ajo XVII.—2.a ÉPOCA.-NÚM. 785
ajo XVII.—2.a ÉPOCA.-NÚM. 785
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SÁBADO 19 DE ABRIL DE 1902

SEMANARIO INDEPENDIENTE

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Sóller: Administración.
Francia: Sres. Bauzá y Marqués,—Rué Rambuteau, 74,
París.
América: Sres. Marqués, Delgado y C.a—Arecibo—(Puer¬ to-Rico).

Fundador y Propietario
D. JUAN MARQUÉS Y ARBONA REDACCION Y ADMINISTRACION: Calis de San Bartolomé, n.« 17
— «9» SÓLLER (Baleares) »c> «<'«£»»

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España:

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Sección Literaria
LA. DECLARACIÓN
Toda» las mañanas, cuando atravesa¬
ban los dos muchachos la ensenada en el bote para venir á vender al puerto los mariscos de las rocas de enfrente, en¬ contrábanse á la muchacha en los so¬
portales de la pescadería, detrás de sus
banastas abarrotadas de centollos. No había en el mercado otra como ella de recia y arrogante. Eran sus quince años ]a fuerza hecha carne, y de todo su cuer¬
po de filástica retorcida y dura trascen¬
día #se vigor peculiar de los organismos de la costa, criados junto al mar, sin
que á pesar de tan varonil constitución
faltara allí la delicadeza femenina en un rostro de muy finas líneas, el que con¬ cluía de agraciar la explosión de colo¬ rines del pañuelo de la cabeza.
Ambos chicos adoraban á la rapaciña, callándoselo por su parte, á pesar de la amistad fraternal nacida entre ellos en los arrecifes del pueblecito de la otra orilla de la ría, cuando andaban descal¬
zos por las rocas para coger lapas, y ro¬ bustecida luego en las primeras tempes¬
tades á bordo de la misma barca de al¬
tura en su aprendizaje de pescadores. Los dos habíanse prendado de la cariᬠtide viviente, y los dos se la comían con los ojos en cuanto la distinguían al atracar, allá á diez metros, alta y dere¬
cha, detrás de sus banastas de centollos.
Sólo que luego procedían de distinto
modo, obedeciendo á bu diverso carác¬
ter., Uno y otro la conocían, como se co¬ nocen en las playas todos cuantos viven del mar, y apenas fondeaban acercában¬
se á dar los buenos días á la muchacha.
Chindo, uno de los boteros, que era
expansivo y bullicioso como un anda¬
luz, encarábase con ella y la disparaba un ramillete de fuegos artificiales...
—¡Clavellina que non tienes rival en mis valles! ¡Cereixas son tus labios, y los tus ojos estrellitas del cielo!
Antucho. su amigo, concretábase á
clavar con verdadera delicia sus miradas
en el rostro de la rapaciña. que bajaba sus pupilas arrebolándosele el semblan¬
te. mientras el mozo se limitaba á decir
muy serio: «¡Hola, neniña!», y no ha¬ blaba más. Luego Chindo soltaba la lengua y el tropel de sus floridos piro¬ pos de campesino, haciendo reir muchas veces á la vendedora, en la que estalla¬
ban sus frescas risotadas de muchaehota
ingenua, con harto contento del galan¬
teador. ufano de su cháchara, y que.
ciego por su vanidad y su amor propio, no se cuidaba de ver dónde iban los ojos de la joven. É iban á parar á Antucho, ocupado en desalojar los cenachos de
mariscos, atiabando á la vez á hurtadi¬
llas á la moza, sin que el otro adorador, pagado de sus merecimientos y más cuidadoso de la charla graciosa quede cumplir con su obligación, echase de
ver la doble maniobra.
Así las cosas, pasado algún tiempo juzgó el meridional Chindo la fruta madura, y un día en que su colega se quedaba enfermo en la aldea de las ro¬ cas, determinó él declarar su pasión á la rapaciña con todos los rodeos, precau¬ ciones. galanterías y alabanzas que con¬ sideraba reglamentarias é imprescindi¬
bles en caso tan grave.
II
Largo tiempo hacía que la muchacha
«speraba en vano la declaración del la¬ cónico Antucho, lamentando con su ins¬ tinto de mujer que no hubieran estado cambiadas las tornas y sido él el intré¬ pido y desenvuelto, ya que le embarga¬ ba una timidez manifiesta, balbuceando al hablar en presencia de la joven.
—Cuando éste piense casarse—decía su amigo bromeando sin comprender el incendio que ardía bajo la aparente tran¬ quilidad de Antucho. y que aumentaba su tímido natural—tendré yo que declararrae por él á la novia.

No era él así, no, y aquella mañana
iba á demostrarlo volcando sus cuitas
á la rapaciña, seguro del éxito, y en cuanto la vió en su sitio de la pescade¬
ría, detrás de sus banastas de centollos,
la dijo con misterio y con la lentitud de
la raza:
—Oirásme dos palabras si non te eno¬ jan. Ermelinda.
La muchacha no se sobresaltó nada,
contentándose con replicar dulcemente mientras arreglaba una langosta que se
salía del cesto:
—Puedes icirlas.
El mozo carraspeó un poco, procuró acordarse de euantas palabras altisonan¬ tes empleaba el maestro al dictarles en
la aldea las cartas amorosas á las rapa-
ciñas, y sin descubrir su intención toda¬
vía, exclamó con su más meloso tono y sus más prolijos circunloquios:
—Saberás. Ermelinda, que con esos
los tus ojos y esa tu boquiña de coral, que será de acíbares ó de mieles según lo que contestes, prendido has en un pecho la llama de un tan fino amor, que hay quien, aunque non te lo dice, inórrese por tí.
El alambicado galanteador guardó si¬ lencio un segundo, un poco atraganta¬ do por una parte, y por otra creyendo
bastante elocuentes las frases pronun¬
ciadas y la entonación de que las había acompañado. La muchacha, en efecto, sonreía con enajenación.
Chindo, animado por tales síntomas, prosiguió más incisivo:
—El tal quiérete hace tiempo, y eres su tesoro, aunque hasta ahora non te lo dijo. ¡Ermelinda!—Y su acento se hizo balbuceante.—¿Puede ese fino amador
merecer tu cariño?
La declaración era ya tan directa, y la joven sonreía con tanta dulzura, que Chindo bo dudó que el triunfo era suyo, y abría ya la boca para rematar su in¬ geniosa y á su parecer elegante perora¬ ta con un grito salido de su corazón:— ¡Pues yo soy ese que chora por tu amor, nena de mi alma!—cuando la rapaciña exclamó con la espontánea ingenuidad
de su condición social, clavando, eu su
inocencia, hasta el pomo el puñal desús despiadadas palabras en el corazón del mozo, que las oyó atónito, aterrado, viendo de pronto todo el abismo de su
desdicha:
—Yo non sé disimular, Chindo. Como
soy, me manifiesto. Y puesto que fueron veras tus bromas de que te declararías por él. pues sabe que sí que le quiero, y... Pero ¿estás chorando, Chindo? ¡Creíme que chorabas! Y gracias, hombre, por tu fineza. Porque direte á mi vez que yo también teníale en mi corazón.
Puedes icírselo de mi parte.
Y ahogándose para refrenar su emo¬
ción. decidido al sacrificio en holocausto
á su amigo, contestó él echando á co¬ rrer, sin fuerzas para reprimir más su
angustia:
—¡Júrote que se lo diré!
Alfonso Pérez Nibva
CREPÚSCULO
Muere la tarde: niebla sombría vela los nimbos del arrebol,
y va esfumando la lejanía
llena de calma, llena de *ol. En el santuario se escucha el eco
del santo bronce que llama á orar, sonando grave, pausado y hueco, con majestuoso largo vibrar.
Entona el ave plegaria breve,
su nido busca cantando amor,
se apaga el soplo del aura leve,
cierra su cáliz la casta flor. Su faz de plata la luna inicia
resplandeciendo su hermosa luz, y allá en la torre siempre propicia
sus brazos tiende la santa Cruz. Dormita el viento y en dulce calma
duerme la tierra, duerme la mar, el hombre siente dentro del alma
la voz4eterna de su pesar.

