ARO XIX.--2.* EPOCA.--NUM. 833

SÁBADO 5 MARZO DE 1904

SEMANARIO INDEPENDIENTE

PUNTOS DE SUSCKIPCION:
Sóller: Administración.
Francia: J. Marqués Arbona.—Rué Montmartre, 34. París. América: Sres. Marqués, Delgado y C.a—Arecibo— (Puer¬
to-Rico).

Fundador y Jttireetor-I*ropiet»rio:
D. JUAN MARQUÉS ARBONA.

Kodactor en Jefe:
D. DAMIAN MAYOL ALCOVER.

REDACCION Y ADMINISTRACION: Calle de San Bartolomé, n.° 17

♦ SÓLLER (Baleares) t>S*-

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"I España:

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La Redacción unioamente se hace solidaria de los escritos que se publiquen sin firma, seudónimo, inicial, ó signo determinado. De los que tal lleven, serán responsables sus autores.

Sección Literaria

CUATRO ÉPOCAS

Carlitos tiene doce años. Se encuentra
en el jardín de su finca en una calurosa
tarde de verano junto coa su preceptor,
filósofo escéptico. —Mire usted maestro; mire que her¬
moso está el campo; cuán preciosas son estas flores que adornan el jardín; que dulce aroma exhalan... Mire usted estos
pajarillos que alegres cruzan cantando por los aires; mire los ternerillos que
contentos rezongan; el galguito como se divierte y juguetea con el collar... Oiga usted, maestro, oiga á lo lejos la monó¬ tona y uniforme música de las olas ba¬ tiendo la arena!... Verdad que es hermo¬
so, ag’radable todo ello?... Qué bonito y qué bello es vivir!..., Pero no se alegra usted, maestro? Qué hace tan serio? Y el filósofo .pensaba, pensaba...

* **

‘Carlos tiene veinticuatro años. Se en¬

cuentra en otra calurosa tarde de verano

con su preceptor en el mismo jardín. Junto á la puerta de éste pasa ella con
su madre.

—¡Mírela usted, maestro; mírela y dí¬ game si es posible que en la tierra exis¬ ta una mujer más hermosa, más divina que ella! .¡No es mujer, no; e3 un ángel que pasa por la tierra para hacer más alegre, más dichosa mi vida!... Y ¿es posi¬ ble que un ser que, como yo, la adora con toda la potencia de su alma y sentidos, pueda un solo momento vivir sin su pensamiento siquiera? No maestro; no me diga usted que tenga calma... Usted
no ha amado nunca; así es usted tan

escéptico... ¡Mire usted sus ojos de azul
de cielo, sus labios del color de la gra¬

na, sus orejitas como caracolillos de mar, sus mejillas de rosa nevada, su talle de flexible junco, sus piececitos

que

...bien podrían

ocultarse en el cáliz de una rosa,

y dígame usted si todo esto no convida al amor, á la vida, al placer, á la felici¬ dad!... ¡Sin ella no hay vida, no; sin ella el campo me parece un cementerio, las flores siemprevivas, los ternerillos hie¬

nas, los paj arillos fuegos fatuos; la mú¬
sica de las olas lamentos de almas en

pena... ¡Mírela usted, maestro; mírela, mírela y dígame que es verdad!... Pero ¿no se alegra usted? ¿Sigue usted tan
serio?...

Y el filósofo pensaba, pensaba...

* **

Don Carlos tiene treinta y seis años. Se halla con su antiguo preceptor en el mismo jardín en otra calurosa tarde de
verano.
—¿Ve ústed, mi querido maestro, qué hermosa es la vida? Mire á mis hijos ju¬ gando tan contentos con los ternerillos, las flores, ¡os pajarilíos, las mariposas...
Mire á mi esposa, aquel sér tan ange¬ lical, como los contempla y bromea con los amigos que me visitan y acompa¬ ñan... No comprendo un sér como usted; desde niño siempre conocí á usted lo mismo, meditabundo, abstraído en sus
pensamientos continuamente; nada le alegra, nada le distrae, todo le fastidia; no goza usted, ó no sabe, ó no ha sabido gozar del mundo, que tantas glorias y triunfos ofrece; no le place la vida que tantos atractivos tiene, que tanta ale¬ gría. tanta felicidad encierra... ¿No le alegra á usted verme tan dichoso?...
Y el filósofo pensaba, pensaba...

* *

Anochecía, y allá, á lo lejos parecía que lloraba el mar. Solitaria, abandona¬
da en un rincón del cementerio, veíase
una tumba con una inscripción que de¬ cía «Carlos», y junto á ella, sentado en una piedra, con el cayado en las manos y descansando sobre ellas su venerable cabeza blanca, se hallaba el viejecito fi¬

lósofo escéptico, que mascullando pala¬ bras ininteligibles, pensaba, pensaba...
Nicolás Martínez Sansón.
LAS VIOLETAS
La primavera, no muy lejana, empie¬ za á insinuarse, y ya entre el césped de los jardines comiezan á exhibirse deli¬ cadas y fragantes las violetas, cuyo aro¬ ma es uno de los más exquisitos.
¡Un ramo de violetas! ¿Hay nada más poético y sugestivo? Para los jovenes, como para los viejos, las violetas son emblema de amor y felicidad. Los pri¬ meros piensan en lo que ha de venir, los segundos en lo que ya se fué.
Muchas veces, hojeando los libros que
en la edad de las ilusiones nutrieron la
inteligencia de los actuales sesentones, surge una violeta, admirablemente di¬ secada entre las páginas de una gramá¬
tica ó de una aritmética venerable.
Y como los recuerdos se encadenan,
surgen las remembranzas y aparecen, como en kaleidoscopio de venturas, es¬ cenas que fueron, dichas que pasaron, sentimientos que al extinguirse en leja¬ na época parecía que no habían de vol¬ ver. Y, sin embargo, vuelven.
La violeta vuelve todos los años, y
su fragante aroma parece disipar las ideas tristes. ¿Quién piensa en los horro¬ res de la guerra ruso-japonesa, teniendo
delante un ramito de violetas frescas?
Allá en Petchili. y en Port-Arthur y en lo que ya empieza á llamarse en los periódicos «el teatro de la guerra» las violetas no influyen sobre el sentimien¬
to. Allí ¡os elementos de guerra acumu¬
lados para sembrar la muerte, no per¬ miten apreciar la inmensa delicadeza de
las violetas.
La violeta efímera, dura poco. Es co¬ mo la vida, como la felicidad, como el amor... ¡como la paz! Un meteoro que cruza vertiginosamente el espacio de la dicha, sin detenerse, y que desaparece en las desconocidas regiones del infinito...
Ha estallado la guerra en el Extremo
Oriente cuando las violetas brotan en
losjardin.es,, presagiando la primavera; esa estación del año en que todo sonríe, los campos, las flores, la brisa, todo, menos esta picara humanidad, siempre sedienta de sangre, constantemente in¬ quieta por el ansia de conquista.
Acaso los hombres ¿no son como las violetas? La guerra los merma, como á estas delicadas florecillas la segur del jardinero, cuando están en la plenitud de su fragancia.
Por este tiempo es cuando sobre las lápidas y los sarcófagos, en los cemen¬ terios, manos piadosas colocan amoro¬ samente las violetas, que allí se marchi¬ tan encima de los tristes despojos de la
vida.
Hay personas que tienen delirio por las violetas, y en su tiempo renuevan todos los días el búcaro que les ofrece complaciente el manantial de sus predi¬
lectos aromas. Son seres en cierto modo
ideales, que viven del sentimiento, es decir, de lo que es fugaz, de lo que se va y do vuelve.
Porque no nos hagamos ilusiones ¡to¬ do pasa! Parece ahora, viendo ia esplén¬ dida presentación de violetas que ofre¬ cen los jardines, que estas interesantes florecillas vuelven. ¡Qué ilusión! Estas no son «aquéllas», son «otras».
Y es que las violetas, como las gene¬ raciones, como los pueblos, como los sentimientos, se renuevan, se reprodu¬ cen; forman una cadena sin fin, que á través de las edades y de los tiempos sirve como de guía y orientación en es¬
ta peregrinación, demasiado fugaz de
todo lo existente hacia las insondables
mansiones de la eternidad.
Las violetas tienen un aroma exquisi¬ to y embriagador, recién cortadas; pero si no se las renueva poco á poco, insen¬ siblemente, se marchitan, se ajan, se decoloran, y'su perfume, tan agradable

y tan delicado, se avinagra, y enrancia, díamente al rededor del eje principal, y hasta que concluyen por exhalar un he¬ próximas á la superficie del suelo.

