Alio I. PRECIOS DE SUSCRIPCION. En América . . 2‘oo Ptas. » Francia. . . I150 » » España. . . i‘oo » Miércoles 3 Setiembre 1884. PUNTOS DE SUSCRIPCION; EN SOLLER; D. Vicente Vicens (cartero.) EN PALMA; Librería, Constitución 90. Núm. 24. SUMARIO .—Crónica de Mallorca, por un microbio.— La cuestión del María.—Crónica Local.—Ita'ia, (conti¬ nuación) por S.-—Trilogía, (poesía) por D.J. B. Euseñat. —Variedades, por Salvaje.-—Anuncios CRONICA DE MALLORCA. na terrible tempestad sacude la monoto¬ nía de la época que atravesamos. Palma se estremece bajo el imperio de los enfu¬ recidos elementos. Las huracanadas rachas ponen en gran peligro los barcos que se hallan anclados y los que están en franquía purgando observación. Varias embarcacio¬ nes de poco calado naufragan á poca dis¬ tancia del puerto, sin que, gracias á los esfuerzos de bravos marinos, entre los cuales nos honramos men¬ cionando los tripulantes del «Alsedo», hayamos te¬ nido que lamentar desgracia alguna personal. Nos aseguran que la tempestad fué general. Sóller sufrió también sus efectos la madrugada del viérnes. El dañó causado en esta no es de gran consideración. * »* Sentimos vivamente que la fiesta que dedica á San Águstin la importante villa de Felanitx, no haya podido ser todo lo brillante que algunos hijos de aquel pueblo se proponían, los cuales hace bastante tiempo venían preparando y organizando los festejos. Felanitx debe recordar los anuncios de las corri¬ das de toros en los cuales jamás falta la indispen¬ sable cláusula de: «Si el tiempo lo permite.» Conocemos el carácter de los amables felanigen- ses, y estamos seguros que les habrán sobrado medios para divertir á los forasteros, apesar de lo desapaci¬ ble del tiempo. * ** Lluchraayor ocupa estos días muchas columnas de la prensa política. El Balear y La Opinión de¬ latan grandes abusos y Las Noticias y El Demó¬ crata defienden el actual estado de cosas. Déjese Lluchmayor de enconadas luchas, de bajas pasiones y odios, y únanse todos sus hijos en fraternal abrazo, para procurar la prosperidad de su querido pueblo, y caminar por la senda de la paz, del progreso y del amor al trabajo. Ningún resultado práctico pueden reportarles tan titánicas luchas, y sí grandes disgustos y sinsabores, que no tienen razón de ser. * * El cólera es ya un asunto gastado. ¿Quién eu la, época presente no se ha familiarizado con la enfer¬ medad asiática? Cuando se recibió la noticia de las primeras víctimas de Tolon, pronunciar su nombre nos causaba gran alarma; hoy parece se trata, ya de un antiguo camarada. Dios quiera no le conozcamos por sus efectos. * Las calderas de Pedro Botero que recomendaba nuestro querido compañero Espinilla se establecieran en el Cali, han sido suprimidas por razones econó¬ micas. No podemos menos de deplorar la actitud del pueblo de Sóller, pues por abatido que se halle no debía haber negado su óbolo para todo aquello que hacía referencia á medidas preventivas. .y. Terminamos esta crónica enviando al sexo bello cordial enhorabuena. Desde hoy las estaciones tele¬ gráficas tendrán dos cosas que admirar: el aparato de Breguet ó Morsé y la cara de la encargada de trasmitir las noticias. Somos partidarios decididos de que la muger no tenga tan limitado horizonte. El telégrafo puede 2 SEMANARIO DE SOLLER estar perfectamente servicio por señoras ó señoritas, á las cuales tendrá que imponerles el penoso sacri¬ ficio de que las noticias telegráficas no sean sabrosa gacetilla. En cambio el número de telegramas au¬ mentará. Habrá enamorado que agotará sus recursos solo por ver á la Diosa de sus pensamientos. Un microbio. raye asunto es el que vamos á desarrollar, no g ^ queremos atacar á determinadas personalida- : ay? des, pero nuestro deber es esclarecer la ver- wJ ciad para que la opinión pública no se extravie y sea de Dios lo que es ele Dios y del César lo que es clel César. Para que se vea nuestra imparcialidad, relatamos á continuación un diario, desde la salida de Marsella del falucho Maria hasta la llegada á Mahon de dicho buque, el cual nos ha sido proporcionada por nuestro particular amigo el patrón D. Juan Casasnovas, añadiendo ademas algunos datos recogidos de la tripulación y pasage, y terminando con las observaciones que nuestro criterio nos proporciona á guisa de comentarios. «El dia 4 de Julio á las 5 de la tarde salimos de Marsella con dirección á Mahon, con el obgelo de purgar en aquel Lazareto la cuarentena reglamen¬ taria. La tripulación y pasage se hallaba en perfecto estado y todos sentian esa viva satisfacción y alegría tan natural cuando se regresa á la madre patria, después de haber permanecido de ella alejados, en cumplimiento del amor al trabajo.» «El