AÑO III.—NÚM. 79.
AÑO III.—NÚM. 79.

8 ENERO DE 1887.

Ferro-Carriles de Mallorca.

SERVICIO DE TRENES
que regirá desde el 15 Octubre de 1886 á 14 Marzo
de 1887.
: De Palma á Manacor y La Puebla,—7’:10 maña¬ na, 2 y 3’15 (mixto) tarde.
De Jííantlcqr á Palma.—3 (mixto) 7';>0 mañana
y 5 tarde. De La Puobla á Palma.—7’55 mañana y 5110
tarde.
De La Puebla á Manacor.—“'¿ó mañana 2’;!0 y
5’10 (mixto) tarde. De Manacor á La Puebla.—7’30 mañana y 5
tarde.

laca á Palma—2 tarde.

■

CORREOS.
SALIDAS DE PALMA.
Para Ibiza y Alicante, domingo 8 mañana. Para Mahon, lúucs I tarde y miércoles 2 tarde,
vía Alcudia.
Para Barcelona, martes I tarde y sábado 2 tarde,
Vía Alcudia.
Para Valencia, juéves i tarde. LLEGADAS Á PALMA.
De Valencia, lunes 7 mañana. De Mahou, lúues 9 mañana vía Alcudia y juéves
i) mañana.
De Ibiza y Alicante, miércoles 3 tarde. De Barcelona, juéves 12 mañana, vía Alcudia y
sábado 7 mañana.
Salidas de Sóller.—Los domingos á las 2 de la mañana y los demás días á las i.
Llegadas a Socl<T.—Todos los días á las G noche

PERIÓDICO SEMANAL DE INTERESES MATERIALES.

PUNTOS DE SUSCRICIÓN.

PRECIOS DE SUSCRICIÓN.

Eii lá Redacción y Administración, calle de San Bartolomé nüm. 17.

1 peseta trimestre en toda España.

2 id.

id.

Extranjero v América.

i) T,

Anuncios y comunicados á precios convencionales; los comunicados deberán llevar fírma.

,.

,

,

adelantado.

PRODUCTOS OLIVAREROS,

se robe el fruto por los merodeadores

con el pretexto de que la recolección se

ión.)

ha hecho y está terminada.

La mejor manera de recoger las acei-

0l} VrtW- •

' ' III.

| tunas consistiría endesprender las amanó*

MODO DE PRACTICAR LA RECOLECCIÓN.

JtUyj •-•«.

'-V'-

¡ sacudiendo ligeramente con pequeñas cañas la parte superior ó cima á donde

Lhs a'dbitimas no maduran todas á la no puede alcanzarse con las manos. Este

vek; las de los collados antes que las de procedimiento exige brazos suficientes y

las lláíiuras, las que se hallan espuestas al que los olivos hayan sido podados eií bajo

Sud son mas adelantadas que las que se ó que ño sean muy altos. Pero cuando la

crían al Norte, así como las de los ramos obra del hombre es escasa y los árboles

exteriores y pendientes preceden á las | son muchos y elevados, se tiene por nece-

déüó§ ramos interiores ó poco inclinado^; i sidad que contar con la gratuita coopera-

en los sitios húmedos y sombríos, la rña- ¡ ción del viento, el cual, meneando la plan-

duración es más tardía que en los lugares I ta, deja caer las aceitunas más maduras.

abiertos y ventilados, en donde hay abun¬ Sucede á veces que por la fuerza de los

dancia de luz y aire y no se sienten los vientos cae tanta que no es posible reco¬

efectos de una humedad continua. Una gerla pronto y bien, de modo que algunas

sola recolección no es, pues, oportuna ni se pierden, efecto de la piedra, de las

conveniente, debiendo hacerse en dos aguas, que las arrastran y la mayor parte

veces por las razones indicadas y de modo se ensucian con la lluvia, que suele set*

que mientras concluye una, la otra co¬ frecuente en el período de la maduración.