Actualidades

dor insoportable; el hedor de la vejez, En vez de esperar que se desarrollen

prólogo de la muerte.

éstas como consecuencia de la destruc¬

Pasan las violetas, pasa la juventud y ción accidental de las raíces madres, es

EL SEAN VIEEEE ALEXIEFF

la felicidad, pasará la guerra, que es como pasar la vida, y sólo quedan los recuerdos, las tradiciones y las tumbas,

mucho más lógico, y sobre todo más ventajoso para la salud y la fertilidad de los árboles, obligar á las raíces oblicuas

EL HOMBRE EXTRAORDINARIO QUE DIRIGE
LA GUERRA CONTRA EL JAPÓN

que también desaparecerán en la suce¬ á que aparezcan inmediatamente. Esto

sión de los tiempos entre los conflictos se logra por medio de una labor aplica

Hay episodios muy curiosos en la his¬

interplanetarios, que son la guerra de da á la tierra en diámetro tan extenso toria del almirante Alexieff, el casi árbi¬

las inconmensurables regiones cósmicas. como sea posible, pero tanto más tnode tro de la guerra con el Japón, el virrey

Abel Imart.

rado. por lo que respecta á profundidad, de la Rusia Asiática, á quien el zar ha cuanto el suelo sea naturalmente más dado poderes absolutos sobre sus ejérci¬

húmedo y compacto. Creemos más ven¬ tos de mar y tierra en aquella parte del

tajosa que cualquier otra operación la de mundo, y sobre todos los territorios

POR TI

ablandar el suelo en la superficie total comprendidos desde el lago Baikal has¬

que deba plantarse; esto es precisamente ta el Pacífico y desde el Artico hasta el

Rompiste mi ilusión. No lo deploro, pues ya me adora otra mujer que es mía: hoy, sin tu engaño vil, no bebería amor en copa cincelada en oro.
De él guarda para mí rico tesoro en sus labios de miel y de ambrosía, y si funda en mi sér su idolatría,

lo que se verifica al instalar los huertos
fruteros.
Ea los vergeles, donde la distancia grande reservada entre los árboles im¬ posibilita este procedimiento, fuerza se¬ rá recurrir á la formación de hoyros. Ha¬ ciéndolo así se alcanzará una ventaja,

mar Amarillo.
Es un hombre extraordinario ese al¬
mirante y virrey. Lleva diezaños vivien¬
do en los medios más rudos, entre pue¬
blos salvajes, envuelto en el polvo de
las construcciones de ciudades en for¬
mación, ó entre el humo de las fábricas

yo como á reina del amor la adoro.

porque dándoles á estos hoyos una for¬ y de los arsenales, y sin embargo siem¬

Si tu fe no me hubiera traicionado,

ma especial, puede favorecerse, más aún pre se le ve tan pulcramente vestido co¬

no se hubiera mi vida iluminado

que en los huertos, la prolongación de mo si saliese del palacio de San Peters-

con los vivos reflejos de otra estrella. Es más que tú dulcísima y amante,
es más qne tú gallarda y deslumbrante, ¡y es una diosa en lo gentil y bella!

las raíces oblicuas, neutralizando el de¬ sarrollo de las raíces madres inclinadas al descenso.
Imaginada por Van Hulle, esta forma especial de los hoyos á que acabamos de

burgo de tener una conferencia con el
zar. Pasó su primera juventud en la aristocrática y divertida sociedad que se reúne en Niza, en Aix y en los demás centros de placer de Europa; y ahora, en

Salvador Rueda.

aludir, difiere de la ordinaria porque se diez años, no ha salido de Siberia más

reserva en el centro de cada hoyo una que una vez para ir á San Petersburgo.

columna de tierra sin ablandar; pero

Hombre de guerra ante todo, ha sabi¬

DESPEDIDA

mientras que Van Hulle corta esta co¬ do, sin embargo, contenerse en ocasio¬

lumna en forma de cilindro, nos parece nes críticas, y ser el gran factor de la

Tu dulcísimo beso, vida mía, Mi labio guardará, limpio y seguro, Hasta que al tuyo, en venturoso día, Pueda volverlo, inmaculado y puro.

preferible darle la de cono truncado, más
estable, y más apta para obligar á las raíces á separarse en dirección oblicua.
poica El cono truncado se eleva hasta
distancia del nivel del suelo (á O’metros

paz.
Durante la primavera de 1895, cuando Rusia exigió á los japoneses que devol¬ vieran la región de Liatung, hubo un momento en que la guerra parecía ine¬

Tus ojos, que el dolor boy humedece,

30 ó 0’metros 40 aproximadamente) y no vitable. Las escuadras rusa y japonesa

Siempre igual lian de ver el amor mío;

queda más que hacer que planta.r el ár¬ se hallaban una en frente de otra en ac¬

La lágrima que en ellos resplandece

bol apoyándolo en su extremo superior. titud hostil en el puerto de Chefú. El

No llorará mudanza ni desvío.

En tales condiciones, las raicea en vez mueblaje y todos los demás objetos de

Prenda mi fe de tu cariño estrecho
No exige, dulce bien, ni necesita; Ni he de llevar memorias junto al pecho,

de descender perpendicularmente, cir¬ cundan el cono para ganar la tierra blanda y ventilada de la circunferencia,
y se aparta de la tierra endurecida del

lujo habían sido enviados á tierra, y los barcos se hallaban dispuestos para en¬
trar en acción de un momento á otro.
Alexieff y Tyrtoff, los dos almirantes

Que solo por tu amor arde y palpita.

centro, en donde sus extremidades blan¬ rusos, tenían veintiún buques; el almi¬

Tampoco á pluma entregaré impotente El afán con que mi ánimo batalla; ¿Qué vale la palabra balbuciente, Si mudo sufre el corazón y calla?
Día y noche, en bonanza y en tormenta, Mi espíritu, por siempre ya rendido, Devorando el afán que lo alimenta,
Su amor eterno llevará escondido.

das no tienen fuerza para penetrar ni si¬ quiera superficialmente.
Vamos á indicar, por último, hasta que profundidades conviene remover la tierra según la variedad de árboles que deban plantarse y según sean los ejem¬ plares que se hubieran injertado. Supo¬ nemos que se trata de una labor de for¬ mación de hoyos, por lo cual dámos

rante japonés Ito disponía sólo de diez y ocho barcos, pero bien probados en la
guerra, y sus marinos eran casi todos
veteranos del combate de Yalú. El plazo último concedido á los japoneses por el ultimátum ruso había expirado, y el úl¬ timo telegrama que llegó de San Peters¬
burgo comunicaba que había que em¬
pezar la guerra, y terminaba con las

junto con las profundidades máximas palabras «Dios os ayude». Tyrtoff era

T. Llórente.

que puedan obtenerse, los diámetros mí¬ partidario de romper desde luego el fue¬

nimos que se puedan alcanzar.