marinero Sebastian Coll le correspondió de guardia el dia 5 á las cuatro de la mañana, termi¬ nando su servicio á las 9 de ella, reuniéndose á sus compañeros con el objeto de almorzar de un frito de asadura, lo cual comió con apetito, reinando en¬ tre los marineros gran alegría puesto que la travesía prometia ser feliz. Terminado el almuerzo, se retiró á descansar según es costumbre, después de haber desempeñado la guardia ó cuarto de la mañana, dur¬ mió tranquilamente hasta la hora de la comida y al ser llamado para comer alegó una ligera indisposi¬ ción á que nadie dió importancia alguna: á las dos ó las tres de la tarde, arrojó lo que había comido por la mañana, y entonces todos nos convencimos de que era una ligera indisposición que denomina¬ mos cólico, en sentido casero, era. lo que había privado á Coll la asistencia á la mesa y causado náuseas. Desde aquel momento, del modo y con los me¬ dios que se tienen á bordo para estos casos, se le dió té, agua de flor de malvas, horchatas de naran¬ jas, á fin de restablecer el ánimo del marino en cuestión.» Aquí haremos constar un detalle que aunque no constituya prueba plena, en lo que tratamos de pro¬ bar, es un indicio que debe tener presente el fiscal que en este caso es la vindicta pública. «A instancia del patrón había cedido Sebastian Coll, antes de sentirse indispuesto, su cama á un pa¬ sajero amigo íntimo del primero, pues otro marinero que era muy su amigo é hijo de un mismo pueblo (Andraitx) cedió la suya á Coll: pues como este sin¬ tiera algunas sacudidas nerviosas en las piernas, decidieron sus compañeros darle frotaciones de ron, y para llevar á cabo este medio curativo, se colo¬ caba el colchón en el suelo y entonces ocupaba el catre el marinero sano, ocupando á la vez el colchón cuando al enfermo se le colocaba en el catre, sin que el citado marinero haya sentido enfermo como hu¬ biera sido fácil, si la enfermedad de Coll hubiera sido cólera morbo asiático. Este indicio es la primera anomalía que encon¬ tramos. «Hasta la llegada de Mahon que fué el 7 á las cinco de la tarde, se siguió con el enfermo el trata¬ miento expuesto, sin que se le notase ningún síntoma extraño á los que presenta una indigestión que lla¬ mamos vulgar. El enfermo mejoró visiblemente á la llegada, lo cual se puede atribuirá que Ja indigestión sufrida había llegado á su término, ó á la emoción que experimentamos cuando nos sentimos enfermos en medio de los elementos, y llegamos á tierra ami¬ ga, donde podíamos encontrar todos los recursos que la ciencia tiene á su alcance. El dia 8 se presentó á bordo el facultativo Sr. D. Ramon Menendez, con el objeto de practicar la visita sanitaria y dar de este modo cumplimiento á sus deberes. El patrón se presentó al Sr. Menendez, entablándose entre ambos el siguiente diálogo. —¿Cuantos marineros componen la tripulación? —Nueve. —-¿Cuantos pasajeros? —Treinta. «Mandó el facultativo se presentase formada la tripulación y á ello se dió exacto cumplimiento. Reconoció á todos minuciosamente, no encontrando novedad alguna apesar de hallarse entre ellos Se¬ bastian Coll, lo cual confirmó mas entre todos el pensamiento de que solo el frito de asadura había indispuesto á Coll, creyendo se ballaria en breve restablecido. «Terminada que fué la inspección de los tripu¬ lantes, pasó el Sr.' Menendez á examinar el pasaje lo cual hizo con suma detención, mereciendo la fijase toda en el mal estado en que estaba un muchacho de unos diez y seis ó diez y siete años, y que á efecto del mareo no había tomado alimento alguno desde la salida de Marsella, á escepcion del almuerzo del frito al cual asistió. Así lo esplicó el patrón al doctor, y satisfecho debió quedar de las esplicaciones y del exámen, cuando solo recomendó se cuidase al muchacho y se le diesen tazas de caldo.» Ahora bien, permítanos el Sr.Menendez formu¬ lemos varias preguntas. ¿Cuando examinó al muchacho aludido, presen¬ taba los síntomas del cólera? ¿En caso afirmativo por qué no dispuso seguida¬ mente se le diese lo que la ciencia de Hipócrates y Galeno recomienda? ¿Porqué no trasmitió las oportunas órdenes al Maria, en el Lazareto de apestados? SEMANARIO JDE SOLLER. O O Estas preguntas las dicta el sentido común, Ja iógioa y la razón. Por via de comentario pudiéra¬ mos pues añadir que el Sr. Menendez concibió la enfermedad asiática á las 24 horas fecha, ó faltó á su deber no dando enseguida las órdenes encamina¬ das para aislar y evitar todo contajio. No hay que hacer grandes esfuerzos de imajinacion para com¬ prender que el Sr. Menendez faltó á sus deberes como médico de Sanidad, ó el Sr. Menendez no comprendió en su calidad de médico, era cólera, la enfermedad del muchacho, ni mucho