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ASO XI—2.a EPOCA-NUM. 480 SABADO 13 DE JUNIO DE Í89& SÓLLER “ SEMANARIO INDEPENDIENTE PUNTOS DE SUSCRIPCIÓN: Sóller: Administración. Francia: D. Guillermo Colom—Quai Commandant Samary-5-Cette (Herault.) Antillas: Sres. Pizá y C.a—General Pavía-7-Arecibo (Puerto-Rico.) MEJICO: D. Damian Canals—Constitución-19-San Juan Bautista (Tabasco.) FUMADOR Y DIRECTOR-PROPIETARIO; f REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓN: Juan Marqués y Arbona. «J? Calle de San Bartolomé n.° 17 SÓLLER (Baleares.) PRECIOS DE SUSCRIPCIÓN: EspaSa: 0’50 pesetas al raes. \\ Francia- 0’75 francos id. id. [PAGO ADELANTADO América: 0'20 pesos id. id.) Números sueltos—O’lO pesetas. Id. atrasados 0’20 pesetas. La Redacción únicamente se hace solidaria de los escritos que se publiquen sin firma, seudónimo, inicial, ó signo determinado. De los que tal lleven, serán responsables sus autores. LITERATURA Y PASATIEMPOS ERROR SENTIMENTAL —¡Envejecer!... ¿Quién se resigna á ello? ¡Con qué melancolía se cuentan los años cuando se pasa de los treinta! Hom¬ bre, mujer, fuerza ó belleza, lo que se va, nos desgarra, y sin embargo, el pre¬ sente es lo mejor, porque mañana será más tarde... Así pensaba, en su modesto y anti¬ cuado salón de provincias, la que en otro tiempo no tuvo rival, la hermosa señora de Mauberger. Había nacido en el Havre, donde vi¬ vía, y todo en aquella activa población, azotada por el impetuoso viento de alta mar, mecida al compás de rumores infi¬ nitos, saturada de sales marinas y ema¬ naciones de brea de las grandes embar¬ caciones, conservaba recuerdos de cuan¬ do fué niña rubia y alegre, después joven brillante, altiva, y más tarde sol¬ tera prematuramente triste. Yida mo¬ nótona, sin duda, pero misteriosa y dramática, pues en toda existencia hu¬ mana hay siempre puntos negros... Tenía cuarenta años... ¡Qué lejos es¬ taba todo!... * ** Abrióse bruscamente la puerta y se presentó Enriqueta, su hija, gritando con alegría: —¡Mamá! ¡mamá! Todo está ya arre¬ glado; la salita azul y el salón rojo. La Bretaña está á la vista. Tras de Enriqueta entró á la vez el señor de Mauberger, trayendo bajo el brazo un telescopio. —¡Ahí están! ¡Ahí los tienes!—excla¬ mó—y, conmovido, abrió la ventana y enfocó el anteojo en dirección al mar. El trasatlántico La Bretaña, con sus chimeneas despidiendo densas bocana¬ das de humo, avanzaba hacia el puerto entre festones de espuma. —¡Ahí están!—gritó Mauberger vol¬ viéndose hacia su mujer. Esta, pálida y grave, pero dejando entrever una sonrisa, observó fijamente. Entonces, su marido, acercándose más y en voz baja, murmuró: —Luisa, ¡ahí los tienes! ¡Ahí e»tá tu prometido! Ella le tapó la boca con su mano del¬ gada y blanca, que él mordió, riéndose á carcajadas. Entre tanto Enriqueta palmoteaba como en aplausos á la vida, á su juventud, al sol. al mar radiante, á sus nuevos amigo* que llegaban del otro lado del mundo. —Voy á esperarlos—dijo Mauberger —Quiero que al desembarcar encuen¬ tren mis brazos para recibirlos. Y salió precipitadamente calándose el sombrero. * ** Madre é hija quedáronse solas. Enri¬ queta, asomada á la ventana, seguía con la vista fija en la evolución lenta y ma¬ jestuosa del barco. Luisa, detrás, absor¬ ta, como siempre, en sus ensueños, comtemplaba á su hija. En ella veía exacta la imagen de su juventud, de sus dieciocho años; la mis¬ ma cara, la mirada, la estatura, sus ma¬ neras, hasta la misma orgullosa confian¬ za que ella tenía en el destino. Ella ha¬ bía sido así... en otro tiempo. Así era cuando se casó con Juan Mauberger, porque era rico, bondadoso, y sobre todo porque sus parientes deseaban aquel matrimonio. Si hubiera escuchado sola¬ mente los impulsos de su corazón, hu¬ biera sido el elegido Santiago Diabón, antiguo amigo de Juan, que partió para América la vispera de la boda, lleván¬ dose el secreto de su pasión. Transcurridos algunos años después de aquella boda de conveniencia, Luisa confesó á su marido aquel amor, sin que Mauberger se diera por ofendido. —No es extraño—decía.—Santiago es un gallardo mozo, de corazón noble, y comprendo que se le ame. Yo mismo sentía por él un vivo afecto. Marchó heroicamente rechazando el pobre lo que yo le ofrecía... Ahora me explico el por qué. Tú, amada Luisa, has sido siempre buena y juiciosa, desecha esos recuerdos y abracémonos, pues de nada tengo que perdonarte. Santiago regresaba después de una ausencia de veinte años, con una fortu¬ na hecha á la ventura en lejanos países, arriesgando su vida, viudo y con un hijo. Este, Roberto Diabón, tenía próxima¬ mente la misma edad que Enriqueta. La llegada de estos viajeros era el motivo de aquellos preparativos en la casa. Se les esperaba como áevocaciones de la juventud; á Santiago, 'porque nin¬ gún temor podia inspirar ya, según pen¬ saba Mauberger, y á Roberto, que muy bien podría encontrar allí un sitio defi¬ nitivo en la mesa de la familia. Por todo esto Luisa estaba grate, so¬ portando la pesada carga de la edad ca¬ duca. * ** La infancia tiene sus amores y sus odios; sus anhelos apasionados hacia los seres y las cosas. En una de las paredes de la sala veía¬ se colgado un retrato de Santiago Diábón, dedicado «á su único amigo Juan Mauberger», y éste, permaneciendo fiel á sus recuerdos, nunca juzgó necesario hacerle desaparecer de allí, aun después de las confidencias que su mujer le hi¬ ciera. De pequeña, Enriqueta, sin saber por qué, quizás por atavismo, sintió afecto por aquél retrato, tanto por su marco brillante como por la imagen. Según fué creciendo, se acostumbró á conside¬ rar aquella figura cómo un ideal de enérgica belleza. Había amado con pro¬ fundo afecto á aquél desconocido, á aquél ser flotante, lejano, de quién sólo se tenían noticias una vez al año, de¬ mostrando que no olvidaba á sus anti¬ guos amigos. ...En la calle, á lo lejos, reconoció Enriqueta á su padre, acompañado de dos caballeros muy altos, y su alma se estremeció de emocióu inmensa. —¡Mamá, mamá!