SÁBADO 17 DE AGOSTO DE 1901 SEMANARIO INDEPENDIENTE PUNTOS DE SUSCRIPCION: Sóller: Administración. Francia: D. Guillermo Coiom—Quai Commandant Sa- mary-5-Cette (Herault). América:' D. Guillermo Marqués—«El Cañón»—Arecibo— Puerto-Rico). Fundador y Propietario D. JUAN MARQUÉS Y ARBONA REDACCION Y ADMINISTRACION: Calle de San Bartolomé, n.» 17 —► SÓLLER (Baleares) »8* PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN: España: Extranjero: 0U’’5o0ü 0’75 pesetas francos aidli . mieds..-vyPAGO ADELANTADO. Número suelto 010 pesetas.—Id atrasados 0'20 peseta La Redacción únicamente se hace solidaria de los escritos que se publiquen sin firma, seudónimo, inicial, ó signo determinado. De los que tal lleven, serán responsables sus autores. Sección Literaria LOS DOS GRANUJAS No eran hermanos, ni parientes; pero como hermanos se querían. Por algo eran dos granujas; como granos de uva desgranados y sueltos, á merced de la casualidad pueden juntarse aanque procedan de racimos distintos y aun de distintas viñas, así se juntaron nuestros dos héroes por puro efecto de la casualidad. Al uno le llamaban Zampatortas por¬ que era mofletudo y parecía bobo; real¬ mente no era bobo sino bonachón y cal¬ moso. El otro se llamaba Pincharratas porque era vivo, camorrista y siempre tenía algún dicho agudo con que pin¬ chaba á los demás chicuelos. Por ser tan opuestos, eran tan amigos, desde aquella noche>n que la casuali¬ dad les reunió en un socabón de San Isidro. En el socabón estaba durmiendo Pin- charratas que por entonces tenía oficio de arenero. Y sumergido estaba en profundo sue¬ ño cuando le despertó algo que cerca de él se rebullía. Creyó que era perro, y entre sueños le dijo: «fuera, chucho». Pero luego lo pensó mejor, coordinó sus ideas y cam¬ biando de táctica, le dijo al bulto que imaginaba ser perro, «ven acá chucho y dame calor». El bulto se acercó obediente. Pincha- rratas probó á cogerle la cabeza y en¬ contró una pelambrera enorme. «Ya naos, es un perro de aguas»—pensó. Luego quiso tocarle el hocico y no pudo menos de exclamar: «no es de aguas, no, que tiene el hocico redondo y aplastado; debe ser perro de presa. No me muerdas, chucho». El supuesto perro protestó con dulzu¬ ra y con cierta timidez. No soy chucho, que soy Zampatortas. ¡Toma! si no es perro, ¡si es otro mu¬ chacho! Bueno, ponte cerca para que nos demos calor, que la noche está fría. A poco rato dormían los dos granujas con sueño profundo; pero más profundo el de Zampatortas que el de Pincharratas. Este á veces tenía pesadillas. El otro nunca: su sueño era todo negro y uni ¬ forme; sin visiones ni sobresaltos. Al día siguiente, juntos salierdn del socabón: ya no se separaron nunca y de este modo llegaron á ser grandes ami¬ gos. Juntos vendían arena; juntos reco¬ gían botas viejas y sombreros viejos; y el perro grande ó el perro chico que co¬ gían era de los dos por igual. Por ser sus caracteres tan opuestos se amoldaban por manera perfecta y se querían todo lo que dos granujas pue¬ den quererse. La casualidad ó la Providencia quiso poner á prueba este cariño. ¡Qué amor no se fatiga! ¡Qué imperio no se desha¬ ce! ¡Qué guijarro que caiga en el río, á fuerza de rozar no se convertirá en arena! Llegó, pues, el día de la tentación, mejor dicho, llegó la noche. Iban tristes y hambrientos los dos gra¬ nujas: hacía día y medio que no proba¬ ban bocado. Por caso extraordinario y atendiendo á lo apurado de las circunstancias y al hambre que les daba tremendos mordis¬ cos en el estómago, decidieron pedir li¬ mosna. f 'ó —Pide tu,—le dijo Pincharratas á Zampatortas. —No me atrevo — dijo éste.—No sé cómo pedir. No me harán caso. —Bueno; pues pediré yo—dijo Pin¬ charratas; y como en aquel momento pasaban por delante de un Club y de él salía un caballero, al clubmán se íué el Pincharratas, y con voz chillona le per¬ siguió pidiéndole un perro chico ó mejor un perro grande. Al caballero, acaso le hizo gracia el desparpajo y la desvergüenza del gra¬ nuja; y, sonriendo con malicia, le dijo: «un perro grande es poco; toma un du¬ ro», y puso una moneda de plata en la extendida manita del chicuelo. El caballero se alejó. Pincharratas se quedó sin saber lo que le pasaba, eon la mano abierta y en ella el duro. Y no salió de su éxtasis hasta que le cogió Zampatortas por el brazo diciéndole en voz muy baja: —¡Te ha dado un duro, te ha dado un duro! guárdalo que nos lo pueden qui¬ tar! —Sí; es verdad,—dijo Pincharratas— me lo pueden quitar.—Y guardó apresu¬ radamente la moneda. El psicólogo nota aquí con tristeza el cambio de número gramatical. —Nos lo pueden quitar—dijo Zampa¬ tortas. —Me lo pueden quitar—dijo Pincha¬ rratas. ¡Oh, poder corrosivo del interés! ¡Y qué pronto corroes y deshaces los afec¬ tos! Aquella moneda era una cuña muy fina de plata, que empezaba á penetrar en la amistad de los dos granujas. —¡Qué bien vamos á cenar esta noche —dijo Zampatortas.--Anda deprisa y vamos á entrar en aquella taberna que allí está con sus cortinas encarnadas. — Yo no cambio la moneda,—dijo Pin¬ charratas.—Aunque no cene, no la cam¬ bio, que es lástima; y dicen que en cam¬ biando una moneda se va ella sola sin saber cómo. —Pero es que yo tengo mucha ham¬ bre. —Yo no tengo ninguna. —¿Pues cómo lo vamos á arreglar? — ¡Yaya, vaya! que pronto te ahogas. Haz lo que yo hice: pídele á uno que pa¬ se y puede ser que te dé otro duro. Y en¬ tonces tú tendrás el tuyo y yo tendré el mío, y cada uno hará del suyo lo que quiera. Zampatortas no contestó nada. Bajó la cabeza tristemente y sintió dos punza¬ das; una en el estómago, otra en el co¬ razón. Y esta fué la más dolorosa. Empezaba á dudar de Pincharratas. El hubiera dividido el duro entre los dos. Pincharratas no quería. ¡Paciencia! En aquel momento salía un hombre de la taberna, y, según las curvas que trazaba su centro de gravedad, estaba borracho. A él se acercó Zampatortas y le pidió una limozna en tono resuelto. Zampatortas iba siendo valiente. ¡La de¬ sesperación hace valientes á los hombres y á los chicos! Pincharratas, que se había quedado á cierta distancia, se reía con risa burlona y le gritó: —No le pidas á ese, ¿no ves que está borracho?, no te dará nada. —¿Que no le daré nada?—gritó el hombre, dando bordadas;—no le daré dinero, porque un hombre honrado no lo tiene; pero le daré todo lo que hay en la taberna: aguarda, chico, y ya.verás. Y dando un empujón á la puerta de la cortinilla encarnada, entró y salió á poco con medio pan blanco, tierno, riquísi¬ mo, y una soberbia chuleta. —Toma.—le dijo á Zampatortas—to¬ ma, y hártate, y cuando acabes, vuelve y te comerás todo lo que queda en la taberna. Cogió Zampatortas su cena y fué á unirse con Pincharratas; sin hablar pa¬ labra, los dos se marcharon al socabón. Ea llegando á él. Zampatortas, que conservaba íntegros el pan y la chuleta, le dijo con tono triste: ---¿De modo que la moneda es tuya y que esto es mío; ó quieres que, como siempre.partarnos entre los dos las dos cosas? —No, no; cada cual lo suyo. —¿Pero, tendrás hambre? —Yo no tengo hambre; lo que es sueño. tengo Y se echó en lo más hondo del soca¬ bón y fingió que dormía. Al pobre Zampatortas casi se le había quitado el hambre. Sin embargo, por dejar á salvo su dignidad, empezó á morder en el pan y en la chuleta; y tan agradecido se le mostró el estómago, que otra vez se le despertó el apetito; y desengaños, ingratitudes y tristezas fueron triturados por los fuertes dientecilios del muchacho, entre pedazos de carne y pedazos de pan. Todo cayó dentro; después se tendió io más lejos que pudo de Pincharratas y se quedó profunda¬ mente dormido. Pincharratas, en cambio, no pudo dor¬ mir en toda la noche. Con el duro apre¬ tado en la mano y la respiración fatigosa, sentía ansias extrañas, ambiciones enor¬ mes, tristezas vagas, y algo que le pun¬ zaba en la conciencia. ¡Acaso sería el re¬ mordimiento! El, Pincharratas; y el re¬ mordimiento, Pinchaconciencias; eran dos y eran uno. Con las primeras luces del día y apretando mucho el duro en la manita, se salió del socabón todo lo suavemente que pudo para no despertar á su compa¬ ñero; y se fué al puente; y se paró junto á un hombre que estaba vendiendo ca¬ fé; y como se sentía desfallecido, le dijo al vendedor ambulante: —Echeme usted un vaso bien caliente y con mucho azúcar. El vendedor le miró con desconfianza, porque el granuja era todo miseria y harapos; y al fin le preguntó con sorna: —¿Y tú con qué pagas? El granuja sintió que se le subía á la cabeza una bocanada de soberbia; y sa¬ cando el duro lo arrojó diciendo: —Con esto. El vendedor lo cogió; y después de mirarlo y hacerlo sonar sobre una pie¬ dra, le dijo con soberano desprecio: —Pues como si no pagases con nada; porque es falso, más falso que Judas. Pincharratas quedó muerto. Cogió maquinalmente el duro y. sin saber lo que hacía, se volvió al socabón. Pero ya no estaba Zampatortas. En el suelo había unas migajas de pan, unos pellejos de carne, y el hueso de la chu¬ leta. Pincharratas se dejó caer: y sin darse cuenta de lo que le pasaba, con un dolor muy grande en el estómago; con una angustia muy grande en el alma; con los ojos turbios, las manos temblonas y el hipo en la garganta, se puso á comer las migajas de pan; después á roer el hueso de la chuleta; y al fin, en un arranque de desesperación, mordió el duro con