« Revista dedicada al fomento y propagación de la

Orden Tercera de San Francisco y á difundir su

espíritu en las familias cristianas, publicada, por

íos PP. Terciarios Regulares de Van Francisco de

Asís de la Provincia de la Inmaculada Concepción

en Mallorca. &

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Aso III

l.° Diciembre be 1911

Núm. 34.

SUM ARIO: ¡Inmaculada!-A la Verge de Gracia.—Las Glorias de una Fa¬ milia.—Honradez cívica.—Corazones grandes y con zones mezquinos.—El P. Estanislao ¿estivo, T. O. R.—Pan de San Antonio. —Crónica Franciscana
—Noticias y variedades. — Necrología.

NOTA: Se recomienda á los señores suscriptores de esta

revista que no hayan satisfecho la presente suscripción, lo hagan antes de finalizar el año.

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En España un año .

1 Pta. •!»

En el Extranjero.

2 id. t

REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓN
Convento de San Francisco Palma de Mallorca.

Cultos ennuestpa iglesia tie San Francisco de Palma durante el mes de Diciembre.

Cuarenta horas dedicadas á la Inmaculada Concepción.

Viernes día 8. P-or la mañana á las 7 exposición del Santísimo. A las 7 y media misa de comunión ge¬
neral pura los Terciarios-, Cofrades de la Purísima y demás devotos. A las diez Tercia y Misa mayor. Por la tarde 'í las 4 actos de coro; á las 5 y media rezo de la corona, trisagio cantado por el pueblo y último sermón de la novena.—Día 9. Exposición á las 7 de la mañana; á las 10 Tercia y Misa mayor. Por la tar¬ de á las 4, actos de coro, rezo de la corona y ejercicio dedicado á la Inmaculada.

Festividad. — Domingo día 10, último de las cuarenta horas. Por la mañana á las 7 exposición

-

.

del Santísimo. A las 10 Tercia y Misa mayor solemne en la que predicará el Re¬

verendo P. Miguel Rosselló de lo SS. CC. Terminada la misa se dará la Bendición Papal. Por la tarde á

las 4 actos de coro, coronilla de las doce estrellas, ejercicio dedicado á la Inmaculada y reserva de Su

Divina Majestad, precedida de solemne procesión á la que asistirán los Terciarios y Cofrades de la Purí¬

sima, y Te-Deum, extrenando el que compuso, para nuestra Schola Cantorum, el ilustrado músico D. An¬

tonio Vicens.

Novena de Belen.— Empezará dia 16; se hará por la mañana á las 5 y media durante una
misa, y á las II y cuarto con exposición del Santísimo y canto.

Cuarto Domingo
del Santísim: y platica.

Dia 24 por la m&ñana á las 7 y media misa de comunión general para Terciarios. Por la tarde á las 5 y media reunión mensual con exposición

Maitines solemnes.

Se cantarán en la virgilia de la Natividad de N, Sr. J. á la hora acos¬
tumbrada.

Cuarenta horas dedicadas á la Natividad de N. Sr. J.— Dia25 p°r la
tarde á las 5
actos de coro, corona y ejercicio dedicado al Misterio de Belen; durante los intermedios se cantarán her¬ mosos villancicos. Dia 26 exposición á las 7. A lás 10 Tercia y Misa mayor cantada con sermón por el Rdo. P. Juan Rubí T. O. R. terminada esta se dará la Bendición Papal, por la tarde á las 4 y media actos de coro, corona y ejercicio dedicado al Misterio de Belén. En los dias 27 y 28 se expondrá el Santísimo á las 7 á las 10 Tertia y Misa mayor. Por la tarde la función se hará como en los dias anteriores.

Indulgencias plenarias, \_\_Con las condiciones ordinarias pueden ganar los Terciarios
i» indulgencia plenaria los días siguientes de este.mes:

Día b, La inmaculada Concepcion ue la Bienaventurada Virgen María, Patrona principal de toda la

Orden Seráfica, indulgencia p'enaria y absolución general.— 12, Invención del Cuerpo de N P. San Fran¬

cisco—14, >. Josafat. 15, Octava de la Inmaculada Concepción. — 25, La Natividad de N. Sr. Jesucris¬

to absolución general.

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El Heraldo de Cristo

Año III

Palma i.° Diciembre de 1911

Núm. 34

I 82

El Heraldo de Cristo

ilnmstcalstda!
Tal apareció á los ojos del Altísimo la mujer escogida desde la eternidad para
madre del Verbo humanado.
Tal fué á la presencia del Dios que descubre manchas en los ángeles del cie¬ lo, aquella que había de ser sobre la tie¬
rra la corredentora del hombre caído.
Tal la contemplaron los espíritus de las celestiales jerarquías; tal la aclama¬ ron los cristianos de veinte siglos; tal la proclamaron los pueblos, tal la declaró la Santa Iglesia:
¡Inmaculada!
Para producir tan prodigiosa belleza y trastornar en favor de una criatura el orden general establecido, según el cual nacemos todos en pecado, fué preciso que se ejercitase el poder infinito de Dios: y Dios quiso ejercitarlo; y miran¬ do á los méritos inagotablés de la Pasión de su Hijo, hizo de ellos una aplicación anticipada y singular, librando de toda culpa á su criatura predilecta.
y conuenía que así fuese;
para que ni el Padre que la miraba co¬ mo la obra maestra de su poder, y la escogía como el instrumento de la En¬ carnación del Verbo; ni el Hijo que la consideraba como á verdadera madre; ni el Espíritu Santo que la escogía como esposa, tuviera que avergonzarse jamás de haber puesto sus ojos en una esclava del pecado, manchada con el humillante estigma de la culpa original.
Esto hubiera sido impropio de Dios: repugnaba á su infinita santidad, á su infinita grandeza, á su infinito aborre¬ cimiento de toda culpa; y por esto Dios, cediendo á los impulsos de su amor y á las exigencias de su propia dignidad, quiso conceder á su escogida el privile¬ gio singular de una concepción inmacu¬
lada.
De manera que este simpático mis¬
terio de nuestra fe no es .solamente el

testimonio de las gracias con que el
Señor adornó el alma de María Santí¬
sima, predestinada para tantas grande¬
zas; sino también manifestación del di¬
vino poder y reivindicación de la divina gloria, contra el primer triunfo que el espíritu de las tinieblas había consegui¬
do sobre el hombre.
¡üoda pura, toda bella, inmaculada!
Nosotros no sabemos bien lo que es¬
tos títulos significan, ni podemos hacer¬ nos cargo de la excelsa grandeza que suponen en la dichosa criatura que los
ha merecido.
Acostumbrados á ver lo imperfecto, lo impuro, lo manchado, no concebimos sino muy imperfectamente la bella niti¬ dez de alma de María imaginándonos en ella la ausencia y privación de los de¬ fectos que vemos en nosotros mismos y
en las restantes criaturas.
Pero este concepto de la inmaculada es tan pobre y tán inferior a la realidad, como el concepto de la luz que podría formar el ciego de nacimiento á quien se la explicase por la privación y ausen¬ cia de las tinieblas que siempre ha con¬ templado.
No entendemos pues adecuadamente el gran privilegio de María; pero en lo que conoce nuestro entendimiento auxi¬ liado por la fe hallamos poderosos mo¬ tivos para justificar el entusiasmo que despierta en los pueblos y la solemni dad con que lo celebran los cristianos.
En la >n>naculada se miró compla¬ cido Dios, como en límpido espejo don¬ de se refleja su belleza infinita.
Para la Inmaculada hizo el Verbo la
primera aplicación de sus méritos re
den tores.
Ante la Inmaculada abaten humil¬
des su frente los espíritus celestiales. En la Inmaculada temen los ángeles
del abismo;: y huyen de su presencià acobardados y vencidos. ...
En au Inmaculada Concepción tuvo la Virgen Santísima el ..fundamento de