—dijo señalándose¬ los á su madre; y observó que esta pa¬ lidecía visiblemente. Aquellos dos cora¬ zones latieron como si se les escaparan del pecho. —¡Adelante, adelante, amigos míos! —gritaba Juan Mauberger en la esca¬ lera. De igual modo que Enriqueta aseme¬ jábase á Luisa, rasgo por rasgo, Roberto parecíase á su padre, al Santiago de otro tiempo. Se ofreció entonces una escena ex¬ traña. Santiago, con el cabello ya canoso, dirigióse á Enriqueta, arrodillándose á sus pies sollozando, á la vez que Luisa, surcada de arrugas su frente, abría sus brazos á Roberto. Ambos jóvenes quedaron estáticos. Hubo gran perplejidad tras de aquella confusión de seres, de edades y de ter¬ nura. El bueno de Mauberger cogió la mano de su hija y la puso entre las de Rober¬ to, murmurando con voz sencilla, afec¬ tuosa y muy dulce: —Ea. hijos míos, vosotros sois los jó¬ venes, los que tenéis veinte años... * ** Tres meses después de aquella escena, Roberto y Enriqueta estaban casados. Echóse de ver que la señora de Mauber¬ ger tenia los ojos irritados por el llanto y que permanecía, al parecer, extraña á la general alegría. Por íyjuella alma de tierna madre cru¬ zaba un sentimiento confuso, un fenó¬ meno involuntario, siempre rechazado, pero persistente, como una obsesión. Sentíase celosa de su hija. Luisa no amaba ya á Santiago, enve¬ jecido y tan opuesto físicamente al San¬ tiago de sus mocedades. Tampoco sentía la locura de amar á Roberto, á aquel jóven de veinte años; pero inconsciente¬ mente envidiaba á Enriqueta. Asistía, pués, en vida á la realización de sus antiguos ensueños, y esto en la persona de otra mujer, á quien habría odiado si no hubiese sido su hija. Los días y los meses que siguieron al matrimonio los pasó recluida, entregada á dolorosas y mudas fantasías, en insa¬ no recuerdo de su belleza, de su agota¬ da juventud, de lo que no pudo ser para ella y alcanzaban los demás. Mauberger lo comprendió todo, apa¬ rentando indiferencia; pero confió en que el tiempo, que todo lo resuelve, acabaría por borrar las sombras del pa¬ sado, convirtiendo aquella melancolía en placentera resignación. La cura definitiva no se hizo esperar- Enriqueta fué madre. Aquella mañana Juan cogió en brazos al tierno infante y, depositándolo en el regazo de Luisa, exclamó: —¡Ahí tiene usted á su nieto, seño¬ ra... abuela! —¡Ah, sí—gritó madame de Mauber¬ ger, aceptando al fin la inevitable vejez y la desaparición de todas sus ilusiones! Y estrechando contra su pecho á aquel ser que le recordaba su edad y que venía al mundo para acentuar más y más su decaimiento moral, murmuró: ¡Abuela y nada másl Sólo abuela... Mauricio Montegut. Á MES VOLGUDES AMIGUES MARÍA JOSEFA I MARÍA DE LES SIERCÍS Penya y Gelabert Si la semblansa es font de simpatía, Si es 1‘amich un tresor. ¿Com no estimar la vostra companyia, Amigues de mon cor? La ma de Deu, per sernpre benehida, Igual sort nos trassá. Cuant en 1‘ edat primera de la vida Sens maro nos deixá. La mare. 1’ángel bell de 1‘ infantesa, Ningunes la tenim... Per aixó noi espanta la tristesa Del mon en que vivim. En la mateixa patria regalada Deu posarnos volgué, Y el dols nom de la Verge Inmaculada Les tres portám també. En la mateixa font consol retroba Nostre pit anhelant; Y es la mateixa amorqiYel cor nos roba. La dolsa amor del cant. Si, com los rossinyols y caderneres, No cantan falaguers, També ‘s diuen sos dòls y ses quimeres Los pobres teuladers. Com ells, baix la teulada benvolguda De nostre alberch payral, Estam á cobri cuantre P ira ruda Del brunzidor mestral, Cantem també com ellscansonssenzille* QiYel cor nos dictará; Que, si del cor nostres cansona son filies Deu les escoltará. Y sia el cant P estel que nos Huesca, L‘ hermós estel del nort Que en P ideal nostre ánima seguesca Fins qiP en el cel aport. María Antonia Salva. Á MIS QUERIDAS AMIGAS IRÍA JOSEFA Y MARÍA DE LAS MERCEDES Peña y Gelabert. (traducción de la Srta. María Antonia Salvd) Si semejanza engendra simpatía, Si es un'rico tesoro la amistad, ¿Cómo yo vuestra grata compañía, Decid, cómo no amar? Del Criador la mano bendecida A las tres igual suerte nos trazó Cuando en la edad primera d#-la vida Sin madre nos dejó. Sí, el ángel de la infancia ¡oh desventura! A las tres nos faltó en la edad pueril; Por eso nos espanta la amargura Del mundo baladí. En una misma patria regalada Plugo á Dios colocarnos á las tres, Y el nombre de la Madre Inmaculada Nos dió el Señor también. En una misma fuente halla consuelo Herido el corazón por la orfandad, Una misma es el ansia en nuestro duelo: El ansia de cantar. Si no canta armonioso cual jilguero, Cual fino y delicado ruiseñor, También canta sus penas vocinglero El tímido gorrión. Como él. bajo el tejado muy querido De nuestro hogar paterno en la quietud, Afrontamos el áspero bramido Del aquilón ó el sur. Humildes como él. cantares santos Entonemos que dicte el corazón; Si del pecho son hijos nuestros cantos, Los oirá el Señor. Sea el canto la estrella que iUimíne Nuestros pasos, la luz que en lo ideal Nuestro agobiado espíritu encamine Del cíelo hasta el umbral. L. CaRNICER. P> FOIdLETÍNT DOS GUIRNALDAS no era fatuidad mía el suponer que yo alcanzaba cierta preferencia. —¿A qué vendrán esas íntimas confi¬ dencias? decíame á mi mismo. ¿Se le va la lengua ó me prepara algun lazo? —Ella no daba á su afecto más que el nombre de pura amistad, yo lo atri¬ buía á su rubor y modestia, y esperaba que más adelante trocaría aquel nombre con otro más tierno. Para conseguirlo pedí su mano á su padre, que me la concedió con un transporte de alegría. Bien conocía á quien entregaba su úni¬ ca hija; pero esta como que no supiese decidirse, y prolongaba indefinidamente dar el si que yo tanto apetecía. Su padre la instaba, la acosaba, la reñía, obrando quizás con más buena intención que cordura. —¡Bueno estoy yo para esas historias, que me atañen tanto como al Preste- Juán de las Indias!, seguía en mis adentros. —Un día que estábamos solos díjome ella, pudiendo salí ríe apénas las pala¬ bras de la boca: Claudio, tú eres para mi U persona más digna, más leal', más honrada que hay en el mundo...—Y bien, continué yo al ver que se había interrumpido.—Porque así lo conozco, ine atrevo á decirte una cosa que solo á mi confesor he dicho. Solo á mi confe¬ sor, obsérvalo bien.—¿Qué? ¿quieres ser monja? pregunté, y no me contestó. Dime. di me, añadí con ansiedad creciente. —¿Qué quieres que te diga? respondió prorrumpiendo en lágrimas y bajando la voz hasta hacerla casi imperceptible. Solo de un hombre puedo ser esposa honrada, y este hombre... ¡Claudio!... no eres tú.— Me quedé anonadado.— Y yo también, amigo mió, quedé so¬ brecogido de terror hasta la médula de los huesos. La luz del rayo me alumbró de repente. Aquel hombre no podía re¬ velarme sus secretos por un capricho inmotivado. Ante los ojos de mi imagi¬ nación se levantó como un espectro ven¬ gador la dolorida y graciosa figura de Cándida. Era un muerto que se levan¬ taba de su sepulcro. El jefe de la partida, cuya excitación crecía por momentos, se había detenido un rato y continuó.—¿Y quién es este hombre? le pregunté.—Lo que no he debido decir al sacerdote no debe salir de mis labios.—Conozco, le dije, tus es¬ crúpulos y sé que en ellos se estrellaría mi insistencia. ¿Qué es pues lo que de mí exiges?—Que no permitas que mi pa¬ dre trasluzca ese fatal secreto, que me libres de sus importunidades, que me sugieras un medio de romper ese matri¬ monio de que ya habla todo el pueblo.— En tu mano está, niégate á dármela.— ¿Y en qué razón pudiera fundar mi ne¬ gativa?—Di que no me amas.—¿Qué no te amo...?—¡Rayo del infierno!... Ella estaba ahogada en llanto y yo abrasado de cólera.— ¿Creerás, amigo mió, que tan flaca y miserable es la condición humana que sentí como un movimiento de celos? —Después de pensar un largo rato (siguió diciendo el capitán), le dije: Cál¬ male. nuestro matrimonio está indefini¬ damente aplazado. Se han levantado partidas con el intento de renovar la guerra civil, diré á tu padre que he re¬ cibido órdenes superiores, que ántes que todo es mi honor, y que no puedo prescindir de ir á ocupar mi puesto.