Horas de sombras y de neblinas

ó quedaba comprometida la disciplina, cos van siendo más difíciles á medida

y de nostalgias y de pasión,

se le castigó severamente.

que los brazos están más fatigados. Fi¬

horas fugaces, horas divinas,

La distribución dei tiempo se cumplió nalmente, cuando todo parecía inclinar¬

horas de dulce meditación.

con todo exactitud.

se á favor de los sitiados, un soberbio

En vuestro dulce lecho de flores,

disparo del nunca tan aplaudido Arrom,

mientras mis duelos y mis pesares

hirió en mitad del asta el pabellón del

dentro del alma vánse á ocultar,

Día 22—Siu novedad en toda la ma¬ centro, con lo cual quedó terminada la

las golondrinas de mis amores en las alburas crepusculares tienden las alas para volar.

ñana. Tomado el baño, jugaron á runders, juego que les ha chocado grande¬
mente.

partida á favor de los sitiadores. El juego ha resultado d© buen efecto;
pero luchamos con el inconveniente de

Francisco Laso db la Ve$a

Después de la clase de la mañana y que las pelotas son excesivamente pe¬ aprovechando lo encapotado del día. em¬ sadas.

Colonia Escolar de Puerto-Sóller
AGOSTO DE 1901

barcamos una sección en el bote y dimos unas cuantas bordadas por el interior del puerto sin trasponer la boca, pues reina marejada fuera de puntas.
Dadas las cuatro, empredemos la mar¬
cha hácia Sóller. á fin de salir al encuen¬
tro á nuestro Director que debe llegar
esta tarde á las seis.

VIDA INTERIOR
Desde el primer día se amoldaron fᬠcilmente los colonos á la vida colegiada. Hay que confesar que no es llevada ésta con rigidez militar, ni con austeridad monacal. Trá tase de niños y no de hom¬ bres. Pero gobierna asimismo prudente disciplina, y una distribución de servi¬

cios basada sobre la más estricta igual¬

Dia 21.—Cuando pasamos revista,
eran bien dadas las ocho. Todavía se
tambaleaban algunos soñolientos y Barceló bostezaba cinco veces por minuto restregándose ferozmente los ojos.
El baño mitigó la postración del cuer¬ po y el almuerzo contentó las exigencias del estómago. Luego se empezó el traba¬ jo. como en los días ordinarios.
Obligaban á ello tres razonas: la fatiga corporal del dia anterior, la necesidad de poner al corriente los diarios que los colonos llevaban muy retrasados y la
ausencia de nuestro Director que. cono¬
cedor del terreno, podía organizar fácil¬
mente las excursiones.
Tendrán, hoy, la clase de alguna ma¬ yor duración, y nada perderán de segu¬ ro en ello, después de tantos días de atender con preferencia á su desarrollo
físico.
Han trabajado con gusto durante las dos horas largas que les hemos retenido, ocupados en diversos ejercicios. Les ha
agradado de preferencia la resolución de problemitas por cálculo mental, en los que ya tienen alguna facilidad por
las prácticas de sobremesa.
la fuente del ropit
A la caída de la tarde, cumpliendo el
programa que teníamos trazado, sali ¬
mos de paseo. La conversación en los diversos gru¬
pos de niños es muy animada; todavía les dura la impresión de la última ex¬ ploración que parece les ha sido en ex¬ tremo agradable. Lo que menos olvidan es el torrente de Pareys que les produjo fuerte impresión, y lo que más les ale¬ gra es comentar la facha y posturas que
cada cual adoptaba al ocupar un puesto
sobre los lomos de un cachazudo bo¬
rrico.
Por la carretera del puerto seguimos hasta el primer puentecillo. atravesa¬ mos el cauce del torrente y enderezamos luego por el camino del faro la Punta Grossa y después por un corto sendero
que nos condujo á uu valle triste y árido.
Hicimos alto junto al broeal de un pozo, que llaman la fuente del ropit, cuya agua, en opinión de muchos de los pre¬ sentes, no es muy delicada, y la hallamos peor, comparándola con la exquisita que bebimos ayer en las fuentes de la plani¬
cie de Cuba.

Dia 23.—Ayer tarde, al llegar á Sóller,
encontré una sección de colonos que nos
aguardaban al Sr. Rosselló y á mí que regresábamos de Palma.
La natura! alegría del retorno fué au¬ mentada con la noticia de que ninguna
novedad había ocurrido en mi ausencia.
Congratuléme grandemente de ello y no puedo dejar de hacer constar mi agrade¬ cimiento á los auxiliares que tan bien supieron suplirme.
Las últimas horas del día pasaron
cambiando impresiones con el personal técnico y explorando las voluntades de los muchachos, para luego, sobre todos estos datos, preparar el programa de ex¬
cursiones durante los siete días de Co¬
lonia que nos quedan. Todos, pequeños y grandes, estamos de acuerdó en dos cosas: 1.a que el tiempo se pasa muy pronto, 2.a que es preciso ir al Puig Mayor.
Con la cabecita llena de hermosos pro¬
yectos. fueron retirándose al dormitorio mis amiguitos, saludándome con efu¬ sión cordial.
al asalto
De colonias anteriores guardábamos ocho enormei pelotas llenas de serrín que, con destino al juego del asalto, he¬ mos desempolvado esta mañana. En el arenal se ha construido una especie de reducto, defendido luego por ocho colo¬ nos. quienes custodian y defienden el pabellón clavado en el centro de su for¬ taleza. A veinte pasos de distancia un ejército sitiador, compuesto de los res¬ tantes colonos, rodea el campamento central. Cuatro pabellones son colocados
frente á frente de las cuatro caras del
primer reducto. Son los pabellones si¬
tiadores.
Cada peón sitiador prepara su pelota y á la voz de fuego la arroja á los sitia¬ dos. procurando derribar el pabellón de éstos. El primer intento fracasa. Los si¬ tiados recogen los proyectiles y hacen fuego á su vez á los sitiadores afinando la puntería sobre sus pabellones; dos de estos muerden el polvo.
Entonces los que los han derribado salen del reducto y ocupan las posicio¬ nes conquistadas. El fuego continúa en¬ tre los seis del centro y los cuatro de los pabellones sitiadores que aun quedan en pié.

dad fué puesta en planta con buen
éxito.
Cada día están de turno dos colonos y
cada uno presta servicio dos días conse¬
cutivos. A este efecto fueron sorteados
el día de su llegada adjudicándoseles á todos ellos un número. Acto seguido se les hizo entrega de la cama correspon¬ diente al número obtenido, les fué seña¬ lado el puesto correlativo en la mesa del comedor y con sujeción á este número se distribuyeron también los turnos.
Comenzaron el 1 y el 2, al día siguien¬ te el 2 y el 3. al otro día entraban de guardia el 3 y el 4 y así sucesivamente.
Los de turno tenían bien señalados sus
quehaceres. A la mañana comenzaban
su servicio desde el momento de levan¬
tarse sacaban el agua para el aseo, pre¬ paraban las aljofainas y esperaban á que todos estuviesen listos para luego
asearse ellos.
Antes de las comidas arreglaban la mesa, y disponían los cubiertos cuidan¬ do igualmente del abastecimiento de
agua para beber.
A la tarde antes de hacer las camas,
trabajo que era general, los de turno
barrían el dormitorio, como barrían
también el comedor después de cada co¬
mida.
Daba gusto ver como esgrimían la es¬ coba por debajo de las cama*, persi¬ guiendo las briznas de paja caídas de los jergones y con qué simetría alinea¬
ban la interminable hilera de vasos so¬
bre la mesa del comedor. En honor de
la verdad el agua no fué jamás escati¬ mada por ninguno de los colonos de turno; muy al contrario, alguna vez se empeñaban en q»e hiciese colmo dentro de los vasos, y en previsión de una sed insaciable, formaban á veces notables
lagunas encima de la mesa, con graves protestas de los que sentaban en frente, quienes se veían forzados á canalizar el líquido excesivo, so pena de tener que comer en platos flotantes.
A la segunda vez que entraron de tur¬ no los colonos, desaparecieron esos pe¬ queños descuidos y el servicio marchó
como una seda. En él disfrutaban los
mismos niños que tenían que llenarlo, pues viéndose todos medidos por el mis¬ mo rasero, comprendían la necesidad de
servir ellos durante dos días para verse
luego servidos los quince días siguientes,

