El Heraldo de Cristo 1912, n. 40
SUMARIO: Nuestro Prelado y la Orden Tercera.—San Antonio de Padua, — Arte Seráfico. —La peregrinación franciscana á San Salvador de Felanitx. • Los pueblos ante la muerte.—Los compromisos de muchos... ¿ca¬ tólicos? Pos tres lirios de S. Gil.—Fiesta -simpática.
— Pan de S. Antonio. - Crónica franciscana. —Noti¬
cias y Variedades.—Necrología.

Cultos en nuestra iglesia de San francisco de Palma durante el mes de Junio.

Ales del Sdo. Cot&zótl.

Durante este mes se practicará ei ejercicio dedicado al Sa"

—

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-

......... i.

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grado Corazón de Jesús, a las cinco y media durante una

misa con exposición del Santísimo, meditación y canto.

Solemne novena de S. Antonio~ de Padua.— Emdezará día 5 a ias siete

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i.

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—y media de la mañana con

meditación y canto, y por la noche a las siete y cuarto con exposici n del SS. y sermón que predicará

el reputado orador Rdo. P. José M.a Gutierrez franciscano de la residencia de Barcelona.

Comunión vara los pobres.

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'

Tendrá lugar% comunión.para los pobres socorridos
con el Pan de S. Atonio, domingo día 9 a las siete,

en la iglesia de la Hermandad. Después se les repartirá pan y arroz.

Fiesta1 de S. Antonio de Padua.— Día 12 p°rla nochese cantarán completas

■ ■ i i. i

.

solemnes en preparación a la fiesta. Día. 13

por la mañana habrá misa de comunión general para los socios déla Pía-Unión y devotos del Santo.

A las diez Tercia y Misa mayor en la que predicará el mismo orador de la novena. Se cantará la misa

FonS Bonitatis., las partes variables se cantarán a canto polifónico.

Por la noche trisagio cantado por el pueblo, y conclusión de, la novena con,solemne procesión

Te-Deum y reserva del Santísimo.

Novena del Sdo. Corazón.

—i..

1

Empezará día 5 y se hará a las once y cuarto duran-
te una misa con exposición del SS. El día del Sagra¬

do Corazón por la noche se hará el acto de consagración.

Cuarto Domingo y fiesta del Sdo. Corazón de Jesús.— Pía 2 3 i,or la mañana
misa de comunión general para los Terciarios y demás que practiquen el ejercicio del mes del Sdo. Co¬ razón. A las diez Tercia y Misa mayor cantada por el. pueblo con sermón. Por la tarde tendrá lugar la reunión mensual con exposición y platica.

Indulgencias nlenarias

6

1

Con la? condiciones ordinarias pueden ganar los Terciarios
indulgencia plenaria los días siguientes de este mes:

Día 2, La Santísima Trinidad. — 3, Bto. Andrés de Híspelo. — 6, Festividad del Corpus. 13, San

Antonio de Padua.— 14, El Sagrado Corazón de.Jesúsabsolución general.— 19, Bta. Miquelina de Pisau-

ro. — 20, Octava de S. Antonio de Padua.—23, San Juan Bautista.—29, Stos. Pedro y Pablo.

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Revista ieáicala al fomento y propagación ie la Orlen Tercera le s. Francisco

Año IV

Palma i.° Junio 1912

NÚm. 40

limo, y Rdmo. Sr. D. Pedro J. Campins, Obispo de Mallorca,
Terciario de San Francisco

82

El Heraldo de Cristo

Muestro Prelado
? la Orden Tercera
A imitación de León XIII, el gran restaurador de la Orden Tercera, y
de su sucesor Pío X, rival de aquel en el amor y aprecio de la misma, nuestro limo, y Rdmo. Prelado es Terciario Franciscano y viste la hu¬ milde y gloriosa librea del Serafín
de Asís.
Su ingreso en la Tercera Orden data del año 1890, cuando ejercía
el cargo de Cura-Párroco de la villa
de Porreras, según consta en los Registros de la Hermandad de San
Francisco en Palma.
Pero ni el tiempo, ni la altísima dignidad á que fué elevado han po¬ dido apagar ni entibiar siquiera su devoción al Seráfico Patriarca y la estima con que distingue á su popu¬ lar Instituto; antes bien, á medida que ha transcurrido el tiempo y se ha ofrecido la ocasión, no ha dejado de aprovecharla para manifestar á todo el mundo lo mucho que ama á
la Orden Tercera y cuanto espera
de ella para el bien de la diócesis. A su protección y decidido apo¬
yo se debe la constitución en Ma¬
llorca de la Provincia de la Orden
Tercera Regular bajo el título y pa¬ trocinio de la Inmaculada Concep¬
ción.
El ha fomentado la difusión de la
Orden Tercera Secular en toda la
Isla. El mismo en persona ha presi¬ dido nuestras grandes peregrinacio¬
nes ó romerías como la de Monte-

sión, la segunda á Lluch y la de San
Salvador. Y si no asistió á la prime¬
ra al Santuario de Uuch con moti¬
vo del jubileo de la Coronación de la Virgen, fué porque se hallaba en Roma al frente de otra peregrina¬ ción mallorquina, desde donde man¬ dó á los terciarios en expresivo telégrama su cariñoso saludo y pater¬
nal bendición.
El dió ála Orden Tercera el hon¬
rosísimo encargo de recibir la Cruz de la Peregrinación Española á Jerusalén y de trasladarla al Santuario
de Nuestra Señora de Lluch.
El en la última Romería á San
Salvador, sin reparar en lo fatigoso y áspero del camino, ha querido subir á pié al Santuario de la Virgen para contemplar allí á sus hijos de la Orden Tercera, para dirigirles palabras de aliento y amor y para
darles á todos su bendición pater¬ nal.
A tan amorosos desvelos y espe¬
cial predilección de nuestro amantísimo Prelado por la Orden Tercera, nos toca corresponder con la más profunda gratitud amándole de to¬ do corazón, rogando por sus inten¬ ciones, y secundando en la medida
de nuestras fuerzas todos sus pro¬
yectos y empresas.
¡Que el Señor lo conserve por mucho tiempo para el mayor bien de la Iglesia y de las almas á él con¬
fiadas!

