franciscanos con la asistencia de los Legados Pontificios, predicando en ella un Doctor de la mis¬ ma Universidad, e hizo voto de defender
esta doctrina.
Per mucho tiempo se disputó sobre la conveniencia de que la Iglesia con su autoridad infalible declarase ser dogma de fé esta piadosa creencia, hasta que el
inmortal Pío IX el 7 de Diciembre de
1854 dió la tan suspirada Bula, enseñan¬ do ser doctrina revelada que María San¬ tísima fué concebida sin pecado original.
Duns Escoto que por la agudeza de su ingenio era llamado El Doctor sutil
recibió el sobre nombre de Doctor ma-
riano) y el santo Pío IX fué aclamado por todo el orbe El Pontífice de la Inmacu¬
lada.
Fr. A. R.

El

Heraldo

de

Cristo

InmaculdDEdSCOUeT.N—'lrSiunfo

2o8

El Heraldo de Cristo

Espirituales Documentos
VI
CContinuaciónJ
6. De que simiente.—7. De cuantos modos.
6.” La simiente de esta hermosa y
encantadora virtud, según lo dice el divino Maestro, es la palabra de Dios. Y por palabra de Dios se entiende to¬ do lo que de Dios procede y todo lo que directa o indirectamente a él con¬ duce; La palabra de Dios por excelen¬
cia es el Verbo eterno, el Verbo encar¬
nado, Jesucristo nuestro Dios y Señor, a quien su propio Padre sembró en la tierra de este mundo, y en nuestros
comulgase codo dio humanos corazones, para salud y re¬
medio de nuestras almas. Palabra de
Dios es, además, todo lo que va con¬ tenido en las Sagradas Escrituras, así del Antiguo como del Nuevo Testa¬ mento; todo lo que hizo y habló Jesu¬ cristo durante su vida mortal; todo lo que enseña y practica la santa Iglesia en su doctrina y en sus dogmas, en sus concilios y asambleas, en sus ca¬ tecismos y en sus pastorales exhorta¬
7.°ciones, ensusrúbricas yensuscere¬

mos algún libro devoto, cuando nos confesamos, cuando comulgamos,
cuando oímos la santa Misa, cuando
escuchamos al predicador, cuando re¬ cibimos buenos consejos, cuando asis¬ timos a las funciones religiosas, cuan¬ do presenciamos alguna desgracia o muerte repentina, y cuando, en una
u otra forma intervenimos en otra in¬ finidad de casos, sean o no a éstos
semejantes. ¿Qué efecto produce en nosotros esta palabra de Dios?... ¿Có¬ mo recibimos y abrigamos en nuestro corazón esta fecunda y abundante si¬
miente de la unidad cristiana?...
-tt- -¥lk—“í!í—-íí—^ ^
Ah! s! U.
—Estoy cansado, fastidiado, aburrido a más no poder... Que caprichosos y machacones sois los Curas!... Hace algu¬ nos años empezasteis los más beatos a obligar a las beatas a comulgar cada día bajo pena de pecado, no sé si mortal o venial, y después a predicar que conve¬ nía que todo el mundo las imitase, y después me cogisteis los niños, hacién¬

monias, en sus indulgencias y en sus doles comulgar antes del uso de razón

sacramentos, en su culto y en su es¬ y sin saber lo que hacen, y lo que es

plendor.

peor haciéndoles comulgar también cada

Sobre ser tan abundante esta día... cada día... esos diablillos que les

divina simiente de la piedad cristiana, manda V. a la escuela y se van a descol¬

es también ella de mil modos distin¬ gar nidos de donde el mismo diablo no

tos, misteriosos y ocultos, constante¬ sabría descolgarlos, y que son el tor¬

mente arrojada al campo de nuestro mento y la desesperación de sus padres

corazón, pasando por la vía de los sentidos o por las potencias racionales
de nuestra alma. Es tan continua esta
acción de la divina Providencia sobre

y maestros, y después de los niños los hombres, y hoy... hoy mismo, fiesta po¬ pular y religiosa del Patrono...
—Baje el tono, D. Paco, y deje de ba¬

nosotros, que no es posible señalar
siquiera un solo momento en el cual
deje Dios de sembrarla en cada uno de los que le conocen, le sirven y le aman. Resulta, pues, que esta fecun¬ da simiente de la palabra de Dios cae
en nuestros corazones, más o menos

rajar las beatas con la fiesta popular. —Pues, no señor, en el panegírico que
usted mismo habrá visto, digo, oido los
grandes despropósitos de ese Predi¬
cador que por otra parte me parece muy
instruido y elegante, y que creo llama¬
ría mucho la atención si no fuese tan

dispuestos para recibirla, cuando lee¬ exagerado.

El Heraldo de Cristo

209

La Sagrada Fcrms. (Eacorial.-Cuadro de Coello)

—D. Paco, D. Paco!!
—Pués si señor, estoy cierto que V. mismo que es un buen Sacerdote y un
buen Predicador.
—Gracias, D. Paco.
—V. que es muy ilustrado y hombre de criterio y experiencia.
—Muchas gracias, D. Paco., —P. José, no me interrumpa, cada vez me hecha un jarro de agua fria encima
del cuerpo.
—Eso queria yo, calmar a V. —Pero si yo estoy calmado solo quería decir que V. aunque sea fraile

franclsdaiió én SuS pañégírícos populares
seguramente trata otros auntos 'más...., más variodos, más atractivos, más ele¬
gantes V. ya me entiende. Pero ir a predicar en una fiesta.
—Popular.
—Pues, si señor, en una fiesta popu¬ lar, y aunque no lo fuese, ir a preten¬ der que nosotros, los hombres de ne¬
gocios, los hombres de mundo, los hom¬ bres que tenemos que alimentar a nues¬ tra familia con el sudor de nuestra frente, en una palabra que todos los hombres de cualquier clase y condición, vayan a

