Reuissn oensuflL Año II Palma i.° de Agosto de 1910 NÚm. 18 SE PUBLICA COSÍ CENSURA ECLESIASTICA Sumario:—Carta del Eramo. Sr. Cardenal Arzobispo de Toledo.—No prevalece¬ rán.—Flor Boscana. - El Beato Bertolo de Buenpedoni.—Terciarios premia¬ dos.—Las Glorias de una Familia.—El Espíritu de S. Francisco.—Pan de San Antonio.—Crónica Franciscana. Noticias y variedades — Bibliografía. PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN 'WWv— • El Heraldo de Cristo, órgano de nuestras Hermandades en Mallorca, sale á principios de cada mes. El precio de la sus¬ cripción es de una peseta al año en toda España, y dos en el Extranjero. Grandes rebajas á los que toman paquetes.—Para in¬ cremento de la Tercera Orden y máyor bien de todos sus, miem¬ bros, suplicamos á nuestros lectores que trabajen en la medida de sus fuerzas parar aumentar el número de suscriptores. Redacción y Administración: Convento de S. Francisco. zpailhszea. de mallobca :rf* ', !-V .aU.' . ' ' íví í " ;.<ík ' . ■■ ;' ' . 4- -i :'•■■. ■■■ ; . v kk: . 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I/J'..¡•.'kV.',[• yyIP ,y'.':'i7v.:- k n,s•. - ’ r • .■ -- .. ^, t'1 S- - 'N-7’ * MÁ : %l y.'y. *■ W; v.V. . ,\\ . -4: i ^. »»v; . •»-• 'i V. - kVk-: k:. , ■vA,~:■' •- J W ■' ; -,'■;y\\kkÇW ,>V'; t ^; ' ^ / r> .‘Ó■- .'■j■'yiA’·/..A : • . .,'7 ( • ,.• * • • v '• k' * k !*k 5 .. . . » . ; . • ' - :. ■ H' : ;■ (. ■ . :• ;.. r 1 ’ ',p ''• 'i í ’>■ ' ■ ■ •■' K IIS kk “i ■ }’> kv< V,;.,V¥' ; . -y.y !{:.>v - ; ■ F ' ■ ' (k. / ' vy.:. . • ! . • •: }“■ , . ;.kt . ñ , WIPSW-w **«, yy:- :■ 't:>: .:A.: Ah,.. ;.. %V '■ ^-vv^ ' - ' . . k'k y'k;. :Cy': , ;.....' ,, ■' &' 7■ 7 ^ , , ,,,ívk>- ’'X' 1 ‘-..'I 1 1 ■' ' '■ V /.. Ví'.'-y A<h-.<? ■ '.A ■ ... ■ .'.ry ,. ..... r . ;. k. k‘y;. ,^n-5 ¿ w > .!' 11 Vi Ktmm census Dedicada al fotuta y propasación óo la Orden Tercera óe 8. Francisco de Asís y demás obras franciscanas. Año II Palma i.° de Agosto de 1910 Núm. 18 Carta del Emmo. Sr. Cardenal Arzobispo de Toledo Contestando á la protesta de la V. O. T. de S. Francisco. Rdo. P. Fr. Bartolomé Salvá Palma Rvdo. Padre: Con todo encarecimiento le suplico que, en nombre propio y en él de todos los Prelados españoles, el quienes he tenido el honor de representar al dirigirme al Sr. Presidente del Consejo de Ministros, con motivo de las disposiciones atentatorias á los derechos de la Iglesia recien¬ temente publicadas, manifieste mi gratitud d los Terciarios Franciscanos de Palma que amantes verdaderos de la Reli¬ gión, la defienden con todas sus fuerzas. Al mismo tiempo me ofrezco de V. affmo. en Cristo. Toledo Ib de Julio de 1910. f El Cardenal Arzobispo 202 Ei, Heraldo de Cristo )io prevaldrán (l) ii No. Los enemigos de Cristo y de su Iglesia no prevalecerán. La lucha em¬ peñada entre los dos ejércitos tiene que decidirse por fuerza á favor del que defiende la verdad, porque la Ver¬ dad misma así lo ha dicho, así lo ha prometido; y pasará el cielo y pasará la tierra, pero su palabra no pasará ni dejará de cumplirse. Podrá, si se quiere, el ejército del mal ganar victorias parciales, podrá triunfar por algun tiempo y en algun lugar; pero el lauro de la victoria final y decisiva, de la victoria univer¬ sal y completa está reservada al ejér¬ cito del bien. La palabra de Cristo nos lo asegura y es imposible que esta palabra, sien¬ do, como és, palabra de Dios, deje de tener su exacto cumplimiento. Mas, la seguridad de la victoria final, del triunfo definitivo que nos está pro¬ metido, no nos dispensa de la lucha, ho nos autoriza para esquivar el com¬ bate y buscar las comodidades del re¬ traimiento. No querer compartir con los demas soldados de la fe las fatigas y penalidas de la campaña, estarnos mano sobre mano, cuando la causa de Cristo es reciamente combatida y su reino corre peligro de sufrir grandes quiebras, es propio de animos viles y cobardes y los que tal hagan merecen el titulo, no de soldados de Cristo, sino de desertores de sus filas y enemigos de su santa causa; y desde luego, ya jpueden renunciar al galardón de la victoria, á la corona de gloria é in¬ mortalidad que será la recompensa de los que pelearen con valor y denuedo. El mismo Jesucristo nos lo dijo con palabras bien terminantes: el que no está conmigo, está contra mi; no será coronado, sino el que peleare legítima¬ mente,• (1) Véase el num.’ de Abril, pág. 144. Es necesario, pues, tomar parte en el combate cobijándonos bajo la glo¬ riosa bandera de la cruz. Es preciso defender nuestra fe y nuestra religión siguiendo á nuestro capitán Cristo Je¬ sús que quiere reinar en los corazones de todos los hombres para salvarlos. Debemos luchar con denuedo hasta conseguir que Cristo reine en las cos¬ tumbres y en las leyes, en el individuo y en la sociedad. Esta doctrina y norma de condcta, cuando se propone en terminos gene¬ rales, todos los que se precian de cató¬ licos la admiten sin dificultad y la p'rofesau unánimemente; pero cuando se quiere que el reino de Cristo y el imperio de su santa ley sea una rea¬ lidad viviente; cuando se pretende que la ley de Cristo impere no solo en el individuo y en la familia, sino también en la sociedad civil, en la política y en las leyes que emanan de la autori¬ dad, entonces ya no estan de acuerdo todos los pareceres. No son pocos, por desgracia, hoy día, los que quieren pasar por católi¬ cos, y no se recatan de decir que es una utopia, que es un imposible pre¬ tender aplicar la doctrina católica á la gobernación del estado civil. Que el hombre individualmente considerado se someta por entero á su divina ley; que la familia esté informada por el espíritu cristiano en todos sus actos y manifestaciones, es cosa muy factible y deseable; pero que la sociedad civil se constituya y gobierne conforme á los principios católicos y á las normas de la moral cristiana, es una quimera el pretenderlo, y los que tal intentan son exagerados, visionarios, ilusos que carecen del sentido de la rea¬ lidad. Según estos católicos, son tales la8 actuales circunstancias, tan impetuo¬ sas é incontrastables las corrien tes del espíritu moderno, los aires de li¬ bertad é independencia que por todas partes se respiran han penetrado tan El Heraldo de Cristo 2©3 intimamente en el ser de la sociedad moderna, que ya no es posible el re¬ torno á las cristianas tradic ones, á los principios que encarnan la sobera¬ nía social de Cristo sobre las nacienes y los pueblos. Por eso la Iglesia, si no quiere llegar