— ¡Qué buen corazón tienes, Claudio! me dijo ella, y yo le respondí:—Pues te ase¬ guro que otros no opinarán de la misma manera. Aunque empleo las formas del diálo¬ go, bien comprendes que este último se había reducido á un simple monólogo, que no podia ménos de excitar en mi pensamiento siniestras y lúgubres ideas. Su brusca interrupción me permitió su¬ mergirme en ellas. El verme cruzando sitios tan ásperos y desiertos, en medio de una gavilla de foragidos, á merced de un hombre cruelmente agraviado, que tal vez no escuchada más voz que la de su resentimiento, ni reconocería más ley que la de su despótico al ved río, era bastante para hacer caer las alas del corazón más denodado. Ño sé qué valor resistida á semejante prueba. Más, ¿qué era todo esto en comparación del verme obligado á reconocer la falsedad y lije— reza con que había soltado aquella ex¬ presión: tengo la conciencia limpia? ¿Cómo arrostrar la agresión que se me preparaba no teniendo para defenderme el escudo de la inocencia? Después de un rato, en que el capitán estaba haciendo sin duda esfuerzos par-a serenarse un poco, volvió á tomar la pa¬ labra diciéndome: —Por lo referido comprenderá Y. que no soy hombre de letras, y que de libros he visto muy pocos, y aun esos por el forro. V. que ha cursado las [escuelas y tratado con todo i género de personas ilustradas, va á darme un consejo. Le miré como quien dice: prosiga V. —Pensar que el silencio de aquella señorita debía cerrar la puerta á mis fu¬ turas investigaciones, es pensar en lo excusado. Era demasiado profunda la herida para que yo no tratase de inqui¬ rir de que mano la había recibido. Ob¬ servé á los jóvenes que rodeaban á la que había sido el norte de mis esperan¬ zas. y por bajo cuerda me informé de los que en otro punto se habían mostra¬ do con ella más asiduos, más obsequio¬ sos y galantes. Procuré saber en quién habían recaído por parte de ella sus más tiernas simpatías. En fin me valí de una especie de espionaje retrospectivo, bus¬ qué un rayo de luz en las tinieblas, y reuní cuantos datos pude para formar un juicio que tuviera lo menos posible de temerario. Ahora bien: sí yo tropeza¬ se con quien tan villanamente ha proce¬ dido. ¿Qué he de hacer con él? —¡Será tan difícil encontrarle si la señorita permanece callada! —Pues yo creo en los presentimien¬ tos, y el corazón me dice que le encon¬ traré. —Entonces le pide Y. una satisfacción. —¿Y de qué mañera podría darla? —Casándose con la señorita.. —Esto seria en parte resarcir el daño Y&sty-rvi SOLLER f2 Sección Científica SGKIFICADO 1E LOS HfflM GRAMATICALES Hay que advertir al mismo «tiempo que las construcciones donde actual¬ mente el segundo pluscuamperfecto - aparece con suma frecuencia lian sido originariamente en gran parte cláusulas independientes. «Apenas», por ejemplo, se lia vuelto 'Conjunción oracional, significativa de la instantaneidad de tiempo como signo de la muy próxima anterioridad. Pri¬ mariamente adverbio solia acompañar á cuando. á cuyo significado de tiempo imprimió el sello de la Idea de instanta¬ neidad: apenas cuando ó cuando apenas* Luego, en el transcurso del -tiempo, logrando separarse de su compañía «cuando», revistióse de todo el significa¬ do de la conjunción combinada «cuando apenas» introduciendo él á da oraciónadverbio, mientras .qne «cuando» aca¬ rreó de un modo pleonástico la cláusula por la oración-adverbio determinada siñ hacerle perder su carácter de-inde¬ pendencia gramatical, em virtud de la cual ésta domina la frase de la cláusula ‘.combinada. Siendo pues «cuando» ■ en rigor pleo¬ nástico se puede suprimir sin inccmve.niente quedándose solo «apenas», ya que 'siga, ya que preceda á la cláusula go¬ bernante la oración-adverbio por «ape¬ nas» caracterizada. Por ejemplo: murió cuando apenas tenia doce años: tenia apenas doce años cuando murió: apenas tenia doce años cuando- murió: en todos estos casos «ape¬ nas» resulta ser, estrictamente hablan¬ do, adverbio; pero suprimiendo «cuan¬ do» en el último ejemplo, desde luego ••«apenas» adquiere fuerza conjuntiva ex¬ presiva de la idea de instantaneidad y se pone sinónimo de: casi en el Momento que\\ apenas tuvo doce años, (cuando) murió ó bien: murió, apenas tuvo doce años; apenas hubo pronunciado aque¬ llas palabras, se arrepentió de su lige¬ reza; apenas hubo leído la carta, (cuan¬ do) se sentó para contestar. -De un modo idéntico se lian vuelto conjunciones oracionales las frases ad¬ verbiales sinónimas: no bien-a un no-uo- cuando, estando gobernada la frase de la cláusula combinada por la cláusula .introducida por «cuando», el que, sien¬ do ¿pleonástico, puede suprimirse Todas estas conjunciones expresivas de la idea de instantaneidad en el tiem¬ po resultan ser sinónimas de otras com¬ binaciones conjuntivas con la única diferencia de que estas no admiten «cuando» en pos de si; son: «luego que, así que, tan pronto como, eu cuanto, así como». A veces se usan promiscuamente los tres pretéritos:, el absoluto y los dos pluscuamperfectos como sinónimos, -aunque no con un sentido enteramente idéntico en la determinación por ante¬ rioridad con esas conjunciones y las de¬ más que llevan consigo el concepto de anterioridad, como: «desde que, des¬ pués que, desde el momento que» etc. Lo que diferencia esencialmente el segundo pluscuamperfecto del primero y del pretérito absoluto es que indica tiempo muy próximamente pasado en su cabal anterioridad á otro tiempo pasado al cual sirve de determinación, de cuyo significado resulta la idea de inmediata 6 instantánea sucesión de brevísimo intérvalo entre dos hechos «pasados. Para encarecer la idea de instantánei- <lad en la inmediata sucesión de dos hechos pasados consecutivos que por esta se determinan, se puede hacer uso de las conjunciones y combinaciones conjuncionales significativas de la idea fie instantaneidad en el tiempo, como: «apenas, no bien, no, aun no-(cuando) luego que, así que; tan pronto como, así como; en cuanto, etc., por manera que resultan dos signos para la mani¬ festación de una misma idea, es decir, fie la de instantaneidad en la sucesión fie dos hechos pasados, determinando «el uno por su anterioridad al otro. Esta instantaneidad eu dos hechos consecutivos ofrece un doble carácter, según que el hecho determinado siga ó til primer instante ó al último en que el hecho determinante ha llegado á su perfección, cuya diferencia proviene por parte de la misma naturaleza del verbo de la oración-adverbio que encierra el atributo determinante caracterizado por una de esas conjunciones expresivas de la idea de instantaneidad. Pues en unos verbos el atributo deja de ser y expira en cuanto haya llegado á su perfección—de ahí su denomina¬ ción de verbos expirantes—y en otros el poco tiempo después que te fuiste, re¬ atributo, aunque se haya llevado ácabo, cibí esta noticia. puede aun permanecer: verbos perma¬ necientes. Dr. Máximo Hertting. Asi es que