2IÒ

El Heraldo de Cristo

comulgar cada día, oiga bien, cada día, eso, eso es una verdadera exageración,
una solemne barbaridad.
—No tanto, D. Paco. —Cómo no tanto! Yo, por no hablar del vecino, tengo mi esposa y mis hi¬ jas que creo van a comulgar cada día,
y V. tal vez lo sabrá más que yo, y no tengo nada que decir, antes estoy muy satisfecho de ello por muchos motivos que V. comprenderá; pero tengo un hijo de nueve años, y hace ya una veintena lo de meses que me hicieron comulgar a disgusto mío, y se lo llevan a misa to¬ das las mañanas, y, lo dije a mi mujer no hace mucho, con el aire de iglesia que va tomando el muchacho juraría que lo hacen comulgar cada día.
—Así es D. Paco, y la culpa la ten¬
go yo.
—Lo sospechaba. —Pero dígame V.; se queja del mu¬
chacho?
—Que voy a quejarme, P. José, si es más vivo que una ardilla, y más bueno que el mismo pan.
—Es juicioso? Es aplicado? —Más que yo. Muchas veces lo digo
dentro de mí mismo; Si no fuese porque
vas a hacerte fraile, harías más carrera
que tu padre con lo que sabes, y las buenas cualidades que demuestras.
—Bravo, D. Paco! V. tiene un corazón
muy hermoso. —Un corazón de padre que ama a sus
hijos, y se desvela por su felicidad. —Así deberían ser todos los padres.
—Pero V. me entretiene, y no me
deja llegar al fin.
—De un sermón popular?
—P. José, V. se burla.
—Líbreme Dios. Yo calmo a V.
—Repito que estoy calmado y en mi cabal juicio; pero considero una aberra¬ ción y una temeridad inconcebible en ustedes esa pretensión que han aferrado de hacer comulgar todos los hombres!
todos los días!
—Una aberración, una temeridad! No
lo entiendo, D. Paco.

—V. no lo entiende porque no lo quiere entender, porque no le conviene
entenderlo.
—Expliqúese V.... Pero dígame ante todo. Es esta la primera vez, que V. ha oido predicar esas barbaridades.
—No por cierto. Le oí a V. predicar lo mismo y al Padre que dió los ejerci¬ cios a los Terciarios, y al Cura del pue¬
blo, y no sé a cuantos más.
—Y aún no se ha convencido con
tantos sermones?
—Convencido? Antes se me excitan
los nervios cuando oigo hablar de este asunto, y no escucho nada, porque Vdes. al tratar esta materia parece que quieren hacer pasar por herejes o cismáticos, o al menos por malos católicos a todos los que no se dan a comulgar cada día, cuando la Iglesia solo manda comulgar
una vez al año.
—Bajo penas gravísimas, D. Paco, Usted confunde el precepto con el con¬ sejo.
—Vdes. piensan atraer a muchos a la iglesia con estas predicaciones, y lo que harán será aburrir y apartar a muchos que no pueden o no quieren andar por
ese camino.
—D. Paco, de los que no pueden no se preocupe V. porque en cuanto puedan correrán a ía Iglesia, y no lo dude V., comulgarán cada día. Pero esos que no quieren, esos sordos que no quieren oir, que son los peores, esos sí que regularmente acabarán por apartar¬ se de Jesucristo, porque no en vanóse resiste a la gracia, y ya sabe V. que la higuera estéril fué mandada arrancar, para que no ocupase el terreno en balde.
—Luego nosotros, los que no quere¬ mos comulgar cada día somos sordos que no queremos oir, e higueras infruc¬
tuosas.
—Si Vds. no pertenecen a este núme¬
ro, dígame si son del número de los ca¬
tólicos fervorosos.
—P. José; yo me tengo por uno de los hombres más honrados y más católi¬ cos del pueblo, pertenezco a la cofradía

El tÍERALDO DE CrISTO

211

del Santísimo, soy terciario y no sé cuantas cosas más, rezo el rosario en fa¬ milia las noches que las ocupaciones me lo permiten, y voy al sermón muchos domingos y días festivos.
—Solo le falta una cosa, D. Paco.
—Cual?
—Cambiar de taberna.
—Pero,quéle importaaV., o qué mal me hace a mí pasar una o dos horas en el café para matar el tiempo con mis amigos y distraerme un poco? Quiere Cartuja? encerrarme en una
—No, D. Paco, solo pretendo que el gusto que V. halla en pasar algunas horas con sus amigos, lo busque y lo halle en hablar y comunicarse con Jesu¬
cristo.
—Ahora comprendo a donde va V. a parar; pero esto no es necesario; basta observar los mandamientos para sal¬
varse.
—Sí, basta observar los mandamien¬
tos para salvarse, D. Paco, mejor di¬ cho, si queremos salvarnos debemos ob¬ servar todos les mandamientos; lo cual
no es precisamente lo mismo. —Yo no veo diferencia ninguna. —De modo que le parece lo mismo
decir: basta no enfermar para no morir, o al menos morir lo más tarde posible; o decir: Si yo quiero conservar mi vida, debo procurar conservarme bueno y sano y no enfermar? No ve V. que el primer módo de hablar es propio de los que se creen inmortales en este mundo, y se ríen de las enfermedades y de la muerte, y se entregan a toda clase de excesos que acaban por llevarlos al sepulcro; y el segundo lenguaje es el de los que te¬ men verdaderamente a la muerte y a las enfermedades, aunque sea un simple
constipado, y por este motivo son orde¬ nados en sus costumbres y en su método de vida, y se atienen a las prescripcio¬
nes del médico?
—Tiene V. razón.
—Ahora aplique V. el cuento, y para que le haga más efecto yo mismo se lo aplicaré. Quiere V. ser del número de