menos la de Sebastian Goll, puesto que el examinó y no reconoció en él enfermedad ni indisposición alguna.» «Llegó el dia 9 y el Sr. Menendez se presentó nuevamente á bordo para practicarla visita de orde¬ nanza. Mandó se le presentase la tripulación y pasa¬ jeros; preguntó al patrón por el estado del pasajero que se hallaba mareado el dia anterior, y el patrón por toda contestación le presentó al muchacho, sien¬ do esto lo bastante para que el Sr. Menendez orde¬ nase al patrón se pusiera en franquía y enarbolase bandera de práctico y seria conducido inmediata¬ mente á la Taulera. «El patrón hizo entonces algunas observaciones que fueron por el doctor desatendidas sin escucharle ni aun cuando le rogó examinara á Sebastian Goll, cuyo estado desalud habia empeorado algo.» «Se retiró el Sr. Menendez, sin dar otra razón que á La Taulera, no tardando en presentarse varios botes y el práctico para conducirles al Lazareto de apestados.» «Entonces se acercó un bote al Maria á cuyo bordo iba el Sr. Director del Lazareto. Manifestó dicho Señor deseos de ver á los atacados, no siendo difícil complacerle, pues el viagero no se habia mo¬ vido un solo instante de la cubierta, y á Goll le fué posible presentarse por su propio pié á la banda del falucho, lo cual demostró no era tan grave el caso. «El pánico que causó á bordo la noticia fué gran¬ de, al ver las precauciones que con nuestro buque se tomaban por lo que nos conducían á remolque.» «El sexo débil mas impresionable que el hombre por naturaleza, fué el que mas participó del pánico que conducía el María. Catalina Gastañer fué la que mas se alarmó, por razón también de hallarse en cinta. Creyéndose ya enferma, tomó un purgante que perturbó por completo su delicado organismo, hasta el punto que al saltar á tierra, lo cual verificó por la plancha que al efecto se habia colocado, ma¬ nifestó deseos de regresar al María, alegando se sen¬ tia mal y deseaba reposar en su lecho de á bordo.» «Entre dos y tres de la tarde se recibió orden del médico de conducir á los enfermos, es decir, al pasagero y marinero (que el Sr. Menendez no habia conocido se hallase enfermo) fuesen conducidos al lugar ú hospital de atacados, y los demas pasageros al punto que tienen señalado, quedando todos inco¬ municados.» Se dió exacto cumplimiento á lo ordenado y ya instalados, el patrón dió aviso al Sr. Menendez para' que visitara á Catalina Gastañer, la cual ya hemos dicho se hallaba muy trastornada y ademas- el pur¬ gante habia producido efectos bien contrarios á lo que se esperaba. El doctor reconoció á la enferma y el patrón se retiró al Maria, en donde continuó sin saber nada mas del pasage hasta que les dieron entrada.» Hasta aquí los datos que el patrón Sr. Casasnovas nos ha proporcionado y á los cuales no podemos menos de dar entero crédito. Nos permitiremos ahora reseñar algunos detalles que de boca de los pasageros hemos recibido. «El muchacho que según el Sr. Menendez se hallaba á bordo atacado del cólera, dice, que tan luego como se encontró en tierra se sintió bien y le cesaron las ansias que durante la travesía habia ex¬ perimentado, que fué juntamente con el marinero conducido á la enfermería, y al poco rato de hallarse en aquel lugar se presentó un enfermero, el cual traia dos botellas llenas de un líquido de distinto color, las cuales entregó á él una y la otra al marine¬ ro, notando que en el líquido habia unas pequeñas pildoras. El muchacho lo tomó y encontrándose muy mal, se introdujo en la boca una esquina de la sába¬ na con el objeto de arrojar, lo cual no le fué difícil encontrándose mas aliviado; añade ademas que él manifestó al Sr. Menendez no necesitaba medica¬ mento alguno, pues se encontraba en perfecto estado de salud, que lo que debia ordenarle eran abundan¬ tes alimentos, por sentirse con apetito y sumamente débil con tantos dias de forzoso ayuno. Apesar de estas observaciones, el muchacho seguia con el mis¬ mo tratamiento. Asegura también que el marinero quería re¬ gresar á bordo, increpando duramente al doctor y enfermeros por retenerle en aquel lugar contra su voluntad, hicieron falta muchos argumentos para aplacarle y solo se conformó después de otorgarle formal promesa de que á la mañana siguiente se le ciaría de alta y podría reunirse con sus compañeros. Murió á las pocas horas, quedando libre el doctor de dar cumplimiento á su palabra. El pasagero D. Juan Ripoll y Magraner que fué otro de los atacados del cólera 'morbo asiálico, per¬ maneció siempre con sus compañeros siendo comple¬ tamente falso lo que asegura el Sr. Menendez en una correspondencia inserta dias pasados en El Isleño de que dicho señor fuese conducido á la enfermería que se destina á