XIX.--2." EPOCA.--NUM. 893

SABADO 14 MAYO DE 1904

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Sección Literaria
EL CORDERITO
Una mañana en que señor padre se
■disponía para marchar á la feria de un pueblo cercano, bajaron al corral las chicas para ver como el mozo ensillaba <el caballo y hebiliaba el correaje y colo¬ caba la manta y las alforjas, aquélla de¬ lante y éstas á la grupa y las pistolas en la pistolera.», y para presenciar como se hacían todos los preparativos y despedir
al viajero. Gastrocana, con un sombrero de an¬
chas alas, ■recio chaquetón y altas botas de montar y haciendo sonar sus espue¬ las, dió un abrazo á su mujer, besó á cada una de sus tres hijas, recomendán¬ dolas que fueran buenas como siempre,
y luego las preguntó que querían que ■les trajese de la feria; dijéronselo las ni¬ ñas y señor padre ofreció complacerlas... pero ¿y el chico? ¿dónde estaba el picaro
del muchacho?
Miró Ventura por todas partes para ver si andaba por allí el endemoniado,
Dios me perdone, de Toñete. ^Donde se
habría metido? Fosco, huraño, ceñudo, fiero como un cachorro de mastín, me¬
jor dicho, como un lobezno, se hallaba
acurrucado tras de un carro de labor.
—Oye... tú, tú, perillán... que no me hagas ninguna barrabasada, porque cuando venga hemos de ajustar las cuen¬ tas. ¿Estamos?
—No, Ventura; na; Toñete será bue¬
no. Vamos, chico, ven á besar la mano
ó padre—dijo la madre misericordiosa¬
mente»
—Pos que me traiga algo de la feria
como á las chicas—gritó descarado y au¬
daz el ehicuelo salvaje.
¿Y se atrevía aún á pedir regalitos aquel condenado, que era más malo que la peste, más temible que un pedrisco y
más loco que un torbellino? —También te mercará algo padre,
hombre... Anda, ven á besarle la mano
—replicó la madraza, poniendo en todo
la rebosante bondad de su corazón. El chico salió de su escondite y con la
precipitación, brusquedad y rudeza de un jabato, llegóse á su padre y le besó
la mano.
—Una buena vara de fresno para darle
una paliza, es lo que voy á traerle yo á
éste de la feria—dijo Ventura.—Pero
¿qué querrá que le merque?... —Un corderito...—replicó el mucha¬
cho.
Al oir esto, su madre, sus hermanas, Nicelo el mozo, Locadia la moza, todos saltaron la risa. Aquello era como si el
sargento de la Guardia civil del lugar,
un terrible hombronazo, hubiese pedido
un sonajero. Ventura frunció el ceño, miró con ex-
trañeza á su hijo y luego contestó gra¬
vemente:
—Voy á pasar por la dehesa... y te
mandaré el cordero.
II
¡Pobre animalillo! Un cordero en po¬ der de Toñete, que era bravio y travieso, que no pensaba sino en hacer daño, que apedreaba á todo bicho viviente, morti¬ ficaba á las chicas... y andaba siempre en guerra con todos los muchachos del lugar... era una crueldad. Ello fué que Ventura eumplió su palabra-
Dos días después, un domingo muy de mañan-a, un sagalon se presentó en
la casa con el cordero á cuestas.
Dejó el animal en el suelo, y desatán¬ dole las patas dióle una palmada en el lomo para indicar que estaba de buen año la bestiézuela, y enderezándose qui¬ tóse el sombrerazo y con un pañuelo se limpió el sudor que manaba por su
fren te.
El corderillo se revolvió, pugnando
por penarse en pie, y cuuudo lo hubo lo¬

grado alfateó el suelo y los zajones del zagal y lanzó un balido dulce, temblón, quej timbrante.
—Paice que está atontaos pero como güeña es de losgueños miá, tó como es¬ cogió por el amo.
•En esto llegó Toñete, y se arrojó á apoderarse del corderito... Era suyo. ¡Es mío..., mío! decía aspirando ávida¬ mente y con delicia el tufillo campestre que de sí despedían el zagal y el cordero, y sintiendo el corazón henchido ie gozo por esa profunda, intensa, nativa satis¬ facción humana de amor á la propiedad.
Las niñas, al ver al corderito, excla¬
maron:
—¡Ay qué bonito! —¡Qué mono es, madre'! —Déjamelo... ¡Pobrecito!..» —¡Tarrarira! ¿Estáis? No me lo to¬ quéis, porque os pego un cachete que os deshago la cara. Es mío, ¡ea!—decía fie¬
ramente Toñete.
—Ahora está embarrao y de la broscera del encerradero enegrecío; pero en cuanto lo lavéis quedará blanco y limpio como la misma nieve. Lo que íiés que
hacer es no asustarlo. Ya verás có¬
mo se pone mucho más rollizo y lucio... Ya está avezao á comer... y bien medra¬ do... Es muy májico. Pa que le siga á uno como un perrillo se le da un poco de pan, no mucho, pa que no se envicie, y ca tres ü cuatro dias un puñao de sal pa que se le ensaborice el gusto.
—Oye tú, Anselmo—replicó la madre
de Toñete viendo la interesada atención
con que su hijo escuchaba al zagal,—di-
le al niño cuándo debe de sacar el corde¬
ro al campo. —Pos misté, señora ama... Eso ha de
ser por la mañanica donde ya después de amaneció hasta que encomienza á picá el sol, y por la tarde ya pasada la siesta hasta que anocJiezga. Llévalo—añadió el mozo dirigiéndose á Toñete—á un prado donde no haiga humedad; pero donde haiga hierba fresca, la mielga suavecica y la correhuela tierna, de la gorda, no de la larga, que, aunque esté enverdecía está agosta y se revuelve en la boca y no la pné tragar porque es áspera, seca y se le hace un estropajo... Vaya, señora
ama... con su licencia si usté no tié nd
que mandar, me voy, que tengo que dir
entoavía á misa pa volverme temprano á la dehesa, que á luego aprieta el sol y no quiero coger por esa carretera un tabar¬
dillo.
Y el zagal, después de haber agotado su saber y su elocuencia y de haber apu¬ rado un buen vaso de vino, se limpió con la palma de la mano los elocuentes y regalados labios, y salió de la casa.
El señor maestro no había podido, á pesar de su paciencia y su energía, do¬ mar al rebelde muchacho; los demás chicos, ¿qué decir los chicos?, y los gran¬ des, y los perros, y los gatos, y las galli¬ nas. y las palomas, y todo lo criado,
temblaba de miedo ante Toñete. Era de
la piel del diablo. ¿Para que podía que¬ rer él al pobre cordero sino para darle
tormento?
¡Ay, qué padre, qué padre tenía Toñe¬ te! Le reñía ciertamente, le castigaba á veces... pero no con aquella severidad, con aquel rigor que hubieran sido nece¬ sarios, á juicio de muchas personas de tal. Según el señor maestro, á Toñete deberían tenerlo aherrojado y metido en un cuarto obscuro; sobre todo desde que el muchacho había dado en la gracia de hacer muecas y asustar á Cecilia, la más pequeña de las hijas del profesor.
—Mira. Ventura; dicen que más sabe el loco en su casa que el cuerdo en la ajena... pero es que tú eres tonto... y por eso me meto en tu casa. No aprietes ahora el muchacho; que luego ha de apretarte á tí... de firme—decía á Ventu¬
ra tío Melitón, su cuñado, un sabihondo
que afirmaba gravemente que el Gobier¬ no era el verdadero dueño de los hijos de cada\\quisque.
La palabra quisque servíale á Meiitón para significar ciudadano.
Ventura se encogía de hombros, se