los cristianos que dicen a todas horas:
me basta observar los mandamientos
para salvarme, y mientras así hablan, vi¬ ven una vida descuidada y a veces des¬ ordenada, poniendo en evidente peligro su propia salvación; o ser del número de los otros que piensan que para alcanzar
la vida eterna deben observar todos los
mandamientos y hacerse violencia por¬ que solo los que se la hacen logran la corona de la gloria?
—P. José, V. exagera las cosas. —No, la exageración viene después. Acaso no sabe V. que para observar to¬ dos los mandamientos de Dios y de la Iglesia, es necesaria una grande vigilan¬
cia sobre nuestro corazón y una cons¬
tante mortificación de las pasiones, y un espíritu de continua oración, y gracias eficaces para practicar las virtudes, y en
una palabra, que observar los manda¬ mientos quiere decir imitar a Cristo y
vivir la misma vida de Cristo?
—Algo de eso he oido predicar, pero a decir verdad, no entiendo mucho esas
teologías.
—Apuesto a V. diez contra uno que
su hijo de nueve años con su inocencia y sus comuniones eotidianas, y su aire de iglesia, como V. dice, que no es otra eosa que el efeeto de la gracia de Jesús en un tierno corazón; su hijo, repito, las en¬ tiende mejor que V. mismo.
—Es probable que si, le basta haber frecuentado tanto ía iglesia...
—Y la comunión. Señor mío.
—Y tal vez la comunión....! Pero, créa¬ me V. siento mucho que V. con esas co¬ muniones y esas teologías me tome mi hijo para hacerlo fraile.
—D. Paco, no diga más disperates! Yo no le quito a su hijo, yo solo le conduzeo a Jesucristo para que conserve
puro y hermoso su carazón, y lo preser¬ ve de la corrupción del mundo; y en cuanto al temor que V. abriga de que un hijo entre en religión, basta decir que de eSas tempranas aficiones, si es que
su hijo ha pensado alguna vez en eso, y aunque lo hubiese firmemente resuelto.

ài2

El Heraldo de Cristo

se debe decir lo mismo que de las pre¬
maturas flores de Enero....
—Es verdad, pero
—Y V. debería darme las gracias, y más que a mí debe darlas a Jesús que cada día alimenta y fortifica a los de su familia, porque, si lo medita V., verá que de aquella fuente mana la dicha y felici¬
dad en casa de V.
—¡Ps !
—A! D. Paco no lo dude y crea que
esta felicidad sería completa, en cuan¬ to es j. osíble en este mundo, si V. tam¬ bién comulgase cada día.
—Adiós, P. José, en casa me estarán esperando.
Adiós, amigo mío
Fr. José María
—»-■l -i. -»• ■» j i—

neral. Creyendo que será grato a los lec¬
tores de El Heraldo de Cristo conocer
los datos biográficos del siervo de Dios, damos aquí un brevísimo resumen de
su vida.
Nació en la ciudad de Como, ai la Lombardia hacia el año 1440 de padres muy nobles y ricos, como lo dice su mis¬ mo apellido Lambertenghi. Su padre era
senador, Desde su más tierna edad se
distinguió por su amor a la penitencia y su caridad con los pobres; y después de su profesión religiosa fue un acabado

El IV CDiiteimrio de la iiiaerte
del P. lereaiias lanilerteiiplii
de la Tercera Orden Regular de San Francisco

El día 25 de Marzo de 1513 moría en
la paz del Señor eu el Convento de Fo rlí en la Romagna un religioso de la
Tercera Orden Regular, venerado como
santo por sus virtudes y milagros, y por su austerísima penitencia, el P. Jeremías Lambertengbi. El cuarto centenario de su preciosa muerte se ha celebrado en
la catedral en donde reposa su cuerpo
incorrupto, con un solemne triduo pre¬ dicado por un canónigo de aquella igle¬
sia. En la Misa Pontifical del 26 de Oc
tubre el Sr. Obispo de la Diócesis tejió un hermoso panegírico de las virtudes del Beato, é hizo votos para que el culto del mismo sea pronto reconocido por la
Iglesia, pues al presente es sólo inme¬ morial, esto es, desde la muerte del Bea¬ to hasta el día de hoy. Asistió a estas solemnes fiestas en representación de nuestro Rdmo. P. General el Muy Reve¬
rendo P. Raniero Luconi Definidor Ge¬

El B. Jeremías Lambertenghi
modelo de observancia de la Regla y de
los votos, de oración y amor al retiro y sobre todo de modestia y mortificación. Después de haber vivido 15 años en el
Convento de S. Donato distante unos
tres kilómetros de su ciudad natal, fué
trasladado al de Montebello en la Pro¬ vincia de Pavía en donde redobló sus
austeridades y su oració. Se fabricó para su martirio una caja de madera del fon-

El Heraldo de Cristo

213

do de la cual sobresalían un centenar de
agudas puntas de hierro, y cuando los religiosos descansaban durante la noche,
él se iba a la selva en donde tenía oculta
dicha caja, y se tendía en ella por algu¬ nas horas. Sufrió con admirable igual¬ dad de ánimo graves calumnias que se levantaron contra él, y que después de reconocida su inocencia y santidad re¬ dundaron en grande honor suyo. Huyen¬ do de los honores marchó después de 15 años al Piratello, lugar vecino a Incola,
en donde a la sazón se estaba frabrican-
do la Iglesia y el Convento. Aunque era sacerdote empezó en seguida a trabajar como si fuera el último de los jornale¬ ros. Fué Vicario y después Prior de este Convento, y durante los años de su go¬ bierno se levantó la hermosa iglesia y convento de Ntra. Sra. del Piratello, la Protectora de la ciudad y Diócesis de
Incola. Se conservan dos libros de la
administración del Convento escritos de
mano del Beato. El año 1500 hizo una
peregrinación a Roma con otros dos re¬ ligiosos para ganar el Jubileo concedido por el Papa Alejandro VI. Partió a pié el 22 de Septiembre y llegó a Roma el 10 de Octubre, caminando por consi¬ guiente 18 días. A su vuelta visitó el
Santuario de Loreto. El año 1508 fué
destinado al Convento de Sta. María de
Valverde, vecino a Forlí, en calidad de Vicario. Anciano de 70 años no cejaba un punto de sus austeridades y cilicios, e iba humildemente a pedir la limosna por la ciudad. Yendo un día de puerta en puerta curó con su bendición una lla¬ ga gangrenosa que tenía una señora de la familia Dalí’ Aste, declarada incura¬ ble por los facultativos. Otra mujer que padecía gravísimos dolores en todo el cuerpo fué también curada instantánea¬ mente por el Beato. Murió el 25 de Mar¬ zo de 1513 a la edad de 73 años, y des¬ pués de su muerte Dios obró muchos milagros por intercesión de su Siervo.
X.