Realmente «s algo cruda esta agua
con que nos enjuagamos la boca después
de una merienda de peras, ciruelas y manzanas de que hemos hecho abun¬ dante provisión para el caso.
Descendimos luego hasta la orilla del

Tres nuevas descargas siu éxito al¬
guno.
—Estas pelotas son demasiado pesa¬
das, dice Morell.
—Esta se desangra, añade Juan Rigo. A — la mía le Balen las tripas, dice

INCIDENTE»
Hoy nos ha visitado el padre de Mo¬ rell. Ha pedido para recoger el niño du¬ rante unas cuantas horas y llevárselo á
comer,

mar y, siguiendo la playa, atravesamos, descalzos y arremangados hasta encima de la rodilla, el pequeño estuario de la
desembocadura del torrente y anoche¬
ciendo trepábamos por las breñas que cubren la pendiente que domina Santa
Catalina.

Cara paner.
Así era en efecto. Un pelotazo terrible de Bafíús había puesto á prueba la soli¬ dez del forro y el proyectil, rajado como una granada madura, lloraba serrín de la manera más lastimosa imaginable.
Iiorrach. con su pañuelo, vendó pia¬

No había obstáculo alguno para ello. Así es que el permiso ha sido concedido
no sin antes darle cuenta detallada de
la conducta observada por su hijo du¬ rante la primera semana de colonización y de la mejora lograda en la modifica¬ ción de su comportamiento.

Ningún incidente ocurrió en todo el
día que sea digno de anotar. Los niños
dieron muestras de buena educación.

dosamente la herida y los restantes co¬ lonos, propietarios de pañuelos, imita¬ ron su ejemplo.

El niño estaba algo receloso temietido ser castigado por haber roto los ladrillos
cuando visitamos la Cementera. Le hice

Sólo Morell volvió á las andadas de los
primeros días y comprendiendo que, fal¬ tando el jefe, se imponía un escarmiento

Con estas precauciones pudieron con¬ tinuar las trayectorias parabólicas de si¬ tiados á sitiadores y viceversa. Los blan¬

comprender que una vez perdonada la falta por el señor de la fábrica y por mí, no debía temer que su padre le Castigan

í2

SOLLER

|$or dio. Me produjo buen efecto el ver
«que guardaba respeto al autor de sus
fiías.
A la caída de la tarde una partida de ■Tunders nos entretuvo alegremente. Des¬ pués seguimos carretera adelante hacia íáólier pues teníamos aviso de que ven¬ drían á visitarnos algunos compañeros
■del interior de la isla.
Les aguardamos sentados en el pretil del primer puente'hasta bien entrada la «oche mientras que el Sr. Rosselló con «dos colonos había llegado hasta el apea¬ dero d« la diligencia ya para acompa¬ sarles. yat para-recoger las cartas.
Los nuevos huéspedes no han llegado •pero sí una targeta escusando su venida.
Me había adelantado para recibir á los que llegaban y cuando volvía á agre¬
garme al grupo que había quedado bajo
•el mando del Sr. Banús observé un si¬
lencio inusitado y un chico cabizbajo y apartado -de los demás.
Eljoven Banús había desobedecido las •amonestaciones que reiteradamente se le habían dado y con muy buen acierto ¿l.e había «ido impuesto aquel castigo.
Variedades
• Fenómenos catalépticos
"En Thenelles (Francia), vive en esta¬ do cataléptico una mujer llamada Mlle. üBouyenval.
Diez y ocho años y diez meses lleva sin probar bocado y, sin embargo, el fe■nómeno existe en el pueblo, sin que ■ bastada fecha se le haya ocurrido estu¬ diarlo á tantas comisiones y academias ■ como en todas partes hay constituidas.
" La muerte en vida, llamémosla asi. habita con su madre en un caserón del
..pueblo citado. En un mísero lecho yace, con la in¬
movilidad de la muerte, un sér humano
de aspecto marmóreo; aquello no es ni la muerte ni la vida; es un letargo, un *«n sueño profundo y dilatado; algo que «impresiona dolorosamente.
Lo que mayor sensación produce son dos ojos, cuyos párpados parece que su¬ jetan los globos oculares, obligándoles á residir en lo profundo de las cavidades
■orbitarias. La boca la tiene cerrada, sin secreción
¿salival. los dientes están fuertemente
encajados, la piel seca y fría.
Los latidos del corazón son apenas
perceptibles, pero regulares, y si se la devanta un brazo queda rígido aun en da más difíciles posiciones.
Margarita Bouyenval noció el 29 de mayo de 1864 y hace diez y ocho años y «iiez meses que no ha tomado ningún alimento, ni una sola gota de agua, y sin embargo, la vida continúa.
Según los médicos que la han visita¬
do, este fenómeno se debe á una violen¬
ta emoción, cuyos efectos explican así: Un choque del sistema nervioso que re¬ percutió en las células cerebrales y cuya ruptura produjo el sueño cataléptico.
Efectivamete, se ha comprobado que Mlle. Bouyenval es vítima de un acci¬ dente magnético, y numerosos prece¬
dentes autorizan á dar la conclusión de
que la durmiente de Thenelles no podrá despertar nunca, y no podiendo resta¬ blecerse su equilibrio fisiológico, queda¬ rá toda su vida en la catalepsia hip¬ nótica que padece desde hace dieciocho
•años.
¿due edificio está asegurado en mayor
cantidad de dinero?
El edificio perteneciente á la Compa¬
ñía de ferrocarriles de Santa Fe está ase¬
gurado en 136 millones de pesetas, en la
Compañía de seguros Fénix, pagando anualmente una prima de 1.190.000 pe¬
setas. Este es el seguro más importante
que se conoce.
El seguro contra el fuego del Hotel
Cecil, de Londres, es de 27 millones y medio de pesetas. La catedral de San Pa¬
blo. de Londres, está asegurada en más de tres millones, en diez Compañías di¬ ferentes, y el teairo de Drury Lañe, de Londres, en 1.700.000. Los seguros de varios edificios de la Exposición de Chi¬ cago importaban 2.040 millones de pe¬
setas.
'~T'
Sección Biográfica
No repuestos aún de la dolorosísiin.i emoción que nos produjera la noticia de

la muerte del que fué gloria de la cien¬ cia y eminencia de la política, y en es¬ pera de que plumas más autorizadas que la nuestra pongan de relieve los gran¬ des merecimientos del malogrado maes¬

consagrarse á sus tareas profesionales y continuase, como siempre, derramando á manos llenas en sociedades y centros
científicos los tesoros de su saber.
Llegado á la cima de la gloria como

tro y elocuentísimo orador, nos limita¬ remos á trazar á grandes rasgos lina breve semblanza del que hoy llora Bar¬ celona entera, y con ella Cataluña.
Frisaría don Bartolomé Robert en los

médico, universalmente querido y res¬ petado, hubo de poner sus excepcionales condiciones de talento y elocuencia al servicio de la causa regionalista, respon¬ diendo asi á sus arraigadas conviccio¬

sesenta años. Había nacido en Méjico, donde su padre, natural de Sitjes, se ha¬ llaba establecido. Llegado, niño aún. á

nes y á los dictados de su honradísima conciencia. ¿Como ponderar la brillan¬ tez de sus campañas parlamentarias?