El Heraldo de Cristo

33

£an JKntonío dç ^adua
Miradle. En la tranquila, franca y noble expresión de su rostro se ve dibujada la singular hermosura
de su alma.
Sus labios entreabiertos tan pron¬ to sonríen con nosotros cuando nos
sentimos dichosos y contentos, co¬
mo toman una expresión grave y
algo triste, cuando nosotros le con¬
templamos ansiosos y conturbados. En sus ojos brilla intenso y suave
fulgor, y la dulzura de su mirada hechiza los corazones, y los atrae hacia sí, y los convierte en amigos suyos con su mágico poder.
Su frente tersa y candorosa como
la de un niño deja entrever los altí¬ simos pensamientos que bullen en su elevada inteligencia, es fiel ima gen de la altísima placidez que em¬ barga su espíritu.
Cubre su cuerpo extenuado por los rigores de la penitencia un hᬠbito pobre, casi vil, y en una mano
ostenta un lirio de blancura inma¬
culada y de fragante olor, símbolo de la inmaculada y fragantísima azu¬ cena de la virginidad que embalsa¬
ma su corazón.
El es Confesor por las virtudes que practicó, Doctor por la celes¬ tial sabiduría que le fué comunica¬ da, Mártir por el ardentísimo deseo de derramar su sangre por Cristo, Apóstol por la autoridad con que predicaba y por los innumerables milagros que hacía en confirmación de su doctrina, Angel por su pureza.
* **

Todos los pueblos acuden presu¬ rosos á postrarse á sus pies.
En todas las iglesias del orbe tie¬
ne dedicado un altar.
En todos los hogares se ven col¬ gadas imágenes del célebre Tau¬ maturgo, junto al lecho del anciano moribundo, junto al tálamo de los recién desposados, junto á la camita del niño velando su tranquilo sueño.
Abrid el elegante devocionario de la perfumada dama y la mísera cartilla del rapazuelo, y en uno y otra hallaréis la imagen más ó me¬
nos artística del Santo de todo el
mundo.
Los ricos imploran su protección para sus negocios y empresas, y los pobres demandan de él su alimento, el pan de cada día.
Los enfermos curados cubren de
exvotos las paredes de los templos,
inundan de velas encendidas sus al¬
tares, depositan sus limosnas en el cepillo de los pobres.
Los que por su intercesión reco¬ braron los objetos perdidos, de¬ muestran igualmente su agradeci¬
miento.
A todos escucha, á todos atien¬
de, por todos intercede.
* **
¿A quién intercede? me preguntáis. ¿Le falta acaso poder para ayu¬ darnos, siendo él tan poderoso? ¿Le falta sabiduría? ¿Le falta compasión
de nuestras miserias?
No ciertamente. Pero toda bella
cualidad, todo don perfecto viene de arriba; del Padre de las luces
procede.

84

El Heraldo de Cristo

Por esto San Antonio para con¬
ceder estas gracias tiene necesidad de interceder, de suplicar, de alcan¬ zar el despacho de su petición.
Mas ¡cuán cerca de sí tiene al que

lirios que en torno de él se as¬ pira.
¡Ahí está el secreto de su fuerza! ¡Y el de la nuestra...!
**
¡Oh glorioso San Antonio de Pa¬ dua! Atraed con vuestro mágico po¬
der los corazones de todos los hom¬
bres y conducidlos á Jesús.
Fr. A. R.

Arte Seráfico

ha de acceder á sus ruegos! En sus brazos mismos está. ¡Cuán compe¬ netradas están sus miradas! ¡Cuán
unidos los corazones de ambos!
¡Parecen un solo corazón! / Vivo ego, jam non ego!!
A un mismo tiempo oye las sú¬ plicas Antonio que intercede, y el Niño que concede.
Arrancad de sus brazos al Niño, y veréisle perder su influencia sin
igual. Veréis marchitarse la pere¬ grina hermosura de su alma, y des¬ vanecerse la suave fragancia de los

(Continuación)
Giouonni da Fiesole (Fra Angélico)
Pintor de la escuela florentina. Na¬
ció en 1387, pasando ocultos los pri¬ meros años de su juventud, hasta 1407 en que empieza á extenderse su fama, y llega en progrrsión ascendente á brillar como astro de primer orden en el vasto firmamento pictórico. En este
año es cuando se cambió el nombre
con motivo de su ingreso que junta¬ mente con su hermano Bernardo, rea¬ lizó en la orden de Santo Domingo de
Guzmán establecida en el convento de
Fiesole (cerca de Florencia). Refugiᬠronse los dos hermanos, en 1409, en Foligno, abandonando el convento ci¬ tado por motivo de los sucesos acaeci¬ dos en Italia, cuando tenía lugar el gran cisma de Occidente, en que dis¬ putaba el trono pontificio á Gregorio XII, el antipapa Benedicto XIII (Pe¬ dro de Luna), no tardando en trasla¬ darse á Cortona por haberse declarado la peste en la ciudad, pasando en 1418 otra vez á Fiesole apenas estuvieron algún tanto calmados los disturbios consignados.
En los 18 años que estuvo Fra An¬ gélico en esta ciudad, hizo numerosi-

El Heraldo de Cristo

85

simos y aquilatados acopies de cono¬ cimientos artísticos, acompañados de otras tantas obras pictóricas que su
pródiga mano iba esparciendo por do quier. Fué llamado á Florencia en 1436,
pasando nueve años decorando con frescos portentosos el Colegio de San Marcos, en el cual habitaba, pasando después á trabajar en una capilla del Vaticano de la ciudad eterna, invitado
por el Papa Eugenio IV en 1445. Em¬ pezó en 1447 las célebres pinturas de Orvieto, alcanzando por tal obra gran¬ dísima reputación, y por ser la época de su mayor apogeo é inspiración. Di¬ rigía al mismo tiempo los trabajos de
construcción de la catedral de la mis¬
ma ciudad, como lo prueba claramen¬ te el que en las actas de las obras se le dá el título de magister magistro¬ rum. Mostraba el Papa Nicolás V tal impaciencia por conocerle, que sin de jar terminados los trabajos de Orvie¬ to, lo llamó á Roma, en cuya ciudad se pasó el resto de su vida, pintando cuadros, frescos, miniaturas, libros de coro, etc., etc., valiéndole la ideal belleza de sus figuras el título de Bea¬ to ó Bienaventurado; pues no tiene
composición que no sea «el traslado
vivo de sus visiones del cielo». Para
mejor comprender el sublimado idea¬ lismo de sus composiciones, basta leer el juicio crítico que sobre sus obras, forma un técnico con temporáneo: «Era
elmonje de Toscana-dice-pintor cu¬ yos preciosos cuadros al fresco y sobre
tabla, tienen todos los encantos de
su corazón purísimo. Sus cuadros de pasión y de dolor, son constante inspi¬ ración del cielo, pues hacíalos el vene¬ rable fraile de hinojos, vertiendo lᬠgrimas de dolor, después de confesado y trasfigurado por la Eucaristía; y sus pasajes de la vida de la Virgen, la Anunciación y Coronación, por ejem¬ plo, son angelical y amoroso deliquio de un corazón purísimo que veía el cielo abierto ante sus ojos todas las ho¬ ras de su vida. Son la pintura de un