nacer, morir, por ejemplo, son verbos de la clase de los expirantes; (Se continuará). pues en el momento que uno ha nacido — ó muerto, expira este mismo acto ó sea: deja uno de nacer ó morir; mientras que por ejemplo, el atributo en verbos que Actualidades significan actos mentales perceptivos, como ver, oir, puede haber llegado á LA SEMANA toda su perfección cabal y sin embargo subsistir en época que aun dura; tales verbos sou permanecientes ó actuales. Haciendo simultáneamente uso de los dos signos de la anterioridad muy pró¬ xima y de la inmediata é instantánea sucesión, se da más realce á el que la perfección del atributo determinante ha llegado á su absoluta expiración á cuyo último momento sigue intantaueamente el otro atributo, ya que el atributo de¬ terminante sea de un verbo expirante ó permaneciente. Por ejemplo: apenas hubo dado su último respiro, le enterramos; no bien hubimos cenado, nos acostamos á dor¬ mir; tan pronto como hubo recibido esta noticia, partió; no bien hubo visto cual era su intención, se decidió á ata¬ carles sin demora; así como hubo oido lo que era la causa de sus quejas, dió la orden de aderezarle la comida pura po¬ der salir inmediatamente. Resulta pues que el último momento del expirar un atributo, por el hecho de haber liegado á su acabada perfección, es al mismo tiempo el principio á tener el otro atributo una existencia per¬ fecta. Pero si ahora se sustituye, por resultar dos signos para la declaración de una misma idea á ser un pleonasmo, el sig¬ no de la cabal anterioridad en una su¬ cesión instantánea, el segundo plus¬ cuamperfecto, por el pretérito absoluto ó sea el instantáneo, no es indiferente, si el verbo es de los permanecientes ó de los expirantes. En cuanto á los últimos, no se produ¬ ce diversidad en las relaciones tempora¬ les mediante esta sustitución, si no es que el pretérito instantáneo representa acaso la sucesión como menos rápida: luego que se concluyó la construcción tic la iglesia, celebraron misa en ella. Pero cuando se dice: asi que amane¬ ció. salí para cazar, se infiere que des¬ pués del primer instante de la existencia perfecta del amanecer principió á tener existencia perfecta la salida para la ca¬ za. mientras en: así que hubo amaneci¬ do. salí para la caza, el último momento déla existencia perfecta del amanecer es al mismotiempo la señal para la sa¬ lida . Resulta pues que en estas construecionesde los verbos «permanecientes» el se¬ gundo pluscuamperfecto da á entender que la sucesión entre los dos hechos es menos rápida mediándose un intérvalo más largo; pues el hecho determinado no se verifica sitió después del último ins¬ tante en que el atributo determinante ha llegado á su perfección y no después del primer instante de la existencia perfecta de éste, lo cual ocurre cuando el segun¬ do pluscuamperfecto se sustituye por el pretérito instantáneo. Hay que advertir, para los estudian¬ tes de los idiomas clásicos, que esta última construcción con el pretérito ins¬ tantáneo caracterizado por conjunciones significativas de la idea de instantanei¬ dad en el tiempo encuentra sus analo¬ gías en el latín y griego; pues le corres¬ ponde el pretérito perfecto después de ubi. ut. ubi primum y postquam, y el aoristo introducido por epei, ote, os— cuando, epeide tajista, epei, proton—así que. Suprimiendo asimismo el otro signo La política ha estado animada como pocas veces en los últimos días: el Go ¬ bierno ha vivido entre sobresaltos y zo¬ zobras. Desvanecido el temor de que di¬ mitiera el General Weyler, cuando más necesita el Ministerio del concurso de este jefe, acogieron los periódicos el ru¬ mor de que el Sr. Cánovas del Castillo se veía obligado á abandonar la vida pública, debilitado por padecimiento crónico, y desmentida rotundamente tan infundada especie, declarado insustitui¬ ble el ilustre estadista y proclamada la imposibilidad de hallar sucesor por los que temían la formación de un Gabine¬ te Pidal con el apoyo del elemento con¬ servador antiguo y genuino, capitanea¬ do por el Sr. Elduayen, y del elemento joven y enemigo de osadías y aventuras, dirigido por el Sr. Silvela, surgió el conflicto que el General Borrero ha pro¬ vocado dirigiendo una carta, verdadero reto, al General Martínez Campos y dando ocasión á la intervención del Ca¬ pitán general de Madrid y al arresto disciplinario del retado y del retador. Conocidos de toda España los incidentes de ese conflicto, aún no resucito, no es incumbencia nuestra relatarlos aquí ni formular juicios que no encajan en el campo de esta revista. :¡: :¡: :}¡ Entre tanto la opinión ha apartado los ojos de los debates parlamentarios, en que se patentiza la ilegalidad de muchas elecciones y se demuestran las incorrec¬ ciones y delitos de muchas autoridades y de muchos funcionarios, para quienes son letra muerta las prescripciones de la ley electoral; se ha olvidado el discur¬ so en que el Sr. Silvela habló de mayo¬ rías que sólo piensan en declarar com¬ patibilidades realmente incompatibles con los preceptos de la ley y en conceder la impunidad á miserables delincuentes, y se han dado al olvido los problemas financieros que las circunstancias y el Gobierno han planteado. Ni las reformas que el Sr. Navarro Reverter tiene en es¬ tudio. ni el gravísimo proyecto de au¬ xilio á las Compañías de ferrocarriles, ni las indicaciones acerca de un emprés¬ tito cuantioso, ni otros problemas rela¬ cionados con éstos son tema de preocu¬ pación para la generalidad de las gen¬ tes. ni asuntos á que los políticos dedi¬ quen la atención que la importancia de aquéllos exige. Es verdad que el Gobier¬ no. al abstenerse de dirigir excitaciones para que las Cortes se constituyan cuan¬ to antes, parece inclinado á rehuir la discusión de tan importantes cues¬ tiones. * ** m La de la guerra de Cuba no obtiene tampoco ahora los honores que antes se le concedían. Y no es ciertamente por¬ que haya mejorado de una manera per¬ ceptible la situación de la Grande Anti¬ lla; al contrario, todos los indicios reve¬ lan que, si no ha empeorado, permanece estacionaria. Máximo Gómez ha retroce¬ dido de las Villas al Camagüey. renun¬ ciando sin duda al plan de acudir en auxilio de Maceo y atacar la trocha de Mariel á Majana; pero en cambio muchas partidas continúan atacando poblados, destruyendo puentes y líneas férreas y volando trenes con dinamita; las colum¬ de la idea de instantaneidad, la conjun¬ ción oracional expresiva de esta idea, y sustituyéndola por otra conjunción sig¬ nificativa de la idea de tiempo en gene¬ ral. la instantaneidad en la sucesión entre dos hechos desvanece y solo se da á entender que medió un intérvalo más ó menos largo entre el principio de los dos hechos consecutivos, de los cuales, el determinado, puede hasta coincidir con cualquier momento de la duración del hecho determinante que le es ante¬ nas apenas pueden operar por haberse desbordado ya los ríos por efecto de las lluvias torrenciales, y Maceo campa por sus respetos en la provincia de Pinar del Río, á la vez que