go. A muy duras penas pudo contenerle

Perales injertados sobre franco: pro¬ Alexieff. diciendo: «No vamos á hacer

Agricultura

DE

LS

DE

fundidad máxima. 0 metros 70 á 0 me¬
tros 80; diámetro mínimo 1 metro: pera¬ les injertados en membrillero; profundi¬ dad máxima. 0 metros 60 á 0 metros 70; diámetro mínimo, 1 metro.
Manzanos injertados sobre pié franco: profundidad máxima, 0 metros 70 á 0 metros 80; diámetro mínimo, 1 metro:

una guerra porque haya dado la casua¬ lidad de que se retrase algún telegrama. Romperemos mañana el fuego al medio día, pero no antes.»
Una hora después llegó un telegrama de San Petersburgo anunciando que la paz era un hecho: el Japón había ce¬
dido.

Antes de plantar los árboles, es me¬ manzanos, profundidad máxima, 0 me¬

En otra ocasión, en Marzo de 1901, es¬

nester preparar el suelo donde quieran instalarse. Puede asegurarse en princi¬ pio que la profundidad de la labor que se recomienda, en general, suele ser
exagerada. ¿Por qué? Porque las tierras muy reblandecidas hacen que la raíz madre baje en dirección perpendicular; y en estas condiciones, no solo halla me¬
nos aire dicha raíz, menos calor, rueño*
abono, sino que además llega siempre

tros 60 á 0 metros 70; diámetro mínimo
1 metro.
Melocotoneros injertados sobre almen¬ dro; profundidad máxima. 0 metros 70 á 0 metros 80; diámetro mínimo. I metro; melocotoneros injertados en profundidad máxima. 0 metros 70 á 0 metros 80; diᬠmetro mínimo, 1 metro; melocotoneros injertados en ciruelo, profundidad máxi¬ ma, 0 metros 60 á 0 metros 70; diámetro

tuvo á punto de estallar la guerra entre Rusia é Inglaterra, por el acto de un ofi¬ cial inglés borracho que. con su contin¬
gente indio, se apoderó de una sección del ferrocarril del Tientsia, que se halla¬ ba en poder de las fuerzas rusas y bajo la protección de éstas. El oficial no sólo mandó arriar la bandera'rusa., sino que la hizo pedazos y cometió toda clase de
actos para agravar aquel insulto interna¬

un momento en que las capas profundas que se han reblandecido, volviendo á ponerse compactas como antes, no ofre¬ cen ya ambiente capaz de sustentar la vida de las raíces; las raíces madres que las han atravesado mueren allí por falta

mínimo 0 metros 80.
Ciruelos, parras y albaricoqueros; pro¬
fundidad máxima, 0 metros 70 á 0 me¬ tros 80; diámetro mínimo, 0 metros 80; las diversas variedades de groselleros y
frambuesos; profundidad máxima, 0 me¬

cional. Las cosas se agriaron de tal mo¬
do, que según confesó eí ministro inglés
de Negocios extranjeros cuatro meses más tarde, la guerra hubiera sido segu¬ ra, á no ser por la actitud conciliadora
de Alexieff.

de aire, y se descomponen, invadidas por la cárie que no tarda en ganar el tronco, comprometiendo la misma vida
del árbol. En este caso, tanto los árboles

tros 40 á 0 metros 50; diámetro mínimo,
0 metros 60.
G. B.

Lo cual no quita que cuando se en¬
cuentra metido en una guerra sea un
hombre de sangre y hierro, inflexible yj
hasta cruel. Sacrifica los batallones sin

frutales como los destinados al ornato,
conservan por únicas raíces las secunda¬

(De El Mundo Agrícola)

que se le mueva un músculo de la cara.
Y esa condición la demostró no hace

rias. de dirección oblicua más ó menos

muchos años, cuando los boxers tenían

pronunciada, que se han formado tar¬

sitiado á Tientsia. La llave de la ciudad,

SÚLLER

rssffí© por razones estratégicas como ho. erales, era la estación del ferrocarril, y
■iallí había un destacamento de cuatro-
• cientos soldados rusos. Habían resistido
-ataque tras ataque y sufrido pérdidas ^tan grandes, que por último el general
’
Wogack telegrafió á su jefe el Almiran¬
te Alexieff diciendo: «Si permanecemos
aquí dos horas más nos cortarán por -completo la retirada y nos aniquilarán.»
Alexieff contestó: «Que no ee retire ni

Una Donación al Papa
Una señora romana ha legado al ac¬ tual Pontífice una p-ropiedad tasada en 200.000 francos, y para burlar la ley ita¬ liana, que prohíbe estos legados, el de que se trata aparece hecho «á favor de monseñor José Sarto, que dirige el Pon¬ tificado bajo el nombre de Pío X».—

lugar común de propagandistas revolu¬ cionarios, voceadores inflados y sacamuelas regeneradores.
El Juan Soldado bizarro, atrevido y soñador, víctima eterna, carne de cañón,
mazo de batán empleado en macerar cuerpos de hermanos, legendario idea¬ lista brumado siempre por las recias es¬ tacas de los yangüeses de la realidad, ha desaparecido, se ha evaporado entre los artículos de una ley humana y justa.

Y eso es sencillamente una iniquidad; y los que tal hacen merecen la repulsión general. Porque el bien individual solo
es percibido por una persona ó á lo más por una familia; en perjuicio de una mu¬ chedumbre asistida de más perfecto de¬ recho que aquellos, y este perjuicio im¬ porta miles de veces más que el consa¬
bido bien individual.
Los males que experimenta continua¬

han resentido mucho de la gran mole en
construcción, apareciendo, en techos yj
paredes, á simple vista grietas de consi-
deración. Sabemos que el Alcalde señor
Joy ha visitado los lugares de referen¬ cia para apreciar si hay ó existe peligro, pero en resúmen ignoramos si se ha to¬ mado alguna iniciativa capaz de hacer callar á los exaltados y tranquilizar á
los tímidos.

«un solo hombre de la estación del ferro¬
carril. Hay que sostenerse, ó ser aniqui-
' lados.» Durante varios días el destaca¬ mento eontinuó defendiéndose, aislado del resto de la guarnición. Creyóse que
1 había sido vencido. {Pero cuando llega¬ ron loa socorros se vió que la bandera -rusa ondeaba todavía allí. Todos los ofi¬
ciales habían sido muertos, y de los cua¬ trocientos hombres que componían la
- guarnición, -sólo sobrevivían diez y
ocho.
Es típica de este hombre la historia de cómo alcanzó de un golpe el favor y la
confianza de su soberano.
Siendo teniente llegó accidentalmente ' á San Francisco de California cuando
-estaba á punto de declararse la guerra -entre Rusia é Inglaterra en uno de los • diferentes conflictos que estas dos nacio-
nes han tenido. Con audacia sin prece-

De la Península
Contra los charlatanes de oñcio
La Cámara oficial de Comercio, Indus¬
tria y Navegación, de Oviedo, ha dirigi¬ do una circular á los presidentes de la Cámara de Comercio, con la que estamos
absolutamente conformes. La circular dice así:
Muy Sr. nuestro: El lastimoso espec¬ táculo que las Cortes de la Nación ofre¬ cen al separarse con dañosa frecuencia de sucesos y minucias de Ínfima condi¬ ción política, y la alarmante preponde¬ rancia que vulgares conveniencia de bandería adquieren á diario en el Parla¬
mento con menoscabo de los verdaderos
intereses del país, mueven nuestro áni¬
mo á exterminar de modo efectivo el

