AÑO I.—NÚM. 23.
AÑO I.—NÚM. 23.

12 DICIEMBRE DE 1885.

Ferro-Carriles de Mallorca.
SERVICIO DE TRENES
que regirá desde el 12 Octubre de 1882
á 14 Marzo de 188S.
De Palma á Manacor y La Puebla.—7’30 maña¬ na, 2 y 3’30 (mixto) tarde.
De Manacor á Palma.—(3 mixto), 7'30 mañana y 5't5 tarde.
De La Puebla á Palma.—7’55 mañana y 3 tarde. De La Puebla á Manacor.—7 55 mañana 2’30 y 5 (mixto) tarde.

CORREOS.
SALIDAS DE PALMA.
Para Barcelona martes 5 larde, domingo 7 ma¬ ñana, via Alcudia:
Pitra Ibiza y Valencia, Viernes s mañana. Para Malion, limes 5 tarde y miércoles 2 tarde, vía Alcudia .
LLEGADAS A PALMA.
Do Barcelona jueves 10 mañana, via Alcudia,
wUalo 7 mañana directo.
De Valencia ó Ibiza limes 12 mañana.
De Malvón, jueves 0 mañana y limes 10 mañana,
vía Alcudia.
SALIDAS DE SÓLLER. Los domingos A las 2 de la mañana y los demás
días á la» 1.
LLEGADAS A SÓLLER,
Todos los dias vi las i> de la noche.

PERIÓDICO SEMANAL DE INTERESES MATERIALES.

PUNTOS DE SUSCRICIÓN:

PRECIOS DE SUSCRICION.

En la Redacción y Administración, calle de San Bartolomé núm. 17.

1 peseta trimestre en toda España.

2 id.

id. Extrangero y América:

) j

Pago

adelantado.

Anuncios y comunicados á precios convencionales; los comunicados deberán llevar firma.

DE LA NECESIDAD DE PROTEGER Á LOS PÁJAROS,
Nada hay perfecto en este mundo sub¬
lunar; toda medalla tiene su reverso, y
no hay cosa que no tenga sus'ventajas y sus inconvenientes. Con frecuencia, las ventajas de una cosa, aún con ser en el fondo más numerosas que los inconve¬ nientes, llaman ménos la atención que éstos, porque son más difíciles de obser¬ var, y de aquí resultan preocupaciones populares, cuyas consecuencias son en extremo perjudiciales para la sociedad.
Una de las preocupaciones más arrai¬ gadas es la de que los pájaros en general y particularmente los gorriones son per¬ judiciales á la agricultura, porque comen granos y frutos; y la consecuencia de esta preocupación está en que doquiera se les hace una guerra encarnizada. Va¬ mos á combatir esa equivocada manera
de pensar.
Es cierto que, comiendo granos y fru¬ tas, los pájaros causan un perjuicio real á la agricultura; la cuestión estriba, pues, en saber si le prestan ó no servicios que compensan centuplicadamente aquel per¬ juicio.

Desde luego hay que advertir que no hay granos y frutas sino durante unos pocos meses; por consiguiente, es preciso que para vivir, los pájaros coman otra cosa durante la mayor parteYlel año. ¿Y qué es lo que comen? -Se comen las oru¬ gas que hay en los árboles, los insectos de toda especie que atacan las raíces del trigo, roen sus hojas y hacen abortar sus espigas; y también comen semillas de plantas parásitas.
Para cerciorarse de esto, se han muer¬
to pájaros en las diversas estaciones del año, se les ha abierto el buche y en él no se ha encontrado más que insectos de toda especie: orugas, crisálidas, gusanos, langostas, mariposillas, mosquitos, ara¬ ñas, etc. Se puede probar el mismo hecho
de un modo ménos bárbaro examinando
el fiemo de los pájaros, que se hallará for¬ mado casi enteramente de vestigios de
insectos.
Podríamos citar varios hechos para
probar la utilidad de los pájaros, mas por temor de alargar demasiado este ar¬ tículo, no citaremos más que uno solo.
El gran Federico, rey de Prnsia, que poseía magníficos cerezos en Postdam, vio un día nna bandada de gorriones ha¬