mience inmediatamente; y esto para que Se podría evitar en parte la pérdida

el trabajo no cese, no aumente la mano del froto practicando con lá azada espa-

de obra, se economice tiempo y gastos, I cios circulares debajo de cada árbol, y

y sobre todo para no dar tiempo á que | entonces pueden reunirse con escobas y

recogerse. A fin de evitar que las aci; u ías
se diseminen y caigan en períodos incons¬
tantes, según sople el viento, conviene emplear un hombre que mueva con las manos las ramas principales del árbol, con
con lo cual los frutos maduros caerán
fácilmente.
Cuando los olivos son pocos y bajos y no faltan los brazos necesarios, conviene
indudablemente hacer la recolección por medio del ordeño á mano. Las aceitunas,
á medida que se recogen, se meten en un saco de tela ó lienzo que la operaría tiene ceñido al cuerpo en foma de mandil, extendiendo también, á fin de que las que caen no se ensucien, debajo del árbol
y por todo el radio de su capa, una especie de tienda de lienzo que permita recojerlas con prontitud.
De cualquier modo que sea, para obte¬ ner buen resultado en la recolección, os de suma necesidad no varear los árboles,
porque con los golpes se quiebran gran número de hojas ó de retoños que han de fructificar al año siguiente; pues proce¬ diendo de este modo se extenúa el vigor de la planta, provocándose la aparición

FOLLETO.

\_

\_

¿¡ÒNÑOR O-MARA.

ción. Veíanse colgados en la chimenea, para aquellos confirmó su juicio; eran forasteros,
que acabaran de curarse, varios jamones de habían llegado á la quinta pocos momentos an¬
gran tamaño, y en los basares brillaba una | tes que Connor, y solo conocían por su nombre

limpia vajilla de estaño; á través de los crista- al dueño de aquella posesión. Este no estaba

TRADICIÓN IRLANDESA.

I les de dos grandes armarios se veían algunos en casa, pero le aguardaban bien pronto. Entró

(ContinuncitfuO

| platos de porcelana y aun de plata, y el muji- en efecto un anciano de semblante respetable

; do de las vacas, el balido de las ovejas, y el ¡ que saludó á todos con la mayor cortesía.

Bien hubiera deseado pasar el puente O’ i gruñido de otra especie dé cuadrúpedos no Acercóse la jóven al recien llegado, con ademan

Brien, á cuyo lado opuesto tenía un pastor co¬ menos familiar á sus oídos, recordaron á Con- cariñoso.

nocido que lo hubiera albergado en su cabaña; | ñor la quinta en que con tanta actividad y es-

—Es su padre, dijo para sí Connor, más era

pero era ya de noche, sentíase fatigado y se tuvo ; mero había trabajado por espacio de tres años. en realidad su marido, según supo déspues por

por dichoso al divisar una luz en la ventana de | Dirigió en seguida sus miradas hacia los liabi- la criada.

una alquería á donde resolvió pedir un asilo ; tantes de la casa; llamó muy particularmente

Tomó la jóven el brazo del anciano y ambos

para aquélla noche. Llamó á la puerta, entró y su atención una joven bien parecida y prendida se retiraron. Acordóse Connor al [momento del

saludó i según costumbre diciendo: «Dios os con cierta coquetería, al parecer muy ocupada segundo consejo de su amo. Aquellas palabras,

bendiga.» Recibiólo afablemente una jóven que según el 'continuo movimiento en que se halla- Aléjate inmediatamente, no te acuestes, ni cierres
lo condujo á la coeina, pues aún se conservan | ba; parábase de vez en cuando delante de un los ojos en aquella casa, resonaron tristemente
en el país algunos restos de la hospitalidad de reloj que había en la misma estancia, y parecía j en sus oídos, y ya le parecía ver al mismo Fitzla antigua Irlanda. Ardía un buen fuego en la j impacientarse por la lentitud con que el indi- j Patrick que le gritaba: ¿Lo has oido bien?
chimenea, que esparcía su claridad á lo léjos. s cador describía su círculo en derredor del cua- | Dejó pues su asiento y aprovechando un