desembarcan en dife¬ rentes puntos de la costa cubana expedi¬ ciones filibusteras de armas, municiones, dinamita y otros pertrechos de guerra preparados en los Estados Unidos, como la del vapor Tree Friends que, según dicen los tripulantes, ya de regreso en Jacksónville (Florida), ha sido la más rior pero aun dura cuando el determi¬ nado llega á una existencia perfecta. Este último caso es el ja con anteriori¬ dad mencionado de la parcial simulta¬ neidad en dos hechos consecutivos en lo pasado. Por ejemplo: cuando se edificó la ca¬ sa. me mudé á ella; la caballería atacó cuando el enemigo se retiró ó retiraba; desde que amaneció, empezó á nevar; después que lei el libro, se lo devolví; comimos cuando llegamos á casa; cuan¬ do pedí explicaciones, me las dieron; importante de cuantas los laborantes han logrado enviar á Cuba. También parece ser que el Laurada ha logrado arribar nuevamente á las costas de la Grande Antilla, y únicamente ha fraca¬ sado el Bermuda, sin duda por haber que huir de algún crucero español. Lo cierto, desgraciadamente, es que la insurrección, sin que los rebeldes hayan logrado ningún triunfo militar, se halla mucho más extendida que hace un año, y que asi lo reconocen los espa¬ ñoles leales de Cuba. De ello es prueba palmaria el hecho de que, á pesar del silencio del General Weyler, reclamen el envío inmediato de considerables re¬ fuerzos, 25.000 hombres, al decir de algunos, declarando preferible afrontar los peligros de la estación lluviosa á correr el riesgo de que los separatistas campen por sus respetos durante mu¬ chos meses y hagan necesario el envío de fuerzas mucho más considerables. En los círculos políticos de Madrid se insinúa el proyecto de organizar una importante expedición para el mes de Septiembre y preparar un golpe de ma¬ no antes de que los congressmen yankees puedan agitar de nuevo la opinión y atender las excitaciones de Morgan y otros, que por ahora han pasado de mo¬ da al parecer. Y decimos esto porque el viernes precisamente no creyó conve¬ niente el Senado de Washington decla¬ rar urgente la aprobación de la última moción presentada por el mencionado político, aun invocada la proximidad de la suspensión de sesiones. Tal vez para esa época el Gabinete de Madrid juzgue conveniente mostrar ma¬ yor energía que la mostrada hasta hoy y no guarde silencio ni deje de protes¬ tar ante escándalos como el dado en Nueva York el 13 de Mayo, el Decoratión Day, cuando se prohibió á un gru¬ po de irlandeses figurar en la procesión cívica en actitud de protesta contra la dominación de la Verde Erín por la Gran Bretaña, y se autorizó la exhibi¬ ción de la bandera de los separatistas cubanos, á pretexto de llamar la aten¬ ción sobre una exposición de productos de la Grande Antilla. A alentar al Gobierno han de contri¬ buir actos de patriótico desinterés, como el del Ayuntamiento de Barcelona, que ha acordado enviar á Italia 17 millones de pesetas para comprar uno de los dos cruceros construidos por la casa Ansal¬ do, si la comisión de marinos españoles le juzga útil. Las provincias valencia¬ nas se preparan á imitar el ejemplo de lá ciudad condal, y á poco que el Minis¬ terio ponga de su parte, revivirá segu¬ ramente el entusiasmo por defender el honor de nuestra bandera y demostrar que España es una nación desgraciada, no una nación degenerada, haciendo nuestra la frase del corresponsal de Le Courrier de Bayonne en la capital de Francia. * La Bolsa de Madrid ha estado anima¬ da estos días, y los valores españoles no han sido arrastrados por los franceses en el descenso que éstos han experimen¬ tado á consecuencia de persistir el Mi¬ nisterio en presentar el proyecto del nuevo impuesto sobre las rentas. B. de T. y T. Madrid 7 de Junio de 189(5. Sección Biográfica. N0HERLES00M El popular astrónomo nació el año 1844 en Santa Cecilia, provincia de Pa¬ lència. Después de aprobar el bachillerato pasó á Madrid, en cuya Universidad cursó casi toda la carrera de Leyes, sien¬ do condiscípulos suyos, entre otros, don Alejandro Pidal y Mon y D. Ramón No¬ cedal. La falta de recursos le obligó á tener que ausentarse de Madrid sin terminar los estudios, marchando de administra¬ dor de unas fincas de la provincia de Córdoba, en donde se dedicó por com¬ pleto á las ciencias astronómicas y me¬ teorológicas. Algún tiempo después regresó á Ma¬ drid, entrando á formar parte del perso¬ nal del Observatorio. Pocos días antes del ciclón que se de¬ sencadenó aquí el dia 12 de Mayo de 1886, León Hermoso escribió un articulo anun¬ ciando el fenómeno. Su trabajo no fué acogido por los di¬ rectores de varios periódicos: encontró desdén en unos, indiferencia en otros; en ninguno hospitalidad. Y recordando la amistad que le había unido con el Sr. Nocedal, fué á verle, á fin de que publicara sus pronósticos en El Siglo Futuro. El jefe de los integristas puso algún reparo á las pretensiones de su condis¬ cípulo; pero accedió, por último, á sus súplicas, con dos condiciones: una que el artículo se publicase en forma de parte remitido por un astrónomo de New York, y otra, que ese trabajo lo firmara con un seudónimo. Como Hermoso no acostumbraba á usar ninguno, dejó al arbitrio del señor Nocedal que hiciese un anagrama, y, barajando el nombre y apellido del ahora célebre astrónomo, convirtió su nombre y apellido españoles en uno completamente extranjero, en el de Eoherlesoom con el que en la actualidad se le conoce. El acierto en anunciar el ciclón, dióle popularidad, y el director de El Siglo Futuro franqueóle noblemente las co¬ lumnas de su periódico, entrando á for¬ mar parte de la redacción del mismo. Como todo esto constituía un secreto para el público, Nolierlesoom pasaba por un meteorológico norteamericano, y sin un incidente propio del carácter de los hijos de Castilla, tal vez no ha¬ bida revelado su verdadero nombre. Ocurrió que un dia de 1887, de aquel invierno que, como recordarán nuestros lectores, fué excesivamente frió, el due¬ ño de la peluquería de la calle Mayor, Madrid, deudo de Nolierlesoom, estaba afeitando al jefe de la Escuela de Estado Mayor, D. Luis Otero, en casa de éste, Fígaro y parroquiano comenzaron á hablar del tiempo tan desapacible que se dejaba sentir en dicha villa. El Sr. Otero, algo aficionado á los es¬ tudios astronómicos, se lamentó de que Nolierlesoom, que acertaba continua¬ mente en sus profecías, fuese yankéey que no hubiera en España otra persona que en estos estudios ó análogos obtu¬ viera éxitos semejantes. El pariente del astrónomo palentino alegróse con aquel lisonjero juicio, y quebrantó el secreto. El parroquiano, no menos cortés, se mostró org’iilloso de que fuera un com¬ patriota el astrónomo que él creía ex¬ tranjero. Cuando ocurría esta conversación lle¬ gó á casa del Sr. Otero el autor de La Pasionaria, Sr. Cano, quien enterado de lo ocurrido, lo contó á Mariano de Ca¬ via. el cual, pocos dias después, publicó en El Liberal un sabroso Plato del dia, dando cuenta del suceso en términos laudatorios para Noherlesoom. Y desde