España, demostró tempranamente las admirables dotes de inteligencia que con el tiempo debían dar tan espléndi¬ dos frutos en bien de la humanidad y de

¿Como olvidar la admiración que produ¬ jo en toda España la repentina aparición de un coloso en la tribuna parlamen¬
taria?

la patria. Arrastrado por su amor apasionadísi¬
mo á la medicina cursó esta carrera en
en nuestra facultad, siendo el asombro

Ninguno otro ejemplo, se registra, de igual acontecimiento; como César pudo decir: Veni. vidi, vic¿. A las pocas horas de entrar Robert en el Congreso salía de

de sus maestros y condiscípulos, á pesar de tratarse de un curso casi excepcional por los notables talentos que le consti¬ tuían, entre los cuales recordamos los nombres de Agratnonte, Coronado, Mas¬ caré y algún otro.
La fama de que gozaba ya Robert, siendo simple estudiante, quedó corro¬ borada en cuanto comenzó á ejercer su profesión, después de alcanzar en la li¬ cenciatura y el doctorado las más bri¬
llantes calificaciones.

allí acatado y reconocido como un atleta de la oratoria política. El hecho produjo asombro fuera de aquí, pero no había de sorprender á los que conocían las extra¬ ordinarias facultades de palabra que po¬ seía y de que daba diariamente muestra en la cátedra, en las academias, en las
reuniones regionalistas.en lasjuntasque celebraba con sus compañeros y hasta en la conversación particular. Y todo ello naturalísimo, espontáneo, como divino
dón del Creador.

Nombrado ayudante de las clases de

Su autoridad científica era reconocida

clínica, muchas veces pudieron los dentro y fuera de España, y al presen¬ alumnos aprender de él, al practicarse tarse en los Congresos intenarcionales,

las autopsias, mucho más de lo que les explicara el propio catedrático, lo cual hacia que nadie perdiera ocasión de asis¬ tir á dichas prácticas para oir explicar á Robert ante el cadáver, en aquel mez¬ quino patío de la facultad, las lesiones
características de la enfermedad á que
había sucumbido el paciente. Y era sin duda un espectáculo hermosísimo ver á aquel joven, dotado de los más envidia¬
bles atributos de la belleza varonil, de

ya en Berlín, ya en Moscou, le eran tri¬
butados los honores reservados tan sola¬
mente á las más ilustres lumbreras del
saber.
Tanta gloria, tanta popularidad, tan¬ tos honores no alteraron, sin embargo,
en lo más mínimo su encantadora senci¬
llez, y cuando resonaban aun en sus oí¬ dos los aplausos de un auditorio avasa¬ llado por su palabra elocuentísima, se
acercaba á la cabecera de un enfermo,

elegantísima apostura, de simpática ex¬ presión. rodeado por otros jóvenes que escuchaban sus palabras con el más reli¬ gioso silencio y la más profunda aten¬ ción. rindiéndole con ello homenaje y tributo de maestro, antes de serlo ofi¬

tal vez de la más humilde condición, con
aquella afabilidad que le era característi¬ ca, modesto, como si ignorara todo lo que era y no se acordara de la altísima representación que estaba encarnada
en él.

cialmente.
Robert. con el doctor Giner y Partagás. y quizás algún otro que no tenemos presente ahora, constituían el elemento progresivo de la facultad, dejando apar¬ te á Letamendi, que todavía no había dado de sí todo lo que dió posteriormen¬ te; gracias, pues, á ellos fué conocida y tomó arraigo la teoría celular, que era por entonces la última palabra en pato¬ logía.
Pronto la fama de Robert trascendió
desde el recinto de la facultad y el hos¬ pital á todos los ámbitos de Barcelona, creándose rápidamente una inmensa clientela y adquiriendo una popularidad asombrosa, sin que por eso se alterase
en lo más mínimo la llaneza de su trato, amable hasta lo sumo, franco y extra¬ ordinariamente cautivador.

¿Cómo Barcelona, cómo Cataluña en¬ tera no han de sentirse agobiados por el dolor ante la cruel, la irreparable pérdida que acaban de sufrir? Duelo de verdad,
duelo sincerísirno. íntimo, es el que ex¬
perimentamos todos los que tuvimos la
honra de conocerle. Ha muerto un hom¬
bre de bien, un sabio, un amigo, un bienhechor, una gloria catalana.
A millares serán los que á estas horas lloran con verdaderas lágrimas al varón noble, generoso; al corazón de oro y al egregio ciudadano que tantos bienes hizo, que tanto se sacrificó por su patria, que tanta luz derramó en las inteligen¬ cias. ¡Descanse en paz! El Señor habrá acogido en su seno el alma del que fué modelo de virtudes, dechado de patri¬ cios, orgullo de nuestra tierra, ¡maestro
de todo»!

Porque Robert no era un sabio de esos que ofician constantemente de pontifi¬ cal; no tenía reparo alguno, por ejem¬

Alfuedo Opisso (De La Vanguardia. Barcelona 11 Abril 1902.)

plo. en confesar su pasión por la músi¬

*

ca. habiendo sido uno de los más ar¬

**

dientes partidarios de Wagner. tanto , Profundo sentimiento ha causado en

que fué muchas temporadas á Beyruth para asistir á la representación de aque¬ llas óperas, hecho que citamos única¬ mente para dar idea de la flexibilidad de su inteligencia, abierta á todos los
conocimientos.
Poseedor de inmenso saber en cuanto
se relaciona con la medicina, á lo cual
le ayudaba su conocimiento del alemán, poco Vulgarizado entonces, era al mismo tiempo un práctico eminentísimo, de tal manera que se realizaba en él la defini¬ ción del verdadero médico: Vir probas medendi peritas. Todo lo reunía, en efecto, para ser la exacta personificación
del médico ideal.
Catedrático de patología interna de esta facultad, su enseñanza inauguró una nueva era, tanto por las doctrinas

toda España el repentino fallecimiento
del ilustre catedrático de la Facultad de
Medicina de Barcelona y distinguido hombre público señor Robert, acaecido el jueves de la anterior semana por la noche, víctima de un ataque cardíaco.
El entierro, que tuvo lugar el sábado por la mañana, fué una verdadera ma¬ nifestación de duelo á pesar de la lluvia que caía. Muchos establecimientos ce¬ rraron sus puertas en señal de luto. Las coronas ocupaban ocho landós copiosa¬
mente atestados, hasta el extremo que
muchas desaparecían materialmente ocultas por las otras.
En el cementerio, antes de depositar el féretro en la tumba pronunciáronse breves, pero sentidas palabras enalte¬
ciendo la buena memoria del doctor Ro¬

expuestas como por los métodos emplea¬ dos para la instrucción de los alumnos. Robert fué un admirable educador, un
verdadero maestro, que sabía formar discípulos; de ahí el entusiasmo, la ve¬ neración y aun podríamos decir, sin pe¬ car de exagerados, la idolatría de que era objeto por parte de sus alumnos.
Su actividad rayaba en prodigiosa, y
si ha habido una vida verdaderamente
fecunda ha sido la suya. Tenía tiempo
para todo: pura atender ásu numerosísi¬ ma clientela, para las innumerables con¬ sultas á que era llamado, asi en Barcelo¬
na como desde toda Cataluña y no pocas
veces desde fuera de ella, para su cáte¬ dra. para las academias de que formaba parte, y ya se ha visto últimamente co¬

bert, luego se entonó un responso y momentos después, el cuerpo del que
fué en vida sabio médico, ciudadano in¬
tachable, leal amigo, afable caballero é
incansable defensor de la causa catala¬
na, recibió cristiana sepultura. Descanse en paz el doctor Robert. Su
vida ha sido fructífera, su memoria será
bendecida por las generaciones que ven¬ drán. ¡Dichoso quien, como él. deja un
nombre esclarecido en la ciencia y una
página en la historia!
Crónica Local
En Febrero último y en estas mismas

mo prodigó sus horas y sus, días en la columnas publicamos la noticia de ha¬ política militante, sin impedirle que se ber sido nombrado Rector de Muro nues¬