pronto á un naufra¬ gio' seguro, debe acomodarse á las cir¬ cunstancias de los tiempos, debe conciliarse con el progreso y la civiliza¬ ción moderna y ha de respetar las libertades que todo el mundo m:ra hoy como gloriosas conquistas de la civilización. Y los hijos de la Iglesia, para trabajar can fruto en su defensa, es preciso que abandonen la láctica tradicional. Hoy no es práctico sino mus contraproducente y hasta ridícu¬ lo condenar en público las modernas libertades y proclamar los principios católicos opuestos á ellas. No hay mas remedio que aceptarlas como un he cho consumado é indestructible y sa¬ car de ellas el mejor partido que se pueda á favor de la Iglesia. En teoría y en el fuero interno pueden y deben profesarse los principios católicos; pe roen la práctica, en todo lo que se re¬ fiere al orden polPico y civil no hay mas remedio que vivir y obrar confor¬ me á los principios liberales. Tal es el lenguaje de muchos que quieren pasar por católicos y aun pre¬ tenden ser los mejores, los únicos que trabajan de verdad por el bien de la Iglesia. ¿Que debemos pensar de los que así hablan? Que no aman de veras á Cristo, porque se avergüenzan de confesarle delante de los hombres, y á estos Cris¬ to se avergonzará de reconocerlos por suyos delante de su Padre celes¬ tial. Que flaquean en la fe de Cristo, el cual nos dijo: en el mundo sufriréis persecución', pero confiad, yo he venci¬ do al mundo. Cuaudo Jesucristo nos promete la victoria sobre el mundo y sus persecuciones, ellos la consideran imposible, olvidando que lo que es imposible para los hombres, es siem¬ pre posible con la ayuda de Dios. Que desoyen las órdenes terminan¬ tes del Sumo Pontífice el cual, des¬ pués de haber condenado repetidas veces tan perversas doctrinas, nos di¬ ce á este propósito: «las dificultades vienen de quien las crea y las exagera, de quién confia en sí mismo y no en los auxilios del cielo, de quién cede cobardamente intimidado por las sáti¬ ras y burlas del mundo. De donde, es preciso concluir que en nuestros días, mas que nunca, la fuerza principal de los malos está en la cobardía y debi¬ lidad de los buenos, y todo el nervio del reino de Satanás depende de la blandura de los cristianos. ¡Oh! si me fuese permitido, como lo hacía en es¬ píritu el profeta Zacarías, preguntar al divino Redentor: ¿Que son esas lla¬ gas en medio de vuestras manos? quid sunt plagce istce in medio manunm toarum. La respuesta, no hay que du¬ darlo, seria esta: Me han sidu abiertas en casa de los que me amaban: his plagatus sum in domo eorum qui dilige¬ bant me; por mis amigos que no han hecho nada por defenderme y en todo encuentro se han hecho cómplices de mis adversarios.» (D Que contradicen abiertamente los dictados de la razón: pues si los prin¬ cipios de la revolución son falsos, si las libertades de perdición son absur¬ das en sí mismas, como ellos recono¬ cen de buen grado, ¿por qué ha de ser indestructible su imperio en las leyes y las costumbres? Y, si los prin cipios católicos son verdaderos, ¿por¬ qué no han de llegar á imponerse y á conquistar las inteligencias, una vez que se proclameu altamente y se des¬ vanezcan los errores contrarios? ¿Aca¬ so nuestros entendimientos no se han hecho para la verdad? No cabe du¬ darlo. El error para obtener sus fuga¬ ti) Del discursa de Pio X con moti va de la beatifi¬ cación de Juana de Are. 204 El Heraldo de Cristo ces triunfos, ha de revestirse de las I apariencias de lo verdadero, y una vez que estas desaparecen y se disi¬ pan á los vivos resplandores de la ver dad, como tiene por fuerza que suce¬ der, entonces la verdad recobra su imperio sobre la razón é ilumina con sus fulgores las humanas inteligen¬ cias. No es pues imposible el triunfo de los principios católicos, contra los falsos principios de la revolución. ¿Que más? La doctrina de los cató¬ licos conciliadores y transigentes con el error se halla en oposición mani¬ fiesta con las mismas lecciones de la experiencia. Y si no, cuéntense las lu¬ chas que ha sostenido la Iglesia desde los tiempos apostólicos hasta nuuestros dias. Compárense tiempos con tiempos y dificultades con dificultades. ¿No es verdad que la Iglesia ha triun¬ fado siempre del paganismo, de la herejía, del cisma, de la inmoralidad, del orgullo y la ambición entronizados en los más elevados puestos? ¿No.cuen¬ ta la Iglesia el número do sus triunfos por el de sus combates? Después de la borrasca y desecha tempestad ¿no ha brillado siempre sobre ella esplendo¬ roso el sol de la victoria? Por qué, si ha vencido en tantas luchas, no hado triunfar en la presente? Por qué no ha de derribar el coloso del liberalismo á los recios y certeros golpes de la verdad? Sí. La Iglesia triunfará de los erro¬ res modernos, como ha triunfado de los pasados. Y triunfará, no condes¬ cendiendo con los errores y transi¬ giendo coa ellos, sino condenándolos y proscribiéndolos, y predicando en voz alta la verdad, y oponiendo á los prin¬ cipios erroneos sus verdaderos princi¬ pios, y aplicándolos á todos los órdenes de la vida, sosteniendo que hau de someterse á la ley de Dios y de su Hi¬ jo Jesucristo todos los hombres, así en la vida individual y doméstica, como en la pública y civil, asi los pobres como los ricos, lo mismo los gober- nantes que los gobernados. Y predi¬ cando la Iglesia esta doctrina y sos¬ teniéndola con firmeza y valor indo¬ mable todos sus verdaderos hijos, la Iglesia triunfará de todos sus enemi¬ gos y las puertas del infierno no pre¬ valecerán contra Ella! Fr. Pacífico. OK--» *!■ i- ♦ -» -i-!—»—♦—!••!