Santo, pero como S. Franeisco, que no concebía más que ángeles en su sublimado ideal». (1)
Representó obras notabilísimas por
muchos conceptos, siendo las princi¬ pales y en especial las que más nos corresponde tratar aquellas en las cua¬ les representó al Gran Padre S. Fran¬ cisco. Ejecutó un medio-punto titula¬ do La Pasión (consérvase en la iglesia deS. Marcos de Florencia), en el cual están representados odos los jefes de las órdenes religiosas, ocupando el
centro Cristo Crucificado entre los dos
ladrones. De rodillas á la izquierda están Sto. Domingo de Guzmán, San Jerónimo, S. Francisco de Asís, S Ber¬ nardino de Sena, S. Pedro Mártir y Santo Tomás de Aquino; estando de pié detrás de estos, S. Ambrosio, San Agustín, S. Benito, S. Romualdo y San Pablo primer ermitaño. A la izquier¬
da de la cruz se ven las tres Marías
sosteniendo á la Virgen, que cae des^ vanecida, á S. Marcos arrodillado, y en pié S. Cosme, S. Damián y S. Lo¬ renzo. Forman ;la orla de esta obra once medallones de forma exagonal, con figuras de profetas y sibilas y una especie de árbol genealógico en la par¬ te recta inferior, de la orden Domini¬ cana, (2). Está esta obra perfectamen¬
te conservada.
Entre los Santos que ocupan la de¬
recha del Salvador del mundo, en el
célebre tríptico de Cristo en la Gloria, (3) representó al Seráfico P. S. Fran¬ cisco de Asís. Ocupa la parte central el Redentor del mundo, llagado y soste¬ niendo un estandarte c®n el signo de la Redención, estando su alrededor ocupado por legiones de espíritus an¬ gélicos que tocan armoniosos instru¬
it) Fontanals del Castillo. Historia de la Pin¬
tura.
(2) Muy bien se lia dicho «que si Giotto fué el pintor Franciscano por excelencia, Fra Angélico lo
fué de su hermana la Orden Dominicana».
(3) Consérvase en el Museo nacional de Londres

86

El Heraldo de Cristo

mentos. La derecha está ocupada por Santos de todas las órdenes religiosas
entre los cuales descuella nuestro San¬
to, y la izquierda por Santas y Vírge¬ nes de todos los tiempos formando grupos especiales en los dos extremos
laterales los Santos de la Orden Domi¬
nicana.
Una de las más sorprendentes compo¬ siciones que sin duda imaginó Fra An¬ gélico de Fiesole, es el Juicio Final que se conserva en la galería real de Ber¬ lín. Lo es primeramente por la nueva forma distributiva, al menos hasta en¬
tonces no conocida, de los dos grupos
que ocupan la parte inferior; y des¬ pués por el poderse comparar los dos extremos, en los cuales están represen¬ tados los goces y pesares. Ocupa N. P. S. Francisco en este triptico uno de los primeros puestos de la derecha del
Redentor.
En el Juicio Final que se conserva en la Academia de Florencia, ocupa
el Santo el extremo de la izquierda de la celestial mansión, entre las dos filas
que á derecha é izquierda del Sumo Juez se abren para tener lugar el su¬ premo acto de la justicia divina. En el
centro inferior vense dos hileras de se¬
pulcros vacíos, estando á ambos lados
de los mismos los bienaventurados y
réprobos que han de ser juzgados.
Puso también al Gran Patriarca en
el cuadro existente en la Academia de
Florencia que representa á la Santísi¬ ma Virgen con el niño Jesús en bra¬ zos y rodeado de varios Santos. Está Nuestra Señora sentada en un magní¬ fico templete de renacimiento, dándo¬ le guardia de honor dos ángeles man¬ cebos, mientras que sostienen agrada¬
ble conversación en la derecha San
Francisco y San Antonio de Padua, cuyos nombres se ven en las coronas que cubren sus cabezas. Obra parecida á esta es la que se guarda en esta misma
Pinacoteca, en la cual también está la Santísima Virgen sentada sobre silla
elevada en un tablero del estilo domi¬

nante. Es el primero de la izquierda
S. Francisco, en el cual tienen puesta su vista Santo Domingo de Guzmán y otros cuatro Santos que completan la composición.
Posée la iglesia de San Marcos de Florencia otra magnífica obra de for¬ ma rectangular en su base y termina¬ da la parte superior en forma de me¬ dio-punto. Representa la Coronación de la Virgen, cuya reproducción ocu¬ pa la parte alta, estando sentados la Virgen Madre y su Divino Hijo que deposita la corona sobre la cabeza de aquella. En la parte inferior tienearrodillados seis Santos, siendo los dos del centro San Francisco y Santo Domin¬ go. Nótase en esta obra, gran diferen¬ cia entre la parte media superior y la media inferior pues lo que tiene en la superior de excelente y admirable la Virgen y su Hijo por la excelsitud de la composición, falta en la inferior á la que empobrece la rigidez y mo¬ notonía de los seis Santos que la ocu¬ pan. Cuadro semejante á éste, pero ampliadísimo en el concepto de gran¬ diosidad en la composición, es la Co¬ ronación de la Virgen que se conserva
en la Galería de los Officios de Floren¬
cia. Angeles, Santos, Profetas. Vírge¬ nes y Mártires entran en la escena, ocupando nuestro Seráfico Padre la derecha, entre el Santo Obispo de Hipona y Santo Domingo de Guzmán.
Tiene también la misma forma que el anterior.
En la Iglesia de Jesús de Cortona, reprensentó al Patriarca de Umbría en la vida de Santo Domingo (2a tablaA en el momento en que el Papa vé en
sueños á los Santos abrazarse mutua¬
mente en las puertas de la Iglesia.
Existe también un cuadro de San
Francisco y Santo Domingo en el Museode Berlín juntamente con otro lien
zo de «La Glorificación de San Fran -
cisco» Asegura Vassari que Fra An gélico se perfeccionó estudiando las obras de Massagnio, no siendo inve-