tro distinguido amigo y paisano el Re¬ verendo Sr. D. Antonio Deyá Rullán. Hizo sli entrada en aquella villa y pose¬ sionóse de tan importante y delicado car¬ go el domingo próximo pasado, habien¬
do el referido acto revestido mucha so¬
lemnidad. Para que mejor puedan ente¬
rarse nuestros lectores del mismo, con satisfacción suma transcribimos á con¬
tinuación alguno* párrafos dé la corres¬ pondencia que con fecha 13 del actual envía al periódico palmesano La Almudaina su corresponsal en Muro. Dice a*í:
«Hoy ha celebrado su entrada en este pueblo el nuevo Cura-Párroco de esta Parroquia, Rdo. señor don Antonio Deyá y Rullán; y en verdad que el pueblo de Muro se ha esforzado en dispensarle una acogida digna de la importancia de su cargo y en consonancia con las virtudes que al señor Deyá adornan.
Más de cuarenta carruajes han acudido á la estación del ferrocarril con el objeto de transportar hasta la población al señor Rector y á los amigos que le acompaña¬
ban entre los cuales hemos visto á los
M. I. señores don José Oliver, Dean de la
Catedral, y don Matías Compuñy, Chan¬ tre, al señor Juez de primera instancia
de Inca, á los señores don José Cañellas y don Juan Albertí, y otros mu¬ chos.
El pueblo en masa sin distinción de clases ni de categorías ha recibido, á la entrada del pueblo, al nuevo Párroco; quien acompañado de las autoridades y demás personas distinguidas, y á los acordes de dos bandas de música, ha reco¬ rrido, entre los respetuosos saludos déla muchedumbre, el espacio que le separa¬ ba de la iglesia, en donde, después de
las ceremonias de rúbrica en estos casos,
y de haber dado el señor Deyá, desde el púlpito, las gracias á sus nuevos feligre¬ ses por el recibimiento que le habían dispensado, se han celebrado los divinos oficios en que bu oficiado el señor Rec¬ tor, apadrinado por los muy ilustres se¬ ñor Oiiver y Compañy. Se ha cantado ana misa del Maestro Perosi que ha me¬ recido de la novel y distinguid^ «Or¬ questa Tortell» esmeradísima interpreta¬
ción.»
«Después del oficio hau pasado á sa¬
ludar al Rector todas las personas que
tienen en este pueblo alguna repre¬ sentación, teniendo para todos el se¬ ñor Deyá frases de cortesía y de ca¬
riño.
Los músicos de este pueblo han obse¬ quiado por la tarde durante la comida y por la noche con serenatas al nuevo
Rector.
El señor Deyá deja para venir á Muro la rectoría de Calviá que ha regentado por espacio de más de diez años, cap¬ tándose las simpatías de todos, hasta el extremo de merecer de aquellos vecinos que viniese hoy á cumplimentarle una nutrida comisión presidida por el señor
Alcalde.
Entre los distintos regalos con que di¬ versas personas han obsequiado al señor Rector, merece citarse una artística pal¬ matoria de plata que le ha ofrecido el clero parroquial.»
Nosotros al pedir á Dios le conserve largos años al frente de aquella parro¬ quia en bien de sus feligreses, no pode¬
mos menos de reiterarle nuestra sincera
felicitación y agradecerle al mismo tiempo la atención que le merecimos al invitarnos por medio de atenta tarjeta á su solemne entrada parroquial y ofrecer¬
nos su nueva residencia en la Casa Rec¬
toral de Muro.
El sábado de la anterior semana, por
disposición del Inspector de carnes y ví¬ veres Sr. Oliver, fueron retirados, en el matadero público, y echados al sumidero, unos cuantos kilógramos de carne des¬ tinada al consumo de la población, que no
reunía las condiciones debidas.
Aplaudimos la medida y no dudamos seguirá el Sr. Oliver la ruta emprendida,
con la cual saldrá beneficiosa la salubri¬
dad pública por la que deber de todos es velar siempre.
Poco después de haber entrado en prensa nuestro anterior número llegaron á esta población, en carruaje, unos cua¬
renta socios del Círculo de Bellas Artes
de Valencia que habían organizado hace ya algún tiempo una excursión á l' illa daurada. Vinieron desde Palma por la carretera, de Valldemosa y Deyá, en cu¬ yos pueblos se detuvieron con el fin de poder admirar cuanto de hermoso y poé¬ tico encierra aquella deliciosa costa.
Durante su estancia en nuestro queri¬ do valle visitaron los distinguidos hijos

de la ciudad del Turia lo más notable
del pueblo y nos alegraríamos les hubie¬ ra sido en extremo agradable su corta permanencia entre nosotros. Pernocta¬ ron aquí el sábado hospedándose en el
acreditado hotel La Marina de la calle
de Buen Afiojy el domingo á las ocho'de su mañana, cabalgados todos y dirigién¬ dose camino del Barranch, prosiguieron su viaje de expedición por Mallorca, de cuyas bellezas y gratos agasajos recibi¬ dos, especialmente en Pollensa y Manacor, guardarán á buen seguro grato re¬ cuerdo los expedicionarios valencianos,
Según podrán ver nuestros lectores, en la sesión del Ayuntamiento última¬ mente celebrada, se acordó el nombra¬ miento de una Comisión para averiguar
las causas que motivan la escasez de agua que cada año se nota en verano al querer abastecer el surtidor de la Plaza
de la Constitución. Dicha Comisión dis¬
pondrá también la ejecución de las obras que sean necesarias para corregir las de¬
ficiencias de la tubería conductora, con todo lo cual suponemos desaparecerá el
hedor que en perjuicio de la salubridad pública despide dicho surtidor durante
los meses de más calor.
Nos congratulamos de poder dar cuen¬ ta en estas columnas de semejante acuer¬ do, porque confesamos hubiera resultado
una medida bastante descabellada la de
haberse llevado á cabo lo quo el sábado último proponíamos á la Corporación Municipal, porque es el surtidor de la
Plaza una obra de arte y como un
monumento único que honra la memo¬ ria de nuestro insigne paisano el Muy Ilustre Sr. D. Bernardo Nadal, Obispo de Mallorca, que tanto se sacrificó para el engrandecimiento de su querido pue¬ blo natal y que mucho luchó para abas¬ tecer de agua á la población á principios del siglo pasado.
Nuestro particular amigo D. Manuel Aragonés Rodríguez, recientemente as¬
cendido á Primer Teniente de Carabine¬
ros, despidióse de nosotros el lunes de esta semana. El mismo día por la tarde emprendió viaje para Palma acompaña¬ do de su distinguida esposa é hijos y el
miércoles debió embarcarse en el vapor
correo que á las nueve de la mañana sale de la capital con rumbo á Ibiza y Valen¬ cia, en cuya ciudad ha sido destinado para prestar sus servicios.
Sentimos de veras la ausencia de nues¬
tro amigo y aí felicitarle por su ascenso
no podemos menos de desearle salud y largos años de vida para que pueda de¬ sempeñar con acierto su delicado cargo.
El miércoles de esta semana serían
poco menos las cuatro de la tarde cuan¬
do ocurrió un sensible accidente en las
iumediaciones de la finca Bassa d' en Trias. Uu hombre llamado Pedro J. Mo-
ragues Femeuías, de muchos conocido, que se subió á un olivo para mejor ins¬ peccionar si el árbol había ya producido flor, tuvo la desgracia de que se troncha¬ ra la rama en que estaba colocado, yendo á parar sobre una pared horma y de ésta al snelo, produciéndose fuertes contusio¬ nes en diferentes partes del cuerpo.
En estado bastante grave fué condu¬ cido á su domicilio, que lo tiene en la calle de Pastor, donde le practicaron la primera cura los Doctores señores Mar¬ qués y Con te, habiendo experimentado desde entonces una ligera mejoría.
Sentimos vivamente el percance y ha¬ cemos votos para que el paciente se halle pronto restablecido de las heridas sufri¬
das en su lamentable caída.
En la mañana del jueves dió fondo en
nuestro puerto el vapor de esta matrícula
León de Oro que procedía de Cette y Barcelona, habiendo sido portador de variada carga y regular número de pasa¬ jeros.
Con arreglo al itinerario qne tiene es¬ tablecido y si fuerza mayor no lo impide, emprenderá nuevamente viaje para los mismos puntos mañana domingo á la
hora acostumbrada.
En la última sesión celebrada por la Comisión de festejos quedó aprobado el
bellísimo cartel anunciador de las férias
y fiestas de este pueblo, cuyo dibujo, de estilo modernista y que resulta de mu¬ cho efecto, es obra de nuestro particular