ese día, el hasta entonces os¬ curo astrónomo vióse convertido casi en celebridad. León Hermoso fundó el año 87 el Bo¬ letín Meteorológico, cuya publicación cuenta hoy con más de 4.000 suscri- tores. Las provincias más aficionadas á esos estudios, á contar por el número de bo¬ letines que á ellas se remiten, son Bar¬ celona. Alicante, Ciudad Real y Toledo. El año 91 fué nombrado Nolierlesoom socio de la Academia de Ciencas de Pa¬ ris, y á partir de esa fecha, estableció correspondencias con todos los Observa¬ torios del mundo. especialmente con el que fundó León XIII. Un profesor de Física de un colegio de Valladolid, el padre Agustino ángel Rodríguez, lia publicado un folleto, en el que da cuenta de los pronósticos que ha hecho Noherlesoom, y dice que éste acierta en una proporción de 82 por 100. Días pasados se vió el director del Bo¬ letín Meteorológico muy agobiado ¿cau¬ sa del excesivo número de cartas y feli¬ citaciones que recibió de todas partes. Aparte de esto, su penúltimo pronós¬ tico le valió que su periódico aumentara en ocho días ei número de sus suscri- ciones en más de 200. Noherlesoom es hombre sencillo, de bastante instrucción científica y de tra¬ to ameno, y sus pronósticos hacen olvi¬ dar los del legítimo Zaragozano. Crónica Local Eu la tarde del domingo y jueves úl¬ timos verificáronse las acostumbrada procesiones de la octava del Corpus. Re¬ corrieron las calles del Príncipe y Santa Bárbara, plaza del Arrabal, calle del Viento y plaza de la Constitución, y es¬ tuvieron bastante conrridas, particular* mente la del domingo. Dias pasados fué una comisión de' Ayuntamiento á la finca Can Bí, en b que existe la fuente que se acordó ex¬ propiar para conducir agua potable á B barriada marítima, con objeto de aforar el de nuevo el manantial y resolver sobre terreno acerca de los trabajos de su ca¬ nalización. Resulta, pero, ahora, después de los cálculos, de los trabajos prelimnm'‘es í de haber acordado la expropiación for¬ zosa de la fuente, al expresado objeto, que ha hecho ofrecimientos al Ayuut;a‘ miento del agua de la fuente de Son Llampayas el propietario de ésta, y estos & SÓLLER ofrecimientos obligarán á la Comisión á hacer estudios sérios acerca de cual de las dos fuentes convenga más adquirir, teniendo en cuenta el caudal respectivo, composición del agua, desembolso para expropiación, ventajas, inconvenientes y eoste de la canalización y demás cir¬ cunstancias por todos conceptos atendi¬ bles, antes de decidirse definitivamente por la una ó por la otra. Deseamos á la Comisión ó al Ayunta¬ miento acierto al resolver este delicado asunto. Recibimos la visita el lunes de esta semana del ilustrado director de «La Voz de Sitjes» D. Pedro Termes Pascual y de sus compañeros de redacción seño¬ res Planas Robert y Diaz Blanch, quie¬ nes, formando parte de una sociedad de excursionistas de Sitjes, y atraidos por la fama de las bellezas de nuestra isla, han venido á admirarlas. Salieron el mismo dia para Palma por Deyá, Miramar y Valldemosa, desde cuyo punto tenían en proyecto dirigirse á las cuevas de Artá y del Drach. Será nuestro mayor deseo haya sido agradable á los visitantes su corta per¬ manencia entre nosotros. Esta mañana procedente de Cette y Barcelona ha fondeado en nuestro puer¬ to el vapor de esta matrícula «León de Oro», siendo portador de numeroso pa¬ saje y variada carga. Como verán nuestros lectores en el .anuncio que en otro lugar insertamos, la Isleña Marítima ha acordado que en lo sucesivo el vapor «Lulio» en vez de hacer escala en Barcelona en sus viajes á este puerto, haga directamente el viaje •de vuelta de Cette, y que salga luego para Palma. De modo que tendremos servicio ma¬ rítimo semanalmente entre Palma y este puerto, los domingos, y de Sóller á Pal¬ ana los viernes, además del de Sóller á Barcelona y Cette y del de este último puerto directamente como hemos dicho antes, correo todos los lunes de y á Bar¬ celona y el servicio del «León de Oro» que conocen ya los que nos leen. Si dudáramos nosotros de la impor¬ tancia de este pueblo, bastaria este mo¬ vimiento continuo de vapores para per¬ suadirnos de que la tiene, de lo que nos alegramos infinito, y más todavía nos alegramos de que no seamos solos noso¬ tros los que la ven, que al fin y al cabo pudiera la pasión ó nuestro buen deseo darnos vista de aumento, sinó que otras muchas personas de allende el Coll de Sóller la reconozcan igualmente. Una viuda que tiene su domicilio en la calle de la Luna, tomó la resolución de casarse, y lo efectuó anteayer al ano¬ checer; mas, como si no estuviera la mujer en su perfecto derecho de hacer¬ lo, la gente jóven del barrio y algunas personas mayores, por añadidura, lo to¬ maron á mal y contra todo derecho de¬ terminaron obsequiar á los desposados, y á sus vecinos, con escandalosas cence¬ rradas, amen de regar el zaguan de la casa de aquellos y gran parte de la calle con líquidos de los que aconseja la hi¬ giene y la decencia se trasporten en en¬ vases herméticamente cerrados, y ocultos además. El escándalo y el abuso, que por du¬ ros que fuesen los adjetivos que empleᬠramos para calificarlos no lo serían su¬ ficientemente, se reprodujo ayer, y pro¬ bablemente tendrá octava, si la policía no desplega toda su actividad para evi¬ tarlo. ¡Y esto sucede en un pueblo que tiene pretensiones de llamarse culto! Según nos han informado, anteayer se llevó á la matanza, en el Matadero pú¬ blico de esta localidad, un borrego que habia sido mordido por un perro y tenia magullado el cuarto delantero derecho y parte del vientre. En vista de esto, el Inspector de carnes se negó á autorizar la venta del animal en cumplimiento de la vigente ley de Mataderos, y dió cono¬ cimiento á la Autoridad. El Sr. Alcalde dispuso se cumpliera en todas sus partes dicha ley, y al efec¬ to fué enterrado dicho animal ayer á las primeras horas de la tarde, no sin pro¬ testas de los interesados y sin haber sido antes inspeccionado por el veterinario Sr. Bibiloni, á instancia de las mismos, cuyo dictamen dícese fué á estos favo¬ rable. Teme ahora el inspector Sr. Ballester, en vista de este dictámen y por las ame¬ nazas que á sus oidos han llegado, que después de haber cumplido estrictamente el deber que le impone el cargo que de¬ sempeña, tenga que pagar de su propio peculio el animal inutilizado. Veremos en que parará la cosa. Conforme habíamos anunciado, el do¬ mingo último hubo función dramática en nuestro teatro, y, según noticias, estuvo poco animada. Para mañana, tarde y noche, se ha anunciado igualmente función; se pondrá en escena «Del enemigo el consejo» y como fin de fiesta «Robo y envenena¬ miento» y «La Aldea de San Lorenzo» respectivamente. Deseamos estén una y otra función más concurridas que lo estuvo la que se dió el domingo último. La Diputación provincial, en la se¬ sión que celebró el lunes de esta semana, acordó conceder á este pueblo la canti¬ dad de 300 pesetas para construcción y reparación de los caminos vecinales de este término municipal. Lo celebramos. Dias pasados estuvo en este pueblo el arquitecto D. Bartolomé Ramis, á quien, conforme se indica en el extracto de la sesión ordinaria de esta semana, que en otro lugar publicamos, tiene encargados el Ayuntamiento los planos para la re¬ forma de la Casa Consistorial. Dicho señor tomó las medidas é hizo sobre el terreno las anotaciones indis¬ pensables para dejar á la posible breve¬ dad cumplido su cometido. D. Ramón Colom, Pbro., quedando ex¬ puesta S. D. M. todo el dia. Por la tar¬ de los actos de coro y al anochecer el ejercicio al Seráfico Corazón con plática y reserva. Dia 16, á las seis de la mañana, du¬ rante una misa rezada, la devoción men¬ sual de N.a S.a del Cármen. Dia 19, á la misma hora el ejercicio al Patriarca San José. vapor Cataluña de 662 ton. cap. D. Ri¬ cardo Terrasa, con 29 mar. y efectos. Dia 10.