El Heraldo de Cristo

183

las restantes prerogativas que la ador¬
naron.
y la Inmaculada
es la salvadora de la humanidad, la ma¬ dre de los hombres, ¡nuestra madre!
Y ¿no hemos de alegrarnos nosotros? ¿Y no hemos de celebrar con trasportes de santa alegría la fiesta de su Concep¬ ción? Y ¿no hemos de rendirle el filial homenaje de nuestras solemninades?
¡Ea, cristianos! Alegróos en el día de la Inmaculada y cantad sus gloriosos privi¬ legios, celebrad con devoto entusiasmo
su fiesta....!
Es la fiesta de nuestra Mediadora!
Es la principal fiesta de nuestra
Madre!
F. P. J. Cerda.

apar un drap del Nin qu’ un angel renta y dtí axugar al cim de la montanya

Amunt voleu estar, Estrella pura, per desfer tempestats y dú bonansa, amunt, per fer brillar raigs d’ esperansa d’ aqueixa vall de plor dins la foscura y amunt, més molt amunt ahont sols alcansa la Salve quant vos diu: vida, dolsura.

Palma Abril 1907.

J. B., C. O.

Las (¡lorias de una Familia
(Varones ilustres de la V. O. T. de nuestro Padre San Francisco) (CONTINUACIÓN^

H la Vepge de Grada
Ave gratia plena
Que bé qu‘ estau, que bé qu’ estau, Verge Marí* en mitx dels pins, vora del cel posada; com ascoltau, ¡o Reina!, 1’ harmonía del cant del vent, del mar y 1’ aucellada.
Com vos escau la dolça poesía de 1’ antigor, d’ ulls blaus y rosses trenes y el temple ple d’ encants de pagesia de colors vius y de clarors serenes.
Senyora, qui vos veu jamay oblida qui sou rient, mirant a la mar blava, que vostro Infant encara que marcida guarda la flor que ahí vos perfumava, que com la lluna sou molt envellida mes tan lluenta que ella us envejava.
II
Els nins que us veuen de ciutat, María, se creuen qu’ heu nat dins una rosa qu’ obrí la llum al apuntar el día qu’ a dins la fosca de la nit es closa.
¡Oh! aquella ermita (1) n' es blanca, innocenta. dins la blava rossó ab qu‘ el sol la banya
' (r)- S’ ermita de St. Honorat.

Santos
•V Juan de Dios. (1485-550). Funda¬ dor de la Orden Hospitalaria de su nom¬ bre. Tan benéfico instituto goza de singulares y bien justificadas simpatías;
colma á la humanidad de servicios, y España y el extranjero admiran su cari¬
dad y abnegación en asilos, hospitales y
manicomios.
S. Ignacio de Loyola. (1491-556). Fundador de la ínclita Compañía de Je¬ sús. Su fundación viene á ser el cumpli¬ miento de una singular predicción: Ra¬ món Lull, pecador penitente, terciario, y glorioso atleta de Cristo, profetiza una orden de religiosos cuyo nombre y divi¬ sa será Jesús; Ignacio de Loyola, valien¬ te militar, pecador arrepentido, é insigne terciario, bajo el lema de «ad majorem Dei gloriam» funda la compañía de Jesús. Opinión es de doctísimas perso¬ nas que el espíritu de su regla tiene por
fundamento la rítmica salmodia del libro
«Del amich y del Amat».
Mujeres esclarecidas
V. M. Sor Serafina. Mujer de austerísima vida, fundó en' España, en 1599, el Instituto de las MM. Capuchinas. Hᬠllase bastante extendido por España Nació esta piadosa matrona en la ciudad

184

El Heraldo de Cristo

de Barcelona y Dios ha obrado por ella muchos milagros.
0.a Isabel, Condesa de Urgel. Fue hija del rey D. Pedro IV, hermana del monarca D. Martín, y esposa de su pri¬ mo el noble Conde de Urgel.
D.a .Tuana, Condesa de Módica. Fue
devota de la Orden franciscana, cuyo
hábito tomó ingresando en la Orden Tercera y estuvo casada con el Excelen¬
tísimo Sr. D. Bernardo de Cabrera.
hi Maria de / erapetussa. (f 1660). Esposa del Sr. D. Juan Francisco Ben jamín de Bournouville, marqués de este nombre. Fue singularísima en la limos¬ na y caridad con los pobres.
D.a Luisa Fernanda de Montpensier. Infanta española, ilustre por su nobleza y su virtud; vistió con honra grande el
hábito de nuestra Orden Tercera.
Infanta D.a f az. Hija de Isabel II y
de D. Francisco de Asís María. Ha con¬
tribuido con su celo religioso á la Bea¬
tificación de la V. Crescencia. Es exce¬
lente escritora.
Artistas
Murillo. (1618-82). El Pintor de la Inmaculada. Nació en Sevilla (Andalu¬ cía) y es admiración de España y del extranjero. Sus cuadros de la Virgen en el misterio de su pura concepción le han hecho inmortal, y guárdanse como joyas de inapreciable valor en los más importantes museos y galerías de pintu¬ ras. No empleó solamente su inspiración en representar á la Virgen, y por algo
debía ser franciscano: Sus cuadros de
S. Francisco y S. Antonio, lo demues¬
tran.

inmortales: El Catolicismo comparado
con el Protestantismo, L·l Criterio, tilo
sofia fundamental, son fruto de su previlegiada inteligencia.
I onoso Cortés (1809-853) Gran apo¬ logista de la Religión Católica y una de las glorias mas insignes de la tribuna española en el Siglo XIX. Sus obras estan escritas con una elevación y grandi¬ locuencia que fascina; y la más notable entre ellas es su Ensayo sobre el ( ato licismo, el Liberalismo y el Socialismo.
Aparici Guijarro. (1815-872). Gran apologista católico, hijo de la muy cató¬
lica ciudad de Valencia. Orador elocuen¬
te y de mucha y excelente doctrina, y abogado recto, generoso y fiel cumplidor de sus deberes, hizo gran bien á su pa¬ tria con sus laudables ejemplos y meri¬
torios escritos.
Ramón Nocedal. fjT907). Gloria in¬ signe del periodismo católico y del par¬ lamento español. Fundó el partido cató¬ lico nacional, cuyo lema está formado por estas tres hermosísimas palabras: «Dios, Pátrica, Fueros.»
Acérrimo enemigo del liberalismo, lo combatió con todas sus fuerzas; fué blanco de las iras de sus enemigos, es¬ pecialmente de los católico-liberales. Murió en 1907 con la muerte de los jus¬ tos, invocando el nombre de la beatísi¬
ma Trinidad.
Palma.--Septiembre.—1911.
M. de Lete Terciario.
(Continuará)