SÓLLER

3

m\\go D. Lisardo Planells, el que á la vez forma parte de dicha Comisión.
Enviamos un aplauso á la Junta de
festejos por el acierto que ha tenido al hacer la propaganda en esta forma y buen gusto, al mismo tiempo que ha de¬ mostrado tenerlo también en los variados
números que componen el programa que
publicamos en otro lugar del presente
número.
Parece que mañana domingo habrá
función en el teatro de la «Defensora Solíerense». La compañía cómico dramᬠtica Llinás-Palet de Palma es la encar¬
gada de poner en escena la chistosa co¬
media en dos actos y en prosa, original de los populares escritores cómicos se¬ ñores Ramos Carrión y Vital Aza, titu¬ lada Zaragüela, el chistoso juguete Vial-
je de boda y la divertida pieza catalana ¡per una solfa!
promete, pues, ser agradable la velada
y á ella seguramente acudirá numerosa
concurrencia. La función empezará á la hora de costumbre y se nos manifiesta
que la Empresa ha resuelto dar varias
otras funciones en los dias festivos que medían desde la fecha hasta las próxi¬ mas fiestas de Mayo.
NOTAS DEPORTIVAS
Después de un sábado sin sol, ó al
menos en muy corta dosis, si acaso lo hubo, después de habernos regalado el firmamento, en ese mismo día, una lluvia casi homeopática, si bien resultó tan bebeficiosa, para los mismos sembrados, cual lo había sido el maná para los is¬ raelitas allá en el desierto, después de haber soplado sin interrupción desde la mañana á la noche un viento en extremo
fresco y molesto para animales y plan¬ tas, después de ese sábado tan poco pa¬ recido á otros de igual mes y distinto año, vino un domingo, que el calendario
señalaba con el día 13 de abril de 1902 y amaneció con un cielo completamente lím¬
pido y despejado, cual si la naturaleza, pródiga en dones y gracias y ataviada con sus mejores galas, tuviera empeño en demostrar al orbe entero que aquel día tan primaveral, y expléndido en grado sumo, era el designado por ella misma, única y exclusivamente, para que pudieran verificarse al aire libre las ex¬ cursiones ciclistas, marítimas y alpinas deseadas con tanto afan por el elemento joven de este encantado valle. Mucho antes de que los rayos luminosos del ar¬ diente Eebo hubieran llegado á calentar el piso de nuestra plaza, ya se veía un crecido y variado número de caballerías aprontadas para el viaje al santuario de Lluch, por el Barranch, que debían em¬
prender al sonar las ocho los amables excursionistas del «Círculo de Bellas
Artes» de Valencia. Contento estaría si
tuviera la certeza de que dichos señores encontraron agradable su corta perma neucia entre nosotros. Otra excursión, en que dominaba el elemento bello, y ca¬
si tan numerosa como la anterior em¬
prendió más tarde igual camino por el Eslret d’ es Barranch y nos consta que regresó sin contratiempo alguno á las res-

pectivas casas después que hubo respira¬ do los aires puros de las montañas de L Ofre y refrescado sus bocas con las cristalinas aguas que brotan en las cuen¬ cas de Binimorai Otro enjambre de mariposillas, revoloteando de flor en flor, vi¬ mos emprendía su vuelo hácia poniente posándose en hermosísima y deliciosa finca que nuestro particular amigo don
Ramón Casasnovas posee á orillas del
mar y no lejos del punto en que cuentan
las crónicas debió existir el Paraíso te¬
rrenal. En pos de ese enjambre iban veinte y tantos zánganos montados en sus bicicletas, los que una vez llegados á Can Bleda volaron hácia Deyá atraídos por el olor á sabrosa paella que se deja¬ ba sentir en la cocina de Pedro Coll (á) Moso. Veinte y siete fueron los comen¬
sales que se sentaron á la mesa, contan¬
do á varias y distinguidas Autoridades que tuvieron la galantería de honrarnos con su presencia. No hubo Champagne, pero si Binisalem ya algo mozo, y Mal-
vasía de Bañalbufar con que nos obse¬
quio el simpático Profesor en Medicina
D. Ramón Vanrell.
Minutos antes de las seis de la tarde
pasaban por el puente de Son Angeláis los ciclistas señores Pizá, Conte, Elias, Marqués, Calbo, D. Juan y D. Saturni¬ no, Orell, García, D. Domingo y don Luis, Tomás, Vicens, Colom, Xumet, Torreas, Mayol, Barceló y Andreu, quienes se desmontaron en el Gírenlo sin contratiempo alguno.
Piñón t Goma.
EN EL AYUNTAMIENTO
Sesión del día 12 de Abril 1902.
La presidió el Sr. Alcalde D. Juan Puig, y asistieron á ella, convocados por segunda vez, los Concejales señores D. Ramón Casasnovas, D. Juan Pizá, D. Jaime Marqués, Jaime J. Joy, don Jaime Valls, y D. Juan Morell.
Fué leída y aprobada el acta de la se¬
sión anterior.
Luego entró en el Consistorio el Con¬ cejal D. Ramón Coll.
Pasando á despachar los asuntos que figuraban á la orden del día, se dió cuen¬
ta de una comunicación de D. Ramón
Fortuñy que á la letra dice: «En contes¬
tación á su comunicación de fecha 3 del
corriente, recibida con dos días de retraso,
manifiesto á V. S e n nombre de mis
hermanos y en el mió, como propietarios
todos de las vias del llamado ensanche
del Seller, que presentaremos á ese Ayun¬ tamiento, terminados que sean algunos trabajos de detalle, el plano de la barria¬ da de referencia para su aprobación, y en caso afirmativo y aceptadas además algunas condiciones que lógicamente se desprenden del proyecto, cederemos gra¬ tuitamente los terrenos que han de cons¬ tituir las calles públicas. En caso con¬ trario y sin ofrecimientos de ningún gé¬ nero nos sugetaremos á lo que haya lu¬ gar con arreglo á la ley». Enterado el Ayuntamiento acordó hacer constar en acta, para que fuera comunicado al señor Fortuñy, que vería con gusto efectuara cuanto antes la presentación del plano

de referencia para su exámen y resolu¬ ción de lo que proceda.
Respondiendo á las legítimas aspira¬ ciones de la opinión pública, que con jus¬ ticia se queja de los abusos desde larga fecha tolerados por el Ayuntamiento con¬
sintiendo la realización de ciertas obras
que por su índole tienden á dar mayor
solidez á las fachadas de los edificios que
con arreglo á la alineación de los respec¬ tivos planos aprobados deben retirarse de la vía pública, cuyas olw’as además de perpetuar el estado de las fincas y retar¬
dar indebidamente la urbanización y or¬
nato de las calles de esta localidad, cons¬ tituyen una flagrante infracción de las disposiciones que regulan el ramo de po¬ licía urbana, acordó la Corporación que en lo sucesivo las obras particulares que se autoricen lindantes con la vía pública, se sugeten en un todo á las prescripcio¬
nes de la R. O. de 12 de Marzo de 1878
y demás disposiciones vigentes. Se nombró una Comisión compuesta
del señor Presidente y el señor Casasuovas para averiguar las causas que moti¬ van la escasez de agua para abastecer el
sustidor de la Plaáa de la Constitución y
disponer la ejecución de las obras nece¬ sarias para corregir las deficiencias de la tubería conductora, variando la direc¬
ción de la misma ó reformando la exis¬
tente, como igualmente dar otra forma más artística y variada al agua que ex¬ pele dicho surtidor.
Se acordó verificar varios pagos.
No habiendo otros asuntos de que tra¬
tar se levantó la sesión t

.