ciendo estragos en el mejor fruto de sus árboles favoritos; montó en cólera, juró
que no se repetiría semejante destrozo y dictó inmediatamente una ley ordenando el pago de una gratificación de seis pfennigs (10 céntimos) á todo el que entrega¬ se dos cabezas de gorrión.
A partir de la promulgación de aque¬ lla ley, se hizo naturalmente en toda Prusia una encarnizada guerra á los gorrio¬ nes. Las cabezas puestas á precio llega¬ ron de todas partes, y, el primer año, tuvo el gobierno que pagar en primas la
cantidad relativamente exhorbitante de
diez mil tkalcrs (37,500 pesetas); el se¬ gundo año, cien thalers, el tercero, diez. No quedó un solo gorrión en territorio prusiano.
El rey se frotaba las manos de conten¬ to, y contaba comer en lo sucesivo abun¬ dantes cerezas que no llevasen la menor traza de picoteo, cuando vio sus cerezos invadidos por una plaga de orugas, que devoraban las hojas tiernas y las flores, sin
respetar siquieí-a las yemas. Al mismo tiempo surgieron quejas y reclamaciones
de todas las comarcas de los Estados
prusianos; las cosechas se malograban, los árboles frutales permanecían estériles,

CONCHA
NOVELA DE COSTUMBRES SOLLERENSES
POR '
JUAN B. ENSEÑAT.
CContinuación)
Al terminar estas palabras, que dijo sin pausa alguna, Concha sacó de su bolsillo un talón de cuenta corriente firmado por Faustino y se lo entregó á Angelote.
—¿Qué demonios estás diciendo y qué significa todo eso? repuso el rudo pescador. En mi vida he oido hablar de semejante cosa.
Y leyó en alta voz, deteniéndose un momento después de cada palabra:
«La sucursal en Sóller... del Banco... pagará por mi cuenta al portador... cinco mil pesetas, que le dejo abona¬ das en cuenta. —Faustino Agidlo.»
Esta lectura produjo un efeóto asombroso. Miguel tuvo en la mirada el mismo rayo de alegría que
había tenido Concha el día ántes.
La mujer de Angelote, que híista entóneos había escu¬

chado con atención, se precipitó sobre su marido y exclamó arrancándolo el precioso documento:
—lA ver, á ver! ¿qué es eso? ¡Vaya una ventura que nos llega! iQué barca nueva y qué redes vamos á poder com¬ prar con tanto dinero! Bien mirado, tu madre y tú sois dos mujeres honradas, continuó dirigiendo la palabra á Con¬ cha; Díle á tu madre de mi parte que podéis venir á comer
con nosotros ántes de marcharos.'
—Muchas gracias, contestó Concha con tristeza; me parece que cuando comáis, ya nos habremos marchado no-
sotrás.
—¿Por qué no aceptas, Concha? le dijo Miguel en voz baja; no sé por qué se me figura que esa comida nos ha de
traer ventura.
La muchacha, indecisa, miraba alternativamente áJMiguel y hácia la puerta, que había quedado entornada, cuando entró Margarita, seguida de Juan Arbós.
No parecía sinÓ que la viuda del Corcho había adivina¬ do lo útil que podía ser allí su presencia.
—¡Hola, vecinos: exclamó el Arbós. ¿Qué es eso que me acaban de contar? Por ahí se dice que os ha venido una ri¬ queza más grande que no sé qué, y que no sería de extra¬ ñar que yo no llegase á calontar la casa del Corcho, que en gloria esté.
—¿Quién ha dicho eso? preguntó Rosa. —¿Quién ha de ser? Todo el mundo; porque también se sabe que si os veis ricos de la noche á la mañana, es porque así lo lia dispuesto Dios, y Margarita y Concha. —Esta fortuna les pertenece más á ellas que ú nosotros,

repuso Angelote levantándose. Y añadió dirigiéndose á la viuda de Antonio Frau: Margarita, no aceptamos vuestro sacrificio; y estoy seguro de que mi buen amigo el Corcho hubiera hecho lo mismo, en mi lugar,
—Todo eso son cuentos, objetó. Rosa. Margarita y su
hija han comprendido perfectamente de parte de quien es¬
taba la justicia, puesto que nos han traído el dinero. En esto Miguel y Concha se habían juntado cerca de la
puerta y hablaban en voz baja, sin ocupaose de lo que de¬
cían los otros.
Margarita manifestó su estrañeza de que la noticia hu¬ biese cundido con tal rapidez, cuando ni ella ni su hija ha¬ bían dicho una palabra anadie de cuanto les había sucedido
en Sóller.
— ¿Y eso os estraña? observó Juan Arbós. Bastaba con
que el platero contase la historia de la perla á una sola de sus parroquianas, para que, en veinticuatro horas, la supie¬ se todo el mundo. Pero, además, os vió la gente en la ¡daza, y se cuenta á por b todo lo que pasó entre vosotras y los
plateros. En el pueblo no se hablaba de otra cosa ayer; y hoy charlará de lo mismo toda la gento del puerto,—¿Sa¬ béis lo que yo haría en vuestro lugar? preguntó con deci¬
sión el bueno de Arbós.
—¿Qué harías, Juan? interrogó Angelote. —Miradme ese par de tortolitos, de que modo se arru¬ llan. ¿No os dice eso lo que debeis hacer?
(Se continuará.)