Ya no se comprarán hombres por los seis mil reales que vale un caballo; los novicios de las Ordenes religiosas no es¬ tarán libres de servir á su Patria, y aprenderán, en las milicias del Estado,
á combatir en las milicias de Dios.
En los grandes patios de ios cuarteles formarán ricos y pobres, los hijos del criado y los del amo; estudiantes, la¬ briegos, seminaristas... Y en esta fra¬ ternal escuela del sufrimiento, la disci¬
plina y el trabajo, aprenderán los de abajo, fortalecerán sus músculos y sus pulmones los de arriba, en las marchas á pleno sol, y un soplo de cariño los
unirá cuando una tribulación ó un pe¬
ligro haga latir, infla,mados por el mis¬
mo sentimiento, todos los corazones.
Y esta unión es de una importancia suprema en nuestro país, tan liberal en la apariencia y tan soberbiamente

mente la sociedad humana, dimanan de ese egoísmo particular extendido por todas partes. Ese egoísmo, mantiene la desproporción, la desigualdad, la injusti¬ cia constante que existe entre los obten¬ tores de los frutos que la próvida natu¬ raleza nos regala.
A atajar, pue3, ese mal, hemos de acudir siempre, los que nos apreciamos de filántropos, los que sentimos para el prójimo el mismo amor que para noso¬ tros mismos; y hemos de predicar y he¬ mos de exigir que no prevalezcan las combinaciones y vinculaciones que se hagan en perjuicio del bien general, en cualesquiera J uzgados, y particularmen¬
te en el de Sóller.
*

áf Recordarán nuestros lectores que Ayunl principios de Diciembre último el
tamiento concedió autorización á D. Jo-:
sé Lladó, que la había solicitado á nom¬
bre de D. Joaquín Aguiló, para verificar
obras en la fachada de la casa núm. 14
de la plaza. No olvidarán tampoco que eu la sesión del 23 Enero los Concejales señores Joy (Jaime Juan) y Morell pro¬ testaron contra las obras que allí se eje¬ cutaban, por considerarlas ilegales y se¬ paradas del criterio que había informado el Ayuntamiento cuando se ha tratad© de obras de esta clase, y recordarán tam¬ bién, sin duda, que el Ayuntamiento consideró que no era oportuno volver so¬ bre su acuerdo. ¿Porqué, preguntamos no¬ sotros? ¿Era eso denigrante para la Corporación Municipal? No, señores. Es

- dente, telegrafió al ministro:

disgusto que las clases productoras sien¬ autoritario en el fondo. El orgullo dé.

«¿Por qué no me autoriza Y. E. para ten en presencia de tan equivoco estado señorito disminuirá, limado por el tra¬

SOBRE CONSTRUCCIONES

equivoj de corazones nobles confesar su
cación. Políticos de gran talla, presiden¬

comprar y armar baques rápidos que se apoderarán de los mercantes ingleses en
caso de guerra?»
La respuesta decía así: «Exceleute idea; pero no hay tiempo. La guerra es cuestión de horas y no de
V' días.»
Alexieff contestó:
«Permítame V. E. que le diga muy
a respetuosamente que no conoce á Amé¬
rica. Autoríceme para que pruebe.» La respuesta del ministro fué autori¬

de cosas, que fuera de colocarnos en sisituación adversa, deprimente para la dignidad de un pueblo, por modesto que se repute, contribuye á completar nues¬ tro descrédito en el extranjero y á evi¬ denciar con mayor notoriedad el cartel de pobreza que á manera de bochornoso estigma llevamos los españoles en la
frente.
Hay que oponerse al avance de la chis¬ mografía parlamentaría, que á más de destruir el ya débil prestigio del sistema

to del humilde; la grosería del cam¬ pesino se borrará, castigada por las lec¬
ciones del educado.
Los hombres inspirarán más respeto, y al castigo corporal, derivación del mando en los pueblos primitivos, lo sus¬ tituirán procedimientos de justicia me¬ nos salvajes.
El Juan Soldado estúpido de los saíne tes, hambriento y temeroso, aporreado y alegre, no volverá á excitar nuestra risa
con su apetito pantagruélico y su tonte¬

Héteme aquí, nuevamente dispuesto á trazar algunas líneas. Lo, siento por mis lectores, que gustan de escritos más sa¬ brosos que los míos, de frases más gala¬ nas y poéticas, de pensamientos más be¬ llos y mejor cultivados. Confieso mi nu¬ lidad en cuestiones literarias, pero en cambio me sobra amor por la tierruca, por mi pueblo querido, por ese Sóller
que quisiera ver noble, grande y á la

tes de Gobierno, ha habido que sin repa¬ ro alguno confesaron sus yerros ante la nación. Y eso precisamente les dió ma¬
yor importancia. Eso les elevó á mayor grado de autoridad y de prestigio. El Ayuntamiento de Sóller, al cerciorarse
de que tales obras eran atrevidísimas, debía de proceder con serenidad y justi¬ cia, supuesto que la ley es igual ante todos: ricos y pobres, bajos y altos, sa¬ bios é ignorantes.

zándole para probar. En efecto, antes de diez días,, y con los fondos abundantes que le telegrafiaron, Alexieff había com¬ prado ocho barcos de gran andar que, armados, aguardaban á cada momento la orden para empezar sus correrías. ^Cuando los tuvo á su disposición, tele-
^ grafió al ministro: «Tengo seis barcos dispuestos para
hacerse á la mar, y habrá listos otros uios dentro de cuatro días. Avíseme
'W. E. doce horas antes de la declaración
de guerra.»

representativo, amenaza aniquilar tam¬
bién los últimos restos de nuestros alien¬
tos sociales, estérilmente incitados por infecundidad del Poder legislador.
A modificar tan peligrosa situación
tiende esta carta, á medio de lo cual re¬
querimos el apoyo de la Cámara de su digna presidencia, rogándole en conse¬
cuencia se sirva decirnos:
Primero. Si estiman ustedes que ha llegado el momento de realizar una pro¬
testa colectiva ante las mismas Cortes,
encaminaba á corregir corrientes de tan

ría inefable. El Juan Soldado sentimen¬
tal de los melodramas no volverá á en¬
turbiarnos los ojos con la narración dolorosa de sus cuitas, con la exhibición de sus cruces y sus lacras.
Ahora, cuando el buen Juan abando¬
ne sus bueyes, sus cerdos ó sus ovejas para entrar en el cuartel, el estudiante
arrumbará sus libros, el hortera sus pa¬
ños, el apreudiz de fraile los infolios terribles que marcan, en latín elegantí¬ simo é indigesto, la cuesta agria que
conduce á la eterna salvación.

vanguardia de todas las poblaciones civili¬ zadas. Y como de amor al pueblo se tra¬ ta, confío que no ha de faltarme valor
para sacar á la superficie un asunto de actualidad. Tanto en cafés, tabernas y tertulias, como en moradas particulares,
no se habla de otra cosa. Me refiero á
esa gran mole que se levanta en la plaza de la Constitución, frente á la fuente pública.
Harto sé que el Sóller, que vino al mundo para defender los intereses mora¬