—De Marsella, en 3 dias, laúd Maria, de 70 ton., pat. D. Juan Ferrer, con 7 mar. y lastre. Dia TI.—De Denia, en 2 dias, paile¬ bot Dolores, de 41 ton., pat. D. Fran¬ cisco Riera, con 6 mar. y ladrillos. Dia 13.—De Cette y Barcelona, en 10 horas, vapor León de Oro, de 278 tone¬ ladas, cap. D. G. Mora, con 15 mar. y efectos. EN EL AYUNTAMIENTO He^iüítro Civil EMBARCACIONES DESPACHADAS Dia 7.—Para Cette, vapor Isleño, de Sesión del 11 de Junio 1896. Bajo la presidencia de D. Juan Joy, Alcalde, y con asistencia de los señores concejales D. Martín Marqués, D. Lo¬ renzo Mayol, D. Amador Castañer, don José Morell y D. Jaime Magraner, ce¬ lebróse el jueves último la sesión regla¬ mentaria de la semana, convocada por segunda vez para las nueve de la noche. Leida y aprobada el acta de la sesión anterior, se procedió al despacho ordi¬ nario, acordándose que pasara á informe del Sr. Ingeniero encargado de la carre¬ tera de Palma á este puerto una instan¬ cia de D. Miguel Pomar Forteza rela¬ tiva á una reforma de la casa n.° 17 de la calle de Bauza: y á informe de la Co¬ misión de Obras otra instancia de don Jaime S. Guardiola, pidiendo permiso para revocar la fachada de la casa de su propiedad, n.° 21 de la Plaza de la Cons¬ titución. Examinado el expediente mandado instruir por la Excma. Comisión Pro¬ vincial contra Miguel Buenaventura Se¬ Nacimientos. Varones 5.—Hembras 6.—Total 11. Matrimonios. Dia 11.—D. Bartolomé Pascual Pas¬ cual, soltero, cou D.a Maria Bernat Bujosa, viuda. Defunciones Dia 11.—Margarita Castell Obrador, de 1 año, calle de Isabel II ,—-0= o MOVIMIENTO DEL PUERTO EMBALICACIONES FONDEADAS Dia 6. —De Ayguesmortes, en 3 dias, laúd S. José, de 38 ton., pat. D. Cristó¬ bal Vicens, con 6 mar. y lastre. Dia 6.—De Cette, en 3 dias, laúd San Bartolomé, de 32 ton., pat. D. G. Valent, con 5 mar. y lastre. Dia 7.—De Palma, en 5 horas, vapor Isleño, de 314 ton., cap. D. R. Piña, con 23 mar. y efectos. Dia 8.—De Barcelona, en 10 horas, 314 ton., cap. D. R. Piña, con 2^marineros y efectos. Dia 7.—Para Barcelona y Cette, va¬ por León de Oro, de 278 ton., cap. don G. Mora, con 15 mar., pas. y efectos. Dia 8.—Para Barcelona, vapor Cata¬ luña, de 662 ton., cap. O. R. Terrasa, con 29 mar. y efectos. Dia 12.—Para Alcudia, pailebot Do¬ lores, de 41 ton., pat. D. Francisco Rie¬ ra, con 6 mar. y Cemento. Eli CrAS La Junta de Gobierno de esta Socie¬ dad ha señalado los dias del 10 al 15 del próximo Junio de 10 á 12 de la mañana para el cobro del 31.° dividendo pasivo de 2‘50 pesetas por acción en el local que ocupan las oficinas de esta Compa¬ ñía, calle de Buen Año, 6. Sóller 26 de Mayo de 1896.—El Pre¬ sidente, Jaime Colom.—P. A. de la Jun¬ ta de G., Mateo Colom, Srio. guí, mozo del alistamiento de 1895 que faltó á la concentración ordenada para su destino á cuerpo, se le declaró pró¬ fugo, condenándole al pago de los gastos que ocasiona su captura y conducción. Enteróse el Ayuntamiento de un tele¬ grama del Excmo. Sr. D. Jerónimo Rius Ï21 acreditad® vapor en que notifica haberse encargado inte¬ rinamente del Gobierno civil de la pro¬ vincia por disposición del Gobierno de S. M. Nombróse á D. Bartolomé Ramis, ar¬ quitecto encargado de levantar los pla¬ nos y redactar los pliegos de condiciones de subasta para la proyectada reforma de la Casa Consistorial. Saldrá del puerto de PALMA para los de Aprobóse la distribución de fondos. Y se levantó la sesión. SÓLLER, BARCELONA Y CETTE todas las semanas con arreglo al siguiente CULTOS SAGRADOS En la iglesia Parroquial.—Hoy al anochecer se cantarán completas en pre¬ paración de la fiesta dedicada al Sagrado Corazón, de Jesús. Mañana, dia 14, á las siete y media comunión general para dicha asociación; á las nueve y media exposición, horas menores y misa solemne con sermón por ITINERARIO De Palma para Sóller » Sóller para Barcelena » Barcelona para Cette Todos los domingos á las 8 mañana. » los domingos á las 7 tarde. » los lunes por la tarde. » Cette DIRECTO PARI SOLLER 7 Palma- « 103 a la I tarde. » Sóller para Palma » los viernes por la tarde. 0011110 lAf álIOSi EN SÓLLER.—D. Ramón Coll—Calle del Mar n.° 50. EN CETTE.—D. Bartolomé Tous. 19 AGRICULTURA los riegos, sea bueno ó descuidado el cultivo. Entre nosotros se injerta el naranjo, de escu¬ dete en la 1.a, 3.a y 4.a época; pero con más frecuencia en las del empuje y del vivir. Para el primeo se toman las yemas de en medio de la vareta; pira el segundo, las más bajas é in¬ mediatas á la casquera, verificando lo mismo si se injerta al dormir. El de púa se hace también al empuje y al vivir; pero es poco usado, aun¬ que preferible en patranes de mucho grueso, co¬ mo acredita la experiencia en muchos casos que liemos observado. Muchos prácticos concretan á dos las épocas del injerto del naranjo, que denominan á ojo velando y á ojo dormido. La primera dura des¬ de Marzo hasta últimos de Junio y la segunda desde Agosto hasta Octubre. Como no fijan la atención en los diferentes estados ó, mejor dicho, edades de la savia del patrón y de las varetas, de ahí el que muchos escudetes no prenden ó tardan en brotar. Si se teme que el escudete no prenda, lo más seguro es poner dos uno opuesto al otro; y si el patrón es de mucho grueso, convendrá ponerle tres ó cuatro, á fin de evitar el que el exceso de la sávia le ahogue. ¿A qué altura debe ponerse el escudete?