todos sus dientes. El duro sería falso, pero era muy du¬ ro, y Pincharratas se rompió un col¬ millo. Al fin rompió á llorar y se echó en el suelo, hundiendo la cara en la arena del socabón. José Echegaray. MI NOVIA Instado por varios amigos, fuimos á dar una gira campestre, hasta el vecino pueblo de Fornalutx. Por los preparati¬ vos que el cocinero había hecho sabía que sería suculento el almuerzo y que dado el carácter alegre y chistoso de al¬ guno de ellos nos prometíamos pasar un día divertido. Emprendimos la marcha antes que Boquirrubio nos dejase sentir sus rayos abrasadores y sin apercibirnos de ello, entretenidos en amena conversación ya estábamos sentados bajo aquellos fron¬ dosos árboles que dominaban con su bello ropaje aquella pintoresca casita propia para pasar temporadas de verano Recorrimos aquellos alrededores admi¬ rando el bello panorama que se presen¬ taba á nuestra vista. Yo tenía un inte- terés más que particular en merodear por aquellos sitios. Más tarde fué pre¬ sentado por mi amigo Paco á su vecino don Teodoro, que en compañía de su familia disfrutaba en su estancia vera¬ niega la frescura apasible y relativa tranquilidad del tiempo, privado casi por completo éste señor del contacto so¬ cial. Rosita, hija única de aquel matrimo¬ nio, era el encanto del hogar y la que desde algún tiempo hacía dominaba mi corazón; sus padres la mimaban, la ado¬ raban con verdadero frenesí, siendo su única distracción proporcionarle todos aquellos inocentes placeres propios de su tierna juventud. Nadie se había enterado de nuestra co¬ rrespondencia mútua, más que su cria¬ da de confianza, que con cauteloso afán, cumplía su cometido. Don Teodoro, nos recibió con su acostumbrada amabilidad y durante la entrevista fué muy com¬ placiente con nosotros. Rosita estaba en el jardín, su lugar favorito; y al con¬ templar de nuevo la esbeltez de su cuer¬ po, sn blonda y rubia cabellera que me¬ cía la fresca brisa á discreción, quedé emocionado y me dispuse á poner en práctica lo que desde tiempo deseaba mi corazón; llamé á parte á su padre y le pedí permiso para sostener relaciones, y más tarde utairme en indisoluble lazo con su hija. El no ignoraba mi buena posición, sanas constumbres y modo de ser, esta¬ ba casi seguro que no me negaría el placer de sostener relaciones libremente con mí idolatrada Rosita. Vencido el plazo que me dieron para pensarlo, fué aceptada mi proposición y entonces, á su lado, admirabaaque.i her¬ moso candor que tanto la enaltecía, en sus ojos, sus pupilas, su tez, en su na¬ carada frente, en sus sonrosadas meji¬ llas se echaba de ver aquel nuevo ger¬ men, aquella nueva idea, que lentamen¬ te había brotado de sn corazón, en todas sus acciones había demostrado que sim¬ patizaba con la bella idea de nuestra pasión. Transcurrió el tiempo y nos amába¬ mos con ternura, sonreía á nuestro al¬ rededor la dicha y la felicidad, y sin pensarlo, se disipaba por momentos para no volver jamás; ¡nada es duradero en en este mundo! y motivado a leves do¬ lencias tuvo que guardar cama, latos se iba apoderando de ella y sus bellas facciones palidecieron notablemente. Mejorada algo, aunque no del todo de su salud, con el afán de comunicar¬ nos mutuamente nuestras íntimas im¬ presiones tuvimos unas cuantas entre¬ vistas retificando en todas sus partes la unidad de nuestros pensamientos domi¬ nados por el amor. Sus amados padres, le prodigaban todo género de cuidados que su enfer¬ medad requería haciéndole de este modo más llevaderos los sufrimientos que la dominaban; volvió de nuevo á levan¬ tarse. pero no yá, con aquél hermoso carmín que siempre envolvía sus meji¬ llas. Parecía que la tristeza la domina¬ ba. ya no oía el gorgeo de las aves á la caída de la tarde pasándose a los árboles más cercanos para saludarla, ni la fresca brisa que interceptándose por dentro el verdoso follaje de los palos la saludaba, y jugueteaba á discreción con sus luen¬ gos y rubios cabellos, de sn pálida y demacrada frente, ya no se veían aque¬ llas afables sonrisas, aquellas cariñosas miradas, ^ue parecía compartía con ellas lo mismo penas que felicidades con la misma naturaleza. Nada oía, nada, nada; únicamente se apercibía sn enfermo corazón de aque¬ llos tristes recuerdos que minaban su débil existencia; todo ya le parecía áella triste, lúgubre, fugaz, veloz; la alegría había desaparecido de ella como por en¬ canto. ¡Ay. Miguel! me decía. ¡Cuán desgra¬ ciada soy! Son grandes los sufrimientos que padezco, porque veo se desvanecen mis más puras ilusiones y que terrible enfermedad va minando mi existencia y como nuestro destino pende délo alto, acojamos con humildad y paciencia el inmutable destino de nuestro Creador. Los síntomas de mi enfermedad son harto conocidos; yo ya no .puedo ser tu esposa y caso que fuese así te haría des-» graciado; conozco, que mi vida se va acortando y si llegase á faltar, deseo que mis padres vean en tí ün segundo hijo, que no te separes de sil lado y estoy convencida, que debido al amor y á la estimación que me profesas, tu Rosita quedará siempre grabada en tu corazón. Emocionado le repliqué, desecha de tí esta tristeza que te domina, puesto que según las indicaciones del doctor es leve, la enfermedad que de momento quiere dominarte. Será cuestión de po¬ cos días y cuando haya renacido en tí la calma y tranquilidad, quieren nuestros padres que se cumpla lo que hace tiem¬ po nos tienen prometido. Iban pasando los días y mis visitas eran frecuentes, una tarde sus síntomas eran muy alarmantes y no vacilamos de acuerdo con sus padres en mandar á buscar de nuevo ai doctor, la observó atentamente, encargándonos que lo que más necesitaba era reposo y tranquili¬ dad, Al insistirle que me dijera, su pro¬ nóstico me dijo: Es grave, fatal, lo mis¬ mo puede vivir un año que un día. Esa enfermedad es traidora, cruel, rebelde, arrebata á los pasientes de los mismos brazos del médico; la tisis es el azote-de la humanidad, es la sombra funesta que halaga y seduce á las constituciones débiles y tras de sufrimientos penosos la medicina nada tiene que hacer y su¬ cumben con lentitud á esa enfermedad ftiortífera del género humano. La tos la dominaba por momentos era el grave síntoma de su enfermedad; su madre cariñosa no se apartaba de su le¬ cho, era el ángel que Dios le mandaba, para que algo la mitigara en sus pade¬ cimientos y le ayudara á cerrar con se¬ ductores besos, ios juveniles labios de aquella hija querida de su corazón. Su muerte fué la de un ángel, parecía que estaba dormida, su alma acariciada por los aromas de aquel ambiente pri¬ maveral, se elevó allá en el regazo de Dios. Ha transcurrido un año; diariamente nuestro Miguel vestido de riguroso lato se encamina al cementerio, en donde reza fervorosamente encima de la tum¬ ba de su amada, depositando á la vez algunas flores de las más predilectas de su jardín y cuando el crepúsculo déla noche cubre de luto aquellos lúgubres alrededores, regresa de nuevo satisfecho de haber cuinplíáo con su deber al ofre¬ cerle que la amaría siempre aunque fue-1 se sin esperanza. Damián Ozonas. Sóller 7 Agosto de 1901. A ROSA Flor que lozana crecistes, al Calor de tu hogar, de tierra estraña vinistes á tu pueblo, á pasear. En nuestro rico verjel, de flores la más hermosa eres tú, bellísima Rosa que predominas en él. Tus diez y siete abriles bien empleados están pues, tus gracias juveniles son admiradas con afán. Y es que tu hermosura ya no admite rival; ni en gracia, ni en cordura, se hallará otra igual. La pátria de Víctor Hugo cobija tu bien estar ¡sé feliz niña del alma en tu hogar paternal! Daniel. Sóller 12 Agosto de 1901. Agricultura SOBRE ALGUNAS COCHINILLAS DE US PLANTAS QUE DAN ORIGEN A LA NEGRILLA VIII La Negrilla En el método seguido en el presente trabajo hemos llevado una marcha >.a~ SOLLER 2 versa á la que generalmente sigue el nutrición, es decir, lo matara por una nuestra desdichada España sucede muy Fué paseado el acostumbrado buey estancia en la importante ciudad agricultor. Este ve primero la negrilla acción puramente física. contadas veces. Para baldón y desdoro al son de la gaita y tamboril por de Inca. -que las cochinillas, y sólo cuando al¬ Ahora bien; ¿á expensas de quien vive de las ideas republicanas se hubo de ver las calles de esta población y en guien le dice que aquella es consecuen¬ este hongo, que insertado sobre una el sábado último ante nuestro Municipio, la noche de ambos días buho mú¬ cia de éstas, fija su atención en la planta planta, nada pide al contenido de sus un espectáculo bien triste. Ahogar la sica por la banda del Sr. Galmés Volvemos á hacer pública la no¬ enferma y nota que, efectivamente, to¬ tejidos? Ya hemos dicho antes que se voz en plena sesión á un concejal que en un catafalco instalado en las ticia de que en el viaje que acos¬ das las ramas están invadidas por los in¬ sectos. De esta falta de observación pro¬ cede el error tantas veces repetido de buscar un remedio para la negrilla, sin preocuparse de si contra ella, realmente, desarrolla en un medio azucarado, el cual es producido ordinariamente por las cochinillas que atacan á las plantas, deduciéndose de aquí una primera con¬ secuencia: los ataques de negrilla van defendía sus convicciones, han de saber los republicanos de Sóller y su presiden¬ te, que no es de ley; que