Pero ya que con recordar cosas pasa¬
das nada se gana, mejor será hagamos un ruego al Ayuntamiento. Nuestra sú¬ plica consiste en que se practique una inspección técnica á las obras de que nos
ocupamos, pero una inspección verdad, y por personas cuyos estudios en la mate¬
ria sean patentes y bien conocidos. De lo
contrario, si llegara un caso desgraciado, que vivamente lo sentiríamos, sobre la cabeza de los gobernantes caería el peso de la catástrofe, por no haber querido

No llegó á declararse la guerra; pero Alexieff al ir á San Petersburgo, llama¬ ndo por el zar, pidió mandar un barco. ¿Tres años después era almirante.
Cooperativas modelos
"Mr. Schrnieder, cónsul de Bélgica en
Alemania, ha dado á conocer la existen¬
cia de Cooperativas altamente beneficio¬ sas para la pequeña industria y casi des¬ conocidas del resto de Europa.
Son Asociaciones parecidas á las cons¬ tituidas por consumidores para obtener á precios reducidos los artículos de ma¬ yor aplicación en la vida doméstica.
Esas Asociaciones, llamadas en Ale¬ mania Genossensckaftén, se forman de
pequeños industriales que adquieren en común las primeras materias, con una bonificación que no obtendría cada indi¬
viduo aislado.
No hay aldea, por pequeña que sea, en aquel imperio que, á poca industria que -tenga, no cuente con alguna institución de la clase á que nos referimos.
En AVies, villorrio próximo á Shopheim, hay una encargada de surtir de hierro y demás primeras materias á 45 ‘forjadores de clavos. Adquiere el metal directamente en Suecia, ó en las.grandes ''fundiciones de Neunkirehen. proporcio-
nando á 1 os asoeiados un ahorro que no
hayá é&cien francos por vagón. Otra Cooperativafué fundada en Ber-
nan, en 1897, por trabajadores en made¬
ra. La economía realizada en la compra
de primeras materias ha sido dé marco y medio á dos. y aun á dos y medio.
En Dumersheimi funciona desde 1900 otra Asociación de-la misma clase: Cada

perniciosa influencia para los intereses públicos; y
Segundo. Si es esta ocasión oportuna de recabar para nuestros organismos la facultad de elegir diputados á Cortes que en el Parlamento sean freno contra las demasías de la garroleria política.
En espera de su respuesta para obrar en conclusión, nos ofrecemos de usted affmos. seguros servidores q. s. m. b.— El vice-presidente, Francisco Secades.— El secretario, general A. San Román.
El servioio militar obligatorio
Sin discutirse apenas, se aprobaron el
viernes de la anterior semana, en el
Congreso, las bases del proyecto de ley del servicio militar general y obliga¬
torio.
Asunto tan importante para la vida del país y del ejército estaba ya ganado en la opinión. De todas suertes, hubiera sido de desear que la Cámara, dejando á un lado las tristezas de pasillos y encru ¬ cijadas, !e prestara más atención, por¬ que de este modo la ley tendría mayor ambiente y llamaría sobre sí. desde lue¬ go, el cuidado de las clases sociales á quienes principalmente afecta.
A pvopósito de esta ley, he aquí loque publica el periódico madrileño España'.
La muerte do Juan Soldado
Ayer se aprobó en el Congreso la ley que impone el servicio militar obligato¬
rio. La Cámara estaba vacía. Se trataba
de una reforma importantísima, de in¬ terés nacional, y los diputados sólo pue¬
blan los escaños cuando les excita la
pasión ó les aguijonea la curiosidad el espectáculo emocionante de una lucha

Si Juan Soldado, en días de morriña, les y materiales del pueblo, se convirtió

llora por el balido de sus ovejas y el verdor de sus campos, y la dulce man¬ sedumbre de sus bueyes, fuertes y cari¬ ñosos, Juan Estudiante llorará por el valiente estrépito de su vida libre, y Juan Seminarista por el bien perdido de su huerta apacible, soleada, fértil y es¬
condida.
Y el ejército nuevo será respetado y querido, porque representará, de toda verdad, el brazo de la Patria, cuando los

más tarde en mero periódico de noticias.
Por que él (el semanario), que cantó en sus primeros tiempos las verdades del barquero, tuvo la suerte de conquistar, en vez de simpatías, enemistades sin
cuento, producto, de las cuales son cier¬
tas cargas que pesan todavía sobre sus hombros. He oído exclamar á los patrio¬ tas que acostumbran leer la prensa local, en la barbería ó en casa del vecino, que

recios capctones azules sean paseados marcialmente por duques y zapateros.—
Puck.»

aquí es necesario un periódico que dé latigazos á diestra y siniestra, ¡sin con¬ templaciones!... A mí, que me consta que

O mili MI

el Sóller acoge en sus columnas cual¬ quier escrito cuya intención sea sana, y

Colaboración

que tiene por tanto su «Tribuna Pública» á disposición de aquellos que no forman

LA SEMANA

parte de su Redacción, me dá risa oir estos canarios vocingleros, y por eso

X-iEu Secretaría, del Juzgado

prefiero, en tales ocasiones, responder á tales aspavientos con una sonrisa de

conmiseración, por no decir de despre¬

Como sabemos, se halla vacante la se¬ cio. La misión de la prensa es ocuparse

cretaría de nuestro Juzgado Municipal. de todo, eso sí, con imparcialidad y sin Pronto tiene que proveerse, y antes de ninguna clase de miras personales. Hoy

que se provea será bueuo que hagamos me ha tocado á mí el hacer historia de

algunas consideraciones.

esa construcción de la plaza, y de ella

La ley elige para Secretario al aspi¬ . hablaré, porque sería grave pecado el

rante que reúna mejores condiciones. que permaneciésemos callados ante lina

Pero muchas veces el encargado de dar obra de tal magnitud.

cumplimiento á la ley, elige al aspirante Mucho se ha escrito sobre construccio¬

de menos capacidad. Porque el ministro nes. Unos autores defienden que las an¬

de la ley, obsesionado, asediado, por per¬ tiguas eran mucho más sólidas que las

sonas que gozan de excesiva influencia, modernas y otros opinan vice-versa; los

se ve forzado á ceder en aras de con¬ primeros conceptúan de más valor ar¬

cupiscencias mundanas. ¡Tristes miserias quitectónico á aquéllas y otros las que

del carácter humano!

se llevan á la práctica en nuestros tiem¬

El Secretario del Juzgado, además de pos. Allá ellos con sus muchas y encon¬

evitar el mal que algunos pronostican en la hora presente.
La gente está intranquila. A devolverle
la tranquilidad perdida ha de encaminar sus pasos la Corporación Municipal. Si tal hace recibirá unánimes aplausos del
vecindario. Dá de ello fé.
Julio Bueno.
Crónica Local
En la madrugada del domingo último falleció en Fornalutx, víctima de cruel enfermedad que desde hace tiempo mi¬ naba sil existencia, nuestro querido ami¬ go D. Amador Torreas y Calafat, profe¬ sor de primera enseñanza de dicho pueblo. La triste nueva, que se divulgó por esta población con la rapidez del ra¬ yo, produjo honda pena á todos cuantos
en vida habían tratado al hombre de bon¬ dadoso carácter.
Su cadáver filé conducido al cemente¬ rio con cruz alzada al anochecer del
mismo día, siendo el acto una verdadera
manifestación de duelo. xAllí vimos á sus
amigos, á sus tiernos discípulos, á los
socios de la asociación de socorros mu¬
tuos Unión Fornalugense, de la que el Sr. Torrens era presidente, en una pala¬ bra, al pueblo entero que rendía su último tributo al amigo, al maestro querido. •
Los fuuerales celebrados el lunes en
aquella iglesia fueron muy solemnes y á
ellos asistió numerosa y selecta concu¬
rrencia.