2

SOLLER.

los mismos bosques causaban graves in¬ quietudes. Federico echó la culpa á unos pobres agrónomos que le habían aconse¬ jado, decía él, la destrucción de los go¬ rriones, y promulgó otra ley prometien¬ do pagar seis pfennigs por cada par de gorriones que se importase á Prusia. El caso no es único, pues también ha sucedi¬ do en otros países.
Los antiguos eran más prudentes que nosotros. Moisés prometió la fecundidad de los campos y una larga vida á los que respetasen á los pájaros ausiliares de la agricultura. Los Egipcios los colocaban bajo la protección de Osiris, y declararon sacrilegos á los culpables que los matasen ó destruyesen sus nidos. Plinio, Columel, Yarron y Plutarco declararon enemigos de los dioses y de los hombres á los per¬ seguidores de esas celestes criaturas. Por el contraído, Mahoma, cuyas erróneas doctrinas en tal materia siguen todavía casi todos los agricultores del siglo XIX, prescribió en su Korán las cabezas de los gorriones, y hasta ordenó la destrucción de todo árbol que les sirviese de refugio. Sabe Dios, por lo mismo, cuán deplora¬ ble es la agricultura entre los musulma¬
nes.
Siendo incontestable la utilidad de los
pájaros, las autoridades competentes de¬ bieran prohibir el cazarlos con aparatos demasiado mortíferos y el destruir sus ni¬ dos, como está prohibido en Francia. Debieran impedir sobre todo su exporta¬ ción al continente. Si esta exportación dura todavía algunos años, la isla de Ma¬ llorca se encontrará completamente des¬ poblada de estos preciosos auxiliares de la agricultura, y tal vez se tenga que ape¬ lar entónces al recurso del gran Fede¬
rico.
Pero todos los artículos de periódico y todas las ordenanzas posibles no pro¬ ducirán resultado alguno, si los hombres sensatos no emplean toda su influencia
sobre los muchachos de todas las clases
de la sociedad y sobre las personas de es¬ casas luces, á fin de que no destruyan los pájaros. A los hombres de buen sentido práctico toca, pues, obrar, no solo para desarraigar la preocupación que existe contra la mayor parte de les pájaros, sino que también para destruir cuantas otras preocupaciones se opongan á la marcha
del progreso.
Gerónimo Frontera.
VARIEDADES.
ESTELS QUI CORREN. ■
Conchos m’ estava, fá pochs días, dins ses cuatre parets d’ es meu laboratori, cuant ven¬ gué á ferme una visita un jay molt amich meu.
—¿Quin vent vos dú, sen Juan? Colque cosa
vos passa...
—A mí no, precisament. Tot me va bé y estich trempat com uns orgues,