es ahogar la misma libertad, prerrogativa excelsa, inefable y natural que tanto, ellos, jus¬ inmediaciones de «Can Papa», ade¬ más del baile que tenía lugar frente la iglesia de aquel arrabal. La concurrencia que asistió á tan deliciosa fiesta fué numerosa. tumbra hacer á últimos de cada mes el vapor «León de Oro», en el ac¬ tual adelantará su salida y saldrá para Barcelona y Cette el viernes día 30. del actual. debemos proceder. La ciencia, observadora atenta del me¬ nor detalle, ha procedido con más méto¬ do, llegando á la conclusión siguiente: la negrilla se desarrolla sobre un medio azucarado, y éste es 'producido general¬ mente en los vegetales por las deyecciones de algunas cochinillas y excepcionalmen¬ te, jpor circunstancias especiales. He aquí explicado el por qué del método por no¬ sotros seguido; hemos estudiado la cau¬ sa, las cochinillas; tócanos ahora descri¬ bir el efecto, la negrilla. Con diferentes nombres se conoce la negrilla. En Alemania se la llama russtJiau, en Francia fumagine, noir ó mor- phée, en Italia fumaggine, ñero ó morfea, y entre nosotros negro, negrura, tizne, mangla, melaza, aceitón, etc. Los caracteres que á simple vista pre¬ senta la negrilla sobrado conocidos son precedidos en la mayoría de los casos por los de las cochinillas. Parece demostrado por Comes que, por excepción, la negrilla puede mani¬ festarse también en ausencia de las co¬ chinillas, pero de un modo accidental y merced á la producción de substancias azucaradas, hijas de perturbaciones fi¬ siológicas debidas á determinados esta¬ dos de humedad y de calor. Estos dos últimos factores, aparte de la acción que hemos señalado, tienen sobre la negrilla igual influencia que sobre los demás hongos. Su esfuerzo combinado ayuda al mejor desarrollo de la negrilla, siendo esto más de notar en las plantaciones muy espesas, situadas en terrenos bajos y fértiles, donde la ve¬ getación es muy lozana y los vientos pe¬ netran poco. En estas condiciones la ne¬ tamente ensalzan. Y nos dirigimos á los republicanos porque vimos que llevaban la batuta. Se comprende que uua vez oídas con atención las discusiones, y visto el resultado de la votación ó del acuerdo, indignados contra la injusticia, si ésta hubiese prevalecido, hubieran los republicanos improvisado una imponen¬ te manifestación de protesta, y hasta hu¬ bieran tomado una actitud amenazado¬ ra; pero no se comprende la rastrera é insolente algarada del sábado pasado. Es necesario que se convenzan tales republicanos que procediendo de esta manera, se deshonra y se desacredita y se ultraja al sistema que es áncora y es¬ peranza del futuro bienestar universal; es necesario que vean que con sus abe¬ rraciones en lugar de conseguir el esta¬ blecimiento del ideal democrático, aca¬ Acabamos de saber que la men¬ cionada banda de música ameni¬ zará las veladas de hoy y mañana en un tablado que se ha instalado en las inmediaciones del Pontet. A divertirse pues, juventud so- llerense. Por no haber reunido suficiente número, de pasajeros no se verifi¬ cará el proyectado viajé del vapor «León de Oro» al delicioso Torrent de Pareys. De veras lo sentimos y es lásti¬ ma, que un viaje tan higiénico, no haya podido realizarse. «Duración de los abonos mine¬ rales en las tierras arables» se ti¬ tula un folleto que acaba de pu¬ blicar la biblioteca de La Agricul¬ tura Española, que dirige el Doctor B. Aliño. Dicho folleto, escrito por el ilustrado catedrático de Agri¬ cultura D. Rafael López M. Buenrostro, se ocupa en primer lugar de las propiedades retentivas de las tierras en general, pasa después á estudiar dichas propiedades con re¬ lación á las primeras materias, y por último inserta un capítulo de comprobación experimental, consti¬ tuyendo un trabajo que conside¬ ramos de gran utilidad para los labradores, boy que tanto se ha de todos: una substancia pulverulenta y negruzca recubre los órganos más jóve¬ nes del vegetal; si este es un olivo, ve¬ remos cubiertos por esa especie de ho¬ llín, no sólo las dos caras de las hojas, si que también los troncos; el olivo pre¬ senta un aspecto triste, y según Pri- grilla se desarrolla con gran facilidad, pero entiéndase que no por esto queda excluida de los parajes pobres y secos, donde también la hemos observado con alguna frecuencia. El tratamiento de la negrilla no pre¬ senta dificultad alguna, bastando pul¬ rrean sobre la república como acarrearon los del setenta y tres, el aborto y la muerte; y hacen que el nombre de re¬ publicano sea sinónimo de demagogo. B. F. Sóller Agosto 1901. Se ha generalizado bastante la higiénica costumbre de tomar ba¬ ños de mar y con tal motivo con¬ curren todos los días por la ma¬ ñana y á la caída de la tarde, gran número de personas á las playas de este puerto. generalizado el uso de primeras materias para abonos. Puede pedir¬ se este folleto, cuyo precio es de 50 céntimos de peseta, á la Admi¬ nistración de La Agricultura Espa¬ ñola, plaza de Cajeros, 6, Valen¬ cia. ilieux, «Si la negrilla ataca al olivo antes verizar el vegetal enfermo con disolu¬ Ya que no podemos contar con de la floración, éste no florece ó lo hace ciones de sulfato de cobre, para que al un cómodo establecimiento de ba¬ — con dificultad, secándose las ramitas ó poco tiempo caiga la costra negra que lo ños, creemos es deber de la auto¬ quedando raquíticas. Si el olivo había cubre. El mismo caldo bordelés emplea¬ Crónica Local ridad local, el procurar para los EN EL AYUNTAMIENTO .florecido ya cuando le ataca la negrilla, do contra el mildew será bueno para la bañistas la tranquilidad posible y las flores se desecan y caen del árbol; si negrilla. Pero con estos tratamientos el fruto está formado, la negrilla lo hace sólo se consigue un efecto pasajero, por¬ la mayor suma de comodidades En la tarde del pasado domingo dentro de los mismos medios de Sesión del día 10 Agosto de 1901 caer; finalmente, si el fruto está adelan¬ tado, impide que aumente de volumen y disminuye en mucho la cantidad de aceite que debiera rendir en el molino.» Caracteres muy parecidos se notan en el naranjo: las hojas pierden su brillan¬ te coloración verde, quedando recubier¬ tas por dicho polvo negro, y como si esto no fuera bastante para dar un as¬ pecto desolador á las plantaciones de naranjos, el fruto, que por su contraste de color causa admirable efecto, queda que la negrilla sí conseguiremos que desaparezca, más como el medio azuca¬ rado en que se desarrolla persiste, y siempre queda algo de la criptógama que permita su reproducción, de aquí se sigue que siendo bueno el tratamiento basado en el empleo del sulfato de co¬ bre, es insuficiente para luchar contra ella. Precisa, pues, combinarlos tratamien¬ tos de las cochinillas con los del sulfato de cobre, como único medio de obtener ocurrió Aína lamentable desgracia. Un hombre llamado Matías Ripoll Estades estaba cogiendo ciruelas en su huerto, en las cercanías de La Jaulera, cuando debido á la po¬ ca solidez de la escalera que em¬ pleaba, cayóse sobre un montón de piedras produciéndose la rotura de una vértebra de la región cervi¬ cal con lesión medular, que le de¬ jó en estado de suma gravedad. Acudieron en su auxilio algunos que se dispone actualmente. No obstante de estar acordado la sepa¬ ración de sexos y la de las perso¬ nas y caballerías en el baño, es¬ tamos enterados de que no se cum¬ ple tan acertada disposición, lo cual ocasiona muchas protestas. Esperamos, pues, que la auto¬ ridad dictará las órdenes oportu¬ nas para que no sean letra muer¬ ta sus mismas disposiciones. Presidióla eí Alcalde Sr. Canals y asis¬ tieron á ella los concejales Sres. Canals (D.), Coll, Palón, Joy, Estades, Oiivery Deyá. Se dió lectura al acta de la anterior y fué aprobada. Entrando en el despacho ordinario se reprodujo la lectura de la instancia pre¬ sentada por D. Matias Moner. Discutido estensamente el aumento de gratifica¬ ción que solicita, quedó acordado por unanimidad aumentarla hasta 50 pese¬ tas anuales. Acordóse pasara á informe de la Co¬ también ennegrecido, como si una lige¬ ra capa de carbón recubriera toda su superficie, quitando así gran parte de su valor á un producto en el que la a pa¬ ciencia entra por mucho, tanto en su .forma como en su coloración. Iguales efectos produce la negrilla en la vid; las ramas quedan recubiertas por idéntica capa negra, especialmente cuan¬ do sólo tienen una consistencia herbᬠcea; los frutos, en virtud de esta capa verdaderamente aisladora, no llegan á su completa madurez, dando la planta un producto defectuoso si se destina d uva de mesa, y con un gusto especial si se desea obtener vino. La substancia negruzca y pulveru¬ la completa destrucción de los insectos y la criptógama. Recientemente se han publicado los resultados obtenidos en una serie de en¬ sayos comenzados por Chappaz y conti¬ nuados por Vidal, en el Mediodía de Francia. De ellos se deduce que el mejor tratamiento mixto consiste en dos apli¬ caciones (Junio-Septiembre) del caldo bordelés adicionado cou un litro de esen¬ cia de trementina. Un tratamiento en Junio, cuando se avivan las cochinillas, y otro en Septiembre, cuando la hume¬ dad ayudada por el calor activa el desa¬ rrollo del hongo, parecen haber sido su¬ ficientes para hacer desaparecer la en¬ fermedad en los olivos ensayados. lenta que hemos visto recubriendo