-s——j—s——í

• ■ sí——

Honradez eh/iea

Apologistas, Políticos y otros insignes
terciarios
D. Luis Ortiz de Velasco. Secretario
de S. M. el rey D. Felipe V, Juez subde¬ legado y administrador general de los
correos de Cataluña, fue ministro de la T. O. en Barcelona.
fíalmes. Nació en Vicli (Cataluña), celebróse en 1910 su centenario. ¡Quien
no conoce á'Balines! Sus obras serán

(conclusión)
Justo. Entendámonos. Naturalmente
hablando, ó como vulgarmente se dice, de tejas abajo, todos somos iguales; mas de tejas arriba contamos los unos con algo de que los otros ordinariamente no podéis disponer, sino es en medida muy escasa; y ese algo es nada menos que una cosa inconmensurable, es la fuerza

El Heraldo de Cristo

1S5

sobrenatural que el mismo Dios nos co
munica; y, prescindiendo de esta fuerza, tenemos otros estímulos para obrar el bien, mucho más poderosos que los vuestros, porque dicen relación á la vida eterna, y para los que en ella creen, todo es de importancia infinita¬ mente superior á los intereses terrenos.
Prudencio Estoy deseoso de oírte
sobre este punto; mas ten en cuenta
que mis convicciones no me obligan á admitir Ib que acaso los católicos ten¬
gáis por seguro: no sea que incurras en el error lógico de hacer supuesto de la
cuestión.
J. En cuenta lo tengo, y por esto no voy á hablarte de los efectos maravillo¬ sos de la gracia, impulso ó auxilio sobre¬ natural con que Dios viene en ayuda de nuestra flaca voluntad, para que obre el
bien.
No te pido por tanto que asientas al poder incontrastable de la gracia; pero, Ínterin se cumplan mis votos al Altísimo para que alumbre tu espíritu la misma fe que yo profeso, te ruego que conven¬
gas conmigo en que si son ciertas las premisas de la existencia y de los efec¬ tos de la gracia, es cierta también su le¬
gítima consecuencia de que el que goza de ella tiene poderosos medios de defen¬ sa contra el mal, y de acción para prac* ticar el bien, que no tiene el que de ella
carece.
P. Quién lo duda: si yo tuviera en mi auxilio un Dios Todopoderoso, á buen seguro que no sentiría el peso de mis debilidades y miserias.
J. Con que digas esto me contento; y repara que al contentarme echo por la borda lo más preciado cjel cargamen¬ to, porque con el auxilio de la gracia por sí solo tendría lo bastante y sobrado para dejar plenamente demostrada mi tesis de que únicamente dentro del cato¬ licismo puede existir la honradez verda¬ dera. Sin embargo, yoquiero dejará un lado este argumento, y con lo que me
queda tendré aún lo necesario para mis menesteres, es decir, que, además de ella

obran sobre el espíritu católico otras
fuerzas ó motivos determinantes que no
obran sobre el espíritu incrédulo; y es¬
tas fuerzas son también de inestimahle
valor y eficacia. P. Veamos cuales son esas fuerzas,
que no adolezcan del mismo defecto que la anterior, ó sea, de ser para mi inad¬
misibles.
J. Las hay; no te quepa duda; y pron¬
to vas á reconocerlo tu mismo. Atiende.
Hemos visto que uno de los portillos por
donde se os va la honradez á los no-cató¬
licos es la seguridad de que nadie puede enterarse de un acto vituperable (estafa, calumnia, homicidio, etc.) que os con¬ venga practicar; pues á nosotros nos tapa ese portillo la firme persuasión que tenemos de que Dios á todas horas nos esta mirando y pesa escrupulosamente nuestros actos y la intención que los preside. Hemos visto también que el afán de riqueza, de poder ó de glo¬ ria, es el que á veces tuerce la linea recta de la virtud que os habiais pro¬
puesto seguir; pues á nosotros se nos dice, y estamos perfectamente convenci¬ dos de ello, que apoderarse de lo ageno constituye un pecado mortal, que la so¬ berbia es otro pecado mortal, y que el que muere en pecado mortal irremisible¬ mente se condena; mientras por otro la¬ do se nos predica, y lo creemos firmísimamente, que el desasimiento de los bienes terrenos es una gran virtud, que
la humildad es la base de todas las vir¬
tudes, y que la práctica de las mismas es prenda segura de nuestra salvación. Además hemos visto que la fuerza im¬ pulsiva inicial de vuestro buen proceder es la inclinación natural del espíritu ha¬ cia el bien, y que esta inclinación ceja muchas veces cuando alguna pasión viene á contrariarla; pues nosotros refor¬
zamos esa inclinación natural tan fá¬
cil de contrarestar, con otros motivos ó
fuerzas sobrenaturales racionalmente
incontrastables, porque practicamos el bien y evitamos el mal por amor ó por temor de Dios, ó por ambas cosas á la

186

El Heraldo de Cristo

vez; por amor de Dios, que es el bien los diques que los contenían para no

absoluto, incomparablemente superior á dejarles cometer una infidelidad, aun les

todos los bienes de la tierra; por temor quedarán por romper á éstos los más

de Dios, Juez infinitamente justo, que fuertes, tanto más fuertes cuanto más

ha de juzgar de todos nuestros actos, firme sea la fé católica de tu elegido, y

palabras y pensamientos, para premiar más acendrada su piedad.

nuestras virtudes ó castigar nuestros vi¬

Además, no dejes de tener en cuenta,

cios, en lo que nos va la salvación ó feli¬ cuando trates de aquilatar los grados de

cidad eterna, y la condenación ó desgra¬ confianza que merece una persona, y

cia sin fin; y claro está que estos intere¬ éste es otro argumento que pudiera ha¬

ses son también inmensamente superio¬ ber empleado contra vuestra tan descon¬

res á todos los de este bajo mundo.

tada honradez cívica, que la justicia y

Miradas las cosas desde este punto de la moral de los descreídos no descansa

vista, en que tú tal vez jamás te lias co¬ en un código único é inmutable, como

locado ¿juzgas que son iguales, ni siquie¬ lo es la ley de Dios, sino en las opinio¬

ra parecidos los estímulos que mueven nes de los hombres, tan distintas é in¬

á los unos y á los otros, á los mundanos constantes como sus mismas fisonomías;

y á los hombres de fé religiosa, en la y de ahí que cada uno de ellos señale al

práctica de la virtud?

bien, en los distintos órdenes de cosas

P. Siendo así, empero, deberías con¬ en que puede considerársele, el límite,

cluir tu razonamiento y deducir la con¬ medida ó extensión que se le antoje, ó

secuencia legítima de que los católicos más comunmente el que mejor se aco¬

sois impecables, á menos que os volváis mode á sus peculiares conveniencias,

locos, y aun entonces os escusa la de¬ llegando en cada uno de dichos órdenes

mencia, pues loco debe de estar el que . hasta los extremos más opuestos: en ma¬

puesto á elegir entre el bien y el mal teria de propiedad individual, es derecho

absoluto, se decide por el último.