los de observación. El Sr. Ripoll y Magraner permaneció entre sus compañeros, y si como dice el Sr. Menendez era cólera, fué gravísima falta no aislarlo y evitar con ello contagio y propa¬ gación. Entre los síntomas que enumera el Sr. Menendez, reconoció al Sr. Ripoll supresión completa de la orina, aseguran sus compañeros de habitación todo lo contrario, pues se veia obligado á orinar con frecuencia. Hacemos constar también que el señor Ripoll y Magraner viene padeciendo hace mas de catorce años, vómitos y fuertes dolores que le moles¬ tan siempre durante la canícula. Así lo asegura un pasagero del María que vive con él desde época muy lejana. Catalina Gastañer que falleció también en el La¬ zareto y de cuyo estado y pánico ya hemos dado cuenta, falta empero un detalle, en el cual rogamos fijen nuestros lectores toda su atención. Para ser conducida al hospital, se presentaron cuatro enfer¬ meros con un ataúd en vez de camilla, lo cual al .ser 4 SEMANARIO DE SOLEES. notado por los pasageros, suplicaron se les permitiera á ellos conducirla en el mismo colchón á fin de evi¬ tarla una muerte segura al verse colocada en aparato tan fúnebre. Imposible nos parece y á no contarlo personas que nos merecen entero crédito, dudaríamos se diera espectáculo tan triste y mucho menos á los que tan decaidos se hallaban de ánimo. La otra muger que falleció á ios catorce dias, también sufrió) mucho en lo moral, puesto que para llevar á cabo las friegas que el doctor la recetaba, se la obligaba á desnudarse en presencia de cuatro hombres, cosa que atacaba su pudor. Sin negar ni afirmar nada y fundándonos única¬ mente en todo aquello que tripulación ypasage dice, hay muchos puntos que esclarecer. El Sr. Menendez incurrió en una gravísima res¬ ponsabilidad, si en la primera visita comprendió era cólera la enfermedad del pasagero, y si no lo era ¿por qué no procedió con mas cautela en la segunda? liemos dicho al principio que no tratábamos de herir la susceptibilidad de determinada personalidad, pero nuestro silencio seria altamente criminal, si por los medios que tenemos á nuestro alcance no tratásemos de defender los intereses de apreciables hijos de este pueblo. Nadie nos podrá tildar de sospechosos en materias de sanidad, pues desde que el cólera invadió la vecina república, hemos clamado desde nuestras columnas para que las autoridades dando cumpli¬ miento á sus cargos y sagrados deberes, velasen por la salud del pueblo que es suprema ley^, manifestan¬ do que cuantas medidas se tomasen, por enérgicas que fuesen, serian deficientes, para las que son en estos casos necesarias. Pero... todo tiene su límite y antes que el proce¬ der y la aplicación de la ley se convierta en atrope¬ llo, es preciso lo justifiquen poderosísimos argumen¬ tos que después de estar arreglados á un criterio sano y honrado, han de pesar mucho en la balanza de la justicia y equidad. No podemos menos de recordar, pues á nuestra mente acude un conocido refrán (que dando crédito á Cervantes son sabias máximas) dice, tí rio revuelto gananoia de pescadores y á lo cual no queremos añadir ningún comentario. Siempre es y ha sido criminal aprovechar armas desiguales para la lucha, mas en ningún caso lo es tanto como al infundir una alarma que ha de ser la base para grandes trastornos y pudo evitarse. Si el pasagero atacado del cólera se hallaba bien, ¿porqué se empeñaba en que permaneciese en el le¬ cho y no tomase alimento alguno? Esperamos que el Sr. Menendez se servirá esclarecer tan enredado logogrifo. Sentimos hondo respeto á la ley, respetamos como nadie el principio de autoridad, abrigamos la absoluta convicción de que los encargados de defen¬ der los mal trechos intereses de sus súbditos tienen sobrada energía para aplicar á todos el merecido correctivo si otorgan la recompensa debida. Si el Sr. Menendez cumplió con su deber, poco debe importarle se abra un expediente en averigua¬ ción de la verdad, que de haber obrado bien, no dude que por su celo y actividad merecerá lucir en su pecho honrosa cruz. Pero si todo lo sucedido fuese lo que desgracia¬ damente se desprende de la relación que insertamos, si las dudas de hoy fuesen mañana realidades con¬ firmadas por el resultado de un expediente, caiga el peso de la ley sobre el causante de tanta alarma, que constituye en su fondo una de las mas grandes ini¬ quidades. Como no creemos que la autoridad deje de tomar cartas en este asunto, pues de no ser así se haría so¬ lidaria tal vez de una bastarda ambición, ó de san¬ cionar una infamia indigna del alto puesto que la justicia ocupa. Sépase en claro si el falucho María se le ordenó pasar á la Taulera como base de una esplotacion como si lo fué también la