—No debe bajar de quince centímetros, á contar desde ed suelo, ni subir á más de treinta por el moti¬ vo de que las ramas en toda planta crecen en razón inversa de la largaria de su tronco. Cuando se injerta al empuje ó al vivir, se desmocha el patrón á la altura de un centíme¬ tro sobre el escudete, cortándose después ai ras de éste, al empezar el desarrollo de la yema: CULTIVO DEL NARANJO injertándose al dormir, no se desmocha hasta principios de Febrero del año próximo, si el es¬ cudete prendió. No falta quien deja de cortar las ramas hasta ver el resultado, que puede saberse y con seguridad, á los veinte dias. Entonces desmocha á la altura de dos ó tres centímetros sobre el escudete, cuyo tallo sirve de apoyo al jóven injerto hasta el año siguiente en que aquel se corta al ras. Esta práctica proporciona más defensa al in¬ jerto; pero reclama mucha vigilancia y cuidado en extirpar ó despuntar los brotes que, con per¬ tinacia, nacen alrededor del indicado tallo. Res¬ pecto á los brotes que aparecen cuando el escu¬ dete empieza á mover, lo mejor es quitarlos, dejando los más cercanos al injerto, despuntán¬ dolos si toman mucha fuerza y quitarlos tan pronto como este alcanza unos quince centíme¬ tros. Se dice que no conviene seguir regando al naranjo recien injertado: no vemos el porqué. Tan luego haya prendido el injerto puede de¬ sembarazarse de sus ligaduras, cortándolas por la parte opuesta al escudete, sin quitarlas. Ai injertar evítese el ponerse el escudete ó la púa en la boca y cuídese de llevar las manos limpias y enjutas, porque, á la persona que le sudan las manos, le hiede el aliento ó fuma con exceso, se le malogran muchos injertos. Ventajas y desventajas del injerto. Que el injerto sea una verdadera educación de los vejetales no queda ya la menor duda, sien¬ do una verdad demostrada por la experiencia que el naranjo injertado dá fruto más prouto, POR D. JOSÉ RULLAN PBRO. más voluminoso, más fino y en mayor cantidad: Que se presta dócilmente á tomar las formas que se le quiere imprimir: Que se desarrolla con tan¬ ta ó mayor prontitud que el franco, y que re¬ siste más á las enfermedades que tanto afiijen á la especie. Sabido es también que el naranjo, al tercer año de recibir el injerto, produce ya en abundancia, cuando el franco no fructifica hasta los seis ú ocho de plantado. Que, acumulando injertos uno sobre otro, se logra duplicar y hasta triplicar el volumen de la naranja, medio único de satisfacer los caprichos de la moda que, hasta en la forma de las materias alimenticias, como en el corte del vestido, ha sentado sus reales. Que se despoja completamente de las espinas y aumenta sus ramas en razón inversa del tronco, reduciéndolo á su menor expresión, hasta supri¬ mirlo, haciendo salir aquellas de junto á la tierra, á voluntad del cultivador. Se achaca al injerto que acorta la vida del na¬ ranjo, porque le produce una vejez anticipada: Que no desarrolla tanto sus ramas y que, por lo mismo, tarda más en dar mucho producto. Tocante á lo primero, advertiremos: que si se trata de injerto sobre plantas de la misma es¬ pecie y más sobre patrón franco, no es tan gran¬ de el sufrimiento que experimenta el naranjo injertado, que pueda presentarse un solo caso en que se le haya visto morir por esta causa, pues si mueren naranjos injertados también mueren Jos francos, sin que de la muerte de unos y otros se sepa dar razón. Tocante á lo segundo es completamente falso. Para convencerse basta en¬ trar en un huerto donde existan los dos culti¬ vos, observar y comparar, cosa que en Sóller no Los aanucioo qtie se Inserten en esta sección pcgirán: Hasta tres in«erdsr ts ¿ rezón de C‘05 pesetas la línea; hasta cinco inserciones á raaOn de 0‘03 pesetas, y de cinco en adelante á razón de 0‘02 pesetas. El Tftior mínimo de un anuncio, sea cual fuere el número de líneas de qne se componga, será de 0‘50 pesetas. Las lineas, de cualquiera tipo sea la letra, y los grabados, se conta¬ rán por tipos del cuerpo 12 y el aneho será el de una columna ordina¬ ria del periódico. SOLLS n de Los anuncios mortuorios por una sola vez pagarán: Del ancho da una columna 1‘50 ptas., del de dos 3 ptas., y así en igual proporción. En la tercera plana los precios son dobles, y triples en la segunda. Anuncios Los comunicados y anuneios oficiales pagarán á razón de 0‘06 pesatas y los reclamos á razón de 0‘10 ptas. la línea del tipo en que se compongan, siendo menor del cuerpo 12, y de éste si es mayor. Los suscriptores disfrutarán una rebaja de un 25 por ciento. TIENDA NUEVA DE SAN JOSE DE JMIE II, WÚM. 14.-PALMA. Hallará el público los -surtidos más completos y económicos en lienzos todo de un ancho para sábanas, tiras bordadas, variedad infinita en toballas, colchas blancas y de «color, brillantes, y géneros de punto, géneros de algodón de todas clases y anchos, todo cuanto se desea para equipos de novios. 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Guillermo Colom, Quai Com- Aviso al público. se “Mutual Reserve Fund Life Associatíón,, ^mandant Samary-5. suplica á todos los interesados que SOCIEDAD COOPERATIVA DE SEGUROS MÚTUOS SOBRELA VIDA tengan documentos ó títulos de cualquier clase en la Notaría de La mas poderosa del mundo D. Francisco Ferrer, se sirvan re- •cojerlos á la mayor brevedad si ■quieren evitarse perjuicios. Pueden ^avistarse con D. Jaime Marqués «calle del Pastor n.° 12. EOIM BE LA MARINA. BE FfflCB CMffll ¡ Istmio» IWI cura, IHMIIM El dueño de este establecimiento, ex-dependiente de la fonda del Uni¬ verso, participa á los señores viaje¬ ros de toda la isla de Mallorca y en «especial á los sollerenses, la gran restauración que se ha hecho al ho¬ tel, en el que encontrarán en lo su¬ cesivo un esmerado servicio, lo mis¬ mo á la carta que por ci oiertos, con gran rebaja en los precios. 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DOS Y DOS FAN CUATRE, ó sia primera tanda de veritats ditas á n’es vesins de sa populosa ciutat de S' Illot, per un tal P amo ’n Tòfol de sa Llana (molt conegut á ca-seua.) CONCHA Y CATALINA, novela de costumbres sollerenses, por don Juan B. Enseñat. POESIAS, porD. Juan Alcover y Maspons. ENSAYOS RELIGIOSOS, POLÍTICOS Y LITERARIOS Don José M\_a Quadrado Edición completa de sus artículos, estudios y opúsculos, publicados é inéditos, con una extensa introducción de más de 6o páginas POR DON MARCELINO MENENDEZ Y PELAYO Constará de cinco á siete tomos en 8.* prolongado, de más de 400 páginas encuadernados en pasta, con el título dorado al fuego. Podrá obtenerse por el precio de 4 Ptas. tomo, por snscripción.-^Tomos sueltos, 5 Ptas. Se suscribe en casa de los Sres. eAMENGUAL Y MUNTANER, editores, Cadena, s.—Talma de ¡Mallorca. 1.S ^ ^ À ^ ^ ^ ^ *$*♦>£* ^ #Tinta negra Siglo XIX#Tinta eomunicativa#Tinta violeta# ♦Tinta carmin#Tinta para sellármete., etc.# lia !iaty en venía en el establecimiento h& BXKGISmAD-San Bartolomé-17-SQLLER. L’ UNIÓN Compañía francesa de seguros contra incendios fundada en 1828 Esta Compañía, LA PRIMERA DE LAS COMPAÑÍAS FRANCE¬ SAS DE SEGUROS CONTRA INCENDIOS POR LA IMPORTAN¬ CIA DE SU CARTERA, asegura además del riesgo de incendio, los daños que pueden ocasionar la caída del rayo, la explosión de gas de alumbrado, del vapor, de LA DINAMITA Y OTROS EXPLOSIVOS. Capital social ..... Reservas Primas á cobrar.... 10.000,000 8.705,000 74.287,038 Francos „ „ Total .... 92.992,038 „ Capitales asegurados . . 15.127.713,242 „ Sienestros pagados . . . 194.000,000 „ ü£€fURO BE COSECHA» Esta antigua Compañía asegura también contra el incendio, los de trigo, cebada y avena, tanto en pie como segadas, en gavillas y sobre la era. Sucursal española: Barcelona, Paseo de Colón y calle Merced, 20, 22 y 24.—Director, M. Gés.—Subdirector en Mallorca: B. Homar, Samari¬ tana, 16, Palma.—Agente en Sóller, Arnaldo Casellas, Luna, 17. SOLLEB.—Imp. de «La Sinceridad»