El Heraldo de Cristo

37

rosímil esta opinión por existir verda¬ j por el número de peregrinos, como por

dera influencia deaquel maestro en las la buena elección del lugar, la cuidadosa

obras del de Fiesole. Otros le creen dis¬
cípulo é imitador de Gerardo Starnina, perteneciendo sus obras más á la es¬ cuela de Giotto queá la deMassagnio;

organización y el entusiasta recibimien¬ to que la ciudad de F'elanitx hizo á los
romeros.

y añade otro crítico posteriormente

Al llamamiento de la Junta organiza¬

que «el Giotismo produjo sólo urr gran dora respondieron pronto no sólo las

artista, el monje Fra Angélico de Fie¬ hermandades Terciarias, sino también

sole y aún este sufrió la influencia de los frescos de Massagnio que fué un gran naturalista» Fra Angélico fué el pintor por excelencia del cristianismo

otras congregaciones, que dieron her¬ moso ejemplo de fe y devoción á la Rei¬ na de cielos y tierra; y era bello es¬

tal como lo entendió San Francisco de pectáculo ver unidos á nuestros estan¬

Asís Nadie mejor que el pintor de dartes franciscanos los de otras asocia¬

Fiesole ha expresado la felicidad de la fé, la dulzura del sufrir por ésta, y la beatitud de los elegidos». Opinión os

ciones que participaban aquel día de
nuestros sentimientos y tenían con no¬

esta que concuerda con las anteriores, sotros un solo corazón y una sola alma.

pues sería sin duda Fra Angélico dis¬ Con algun retraso, inevitable dada la

cípulo ó imitador de los dos pintores
citados; mas lo fué indirectamente de
Giotto por haber recibido aquéllos las
lecciones de este maestro.

aglomeración de peregrinos, llegaron á Felanitx los dos trenes especiales de la
peregrinación.

A más délas obras de carácter Fran¬

Al llegar el primero que conducía los

ciscano que hemos citado, tiene dignas
de mencionarse la Pasión de Cristo,
Vida de la Santísima Virgen, Vidas de San Cosme y San Damián, y de San Esteban etc., etc , repartidas en los Museos de Florencia, Vaticano, París, Amberes, Munich, Berlín, y el Prado de Madrid, sumándose sus obras en
unas 180.
Murió en Roma en el año 1455, á los 68 años de edad dejando como dis¬
cípulos á Domenico di Michelino, Re¬ mozo Gozzoli, y Zenobi Strozzi.

peregrinos de los pueblos, se unieron éstos á los que ya estaban esperando» venidos en carruajes desde los pueblos donde no podía disponerse de tren.
Ordenados ya todos, llegó el tren de Palma, con su locomotora artísticamente
adornada y sus 500 peregrinos. La multitud aplaudió con entusiasmo,
tocó la música, y hábilmente dirigidas por los miembros de la junta receptora, fueron desfilando las congregaciones ha¬

Antonio Jimenez, Terciario. cia la ciudad.

(Continuará)

Las calles que había de recorrer la peregrinación lucían vistosas colgaduras

y otros adornos de buen gusto; y en ellas

formaban carrera los felanigenses deseo¬

á 5an Salvador de Felanitx

sos de ver aquella manifestación de fe y

La cuarta peregrinación franciscana
que tuvo lugar el 16 del pasado Mayo, y se dirigió este año á San Salvador de
Felanitx, resultó un verdadero éxito, así

de piedad.
La comunión general, en la parroquia, se hizo en tiempo velozmente breve da¬
do el crecidísimo número de los que co-

88

El Heraldo de Cristo

mulgaron, pues al limo. Sr. Obispo, que
celebraba la misa de comunión, ayuda¬
ban para distribuir el pan eucarístico seis sacerdotes, además de los que ya lo repartieron en la capilla del Sacramento durante todo el tiempo de la misa y de los que con otras comuniones particula-

yor el Rvdo. P. Bruno de Igualada, ca¬ puchino; un numeroso grupo cantó la misa de Angelis, y la multitud llenó por Completo el templo, el patio que le pre¬ cede, la entrada del edificio y varias de las celdas desde las cuales se podía pre¬
senciar el santo sacrificio.

, «¿tí

Llegada de los peregrinos al Santuario de San Salvador

res en distintas iglesias de la ciudad fa chitaron á los peregrinos el que pudie¬ ran comulgar.
Poco antes de las diez se emprendió
la subida á San Salvador.
A pesar de las molestias propias del camino y de la hora, no decayó el áni¬ mo de los peregrinos, y antes de las 12 habían llegado al Santuario aún los más rezagados.
Inmediatamente celebro la misa ma-

En el ofertorio predicó el Rvdo. Pa¬ dre Cerda, Superior de la Residencia de
S. Francisco en Inca.
Dijo que no habían acudido los ter¬ ciari s á San Salvador sólo para admi¬ rar las bellezas del paisaje y del panora¬ ma que se descubre; ni sólo para volver la visita á los' pueblos de aquel extremo de Mallorca, ni únicamente para visitar á la antigua y fervorosa Hermandad de Felanitx, sino para demostrar á la Vir¬ gen que los Terciarios mallorquines son

El Heraldo dé Cristo

89

los mismos de siempre, que su fe no decae, ni se enfría su entusiasmo. Mani¬ festó que las terceras órdenes oponen á la impiedad un dique inconmovible. Re¬ cordo las recomendaciones que el Papa
ha hecho de la Tercera Orden y reco¬
mendó á los Terciarios que, cumplien¬ do lo prescrito en su Regla y correspon¬ diendo á los deseos y esperanzas del Sumo Pontífice, huyan de la mala pren sa y del lujo y modas provocativas y se mantengan siempre adictos y obedientes á la Iglesia.
Terminados los oficios divinos, la
multitud se divide en grupos que se es¬
parcen por los alrededores del santuario para restaurar las fuerzas, formando un pintoresco conjunto,
Hacia las dos y media de la tarde empieza la tarde literaria.
Un ángulo de una terraza que domina
bien los alrededores se convierte en
tribuna improvisada. Pronuncian discursos breves pero vi
brantes y ardientes los jóvenes D. Anto¬ nio Moneada, D Damián Vidal, D. Mel¬ chor Cloquell. y D. Jaime Puig.
Leen poesías originales D. Miguel
Durán, Terciario de la Hermandad de
Inca, y el conocido publicista D. José
Tous Maroto. También lee un hermoso
discurso D. Miguel Bordoy, de Felanitx.
El Rvdo. P. Fornés, de la Tercera
Orden Regular, director del grupo de peregrinos de Lluchmayor, lee una poe¬ sía original de D.a María Antonia Salva, que publicamos en otra parte,
Y termina D. Antonio Artigues, pres¬ bítero, miembro de la Junta receptora, con una bellísima despedida que dejó en todos profunda impresión.
Durante el acto literario cantáronse