sonreía y sólo algunas veces solía re¬ plicar:
—El tiempo... Deja al tiempo... Yo sé por donde voy,.. Ya me sé yo lo que me hago... Todos los chicos no son iguales...
Mas lo que al lector le importará más seguramente ha de ser que se le informa —como hoy se dice—acerca de cómo se portó Toñete con su cordero, y así el re¬ lato y la filosofía de esta historia, fueron revelados y considerados por Antonio Gastrocana (el mismo Toñete) doce años después, no en obra voluminosa, ni en
discurso crítico... sino en una carta que
dirigió á su novia... y que nosotros, pe¬ cando de indiscretos, no tenemos temor de publicar:
«Querida Cecilia: La Virgen Santa del Cubilio oye las oraciones de mi señora madre y las tuyas...; he salido airoso de los exámenes y sólo me falta el ejercicio general para obtener mi título de inge¬ niero... y seré ya lo que nunca tu señor padre pensó que llegara yo á ser, «un hombre de provecho...» y cuando tú quieras y con la bendición de Dios, el
más dichoso de los hombres.
Que tú misma te asombras de que yo no sea rudo, brusco, maligno, informal... en fin, deque tenga juicio y corazón... ¡Pobre padre mío, si el viviera!...
¿Sabes á que se debe en parte la trans¬ formación que yo mismo comprendo que se ha operado en mi carácter?..Pues á un maestro que me dió mi pa¬ dre... al cordero que me regaló siendo
muchacho.
No te rías. Los padres, como aman, ven mejor y mucho más que los sabios.
Bien me acuerdo: yo quería tener el cordero por excitar la envidia de los de¬ más muchachos, luego por disponerme á armar camorra con el primero que se
acercase á atormentar á mi animalillo...
Pues bien pronto sucedió que yo era del cordero, es decir, que éste era mi amo y no yo el suyo; que me dediqué á servir¬ lo, á regalarlo, á ver con gozo que me conocía, que me seguía, que me tenía cariño el inocente animalillo...; fué aque¬
llo un misterioso, un delicado medio de
educar á mi corazón...
La protección que otorgamos á los dé¬ biles. nos dignifica, nos engrandecemos transforma, nos hace comprender lo que debemos á los que nos aman y sostienen, á nuestros padres, á Dios.
Recuerdo que cuando ya el cordero se hizo grande... al ofrecerse la duda de si
se le mataría ó se le mandaría al gana¬
do, opté por esto... y no puedes figurar¬ te con qué pena le vi meterse en el reba¬ ño y marchar confundido con los suyos... No me extrañará que te rías si te digo que esto me hizo comprender el dolor que sentirá un padre cuando ve á sus hijos salir de la familia para sumergir¬
se entre la inmensa muchedumbre de
desconocidos que forman la sociedad. Cecilia, ¿te acuerdas de cuando me te¬ nías miedo? ¿Te acuerdas de cuando te hacía muecas? Y ya lo ves, hoy nos
amamos.»
José Zahonero.

—

—

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LAS FLORES

¿Veis esas flores que á los verdes prados con sus bellos matices engalanan,
cómo al nacer la sonriente aurora
álzanse erguidas, de su belleza ufanas, y luego caen mustias y marchitas «s. sólo al sentir las vespertinas auras? Así también las bellas ilusiones que allá en la juventud se forma el alma,
se desvanecen cual si fueran humo
al asomarnos las primeras canas.
Bella es la vida, gratos los placeres que sin cesar agitan nuestras ansias; mas ¡ay de quien tras de su goce efímero con insólito ardor ciego se lanza! Pronto verá su corazón transido por penetrante y ponzoñosa daga, y presa de crueles desengaños, no habrá ya para él ni paz ni calma.

Honores y riqeuzas... cuantos bienes acá en la tierra la pasión halagan fenecen al nacer, y cual las flores se agostan al momento que se alcanzan.
¡Todo es aquí perecedero y falso,
ilusión... vanidad... un sueño.., nada!
¡Dichoso, pues, quien con fe verdadera, inspirado en las santas enseñanzas, desprecia de este mundo los hechizos y sigue á la virtud con firme planta! El obtendrá la calma apetecida
en la vida inmortal que nos aguarda.
Luis G. Ferreras.
NOTAS
I
Apoyado en la Ventana Miro jugar á mis hijos, Que los dominios de Flora Convierten en sus dominios, Y recordando mis juegos Y travesuras de niño, Tiemblo pensando en las lágrimas Que les reserva el destino.
En horas de dulce encanto En mi pecho los reclino, Amante sus labios beso, Con sus gracias me extasío, Y recordando á mi madre Triste y lloroso me digo: Cuando yo muera mañana
¿Qué será de ellos, Dios mío?
II
A veces visten mis hijos Cuando felices retozan,
Él, militares arreos,
Ella, vestido de cola.
Cierro los ojos y miro Del porvenir tras las sombras, Sirviendo el uno á la patria, Lejos de mi hogar la otra.
Tal vez por la patria, el hombre Héroe sucumba sin gloria, Y la mujer llore triste
Como madre y como esposa.
¡Y ellos quisieran que el tiempo Apresurase sus horas, Cuando yo por detenerlas, Diera amor, fortuna y gloria!
Manuel M. Sama.
Lecturas para
la mujer
LA BELLEZA
No es frívolo, aunque á primera vista lo parezca, el tema elegido, y además se impone disertar sobre la belleza en una sección dedicada á la mujer. Pero hoy nos limitaremos á decir algo, no preci¬ samente sobre el concepto artístico de la belleza, sino á propósito de los erróneos medios empleados para conseguir ese su¬ premo ideal femenino, medios suficien¬
tes á evidenciar los lamentables resulta¬
dos que se desprenden de la incompleta instrucción recibida generalmente por las mujeres. La moda es cómplice á me¬ nudo de estos errores, de funestísimas consecuencias: el corsé, el calzado, la hechura de los trajes, los tintes, los afei¬ tes, las mismas costumbres sociales con¬ tribuyen en gran parte á que se aje pre¬ maturamente ó se alfere, por lo menos, la hermosura, y más en nuestra España, que tan poco sabemos de lo práctico y tanto nos pagamos de lo superficial y aparatoso.
La base de la belleza es la salud, que¬
ridas lectoras siías. y precisamente de la salud es de lo que menos cuidamos. La mujer á quien la suerte colocara en la cúspide de la fortuna, invirtiendo la ma¬ yor parte del dia en llenar los deberes de sociedad, respira de continuo, en vi¬ sitas, en teatros, en bailes, aire menos oxigenado del que necesitan los pulmo¬ nes. y, por lo tanto, esclava de la moda y de las costumbres elegantes, es qna

