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t) \\s *j s# *\\r EL 11 DE MAYO DE 1861. ¡Fecha memorable, la más digna de figurar con ca- ractéres de oro en los fastos de nuestra historia! ¡Y como conviene evocar anualmente su recuerdo, en esta época de decadencia moral, en que las virtudes cívicas se van enmoheciendo en el corazón humano! Día 6 de Mayo de 1561 llegó á conocimiento del virey D. Guillermo de Rocafull la noticia de que la armada del tunecino Occhiali hacía escala en Ibiza para venir á saquear la villa de Sóller. Inmediatamente se armaron en Mallorca los hombres hábiles para de¬ fender el reino. Siendo Sóller el punto designado para el desembarque del enemigo, lo fué también para los mayores preparativos de defensa. Las torres de Muleta, Btnibassí, Casteyó, Heretat, Biniaraix y Fornálutx se fortificaron desde luego, y se mandó que se retiraran en ellas las mujeres, los niños y los viejos; medida, esta última, que quedó sin efecto en lo más crítico de la ocasión, pues viejos, niños y mujeres dieron noble ejemplo de heroísmo arrostrando la muerte en defensa de su querida pátria. El ilustre capitán á guerra Juan Angelats alistaba gente para tomar las armas, mientras el clero hacía exhortaciones y rogativas propias de su ministerio y el baile y los jurados proveían de víveres y municiones las torres, renovaban la artillería de la fortaleza del puerto y recogían caudales para cubrir tan urgentes atenciones. Llegó al campo cristiano la noticia de que otros moros habían invadido la villa por la parte alta, em¬ pezando su saqueo y destrucción, y los hijos de Sóller se volvieron á socorrer á sus hermanos. í ¥*¥ (I < roíif © fh ¡Qué espectáculo ofrecía en aquel momento la en¬ cantadora villa! No hay horrores comparables con los que en aquel aciago día se acumularon sobre la que \\ # i estaba destinada á ser un segundo jardin de las Hes- pérides. Casas saqueadas, doncellas cautivas, hogueras alimentadas por muebles y edificios; invadida la iglesia, © robados los ornamentos y objetos de valor consagrados al culto, mutiladas imágenes de santos, profanado todo lo sagrado; sangre, estrago, muerte, llanto, desolación por do quier! Enardecidos por aquel espectáculo, los hijos de Sóller acometieron con tal denuedo á los infieles, que tras de cien encuentros y encarnizadas refriegas, don¬ de pagaron con su vida el temerario intento centena¬ res de moros con varios de sus jefes, y hallaron glo¬ riosa muerte numerosos defensores del país, el ejército invasor se vió acosado y desecho; y los pocos que des¬ pavoridos iban á refugiarse en sus galeras, fueron al¬ canzados en el camino por varias partidas de cristia¬ nos que dieron muerte á muchos, esclavizaron á otros, y recuperaron su botin. El extenso campo de tan san¬ grienta lucha quedó cubierto de cadáveres turcos. El disparo de un cañón de la fortaleza, que se sin¬ tió el 11 de Mayo, á las tres de la madrugada, fué la funesta señal de que los turcos, frustrado su primer in¬ tento de tomar tierra en el puerto, por estar éste bien custodiado, lo verificaban en el Coll de s‘ Illa. Contestaron las campanas de la Parroquia y del Convento con el toque de somatén, y en un momento la Plaza mayor estuvo ocupada por la gente de armas, sin que faltase uno solo de los hombres alistados por el capitán Angelats. ¿Y cómo había de faltar nadie, si á ello se oponían la honra, el amor pátrio y la religio¬ sidad de un juramento? Después de una conmovedora plegaria y de la solemne bendición sacerdotal, el va¬ liente aunque reducido ejército de Sóller emprendió su marcha hacia el Gamp de s‘ Oca, donde hizo retroceder á un destacamento de turcos. * tf! ij! Imposible es encerrar en el estrecho cuadro de este artículo los mil detalles, dignos todos de perenne me¬ moria, ni aún siquiera los acontecimientos principales del famoso hecho de armas con que se inmortalizaron los heróicos sollerenses del año 1561. Nos cabe única¬ mente celebrar con legítimo orgullo