iQaines coses!
— jBon día tenga! D. Daniel. —]Bon dia madó Francina[ No vui que’m digueu don Daniel, som jove i
Daniel me basta.
—Bono, axí com vulga. ¿No sap per que venía?
—Si vos no m* ho deis...
—Idó venía...
Aquí la dona va tossí un poc, sensa gens de tossina, se retará una mica i va seguir:
venía per veure si vosté tendría
dobbés de demés.
—Poreu está segura, i ben segura de que no. Ve just tenir-ne abastament.
— Bé; ido lo que vo ía dir si en té de desenfeinats de manera que me ’n po¬ gués deixar uns cuants.
—Això ja es altre cosa, e-hu podrem veurer. Pero, ¿i com es això, madò Francina? Jo’m pensava que teníeu un capi-
talet.
—Sí, senyor, ell el tenim; pero ja sap lo que passa. Posarem sa botiga, i una criatura se veu fusa per tréuren senten¬
cia.
Sa mestressa des veinat me deu sa
farina de tofc 1’ any, que s’ en du de mitx quiutá en mitx quintá cada setmana; se seva cunyada fa dos dobbés de lo ma¬ teix; es sabaté de devora ca-nostra se 'n du a espera s’oli, s’ arròs i es fídeus, i sempre 'm diu que m’ ho pagará tot d’ una vegada, 1’ amo de devant se ’n du es sabó en gros, i no '1 me paga en gros ni a la menuda; amb aquella cosidora des nostro carré no ’m passats comptes desde el Ram de 1’ any passat i envía per tot cuant li fa falta; el sen Beruadí que amb s’ escusa de que es llegum que jo teñe es més cuitó que es seu, el se ’n du i diu que ja mos arreglarem, pero no mos arribam a arreglar; aquell altre, es ferrer, que ja té sa dona que está empagaida de venir i no pagar, i are envia
una nineta de deves deu anys, que
sempre seguit la teñe ma mure m ha dit

514

ÉL Heraldo de Cristo

SI ’m voleu donar això, o això altre i ella
ja vos pagará, pero a sa mare uo la veig blanca ni negra; D. fulano...
—Mirau que estau ben arreglada amb aqueixa parroqui vostra!
—Que vol dir si hi estic? D. fulano
que 'in fa un gran saludo i diu que no hi ha qui vengue com jo, i brevetje de qu’ es parroquiá meu de fa anys, pero també fa anys que no ha preguntat quin
conta tenía amb noltros.
I això sensa contar cincuanta menu-
dencies qui helen: a un vuit lliures de petrolio, a un altre quatre capses de mis¬ tos, a un altre cinc o sis mitjes lliures d’ arròs perque 1' havía de menester sensera i no mes havía pensat a prender dobbes per mitja, i coses per 1’ estil.
—Vaja una vergonya. Deu meu! — I uo ‘n diguem res de qui fan con¬ fiança amh la casa i a lo millor se’n ve¬ nen totes depressa i me diuen: Francina,
deixem tres reals aviat que passen es
jarret i are no tenc menuts; 0, madona, feis-me favor d’ una pesseta, perque som
sortida sensa fer contes d’anar a sa car-
necería o a plassa, i are ja que som aquí
hi arribaré...
I amb aqueixes escuses, es dobbés s’ escampen; pero no frissen de tornar.
Mado Francina callava i jo no sabia que dir-li; fins que després d’ un rato de silenci li vaig preguntar.
—I perque no los ho demanau, sobre tot an es que fa més temps?
— ¡Ah! D. Daniel! Se coneix que vosté no sap lo que es una botiga. Si los ho demanàs tampoc no 'm pagaríeu; lo que
farien seria deixar me a mí amb so sa-
caió, i anar se ’n a comprar a un altre
banda.
— ¡Ja hu val! I això es per abandono o perque volen. Jo no diré que no n’ hi haja sobre tot d’aqueis deutors més petits que hu fan perque no poren més; pero els altres, els qui m’ heu anome¬
nats des vostro carrer...
—Jo li diré, Don Daniel: per tot hi ha mal i se troben genits de tota casta.

Es sabaté, que li he dit que no 'm pa ga a mi, es cert que malgasta prou i no
fa tanta feina com hauria de fer, que
per molta que ’n fassa tendrá amb que. emplear es dobbés; pero també se troba arreu, arreu, amb parroquians que tenen ses sabates.esquiusades abans de teñir¬ les pagades, i amb parroquians que duen calsat de lujo perque ell 1’ e-hi ha fet, pero no perque 1’ e hi hagen pagat de cap casta. L’ homo hi posa sa feina i ses bestretes i. els altres fan es paper. Des ferrer no 'n parlem, si no vol perde sa parroqui que no demán es conta a nigú. I de sa cosidora li he de dir que té més esperes que dits a ses mans; ses parroquianes que li han fet cosir vestits nous, cuant es estada hora d’ adobar los
o arreglar los, los han duits a un altre perque estaven empagaides de no haverli pagat lo des primer pic. ¿Que li pareix?
Jo me feia creus de lo que ’m contava madò Francina, que es la pura veritat, i comprenia que no hi havia més remei que deixar-li es dobbés que ’m demanava i ajudar-li a du sa creu que li carregaren
els eltres amb sos seus desurdes i mal
maneitx.
Al mateix temps me venien an es cap una partida de consideracions.
Sa mestressa que no li paga sa íarina, té unes fies que vesteixen amb més lujo que ses senyores principals, i fan alarde d' alhajes, de vestits costosos, de camvis de moda i coses per 1’ estil: i perque tan enllestides es precís que les vegen, les troben a tots els passeis diumenge i dia
faner. L’amo de devant té un cavall i
un carretó, i tot lo dia el poreu veurer de son Mel·lo a son Catel·lò, sensa cui¬
dar se de res de lo seu i a 1’ entretant a
ca-seva tot va en grande, i desde es fii major a sa fia petita, tot hom es estufat a més no purer. El sen Bernadí no ’s mou de dins sa taverna. Don fulano, es criticat per coses de conducte i molts sospiten per ont li fugen es dobbés; i d’ ets altres no importa parlar-ne, tots te¬ nen el seu mal. I aquella partida de