sagrado para unos lo que para otros es

J. No tanto, carísimo. El hombre por robo; en cuestión de costumbres, éstos

ser católico no deja de ser hombre, con llaman deshonestidad á lo que aquellos

las pasiones propias de todo hombre; califican de necesidad orgánica; en la

y si no las refrena á tiempo, ellas em¬ administración de la justicia los de acá

piezan por debilitar su voluntad; luego aplauden como prueba de compañeris¬

oscurecen su inteligencia, y acaban por mo lo que los de allá censuran como

matar su fe. Pero no te quepa duda, muestra de parcialidad; y así sucesi¬

aunque juzgo haber desvanecido ya las vamente.

que acaso tuvieses sobre el particular: el

De esta manera, no ha de faltar, entre

único freno con el temple necesario para los que te ofrezcan sus servicios, quien

poder contener las pasiones en todo ca¬ te asegure que aunque en negocios de

so es la fe católica; los demás sólo resis¬ sus enemigos ha procurado sacar todo el

ten hasta cierto grado de presión; en partido posible, prescindiendo de su li

llegando á él, el freno se rompe y la pa¬ citud, es incapaz de faltar á un amigo,

sión se desborda.

mayormente si éste es un protector; ó

Así, pues, yo te recomiendo, si quie¬ quien te responda de que, no obstante

res conducirte con la prudencia que en sus aficiones impuras, jamás consentiría

tí hasta resulta onomástica, que caso de en hollar el honor de una doncella; ó

faltarte el hombre para un cargo, de quien te prometa que ha de fallar con

confianza ó un negocio de compromiso, toda rectitud, por más que en asuntos

no lo busques en las filas délos incrédu¬ políticos ha procurado siempre servir á

los sino en las de los creyentes; que los suyos, con razón y sin ella. Todos es¬

Cuando aquellos habrán roto yá todos tos y muchos otros congéneres suyos,

El Heraldo de Cristo

i&7

que citar pudiéramos, ó son unos imbé¬ ciles que se engañan á sí mismos, ó son
unos granujas que te engañan á tí. Pues¬ tos en la pendiente, no tardarán en ro¬
dar hasta el fondo del abismo más que
el tiempo que tarde en presentarse la
ocasión.
Creo haber dicho lo bastante, y aun más de lo bastante, para hacerme com¬ prender por un entendimiento tan pers¬ picaz como el tuyo, y espero tranquila¬ mente á que hagas el juicio crítico de la doctrina por mi expuesta, confiando en que no has de serme desfavorable.
P. Ya sabes, mi buen amigo, que yo soy claro como el agua y no me dejo lle¬ var fácilmente de la pasión.
Así te diré que, en el terreno de los principios, todo cuanto has expuesto me parece muy aceptable; porque ¡quién lo duda, que el estímulo para obrar bien aumenta en proporción directa de la se¬ guridad y de la magn'tud del premio que se nos ofrece; y que el que nos in clina al mal disminuye en proporción inversa de la seguridad y magnitud de la pena que nos amenaza! ¡y quién lo duda tampoco, que vosotros los católi¬ cos contáis con una recompensa ó con
un castigo eterno que no entra para na¬
da en nuestros cálculos!
Mas con la misma sinceridad con que
te he dicho esto, te diré lo otro, y es que, en el terreno de los hechos, la práctica no responde á la teoría: veo que muchos, muchísimos católicos piensan, hablan y
obran coma si no lo fuesen: el uno en ¬
cenagado en sus juegos; el otro en sus borracheras; el tercero en sus lubricida¬
des; el de acá en sus agios y estafas; el de allá en sus odios y venganzas; el de acullá en sus pompas y vanidades; y muchos en fin en las mismas, mismísi¬ mas miserias que aquejan á la inmensa mayoría de los hombres.
Tengo por seguro que tú, procedien do con la misma lealtad y nobleza que en mí has reconocido, no podrás menos
de confesarme la existencia de este fenó¬
meno; y siendo este fenómeno cierto, te

invito á que me des de él una explica¬ ción satisfactoria; de lo contrario, habré de deducir que no hay sinceridad en vuestras creencias, puesto que no obráis
eu consecuencia con ellas.
J. Mucho me place tener que contes¬ tar á esa pregunta, porque después de haber cantado, por exigencias de la dis¬ cusión, nuestras escelcitudes y preemi¬ nencias, siento verdadera necesidad, por amor á la justicia, de llorar nuestras de¬ bilidades y miserias. Has de saber, mi dignísimo contrincante, que entre los católicos se cuenta una buena parte, harto buena por desgracia, que lo son de mera fórmula: van á misa porque así lo han hecho desde su infancia; se confie¬
san una vez al año por seguir la corrien¬ te general de la población en que moran;
balbucean una oración cuando la ocasión
se ofrece sin buscarla; pero á todos es¬ tos actos que practica su cuerpo no asis¬ te su espíritu; su espíritu se queda allá en el despacho de su profesión, en los talleres de su comercio, en los talleres de
su industria, en el círculo político, en el club recreativo, porque allá, no en el templo, está el altar del dios á quien ellos rinden culto, bajo los títulos nefan¬ das de Riqueza, Gloria, Placer.
A esos católicos puede decirse que no les queda de tales más que el nombre, puesto que las obras ya hemos visto que no lo son; y la fe. sin las obras es fe muerta, es decir, sin virtud ni eficacia
para salvarnos. Con ellos pues no reza mi teoría, ya que mi teoría presupone un espíritu formado é instruido en los principios de nuestra Religión Sacrosan¬ ta, y que vive por tanto y se nutre de las virtudes que le son propias, las teo¬ logales fe, esperanza, caridad, y las car¬ dinales prudencia, justicia, fortaleza, templanza. De católicos que no ejercen, permítaseme la frase, me fío mucho me¬ nos que de incrédulos naturalmente bondadosos; y así puedes estar seguro
que, antes que á cualquiera de ellos, te confiaré las llaves de mi arca y los se¬ cretos de mi corazón á tí, en quien reco-

188

El Heraldo de Cristo

nozco excepcionales dotes de prudencia y sensatez. De los otros, en cambio, yo te respondo, salva siempre la flaqueza humana, porque si es cierto que el hom¬ bre por su naturaleza está expuesto en todo caso á las mayores caídas, no lo es menos que con la ayuda de Dios todo se puede.
P. Me doy por satisfecho de tus ex¬ plicaciones. Crúcese un abrazo entre dos
adversaries.
J. Sea. Y quiera Dios que se convier¬ tan en correligionarios.
Miguel Sampol, Ahogado,
Terciario.