miembro contribuye á la adquisicióo de entre oradores que se apuñalan con in¬ ser una persona de aptitud reconocida, tradas opiniones... Nosotros, que no pre¬

Desde Sóller se trasladaron al vecino

•maderas con 250 francos, pagaderos por sultos, convirtiendo la noble espada de tiene que ser activa, y además ha de sumimos de entendidos eu la materia, pueblo, tanto el domingo como el lunes

•cuotas mensuales de 2'50 francos.

la dialéctica en traidora navaja rufia¬ tener espíritu de transacción para in¬ vemos quo en la actualidad se hacen infinidad de personas, deseosas de com¬

Finalmente, por no citar otras mi¬ chas. los constructores de carruajes de Carlsruhecompraron colectivamente una máquina de gran valor. Todos hacen uso de ella, pagando una cantidad pro¬ porcional al trabajo realizado.
Las ventajas de este sistema de asocia¬ ción justifican la baratura de los produc¬ iros alemanes y la competencia que sos¬ tienen con los procedentes de otros cen¬
tros fabriles del mundo.

nesca.

fundirlo á todos aquellos que acuden al

Dos diputados humildes, discutieron
afablemente una base, sin hinchar la
voz. sin adoptar gestos heroicos, y la

Juzgado para dirimir sus discordias. Se¬ cretarios de esta índole- pueden evitai-
muchos males.

ley quedó aprobada ante los escaños solitarios y entre el bostezo de las tri¬
bunas.

Dada la importancia de nuestra po
bíación, parecíame seguro que todos

Y murió Juan Saldado, el protagonis¬ ta de poemas, coplas y cuentos; el hierro ardiendo á que se agarran los poetillas

aquellos que mangonean la cosa, aplica¬ rían su afan, á .protejer la persona más iudicada para ocupar la Secretaría del

que se ahogan en el aguachirle de un’ J uzgado. Pero no, estamos siempre con¬

construcciones muy temerarias, como por ejemplo, en nuestro concepto, la de la plaza de la Constitución. Allí se cons¬
truye un gran edificio como quien dice sobre arena; y una construcción seme¬ jante no puede inspirar confianza algu¬ na. Hemos observado que ciertas perso¬ nas, al pasar por aquella vía, lo efectúan
,Dor la acera del lado opuesto, temerosas
de cualquier derrumbamiento. Se nos ha

partir con la familia la pena que le afligía-
La Redacción del Sóller, que con el
fallecimiento de D. Amador Torrens
pierde á uno de sus mas antiguos y esti¬
mados compañeros, llora amargamente su muerte y solicita de sus lectores una oración para el eterno descanso del alma
del finado.
Para su atribulada esposa, desconsola¬ dos hermanos y demás familia pedímos

í sentimentalismo manido; el cristo que, denados á ver, por regla general, ante¬ dicho que los edificios que ocupan la al cielo resignación cristiana, que tan sacan los articulistas «tendenciosos»; el * poner el bien particular al bien colectivo. planta baja del gigantesco castillo se necesaria para ellos es en estos momea-

SÓLLER

§

tos en que ven desaparecer á un ser •querido, y reciban por último la expre¬ sión de nuestro profundo sentimiento por la irreparable pérdida que acaban 'de ex¬
perimentar.
De otras dos defunciones, ocurridas en
lejanas tierras, sentimos tener que fiar
cuenta lioy en nuestras columnas. De la de D. Guillermo Alco'ver Morell ocurri•da repentinamente en Castres, hace ya algunas semanas, y de la de D. José
c-Coll Frontera acaecida en Cerbere á las tres de la tarde del viernes de la ante¬
rior semana, víctima de penosa énfer-
únedad. Pedimos á Dios descanso eterno para
el alma de los amigos Aleo ver y Coll, y •enviamos á sus respectivas familias nuestro más sentido pésame.
Como ha sucedido en todas partes, he¬ mos tahibien tocado aquí las consecuen¬
cias de la guerra ruso-japonesa. Casi todas las subsistencias han experimenta¬ do una regular alza, importante para la clase obrera que ha de sustentarse por 'regla general con un jornal algo reduci¬ do para atender á sus primordiales nece¬
sidades.
Hablando del alza del precio de los •trigos, dice un periódico, que, de no ocu¬ rrir complicaciones que afecten á la paz europea, no es de esperar que los precios suban ya mucho, porque la recolección pasada en la República Argentina fué abundantísima, capaz de regularizar un poco la situación.
Menos mal si así sucede, aunque mejor fuera se regularizase del todo la situa¬ ción. Pero nos parece que hay alza para
rato.
El domingo último la Alcaldía publicó
el siguiente bando:
<AL VECINDARIO:
Constituyendo un estorbo para la li
bre circulación de los carros de trans¬
porte las ramas que cuelgan en muchos
de los caminos de este término munici¬
pal, y atendiendo á las múltiples quejas llegadas á esta Alcaldía, me veo obliga¬ do á publicar el presente bando, al objeto de recordar á los propietarios de fincas
lindantes con caminos públicos, el artí¬ culo 112 de las Ordenanzas Municipales de esta localidad, el cual dispone que los propietarios que en sus Aucas tengan árboles cuyas ramas cuelguen en cami. nos lindantes con ellas, tendrán que cor¬
tarlas hasta la altura de cuatro metros.
Como las disposiciones contenidas en las Ordenanzas Municipales, una vez aprobadas por las vías legales, tienen fuerza ejecutiva, espero que en el plazo de quince días, los dueños de fincas cuyos árboles lindan con la vía pública y no reúnan los requisitos exigidos, se apre¬ surarán á cumplir lo dispuesto en el ar¬
tículo transcrito, evitándome de esta ma¬ nera tener que recurrir á medidas coer¬ citivas que muy á pesar mío me vería
obligado á emplear.—Sóller 28 Febrero de 1904.—Juan Joy.»
Muy bien, señor Alcalde.
Hemos podido ver y admirar una pera,

de tamaño colosal, que ha recibido un
amigo nuestro desde Francia. Está en la actualidad bastante arrugada y seca, y pesa la friolera de 880 gramos, y cuando
se cortó del árbol pesaba 1010 gramos. La rama, no muy gruesa por cierto,
que aguantaba tan precioso ejemplar* sostenía á dos más que en junto pesaban 3020 gramos. Buen postre para los glo¬
tones, pues con dos ó tres nos parece tendrían lo suficiente.
En obras practicadas por administra¬ ción municipal, ha gastado el Ayunta¬ miento la cantidad de 811‘02 pesetas. Se ha recompuesto el piso de varios caminos vecinales y calles de la población, plan¬ tación de árboles en vías públicas, re¬
construir un muro de sostenimiento en
el camino de «Son Pons», adquisición de guarniciones para los caballos del Muni¬ cipio y otros gastos de menor importan¬
cia.
Vino á nuestro puerto, el martes por la mañana, el vapor «Villa de Sóller» procedente de Cette y Barcelona, y para los mismos puntos salió el miércoles por la noche llevándose carga general.
A causa del mal tiempo reinante en el Mediterráneo, dicho buque se hallaba aún detenido ayer en el puerto de Barce¬
lona.
Mañana domingo, á las nueve, empe¬ zará en la sala capitular de la Casa Con¬ sistorial el acto de la clasificación y de¬
claración de soldados. Tallará los mozos D. Ramón Linaza y
practicará el reconocimiento á los mismos el Médico Titular D. Juan Marqués.
Durante el mes de Febrero último se
han registrado en esta villa 21 naci¬ mientos y 10 defunciones.
El jueves al anochecer derrumbóse una pared de la casa n.° 4 de la calle del
Mar.
Afortunadamente no hubo ninguna desgracia personal.
Durante la semana que está pronto á acabar ha reinado un tiempo desapacible y propio de la estación y mes en que nos hallamos. El lunes aparecieron cubiertas de nieve las montañas que nos circundan
y desde entonces los días han sido lluvio¬ sos, habiendo experimentado avenidas los torrentes y cubierto de mucho barro las calles de la población.
La temperatura se ha mantenido fría hasta hoy, en que se ha cambiado por benigna, debido al día espléndido de que hemos podido disfrutar.
La prensa de Palma nos da cuenta de que en la velada literaria y musical cele¬
brada el miércoles en el saloncito Beetho-
ven el insigne artista y literato Rusiñol leyó su drama lírico en un acto titulado La nit del amor, de cuya nueva obra están enterados nuestros lectores, y la cual va¬ lió unánimes aplausos y felicitaciones de sus amigos palmesanos.
En dicha velada tomó parte el joven pianista D. Antonio Rotger, paisano nuestro, quien se distinguió eu la ejecu¬ ción de bellas composiciones, por el ius-