-♦—•—i-i—•—»e- FLOR BOSCANA (Dedicada a les Filies de la Misericordia) Sols anyor la mar blavenca qu’ oretjá lo meu bresol y aquella llar primarenca d’ amor vertader y dol. Vents contraris m’ empenyían lluny del niuet de ma llar. Los sers qu’ amor me tenían la mort los me va robar. En el camp arreconada, com 1’ au que cerca redós, baix d’ aquesta serralada vaix recudirme y repòs. No anyor aquella Babel hont mon cor se consumía. Aquí més blau vetx el cel Y sent més dolce alegria. No estich sola. Un temple s’ alsa dins aquest lloch abscondit, hont pas hores de bonansa y hey recrey mon esperit. En silenci, en la foscura, baix de l’ara sacrosanta axech pregaria més pura • y res del mon ja m’ espanta. Si gemegar m’ es precís y del plant mon cor s’ endola, la filla del Sant d’ Asís al punt mes penes consola. Castes verges estimades del gran Francesch Fundador colometes amagades dins el jardí del Senyor. El Heraldo de Cristo 205 Agraida us am de cor ab 1’ amor d’ una germana. Prop de voltros no tench por dins eixa vila llunyana. Rodetjaume en el meu llit si retuda 'm veis malalta. ¡Consolau mon esperit qu’ amor, amòr sols me falta! Marcelina Moragues. salieron ascuas de fuego en presen¬ cia de sus familiares que quedaron estupefactos. Santamente educado por su piadosa madre, creciendo en virtud á medida que adelantaba en i edad, era el ejemplo de todos. Des¬ preciando el mundo y sus halagos y renunciando á las nupcias que se I le brindaron, convenientes á la no- j bleza de su linaje, determinó con¡ sagrarse totalmente á Dios. Lleván- FX BEATO BARTOLO BUONPEDONI ¡ dolo á mal su padre, trató con mucha Párroco, de la Orden Tercera de S. Francisco. j dureza á su hijo, el cual, dejando la ¡ casa paterna, marchóse á Pisa. Allí La Sagrada Congregación de Ri¬ I; fué recibido con benevolencia en el tos por decreto de 19 de Abril de j¡ monasterio de S. Vito de la Orden 1910 ha confirmado el culto tribu¬ Benedictina. Haciendo nuevos pro¬ tado desde tiempo inmemorial al gresos en la piedad y en la ciencia B. Bartolo Buonpenoni, Terciario; siente ardientes deseos de abrazar y el Sumo Pontífice Pío X, usando la vida religiosa. El joven ejempla- de su suprema autoridad, ha ratifi¬ rísimo procura alimentarlos y avi¬ cado y aprobado en 27 del mismo varlos en su corazón con oraciones mes y año, el mencionado decreto y buenas obras, á pesar de las rei¬ teradas tentaciones del enemigo del que nuestros lectores conozcan algo género humano. Más, con el auxilio de la santa vida del nuevo Beato, de Dios saliendo vencedor de la vamos á darles un resumen de ella. batalla y permaneciendo firme en «En el pueblo de Mucchio, cerca su propósito, cuando ya contaba de Sangeminiáno, que entonces per¬ treinta años de edad, presentóse tenecía á la diócesis de Volaterra y con el corazón abierto y confiado al hoy á la de de Col-le nació Bartolo Obispo de Volaterra. Pronto y dis¬ el año 1227 de sus nobles padres puesto á seguir en todo su voluntad, Juan y Gentina Buonpedoni. Dícese después de las pruebas necesarias, que su madre hasta entonces estéril recibe sagradas órdenes. Luego, ele¬ obtuvo este niño por intercesión de gido y destinado para ejercer la cura S. Pedro Apóstol invocado por ella de almas, durante el primer decenio con instancia. Siendo aun niño, por dirige y gobierna la parroquia de una gracia singular de Dios dió Peccioii, y por otro decenio la de muestras indudables de su futura Piq7iena. Siguiendo las hqellas del santidad, y principalmente de las vir¬ buen Pastor, hecho un verdadero tudes de la castidad y caridad. Cuén¬ ejemplar de su grey, se ocupa cons¬ tase también que de la boca del niño tantemente en el cumplimiento de 20 6 El Heraldo de Cristo su cargo pastoral, dispuesto á dar la vida por sus ovejas. En el desem¬ peño del ministerio parroquial, ade¬ más de las otras virtudes, practica de un modo especial la liberalidad para con los pobres; y por esto me¬ reció recibir en hospedaje al mismo Cristo bajo la forma de pobre. Sin embargo, por lo mismo que era acepto á Dios, fué necesario que fuese probado con el fuego de la tribulación. Así pues, pasados estos veinte años en la cura de almas y ya sexaagenario, contrajo una lepra tan terrible, que desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza no había en él parte sana. Por este motivo, dejada la parroquia con la venia de su Obispo, vestido con el hábito de la Orden Tercera de San Francisco entra en el hospital de leprosos del pueblo de Bel-loli. Hu¬ milde y resignado á la voluntad de Dios en medio de su enfermedad sufrió con paciencia aquellas gravísi¬ mas molestias y aflicciones sin abrir sus labios para impacientes quejas, ni pronunciar una palabra inconsi¬ derada contra Dios, repitiendo tran¬ quilamente como otro Job: «si reci¬ bimos los bienes de la mano de Dios ¿por qué no hemos de aceptar los males, mayormente cuando ceden en mayor bien nuestro y de nuestra eterna salvación? Sea bendito el nombre del Señor.» Y Dios purificando así á su siervo, le dió pruebas de su misericordia y de sus bondades, como verdadero Padre de las misericordias y «Dios de toda contolación que nos consue¬ la en todas nuestras tribulaciones.» Pues, por efecto de la virtud divina conservaba la paz y la alegria en su corazón recreado con el cuidado asi¬ duo y trato familiar de su hermano Vivaldo; (I) y tenia siempre lo nece¬ sario para su subsistencia, recibién¬ dolo alguna vez por concurso ex¬ traordinario y maravilloso de la di¬ vina Providencia, y su cuerpo aun¬ que reducido á aquel tan miserable estado, despedia, no obstante, sua¬ ve olor. Además, movidos por estos mila¬ gros y por la fama de su santidad, de toda la región toscana acudían los fieles, ora aisladamente, ora por grupos á visitar este leproso, admi¬ rándole y compadeciéndole, y medi¬ tando fructuosamente las consolado¬ ras sentencias, ya del divino Reden¬ tor resucitado: «¿Acaso no fué ne¬ cesario que Cristo padeciese estas cosas y así entrar en su gloria?», ya del apóstol S. Pablo: «no merecen atención los trabajos de esta vida, en vista de la gloria futura que se manifestará en nosotros.» Finalmente Bartolo, después de esta grande y larga y tribulación, lleno de úlceras en el cuerpo, pero colmado de méritos y virtudes en el espíritu, conociendo con certeza que iba á llegar el día de su muer¬ te, recibidos devotísimamente los áacramentos de la Iglesia, mereció entrar en el cielo y recibir la coro¬ na de vida y justicia, el día 12 de Diciembre del año 1300, á los 72 años de su edad. (1) También terciario, cuyo culto fué aprobado y confir¬ mado por decreto de la S,a Congregación de u de Febrero de 1909, El Heraldo de Cristo 207 Expuesto su cuerpo por espacio de tres días y exhalando aún sua¬ vísimo olor, acudieron á visitarle gran número de personas de la mis¬ ma ciudad y de otras ciudades. Trasladado con religiosa pompa á la iglesia de S. Agustín, en el pue¬ blo de Sangeminiano, después de solemnes exequias según las pres¬ cripciones del ritual, fué enterrado en un sepulcro destinado á guardar sus despojos. Entre tanto, por su insigne fama de santidad, aumentada por sus mu¬ chos é innegables prodigios, consta que se le tributó culto público, que desde la muerte del Siervo de Dios ha continuado hasta nuestros tiem¬ pos, con la oportuna invocación por parte de los fieles, de su celestial patrocinio, para obtener la curación ó preservación de la lepra » (l) (1) Del Boletín Oficial «Acta Apostolic* Sedis», Ann. 2. Vol 2. Número 10. Felicitamos de corazón á nuestros her¬ manos en el Seráfico P. S. Francisco, cuyo estro poético y amor á los pobres se manifiesta en estos trabajos literarios de sus hijos é imitadores. ¡Que los pre¬ mios alcanzados les sirvan de nuevo es¬ tímulo para trabajar, cada cual en su es¬ fera, por la gloria de Dios y por el bien de la religión y de la patria! Hoy honramos las páginas de nuestra Revista con la poesía de la Hermana Terciaria D.a María A.a $alvá, titulada: FLUVIOL DE PASTOR De la colecció Espigolayes premiada ab 1’ Englantina ais Jochs Florals de Mallorca 1910 Entre cirerers en flor sonriu la casa amagada: y el pastor de la dotada sab be qu’ amaga un tresor. — Cirerers que li texíu un mantell de randa fina, guardau la bella fadrína que d’ amor 1’ ha fet catiu.