tan señalada vic¬ toria, saludando á través de los siglos á nuestros as¬ cendientes, que nos legaron el mayor timbre de gloria con que pueden enorgullecerse los que aún sienten latir su corazón al sacro fuego del amor pátrio. SOLLER. NUESTRA. SEIORA DE LA VICTORIA Y SÓLLER/ derramad una lágrima do compasión sobre nuestra miseria. Todos tes pueblos tienen sus días de luto y Una enfermedad desconocida viene dando sus días de regocijo; todos esperimentan sus ! la muerte desde muchos años á nuestras huer¬ angustias y sus gozos, dejando á la posteridad tas, como si hubiese jurado nuestra ruina: los vários elementos de su historia, que admi¬ pierde el naranjo su hermoso verdor, se exha- ra y alecciona con sus fastos y vicisitudes.' ; la repugnante hediondez de sus raíces, y no Sóller ostenta también ante la humanidad sus | tardamos en verte convertido en seco tronco; flores y laureles, entrelazados con espinosos zarzales. Sóller, Edén delicioso de la más pre¬ ciada de las perlas del Mediterráneo, paraíso anticipado para el infeliz mortal, visitado por todo el mundo y ambicionado por codiciosos aventureros de todas épocas y condiciones merced a su fertilidad y riqueza, tiene también su historia, que admiran los pueblos y na¬ ciones. y como si esta calamidad no fuese ya bastante, vino á completar nuestra ruina la espantosa inundación cuyas tristes huellas podéis en parte contemplar. Muchas se han borrado, que os hubieran llenado de congoja, pero aún que¬ dan bastantes para que mantengan vivo en la imaginación el recuerdo de aquella catástrofe. Aún se nos figura ver el resplandor del rayo, y oir el fragor del trueno que retumba con sin¬ ¿A qué viene en estos días tanta afluencia de forasteros, afluencia reproducida todos los años? De lábios de sus padres y de sus abue¬ los de arrugado rostro, en su infancia, y más tarde por la lectura de la historia de nuestro pueblo, estos forasteros han venido á saber que el día once de Mayo es para Sóller un día memorable, y que este pueblo recuerda con gloria y regocijo la maternal protección de la Soberana del cielo, que supo librarle de las garras de sus poderosos y encarnizados ene¬ migos; coronando su frente de gloriosos lau¬ reles con la victoria que alcanzó contra las fa¬ langes morunas. Al cabo de más de tres siglos, brilla aún más fresca y resplandeciente so¬ bre las sienes de todo hijo de Sóller la coro¬ na de triunfo que heredó de sus heroicos abue¬ los, y blandéa todavía lozana en su mano la palma de la victoria alcanzada á impulsos del amor pátrio y del sentimiento religioso de sus antepasados. De aquí la afluencia de forasteros, que de todas partes acuden y visitan nuestro hermoso valle, ávidos de participar de nues¬ tros regocijos y de ser á la vez testigos ocula¬ res del cordial agradecimiento que Sóller pro¬ fesa á su augusta Madre, á la que dedica anual¬ mente una solemne festividad en público tes¬ timonio de su gratitud y en memoria del sin¬ gular beneficio que recibió de su bondad. Esos forasteros vienen también atraídos por el de¬ seo de admirar y recrearse en el espectáculo del delicioso panorama que suele ofrecer este gular intensidad entre esas sierras, y ver el agua caer del cielo, precipitarse en inmensas cataratas por montes y barrancos, arrastrar peñascos y árboles, arrollar cuanto á su paso encontraban sus furiosas corrientes, desbordar de sus cauces, y destruir paredes y bancales, artefactos y viviendas. Aún oimos los golpes de azadón y martillo para derribar tabiques, y dar salida á las aguas que llenaban las casas, y nos aterran todavía los lamentos de innume¬ rables desgraciados que pedían auxilio, pues, por sí solos, no podían salvar sus vidas. Ten¬ ded vuestra vista, liácia esos torrentes, ensan¬ chados á espensas de huertos y caminos, que ocuparon el sitio en que hoy veis estensos pe¬ dregales; ved y contemplad como se secó la fuente de nuestra riqueza y se cambió el as¬ pecto de nuestro 'valle, ayer tan frondoso y