Gonnor vió que no estaba solo; encendió-su j clrante. Veíanse cerca del reloj dos hombres de i momento en que la atención de, todos se halla¬

pipa, tomó parte en la conversación y en un ; honrada apariencia, y que parecieron á nuestro ba fija en el fuego, se llegó á la puerta, levantó

plato de; patatas que le ofreciera una criada. viajero dos arrendatarios que se dirigían tal quedo el picaporte, y sin hablar una palabra

Todo indicaba una casa de alguna considera¬ I vez á la feria del cantón. La conversación de I salió de la casa.

2

'SÓLLER.

de la roña, se compromete la fructificación

En edad en que aún podía prestar á la

futura y se obtiene aceite de calidad¿íáfé-:1 enseñanza y á su pueblo importantes ser¬

rior.

vicios, ha venido, la terrible Parca á cor¬

Desechando, pues, al avare o y citándo¬ tar el hilo de uña .existencia consagrada

se trate de recoger las aceitunas .de lá toda cutera al trabajo, y: ál afecto de su

copa del oliva ó de las ramas largas, no famijju¿y amigogg :
hay más qus encorvar las mismas, sirvién¬ De éónciencia inílexibje y de voluntad

donos de un gancho de mango largo, y firme f enérgica, en el ejercicio: de su

desprenderlas por medio de una caña. profesión no distinguía npnca entre ami¬

IV.

gos y adversarios; pudien do confiar igual¬

mente en su rectitud, tanto él pobre des¬

GASTOS DE LA RECOLECCIÓN.

'\\i T / Ï I ‘ 1 J ! ) ; i valido, como el rico potentado. .

. Para.recoger á mano un hectolitro de. De un talento nada común, empezó

aceitunas son necesarias ocho: horas de sus primeros estudios, salido ya de la

trabajo de un hombre á jornal, y. para adolescencia, y obtuvo, con recomenda¬

recogerlas del suelo basta uno ó uno y ble nota, los títulos académicos que, con

medio próximamente de jornal de una tanto acierto, le hemos visto últimamente

mujer; pero tanto lo uno como lo otro desempeñar.

en los años buenos se hace, á destajo, y

Su modestia era tanta, que solo la

por obra en los de escasa producción.

creemos comparable con su gran capaci¬

Haciendo el trabajo á destrajo en el
desgaje de las aceitunas, se paga por término medio 1 ’ 5Ó pesetas ó\\V 5 5,pesetas (precio medio de un día de jornal en la
época de más trabajo), y por recoger la aceituna del suelo con mujeres ó mucha¬

dad; pues en todas ocasiones le vimos

siempre esquivar los puestos que ofre¬

cieran alguna brillantez.

j jjj rV,

La fortaleza de su alma .quepo «popa-

da dúrañte la larga enfermedad que ha

minado su robusta constitución en que,

chos suele darse de 76 á 80 céntimos de á pesar de los sufrimientos que esta le

acarreaba, ni un solo día dejó de cumplir

Por la cogida de la aceituna á jornal con las obligaciones que ambas profe¬ hecha en años de escasa producción, siones le imponían.

se suele pagar de 1 peseta á 1’ 12 pese¬ ta por dia á los hombres y de 0, 50 á 0,55 peseta para las mujeres.

Respetuoso hijo, cariñoso hermano, y excelente amigo gozaba de, generales
simpatías, que se ,hicieron patentes estos

. (Se continuará.).

últimos días con motivo de su pérdida,

■ ■(¡■a ii>

y que siguen acompañándole hasta más allá del sepulcro.