flor que se agosta pronto; la de la clase media, en su afán de igualar á las clases altas, víctima de privaciones y exigen¬ cias imposibles de llenar, abunda en los mismos defectos, sin disponer, en cam¬ bio, de las ventajas que la fortuna ofrece á las que pretende imitar, y como el ejemplo transciende, y el montaje de las modernas sociedades hace que todos vi¬ vamos en continua compenetración, tam¬ bién la mujer del pueblo se siente im¬ pulsada, por el general deseo de elegan¬ tizarse y de embellecerse, á emplear para conseguirlo, en grado relativo, los mis¬
mos contraproducente^ medios de que disponen las mujeres que le son superio¬
res en posición y fortuna. Para el mayor esplendor de nuestra
hermosura, acostumbramos á emplear en fantasías de la moda, en exigencias sociales, en preparados de perfumería, en mil cosas, muchas veces contraprodu¬ centes, sumas que, invertidas en algo tan práctico para la vida como es una sana alimentación, y horas que, dedica¬ das, de acuerdo con el buen sentido, á
higiénicos esparcimientos á pleno aire, habían de proporcionarnos la salud, que es la principal garantía de la hermosu¬ ra. Porque precisa desengañarse de una vez: el tipo adorable de la belleza feme¬ nina no encarna en una mujer enfermi¬ za: siempre las flores de estufa son débil refleja de aquellas otras que brotan loza¬ nas y robustas en nuestros jardines. El romanticismo, con sus pálidas mujeres, de apenas soñados contornos, que en un cuerpo sin vigor buscaba el albergue de un alma rica en pasión y sentimiento, ha desaparecido de nuestra esfera de ac¬ tividad, porque es otro el ideal de los artes y otras son también las exigencias de los tiempos. Y como la mujer ha de influir grandemente en la marcha de las sociedades, importa, es de absoluta ne¬ cesidad, que se compenetre del espíritu de la época, que compitan en ella, con los delicados perfiles de la ternura, las útiles nociones de la vida práctica, que se imponen, y han de afianzar el verda¬ dero progreso. Nos parece perfectamente explicable, natural desde luego en la mujer, el deseo de agradar, que comple¬ ta, por decirlo así, su dulce condición femenina; pero combatimos hoy en con¬ junto, y más adelante combatiremos en detalle, la manera cómo la mayoría de les mujeres tratan de parecer hermosas y de conservar la hermosura, porque no se ajusta ni á las nociones délo práctico, ni, lo que es más lamentable aún bajo el punto de vista femenino, á las de lo
bello.
Cierto que la hermosura suele ser po¬ deroso atractivo del amor, y como el amor es la eterna aspiración de la mu¬ jer, se comprende que ésta no perdone medio para embellecerse y así encade¬ narlo á sus antojos. Sin embargo, sobre ese hermoso sentimiento que une á dos seres, que funde en una dos almas, se alza el ideal de la maternidad, y de una esclava de la moda, de una mujer de de¬ bilitado organismo y escasa vida, no puede surgir la madre augusta que ha de dar seres robustos á la gran familia humana. Pasaron los tiempos en que los hombres y los pueblos sólo aspiraban á las conquistas guerreras; hoy se lucha con mayor empeño aún por las ideas, y el esfuerzo no es menos titánico; se ne¬ cesita, por lo tanto, generaciones fuertes que puedan soportarlo, y de ese conven¬ cimiento se deduce que la conservación
de la hermosura. íntimamente enlazada
á la higiene, no es un tema frívolo in¬
sustancial. Dista mucho de serlo. Cuan¬
do las mujeres se convenzan de ello procurarán, para ser bellas, antes que rendirse a las exigencias de la moda, la conservación de la salud, que es auxiliar poderoso de la hermosura, y así, cuidan¬ do de la robustez de las razas, abogare¬ mos todas por el tan discutido feminismo de manera que responda por igual á las necesidades de la sociedad y del bogar.
Josefina Pujol de Collado.
■ —iSatH»

SÓLLER

Actualidades

Rogué al Sr. Silvela me expresara su
opinión acerca de las versiones que so¬
bre aproximaciones del Sr. Villaverde al

diplomático, de los ministros y altos
funcionarios, todos ellos vestidos de eti¬
queta, Mr. Roosevelt se dirigió á la es¬

guen pronto unas 20.000 más, de distin¬
tas procedencias. Como consecuencia de estas adquisi¬

de los hermosos fuegos artificiales, de los aromas y colores. El bullicio era ge¬
neral.

Hablando con Silvela

Gobierno habían circulado durante estos tancia en que se hallaba instalado el ciones. alguno de los más importantes

Las funciones religiosas, como siem¬

dias.

misterios^ botón; le oprimió con pun¬ fabricantes de harinas barcelonéses ha pre, resultaron solemnes. En ei oficio del

Todos aquellos que siguen con aten¬

—Creo—respondió—que el Sr. Yilla- tualidad matemática y fué felicitado por desidido rebajar en dos reales por quin¬ domingo el P. Auba nos relató de una

ción la marcha de la política española, y verde no ha de presentar ninguna difi¬ la selecta concurrencia, que reconocía la tal el precio de éstas.

manera admirable la victoria alcanzada

que bien por obligación, bien porque sus cultad al Sr. Maura. La gestión de éste importancia de la fiesta, que de esa suer¬ «liciones les lleven á ello, se dediquen á al frente del Gobierno merece el apoyo te comenzaba en Saint Louis.

por nuestros mayores, cuya fe en la reli¬

desentrañar lo que en nuestra vida pú¬ de todo aquel que se llame conservador.

Pero los yankis, discípulos aprovecha¬ Catálogo de Productores y exportadores gión y amor patrio era en ellos gran¬

blica sucede, han podido observar que Que le hagan oposición los republica¬ dos en mecánica, en ciencia eléctrica y

de España

de. La procesión de la tarde, como

durante esta temporada, desde que las «Cortes suspendieron sus tareas, la calma / jilas completa reinaba en la superficie de i a política; calma que ocultaba, según Ja opinión de algunos, acontecimientos de gran importancia, que pronto habían ■ de producir sus efectos en el Gobierno . actual y aun en el partido conservador.
Dentro de éste tiene siempre ei señor • Biiveia, no obstante su retirada de ia vi¬
da pública, una legitima y por todos re¬ conocida iufiuencia, y, por tanto, nadie mejor que el ilustre ex-presidente del Consejo podía esclarecer ios rumores que
circulaban y las versiones, que unos aco¬ gían con reserva y otros consideraban dignas de entero crédito.
Al domicilio del íSr. Silvela me enca¬
miné ayer por la mañana, decidido á ro¬ garle me diera su opinión acerca de al¬ gunos asuntos de interesante actualidad.
Con deferencia, muy agradecida por mí, recibióme ei ex presidente. Le expu¬ se el motivo de iñi visita, y ambos nos sentamos en un sofá, contestando éi de
la manera siguiente á las preguntas que
■me permití dirigirle;
* **
—Viene usted—dijo el Sr. Silvela—á esta casa en busca de mis opiniones acer¬ ca de varios asuntos políticos, sin recor¬ dar que yo estoy definitiva y totalmente «parlado de la vida pública.
No se rno ocuita que esta afirmación, repetida por mí en varias ocasiones, pro¬ duce extrañeza y no llega á convencer; y esta incredulidad proviene de nuestro carácter, de nuestras costumbres, que
hacen mirar con verdadero asombro al
hombre que renuncia á ser jefe de un
Gobierno. Produce esto la misma sor¬
presa que produciría quien fuera dicien¬ do que en ia calle se había encontrado
un montón de monedas de oro y las ha¬ bía dado con el pie.
Yo estoy muerto para la política; lie formado el propósito inquebrantable de no tomar parte en ella nunca más; y ya, aunque quisiera, que no quiro, ni que¬ rré, no podría volver á ella; la rechifla

nos, se comprende; pero cuantos militen en el partido conservador han de apo¬ yarle.
No creo que por ahora haya una cri¬ sis, considerando, por el contrario, que
el Gobierno actual continuará tal como
está constituido, con el apoyo, repito, de todo el partido.
—¿Y olvidándose—pregunté—por par¬
te del Sr. Villaverde las diferencias que
le separaban del Gobierno y que puso de manifiesto en la pasada temporada parla mentaría?
—Olvidándose de todo eso.
Y añadió en seguida: —Esta es mi creencia personal, sin que esté enterado de esas inteligencias de que usted me habla, y que serían, en
todo caso, tramitaciones íntimas de las
que yo quedaría siempre alejado, puesto que ya ningún motivo tengo para in¬
tervenir en ellas.
* **
Pasaba el tiempo; consideraba ya pru¬
dente no abusar más de la bondad del
Sr. Silvela, y me decidí á abordar el in¬ tensante tema de la jefatura del partido
conservador.
El ilustre ex-presidente del Consejo negóse en absoluto á dar una contesta¬ ción categórica, repitiendo que su com¬ pleta retirada de la política le impedía
hablar.
—El Sr. Maura—dije—ha repetido en varias ocasiones que no aspira á la jefa¬ tura, y que si preside el Gobierno es por¬ que á ello le han obligado las circuns¬
tancias.
—Es cierto que así lo ha declaradocontesto el Sr. Silvela;—pero opino que si las circunstancias, los méritos y los triunfos obligan al Sr. Maura á ocupar la jefatura, tendrá que aceptarla, y por patriotismo desempeñarla.
No hay que olvidar—añadió—el en¬ grandecimiento que ha proporcionado el Sr. Maura al partido conservador, sacan¬
do del retraimiento en que se encontra¬ ba á gran parte de las clases neutras y
el éxito conseguido recientemente.