El Heraldo üe Cristo

215

sangoneres de menos importancia, son unes malfaneres que deixen sa casa en banda, se feina sensa fer, i elles a esmolar-se sa llengo amb qualque veinada; pero no per això deixen d’ esser llepoles de primera i afectades de fer lluir es passadets de ses fies...
Axi va el mon! I ja’s veu qui hu pa¬ ga, mado Francina primer; i llavors en derrer terme... jo, jo mateix.
En haver de rebrer noticies dels inte
ressos de la familia de qualque al·lota casadora, 0 de qualque persona amb qui hageu de tractar, guardau-vos de tenir amb conta es lujo amb que vesteix i s’ estufera que du, demanau informes a ses botigues que les proveeixen de lo que han menester, o an es menestrals que les serveixen i vos ne donarán de
ben clares.
Guant un veu axó troba més oportu¬
na i més an es seu lloc de cada día
aquexa sensilia disposició de la Regla
dels Terciaris.
Els memhres de la Tercera Orde Jogint
d un rumbo massa costós tant en sa con¬
ducta^ com en so vestir^ observaran sa moderació que correspón a cada cual se¬ gons el seu estat.
Just per aquest cap ja faria la tercera orde un gran bé a sa sociedat si tots fos-
sen terciaris i terciaris observants.
I si no hu creis demanau-ho a madó
Francina.
Daniel.

Pan de 5. Hntonío

Mes de Noviembre

Cepillo de la iglesia de S. Francisco en Palma.

Limosnas recogidas . . . 225‘00

PoróOOKgs. de pan . . . 184’35

Repartido en metálico. .

35’00

Total repartido

219’35

Remanente

5'65

(Jróniea j^ranei^eana
I3SI TBItlOIR,
Muro.—Dia 13 de Octubre se celebró en
este pueblo una solemnísima fiesta dedicada
a N. S. P. S. Francisco.
La noche anterior solemnes Completas al¬
ternando el clero con el coro de señoritas y
demás jóvenes que lo componen. El domin¬ go, a las siete. Comunión general para los Terciarios, cantándolas jóvenesTerciarias, con mucho ajuste, el Himno eucarístico y los mo¬ tetes Ecce Panis y O Jesu mi, a dos voces. A las diez prima. Tercia y Misa mayor (de Angelis) en la que predicó el Rdo. P, Fibel de San Acisclo, Capuchino. Durante el ofertorio se cantó una escogida antífona al Santo Patriarca y después de la elevación
O salutaris., a dúo.
Por la tarde, después de Vísperas y Com¬ pletas, solemne procesión llevando los Ter¬ ciarios sus distintivos lo mismo que a la Co¬ munión. Organizada la procesión recorrió varias calles; la banda de música, que dirige D. Andrés Vallespir, acompañó con gran ajuste el expresado coro de jóvenes que can¬ taron con la finura que las caracteriza los himnos regionales Oh Sant dolcissim y Pel foc del amor diví, letra del Rdo. D. Miguel Gayá, Cura Párroco de esta villa, música del Sr. Massot, y el nacional Las huellas del Cau¬ dillo, repitiéndolo en la Iglesia, acompañado del órgano que con tanto acierto sabe pulsar el distinguido Rdo. D. Bernardo Cerdó. En esta procesión, por primera, vez ostentó la Tercera Orden su ric® y artístico pendón por las calles de Muro, cuya bendición tuvo lu¬ gar el 3 de Agosto, apadrinándole los jovennes Bernardo Lloret y Francisca Ana Ramis, hijos de las distinguidas y antiguas familias Lloret y Ramis.
El pendón, bordado por las Hermanas
Terciarias, há sido costeado de limosnas par¬
ticulares, recogidas por las mismas hermanas, mereciendo especial mención el M. Rdo. Don Antonio Deyá, Cura-Párroco que fué de este pueblo y actualmente de la parroquia de San Jaime y el Rdo. D. Gabriel Sastre, Director de la Hermandad, pues, además de sus des¬ velos y trabajos han demostrado con su ge¬ nerosidad el afecto que profesan a la Orden
Tercera.
El autor del dibujo de dicho pendón ha si-

2I6

El Heraldo de Cristo

do el renombrado y distinguido Sr. D. Faus¬
to Mofell.
De la belleza y mérito artístico del dibujo y bordado no hablaremos por haber teni¬ do ya nuestros lectores ocasión de apreciar¬
lo en Petra.
Nuestra enhorabuena al celoso Director y
fervorosas Hermanas que tanto trabajan pa¬
ra honrar a N. S. Padre; enhorabuena a los
jovencitos que apadrinaron el pendón, al coro y músicos que con sus voces y suaves
melodías solemnizan las fiestas de su Santo
Padre, a toda la Junta y, en general, a todos los Terciarios de Muro: que su fervor, que aumenta de cada día, llegue a constituir una de las primeras Hermandades de Mallorca, y que así como esta Isla se va poblando por todas partes de Terciarios, todos juntos un día nos veamos en el cielo engrosando las filas de la gran familia franciscana.
—El número de hombres y mujeres que el 14 del pasado Septiembre vistieron el hábita de San Francisco, después de animada y fervosa plática predicada por el P. Fr. Pedro J. Cerdá, es el siguiente: 6 hombres y 40 muje¬ res; y el domingo lo vistieron 1 hombre y 15 mujeres, profesando en dicho día 1 hermano y 6 hermanas.
—La Junta Directiva quedó constituida en la forma siguiente:
Discretorio de Hermanos
Director: Rdo. D. Gabriel Sastre, Pbro. Ministro: Rdo. D. Pablo Torrandell, Pbro.
Vice-Ministro: D. Juan Salamanca. Consejeros: D. Antonio Juliá, D. Francisco Malondra, D. Miguel Antich, D. Gabriel Antich, D. Gabriel Verd y D. Juan Picó. Secretario: D. José Cuart. Vice-Secretario: D. Mateo Llompart. Tesorero: D. Juan Marimón. Enfermeros: D. Jaime Perelló y D. Juan
Moranta.
Maestros de Novicios: D. Francisco Fus¬
ter y D. Juan Seguí.
Discretorio de Hermanas
Ministra: D.® Francisca Alomar.
Vice-Ministra: D.'" Francisca Campomar. Consejeras: D.“ Margarita Carpena, Doña Rosa Sancho, D.^* Juana Ana Serra, D.^ Ca¬ talina Carbonell, D.^ María Cerdó, D.“ Juana A. Serra, D.*" Juana A. Paula Palou, D.'* Jua¬ na Ana Serra, D.* Margarita Mulet, D.“ Mar¬ garita Busquets, D.“ Margarita Ramis y Do¬
ña Isabel Palou.