— TERCIARIOS PREMIADOS en los Juegos morales celebrados en Palma de Mallorca el día 4 de Julio del presente año \\ con motivo de la Semana Deportiva. —D.a María A.a Salvá por su colección titulada Espigolayes obtuvo la Englantina de oro que es el segundo de los premios ordinarios. —D. Guillermo Colom Ferra obtuvo el i premio ofrecido por el Excmo. señor D. Antonio Maura y Montaner, por una colección de poesías. —D. Andrés Pont Llodrá, Ecónomo de Marratxí, obtuvo el premio de laUnión j Protectora Mercantil, por un trabajo ! de Sociología. Hora baxa, el fluviol per la serena bonansa, floreix en sons d’ anyoransa y ab notes de rossinyol. Sons que diuen garrideta... vida mia... hona amó... prenguent aroma y fresco deis romanins de la pleta. Bells esplays de sentiment, notes d’ amor qui perdura, y escampa, dins la foscura, blanca llum d'encantament. «0 ’ l sol arrera es tornat, o es la lluna qui es sortida, o son vos, perla garrida, qui ¡lansau la daretat.» 20S Él Heraldo de Cristo Tonada del fluviol bona per sentir d’ enfora dins la quietut de 1’ hora en que dorm, fins 1’ embatol. Sembla que tombes del eel com.un plor de 1' estelada, od’ una bresca arrencada del buch, que degota mel. Sembla que ran del pinar, per les estepes florides, fas les rotges margalides plenes de saba, esclatar. Qu’ alenes vida plaent, primitiva y sanitosa, en flonjors de llana tosa y rossor de sol-ixent. Y que robes la lia cor dels mots de la pagesia gentilflor de galania... garrideta... lona amor! María Antonia Salvá. ■ -i-i—- Los (¡loiis de m Fiiniilid (continuación) (*) (Varones ilustres de la V. O. T. de nuestro Padre S. Francisco). Jaime II. (1240-1311). Hijo del ín¬ clito y valiente monarca conquistador Jaime I. Fue devoto ferviente de la Or¬ den Franciscana. Colocó la primera piedra del suntuoso Convento de San Francisco, uno de los monumentos más notables de Palma por sus recuer¬ dos históricos y preciosidades artísticas. Vistió el hábito de Terciario y Dios le concedió el favor especial de que su pri¬ mogénito y heredero entrara en la Orden primera de la Familia Seráfica. Sus res¬ tos descansan en la Catedral en la capi¬ lla de la Trinidad. Doña Esclaramunda, de Moneada. Es¬ posa del anterior, matrona muy católica é igualmente devota de los frailes Fran¬ ciscanos. D. Sancho de Mallorca, (f 1324). Hijo segundo de D. Jaime y D.a Esclaramun¬ da; por renuncia del primogénito Don Jaime que ingresó en la primera Orden, heredó los estados de su padre. Fué pro¬ tector señaladísimo de la familia Fran¬ ciscana. Infante D. Felipe de Mallorca. Hijo cuarto del matrimonio citado. Se asegu¬ ra que abrazó el estado eclesiástico; fué gran imitador de sus hermanos en la de¬ voción á los Religiosos de S. Francisco, y tutor del monarca Jaime III. ñ) Doña Sancha, (f 1343). Infanta de Mallorca y Reina de Nápoles. Lo prime¬ ro por ser hija de D. Jaime II y Doña Esclaramunda, y lo segundo por estar casada con Roberto Rey de Jerusalem y Sicilia, hijo de D.a María de Hungría. No hay que hablar de su devoción á San Francisco y á sus religiosos, pues fué mucha. Son notables algunas cartas á ellos dirigidas. V. Doña Juana Nuñez de San Juan. (f 1620). Nobilísima señora esposa de D. Hugo Berard, Procurador Real. Su vida fue llena de santas y admira¬ bles virtudes. Su cuerpo se ha encontra¬ do incorrupto muchas veces. Descansan sus restos en la iglesia de S. Francisco de Palma y en la capilla de los Berard. Sobre la sepultura, un epitafio esculpido nos dice que murió el 28 de Mayo de 1620, á los 71 años de edad. V. Juana Noguera, (f 1639). Fué na¬ tural de Palma, capital de Mallorca. Vistió con devoción el Santo hábito de la Tercera Orden Franciscana, y más tarde el de Nuestra Señora del Carmen. Murió con fama de santidad, llena de vir¬ tudes y años. Y. Siervo de Dios Juan Torrens. (f 1651). Nacido en Pollensa, fué honra de este pueblo y á la vez de Palma, pj Véase pa'g. 140, año 11, mím. 14. (I) Fué canónigo de Elna. El Heraldo de Crist 209 donde ejercitó sus virtudes. Entusiasta del Oficio Parvo de la Virgen, lo iba El Espíritu de 5. Francisco cantando con voz alta por las calles, y po¬ día vérsele todas las mañanas sirviendo XII. misas en la iglesia Catedral. Fué ente¬ rrado en la capilla de la Sangre del Hospital general. El pan del cielo —lia cabana de RiuoCorío—Las tres reglas. F. Margarita Tapingas, (f 1738). Gloria del pueblo de Ártá fué esta vir¬ tuosísima Terciaria. Fueron tantas sus virtudes y méritos que podríanse llenar con su relato algunos libros. Castísima, caritativa con los pobres, profetisa inspi¬ rada, sapientísima, muy devota délas al¬ mas del Purgatorio, triunfadora de Satán, olvidada del mundo y penitente mortifi¬ cada, fué merecedora de la gloria celes¬ tial. Descansan sus restos en el Conven¬ Al regresar de Roma Francisco y sus hijos, obtenida la aprobación de la Regla, tuvieron ocasión de ex¬ perimentar visiblemente la protec¬ ción del cielo, y de ver milagrosa¬ mente remediada la estrecha nece¬ sidad en que les tenía su absoluta pobreza. Refiere S. Buenaventura que una noche se hallaban nuestros to de San Antonio de Padua de su pue¬ j peregrinos en despoblado, acosados blo natal. V. Margarita Posa de Jesús, (f 1740). Nació en la Villa de Petra. Desde su más tierna edad fué elegida del Señor para ejemplar de virtudes. Devota del por el hambre y en extremo fatiga¬ dos por las molestias de un largo viaje. Sentáronse á la orilla del ca¬ mino, y si bien se veían impresas Señor y de la Virgen recibió especiales en su semblante las huellas del can¬ favores de