7654321..u°°enotrasmaterias,noestánaiparecer
muy fuertes en geografía, no aprecian bien lo que son longitudes y diferencias de meridiano, y no habían tenido en
cuenta la diferencia de hora entre Was¬
hington y Saint Louis, El presidente se atuvo al reloj de la
Casa Blanca, oprimió el botón á la hora fijada de antemano y cuando los invita¬ dos á la inauguración se dedicaban, para hacer tiempo, á contemplar los parados mecanismos y á recorrer los estanques de las fuentes y los cauces de canales y cascadas, he aquí que las máquinas
echan á andar, corren las fuentes, apare¬ cen las banderas y suenan estampidos de toda especie y silbatos y sirenas de todo género, cuando faltaban aun cin¬ cuenta y tantos minutos para que llega¬
se el momento señalado para tal movi¬ miento y tal estrépito.
El asombro de Mr. Taft y de los comi¬ sarios y personas conocedoras del pro¬ grama de la fiesta, no tuvo límites. Por fortuna, á juzgar por el silencio del telé¬ grafo no hubo víctimas y la equivocación solo produjo sustos, remojones y extra-
ñéza.
De la Península
Concurso Agrícola
En el VII Concurso agrícola catalánbalear, que se celebrará en Vendrell los días 22 y 23 del corriente, se pondrán á discusión los temas siguientes:
Beneficios que reporta la cría ó recría de ganado á la agricultura, y en particular á la viticultura.
Beneficios de la avicultura en la economía doméstica de las casas de la¬ branza.
Contratiempos materiales con que
se lucha en la reconstitución de la viña
sobre cepas americanas. Dificultades que pesan sobre la
agricultura debidas á los tributos que se le imponen.

Convencido el centro de infornación
del Ministerio de Estado, de la utilidad
que para el comercio nacional puede re¬ portar la publicación del catálogo men¬
cionado, invita dicho centro á todos los
agricultores, fabricantes y comerciantes españoles cuya producción sea suscepti¬ ble de exportación, á que le remitan di¬
rectamente sus nombres ó razón social y
domicilio, expresando los artículos á cu¬ ya producción y comercio se dediquen, con el fin de proceder á la formación de aquél, que será repartido en el extran¬ jero.

Colaboración

¿LA PEÍA ENFERMEDAD DEL ALMENDRO?

I

~~

Carta abierta á D. N. S.

Querido amigo: El contenido de su carta en nada me ha sorprendido porque lo esperaba desde que La AXmudaina, periódico que se preocupa de cuanto pue¬ da interesar al bien de nuestra Patiia,
nos hizo sabedores de la existencia de
una plaga que amenaza reducir á cero uno de los primeros elementos de riqueza de nuestra Isla; y deseando complacerle, le digo:
Mi opinión sobre el particular poco ha de calmar sus temores y menos ha de ilustrarle para combatir el mal.
El referido periódico nos decía estos días, que los sabios agrónomos Estelrich y Fuster habían pasado á Felanitx con el fin de estudiarla y espero que eu bre¬ ve nos darán á conocer su trabajo.
Por mi parte solo puedo comunicarle lo siguiente: Invitado por el sabio pro¬ pietario D. Joaquín Aguiló á pasar un día con su amable compañía eu la bella ñuca Bona Vista, que V. conoce, hallán¬ donos de sobremesa, me presentó una ramilla de almendro, cargada de fruto

también la misa de campaña, se vieron concurridísimas.
Las carreras de bicicletas resultaron entretenidas. Los mas intrépidos corre¬ dores obtuvieron como premio á su tarea hermosas cintas de seda, que llevaban bordadas sencillas y bien trazadas dedi¬ catorias alusivas al aniversario de la
Victoria ó á sus mas valientes luchado¬
res. Estos bordados fueron ejecutados por las delicadas manos de la distinguida y simpática señorita DA Catalina Coll y Roses, que aceptó el encargo y efectuó gratuitamente tan delicado trabajo.
El simulacro se celebró sin que ocu.
rriera ei mas leve incidente, y al mismo
asistió el señor Gobernador civil de la provincia D. Gonzalo Cedrún de la Pe-
draja, que había ya presenciado los demás festejos y asistido á ía procesión del do¬ mingo presidiendo el Ayuntamiento.
La afluencia de forasteros fué insigni¬
ficante, comparada con la de los años anteriores, y la feria se vio desanimada, siendo de poca importancia las transac¬ ciones. La animación reinaba sí, porque
en tal día todo sollerense abandona sil
hogar y celebra el aniversario de la Vic¬ toria, pero no era aquélla tan grande co¬
mo acostumbrados estábamos á verla.
Desde últimos de la pasada semana se halla abierta, en este pueblo, la cobranza voluntaria del impuesto de cédulas per¬ sonales correspondientes al actual ejer¬
cicio.
Como de costumbre se despachan en las oficinas^del Ayuntamiento.
El dia 8 del corriente mes fué conce¬ dida la licencia ilimitada á los escedeutes
de cupo de este pueblo, pertenecientes al reemplazo de 1903, que durante el espa¬
cio de dos meses han recibido la instruc¬
ción militar en los Regimientos de^Infantería de Baleares números 1 y 2.

sería general; se me acu-aria, con gran razón, de falta de formalidad; y si tengo alguna leve fama de esto, no quiero que
se me acuse nuevamente de haber incu¬
rrido en tal pecado. No rae siento con fuerza para gober¬
nar este país; lo hice mal, muy mal, y de¬ jo el puesto á quien lo hace bien, al se¬
ñor Maura. Todos sabemos que lo que se
sustituye se destruye; el Sr. Maura me

Di por terminada la entrevista, y al despedirme cariñosamente el Sr. Silvela, me dijo con esa voz suave é insinuante que emplea cuando habla lejos de las lu¬ chas políticas:
—Crea usted que por nada ni por na¬ die he de volver á la vida pública.
Eduardo de Mendaro.
(De España)

La destilación de los alcoholes en
sus relaciones con la viticultura, y con¬
secuencias que para los vinos pueden te¬ ner los productos no procedentes de las
cepas.
Medios para fomentar la expor¬ tación de los productos de la tierra.
El algarrobo, su cultivo y pro¬
ducción.

seco, diciéndorae: Ahí tiene V. la enfer¬ medad actual del almendro de que hemos hablado, debiendo advertir: que hace dos años que la notó en La B'ial y llamé la atención sobre ella, de lo cual nadie hizo
caso.
Comprenderá V. que la noticia me alarmó y de seguida pedí que me enseña¬ se la planta de la cuarl procedía la mues¬