—Heu deya perque ja no vos acostau may... —Teniu rahó; pero heu de teñí en conte que no som com vos, per quí no passan anys, y duraréu mes que manechs de cuera. Jo já ’n tench set deus y un afegitó... —¿De qué? de manechs de cuera? —No, homo de Deu! Vuy di que tench vuitanta anys, y sa vostra cambra está massa amunt perque m’ hi puguen pujá aqueixas
camotas.
—Idó no estranyou qué jó hajé atribuit sa vostra visita á cüalque cósa extráordinari.
—Y tan extraordinori.
—Seis idó y digau. —Ahont voleu que segui, si no hi ha cap
cadira?
—Dernunt aquesta’ olla,
—Y si 1’ esclaf?
—Jó ’n responch. —¡Ah! vamos... es de ferro. —Com totas sas que veis. —Are me recort que já ni ho heu dit altres vegadas. —Deyam idó... —Vaix á n’ es fet. Deguereu veure, fá uns cuants vespres, aquella partida d’ estels qui
corrían.
—A posta de sol já ’m vaix posá alt sa torra á mirá el cel amb aqueixa trompa que veis á cavall dernunt aqueix tres peus. Jó já sabía que havía de suesehí lo qui á vos vos degué
vení de nóu.
—A mí y á tot es poblé. Encara qu‘ á mí
no ’m fé tanta alteració com án’s dernés, per¬
qué altres pichs he vist ploure estrellas com s’ altre vespre. Pero no puch comprendre com vos heu sabiau antes. Já sé jó que vos heu sabeu. tot, en cuant en el passat y en el present. Pero lo qui ha de vení, pensava jó que sois
Déu heu sabía.
—Sois Déu pot sebre lo qui no está subjecta á liéis determinadas y únicament obeeix á circunstancias de moment ó á la pura casuali¬ dad Pero tot lo qui está subjecta á liéis fixas, inmutables, heu coneix ó heu pot coneixe s’ homo, d’ es moment en que deixin de ser un misteri per ell aquestas liéis. El man, V univers, ben lluny de mourerse dins es desordre ó d' obeir á n’ es capritxo d’ una voluntat, está subjecta á liéis invariables. D’aquestas liéis,
els hornos ne sabian molt pocas en tenis vey. Passaren sigles, y, no contents d’ observar els fets sense explicarse las causas, els hornos s’ anaran aplicant á s’ estudi; de ses esperiencis varen neixe ses ciencis; ses generacions se tresmetéren els seus adelantos; es coneixements humans, formant una cadena d’ una gran foiya civilisadora, han fet avensar rápidament el mon p' es camí d‘ es progrés.
—Parlau com un llibre Pére Télis. Pero no
es aquesta sa cuestió, —Deixaume di y veureu com vench á pará
á n‘ es vostro fet.
—Mém.
—Una de ses ciencis qui més han progressat
es s‘ astronomía.
—Sastró... ¿qué vol di aixó? —S‘ astronomía es sa cienci qui mos ensenya tot lo que ‘s sap y ‘s presum sobre ets estels, es sol, sa lluna, sa térra considerada com un

astre; y sabém exactament sa distanci que hi ha de tal estrella á tal altra, y sa grandari d‘ ellas y es seus moviments y es tems qu‘ em¬ plean en donar ses sevas voltas pa s- espai.
—¿Tot aixó saben es qui han estudiat sas-
trumanía?

—As-tro-no-mía se diu.

—Idó bé. Tench present qu‘ una vegada m‘ esplicareu com es que es qui fan parinostrichs saben hora per hora y rninut per rninut cuant ha de fé un escripse.
—Ses nacions civilizadas tenen observatoris

astronómichs, y en ells hi ha sabis qui npian altre cosa més qu‘ observó es moviments de ses estrellas, y escriven es resultat de ses sevas observacions. Des seus escrits sa valen es qui fan pronostichs. Si es vulgo tengués qui li ensenyás una mica aquestas cosas, sería menos desgraciat, perque no 1' atormentarían aqueixa partida de preocupacions y temors que causen els eclipses, els estels en coua, ses auroras boreals y altres cosas que deixen tranquils á n‘ es

qui coneixen ses seuas causas. —Pero que‘ m deis de sa pluja d' estrellas
de s‘ altre vespre? Estich cansat do sentirne di el sosas ses mes raras del mon. Uns diven qu‘

rey arribave al cel y I rebían en fochs artefesials; altres cuntestan que I bombetjaven per¬ que no le hi volían. Molta gent dona per cosa certa qu‘ aixó es senyal de guerras y de pestas. Una beata digué que s‘ acostava la fí del mon

perque ja no hi poren posá retj.it es capellans. —Tot aixó son beneituras, filias de s‘ igno-
ranci. Es llástima que no vos puga explicá de modo que ho comprengueseu clarament, tot lo qui té relació emb aquixa pluja d‘ estrellas

aparent. Pero vos ne diré cuatre paraules, per¬ que vejéu qui es sabis já sabían qu‘ havía de suesehí, qu‘ es un fet natural, subjecte á ses liéis de V univers, y que no té res que veure en sa mort de ningú ni en pesias ni en guerras, ni en so3 pecats d‘ els hornos.
—Já vos escolt.