los mismos, y entre ellos al¬ gunas apariciones; además de sus gran¬ des penitencias, fué probada con agudas enfermedades, que le valieron una muer¬ te preciosa y el concepto de santidad de sancio, no por eso había decaído el ánimo, ni cesaban de alabar á Dios. ¡Espectáculo tierno y altamente con¬ movedor! De repente se les apareció que aun goza en nuestros días. Falleció un jovencito distinguido y hermoso, á la edad de 60 años. V. Juan Poig. (f 1639). Hijo del pue¬ blo de Porreras, fué venerado en su vida, y luego después de su. muerte. Su amor al Señor Sacramentado, hacía que comul¬ quien les entregó un pan blanco y súbitamente desapareció. Los frailes comieron de aquel pan sabrosísimo, y sintiendo reparadas sus fuerzas, gase con devoción todos los días. Obró en dieron gracias á Dios, y confiados vida algún portento, y fué enterrado en en su amorosa Providencia buscaron la iglesia parroquial, en la capilla llama¬ da del Santo Cristo. en el duro suelo algún descanso pa¬ M. de Lete, Terciario. ra sus sus cuerpos con la misma alegría y tranquilidad con que se (Continuará.) recogen al anochecer los pintados pajaritos. Visitemos con alguna detención la pobrísima cabaña de Rivo-Torto, no lejos de Asís, en donde se refu¬ giaron los profesores de la seráfica pobreza. Era tan pequeña, que vivían ¿io El Heraldo de Cristo en ella nuestros héroes tan apiñados como las abejas en el colmenar, y era tanta la falta de comodidades, diremos más, la sobra de incomo¬ didades que en ella resplandecía, que hubieran hecho retroceder á los más valientes y mortificados. Vivían de limosna y del trabajo de sus ma¬ nos, y á veces tenían que mante¬ nerse durante varios días de solas raíces. La paz y la alegría y la cari¬ dad reinaban en aquel miserable tugurio, antesala del cielo, y se su¬ cedían incesantemente unos á otros los himnos y acciones de gracias al Criador. ¡Oh! Feliz quien hubiera podido verlos orando fervorosamen¬ te ante una tosca cruz de madera, y escuchar con ellos la ardiente pa¬ labra de su Seráfico Maestro. Las tres Reglas que por divina inspiración escribió Francisco para sus tres Ordenes mandan y aconse¬ jan la observancia de la más estre¬ cha pobreza. En la Regla de los Menores, cap. II, dice: «Todos los Frailes se vistan de vestiduras viles, y puedan remendarlas de sacos y otros remiendos con la bendición de Dios». Y en el cap. III: «No deben ir á caballo, si por manifiesta nece¬ sidad ó enfermedad no son constre¬ ñidos». Y en el cap. IV: «Mando firmemente á todos los Frailes que en ninguna manera reciban dinero ni por sí, ni por interpuesta perso¬ na». Y en el cap. VI: «Los Frailes no apropien á sí alguna cosa, ni ca¬ sa, ni lugar, ni alguna otra cosa; mas como peregrinos y advenedizos en este mundo, en pobreza y humil¬ dad, sirviendo al Señor, vayan por limosna con confianza. Ni deben avergonzarse, pues el Señor se hizo pobre por nosotros en este mundo. Esta es aquella sublimidad de la al¬ tísima pobreza, que á vosotros, ca¬ rísimos hermanos míos, instituyó herederos y reyes del reino de los cielos, hízoos pobres de las cosas temporales, y os ensalzó por las vir¬ tudes. Esta sea vuestra parte, la cual lleva á la tierra de los vivien¬ tes». Lo mismo manda casi con las mismas palabras á las monjas de Sauta Clara en el cap. VIII de su Regla, y en el cap. VI de la misma dice: «La Abadesa con todas las hermanas procuren guardar la santa pobreza que prometieron al Señor Dios; y la misma sean obligadas á guardar inviolablemente hasta el fin las Abadesas que sucedieren junta¬ mente con las demás hermanas, á saber: en no recibir ni tener pose¬ sión ó propiedad por sí ni por in¬ terpuesta persona, ú otra cosa que con razón se pueda llamar propie¬ dad. Podrán tener, sin embargo, un poco de tierra, si fuese necesario, para la honestidad y concierto del monasterio«. (l) La Iglesia, madre y maestra de los fieles, teniendo en cuenta las vi¬ cisitudes de los diferentes lugares y tiempos mitigó el rigor de estas or¬ denaciones; pero en todo tiempo han brillado en la religión seráfica santos y santas. La tercera Regla abunda en los mismos consejos, encaminados á en¬ gendrar en sus seguidores el ver¬ dadero desprecio del mundo; con¬ sejos que practicaron con más per- El Heraldo de Cristo 21 i fección los Terciarios que con la aprobación de la Iglesia abrazaron la vida de Comunidad, y forman la Tercera Orden Regular. Fr. A. R. (i) Obras c ompletas de S. Francisco. Teruel — 1902. Pan de 5. Antonio Mes de Julio Cepillo de la iglesia de San Francisco en Palma Limosnas recogidas. . Por 560 kilos de pan . Repartido en metálico . 256’50 pías. 196’00 » 14’00 » Remanente. . . . 46’50 » Çróniea franciscana IlSTTEIRIOiR, Palma.—La fiesta del Beato Ramón Lull.—Con gran solemnidad y mayor concurrencia que en los demás años celebróse en éste el día 3 de Julio la festividad del Beato Ramón Lull. Por la mañana hubo misa de comunión general celebrada por el M. I. Señor D. Miguel Costa Llobera, quien dis¬ tribuyó el Pan de los ángeles á los devotos del Beato, que quisieron hon¬ rarle acercándose á la sagrada mesa. A la mi»a mayor, celebrada por el M. I. Sr. Vicario General, asistió el limo. Sr. Obispo, el Ayuntamiento, los Colegiales de Nuestra Señora de la Sapiencia y comisiones del Cabildo Catedral, de la Causa Pía Luliana y de la Sociedad Arqueológica Luliana. Predicó las glorias del Beato D. Pedro Martí, Pbro., quien tegió un hermoso y elocuente panegírico, dando á co¬ nocer la sabiduría y santidad del iusigne mártir mallorquín. Cantóse con mucho ajuste la Misa de Angelis, to¬ mando parte en ella el pueblo asis¬ tente. La concurrencia fué numerosí¬ sima, de suerte que llenaba casi por completo la vasta extensión del tem¬ plo. Profesiones. — El día 24 de Julio, terminado el año de noviciado, pro¬ fesaron la santa Regla de la Orden Tercera de Penitencia en la iglesia de San Francisco 2 hombres y 18 muje¬ res, y vistió el santo hábito 1 hombre. Felicitamos á nuestros hermanos en S. Francisco y les deseamos firmeza y constancia en sus santos propó¬ sitos. Llubí.—Día 26 de Junio por la tar¬ de, después de vísperas, recibieron el santo hábito 1 hombre y 29 mujeres, y profesaron 10 hombres y 40 mu¬ jeres. El día 3 de Julio, fiesta del Beato Ramón Lull, á las ocho hubo misa de comunión general, durante la cual predicó las glorias del Beato el señor Vicario. Recibieron en dicha comu¬ nión el Pan de los ángeles más de 200 Terciarios, sin contar los muchos que habían comulgado particularmente. Lluchmayor.