Secretaria: D.® Catalina Cerdó.
Vice-Secretaria: D.“ María Ign.® Tugorcs. Tesorera: D.® Agueda Vives. Enfermeras: D.“ María Aguiló y D.“ Juana
Ana Marimón.
Maestras de Novicias: D.® Esperanza Ra¬ mis y D.® Antonia Carbonell.
Montuiri.—El día 26 de Octubre, des¬ pués de haber ensayado los cánticos Fran¬
ciscanos durante una semana, se reunieron
los Terciarios en la parroquia, y a’las dos de la tarde se dirigieron al Santuario de La
Mare de Dea de la Bona Pau deseosos de
visitar la Venerable Imagen de la Virgen, a la que profesan tanta devoción los Montuirenses. Se cantaron los gozos de La Mare de Dea de la Bona Pau y un himno contra la blasfemia, y se rezó el Santo Rosario, y al llegar al Oratorio, se cantó la Salve y en se¬ guida nuestro celoso Párroco hizo breve plática animando a los Terciarios a aborre¬ cer la blasfemia y la inmoralidad y a trabajar por la Religión, y llenó de entusiasmo a los fieles, que eran muchísimos, pues se agrega¬ ron a los Terciarios, la Asociación de Hijas de María y la de Madres Cristianas, prece¬
didas de su estandarte.
Durante el regreso se rezó el Santo Rosa¬ rio, y en la Parroquia se Cantó la Letanía de todos los Santos como rogativa para impe¬ trar una lluvia saludable y copiosa, y se dió la bendición, quedando terminado el acto.
Fué una manifestación católica en la que
tomaron parte más de mil personas.
Puede estar satisfecho el Sr. Párroco de
ver como el pueblo correspondió a su invi¬ tación, y merecen la más cumplida enhora¬ buena todos los Sacerdotes de la parroquia por haber secundado al Sr. Párroco, y todos ios miembros de la Junta de Terciarios que tanto se afanaron por el buen éxito de la
manifestación.
Santanyí.—El día 12 del pasado Octu¬ bre los terciarios de este pueblo celebraron con gran fervor la fiesta de N. S. Padre. Pre¬ dicó las glorias del Santo el R. P. Francisco Fornés. Por la tarde, después del sermón,
recibieron el santo hábito 4 hermanos jóve¬ nes y 31 hermanas y fueron admitidas a la profesión 52 hermanas que habían cumpli¬
do el noviciado.
Que el seráfico Padre los bendiga a esos fervorosos Terciarios aislados y los congre¬ gue pronto en santa Hermandad.

El Heraldo de Cristo

217

Necrología

de cuantos le trataban, y al morir deja a sus hijos la fortuna conquistada con su trabajo, y el buen nombre adquirido con su vida rec¬ ta y ejemplar.

Inca.—En la madrugada del día l.° de Septiembre pasado falleció, víctima de un ataque cerebral, el hermano Terciario Don José Campins Seguí, a la edad de 65 años. Fué protector de nuestro Convento de Inca
y Terciario fervoroso, mereciendo formar parte del Discretorio de la Hermandad de Inca hasta poco tiempo antes de su muerte.
—A la avanzada edad de 76 años y des¬
pues de larga y penosa dolencia falleció el día 2 de Septiembre la terciaria D.® Fran¬ cisca Ana Llobera y Ferrer, madre del Re¬ verendo D. Juan Coli, Pbro. que fué rector de la iglesia de S. Francisco.
—Día 13 de Septiembre murió la Hermana Terciaria D.“ Margarita Ferrer Garau con¬ fortada con todos los auxilios espirituales y a
la edad de 67 años.
—También pasó a mejor vida la Herma¬ na D.® Francisca Ramis Ramis, a la edad de
76 años, y después de una enfermedad larga y penosa, sufrida con ejemplar resignación.
Su muerte ocurrió el día 21 de Septiem¬
bre.
—El mismo día 21 de Septiembre falleció el distinguido Sr. D. Juan Ribas Fluxá, Se¬ cretario del Juzgado de l.“ Instancia del par¬ tido de Inca. Desde tiempo atrás preparaba su ingreso en la V. Orden Tercera, y se ha¬ bía unido a los Terciarios en algunas mani¬ festaciones públicas, y cuando ya tenía fija¬ do el tiempo para vestir el Santo escapula¬ rio le sorprendió la enfermedad que le ha llevado al sepulcro.
Pero durante ella realizó así mismo su
propósito, y en la cama recibió el hábito
franciscano como honroso uniforme para
presentarse delante de Dios. Preparóse a mo¬ rir con edificante piedad, y se durmió tran¬ quilamente en el Señor, dejando a su familia toda y en particular a su Sra. esposa D.“ Ma¬
ría Monserrate Borrás, Ministra de la Her¬
mandad de Inca, el dulce consuelo de haber
muerto de un modo tan ejemplar y cristiano. —Día 3 de Octubre y después de una pe¬
nosa afección del corazón murió el fervoroso
terciario y conocido comerciante D. Miguel Aguiló Forteza, a la edad de 66 años. Toda su vida se mostró cristiano práctico y fué asistente asiduo a las sagradas funciones. Activo y honrado se captaba las simpatías