—-

Descansa en .paz, cariñoso amigo, en

POSTRER TRIBUTO Á UN AMIGO.

esa tumba , en que prematuramente has descendido, y en la que nos precederás

El domingo día 2, á las tres de la tar¬ de, pasó á mejor vida nuestro querido amigo el profesor de primera enseñanza, agrimensor y perito agrónomo B. Ramón Miró y Arbona.

tan solo por breves días. Con tu muerte, la población, lia perdido un, funcionario
probo é intçligentq;. tqs ,hermanos un fuerte apoyo y un padre; y. los que más
íntimamente te ¡tratamos, el consuelo que
sabía prodigar una amistad inalterable,

dispuesta siempre á la abnegación y al
•sacrificio.
Nosotros al confesq-r nuestra pequeñez ante esa tumba abierta, solo nos resta el
impetrar de Dios la resignación y el con¬ suele) para su atribulada familia, y hacer votos para que su alma sea acogida en la mansión de los justos.
"
C: y E.

f El día

dél actual amaneció nevan¬

do, esto es, esparciendo -una-nueva capa blanca sobré la espesa que cubría ya los montes, la huerta y la población. Raras veces habíamos visto una cosa parecida.
A las nueve de la mañana no podían

distinguirse los huertos de los caminos; todo, ora liso y de un mismo color, y cuando un rayo de sol pudo llegar hasta nosotros atravesando el túpido cortinaje
que cubría nuestro Valle] tomó este la

apariencia de un enorme reverbero de

límpido cristal.

Aquello era poético, no cabe duda,

pero la poesía entristecía entonces nues¬
tro áiiimo calculando las pérdidas, mate¬ riales de que era.caqsa,aquel blanco su* dario. ¡Cuántos ganados habrían sucum¬
bido, ciiántos frutos se habrían perdido,
cuántos árboles habrían sido tronchados!

Y efectivamente, de todo hubo por

des° gracia,

„

.

En el punto ¡que hace algunos años fué fábrica de azulejos, calle del Cementerio, el día de Reyes representaron varios,afi¬
cionados “La Adoració de los tres Reis

Magosrí

.

Según nos aseguraron, fué extraordi¬

naria la concurrencia,, y fueron repetidas

veces aplaudidos los improyi^dos ar¬

tistas.

Sóller demuestra, ep guantas. ocasiones se presentan, estar ávida de espectáculos;

Cerraba la noche oscura y borrascosa. Deso¬
piles de haber andado algun tiempo á tientas se encontró Connor debajo de un cobertizo en donde había algunas] gavillas de mies y heno. Pareciéndole imposible atinar con el camino, y
deseando por otra parte dormir algunas horas, sé acurrucó en un rincón y cerró sus, párpados al sueño; más no pudo dormirse tan pronto co¬ mo habría deseado; fatigaban su imaginación los incidentes. del camino, y muy particular¬
mente el de los buhoneros robados y apaleados por los'salteadores.1 Ocupábale igualmente el .segundo consejo de su amo, si bien no podía concebir qué peligro hubiera podido correr al lado del fuego que había acabado de dejar. Bien pronto, quedó la casa en silencio, y todo indicaba que, la lluvia que caía,, no turbaba el sueño de los que bajo aquel techo hospitalario
se guarecían. A poco apagáronse las luces que brillaban en algunas ventanas.
Todos se han acostado, dijo entre sí Connor, y quien sabe si mi terror pánico me ha privado del mullido lecho que tal vez me hubieran on e¬
cido después de cenar. De repente sintió un li