La obrera no se arredró. Desde el pri¬ mer día ofreció á la Virgen Inmaculada su trabajo, y le confió la defensa de su cora¬ zón y de su alma; no tenía qué temer.
Al contrario: oyendo las palabras des¬ compuestas y el lenguaje á ratos soez de aquellos hombres; al escuchar las risota¬ das inmodestas de aquellas muchachas, sentía viva compasión de todos ellos y en el fondo de su alma formaba proyectos para mejorarlos y salvarlos.
¡Ella á ellos!

y
Corazones mezquinos
, Una joven obrera de 20 años. Un taller de zapatería donde trabajaban con separación no muy rigurosa operarios y operarias de diversas edades y carac¬
teres.
Allá, como en tantísimos otros lugares, los buenos estaban en insignificante mi¬ noría: los que abundaban eran hombres indiferentes, de fe dudosa, cuando no de incredulidad manifiesta, y muchachas de las que no quieren ciertamente pasar por malas, pero hacen alarde de despreocu¬ padas.
Entre ellas trabajaba nuestra obrera, la joven obrera de 20 años.
Ella no es indiferente, ni despreocupa¬ da; pero su piedad y su delicadeza encon¬ traron poderosos enemigos en las pala¬ bras, conversaciones, burlas y chanzas de operarios y operarias, que con sobrada frecuencia tienen por objeto asuntos de religión ó hechos escandalosos.

Nunca se presentó en el taller sin haber antes comulgado y oído la santa Misa: cosa que hacía sin afectación ni alardes, pero que no ocultaba ni omitía por respe¬ tos humanos. ¡Le parecía tan natural acer¬
carse á Dios!
Fiel cumplidora de su obligación y tra¬ bajadora activa, llegó pronto á ser la me¬ jor operaria de su sección: y al entretan¬ to sin pretensiones de ninguna clase, ves¬ tida con elegante sencillez y usando de su alegre modestia y delicada jovialidad supo conquistar el corazón de todos y llegó á imponerles sus sentimientos cris¬
tianos.
Con suave constancia sustituyó los cán¬ ticos de zarzuelas inmorales que solían oirse en el taller, por los cantos populares, y principalmente por cánticos religiosos: subiendo por grados les acostumbró pri¬ mero á rezar algo, y acabó después por conseguir que rezasen el santo Rosario todos los días: y sin desmayar jamás ante los sacrificios que pudiera hacer para fa¬ vorecer á todos, y sin vacilar en recor¬ darles lo que á Dios debían, se insinuaba suavemente en el ánimo de unos y de
otros.
Y aquellos hombres que no sabían res¬ petar la religión ni la virtud, la respeta¬ ron en ella; y aquellas muchachas para

El Heraldo de Cristo

189

quienes era escarnio la piedad, por ella la juzgaron agradable y digna.
A su presencia se interrumpía de re¬ pente la conversación, y volvía atrás la blasfemia en la boca del blasfemo, y la broma atrevida en los labios de la joven
mundana.
Ella recriminaba dulcemente á los des¬
cuidados, y corregía sonriendo á los que faltaban, con autoridad que, por un respe¬ to tan profundo como lleno de confianza,
le conferían los mismos interesados.

días se presentó én el taller sencilla, mo¬ desta, alegre y jovial.
Muy pocos sabían lo que-había pasado; pero en sucesivos cuchicheos se lo conta¬
ron operarias y operarios. Ellos supieron comprender lo queva^
lían aquellos actos. En un rincón del taller lloraba un viejo
obrero enjugando sus lágrimas con el dorso de su callosa mano, y,diciendo á su
vecino:
— ¡Qué buena es!

Cierto día enfermó una de las opera¬ rías.
La enfermedad era grave, muy grave,
y la enferma era pobre, muy pobre. Visitóla nuestra obrera; y la encontró
en situación bastante apurada, sin recur¬ sos para los gastos más indispensables, y sin cama tan aderezada y decente como •aquella pobre amiguita hubiera deseado en tales circunstancias.
En un minuto concibió un plan grandio¬ so, hijo de su noble corazón.
Recursos? Ella se los proporcionaría pidiéndolos de limosna.
Cama? Era más difícil: sin embargo... ah! bien! ¿No tenía ella una cama? Pues cuestión resuelta; ya veríamos cómo dor¬ mía ella después... por de pronto la enfer¬
ma... acomodar la enferma!
No sé lo qué pasó en su casa: es lo cier¬ to que al cabo de dos horas la amiguita enferma quedaba instalada en el lecho de la obrera con gran satisfacción de ésta.
Ciertos vecinos lo criticaron como una
chifladura; ciertos parientes lo juzgaron una imprudencia; ciertos personajes más doctos lo reprobaron como antihigiénico...
La obrera no pudo dormir aquella no¬ che, antevíspera de la Inmaculada.
Al día siguiente, recibió como todos los días la santa Eucaristía, y como todos los

Al terminar por la tarde el trabajo del día, el principal reunió á todos para noti¬ ficarles que con motivo de la fiesta de la Inmaculada no se trabajaría el día siguien¬ te: y como homenaje á nuestra obrera contó y alabó ante la reunión lo que todos se habían contado particularmente uno á otro: las limosnas recogidas, los sacrifi¬ cios, la cama...
Un aplauso general dirigido á la hu¬ milde trabajadora coronó la relación del
maestro.
Unos y otros la felicitaron á porfía de. seosos de poderle demostrar su satisfac¬
ción.
Un obrero propuso que se hiciera á la joven obsequiada y á la enferma un rega¬ lo en que tuvieran parte todos.
— Hacedlo si queréis, pero mi gusto...
¡Di! ¿cuál sería tu gusto? Que todos hiciéramos mañana una co¬
munión pidiendo á la Virgen Inmaculada
la salud de la enferma...
Hubo un instante de silencio.
(—Caramba con la ocurrencia de la mu¬ chacha! decía en voz baja un obrero á su vecino; pero qué vamos á hacerle?)
—¿Hay inconveniente? pregunta el prin¬ cipal.
— ¡No lo hay! —Pues la harán todos. Digo... la hare¬
mos todos.
Y al día siguiente, fiesta de la Inmacq-

t§Ó

El Heraldo de Cristo

lada Concepción, comulgaron todos á di¬ versas horas. Muy temprano todavía, jun¬ to con algunos obreros, comulgó'él prin¬ cipal del taller. ¡Hacía doce años que no había comulgado!...

En un sitio algo retirado dentro del tem¬

plo mismo, lloraba de alegría la joven

obrera.

¡Había deseado tanto aquellas, comu¬

niones!

;

Y veía satisfecho su anhelo en un día

táh sólémrté! '

Verdad que había sido temeraria en el

pedir; verdad que se había ruborizado por temor, al desgaire: pero la Virgen lo había

querido; y ellos lo habían hecho. Estas reflexiones ocuparon su espíritu

aquel día.

■

Después entró de nuevo en su vida or¬

dinaria, y continuó haciendo el bien como

póUftt. • Vive aún ahóra la joven óbrera.