bello y hoy tan asolado y triste. Sin embargo, no liemos perdido aún la confianza, sino que muy viva la conservamos en nuestro carazón, seguros de que la misma Emperatriz de cielos y tierra que glorificó á nuestros padres tam¬ bién se dignará glorificarnos, alcanzándonos de su divino hijo la recuperación de cuanto hemos perdido. El mundo entero verá con júbilo nuestro triunfo, y nosotros seguiremos gritando con toda la fuerza de nuestros pulmones: ¡Viva Nuestra Señora de la Victoria! Jaime Sastre Pero. país en los días de risueña primavera. Verdad es, amables forasteros, que en otro mimsto tiempo este valle frondosísimo parecía un pa¬ raíso; los que lo hayais visitado en mejores días recordaréis ¡y cuántas veces quizás lo ha¬ bréis descrito á vuestras familias y amigos! que desde lo alto de los montes que nos de¬ fienden y rodean, se percibía el suave perfume que desde el profundo del valle se elevaba en alas del blando céfiro, y que, al acercaros á este jardín incomparable, os enamoraba el be¬ llo aspecto del naranjo con su flor de nieve Á LA VICTORIA QUE EN EL AÑO 1561 ALCANZARON CONTRA LOS MOROS ARGELINOS LOS MORADORES DEL PUEBLO DE SÓLLER. Cantemos victoria Ya el día llegó Que Sóller con gloria Al moro venció. perfumada y su fruto de oro que saboreábate con delicia. Para apagar vuestra sed y arrullar vuestras almas con misteriosos murmullos, corrían, por entre musgo y flores, cristalinas fuentes. Todo era lozanía, umbrío ramaje y poética frescura. Pero ¡ah! ¿No veis ahora como se ha mustiado todo, y cómo se ha cambiado casi en espanto¬ so erial nuestro hermoso valle? Observadlo y Si con trompa sonora la fama, Del guerrero los hechos pregona Y sns sienes con lauro corona De los pueblos la fiel gratitud: El de Sóller mirar ya no puede Por más tiempo yacer en olvido Aquel día en que vio enaltecido De sus hijos valor y virtud. Era noche de Mayo florido Parda nube los montes cubría, En el valle tan solo se oía El trinar del veloz ruiseñor: Cuando aborda la hueste agarena En las costas del plácido suelo, Que formara el benéfico cielo Escogido pensil de la fl ir. Llega el día y asoma brillante En dos montes el disco dorado, Por do quiera se vé pueblo armado Decidido á vencer ó morir: Que más vale yacer en el campo Anegados en sangre cristiana Que al antojo de gente inhumana Bajo el hierro de esclavo gemir. Ya mil moros con brazo robusto Sus cortantes espadas blandean Y en el aire festivos ondean Sin temor el menguante real. Angeláis el combate provoca Que la suerte del pueblo decida Y la muerte antepone á la vida Por salvarle del yugo fatal. A la Virgen invoca postrado A la vez todo el pueblo creyente, Y le ruega con voto ferviente Del peligro le quiera librar. Preparados, con noble denuedo En el campo de S’ Oca se embisten: Más en vano los moros resisten Su menguante verán eclipsar. Vá por tierra teñido el turbante Con la sangre del moro argelino, Que burlado miraba el destino De su patria y soberbio poder. A las naves procura fugarse O en las breñas salvar su bandera Que muy pronto á las plantas tendiera Del invicto mosen Castañer. Sin bandera, sin órden, sin jefe, Que Bisbal con su lanza matara, Las espadas que en vano vibrara Por el suelo esparcidas dejó. Así vió trastornados los planes Que en mal hora forjó su sed oro, Sin pensar en volver por decoro Vindicando el honor que perdió. Salve ¡oh pueblo! que día tan grande Deparóte en tu fausta victoria Esa Reina inmortal de la gloria Que invocaste en tu negra aflicción. Y grabado en tu pecho conserva Ese día de gozo y ventura Consagrando á la Virgen más pura Los afectos de tu corazón. José Rullan Pbro. CRÓNICA LOCAL. El Áncora en su número correspon¬ diente al mártes 4 del actual dice: «El semanario Sóller, en su ultimo número, toma la defensa de los socios de la Union Obre¬ ra Balear recibidos en aquel religioso pueblo '"Ñ SOLLER 3 con vivas demostraciones de pública antipatía. I que es de esperar esté concurridísimo el El Sóller