Sineu.—La Hermandad de este pueblo ha tenido una sensible pérdida con la muerte de su activa Maestra de novicias la joven
terciaria D.“ Catalina Alonso.
Pertenecía a la Tercera Orden desde el
año 1909, y en Diciembre de 1912 había sido elegida para el cargo de Maestra de novicias. Amaba mucho la Hermandad, y trabajaba activamente en todo lo que a ella se refería, esforzándose no poco para su difusión y buena organización. También tomó parte en el bordado del pendón, que recientemente se ha bendecido; pero tuvo que retirarse antes de terminado porque ya se inició la en¬
fermedad que ha acabado con su existencia, ala prematura edad de 26 años. Sinceramente piadosa, eraparticularmemte devota de recibir
la Santsima Eucaristía; y de Ella parecía reci¬ bir actividad y alegría que la hacían un valio¬ so elemento para toda empresa buena.—La
Hermandad que ha perdido sus servicios y
la familia que ha perdido su preciosa com¬ pañía, tendrán en cambio una intercesora en
el cielo.
Lloseta.—A la edad de 86 años falleció
el bondadoso terciario D. Bernardo Villa-
longa, esposo de D.** Bárbara Rosselló, Dis¬
creta de la Hermandad de Lloseta. Profesó
en la Orden el año 1884. Por los achaques de su avanzada edad tuvo que guardar cama
los últimos 6 meses de su vida, muriendo en
santa paz el día 6 de Octubre.
—También falleció la hermana terciaria
D.** Antonia Jaume madre de D.“ Anto¬ nia Ramón, Discreta de la expresada Her¬ mandad. Despues de purificarla con trece meses de parálisis, la llamó el Señor a sí el día 22 del pasado Septiembre.
Llorito.—Sor Petra Vidal y Bonet natu¬ ral de Santanyí falleció en Llorito día 17 del Octubre pasado, despues de recibidos los
santos Sacramentos a la edad de 73 años
habiendo vivido 52 en la Congregación de
las HH. de la Misericordia, Terciarias de
S. Francisco. Residió en Llorito por espacio de 42 años ejerciendo el cargo de Superiora.
Fué religiosa de ejemplar vida, pues, po¬ seía todas las virtudes en alto guado, sobre¬
saliendo en la caridad, obediencia, hunaildad

2I8

El Heraldo de Cristo

y mucha prudencia. Era muy amada de toda la gente que trató, con quienes ejerció mu¬ chos actos de caridad y todos decían era una santa; y las hermanas que con ella vi¬ vían, dicen tenia un corazón de oro, y de su boca salían palabras tan dulces como la miel.
Costitx.—Día 7 del actual, a las tres de
la madrugada, falleció en esta villa, confor¬ tada con los Santos Sacramentos, la virtuosa
Sra. D.® María Margarita Nebot, natural de
Artá.
Hacía unos quince años que pasó a este pacífico pueblo donde ha vivido apartada de los placeres del mundo y extraña a todo lo que no fuera para la gloria de Dios.
Vestía el honroso hábito de la Tercera Or¬
den y como fervorosa enamorada de Nues¬ tro Padre San Francisco quiso de un modo particular y supo imitar aquella gran pobre¬ za de espíritu que en tan alto grado practicó
nuestro Santo.
Su muerte fué la de los justos; tranquila y
consoladora; muchos la sintieron porque mu¬
chos eran los que la amaban. Recemos por su eterno descanso.
Inca.—Día 24 de Octubre falleció a la avanzada edad de 77 años la terciaria doña
Francisca A. Fornés Pascual, después de prolongada enfermedad.
—El día 9 del próximo pasado Noviem¬
bre falleció también la hermana terciaria D.“ Francisca A. Seurina Llabrés, a la edad de 67 años.
A. E. B. I. P. A.
Bibliografía
La. mejor madre;vlrtudes y glorias de María^ por el P. Alejandro Galleiani, S. J —Traducción
de la 9.® edición italiana por el P. Buenaventura Sabaté de la misma Compañía.
No tenía razón el piadoso autor de este libro al juzgar tan modestamente su obra y entregarla tími¬ damente al público cuando la editó por primera vez; y bien pudo el mismo sentir de otra manera al publicar la 6.® edición.—Ahora ya va publicada la 9.® edición italiana, y sobre ella está hecha la tra¬ ducción española del P. Sabaté.

Los 18 capítulos en que está dividido el libro son otros tantos discursos sobre los principales mis¬ terios y advocaciones de María Santísima. En todos ellos brilla la piedad del autor, y el buen acierto con que trata cada una de las cuestiones propues¬ tas; de modo que los lectores puedan hallar déleite y provecho.
Editado esmeradamente por la Tipografia Cató¬ lica, Pino, 5, Barcelona, es un libro de 400 páginas yse vende al precio de 2 ptas., en rústica, y 2*50 en
tela.
El cristiano en el tribunal de la peni¬
tencia', guia práctica para confesarse bien.—
Obra escrita en aleman por el Rdo. P. Fr. F. IIoc-
kenmaier, O. F. M., y traducida de la 10.® edición,
por el R. P. Salvador Esteban, C. M. F.
Un volumen de 650 páginas, 3 ptas. en rústica y
3’50 en tela.—Tipografía Católica, Pino, 5. -Bar¬
celona.
Un libro que resuelva las dudas de la conciencia, que sea auxiliar valioso en la práctica de la vida cristiana, en el importantísimo negocio de la paz y de la tranquilidad del alma y que pueda dar res¬ puesta clara y segura a las dudas y problemas mil de la vida interior; una moral popular que guíe nuestros pasos enseñándonos qué es pecado y qué no lo es, oue desvanezca escrúpulos, facilite la confesión y nos ayude a practicarla bien, tesoro es que recibirán con alegría los buenos católicos.
Todo esto y mucho más es y enseña la obra cuyo título encabeza estas líneas, escrita por el celebé¬
rrimo moralista P. Fructuoso Hockenmaier, O.
Fr. M. a quien ha llamado un Obispo a causa de
ella el Misionero universal.
Aparecida por vez primera en Alemania en 1903, cuenta ya con diez numerosísimas ediciones en di¬ cho idioma, pudiéndose asegurar que son escasas las familias católicas en que no sea conocida y en que no haya producido con abundancia ios saluda¬ bles frutos de paz y de bendición que está llamada a producir.
Más decisivo todavia que ese título de interna propagación en favor de su mérito nada común es la inmediata y casi simultánea versión que de la
obra se ha hecho en once idiomas distintos de
otras tantas naciones europeas, en las que se ha
difundido triunfalmente con varias ediciones de
hasta 60 y 80.000 ejemplares como en las versiones polaca, holandesa y croata.
Al dar cuenta a nuestros lectores de la traducción
española de tan provechoso libro, no podemos menos de recomendárselo eficazmente, segurísimos de que después de leídas las primeras páginas, ya estarán convencidos por sí mismos, del gran bien que todos pueden sacar de su lectura.
4