¡Qué. grandes hizo Dios á los corazo¬ nes grandes! -< —Y de lós mezquinos, qué?
—Tenéis razón:-'falta decir algo de
ellos.
Mezquinos son lós corazones dé los que no saben comprender lo que vale la generosidad y heroicidad de esta joven; mezquinos los que no entienden el precio de la modestia, de la sencillez,, de la vir¬ tud; mezquinos los corazones que no se conmueven ante el heroísmo de cualquier otro corazón; mezquinos los que hechan cálculos antes de cualquier generosidad; mezquinos los que lejos de buscar su apo¬ yo en la vida sólidamente cristiana, se en¬ tretienen y satisfacen con la frivolidad y vanidad; mezquinos los que juzgan á los demás tan mezquinos que han de quedar atraídos y prendidos por cualquier com¬

postura exterior exagerada y ridicula; mezquinos los que realmente quedan con esto cautivados; mezquinos los que sacri¬
fican la conciencia en aras de una moda
indecorosa; mezquinos los que por el
oro...
Pero ¿no os causa asco ver tanta mez¬
quindad después de tan simpáticas y be¬ llas grandezas?
Dejémoslo pues; y estén ustedes ciertos dé que á poco que lo estudien se conven¬ cerán de que por desgracia nuestra abun¬ da mucho más la mezquindad que la gran¬
deza.
Pero ¡también hay corazones grandes!

-i*--*--*--*--*-

Fr. Junípero.
B

T El P. Estanislao Restivo. Ï. 0.1
Terminó los días de su peregrinación en este inundo el 26 del pasado Julio, confortado con una particular bendición del Sumo Pontífice. Ocupaba entonces el cargo de Rector de la iglesia de San Paulino alia Regola en Roma, y por sus méritos y virtudes era considerado como uno de los mejores religiosos de
la Provincia Siciliana de nuestra Orden.
Un amigo nuestro, distinguido miembro
de la mencionada Provincia é íntimo
conocedor de la vida del difunto, nos
escribe acerca de él en estos términos:
«Ha sido un religioso verdaderamente modelo, de un celo singularísimo én el desear y promover la salvación de las almas, y de una caridad en extremo ad¬ mirable para con todos.
»Mas, lo que ha resaltado sobre todo en él ha sido una piedad sincera y pro¬ funda acompañada de un espíritu ad¬ mirable de pobreza, y del ejercicio con¬
tinuo de las más bellas virtudes.
»Ha dado á la estampa algunos ma¬ nuales de devoción dirigidos especial¬ mente á los jóvenes cristianos para educarlos religiosamente y cultivar en
ellos el santo temor de Dios. Del que s

El Heraldo de Cristo

i9i

titula «Modo di stare sempre con Jesú» de Comunión general por el P. Prior

se han publicado tres ediciones. Es tam¬ del Convento de S. Francisco de Palma,

bién de gran valor su Comentario ó Ex¬ Rdo. P. Fr. Pablo Puigserver. 'O * •

plicación de los Misterios del Rosario

Asistió á la comunión un húmero de

que ha tenido notable difusión y ha hombres como pocas veces hemos visto,

merecido encomios .

de personas éom-

á los óuales hay que añadir los que tu¬

petentes.

vieron que comulgar antes en otras co¬

¡►¡Descanse en paz su alma bendita!

muniones particulares, por hallarse im-

»¡Tengámoslo presente en nuestras posabilitados de asistir a la general: las

oraciones!»

I mujeres.fueron 'ambien^muchísimas.

Dios mediante, daremos á conocer á I Durante la Comunión un coro de Ter¬

nuestros lectores algunos fragmentos de sus escritos, cuando tengamos holgura
para traducirlos; y en ellos podrán sa¬ borear la dulzura y piedad que destilan todas las páginas,que escribió su deli¬
cada pluma.
X.

ciarias cantó escogidos motetes.

ó

A las nueve y media se cántó Tercia;,

y á las diez celebró la misa mayor el Re¬
verendo D. Gabriel Tomás, Vicario y

Director de la Tercera Orden en Llubí;

asistido por los SS. D. Bartolomé Pere¬

lló y D. Sebastián Rigo.

*—»—!••}■ ♦

i"!"♦—

Cantó el pueblo la- misa de Anhelis y

Pan de 5. Antonio

ocupó la cátedra del Espíritu Santo el
mencionado P. Prior de S. Francisco de

Mes de Noviembre
Cepillo de la iglesia de S Francisco en Palma.
Limosnas recogidas. . . . 305’15

Palma, quien tegió un bello panegírico del Llagado Serafín de Asís.
Por la tarde tuvo lugar la procesión
de costumbre. -

Por 518 kilogramos de pan. Í84 35 Repartido en metálico. . . 35’00

Total repartido

219’35

Remanente. .

....

85’80

-~is=n=3f

Çróníeà f ranei^eana

Asistió en pleno la numerosa' Her¬ mandad, vistiendo exteriormente el san¬ to escapulario, así los Hermanos como las Hermanas; y realzó el acto la banda de Muro, tocando con su acostumbrado ajuste algunas escogidas piezas.
La procesión terminó con el Te-Deum.
Por la noche se hizo la conclusión de
la fiesta. El Rdo. P. Puigserver hizo Una

INTERIOR
. MUbí—En extremo brillante y solem¬ ne ha resultado la ñesta que en honor de N. P. S. Francisco han celebrado los Terciarios de este pueblo, el día 26 de
Noviembre.
En los . días precedentes se hizo un triduo preparatorio cuyos sermones pre¬ dicó el Rdo. P. Pedro J. Cerdá, Francis¬
cano.
Por la noche del día 25 se cantaron
completas, en las que un numeroso y
bien ajustado coro del pueblo alternó
con los cantores: resultando la función
devotamente solemne.
El día 26 á las siete se celebró,la misa

plá ica llena de entusiasmo, tratando del gran desarrollo de la Tercera Orden'por
todo el mundo, recomendado á todos los
que no son todavía terciarios que procu¬ ren serlo: y á los que Jo son ya, que
cumplan bien las obligaciones de ta¬ les pues con esto corresponderán á los deseos del Papa que con tanto encarici-
miento recomienda la Tercera Orden.
En vesticionés que se hicieron los días 24 y 26 recibieron el hábito 11 hom bres y 19 mujeres y profesaron 17 Her¬ manos y 18 Hermanas
Reciban la más cumplida enhorabue¬
na el Director y Discretorio de herma¬
nos y hermanas que saben sacrificar-

tgi

Él Heraldo dé CrisTó

se para organizar tales fiestas y sostener animada del espíritu franciscano esta
hermandad.

Discretorio de Hermanas.
Ministra, D.a Francisca Ana Colóm
Creus.

Sea todo para mayor gloria de Dios.

Vice-Ministra, D.a Margarita Barceló

Salvá.

BuitOla.—El día 1G del pasado No

Secretaria, D.a Pedrona Llabrés Mar¬

viembre empezó en este pueblo un de¬ torell.

voto triduo preparatorio de la fiesta que

Vice-Secretaria, D.a Catalina Borrás

en honor del seráfico Patriarca celebró Brunet.

el día 19 la Hermandad de la V. O.

Maestra de Novicias, D.a Catalina

Tercera.

Rosselló Palou.