además ataca bizarramente á las virtuosas Hijas de María Santísima que se per¬ mitieron entonar cánticos piadosos cuando muelle á la hora de la llegada, corno ha sucedido en años anteriores. predicadores socialistas vertían entre los socios sus deletéreas doctrinas. Con todo, el colega ! que tan valiente se muestra en atacar á las j Accediendo á las reiteradas súplicas vírgenes de Sóller, no tiene una sola palibra de muchos de nuestros abonados, repro¬ que oponer á los varones que con sus vigorosas manos hicieron sonar los cencerros y con sus robustos pulmones arrancaron estrepitosas no¬ tas al caracol marino en obsequio de los «ma¬ sones» . ducimos gustosos en otro lugar del pre¬ sente número el “himno á la Victoria'* que, en Mayo de 1855, compuso nuestro distinguido amigo y apreciable colabora¬ , Esta gloriosa campaña del semanario sollerense ha producido el resultado que era de es¬ perar: todos los suscritores que en algo esti¬ man la religión divina y el pueblo que los vió nacer, se apresuran á borrar sus nombres de las listas de abono, y se nos asegura que á este dor D. José Pulían Pbro. Dicha compo¬ sición es la misma que, con música de D. Francisco Cortés, se canta anualmen¬ te en nuestra iglesia parroquial el día conmemorativo del 11 de Mayo de 1561, desfile de suscritores seguirá otro no ménos después de terminada la procesión. significativos de los que colaboran en él con sus escritos.» No es nuestro ánimo contestar á las No satisfecha todavía El Áncora con intencionadas palabras del colega, puesto j atacarnos en una forma raquítica y anti- que no queremos, pigmeos periodistas, ; cristiana como lo hace en el suelto que entablar descomunal batalla con el coloso I insertamos en otro lugar del presente polemista que nos tira el guante. Prome¬ número, trascribe con gusto un comunica¬ timos en nuestro primer número ser ca¬ do (sin firma,) que le han ‘remitido perso¬ tólicos y lo somos (á pesar de habernos nas verídicas que le merecen entero crédito. ladrado repetidas veces El Ancora) con Largo es el citado comunicado para fé y convicción, nó por teoría y por lu¬ insertarlo en nuestro semanario, dado lo cro. Conste esto ante todo. Si el colega quería esta nueva confe¬ sión la tiene yá. ¿Podría decirnos ahora reducido de su tamaño, no obstante, po¬ demos decir .que los comentarios vienen tan al caso como el suelto que vió la luz en cuales palabras nuestras ha conocido pública el mártes último. quisiéramos defender ni ofender á nadie El Áncora, con su estudiado modo de absolutamente?—-Es un dato que necesi¬ ataque, quiere demostrar al público que tamos para decirle, caso de que quiera hemos defendido á la Unión Obrera y que saberlo, quienes eran ¡os varones que con por lo mismo estamos ciegos, es decir no sus vigorosas manos hicieron sonar los cence¬ queremos ver lo que ven todos, no teniendo rros y con sus robustos pulmones arrancaron tal vez en cuenta que existe un término estrepitosas notas al caracol marino en obse¬ medio verdadero entre no querer ver y quio de los umasonesu, y para probarle ver demasiado, en cuyo término medio cuanta falsedad, calumnia y mala inten¬ si no está el Sóller está tampoco el pe¬ ción encierra el suelto que hemos trasla¬ riódico que se titula católico. dado á nuestras columnas. Sentiríamos en el alma, por el amor y Asegurar, como lo hace El Ancora, que respeto que tenemos á la augusta religión todos los suscritores que en algo estiman la que profesamos, que El Áncora con sus religión divina y el pueblo que los vió nacer, sandeces, con sus calumnias y con sus se apresuraron á borrar sus nombres de las mezquinos propósitos, nos obligara á des¬ listas de abono, es suponer en Sóller pocos cubrir cuanto hay de verdad en la mani¬ católicos de veras y pocos que tengan festación que censuramos y de cuyos ini¬ amor al pueblo, puesto que cuando se lo ciadores se hace instrumento de venganza, aseguraron habíanse borrado únicamente y lo sentiríamos tanto más cuanto