—El dia 3 del pasado Julio en la iglesia de nuestro conven¬ to se celebró fiesta solemne, precedi¬ da de devota novena en honor del Boato Ramón Lull. A la comunión ge¬ neral asistieron muchos de/otos del insigne Mártir de noestra Tercera Orden. EXTERIOR Una escuela de los Franciscanos en Nueva York El corresponsal de L‘ Osservatore Romano en Nueva York, escribe á es¬ te periódico una extensa información 212 El Heraldo de Cristo sobre la inauguración de una escuela que los PP. Franciscanos fundaron en la calle de Mac Douga'. Dicha inaguración se verificó el 3 del pasado Abril, con asistencia d i Sr. Obispo y una multitud enorme de pueblo, eutre la que se encontraban muchos sa¬ cerdotes y lo más selecto de la colo¬ nia italiana, una de las más numerosas de aquella ciudad. El edificio, empeza¬ do el 12 de Setiembre del año pasado, ofrece un golpe de vista artístico en toda la extensión de la palabra. Las salas son amplias, ventiladas y con toda la comodidad que las exigencias de la época piden. La escuela puede contener 1.500 alumnos. Los Padres Fraciscanos, añade dicho correspon¬ sal, «han sabido granjearse la estima¬ ción, la benevolencia y el amor del pueblo, y hacen todo lo posible para mantener altas y firmes las tradicio¬ nes de la Orden más ilustre y popu lar*. Francia condecora á los Misioneros Franciscanos Cuando las tropas francesas ocupa¬ ron Casablanca y acamparon en sus alrededores, fueron destinados á pres¬ tarles auxilio espiritual cinco Religio¬ sos franciscanos de la misma nacio¬ nalidad. Véase ahora la siguiente car¬ ta que ha sido dirigida á su Superior: •Cámara de los diputados.—2 de Abril de 1910. Rvdo. Padre: Acabo de reci¬ bir del Sr. Ministro de la Guerra una carta eu estos términos; «Tengo el honor de participarle que los señores Cardounier, Baccalaire, Castaing, Boucher y Paumier, Religiosos fran¬ ciscanos cuyos títulos á la medalla nacional conmemorativa de las opera¬ ciones realizadas en Marruecos han sido reconocidos como fundados, reci¬ birán el nombramiento para esta dis¬ tinción honorífica en la próxima pro¬ visión. Estos documentos están actual¬ mente sometidos á la Gran Cancille¬ ría de la Legión de Honor para ser registrados. En cuanto á la insignia, no podrá serles entregada hasta que la administración de Monedas haya verificado la fabricació». ¿Tendré necesidad de significarle mi gran satisfacción por el homenaje que con esto se les rinde? Con el mayor respeto es de V. afee tísimo, C. Groussan. Un saludo afectuosísimo y la más cordial enhorabuena á los agraciados. Los norteamericanos y la Venerable Madre de Agreda El lunes, 27 de Junio, acompañados del muy Rdo. P. Fr. Román deVera, Capuchino, visitaron el convento de la Purísima Concepción de la villa de Agreda, el Rdo. B A. Schulte'de Jowa y un d stinguído Párroco norte¬ americano, que, atraídos de la devo ción á sor María de Jesús, habían ve¬ nido á España con el único fin de es¬ tar algunas horas en el convento de esta admirab e Religiosa. Ante el autógrafo de la Mística Ciu¬ dad de Dios y de otras obras de la Venerable, que con autorización del ilustrísimo señor Obispo pudieron ad¬ mirar, y vistos algunos objetos que usó sor María, se consideraban felicí¬ simos, dando por muy b en empleado ol sacrificio de tan peuoso viaje. Y llevando consigo algunas reliquias de la monja agredana, el mismo día se auseutaron del convento, embargados sus ánimos de las más profundas im¬ presiones. Hacia el redil Anunciase para dentro de poco la conversión del Cónsul inglés en Mogador (Marruecos), perteneciente á la secta anglicana. Es persona de vasta ilustración y habla correctamente ca¬ si todas las lenguas europeas. Hace cinco años estuvo recorriendo Tierra Santa, regresando de aquellos lejanos y benditos países vivamehte impresio El Heraldo de Cristo 213 nado con los recuerdos evangélicos. Actualmente estáse preparando é ins¬ truyendo convenientemente para in¬ gresar en las filas católicas, bajo la dirección del Superior de la Misión Franciscana de Mogador, R. P. Fray Avelino Muiños, hijo del Colegio de Santiago. Misioneros colonizadores El Obispo de Ancud Nuestros lectores conocen al Obispo chileno de Ancud, orador incompara¬ ble que se distinguió en la bendición, celebrada en el Vaticano, de las ban¬ deras que de las repúblicas america¬ nas mandaron al Pilar de Zaragoza y en su entrega hecha en esta última i ciudad. Este orador al ser trasladado Copiamos de una relación extensa de R. Santacruz, que publica el Bole tin Antoniano de Tarija, acerca de las Misiones franciscanas entre los Gua- rayos: «Desde el año 1840, las Misiones Guarayas han ido adelantando en to¬ do lo civil y religioso al rededor de la Cruz del Salvador, y actualmente cuentan uatro pueblos numerosos y otro en el Chimoró, donde se han de¬ sarrollado las artes y oficios de una manera sorprendente por el impulso y la actividad que han desplegado los Misioneros antiguos y modernos, cu¬ yos nombres pasarán á la historia como bienhechores de la humanidad; hoy los indios guarayos apenas se acuerdan de lo que fueron sus abue¬ los, porque todos han recibido y abra¬ zado la Religión y consiguientemente la civilización. >La nación boliviana puede estar orgullosa de tener formados cinco pue¬ blos más por los Misioneros francis¬ canos; y es un deber de justicia reco nocer el mérito d9 los Misioneros, apo¬ yar su proficua labor, fomentar su entusiasmo para nuevas y sucesivas fundaciones entre otras tribus que á la diócesis de La Serena escribe en una Pastoral, inserta en la revista «El Misionero Franciscano» de Chile: «Ciertamente que se acrecientan es¬ tos consuelos da mi espíritu, discu¬ rriendo acerca de los múltiples bene¬ ficios que procuran á la diócesis de la Serena, las venerables Ordenes y Con¬ gregaciones establecidas en ella. La sola práctica de la perfección cristia¬ na, levantada á un grado heroico por los votos de obediencia, pobreza, y castidad, ya constituye un manantial oculto, si se quiere, pero de inagota¬ bles riquezas para el provecho espiri¬ tual y aun material de la Iglesia. Por eso, me congratulo de tener por esfor¬ zados auxiliares á los decendientes de esos gigantes de la gracia, apellidados Patriarcas de la vida monástica, elDoctor S. Agustín, Santo Domingo de Guzmán y el Crucificado de Asís, en¬ tre cuyos hijos me cuento porque es¬ timo una preciada gloria ser Tercero frnciscano.» La Orden Franciscana á sus vez