—Un sabi anomenat Ralph Copeland, qui fs passa la vida observant tot lo del cel desde mi
Observatori astronómich de s'estrenger, va escriure, diá 21 de novembre, una carta á lúes
directós deis altres Observatoris de tot el mon,

diguentlos quf en atenció á n‘ es duptes qu‘ es tenían sobre es paradero de cert este! en coua, convenía recordar qiúá cosa de mitja nit do 27 de novembre, la térra es trobaría en es de¬ rrotero des meteoros qui s‘ observaren en 1872, y qu‘ era d‘ esperar qu‘ aquest any y precisa¬ ment aquella nit se tornaría veure una gran

pinje d‘ estrellas. —Vol di qu' aqueix sabi já lio sabía?
—Y tots els astrónomos d‘ el,mon.

—Idó perque no ho anuncian á n‘ es poblé y no ‘s ferian tants de judiéis; temeraria?
—Perque es periódichs s‘ estimen, més ocuparsé de política menuda, que de cosas de

profit.

.

—Eneare no he comprés bé com y perqué

corrían tants d‘ estels.

—Ni ho comprendreu del tot, perque per donarsen conté exacte, es precis liáver fet determinats estudis. En primer lloch, heu de sebro

que lo qui corría no eran vertaders estels, sino corpúsculos de materia cósmica, qui ‘s troban

SOLLER.

3

disseminats per tota sa carrera que seguía un las y cestas llenas de pájaros de toda suelo. Afortunadamente iba al paso la

estel en coua qui ha desaparescut.

clase.

caballería y paróse al momento, evitando

—Y ahont s' en ha anat?

“Le mando el articulito en francés, de esta manera el que una rueda pasara

—L'any 1846 s' axapá p' es mitx, y cada porque he perdido le costumbre de escri¬ por encima de la criatura.

mitat s' ha anat allargant y difundint; 1' any bir y hasta de hablar el castellano. Us¬

1852 tornaran passá prop de la térra es trossos espergits, y se vó emb ells una marcada tendenci á experimentar majors transformacions; y l'any 1872, en lloch de tornarlos á yeure, com tocaya, se ve una pinjo cV estrellas molt paresciide á sa de s' altre vespre. De tot aixó y d' altres cosas que vos no poreu comprende, s' ha deduit que s‘estel en coua desaparescut

ted redactará el artículo como mejor le parezca y lo firmará, si lo encuentra opor¬ tuno; pues deseo que mi nombre no se publique. “
La gran modestia que revela esta car¬ ta es propia del verdadero sábio. El se¬ ñor Frontera dispensará que le hayamos
desobedecido cometiendo la indiscreción

Varios suscritores, que ála vez lo son de algunos de nuestros colegas de Palma, se han acercado á esta Redacción supli¬ cándonos hiciéramos constar que de con¬ tinuar recibiendo los diarios de la capi¬
tal, tal como viene sucediendo de algún
tiempo á esta parte,, tendrán que darse de

s' es convertid amb una infinidad de corpúscu¬ los, qui s‘ inflaman en es moment de passá amb una gran velocidat per dins s' atmósfera qui rodetja la térra, y 's tornan apagá tant pronta com han sortit de sa mateixa atmósfera.
—Y ahont van á parar? —Segueixen sa mateixa carrera que seguía s' estel en coua de que procedeixen, y es pro¬ bable que vajen donant voltas fins qu' hagin
sufert altres transformacións qu'are per are
sa cienci no s' esplique, pero qu' es probable arripi á averiguá. Es casi segú que 1' any 1892, y mes encare 1' any 1905, se repetirá sa ma¬ teixa pluje d‘ estrelles, perque en aquestas épocas tocaya passá prop de la térra es come¬ ta, ó s‘ estel en coua que s' es esmicat.
—Jó já no les veuré... Vos sí, perque pareix qu/ encara heu de viure unas cuantas centuris.
—Se meya vida es un misteri que no vos
puch explica. —A Déu siau, Páre Telis, y perdonau de
Y enfadu.
—Qu' en torneu vení á veure 1' any 1892.
—Amén.
Pére Telis.