tinto de la interpretación y los efectos delicados y sugestivos del piano, á lo Granados, según dice «La Almudaina».

nuación la Misa mayor con sermón por el Rdo. Sr. D. Juan Pou, Pbro. A la tar¬ de, después de vísperas, se continuará el

Comisión liquidadora.—El G. Colom y Muntaner.

Presidente,

Felicitamos por ello al joven Rotger quincenario en obsequio de la Divina y de desear es que aproveche el tiempo Sangre del Redentor, practicándose-se¬

SUBASTA

para conquistarse nn brillante porvenir.
Bibliografía
Hemos sido obsequiados* cuya aten¬ ción agradecemos, con un ejemplar que contiene la Reseña histórica* Temas, Discursos de las Ponencias y Conclusio¬ nes del Quinto Congreso Agrícola Cata¬
lán celebrado en Palma de Mallorca los
días 31 de Mayo y 1 y 2 Junio de 1902. Es un bonito libro, digno de figurar
en la biblioteca de todo amante de la
agricultura. Su lectura agradable hace que el lector, sin advertirlo, se entere de asuntos que verdaderamente debieran

guidamente el piadoso ejercicio del VíaCrucis. Al anochecer, tendrá lugar el ejercicio mensual en honor del Sagrado Corazón de Jesús, con exposición de Su Divina Magestad.
Martes, dia 8.—A las seis y tres cuar¬ tos, se cantará la Misa votiva de la In¬ maculada Concepción en el altar de su capilla, practicándose á continuación el ejercicio mensual consagrado á la Purí¬
sima Madre.
Miércoles, dia 9.—Al anochecer, se dará principio al novenario de San José con exposición del Santísimo Sacramen¬ to, música y sermón, y continuará en los dias consecutivos) á la misma hora, con igual solemnidad.

A voluntad de su dueño se venden dos fincas con casas en ellas edificadas, sitas en el término de Sóller, llamadas una Plá d’ en Bieletct de d' alt, y la otra Plá, d' en Bieleta de Baix; huerto: con arre¬
glo al pliego de condiciones que obra en poder del Notario D. Pedro Alcover. La Subasta tendrá lugar en la Plaza Mayor* de esta villa, el seis de Marzo próximo, y demás domingos sucesivos que conven¬ ga, á la hora de costumbre; rematándose las fincas, en dos lotes, a favor del mejor
postor, si la postura acomoda.—Sóller
25 Febrero de 1904.
Carruajes de alquiler
Acaba de instalarse en esta villa

interesarle, y que por regia general per¬ manece de ellos ignorante.
Dicho libro queda á disposición de nuestros lectores, y de todas aquellas personas que se preocupan por el avance de la agricultura.
AYUNTAMIENTO

üe¡£istr© Civil
Nacimientos. Varones 1.—Hembras 2.-—-Total 3
Matrimonios
Ninguno.
Defunciones
Ninguna.

un nuevo establecimiento de ca¬
rruajes de alquiler y carros de transporte y se ofrecen sus servi¬
cios al vecindario de Sóller. Con¬
diciones inmejorables y precios
moderados. Viajes á cualquier
punto del interior de la isla. Los que deseen hacer uso de
estos servicios, diríjanse á

Sesión del día 27 Febrero 1904
La presidió el Alcalde señor Joy, y asistieron á ella, convocados por segun¬ da vez, los Concejales señores Mora, Castañer, Colom y Estades.
Fué leída y aprobada el acta de la se¬
sión anterior.
Se acordó conceder á los señores don
Juan Puig Rullán, D. Gabriel Castañer Garau, D. Juan Marqués Borrás y don Bartolomé Castañer Rullán, el permiso que para Verificar obras particulares te¬
nían solicitado.
Se acordó pasara á informo del señor ingeniero encargado de la carretera de Palma al puerto de Sóller, una instancia promovida por D. Antonio Mayol Simonet en representación del Sindicato de Riegos de esta villa, solicitando autori¬ zación para reconstruir un trozo de la acequia que conduce las aguas de la
fuente de S’ Olla en el tramo que cruza
por la calle de Isabel II. Para tallar y medir los mozos concu¬
rrentes al actual reemplazo, en el acto de la clasificación y declaración de sol¬ dados, que tendrá lugar el día seis del próximo mes de Marzo, se acordó nom¬

MOVIMIENTO DEL PUERTO
Embarcaciones fondeadas
Dia 1.—De Barcelona, en 10 horas, vapor Villa de Sóller, de 190 ton., capi¬ tán D. D. Picornell, con 14 mar. y efec¬
tos.
Dia 2.—De Palma, en 1 dia, laúd San José, de 19 ton., pat. D. M. Ferrando, con 6 mar. y piedra.
Dia 3.---De Palma, en 1 dia, laúd In¬ ternacional, de 19 ton. pat. D. A. Balves, con 6 mar. carbonilla.
Dia 3.—De Puerto Colom, en 2 dias, laúd San José, de 38 ton. pat. D. J. Ma¬
yol, con 5 mar. y algarrobas. (Arribada)
EMBARCACIONES DESPACHADAS
Dia 27.—Para Palma, laúd Interna¬ cional, de 19 ton. pat. D. A. Balves, con 6 mar. y lastre.
Dia 27.—Para Barcelona, pailebot Concepción, de 80 ton. pat. D. M. Monjo, con 5 mar. y lastre.
Dia 27.—Para Barcelona, laúd Flor
del Mar, de 34 ton. pat. D. J. Soliveras, con 5 mar. y algarrobas.
Dia 2.—Para Barcelona, vapor Villa de Sóller, de 190 ton,, cap. D. Domingo Picornell, con 14 mar., pas. y efectos.
Dia 5.—Para Palma, laúd San José, de 19 ton. pat. D. M. Ferrando, con 6 mar. y lastre.

D. CAYETANO POMAR
Buen Ano, 2, (antes taita ”La Marina”), SOLLER

Venta.

Por falta de salud

de su dueño, desea venderse un almacén

establecido en una población de Francia*

que reúne inmejorables condiciones y tiene muy buena clientela. Dicho alma¬

cén expende frutos, legumbres y licores. En esta imprenta informarán.