Los sermones estuvieron á cargo de

Vice-Maestra, D.a Juana Ana Cerdá

los P.P. Pedro J. Cerdá, y Francisco For- Mateu.

nós, de la Orden Tercera Regular, y fue¬

Tesorera, D.a María Rufián Rufián.

ron muy concurridos.
El día 19 el P. Fr. Francisco Fornés
hizo la visita canónica á la Hermandad
según lo ordena el capítulo 3.° de la Re¬ gla. Antes de vísperas se reunió el Dis cretorio de las Hermanas, y después el
de los Hermanos con asistencia del Se¬
ñor Cura Párroco, Director de la Her¬

Discretas, D.a María Brunet Payeras, D.a Margarita Sabater Cañellas, D.a Ca¬ talina Quetglas Quetglas, y D.a Francis¬
ca Negre Quetglas. En ermeras, D.a Margarita Rosselló
Daviu, Doña Catalina Negre, D.a Mar
garita Segura y.. D.a María Ignacia Ros-
selló.

mandad. Determinóse el día en que han

Felicitamos á todos los Hermanos

de celebrarse la comunión y reunión mensuales y se renovaron los Discretorios en la forma siguiente:
Director de la Hermandad, Rdo. Don
Francisco Rufián y Rufián, Cura Pá¬

y Hermanas nombrados y les deseamos mucho acierto en el desempeño de sus
respectivos cargos. Otro recuerdo muy laudable tomó
también la Hermandad: tal fué el de for¬

rroco:
Vice-Director, Rdo. D. Pedro J. Cerdá, Mateu, Vicario.

mar grupos ó coros presididos cada uno por un miembro del Discretorio, encar¬ gándose de avisar personalmente á los

Discbetorio de Hermanos.
Ministro, D. Guillermo Borrás Ros-

suyos para la comunión y reunión men¬ sual y para cualquier otro acto ó función
que la Hermandad celebrare.

selló.

Aconsejamos á las demás hermanda¬

Vice Ministro, D. Pedro J. Estarellas des que no hayan introducido todavía

Gamundí.

esta reforma, que lo hagan cuanto antes;

Secretario, D. Francisco Colóm Ros- pues la experiencia nos demuestra que

selló.

esto contribuye mucho á la prosperidad

Vice-Secretario, D. Antonio Rosselló y buena marcha de las hermandades.

Barceló.
Maestro de Novicios, D. Pedro Mar

Dados los valiosos elementos con que
cuenta la de Buñola y la buena voluntad

cús Catany.

de que están animados es de esperar

Vice-Maestro, D. Guillermo Cerdá que pronto será una de las mas flore¬

Colóm.

cientes.

Discreto, D. Antonio Bujosa Font.— Id. D. Jaime Sampol Coll.

EXTERIOR

Enfermero, D. Antonio Rosselló Ver-

Roma.—Aunque con algún retraso de.

dera. - Id. D. Juan Nadal Estarellas.

bido á causas ajenas á nuestra voluntad

queremos publicar, por ser muy inter ’ O*

El Heraldo de Cristo

*93

sante, la reseña de tres grandes solemni¬ A las 9 Misa solemne. A las 16 vestición

dades celebradas en nuestra Basílica de de nuevos hermanos terciarios, y luego

los Santos Mártires Cosme y Damián en inmediatamente el Panegírico en el cual

Roma.

el orador expuso magistralmento el A-

«El 27 eje Septiembre celebróse la fies¬ postolado de S. Francisco, gran santo y ta de los Santos Titulares con la mayor gran bienhechor de la humanidad. La

solemnidad, siendo iluminada la iglesia hermosa fiesta terminó con la triple Ben¬

con luz eléctrica y luciendo sus mejores dición dada por el Exmo. S. Obispo de

galas y adornos.

Amalfi.

«Después de un considerable número El domingo 8 de Octubre tuvo lugar

de misas rezadas y de la misa de Comu¬ en la mencionada Bisílica otra solemní¬

nión General, á las 10 y media se cele¬ sima fiesta con motivo de la Consagra¬

bró la misa mayor. El honor de celebrar¬ ción Episcopal de Su Excelencia Monse

la ha tocado este año al P. Francisco ñor Antonio Dot Gjivoje, Rector del Se¬

Carmosini, romano,nuevo sacerdote de la minario Central Teológico de la Dalma-

Orden Tercera Regular, ordenado en cia elegido por el Santo Padre Obispo de

S. Juan de Letrán el 23 de Septiembre. Spalato.

El Rmo. P. General se dignó asistir en

Tomaron parte en la ceremonia el

calidad de padrino, y el Rmo. Monse¬ Emmo. Sr. Cardenal Merry deVal,Secre¬

ñor D. Vicente Bianchi Coglieti, de la tario de Estado de Su Santidad, como

Orden Tercera Secular, dirigió desde el consagrante, y los Exmos. Monseñores

púlpito una breve, pero elevada y afec¬ Domingo Taccone Gallucci, Arzobispo

tuosa alocución que dejó en el ánimo Titular de Costanza y el Rmo. Arzobis¬

conmovido del Nuevo -sacerdote, de la po Setón, Canónigo de S. Pedro, como

comunidad y del pueblo una grata y pro¬ asistentes.

funda impresión.

Después de la ceremonia de la Consa-

«La música, así en la Misa como en gracióñ, en el Convento se sirvió el cafó

las primeras y segundas Vísperas ponti¬ al Emmo. Príncipe y á los Exmos. Obis¬

ficadas respectivamente por el Nuevo- pos.

sacerdote y por el Rmo. P. General, fué

El nuevo Obispo honró también á la

dirigida por el Sr. Morí Maestro de la Comunidad con su presencia en la comi¬

Capilla Liberiana en Santa María la Ma¬ da, durante la cual el P. Procurador E.

yor.

Dujmovic le dirigió cordialísima felicita¬

«El primero de Octubre se dió princi¬ ción por el honor recibido y le auguró

pio al solemne triduo prepraratorio de un fecundo apostolado. El Sr. Obispo

la fiesta del Seráfico Patriarca S. Fran¬ respondió conmovido dando las gracias

cisco. El púlpito fué ocupado por el de todo corazón por las atenciones reci¬

Rmo. P. Agustín Molini de los Menores, bidas. El Rmo. P. General cortó oportu¬

Profesor en el Colegio Internacional de namente el orden del discurso de Mon¬

San Antoaio. Habló con palabra docta, señor, y dijo que sentía el deber de dar¬

pero fácil y llana. Trató con eficacia del le las gracias, ya porque había querido

espíritu de S. Francisco, de su dulzura, legar á aquella Basílica el recuerdo de su

justicia y espíritu de sacrificio con felicí¬ Consagración Episcopal, ya porque por simas referencias á la vida de N. S. Je¬ él había tenido el honor de hospedar un

sucristo y aplicaciones prácticas á la vi¬ Eminentísimo Príncipe déla Santa Igle¬

da cristiana del pueblo en general y de sia, y concluyó renovándole la más ca¬

los terciarios en particular.

lurosa felicitación y rogándole que con¬

«El día déla fiesta por la ipañana hu¬ servase su paternal afecto, como lo ha¬

bo Misa de Comunión General distribui¬ bía hecho hasta aquí, á nuestros religio¬

da por el Rmo. P. Procurador General. sos de la Dalmacia.

194

El Heraldo de Cristo

¡Que Dios corone estos deseos y estos votos! Deus faxit.