geyo ruido;,,escucha con atención,, qn caballo se
aproxima y se para debajo del cobertizo: apéase la persona que lo monta, y ata las riendas á un
posto. Él desconocido se desemboza y ai-roja la capa sobre la silla,,del caballo,,llevadespués
una mano á la cintura y Connor oye amartillar una pistóla. Al escuchar aquel ruido de sinies¬
tro agüero, el pobre Connor se deslizó bajo una gavilla, no. atreviéndose á mirar, temiendo ser
descubierto. Afortunadamente el caballo se ha¬
llaba interpuesto entre él y el misterioso per¬ sonaje. Este último creyéndose solo dio algunos pasos fuera del cobertizo, y Connor se atrevió á levantar la cabeza, cuando un pequeño golpe dado en una de las ventanas bajas de la casa hizo aparecer en aquella, una, luz con lo cual quedó convencido nuestro irlandés de que si el desconocido era un ladrón, tenía uno ó más
Cómplices en la quinta.. Aumentóse el miedo de Connor, más su propia seguridad le hacía es¬ tar cada vez más .atento. Atreviéndose en fin á
colocarse debajo del .vientre del caballo, no perdió una sola palabra del coloquio que tuvo
lugar-entré ,el pretendido .ladrón y una. mujer

que se asomó —Soy yo,

á la^yentana.
María. ^

U3

—Al fin cumples tu palabra, Alberto.

—¿Estás pronta?

—A todo, si prometes desposarte conmigo

ántes de concluir él año.

—¿No es el deseó de verificar nuestro en¬ lace el que aquí me conduce armado del puñal
asesine?

—¡Y qué! ¡te atreverías á titubear cuando no hay otro medio de obtener mi mano!
—Yo dudaría tan solo si se tratase de come¬

ter un crimen inútil, más una vez resuelta la

muerte del viejo solo me interesa saber si has

dispuesto lo conveniente para que recaigan en

otros que nosotros las sospechas." •

—La casualidad nos favorece en mayor gra¬

do que mi prudencia; tenemos unos huéspedes

en casa, y :será fácil acusarlos. :

; e: —v ;

—¿Luego puedo entrar yo y seguirte?

—Ven, y descarga el golpe con valor; yo me

encargo de lo restante.

•

y

•• ,:

(Se continuará.)

SÓLLER.

por ésto desean los verdaderos aficiona¬ dos, que son muchos, ver terminadas las: obras que no tardará en empezar la so¬
ciedad Defensora Sollefense.'Ño es estra-
ftoT"nn ed’ plano' de' las mismas figura un
bonito teatro.

Al venir de Palma la diligencia, el sá¬
bado de la semana pasada, equivocóse la muía delantera y çreféndo caminar por
la, çajrrptera, cubierta de nieve, cayó, de ló átb'; de ■ un b anchi cfue m é diá uiiò s ò òho
palmos. Afortunadamente pudo el con¬ tar detener las demás 4 tipmpo, eyi-
vi- x Jí * tí íu ? -i íJlihái A Uü,

las dos de tiro juntamente.con el vehículo

que arrastraban, nnijiii iftr
Más vale así.
mus t ao'ionsn aoí a gocrml

u.»

10U
. día. ré del actual celebráronse en la

iglesia parroquial de esta villa, solemnes

honras fúnebres pór el eterno descanso

del

fa¬

llecido en Palma el día 16 de Diciembre

próximò pásadoi!4';h;‘

Asistieron, además de extraordinaria
concurrencia de amigos del finado, infinidad: de pobres agradecidos, á quienes había legado el Sr.Corteza un pan de dos reales, una, libra de carne é igual, can$40$ d'e'4rroz. Los que recibieron la: li¬
mosna creemos fueron en número de cien¬

to cincuenta, los más necesitados del pueM«. ■’v '•*

Dios haya premiado al Sr. Fo.r'teza sus
’Vímtátivos sentimientos con el galardón

é'los'justos.