los* órganos de distintos vegetales, la negri¬ E. López Guardiola. lla, es un hongo que los botánicos han incluido en el grupo de las perisporid- ceas, género capnodium. Los muchos autores que se han dedicado á su estu¬ Tribuna pública dio y la diversidad de las plantas sobre las que se desarrolla, han sido causa de LOS DEMAGOGOS que su sinonimia científica sea muy ex¬ tensa. Prillieux, sin que tenga la segu¬ ridad de que sean distintas formas, ad¬ mite las siguientes: el Capnodium elaeo- Hay en la sociedad humana una gran parte de individuos que arrancados an¬ tes de tiempo de la educación é instruc¬ phitum para el olivo y el Capnodium citri para el naranjo. Ni liemos de entrar á discutir esta esta cuestión, ni nos he¬ mos de detener en la descripción de estos ción por una de esas arbitrariedades fa¬ tales de la ley, son después arrastrados por los azares peligrosos que plagan los pueblos, y van flotando en la superficie hongos, asuntos todos que estarían fue¬ del mar tempestuoso de las pasiones, y ra de lugar en un estudio esencialmente se mueven á merced de cualquier olea¬ práctico como el presente. Bastará saber da, venga de donde viniere, y en el cur¬ que los órganos de este hongo no pene¬ so de su carrera, desbordándose de ma¬ tran en el interior délos tejidos délas dre, unas veces destruyen, aniquilan y plantas atacadas, y de aquí la facilidad siembran la muerte, y otras transponen, con que se desprende de las hojas ape¬ renuevan, cuajan malezas, y tras de sí, nas se pasa sobre ellas el dedo. dejan desparramada la fecunda semilla Esta capa negra, seca y pulverulenta de la regeneración; según si son impeli¬ unas veces, brillante y pegajosa otras, dos por ana de esas leyes de reacción está constituida por los órganos de nu¬ con su fanatismo, y de progreso con su trición del hongo, los cuales sirven de justicia y libertad. Estas masas de indi¬ sostén á los de reproducción, formando viduos inconscientes á la serena razón, todo ello una espesísima red de mallas cuando son dirigidas por una cabeza in¬ tan tupidas que á su través difícilmente sensata, por una cabeza inculta, se con¬ pasa la luz. siendo consecuencia natural vierten, ni más ni menos, en demago¬ la poca intensidad con que se cumplen gas. es decir en terribles y tiránicas fu¬ en el vegetal los fenómenos de respira¬ rias que esparcen el espanto y desola¬ ción y transpiración, así como la forma¬ ción entre la humanidad; pero cuando ción deficiente de la clorofila. El parasi¬ al frente tienen á uno de esos genios be¬ tismo, pues, de la negrilla no es funesto néficos y de gran corazón que compren¬ para la planta á la manera como obran den las miserias humanas y se compa¬ otras eriptógamas; más bien pudiera- , decen de ellas, entonces resulta que al mos comparar su acción á la de una li¬ impulso de su fuerza avasalladora, me- gera capa de cera negra que, recubrien¬ tamorfosean, regeneran y prosperan y do los órganos del vegeta!, impidiera adela ntan. las naturales funciones de respiración y j Pero esto úLtimo,. por desgracia, en vecinos, quienes llevaron al herido á su casa que la tenía en la calle de San Pedro, donde le practicó la primera cura el facultativo señor El telégrafo, con su acostum¬ brado laconismo, nos comunicó ayer tarde, la triste noticia de ha¬ ber fallecido en San Juan Bautis¬ Mayol. Víctima del desgraciado acci¬ dente, falleció el miércoles por la mañana. Por la noche verificóse la ta de Tabasco (México) nuestro paisano y estimado amigo D. Mi¬ guel Ripoll y Deyá, Gerente de conducción del cadáver al cemen¬ la importante casa de comercio de terio, á la que asistieron gran nú¬ mero de socios de la Defensora Sollerense presididos por la Junta Di¬ rectiva, los cuales fueron á rendir el último tributo de compañerismo al malogrado consocio. Descanse en paz el alma del fi¬ nado. aquella capital «M. Ripoll y Com¬ pañía » Sumida en el mayor desconsue¬ lo ha quedado su familia al reci¬ bir la fatal noticia, la que se ha esparcido por la población con la rapidez del rayo. Los numerosos amigos del apre¬ ciable jó ven han quedado conster¬ nados y no pocos se han apresu¬ Salió, á las siete de la tarde del rado á prodigar frases de consuelo domingo último, para los puertos á la familia que le llora, deseosos de costumbre, el vapor León de de mitigar el dolor que experi¬ Oro, llevándose variada carga y un menta por tan irreparable pérdida. regular número de pasajeros. Vi¬ Si sensible es la muerte de un mos entre estos, al consignatario ser querido en todos tiempos y cir¬ del mencionado vapor en Cette, cunstancias, muchísima más ha de D. Guillermo Colom Rullán y á serlo cuando por razón de la dis¬ su distinguida esposa é bija. tancia, no han podido los que le Esta mañana ha fondeado en quieren, recoger el último suspiro. nuestro puerto, procedente de Bar¬ Haciéndonos, pues, cargo del in¬ celona. menso dolor que aflige á su padre D. Jaime Ripoli Pons y demás fa¬ milia del finado, enviárnosles, des¬ Las averiguaciones practicadas de las columnas del Sóller la es- por la fuerza de la Guardia civil para detener al autor del robo co¬ metido en la casa de nuestro ami¬ go Sr. Lanuza, dieron por resul¬ presión de nuestro más sentido pósame y pedimos á Dios dé al alma del malogrado joven, descan¬ so eterno. tado la detención de un sujeto que Afe: intentaba embarcarse para Francia en el vapor de esta matrícula, hahiendo sido puesto á disposición del Juez municipal de esta villa. < El lunes por la noche se rezará en la iglesia parroquial el santo rosario y el día siguiente á las S y inedia se celebrarán solemnes honras fúnebres en sufragio de su Con extrema lucidez celebraron alma. los vecinos de la calle del Cemen¬ terio y adyacentes la fiesta popu¬ lar debidamente anunciada en nues¬ tro anterior número. Hubo bailé al estilo del pais en el redondel de la plaza de toros y amenizaron las veladas del sábado y domingo las dos bandas de mú¬ sica de esta localidad, sobre los dos tablados que había levantados. Parece que los socios que compo¬ nen el «Orfeón Republicano Sollerense» tienen organizada una ex¬ cursión artística. Resueltas las pequeñas dificul¬ tades que se presentaban para lle¬ varla á cabo, saldrá esta noche para Inca, dicha masa coral, para saludar á sus correligionarios de aquella ciudad, al propio tiempo Siguen las fiestas populares. En los días del miércoles y jueves la celebraron los vecinos de la calle de la Alquería del Conde.. que obsequiarles, en su visita, con el canto de las hermosas composi¬ ciones de que consta su repertorio. Deseamos les sea grata su corta misión de Obras varias instancias solici¬ tando permiso para verificar diferentes obras particulares. Con arreglo á lo informado por la misma Comisión, se concedieron los per¬ misos solicitados en anteriores sesiones para ejecutar obras particulares. Se acordó quedara ocho dias sobre la mesa una instancia presentada por don Luis Palou Pastor, en la que pide se le restituya en el cargo de Secretario de este Ayuntamiento, en virtud de la Real orden por la que se declaró destituido á D. Miguel Lanuza del expresado cargo. Se acordó verificar varios pagso. El Sr. Estades suplicó al Secretario die¬ ra lectura al acta levantada de la decla¬ ración de los testigos presentados por el destituido fiel del Puerto, para justificar la salida de las mercancías del tránsito verificado el dia 13 de Abril de 1896; pe¬ dida autorización al Sr. Presidente, se procedió á la lectura de la misma y una vez coucluida, el Sr. Estades pidió la pa¬ labra y obtenida dijo lo siguiente: Entre la natural amargura que forzo¬ samente be de sentir por los escándalos ocurridos en la sesión anterior, ya he te¬ nido una satisfacción que debo consig¬ nar. He tenido la satisfacción que al¬ gunos elementos de los que tomarou parte en aquella algarada, bien di¬ recta ó bien indirectamente han dicho que habían sido engañados, y este enga¬ ño es un baldón inás de vergüenza y de ignominia para aquellos que, encargados de velar por el orden, no vacilaron en apelar incluso al engaño para promover el desorden, y conseguir, de esta mane¬ ra la reposición del fiel del Puerto que no podían conseguir por las vías legales de la discusión y de la luz. Ya me ocu¬ paré de esta verdadera ignominia come¬ tida por nuestro Alcalde con la que vie¬ ne á rubricar las postrimerías de su vida política. (El Sr. Alcalde: Que conste en acta.) Vine aquí el sábado pasado para asis¬ tir á una sesión del Ayuntamiento y me encontré con una verdadera emboscada que se había preparado á la mayoría de este Ayuntamiento, y desde este mismo sitio, con la buena í'é del corazón y razo¬ nes en los lábios me proponía convencer, á los que me oían, de un acto de justicia realizado por dicha mayoría; de la desti¬ tución del fiel del Puerto; pero los que habían venido aquí no querían escuchar mis razones; habían venido precisamente para abogar mi voz y mis razones con su gritería, y mis razones eran contesta¬ das con insultos y groserías que tanto gusto daban al Sr. Alcalde; pero los tiempos cambian, Sr. Alcalde; la razón puede ser más ó menos perseguida, más ó menos combatida, pero tarde ó tempra¬ no triunfa, y ha sonado la hora, Sr. Al¬ calde,. de que la razón triunfe. De aque* 3 S OLLER ilos mismos elementos que el sábado an¬ terior vinieron aquí para silbarme, ya