Conforme verán nuestros lectores en
otro lugar del presente número, el Ayun¬ tamiento, en vista del parecer de la Jun¬ ta local de Sanidad, acordó que desde el día 25 del actual y sea cual fuere la
estación del año, quede terminantemente
prohibida la extracción y circulación de orines y materias fecales durante el día.
Nosotros, que en distintas ocasiones

ha sustituido en el Poder y ha demostra¬ do excelentes condiciones para desempe¬ ñarlo. Yo, en política, sólo deseo ya que no se ocupen de mí...
Y el Sr. Silvela sonreía afectuosamen¬
te, sin que en su rostro se dibujara la más
leve sombra de amargura.
* **

La Exposición ds Saint Lonis
Ante una masa de 300.000 espectado¬ res, y cuando aún no están terminados la mayoría de los edificios, ni se hallan terminadas la mitad de las instalaciones, el domingo l.° del actual se inauguró la Exposición universal de Saint Louis

Teléfono entre París y Madrid
En breve será un hecho la comunica¬
ción telefónica entre las dos capitales de
las dos naciones. Mr. Beraza, subsecre¬
tario del Ministerio de Correos y Telé¬ grafos de Francia, ha llegado á la fron¬ tera española ton objeto de adoptar las

tra y, complaciente como es en todo, me acompañó al pié de un almendro muy crecido y frondoso, capaz de producir algunos hectolitros de fruto. Por mí mano
cogí esta ramilla y á simple vista vi que se trataba, ó de los efectos del hielo ó de un insecto que pica la almendra pocos días después de haber ésta despedido los

habíamos abogado por la implantación de esta medida, no podemos menos de felicitarnos y felicitar á la Junta de Sa¬ nidad y Ayuntamiento por haberla pues¬ to en vigor, lo cual era necesario en be¬
neficio de la higiene y cultura de la población.

Tras de pequeña pansa, indiqué á mi
amable interlocutor los comentarios á
que dió origen el viaje recientemente realizado por él á París én compañía del
Sr. Dato.
El Sr. Silvela contestó:
—Sí. ya estoy enterado de las interpre¬ taciones que se dieron á este viaje. En nuestro país se cree que solamente se vive para la política, y de ahí depende que se fantasee mucho. El viaje á París obedeció á asuntos particulares, relacio¬ nados con la Compañía del ferrocarril

(Worlds Fair), para la cual han dedicado
los norteamericanos una extensión de
terrenos triple que la ocupada por la Ex¬ posición de Paris en 1900.
En representación del presidente Mr. Roosevelt, pronunció el discurso inau¬
gural el famoso juez Taft, antiguo go¬ bernador de Filipinas y hoy ministro de la Guerra de los Estados Uuidos y hom¬ bre de confianza del jefe del Estado.
Los norteamericanos se hacen lenguas de la magnificencia de la Exposición, y creen que bate el «record» á todas las

últimas disposiciones para un acuerdo, que firmarán pronto los Gobiernos de Madrid y Paris, á fin de establecer una red telefónica entre Francia y la Penín¬ sula. Hendaya é Irún son los puntos elegidos para el enlace. Se activan los trabajos, á fin de que el rey D. Alfonso pueda hablar por teléfono con Madrid durante su estancia en Paris, en el pró¬ ximo mes de Septiembre.
Esponjas y corales

pótalos, pone su cría que se alimenta de los cotiledones y estos destruidos, se seca el fruto y el insecto pasa á vivir sobre las hojas que se presentan agujereadas.
En mi concepto, si éste es el mal que
lamentamos, se trata de un coleóptero
nocturno, escarabat, aunque no tengo más datos para cimentar mi opinión que
la semejanza de los ataques á la hoja con lo que tengo observado en otros árboles, en especial el olivo, do cuyas plagas me estoy ocupando.

El miércoles por la mañana llegaron á esta población dos compañías de indivi¬ duos de tropa pertenecientes al Batallón
de Cazadores de Alba de Tormes n.° 8, que tiene su residencia en la ciudad de
Inca, habiendo sido alojados en casas particulares de la vecindad.
Ayer tarde fueron á dar un paseo has¬ ta el Puerto y en la madrugada de hoy han emprendido su marcha hacia el San¬
tuario de Llueh.

del Mediodía, de la cual he sido nombra,
do presidente. Fui á tratar de la adquisi¬ ción de material para esta Empresa, de la cornpra de algunas locomotoras y de buen número de coches, que se hacen precisos á causa del mayor movimiento de viajeros que cada dia se observa.
Esto viene á confirmar aún más cuan¬
to digo sobre ni apartamiento definitivo de la política, toda vez que me dedico en absoluto á mis asuntos profesionales y privados.
De política no hablé una palabra en ■este viaje, ni me ocupé lo más minino de
tal cosa.
—Relacionábase este viaje—dije—con
la cuestión de Marruecos.
—Ni remotamente—replicó el Sr.Silvela;—esta cuestión está sometida á una negociación que supongo llvará el Go¬

celebradas hasta ahora, y Mr. Taft en su
discurso se hizo eco de la satisfacción

que en sus compatriotas produjo tal es¬
pectáculo y de la convicción de que for¬ man el pueblo más grande y poderoso
de la tierra.

De lo que no dijo una palabra el se¬
cretario de Estado fué de un incidente

que ocurrió poco antes de que él habla¬

se. y que si no aguó la fiesta, fué causa

de que recibieran inesperada ducha mu¬

chos invitados.

^

Es el caso que. gramas ingeniosísi¬

ma combinación, el presiente Mr. Roo¬

sevelt desde su residencia de Washing¬

ton, es decir, desde la,Casa Blanca, que dista L.500 kilómetros de Saint Louis.

oprimiendo un botón, para dar paso á
una corriente eléctrica, había de poner
en movimiento todas las máquinas de la

Ha comenzado á explotarse en las costas españolas la pesca de esponjas.
Las embarcaciones Catino, y Panaita
salieron de Valencia y se encuentran en las islas Columbretes, con los buzos ne¬ cesarios para proceder á tal género de pesca.
En dichas islas se han hallado ricos
bancos de coral que la misma Empresa á que los barcos antes citados pertenecen comenzará en seguida á explotar.
Los cereales
Los negociantes de Barcelona han ad¬ quirido importantes partidas de trigo, que permitirán surtir al mercado de dicha ciudad sin tener que apelar á la producción nacional, si los vendedores

Esperamos lo que nos digan los men. cionados señores y veremos después de
buscar los medios de combatir tan des¬
tructora plaga, sobre la cual presiento que será difícil y costosa la victoria.
Como siempre su amigo y S. S. q s. m. b. José Búllan, Pbro.
Crónica Local
Sin contratiempo alguno se celebraron el sábado, domingo y lunes últimos las anunciadas ferias y fiestas de la Victo ria, que todos los años costea el Ayunta¬
miento.
El programa se cumplió en todas sus partes. El gentío era inmenso en las ve¬

Hemos* tenido ocasión de admilar en la Casa Consistorial al retrato del
Exctno. Sr. Presidente del Consejo de
Ministros 1). Antonio Maura Montañer, declarado hijo adoptivo de esta villa en
la sesión celebrada por el Ayuntamiento en 12 de Diciembre del pasado año de
1903.
La obra, que es debida al pincel de nuestro paisano Sr. Pizá, lia merecido justos elogios de cuantos la han visto, por lo que le enviamos nuestra felicita' •
cion mas sincera.
El Jurado que ha de actuar en el Concurso Colombófilo, próximo á cele¬ brarse entre Ibiza y Sóller, estará for¬
mado por los señores siguientes:

bierno, y de la cual no estoy enterado. Obedeció, repito, á los asuntos de la

Exposición, abrir los caños y surtidores de las fuentes y elevar todas las banderas

no deponen sus pretensiones exagera¬
das.

ladas de dichos días, en que las bandas de música nos dejaban oir sus sones. Las

Presidente, D. Damián Magraner.— Vice-Presidente, D. Pedro J. Mora.—■

Compañía del ferrocarril.

en sus mástiles.