O—

CULTOS SAGRADOS

En la iglesia parroquial.—Hoy al ano¬ checer, se cantarán solemnes completas en preparación á la fiesta del Patrocinio
de San José.
Mañana, domiugo día 20, á las nueve y media se expondrá el Santísimo Sacra¬ mento, cantándose eu seguida las horas menores y la misa mayor con sermón, que pronunciará el Rdo. Sr. Cura Arci. preste. Después de la misa, se celebrará la procesión propia de la tercera domini¬ ca de mes. Por la tarde, después de vís¬
peras y completas, habrá explicación del
Catecismo.
Jueves, dia 24, al tiempo de uua misa se celebrará el ejercicio mensual en ho¬
nor de Sau Bartolomé.
En la iglesia de San Francisco.—Ma¬
ñana fiesta del Patrocinio de San José.
A las ocho y media se expondrá el San¬ tísimo Sacramento y después la misa mayor con sermón por D. Ramón Colom Pbro. Por la tarde tendrá lugar la reu¬ nión de los terciarios con plática por el
mencionado orador.

Stegisíro Ovil
Nacimientos.
Varones 1.—Hembras 1.—Total 2 Matrimonios
Ninguno.
Defunciones
Dia 13, D. Miguel Amengual Enseñat de 24 años, soltero, calle del P. Baró.

Dia 14, D.a Catalina Vicens, Arbona, de 23 años, casada, calle del Mar.
Dia 15, D. Lucas Colom Castañer, de 80 años, casado, Manzana 49.

de 38 ton., pat. D. Jaime Mayol, con 5 mar. y frutas.
GARROVÉS

MOVIMIENTO DLL PUERTO
Embarcaciones fondeadas
Dia 12, de Alicante, en 4 dias paile¬ bot Claudio, de 85 ton., pat. Sr. Giménez con 6 mar. y carbón.
Dia 16, de Agde, en 2 dias, laúd Es¬ peranza, de 32 ton., pat. D. J. Vicens,
con 5 mar. y lastre. Dia 17.—De Barcelona, en 10 horas,
vapor León de Oro, de 81 ton., capitán D. C. Mora, con 18 mar. pas. y efectos.
embarcaciones descachadas
Dia 15, Para Agde, laúd San José,

Es temps de sembrarlos y a n’ es carré de Sant Pere, núm. 19 n' hi ha de bons y barato.
VENTA
Lo está una porción de tierra denomi¬ nada Can Cari, contigua á la fuente llamada de S hori d' es frares. Es de un cuartón de extensión, poco más ó menos, y está poblada de naranjos y otros árbo¬
les frutales.
En esta imprenta facilitarán rhás por¬ menores al qué los solicite.

PMD^BAMA de las férias y fiestas que se celebrarán en la villa de Sóller durante los días 10, II y 12 de mayo próxi¬
mo, en conmemoración de la Victoria alcanzada por nuestros
antepasados contra los musulmanes en e! año 1561:
Sábado día 10.—Al anochecer será trasladada en procesión la ima¬ gen de la Virgen de la Victoria desde el oratorio del Hospital á la parroquia acompañada de la «Banda Municipal» cantándose acto segui¬ do solemnes completas por la música de capilla que dirige D. Miguel Rosselló.—A las 9.—Iluminación general en la Plaza de la Consti¬ tución, Casas Consistoriales y en la calle y paseo del Príncipe, por medio del gas, aparatos de acetileno y farolillos á la veneciana. Esta iluminación se repetirá en la noche del domingo y lunes siguiente. A esa misma hora la banda de música que dirige D. Pablo Canals tocará escogidas piezas en el catafalco de la plaza. La «Unión Sollerense» que dirige D. Mateo Calmes colocada en otro catafalco del pa¬ seo del Príncipe ejecutará variados números de su repertorio, dispa¬ rándose en uno y otro punto hermosos fuegos artificiales confecciona¬
dos por el hábil pirotécnico Sr. Espinós de Reus. El «Orfeón Repu¬
blicano Sollerense» cantará en los intermedios Variados números de
su repertorio. Más tarde se soltarán dos globos uno en la plaza y el
otro en el mencionado paseo.
Domingo día 11.—A las primeras horas de la mañana la «Banda Municipal» recorrerá las principales calles de la población tocando diana.—A las diez, en la iglesia parroquial se celebrará misa mayor, cantándose por el «Orfeó Mallorquí» la misa del célebre Uerosi, ocu¬ pando la cátedra del Espíritu Santo D. Mateo Alzamora Cura-Párroco de Alcudia.—A las cuatro de la tarde, carreras de cintas por medio de bicicletas, amenizando el acto la banda «Unión Sollerense».—A
las seis, habrá procesión general con asistencia de la banda que diri¬ ge el Sr. Canals.—A las nueve, igual que en la noche anterior, las bandas de música ejecutarán escogidas piezas, alternando con los can¬
tos del «Orfeón de la Defensora Sollerense». En los intermedios se dis¬
pararán fuegos artificiales de mucho efecto. Lunes día 12.—A las primeras horas de la mañana, diana por la
banda «Unión Sollerense».—De diez á doce dé la misma el «Orfeó
Mallorquí» cantará en el catafalco de la plaza algunas bellas compo¬ siciones.—‘A las doce misa de campaña en dicha piazd, tocando duran¬ te la celebración la «Banda Municipal».—A las tres de la tarde ha¬ brá llamada y tropa con arenga por el Capitán Angeláis á las im¬ provisadas fuerzas, marchando acto seguido al puerto pata verificar el
simulacro. A esta fuucióa asistirán las dos bandas de música.—Al
anochecer traslado procesionalmente de la Virgen de la Victoriá desde la iglesia parroquial asistiendo las tropas que hayan tdmado parte en
el simulacro, las Valenlas Donas y la banda del Sr. Galmés.—Ter¬
minada la procesión saldrá una retreta éompuéstá de dos carrozas lu¬ josamente ataviadas: en una habrá el Capitán Angelats y su Estado mayor, y en la otra, en medio de las Valenlas Donas una figura ale¬
górica representando la Victoria. Esta retreta acompañada de todas las fuerzas que hubieren tomado parte en el simulacro recorrerá las principales calles de la población al son de lás dos bandas de música;
—A las nueve de la noche, las bandas de música tocarán en sus res¬
pectivos puestos, alternando con el canto del «Orfeó Mallorquí» y el disparo de fuegos artificiales.—A las doce baile de s'ó'ciédad, por in¬
vitación, en la «Defensora Sollerense», amenizando el acto la banda
del Sr. Galmés, y baile al estilo clel país en la Biaza de la Consti¬
tución.
Sóller 17 Abril 1902.—LA Comisión;

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(4») FOLLETÍK
ARIEL A
alegre y sereno como yo, á ver los des¬ trozos que la tempestad causara en el valle; encontré algunas chozas caídas y á sus dueños sumamente afligidos; ofrecíles que inmediatamente les haría fa¬ bricar una nueva y más cómoda vivien¬ da; ellos me dieron un millón de gracias y yo les dejé para encaminarms á la mon¬ taña; allí había mayores pérdidas; el jar¬ dín de la ermita estaba despojado; se ha^ bían dispersado los rebaños, derribado multitud de casitas y hecho pedazos las cercas de árboles. Como iba provista
de un bolsillo abundante, á todos socorrí
con largueza y de todos recibí cien ben¬ diciones.
Era sábado y quise ir á la Iglesia para vezar el rosario y asistir á la salve, que devotamente se cantaba todas las sema¬ nas en obsequio de la Inmaculada. Ju¬ bo me dijo que me acompañaría.
~~No, le repliqué, te cansarías tal vez: mé con mi doncella y un criado de con¬ fianza. Estoy acostumbrada á ir sola por estos caminos, sin que me suceda
nada.