es posible que ahora deseen escucharme. Para ellos y para todo Sóller voy ha hacer historia de lo ocurrido acerca del asunto del fielato del Puerto. Tuve noticias de que en el fielato del Puerto se robaba y cumpliendo con el deber de concejal y con un deber de mi conciencia, di cuenta al Ayuntamiento. ¿Podía obrar de otra manera cumpliendo con los deberes de mi cargo y de mi con¬ ciencia? ¿Hubiera acaso obrado de otra manera otro Concejal en mi lugar? En caso afirmativo hubiera faltado á sus de¬ beres. Di cuenta al Ayuntamiento, repito y és¬ te como primera providencia llamó al fiel del Puerto con el encargo de que presen¬ tara las plaguetas, en las que me habían dicho existía la prueba del robo que come¬ tía aquel empleado. Vino el fiel del Puer¬ to ante el Ayuntamiento, pero las pla¬ guetas no vinieron; estaban rotas, dijo; las había roto dos días antes del en que le habíamos llamado, y al preguntarle porque las había roto, contestó que las había roto porque el visitador Sr. Calíais las había comprobado. Preguntado el vi¬ sitador Sr. Canals en aquel mismo acto y á presencia del fiel del Puerto si era ó no cierto que hubiera comprobado dichas plaguetas, contestó que no las había com¬ probado; pero aún hay más acerca de es¬ tas plaguetas: el mismo visitador señor Canals, que cuando practica visitas de inspección á los fielatos es tanta autori¬ dad como el mismo Sr. Alcalde, en 27 ó 28 de Febrero último, en ocasión en que encontró cerrada la documentación del fielato del Puerto, ordenó á aquel fiel, que aquellos documentos debían es¬ tar abiertos, y sin embargo á pesar de dicha órden, las misteriosas plaguetas auxiliares de los adeudos de pescado, continuaron tan cerradas como lo esta¬ ban antes de la referida órden. ¿Sabéis que defensa ha hecho aquí el Sr. Coll del fraude que manifiestan los hechos referidos? Pues que el fiel del Puerto se había turbado cuando dijo ha¬ ber roto las plaguetas después de com¬ probadas. De modo que si al fiel del Puerto se le atestiguara por medio de notario y testigos que le habían pasado una carretada de licores por delante del fielato, aceptando la escusa de la turba¬ ción que alega el Sr. Coll, también ha¬ bríamos de aceptar la escusa de una dis¬ tracción que alegara el fiel del Puerto por la carretada de licores que por me¬ dio de notario y testigos se le compro¬ bara. ¿Sabéis que defensa ha hecho aquí el Sr. Alcalde de las plaguetas que rompió el fiel del Puerto? Pues que no son do¬ cumentos oficiales, y esta afirmación es falsa, absolutamente falsa. Estas pla¬ guetas son tan oficiales como los docu¬ mentos más oficiales del fielato del Puer¬ to. Desde el momento que estas plaguetas son indispensables para la compro¬ bación de los otros documentos que el Alcalde llama oficiales ¿cual es el objeto de la documentación del fielato del Puer¬ to? El objeto de esta documentación no es otro, que el poder comprobar con ella la verdad de las operaciones que se rea¬ lizan en aquel fielato. Estas plaguetas, pues, con indispensables para comprobar la verdad de estas operaciones. Sin di¬ chas plaguetas ¿de que servirían los de¬ más documentos del fielato del Puerto, en cuanto á adeudos de pescado se refie¬ re? De nada absolutamente. Sería exac¬ tamente igual que el fielato marchara sin documentación y de ahí que haya afirmado de una manera terminante y absoluta, que estas plaguetas son tan oficiales, como los demás documentos que el Sr. Alcalde llama oficiales. ¿Sa¬ béis que otra razón ha hecho el sefíor Alcalde en defensa de que el fiel del pié al andar por entre los charcos que Puerto podía romper á su antojo las existen en el fielato del Puerto. Así las plaguetas de que se trata? Pues que no cosas, y confirmándome más en la idea se le había ordenado que las conservara. de que dichos señores nada encontrarían El fiel del Puerto ya sabía que debía del robo que se perseguía, propuse al conservarlas desde el momento que de¬ Ayuntamiento que nombrara una Comi¬ claró haberlas roto después de compro¬ sión especial para estas averiguaciones badas, pero ya que el Sr. Alcalde no lo sabe ni lo quiere saber, yo le digo que debía saberlo y le diré la manera como debía saberlo. de la que me ofrecí á formar parte, y na¬ turalmente que esta Comisión ya en sus primeros pasos encontró los charcos de los que el Sr. Alcalde y el Sr. Coll huían. Si el Sr. Canals en vez de perseguir á unos y favorecer á otros, según sean sus amigos ó enemigos. ¡Ay de Sóller y ay de vosotros que el sábado pasado le aplau díais! la verdad que le aplaudías ver¬ daderamente avergonzados ele lo que ha¬ cíais le aplaudíais de una manera ver¬ gonzante y ruborosa, ¡ay de vosotros y ay de Sóller! repito, si este Alcalde no hubiera tenido en frente la mayoría de este Ayuntamiento y este Concejal que le hubieran contenido sus pasiones y sus Esta Comisión averiguó que el fiel del Puerto al mismo tiempo que fiel era co¬ merciante de aguardientes y licores, que hacía introducciones de aguardientes y licores mezclados con tránsitos de estos mismos artículos y que el padre de dicho fiel era el que conducía estos tránsitos é introducciones. ¿Qué hace el comerciante que trafica con un artículo determinado? Lo encarga, lo recibe, lo vende, lo paga y lo cobra. Pues esto mismo hacía el fiel del Puerto, con los licores y aguardien¬ instintos de venganza que tenía deseos tes y al mismo tiempo los intervenía de satisfacerl (El señor Alcalde que cons¬ como fiel del Puerto. Es decir, que al te en acta.) Si el señor Alcalde en vez mismo tiempo que con una mano perse¬ de dedicarse á saciar estos instintos guía los productos de este negocio con de venganza, hubiera sabido que exis¬ la otra mano firmaba las operaciones á tía un fielato del Puerto y hubiera sabi¬ que habían tenido que sujetarse estos do que existían estas plaguetas y las hu¬ artículos en el fielato del Puerto. biera examinado, habría ordenado que se ¿Sabéis que deíensa ha hecho el Alcal¬ conservaran; pero al Sr. Alcalde no le de, de este negocio fraudulento del fiel importaba ni le importa la documentación del Puerto? Pues que solo había hecho del fielato del Puerto, lo que le importaba algúu encargo á su padre, de licores y é importa es que aquel fiel esté en dicho aguardientes para algún amigo que se lo fielato, aunque para conseguirlo haya había pedido; que no tenía establecimien¬ tenido que apelar al desorden. to abierto y que no cobraba comisión de Creo haber comprobado que las pla¬ este algún encargo para algún amigo guetas rotas por el fiel del Puerto eran suyo. oficiales. Veremos ahora como el Sr. Al¬ El Sr. Alcalde ha dicho, y creo que calde prueba lo contrario y veremos como consta en acta, que solo había hecho alel Sr. Coll que en medio del entusiasmo gúu encargo de aguardientes y licores, y que le produjo un viva abordado, se per¬ sin embargo le consta, porque lo ha leí¬ mitió el chicoleo de decir que yo hablaba do como yo, en el mismo documento ofi¬ eu solfa. Veremos como con su oratoria cial, que en una relación que hicimos robusta, vigorosa y convincente contesta sacar á un empleado de este municipio, á esta solfa que he cantado y cantaré. que el fiel del Puerto, según dicha rela¬ Después de estos hechos que transpa- ción, ha hecho treinta y seis tránsitos y rentan de una manera bien clara el frau¬ catorce introducciones. ¿Treinta y seis de habido en el fielato del Puerto, pol¬ tránsitos y catorce introducciones pue¬ los que todos los Alcaldes y Tenientes den considerarse como algún encargo de Alcalde del universo reconocerían una para algún amigo del fiel? ¡Si fuera así culpabilidad en el fiel del Puerto; este Alcalde que nos preside y el Teniente de Alcalde Sr. Coll, no tan solo no recono¬ tendríamos que confesar que los amigos del fiel viven en constante borracheral Pues el Sr. Alcalde que sabía que el fiel cieron esta culpabilidad, siuó que se atre¬ del Puerto había hecho 36 extracciones vieron á decir que dicho fiel, á pesar de y 14 introducciones ha dicho y consta en lo sucedido le consideraban muy digno acta que el fiel del Puerto solo había he¬ de continuar desempeñando aquel cargo. cho algún encargo para algún amigo. ¿Es Esta manifestación puesta en boca del Aesto encubrir ó perseguir el robó que se Alcalde y Teniente de Alcalde me sor¬ persigue? Que juzgue el Ayuntamiento y prendió y desde luego me dió á compren¬ la opinión pública. der que no serían ellos que descubrieran Ha hecho también el Sr. Alcalde la el robo que se perseguía. No tan solo defensa de que el fiel del Puerto no podía comprendí esto, sino que llegué á temer considerarse como comerciante, desde el que no lo encubrieran y los hechos suce¬ momento que no tenía establecimiento didos hasta el desarrollo de este proceso abierto para la venta de estos licores. nos dirán lo que han hecho estos señores. ¿Como había de tenerlo si la ley no lo Sin embargo de lo espuesto, como ellos Unicamente constituyen la Comisión de Consumos y yo sabía que había una falta culpable en el fielato del Puerto les insté para que hicieran averiguaciones. He dicho que ellos solos constituyen la Co¬ misión de Consumos, porque por más que esta Comisión se componga de cuatro individuos, los otros dos lo son nominal¬ mente; el uno es D. Bartolomé Coloro, que vive constantemente en la alpujarra de «Bunnaber» sin ocuparse del