Personas qne han visitado el cemente¬ rio de este pueblo, se han acercado á esta
Redacción pará suplíeárnos pidiéramos á
nuestra Corporación municipal se sirva disponer cese, :de\\eiüterrarse los cadáveres gjq el, tyam.o eq que so entierran OfCjual-
mente,H s t . ,,;Xíí::?5ÍI Ag¿<¿ xómjfAnah'i t La causa de nuestra petición puede
conlpreudérla el Ayuntamiento, t así es que no dudamos-ser atendidos.
Ignoramos si -es úna ley ó una manía lo que impide abrir fosas en el tramo en que se enterró á los coléricos en 1865; si es lo segundo creemos no hay de que, en atencjon.á que las precauciones de entonté fyjs losjáhos trascurridos, habrán bastado para extinguir no solo los micro¬ bios si, -q-ue también los huesos de sus
ií¡ ¡>mt%ruxi
ovx
La Defensora Soliéronse, en cumplimieñto del art. 41 de su Reglamento celebró
sesión en la noche del Ría l.° del mes
áctualpá fin de proceder á la elección de los socios que, durante el próximo bienio, han de desempeñar los cargos de YiceP|residente,. Mócales de la Junta Directi¬ va y : Vico-Secretario. Por unanimidad de votos fueron elegidos respectivamente í). Jaime Ripoll Pons, ü, Jaime Bauza

Coll, D. Onofre Reines Mayol y D. Pablo , y paciencia, otra vez podrán llegar á lo que

Ozonas Pastor.

j fueron.

: La ¿Sociedad, en las circunstancias ac¬ : Por fin llegó la abolición completa del Pa-

tuales más qüe en otras, necesita tener á ] tronà to y mandado ya por este Gobierno Ge. sufrente personas entusiastas que"'si en¬ ñera i se provea la cédula de libre' a- todos - -los,

tan por ella un amor entrañable, y, como |„ na|rQcinados y se supriman las Juntas con

conocemos á los agraciados, no vacilamos cernientes á dicho ramo. ¡Ya era hora!

en asegurar ha sido acertadísima la elec¬

Es tiempo ya de empezar la zafra.de 1886 ' 3

ción.

; ' i‘ ’ " ■ .

| 87', ppro creo que serán muy pocas las fincia y

Felicitárnosles cordialmente.

que muelan sin que antes el Gobierno toinia

una. resolución favorable para los hacendad!) s.e

Leemos con satisfacción en varios de
nuestros colegas palmesanos, que á nuess tré distinguido paisano D, Salvador Coll

Las esperanzas de ver mejorados los precios del azúcar han fracasado; una revista deri Nue¬ va York recientemente publicada anuncia, que
los alemanes tienen en la cosecha de remolacha

Terraja se le ha sido comunicada por el de éste año un aumento de cuatrocientas mil

Gobierno civil de la provincià) la real toneladas de azúcar más qué el año pasado.
orden concediándole la cruz de Benefi¬ En vista de tales noticias la mayor parte de
cencia de primera clase, como tributo á los hacéiidádos de está isla: háti: dirígido un te¬ los sentimientos generosos y sacrificios legrama á los Diputados á Cortes cubanos de toda clase que ilustran la vida de nues¬ concebido en estos ó parecidos términos: «Intro insigne y benemérito compatriota. | genios Cliba suspenderán' principiar zafra si
Enviárnosle la más cordial enhorabuena. Y. Y. E. E. no consiguen supresión inmediata

derechos exportación. Exposición Cortes co¬

CAMBlCfS.

rreo» Veremos lo que se resuelve. En otra carta tal vez podré participarle ya

Marsella 8 d[v

5*0^

Cette

“

.

.

........

5*0,1.

I el resultado de las gestiones practicadas por
,j los representantes de esta isla.
1 . Suyo afino, y S. 8. Q. B. S. M.

Demás plazas francesas . . 5*01 1 /., i

¡

El Corresponsal.

"

JÍIíÍÍNMMA PAfOTMR l)£l SÓLLER7"

>.vL'

Sr. Director del Sóller

Mdy Sr. mió yfpljjtggï Mi cambio de residen¬
cia. In sido la causa del prolongado silencio que

he guindad ó ueste mi'ultima; le escribía desde

la provincia de Sau-tá Clara y seguiré escri¬
biéndole desdéTá^dé Pííéft^'Piíricipé;’ eir la que

resido actualmente.

*í{ ■> .?■ *.

J.