estima como una de sus más preciadas glorias al Obispo de la Serena, D. Ra¬ món Angel Jara, príncipe de la mo¬ derna elecuencia castellana. abundan, y proporcionar lo necesario para ello; pues se sabe por experien¬ cia que los fortines dan muy poco re¬ sultado, á pesar de las sumas exor¬ Noticias ç variedades bitantes que se gastan, mientras que con una mínima parte de las mismas y mejor proteccióa habría con qué Manifestación Católica en Palma formar centros más estables tanto en el Beni como en la región del Gran Para protestar contra la política anti¬ Charco». rreligiosa del actual Gobierno hiciero u 214 El Heraldo de Cristo los- católicos palmesanos lina grandiosa manifestación el día 10 de Julio. A la hora lijada, cinco y media de la tarde el interior de nuestra catedral ofre¬ cía magnífico aspecto. Las tres naves estaban totalmente ocupadas por los fie¬ les especialmente la central en que se apiñaban en conpacto concurso. Llegado al templo el limo. Sr. Obispo, se expuso el Santísimo y á continuación tuvo lugar el rezo de las letanías y la esta¬ ción reservándose luego S. D. ]\\Í. Cantó¬ se después la Salve y el hinno firme la voz y comenzó acto continuo el desfile por delante del Prelado y Cabildo que duró más de una hora. Éste solo detalle basta ya para demostrar el importantísi¬ mo número de personas que asistieron al acto. El número de tarjetas de protesta de¬ positadas en manos del Sr. Obispo fué de 10.030 y calcúlase que fueron 1.500 ó 2.000 las personas que desfilaron de¬ lante del Prelado sin depositarla, por no tenerla á mano en aquel momento, de suerte que el número de personas que tomaron parte en el acto oscilaba entre 11.000 y 12.000. Durante el acto reinó el orden más , completo, no registrándose el más ligero incidente desagradable, á pesar del ex¬ traordinario número de manifestantes. El mismo día en todos los pueblos de la Isla celebráronse manifestaciones se¬ mejantes. Pidiendo Monjas El Ayuntamiento de Amiens (Fran¬ cia), por acuerdo tornado en una de sus sesiones, ha decidido solicitar el regreso de las Hermanas de la Caridad ai Hos¬ pital secularizado por la ley de persecu¬ ción religiosa. Este acuerdo ha sido to¬ mado por mayoría de votos, en vista de las inmoralidades de todo género que las enfermeras laicas vienen cometiendo desde que se encargaron del Hospital. Por ahora no se habla más que de Amiens, pera esperamos que semejante acuerdo sea tomado en breve por otros ayuntamientos; pues ó muy ciegos han de estar, ó no podrán menos de convenvencerse que sólo de la caridad cristiana se ha dicho: Non quaerit quae sua snnt: «No busca las comodidades.» Un rasgo de Guillermo II. El emperadoj Guillermo II acaba de hacer un valioso regalo al monasterio de PP. Benedictinos de Beurón, consis¬ tente en un monumental Crucifijo de bronce. El encargado de llevar este re¬ galo fué el príncipe Egón de Fürstemberg, que fué también portador de la siguiente carta: «Rdmo. Archi-abad: Queriendo daros una nueva prueba de estimación y apre¬ cio hacia vos y hacia la Orden Benedicti¬ na, regalo á la abadía de Beurón una obra de arte en bronce: Jssucristo en la cruz. »E1 encargado de presentaros este re¬ galo es el príncipe de Fürstemberg, mi gran mariscal de corte. Espero causaros particular satisfacción ofreciéndoos la imagen de Jesucristo, hacia el cual vuel¬ ven con veneración sus ojos ambas con¬ fesiones, como hacia la fuente de ben¬ dición inmensa para todo el género hu¬ mano. Que esta cruz sea portadora de dicha para esa abadía y para todos los fieles que doblen su rodilla delante de Jesucristo, el cual les conceda desde lo alto del cielo valor y consolación. Que¬ da á vuestras órdenes— Guillermo, impe¬ rator et rex». El perro protestante Iba sentado en un tren, al lado de un digno Sacerdote católico, un viejo rabino sobrio en hablai y de finos modales. En frente iba un ministro evangélico. —He aquí un rabino—exclamó el protestante—un misionero apostólico y un ministro de la Reforma. ¿Cual de los tres tiene razón? El Heraldo de Cristo 215 —-Mire usted—le dijo el rabino—si La nave de la sociedad Cristo no ha venido, yo tengo razón; pe¬ ro si ha venido ese sacerdote; en ambos casos usted está en un gran error. El ministro protestante que, sin duda gustaba razonar á lo Voltaire dirígese á un perrito que duerme acurrucado en las rodillas del rabino y pregunta: —¿Serás tú también rabino? —No—replicó el rabino—este come tocino, por lo tanto no es rabino; come carne todos los viernes, no es pues, cató¬ lico; no puede ser otra cosa que protes¬ tante, pues se duerme en los sermones. En cierta ocasión caminaban unos viajeros hacia remotas playas en un hermoso vapor. Para matar el aburrimiento, enferme¬ dad común á bordo, se discutía, como suele acontecer, de política y religión. No hay que decir que la mayoría de los tripulantes era liberal templada. (La templanza es la plaga de nuestro siglo.) —Soy católico, pero no soy fanático— decía uno. —Tampoco á mí me gustan las exa¬ geraciones,—decía otro. —Pero, señores—exclamó el único Diálogo Cuartelero pito afinado en aquel humano descon¬ cierto; no comprendo la palabra exage¬ —Á ver, Noval: ¿con que se forma una división? —Con cuatro regimientos de Innfantería, más la caballería, artillería, inge¬ nieros, administración y sanidad que se le apliquen. —Muy bien; y un regimiento de In¬ fantería ¿de que se compone? —De tres batallones, mi capitán. —¿Y un batallón? —De cuatro compañías. — Una compañía, ¿cuántos hombres debe tener en pie de guerra? —De doscientos á trescientos, mi ca¬ pitán. —Y esos hombres ¿qué son el año . anterior á su ingreso en filas? ración al tratarse de verdades: ¿cómo no ajustarse á ellas lo mismo que á las de¬ más? — Sí señor, hay que ajustarse á ellas, pero sin llevar las cosas al extremo, por¬ que la intransigencia es un remedio peor que la enfermedad. El interpelante no replicó ya. Llegada la noche, cuando sobre cu¬ bierta estaba reunida la tertulia bajo la presidencia del capitán, el intransigente se dirigió al aparato del timón y asió la rueda que lo muevej —¿Qué hacéis?