de poner su [firma, que tanto honra al Sóllee, al pié de su interesante artículo. Y si, además de indiscretos, no temiéra¬ mos pecar de impertinentes, le suplicaría¬ mos nos mandase algún otro trabajo, aún con la previa condición de respetar las exigencias de su modestia extremada.
El día 7 del actual, tai vez por ser lúnes y sábado á un mismo tiempo, fué un día pendenciero. Yárias fueron las riñas, ó cosa así, de que tenemos noticia. La primera tuvo lugar en la carretera del puerto apenas amanecido, entre un mari¬ no y un hortelano; la consecuencia fué
una leve contusión en el brazo de uno de
los contendientes, pues al ir á pegar á su adversario resbaló en un pedazo de na¬ ranja y cayó con fuerza al suelo. La se¬ gunda fué al anochecer en la Plaza entre dos muchachos ya de talla; la consecuen¬ cia fué un rasguño en la nariz de uno de ellos, y, por fin, la tercera á las nueve de
la noche también en la Plaza frente á la
Cova entre dos hombres, ya de pelo en

baja por ser muy contados los días que los reciban á tiempo y muchos á las 36
horas de haber salido.
Nosotros que hemos podido apreciar cuan fundadas son sus quejas, uniendo nuestras súplicas á las suyas, esperamos de nuestros apreciables colegas y en par¬ ticular de El Isleño, cuyos son en su mayo¬ ría los suscritores quejosos, verán el mo¬ do de arreglar tan delicado asunto, se¬ guros que, de no hacerlo, serán ellos mismos los que saldrán perjudicados en sus propios intereses.
CULTOS SAGRADOS.
Hoy día 12. En la iglesia parroquial al anochecer completas solemnes en preparación de la fiesta de Sta. Lucía.
Mañana día 13.
Fiesta en honor de dicha Santa; á las nueve y media de la mañana, oficio con música y sermón que dirá D. Antonio Caparó Pbro.
En el oratorio de Biniaraix fiesta de la Purísima
con oficio y sermón que dirá D. José Bernat Pbro.
En San Francisco fiesta en honor de la Purísima
con oficio y sermón que dirá D. Miguel Bennasar
Ecónomo.

pecho, sin otro resultado que palabras

Lunes día 14.

CRÓNICA LOCAL.

más ó ménos escandalosas é insultantes.
No queremos hacer juicios temerarios, pe¬ ro suponemos que todo fué efecto de la

En la iglesia parroquial á las nueve y media de la mañana se celebrarán solemnes exequias fúnebres en sufragio del alma de S. M. el rey D. Alfonso XII.

Llamamos la atención de nuestros lec¬
tores sobre el curioso artículo que publi¬

excesiva carga que tomaron con la confianza de que el día siguiente era fiesta.

camos en sitio preferente y que debemos

—-

ála amabilidad de su autor D. Gerónimo

La oración de cuarenta horas que

Frontera, el insigne matemático que á j anualmente se celebran en nuestra iglesia

pesar de llevar tanto tiempo de residen¬ cia en París, conserva un acendrado amor á Sóller, que le cuenta en el número de

parroquial en honor de la Purísima Con¬ cepción, ha sido brillante este año y ex¬
traordinaria la concurrencia de fieles que

sus hijos que más le honran en el extran- asistió á cada uno de los actos que anun¬

gero.

ciamos en la sección de cultos de nuestro

MOVIMIENTO DE POBLACIÓN.
NACIMIENTOS.
Varones, 3.—Hembras, 2.—Total; 5.
DEFUNCIONES.
Día 6.—Falleció Juana M.a Casasnovas y Canals
de 8 años.
Día 9.—Margarita Joy y Busquets de 76 años. » 10.—Catalina Enseñat y Busquets de 45 años
MOVIMIENTO DEL PUERTO.

El Sr. Frontera remitió su artículo en número anterior.

EMBARCACIONES FONDEADAS.

francés, con la súplica de que lo tradujé¬

Día 10.

ramos y publicásemos sin mentar su nom¬

De Porto-Colom jabeque América, de 54 ton., ca¬

bre.
“Las últimas veces que he estado en Mallorca, dice en carta particular, lie no¬ tado que en Sóller no había aasells como cuando era yo muchacho, y me dijeron que sucedía lo mismo en los demás pun¬ tos de la isla. AI parecer, la causa de este
estado de cosas es no solamente la gue¬