El Heraldo de Cristo

219

321..^^IMPORTANTÍSIMO Regalo de ao pelo] A los que se proponen conseguirlo
Con motivo del RELOJ que en el número anterior prometimos regalar a los que nos mandasen VEINTE suscripciones nuevas, nos han dirigido varias pregun¬ tas que contestamos a continuación:
¿Solamente pueden ser suscriptores los terciarios o lo puede ser cualquiera? Es claro que aun que la revista tiene el carácter propio de la Orden Tercera, pueden ser suscriptores los que no son terciarios, cualesquiera que sean. Los ter¬ ciarios deberían trabajar con empeño para difundirla por todas partes e introducir¬ la en las casas donde afluye mucha gente, como en los cafés, para que muchos se aprovechasen de su lectura, pues el texto es interesante a todos. Pueden pedir los números que crean necesarios para hacer la debida propa¬ ganda y se los mandaremos gratis.
¿Hay un número limitado de relojes para regalar de modo que los últimos que se presenten ya no p)odrán obtenerlo?
El número de relojes no es limitado y pueden obtenerlo cuantos quieran con tal que cumplan la condición de presentar 20 suscripciones nuevas.
El reloj será propio para caballero o para señorita? El que presente las 20 suscripciones podrá escoger un reloj para caballero o
para señora; según sea su gusto. El reloj que nos proponemos regalar es de forma muy bonita y elegante y
además marca superior.

A los suscriptores

Suplicamos a los suscriptores que no han satisfecho el importe de la suscrip¬ ción lo hagan antes de Analizar el año.
Los qne no tienen facilidades para hacernos llegar su importe en metálico, lo pueden hacer por medio de sellos de correo de a 15 céntimos

Artículos

Página.

Felices augurios

...

1

El espíritu de S. Francisco. 2, 38, 120

¡Pobre niño! .

.

.

.

4

Arte Seráñco ....

6

Junípero Serra. . . 9, 24,43, 73

La nueva curia generalicia de

la Orden Tercera Regular .

18

Escuchemos la palabra del Papa. 20

Nuevo Documento Pontiflcio so¬

bre la Tercera Orden .

. 20, 36

Página.

El Auxilio Mutuo Popular

23

Documentos espirituales . 25, 40, 52

83, 104, 121, 208

El Patriarca S. José .

34

¿Sabéis por qué no se conflesan? 44

Nueva peregrinación franciscana 49

¡Un nuevo Jubileo! ¡¡El Jubi-

leo ConstantinianoÜ

51

¡Fuera Catecismo? .

56

Notas puertorriqueñas

57

¡Vuelve Constantino!

65

220

El Heraldo de Cristo

Página.

Constantino y el arte. 68, 101, 117, 135
Las fiestas constantinianas en

Roma .

.

.

.

.

70

Un gran terciario.—Federico

Ozanatn

....

74

Con que ¿a Petra? .

.

.

75

San Antonio vive .

.

.

82,

A unos ya., otras .

.

Una visita a la exposición.

.85, 138

.

87

¡Calma, calma!

...

89

¡Ala envant! .

.

.

.

91

Jubileo Constantiniano .

.

91

La corona franciscana .

.

92

Y eso ¿qué es?

...

97

Un pirodigio de N. S. Jesucristo

en la Eucaristía ...

98

Bendición de una imagen de

San Francisco

.

.

.

106

Carta uberta ....

107

¿Cuant y com será lo de Petra? 108

¡Oh! Lourdes!

.

.

.113

Curación maravillosa en Lourdes 114

La peregrinación franciscana a

Petra. —El programa .

116, 131

Monumento al V. Junípero Serra 123

¿Qué tal?

124

Circular .

.

.

.

.

130

¡A Petra, a Petra! .

.

. 141

Vida del V. P. Fr. Junípero Serra 143

Bendición del Sr. Obispo .

. 149

Discurso del limo. Sr. Obispo . 150

Junípero Serra. . . .151

El Héroe desconocido .

.

152

Una entrevista con el P. Misio¬

nero

.....

156

Rdo. Padre Eugenio Sugranes

C. M. F

157

Carta del limo. Sr. Obispo de

Monterey y de los Angeles . 160

Humildad y exaltación .

. 164

El Rdo. Sr. D. Francisco To¬

rrens y Nicolau .

.

.168

Los monumentos al P. Serra .

170

¡Si no hubiera sido fraile...! . 174

Nuestra grandiosa peregrinación

y el monumento a Fr. Juní¬

pero Serra .... 176

Al pueblo de Petra .

.

. 184

¿Com vos ha agradat? . . 185

Página

Excmo. Sr. Fr. José Calasanz de

Llavaneras Vives y Tutó . 186

Las almas benditas .

.

.

189

Nuestra «Juventud Seráfica» . 191

Contra el gran pecado .

Revista de modas elegantes

Gratitud .

.

.

.

. 192 . 194
.196

¡Fora peresa! ....
La Inmaculada ....

199
205

Ah! si V. comulgase cada día . 208
El IV centenario de la muerte

del P. Jeremías Lambertenghi. 212

¡Quines coses!

.

.

. 213

Poesía^

Himno a Santa Victoria, virgen

y mártir. ....

9

San Francesch....

22

Postraos y rezad. ...

24

A la bona memoria d’ en Matgí

Noguera y Cardeli . . 40

A Sant Francesch ...

74

An el V. Fr. Junípero Serra . 134

La Verge de Cura .

.

. 141

Himne dels Terciaris per 1 inau¬

guració del monument al V.

Junípero Serra . . . 161

La gran ciutat y la vila modesta 162

A la vilá do Petra en l’inaugu¬

ració del monument de Frá

Junípero Serra . .

Un Estel y un Angel.

.

. 163 . 163

pan de S.finlonio 9, 27, 46, 59, 76, 93,
109, 125, 143. 187, 200, 215

Crónica íranciscana
9, 27, 46, 59, 76, 93, 109, 125, 143, 188, 200, 215

Nolicias Ç Variedades 13, 30, 47, 62, 79, 95, 111, 128

Necrología
15, 31, 64, 80, 96,112, 128,144, 203, 217

Bibliografía 15, 32, 48, 64, 112, 128, 204, 218

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res Sacerdotes Camisería 'Aplata meneses ^ Estatuaria

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rjee-jíe

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-

DE —

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Nuestro verdadero Kéfir, no tiene el gusto agrio como el vulgo se ima¬
gina, sino ligeramente ácido cual de¬
be ser el verdadero Kéfir.
Absoluta garantía en los distintos números. Laxante, neutro y astrin¬ gente

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