habría dos, cuyo número ha ido creciendo, á de pesar muchísimo nuestra confesión á medido que ha producido efecto el con¬ sabido suelto, hasta llegar á nueve. De los colaboradores nada decimos personas que queremos. Quítese la máscara el verídico comuni¬ cante de El Áncora y sabremos cual de porque de ellos tenemos mejor concepto los dos es más católico y cual vé más formado que El Áncora. allá, el Sóller ó él. La fiesta que ha de celebrar este pue¬ blo mañana, promete estar animada á juzgar por el movimiento que se observa desde ayer. Muchísimos carruajes llegan de Palma y demás pueblos de la isla, se preparan en la Plaza tiendas para el mer¬ cado y se nota por todas partes alegría. Según noticias adelantan poco las obras del faro de Punta Gr'ossa, las cuales deben quedar terminadas en Agosto pró¬ ximo. Nos permitimos hacer esta observación al Sr. empresario por si cree conveniente aumentar el personal. Son esperados los vapores qué tienen anunciado un viaje de recreo á ésta con motivo de la fiesta de la Victoria, por lo La nueva carretera de Deyá, la más pintoresca tal vez de Mallorca, hállase casi terminada. Ofrece á los forasteros que acuden á nuestro valle un verdadero viaje de recreo visitando, en su retorno, los pueblos de Deyá, Valldemosa, el pre¬ dio Miramar, etc., etc. Aconsejamos dicho viaje á los que pue¬ dan hacerlo, con la seguridad de que no han de arrepentirse. Se lian suspendido los trabajos de re¬ construcción del camino inmediato al Pont Non cuya subasta anunciamos. Dice¬ se que la causa ha sido el no estar confor¬ me la Comisión de obras con la solidez de los muros, con lo cual ha impedido se construyan hoy para ser derrumbados de nuevo á la primera avenida de las aguas. Muy bien si es así. Obras de esta índo¬ le no pueden fabricarse de cualquiera ma¬ nera; es preciso ante todo solidez, des¬ pués comodidad y elegancia. Sabemos que la Alcaldía de este pue¬ blo piensa prohibir terminantemente la acostumbrada gritería de muchachos, gritería que no deja de ser un insulto á los forasteros que vienen á visitarnos con motivo de la fiesta-cívico religiosa de la Victoria; y que, á fin de evitar desgracias, no permitirá que el lúnes por la tarde desde las tres hasta las cinco suba á la población, desde el Puerto, carruaje al¬ guno, impidiendo igualmente la bajada desde las cinco en adelante. Muy bien, y duro al que infrinja tan acertadas disposiciones. Según la tarifa fijada por la Alcaldía á los carreteros que vayan al Puerto con objeto de conducir los pasageros de los vapores que se esperan, el máximun que podrá exigirse á estos será dos reales pa¬ ra subir á la población y dos para bajar al Puerto. Es esta la única manera de cortas abu¬ sos. Nuestro particular amigo D. Cristóbal Pascual, residente en Valence (Francia), nos escribe una estensa carta, que la abundancia de material nos impide pu¬ blicar íntegra, en la que nos dá cuenta de la muerte de nuestro compatriota y ami¬ go D. Antonio Muntaner (a) Noguera. Falleció en el pueblo de Voiron, de la provincia de Isére, el día 15 de Abril último, después de penosa enfermedad que le tuvo postrado unos quince días. Eecibió durante la misma los auxilios es¬ pirituales, sin haberle faltado ni uno tan solo de los corporales. Fué visitado por todos los médicos y asistido por todos los sollerenses residentes en aquel punto y sus alrededores, sin que ni unos ni otros lograran su ideal; devolverle la salud. Fué trasportado el cadáver desde Voiron á Valence y acompañado por los solle¬ renses D. Jaime Miró, D. Antonio Castañer, D. José Pastor, otro D. Antonio 4 SOLLER. Castañer, D. José Puig, D. Pablo Bermengo, I). Guillermo Coll, D. Juan Barceló y su esposa, D. Juan Palou^ D. Juan Bauza, D. Sebastian Bauza y otros, los cuales habían acudido á la casa mortuo¬ ria desde sus respectivas viviendas: Romans, Viena, Grenoble y Yalence, dejan¬ do sus intereses para rendir el último tributo de amistad á un compañero que¬ rido. El día 16 