Homenaje al Hpóstol de flméríca.--

Un ideal muy suspirado, proyecto alta:

mente simpático y acariciado por el co¬

razón argentino, se ha visto por fin rea¬ lizado el 23 del próximo pasado Julio en el convento franciscano de Santiago

del Estero, con la solemne inauguración

de la artística estatua erigida en home¬

naje al Apóstol de América, San Fran
cisco Solano.

Con este festival que resultó un ver¬

dadero acontecimiento político-religioso-

social, se ha puesto digno coronamiento á !os solemnísimos cultos religiosos que

se celebraron el año pasado con un ho¬

menaje tributado ál gran Apóstol, en oca¬
sión del tercer centenario de su muerte.

La apoteosis de que con tal motivo ha sido objeto. S. Francisco Solano, es real¬

mente digna del Santo Apóstol de Amé¬

rica y especial bienhechor de la Repú

blica Argentina.

i'.

'. ■

^—»— i -i.

♦ ■I-i» •»

Un invento
Recientemente, y ante un concurso de más de diez mil personas, tuvo lugar en Burdeos la prueba de un aparato para apagar incendios, inventado por el aba¬ ta Daney de aquella diócesis.
Sobre un enorme montón, de 12 me¬ tros de altura, de ramas secas, se rocia¬ ron 250 litros de petróleo, que una vez encendido produjo una inmensa hogue¬ ra, cuyas llamas subían 30 metros, y todo ello fue extinguido en dos minutos con el invento del abate Daney, que es
una prueba de la ignorancia del clero, tan cacareada por los sectarios y tan desmentida por los hechos.
Almanaque de San Antonio
Recomendamos á nuestros Terciarios
y á todos los devotos de S.. Antonio este precioso almanaque expresamennte con¬ feccionado para ellos. Lo hallarán en es¬
te nuestro convento de S. Francisco de
Palma, á.los precios de 0‘25 el taco solo, y 0‘75 el taco y cartón.

Noticias ? variedades

Un juramento modelo

En París, efecto de la ley de separa¬

ción, se ordenó á las Hermanitas de la

Asunción que lo abandonasen todo y se fueran al extranjero.

Al saberlo los obreros del barrio,

agradecidos á los favores que reciben de las religiosas, se reunieron cerca de mil

y acompañados de varios sacerdotes,

juraron ante el Santísimo Sacramento, solemnemente expuesto, morir antes de

permitir se llevase á cabo la expulsión de las religiosas.

¿Qué, tal el juramento?

¿Están dispuestos á prestarle todos

los que se llaman católicos?

El hecho es quedas Asuncionistas no

han salido todavía de París-. ~

-

Necrología
Inca.=El día 10 del pasado Noviem¬
bre falleció en esta ciudad el Hermano
D. Antonio Pieras Llinás, Terciario pro¬
feso.
Sufrió con ejemplar resignación su última enfermedad no muy larga, pero si muy dolorosa; y recibió los últimos
sacramentos con tanta edificación de to¬
dos los que asistían, que no pudieron menos de quedar profundamente emo¬
cionados.
Su muerte fué, como su vida, la de un buen cristiano y terciario fervoroso.
Dios le tenga en su santa gloria.

Durante el pasado mes han fallecido
las hermanas D.a Margarita Noguera Rubí y D.a Antonia Sanna, pertenecien¬
tes á la Hermandad de Palma.

; A. , E. It. ..I, P.

.

El Heraldo de Cristo

195

Artículos

Año nuevo

Por la buena prensa

Origen de las cosas materiales

según la filosofía luliana

¡Vida nueva!

De todo un poco .

.

.¡

24, 41, 57, 73;'128',"

Servir á dos señores

Leyenda de la Cruz

El Espíritu de S. Francisco

122, 167,

El partido de Dios.

La tercera peregrinación Fran¬

ciscana

....

Pasto espiritual
El brindis del cadáver .

El «Auxilio Mutuo Popular» .

¡No puedo ayunar!

.

,

La Cruz, nuestra única espe¬

ranza .....

Más sobre la peregrinación
Arte seráfico ....

69, 123, 135, 171,

¡¡Confesarme...?? .

Peregrinación franciscana á

Lluch.

....

Circular.....

Las glorias de una familia
El liberalismo es la negación
de la libertad

86.

Al Rdmo. P. Fr. Angel de

Mattia

....

¡Terciarios á Lluch!
San Antonio de Padua .

El poder de las llaves
A tados los terciarios de una

y otra obediencia

,

.

A todos los mallorquines devo¬

tos de S. Francisco .

.

La visita de nuestro Rdmo.

P. General . : y

*

.

Página.
1
O
7 10
>-
17 19 20
22
33 34 36 39 39
49 51 53
55
65 66 66
71
81 82 83 86
91
98
99

Pápina.

I Nuevos privilegios acerca de

la indulgencia de la Por-

ciuncula .

.•

.

103

Peregrinación de los Terciarios . Mallorquines á Lluen. . 104
i Acuerdo importantísimo. . 117
La Orden franciscana en el

'I Congreso Eucarístico . .. , « 119

j La última moda.

. 7 '125

i Por el Beato Ramón Lull

.

133

¡ Sobre lo mismo .

' . ■

.

134

I El significado de la Cruz. . 138

I Nuestra sociedad de socorros

mutuos para terciarios en¬

fermos

.

.

.

.139

¡Católicos leed! ¡Terciarios leed! 140

S. Francisco y la restauración

del espíritu franciscano en

la sociedad.

.

.

.150

Pío IX

152

El Socialismo y la Orden se¬

ráfica .

.

.

.

Remedio.

....

254 155

¿Ramónv Lull terciario íran-

-eiscano? .

.

.

,156

La política de Dios según Ra¬

món Lull .

.

. 158, 173

Lo que son las cosas

.

.159

B. Vienney, cura de Ars.

. 161

¡Compadeceos de nosotros! . 165

El Rdmo. é limo. Sr. D. Anto¬

nio M.a Massanet y Verd,

Obispo de Segorbe . . 166

Honradez cívica .

.168, 184

¡Inmaculada! .... 182

Corazones grandes y corazones

mezquinos .

.

.

.188

El P. Estanislao RestivoT. O. R. 190

Poesías

i Cercant, cercant ...

4

i La mar .

.

.

.

.

22

í$6

El Heraldo de Cristo

Página.

Jesús á 1’ hort de Getsemaní

Poncella.

.

.

Al Sagrat Cor de Jesús .

Testament .

.

Coloquio ■
Sant Francesch

;.

.

.

Olor seiáfica .

.

.

A S. Fraucesch d’ Asía .
A la Verge de Grac a. .

.

50

.

67

.

85

.

120

. 137
.153

.159

.

162

. 183

Pan de 5. Antonio

11, 26, 42. 59, 75, 93, 112, 130, 142, 162, 174, 191.

Crónica franciscana

12, 26, 43, 59, 75, 94, 112, 130, 143, 162, 174, 191.

Página.
Noticias ç Variedades
15, 30, 46, 62, 76, 95,131, 145, 164, 177, 194,
Necrología
16, 31, 48, 64, 80, 96, 116, 132 148, 164, 180, 194.
Bibliografía
16, 32, 63, 78, 132, 147.

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