Sigue con gran actividad la confección de cajas de limones y de naranjas man¬ darines. Los précios de dichos frutos con¬ tinúan también los mismos que anuncia¬ mos, no obstante, supónese si bajará el de los primeros.
■■ • «-oxr-a/tjy&yao— ■
Anteayer faltó muy poco para que hu¬

pitán D. Lorenzo Vicens, con 7 mar. y vino. De Porto-Colom laúd San José, de 32 ton., capitán
D. Guillermo Moragues, con 6 mar. y algarrobas.
EMBARCACIONES DESPACHADAS.
Día 6.
Para La Novella laúd Esperanza, de 33 ton., ca¬ pitán D. Juan Vicens, con 4 mar., 6 pas., higos y naranjas.
Día, 7.

rra á muerte que se les hace por la creen¬ cia estúpida de que perjudican á la agri¬ cultura, si que también el que se les cace

biera una desgracia. Bajaba la calle del Mar un carruage, y salía de la de la Ro¬ maguera, corriendo, una niña de corta

Para Cette laúd Esperanza, de 38 ton., cap. don Gabriel Castañer, con 6 mar. y naranjas.
Día 9.

para exportarlos al continente. Siempre que he tomado el vapor en Palma para regresar á París, he visto embarcar jau¬

edad; se encontraron al doblar la esqui¬

Para Cette laúd San José, de 28 ton., cap. D. José

na y, no pudiendo la niña detener su

Oliver, con 6 mar. y naranjas.
NOTA.—Las dos entradas las motivó el mal

marcha, dió contra el carro y cayó al I tiempo.

4

SÓLLER.

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general de Mallorca. Memoria sobre el algarrobo y su cultivo en
Mallorca, con adiciones y notas de I). Pedro
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n esta imprenta se ha recibido un bonito y variado surtido, ele
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Calle de San Bartolomé, 17.

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Á LOS QUINTOS.
Los déla últíníá quinta y los que lian de ingresar en Caja en l.° de Diciembre próximo, tanto los des¬ tinados á Ultramar como á la Península, pueden re¬ dimirse con solo la entrega de 5,000 reales, por me¬ dio de la concesión otorgada por el Gobierno de S. M. á D. Ramón Felip vecino de Lérida, en Real orden
de 24 Junio último.
Los Quintos que deseen depositar la espresada
cantidad de 5,000 reales antes del sorteo, se les de¬ volverá la cantidad depositada si á éstos no les co¬ rresponde servir en ninguno de los Ejércitos de la Península ó Ultramar.
Para más minuciosos detalles, dirigirse á las ofi¬ cinas del único y exclusivo representante en esto provincia, situadas en Palma de Mallorca, calle del Sindicato núm. 141, fonda.

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fiteros, panaderos, etc.; CONTÍNVO para imprentas, chocolaterías, pastelerías, y para encajonar higos;
FUERTE en rollos y resmas-para zapateros, sastres, polvoristas y drogueros; de SEDA para envolver na¬ ranjas. manzanas y limones, y para planchadoras, floristas y zapateros; PICADO, TELA, RRISTOL,
DORADO, PLATEADO, ESTAÑO, INORE, JASPE, INDIANAS y de TODOS COLORES con
brillo y sin él.
LIBROS en blanco y rayados de Diario, Mayor, etc., para Comercio; Doctrinas, Fleuris, Historias Sa¬ gradas y de España, Libros de Lectura impresos y manuscritos, Geografías, Agriculturas, Geometrías, Arit¬ méticas, Gramáticas, Urbanidades, Tablas de cuentas; en fin, toda clase de libros de enseñanza.
■ Cartapacios, plagúelas, vitelas portaplumas, plumas, tinteros, tinta china, para escribir, sellar y comu¬
nicativa; lápices artificiales, minerales, de albañil y carpintero; gomas, salvaderas, arenilla, carboncillo, car¬ petas, compases y estuches, pinturas, pizarras, pizarrines, portalibros, etc., etc.
Estampas, cromos, aleluyas, soldados y romances; calendarios americanos y del Zaragozano; estraza, es¬
tracilla, cartulinas y cartones de toda clase; naipes de todos precios, etc., etc.
Paquetes de 1000 hojas para la elaboración de cigarrillos.
Cerillas y Fósforos de todas.clases en cajitas y á peso.\_
Y además dé lo expresado, multitud de objetos cuya relación fuera interminable.

cidras, etc., de todas yiagnitudes y alturas. Igualmente hay palmeras, almendros, noga¬

Calle del BIndicato o• 50.--PAl^lEA,

les, ciruelos y manzanos- de todas clases á pre¬

cios acomodados.

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SÓLLER.-Imprenta de Juan Marqués.