munici¬ pio para nada, y el otro es D. Pedro José permite? Y no permitiendo la ley que los empleados de consumos tengan estable¬ cimientos abiertos de artículos sujetos á este impuesto, ¿cómo ha de permitir que estos empleados trafiquen con licores y aguardientes sin tener establecimiento que todavía pueden ser menos interve¬ nidas sus operaciones? También ha dicho que no cobraba comisión, ¿de quién había de cobrarla siendo él el único dueño de los aguardientes y licores con que trafi¬ caba? ¿Se había de pasar la comisión de un bolsillo á otro? Santandreu que prefiere tomar el fresco Creo pues haber probado que el fiel en «Can Prhom» á ocuparse de estos del Puerto al mismo tiempo que emplea¬ consumos. Repito pues que insté al señor do de Consumos, era comerciante de artí¬ Alcalde y al Sr. Coll para que hicieran culos sujetos á este impuesto, lo cual no más averiguaciones, pero transcurrieron permite la ley como he dicho, aunque el ocho días de sesión á sesión y no hubie¬ Alcalde lo permita, y per encima del Al¬ ron averiguado nada ¿Como habían de calde está la ley. averiguar nada, si cual el que vá por en¬ Pero aunque exageradamente indul¬ tre charcos miran donde ponen el pié gentes, aunque lleváramos nuestra indul¬ para no meterse en ellos. El Sr. Alcalde gencia á su grado máximo (decía yo á y el Sr. Coll miraban donde ponían el mis compañeros dei Ayuntamiento, en una de las sesiones anteriores) pasáramos tada de licoies y aguadientes, pues yó por encima de estos hechos que transpa- sabía que no podían atestiguar esto; rentan de una manera clara el fraude co¬ sabiendo como sabían, que aquella carre¬ metido en el fielato del Puerto; el fiel del tada no se ha extraído. . Puerto ha cometido otro robo comproba¬ Aquella misma Comisión que había ac: do, por el que no podemos pasar por en¬ tuado en cuanto á este asunto siguió ac¬ cima cumpliendo nuestro deber. tuando para dar lugar á las pruebas ofre¬ Efectivamente, aquella Comisión espe¬ cial digo, aquella Comisión especial, yo de aquella Comisión especial haciendo averiguaciones de verdad y no irrisorias como las que hacían el Sr. Alcaide y el Sr. Coll, descubrí que una carretada de licores y aguardientes que en 13 de Abril de 1896, según los documentos de esta Administración de Consumos había en¬ cidas por el Sr. Coll. ¿Sabéis cual es el resultado de estas pruebas que constad en una acta? Aquellos testigos que había ofrecido el Sr. Cóll declararían que la ca¬ rretada de licores y aguardientes que se le imputaba fraudulenta al fiel del Puer¬ to, se ha bía extraído, declararon no te¬ ner noticia de esta carretada. El patróií del laúd «Antonieta» y el del buque «La trado por el fielato del «Pont d’ en Valls,» de tránsito para el fielato del Puerto, á pesar de haber manifestado el fiel que «salió conforme» yo supe que no salió de ninguna manera. Di cueuta á la Comisión especial de este hecho y en aquel mismo acto acordamos preguntar al fiel del Puerto el paradero de aquella carretada. Nos dijo que creía se había embarcado con el vapor. Preguntamos á la Compa¬ ñía de Navegación si se había embarcado ó nó, aquella carretada con el «León» y consultados los sobordos de dicha com¬ Aurora» y D. Juan Bujosa declararon que hace dos años, habían extraído un euartín y medio de aguardiente cada und de los primeros, que les vendió el último. Lo mismo que si hubieran declarado ha¬ ber extraído un saco de patatas cada und para los efectos de la prueba que se pre¬ tendía. También decían el Sr. Alcalde y el se¬ ñor Coll que precisamente en la fecha que se hizo el fraude de la carretada de aguardientes y licores, el fiel del Puerto Juan Coll, estaba en uso de quince días pañía nos contestó el consignatario de la de licencia concedidos por el Sr. Joy, misma negativamente. Ante este robo afirmando que habiéndose casado el dia comprobado la mayoría del Ayuntamien¬ 25 del mismo mes de Abril y teniendo to acordó la destitución del fiel del Puer¬ quince días de licencia, no podía estar to. ¿Qué otra cosa podía hacer el Ayun¬ tamiento? Pero el Sr. Alcalde que quería la conservación de este empleado á todo trance; que quería la conservación de este empleado por encima de todo y de todos; por encima de la razón, de la jus¬ ticia, de la ley y del Ayuntamiento, y por encima de toda clase de consideraciones, encargado del fielato del Puerto el 13 de Abril, fecha en que se efectuó el fraude de la carretada de que se trata. Llamado el Sr, Joy á declarar si erá ó no cierto que le había concedido quince dias de licencia, dijo que no podía preci¬ sar los días de licencia que le fueron con¬ cedidos, que no sabía si eran ocho ó diez; falto de la razón y de la justicia y'del Ayuntamiento apeló motín para conse¬ guir su fin. ¡Desdichada idea la del señor Alcalde! Incitó á un elemeuto reconoci¬ de modo que no es de quince dias la li¬ cencia obtenida; es de ocho ó diez y de consiguiente, habiéndose casado el fiel del Puerto el dia 25 de Abril de 1896, damente perturbador, y pactó con él el teniendo solo 8 ó 10 dias de licencia for¬ desorden que el sábado presenciamos, zosamente había de estar aquí el 13 del aquel escándalo que á presencia nuestra mismo mes, en que se verificó el fraude alentaba el Sr. Alcalde con sus compla¬ que nos ocupa. Y aparte de esto, según cencias. (El Sr. Alcalde: Que conste en los talonarios de aquel fielato estendidos acta.) y firmados de letra de Juan Coll en fe¬ Creía sin duda el Sr. Alcalde que con aquellos gritos, aquellos insultos y ame¬ nazas conseguiría que la mayoría del Ayuntamiento revocaría el acuerdo por el que había destituido al fiel del Puerto, pero se engañaba el Sr. Alcalde y aquel elemento perturbador. La razón sola es bastante más fuerte que aquel elemento perturbador y el Alcalde juntos, y el Alcalde y aquel elemento perturbador se han estrellado contra la razón sola re¬ cha 13 de Abril, comprueban su presen¬ cia aquí en dicha fecha. Ahora solo falta que los abogados de¬ fensores del fiel del Puerto, el señor Alcalde y el señor Coll,, al estilo de los criminalistas cuando se encuentran en el caso de que sus defendidos están convictos y confesos les declaran locos como única defensa que les cabe, así también solo falta que dichos señores de¬ claren loco al fiel del Puerto como último presentada por esta mayoría del Ayunta¬ miento que con justicia acordó la desti¬ tución del fiel del Puerto. Y sépanlo ahora y siempre este elemento y el señor Alcalde, que lo mismo juntos que sepa-rados no podrán nunca tanto como la razón sola; cuando á ésta la defienden hombres que la sepan defender. recurso de su defensa. ¿Que tendría do raro ni extraordinario que se apelara á este último recurso cuando ya se ha ape¬ lado el desórden, bastante más grave que la locura que se inventara? Cuando los pueblos están oprimidos y perseguidos injustamente por la autori¬ dad; cuando son víctimas de la injusticia! de la autoridad, como el que tiene ham¬ A consecuencia de la gritería conti¬ bre y roba un pan para saciarla, tiene la nuada del numeroso público que presen¬ causa atenuante de! hambre á su favor, ciaba la sesión, el Sr. Presidente la sus¬ que le ha impulsado á cometer el robo; pendió por diez minutos. así también tiene á su favor la causa Reanudada ésta continuó en el uso de la palabra el Sr. Estades: Entre aquellos gritos y aquel desórden que en la sesión anterior ahogaban mi voz y mis razones, haciendo coro con el público decían el Sr. Alcalde y el Sr. Coll, el fiel del Puer¬ to es inocente; es una víctima inocente; tiene testigos de seriedad reconocida que atestiguarán la extracción de la carreta¬ da de licores que la mayoría del Ayun¬ tamiento le imputa haber defraudado. Y la mayoría del Ayuntamiento que quiere atenuante de hambre de justicia el que comete el desórden víctima de la injusti¬ cia. Pero la autoridad que comete ó fa-’ vorece el desórden y lo comete ó favorece precisamente para cometer una injusticia lio tiene perdón de Dios ni de los hom¬ bres. Aquella autoridad sé incapacita pa¬ ra ser autoridad. ¿Que garantías perso¬ nales habría en un pueblo donde se supu¬ siera que los que cometen el desórden, cuentan con la impunidad de sus actos? Pues esto mismo sucedió el sábado; los justicia en sus actos desde luego acordó dar lugar á las pruebas que el Sr. Coll ofrecía; pero yo afirmé entonces de una manera terminante que no se presenta¬ rían testigos de seriedad reconocida á atestiguar la extracción de aquella carre- que aquí gritaban, amenazaban ó insulta¬ ban no tan solo contaban con la impuni¬ dad de sus actos, sinó que sabían que con aquel desórden daban gusto al Sr. Al¬ calde, y, á un Alcalde que sus pasiones y sus odios le hacen cometer estas locuras, (16) FOLL1TÍI ARIELA sus pies lindos ramos de rosas que exha¬ laban un delicioso perfume. A las plantas de aquella Virgen acu¬ día todos los dias pidiéndole la conver¬ sión de mi padre; pero el tiempo se des¬ lizaba veloz y nada obtenían mis ruegos. ¡Ah! Yo no extrañaba su tenacidad, hija mía. ¿Qué méritos había hecho du¬ rante su existencia, frívola y disipada, tni pobre padre para obtener entonces un rayo de luz del cielo?... Es muy fre¬ cuente que según es la vida es la muerte, y esto debiera de ser un aviso provecho¬ so para los infelices que todo lo dejan para la última hora. Durante su enfermedad y á pesar de los