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Títol: |
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Autor/es | Picano, Eugenio |
Matèries en català: | Diagnòstic ; Cardiologia ; Ciències de la Salut |
Matèries en castellà: | Cardiología |
Matèries en anglès: | Diagnosis ; Cardiology |
Abstract: | Cada año se practican cinco mil millones de pruebas diagnósticas de imagen, de las que aproximadamente la mitad son exámenes cardiovasculares. Según las estimaciones más recientes, del 30 al 50% de todos esos exámenes son parcial o totalmente inapropiados: ello significa un daño potencial para los pacientes afectados (porque asumen los riesgos considerables de un procedimiento agresivo y/o de un estudio de contraste sin un beneficio equivalente al riesgo), un costo exorbitante para la sociedad y un retraso excesivo para los demás pacientes de las listas de espera necesitados de examen. En el caso de pruebas con uso de radiaciones ionizantes, la reducción del número de pruebas innecesarias representaría una mejoría en la atención al paciente, incluida la disminución de los riesgos a largo plazo, asociados a la dosis empleada. La dosis de radiación equivalente de las pruebas cardiológicas de imagen corresponde a unas 500, 750 y 1.000 placas radiográficas de tórax para un escintigrafía cardíaca con sestamibi, el CT coronario y la coronarografía con stent coronario, respectivamente. Aunque no se dispone de la evaluación directa de la incidencia de cáncer en los pacientes sometidos a tales procedimientos, el riesgo de cáncer estimado para un CT coronario es alrededor de 1/750; el riesgo es mayor en mujeres(alrededor de 1/500), menor en ancianos (1/1.500) y mayor en niños (1/1.000 en niñas menores de un año). Tales niveles de riesgo son inaceptables cuando se usa el procedimiento diagnóstico en cribas poblacionales o cuando puede obtenerse la información mediante el uso de otros medios, pero son aceptables en grupos seleccionados como filtro de procedimientos más invasivos, peligrosos y costosos. ; Every year, 5 billion imaging testing are performed worldwide, and about 1 out of 2 are cardiovascular examinations. According to recent estimates, 30 to 50% of all examinations are partially or totally inappropriate. This represents a potential damage for patient undergoing imaging (who takes the acute risks of a stress procedure and/or a contrast study without a commensurable benefit), an exorbitant cost for the society and an excessive delay in the waiting lists for other patients needing the examination. In case of ionizing tests, the reduction of useless imaging testing would improve the quality of care also through abatement of long-term risks, which are linked to the dose employed. The radiation dose equivalent of common cardiological imaging examinations corresponds to about 500, 750 and 1000 chest x-rays for a stress sestamibi, a multislice cardiac computed tomography and a coronary stenting respectively. Although a direct evaluation of incidence of cancer in patients submitted to these procedures is not available, the estimated risk of cancer according to the latest 2006 Biological Effects of Ionizing Radiation Committee VII is about one in 750 for a CT scan – higher in women (1 in 500), lower in elderly (1 in 1,500), and highest in children (1 in 100 in a female child <1 year). Such a risk is probably not acceptable when a diagnostic procedure is inappropriately applied for mass screening (when the risk side of the risk-benefit balance is not considered) or when a similar information can be obtained by other means. By contrast, it is fully acceptable in appropriately selected groups as a filter to more invasive, risky and costly procedures. |
Font: | Medicina Balear 2009, Vol. 24, N. 1, pp. 11-16 |
Identificador: | p-ISSN: 1579-5853 ; e-ISSN: 2255-0569 |
Tipus de document: | info:eu-repo/semantics/article ; info:eu-repo/semantics/publishedVersion |
Avís legal: | All rights reserved ; info:eu-repo/semantics/openAccess |