en los intermedios preciosos himnos y coros, y al final llegó el ilustrísimo se ñor Obispo que fué aclamado por la mul¬ titud, y seguido de buena parte de ella, llegó hasta la iglesia.
Terminado el discurso del Sr. Arti¬
gues, el limo. Sr. Obispo, después de breves palabras de agradecimiento y ani¬ mación, á todos dió la bendición papal.
Las Hermandades de los pueblos más lejanos habían adelantado la partida.
Los que quedaban emprendieron el descenso hacia Felanitx, que los recibió como por la mañana; y pasando por entre la apretada muchedumbre, se di¬ rigieron al tren.
La despedida fué afectuosa como lo había sido la llegada; los trenes parten; en cada pueblo donde descendían pere¬ grinos, se oían cantos, vítores, y se pre¬
senciaba una verdadera manifestación
de entusiasmo, con que los recibían los que no habían podido acompañarles.
El movimiento franciscano de aque¬ llos se extendió á todos.
Calcular el número de los que han
asistido es cosa difícil.
Alguien ha dicho que no bajaban de cinco mil, y creemos que la cifra no es exagerada.
Si calculamos en un millar los que lle¬ garon en los dos trenes; y en dos mil los que llegaron en carruajes, tenemos un grupo de tres mil peregrinos, tercia¬ rios en su mayoría, á los cuales acom¬ pañaron en la expedición á San Salva¬ dor un número de felanigenses que no seria inferior ádos mil, y probablemente
serían más.

90

El Heraldo de Cristo

Las impresiones de los peregrinos son
inmejorables y sólo desean llegue la hora de repetir el viaje para otra nueva
romería franciscana.
Al terminar, no podemos menos de felicitar de veras á las Juntas organiza¬ dora y receptora que tanto han trabaja¬ do para el buen éxito de la peregrina¬ ción y á cuyos esfuerzos se debe el buen
resultado obtenido.
(--Bé- -3CÉ-
bos pueblos ante la muerte
Hace pocos años naufragó en el Océano «La Bourgogne» trasatlántico francés, uno de los mejores y más lu¬ josos buques de su tiempo.
Perecieron en aquel naufragio 565 pasajeros. Fué aquella catástrofe la segunda edición del incendio del Ba¬
zar de la Caridad de París. En ambas ocasiones fué la misma la conducta de los franceses.
A testigos presenciales oí contarque cuando los viageros y la tripulación se dieron cuenta del peligro que co rrían, tomaron por asalto los botes y cada cual procuró salvarse: los hom¬ bres, á puntapiés, á puñetazo limpio se abrían paso,sin reparar si era hom¬ bre, mujer ó niño aquel á quién he¬
rían.
Allí no hubo dirección, ni discipli¬ na, ni valor. Presa la oficialidad y el pasaje de terror pánico salváronse so¬ lamente los más fuertes, y muchos de
éstos sucumbieron también, á causa
del gran desorden, de la gran confu¬
sión, de la verdadera batalla que se
entabló para- salvar cada cual su per¬
sona.
Presidió aquel naufragio, lo mismo que el incendio del Bazar de la Cari¬ dad, el egoísmo, la desesperación y el
terror.

¡Esta es la conducta, que ante la muerte, observan siempre los pueblos impíos, los pueblos descreídos, los pueblos volterianos!
¡Así murió también su padre Vol¬
taire!
Respecto al trasalántico inglés «Ti¬ tanie» publicáronse al principio mu¬ chas inexactitudes por periodistas franceses y afrancesados, más solíci¬
tos en dar notic:as sensacionales que verdaderas.
Al fin, y gracias á la comisión se¬ natorial norteamericana, han podido
conocerse con toda certeza las causas
del naufragio y las circunstancias que le acompañaron.
El Capitán Smith, que no se suici dó, como dijeron la mayoría de las agencias, sino que cumplió heroica¬
mente con su deber hasta el último
i¡istante, organizó el salvamento con gran método y orden, y se realizó con toda tranquilidad, sin luchas ni apre¬ suramientos por parte de los hom¬ bres, que ayudaban al salvamento de las mujeres y niños y les cedían gene¬
rosamente sus puestos.
Tuvo que ser un momento trágica¬
mente sublime, el último de la vida
de aquel monstruo marino, momento que difícilmente podrá imaginación alguna reconstruir con toda realidad.
Sobre el puente, el capitán, dando
las últimas órdenes. Mientras duró el
salvamento, para distraer, tocaba la música aires populares, pero cuando comprendió el Capitán que faltaban pocos momentos para hundirse el barco, ordenó que tocara el himno re¬ ligioso «Mas cerca de tí, Dios mió»
Cerca del Capitán, donde podían dominar y ser oídos de lejos, estaban
dos sacerdotes católicos dando en alta
voz la absolución «in articulo mortis».
No trataron de salvarse.
Un español, el señor Peñasco, des-

El Heraldo de Cristo

91

pués de salvar á su señora, hincado
de rodillas sobre cubierta, rezaba.
¡Qué bien representada estuvo allí la España tradicional, valiente, heroica y piadosa!
Así desapareció para siempre en las inmensas y misteriosas profundida¬ des del Océano la máquina marina más perfeccionada que ha surcado
los mares
Poco después, oyéronse lamentos, gritos desgarradores de los náufragos que en desigual batalla luchaban con
la muerte.
Pasados aquellos brevesinstantes de lucha, no se oía más que el monóto¬ no, el rítmico murmullo de las olas y el rezo de gentes, al parecer, tranqui¬ las. Eran los supervivientes que eleva¬ ban á Dios sus plegarias porque cuan¬ do se está en frágil barquilla entre dos abismos misteriosos, el del mar y el del cielo, no hay hombre que no crea,
y que no reze.
¡Así mueren los pueblos creyentes! ¡Así mueren los pueblos cristianos, porque cristianos eran la inmensa ma¬ yoría de los náufragos del «Titanie»!
Francia es un rico leproso. Lleva lujosísimos trajes saturados de em¬ briagadores perfumes, pero cada vez que imprevistos sucesos la obligan á
echarse desnuda á la calle, cada vez
que se muestra al natural, el hedor nauseabundo de sus purulentas llagas causa ascos y bascas á los más robus¬ tos organismos.
Recordad sino su conducta en todas
sus modernas hecatombes. ¡Recordad
á Sedán!
A. LL, Terciario.