tiernos cuidados que todos le dedicá ¬ bamos, se llenaba de cólera y de impa ¬ ciencia por cosas insignificantes. Desco¬ nocía la dulce resignación, se quejaba continuamente de la Frovidencia y á ve¬ ces decía que no era verdad que existie¬ se un Dios, pues que era en vano que le llamasen en su auxilio. Una vez entré en su habitación cuan¬ do las sombras de la noche se extendían por el valle* Hallé á mi podre envuelto en su bata de seda, sentado eu una poltrona, pálido y desfigurado como si estuviera á dos pasos de la muerte. Me decidí á hablarle claramente sobre mis deseos de que se preparase para mo¬ rir cristianamente y acercándome á él le abracé cariñosamente apoyando mi frente sobre su pecho. El correspondió á mis caricias besan¬ do mi frente. Invoqué mentalmente el auxilio de Dios y de la Santísima Virgen y le dije: —Padre mío querido, deseo vivamente pediros una cosa muy importante para vos y para mí. —¿Qué cosa es esa, hija mía? —Antes he de haceros varias pregun¬ tas muy serias. —Bien, bien, todas las que quieras, contestó risueño al ver la gravedad de mis ademanes. Tu siempre serás una hada de los misterios en el mundo. —Escuchad, padre mió: ¿sois verdade¬ ramente cristiano? —¿Y lo dudas?... dijo frunciendo el entrecejo, porque comprendía á qué punto iba á terminar la discusión que entreveía ya. —Y si lo sois realmente, ¿por qué no vais á misa-, ni rezáis el rosario, ni te- neis en esta habitación un cuadro reli¬ llegué á ser hombre y dudé; no hable¬ lidacl. Véte á jugar al jardín ó hacer gioso que os traiga á la memoria lo que mos de esto; no quiero que digas que compañía á mis Rebeca; si te necesito te nunca debemos olvidar? ¿Por qué no te- con mano despiadada te arranco la flor haré llamar. neis prácticas de piedad?... En estos días de tus ilusiones. Conserva tus galas y Yo salí desconsolada por su dureza & en que os agobia el dolor, ¿por qué no perfumes cuanto sea posible, porque su¬ incredulidad y fui á contárselo todo al buscáis en la religión el consuelo?... frirás mucho cuando las hayas perdido. padre Juan, que conversaba con mi aya —Nunca me olvido de Dios, Ariela; —Pero, padre mío. ¿pensáis morir así? en el comedor, á donde habían ido para pero esas cosas de que tú hablas son porque, ya lo he dicho, estáis gravemen¬ que el pobre anciano tomase alg’ún ali¬ propias de mujeres y de hombres débi¬ te enfermo, la muerte abre su terrible mento porque aquel día no había tenido les; son tonterías de vuestra imagina¬ garra para clavarla en vos... ¿la veis nada en su despensa para alimentarse. ción femenina que todo lo exalta y divi¬ acercarse sereno, cuando no sabéis cuál Mis Rebeca se afligió profundamente niza; pero no de hombres de experiencia será vuestra suerte futura?... y el llanto bañó sus pálidas mejillas. á quienes les basta si? razón. Y sobre —Iré al cielo indudablemente. Durante algunos instantes nadie in¬ todo, ¿qué entiendes tú. pobre niña de —¿Lo esperáis? terrumpió el silencio. doce años, de estas materias tan graves —Sin disputa. He sido bueno toda la Al fin. el padre Juan nos dió algunos y profundas? vida; he cumplido mis deberes, no he consejos, cae encargó mucho que rogase — Algo sé y puedo contestaros. Por hecho mal á nadie, ¿por qué no he de á Dios por mi padre y q'ue nunca pensa¬ ejemplo, ¿quién me dice que las prácti¬ gozar eí descanso eterno que ofrece ra mal de él, sino que le compadeciera y cas de piedad son legado de Dios para Dios á sus hijos? déjase al cielo el cuidado de premiarlo ó las mujeres y los tontos? ¿fundó Jesu¬ —Padre, exclamé rompiendo á llorar, castigarlo según su justicia y su mise¬ cristo una religión para cada uno de és¬ ¿y no teneis. al menos, alguna devoción? ricordia. tas? Además, padre mío. como dice mis ¿nunca rezáis á la Virgen? Muchos días pasaron' de este modo. Rebeca, no basta que os ciñáis á cum¬ —No. porque no me agradan interce¬ Lejos de sentir alivio con los cuidádoá plir lo que os parece suficiente, sino que sores entre Dios y yo. Además, lie olvi- . que se le prodigaban, parece como que habéis de hacer lo que exigie Dios. dado las oraciones que apreudí de los la¬ mi padre sufría más y más. —Mira, niña mía, te veo tan dichosa bios de mi madre y no es tiempo ahora Una noche se hizo tan alarmante su con tu misticismo y tus preocupaciones de aprender nuevamente. estado que el padre Juan se creyó en el que no quiero hacerte caer desde la al¬ —¿Yo os enseñaré con gusto. ¿Queréis- ; deber de advertirle con severidad que se' tura en que vives, á la profundidad en rezar conmigo? ^ dispusiera para cumplir sus últimos de¬ que me encuentro yo ha'c’e tiempo'. Tato- : —No. Ariela, déjame eu paz-. Estoy j beres para con Dios, y morir cota? JY \\ feién «o dia creí ciaan-io ra-e é*sesy jmof fatiga-dé'y sólo anhelo reposo y trunqúi- muerte de los justos.' 4 $ OUL.E n Se incapacita para ser autoridad; un Al¬ calde que apela al motíu para satisfacer suá instintos de venganza, está incapaci¬ tado para ser Alcalde. (El Sr. Alcalde: que conste en acta). Y en este delito cometido por el señor Alcalde lia sido su ayuda un empleado del municipio; el oficial sache; este em¬ pleado ha sido el porta-voz entre el Al¬ calde y el elemento perturbador de que dos hacia unos dos ó tres años. Referen¬ te á las misteriosas plagúelas de que tanto ha hablado el Sr. Estades, repito una vez más, que no las considero do¬ cumentos oficiales y solamente el fiel las llevaba para su uso exclusivo, y con carácter privado; pues si no las archivaba el fiel del Puerto tampoco las archivan en los demás fielatos. Protesto de las palabras y acusaciones dirigidas al Alcalde por el Sr. Estades. Referente al repetido trán¬ ga á mi entender la discusión de un asunto que ya ha sido sancionado y aprobado en tiempo oportuno, por quien correspondía. De los antecedentes que resultan refe¬ rentes al asunto del fiel del Puerto, no resulta ningúu cargo concreto que de¬ muestre evidentemente la culpabilidad de dicho fiel en los cargos que se le im¬ putan. De los antecedentes, solamente resultan suposiciones, que según el cri¬ antes he hablado: ha sido la mecha que sito del día 13 Abril de 1896, según de¬ terio de la persona que los examina, encendió aquel desórden y el empleado que se separa tan descaramente de sus deberes merece la expulsión del munici¬ pio, cuya expulsión propondría si el Ayuntamiento tuviera facultades para acordarla y no propongo también la des¬ titución del Alcalde porque el Ayunta¬ miento no es competente para esta desti¬ tución, pero desde luego, por mi parte claración del fiel del fielato del «Pont d’ en Valls», el fiel del Puerto estampó el «sa¬ lió conforme»; y las cuentas de aquel año fueron examinadas respectivamente por la Comisión de contabilidad y por el Ayuntamiento y después de perma¬ necer quince días expuestas al público fueron definitivamente aprobadas por la Junta municipal sin que contra ellas se hiciera ninguna protesta ni observación. tanto los pueden traducir en culpabili¬ dad por parte del fiel como en inculpa¬ bilidad, y yo, que en este asunto opino lo coutrario del Sr. Estades, considero inculpable al expresado fiel y lo consi¬ deraré íntegTo y digno de ocupar el car¬ go de fiel mientras no se me pruebe de una manera más clara y evidente su culpabilidad, pues hasta ahora el señor Estades no ha probado la culpabilidad hago constar que lo considero incapaci¬ Además el Sr. Estades todavía no lia de¬ del fiel. tado para desempeñar el cargo de autori¬ mostrado lo que se ha hecho de este Respecto á las tan discutidas plague- dad. (El Sr. Alcalde: Que conste en acta). El Sr. Coll pidió la palabra y obtenida se expresó en ios siguientes términos: Seguramente que no me escuchareis coa tanto gusto como al Sr. Estades, porque yo no poseo la elocuencia con que él be expresa; pero cuando se trata de de¬ fender ia razón y la verdad, no me gana el Sr. Estades, ni me gana nadie, por¬ que ni una ni otra necesitan de mucha elocuencia para defenderse; el fiel del Puerto al ser llamado á declarar para acreditar la salida del tránsito manifestó que los testigos que presentaba no po¬ drían atestiguar su salida. Efectivamen¬ te, los testigos que se presentaron inclu¬ so el fiel en sus declaraciones no se refi¬ rieron al tránsito de 1896, (porque yo reconozco que es muy natural que des¬ pués de transcurrida tan larga fecha no .se acuerde uno con exactitud de lo suce¬ tránsito porque seguramente no lo sabe y en mi concepto hubiera valido más que en lugar de promover esta enojosa dis¬ cusión. hubiera averiguado la aplica¬ ción queden realidad había tenido el trán¬ sito de referencia y seguramente ya ha¬ bríamos terminado este asunto. El Sr. Presidente dijo: Ante todo debo hacer constar en acta, que protesto con¬ tra todas fas alusiones y expresiones ver¬ tidas por el Sr. Estades, referentes á mi personalidad, para lo que haya lugar en su día. Después ordenó al Secretario diera lectura al acuerdo de la Junta mu¬ nicipal de esta villa, por el cual fueron aprobadas las cuentas municipales del ejercicio económico de 1895 á 1896. Co¬ mo se vé por dicho acuerdo, las cuentas del año 1895 á 1896, en las cuales va in¬ cluida la cuenta general de la recauda¬ ción y administración de consumos y en tas he de consignar una vez más que no las considero documentos oficiales, so¬ lamente tienen carácter particular para la orientación dei empleado que las lle¬ va; prueba de ello es que ei Ayunta¬ miento, la Comisión del ramo ni ningún Alcalde, le había privado que las lleva¬ ra. Tampoco puede ser en mi concepto el referido empleado, ni agente, ni co¬ merciante, porque para ser lo primero debía cobrar corretaje y para lo segundo era necesario que tuviera establecimien¬ to abierto. Y como á mi me consta de lina manera positiva que el expresado fiel no cobraba lo primero ni ejercía lo otro, no lo considero como el Sr. Esta¬ des, ni agente ni comerciante. Ante la continua gritería del público que á cada instante prorrumpía en gritos de «muera» y «viva» el Sr. Alcalde le¬ vantó ia sesión. dido) se refirieron en dichas declaracio¬ ésta el tránsito de 13 Abril de 1896. fue¬ nes. á un tránsito de tres cuartines de ron examinadas y aprobadas respectiva¬ CULTOS SAGRADOS aguardiente embarcados en ios buques mente por la Comisión correspondiente de esta matrícula «Amtonieta» y «La Au¬ y por el Ayuntamiento y después de En la iglesia parroquial.