— ¡Pero si no teng’O temor alg'uno.
Ariela! Quiero únicamente gozar ese ra¬ to de tu dulce compañía.
—Gracias, querido Julio. Vamos, pues: yo estaré dispuesta en un mo¬
mento.
Corrí á mi tocador, cubrí mi cabeza
con un velo negro, me puse un cintu¬ rón azul; pasé luégo al gabinete y to¬ mando un librito de alabanzas á María,
fui dichosa y ligera á buscar á mi espo¬ so. el cual me ofreció su mano para ba¬
jar la escalera. Luego, apoyada en su
brazo, recorrí la distancia que mediaba entre la torre y la aldea.
Aquella tarde todos los campesinos del valle y de las cercanías habían acu¬ dido á dar gracias al Cielo por haberles librado de mayores desastres en la tem¬ pestad de la víspera.
Las dulces voces de los niños que can¬ taban himnos de alabanza á la madre de
Jesús, las sombras de la noche que em¬
pezaban á extenderse por la iglesia, las flores que vertían sus perfumes, los ci¬ rios. aquel ambiente religioso, pardecirlo así. que allí se respiraba impresiona¬ ron mi alma y llenaron mi corazón de
tierna melancolía. Pedí con fervor á la
que es madre del amor hermoso, que no me negara la incomparable dicha de re¬

sucitar aquella alma muerta á la vida de la fe, para que nuevo Lázaro, se alzara de su sepulcro y tornase á vivir dichoso y tranquilo.
Dos veces volví el rostro para observar á Julio, que estaba sentado á muy corta distancia. Miraba el altar; sos ojos vaga¬ ban por el techo, por los fieles, por todas partes, en fin. como quien busca distrac¬ ción porque se fastidia. Además, noté en él un ligero movimiento rl« impacien¬ cia, pero noquise salir hasta haber con¬ cluido aquella pequeña fiesta que se ce¬
lebraba todos los sábados en honor de la
Virgen María. Desde aquel día fui muy dichosa. Ar-
mandina mía. porque tu padre nunca se opuso á mis prácticas de piedad; todo lo veía en silencio', y no' parecía nunca mortificado por lo que otro menos pru¬ dente hubiera apellidado beaterías, se¬ gún llama el mundo á la devoción de las mujeres piadosas. Sin embargo, nunca
le vi hacer la señal de la cruz, ni alzar
los ojos al cielo, ni dar muestras deque, aunque lenta, se obraba alguna varia¬
ción en su alma; sin embargo, yo con¬ fiaba que mis oraciones me alcanzarían
ante Dios la merced tan señalada de ver
creyendo á mi esposo. De esté modo, y sin que nada digno

de referirte sucediera, pasaron ocho me¬ ses; Julio empezaba á impacientarse por la soledad del campo, por la sencillez de nuestra vida; le cansaban los pájaros y los árboles, las fuentes y los peñascos; dijo que todo eso era bueno para la luna de miel, que esta se había prolonga¬ do ocho meses y que ya le parecía bas¬
tante.
Como, á pesar de todo, él estaba ena¬ morado de mi. aunque no tanto como al principio, pero sin haberme faltado en lo
más mínimo todavía, deseaba presentar¬ me á la sociedad y que yo ostentara mis conocimientos, mis gracias y mi riqueza entre las orgullosas beldades de la corte, en suma, conocí que deseaba lucir y que fuese yo una dama del gran tono, cosas
que no se avenían con la sencillez de mis costumbres y con mis hábitos modestos y retirados.
Me manifestó una tarde su resolución
de abandonar saqUella pacífica morada de mis antepasados, donde pasaron los años más bellos de mi vida, y marchar á la corte, para fijar allí nuestra resi¬
dencia.
—¡Oh, mi querido Julio! exclamé
apresurada y vivamente contrariada con esta noticia; ¡cuánto te agradecería que consintieses en vivif siempre aquí!

—No, Ariela,- eso no es posible. Tú eres una mujer hermosa, elegante, ins¬ truida y posees miles de encantos que es
necesario luzcas en los salones de la cor¬
te. ¿De qué nos sirve haber estudiado' tanto? Para estar entre pastores y aldea¬
nos toda la vida, ni necesidad teníamos
de aprender á leer. Las riquezas qué heredaste de tus padres te señalarán un lugar distinguido, así como tu belleza y tu ilústre nacimiento. Yo qúiero ter en
tí una dama del buen torio, y que con¬ venzas á mis numerosos amigos de que
no me he casado con Oria aldeana, cual
han llega do á supOúer. Ayer recibí carta de Uno que rúe dicé que sin duda eres horriblemente fea Ó muy ignorante
cuando te tengo escondida en estas mon¬
tañas.
—Dejálos que digan lo qúe se les ocu¬ rre. Julio’, repliqué con acento blando y amoroso; pero no salgamos de estos lu¬ gares donde tan felices somos.
—Pero, qué. Ariela, ¿piensas estar aquí
toda la vida?
—¡Ojala es mi s (lefio (forado’. —Pues temo que no se realice, porqué estoy decidido á irme á Madrid y allí pondré una casa lujosa y elegante. ¿Acaso’ vamos á estar siempre cotñ'o dos tórtola?? ■ en esta soledad?.-.; Por corfípláCérté JsHÍ

SÓLLER
&

PUBLICACIONES RECIBIDAS
DURANTE LA PRESENTE SEMANA
Es Pagés Mallorquín — Sumario del
Eiúmero 73.—Influencia de los abonos.— 3SI cultivo según el sistema Solari. His¬ toria del vinagre. Conocimiento de la
♦edad,por los dientes en el ganado lanar. , El cerdo agrícola. Antisépsia inver-, mal de las plantas.=Variedades: Histo¬
ria de la'rosa. Clarificación de la miel. —XJna nueva variedad de trigo. Reco¬ nocimiento de la falsificación de los vi¬
mos, Otalgia (dolor de oídos). Para
«destruir los caracoles y limazas. El aríbol más alto del mundo. Para que el
perro no persiga las gallinas. Máximas
agrícolas. Punts de suseripció: á Palma, á ses
¡principáis llibreríes. A Manacor, á s‘ im¬ prenta d’ en B. Frau. A Felanitx, á s im¬ prenta d’ en B. Reus. A Lluchmayor,
oarrer dePConvent, 27.
* *

Boletín de Tabacos y Timbre.^Suma¬
rio del n.° 544.=La semana. Política
financiera (conclusión), por D. Eleuterio Delgado. Oficial. Ministerio de Ha¬ cienda. Cédulas personales. D. Calix¬ to López. Ei comercio de tabaco en Bélgica. Aprehensiones. La Exposi¬ ción de Mayo. La «Caceta» en la se¬
mana. Revista de mercados. Movi¬ miento de Personal. Noticias. Anun¬
cios.
Se publica en Madrid, calle deja Liber¬ tad, 16 dup.0, bajo.
* **
Revista de la Cámara Agrícola Ba¬
lear.—Sumario del n.° l.°—arlo 4.o— Otra vez la glosopeda en Mallorca.—
Una idea sobre el libre cultivo del tabaco.
—Inaugural en la Cámara Agrícola Ofi¬ cial de Granada. El crédito para la langosta. Los cambios y la agricultura.
—Cultivo libre del tabaco: conclusiones.
—Costes comparados de las trillas mecᬠnica y ordinaria. Bibliografía. Infor-
ciones: Cebollas. Las ciruelas. Cam¬

bio de cultivo en Motril. Auxilios á los
Sindicatos Agrícolas. Ganado importa¬ do de la Argentina. El centeno cocido
como pienso. Producción española de azúcar. Producción española de alco¬
hol. La industria olivarera. La Arve¬
ja velluda. Datos y noticias. Como puede calcularse el peso de un cerdo.—
Mercados de Palma, lúea y Sineu.
Se suscribe en el domicilio de la Cá¬
mara Agrícola, Plaza de la Constitu¬
ción, 36, Palma.
* **
La Energía Eléctrica. Revista gene¬ ral de electricidad y sus aplicaciones. —
Sumario del n.° 7 del tomo 5.°=Sobre la
afinidad química (continuación), por José Echegaray. Pluviómetro registrador del Profesor P. Lancetta, por Sancho López López. El éxito de Marconi (continua¬ ción), por Carlos Espinosa. Las grandes velocidades, por Eduardo Marqueríe.—
Cálculo detallado de una dinamo Com-
pound de corriente continua (continuamacióa), por David Blumenthal. Biblio¬

grafía.--Crónica científica: Lámpara Nernst americana. Nueva disposición de toma de corriente por contacto super¬
ficial. Ratonera eléctrica. Enchufe con
interruptor, de la casa Bergmann-Elek-
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escolar 13III02. Sección Doctrinal: El pago por el Estado, por Bartolomé Terrades. Sección Provincial: Diario de la Colonia escolar de Puerto-Sóller.— Sección Administrativa. Sección de
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