llegó el cadáver á la esta¬ ción del ferro-carril de Yalence desde cuyo punto fué conducido al cementerio, acompañándole el clero, “las hijas huér¬ fanas" é innumerables amigos y conoci¬ dos del finado. Llevaban las cintas del féretro D. Jaime Miró, D. José Puig, don Gruillermo Coll y D. Juan Barceló, ce¬ rrando la marcha el hijo del difunto acompañado de los demás cuyos nom¬ bres hemos citado anteriormente. Descanse en paz el alma de nuestro amigo y reciba su familia sentido pésa¬ me, que le enviamos. Hemos recibido un comunicado firma¬ do por el Sr. Secretario del Sindicato de Riegos, contestación al de D. Antonio Castañer que publicamos en nuestro últi¬ mo número. La escasez del tiempo y el exceso de material nos privan de poderlo insertar en el presente número; no obs¬ tante, lo haremos en el próximo. COMUNICADO. Sr. Director del Sóller Muy Sr. nuestro: El articulillo (digámoslo así) publicado en su semanario núm. 43, y titu¬ lado Una manifestación femenina, etc., y el cro¬ nicón del mismo número que empieza «de otro concierto, etc.», han zaherido á lo que más es¬ timan las mujeres cristianamente educadas; por tanto cuentan las que suscriben merecer de su notoria caballerosidad, no se negará á dar cabida en el lugar correspondiente de su periódico á la publicación del presente ARREPENTIMIENTO DE VERAS. Al practicar el acto de barbarie en cuestión, llamado á formar época en los futuros anales de este pueblo, puesto que no tiene ejemplo en su historia, y por esto cabalmente se cita el año, día y hora en que tuvo lugar, ,(*) nunca creyéramos nosotras, débiles mujeres, promover un alboroto mayúsculo ni insultar á nadie per¬ sonalmente, pues como cristianas solo nos es permitido aborrecer al pecado, pero nunca al pecador; y, bien ó mal informadas, debíamos protestar á nuestro modo, como lo hicimos; no movidas por una insensatez fanática, ni aconse¬ jadas por ningún fanático feroz, que no caben estos dentro nuestras religiosas creencias por ser las únicas verdaderas; y la verdad, Sr. ar¬ ticulista, tendrá héroes y mártires si importa, pero fanáticos nunca; pecadillo que fácilmente se lo perdonamos á Y. en gracia de los finos ■motetes que nos regala, cual ramillete odorí¬ fico, por no sernos antipático. Bien por la ga¬ lantería y retebien por la obra de misericor¬ dia que para con nosotras practica, imperán- (*) Canto piadoso de valias mujeres eu casa particular, don os (cual si fuera un cacique) á que otra vez roguemos á Dios y no cantemos al diablo. ¿Qué es esto de diablos Sr. G. E. y Ll?.... ¿Si sabrá udted lo que se dice?.... ¿A quién se daba la serena, á los de abajo ó á los de arriba? Cuidadito... no sea que por confesión propia de Y. salgan á lucir como verdades palmarias nues¬ tras mujeriles sospechas; porque entónces, nuestro arrepentimiento de veras veríase tro¬ cado en la firme resolución de seguir cantando con toda la fuerza de nuestros pulmones la consabida copla de: No más pecar mi Dios. Más dejemos de echar pólvora al aire y ven¬ gamos á cuentas, por ser lo único que interesa á todos: hombres y mujeres, grandes y chicos, y después el público imparcial juzgará si somos ó no culpables. A nosotras, por haber cometido el ¡¡imper¬ donable crimen!! de cantar algunas coplas pia¬ dosas, y... nada más, se nos ha tildado de gente débil, inculta é insensata; solo por esto se ha dicho, que sobre nosotras pesa el alboroto ma¬ yúsculo, que deploramos vivamente. ¿Qué tal serán estos hombres á quienes se les exalta la bilis por tan poca cosa? Nuestro honor, aunque mujeril, no puede ce¬ der ante un aserto tan gratuito y tamaño in¬ sulto, por lo qué vamos á dar al público sen¬ sato y de sano criterio una relación clara y exacta de nuestro procedimiento. Queremos ante todo la verdad en su puesto. Serían las diez de la mañana del lúnes de Pas¬ cua, hora á propósito para asistir á los oficios divinos, que con tanta magestad celébranse en nuestra Iglesia parroquial, especialmente en la oración