recomendación de las píl¬ doras del Dr. Burgrave, materia esta última muy debatida por personas que se hallan revestidas de gran autoridad médica. Puede contestar el Sr. Menendez en el terreno científico pues aunque legos en Medicina, tendremos á nuestro lado persona competente que se encargará de tan ardua discusión. Si solo se hubiera obrado obedeciendo á úna me¬ dida sanitaria, deploraremos únicamente ser tan po¬ bres de recursos para encomiar cual merecería la humanitaria conducta de 1). Ramon Menendez. Terminaremos suplicando á quien corresponda se aclaren los hechos y quede con ellos satisfecha ía vindicta pública. Después de terminado el artículo que antecede hemos leído en las columnas del Isleño un comuni¬ cado de D. Ramon Menendez en el cual exige se ratifique de un suelto que dicho periódico copió de nuestro querido colega La Prevista de Inca. Para rebatir lo que el suelto entraña suplica se dé publicidad á un comunicado que suscribió el pa¬ trón del falucho María, en el cual dice dicho señor quedaba la tripulación y pasage eternamente agra¬ decidos á los humanitarios servicios del doctor don Ramon Menendez. Nada mas cierto. Pero el público siempre impre¬ sionable que le hayan parecido lo bastante para ver en ellos la vindicación del Sr. Menendez, debemos decirle que dicho comunicado lo firmó el Sr. Gasas- novas, cediendo á las instancias del Sr. Meneudez pues dicho señor fué el encargado de redactarlo, lo cual hizo á su favor. Croarle®, Xjocsil- A TODOS CONVIENE. Al recibir la noticia de que el cólera morbo asiᬠtico había invadido á Francia, todos pensamos en defendernos y á este fin por la Junta de Sanidad y por las autoridades, se dictaren gran número de medidas á impedir que no penetrase en la isla perso¬ na ni objeto alguno sin antes haber pugado cuaren¬ tena, único medio que hasta ho3r se conoce para evitar se propague tan terrible plaga. Entre las medidas adoptadas figura como una de SEMANARIO DE SOLLER. las mas importantes, la del cordon sanitario militar, formado por las fuerzas del Regimiento Infantería de Filipinas n.° 52, con el objeto de poner á raya á los que después de defraudar las rentas d.el estado pue¬ den comprometer su salud, en provecho de mezqui¬ nos intereses. Esta medida lité unánimemente aplaudida, la isla entera la ha acojido con júbilo y todos comprendie¬ ron los inmensos beneficios que reportaría, lo cual se ha demostrado al ser conocido el celo y actividad des¬ plegado por la oficialidad é individuos de la clase de tropa, en tan humanitario servicio, actividad y celo que les honra, del cual guardará eterno reconoci¬ miento la Isla de Mallorca. Ahora bien, ¿los servicios que presta el cordon sanitario militar, redundan unicameute en bien de los pueblos que por su situación topográfica tienen puerto, ó á todos aunque se hallen en el centro de la Isla? La contestación no es dudosa y á todos les es fácil comprender que el cordon sanitario militar tie¬ ne por misión impedir que se introduzcan objetos de contrabando que pudieran propagaren el interior de la Isla la plaga que hoy azota Francia é Italia. Una vez demostrada la utilidad que á todos reporta, nos parece inútil manifestar que estamos obligados los pueblos tanto del litoral como del inte¬ rior de la Isla á sufragar los extraordinarios gastos que su mantenimiento exige. Piénselo pues la Exma. Diputación Provincial y abone los citados gastos de los fondos provinciales, ordenando á su vez un reparto y cada pueblo pa¬ gue la cuota corespondiente. Nadie puede negarse á pagar contribución que á todos arruina, y si así se hace, dará con ello la Exma. Diputación Provincial prueba indiscutible de buen sentido y criterio á dignas corporaciones, entre las cuales se halla la de Soller, á verse en crítica situación por haber sufragado gastos que no le ata¬ ñen á ella únicamente y si á todas las corporaciones municipales, las cuales deben contribuir con su óbolo en relación á sus recursos. La Defensora Sollerense ha demostrado una vez más sus cualidades de respeto y filantropía. Ja¬ más se olvidará el tributo de consideración á uno de sus dignos socios fallecidos después de penosa y larga enfermedad, nuestro particular amigo 1). Bar¬ tolomé Mayol y Castañer. Antes cíe bajar al sepulcro ya recibió el Sr. Mayol los consuelos cíe la amistad. Muchos individuos de la Defensora le prodigaron sus cuidados y desvelos. Después que la ciencia fué impotente y Dios le reco¬ gió en su seno, pagando así el tributo al nacer, la Sociedad le acompañó á su última morada, demos¬ trando de este modo sus elevados sentimientos y el dolor que todos esperi mentaban por la muerte del que fué su compañero. Actos tan grandes enmudecen nuestra lengua