—Mañana, domin¬ rora» que según versión de uno de es¬ permanecer expuestas al público por es¬ go, día 18, á las 9 y media, expuesto el San¬ tos testigos, patrón de un buque, había pacio de 15 dias fueron aprobadas por la tísimo, se cantarán horas menores y seguida¬ de tres á cuatro años y según los otros Junta municipal, de consiguiente huel¬ mente la misa mayor con sermón por D. Ra¬ món Colom Pbro.. terminando el acto con la procesión propia de la tercera dominica Por la tarde, después de vísperas y completas, ha¬ brá explicación del Catecismo. Lunes, dia 19, á las seis y cuarto de la ma¬ ñana, durante la celebración de una misa, se verificará el ejercicio mensual en obsequio del Patriarca San José. Jueves, dia 22, á las 7 y media de la tarde se cantarán solemnes completas y después se celebrará la procesión de la Octava de la Asunción de María, recorriendo el trayecto acostumbrado. Viernes, dia 23, se dará principio á la so¬ lemne oi’ación de cuarenta-horas que, desde muy antiguo, se consagra en esta parroquia á su Titular y Patrono San Bartolomé. A las 9 de la mañana, se cantará la misa mayor y después tendrá lugar la exposición del Santí¬ simo Sacramento, precedida de procesión por el interior de la iglesia. A las 3 y media se cantarán los actos del oficio divino; y al ano¬ checer, completas solemnes y la reserva de S. D. M. precedida de bendición á los fieles. En la iglesia de San Francisco.—Hoy, al anochecer se cantarán solemnes completas en preparación á la fiesta de San Roque. Mañana, domingo, dia 18, á las 9 y media exposición del Santísimo Sacramento, tercia y la misa mayor en la que hará el panegírico del Santo nuestro Rdo. Cura-Párroco D. Se¬ bastian Maimó. Reservado el Santísimo se cantará nn Te-Deum ante la capilla del San¬ to. Por la tarde á las 5 y media se continuará el septenario de Ntra. Sra. de los Dolores con sermón por D. Antonio Caparé Pbro.. En el oratorio de las MM. Escolápias.— Mañana, dia 18, á las 7 de la misma, se dará principio á la novena dedicada á San José de Calazans, continuándose en los dias si¬ guientes á la misma hora. Registro Cl^il Nacimientos. Varones 0.—Hembras 2.-—Total 2 Matrimonios Dia 15, D. Juan Oliver Mayol, soltero, con D.a Francisca Fontanet Mayol, soltera.—Dia 16, D. José Reinés Seguí, viudo, con doña Francisca Cifre Segui, soltera. Defunciones Dia 10, D.a Antonia Vidal Bisbal, de 75 soltera, manzana 50.—Dia 11, D. Juan Jaume Calvo, de 36 años, casado, manzana 61.— Dia 11, D.a Antonia Mayol Morell, de 88 años, viuda, calle del Pastor'—Dia 14, don Matias Ripoll Estades, de 52 años, casado, calle de San Pedro. MOVIMIENTO DEL PUERTO Embarcaciones fondeadas Dia 10, de Palma, en i dia, jabeque Antonieta, de 64 ton., pat. D. J. Vicens, con 8 mar. y maderas.—Dia 10, de Valencia, en 2 dias, laúd Terrible Pastor, de 14 ton., patrón D. F. Lacomba, con 6 mar. y melones. embarcaciones despachadas Dia 11, para Barcelona, vapor León de Oro de 125 ton., cap. D. G. Mora, con 17 mar. y efectos. Defensora Sollerense Habiéndose acordado construir una cister¬ na, se invita á los señores maestros de obras de esta villa para que presenten bajo pliego cerrado, sus ofertas antes de las nueve de la noche del próximo dia 21, con sngeción al plan de condiciones establecidas, las que es¬ tán de manifiesto en la Secretaría de esta so¬ ciedad. Sóller 11 de Agosto de 1901.—P. A. de la J. G.—El Secretario, Salvador Elias. SUBASTA A voluntad de los albaceas etstamentarios de D.a María Margarita Ripoll, tendrá lugar la subasta y remate del predio Balitx d‘ Avall durante los dias 31 Agosto actual y l.° Sep¬ tiembre próximo, á las veinte y media, en la Plaza Mayor de esta villa, con arreglo al nue¬ vo pliego de condiciones que obra en poder del Notario D. Pedro Aleover. Sóller 15 Agosto 1901. Dos ananolOB que se inserten en está sección pagarán: Hasta tres in¬ serciones ti rezón de 0‘05 pesetas la línea; hasta cinco inserciones á razón de 0‘03 pesetas, y de cinco en adelante á razón de 0‘02 pesetas. El valor mínimo de un anunció, sea cual fuere el número de líneas de que se componga, será de 0'50 pesetas. Las lineas, de cualquiera tipo sea la letra, y los grabados, se conta¬ rán por tipos del cuerpo 12 y ei ancho será el de una columna ordina¬ ria del periódico. Sección de Anuncios Los anuncios mortuorios por una sola vez pagarán: Del ancho da una columna 1‘50 ptas., del de dos 3 ptas., y asi en igual proporcióon. En la tercera plana los precios son dobles, y triples en la segunda. Los comunicados y anuncios oficiales pagarán á razón de 0‘05 pese¬ tas y los reclamos á razón de 0‘10 ptas. la línea del tipo en que se coro nongan, siendo menor del cuerpo 12, y de éste si es mayor. Lo« sn«cript«re» disfrutarán una rebaja de un 35 i><‘ü ciento S E R VICIO DECENA L L' ASSIOÜHATRICE ITALIANA DE LOS Sociedad de seguros contra ios oulidas de Sóller para Barcelona: los dias 10, 20 y último de cada mes. Salidas de Barcelona para Cette: los dias 1, 11 y 21 Salidas de Cette para Barcelona: los dias 5, 15 y 25 Salidas de Barcelona para Sóller: los dias 6, 16 y 26 de id. id. de id. id. de id. id. CONSIGNATARIOS:—EN SÓLLER.—D. Guillermo Bernat, calle del Príncipe n.° 24.—EN BARCELONA. — D. J. Roura, Paseo de la Aduana, 25.—EN CETTE.—D. Guillermo Colom, Quai Comman- dant Samary-5. NOTA.—Siempre que el día de salida de Cette. según el presente itinerario, corresponda al sábado ó día anterior á uno festivo, la retrasará el vapor veinte y cuatro horas y saldrá el domingo ó día festivo que sea, á la misma hora. SOCIEDAD BARCELONESA DE GUANOS CALLE DE LA VICTORIA, N 0 7 Grandes rebajas de precios en todos los artículos; Lanillas para trajes, desde 20 reales el corte. 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HOMAR, Samaritana, 16, Palma.—Agente en Sóller, ARNALDO GASEELAS. LADRILLOS IIDBÍDLIC8S, RASERAS, DE LA CASA E§€®FIf9 fSJIBl Y €V de BARCELONA BARCELONA GUANO POMÉS-POMAR el más acreditado, el más barato y el de más con¬ sumo de España A SI Ton® and© 1© ú 2® peseta^ id® DEPÓSITO EN CASA DEL REPRESENTANTE D. MIGUEL COLOM CAIiUE DEL MAB.-¡SOUUBB-(Baleares) PLAZA DE PALACIO, 2 Y 3, Y ESPADERÍA, 20 Y 22 Conocidos como son de todos los sollerenses los servicios de este acreditado esta¬ blecimiento, ninguna necesidad habría de llamar la atención de aquellos acerca de la bondad de éstos si no hubiera quien, con motivo del fallecimiento del antiguo propietario I). José Serra y Mir y con una intención que muy á las claras se deja ver, ha propalado la Calumniosa especie de que su señora viuda D.a Concepción Salvó, que durante muchos afios compartió con sil esposo las tareas de la dirección y ad¬ ministración del Hotel, habíase retirado del negocio y que por lo mismo había éste pasado á manos ajenas. Sépase, pues, la verdad; esto es: que la señora Viuda del fundador del aparro¬ quianado Hotel del Universo es la que continua de éste al frente. Y aprovecha la ocasión de desmentir la falsa especie propalada, para ofrecer de nuevo á sus asiduos favorecedores el servicio esmerado y económico de siempre, mejorado á medida que las circunstancias lo aconsejen, ya que reúne el expresado Hotel excelentes condi¬ ciones por su proximidad á los muelles, á la Bolsa, á las Aduanas, á los Parques y a i.,, para Francia. Últimos días de venta. íiü™ m TñiuMm POR EL Vino Ueanado Pépsico de j. TORRENS, Farmacéutico El primero y único elaborado en esta forma en España, mucho más económico y de mejores resultados que sus similares del extranjero, está preparado con todo esmero por procedimientos científicos bien ex perimentados y acreditado como un reconstituyente sobradamente enérgico para suprimir la elimina¬ ción del azúcar de glucosa en todas las personas afectadas de la enfer¬ medad denominada “diabetes. „ IDE -VElSrTA.: En Barcelona, Sociedad Farmacéutica Española. —Earinaeia del Dr. Pizá.—Palma, Centro Farma¬ céutico.—Farmacia de las Copiñas.—Málaga, Far¬ macia del Dr. Pelaez y Bermudez.—Sóller, Far¬ macia de J. Torrens. ASM DESTILADA FJLOR de IA«AM§ Se vende, a! por mayor y me¬ nor, en la Farmacia de i. To¬ rrens,•"Sóller. Ünico representante en Sóller: Miguel Colom, ca¬ lle del Mar. LA SINCERIDAD Establecimiento comercial é industriad de ]. 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