de cuarenta horas; y francamente nos dió un susto ver y oir acompañados con música y ondeando en la plaza banderas.... ¡que bande-. ras Señor!!! á unos hombres para nosotras des¬ conocidos. Picadas de nuestra natural curiosi¬ dad, á todo el mundo preguntábamos que sig¬ nificaba aquello; quien nos decía una cosa, quienes otra, pero ninguna bastaba á satisfa¬ cernos; supimos por último, mejor enteradas, que desde Palma habían pasado á ésta varios individuos para organizar una sociedad de so¬ corros entre los obreros de ésta, á lo que obje¬ tamos: pero... si tenemos una hace tiempo y gracias á Dios anda con mucha vida, cuenta con buena dirección, con fondos disponibles ¿á qué, pues, viene intentar sujetarnos á una de¬ pendencia palmesana? ¿Si llevará esta fines so¬ lapados? ¿No valen, merecen y sirven los hom¬ bres de Sóller tanto ó más como los que aca¬ ban de llegar? algo significante habrá Esto naturalmente introdujo en nuestro pecho el entusiasmo pátrio y religioso, y de ninguna manera pudimos consentir por más tiempo en¬ tre nosotras la permanencia de aquellos caba¬ lleros. Esta es la pura verdad. Esto nos hizo can¬ tar; si por ello hemos pecado, decimos todas y cada una: No más pecar mi Dios, me arrepien¬ to ya de veras solo por ser quien sois vos. Si no hemos pecado, por caridad cantaremos en pró de todos y cada uno de nuestros censores: Penitencia penitencia, si queréis salvación. Catalina Bisbal. Margarita Vicens. Magdalena Perelló. CULTOS SAGRADOS. Al anochecer de hoy y después de trasladada en procesión á la Parroquia la figura de Nuestra Se¬ ñora de la Victoria que se venera en el oratorio de la Casa-Hospicio, se cantarán solemnes completas con música. Mañana á las seis y media y al tiempo de una misa se hará el ejercicio del Mes de Mayo. A las nueve y media se cantarán horas y la misa mayor con música y sermón por D. Juan Liado Pbro. A las 6 de la tarde se hará la procesión de costumbre. Dia 10 á las seis y media de la mañana y al tiem¬ po de una misa se hará la devoción del Mes de María que se continuará al anochecer de los demás dias. MOVIMIENTO DEL PUERTO. EMBARCACIONES FONDEADAS. Día l.° de Mayo. De Gandía laúd Unión, de 51 ton., pat. Cristóbal Vicens, con 8 mar. y naranjas.-De arribada forzosa. Día 4. De Puerto-Colom laúd S. José, de 22 ton., patrón Antonio Frau, con 7 mar. y sillares. De Cette laúd San José, de 38 ton., pat. Juau Vicens, con 6 mar. y lastre. EMBARCACIONES DESPACHADAS. Día 2. Para Marsella laúd Unión, de 51 ton., pat. Cris¬ tóbal Vicens, con 8 mar. y naranjas. Día 3. Para Barcelona bateo San Antonio, de 23 ton., pat. Juan Calafell, con 5 mar., limones, algodón y efectos. Día 4. Para Palma laúd San José, de 22 ton., pat. Anto¬ nio Frau, con 7 mar. y lastre. ALCALDÍA DE SÓLLER. A fin de evitar los abusos que se puedan co¬ meter con el importe que deba percibirse para la conducción de los pasajeros que lleguen con el vapor en este puerto el domingo y lúnes próximos, he resuelto que rijan los precios si¬ guientes: De la población al Puerto. . . 50 cents. Y del Puerto á la población. . 50 id. Sóller 7 mayo de 1886.—El Alcalde, Juan Colom. Ll littiltt I LIS IÍI1S 1.500 puntadas por minuto LAS DÁN LAS INIMITABLES PARA COSER «SINGER» Nuevo modelo, llamadas de lanzadera osci¬ lante, las cuales por su ligereza, silencio y fi¬ nura en toda clase de trabajos, están llamadas á ser las máquinas universales. La niña más delicada puede trabajar en ella. Enseñanza y compostura gratis á domicilio. Hilos, torzales, agujas, piezas sueltas y toda clase de accesorios á precios reducidos. Para más informes dirigirse á D. Antonio Llabrés, representante en esta villa de dichas máquinas. Fonda de la Paz.—Calle de Isabel II. CASA DE COMIDA. Con motivo de la fiesta de la Victoria per¬ manecerá abierta la fonda, en Cas Pollensí, plaza de la Constitución núm. 13, piso l.°, en los días 8, 9 y 10 del actual. Servicio rápido, económico y esmerado. SÓLLER,-Imprenta de Juan Marques.