y paran nuestra pluma. Es el único lenitivo que en momentos de tan cruel dolor puede esperimentar su familia á la cual enviamos sentido pésame y nues¬ tra entusiasta felicitación al presidente é individuos de la Defensora. El último domingo amenizó la velada en la plaza la banda que con tanto acierto dirige nuestro partm cular amigo el Sr. Enseñat. Faltaríamos á la justicia si no le tributásemos un aplauso al ver los grandes progresos de la mú¬ sica popular, que en breve podrá competir con las de más renombre de la isla. El.domingo permaneció entre nosotros nuestro distinguido amigo el reputado artista D. Francisco Mateu (Uetam.) El lúnes por la mañana regresó á Palma. Nos aseguran también que en la «Fonda de la Paz» se hospedaron el domingo un joven Capitán de Artillería y una de las bellas hijas del Teniente Coronel Tenorio que en dicho día habían contraido matrimonio. Si es cierta la noticia les deseamos felicidad eterna. Merece entusiastas plácemes la Dirección Maríti¬ ma de Sanidad por su proceder celoso y activo. El laúd María sigue aun en franquía en el lugar de observación. La ropa y equipajes se hallan á bor¬ do. Se han practicado las fumigaciones reglamenta¬ rias pues aunque el Sr. Pastor abunde en los moder¬ nos descubrimientos científicos, solo después de dar cumplimiento á su deber, ha sugetado todos los ob¬ jetos á una elevada temperatura para lo cual existe en el lazareto una habitación ad hoc. El no haberse dado entrada á libre plática al fa¬ lucho María, cuanto se hizo con la tripulación y pasa¬ je, ha sido únicamen te para llevar la tranquilidad á Jos ánimos de los vecinos, obrando la Dirección de Sanidad en todo, de común acuerdo con el Patrón del María. Hoy que se trata de embellecer la población, y que demuestra el Sr. Magraner tan desinteresado deseo, nos atreveremos á proponer una obra de esca¬ so coste encaminado á este fin. Nos referimos á la construcción de un jardincito alrededor de la fuente de la plaza, ya que por ahora no es posible llevar á cabo las obras para que se pue¬ da derribar el paredón de la Iglesia. Eli catafalco destinado á la música podría ser de mejor gusto y levantarse en otro lugar de la misma plaza, pero fuera de los jardines. Esperamos ser atendidos. Para lo que pueda convenir á los interesados, ha¬ cemos saber que por la dirección de Obras públicas se ha dispuesto se proceda al pago de los terrenos que para llevar á cabo las obras de la carretera, com¬ prendida desde el Pontd d’ en Valls y la población ha sido preciso expropiar, asciende el importe total á 4078 pesetas y 81 céntimos. Ha sido nombrado Juez municipal D. Bartolomé Uanals y Fiscal D. Antonio Palón hermano político de 1). Antonio Ramis. 6 3 JUMAN ARTO DE SOLLER. Hace ya dias ha empezado la vendimia del Fogoneu en los términos municipales de La Puebla y Muro. Asi lo dice un colega. Para satisfacer el deseo de nuestros amigos los Sres. Joy y Mayol, insertamos íntegra la carta si¬ guiente, la cual puede ser de interés para el público. Piales, Junio 20 de 1884. Sr. Director del Semanario de Sóller. Sóller. Muy señor nuestro: Participamos á V. que con esta fecha hemos constituido en este pueblo una so¬ ciedad agrícola-mercantil, que girará bajo la razón de Joy y Mayol, de la cual son socios gestores don Lorenzo Joy y D. Damian Mayol. Nuestra casa mercantil se dedicará á la compra y venta de provisiones y frutos del pais. Esperamos se sirva tomar nota de nuestras fir¬ mas al pié y honrar con su confianza á sus atentos S. S. Q. B. S. M.—Joy y Mayol.—Lorenzo Joy, firmará:—Joy y Mayol.-—Damian Mayol, firmará: Joy y Mayol. El partido conservador presenta como candidatos en las próximas elecciones provinciales á los señores siguientes: Por el partido de Palma. Sr. Marqués de la Bastida. ' D. Pedro Aguiló Cetra. » Joaquin Fuster Puigdorfila. » Guillermo Moragues Bibiloni. Por el partido de Inca. 1). Pedro Sampol y Roselló. » Guillermo Marcel y Amen. » Pedro Ripoll y Palou. » Nicolás Siquier y Bibiloni. El partido fusionista á los señores siguientes: Por el partido de Paca. 1). Manuel Guasp. Por el partido de 1biza. D. Miguel Socías y Caimari. El partido po.sibilista Por el distrito de Palma. D. Gabriel Alza mora. —:—- 1TA. LI ^ . (Continuación.) EPüESTO el antiguo régimen en Nápoles, se dispuso inmediatamente el desarme, hasta el punto estremo esta medida, de ser fusilado todo aquel que se le encontraba sable ni arma alguna, aunque esta fuese un cuchillo ele-mesa. Se cíearon comisiones con el es- clusivo objeto de investigar y delatar todos los delitos políticos, y se vigilaban con ri¬ gor los empleados civiles, pagando muchos en el patíbulo el delito de no ser sus pensamientos afi¬ nes á los del