Los compromisos
de muchos... ¿católicos?
- Créame, Fr. Junípero; es que noso¬ tros no tenemos más remedio, ni pode-'
mos hacer otra cosa: tenemos que guar¬
dar muchas consideraciones y no pode¬
mos desentendemos de ciertos compro¬ misos.
—Vamos, D. Prudente; sería mejor que V. y los que como V. obran y piensan di¬ jeran claramente que no quieren ser cris¬ tianos, que abominan de las promesas he¬ chas en el santo bautismo, y que en la ba¬ lanza de Vds. pesa más el criterio del mundo que la ley de Dios y las enseñan¬ zas del Evangelio
D. Prudente me mira con sus ojazos asombrados, y mudo de sorpresa, pare¬
ce decirme en el ademán: —Y eso? —Pues sencillamente: V. blasona de
cristiano, y se considera intachable en este punto porqne oye misa los días de guar¬ dar, cumple con la parroquia, y una que
otra vez reza el rozario con su familia.
—Es que yo hago mucho más! —Bueno: visita V. las cuarenta horas, oye al año una docena de sermones y co¬ mulga tres o cuatro veces: lo cual ya es algo. Y aunque en las actuales circuns¬ tancias es indispensable no contentarse con esto, he de alabarle lo que haga. Pues fíjese V. en el reverso de la me¬
dalla.
—Cual es el reverso?
— Es que V. tan cristiano, tiene dado
su nombre a todas las sociedades en
cuyos locales se pierde el tiempo, cuando menos; cuando más se murmura, se blas¬ fema, se juega, se baila y ... no prosiga¬ mos; pero podríamos proseguir.
—Son sociedades de personas honra¬
das!

92

El Heraldo de Cristo

—Claro que si: pero honradas a su ma¬ nera, con una honradez que les permite los mayores desahogos; con una honradez que les permite permanecer allá mucho más tiempo del que deben si no han de dejar desatendidas sus obligaciones; una honradez que les permite comentar libre¬ mente las escenas más atrevidas que se recogen en cualquiera parte; una honradez que les permite jugar con escandaloso de¬ senfreno; una honradez que no tiene es¬ crúpulo en ver y organizar espectáculos que la moral reprueba ; y al entretanto V. sostiene con su nombre, y con su dine¬ ro esas sociedades de personas honradas que son fuentes de perdición para muchí¬ simos, y cree hallar suficiente excusa con decir qne V. detesta tales excesos, pero que no tiene más remedio, porque á ello le obliga el compromiso de sus amigos.
— No entro yo en su casa sin que me encuentre periódicos, cuyas tendencias dejan mucho que desear; y esos periódi¬ cos están al alcance desús hijos; y siendo V. tan cristiano, hace con su dinero que esos periódicos tengan vida, y aumenten sus atractivos, y tengan mayor acción y puedan de consiguiente causar mayor es¬ trago. V. mismo comprende que tales pe¬
riódicos están demás en las casas de los
católicos, y para excusar el que entren en la de V. me dice: “Que hay que hacer? Es un compromiso que tengo con el Di¬ rector, ó con el redactor H, ó con el pro¬ pietario, „ y se queda tan satisfecho con
la excusa.
— Soy legionario de la Buena Prensa! —Está bien; y mientras paga una sus¬ cripción de quince pesetas ó más al pe¬ riódico que no es católico, destina gene¬
rosamente cinco céntimos semanales á
la Buena Prensa; ¿no es así?
—El ejemplo de V. se hace extensivo á los demás de su casa, y de aquí resulta

que sus hijos, los hijos de un padre tan cristiano, tienen compromisos de amistad con otros jóvenes que los pervierten, los llevan de abismo en abismo, y acaban por
hacerlos consumados calaveras: V. no lo
advierte, pero las gentes se preguntan
extrañadas como D. Prudente tolera á sus
hijos que derrochen el dinero, que pasen los días ociosamente y las noches rebaján¬ dose, que se acompañen con jóvenes de costumbres depravadas...
—V. tiene una hija que procuró educar cristianamente; y cuando salió del colegio V. mismo quiso presentarla enla sociedad, excitó su vanidad y su amor propio, y po¬ co á poco los compromisos han venido á consumar su obra demoledora: primero el compromiso de gastar barbaridades para vestirse á fin de no ser menos; luego el compromiso de seguir modas extrava¬ gantes y anticristianas para no hacer en los círculos un papel desairado; más tarde el compromiso de echarse en los brazos de cualesquiera, porque no es de buen tono el negarse en ciertas reuniones, y de este modo su Pura de 20 años, vale mu¬ chísimo menos de lo que valía la Pura
de 17.
— Y qué quiere V. que hagamos, Fray Junipero?
—Ser cristianos ante todo y desenten¬ derse valerosamente de todo compromiso que sea contrario á los intereses de su al¬ ma y á la gloria de Dios.
— Y las relaciones sociales no merecen
respecto alguno? -Seguramente que sí; pero tenga V.
en cuenta que si los hombres merecen res¬ peto, mayor respeto merece Dios: y si lo que mal llaman Vds. compromiso tiene fuerzas para retraerles de lo que deben hacer, mayor fuerza debe tener el com¬ promiso formal que tienen Vds. contraí¬ do con Cristo, desde el momento que han

El Heraldo de Cristo

93

recibido el bautismo y que se llaman y quieren ser cristianos...!
D. Prudente mueve pausadamente la cabeza y exclama en tono compungido:
—Qué confusión, Dios mío! que confu¬
sión!
— No, D. Prudente: la cosa es clara; la confusión existe solamente para aquellos, que como V., quieren servir á dos seño¬ res, y andar constantemente entre Dios y el mundo, entre la luz y las tinieblas.
D. Prudente baja la cabeza, toma el sombrero, recoge el bastón y se despide.
— Buenos días, Fr. Junipero. —Muy buenos días, D. Prudente.
Al salir á la calle murmura entre dien¬
tes: bueno, tiene razón; pero /somos tan¬ tos que hacemos igual! *
¡¡Como si Dios no hubiera de pedir cuenta á cada uno en particular de la con¬ ducta que ha seguido en el mundo!!
Fr. Junípero.
—j~♦-
los tros lirios do 8011 (¡il
Cuentan las crónicas de San Fran¬
cisco, el Serafín de Asís, que había un sabio profundo que luchaba por hallar la razón del gran misterio de la virgi¬ nidad perpetua de María en su fecun¬
didad
Preso de esta pesadilla salió por ei campo cierto día. y halló un ermitaño de blanca barba, penitente hábito y mirada angélica.
Al estar cerca del sabio, dijo el ana¬ coreta golpeando el suelo, que era de
arcilla, tres veces consecutivas:
— María virgen, antes del parto, y
brotó un lirio...
María virgen, en el parto, y bro¬
to otro...
—María virgen, siempre virgen, y
nacieron miles delirios...