—preguntó el capitán alarmado. — Dejadme —contestó muy serio. —Pero, ¿qué vais á hacer? - preguntó todo el mundo. —Reclutas en caja. —Perfectamente. ¿Y diez ó doce an¬ tes? —Hacerle girar un poquito. —No es más que unos centímetros. —¡Centímetros! Pero, ¿habéis pensado —Diez ó doce años antes.., serán ni¬ ños de la escuela. —O cosa así. Y ahora dígame usted, lo que es un centimetro? ¿A dónde iría¬ mos á parar con un solo centímetro de desviació inicial en el camino que segui cabo: ¿cómo diablo cree usted que se mos. ¿No veis que esta desviación por organizarán dentro de veinte años las pequeña que fuese al principio, abriría divisiones, regimientos y compañías, si los niños aprenden en la escuela que los oficiales somos unos asesinos, la bande¬ un ángulo que ensanchando, llevaría el buque á estrellarse en las rocas, en vez de llevarle al puerto? ra un pingo, la Patria una mentira, é El intransigente fingió insistir como iguales después de muertos los héroes, si hubiese perdido la razón, y todo el los cobardes y... los perros? mundo se arrojó sobre él, acabando por —Apaga y vámonos, mi capitán. II atarle. 216 El Heraldo de Cristo Entonces, cuando estuvo atado, hizose dos pasos atrás, miró de arriba abajo á toda aquella gente, y soltó una carca¬ jada. — ¿Cou que me habéis encadenado — dijo—porque trato de alterar una ver¬ dad náutica y desviar un poco la mar¬ cha de este barco que lleva á bordo un centeuar de personas, v queréis que yo transija con las desviaciones del barco social que lleva á bordo la Humanidad entera? diario, el sabio catedrático y fundador ilustre de las Escuelas del Ave María, don Andrés Manjór, combatiendo la enseñanza laica. Recomendamos con todo interés la lectura del expresado librito, en el que se demuestran con irrefutables argu¬ mentos las consecuencias funestísimas de la enseñanza irreligiosa. El mayor elogio que podremos hacer de tan interesante publicación, lo en¬ traña el nombre del autor de tan bri¬ Mediten esto los que atacan á los ca¬ tólicos cuando piden restricción y casti¬ go para los que están desviando al barco social del camino de la verdad y de la justicia. llantes artículos, en todas partes respe¬ tado y por todos reconocido como auto¬ ridad indiscutible en cuanto se relacio¬ na con los transcendentales problemas de la instrucción y la educación. Los propósitos que abriga el actual gobierno respecto de la enseñanza dan La labor de Los radicales á este interesantísimo fo'leto una opor¬ ■ tunidad é importancia especial. Se tra¬ He aquí lo que encontramos en el i ta de imponer desde arriba la enseinn- Devoir Socialiste de Pezeuas (Francia): za neutral, desterrando de la escuela «Mientras la masa del pueblo se dedi¬ el catecismo y la doctrina católica. Esto caba á perseguir la sotana del cura, el ya lo tenemos de hecho en las Univer¬ tiempo corría y los radicales no realiza¬ sidades é Iostitutos donde muchos pro- ban ninguna reforma. Al abrigo de tal | fesoresjson impios y cada cual enseña peligro y muy bien hallados con su tu¬ lo que quiere. Ahora pretende el Go¬ rrón, desbalijaban la República. Anun- | bierno dar un paso mas, desterrando á ciaron que el despojo de las congrega¬ Cristo de la escuela primaria, para que ciones produciría mil millones para el sea un sjmillero de hombres descreídos pueblo y éste creyó en las posibilidades é impios. En tales circunstancias, es del retiro obrero, del trozo de pan para preciso que los católicos se persuadan sus últimos días. Todo esto es mentira.« de la gravedad de la situación y sepan Esto, dicho por un socialista, no tiene lo que es la escuela laica y las desas¬ precio. trosas consecuencias que de ella se de¬ Y lo que se aplica á los radicales fran¬ rivan, para que se animen á poner re¬ ceses, puede aplicarse á los radicales de medio á los males que nos amenazan. por acá. Mucho adelantarán en este sentido los que lean con detenimiento el folleto Bibliografía LAS ESCUELAS LAICAS.—Nuestro que anunciamos. El precio de cada centenar de ejem¬ plares es de 8 pesetas y el de un millar, 70, y se vende en la Íibrería de Here deros de Juan Gili, Cortes, 281, Bar¬ celona. colega de Almería La Independencia, acaba de editar eu un primoroso librito los notables artículos que hace poco es¬ cribió para aquel estimado y popular Tip. Católica de S. Pizá.—Sto. Cristo, 2o.-PalmA‘ ■ ' • ■■.jf'· j-y .<.• • ■ . . . ; . ; • '; . I' * t « ;, j. ■ . MÍpMl ÍP % s ; . w. . . ■ ■ ;-.,i "• . <■ . •> j -i. ■ ' ■ ’ ‘ i * . r-c >^ ^ ' >■' ! £ ? a • ,/ í^4, -y;. :.*Á /f ' m . . . ; ■ m. 1’ ■ . ' • ' ’ ’. ■ . ■ : - :^'K bzbb. ■ ■ A . / v'-1 ■\\ ’ ,! . nji• . ¡I .. <■' • . ■ / \\ ,. y - f ür-í,, 1.. < .. r ,'V ' ■ ' ' ■• 1 - - u ,V , <■/ M ■V ; ,; ... *■ 'V, '77!/ JV1-'- • iMbk ■ i- ' K ith > , i/ . * . ; " *■ .• . •■ ' „ i Vv\\ *r ^ ■ . ‘j ! . , c\\ ( f» \\ i L , : ,. * %% , ¿ ■ . . CULTOS EN NUESTRA IGLESIA DE $. FRANCISCO DE PALMA DURANTE EL MES DE AGOSTO. Día 1.—A las siete y media se cantarán solemnes Completas en honor de Ntra. Sra. de los Angeles. Día 2. —Fiesta de Ntra. Sra. de los Angeles. A las diez y media tendrá lugar la Misa mayor, cantándose la de Angelis. Predicará el M. I. Sr. D. Nadal Garau, Canónigo Doctoral. —Por la tarde á la puesta del sol, se rezarán las Letanías de todos los Santos, con exposición del Santísimo Sacramento, según el deseo de Su San¬ tidad el Papa Pío X. Día 7.—Durante la misa de once y cuarto empezará á practi¬ carse la. novena de San Roque, Patrón especial de la Tercera Or¬ den establecida en esta iglesia. Día 8.—Empiezan Cuarenta Horas dedicadas á la Inmaculada Concepción. =Por la mañana á las siete se expondrá S. D. M. y á las diez y media se cantará la Misa mayor.—Por la tarde á las sie¬ te y media habrá rezo de la corona, meditación, estación y reserva. En los dos días consecutivos todo se hará en igual forma. Día 15. - Fiesta en honor de la Asunción de Ntra. Sra.—A las diez y media se cantará la Misa mayor, con sermón. Día 25.—For la tarde, después deí rezo de la corona, se dará la Absolución general á los Terciarios. Día 28.—Por la mañana á las siete Comunión general para los Terciarios.—For la tarde á las siete tendrá lugar la Reunión men¬ sual con exposición de S. D. M. y plática, rezándose el rosario en sufragio de los Terciarios difuntos. INDULGENCIAS CONCEDIDAS A LOS TERCIARIOS Con las condiciones ordinarias pueden ganar los Terciarios indulgencia plenaria los días siguientes de este mes: Día 2, Ntra. Sra. de los Angeles, toties quoties.—-4, Santo Do¬ mingo de Guzmán.—12, Sta.- Clara de Asís.—15, La Asunción de Ntra. Señora,—16, San Roque.—18, Sta. Clara de Montefalco.— 19, San Luís, Obispo de Tolosa.—25, San Luís, Rey de Francia, Patrón de los Terciarios: indulgencia plenaria y absojución gene¬ ral. Además el día de la Reunión mensual y otro cualquiera del mes, á su libre elección.