gobierno. Los monarcas de Europa se reunieron en 1822 en Túnez para debatir y formular el medio de oponer un dique á las aspiraciones revo¬ lucionarias que cual temible y amenazadora avalan¬ cha está suspendida sobre sus cabezas, amenazando aplastarlas con su enorme peso. Las medidas que se tomaron, en nada debilitaron á los patriotas, convirtiendo únicamente á la Italia del centro en teatro de las conspiraciones, pues llegó el número de ellas á ser fabuloso, contándose entre otras la primitiva de los carbonari y las de varones reformados, los hijos de Marte, hermanos Arhitas, adelfos, tiradores americanos, iluminados No era menor en las Dos Sicilias el número de conspiradores, existiendo también gran número de sociedades secretas destinadas á este único fin, entre las cuales nombraremos la de Fabio, jóvenes es¬ partanos, imitadores del Sane! y prosélitos de Alfieri. Fernando I se olvidó de su juramento y después de la ocupación de su reino por el ejército austríaco, persiguió con saña á los liberales y ahogó con mano dura todas las conspiraciones que á su alrededor se fraguaban, muriendo de un ataque de apoplegía el 4 de Enero de 1825, sucediéndole en el trono Fran¬ cisco I, padre de María Cristina que casó con Fer¬ nando Vil rey de España. Nada consiguió en sentido de la libertad el reino de las Dos Sicilias con el cambio de monarquía. Francisco I siguió la senda que dejó trazada su an¬ tecesor, no siéndole sin embargo posible impedir que Salerno levantase su voz al grito de « Viva la Cons¬ titución francesa,» siendo empero este movimiento fácilmente sofocado por la columna del general Lecarretero, Gefe de Estado mayor que habla sido del general Guillermo Pepe, y convertido después en entusiasta partidario de las ideas absolutistas. Francisco I murió en 8 de Noviembre de 1830. Su reinado no tuvo cinco de duración. En los estados sardos, apesar de reinar las ideas de absolutismo que en Nápoles, se gozaba de mas tranquilidad, pues el gobierno que regia sus des¬ tinos, se inspiraba siempre en ideas saturadas de prudencia y respeto á todas las distintas clases de la sociedad. La ilustración del pueblo sardo llegó á gran al¬ tura, y la cultura hizo grandes conquistas. El comercio floreció, la nación ganó gran presti¬ gio, la instrucción pública recibió notable impulso, introduciéndose positivas ventajas, y la industria en general hizo no escasos progresos encaminados todos á su perfeccionamiento. Los pequeños ducados eran ciudadanos feudos y esclavos del Austria. Solo en el gran ducado de Toscana, hasta el punto que se dice que habiéndole presentado al gran Duque una lista de afiliados al carbonarismo, Fernando Vil la arrojó al fuego, sin leer ni aun por mera curiosidad, los nombres que contenia. S. TRILOGÍA. SEMANARIO DE SOLLER. 7 TJMST ZBTTZE32ÑT CORAZON. Te vi inocente, candorosa y bella Cual ángel descendido de los cielos, Y tus encantos me inspiraron, niña Amor inmenso. Te vi amorosa ccn apuesto cónyugue Acerca al altar del himeneo, Y vuestra dicha me inspiraba, esposa Terribles celos. Ayer te vi besar el albo rostro De un ángel que mecía en tu seno Y ya tan solo me inspiraste, madre Santo respeto. Juan Bautista Enseñat. TTIbT EIJEN EET. Un príncipe que mirára la guerra como la mas grande de las calamidades que pueden aflijir al Es¬ tado; que prefiera desarmar á los enemigos á la sangrienta gloria de vencerlos; que se persuadiera de que, la espada que ciñe, con mas honor simboliza sus esfuerzos por la seguridad de sus pueblos, que un opresor dominio sobre los mismos; que fuera mas solícito para fomentar la prosperidad del Estado que para extender sus límites; que buscase su glo¬ ria mas bien en reparar las desgracias de las gue¬ rras pasadas que en emprender otras nuevas; que invirtiera en cómodas carreteras, vias férreas, cana¬ les de riego y plantaciones de bosques, los cuantísimos capitales que la vanidad y el capricho consumen en suntuosísimos palacios, inmensos jardines y pul¬ verulentos hipódromos; que disminuyera los presidios aumentando las escuelas para llegar á abolís por rnédio de la instrucción y educación la causa de la pena do muerte y de la supresión de la libertad hu¬ mana en algunos, tal vez mas dignos de lastima que criminales, atendidas su crasa innorancia y su in¬ cultura; un prínsipe que, despejándose de este asiáti¬ co lujo y de ese nécio aparato que parecen conver¬ tirle en un semi-Dios, ludibrio de aduladores y cortesanos, recoriera de incógnito las provincias, estudiara la situación de las clases sociales, para dar la mano á las abatidas y refrenar á las despóticas ú opresoras; un príncipe de esta naturaleza, repito, seria el mejor de los príncipes que podria rejistrar la Historia, seria