No hizo ni habló más el solitario
Gil y volviendo la espalda se retiró al
desierto.
El sabio, antes curioso, humilló su frente ante Dios; cogió los lirios, los besó y llevó al retiro de su estudio co¬ mo ei mejor libro acerca de la perpe¬ tua virginidad de la Madre de Dios.
Francisco Torrens, Pro. T.
DESDE ARTA
Fiesta simpática
El día 28 dol pasado Abril tuvo lugar en esta población una de las fiestas que suele celebrar todos los años para obse¬ quiar á su Patrono, la asociación de Her¬
manas Terciarias llamadas Obreras ele S. José.
Por la mañana asistieron á la Comu¬
nión general las asociadas todas, y los pobres que la asociación socorre.
Por la tarde en el espacioso salón de las Hijas de la Caridad, completamente ocupado por una selecta concurrencia, tuvo lugar la función de costumbre.
Junto al altar de S. José, exquisita¬ mente adornado con luces y flores, se colocó la Presidencia • compuesta del re¬ verendo P. Superior de los Franciscanos, autoridad civil y judicial, Director de la Asociación y algunos otros invitados.
La Junta Directiva de la Asociación
ocupó también puesto de preferencia. Después de algunos himnos cantados
con delicado ajuste por un coro de Jose¬ finas, el P. Arnaldo Rigo, Director de la obra, dirigió á los concurrentes una bre¬ ve plática indicando cual debía ser y ha sido hasta el presente el espíritu de la
buena obrera.
Cautáronse algunas preces y salutacio¬ nes al Santo Patriarca y se hizo una co¬ lecta para los pobres, cuyo producto fué de 60'06 pesetas.
El Rdo. P. Cerdá, fundador y orga-

94

El Heraldo de Cristo

nizador de la Asociación en 1908, hizo
al final una plática, en la cual llamó la
atención del auditorio sobre el amoroso
cuidado con que la Providencia vela so¬ bre esta obra, y el generoso sentimiento de caridad que ha conducido á ella los
corazones de todos. Hizo notar el apoyo
que le han prestado las autoridades y otros elementos que siendo extraños á la asociación, no lo son á los impulsos de la caridad cristiana; y exhortó á las
obreras todas á que no se apartasen un
punto del camino seguido hasta el pre¬ sente, ya que las bendiciones del cielo han demostrado que era agradable á
Dios.
La Secretaria leyó una memoria deta¬ llada de lo que ha hecho la asociación de la cual sacamos los siguientes datos:

Limosnas repartidas á los pobres desde
el 5 de Junio de 1911 hasta el 26 de
Abril citado:

En metálico
65 prendas de vestir . .
Mantas de lana. . . .
10 pañuelos de abrigo. .
6 sábanas
Recetas para enferínos. . Bonos del Ayuntamiento
en la fiesta del Patrono
del pueblo. . .
Total repartido .

367‘50 Ptas. 179‘97 •$>
89‘50 » 60‘00 » 27‘00 » 72‘30 »

34‘00 »

oo CO o

Ptas.

Repartido desde el 19 de Enero de 1908, hasta el 28 de Abril de 1912, es decir en
1 años y 3 meses aproximadamente:

En metálico
En telas y prendas de
vestir ...,,. En otros varios artículos.

1813‘80
75712 556‘92

Ptas.
» »

Total distribuido. . 3127‘84 Ptas.

Existencia actual: En metálico En telas
Total

164‘58 Ptas. 53‘25 »
217‘83 Ptas.

La función terminó repartiendo á las obreras, para sus pobres respectivos, una limosna extraordinaria, consistente en una prenda de vestir escogida y deter¬ minada por los pobres mismos.
Al terminar esta sencilla reseña sólo
hemos de decir: ¡que el ejemplo cunda entre los restantes pueblos de Mallorca, y que Dios nuestro Señor bendiga lar¬ gamente á los que tantó se sacrifican en bien del prójimo, y haga prosperar tan magnífica obra.
X.

Pan de 5. Antonio

Mes de Mayo

Cepillo de la iglesia de S Francisco en Palma

Limosnas recogidas. . . . Por 500 kilogramos de pan. . Repartido en metálico. . .

215’00 184’35
30’00

Total repartido. .... 214’35

Remanente

00’65

Çròniea franciscana
INTERIOR
Inca.—A un centenar llegaron los ter¬ ciarios inquenses que asistieron á la pe¬ regrinación franciscana del 16 de Mayo pasado.
Después de llegar á la iglesia parro¬ quial de Felanitx con todos los demás peregrinos, se reunieron los del grupo de Inca en el oratorio de las monjas Trinita¬ rias junto con algunos de otros pueblos; y una vez allá comulgaron todos y oyeron misa, durante la cual cantaron algunos
motetes eucarísticos.
Terminada la devota función tomaron
el necesario desayuno en los espaciosos locales y patio generosamente ofrecidos por las religiosas, las cuáles atentísimas con los peregrinos les suministraron
cuanto fué necesario.