’

5

j

r

En mi nuevo .cáinbio .puedo, decirla que Pe

ganado en algo, tbda veY qut aquí; Af bien es

verdad que en tiempo de la guerra fué el teatro

de esfenag desagradables y horripilantes^ hoy se goza dé una paz- octaviaba qite paéde Consi¬

derarse ’inalterable, por ljs runcho^ déáefeáfiás

que sufrieron .estos habitantes en los tiempos

aquellos de sangrientas luchas.

Esta provincia fué de las mas ricas (le esta

fecun la perla de las Antillas, pero hoy, desgra¬

ciadamente, :aiín Siénte lóS térribles estragos de

aquella revolución que redujo á tantísimas, fa¬

milias á la indigencia.

A pesar de tantos reveses sufridos, no se en¬

cuentra en estado de abandonó. Su, extensión

es de unas dociéntás leguas cuadradas que pue¬

blan unos setenta y dos mil habitantes, dividi¬

dos en cuatro pueblos que son Puerto Príncipe,

Nuevitas, San Miguel, y Santa Cruz del Sur y

en diez; cásenos, el mas grande de los cuales

sérá como nuestra Alquería del Conde,- llama¬

dos Cascorro, Sabanicú Guaimaro, Las Yeguas,

San Geróiñiíro, Magarabomba, Ciego de Avila,

Altágrácia, Minas y Vertientes; escuso decirle

la distancia que habrá de un punto de estos al

otro. Sil principal riqueza era el ganado vacu¬

no, y ahora;, los ganaderos que quedaron con

recursos,' háíi éiapreiídiiíóhíéJiiíé^b' siis tareás,

fomentando miojas crias,'qué; con constancia

fflttíL Mi 211 JÉ® ’
:
(e. r>. D.l
Su desconsolada, familia parti-
; IcifiU. sás .Numerosos múfü&làI
infahsMlnueva:;y -;lds suplica se
sirvan tenerle . presente . en sps
oraciones.
. ....i..,:. ■un-i ere o nhcifhoaoi-nMt
DEFENSORA' SOLLERÉNSE. '.
Las Juntas Directiva y de Tenedores de acciones participan á los socios comprendidos
en el gremio de albañiles, qué quieráii tomar
parte en la construcción del edificio qué tiene esta Sociedad en proyecto y cuyo plano y con¬
diciones están de manifiesto en la Secretaría de
la misma, que pueden presentar sus solicitudes arregladamente al modelo que s.e.faqilitirá á los solicitantes, en el término de quince días á contar desde el de pasado mañana inclusive.
Tamhíen participan dichas. .Juntas á los só-
cios accionistas que mañana de 9 á'12 dé la misma quedará abierto por segbrida y última vez el pago del segundo dividendo. Sóller 8 de Enero' de 1887.—P. Á. de las J. D. y de T. de. A.—J. Marqués Arbona Srio.

i

SÓLLER.

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1

D. á

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Mi

EstaMeddo en £Mller9 ealle «le la Meetorfa n.° lO.

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tarios, para que no vacilen en la celebración de unos contratos que tanto les convienen; lia resuelto bajar los precios de los mismos,

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Por cada animal solípedo d de cabestre mayor (caballos: y muías) sin borradura , . . v 10 reales.

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. i;.

.

.

,

. 60 id.
i& '-o; ai

™

vDe 8 id,

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y™"" (De labranza. .

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21.a Conherradura

28 id.

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San Bartolomé, 17-SÓLLER.

Árboles Frutales.
En el vivero del honor Antonio Serra (Font) hay algarrobos, almendros, limoneros y naran¬ jos comunes y mandarines, para vender: seda¬ rán á precios muy acomodados. Dirigirse al mismo vivero junto á Can Domingo, carretera
de Palma.

En la tienda de artículos de escritorio de
Juan Marqués Arbona, se ha recibido una
bonita colección de
(íiltiibotias Iiiifriranos.
SQLLER.-Imprenta de Juan Marqués.