Estos días se han desembarcado 4.000 sollereuses luatgh sus galas y su belleza Secretario, D. Damián Mayo!.—Vocales,

*

Rodeado de los miembros del cuerpo toneladas de trigo y se espera que lle¬ fealzabaHrt*ctía[lro de la esplendente luz I). Matías Moner, D. Damián Guiáis y

J

:

(

•••

SOLLER

Col!, D. Domingo Rullán y D. Jaime
Torren s.
A los premios, anunciados en nuestro
número anterior, hay que agregarse otro,
regalo del inteligente colombófilo balear
D. .Jaime Arrom, Profesor en Medicina
y Cirugía con residencia en la ciudad de Alcudia. Dicho señor, siempre dispuesto á apoyar, con todas sus fuerzas, á cuan¬ tos trabajan en pró de la Colombofilia,
concederá 100 anillas de nido, con las iniciales del dueño de la paloma que, en dicho Concurso, y presentada á la oficina de comprobación, le correspondiere el oc¬ tavo lugar.
El miércoles por la mañana fondeó en nuestro puerto el vapor «Villa de Sóller» de regreso de su viaje á Barcelona y
Cette, habiendo sido portador de buen número de pasajeros y carga varia.
Efectuadas las operaciones de descar¬ ga y carga, salió dicho buque para los mismos puntos el jueves á las siete y media de la noche, llevándose algún pa¬ saje y numerosos efectos, entre ellos una regular partida de naranjas y limones.
En la sesión celebrada por la Diputa¬ ción provincial el martes último por la tarde, fue leído un dictamen emitido pol¬
la Comisión de Fomento relativo á la
organización de una .colonia escolar en el próximo verano, que tendrá su perma¬
nencia en Santa Catalina del Puerto de
Sóller. Para tan loable fin se acordó soli¬
citar el concurso del profesor D. Miguel Porcel para la dirección de la misma, y pedir al ministerio de Instrucción Públi¬ ca, una subvención en beneficio de esta
nunca bastante bien alabada institución.
En la madrugada del jueves entregó
su alma al Criador el Piloto de la marina mercante D. Antonio Arbona Bauzá,
después de aguda enfermedad sufrida con
cristiana resignación. El mismo día por la noche fúé condu¬
cido el cadáver á su última morada, ha¬ biendo asistido al acto numerosa y selec¬ ta concurrencia, prueba de las muchas
simpatías de que goza en esta población
la familia del finado. Esta mañana se han celebrado en
nuestra iglesia parroquial solemnes hon¬ ras fúnebres en sufragio del alma del señor Arbona, á las que han asistido también gran número de amigos de Ja
familia.
Descanse en paz el antiguo suscriptor al Sóller y reciban su desconsola esposa, atribulados hijos é hijas, hermano, her¬
manas y demás parientes, la espresión de nuestro más sentido pésame por la irre¬ parable pérdida que acaban de experi¬
mentar.
Sabemos que se han asociado en este pueblo los obreros albañiles. La entidad
recientemente constituida se denomina
Sociedad de Albañiles, y según noticias
tiene su domicilio en el establecimiento
de «Can Codoñy».
La Administración de Loterías de
este pueblo, que corre á cargo de don Francisco Garau, en el sorteo celebrado el 30 de Abril último obtuvo un premio de 300 pesetas que correspondió al nú¬

mero 27.077, y en el del 10 del corriente
ha sido favorecida con otro premio de
800 pesetas para el número 14.563.
Ha quedado definitivamente estableci¬ do el itinerario que seguirá el vapor de
esta matrícula Villa de Sóller en sus via¬
jes á Barcelona y Cette y vice-versa, mientras fuerza mayor no se lo impida.
Llamamos pues la atención de nuestros lectores sobre el anuncio que publicamos en otro lugar de este número, por si pue¬
de convenirles conocer dicho itinerario.
EN EL AYUNTAMIENTO
Sesión del día 7 Mayo de 1904 La celebró el Ayuntamiento en segun¬ da convocatoria, bajo la presidencia del Alcalde señor «Joy y asistencia de los Concejales señores Mora, Deyá, Fronte¬ ra, Castañer, Joy (Jaime J.), Colora, y
Estados.
Fué leída y aprobada el acta de la se¬
sión anterior.
Dióse cuenta del extracto de las sesio¬
nes celebradas por el Ayuntamiento du¬ rante el mes de Abril último, siendo aprobada y acordada su remisión al señor Gobernador Civil de la provincia.
Se dió cuenta de la distribución de
fondos por capítulos, formada por la con¬ taduría para satisfacer las obligaciones del presente mes, y fué aprobada.
Se dió lectura á un dictamen de la
Junta municipal de Sanidad relativo á la conveniencia de prohibir durante el día la circulación y extracción de orines y materias fecales por la población, en el cual se expone que la Junta, en distintas ocasiones, se ha ocupado del asunto y siempre por unanimidad ha dictaminado en el sentido de que en bien de la higie¬ ne y de la cultura de la población con¬ venía dicha prohibición durante el año, opinando por lo tanto que ahora deben mantenerse aquellos dictámenes. En su vista la Corporación por unanimidad acordó adoptar dicho parecer, prohibien¬ do la circulación y extracción de aque¬ llas materias á partir del día veinte y
cinco del actual.
Se acordó el pago de varias cuentas por servicios municipales.
Se dió lectura á una carta del Exce¬
lentísimo Sr. Presidente del Consejo de Ministros dirigida al señor Alcalde, que no copiamos porpíie la conocen ya nues¬
tros lectores. Enterado de la misma el
Ayuntamiento, acordó constara en acta y contestar al señor Maura para demos¬ trarle la satisfacción con que había visto
sus manifestaciones. Se dió cuenta de varias instancias so¬
licitando permiso para practicar obras particulares.
El señor Alcalde manifestó que se ha¬
bía avistado con el señor Presidente de
la compañía de navegación «Marítima Sollerense», al objeto de pedirle la cuenta de los gastos ocasionados por el fletamentó del vapor «Villa de Sóller» con motivo de la visita que S. M. el Rey te¬ nía proyectada á esta población, y que le expresó que no habiendo tenido efecto la excursión preparada, por no haberse efectuado el viaje regio, la compañía ha¬ bía acordado no cobrar gasto alguno al