un verdadero padre de sus pueblos; pero, ¿en que país del mundo hubo, hay, ó habrá uno semejante? * Las buenas prendas y virtudes de los hombres de Estado apenas se encuentran fuera de la imagi¬ nación de los poetas. Dirijíáse á Italia con el objeto de perfeccionar sus estudios artísticos un joven pintor, hijo de nues¬ tra patria, cuando, al pasar por un insignificante pueblo de Francia, acometióle una enfermedad que en pocos dias consumió el escaso peculio que debia servirle para llegar á su destino. El dueño de la fonda en que se había hospedado, al ver que nuestro enfermo ya no tenia blanca, sin ser médico, dióle por curado, enseñándole la puerta que conduce á la calle. Acertó á pasar un pobre jornalero, quien, com¬ padecido del mísero estado del estranjero, se lo cargó á cuestas y llevó á su casa. Gomo su mísero jornal no era de mucho sufi¬ ciente para sufragar los gastos del nuevo huésped, levantábase muy de mañana, acostábase mas tarde é hizo en los gastos de su familia todas las econo¬ mías imaginables. xL los dos meses, completamente restablecido el enfermo, propúsose continuar su viaje, y pidió á su generoso bienhechor una nota de sus gastos, supli¬ cándole que él mismo se redactase un Pagaré que eu su dia seria puntualmente satisfecho. Aquí teneis algunos francos, le contestó, sufi¬ cientes para llegar á vuestro destino. En cuanto á los demás gastos que vuestra enfer¬ medad me ha costado, no os los regalo como los francos; sinó que os impongo la ineludible obliga¬ ción de hacer por otro, si la Providencia os presentára un hermano como vos desgraciado, todo lo que acabo yo de hacer por vos: imprimid pues en vuestro corazón las obligaciones de este Pagaré sin fecha. Memorable será para mí la de hoy, contestó el es¬ pañol, abrazándose ambos, deshechos en lágrimas. Salvaje. ISCEL IsT E . Estaban almorzando un padre y su hijo. Este desperdiciaba muchos pedazos de pan. —Gómete ese pan, —decía el padre. —Mañana puedes verte pobre, y no hallarás esos pedazos que ahora desprecias. —Pero papá,—dijo el niño;—yo creo que menos los hallaré si me los cómo. Madrid I.n 10‘30 n. Idáse confirmado la existencia de casos sospecho¬ sos en Alicante y. Novelda. Fumíganse los trenes, recházanse las mercancías y se establecerá un Laza¬ reto. Las tropas forman un cordon para detener las procedencias sucias de Alicante. 8 SEMANARIO DE SOLLER. SECCIODÑT IDE -AJiTTTiTCXOS. FERRO-CARRILES DE MALLORCA. CORREOS. Servicio de trenes que regirá desde 16 de Marzo de 1888 á 15 de Octubre de 1884. De Palma á Manacor y La Puebla, á las 7‘45 mañana 2‘15 y 4 tarde (mixto). De Manacor á Palma y La Puebla, á las 3 (mixto) 7‘45 mañana y 5!15 tarde. De la Puebla á Palma á 3‘30 (mixto) 7!40 mañana y 5‘40 tarde. De la Puebla á Manacor 7‘40 mañana 2‘45 y 5‘40 tarde. Trenes periódicos.—Dias de mercado en Inca.—De Inca á Palma, á la 1£30 tarde. Palma 29 de Febrero de 1884.—El Director General, Guillermo Moragues. SALIDAS. Domingo S mañana para Ibiza y Alicante. Lunes 4 tarde para Mahon. Martes 5 tarde para Barcelona. Miércoles 4 tarde para Malion por Alcudia. Juéves 4 tarde para Valencia. Sábado 2 tarde para Barcelona .por Alcudia. ENTRADAS. Lunes 7 mañana de Valencia y 9 id. de Mahon por Al¬ cudia. Miércolee 3 tarde de Ibiza y Alicante. Juéves 9 mañana de Mahon y 12 id. de Barcelona por Alcudia. Sábado 7 mañana de Barcelona. REVISTA SEMANAL DE LITERATURA, CIENCIAS Y PERÍODICt> DE INTERES GENERAL Y LOCAL. Esta revista se publica en la importante villa de Soller y cuenta con redactores y colaboradores cono¬ cidos en la república de las letras. PRECIO DE SUSCRIPCION. En Esoaña 1 peseta al mes.—Francia 11 id.—América 2 ¡i-taro suelto 25 cts. te i PEDIDOS Y SUSCRIPCIONES. En Soller, D. Vicente Vicens (cartero).—En Palma, Librería Constitución 90. Si §3|çEjiblzotecci J^ojyulca-fe^ ^■hér 5-^-5 ^ JceccccccccceccoeeocoGGCCGcceGcefcGccGCüec'neciCCcc'rnL'? 3g£n este establecimiento, montado con losílJg^ principales aparatos modernos, se hacen CTvJn rrAP\\ \\ ¡lLL/YI t a o rr nr i m n n potampo U UN NUEVO TRIUNFO!! LAS MAQUINAS SIN RIVAL PARA COSER DE LA ‘ COMPAÑÍA FABRIL SINGER acaban de obtener en la Tasposición de Amsterdam el DIPLOMA DE HONOR, re¬ compensa la mas alta en este mera o rabie certárnen. NUEVOS MODELOS Máquinas para toda clase de labores, así de la Familia como para los Indus¬ triales, con las pie¬ zas y accesorios con espondientes según anuncios anteriores. MÁQUINAS DE LANZADERA OSCILANTE las mas perfeccionadas, finas y ligeras que se conocen 2‘50 PESETAS SEMANALES 10 por 100 de rebaja al contado. Piezas y accesorios de todas clases.—Hilos y torzales de seda: aceite y agujas. 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