Lechería y Café
PLAZA DE Li CONSTITUCIÓN, 32
Este nuevo establecimiento, que acaba de abrirse en el punto más céntrico de la población, ofrece
sus servicios al Vecindario de Só¬
ller. A cualquier hora del día y hasta muy avanzada la noche, se
Sirven cafés con leche ó ambas
cosas solas si se desea y otras bebidas, todo á módicos precios.
Este establecimiento se abre to¬
dos los días á las cuatro de la
mañana, para mejor servir al pú¬
blico sollerense.

brar al sargento retirado de la Guardia
civil D. Ramón Lizana Garau.
Para comodidad del tránsito público,

No equivocarse, Plaza de la Constiución, n.° 32—SOLLER.

se acordó, á propuesta del señor Presi¬ dente, arreglar el piso de la calle de Serra y hacer desaparecer la faja de empe¬ drado que existe en la calle de la Luna, donde empalma la calle de la Victoria.
Se acordó verificar varios pagos.
No habiendo otros asuntos de que tra¬
tar se levantó la sesión.
——O—

DEL "LEÓN DE ORO" EN LIQUIDACIÓN
Los tenedores de participaciones en dicha compañía, pueden presentarse al «Banco de Sóller», todos los dias labora¬ bles, á partir del día 2 de Marzo* en ho¬ ras ordinarias de oficina, para percibir a cuenta de sus respectivos capitales de dichas participaciones* á saber:
Los tenedores de participaciones con¬
vertidas en acciones de la «Marítima

POSTALES ARTÍSTICAS
Bellezas y Artistas espa¬ ñolas y extranjeras, nove¬ dades en tarjetas ilumina¬
das, bonito surtido.

CULTOS SAGRADOS
En la iglesia parroquial.—Mañana domingo, dia 6, á las nueve y media, se cantarán las horas menores, y á conti¬

Sollerense», cobrarán ciento diez pesetas
por participación. Y los tenedores de participaciones no
convertidas, cobrarán docientas treinta y cinco pesetas por participación.
Sóller 24 de Febrero 1904.—Por la

De venta en La Sinceri¬
dad, San Bartolomé* 17— SÓLLER.

(23) FOIiLlTÓ
LA VÍRGEN DE LAS LILAS
Buscó un motivo, un pretexto para
perdonar á Clara, y no le halló. Sus hijos habían muerto, y la madre
no podía ya alcanzar piedad para la es¬
posa.
El Marqués sufría... sufría horrible¬ mente... era bueno, pero inflexible para
la virtud.
Ningún extravío le reprendía su con¬ ciencia respecto de su corazón: los ene¬ migos de Clara habían sido únicamente la caza, la política y esa fatal franqueza que casi todos los maridos se permiten
con sus esposas.
Pero estas reflexiones, lejos de ate¬ nuar la cólera que ardía en su pecho, la avivaban más y más. y durante un mes entero no durmió una sola noche, no obtuvo un solo instante de reposo, pen¬ sando en los medios de averiguar toda
la verdad, por amarga que fuese, y de castigar al seductor que cubría su nom¬
bre con el más odioso ridículo y le roba-

Ya se ha visto el resultado de su en¬
trevista con aquélla. Clara era más desgraciada que culpa¬
ble; pero demasiado orgullosa para men¬ tir. demasiado ruda en su franqueza, le
había dicho toda la verdad.
No le amaba.
Amaba á otro.
Aquella herida hubiera sido mortal en otra ocasión para el corazón del Mar¬ qués; pero al recibirla tenía ya para es¬ cudo grabada en él la dulce y pura imágen de Magdalena.
—Voy á cantar mi lección—dijo la jo¬ ven. sin que advirtiese la mirada, á un tiempo apasionada y contemplativa, que fijaba en ella el Marqués; siéntate, her¬ mano. y la acompañarás.
Pablo ocupó la banqueta colocada de¬ lante del piano. Magdalena abrió el libro de música, buscando la página en
que estaba escrita la última lección.
La inocente, ocupada en este cuidado, no advirtió tampoco la mirada profunda con que el Marqués contemplaba su lin¬ do brazo redondo, aunque adelgazado por la miseria, y su gracioso y flexible
talle.
Cuando Magdalena consiguió encon¬ trar lo que buscaba, se fué á ocupar su sitio, y Pablo volvió en sí.

Preludió dando un suspiro, y luego acompañó la lección de Magdalena, que la cantó sin ninguna interrupción.
Era una barcarola sencilla, tierna,
amorosa, llena de melancolía.
Antes de conocer á Magdalena, el Marqués no hubiera sabido componer aquella encantadora melodía, porque el amores lo que inspira á los artistas, quienes sin él no pueden vivir.
Cuando la jóven acabó de cantar, sus ojos estaban arrasados de llanto.
Ni una palabra siguió á la última nota de aquella canción.
Callaba el Marqués y callaba Magda¬
lena.
El. como más fuerte, fué el primero
que sacudió aquel peligroso arroba¬
miento.
Levantóse y se dirigió á la puerta. —¡Adiós, Magdalena! dijo desde el
umbral.
La jóven dió dos pasos liúda él. Estaba pálida y temblorosa, porque
una terrible intuición le decía lo que
pasaba en el corazón del Marqués. Al rumor de sus pasos se volvió Pablo:
en sus ojos había dos lágrimas; á través de aquellas dos gotas de llanto. Magda¬ lena vio fija en ella la mirada llena de amor y de desesperación del esposo de
su hermana.

Entonces volvió la cabeza con espanto,
y con su mano hizo el Marqués un sig¬ no de despedida, lleno de nobleza y dig¬
nidad.
Salió el Marqués; Magdalena cayó de
rodillas, ocultó su semblante entre las
manos y prorrumpió en amargo llanto, asustada de lo que sentía dentro de su
corazón.
XII
El que dice que jamás ha sentido más que aquello que debía sentir, es por cier¬
to bien dichoso.
El que afirma que ha regulado siem¬ pre sus pensamientos y los latidos de su corazón por las severas reglas del deber, es más digno de envidia que todos los reyes, que todos los poderosos de la
tierra.
Pero ¡ay! ¿á qué envidiarles, aunque así lo afirmen, si casi podemos tener la certidumbre de que al afirmarlo se en¬ gañan á sí mismos?
¡Pobre humanidad, que sin cesar ba¬ tallas entre dolores y que llevas el casti¬ go de tus faltas en tus faltas mismas! ¿No incurres en el pecado de la soberbia al creerte buena é intachable, cuando solo eres imperfecta?
Hay virtudes á las cuales yo, con so¬

brado atrevimiento quizá, doy solo el
dictado de nulidades.
Porque su fortaleza es resultado de la inacción de un alma fría y exhausta de
pasiones. Los que poseen ese feliz y privilegiado
organismo, pueden aclamarse buenos, y nosotros podemos aclamarlos dichosos, sin temor de equivocarnos.
Mas los que luchan á brazo partido con las borrascas de la vida; los que cruzan
mil veces el océano del dolor asidos á
esa débil tabla que se llama razón, y que es tan frágil para combatir las tormén-* tas de las pasiones, esos desgraciados se engañan ó nos eng'añan al hablarnos de fortaleza, de dicha y de tranquilidad.
Magdalena pasó en vela, orando y lio-* rañdo la noche que siguió á su entrevis-*
ta con el Marqués, á aquella entrevista
en la cual había comprendido con es¬ panto el amor hacia ella del único pro¬ tector con quien podía contar en la
tierra.
Cuando la luz del nuevo día penetró por la ventana abierta* se levantó* y ren¬ dida por los dolorosos pensamientos que la habían agitado toda la noche, se dejó
caer en el diván de seda.
Su fisonomía se había trasfigurado. Aquellas largas horas de insomnio y

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