Ayuntamiento. Enterada la Corporación, acordó expresar su agradecimiento á la
«Marítima Sollerense», dándole el más espresivo voto de gracias por su hermoso comportamiento y desinteresado á la vez que patriótico proceder.
No habiendo otros asuntos de que tra¬
tar se levantó la sesión.
CULTOS SAGRADOS
En la iglesia parroquial.—Mañana, domingo, día 15. A las nueve y media, se expondrá el Santísimo Sacramento,
cantándose á continuación las horas me¬
nores y la Misa mayor con sermón, que pronunciará el Dr. D. José Pastor, Vi¬ cario, y después se verificará por el in¬ terior del templo la procesión propia de la tercera dominica. A la tarde, después de vísperas y completas, tendrá lugar el ejercicio semanal en obsequio de San¬ ta María La Mayor. Al anochecer con tinuará el ejercicio del mes de María.
Lunes, día 16.—A las seis, durante la celebración de una misa, se practicará la devoción mensual en honor de la Virgen
del Carmen.
Jueves, dia 19. A. las seis se celebrará
una misa en el altar de San José durante
la cual, se verificará el ejercicio dedicado,
al Santo Patriarca.
En la iglesia de S. Francisco.—Ma¬ ñana, domingo, á las cinco de la tarde se continuará la devoción del mes de María, con plática por D. José Marqués, Pbro.
En el oratorio de las Hermanas de la
Caridad.—Mañana domingo, á las seis de la tarde, se practicará el ejercicio de la Buena Muerte, en honra del Santo
Cristo de la Salud.
En el oratorio de Einiaraix.—Mañana, domingo, dia 15, fiesta del Mes de María. A las siete y media, misa de comunión general. A las nueve y media exposicióu del Santísimo Sacramento, tercia y misa mayor con música, y sermóu por el Re¬ verendo Sr. D. Sebastián Maimó, Curapárroco. Por la tarde, á las seis, se pondrá de manifiesto S. D. M., á con¬ tinuación rosario, sermón por el men¬ cionado orador y acto seguido el Mes de
María con música.
Desde las primeras vísperas de hoy hasta la puesta del sol de mañana pue¬ den ganar indulgencia plenaria, aplica¬ ble á las almas del Purgatorio, concedida por la Santidad de León XIII, de feliz memoria, todos los fieles que habiendo
recibido los Santos Sacramentos oren en
esta iglesia, rogando por los fines del
Sumo Pontífice.
Civil
Nacimientos. Varones 4.—Hembras 0.—Total 4
Matrimonios
Dia 7. — D. Ramón Castañer Bernat, soltero, con D.a Antonia M.a Ribas Bau¬ za, soltera.
Dia 14.—D. Damián Castañer, Borrás, soltero, con D.a Catalina Castañer Castañer, soltera.
Dia 14.—D. Juan Vidal Vicens, viu¬ do, con D.a María Bienvenida Llaneras Bernat, soltera.

Su desconsolada esposa D.a Fran¬

cisca Morey y Morell; sus afligidos

hijos D. Luis, D. Damián, D. Juan

(ausentes) y D. Antonio (presente);

sus hijas D.a Antonia (ausente) y

D.tt Catalina Arbona y Morey (pre¬

sente); hijo político D. Cristóbal No¬

guera, hijas políticas D.a Antonia

Rullán, D.a Esperanza Trías y doña

Catalina Pastor (ausentes); hermano,

hermanas, sobrinos, primos y demás

parientes; participan á -sus amigos y

conocidos tan irreparable pérdida y

m m

les ruegan tengan presente al alma

del finado en sus oraciones.

Defunciones

EMBARCACIONES DESPACHADAS

Dia 5.—D. José Gussi é Illa, de 29

Dia 12.—Para Barcelona, vapor Villa

años, casado, calle de San Jaime.

de Sóller, de 190 ton., cap. D. Domingo

Dia 5.—D. Damián Oliver Canals, de Picornell, con 15 mar., pas. y efectos.

35 años, casado, M.a 64,

Dia 7.—María Martí Morell, de 10 :

meses, calle de Morágues.
Dia 8.D>Francisca Oliver Rullán, |

de 82 años, viuda, M.a 36.

Dia 8.—Isabel Colora Púig, de 4 años, | Mañana domingo, á las siete de la

calle del Viento.

tarde y en el local que ocupa la sociedad

Dia 10. —D.a Juana Ana María Seguí calle del Príncipe n.o 10, el Presidente

Rosselló, de 66 años, casada, M.a 49.

honorario D. José Rullán Pbro. dará

Dia 12.— D. Antonio Arbona Bauzá, i una conversa sobre la nueva enfermedad

de 80 años, casado, calle del Mar.

que ataca al almendro en Mallorca.

Dia 12.—Eulalia Adro ver Mari, de 14 ! Lo que se participa á los señores so¬

meses, calle de Cocheras.
o

cios, suplicándoles su puntual asistencia. Sóller 12 Mayo de 1904.—El Presi¬

j dente, Jaime A Mayol.
MOVIMIENTO DEL PUERTO

•— tOn*—«>-

—

E M B A lie ACIONES FONO K ADAS
Día 7.—De Palma, en 1 día, Laúd San Antonio, de 38 ton. pat. D. Pedro Pamies, con 6 mar. y efectos.
Dia 9.—De Cindadela, en 2. dias, pai¬ lebot Marina, de 30 ton., pat. D. Martín Portella, con 4 mar. y trigo.
Dia 11.—De Barcelona, en 10 horas, vapor Villa de Sóller, de 190 ton., capi¬ tán D. L). Picornell, con 15 mar. y efec¬
tos.
Dia 12.—De Marsella, en 4 dias, ja¬ beque Antonieta, de 64 ton., pat. D. J. Vicens, con 8 mar. y lastre.

Círculo Sollerense
La Comisión del Concurso Ibiza-Sóller
hace presente á los Síes, socios que el
sábado 21 del actual de 9 á 10 de la no-
«he admitirá las palomas que se presen¬ ten para el Concurso antedicho,, que se efectuará el lunes 23, desde la isla de Ibiza, y hora entre 4 y 5 de la mañana.
Sóller 14 Mayo de 1904.—El Director de la Sección Colombófila, Francisco Ba¬
llestee.

(30) FoiiiiETíar
LA VÍRGEN DE LAS LILAS
Entretanto, el Marqués y la Marquesa, ajenos á cuanto pasaba en torno suyo, se ocupaban de recibir á sus amigos que iban llegando, invadiendo los salones,
con bordados uniformes y suntuosos
trajes. Recordará el lector que el Marqués
había expresado á su esposa su voluntad de que se presentaran ambos en el mun¬ do para acallar las murmuraciones: aquel era el primer mentís que ambos daban á la sociedad, que ya había empezado á despedazar un año hacía la reputación
de Clara.
Para el Marqués aun permanecía en¬ vuelto en un misterio profundo el nom¬ bro del amante de su mujer: en vano la había espiado: es verdad que la visita¬ ban muchos jovenes, pero ninguno po¬ día jactarse de obtener las preferencias
de Cfiara. El Conde de Torrenueva era el único
que había dejado de frecuentar, desde hacía algún tiempo, el palacio de Alba-

rreal; y aun cuando hubiera ido con la misma ó mayor frecuencia que los de¬ más. fuerza es decir que era el último de quien Pablo hubiera sospechado.
Al extender las tarjetas de con vite, Cla¬
ra había cuidado de enviar dos á casa de
Eugenio, una para él y otra para su ma¬ dre; y la impaciencia con que le espe¬ raba era lo que daba aquel color febril á sus mejillas, y á sus labios tan subido
carmín.
Anunciaron por fin en la primera an¬
tecámara al señor Conde de Torren ueva,
y dos corazones palpitaron al escuchar
su nombre.
El de Clara, al pensar que iba á poder hablar de nuevo al hombre á quien tan¬ to amaba. El de Magdalena, al recordar el ultraje que aquel hombre le había
hecho.
Ambas hermanas le miraron fijamen¬ te. y la Virgen de las Lilas, al ver aque¬ lla gallarda y elegante figura, al ver aquel hermoso y simpático rostro, se preguntó á sí misma eótno era posible
que bajo tan admirable y noble exterior
se ocultase el seductor sin corazón y sin
alma que había querido comprará una pobre jóven por el precio de algunos
diamantes.
Ninguna respuesta pudo darse; la ele¬