El Heraldo de Cristo

95

Restauradas ya las fuerzas y respon¬
diendo al llamamiento de la campana, se
unieron al grupo general de la peregri¬ nación para asistir á los restantes actos del programa fijado.
El regreso á Inca fué sumamente feliz como lo había sido la marcha, y los pe¬ regrinos que guardande la peregrinación gratísimo recuerdo, no pueden menos de manifestar su agradecimiento tanto á las Juntas organizadoras y receptora por lo bien que les atendieron en todo, co¬ mo á las buenas religiosas trinitarias por
su caritativa hospitalidad y buenos ser¬
vicios.
El día 19 de Mayo tuvo lugar en la iglesia de S. Francisco de esta ciudad
una solemne fiesta dedicada á la Santí¬
sima Virgen. Tanto la comunión general de la ma¬
ñana, como la misa mayor, y el ejercicio del mes de María que tuvo lugar por la
tarde se vieron sumamente concurridos.
Predicó el Rvdo. P. Fr. Pablo Puigserver, Superior del Convento de S, Fran¬ cisco de Palma el cual estuvo muy elo¬ cuente y acertado en su discurso de la mañana y plática de la tarde.
Sea todo para gloria de Dios.
5an Jlian.—Los dias 25, 26 y 27 de Mayo se celebraron en la parroquia de este pueblo las solemnes cuarenta-horas que la congregación de Hijas de María
ded;ca todos los años á su excelsa Ma¬
dre, como conclusión del mes de Mayo. Estuvo encargado de los sermones el
Rvdo. P. Pedro J. Cerda, Superior de la
residencia de San Francisco de Inca; y fué notable el concurso de fieles que asis¬ tió á todas las funciones del Triduo.
Llamaba poderosamente la atención la capilla de la Inmaculada, que ador¬ nada con exquisito gusto y elegante so
briedad, ofrecía, al estar iluminada, un
magnífico golpe de vista. Por la tarde del día 27, el Rdo. P. Cer¬
da impuso el hábito de la Tercera Or¬
den de N. P. S. Francisco á 2 hombres

y 18 mujeres; y recibió la profesión de 21 novicios y 56 novicias.
Nuestra cordial enhorabuena á los
nuevos Terciarios y profesos; enhora¬ buena que hacemos extensiva á la fer¬ vorosa Congregación de Hijas de María, y en particuar á la Junta Directiva, por
sus desvelos en honor á la que es su
Madre, y al mismo tiempo augusta Pa¬
trona de la Tercera Orden.
Llucíimayor.—Más de doscientos Ter¬ ciarios de este pueblo tomaron parte en la gran peregrinación Franciscana á San
Salvador de Felanitx.
A las dos y media de la madrugada ya estaban oyendo misa y á las tres con un entusiasmo mayúsculo salieron pro¬ cesionalmente de la iglesia de aquel
convento cantando con devoción y no¬
table ajuste, todos juntos, el Santísimo Rosario hasta la salida del pueblo, don¬ de hicieron alto para esperar los carrua¬ jes que venían tras ellos formando larga
hilera.
El acto de despedida resultó hermoso y en extremo conmovedor.
Antes de partir se vieron honrados con una hermosa composición de su ilustre compatricia la Terciaria D.a Ma¬ ría Antonia Salvá, la cual imposibilitada de asistir personalmente á la Peregrina¬ ción, quiso unirse espiritualmente al gru¬ po de su pueblo.
Mare de Deueta
de San Salvado
donaumos fresqueta
minvau sa caló.
De San Salvado
el puig es enfora passarem un hora de pena y caló.
Donaumos fresqueta y embatol de má, que sa costa dreta tots volem pujá.
Minvau sa calo
¡oh Verge estimada!

96

Rl Heraldo de Cristo

per fer sa tornada cap a Lluchmajó.
Bien, por la laureada y piadosa Ter¬
ciaria.
Bien, por la Hermandad de Lluch-
mayor.
58nÍ3nÇ- — Sigue creciendo, de mo¬ do que es una bendición del cielo, la fervorosa Hermandad de Santanyí. El dia 5 del pasado Mayo el P. Francisco
Fornés dió el santo Hábito á 5 herma¬ nos y á 36 hermanas y admitió á la Pro fesión á 3 hermanos y á 66 hermana?.
Reciban un afectuoso saludo y nues¬
tro fraternal abrazo los apreciables her¬ manos de Santanyí y roguemos todos al cielo por la prosperidad de la Tercera Orden en aquel pueblo y en todos los
de Mallorca.
EXTERIOR.
La Orden tercera v el centenario de las
ClarÍ5aS-—En el solemne acontecimien¬ to del séptimo centenario de la funda-
ción de las Clarisas los terciarios france¬
ses se preparan para celebrarlo con una peregrinación á Paray le Monial. Un co¬ mité central, constituido bajo la presi¬ dencia del Obispo de Autun, ha señalado como fecha los días 10, 11 y 12 de Agos¬ to. Ciertamente será imponente esta ma¬
nifestación de la Orden Tercera en la
tierra bendita de Paray, á los pies del Sagrado Corazón! El Sagrado Corazón es el amor, el amor que sufre, coronado de espinas: y S. Francisco es el cantor incomparable del amor, y la Orden Ter¬ cera es la orden de la penitencia y del
sacrificio.
UTf
Noticias y Variedades
Los Católicos en Alemania
Gracias al Centro Católico y á la per¬ fecta organización de los Católicos ale¬
manes, la férrea mano de Bismark no
pudo herir de muerte la lozana vida de

las órdenes religiosas en el Imperio ger¬ mánico. En 1872 había en Prusia qó8 conventos con 9.043 religiosos; en 1896 el número de conventos ascendía á2049 con 20 796 miembros. Desde el 95 hasta
la fecha el número de católicos de ocho
millones 268.169 ha subido á 12 millo¬ nes trescientos cincuenta y dos mil cua¬ trocientos cuarenta y cuatro, y las Con¬ gregaciones religiosas han aumentado en la misma proporción. El último censo de todo e! Imperio arroja las cifras de trein¬ ta y dos millones de católicos, cinco mil doscientos conventos y sesenta mil reli¬ giosos.
Digno de elogio y de imitación
El Domingo 5 de F'ebrero último, de¬ bía celebrarse una feria en el pueblo de Aix-Sur-Vienne (Francia) y como el al¬ calde de la localidad no quisiese cam ¬
biar la fecha de la celebración, el Sindi¬ cato de carniceros acordó por unanimi¬
dad, en una junta que tuvieron al efecto,
abstenerse de concurrir á la citada feria
y á todas las que en lo sucesivo se cele¬ brasen en Domingo, y publicaron dicho
acuerdo.
El resultado fué que no hubo feria, á pesar de lo acordado por el alcalde de
la localidad.
Ejemplo digno de elogio y de imita¬ ción fué el dado por el Sindicato de
carniceros de Aix-Sur-Vienne.
Necrología
Día 10 del pasado Mayo murió en la paz del Señor D.a Magdalena Amen • gual Roig, terciaria de nuestra herman¬ dad de Costitx y suscriptora de esta re¬ vista. Roguemos por el descanso eterno
de su alma.
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