vada frente de Eugenio retrataba la in¬ teligencia. el talento y todos los instin¬ tos nobles; sus grandes ojos negros eran atrevidos, pero leales y altivos al mismo tiempo que dulces; su sonri ia era cariño¬ sa. y su paso majestuoso y reposado.
Nada podía darle á conocer por el se¬ ductor de profesión, por el libertino des¬ carado. ó por el fát-uo inmoral y presun¬
tuoso.
XVI
Tolas las mujeres se volvieron hacia Eugenio, como los girasoles se vuelven
á mirar al astro del día: las sonrisas, las
dulces miradas, las señas de intimidad y de inteligencia se dirigían á él, como si fuese un amigo esperado y querido.
Por su parte el jóven no parecía aper¬ cibirse de aquel asalto; y Magdalena pu¬ do conocer que si Clara había tenido ra¬ zón al asegurarle que.el Conde de Torrenueva era el joven más á la moda de Madrid, se había equivocado en cambio al afirmarle que era el más superficial, el más atrevido, el- más presuntuoso de
todos.
Mas ¡ay! ella ignorada la lucha que te¬ ma lugar en el alma de su desventurada
hermana.. Clara amaba ai Conde con una

de esas pasiones únicas en la vida, y de la cual eran"un pálido reflejo todas sus aficiones anteriores: la pobre mujer, que había tenido miedo de que Eugenio pu¬ diese ver á Magdalena con libertad, y que por esta razón la había conducido á su lado, tembló después ante la idea del prestigio que podían conceder á su her¬ mana las ventajas de su nueva posición, y procuró infundirle hacia el Conde un pueril y exajerado temor.
No podía, sin embargo, suceder asi más que hasta el instante en que se aproximasen aquellos dos séres igual¬ mente nobles, igualmente leales, iguala-
mente hermosos.
Magdalena, al ver acercarse al Conde, sintió dentro del corazón una impresión agradatíle. un bienestar anterior que ja¬ más había experimentado.
¡Cosa extraña! á medida que podía contemplar mejor los rasgos de aquella fisonomía melancólica y noble, le parereciu que era la de un antiguo amigo, y aquella dulce realidad iba insensible¬ mente borrando la nébulas» imagen del seductor que había intentado comprarla
con diamantes.
Llegó, por fin. Eugenio cerca de ella, abriéndose paso entre los cordiales salu¬ dos de los hombres y las benévolas son¬

risas de las mujeres, y se inclinó con la misma grave cortecía que si la viese por la vez primera.
Luego se sentó á su lado con una sere¬ nidad que desmentían la palidez que ves¬ tía su frente y los latidos de su corazón.
Entonces, y por la vez primera de su vida. Eugenio se sentía tímido delante de una mujer: solo en sus amores de adolescente había sentido aquella timi¬ dez. y ahora amaba como un niño, es decir, con un amor leal, puro y apasio¬
nado.
Pero era tanto su talento, tan grande,
su conocimiento del mundo, que muy
pronto consiguió dominar completamen¬
te su embarazo.
—Señorita—dijo á Magdalena con una dulzura penetrante, que anadia un nue¬ vo encanto á sus palabras,—dos ¡veces he
estado á ver á usted, una con miañad re, y otra solo, sin que en ninguna de las dos
haya tenido la dicha de lograrlo.
Magdalena le miró atónita y agrade¬ cida; el Conde tenía el talento de empe¬
zar la conversación como si nunca, hasta
entonces, la hubiese visto; tenía la deli¬
cadeza de no hacer ni la alusión más le¬
ve á la persecución de que la había ro¬ deado cuando ocupaba su modesta tien-
decilla.

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Vda. DE J. SERRA
PLAZA DE PALACIO-3.-BARCELOAA

Con estas píldoras, preparadas por J. Torrens, se cura pronto y radicalmente la Leucorrea ó (flujo blanco), la Anemia y Clorosis (colo¬ res pálidos), la Dismenorrea (ó difi¬ cultad en el ménstruo), la Ameno¬ rrea (ó supresión del mismo), la debilidad, flaqueza y cuantas mo-
léstias ó enfermedades reclamen un
exitante poderoso y enérgico.
ID El VENTA:
En Barcelona, Sociedad Farmacéutica Española. —Farmacia del Dr. Pizá.—Palma, Centro Farma¬ céutico.—Farmacia de las Copinas.—Málaga, Far¬ macia del Dr. Pelaez y Bermudez. —Sóller, Far¬
macia de J. Torrens
ANTIGUA ESPARTERÍA

Capital social; 5.000.000 Liras
Habiéndose promulgado la Ley sobre los accidentes del trabajo de 30 de Enero último, esta importante Sociedad asegura todas las indus¬ trias, mediante una prima, contra los riesgos indicados en dicha Ley.
Director de. la Sucursal Española: D. MANUEL GES, Merced, 20, Barcelona.—Para informes y demás, dirigirse al Agente principal, B. HOMAR, Samaritana, 16, Palma.—Agente en Sóller, ARNALDO
CASELLAS.
LA SINCERIDAD
Establecimiento comercial é industrial de J. Marqués Arbona
San Bartolomé, - 17, - SOIjIHEK

Hospedage desde o pesetas en adelante. Habitaciones desde una pe¬ cóla, restaurant á la carta, mesas particulares, se sirve á todas horas.
JS1 Hotel del Universo está situado en uuo de los sitios más im¬
portantes de la capital, dá plena fachada á la bonita y frondosa plaza de Palacio y paseos de la Aduana ó Isabel II, donde cruzan todos los tranvías, y es el más próximo á la Aduana, Muelles, Compañías de Navegación, Bolsa, Gobernación y Estación de los Ferrocarriles de Francia, Tarragona, Valencia, Zaragoza y Madrid.

<3.©
L. STEINER
PARA DESTRUIR LAS RATAS Y RATONES
Be vende á 30 Cts. en la Far¬
macia de J. Torrens.—SÓLLER.

Bellezas artísticas y vistas de
Mallorca.
Be venden en "La Sinceridad,, San Bartolomé, 17—SOLLER.

DE
álfOIIO BAVZÁ (á)Serr¡é
LUNA, 6—SOLLER
Ofrece á sus clientes y al público sus varios artículos de obra de pal¬ mas, pita, cáñamo y otros muchos objetos de su ramo, que tiene en su
nuevo establecimiento.
Su mejor recomendación será, la superior calidad de todos sus artí¬ culos á precios los más económicos.
Se pasa á domicilio de quien lo solicite para alfombrar las habita¬ ciones y demás trabajos del ramo.
UNO OLVIDAR AL ANTIGUO SERRIÉjj

SECCIÓN PRIMERA.—IMPRENTA Y TALLER DE ENCUADERNACIONES
Se hacen toda clase de impresiones á una ó varias tintas: Acciones para sociedades, títulos nominativos y al portador, láminas de emisión de valores, bonos y demás trabaios de esta índole, tarjetas de visita, esquelas mortuorias, talones, membretes, facturas, programas, carteles, circulares, estados de todas clases, invitaciones,, etc., etc., etc.; y encua¬ demaciones económicas y de lujo.
SECCION SEGUNDA.—PAPELERÍA, LIBRERIA Y ARTÍCULOS DE ESCRITORIO
Véndese en la tienda de esta sección: resmillería y sobres de todas clases desde los más eco¬ nómicos á los de más lujo, papeles de hilo y de algodón en blanco y rayados, papel de embalaje cortado y taladrado para la confección de cajones de higos, y de seda para la de cajas de na¬ ranjas, de limones y de mandarinas, libritos de fumar de infinidad de marcas, naipes, estampas y cromos, tarjetas de lujo y sorpresas para felicitaciones, libros en blanco y rayados, cuadernos
y libretas de todos tamaños y precios, libros de texto y menaje para las escuelas de niños y de niñas de este pueblo, tinta negra y de colores, en botellas, para escribir y para sellar, efectos
variados para escritorios y oficinas, coronas, flores artificiales, y objetos para hacerlas, sacos y cinturones de piel para señoritas, carteras para niños, etc. etc.
SOLLEE,—Imp. da «La Sinceridad»